Torreón Letargo (Archivo III)
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LEC
Serokrai
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Alicia
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Elliot
24 participantes
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Torreón Letargo (Archivo III)
09/09/12, 11:32 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
29/09/12, 04:45 pm
Las palabras de Atol se clavaron en Tap igual que algunas plantas carnívoras ensartaban gusanos con sus púas en su bosque. << ¿Cómo que... >>. Las manos que no sujetaban la flecha se cerraron alrededor de la piel falsa que colgaba de los hombros de Pablo y la estrujaron mientras el repoblador chirriaba por la espalda de frustración.
-¡Qué estúpida manía teneís! ¿Por qué narices no puedo hacer lo que vosotros? ¿Porque no mido una burrada de palmos?-les gritó entre chillidos- ¡Estoy seguro de que podría hacerlo mejor incluso! ¡Que no seríais capaces de tocarme con la lanza gigante sin acabar llenos de poros rezumando savia!-en su colonia la gente se respetaba y entendía que desempeñar una u otra tarea no impedía a los repobladores que sentían curiosidad por el resto, salvo los dones que requerían unas capacidades más allá de su entendimiento- ¿Sabéis qué? ¡Que os viole una rata marsupial a todos!-saltó del hombro de Pablo al suelo y se silenció repentinamente.
Como iluminado por la distancia que había recorrido en el salto, había caído en la cuenta de que en su colonia no había problemas de estatura, todos eran iguales y no se veían diferencias tan exageradas como la que había entre él y el resto de gigantes. << ¿Y si llevan razón y no puedo? >>. Le dieron ganas de tragarse sus palabras y disculparse, pero cababa de soltar tantas maldiciones por la boquilla, que pedir perdón se le antojaba más complicado que recolectar higos chumbos. Se abofeteó la cara con una de sus manos desocupadas y se alejó hacia la avispa. Seguía susurrando más y más insultos, pero esta vez en referencia a su torpeza.
Pocos minutos después, la avispa se había colado en el torreón por una de las ventanas y se había colgado del techo en una amplia celda del panal, poblada por varias camas vacías. Tap se tumbó sobre el vientre de su avispa, entre este y el propio techo, y dejó caer la flecha al suelo, malhumorado.
-¿Soy tonto, verdad?-le preguntó en voz baja a su montura, sin esperar respuesta. Su cola se aferró a una de las patas de la avispa y, mientras esperaba que le llegara el sueño (o se cansara de estar ahí subido muerto de aburrimiento), escribió su nombre con la mano una y otra vez entre el pelaje que recubría el abdomen del animal.
En apenas un rato, la mente veleta de Tap se distraía en cosas que poco tenían que ver con lo que acababa de decir a Pablo, al Metálico y al Blanco y que tanto le había cabreado. Se limitaba a silbotear cancioncillas al azar y pensar en, no sé, tal vez semillas.
-¡Qué estúpida manía teneís! ¿Por qué narices no puedo hacer lo que vosotros? ¿Porque no mido una burrada de palmos?-les gritó entre chillidos- ¡Estoy seguro de que podría hacerlo mejor incluso! ¡Que no seríais capaces de tocarme con la lanza gigante sin acabar llenos de poros rezumando savia!-en su colonia la gente se respetaba y entendía que desempeñar una u otra tarea no impedía a los repobladores que sentían curiosidad por el resto, salvo los dones que requerían unas capacidades más allá de su entendimiento- ¿Sabéis qué? ¡Que os viole una rata marsupial a todos!-saltó del hombro de Pablo al suelo y se silenció repentinamente.
Como iluminado por la distancia que había recorrido en el salto, había caído en la cuenta de que en su colonia no había problemas de estatura, todos eran iguales y no se veían diferencias tan exageradas como la que había entre él y el resto de gigantes. << ¿Y si llevan razón y no puedo? >>. Le dieron ganas de tragarse sus palabras y disculparse, pero cababa de soltar tantas maldiciones por la boquilla, que pedir perdón se le antojaba más complicado que recolectar higos chumbos. Se abofeteó la cara con una de sus manos desocupadas y se alejó hacia la avispa. Seguía susurrando más y más insultos, pero esta vez en referencia a su torpeza.
Pocos minutos después, la avispa se había colado en el torreón por una de las ventanas y se había colgado del techo en una amplia celda del panal, poblada por varias camas vacías. Tap se tumbó sobre el vientre de su avispa, entre este y el propio techo, y dejó caer la flecha al suelo, malhumorado.
-¿Soy tonto, verdad?-le preguntó en voz baja a su montura, sin esperar respuesta. Su cola se aferró a una de las patas de la avispa y, mientras esperaba que le llegara el sueño (o se cansara de estar ahí subido muerto de aburrimiento), escribió su nombre con la mano una y otra vez entre el pelaje que recubría el abdomen del animal.
En apenas un rato, la mente veleta de Tap se distraía en cosas que poco tenían que ver con lo que acababa de decir a Pablo, al Metálico y al Blanco y que tanto le había cabreado. Se limitaba a silbotear cancioncillas al azar y pensar en, no sé, tal vez semillas.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
29/09/12, 05:15 pm
Pechote no respondió a su pregunta, en su lugar los demás seguían diciéndole que no podía participar en sus entrenamientos por ser demasiado pequeño. << Pobre pechote, lo discriminan por ser pequeñajo...>> Y aun así había sido el primero en reaccionar cuando el lagarto. Al final hubo bronca, y el bichito se largó malhumorado, pero Yrio tenía otras cosas que atender, como una Alder salvaje con el pelo alborotado que le acababa de hacer una proposición indecentemente tentadora.
-¿Estas de coña? ¡Claro que quiero ir!
Bajó de las almenas todo lo rápido qaue pudo, y trató de ayudar a Alder con los cubos para no parecer un aprovechado, pero al final tuvo que dejarlo pues derramaba más agua de la que lograba subir. Antes de irse definitivamente, les dijo a los demás:
-Os recuerdo que de no ser por Pechote yo no habría podido matar al lagarto. El lo dejó tonto y fue además el primero en atacar.
Subió felizmente las escaleras, tan felizmente que se tropezó en un par de ocasiones y se dio de bruces contra el suelo, pero las chicas ya estaban arriba, así que nadie vio nada. Pasó por la habitación, donde estaba Pechote con su avispa gigante.
-Eh,- le llamó- Yo ahora me voy a bañar, pero a la noche quiero entrenar en secreto, cuando todos se duerman. Puedes venir si quieres, pero ve espiando a los otros para intentar pillar como se usan las lanzas esas.
Le guiñó un ojo y se fue hacia le baño con una toalla más o menos limpia y una muda. Nada más entrar y probar el agua, empezó a desnudarse, pero se detuvo a la mitad con miedo a que todo fuera una broma y le fuesen a echar en cualquier momento...
-¿Estas de coña? ¡Claro que quiero ir!
Bajó de las almenas todo lo rápido qaue pudo, y trató de ayudar a Alder con los cubos para no parecer un aprovechado, pero al final tuvo que dejarlo pues derramaba más agua de la que lograba subir. Antes de irse definitivamente, les dijo a los demás:
-Os recuerdo que de no ser por Pechote yo no habría podido matar al lagarto. El lo dejó tonto y fue además el primero en atacar.
Subió felizmente las escaleras, tan felizmente que se tropezó en un par de ocasiones y se dio de bruces contra el suelo, pero las chicas ya estaban arriba, así que nadie vio nada. Pasó por la habitación, donde estaba Pechote con su avispa gigante.
-Eh,- le llamó- Yo ahora me voy a bañar, pero a la noche quiero entrenar en secreto, cuando todos se duerman. Puedes venir si quieres, pero ve espiando a los otros para intentar pillar como se usan las lanzas esas.
Le guiñó un ojo y se fue hacia le baño con una toalla más o menos limpia y una muda. Nada más entrar y probar el agua, empezó a desnudarse, pero se detuvo a la mitad con miedo a que todo fuera una broma y le fuesen a echar en cualquier momento...
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
29/09/12, 09:26 pm
Incluso Seon no pudo evitar reirse al ver a Yrio tropezando y subiendo a toda prisa.
Alder llegó al baño cuando ya estuvo lleno, y se quedó mirando a Yrio a medio desvestir.
-Pues si, si, era broma. Pero ya que te entusiasmas me sabria mal dejarte a medias. Cuidado con tocar mucho a mi Seon, eh?- dijo sonriendole.
Seon los miraba a ambos con la duda pintada en la cara. Nunca se había sentido muy comoda desnudandose enfrente de otros...
- Yo erh.. no se si cabemos todos, si quereis me baño en el siguiente turno...- dijo señalando la puerta con una sonrisa nada alegre.
- No seas tonta!- dijo Alder. Seon era menudita y le llegaba a la barbilla, de hecho era igual de alta que Yrio. La agarró mientras ella chillaba, y la empujó hasta la bañera. La sujetó por la cintura y la metió dentro vestida. Seon se mojó hasta la cabeza antes de salir a la superficie resoplando y con una mirada asesina. La risa de Alder se podría haber oído en todo el piso superior, probablemente.
