Torreón Sendar
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Rocavarancolia Rol
15 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Sendar
19/09/12, 10:54 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ya antes de la Batalla de Rocavarancolia éste era uno de los mayores torreones de la ciudad. Quedó destruido por un explosivo que le arrancó sus cuatro plantas superiores, dejando tan sólo dos, aunque más tarde se reformó convirtiéndose en un torreón de cuatro plantas. Su base es circular y está protegido por un foso frente a la puerta, mientras que en la parte trasera hay un risco de varios metros de profundidad.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
- Recetario integral de Persilia Sukaldaria:
- RECETARIO INTEGRAL DE PERSILIA SUKALDARIA
Libro de unas 150 páginas encuadernado en cuero. El título está escrito con letras cursivas y enrevesadas y un poco de relieve que ocupan toda la cubierta, donde no hay ninguna ilustración. En la parte trasera hay una sinopsis escrita en un recuadro decorado.
Sinopsis
¿Aburrido de cocinar siempre lo mismo? Adéntrate en mi recetario integral, donde he volcado años de experimentación combinando las delicias de todos los mundos conocidos. Entrantes, picoteo, postres y todo tipo de platos tradicionales con una vuelta de tuerca… ¡las mezclas de sabores nunca vistas conquistarán tu paladar y el de tus comensales!
Más de 100 increíbles recetas.
¡Incluye un anexo de venenos que se camuflarán perfectamente en tus platos y un grimorio de cocina con los hechizos imprescindibles para cualquier chef!
Anexo
LOS VENENOS MÁS DISCRETOS
Tanto si quieres provocar una diarrea como si tienes más interés en matar a comensales indeseados (…) este anexo imprescindible en cualquier recetario que se precie (…).
(La página está rota y, el resto de este anexo, arrancado).
GRIMORIO DE COCINA DE PERSILIA SUKALDARIA
Todo cocinero debe dominar estos hechizos, a los que he hecho referencia a lo largo del recetario. Descubre conmigo cómo realizarlos si todavía no los conocías.- Leyenda de colores y niveles:
- Mago
Brujo alto
Brujo bajo
• ¿Tienes carnes difíciles de cortar y despiezar? Prueba con el hechizo de corte.- Instrucciones:
- Corte: invoca un diminuto filo invisible de ondas que hace un corte en la superficie señalada. Hay muchas variaciones de este hechizo que, a altos niveles, permiten hacer cortes enormes o en profundidad. Un brujo bajo suele ser capaz de hacer rasguños en carne desprotegida o tallar madera. Un brujo medio podría cortar madera, arañar metal o hacer cortes superficiales en carne desprotegida. Mientras que un cosechado nivel mago podría hacer arañazos más profundos en el metal o tajos sobre carne.
Como hechizo físico que es, sus efectos dependen de la dureza y resistencia del material objetivo.
Lanzamiento a ojo, los gestos de la mano delimitando la dirección de los cortes. Conjuración rápida.
• ¡Con el hechizo de homogeneización no vuelvas a dejarte los brazos batiendo!- Instrucciones:
- Hechizo de homogeneización (*): hechizo que acelera la homogeneización de un líquido, suele aparecer un pequeño torbellino. En su defecto, implica que el líquido dé vueltas.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• No encontrarás nada más rápido para encender el fuego que esto: hechizo de invocar llamas.- Instrucciones:
- Invocar llamas (**): Un brujo bajo puede hacer algunos chispazos y llamas de vela (*). Un brujo alto puede invocar llamas ligeramente más grandes que las de vela que, si es hábil o controla bien el hechizo, puede manejar con las manos sin que le quemen (**). Un mago puede encender hogueras pequeñas en poco tiempo e invocar fuegos de antorcha (***).
Importante: Estas llamas no pueden arrojarse como proyectiles ya que necesitan sustentarse o bien en la magia de quien las invoca o bien en un combustible (madera, grasa...) y si se alejan demasiado del invocador y carecen de combustible, se apagan. Sin embargo pueden usarse como arma de corta distancia.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida.
• También es importante conocer estas soluciones para medir la temperatura, la concentración de sal, la presión dentro de la olla, la densidad de un líquido o el tiempo hasta que esté listo tu plato:- Instrucciones:
- Hechizos medidores de magnitudes sencillas: forman una pequeña esfera fantasma que cambia de color según la intensidad de la magnitud a medir. Son diferentes variedades de un mismo hechizo que permiten medir la temperatura, la presión, la densidad de un material, el tiempo (para lo que hacen falta conocimientos adicionales y nivel de brujo alto para configurar el medidor), o la concentración de un determinado soluto (posible a niveles a partir de brujo alto).
Si una esfera no está configurada, ésta tenderá a habituarse a la cantidad de magnitud a la que esté expuesta y la establecerá como su nuevo punto de equilibrio, asociándola con el color intermedio.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida-media.
• La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico.- Instrucciones:
- Térmico: aumenta o disminuye notablemente la temperatura de un objeto de tamaño pequeño (*). Con práctica pueden limitarse esos cambios a una dirección controlada por el mago (chorros de calor, [**]). Puede anclarse a una sala concreta, creando una cámara frigorífica (***): no obstante es necesario repetir varias veces el hechizo si se quiere usar una habitación como congelador ya que este hechizo supone solamente un descenso térmico. Van de fuera a dentro.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida-media.
• ¿Quieres catar la comida solo con el aroma? ¿Estás en otra habitación y necesitas saber que no se te esté pasando la comida? El hechizo de amplificación sensorial del olfato es un aliado imprescindible.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial olfativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores nasales. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• O, si quieres disfrutar de la comida como nunca, prueba esta otra variante: el hechizo de amplificación sensorial del gusto.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial gustativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores del gusto. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• ¿Te ha quedado muy aguada la comida? ¿Has echado demasiada agua a esa sopa? No te preocupes, ¡hay solución! ¡El hechizo de drenaje!- Instrucciones:
- Hechizo de drenaje: deseca superficies húmedas, evaporándolas o más comúnmente trasladando dicha humedad a otro recipiente deseado succionándola. Es un hechizo simple en su formulación pero con amplia variabilidad de potencia: puede secar desde un dedal de agua a un lago según la energía que aportes. (disponible a cosechados hasta el límite de sus fuerzas).
Lanzamiento por área. Conjuración rápida.
• ¿El aspecto de tu comida no es el que esperabas? ¿Quieres un resultado digno de reyes? Emplata como un profesional con el moldeado de materia orgánica.- Instrucciones:
- Moldear materia orgánica (**): el hechizo reblandece la materia al contacto con la piel del usuario, dejándola así por un tiempo. Sin embargo no altera su naturaleza, lo que moldees seguirá siendo lo que era aunque cambie de forma.
Lanzamiento por contacto, a ojo en el caso de hechiceros más experimentados. Conjuración rápida-media.
• Si el anterior era una maravilla infravalorada, este es una verdadera joya infravalorada. ¡Olvídate de desastres y queda bien siempre con tus invitados con el Nudo de Cerática!- Instrucciones:
- Nudo de Cerática (*): ¿harto de que se le desmoronen los sándwiches de más de dos pisos? ¿Cansado de que, al cortar una tarta, la mitad de la nata que la rellena se salga por los lados? ¡No se preocupe más! El Nudo de Cerática tiene la solución. Con este simple hechizo, podrá hacer una hamburguesa de diez pisos, luego cortarla en rodajas perfectas, ¡y hacerse un bocadillo de hamburguesa! El Nudo de Cerática lo mantiene todo en su sitio perfectamente. ¿Los sanjacobos le estallan llenándole el plato de queso? ¿Teme morder un taco por miedo a llenarse el regazo de salsa picante? ¡Se acabó, gracias al Nudo de Cerática! ¡No me puedo creer que no sea una variación del hechizo tapón!
El Nudo de Cerática se anula al cortar rodajas o mordiscos lo suficientemente finos, o con los ácidos gástricos. Cuesta más cuanto más endeble, complejo y líquido sea su sándwich.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• ¿A tu comida le falta esa chispa de color que hace que se coma con los ojos? ¿O quieres darle un toque exótico? Si no tienes colorantes alimentarios a mano, el hechizo de cambio de color será tu mejor aliado.- Instrucciones:
- Cambio de color: hechizo que sirve para colorear materia. No se limita a aplicar una capa de color externa o modificar el color de la superficie, sino que cambia el propio color que posee un material, dejando una pequeña huella mágica reconocible mediante hechizos específicos. Se puede graduar: aplicar colores diferentes (en todos los sentidos), hacerlo uniforme, solo en cierta parte del material, etc.
- Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
- Los cosechados nivel mago pueden modificar completamente el tono (aunque todavía quedará algún matiz del antiguo). Con esfuerzo puede aprender a aplicar leves matices y gradaciones no muy extremas. Necesitan (*****) para objetos grandes.
- A partir del nivel moderado bajo se pueden aplicar colores y gradaciones sin límite en cualquier objeto, costando más energía y concentración cuanto mayor sea el tamaño de la cosa en cuestión y cuandos más colores y matices quieran usarse.
Lanzamiento a ojo. Conjuración media a larga (dependiendo de las cláusulas que tenga). - Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
• ¿Le falta aroma a tu plato? ¿O tienes algún ingrediente que ocultar a tus comensales? Mejora o altera las propiedades organolépticas de la comida con el hechizo de olor falso.- Instrucciones:
- Hechizo de olor falso (*): El hechicero que lo realice puede hacer que aquello que toque desprenda un olor que tiene que ser muy familiar para aquel que realiza el hechizo. El coste aumenta a medida que aumenta el área afectada por el hechizo. El olor se va de golpe a los tres días. Más convincente será el engaño cuanto con más detalle lo recuerde el mago, aunque hay que tener en cuenta que el olor resultante puede verse afectado por la subjetividad del que realice el hechizo, al basarse en sus recuerdos al fin y al cabo.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
• ¿Harto de que se te derramen líquidos en la cocina? Hechiza tus recipientes con la maravilla infravalorada que es el hechizo tapón.- Instrucciones:
- Hechizo tapón (*): hechizo que impide que un líquido se derrame de su recipiente.
Lanzamiento por área, aplicado generalmente a la boca del recipiente. Conjuración muy rápida.
• ¿Tienes las manos de mantequilla? Literal, o figuradamente. ¡Endurece tus tarros de cristal con la protección contra ruptura!- Instrucciones:
- Protección contra ruptura (**): aplicado a objetos frágiles, evita que se rompan con tanta facilidad. A más resistencia que se quiera incrementar y mayor la superficie del objeto encantado, más energía requiere.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración rápida-media.
• ¿Te has manchado cocinando? El hechizo de limpieza de ropas es la solución.- Instrucciones:
- Limpieza de ropas (**): elimina manchas, arrugas y limpia en general las prendas de ropa que desee el mago (es un agregado de varios hechizos unificados en uno solo).
Lanzamiento por anclaje. Conjuración muy rápida.
• O también, si sueles quemarte cocinando (a ti, o tus pertenencias), también tienes solución con el hechizo ignífugo.- Instrucciones:
- Hechizo ignífugo (**): encanta prendas de ropa, personas u objetos para que sean inmunes a fuego normal.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
- Grimorio para principiantes de Platero:
- Barrera de inercia:
- -Barrera de inercia: (***) de nombre engañoso (no es una barrera en absoluto) en el área delimitada impide que cualquier objeto o persona desprotegidos sean levantados del suelo, y que los atrae irremediablemente hacia el suelo si ya están en el aire. No obstante, también impide cualquier acción voluntaria que implique levantar ambos pies del suelo a la vez, como saltar o emprender el vuelo (se puede correr pero con más torpeza). Si se invoca mientras el objetivo está en el aire, al caer lo hará infaliblemente pies por delante.
Físico. Lanzamiento por área. No es inversible, lo que quiere decir que incluso el lanzador, si está en el área delimitada, se verá afectado. Conjuración media.
- Campo de fuerza:
- -Campo de fuerza (** el espacio para una persona, una campana grande ***, el espacio equivalente a una habitación ****): en forma de media esfera (con una especificación puede formar una esfera completa) bloquea proyectiles de tamaño considerable como si éstos hubieran chocado ante una barrera invisible, en un radio variable según la destreza del mago.
Físico. Inversible. Lanzamiento por área. Conjuración rápida-media.
- Curación nívea:
- -Curación nívea: (****) (utilizable cerca de la Luna Roja). Combate venenos que cursan con fiebre y repara quemaduras; actúa a modo de incentivo para que el organismo siga funcionando y reparándose a sí mismo. Evita que la sangre se coagule y que los órganos se colapsen, además de ejercer un efecto refrescante sobre el organismo en general. No obstante no puede mantener indefinidamente con vida a un moribundo: el organismo depende cada vez más de ese impulso artificial y usarlo en demasía puede provocar que si se le deja a solas empeore considerablemente.
Lanzamiento por área: se hace un barrido con la mano que abarca al área quemada o a la persona envenenada. Es necesario que se aplique sucesivas veces y con regularidad, del mismo modo que se debe renovar una cataplasma o emplasto.
Conjuración media-larga.
- Desvío:
- -Desvío (**, pero variable a más según la potencia de lo desviado): Interfiere en la trayectoria de un hechizo que ya haya sido lanzado. Requiere gestos intuitivos para desviar el encantamiento en una dirección u otra. Siempre requiere menos energía que bloquearlo o disolverlo, pero también reflejos. Si el hechizo es demasiado potente, probablemente no se podrá desviar lo suficiente o hacerlo requerirá demasiada energía. (El coste orientativo indicado arriba es el que ofrecerán unos hechizos ofensivos de potencia moderada en términos de cosechado: se han obviado los más débiles porque normalmente ésos no suelen constituir una verdadera amenaza, y los que les sean lanzados con verdaderas intenciones de daño les costarán más) Si se desvía a demasiada poca distancia el coste será prácticamente el mismo que el de bloquearlo: si se hace a distancia cercana pero prudencial (la típica en duelos de magia) una unidad menos, si se tiene cuidado de poner distancia de unos cuantos metros llegará a dos unidades menos.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
- Hechizo de impacto:
- -Hechizo de impacto: potente golpe mágico que actúa como una bola de demolición (***). Puede gradarse hacia abajo para actuar a modo de empujón de moderado (*) a potente (**).
