Torreón Sendar
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Rocavarancolia Rol
15 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Sendar
19/09/12, 10:54 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ya antes de la Batalla de Rocavarancolia éste era uno de los mayores torreones de la ciudad. Quedó destruido por un explosivo que le arrancó sus cuatro plantas superiores, dejando tan sólo dos, aunque más tarde se reformó convirtiéndose en un torreón de cuatro plantas. Su base es circular y está protegido por un foso frente a la puerta, mientras que en la parte trasera hay un risco de varios metros de profundidad.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
- Recetario integral de Persilia Sukaldaria:
- RECETARIO INTEGRAL DE PERSILIA SUKALDARIA
Libro de unas 150 páginas encuadernado en cuero. El título está escrito con letras cursivas y enrevesadas y un poco de relieve que ocupan toda la cubierta, donde no hay ninguna ilustración. En la parte trasera hay una sinopsis escrita en un recuadro decorado.
Sinopsis
¿Aburrido de cocinar siempre lo mismo? Adéntrate en mi recetario integral, donde he volcado años de experimentación combinando las delicias de todos los mundos conocidos. Entrantes, picoteo, postres y todo tipo de platos tradicionales con una vuelta de tuerca… ¡las mezclas de sabores nunca vistas conquistarán tu paladar y el de tus comensales!
Más de 100 increíbles recetas.
¡Incluye un anexo de venenos que se camuflarán perfectamente en tus platos y un grimorio de cocina con los hechizos imprescindibles para cualquier chef!
Anexo
LOS VENENOS MÁS DISCRETOS
Tanto si quieres provocar una diarrea como si tienes más interés en matar a comensales indeseados (…) este anexo imprescindible en cualquier recetario que se precie (…).
(La página está rota y, el resto de este anexo, arrancado).
GRIMORIO DE COCINA DE PERSILIA SUKALDARIA
Todo cocinero debe dominar estos hechizos, a los que he hecho referencia a lo largo del recetario. Descubre conmigo cómo realizarlos si todavía no los conocías.- Leyenda de colores y niveles:
- Mago
Brujo alto
Brujo bajo
• ¿Tienes carnes difíciles de cortar y despiezar? Prueba con el hechizo de corte.- Instrucciones:
- Corte: invoca un diminuto filo invisible de ondas que hace un corte en la superficie señalada. Hay muchas variaciones de este hechizo que, a altos niveles, permiten hacer cortes enormes o en profundidad. Un brujo bajo suele ser capaz de hacer rasguños en carne desprotegida o tallar madera. Un brujo medio podría cortar madera, arañar metal o hacer cortes superficiales en carne desprotegida. Mientras que un cosechado nivel mago podría hacer arañazos más profundos en el metal o tajos sobre carne.
Como hechizo físico que es, sus efectos dependen de la dureza y resistencia del material objetivo.
Lanzamiento a ojo, los gestos de la mano delimitando la dirección de los cortes. Conjuración rápida.
• ¡Con el hechizo de homogeneización no vuelvas a dejarte los brazos batiendo!- Instrucciones:
- Hechizo de homogeneización (*): hechizo que acelera la homogeneización de un líquido, suele aparecer un pequeño torbellino. En su defecto, implica que el líquido dé vueltas.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• No encontrarás nada más rápido para encender el fuego que esto: hechizo de invocar llamas.- Instrucciones:
- Invocar llamas (**): Un brujo bajo puede hacer algunos chispazos y llamas de vela (*). Un brujo alto puede invocar llamas ligeramente más grandes que las de vela que, si es hábil o controla bien el hechizo, puede manejar con las manos sin que le quemen (**). Un mago puede encender hogueras pequeñas en poco tiempo e invocar fuegos de antorcha (***).
Importante: Estas llamas no pueden arrojarse como proyectiles ya que necesitan sustentarse o bien en la magia de quien las invoca o bien en un combustible (madera, grasa...) y si se alejan demasiado del invocador y carecen de combustible, se apagan. Sin embargo pueden usarse como arma de corta distancia.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida.
• También es importante conocer estas soluciones para medir la temperatura, la concentración de sal, la presión dentro de la olla, la densidad de un líquido o el tiempo hasta que esté listo tu plato:- Instrucciones:
- Hechizos medidores de magnitudes sencillas: forman una pequeña esfera fantasma que cambia de color según la intensidad de la magnitud a medir. Son diferentes variedades de un mismo hechizo que permiten medir la temperatura, la presión, la densidad de un material, el tiempo (para lo que hacen falta conocimientos adicionales y nivel de brujo alto para configurar el medidor), o la concentración de un determinado soluto (posible a niveles a partir de brujo alto).