- Tu puedes entrar así también, para mantenerlo todo puro y casto- dijo entre risas a Yrio, mientras se quitaba una lágrima que se le escapaba del ojo y trataba de coger aire. Luego se quitó los pantalones y la rebeca.- ¿ves mujer? todo muy sencillo.
- Asi no vas a limpiarte de verdad. - dijo Seon. Aunque su enfado ya solo era fingido.
-JAJJAJAJAJJAJAJAJAJ,haz sitio.
Alder llegó al baño cuando ya estuvo lleno, y se quedó mirando a Yrio a medio desvestir.
-Pues si, si, era broma. Pero ya que te entusiasmas me sabria mal dejarte a medias. Cuidado con tocar mucho a mi Seon, eh?- dijo sonriendole.
Seon los miraba a ambos con la duda pintada en la cara. Nunca se había sentido muy comoda desnudandose enfrente de otros...
- Yo erh.. no se si cabemos todos, si quereis me baño en el siguiente turno...- dijo señalando la puerta con una sonrisa nada alegre.
- No seas tonta!- dijo Alder. Seon era menudita y le llegaba a la barbilla, de hecho era igual de alta que Yrio. La agarró mientras ella chillaba, y la empujó hasta la bañera. La sujetó por la cintura y la metió dentro vestida. Seon se mojó hasta la cabeza antes de salir a la superficie resoplando y con una mirada asesina. La risa de Alder se podría haber oído en todo el piso superior, probablemente.
- Tu puedes entrar así también, para mantenerlo todo puro y casto- dijo entre risas a Yrio, mientras se quitaba una lágrima que se le escapaba del ojo y trataba de coger aire. Luego se quitó los pantalones y la rebeca.- ¿ves mujer? todo muy sencillo.
- Asi no vas a limpiarte de verdad. - dijo Seon. Aunque su enfado ya solo era fingido.
-JAJJAJAJAJJAJAJAJAJ,haz sitio.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
29/09/12, 09:59 pm
A Yrio se le cayó el alma a los pies cuando oyó las palabras de Alder. Ya empezaba a soltar la primera lagrimita cuando la peliverde rectificó, ganándose una mirada asesina pro parte del chico, que se había puesto blanco como un cadáver.
-No juegues con la autoestima de un chico pobre e inocente como yo- le dijo en tono de reporche.- Es cruel.
De nuevo se sintió un poco culpable por Seon, que no parecía del todo cómoda con la situación. Estaba incluso dispuesto a girarse o taparse los ojos, aunque eso habría sido un poco estúpido si iban a bañarse los tres juntos. Se echó a reir al ver su propia mirada asesina en los ojos de Seon, toda empapada y aun con la ropa puesta. No era lo que él esperaba pero parecía divertido.
-Suerte que soy pequeñito- rió, quitándose los pantalones y la camiseta y quedándose con unos calzones algo holgados de tela muy fina. No fue hasta que estuvo metido en el agua cuando se dio cuenta de lo mucho que trasparentaba la tela mojada.- Jo...
Le había costado la misma vida hacerse un hueco entre las dos chicas, y en aquel lío de piernas largas, piel suave y ropa mojada el agua fría se le antojaba bastante menos fría, aunque lo suficiente como para retrasar cierto síntoma inevitable que le habría dado a Alder la excusa perfecta para seguir metiéndose con él. Por cierto que la chica llevaba una ropa interior que no habia visto nunca en Sinhdro, con unos detalles finos y elegantes... Yrio no pudo evitar alargar la mano para rozar el filo del top, casi con miedo.
-No juegues con la autoestima de un chico pobre e inocente como yo- le dijo en tono de reporche.- Es cruel.
De nuevo se sintió un poco culpable por Seon, que no parecía del todo cómoda con la situación. Estaba incluso dispuesto a girarse o taparse los ojos, aunque eso habría sido un poco estúpido si iban a bañarse los tres juntos. Se echó a reir al ver su propia mirada asesina en los ojos de Seon, toda empapada y aun con la ropa puesta. No era lo que él esperaba pero parecía divertido.
-Suerte que soy pequeñito- rió, quitándose los pantalones y la camiseta y quedándose con unos calzones algo holgados de tela muy fina. No fue hasta que estuvo metido en el agua cuando se dio cuenta de lo mucho que trasparentaba la tela mojada.- Jo...
Le había costado la misma vida hacerse un hueco entre las dos chicas, y en aquel lío de piernas largas, piel suave y ropa mojada el agua fría se le antojaba bastante menos fría, aunque lo suficiente como para retrasar cierto síntoma inevitable que le habría dado a Alder la excusa perfecta para seguir metiéndose con él. Por cierto que la chica llevaba una ropa interior que no habia visto nunca en Sinhdro, con unos detalles finos y elegantes... Yrio no pudo evitar alargar la mano para rozar el filo del top, casi con miedo.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
29/09/12, 10:20 pm
- No me digas que esto es comodo- dijo Seon con una pierna medio fuera de la bañera.
- Deja de quejarte.- dijo dandole un beso en los labios. Noto la mano de Yrio cerca de su pecho, y dio un respingo. Luego sonrió y se la apartó con delicadeza- esto es para mayores.- se echó hacia delante y le besó en una comisura.- sin embargo ella si puede. - Guió las manos de su aurva hacia el pecho y las dejó ahí como si ese fuera el sitio correcto. Su mirada se desvió hacia el sitio donde la tela hacia un pobre trabajo de ocultamiento con el sexo de Yrio. Se río y cogió agua ahuecando la mano. Lo siguiente fue verterla sobre la cabeza del niño. - jajajajja, enfriemos animos. Jajajajjajajjaj.
es broma. Mira te voy a hacer un regalo por matar al lagarto.- echandose nuevamente hacia delante, entrelazó los brazos detras de su cuello y le besó. No fue delicada, ni fue un beso ligero. Tampoco fue un beso corto. -No lo tomes como precedente. es que me gusta besar a inexpertos. Me encanta su cara de después.
- Deja de quejarte.- dijo dandole un beso en los labios. Noto la mano de Yrio cerca de su pecho, y dio un respingo. Luego sonrió y se la apartó con delicadeza- esto es para mayores.- se echó hacia delante y le besó en una comisura.- sin embargo ella si puede. - Guió las manos de su aurva hacia el pecho y las dejó ahí como si ese fuera el sitio correcto. Su mirada se desvió hacia el sitio donde la tela hacia un pobre trabajo de ocultamiento con el sexo de Yrio. Se río y cogió agua ahuecando la mano. Lo siguiente fue verterla sobre la cabeza del niño. - jajajajja, enfriemos animos. Jajajajjajajjaj.
es broma. Mira te voy a hacer un regalo por matar al lagarto.- echandose nuevamente hacia delante, entrelazó los brazos detras de su cuello y le besó. No fue delicada, ni fue un beso ligero. Tampoco fue un beso corto. -No lo tomes como precedente. es que me gusta besar a inexpertos. Me encanta su cara de después.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
29/09/12, 11:40 pm
Yrio hizo un mohín indignado por la negativa de Alder. ¿Así que podía mirar pero no tocar? No era justo, él quería tocar, quería mimos tambien. Se cruzó de brazos en una rabieta infantil, que solo se intensificó con el beso en la comisura de sus labio. Hinchó los carrillos, malhumorado, y le hizo una pedorreta cuando le echaron agua por encima.
-Estoy fresco como una rosa, tus pobres intentos de seducción no funcionan conmigo, malvada bruja- dijo en tono altivo, con la intención de darle la espalda, pero el beso le pilló totalmente desprevenido.
Era la primera vez que besaba a alguien, y jamás en la vida se le habría ocurrido que fuese tan pronto y con una chica como Alder. Se abrazó a ella torpemente y trató de responderle lo mejor que pudo, que no es mucho que digamos. Cuando se separaron, su cara debía ser precisamente la cara a la que la peliverde se refería, de absoluta y genuina confusión. Le había gustado, pero no tenía muy claro cómo debía tomárselo, lo que podía significar, y para colmo sus estúpidas y revolucionadas hormonas habían acabado el trabajo que Yrio creía tener controlado. Se cubrió con la tela empapada como pudo, se giró hacia Seon y le puso ojitos de cordero pidiendo ayuda.
-Seeeeeeon, Alder me está confundiendo, es una bruja mala- se quejó dramáticamente.
-Estoy fresco como una rosa, tus pobres intentos de seducción no funcionan conmigo, malvada bruja- dijo en tono altivo, con la intención de darle la espalda, pero el beso le pilló totalmente desprevenido.