Lanzamiento por disparo de alcance largo. Conjuración media.
- Levitación:
- -Levitación: un hechizo exigente mentalmente, cansa más de lo acostumbrado. Cuando una persona levita lo más normal es caminar sobre el aire; uno puede dejarse arrastrar simplemente por el hechizo sin moverse, pero la sensación de indefensión es mayor.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.- Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Brujos altos: Un baúl con poca práctica, una persona (***) con práctica.
- Magos: Una persona con algo de práctica, objetos muy pesados (****)con mucha práctica.
Si el objeto que levantado es un puñado de botones (los cuales entran en la categoría de objeto ligero) contarían como un solo asterisco. Lo que cuesta más es la concentración necesaria para mantener tantos objetos distintos en el aire a la vez. - Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Parálisis:
- -Parálisis (***): envuelve al objetivo en un aura azulada al lanzarlo. Sus efectos duran cerca de una hora si se aplica a una única persona. Inmoviliza por completo, y su coste aumenta proporcionalmente a lo voluminoso del objetivo.
Lanzamiento por disparo de alcance corto, por contacto o por área a varios objetivos. Conjuración media.
- Traspaso de energía:
- -Traspaso de energía: no un hechizo en sí, aunque necesita de un chispazo de magia para arrancar. No obstante la energía puede tomarse de alguien no mágico (los efectos se detallan en el post de Sistema de magia). El proceso es perceptible para ambas partes y puede gradarse a voluntad: no obstante si el traspaso de energía es excesivo por parte de la parte emisora y ésta se desmaya o pierde el conocimiento, el enlace entre ambas personas se rompe y el traspaso se interrumpe. Es el mecanismo de funcionamiento de muchos amuletos.
Lanzamiento por contacto. Conjuración muy rápida.
Notas:
-Este grimorio también contiene varios de los hechizos que también venían en el libro de cocina (corte, térmico...).
-También pueden aprender de él cómo anclar hechizos.
-A lo largo de los meses se irán traduciendo más hechizos y añadiéndolos a esta lista.
- Ver mensajes archivados:
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Torreón Sendar
21/04/23, 01:05 am
Connor no le había dado una importancia demasiado importante a la relevación de Ethan sobre su estado crónico, más allá de que lo tendría en cuenta en el futuro, pero por lo que parecía a Kalna sí le había interesado sobremanera. Cuando la chica mencionó que los suyos no sentían dolor el motero alzó una ceja extrañado ante aquello.- Me cago en la puta, si que estáis jodidos.- Diría únicamente, con el ceño fruncido y preguntándose lo que tenía que ser morir por no darte cuenta de una herida grave que te habías hecho. <<El dolor es una putada, pero sirve de algo.>> Pensó con más claridad todavía. Sin embargo no pudo evitar recordar a Yasser, y la agonía que sintió antes de morir a su lado. A él le habría venido bien ser como Kalna... <<Céntrate, no seas gilipollas>>. Inconscientemente había apretado el mango del cuchillo hasta tener los nudillos blancos.
Por otro lado Ethan planteó varias cuestiones interesantes. Como que tenía que haber más gente como ellos en la ciudad, o que quizás la comida podría no ser suficiente para todos. Aunque sin haber revisado el edificio por completo a lo mejor no era el mejor momento de darle forma a esas dudas.
-Esas preguntas no sirven de una mierda ahora mismo.- Le respondió al británico sin llegar a sonar borde, solo pragmático, aunque ya que estaban podía aprovechar la ocasión.- Si hay más gente por ahí seguro que irán en grupos, pero este va a ser nuestro puto refugio. A los demás que les den por culo. Y con la comida lo mismo si no hay para todos- Comentó mirando tanto a Ethan como a Kalna. Le había quedado claro que aquella ciudad no se caracterizaba por su seguridad o sus leyes. Si había más gente y no había comida para todos...estaba claro que habría trifulcas por ella, y Connor quería dejar claro su postura sobre ese tema cuanto antes.
Tras llegar a las escaleras y responderle Ethan sobre su pierna, no pudo evitar sonreír con su comentario y asintió entendiendo que tenía que parar.- Intenta no arrancarte la pierna hasta que volvamos.- Comentó con sorna, sin embargo pronto frunció el ceño con la orden que le dio Kalna sobre portar la antorcha. Connor era consciente de que era lógico, al fin y al cabo ella llevaba una espada bastante grande y él un cuchillo. Pero ese tono autoritario... Empezó a sentir cómo lo invadía esa furia gélida que tan bien conocía. El motero odiaba las normas y las órdenes, a no ser que vinieran de alguien por encima de él en la jerarquía de la banda, en cuyo caso las acataba sin chistar palabra y amaba contribuir de esa manera.
-A mi nadie me da órdenes, hostias.- Le dijo con los ojos entrecerrados, estudiándola con la mirada. La chica procedió a explicarle sus motivos, que él comprendía perfectamente, pero el orgullo le obligaba a rebelarse contra esa actitud. Aún así suspiró y finalmente cogió la antorcha, no tenía sentido seguir con aquel tema estando tan cerca de terminar de explorar el edificio. Y aún podía haber alguien por ahí. -Acabemos con esta mierda.- Continuó el motero dedicándole una última mirada cargada de mala hostia, consciente de que no le dejaría pasar a Kalna otra situación como aquella. Arriba no encontraron nada más ni a nadie, a excepción de unas escaleras que regalaban unas vistas deplorables de la ciudad. Connor asintió a las palabras de la chica mientras observaba la ciudad con preocupación y sorpresa en sus ojos.- ¿A qué puto basurero nos han tirado?- Preguntó al aire antes de seguir a Kalna, en dirección a la planta baja donde estaban los demás.
Por el camino volvieron con Ethan que tarareaba mientras hacía una grulla con un trozo de papel y Connor lo informó de que estaba todo despejado. Se guardó para sí que le parecía un hobby extraño pero en el que se veía que tenía talento. El lugar estaba bastante más iluminado, ya que por el camino habían ido abriendo contraventanas. Así que dejó la antorcha en el mismo sitio en la pared donde la descolgó.
-No hay cabrones a la vista-. Les informó a los que estaban abajo cuando llegaron, mientras dejaba el cuchillo en la cocina. Después vio la puerta que conducía al patio, y curioso fue hacia allí. Al fin y al cabo no había visto el resto de la planta baja.- Si necesitáis alguna mierda estaré fuera.- Comentó, aunque por su tono de voz no parecía querer que lo molestaran. Cuando entró en el patio visualizó la estatua y sentándose en su pedestal se encendió un cigarrillo. Era como un botón automático que le decía "Estás a salvo, ya puedes relajarte de una puta vez". Connor suspiró agobiado por la imagen de la ciudad que acababa de ver, permitiéndose ser más vulnerable ahora que estaba solo, mientras observaba ese feo cielo gris. <<Que lejos queda Texas>>. Pensó entre caladas del cigarrillo.
Por otro lado Ethan planteó varias cuestiones interesantes. Como que tenía que haber más gente como ellos en la ciudad, o que quizás la comida podría no ser suficiente para todos. Aunque sin haber revisado el edificio por completo a lo mejor no era el mejor momento de darle forma a esas dudas.
-Esas preguntas no sirven de una mierda ahora mismo.- Le respondió al británico sin llegar a sonar borde, solo pragmático, aunque ya que estaban podía aprovechar la ocasión.- Si hay más gente por ahí seguro que irán en grupos, pero este va a ser nuestro puto refugio. A los demás que les den por culo. Y con la comida lo mismo si no hay para todos- Comentó mirando tanto a Ethan como a Kalna. Le había quedado claro que aquella ciudad no se caracterizaba por su seguridad o sus leyes. Si había más gente y no había comida para todos...estaba claro que habría trifulcas por ella, y Connor quería dejar claro su postura sobre ese tema cuanto antes.
Tras llegar a las escaleras y responderle Ethan sobre su pierna, no pudo evitar sonreír con su comentario y asintió entendiendo que tenía que parar.- Intenta no arrancarte la pierna hasta que volvamos.- Comentó con sorna, sin embargo pronto frunció el ceño con la orden que le dio Kalna sobre portar la antorcha. Connor era consciente de que era lógico, al fin y al cabo ella llevaba una espada bastante grande y él un cuchillo. Pero ese tono autoritario... Empezó a sentir cómo lo invadía esa furia gélida que tan bien conocía. El motero odiaba las normas y las órdenes, a no ser que vinieran de alguien por encima de él en la jerarquía de la banda, en cuyo caso las acataba sin chistar palabra y amaba contribuir de esa manera.
-A mi nadie me da órdenes, hostias.- Le dijo con los ojos entrecerrados, estudiándola con la mirada. La chica procedió a explicarle sus motivos, que él comprendía perfectamente, pero el orgullo le obligaba a rebelarse contra esa actitud. Aún así suspiró y finalmente cogió la antorcha, no tenía sentido seguir con aquel tema estando tan cerca de terminar de explorar el edificio. Y aún podía haber alguien por ahí. -Acabemos con esta mierda.- Continuó el motero dedicándole una última mirada cargada de mala hostia, consciente de que no le dejaría pasar a Kalna otra situación como aquella. Arriba no encontraron nada más ni a nadie, a excepción de unas escaleras que regalaban unas vistas deplorables de la ciudad. Connor asintió a las palabras de la chica mientras observaba la ciudad con preocupación y sorpresa en sus ojos.- ¿A qué puto basurero nos han tirado?- Preguntó al aire antes de seguir a Kalna, en dirección a la planta baja donde estaban los demás.
Por el camino volvieron con Ethan que tarareaba mientras hacía una grulla con un trozo de papel y Connor lo informó de que estaba todo despejado. Se guardó para sí que le parecía un hobby extraño pero en el que se veía que tenía talento. El lugar estaba bastante más iluminado, ya que por el camino habían ido abriendo contraventanas. Así que dejó la antorcha en el mismo sitio en la pared donde la descolgó.
-No hay cabrones a la vista-. Les informó a los que estaban abajo cuando llegaron, mientras dejaba el cuchillo en la cocina. Después vio la puerta que conducía al patio, y curioso fue hacia allí. Al fin y al cabo no había visto el resto de la planta baja.- Si necesitáis alguna mierda estaré fuera.- Comentó, aunque por su tono de voz no parecía querer que lo molestaran. Cuando entró en el patio visualizó la estatua y sentándose en su pedestal se encendió un cigarrillo. Era como un botón automático que le decía "Estás a salvo, ya puedes relajarte de una puta vez". Connor suspiró agobiado por la imagen de la ciudad que acababa de ver, permitiéndose ser más vulnerable ahora que estaba solo, mientras observaba ese feo cielo gris. <<Que lejos queda Texas>>. Pensó entre caladas del cigarrillo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Sendar
22/04/23, 01:50 am
Para la ilusión de ambas partes, humano como repobladore, Tawar pudo pasar de una cabeza a otra. Aniol les contó qué eran los elfos y las hadas, lo que hizo que el chiquitín empezara a agitar la cola sobre su pelo. ¡Había más colonias de repobladores en otros mundos! ¿¡Cómo era posible!? ¿Tan lejos llegaban las raíces de la Flora? ¡Tenían alas, incluso! ¿Habría otros tipos de repobladores en otros mundos? Quería preguntarle tantas cosas al joven gigante como le fuera posible, pero los estímulos del interior no dejaban de llegar y también las explicaciones, como que aquel edificio era algo pequeño para lo que tenían en el mundo de Rick. ¡Lo había llamado rascacielos! No había que ser muy avispade para deducir a qué se refería, ¿pero cómo podían levantar cosas que llegaran a las nubes? ¿No se les caían ni torcían con el aire, como los árboles? Más y más dudas hervían en su cabecita, y de vez en cuando se rascaba los brotes, pensative. Estaba aprendiendo un montón, pero definitivamente lo que más curiosidad le despertaban eran las hadas del mundo de Aniol. Tenía que ir allí en algún momento. Y tenía que hablar más con el joven gigante, quien le había caído tan bien y se contagiaba de su ilusión.
Los gigantes mayores se fueron momentáneamente y Tawar agradeció mentalmente que el joven gigante no se fuera hacia dentro. Se le acercó entonces al borde de la cabeza, por la izquierda, y se colgó hasta llegar a su oreja, como hiciera anteriormente con Nohlem.
—Oye, Aniol, ¿las hadas repobladores de tu mundo también cuidan de los bosques como nosotres? ¿Plantan semillas y vigilan los brotes? ¿Brotan del suelo como yo? —indagó.
Habría seguido preguntando pero la voz de Räg les invitó a entrar. ¡Agua! Ese sí le parecía un buen motivo, y además los ruidos habían cesado y las voces que les llegaban eran mucho más tranquilas. De pie de nuevo, se agarró a uno de los cuernos mientras Aniol caminaba hacia los demás. Una vez dentro, por un lado los Gigantes Fuertes avisaron de que estaban allí solo elles y también Räg les informó de que iba a calentar el sitio donde estaban. Pero olía que debía haber algo para beber por allí, y de hecho el gigante peludo había hablado de ella anteriormente. Más preguntas. Les vendría bien lo que proponía el mjörní, pero desconocía cómo llevarlo a cabo allí.
—Huele a agua, ¿ne podéis decir dónde está o darme un poquito? ¿Y cómo vas a calentar la habitación? ¡El fuego es muy peligroso! —exclamó mientras se ocultaba detrás del cuernecito de Aniol. No se había soltado de este en todo momento. Ir encima de un gigante le daba confianza en su propia seguridad, pero aquel ejemplar era bajito (por su madurez) y al verles allí a todes tan de cerca se sentía aún más pequeñite de lo que ya era. Máxime si llevaban una de aquellas antorchas con elles. ¿Qué manía tenían los gigantes con el fuego?
