Burdel de Dama Espasmo (Archivo III)

Recuerdo del primer mensaje :

Despierto. Bajo demasido deprisa lss escaleras, tropiezo yantes de poder hacer nada estoy tirada en el suelo. Me levanto lo mas rapido que puedo y voy a la cocina.Saludo a Martalar y a Freejey y cojo una pieza de fruta, que como con voracidad.

Cain deja el plato vacío a un lado y se sujeta los cascos, pensativo.
-Tal vez deberíamos consultarlo con el resto... Y en caso de que decidiéramos envenenarlas, aún hay que pensar cómo. No podemos envenenar su comida porque en también la nuestra, y eso no las mataría a todas; podríamos gasearlas, pero entonces tendríamso que esperar bastante para ir a por los cuerpos, y con dardos es demasiado lento y complicado- Jack menciona a Estigma. Lo cierto es que llevaba un par de días sin dar señales de vida- A Estigma no le gusta que haga magia, por eso me dificulta el usar los cristales y los amuletos... Además es más fuerte cuando yo soy más débil, y seguramente piense que un condenado debe estar siempre deprimido, pero eso es demasiado aburrido, y yo tampoco soy masoquista...- <<Aunque tal vez si lo hubiese sido, todo sería más fácil...>>

Termino rápidamente y mientras friego mi plato, respondo
-Nada de envenenar la comida, ni de broma. Y lo de consultarlo con los demás, les va a dar igual, aunque muchos preferirán no tener que luchar en sus vidas para conseguir comida...-Cain aborda el tema de Estigma y me quedo pensativo. Me conviene que Estigma siga protegiendo el burdel, pero si Cain se lleva mal conmigo, malamente...Diantre.-No se puede sobrevivir en grupo con gente deprimida. Por eso hice lo de la manzana. Vale, quizá te la comiste entera, pero aquí poca gente se merece una manzana de esas entera.-me encojo de hombros y le cojo su plato, lo friego y me seco.-Yo me voy a descansar, que mañana si todo va bien habrá exploración, aunque en vistas de la gente, me parece que volveré a quedarme de centinela. A nadie se le ha ocurrido y a nadie se le ha ocurrido pensar por qué no se acercan los bichos al edificio. Se creen...no sé qué se creen. Pero si hago de centinela es por mí, por varios de nosotros y por tener un refugio.-echo a andar fuera de la cocina, pero antes me giro y digo.-Y en la lista de indeseables puedes apuntar a ese Alex. Fue un asesino y es o bien un payaso estúpido y bipolar o bien un payaso peligroso y bipolar. Buenas noches.-termino con un gesto de cabeza y salgo.
Voy a mi cuarto y bloqueo la puerta con la silla, me quedo en ropa interior y tras bloquear la puerta del balcón, me meto en la cama y me duermo lentamente, pensando en todo y nada...

Jack tenía razón respecto a la apatía de sus compañeros... Era como si algunos aún no se diesen cuenta realmente de dónde están <<Tarde o temprano habrá que crecer...>> Piensa. No era algo bonito, ser consciente de todo lo que ocurría a su alrededor, de donde estaban, de a qué tenían que enfrentarse... era algo aterrador. <<Pero es eso o nada..>> Cain pensó seriamente en lo de los colaespinas... Podrían intentar cazar otros animales... <<Demasiado arriesgado>> También pensó en Alex; en parte estaba de acuerdo con Jack, pero por otro lado no lo estaba, Alex no era tan malo... ¿o sí lo era? Aún no lo tenía muy claro... Cain decidió dejar de pensar, no debía comerse el coco de esa forma, no merecía la pena. Recogió todo, fregó los platos y se subió a su cuarto. Se desvistió y se metio en la cama, quedándose mirando al techo. Echaba mucho de menos a Vacuum, y eso que solo hacía un par de días que no se veían <<Soy un puto jartible>> La mano sobre su pecho bajó lentamente acariciando su torso hasta el vientre, jugueteando con el elástico de sus boxer, para luego perderse en ellos <<...Vacuum...>>