Era la primera vez que besaba a alguien, y jamás en la vida se le habría ocurrido que fuese tan pronto y con una chica como Alder. Se abrazó a ella torpemente y trató de responderle lo mejor que pudo, que no es mucho que digamos. Cuando se separaron, su cara debía ser precisamente la cara a la que la peliverde se refería, de absoluta y genuina confusión. Le había gustado, pero no tenía muy claro cómo debía tomárselo, lo que podía significar, y para colmo sus estúpidas y revolucionadas hormonas habían acabado el trabajo que Yrio creía tener controlado. Se cubrió con la tela empapada como pudo, se giró hacia Seon y le puso ojitos de cordero pidiendo ayuda.
-Seeeeeeon, Alder me está confundiendo, es una bruja mala- se quejó dramáticamente.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
30/09/12, 12:33 am
- Alder, por favor.- Seon no quiso añadir más. No podía. Quería regañarle, avisarle de que otra vez, estaba jugando de manera peligrosa, y ella no se daba cuenta. Pero Alder cambió de expresión por una pensativa y seria. Luego habló con toda la dulzura que Seon usaba para cualquiera, y que ella usaba para Seon.- Yrio no pretendo confundirte.- dejó escapar una risa breve entre los dientes, casi solo un resoplido- bueno, pero solo momentaneamente. No quiero que esperes nada raro. Me divierto contigo, y me divierten estas situaciones, pero eres muy pequeño para mi.
Luego pasó a una sonrisa mas tranquila, aunque era evidente que estaba preocupada por la reacción del chico. Intentando regresar al ambiente relajado de antes, agarró el jabón y comenzó a enjabonar al niño- nada impide que nos bañemos, sin embargo- dijo con media risa. Volvía a estar tranquila y no parecía darle más importancia al asunto. La bañera se llenó de burbujas por el jabón, y el agua estaba cogiendo un color tan turbio que pronto podría pasar por Syv.
Seon no parecía del todo contenta con aquello, pero se resignó cuando Alder le dijo con toda la picardía posible si por favor podría enjabonarle todo el cuerpo. Aclarados con un cubo de agua extra y limpia que habia dejado reservado Alder, Seon empezó a moverse a su espalda.
- Bueno, ya esta bien, salgamos- y retorciendose, fue capaz de salir indemne. Se cubrió con una toalla y se quitó el jersey mojado. El resto de prendas tendría que esperar. Alder también salió con aparente alegría del baño, no tenía mucho que quitar, pero ambas prendas cayeron al suelo poco después de enrollarse la toalla en el cuerpo. Luego se acercó al chico, volviendo a intentar paliar daños. Le besó en la cabeza y dijo con una voz que mezclaba su tono habitual de chiste y el de ternura de Seon: No me guardes rencor ¿eh? que esto era un premio.
Luego pasó a una sonrisa mas tranquila, aunque era evidente que estaba preocupada por la reacción del chico. Intentando regresar al ambiente relajado de antes, agarró el jabón y comenzó a enjabonar al niño- nada impide que nos bañemos, sin embargo- dijo con media risa. Volvía a estar tranquila y no parecía darle más importancia al asunto. La bañera se llenó de burbujas por el jabón, y el agua estaba cogiendo un color tan turbio que pronto podría pasar por Syv.
Seon no parecía del todo contenta con aquello, pero se resignó cuando Alder le dijo con toda la picardía posible si por favor podría enjabonarle todo el cuerpo. Aclarados con un cubo de agua extra y limpia que habia dejado reservado Alder, Seon empezó a moverse a su espalda.
- Bueno, ya esta bien, salgamos- y retorciendose, fue capaz de salir indemne. Se cubrió con una toalla y se quitó el jersey mojado. El resto de prendas tendría que esperar. Alder también salió con aparente alegría del baño, no tenía mucho que quitar, pero ambas prendas cayeron al suelo poco después de enrollarse la toalla en el cuerpo. Luego se acercó al chico, volviendo a intentar paliar daños. Le besó en la cabeza y dijo con una voz que mezclaba su tono habitual de chiste y el de ternura de Seon: No me guardes rencor ¿eh? que esto era un premio.
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- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
30/09/12, 01:06 am
Yrio en parte se esperaba algo así. Todo era demasiado perfecto, demasiado irreal, eran como las fantasías adolescentes que tenía en casa... Pero eso no quitó que se enfadase. Estuvo el resto del baño con cara de limón agrio, poniendo morros mientras le enjabonaban y enjuagaban, incluso cuando Alder y Seon se pusieron a bromear de forma pícara. No pensaba disfrutar de aquello porque no disfrutaría como él quería.
Cuando las chicas salieron, él las imitó. Salió de la bañera con una erección bien puesta y se enrolló en una toalla dejando solo fuera los pies y media cabeza. Le bufó a Alder cuando le dió otro beso, esta vez en la cabeza y se fue del baño absolutamente indignado, caminando con pasos cortos hacia el dormitorio. Allí cerró la puerta, e ignorando a Pechote se dejó caer cuan largo era en su cama. Tras unos minutos de silencio, empezó a patalear y berrear como un niño pequeño.
-¡Odio que todos los demás sean grandes!! ¡¡Odio los estúpidos baños, con su estúpido jabon!! ¡Odio la ropa estúpida que se transparenta! ¡¡Estúpida lencería sexy, estúpida!! ¡¡¡Raaaaaaaaaaaaaaaaaaaargh!!!
Se movió tanto en la cama que acabó en el suelo, y aún tirado y envuelto en la toalla siguió dando puñetazos y patadas al aire. Luego se puso en pie y corrió a la puerta.
-¡¡¡Eres una bruja mala, y que sepas que cuando crezca me pondré super buenorro y seré muy popular y no te daré amor y jugaré contigo pero solo le daré amor a Seon porque tu serás una bruja vieja!!!- gritó a todo pulmón desde la puerta para luego cerrar de nuevo con un portazo.
Escribió con furia en la puerta ''No se admiten brujas verdes malvadas'' y se tiró en plancha en su cama, quedandose ahí, boca abajo, esperando a que se le pasara el berrinche.
Cuando las chicas salieron, él las imitó. Salió de la bañera con una erección bien puesta y se enrolló en una toalla dejando solo fuera los pies y media cabeza. Le bufó a Alder cuando le dió otro beso, esta vez en la cabeza y se fue del baño absolutamente indignado, caminando con pasos cortos hacia el dormitorio. Allí cerró la puerta, e ignorando a Pechote se dejó caer cuan largo era en su cama. Tras unos minutos de silencio, empezó a patalear y berrear como un niño pequeño.
-¡Odio que todos los demás sean grandes!! ¡¡Odio los estúpidos baños, con su estúpido jabon!! ¡Odio la ropa estúpida que se transparenta! ¡¡Estúpida lencería sexy, estúpida!! ¡¡¡Raaaaaaaaaaaaaaaaaaaargh!!!
Se movió tanto en la cama que acabó en el suelo, y aún tirado y envuelto en la toalla siguió dando puñetazos y patadas al aire. Luego se puso en pie y corrió a la puerta.
-¡¡¡Eres una bruja mala, y que sepas que cuando crezca me pondré super buenorro y seré muy popular y no te daré amor y jugaré contigo pero solo le daré amor a Seon porque tu serás una bruja vieja!!!- gritó a todo pulmón desde la puerta para luego cerrar de nuevo con un portazo.
Escribió con furia en la puerta ''No se admiten brujas verdes malvadas'' y se tiró en plancha en su cama, quedandose ahí, boca abajo, esperando a que se le pasara el berrinche.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Personajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
30/09/12, 02:14 am
Alder y Seon bajaron las escaleras y Thras se fijó en que se habían cambiado de ropa aun que a su opinión seguía siendo excesiva. Tenian el pelo alborotado y el frivy reconocio todos los signos que anunciaban que habían pasado un buen rato. La chica del pelo verde le dijo que se bañarían con él mas adelante y el frivy tan solo sonrió. "Pero... si supersoy demasiado grandote hoy... lo seguiré megasiendo mas adelante..." pensó con cierto recelo. No le gustaba esa forma de actuar de la chica. Él tenía que tener sexo cuando él quisiese, no cuando una Rary le apeteciese.
Las chicas salieron y el volvió a sentarse en el sillón, con la cabeza algo mas despejada. La intervención de Alder y Seon le había hecho olvidarse momentáneamente del ataque de aquel lagarto y, mas por aburrimiento que por otra cosa su mano bajó hasta su entrepierna mientras una sonrisa se extendía por su cara.
Escuchó a varias personas subir y bajar por las escaleras que estaban detrás de él pero no les prestó la mínima atención. Seguramente serían las dos chicas y puede que también Yrio... "¿A él se lo supertirarán?" se preguntó, pero decidió dejar de lado ese pensamiento. Siguió durante un rato a lo suyo hasta que algo le interrumpió. Escuchó un portazo y varios gritos de Yrio, pero no pensaba quedarse con la faena a medias por nada del mundo.