Si una esfera no está configurada, ésta tenderá a habituarse a la cantidad de magnitud a la que esté expuesta y la establecerá como su nuevo punto de equilibrio, asociándola con el color intermedio.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida-media.
• La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico.- Instrucciones:
- Térmico: aumenta o disminuye notablemente la temperatura de un objeto de tamaño pequeño (*). Con práctica pueden limitarse esos cambios a una dirección controlada por el mago (chorros de calor, [**]). Puede anclarse a una sala concreta, creando una cámara frigorífica (***): no obstante es necesario repetir varias veces el hechizo si se quiere usar una habitación como congelador ya que este hechizo supone solamente un descenso térmico. Van de fuera a dentro.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida-media.
• ¿Quieres catar la comida solo con el aroma? ¿Estás en otra habitación y necesitas saber que no se te esté pasando la comida? El hechizo de amplificación sensorial del olfato es un aliado imprescindible.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial olfativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores nasales. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• O, si quieres disfrutar de la comida como nunca, prueba esta otra variante: el hechizo de amplificación sensorial del gusto.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial gustativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores del gusto. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• ¿Te ha quedado muy aguada la comida? ¿Has echado demasiada agua a esa sopa? No te preocupes, ¡hay solución! ¡El hechizo de drenaje!- Instrucciones:
- Hechizo de drenaje: deseca superficies húmedas, evaporándolas o más comúnmente trasladando dicha humedad a otro recipiente deseado succionándola. Es un hechizo simple en su formulación pero con amplia variabilidad de potencia: puede secar desde un dedal de agua a un lago según la energía que aportes. (disponible a cosechados hasta el límite de sus fuerzas).
Lanzamiento por área. Conjuración rápida.
• ¿El aspecto de tu comida no es el que esperabas? ¿Quieres un resultado digno de reyes? Emplata como un profesional con el moldeado de materia orgánica.- Instrucciones:
- Moldear materia orgánica (**): el hechizo reblandece la materia al contacto con la piel del usuario, dejándola así por un tiempo. Sin embargo no altera su naturaleza, lo que moldees seguirá siendo lo que era aunque cambie de forma.
Lanzamiento por contacto, a ojo en el caso de hechiceros más experimentados. Conjuración rápida-media.
• Si el anterior era una maravilla infravalorada, este es una verdadera joya infravalorada. ¡Olvídate de desastres y queda bien siempre con tus invitados con el Nudo de Cerática!- Instrucciones:
- Nudo de Cerática (*): ¿harto de que se le desmoronen los sándwiches de más de dos pisos? ¿Cansado de que, al cortar una tarta, la mitad de la nata que la rellena se salga por los lados? ¡No se preocupe más! El Nudo de Cerática tiene la solución. Con este simple hechizo, podrá hacer una hamburguesa de diez pisos, luego cortarla en rodajas perfectas, ¡y hacerse un bocadillo de hamburguesa! El Nudo de Cerática lo mantiene todo en su sitio perfectamente. ¿Los sanjacobos le estallan llenándole el plato de queso? ¿Teme morder un taco por miedo a llenarse el regazo de salsa picante? ¡Se acabó, gracias al Nudo de Cerática! ¡No me puedo creer que no sea una variación del hechizo tapón!
El Nudo de Cerática se anula al cortar rodajas o mordiscos lo suficientemente finos, o con los ácidos gástricos. Cuesta más cuanto más endeble, complejo y líquido sea su sándwich.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• ¿A tu comida le falta esa chispa de color que hace que se coma con los ojos? ¿O quieres darle un toque exótico? Si no tienes colorantes alimentarios a mano, el hechizo de cambio de color será tu mejor aliado.- Instrucciones:
- Cambio de color: hechizo que sirve para colorear materia. No se limita a aplicar una capa de color externa o modificar el color de la superficie, sino que cambia el propio color que posee un material, dejando una pequeña huella mágica reconocible mediante hechizos específicos. Se puede graduar: aplicar colores diferentes (en todos los sentidos), hacerlo uniforme, solo en cierta parte del material, etc.
- Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
- Los cosechados nivel mago pueden modificar completamente el tono (aunque todavía quedará algún matiz del antiguo). Con esfuerzo puede aprender a aplicar leves matices y gradaciones no muy extremas. Necesitan (*****) para objetos grandes.