Cain se levantó temprano, algo raro en él. Bajó a darse un baño, pero apenas estuvo diez minutos en el agua, estaba inquieto. Tenía planeado ir a buscar el taller, pero no había nadie despierto, así que subió al tercer piso a entretenerse mientras. Se puso a buscar entre los arcones de ropa, y encontró una camisa oscura con un cuello de pico atado con un cordon. Se la puso remangándola hasta el codo y dejando el cordón sin atar, también encontró unos pantalones de piel de algo. Le iban un poco grandes pero daba igual... Siguió buscando, casi toda la ropa era de chica, pero era entretenido mirarla... Había un vestido de tela vaporosa, con volantes en el pecho y encorsetado a la espalda; uno estilo oriental, morado y largo hasta casi los tobillos, pero abierto a ambos lados de la cadera; uno de palabra de honor, verde con detalles de flores en el bajo de la falda... Todos tenían un punto erótico, pero eran realmente elegantes... También encontró lencería, que no era tan atrevida como la que había visto en la habitación de Dama Espasmo pero el sólo imaginar a una chica llevando eso... Se le iluminó el rostro con una sonrisa <<Hora de visitar Letargo>> Cogió una bolsa y dobló con cuidado varios vestidos, también ropa interior. Se llenó de amuletos y bajó las escaleras con cuidado de no despertar a nadie. Antes de salir, dejó una nota en el dorso de la que había dejado Freejey.

(sigue en el torreón Letargo)

Esta vez no me despertó el sol, sino una sucesión de ruiditos en el pasillo y en la planta baja. El colmo fue escuchar la puerta cerrándose, así que me levanté y bajé a mirar en silencio. Suspiro al ver la nota de Cain <<Al menos ha avisado esta vez>> y me fui a desayunar algo, aunque ya fuese tarde. Ni rastro de los demás. <<Lo dicho. Se creen que esto es un hotel con protección ilimitada e invencible...>> Y como estoy harto de no cocinar a mi manera, corto carne en tiras, quitándoles la grasa, y me quito el cinturón de piel. Después, con el escudo, espada y demás voy a uno de los balcones, pero el sol me deslumbra <<Diantre...>> Así que, como estoy solo yo despierto, corro a la tercera planta y me pongo el antifaz que permitía ver a través de la tela. Me molesta menos la luz del sol, así que me acomodo en el balcón, con la ballesta y las lanzas a mano. Mientras, las tiras de carne se secan bajo el astro rey. Me fijo en las sombras de los edificios para voltear las tiras y hacer una pausa en la guardia, pausa muy breve, por supuesto. Y la puerta está como anoche: bloqueada con una lanza. El pasillo de lanzas de fuera sigue en pie, quizá podría mejorarlo, pero estando yo solo es imposible. Y unos prismáticos no me vendrían mal...Pero en fin, lo que tengo está en este balcón, habrá que adaptarse. . . Cuando el sol empieza a declinar me hago un bocadillo con una de las tiras de carne y las demás las vuelvo a voltear. Masticando, miro al horizonte y me pongo el antifaz en la frente, a modo de visera. <<Vete ya, maldito sol...Eh...¿Y si usásemos señales de luces con espejos para comunicarnos entre el torreón y nosotros? Lo comentaré luego con Cain. Quizá él pueda hacerlo con magia, pero yo no...>> En una de las pausas para ir al baño, paso por el pasillo de los dormitorios, pero todos siguen dormidos. Quiero probar una cosa. Me subo al alféizar de la ventana al final y trepo hasta el tejado, tal y como hacía Norou. Una vez arriba, llego hasta el techo del “Balcón del Centinela”, pues así es como le llamo, y me quedo pensativo <<Una escalera desde el balcón al tejado iría bastante bien...Escalera de mano...¿Y una cuerda? Diantre, necesito cuerda, varios metros...Quizá tengan en el torreón>> Vuelvo al balcón trepando hacia abajo desde el tejado, pues son apenas unos centímetros y vuelvo a sentarme en la silla. <<Lo cierto es que con dos lanzas y otras dos pero partidas, podría hacerme una escalera de mano...Aunque...poco fiable, mejor una cuerda. Paso de caerme hacia atrás, partirme la columna en la verja del balcón y abrirme la cabeza contra el suelo frente al burdel. Aunque es una buena forma de deshacerse de alguien. Por ejemplo...”eh, nombre, ve a vigilar anda. Y si lo prefieres, súbete al tejado por la escalera del balcón” y zas, al suelo. Un problema que alimentar menos. Y luego podríamos envenenar el cadáver y llevarlo a los nidos de los colaespinas...Dos pájaros de un tiro>> pienso, totalmente serio <<A ver quién se gana el puesto de “Envenenador de colaespinas”>> Luego sigo mirando al horizonte y a la plaza, atento a cualquier movimiento...