Otro grito volvió a turbar su concentración y, con un resoplido de frustración, se puso en pie para ver que le pasaba. - ¿¡Que megapasa!? ¿Es que no hiperpuedo tocarme tranquily'x de la total o que!? - Gritó algo enfadado. Luego tomó aire y subió las escaleras encontrandose un bonito cartel en la puerta. - ¿Se me superconsidera bruja verde malvada? - preguntó con una sonrisa - hiperespero que no de la total... - continuó mientras entraba en el cuarto con una media sonrisa en la cara y su ereccion aun en auge. - No megadudo que de mayor te pondras buenorry's - le habló mientras se sentaba en la cama. - Pero no superdesaproveches tu potencial con ellas... - dijo con un brillo anhelante en los ojos. Recordó entonces que a lo mejor no le entendia bien al hablar como en su mundo. - Vamos... - se acercó un poco a él, con las manos en alto para demostrar que no quería nada. - Ea, ea, ea... - dijo acariciandole con cuidado la cabeza. - ¿Mejor? - le preguntó. A Thras no se le daba demasiado bien consolar a gente, nunca había tenido que hacerlo antes... no al menos de esa forma.
- Sup... es mala, ¿verdad? - le preguntó con una sonrisita. - Yo no supersé que ha pasado, ni por que meg... gritabas pero... Si te sientes mal y quieres yo hip... podría acabar de... - se ofreció mirando la entrepierna del chico para dar a entender lo que se refería. Seguramente estaría enfadado porque le había dejado a medias... "Pobry's..." Realmente no sabía si eso era lo que quería o no, pero si era eso, el podría ayudarle un poco... además también a él le apetecía... Pero no quería precipitarse. Se acordaba de los nervios del chico la otra noche y no sabía si tendría miedo o algo. Tampoco entendía porque debería de tener miedo pero eran tan distintos... Thras estaba a una distancia prudencial de Yrio, o al menos eso le parecía a él, aunque realmente eran pocos centímetros los que los separaban. - Si no megaquieres... no... - Le estaba costando bastante no hacer caso de sus caprichosas necesidades y lanzarse al cuello del chico para obtener lo que quería. Su mirada bajaba sin ningún tipo de pudor por el cuerpo del Sinhadre mientras se relamia, pero no se movió. Quería acabar lo que había empezado, quería acabarlo pero se contendría por el momento...
Las chicas salieron y el volvió a sentarse en el sillón, con la cabeza algo mas despejada. La intervención de Alder y Seon le había hecho olvidarse momentáneamente del ataque de aquel lagarto y, mas por aburrimiento que por otra cosa su mano bajó hasta su entrepierna mientras una sonrisa se extendía por su cara.
Escuchó a varias personas subir y bajar por las escaleras que estaban detrás de él pero no les prestó la mínima atención. Seguramente serían las dos chicas y puede que también Yrio... "¿A él se lo supertirarán?" se preguntó, pero decidió dejar de lado ese pensamiento. Siguió durante un rato a lo suyo hasta que algo le interrumpió. Escuchó un portazo y varios gritos de Yrio, pero no pensaba quedarse con la faena a medias por nada del mundo.
Otro grito volvió a turbar su concentración y, con un resoplido de frustración, se puso en pie para ver que le pasaba. - ¿¡Que megapasa!? ¿Es que no hiperpuedo tocarme tranquily'x de la total o que!? - Gritó algo enfadado. Luego tomó aire y subió las escaleras encontrandose un bonito cartel en la puerta. - ¿Se me superconsidera bruja verde malvada? - preguntó con una sonrisa - hiperespero que no de la total... - continuó mientras entraba en el cuarto con una media sonrisa en la cara y su ereccion aun en auge. - No megadudo que de mayor te pondras buenorry's - le habló mientras se sentaba en la cama. - Pero no superdesaproveches tu potencial con ellas... - dijo con un brillo anhelante en los ojos. Recordó entonces que a lo mejor no le entendia bien al hablar como en su mundo. - Vamos... - se acercó un poco a él, con las manos en alto para demostrar que no quería nada. - Ea, ea, ea... - dijo acariciandole con cuidado la cabeza. - ¿Mejor? - le preguntó. A Thras no se le daba demasiado bien consolar a gente, nunca había tenido que hacerlo antes... no al menos de esa forma.
- Sup... es mala, ¿verdad? - le preguntó con una sonrisita. - Yo no supersé que ha pasado, ni por que meg... gritabas pero... Si te sientes mal y quieres yo hip... podría acabar de... - se ofreció mirando la entrepierna del chico para dar a entender lo que se refería. Seguramente estaría enfadado porque le había dejado a medias... "Pobry's..." Realmente no sabía si eso era lo que quería o no, pero si era eso, el podría ayudarle un poco... además también a él le apetecía... Pero no quería precipitarse. Se acordaba de los nervios del chico la otra noche y no sabía si tendría miedo o algo. Tampoco entendía porque debería de tener miedo pero eran tan distintos... Thras estaba a una distancia prudencial de Yrio, o al menos eso le parecía a él, aunque realmente eran pocos centímetros los que los separaban. - Si no megaquieres... no... - Le estaba costando bastante no hacer caso de sus caprichosas necesidades y lanzarse al cuello del chico para obtener lo que quería. Su mirada bajaba sin ningún tipo de pudor por el cuerpo del Sinhadre mientras se relamia, pero no se movió. Quería acabar lo que había empezado, quería acabarlo pero se contendría por el momento...
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
30/09/12, 03:09 am
Tap escuchó al chico de pelo violeta atentamente, pero no consiguió responderle a tiempo, pues acabó subiendo hacia arriba rápida y torpemente. El chico lo llamaba Pechote, lo que debía de ser un pecho grande, al menos según le había explicado el Primero antes, asíque Tap decidió que él le llamaría Pechito, aunque fuera un gigante.
Permaneció colgado en el techo, tumbado sobre su avispa tanto tiempo como duró la tranquilidad en esa habitación (lo cual se le hizo relativamente poco tiempo). El pelivioleta entró gritando a pleno pulmón y atacando al aire. Tap había pensado primero en algún baile como el guopunchis de Primero, pero lo que entendió de sus gritos le hizo entender que estaba cabreado con alguien. Seon y Alder... << ¿Quiénes eran? >> Ya ni lo recordaba. Era malo para los nombres sonoros, por eso ponía motes a todos. El único que se sabía era el de Pablo, el resto eran intuitivos. El gigante se dejó caer sobre la cama y pronto apareció alguien en respuesta a los gritos. Primero, justamente << Hablando del dotado y aparece al lado >> se dijo recordando el dicho de su colonia.
El gigante desnudo que acababa de llegar se sentó al lado de Yrio y trató de consolarlo, aunque para eso estaba... ¿intentando sugerirle que fornicara con él? << Ay, Flora... >>. Tap enganchó la cola a una de las patas de la avispa, le silbó para que se enderezara y saltó gracias al impulso del animal sobre su lomo. La mandó bajar y luego saltó sobre la misma cama que estaban Primero y el pelivioleta. Se sentó sobre la almohada, frente a la nuca del gigante, le hizo un gesto a Primero a modo de saludo y lugo le dio un golpecito al otro gigante en la cabeza.
-¿Pechito?-volvió a darle un toquecillo, esperando que el pelivioleta se diera la vuelta o algo-. ¿Qué te pasa? Si es por las hembras, déjalas, se han perdido a un semental seguro-dijo en tono divertido-. Por cierto, gracias por lo de antes-recordó su ofrecimiento anterior al arrebato de rabia-. Esta noche entrenamos y te cuento lo que quieras sobre los dotados y mi bosque-acabó proponiendo-. Pero va, tranquilízate, que si sigues así de enfadado, me dará miedo compartir los entrenamientos contigo-bromeó.
Permaneció colgado en el techo, tumbado sobre su avispa tanto tiempo como duró la tranquilidad en esa habitación (lo cual se le hizo relativamente poco tiempo). El pelivioleta entró gritando a pleno pulmón y atacando al aire. Tap había pensado primero en algún baile como el guopunchis de Primero, pero lo que entendió de sus gritos le hizo entender que estaba cabreado con alguien. Seon y Alder... << ¿Quiénes eran? >> Ya ni lo recordaba. Era malo para los nombres sonoros, por eso ponía motes a todos. El único que se sabía era el de Pablo, el resto eran intuitivos. El gigante se dejó caer sobre la cama y pronto apareció alguien en respuesta a los gritos. Primero, justamente << Hablando del dotado y aparece al lado >> se dijo recordando el dicho de su colonia.
El gigante desnudo que acababa de llegar se sentó al lado de Yrio y trató de consolarlo, aunque para eso estaba... ¿intentando sugerirle que fornicara con él? << Ay, Flora... >>. Tap enganchó la cola a una de las patas de la avispa, le silbó para que se enderezara y saltó gracias al impulso del animal sobre su lomo. La mandó bajar y luego saltó sobre la misma cama que estaban Primero y el pelivioleta. Se sentó sobre la almohada, frente a la nuca del gigante, le hizo un gesto a Primero a modo de saludo y lugo le dio un golpecito al otro gigante en la cabeza.