- A partir del nivel moderado bajo se pueden aplicar colores y gradaciones sin límite en cualquier objeto, costando más energía y concentración cuanto mayor sea el tamaño de la cosa en cuestión y cuandos más colores y matices quieran usarse.
Lanzamiento a ojo. Conjuración media a larga (dependiendo de las cláusulas que tenga). - Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
• ¿Le falta aroma a tu plato? ¿O tienes algún ingrediente que ocultar a tus comensales? Mejora o altera las propiedades organolépticas de la comida con el hechizo de olor falso.- Instrucciones:
- Hechizo de olor falso (*): El hechicero que lo realice puede hacer que aquello que toque desprenda un olor que tiene que ser muy familiar para aquel que realiza el hechizo. El coste aumenta a medida que aumenta el área afectada por el hechizo. El olor se va de golpe a los tres días. Más convincente será el engaño cuanto con más detalle lo recuerde el mago, aunque hay que tener en cuenta que el olor resultante puede verse afectado por la subjetividad del que realice el hechizo, al basarse en sus recuerdos al fin y al cabo.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
• ¿Harto de que se te derramen líquidos en la cocina? Hechiza tus recipientes con la maravilla infravalorada que es el hechizo tapón.- Instrucciones:
- Hechizo tapón (*): hechizo que impide que un líquido se derrame de su recipiente.
Lanzamiento por área, aplicado generalmente a la boca del recipiente. Conjuración muy rápida.
• ¿Tienes las manos de mantequilla? Literal, o figuradamente. ¡Endurece tus tarros de cristal con la protección contra ruptura!- Instrucciones:
- Protección contra ruptura (**): aplicado a objetos frágiles, evita que se rompan con tanta facilidad. A más resistencia que se quiera incrementar y mayor la superficie del objeto encantado, más energía requiere.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración rápida-media.
• ¿Te has manchado cocinando? El hechizo de limpieza de ropas es la solución.- Instrucciones:
- Limpieza de ropas (**): elimina manchas, arrugas y limpia en general las prendas de ropa que desee el mago (es un agregado de varios hechizos unificados en uno solo).
Lanzamiento por anclaje. Conjuración muy rápida.
• O también, si sueles quemarte cocinando (a ti, o tus pertenencias), también tienes solución con el hechizo ignífugo.- Instrucciones:
- Hechizo ignífugo (**): encanta prendas de ropa, personas u objetos para que sean inmunes a fuego normal.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
- Grimorio para principiantes de Platero:
- Barrera de inercia:
- -Barrera de inercia: (***) de nombre engañoso (no es una barrera en absoluto) en el área delimitada impide que cualquier objeto o persona desprotegidos sean levantados del suelo, y que los atrae irremediablemente hacia el suelo si ya están en el aire. No obstante, también impide cualquier acción voluntaria que implique levantar ambos pies del suelo a la vez, como saltar o emprender el vuelo (se puede correr pero con más torpeza). Si se invoca mientras el objetivo está en el aire, al caer lo hará infaliblemente pies por delante.
Físico. Lanzamiento por área. No es inversible, lo que quiere decir que incluso el lanzador, si está en el área delimitada, se verá afectado. Conjuración media.
- Campo de fuerza:
- -Campo de fuerza (** el espacio para una persona, una campana grande ***, el espacio equivalente a una habitación ****): en forma de media esfera (con una especificación puede formar una esfera completa) bloquea proyectiles de tamaño considerable como si éstos hubieran chocado ante una barrera invisible, en un radio variable según la destreza del mago.
Físico. Inversible. Lanzamiento por área. Conjuración rápida-media.
- Curación nívea:
- -Curación nívea: (****) (utilizable cerca de la Luna Roja). Combate venenos que cursan con fiebre y repara quemaduras; actúa a modo de incentivo para que el organismo siga funcionando y reparándose a sí mismo. Evita que la sangre se coagule y que los órganos se colapsen, además de ejercer un efecto refrescante sobre el organismo en general. No obstante no puede mantener indefinidamente con vida a un moribundo: el organismo depende cada vez más de ese impulso artificial y usarlo en demasía puede provocar que si se le deja a solas empeore considerablemente.
Lanzamiento por área: se hace un barrido con la mano que abarca al área quemada o a la persona envenenada. Es necesario que se aplique sucesivas veces y con regularidad, del mismo modo que se debe renovar una cataplasma o emplasto.
Conjuración media-larga.