Los gigantes mayores se fueron momentáneamente y Tawar agradeció mentalmente que el joven gigante no se fuera hacia dentro. Se le acercó entonces al borde de la cabeza, por la izquierda, y se colgó hasta llegar a su oreja, como hiciera anteriormente con Nohlem.
—Oye, Aniol, ¿las hadas repobladores de tu mundo también cuidan de los bosques como nosotres? ¿Plantan semillas y vigilan los brotes? ¿Brotan del suelo como yo? —indagó.
Habría seguido preguntando pero la voz de Räg les invitó a entrar. ¡Agua! Ese sí le parecía un buen motivo, y además los ruidos habían cesado y las voces que les llegaban eran mucho más tranquilas. De pie de nuevo, se agarró a uno de los cuernos mientras Aniol caminaba hacia los demás. Una vez dentro, por un lado los Gigantes Fuertes avisaron de que estaban allí solo elles y también Räg les informó de que iba a calentar el sitio donde estaban. Pero olía que debía haber algo para beber por allí, y de hecho el gigante peludo había hablado de ella anteriormente. Más preguntas. Les vendría bien lo que proponía el mjörní, pero desconocía cómo llevarlo a cabo allí.
—Huele a agua, ¿ne podéis decir dónde está o darme un poquito? ¿Y cómo vas a calentar la habitación? ¡El fuego es muy peligroso! —exclamó mientras se ocultaba detrás del cuernecito de Aniol. No se había soltado de este en todo momento. Ir encima de un gigante le daba confianza en su propia seguridad, pero aquel ejemplar era bajito (por su madurez) y al verles allí a todes tan de cerca se sentía aún más pequeñite de lo que ya era. Máxime si llevaban una de aquellas antorchas con elles. ¿Qué manía tenían los gigantes con el fuego?
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torreón Sendar
22/04/23, 02:03 am
Como un disco rayado, Damian daba vueltas una y otra vez a lo que Ethan le dijo. Estaba enfadado pero conservaba ese sentimiento por lo general culpando a todos, incluso a él mismo, y a la vez a nadie. No sabía donde proyectarlo y un leve agobio se manifestó en su pecho. Era algo que ya había vivido con numerosas regañinas pero, ¿por qué lo sentía tan distinto?
Tampoco quería estar así para siempre, quitando el origen de esos pensamientos de su mente con un leve meneo de su cabeza. Agradeció la intervención de Airi y Rayín, el primero animándolo y el segundo sugiriendo para cuando bajaron las escaleras. Soltó un bufido por la nariz, examinando toda la planta baja por sus ojos. Si que era grande el sitio para el italiano.
—Ajá, espero que Akeyo llegue pronto para llevarnos de vuelta. Esas personas montadas en ese dragón mentían seguro, ella parecía buena, ¿verdad? —respondió a Airi si saber demasiado que Akeyo no cosechó a todos. Esperaba verla en cualquier momento. Alzando la vista atendió a la curiosidad de Airi y el lagarto, despejando su mente de tantas cosas que se le hacían bola—. ¿No sabéis lo que es un circo? —devolvió la pregunta con una duda marcada en su rostro. Se cruzó de brazos en el sitio, meneándose de lado a lado—. Ammm… Un circo es un sitio graaande y colorido, con una enorme capa que lo cubre y, y, ¡y muchos asientos en su interior! ¡Se hacen espectáculos de toda clase tipo para entretener a los que vienen, y yo trabajo ahí con mis compañeros y mi mamá! —dijo con un enorme orgullo, señalándose con el pulgar—. ¿El día que vuelva os vendréis conmigo para verme actuar? ¡Sería la ostia, mamá se quedará flipando con vosotros! ¡Nunca ha visto un lagarto lila y a gente con cuernos! —señaló a ambos, más animado que antes por el tema de conversación.
Iba a preguntar un par de cosas pero Rayín estaba trasteando con la cocina. Damián se acercó con rapidez a curiosear y sonriendo ante la tarea que le mandó el lagarto.
—¡OKAY! —casi que gritó, buscando la madera—. Vamos a ver. Leñaaaa, leñaaa, leña, leeeeeeñññaaaaaaaaa¡aquí la tengo! —comprobó por su cuenta que la leña no estuviese húmeda, muchas veces se quedaban sin madera apropiada en el circo y eso le provocaba bañarse con agua fría cosa que odiaba. Con tres trozos algo gordos en sus brazos, que pesaban lo suyo, los llevó dirección a Rayín mientras lo escuchaba—. No tengo frio Rayín, ¡yo nuuuunca tengo frio! ¡El frio te tonifica, así soy más fuerte que el vinagre! —proclamó con palabras prestadas de algunos del circo, quitándose la chaqueta de Ethan en cuanto dejó los trozos al lado del lagarto. Tenía un poquillo, pero jamás lo admitiría además teniendo el cuerpo algo acostumbrado a ello. Se sacudió las manos con brío, yendo a por más.
Se percató del grupo de arriba, bajando. Estaba el gorila con cresta chulazo, el que lo regañó con la pierna algo chunga y la loca del coño. Estaba medio incómodo con Ethan, pero los demás como que le daba un poco igual. Aún estaba calentito por las formas de Connor y Kalna hacia él.
—¡De puta madre, ahora el mechero! ¡Nos hace falta, Rambo! —exigió colocando las manos para amplificar sus reclamos.
Luego de eso seguiría a lo suyo con la madera, cada vez llevando menos cantidad de una por lo que pesaba pero no cesando en ello. Al llamar a Connor antes no se percató de que estuvo llamando a Aniol y al bichito. Al ver a los dos cerca de pronto se sobresaltó un poco. Osea, el bicho pequeño que hacía ruidos graciosos le generaba gracia pero Aniol… Iba a responder al bichito planta, pero muchas cosas le enmudecían la bocaza. Estaba muy, muy raro con ese niño con cuernos, ese niño era bueno y él no bajo el juicio de Ethan. ¿Qué era lo que Aniol tenía para tener el favor y el regalo? Se lo preguntaría directamente pero… Damian sentía muchas ganas de hablar con el otro niño, nunca en su vida ha estado en esa situación bajo un mundo rodeado de adultos y por eso se le quedó mirando raro un buen rato. Ni un “hola” le salía, estaba confundido con ese “chico bueno de buen actuar”.
Tampoco quería estar así para siempre, quitando el origen de esos pensamientos de su mente con un leve meneo de su cabeza. Agradeció la intervención de Airi y Rayín, el primero animándolo y el segundo sugiriendo para cuando bajaron las escaleras. Soltó un bufido por la nariz, examinando toda la planta baja por sus ojos. Si que era grande el sitio para el italiano.
—Ajá, espero que Akeyo llegue pronto para llevarnos de vuelta. Esas personas montadas en ese dragón mentían seguro, ella parecía buena, ¿verdad? —respondió a Airi si saber demasiado que Akeyo no cosechó a todos. Esperaba verla en cualquier momento. Alzando la vista atendió a la curiosidad de Airi y el lagarto, despejando su mente de tantas cosas que se le hacían bola—. ¿No sabéis lo que es un circo? —devolvió la pregunta con una duda marcada en su rostro. Se cruzó de brazos en el sitio, meneándose de lado a lado—. Ammm… Un circo es un sitio graaande y colorido, con una enorme capa que lo cubre y, y, ¡y muchos asientos en su interior! ¡Se hacen espectáculos de toda clase tipo para entretener a los que vienen, y yo trabajo ahí con mis compañeros y mi mamá! —dijo con un enorme orgullo, señalándose con el pulgar—. ¿El día que vuelva os vendréis conmigo para verme actuar? ¡Sería la ostia, mamá se quedará flipando con vosotros! ¡Nunca ha visto un lagarto lila y a gente con cuernos! —señaló a ambos, más animado que antes por el tema de conversación.
Iba a preguntar un par de cosas pero Rayín estaba trasteando con la cocina. Damián se acercó con rapidez a curiosear y sonriendo ante la tarea que le mandó el lagarto.
—¡OKAY! —casi que gritó, buscando la madera—. Vamos a ver. Leñaaaa, leñaaa, leña, leeeeeeñññaaaaaaaaa¡aquí la tengo! —comprobó por su cuenta que la leña no estuviese húmeda, muchas veces se quedaban sin madera apropiada en el circo y eso le provocaba bañarse con agua fría cosa que odiaba. Con tres trozos algo gordos en sus brazos, que pesaban lo suyo, los llevó dirección a Rayín mientras lo escuchaba—. No tengo frio Rayín, ¡yo nuuuunca tengo frio! ¡El frio te tonifica, así soy más fuerte que el vinagre! —proclamó con palabras prestadas de algunos del circo, quitándose la chaqueta de Ethan en cuanto dejó los trozos al lado del lagarto. Tenía un poquillo, pero jamás lo admitiría además teniendo el cuerpo algo acostumbrado a ello. Se sacudió las manos con brío, yendo a por más.
Se percató del grupo de arriba, bajando. Estaba el gorila con cresta chulazo, el que lo regañó con la pierna algo chunga y la loca del coño. Estaba medio incómodo con Ethan, pero los demás como que le daba un poco igual. Aún estaba calentito por las formas de Connor y Kalna hacia él.
—¡De puta madre, ahora el mechero! ¡Nos hace falta, Rambo! —exigió colocando las manos para amplificar sus reclamos.
Luego de eso seguiría a lo suyo con la madera, cada vez llevando menos cantidad de una por lo que pesaba pero no cesando en ello. Al llamar a Connor antes no se percató de que estuvo llamando a Aniol y al bichito. Al ver a los dos cerca de pronto se sobresaltó un poco. Osea, el bicho pequeño que hacía ruidos graciosos le generaba gracia pero Aniol… Iba a responder al bichito planta, pero muchas cosas le enmudecían la bocaza. Estaba muy, muy raro con ese niño con cuernos, ese niño era bueno y él no bajo el juicio de Ethan. ¿Qué era lo que Aniol tenía para tener el favor y el regalo? Se lo preguntaría directamente pero… Damian sentía muchas ganas de hablar con el otro niño, nunca en su vida ha estado en esa situación bajo un mundo rodeado de adultos y por eso se le quedó mirando raro un buen rato. Ni un “hola” le salía, estaba confundido con ese “chico bueno de buen actuar”.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Sendar
22/04/23, 06:58 pm
Serena por supuesto se había llevado la misma impresión, aunque no escaló a más la situación. El chico arqueó una ceja con la información de la estatua, prestando aún así más atención a lo que había pasado con Abel. -Interesante, le echaré un vistazo luego.- comenzó para luego volver a mirar preocupado hacia la habitación donde Nohlem intentaba subirle los ánimos al joven -Eso espero. El pobre no ha parado de llevarse sustos desde que llegó.-
Se echó a un lado para que la chica pudiera entrar con el cubo. Que tuvieran un pozo allí dentro les ahorraba parte de los suministros, aunque la comida parecía que iban a tener que buscarla sí o sí. Justo cuando Serena pasó vio que Szczenyak también volvía con otro. -Me temo que no, solo llevo papel- le contestó. -Pero puedo ir a buscar alguno. No es buena idea que siga sin tratar- añadió esta vez para los dos.
Sin dudarlo, se dirigió a otra de las habitaciones que había en la planta baja. Se parecía a la otra, aunque estaba mejor iluminada por una ventana. Se acercó a al baúl que había al lado de la cama, encontrando ropa bastante variada. Pantalones, abrigos, camisetas... -Bingo- dijo para sí al vislumbrar entre todo el montón un pañuelo largo que sacó al momento. Desde luego no es que estuviera nuevo, pero no tenía polvo ni estaba tan mal como otras prendas. Ni tenía manchas... Se fijó en una camisa que había salido a luz al quitar el pañuelo. No se veía demasiado bien por el color de la prena y no quería sacarla por el terror que sería confirmar lo que parecía. Entre las cosas que había aprendido como futuro detective estaba el darse cuenta de detalles como aquel. Tenía claro que era sangre, un gran mancha de sangre seca para ser más exactos. -(¿Qué cojones le pasó?)- se preguntaba intentando encontrar una explicación que no involucrara un peligro real que, por desgracia, fuera probablemente el caso.
Movió la cabeza a los lados para dejar las hipótesis para más tarde. Ya tendría tiempo de investigar sobre aquello y la pintura de fuera, de momento había asuntos más importantes. También pensaría contar más adelante sobre esa camiseta, pero ahora mismo solo empeorarían los nervios colectivos si sacaba el tema. Además, el torreón parecía seguro. De momento al menos.
Rick salió de la habitación, justo para ver que la mayoría ya había vuelto de la exploración. Le alivió escuchar de Connor la noticia de que no había nadie más allí y era un paso a mejor que todos estuvieran de mejor humor (al menos aparentemente). Después de una rápida y leve sonrisa al ver que la cosa ya no andaba tan tensa, se acercó a Serena. Bromeó mientras le mostraba el pañuelo: -Marchando un pañuelo sin roña, recomendado para tratar cortes por 9 de cada 10 médicos- Volviendo a un tono más normal, añadió con confianza mientras se lo ofrecía por si acaso: -Todo tuyo, aunque si te hace falta una mano no me importa ayudar.-
Se echó a un lado para que la chica pudiera entrar con el cubo. Que tuvieran un pozo allí dentro les ahorraba parte de los suministros, aunque la comida parecía que iban a tener que buscarla sí o sí. Justo cuando Serena pasó vio que Szczenyak también volvía con otro. -Me temo que no, solo llevo papel- le contestó. -Pero puedo ir a buscar alguno. No es buena idea que siga sin tratar- añadió esta vez para los dos.