-¿Pechito?-volvió a darle un toquecillo, esperando que el pelivioleta se diera la vuelta o algo-. ¿Qué te pasa? Si es por las hembras, déjalas, se han perdido a un semental seguro-dijo en tono divertido-. Por cierto, gracias por lo de antes-recordó su ofrecimiento anterior al arrebato de rabia-. Esta noche entrenamos y te cuento lo que quieras sobre los dotados y mi bosque-acabó proponiendo-. Pero va, tranquilízate, que si sigues así de enfadado, me dará miedo compartir los entrenamientos contigo-bromeó.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
30/09/12, 11:47 am
Seon se encogió un poco ante los gritos de Yrio y el portazo. Luego miró a Alder con gesto agrio. Comenzó a andar hacia una habitación vacía y Alder, aun sin vestir, la siguió. Cerró la puerta y abrió la boca, pero ella ya estaba hablando.
- ¿y este de donde se ha sacado que soy una bruja?
- Alder....
- ¿Que me vas a decir? Tampoco pretendía que sucediera esto.- Alder se sentó con la toalla enrollada al cuerpo. Hundió la cara en las manos, pensativa, frustrada.
- Alder...Es solo que no me gusta ver como vas consiguiendo que todo el mundo se cabree contigo.
- ¿Y crees que yo sí? - replicó.
Seon le pasó la mano en una caricia por el pelo mojado.
- No me gusta por que te conozco. Porque se que eres buena. Porque nunca pretendes hacer daño. Me molesta que no vean eso. Es solo que tienes que hacerlo ver.
- Ya lo sé, Seon. Es la misma historia de siempre.- se quedó callada largo rato. Había muchas cosas que no decía y se reflejaban en su cara. Una mezcla de frustración y de preocupación. Otros le daban mas igual, pero Yrio le caía bien, y era su unico compañero de mundo. No quería hacerle daño. Le preocupaba mucho que una broma como aquella le hubiera sentado mal. Ademas, precisamente porque nunca podría hacer nada con él ni a él, ¿porque podía molestarle tanto un beso? Ya era más de lo que hubiera conseguido en otra situación. A lo mejor precisamente por eso. Una vez más, había hecho gala de su impulsividad, y había metido la pata hasta el fondo.- ¿que crees que debo hacer?
- Ahora mismo nada. Yrio esta en una rabieta. Tu precisamente no lo vas a solucionar. Vistete. Y... no sé. Deja de bromear un tiempo. Hasta que la gente entienda que solo pretendes llevarte bien con ella. Ah, y hum, en esto no soy quien para meterme, pero creo que no deberías tontear con Thras.
- ¿por qué?- dijo dolida.
- Porque lo que faltaba es que otro se enfadara por tus insinuaciones que no van a ninguna parte. Ambas sabemos que solo quieres sexo, porque es guapisimo, de acuerdo. Pero también que va a ser cuando te de la gana, y no se si va a llevar eso bien.
- Me da exactamente igual como lo lleve. Aqui das una mano y te toman el brazo. Mas que suficiente con que me acueste con el alguna vez, con que encima tenga que estar a su servicio. - dijo Alder entrecerrando los ojos y cruzandose de brazos.
- No, no te da igual.
- ¡Vale de acuerdo! ¡pero me vas a deber el doble de sexo, señorita, y te recuerdo que tu no tienes pene!- dicho esto, se levantó y fue a buscar más ropa. Nada más abandonar la habitación, su expresión volvió a ser seria, y parecía hasta triste. Entonces recordo donde estaba la ropa, y como no podía entrar, bajó envuelta en la toalla en busca de Atol, que siempre parecía tan solícito.
Lo encontró y le mirócon una sonrisa
- Atol........... Yrio se ha encerrado y no puedo sacar ropa de la habitación. Tampoco lo he intentado... pero es que no creo que sea conveniente. ¿Por favor, podrías ir tu y sacarme lo que sea? No tengo problemas con ir con la toalla, pero como parezco ir hiriendo sensibilidades allá donde voy...- entonces se dio cuenta de que estaba bromeando de nuevo, y corrigió la sonrisa que había estado hasta ahora en su boca.
Seon
Seon se dirigió poco después a la habitación. Notaba incomodas las prendas mojadas, pero además quería apaciguar a Yrio. Entró, encontrandose con un espectaculo de lo más extraño, que incluía a Tap, a Thras desnudo cerca de Yrio, y a Yrio enfurruñado.
- Yo solo vengo por ropa.- dijo señalando una cómoda. la cogió, cogiendo algo más para Alder. Luego desde allí mismo, y no atreviendose a inmiscuirse, añadió en un ruego- Yrio, por favor. No lo pagues con Alder. Que yo me disculpe por ella no se si sirve de algo. Pero aunque sea por mi... ella nunca ha pretendido hacerte mal.
Luego boqueó un poco como si quisiera añadir algo y no supiera el que. Renunciando a ello, negó con la cabeza y abandonó la habitación, volviendo a la anterior para cambiarse. Sin embargo, no se cruzó con Alder.
- ¿y este de donde se ha sacado que soy una bruja?
- Alder....
- ¿Que me vas a decir? Tampoco pretendía que sucediera esto.- Alder se sentó con la toalla enrollada al cuerpo. Hundió la cara en las manos, pensativa, frustrada.
- Alder...Es solo que no me gusta ver como vas consiguiendo que todo el mundo se cabree contigo.
- ¿Y crees que yo sí? - replicó.
Seon le pasó la mano en una caricia por el pelo mojado.
- No me gusta por que te conozco. Porque se que eres buena. Porque nunca pretendes hacer daño. Me molesta que no vean eso. Es solo que tienes que hacerlo ver.
- Ya lo sé, Seon. Es la misma historia de siempre.- se quedó callada largo rato. Había muchas cosas que no decía y se reflejaban en su cara. Una mezcla de frustración y de preocupación. Otros le daban mas igual, pero Yrio le caía bien, y era su unico compañero de mundo. No quería hacerle daño. Le preocupaba mucho que una broma como aquella le hubiera sentado mal. Ademas, precisamente porque nunca podría hacer nada con él ni a él, ¿porque podía molestarle tanto un beso? Ya era más de lo que hubiera conseguido en otra situación. A lo mejor precisamente por eso. Una vez más, había hecho gala de su impulsividad, y había metido la pata hasta el fondo.- ¿que crees que debo hacer?
- Ahora mismo nada. Yrio esta en una rabieta. Tu precisamente no lo vas a solucionar. Vistete. Y... no sé. Deja de bromear un tiempo. Hasta que la gente entienda que solo pretendes llevarte bien con ella. Ah, y hum, en esto no soy quien para meterme, pero creo que no deberías tontear con Thras.
- ¿por qué?- dijo dolida.
- Porque lo que faltaba es que otro se enfadara por tus insinuaciones que no van a ninguna parte. Ambas sabemos que solo quieres sexo, porque es guapisimo, de acuerdo. Pero también que va a ser cuando te de la gana, y no se si va a llevar eso bien.
- Me da exactamente igual como lo lleve. Aqui das una mano y te toman el brazo. Mas que suficiente con que me acueste con el alguna vez, con que encima tenga que estar a su servicio. - dijo Alder entrecerrando los ojos y cruzandose de brazos.
- No, no te da igual.
- ¡Vale de acuerdo! ¡pero me vas a deber el doble de sexo, señorita, y te recuerdo que tu no tienes pene!- dicho esto, se levantó y fue a buscar más ropa. Nada más abandonar la habitación, su expresión volvió a ser seria, y parecía hasta triste. Entonces recordo donde estaba la ropa, y como no podía entrar, bajó envuelta en la toalla en busca de Atol, que siempre parecía tan solícito.
Lo encontró y le mirócon una sonrisa
- Atol........... Yrio se ha encerrado y no puedo sacar ropa de la habitación. Tampoco lo he intentado... pero es que no creo que sea conveniente. ¿Por favor, podrías ir tu y sacarme lo que sea? No tengo problemas con ir con la toalla, pero como parezco ir hiriendo sensibilidades allá donde voy...- entonces se dio cuenta de que estaba bromeando de nuevo, y corrigió la sonrisa que había estado hasta ahora en su boca.
Seon
Seon se dirigió poco después a la habitación. Notaba incomodas las prendas mojadas, pero además quería apaciguar a Yrio. Entró, encontrandose con un espectaculo de lo más extraño, que incluía a Tap, a Thras desnudo cerca de Yrio, y a Yrio enfurruñado.
- Yo solo vengo por ropa.- dijo señalando una cómoda. la cogió, cogiendo algo más para Alder. Luego desde allí mismo, y no atreviendose a inmiscuirse, añadió en un ruego- Yrio, por favor. No lo pagues con Alder. Que yo me disculpe por ella no se si sirve de algo. Pero aunque sea por mi... ella nunca ha pretendido hacerte mal.