- Desvío:
- -Desvío (**, pero variable a más según la potencia de lo desviado): Interfiere en la trayectoria de un hechizo que ya haya sido lanzado. Requiere gestos intuitivos para desviar el encantamiento en una dirección u otra. Siempre requiere menos energía que bloquearlo o disolverlo, pero también reflejos. Si el hechizo es demasiado potente, probablemente no se podrá desviar lo suficiente o hacerlo requerirá demasiada energía. (El coste orientativo indicado arriba es el que ofrecerán unos hechizos ofensivos de potencia moderada en términos de cosechado: se han obviado los más débiles porque normalmente ésos no suelen constituir una verdadera amenaza, y los que les sean lanzados con verdaderas intenciones de daño les costarán más) Si se desvía a demasiada poca distancia el coste será prácticamente el mismo que el de bloquearlo: si se hace a distancia cercana pero prudencial (la típica en duelos de magia) una unidad menos, si se tiene cuidado de poner distancia de unos cuantos metros llegará a dos unidades menos.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
- Hechizo de impacto:
- -Hechizo de impacto: potente golpe mágico que actúa como una bola de demolición (***). Puede gradarse hacia abajo para actuar a modo de empujón de moderado (*) a potente (**).
Lanzamiento por disparo de alcance largo. Conjuración media.
- Levitación:
- -Levitación: un hechizo exigente mentalmente, cansa más de lo acostumbrado. Cuando una persona levita lo más normal es caminar sobre el aire; uno puede dejarse arrastrar simplemente por el hechizo sin moverse, pero la sensación de indefensión es mayor.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.- Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Brujos altos: Un baúl con poca práctica, una persona (***) con práctica.
- Magos: Una persona con algo de práctica, objetos muy pesados (****)con mucha práctica.
Si el objeto que levantado es un puñado de botones (los cuales entran en la categoría de objeto ligero) contarían como un solo asterisco. Lo que cuesta más es la concentración necesaria para mantener tantos objetos distintos en el aire a la vez. - Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Parálisis:
- -Parálisis (***): envuelve al objetivo en un aura azulada al lanzarlo. Sus efectos duran cerca de una hora si se aplica a una única persona. Inmoviliza por completo, y su coste aumenta proporcionalmente a lo voluminoso del objetivo.
Lanzamiento por disparo de alcance corto, por contacto o por área a varios objetivos. Conjuración media.
- Traspaso de energía:
- -Traspaso de energía: no un hechizo en sí, aunque necesita de un chispazo de magia para arrancar. No obstante la energía puede tomarse de alguien no mágico (los efectos se detallan en el post de Sistema de magia). El proceso es perceptible para ambas partes y puede gradarse a voluntad: no obstante si el traspaso de energía es excesivo por parte de la parte emisora y ésta se desmaya o pierde el conocimiento, el enlace entre ambas personas se rompe y el traspaso se interrumpe. Es el mecanismo de funcionamiento de muchos amuletos.
Lanzamiento por contacto. Conjuración muy rápida.
Notas:
-Este grimorio también contiene varios de los hechizos que también venían en el libro de cocina (corte, térmico...).
-También pueden aprender de él cómo anclar hechizos.
-A lo largo de los meses se irán traduciendo más hechizos y añadiéndolos a esta lista.
- Ver mensajes archivados:
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Torreón Sendar
14/04/23, 04:43 pm
Al principio Damian había empezado a negar lo ocurrido, pero entre la colleja de Kalna y su reprimenda quiso justificarse. Era evidente que tenía ganas de llorar y que el hecho de levantarlo en peso quizás había sido demasiado para el pequeño. El motero se sentía un poco mal por la reacción del niño, pero no tenía ninguna duda de que había sido necesario. Damian era un malcriado y estaba seguro de que pocas veces le habían dicho que no sus padres, necesitaba alguien con mano dura y él pensaba ejercer ese papel todas las veces que hiciera falta.