Desde que me levanté por la mañana he estado practicando el hechizo de levitación. He mejorado mucho. Me siento orgullosa de mí misma. No puedo pensar en nada más que en la magia, me resulta demasiado fascinante. Un bicho pasa cerca mío. Murmuro el hechizo de parálisis y no funciona. <<Mierdaaa. Mierda, mierda, mierda, mierdaaa.>>, pienso. Ahora no puedo practicar el hechizo de parálisis. Bufo y me tumbo en la cama, agotada. Cada vez me cuesta menos hacer mucha magia sin parar, pero sigue cansándome bastante. Murmuro cosas ininteligibles mientras en mi mente empiezan a sonar las notas de una canción de Metallica. Casi sin darme cuenta, empiezo a cantarla en voz muy baja, tanto que casi no me oigo cantar a mí misma. Hace bastante tiempo, en la Tierra, era mi canción favorita.

Ya es de noche...El antifaz cuelga del cuello, las tiras de carne que me quedan, ya secas, están en otro bocadillo que mastico mientras miro a la ciudad a oscuras, buscando a Cain, sin resultado. <<Diantre, ¿se habrá quedado en el torreón? Me veo despierto hasta que vuelva...>> ¿Por qué no le digo a alguien que se quede de guardia? Porque seguramente se lo tomará a broma y se dormirá, o una sola de las dos causas, pero una sola ya fastidia la vigilancia del edificio...En fin. Voy a la cocina y me echo agua por la cabeza para despejarme, cojo una toalla de las termas y me seco, para después ir a mi cuarto a todo correr y coger las mantas de la cama. ¿Para qué? Si mirasen desde abajo, solo verían una ballesta asomando a través de una especie de tienda de campaña. De esta forma no me ilumina por completo el farol más cercano y puedo permanecer escondido en la oscuridad, pero yo sí veo con la luz que el farolillo produce. Vuelvo a acomodarme en la silla y sigue la guardia. <<Insistiré...Hay que buscar una forma de comunicarnos...>>

Hoy me había levantado con el pie izquierdo. Estaba algo enfadada, ¿Con qué?, ni yo lo sabía, simplemente nada más despertarme estaba con algo de mal humor.
Salgo de la cama, pero las sabanas se enredan en mi pie y casi me caigo, <<Mierda de sabanas>> Pienso mientras me las desenredo del pie. Tal vez hoy no era mi día, pero bueno, no todos tenía que pasarlos estando feliz.
Salgo de la habitación mientras me ato de nuevo el nudo del vestido. No había hecho el examen rutinario a Dirke, pero daba por hecho que mejoraba.
Bajo al salón, no veo a nadie y me siento en un puff mientras tamborileo con los dedos sobre el diván de al lado el ritmo de una canción que me viene a la cabeza.

Cain llega a la puerta dle burdel y llama, esperando y deseando que no estuvieran dormidos. Al pasar por la plaza no habían visto nada que demostrase que las bañeras habían pasado... nada. La comida se acababa y no tenían forma de conseguir más. El huerto de Letargo aún ni estaba crecido, y no podían sobrevivir a base de carne eternamente <<Esperemos que mañana sí vengan...>> SE apoyó en el marco, viendo llegar a los demás

Y por fin, acabo viendo a varios individuos acercándose al edificio. Hasta que la luz de los faroles no me deja identificarlos, no suelto la ballesta. <<Lo malo es que vienen muchos y no hay nada de cena hecho...aunque, al menos, yo ya he cenado. En fin...>> Les saludo desde arriba, asomándome al hueco entre las mantas
-Buenas noches, intrépidos exploradores. Ahora os abro.
Y bajo corriendo a abrirles. Erika ya está en el salón <<Ya podría haber avisado, a saber cuánto tiempo lleva despierta...>>
-Hola. Vienen Cain, Vacuum, Elliot y varios más.-informo.
Después cojo la lanza que bloquea la puerta y mientras me apoyo en esta con la mano izquierda, abro el cerrojo y el portón del burdel.
-¿Qué tal todo?-inquiro mientras van pasando.
Cuando el último pase, cerraré y bloquearé la puerta con la lanza, de nuevo.

Llegan a la puerta del burdel, y cuando abren, Yip entra, nervioso y mirando a todas partes, como si buscase un enemigo invisible, después ve a Jack y a Erika-hola-saluda cortesmente al ver que el resto tambien saluda

<<Les conocen, deben ser clientes asiduos>> piensa Yip mientras se sienta en un rincón, vigilandolos a todos, por lo visto, no conocía a sus compañeros tan bien como él pensaba