Luego boqueó un poco como si quisiera añadir algo y no supiera el que. Renunciando a ello, negó con la cabeza y abandonó la habitación, volviendo a la anterior para cambiarse. Sin embargo, no se cruzó con Alder.
-
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
30/09/12, 01:17 pm
Yrio rodó sobre sí mismo al oír voces. Una voz en concreto. Allí estaba Thras tan desnudo como era natural en él, fardando de físico. Verle hizo que Yrio se enfadase aún más, pues era como si le restregase por la cara que era mayor, e Yrio no. << Mirame, soy Thrasmy's, estoy superbuenorro de la total y tengo el pene del tamaño que debo tenerlo en proporción a mi maravilloso cuerpo adulto, blablablabla...>> Yrio no se había dado cuenta de que estaba hablando en silencio haciendo muecas para sí mismo, y tampoco se había dado cuenta de que Thras estaba intentando consolarlo hasta que sintió el ea ea sobre su cabeza.
-¿Eh?
Se le estaba insinuando. No, insinuar era demasiado sutil para él, estaba ofreciendole sexo de forma clara y explícita, le estaba ofreciendo acabar lo que Alder había empezado... Habría estado bien de no ser por que Thrasmy's le intimidaba.
-Yo... es que... a mi no...
No sabía como negarse y no parecer maleducado, por suerte Pechote llegó para salvarle, con un nuevo mote para él que le sacó una sonrisa. Se sentó con las piernas cruzadas, escuchando a Pechote, y su humor fue mejorando. Sin embargo cuando Seon entró a coger ropa puso la misma cara de limón agrio que había tenido en el baño.
-Bueno.- dijo cuando Seon dejó la habitación, mucho más calmado en todos los sentidos.- Yo debería vestirme o pecaré de parecerme demasiado a Thras.
Rebuscando entre la ropa encontró unos pantalones de una tela más gruesa que la que solía usar, pero igualmente anchos, de un color pardo indeterminado, y una camiseta de manga corta, ropa por algunos sitios, pero que parecía de su talla. Sobr su piel, los agujeros eran más bien desgarros que formaban un zarpazo muy bien dado, aunque ya no había restos de sangre en la tela. A Yrio se le encogió el corazón por llevar algo así, pero no tenía nada más.
-¿Eh?
Se le estaba insinuando. No, insinuar era demasiado sutil para él, estaba ofreciendole sexo de forma clara y explícita, le estaba ofreciendo acabar lo que Alder había empezado... Habría estado bien de no ser por que Thrasmy's le intimidaba.
-Yo... es que... a mi no...
No sabía como negarse y no parecer maleducado, por suerte Pechote llegó para salvarle, con un nuevo mote para él que le sacó una sonrisa. Se sentó con las piernas cruzadas, escuchando a Pechote, y su humor fue mejorando. Sin embargo cuando Seon entró a coger ropa puso la misma cara de limón agrio que había tenido en el baño.
-Bueno.- dijo cuando Seon dejó la habitación, mucho más calmado en todos los sentidos.- Yo debería vestirme o pecaré de parecerme demasiado a Thras.
Rebuscando entre la ropa encontró unos pantalones de una tela más gruesa que la que solía usar, pero igualmente anchos, de un color pardo indeterminado, y una camiseta de manga corta, ropa por algunos sitios, pero que parecía de su talla. Sobr su piel, los agujeros eran más bien desgarros que formaban un zarpazo muy bien dado, aunque ya no había restos de sangre en la tela. A Yrio se le encogió el corazón por llevar algo así, pero no tenía nada más.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
30/09/12, 01:50 pm
En cierto momento dejé las espadas ya que se me había ocurrido una idea para Tap, a pesar de sus insultos anteriores. Así pues bajé a la armería tras coger un cuchillo de la cocina y busqué un carcaj con flechas para quedarme con una sola. La partí por la mitad y con el cuchillo le corté ambos extremos, para después darles forma de punta y afilarlos como buenamente pude. De una flech conseguí dos jabalinas diminutas con ambas extremos en punta. << Si pudiera endurezerlas al fuego... Pero no quisiera que se gasten los encendedores de la cocina... >> Luego cogí otra e hice lo mismo, contando con los cuatro bracitos de Tap. << Es poco, pero saltando desde la avispa podría atacar ojos y zonas blandas. >> Las guardo con cuidado en un bolsillo del pantalón y salgo para buscar al repoblador, a ver si se le pasó el cabreo. << No dije nada falso, no puede cargar con cubos, joder, ya sé que fue él el que debilitó al lagarto >> pensaba por el camino, refunfuñando.
<< Ni rastro de él en casi todo el torreón, solo me falta volver a las almenas y al dormitorio, así que... >> Y de pronto, Yrio gritando por las escaleras, seguido de un portazo del dormitorio << Qué pasa en este sitio... Dijeron de bañarse, no dijeron nada más, muchachito... Aunque... es más joven, imagina la situación >> sigo subiendo, riendo un poco y en voz baja por si apareciese Yrio, pero en su lugar me encuentro con Alder, envuelta solo en una toalla.
-¿Qué os dije de enfriaros, señoritas?-empecé, pero luego me callé para escucharla. Esta vez sí que me aguanto cualquier risita mientras miro de reojo la puerta del dormitorio.-Ya veo... Veré qué puedo traer.
Sin más dilación entro en la habitación y haciendo caso omiso de Thras desnudo, Yrio y Tap -que luego hablaré con él- voy a por los baúles de ropa, en busca de algo adecuado, aunque toda la ropa ahí dentro me parece de ambos sexos y está vieja, << ¿No hay nada decente para Alder? >> Sigo sacando ropa de los baúles hasta dar con una braguita de seda roja << Esto me suena... >> Y vaya que si me suena, más aun cuando la saco y veo las tiras de seda que arrastra
-Esto es de Libo... Ropa de mi mundo, ¡aquí!
Con un ápice de euforia vuelco el baúl, sacando todo en busca de más pero sin éxito
-Grrr... Aquí faltan cosas, falta joyería y más complementos...
Con mi pequeño gran descubrimiento vuelvo a fuera y me acerco a la chica, enseñándoselas ilusionado:
-Mejor ropa no he podido encontrar. Ropa de mi mundo. Aún faltarían más cosas... No encuentro todo, tiene que haber algo por el resto del torreón. Y eso que dices de herir sensibilidades... En Libo lo normal no es ir tan tapados como vais por aquí, por eso saqué esto... -pero claro, no creo que vaya a ponerse sólo esto, yendo tan tapadas como van siempre.-¡Maldito choque de culturas!
Le dejo las braguitas y vuelvo al dormitorio, acercándome a Seon y en tono casi suplicante pedirle que coja algo de ropa que le pueda gustar a Alder, y si quiere que se la de yo o ella ya lo que ella quiera. << Esto es de locos... Pero ya tengo algo que buscar en el refugio >>
<< Ni rastro de él en casi todo el torreón, solo me falta volver a las almenas y al dormitorio, así que... >> Y de pronto, Yrio gritando por las escaleras, seguido de un portazo del dormitorio << Qué pasa en este sitio... Dijeron de bañarse, no dijeron nada más, muchachito... Aunque... es más joven, imagina la situación >> sigo subiendo, riendo un poco y en voz baja por si apareciese Yrio, pero en su lugar me encuentro con Alder, envuelta solo en una toalla.
-¿Qué os dije de enfriaros, señoritas?-empecé, pero luego me callé para escucharla. Esta vez sí que me aguanto cualquier risita mientras miro de reojo la puerta del dormitorio.-Ya veo... Veré qué puedo traer.
Sin más dilación entro en la habitación y haciendo caso omiso de Thras desnudo, Yrio y Tap -que luego hablaré con él- voy a por los baúles de ropa, en busca de algo adecuado, aunque toda la ropa ahí dentro me parece de ambos sexos y está vieja, << ¿No hay nada decente para Alder? >> Sigo sacando ropa de los baúles hasta dar con una braguita de seda roja << Esto me suena... >> Y vaya que si me suena, más aun cuando la saco y veo las tiras de seda que arrastra
-Esto es de Libo... Ropa de mi mundo, ¡aquí!
Con un ápice de euforia vuelco el baúl, sacando todo en busca de más pero sin éxito
-Grrr... Aquí faltan cosas, falta joyería y más complementos...
Con mi pequeño gran descubrimiento vuelvo a fuera y me acerco a la chica, enseñándoselas ilusionado:
-Mejor ropa no he podido encontrar. Ropa de mi mundo. Aún faltarían más cosas... No encuentro todo, tiene que haber algo por el resto del torreón. Y eso que dices de herir sensibilidades... En Libo lo normal no es ir tan tapados como vais por aquí, por eso saqué esto... -pero claro, no creo que vaya a ponerse sólo esto, yendo tan tapadas como van siempre.-¡Maldito choque de culturas!