-Más vale que lo aprenda rápido, o estará jodido.- Le contestó a Kalna asintiendo con la cabeza. Seguía sin fiarse del todo de la chica y que llevara una espada no ayudaba en absoluto, aún así creía que se podía conversar con ella. Pero aunque todos estaban en el mismo barco, no cometería el error de confiarle su vida a nadie de allí. Escuchó con los brazos cruzados los comentarios de Airi y Räg, y se imaginó que no querían irse solo para encender la cocina y escuchar al crío hablar de Akeyo o sobre lo ocurrido. Se imaginó que habrían sentido miedo o incomodidad de su comportamiento y su manera de reprender, y querían quitarse de en medio. Aunque esto no lo tenía claro y era más una teoría o intuición que tenía. Al fin y al cabo estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones en la Tierra y no le sorprendería que estuviera en lo cierto. Ethan le habló entonces explicando por qué había elegido mentir sobre lo ocurrido, aunque a Connor le seguía pareciendo una gilipollez no quiso seguir ahondando en el tema cuando podían seguir en peligro. Además estaba claro que pensaban de manera distinta y ya habría tiempo de comparar opiniones más adelante. -Tenemos que seguir, todavía no estamos seguros de que este sitio esté libre de cabronazos.- Diría cambiando el agarre del cuchillo a uno más cómodo.
Ethan, Kalna y él siguieron explorando la primera planta. Connor iba cauteloso de nuevo, al menos ahora tenían más luz pero seguía girando las esquinas con cuidado y siendo vigilante. La chica gótica parecía hacer lo mismo, y si a eso le sumabas que se la veía muy cómoda con esa espada grande... el motero tenía claro que no solo parecía peligrosa, también lo era. Finalmente terminaron con el primer piso y fue entonces cuando Kalna puso voz a lo que le había estado dando vueltas él mismo antes: Ethan estaba cojeando y se notaba que estaba dolorido. Era evidente que tenía alguna clase de problema, como afirmó después, porque la patada de Damian no había sido para tanto, al fin y al cabo la había dado un puto niño pequeño, enano y escuálido. Le pareció algo ridículo que la chica quisiera llevarlo a cuestas de vuelta a la planta baja, pero el británico se negó rotundamente ante aquello queriendo seguir.
-Así se habla, cojones.- Le diría a Ethan cuando éste se negó a abandonar, mientras lo observaba dirigirse a las escaleras. No sabían a qué clase de peligros se encontrarían pero a juzgar por los gusanos gigantes de antes seguro que eran jodidos. El motero tenía claro que si Ethan se quedaba atrás mientras huían de algo, él no iba a ser quien se diera la vuelta para salvarlo. No era gilipollas. Pero eso no significaba que no respetara su determinación por seguir a pesar del dolor. Sonrió de forma leve al escuchar cómo repetía su broma de antes y se encaminó a las escaleras junto a los otros dos.
La segunda planta no tendría nada más interesante, a excepción de que las habitaciones eran más espaciosas y había un mayor número de camas en ellas. Cuando llegaron a las escaleras de la última planta se paró para mirarlos a ambos.
-¿Listos para la última planta? Si hay algún cabronazo escondido lo reventamos rápido.- Comentó mirando a los ojos a Kalna, ella tenía la espada a fin de cuentas y esperaba que supiera usarla si tenían problemas. Después se dirigió a Ethan.- ¿Cómo va la puñetera pierna?- Le preguntó con curiosidad mientras la observaba con detenimiento.
-Más vale que lo aprenda rápido, o estará jodido.- Le contestó a Kalna asintiendo con la cabeza. Seguía sin fiarse del todo de la chica y que llevara una espada no ayudaba en absoluto, aún así creía que se podía conversar con ella. Pero aunque todos estaban en el mismo barco, no cometería el error de confiarle su vida a nadie de allí. Escuchó con los brazos cruzados los comentarios de Airi y Räg, y se imaginó que no querían irse solo para encender la cocina y escuchar al crío hablar de Akeyo o sobre lo ocurrido. Se imaginó que habrían sentido miedo o incomodidad de su comportamiento y su manera de reprender, y querían quitarse de en medio. Aunque esto no lo tenía claro y era más una teoría o intuición que tenía. Al fin y al cabo estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones en la Tierra y no le sorprendería que estuviera en lo cierto. Ethan le habló entonces explicando por qué había elegido mentir sobre lo ocurrido, aunque a Connor le seguía pareciendo una gilipollez no quiso seguir ahondando en el tema cuando podían seguir en peligro. Además estaba claro que pensaban de manera distinta y ya habría tiempo de comparar opiniones más adelante. -Tenemos que seguir, todavía no estamos seguros de que este sitio esté libre de cabronazos.- Diría cambiando el agarre del cuchillo a uno más cómodo.