Sin dudarlo, se dirigió a otra de las habitaciones que había en la planta baja. Se parecía a la otra, aunque estaba mejor iluminada por una ventana. Se acercó a al baúl que había al lado de la cama, encontrando ropa bastante variada. Pantalones, abrigos, camisetas... -Bingo- dijo para sí al vislumbrar entre todo el montón un pañuelo largo que sacó al momento. Desde luego no es que estuviera nuevo, pero no tenía polvo ni estaba tan mal como otras prendas. Ni tenía manchas... Se fijó en una camisa que había salido a luz al quitar el pañuelo. No se veía demasiado bien por el color de la prena y no quería sacarla por el terror que sería confirmar lo que parecía. Entre las cosas que había aprendido como futuro detective estaba el darse cuenta de detalles como aquel. Tenía claro que era sangre, un gran mancha de sangre seca para ser más exactos. -(¿Qué cojones le pasó?)- se preguntaba intentando encontrar una explicación que no involucrara un peligro real que, por desgracia, fuera probablemente el caso.
Movió la cabeza a los lados para dejar las hipótesis para más tarde. Ya tendría tiempo de investigar sobre aquello y la pintura de fuera, de momento había asuntos más importantes. También pensaría contar más adelante sobre esa camiseta, pero ahora mismo solo empeorarían los nervios colectivos si sacaba el tema. Además, el torreón parecía seguro. De momento al menos.
Rick salió de la habitación, justo para ver que la mayoría ya había vuelto de la exploración. Le alivió escuchar de Connor la noticia de que no había nadie más allí y era un paso a mejor que todos estuvieran de mejor humor (al menos aparentemente). Después de una rápida y leve sonrisa al ver que la cosa ya no andaba tan tensa, se acercó a Serena. Bromeó mientras le mostraba el pañuelo: -Marchando un pañuelo sin roña, recomendado para tratar cortes por 9 de cada 10 médicos- Volviendo a un tono más normal, añadió con confianza mientras se lo ofrecía por si acaso: -Todo tuyo, aunque si te hace falta una mano no me importa ayudar.-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Sendar
23/04/23, 02:03 pm
Airi no sabía bien qué responderle a Damian, porque no había conocido a esa Akeyo, pero tampoco sabía muy bien qué responderle sobre las personas que les dieron aquel discurso. No podía asegurarle que creía que mentían, eso estaba claro. Hasta ahora, parecía que varias cosas dichas por ellos se estaban cumpliendo.
—A mi me trajo aquí un hombre que tampoco parecía malo… —fue lo único que pudo decir mientras bajaban las escaleras. Por suerte pronto se cambió de tema gracias a la pregunta acerca del circo.
»¡Vaya! Se parece a lo que hacen los artistas ambulantes en el sur. Solo que no hay carpas, actúan en los coliseos de las ciudades… Siempre he querido poder verlo. —Airi se rio al escuchar que serían una rareza para ver en su mundo. Al momento casi se sorprendió de lo rápido que se estaban adaptando a toda aquella locura—. Me encantaría ver ese circo tuyo también aunque yo fuese una de las atracciones. ¿Nos demostrarías tus talentos más tarde? Tengo curiosidad.
Ya en la cocina se distrajeron buscando la leña y los utensilios. Airi se alegró de que en su aldea aún quedasen cocinas tradicionales, gracias a la cercanía de algunas fuentes de leña, o la cocina de aquella torre podría haber sido totalmente un misterio para elle. Había muchos aspectos de su vida cotidiana que se parecían un poco a los pueblos del Norte, ya que eran una aldea pequeña con poca capacidad para transportar materiales para fabricar artefactos. Siempre le había dado lástima, pero al verse en aquella situación precaria casi parecía una ventaja.
—No debería ser muy difícil, los de arriba tenían una antorcha… —dijo tras Rägjynn— Espero que podamos encenderlo rápido porque yo también me muero de frío —agregó. Tras eso apiló también algunas ramitas y cortezas para facilitar el encendido y rebuscó en la cocina a ver qué más aparecía, encontrando una buena reserva de aceite y candiles bajo una alacena, con lo que parecía un chisquero.
—Oh, esto va a facilitar mucho las cosas —dijo con una sonrisa, apartándose para que el resto vieran el hallazgo. Aunque Damian ya se había ido a pedirle a Connor su fuente de fuego.
Los del piso de arriba habían llegado hacía nada, anunciando que estaban solos en la torre. Aquello era un alivio tremendo. Quien seguía tenso ahora era Tawar, por la mención de hacer fuego.
—Es un fuego controlado por la piedra que hay alrededor de la cocina, no tienes que preocuparte de nada —trató de tranquilizarlo.
—A mi me trajo aquí un hombre que tampoco parecía malo… —fue lo único que pudo decir mientras bajaban las escaleras. Por suerte pronto se cambió de tema gracias a la pregunta acerca del circo.
»¡Vaya! Se parece a lo que hacen los artistas ambulantes en el sur. Solo que no hay carpas, actúan en los coliseos de las ciudades… Siempre he querido poder verlo. —Airi se rio al escuchar que serían una rareza para ver en su mundo. Al momento casi se sorprendió de lo rápido que se estaban adaptando a toda aquella locura—. Me encantaría ver ese circo tuyo también aunque yo fuese una de las atracciones. ¿Nos demostrarías tus talentos más tarde? Tengo curiosidad.
Ya en la cocina se distrajeron buscando la leña y los utensilios. Airi se alegró de que en su aldea aún quedasen cocinas tradicionales, gracias a la cercanía de algunas fuentes de leña, o la cocina de aquella torre podría haber sido totalmente un misterio para elle. Había muchos aspectos de su vida cotidiana que se parecían un poco a los pueblos del Norte, ya que eran una aldea pequeña con poca capacidad para transportar materiales para fabricar artefactos. Siempre le había dado lástima, pero al verse en aquella situación precaria casi parecía una ventaja.
—No debería ser muy difícil, los de arriba tenían una antorcha… —dijo tras Rägjynn— Espero que podamos encenderlo rápido porque yo también me muero de frío —agregó. Tras eso apiló también algunas ramitas y cortezas para facilitar el encendido y rebuscó en la cocina a ver qué más aparecía, encontrando una buena reserva de aceite y candiles bajo una alacena, con lo que parecía un chisquero.
—Oh, esto va a facilitar mucho las cosas —dijo con una sonrisa, apartándose para que el resto vieran el hallazgo. Aunque Damian ya se había ido a pedirle a Connor su fuente de fuego.
Los del piso de arriba habían llegado hacía nada, anunciando que estaban solos en la torre. Aquello era un alivio tremendo. Quien seguía tenso ahora era Tawar, por la mención de hacer fuego.
—Es un fuego controlado por la piedra que hay alrededor de la cocina, no tienes que preocuparte de nada —trató de tranquilizarlo.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Sendar
23/04/23, 04:48 pm
Le dedicó un gesto afirmativo y una sonrisa de agradecimiento a Rick. Los ánimos le ayudarían con aquel rarito del que no sabía ni el nombre.
Esperó en vano una respuesta que llegó un buen rato después en forma de pregunta. La espera, por muy mínima que fuese realmente, le hizo impacientarse, cambiar el peso de una pierna a otra y pegar la oreja para escuchar a otros a su alrededor, pero tampoco quería que se le notase lo maleducado asi que procuró no voltear el rostro. La confirmación que tuvo tras la pregunta simple sí le hizo empatizar algo más, momento en el que se animó a pasar dentro.
—¿Raro? Raro es quedarse cortos. Este sitio es horrible —no se refería al interior del edificio sino a todo. Suspiró—. Soy el único varmano. ¿Tú estarías tranquilo si fueras el único en tu especie en un lugar así?
Suspiró otra vez. Nohlem seguía sin fiarse de él, no quería sincerarse de más ni exponerle sus miedos y preocupaciones, pero menos quería que le lanzase (otro) mal de ojo, que echase por tierra la suerte brindada por Tawar o peor aún, que le diera por asfixiarle de noche.
—Por supuesto que no estoy bien —"pensé que el lobo y el lagarto morado intimidaban, pero los humanos dais bastante más miedo" mejor si se ahorraba aquello. Se puso cerca de la cama pero no tuvo el valor de sentarse, así que solo se apoyó en la pared. Si a todo encima le sumaba lo de su hermana... —. Solo quiero volver a casa.
"Y saber qué ha pasado con Kahlo". Apretó los labios en una mueca parecida a una sonrisa sin serlo, cargada de inquietudes.
—Mi nombre es Nohlem —le tendió la mano—. Siento haberte insultado antes —mintió—. Estaba de todo menos tranquilo. ¿Tú nombre era...?
Esperó en vano una respuesta que llegó un buen rato después en forma de pregunta. La espera, por muy mínima que fuese realmente, le hizo impacientarse, cambiar el peso de una pierna a otra y pegar la oreja para escuchar a otros a su alrededor, pero tampoco quería que se le notase lo maleducado asi que procuró no voltear el rostro. La confirmación que tuvo tras la pregunta simple sí le hizo empatizar algo más, momento en el que se animó a pasar dentro.
—¿Raro? Raro es quedarse cortos. Este sitio es horrible —no se refería al interior del edificio sino a todo. Suspiró—. Soy el único varmano. ¿Tú estarías tranquilo si fueras el único en tu especie en un lugar así?
Suspiró otra vez. Nohlem seguía sin fiarse de él, no quería sincerarse de más ni exponerle sus miedos y preocupaciones, pero menos quería que le lanzase (otro) mal de ojo, que echase por tierra la suerte brindada por Tawar o peor aún, que le diera por asfixiarle de noche.
—Por supuesto que no estoy bien —"pensé que el lobo y el lagarto morado intimidaban, pero los humanos dais bastante más miedo" mejor si se ahorraba aquello. Se puso cerca de la cama pero no tuvo el valor de sentarse, así que solo se apoyó en la pared. Si a todo encima le sumaba lo de su hermana... —. Solo quiero volver a casa.
"Y saber qué ha pasado con Kahlo". Apretó los labios en una mueca parecida a una sonrisa sin serlo, cargada de inquietudes.
—Mi nombre es Nohlem —le tendió la mano—. Siento haberte insultado antes —mintió—. Estaba de todo menos tranquilo. ¿Tú nombre era...?
- ♪♫♬:
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
23/04/23, 05:38 pm
Räg tampoco sabía qué responderle a Damian y en realidad la mención a las personas del dragón levitante le hizo recordar una vez más las conexiones que había empezado a hacer al respecto del lugar dónde se encontraba. No era el momento de sacar el tema, pues además creía que era información que debería compartir con todo el grupo, por lo que se limitó a responder de la misma forma que Airi.
—A mí me visitó otro reptil llamado Giz. No era como yo: tenía pelo como el vuestro en la cabeza. De un color parecido al tuyo, en realidad —dijo mirando hacia la chica—. Y los rasgos eran distintos a los de cualquier mjörní que haya visto nunca. También parecía buena persona.
Por el momento se guardó otros detalles acerca de lo que le había dicho y se centró en la explicación de Damian que aunque no fue muy detallada al menos servía para hacerse una idea básica acerca de qué estaba hablando. Por lo menos al niño parecía apasionarle bastante el asunto y eso era positivo. Se rio suavemente cuando afirmó no tener frío nunca. Probablemente estaba exagerando, pero tal vez su mundo fuese de temperaturas más parecidas a aquel y ser de sangre caliente tenía que ayudar bastante.
—Yo tampoco he visto nunca nada igual —dijo tras Airi—. También hay artistas callejeros en Mjörne y a veces podía verlos en los mercadillos a los que iba con… mis amigos.
Acordarse de Skjë y Alys le trajo una punzada de culpabilidad y tristeza. ¿Qué les habría dicho Giz y cómo se lo habrían tomado? Necesitó reunir bastante fuerza de voluntad para seguir prestando atención a sus interlocutores en lugar de perderse en una maraña de pensamientos amargos mientras recogía de forma automática la leña que le pasaba el niño y la introducía en el hogar. Se forzó a sonreír.
>>Como vosotros no parece que conozcáis la magia estoy seguro de que si recuperase la capacidad de hacerla podría mostrarles cosas que nunca vieron —añadió al comentario acerca de formar parte de las atracciones—. Yo también tengo curiosidad por saber qué tipo de talentos tienes, Damian. ¿Sabes hacer malabares o algo parecido? Perdona si no tiene nada que ver, pero me estoy acordando de una chica muy talentosa que solía ver en el mercadillo que mencioné antes.
En ese momento bajaron los que habían explorado las plantas superiores, con Connor asegurándoles que la torre se encontraba vacía. Era un alivio saberlo, incluso si Rägjynn había contemplado esa opción como la más probable desde el principio. Aunque Damian ya había ido a pedirle su mechero, que suponía por el contexto que se trataba de aquel artilugio que emitía una llama, Airi encontró algo que sí le resultaba mucho más familiar. Los mjörnís no versados en la magia usaban artilugios como aquel a diario, a fin de cuentas.
—Oh, nunca he usado uno de esos, pero aprenderé observándoos.
Tawar parecía preocupado por el fuego, pero él sabía que el riesgo era mínimo. La propia Airi se encargó de explicarle básicamente lo mismo que él le habría dicho a le repobladore, por lo que se limitó a asentir en su dirección para reforzar el comentario con una sonrisa.
>>Yo no he visto agua —añadió para responder a su otra pregunta—. ¿Puedes olerla? Eso es muy útil —alabó a la pequeña criatura.
No había tenido tiempo ni de pensar en cosas como aquella, pero sin duda incluso si no por ese día no podían conseguir comida no era tan acuciante como la posible falta de una fuente de agua corriente.
—A mí me visitó otro reptil llamado Giz. No era como yo: tenía pelo como el vuestro en la cabeza. De un color parecido al tuyo, en realidad —dijo mirando hacia la chica—. Y los rasgos eran distintos a los de cualquier mjörní que haya visto nunca. También parecía buena persona.