Le dejo las braguitas y vuelvo al dormitorio, acercándome a Seon y en tono casi suplicante pedirle que coja algo de ropa que le pueda gustar a Alder, y si quiere que se la de yo o ella ya lo que ella quiera. << Esto es de locos... Pero ya tengo algo que buscar en el refugio >>
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
30/09/12, 08:57 pm
Alder miró estupefacta lo que Atol le traía. Estaba mas cubierta con la toalla que con eso... ¿y eso era ropa tipica de su mundo? Pero se limitó a darle las gracias. Al menos, reconocía que eran unas braguitas francamente bonitas.
Seon bajó poco después. Se había cruzado con Atol, aunque la petición de este había sido innecesaria, porque ella ya llevaba ropa para su edeel.
Subieron arriba. Seon llevaba una ccamisola ancha y había encontrado otros pantalones de tejido duro y azulado, desgastado y con roturas. Alder se puso las braguitas en una sala vacía y le mostró el resultado a su aurva.
- ¿a que tengo un culo precioso?- dijo con una risita. Seon le había traído una camiseta negra de mangas largas. y unos pantalones que Alder desechó con un gesto de la mano. La camiseta era del tamaño de Seon, y en Alder dejaba ver hasta el ombligo.
- ¿no te parece que llevo poco encima?
-Pues ponte los pantalones.
-Y dejar estas braguitas de Libo en el olvido? Me las ha traido Atol con toda su buena intención. Aqui medio torreón va desnudo, a nadie le sorprenderá que me exhiba un poco.
-Pf.
Y bajaron a la cocina para comer.
Seon bajó poco después. Se había cruzado con Atol, aunque la petición de este había sido innecesaria, porque ella ya llevaba ropa para su edeel.
Subieron arriba. Seon llevaba una ccamisola ancha y había encontrado otros pantalones de tejido duro y azulado, desgastado y con roturas. Alder se puso las braguitas en una sala vacía y le mostró el resultado a su aurva.
- ¿a que tengo un culo precioso?- dijo con una risita. Seon le había traído una camiseta negra de mangas largas. y unos pantalones que Alder desechó con un gesto de la mano. La camiseta era del tamaño de Seon, y en Alder dejaba ver hasta el ombligo.
- ¿no te parece que llevo poco encima?
-Pues ponte los pantalones.
-Y dejar estas braguitas de Libo en el olvido? Me las ha traido Atol con toda su buena intención. Aqui medio torreón va desnudo, a nadie le sorprenderá que me exhiba un poco.
-Pf.
Y bajaron a la cocina para comer.
-
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
30/09/12, 11:01 pm
Escuché atentamente lo que Tap me iba contando. Me pareció notar un poco de condescendencia en su tono, pero no le di importancia. Noté a Atol siguiéndonos de cerca, demasiado como para que me sintiera cómodo. Le miré de reojo varias veces pero no pareció inmutarse. Finalmente acabó por hablar sugiriendo un método de entrenamiento, del que excluyó a Tap por su tamaño. Ese último comentario no le hizo ninguna gracia al repoblador que se marchó a lomos de su abeja, indignado.
Dí un largo suspiro. Los cambios de humor del repoblador empezaban a desesperarme. "Por una vez me gustaría no ser el único que intenta ponerse en el lugar de los demás antes de opinar."
Por si todavía no fuera bastante aparecieron Alder y Seon prendiéndole a Yrio bañarse con ellas. "¿Es que Seon no fue bastante para ti putilla?" Estuve a punto de decir, pero me mordí la lengua a tiempo, y me limité a poner los ojos en blanco cuando se fueron. A estas alturas ya debería saber que de esa chica podía esperarme cualquier cosa.
Me quedé quieto un rato pensando en que hacer. Entre tanto Atol también volvió al torreón y finalmente decidí que subiría a buscar a Tap y a ver si podía calmarlo. El repoblador era lo mas parecido a un amigo que tenía. Dejé las lanzas en el suelo, pero estaba tan distraído que en algún momento debí cortarme con el filo, porque noté un dolor agudo y empecé a sangrar por la mano poco después de soltarlas. "Mierda" el corte no sangraba demasiado así que decidí que no era grave. Si hacía falta me lo limpiaría mas tarde. Salí del patio y ya en el salón encontré un cristal tirado en el suelo. "Creo que era de Tap. Se lo llevaré por si lo quiere para algo" Lo cogí con la mano sana y me lo guardé en un bolsillo. De camino al dormitorio me crucé con Alder que iba vestida de forma... peculiar. Me limité a ignorarla y seguí subiendo hasta llegar a la puerta del dormitorio, donde alguien había escrito ''No se admiten brujas verdes malvadas''. No me costó deducir que Alder había hecho rabiar a alguien. "¿Qué habrá hecho esta vez?"
Abrí la puerta y entré, encontrándome a Yrio, de mal humor, al repoblador sobre su hombro y a Thras desnudo. Los dos intentaban consolarlo, aunque cada uno a su manera y Thras con fines más personales.
-Dejadme adivinar. Alder ¿no?. Tu tranquilo Yrio, no serías el único a quien no le cae bien esa imbécil. Y Thras. Seguro que lo haces con buena intención, pero no creo que este sea el mejor momento para pedirle eso- Busqué un sitio para sentarme y me dirigí al repoblador. -Tap no tienes que enfadarte por lo que dijo Atol, él no quería herir tus sentimientos y no puedes negar que llevaba razón en lo que decía. Llevar los cubos de agua seguramente sería para ti como pedirme a mí que cargara con la estatua del jardín. Ah por cierto, encontré este cristal en el suelo. Creo que es tuyo.
Saqué el cristal del bolsillo y se lo tendí, sin fijarme en que lo había cogido con mi mano herida. Apenas unos instantes después de tendérselo, el cristal entró en contacto con mi sangre y se iluminó, para sorpresa de todos.
-¿Pero qué...?- Dije, ajeno a que era mi sangre lo que lo había activado.
Dí un largo suspiro. Los cambios de humor del repoblador empezaban a desesperarme. "Por una vez me gustaría no ser el único que intenta ponerse en el lugar de los demás antes de opinar."
Por si todavía no fuera bastante aparecieron Alder y Seon prendiéndole a Yrio bañarse con ellas. "¿Es que Seon no fue bastante para ti putilla?" Estuve a punto de decir, pero me mordí la lengua a tiempo, y me limité a poner los ojos en blanco cuando se fueron. A estas alturas ya debería saber que de esa chica podía esperarme cualquier cosa.
Me quedé quieto un rato pensando en que hacer. Entre tanto Atol también volvió al torreón y finalmente decidí que subiría a buscar a Tap y a ver si podía calmarlo. El repoblador era lo mas parecido a un amigo que tenía. Dejé las lanzas en el suelo, pero estaba tan distraído que en algún momento debí cortarme con el filo, porque noté un dolor agudo y empecé a sangrar por la mano poco después de soltarlas. "Mierda" el corte no sangraba demasiado así que decidí que no era grave. Si hacía falta me lo limpiaría mas tarde. Salí del patio y ya en el salón encontré un cristal tirado en el suelo. "Creo que era de Tap. Se lo llevaré por si lo quiere para algo" Lo cogí con la mano sana y me lo guardé en un bolsillo. De camino al dormitorio me crucé con Alder que iba vestida de forma... peculiar. Me limité a ignorarla y seguí subiendo hasta llegar a la puerta del dormitorio, donde alguien había escrito ''No se admiten brujas verdes malvadas''. No me costó deducir que Alder había hecho rabiar a alguien. "¿Qué habrá hecho esta vez?"
Abrí la puerta y entré, encontrándome a Yrio, de mal humor, al repoblador sobre su hombro y a Thras desnudo. Los dos intentaban consolarlo, aunque cada uno a su manera y Thras con fines más personales.
-Dejadme adivinar. Alder ¿no?. Tu tranquilo Yrio, no serías el único a quien no le cae bien esa imbécil. Y Thras. Seguro que lo haces con buena intención, pero no creo que este sea el mejor momento para pedirle eso- Busqué un sitio para sentarme y me dirigí al repoblador. -Tap no tienes que enfadarte por lo que dijo Atol, él no quería herir tus sentimientos y no puedes negar que llevaba razón en lo que decía. Llevar los cubos de agua seguramente sería para ti como pedirme a mí que cargara con la estatua del jardín. Ah por cierto, encontré este cristal en el suelo. Creo que es tuyo.
Saqué el cristal del bolsillo y se lo tendí, sin fijarme en que lo había cogido con mi mano herida. Apenas unos instantes después de tendérselo, el cristal entró en contacto con mi sangre y se iluminó, para sorpresa de todos.
-¿Pero qué...?- Dije, ajeno a que era mi sangre lo que lo había activado.
- Serokrai
Ficha de cosechado
Nombre: Serokrai
Especie: Ulterano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad y nociones de lucha (especialista en lucha con armas a dos manos, especialmente guadañas y similares).