Por el momento se guardó otros detalles acerca de lo que le había dicho y se centró en la explicación de Damian que aunque no fue muy detallada al menos servía para hacerse una idea básica acerca de qué estaba hablando. Por lo menos al niño parecía apasionarle bastante el asunto y eso era positivo. Se rio suavemente cuando afirmó no tener frío nunca. Probablemente estaba exagerando, pero tal vez su mundo fuese de temperaturas más parecidas a aquel y ser de sangre caliente tenía que ayudar bastante.
—Yo tampoco he visto nunca nada igual —dijo tras Airi—. También hay artistas callejeros en Mjörne y a veces podía verlos en los mercadillos a los que iba con… mis amigos.
Acordarse de Skjë y Alys le trajo una punzada de culpabilidad y tristeza. ¿Qué les habría dicho Giz y cómo se lo habrían tomado? Necesitó reunir bastante fuerza de voluntad para seguir prestando atención a sus interlocutores en lugar de perderse en una maraña de pensamientos amargos mientras recogía de forma automática la leña que le pasaba el niño y la introducía en el hogar. Se forzó a sonreír.
>>Como vosotros no parece que conozcáis la magia estoy seguro de que si recuperase la capacidad de hacerla podría mostrarles cosas que nunca vieron —añadió al comentario acerca de formar parte de las atracciones—. Yo también tengo curiosidad por saber qué tipo de talentos tienes, Damian. ¿Sabes hacer malabares o algo parecido? Perdona si no tiene nada que ver, pero me estoy acordando de una chica muy talentosa que solía ver en el mercadillo que mencioné antes.
En ese momento bajaron los que habían explorado las plantas superiores, con Connor asegurándoles que la torre se encontraba vacía. Era un alivio saberlo, incluso si Rägjynn había contemplado esa opción como la más probable desde el principio. Aunque Damian ya había ido a pedirle su mechero, que suponía por el contexto que se trataba de aquel artilugio que emitía una llama, Airi encontró algo que sí le resultaba mucho más familiar. Los mjörnís no versados en la magia usaban artilugios como aquel a diario, a fin de cuentas.
—Oh, nunca he usado uno de esos, pero aprenderé observándoos.
Tawar parecía preocupado por el fuego, pero él sabía que el riesgo era mínimo. La propia Airi se encargó de explicarle básicamente lo mismo que él le habría dicho a le repobladore, por lo que se limitó a asentir en su dirección para reforzar el comentario con una sonrisa.
>>Yo no he visto agua —añadió para responder a su otra pregunta—. ¿Puedes olerla? Eso es muy útil —alabó a la pequeña criatura.
No había tenido tiempo ni de pensar en cosas como aquella, pero sin duda incluso si no por ese día no podían conseguir comida no era tan acuciante como la posible falta de una fuente de agua corriente.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Sendar
24/04/23, 10:42 am
Colmillo frunció un poco el morro ante la insistencia de Serena de que no pasaba nada, pero rápidamente se dio cuenta de que no quería mostrarse débil frente a extraños, sentimiento con el que el vittya estaba totalmente de acuerdo, así decidió restarle importancia.
-Sin problema, pero debe ser una putada tener una herida justo en la planta del pie. Es como el sitio más jodido en cualquier situación. Aunque, bueno, no creo que nos movamos de aquí pronto, así que no es como si tuvieras que echarte a correr por ahora -dijo encogiéndose de hombros mientras se limpiaba los pies él mismo.
Rick se ofreció a buscar por el torreón algo que fuera útil, ya que estaba de acuerdo con Colmillo sobre la importancia de limpiar bien la herida.
-¡Ey! Sáltate la cocina, ya he buscado y no hay nada -le advirtió cuando ya se había alejado un poco. Luego volvió a dirigirse a Serena, simplemente para que supiera a dónde se dirigía-. Voy a echar esta agua sucia al foso de afuera.
Tal y como había dicho, Colmillo cogió el cubo de agua sucia y salió por la puerta principal con la intención de echarla en el foso que habían cruzado para entrar. Mientras lo hacía rápidamente, sin querer estar mucho fuera de la seguridad del torreón, se fijó de nuevo en el puente que habían cruzado para entrar, teniendo la sensación de que con él bajado estaban muy… expuestos. Con un escalofrío, volvió a entrar en el torreón mirando a su alrededor por si veía alguna manera de levantar el puente.
Justo entró cuando Connor bajaba y les decía que no había nadie más en los pisos de arriba, lo que le hizo soltar un suspiro de alivio.
-Oye, ¿alguno sabéis si hay alguna forma de levantar el puente de fuera? -les preguntó a Serena y Rick cuando este último volvió-. Creo que que esté así abierto de par en par es un poco llamar a que la mierda caiga.
Antes de salir, Colmillo había tenido la intención de ir al pozo a por más agua, pero el pelo de su cuerpo estaba erizado solo de pensar en el puente bajado y por el momento le pareció más importante descubrir cómo levantarlo.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Sendar
25/04/23, 01:15 pm
La presión de encontrarse totalmente solo en un mundo desconocido era una sombra vil que amenazaba con apoderarse de él poco a poco, de momento ya le había hecho llorar varias veces a pesar de no ser un niño especialmente miedoso. Aquella inseguridad constante se aferraba a él con saña, intentando sacudir sus pensamientos infantiles para recordarle que Rocavarancolia parecía la ciudad del Halloween, y no la morada de Santa Claus. Sin embargo, tenía razones de sobra para distraerse y navegar en una espiral de inconsciencia e ilusión por las formas y costumbres atípicas de sus compañeros. Lo cierto es que le trataban bien, e incluso más que bien. Cuando el Señor Perro Grande le llamó cachorro sonrió, sintiéndose respaldado por la presencia de alguien a quien ahora imaginaba que rondaría los cuarenta años, o los treinta, no manejaba muy bien las edades la verdad. Deseó tener orejitas y colita de perro porque de ser así habría movido esta última con energía. De ahora en adelante sería el cachorro Aniol. Aunque se identificara más con los renos que con el mundo canino.
Por otra parte, la dulzura con la que le trataron el chico de pelo anaranjado y el muchacho de ojos hermosos fue bien recibida. El pequeño se puso aún más contento cuando al terminar de explicar lo que era un elfo y un hada, ambos aludidos parecieron dar a entender que podían llegar a ser algo parecido, solo que en sus mundos. El joven incluso afirmó que sus padres hacían regalos muy importantes. ¿Acaso era el hijo de Papá y Mamá Noel? Entraría en detalles cuando volviera a su encuentro, ya que terminó por marcharse casi al mismo tiempo que lo hizo Rick.
Lo que definió aquel día como mágico, no fue encontrarse en una tierra prometida y hostil, ni la obviedad de que existieran criaturas de cuento que hablaban como los humanos, no. Lo que quedaría grabado en su cabecita como una fecha especial y repleta de ilusión fue el hecho inequívoco de que Tawar le pidiera permiso para subirse a su cabeza. Y eso era más de lo habría podido soñar jamás. ¡Siempre tuvo razón, las hadas existían! Y si eso era así, también lo hacían las brujas, los amuletos, la magia de su madre, el embrujo de un gato negro o un espejo roto. Y también rondaban por allí Nessie, ninfas y unicornios.
—Yo… ¡Claro que puedes subirte! —esgrimió, colorado por tal honor y casi a punto de implosionar cuando las patitas de la criatura le hicieron cosquillas en su cabello. Ahora era el portador de un hada, y tenía una misión clara. Al igual que a la grulla de papel protegería a Tawar con su vida—. ¡Sí, sí y sí! —respondió emocionado a toda la sarta de preguntas—. Las hadas de mi mundo protegen los bosques y sus semillas, y cuidan por el bienestar de los animalitos. Es muy poco común verlas porque suelen ahuyentar a los humanos ya que estos no respetan la naturaleza. ¡Pero yo jamás le haría nada a los árboles! Ni siquiera he pisado ni arrancado nunca una flor —supuso que ese era el motivo principal por el que Tawar le había elegido después del pelirrojo, indudablemente los dos integrantes más mágicos en los que habría considerado anidar en su cabeza.
Räg, la chica de los cuernos y Damian aparecieron por las escaleras, y aunque el italiano le dirigía miradas extrañas Aniol se unió a ellos, acercándose a uno de sus sitios favoritos siempre que entraba en un nuevo hogar, la cocina. Tuvo que luchar contra sus propios impulsos para alejarse unos pasitos de los trastos y utensilios de cocina cuando le repobladore pareció ser intimidado por la presencia de fuego. Seguramente no era un hada de la llama, y por eso se sentía más a gusto entre troncos y ramas.
—No pasa nada por estar… asustade… —dijo, algo confundido pero queriendo usar su lenguaje con respeto. Los movimientos de Aniol eran pausados y tranquilos, casi con exageración por temer que la criatura abandonara su cabeza—. El fuego nos da calorcito cuando hace frío, y puede cocinar algunos alimentos… verdad… ¿Damian? —preguntó, mirando con timidez al otro niño. Puede que no hubieran empezado con buen pie, pero se le hacía raro no cruzar palabra con él. Si su expresión no fuera torva le habría enseñado la espléndida grulla de Ethan, pero de momento, seguía acunando la figura entre sus manos como si se tratara de un huevo de oro—. Si quieres podemos irnos... —aventuró, no sin cierta pena. Había muchas cosas interesantes en aquel intento pobre de cocina, quizá pudiera hacer churritos con chocolate para todos cuando tuvieran comida—. Es un hada... —le susurró a los tres presentes con tono cómplice, como si Tawar no pudiera enterarse perfectamente—. Creo que por eso... está temerosa... temerose.
Por otra parte, la dulzura con la que le trataron el chico de pelo anaranjado y el muchacho de ojos hermosos fue bien recibida. El pequeño se puso aún más contento cuando al terminar de explicar lo que era un elfo y un hada, ambos aludidos parecieron dar a entender que podían llegar a ser algo parecido, solo que en sus mundos. El joven incluso afirmó que sus padres hacían regalos muy importantes. ¿Acaso era el hijo de Papá y Mamá Noel? Entraría en detalles cuando volviera a su encuentro, ya que terminó por marcharse casi al mismo tiempo que lo hizo Rick.
Lo que definió aquel día como mágico, no fue encontrarse en una tierra prometida y hostil, ni la obviedad de que existieran criaturas de cuento que hablaban como los humanos, no. Lo que quedaría grabado en su cabecita como una fecha especial y repleta de ilusión fue el hecho inequívoco de que Tawar le pidiera permiso para subirse a su cabeza. Y eso era más de lo habría podido soñar jamás. ¡Siempre tuvo razón, las hadas existían! Y si eso era así, también lo hacían las brujas, los amuletos, la magia de su madre, el embrujo de un gato negro o un espejo roto. Y también rondaban por allí Nessie, ninfas y unicornios.
—Yo… ¡Claro que puedes subirte! —esgrimió, colorado por tal honor y casi a punto de implosionar cuando las patitas de la criatura le hicieron cosquillas en su cabello. Ahora era el portador de un hada, y tenía una misión clara. Al igual que a la grulla de papel protegería a Tawar con su vida—. ¡Sí, sí y sí! —respondió emocionado a toda la sarta de preguntas—. Las hadas de mi mundo protegen los bosques y sus semillas, y cuidan por el bienestar de los animalitos. Es muy poco común verlas porque suelen ahuyentar a los humanos ya que estos no respetan la naturaleza. ¡Pero yo jamás le haría nada a los árboles! Ni siquiera he pisado ni arrancado nunca una flor —supuso que ese era el motivo principal por el que Tawar le había elegido después del pelirrojo, indudablemente los dos integrantes más mágicos en los que habría considerado anidar en su cabeza.
Räg, la chica de los cuernos y Damian aparecieron por las escaleras, y aunque el italiano le dirigía miradas extrañas Aniol se unió a ellos, acercándose a uno de sus sitios favoritos siempre que entraba en un nuevo hogar, la cocina. Tuvo que luchar contra sus propios impulsos para alejarse unos pasitos de los trastos y utensilios de cocina cuando le repobladore pareció ser intimidado por la presencia de fuego. Seguramente no era un hada de la llama, y por eso se sentía más a gusto entre troncos y ramas.
—No pasa nada por estar… asustade… —dijo, algo confundido pero queriendo usar su lenguaje con respeto. Los movimientos de Aniol eran pausados y tranquilos, casi con exageración por temer que la criatura abandonara su cabeza—. El fuego nos da calorcito cuando hace frío, y puede cocinar algunos alimentos… verdad… ¿Damian? —preguntó, mirando con timidez al otro niño. Puede que no hubieran empezado con buen pie, pero se le hacía raro no cruzar palabra con él. Si su expresión no fuera torva le habría enseñado la espléndida grulla de Ethan, pero de momento, seguía acunando la figura entre sus manos como si se tratara de un huevo de oro—. Si quieres podemos irnos... —aventuró, no sin cierta pena. Había muchas cosas interesantes en aquel intento pobre de cocina, quizá pudiera hacer churritos con chocolate para todos cuando tuvieran comida—. Es un hada... —le susurró a los tres presentes con tono cómplice, como si Tawar no pudiera enterarse perfectamente—. Creo que por eso... está temerosa... temerose.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Trish
Ficha de cosechado
Nombre: Serena
Especie: Humana
Habilidades: Astucia, agilidad y habilidad manualPersonajes : Serena: humana (1,60 cm)
Unidades mágicas : 5/5
Re: Torreón Sendar
25/04/23, 07:47 pm
Serena se dirigió hacia la cocina y dejó caer el cubo junto al resto que había reunido Colmillo. De momento tendrían suficiente para el primer día, por lo que el agua había dejado de ser uno de sus problemas. Exceptuando, eso sí, que no pensaba beber una sola gota hasta estar segura de que fuera potable.
—De acuerdo, voy a ver si hay alguna forma de hervir el agua para que no estemos todos enfermos mañana —contestó a Rick antes de verlo desaparecer en una de las habitaciones.
Le sorprendió la actitud del chico, pero no iba a quejarse si eso le permitía dejar de andar un rato y descansar el pie. Lo cierto era que desde el momento de la plaza no había vuelto a mostrar una actitud demasiado prepotente, aunque tampoco estaba segura de que ese fuera motivo suficiente para confiar en él.
Avanzó hacia el grupo de gente que se encontraba en la cocina, sin poder ocultar una mueca de desagrado al escuchar el irritante tono de voz de Damian. «¿Por qué le hacen caso? Es un auténtico incordio. Sería más fácil que nadie le diera tema de conversación.»
—¿Estáis bien? Hemos escuchado a alguien gritando hace un rato —se dirigió hacia Airi y Räg, ignorando completamente al niño—. Ah, y hemos entrado unos cuantos cubos de agua de un pozo que hay en el patio.
Comenzó a rebuscar entre los astillados armarios y cajones de la cocina, intentando dar con algo que les permitiera calentar el agua. Por suerte, no tardó en encontrar un cazo que, a pesar de estar oxidado, sería mejor opción que beber directamente del cubo. Dejó el cazo junto al fuego, para el momento en que encontraran la manera de encenderlo, justo cuando el resto del grupo bajó por las escaleras. Retrocedió hacia una de las esquinas en un intento de pasar desapercibida, aunque se esforzó en tratar de disimular su cojera al ver a Kalna. Por alguna razón, lo último que quería Serena era que aquella chica la siguiera considerando alguien débil.
—Oh. —Miró asombrada el pañuelo que le tendió Rick cuando este volvió a entrar en la cocina—. No te preocupes, me las puedo arreglar sola. Pero... Bueno, gracias.
Se dirigió de nuevo hacia los fuegos de la cocina, aún sorprendida de que alguien se hubiera preocupado en ofrecerle ayuda. No le gustaba tener que recibir ningún tipo de protección, pero parecía que desde que había llegado a esa ciudad no había hecho otra cosa. Volvió a coger el cazo y esperó a que encendieran el fuego, con el mechero de Connor no podrían tardar demasiado. Su única prioridad ahora mismo era desinfectar el pañuelo y limpiarse la herida. Además, comenzaba a sentirse demasiado cansada después de todo lo que había pasado, por lo que cuando el chico perro regresó proponiendo levantar el puente le pareció buena idea.
—El perro tiene razón —dijo en voz baja. Odiaba tener que hablar delante de tanta gente—. Lo mejor sería ir preparando todo para pasar aquí la noche... ¿no? Además, ahora que estamos casi todos, podríamos hablar de cuál es el plan para buscar comida y actuar a partir de ahora —concluyó mirando hacia el suelo. Si de momento no podía aportar demasiado esfuerzo físico, al menos intentaría contribuir con ideas.
—De acuerdo, voy a ver si hay alguna forma de hervir el agua para que no estemos todos enfermos mañana —contestó a Rick antes de verlo desaparecer en una de las habitaciones.
Le sorprendió la actitud del chico, pero no iba a quejarse si eso le permitía dejar de andar un rato y descansar el pie. Lo cierto era que desde el momento de la plaza no había vuelto a mostrar una actitud demasiado prepotente, aunque tampoco estaba segura de que ese fuera motivo suficiente para confiar en él.
Avanzó hacia el grupo de gente que se encontraba en la cocina, sin poder ocultar una mueca de desagrado al escuchar el irritante tono de voz de Damian. «¿Por qué le hacen caso? Es un auténtico incordio. Sería más fácil que nadie le diera tema de conversación.»
—¿Estáis bien? Hemos escuchado a alguien gritando hace un rato —se dirigió hacia Airi y Räg, ignorando completamente al niño—. Ah, y hemos entrado unos cuantos cubos de agua de un pozo que hay en el patio.
Comenzó a rebuscar entre los astillados armarios y cajones de la cocina, intentando dar con algo que les permitiera calentar el agua. Por suerte, no tardó en encontrar un cazo que, a pesar de estar oxidado, sería mejor opción que beber directamente del cubo. Dejó el cazo junto al fuego, para el momento en que encontraran la manera de encenderlo, justo cuando el resto del grupo bajó por las escaleras. Retrocedió hacia una de las esquinas en un intento de pasar desapercibida, aunque se esforzó en tratar de disimular su cojera al ver a Kalna. Por alguna razón, lo último que quería Serena era que aquella chica la siguiera considerando alguien débil.
—Oh. —Miró asombrada el pañuelo que le tendió Rick cuando este volvió a entrar en la cocina—. No te preocupes, me las puedo arreglar sola. Pero... Bueno, gracias.
Se dirigió de nuevo hacia los fuegos de la cocina, aún sorprendida de que alguien se hubiera preocupado en ofrecerle ayuda. No le gustaba tener que recibir ningún tipo de protección, pero parecía que desde que había llegado a esa ciudad no había hecho otra cosa. Volvió a coger el cazo y esperó a que encendieran el fuego, con el mechero de Connor no podrían tardar demasiado. Su única prioridad ahora mismo era desinfectar el pañuelo y limpiarse la herida. Además, comenzaba a sentirse demasiado cansada después de todo lo que había pasado, por lo que cuando el chico perro regresó proponiendo levantar el puente le pareció buena idea.
—El perro tiene razón —dijo en voz baja. Odiaba tener que hablar delante de tanta gente—. Lo mejor sería ir preparando todo para pasar aquí la noche... ¿no? Además, ahora que estamos casi todos, podríamos hablar de cuál es el plan para buscar comida y actuar a partir de ahora —concluyó mirando hacia el suelo. Si de momento no podía aportar demasiado esfuerzo físico, al menos intentaría contribuir con ideas.
No existen los finales felices; son espejismos. No te cuentan que siempre, al final, todos mueren.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Sendar
25/04/23, 11:26 pm
Nohlem se acercó a donde estaba, y observándolo más de cerca, se dio cuenta de como lucía; altivo, seguro de sí mismo y descarado. Es decir, todo lo contrario que él. Envidiaba esas cualidades y las creía propias de alguien poseedor de un tipo de coraje que a él le faltaba, por eso le extrañaba que el otro joven también estuviese intranquilo. Aun así, podía entender perfectamente lo que era sentirse solo en el mundo y era capaz de empatizar con la situación del chico.
Al nombrar a su raza, sintió el impulso de preguntarle más sobre esta. Después de todo, el chico lucía como un verdadero ser mágico. De hecho, era de lo más típicamente “fantástico” que se había encontrado en Rocavarancolia, lo que le daba algo de esperanzas en encontrar más cosas que confirmasen la magia novelesca de dicho mundo.
El chico se disculpó por el insulto, pero Abel intuyó que mentía. Se había pasado la vida siendo un observador pasivo del mundo que lo rodeaba, por lo que inconscientemente había desarrollado una habilidad para detectar cosas así. Le dio rabia no sentirse capaz de creerse del todo sus palabras, porque, aunque le costaba admitirlo, le había sentado bien que el chico se hubiese detenido a hablar con él.
- Abel – le contestó, algo más tranquilo. - Yo también quiero pediros a todos perdón por el espectáculo. – murmuró cabizbajo. Y aunque sus palabras eran sinceras, no las había verbalizado solo con la intención de disculparse, sino que en el fondo lo que también quería era hacerle sentir un poquito culpable por comparación.
Aun estando indeciso sobre como juzgar al muchacho, concluyó que lo positivo pesaba más en la balanza. Había escuchado con detenimiento todo lo que este le había contado y por ello quiso responderle adecuadamente, así que hizo un esfuerzo por transmitirle también que había comprendido sus circunstancias
- Es muy duro sentirse solo. -consiguió articular. Luego se paró un poco a pensar lo siguiente que quería decir y murmuró casi de forma casi inaudible– Me pasa igual…
Le costó mucho decir esas dos simples frases, pero después de hacerlo se empezó a sentir algo mejor, como si se hubiese quitado peso de encima tras hablar con alguien en su misma situación. Además, tras haber hablado con él, había encontrado en Nohlem no solo a un chico un poco más agradable de lo que inicialmente pensaba, sino también a alguien con quien sentir cierta competencia, lo que le animaba a no rendirse con sus objetivos de cambio. Por dichos motivos, Abel se puso de pie lenta y costosamente.
Aunque su cuerpo y su mente deseaban seguir en la cama, su corazón le decía que debía intentar colaborar con el resto de sus compañeros. Haría muy poco, solo lo que le mandarán y supiese con certeza tener la capacidad de gestionar. No se atrevía a más después de haber obrado tan absurdamente, pero por algún lado tendría que empezar.
De esta manera, se quedó mirando a Nohlem con indecisión y sin saber por donde empezar, hasta que finalmente suspiró y le preguntó:
- ¿Habéis hablado sobre qué hacer ahora?
Al nombrar a su raza, sintió el impulso de preguntarle más sobre esta. Después de todo, el chico lucía como un verdadero ser mágico. De hecho, era de lo más típicamente “fantástico” que se había encontrado en Rocavarancolia, lo que le daba algo de esperanzas en encontrar más cosas que confirmasen la magia novelesca de dicho mundo.
El chico se disculpó por el insulto, pero Abel intuyó que mentía. Se había pasado la vida siendo un observador pasivo del mundo que lo rodeaba, por lo que inconscientemente había desarrollado una habilidad para detectar cosas así. Le dio rabia no sentirse capaz de creerse del todo sus palabras, porque, aunque le costaba admitirlo, le había sentado bien que el chico se hubiese detenido a hablar con él.
- Abel – le contestó, algo más tranquilo. - Yo también quiero pediros a todos perdón por el espectáculo. – murmuró cabizbajo. Y aunque sus palabras eran sinceras, no las había verbalizado solo con la intención de disculparse, sino que en el fondo lo que también quería era hacerle sentir un poquito culpable por comparación.
Aun estando indeciso sobre como juzgar al muchacho, concluyó que lo positivo pesaba más en la balanza. Había escuchado con detenimiento todo lo que este le había contado y por ello quiso responderle adecuadamente, así que hizo un esfuerzo por transmitirle también que había comprendido sus circunstancias
- Es muy duro sentirse solo. -consiguió articular. Luego se paró un poco a pensar lo siguiente que quería decir y murmuró casi de forma casi inaudible– Me pasa igual…
Le costó mucho decir esas dos simples frases, pero después de hacerlo se empezó a sentir algo mejor, como si se hubiese quitado peso de encima tras hablar con alguien en su misma situación. Además, tras haber hablado con él, había encontrado en Nohlem no solo a un chico un poco más agradable de lo que inicialmente pensaba, sino también a alguien con quien sentir cierta competencia, lo que le animaba a no rendirse con sus objetivos de cambio. Por dichos motivos, Abel se puso de pie lenta y costosamente.
Aunque su cuerpo y su mente deseaban seguir en la cama, su corazón le decía que debía intentar colaborar con el resto de sus compañeros. Haría muy poco, solo lo que le mandarán y supiese con certeza tener la capacidad de gestionar. No se atrevía a más después de haber obrado tan absurdamente, pero por algún lado tendría que empezar.
De esta manera, se quedó mirando a Nohlem con indecisión y sin saber por donde empezar, hasta que finalmente suspiró y le preguntó:
- ¿Habéis hablado sobre qué hacer ahora?
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Sendar
26/04/23, 05:19 pm
No pudo evitar soltar un bufido de risa ante la incrdulidad de Ethan.
—No. La gente se muere pronto.
Era lo que había, qué se le iba a hacer. Al menos la explicación de que normalmente no sentían dolor había tranquilizado algo sus nervios, aunque no dejara de parecerle que los humanos estaban rotos: al menos a Serena dejaría de dolerle el pie en algún momento, y entonces tendrían a dos personas capaces de luchar.
Las preocupaciones sobre si eran más, o si tendrían comida para todos hicieron que rodase los ojos. «Por la Reina Madre…¿es que no saben absolutamente nada?». Era obvio que no, especialmente cuando habían comentado que les habían secuestrado, pero le seguía siendo tan extraño que no les hubieran dado ni un mínimo de información. Respecto a la comida ella tampoco tenía ni idea, pero sabía con seguridad que había más gente. No llegó a formular una respuesta, porque Connor ya se había dedicado a ello. Lo llevaba claro si pensaba que él iba a estar por encima de Ilol, cómo se atrevía.
Bajó en silencio, con los labios apretados. Tener que convivir con un masculinista era, sin duda, lo peor que le había pasado en todo el día. De hecho, probablemente era lo peor que le había pasado en la vida. Aprovechó los tramos de escaleras para mentalizarse de aquello, sin prestar demasiada atención a Ethan y las figuritas que estaba haciendo con papeles.
—Voy a subir el puente; el mecanismo está abajo —informó tras Connor.
Aprovechó a coger la antorcha que había dejado encendida para bajar, y tras dejar la espada y subir el puente volvió a la cocina.
»Por cierto, Serena, tienes armas abajo.
No le pareció necesario informar del hecho a los demás, porque eran hombres, y tampoco veía necesidad de quedarse en la cocina rodeada de gente cuando ella, como mujer, no pintaba nada allí. Se sentó en uno de los sillones del salón (rezando porque no estuviera plagado de bichos), mirando a los de la cocina. ¿Cuánta gente necesitaban para calentar algo de agua? ¿Es que ninguno podía ponerse a hacer lo que les correspondía y limpiar un poco?
Bufó. Iba a ser un día muy largo.
—No. La gente se muere pronto.
Era lo que había, qué se le iba a hacer. Al menos la explicación de que normalmente no sentían dolor había tranquilizado algo sus nervios, aunque no dejara de parecerle que los humanos estaban rotos: al menos a Serena dejaría de dolerle el pie en algún momento, y entonces tendrían a dos personas capaces de luchar.
Las preocupaciones sobre si eran más, o si tendrían comida para todos hicieron que rodase los ojos. «Por la Reina Madre…¿es que no saben absolutamente nada?». Era obvio que no, especialmente cuando habían comentado que les habían secuestrado, pero le seguía siendo tan extraño que no les hubieran dado ni un mínimo de información. Respecto a la comida ella tampoco tenía ni idea, pero sabía con seguridad que había más gente. No llegó a formular una respuesta, porque Connor ya se había dedicado a ello. Lo llevaba claro si pensaba que él iba a estar por encima de Ilol, cómo se atrevía.