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
30/09/12, 11:56 pm
- Bueno, no es imprescindible ser ágil para saber defenderse.- Digo ante la mención de Yrio a su torpeza.- Si en algún momento quieres entrenar, házmelo saber.-Ofrezco. En ese momento llega Pablo, cargando consigo las dos lanzas que le había pedido y me pregunta que si empezamos ya. Alder se asoma a la puerta e invita a Yrio a darse un baño con ella y Seon, y la respuesta del muchacho no se hace esperar. Una vez se ha ido el muchacho suspiro. A este paso iban buenos. El repoblador también dice que quiere apuntarse y me enseña una fecha. Al menos tiene entusiasmo e interés, aunque con la flecha no llegaría muy lejos. Pensaría en una manera de proporcionarle unas armas más útiles.
Atol se acerca a nosotros y nos dice que hay un muñeco de entrenamiento disponible para nuestro uso, y propone una tabla de ejercicios interesante para los muchachos. Yo no puedo entrenar con el muñeco, que no aguantaría ni un minuto bajo el filo de mis guadañas. Entonces Atol añade que Tap poco podrá hacer solo con una flecha, lo cual provoca que el repoblador monte en cólera y se largo hacia el torreón, maldiciéndonos a todos. Niego con la cabeza. Para uno que muestra interés y Atol lo enfurece. En fin, cuando acabe con Pablo iré a hablar con el hombrecillo.
Pero parece que eso no va a suceder, porque Pablo sale corriendo detrás del repoblador, dejando las lanzas en el suelo de mala manera y cortándose en el proceso. En un momento pasamos de ser cinco en el patio a quedar solo yo.
- A este paso no sobrevive ni uno.- Murmuro en voz baja.- Si no se los come algún bicho se mataran entre ellos, o se herirán de muerte ellos solos. En fin...- Me coloco otra vez enfrente de la diana y comienzo de nuevo a arrogarle las dagas con el pelo. He mejorado considerablemente y ahora son pocas las que no se clavan en algún lugar de la diana.
Un rato más tarde recojo los cuchillos y la diana y me encamino a dejarla de nuevo en la armería. Una vez allí deposito la diana en el lugar donde la encontré, pero algo llama mi atención. Hay una estantería en la que se amontonan unas espadas de entrenamiento. Cojo una de ellas y la examino. A pesar de que no son nada del otro mundo, están en buen estado. Cojo 4 de ellas, dos con cada mano y salgo de la armería, buscando a Atol. Llevo dos para mi, y como no se cuantas usara él, otras dos.
- Hey Atol, ¿te apetece practicar un poco con espadas de entrenamiento?- Digo cuando lo encuentro, y le ofrezco dos espadas.- Ni tu ni yo deberíamos luchar contra el muñeco, o no durara nada.
Atol se acerca a nosotros y nos dice que hay un muñeco de entrenamiento disponible para nuestro uso, y propone una tabla de ejercicios interesante para los muchachos. Yo no puedo entrenar con el muñeco, que no aguantaría ni un minuto bajo el filo de mis guadañas. Entonces Atol añade que Tap poco podrá hacer solo con una flecha, lo cual provoca que el repoblador monte en cólera y se largo hacia el torreón, maldiciéndonos a todos. Niego con la cabeza. Para uno que muestra interés y Atol lo enfurece. En fin, cuando acabe con Pablo iré a hablar con el hombrecillo.
Pero parece que eso no va a suceder, porque Pablo sale corriendo detrás del repoblador, dejando las lanzas en el suelo de mala manera y cortándose en el proceso. En un momento pasamos de ser cinco en el patio a quedar solo yo.
- A este paso no sobrevive ni uno.- Murmuro en voz baja.- Si no se los come algún bicho se mataran entre ellos, o se herirán de muerte ellos solos. En fin...- Me coloco otra vez enfrente de la diana y comienzo de nuevo a arrogarle las dagas con el pelo. He mejorado considerablemente y ahora son pocas las que no se clavan en algún lugar de la diana.
Un rato más tarde recojo los cuchillos y la diana y me encamino a dejarla de nuevo en la armería. Una vez allí deposito la diana en el lugar donde la encontré, pero algo llama mi atención. Hay una estantería en la que se amontonan unas espadas de entrenamiento. Cojo una de ellas y la examino. A pesar de que no son nada del otro mundo, están en buen estado. Cojo 4 de ellas, dos con cada mano y salgo de la armería, buscando a Atol. Llevo dos para mi, y como no se cuantas usara él, otras dos.
- Hey Atol, ¿te apetece practicar un poco con espadas de entrenamiento?- Digo cuando lo encuentro, y le ofrezco dos espadas.- Ni tu ni yo deberíamos luchar contra el muñeco, o no durara nada.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
01/10/12, 01:43 am
Yrio ya le estaba proponiendo un programa de entrenamiento a Pechote. Había visto al gigantón albino lanzar cuchillos y él también quería probar. Era casi el único arma que no tenía miedo de probar << Salvo mi fiel silla>> aunque seguramente acabase con un dedo o dos de menos al final del entrenamiento.
Pablo entró entonces en la habitación, seguramente buscando a Pechote. Como los demás, también le dio la razón y se puso de su parte en cuanto a su rabieta con Alder, pero a Yrio no le hizo mucha gracia que la insultase. Una cosa era enfadarse por el comportamiento de la chica y otra bien distinta era llamarla idiota.
-Aquí el único con derecho a insultar a Alder soy yo, y en todo caso Thras. A tí no te ha hecho nada, así que si te cae mal por lo que sea ve a decírselo a ella si te atreves, aunque no lo entiendo porque a tí no te ha hecho absolutamente nada- le espetó
Era extraño, pero aunque estaba muy enfadado con Alder por lo que había hecho, en conjunto no le caía mal. Además tenía a Seon, y alguien con una mitad como esa no podía ser mala persona de ninguna forma. Yrio decidió que seguiría enfadado con Alder varios días y que le obligaría a pedirle perdón muchas veces. Sí, sería divertido...
-¡¡Oh, como mola!!- exclamó de pronto al ver el cristal brillar.
Podía ser un simple farolillo pero no lo era, era el cristal de antes, y brillaba. Yrio se lo quitó a Pablo de las manos para verlo mejor, pero se apagó, así que se lo devolvió... y se encendió de nuevo. Le pidió que lo sostuviese para poder verlo mejor, y vio las ranuras que se habían llenado de sangre. Sin duda era así como funcionaban. << Qué desagradable...>>
-Creo... que he visto algo como esto en algún sitio...- murmuró, tratando de hacer memoria.
Bajó a toda velocidad la escalera, sin caerse (milagrosamente) y llegó a la cocina donde estaba el sillón viejo donde se había sentado el primer día. Rebuscó entre los cojines y sacó un par de brazaletes de oro, algunos colgantes, cadenas y piedras engastadas en adornos feos y varios cristales como el que tenía Pablo. No se atrevió a cortarse, así que llamó a los demás para ver si podía servirse de la sangre de Pablo para hacerlos funcionar.
Pablo entró entonces en la habitación, seguramente buscando a Pechote. Como los demás, también le dio la razón y se puso de su parte en cuanto a su rabieta con Alder, pero a Yrio no le hizo mucha gracia que la insultase. Una cosa era enfadarse por el comportamiento de la chica y otra bien distinta era llamarla idiota.
-Aquí el único con derecho a insultar a Alder soy yo, y en todo caso Thras. A tí no te ha hecho nada, así que si te cae mal por lo que sea ve a decírselo a ella si te atreves, aunque no lo entiendo porque a tí no te ha hecho absolutamente nada- le espetó
Era extraño, pero aunque estaba muy enfadado con Alder por lo que había hecho, en conjunto no le caía mal. Además tenía a Seon, y alguien con una mitad como esa no podía ser mala persona de ninguna forma. Yrio decidió que seguiría enfadado con Alder varios días y que le obligaría a pedirle perdón muchas veces. Sí, sería divertido...
-¡¡Oh, como mola!!- exclamó de pronto al ver el cristal brillar.
Podía ser un simple farolillo pero no lo era, era el cristal de antes, y brillaba. Yrio se lo quitó a Pablo de las manos para verlo mejor, pero se apagó, así que se lo devolvió... y se encendió de nuevo. Le pidió que lo sostuviese para poder verlo mejor, y vio las ranuras que se habían llenado de sangre. Sin duda era así como funcionaban. << Qué desagradable...>>
-Creo... que he visto algo como esto en algún sitio...- murmuró, tratando de hacer memoria.
Bajó a toda velocidad la escalera, sin caerse (milagrosamente) y llegó a la cocina donde estaba el sillón viejo donde se había sentado el primer día. Rebuscó entre los cojines y sacó un par de brazaletes de oro, algunos colgantes, cadenas y piedras engastadas en adornos feos y varios cristales como el que tenía Pablo. No se atrevió a cortarse, así que llamó a los demás para ver si podía servirse de la sangre de Pablo para hacerlos funcionar.
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