Bajó en silencio, con los labios apretados. Tener que convivir con un masculinista era, sin duda, lo peor que le había pasado en todo el día. De hecho, probablemente era lo peor que le había pasado en la vida. Aprovechó los tramos de escaleras para mentalizarse de aquello, sin prestar demasiada atención a Ethan y las figuritas que estaba haciendo con papeles.
—Voy a subir el puente; el mecanismo está abajo —informó tras Connor.
Aprovechó a coger la antorcha que había dejado encendida para bajar, y tras dejar la espada y subir el puente volvió a la cocina.
»Por cierto, Serena, tienes armas abajo.
No le pareció necesario informar del hecho a los demás, porque eran hombres, y tampoco veía necesidad de quedarse en la cocina rodeada de gente cuando ella, como mujer, no pintaba nada allí. Se sentó en uno de los sillones del salón (rezando porque no estuviera plagado de bichos), mirando a los de la cocina. ¿Cuánta gente necesitaban para calentar algo de agua? ¿Es que ninguno podía ponerse a hacer lo que les correspondía y limpiar un poco?
Bufó. Iba a ser un día muy largo.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Torreón Sendar
27/04/23, 12:30 am
Connor y Kalna eran rápidos, y no estaban cojos que era un buen punto a tener en cuenta. Podrían haber regresado a la última planta y volver a bajar y aún se habrían cruzado con Ethan tratando de superar las escaleras. Era un tema, pero al menos él no tenía prisa ninguna. Las palabras del fisio resonaban en su cabeza recordando como durante las últimas semanas decidió ignorar los ejercicios, y vaya que sí se notaba. Pisaba los escalones de forma torpe, esforzándose principalmente en que un tropezón no le hiciera acabar de boca contra el suelo.
Cuando llegó a la planta baja estaba harto. Sin capacidad de disimular la lesión y con la frustración de verse menguado por la misma. Lo primero que hizo fue dirigirse a la cocina viendo que al parecer había reunión de gente mientras encendían los fuegos.
-Tenemos suficientes cuartos como para que quien quiera pueda descansar solo. Pero la gran mayoría son comunales, así que podéis ir pensando con quienes preferirías compartir si es el caso. Ah y dos baños ... pero bueno… nada muy útil. No sé porque todo lo de esta casa son harapos. Sobran toallas, ropa y trapos. -En un momento dado se dirigió específicamente a Serena, viendo que se las estaba ingeniando para tratar el corte. - Eso sí ningún botiquín, no hay forma de curar nada así que por favor tened cuidado... ¿Qué tal vas? Si sientes que va a peor por favor no dudes en decírnoslo para poder ayudar.
Se lo dijo con notable preocupación. Un corte por pequeño que fuera podría infectarse y más en un sitio tan polvoriento como ese. Estaba realmente alarmado ante la falta de recursos. Pero, como si ignorara su propia condición fue a tomar una de las escobas y se dirigió al salón. Al menos, cuando la apoyaba servía de un bastón temporal. Colocó la pequeña grulla sobre la mesa para que no se estropease y se puso a ello.
Ignoro el dolor como llevaba haciendo desde que le negó la ayuda a Kalna y empezó a barrer la sala común. Sinceramente, si paraba ahora se sentiría tan inutil que prefería lidiar con las punzadas que con la frustración. Tenía tan automatizado el limpiar desde que en su casa los días se llenaban de horas muertas, que la cojera apenas le resultaba un impedimento comparado con la cabezonería de poder hacer algo de provecho. Cuando terminara el salón seguiría en línea recta al comedor y después a la cocina. En su cabeza ya se estaba dibujando un mapa y una trayectoria a seguir. Dejar los cuartos habitables, limpiar los muebles con un paño, asegurarse de que las tinas estaban aptas para el uso, tratar de quitar toda la polvareda del suelo…
Cualquier cosa que pudiera tener su cabeza tan ocupada como para olvidar el absurdo de la situación que estaban viviendo.
Cuando llegó a la planta baja estaba harto. Sin capacidad de disimular la lesión y con la frustración de verse menguado por la misma. Lo primero que hizo fue dirigirse a la cocina viendo que al parecer había reunión de gente mientras encendían los fuegos.
-Tenemos suficientes cuartos como para que quien quiera pueda descansar solo. Pero la gran mayoría son comunales, así que podéis ir pensando con quienes preferirías compartir si es el caso. Ah y dos baños ... pero bueno… nada muy útil. No sé porque todo lo de esta casa son harapos. Sobran toallas, ropa y trapos. -En un momento dado se dirigió específicamente a Serena, viendo que se las estaba ingeniando para tratar el corte. - Eso sí ningún botiquín, no hay forma de curar nada así que por favor tened cuidado... ¿Qué tal vas? Si sientes que va a peor por favor no dudes en decírnoslo para poder ayudar.
Se lo dijo con notable preocupación. Un corte por pequeño que fuera podría infectarse y más en un sitio tan polvoriento como ese. Estaba realmente alarmado ante la falta de recursos. Pero, como si ignorara su propia condición fue a tomar una de las escobas y se dirigió al salón. Al menos, cuando la apoyaba servía de un bastón temporal. Colocó la pequeña grulla sobre la mesa para que no se estropease y se puso a ello.
Ignoro el dolor como llevaba haciendo desde que le negó la ayuda a Kalna y empezó a barrer la sala común. Sinceramente, si paraba ahora se sentiría tan inutil que prefería lidiar con las punzadas que con la frustración. Tenía tan automatizado el limpiar desde que en su casa los días se llenaban de horas muertas, que la cojera apenas le resultaba un impedimento comparado con la cabezonería de poder hacer algo de provecho. Cuando terminara el salón seguiría en línea recta al comedor y después a la cocina. En su cabeza ya se estaba dibujando un mapa y una trayectoria a seguir. Dejar los cuartos habitables, limpiar los muebles con un paño, asegurarse de que las tinas estaban aptas para el uso, tratar de quitar toda la polvareda del suelo…
Cualquier cosa que pudiera tener su cabeza tan ocupada como para olvidar el absurdo de la situación que estaban viviendo.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
27/04/23, 08:13 pm
Connor seguía sentado en el pedestal de la estatua, con la espalda apoyada en ésta. Observaba meditabundo el mechero mientras seguía fumando. Lo abría y cerraba de manera constante como si él fuera una máquina de alguna fábrica, sin conciencia y con la única misión de "abrir/cerrar". Lo había usado antes de encenderse el cigarrillo cuando el jodido niño repelente le había pedido que encendiera el fuego en la cocina y ahora no podía dejar de mirarlo. Aunque sus ojos estuvieran posados en aquel objeto lo cierto es que su cabeza estaba muy lejos de allí, en el día anterior cuando fue secuestrado por esa maldita bruja de mierda.
Había transcurrido como otro cualquiera. Levantarse, desayunar y ponerse a trabajar en cualquiera de las múltiples actividades de las que se hacían cargo los Wyverns, en la que le dijera Eva o alguno de sus superiores. Aquel día fue especialmente tranquilo, cubriendo uno de los puestos de mecánico en el taller del club. El único negocio de los que tenían que era legal, y que hacía de tapadilla para el resto no tan legales.
Pero la noche no había sido nada tranquila. Llena de fiesta, música, bebida y risas en la sede de la banda. Habían celebrado la entrada a un nuevo miembro, cosa que no era fácil, así que merecía una celebración igual de importante y llena de alegría. <<Joder, si no hubiera salido a tomar el aire...a lo mejor no me habría secuestrado esa cabrona.>> Pensó mientras cerraba con fuerza y por última vez el mechero, para luego guardárselo entre caladas al cigarrillo, su rostro transformado por la rabia. Hacia aquella ciudad, pero sobre todo a sí mismo por haber sido tan gilipollas y haber permitido que lo engañaran de esa manera. Ahora estaba perdido en aquel lugar. Completamente solo como no lo estaba desde que tenía diez años, cuando Eva lo sacó de las calles y lo integró dentro de aquella banda de moteros que él llamaba familia. Creía que nunca más volvería a sentirse así, solo y perdido. Odiaba esa puta sensación.
Un ruido lo distrajo y lo sacó de sus pensamientos. Connor hasta lo agradeció, ya que su jodida mente empezaba a decir de nuevo aquellos nombres prohibidos. Nombres que solían salir en situaciones como aquellas, cuando más vulnerable o nostálgico se sentía: Sean, Rhona, Yasser... El ruido provenía de aquel perro humanoide cuyo nombre todavía era incapaz de aprenderse, que acababa de entrar al patio con un cubo y gesto enfadado. Rápidamente el motero adoptó una actitud más fría y neutra, enmascarando los sentimientos que podía haber mostrado antes, desechándolos a un cajón de su mente que por desgracia no tenía candado y que seguramente volverían a escaparse en el futuro.
-¿Qué cojones ha pasado?- Le preguntó con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido, curioso por el motivo de su enfado.- El enano de mierda no estará dando por culo de nuevo, ¿verdad?- Dijo con un ligero tono de molestia en su voz. Ya se esperaba todo de Damian.
No se le había olvidado cómo había conocido a ese ser canino en la mazmorra, ni lo violento que se había puesto con él para defender a Aniol. Ahora que se entendían y hablaban el mismo idioma, Connor esperaba que comprendiera los motivos de aquellas acciones. Si no lo hacía tampoco es que le importara demasiado, pero mientras tuviera que vivir con ellos prefería no tener malos rollos con nadie si no era necesario.
-¿Cómo decías que te llamabas?- Le preguntó dándole una de las últimas caladas que le quedaban al cigarrillo.
Había transcurrido como otro cualquiera. Levantarse, desayunar y ponerse a trabajar en cualquiera de las múltiples actividades de las que se hacían cargo los Wyverns, en la que le dijera Eva o alguno de sus superiores. Aquel día fue especialmente tranquilo, cubriendo uno de los puestos de mecánico en el taller del club. El único negocio de los que tenían que era legal, y que hacía de tapadilla para el resto no tan legales.
Pero la noche no había sido nada tranquila. Llena de fiesta, música, bebida y risas en la sede de la banda. Habían celebrado la entrada a un nuevo miembro, cosa que no era fácil, así que merecía una celebración igual de importante y llena de alegría. <<Joder, si no hubiera salido a tomar el aire...a lo mejor no me habría secuestrado esa cabrona.>> Pensó mientras cerraba con fuerza y por última vez el mechero, para luego guardárselo entre caladas al cigarrillo, su rostro transformado por la rabia. Hacia aquella ciudad, pero sobre todo a sí mismo por haber sido tan gilipollas y haber permitido que lo engañaran de esa manera. Ahora estaba perdido en aquel lugar. Completamente solo como no lo estaba desde que tenía diez años, cuando Eva lo sacó de las calles y lo integró dentro de aquella banda de moteros que él llamaba familia. Creía que nunca más volvería a sentirse así, solo y perdido. Odiaba esa puta sensación.
Un ruido lo distrajo y lo sacó de sus pensamientos. Connor hasta lo agradeció, ya que su jodida mente empezaba a decir de nuevo aquellos nombres prohibidos. Nombres que solían salir en situaciones como aquellas, cuando más vulnerable o nostálgico se sentía: Sean, Rhona, Yasser... El ruido provenía de aquel perro humanoide cuyo nombre todavía era incapaz de aprenderse, que acababa de entrar al patio con un cubo y gesto enfadado. Rápidamente el motero adoptó una actitud más fría y neutra, enmascarando los sentimientos que podía haber mostrado antes, desechándolos a un cajón de su mente que por desgracia no tenía candado y que seguramente volverían a escaparse en el futuro.
-¿Qué cojones ha pasado?- Le preguntó con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido, curioso por el motivo de su enfado.- El enano de mierda no estará dando por culo de nuevo, ¿verdad?- Dijo con un ligero tono de molestia en su voz. Ya se esperaba todo de Damian.
No se le había olvidado cómo había conocido a ese ser canino en la mazmorra, ni lo violento que se había puesto con él para defender a Aniol. Ahora que se entendían y hablaban el mismo idioma, Connor esperaba que comprendiera los motivos de aquellas acciones. Si no lo hacía tampoco es que le importara demasiado, pero mientras tuviera que vivir con ellos prefería no tener malos rollos con nadie si no era necesario.
-¿Cómo decías que te llamabas?- Le preguntó dándole una de las últimas caladas que le quedaban al cigarrillo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
29/04/23, 11:12 pm
Estar rodeade de gigantes era como... casi como estar en una gran reunión sin orden ni turnos de palabra en su colonia. Era un caos. Le costaba centrarse solo en gigantes concretos porque además a veces mencionaban cosas interesantes. ¿Que la entrada era, de alguna forma incomprensible, un puente que podían alzar? Tenían razón en lo de cerrar el refugio, pero ¿qué era lo que pretendían? O si no, ¿Szczenyak era un "perro", tal y como le había llamado Serena? Sonaba peor que "peludito" como le llamaba Tawar, la verdad. O también... ¿Había armas allí dentro? ¿Para qué las iban a necesitar, y cómo iban a usarlas siquiera? Elle no tenía ni idea de soplar dardos o fabricar venenos, ¿acaso sabían elles? También le había llegado la enumeración sobre las cosas que había en el edificio pero... caray, sí que necesitaban cosas. Para vivir allí, Tawar se podía apañar con un huequito oscuro en cualquier sitio, preferiblemente mullidito, cercanía de agua y tierra para hundir los pies, y una buena cantidad de luz solar.
Lo que sí le quedaba más claro según les atendía era que conocían medios de sobra para manipular y controlar el fuego, y que lo utilizaban con gusto tanto para iluminarse como para preparar alimentos. Casi como algunes de elles en las colonias de los bosques, vaya, solo que recurrían al fuego en ocasiones muy puntuales. Confiaba lo justo en les Gigantes Amables que le rodeaban, y aún menos de lo justo en sus habilidades en general y en particular con respecto al fuego, pero parecían convencides a la hora de recurrir a este y manejaban con seguridad útiles como antorchas y "mecheros", una suerte de artefacto que creaba chispas.
Al menos, pensaba, otres del grupo habían traído cubos de agua y había sabido entonces que fuera había un pozo. ¡Un pozo! Podrían protegerse con el agua si les iba mal la experiencia con el fuego y, más importante, hidratarse como se debía. Así que, además de centrarse en unos Gigantes concretos, decidió centrarse también en conseguir una poca.
—Aniol, te creo, gracias. Y Serena o alguien de vosotres, ¿os importa si cogéis agua para mí en algún recipiente como el que está usando Serena? Necesito darle un buen trago y remojarme. Tendré frío después pero confío en vosotres y en que no me quemaré si me arrimo a la leña para calentarme.
Eso último lo decía también para convencerse a sí misme, pues no lo tenía tan claro. Y aun así, necesitaba beber de una vez pero no iba a ser capaz de coger esos recipientes tan grandes que había en la cocina. Por lo menos confiaba cada vez en más de elles, y Aniol le encandilaba. Ojalá pudiera ir a su mundo y conocer a ese otro tipo de repobladores que moraban en sus bosques. Pero también le gustaba que le llamara "hada" y sonreía con orgullo cada vez que lo hacía.
Lo que sí le quedaba más claro según les atendía era que conocían medios de sobra para manipular y controlar el fuego, y que lo utilizaban con gusto tanto para iluminarse como para preparar alimentos. Casi como algunes de elles en las colonias de los bosques, vaya, solo que recurrían al fuego en ocasiones muy puntuales. Confiaba lo justo en les Gigantes Amables que le rodeaban, y aún menos de lo justo en sus habilidades en general y en particular con respecto al fuego, pero parecían convencides a la hora de recurrir a este y manejaban con seguridad útiles como antorchas y "mecheros", una suerte de artefacto que creaba chispas.
Al menos, pensaba, otres del grupo habían traído cubos de agua y había sabido entonces que fuera había un pozo. ¡Un pozo! Podrían protegerse con el agua si les iba mal la experiencia con el fuego y, más importante, hidratarse como se debía. Así que, además de centrarse en unos Gigantes concretos, decidió centrarse también en conseguir una poca.
—Aniol, te creo, gracias. Y Serena o alguien de vosotres, ¿os importa si cogéis agua para mí en algún recipiente como el que está usando Serena? Necesito darle un buen trago y remojarme. Tendré frío después pero confío en vosotres y en que no me quemaré si me arrimo a la leña para calentarme.
Eso último lo decía también para convencerse a sí misme, pues no lo tenía tan claro. Y aun así, necesitaba beber de una vez pero no iba a ser capaz de coger esos recipientes tan grandes que había en la cocina. Por lo menos confiaba cada vez en más de elles, y Aniol le encandilaba. Ojalá pudiera ir a su mundo y conocer a ese otro tipo de repobladores que moraban en sus bosques. Pero también le gustaba que le llamara "hada" y sonreía con orgullo cada vez que lo hacía.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Sendar
30/04/23, 11:41 am
En un principio tanto Rag como Airi no hablaban de la misma persona en la que Damian pensaba. En su cerebro hizo ya el click de que no todos eran recogidos por la misma persona, ¿se dividirían la tarea? No parecían malos, a comparación de como otros en el torreón describían a Akeyo, por ejemplo. No les han hecho daño, solo los están ayudando a obtener poderes chulos, ¿no?
—Jeje, puedo hacer muchas cosas —dijo obviamente halagado por la curiosidad de ambos, con los colores subidos—. Los malabares son faaaciles, tiene truco pero es una cosa que está tirada de hacer. ¡Luego os enseño! —y no mentía, se le daba muy bien incluso con objetos de distinto peso.
Damian acabó de llevar casi todos los troncos, con sus manos y brazos algo sucios por tocarlos. Simplemente se sacudió las manos, escuchando de Airi que encontraron una, ¿cosa para hacer fuego? Entendía los mecheros y las antorchas pero lo que tenía la persona con cuernos en sus manos no. Apoyó sus brazos en jarra, suspirando sonoramente.
Lo que sí notó es que la cocina cada vez estaba más llena de gente. ¿Que pintaba la de pelo rojo ahí? Se bastaban solos, que se fuese. Le caía un poco de aquella manera por el espectáculo del corte en el pie, la veía muy torpe para ser tan mayor. No haciendo mucho caso observó como encendían el fuego con aquella cacharra que le sorprendió como funcionaba finalmente, sonriendo mucho al ver las primeras llamas y susurrando un “como mola, uuuu”.
El perro también asomó el hocico… y el listillo... y la loca… y Ethan. El circense estaba muy, muy apurado, los que faltaban. ¿Por qué tanta gente? Prefirió ignorarlos aposta, no quería más fregados con adultos. El que parecía asustado un poco por la cara del fuego era el bichito. Le hizo gracia por la lastimita que le generaba, tan pequeño y asustadizo. El otro, el niño gordito, se puso a hablar con la cosilla esa enana pero no se esperó que lo llamase por su nombre, girando su cabeza hacia Aniol.
—Si… Eeees lo que hace el fuego, ¿no Agnol? —no sabía qué contestar, si eso darle la razón tampoco decía nada extraño. El fuego es fuego, no había demasiado misterio. Su cara de poker era monumental, rompiéndola en un semblante algo tímido mezclado con incomodidad y mirando al fuego—. El fuego quema pero está calentito, bichito —le habló al ser pequeño, en una forma de dirigirle la palabra. Aniol habló por lo bajo, diciendo cosas de que es un hada lo que tenía en su cabeza—. ¿Un hada? ¿Temerose? Okay… seguro que no es como nosotros el bicho ese, se acojona muy rápido —dijo con unos susurros no susurros, audibles para cualquiera. No le quitaba ojo a Aniol en los momentos de silencio, le generaba mucha curiosidad aquel niño.
Finalmente el perro y la pelirroja dijeron algo sabio, girando su cabezota hacia ellos—. ¡Si porfa! ¡Quiero comida, vamos, vamos! —exclamó a Serena, ella le recordó que tenía hambre.
—Jeje, puedo hacer muchas cosas —dijo obviamente halagado por la curiosidad de ambos, con los colores subidos—. Los malabares son faaaciles, tiene truco pero es una cosa que está tirada de hacer. ¡Luego os enseño! —y no mentía, se le daba muy bien incluso con objetos de distinto peso.
Damian acabó de llevar casi todos los troncos, con sus manos y brazos algo sucios por tocarlos. Simplemente se sacudió las manos, escuchando de Airi que encontraron una, ¿cosa para hacer fuego? Entendía los mecheros y las antorchas pero lo que tenía la persona con cuernos en sus manos no. Apoyó sus brazos en jarra, suspirando sonoramente.
Lo que sí notó es que la cocina cada vez estaba más llena de gente. ¿Que pintaba la de pelo rojo ahí? Se bastaban solos, que se fuese. Le caía un poco de aquella manera por el espectáculo del corte en el pie, la veía muy torpe para ser tan mayor. No haciendo mucho caso observó como encendían el fuego con aquella cacharra que le sorprendió como funcionaba finalmente, sonriendo mucho al ver las primeras llamas y susurrando un “como mola, uuuu”.
El perro también asomó el hocico… y el listillo... y la loca… y Ethan. El circense estaba muy, muy apurado, los que faltaban. ¿Por qué tanta gente? Prefirió ignorarlos aposta, no quería más fregados con adultos. El que parecía asustado un poco por la cara del fuego era el bichito. Le hizo gracia por la lastimita que le generaba, tan pequeño y asustadizo. El otro, el niño gordito, se puso a hablar con la cosilla esa enana pero no se esperó que lo llamase por su nombre, girando su cabeza hacia Aniol.
—Si… Eeees lo que hace el fuego, ¿no Agnol? —no sabía qué contestar, si eso darle la razón tampoco decía nada extraño. El fuego es fuego, no había demasiado misterio. Su cara de poker era monumental, rompiéndola en un semblante algo tímido mezclado con incomodidad y mirando al fuego—. El fuego quema pero está calentito, bichito —le habló al ser pequeño, en una forma de dirigirle la palabra. Aniol habló por lo bajo, diciendo cosas de que es un hada lo que tenía en su cabeza—. ¿Un hada? ¿Temerose? Okay… seguro que no es como nosotros el bicho ese, se acojona muy rápido —dijo con unos susurros no susurros, audibles para cualquiera. No le quitaba ojo a Aniol en los momentos de silencio, le generaba mucha curiosidad aquel niño.
Finalmente el perro y la pelirroja dijeron algo sabio, girando su cabezota hacia ellos—. ¡Si porfa! ¡Quiero comida, vamos, vamos! —exclamó a Serena, ella le recordó que tenía hambre.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Sendar
30/04/23, 01:10 pm
Serena tomó el pañuelo, agradeciendo el gesto. -No hay de qué- respondió con una ligera sonrisa. Visto lo visto era lo más probable que se ocupara ella misma de la herida, así que no le pilló de sorpresa. Después el perro humanoide les preguntó por el puente de la entrada. Rick se cruzó de brazos, meditando las posibilidades: -En esta planta no he visto nada, aunque supongo que en el sótano o en el piso de arriba debería de haber algún mecanismo para subirlo.- Compartía su preocupación, habían tenido mucha suerte por el camino como para gafarla ahora en un lugar seguro.
El grupo de exploración les informó en más detalle de qué había en el resto de pisos. -Ya veo. Como si estuviéramos en un campamento de verano.- bromeó tras la explicación de Ethan. -(Aunque mucho más jodido y turbio)- terminó pensando. Kalna confirmó por una parte que abajo estaba el mecanismo para elevar el puente y por otra que tenían armas, aunque por cómo lo dijo el neoyorquino arqueó una ceja confuso. Técnicamente lo habían escuchado todos, ¿pero se lo había dicho solo a Serena? Estaba bien que lo supieran (suponía), ¿pero de todos los que había allí se lo decía a la única herida teniendo a gente como Connor que seguramente tenía algo de experiencia? Le parecía curioso, aunque desconocía el motivo exacto.
Serena aprovechó que la mayoría había vuelto para empezar a comentar uno de los temas más importantes que faltaban por tratar. -Buena idea, aunque esperad un momento.- dijo antes de dirigirse a la habitación en la que seguían Nohlem y Abel. Si iban a hablar sobre qué hacer lo mejor sería que todos estuvieran allí. Se acercó hasta la entrada y dio un par de golpes en el marco a modo de llamada antes de avisarles: ¿Va todo bien? Perdón si os interrumpo, pero es mejor que salgáis un momento. Vamos a ver qué hacer a partir de ahora.-
Una vez los dos volvieron con Rick, ya sí estarían listos para debatir el mejor plan. Damian ya había dado su punto de vista con mucha claridad. -Calma, calma, todos la queremos- dijo al pequeño en un intento de que se quedara algo más tranquilo. Dicho eso, se mesó el mentón mientras daba un par de pasos contemplando las dificultades de esa posibilidad: -Aunque el problema es que solo sabemos hacia donde fue una de las bañeras. El resto no se si alguien se fijaría y de la otra solo sabemos que pasó el barranco. Sin haber visto un puente ni un sitio más concreto donde pueda estar la comida no se yo si habría suerte de encontrarla hoy.- Miró al resto del grupo, tampoco quería parecer que estuviera siendo pesimista: -Es solo mi punto de vista, claro. Si lo veis distinto no tengo inconveniente de salir, aunque creo que lo mejor para hoy sería terminar de acondicionar el refugio.-
El grupo de exploración les informó en más detalle de qué había en el resto de pisos. -Ya veo. Como si estuviéramos en un campamento de verano.- bromeó tras la explicación de Ethan. -(Aunque mucho más jodido y turbio)- terminó pensando. Kalna confirmó por una parte que abajo estaba el mecanismo para elevar el puente y por otra que tenían armas, aunque por cómo lo dijo el neoyorquino arqueó una ceja confuso. Técnicamente lo habían escuchado todos, ¿pero se lo había dicho solo a Serena? Estaba bien que lo supieran (suponía), ¿pero de todos los que había allí se lo decía a la única herida teniendo a gente como Connor que seguramente tenía algo de experiencia? Le parecía curioso, aunque desconocía el motivo exacto.
Serena aprovechó que la mayoría había vuelto para empezar a comentar uno de los temas más importantes que faltaban por tratar. -Buena idea, aunque esperad un momento.- dijo antes de dirigirse a la habitación en la que seguían Nohlem y Abel. Si iban a hablar sobre qué hacer lo mejor sería que todos estuvieran allí. Se acercó hasta la entrada y dio un par de golpes en el marco a modo de llamada antes de avisarles: ¿Va todo bien? Perdón si os interrumpo, pero es mejor que salgáis un momento. Vamos a ver qué hacer a partir de ahora.-
Una vez los dos volvieron con Rick, ya sí estarían listos para debatir el mejor plan. Damian ya había dado su punto de vista con mucha claridad. -Calma, calma, todos la queremos- dijo al pequeño en un intento de que se quedara algo más tranquilo. Dicho eso, se mesó el mentón mientras daba un par de pasos contemplando las dificultades de esa posibilidad: -Aunque el problema es que solo sabemos hacia donde fue una de las bañeras. El resto no se si alguien se fijaría y de la otra solo sabemos que pasó el barranco. Sin haber visto un puente ni un sitio más concreto donde pueda estar la comida no se yo si habría suerte de encontrarla hoy.- Miró al resto del grupo, tampoco quería parecer que estuviera siendo pesimista: -Es solo mi punto de vista, claro. Si lo veis distinto no tengo inconveniente de salir, aunque creo que lo mejor para hoy sería terminar de acondicionar el refugio.-
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