Ethan, Kalna y él siguieron explorando la primera planta. Connor iba cauteloso de nuevo, al menos ahora tenían más luz pero seguía girando las esquinas con cuidado y siendo vigilante. La chica gótica parecía hacer lo mismo, y si a eso le sumabas que se la veía muy cómoda con esa espada grande... el motero tenía claro que no solo parecía peligrosa, también lo era. Finalmente terminaron con el primer piso y fue entonces cuando Kalna puso voz a lo que le había estado dando vueltas él mismo antes: Ethan estaba cojeando y se notaba que estaba dolorido. Era evidente que tenía alguna clase de problema, como afirmó después, porque la patada de Damian no había sido para tanto, al fin y al cabo la había dado un puto niño pequeño, enano y escuálido. Le pareció algo ridículo que la chica quisiera llevarlo a cuestas de vuelta a la planta baja, pero el británico se negó rotundamente ante aquello queriendo seguir.
-Así se habla, cojones.- Le diría a Ethan cuando éste se negó a abandonar, mientras lo observaba dirigirse a las escaleras. No sabían a qué clase de peligros se encontrarían pero a juzgar por los gusanos gigantes de antes seguro que eran jodidos. El motero tenía claro que si Ethan se quedaba atrás mientras huían de algo, él no iba a ser quien se diera la vuelta para salvarlo. No era gilipollas. Pero eso no significaba que no respetara su determinación por seguir a pesar del dolor. Sonrió de forma leve al escuchar cómo repetía su broma de antes y se encaminó a las escaleras junto a los otros dos.
La segunda planta no tendría nada más interesante, a excepción de que las habitaciones eran más espaciosas y había un mayor número de camas en ellas. Cuando llegaron a las escaleras de la última planta se paró para mirarlos a ambos.
-¿Listos para la última planta? Si hay algún cabronazo escondido lo reventamos rápido.- Comentó mirando a los ojos a Kalna, ella tenía la espada a fin de cuentas y esperaba que supiera usarla si tenían problemas. Después se dirigió a Ethan.- ¿Cómo va la puñetera pierna?- Le preguntó con curiosidad mientras la observaba con detenimiento.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Sendar
16/04/23, 03:38 pm
No, lo cierto era que no habían visto ni una simple hoja en el camino desde que habían despertado en aquel sitio. Nohlem tenía razón y Tawar le respondió con un gruñidito, apesadumbrade. «Tiene que haber vegetación en algún sitio o si no la Flora no me habría traído aquí. La encontraré» pensaba, en cualquier caso. Si aquel tipo de construcción les servía de refugio, confiaría en ellos.
—De donde yo vengo... hacemos cabañas con ramas y hojas. No puedo ni imaginar cómo se puede excavar la tierra para hacer semejante... grandosidad —respondió mientras elevaba los brazos superiores, como queriendo abarcar la superficie del torreón con sus pequeñas extremidades. Ni siquiera tenía una palabra para una estructura tan pero tan grande hecha por alguien, tan antinatural, no con la majestuosidad de una montaña—. Me impone mucho algo tan grande pero me fío de Gigantes Amables como vosotres.
Y hablando de Gigantes Amables... uno de los más pequeños se les estaba acercando. Tawar volvió por instinto al centro de la cabeza de Nohlem y le observó caminar hacia elles. Más concretamente hacia el varmano, a quien llamó "elfo de la navidad". ¿Qué sería eso? Nohlem también desconocía el término, pero intentó que el pequeño se lo contara. Le repobladore por su cuenta, aprovechando la inclinación que había adoptado el varmano, se agachó elle también y acercó su cuerpecito hacia el otro. Le llamaba mucho la atención un gigante tan pequeño y que preguntara esas cosas... y que llevara unos cuernos falsos en lo alto. Los habían tildado de bonitos y también habían cambiado la forma de hablar delante del gigante, así que a lo mejor era una cría, ¿un ejemplar más joven que ellos? Decidió imitarles, por si acaso.
—¿Cómo es un hadita? Parece algo pequeño como yo así que podría ser une, como dice Rick... ¿hay seres como yo cerca de donde vives? Y por cierto, ¿me dejarías subirme a tu cabeza, por favor? Me gustaría ver esos cuernos, son bonitos y parecen muy útiles.
¿Le servirían para que los depredadores de gigantes le temieran, quizás? «Bueno, no sé si tienen un depredador natural... los más bajitos parecen inofensivos y en mi bosque se los comerían sin problemas, ¿pero a lo mejor en su bosque es diferente?» Y, entonces, ¿para qué servía un "disfraz"?
>>Así Nohlem descansa también —añadió, a la par que le acariciaba la frente al varmano. Le causaba mucha ternura que se estuvieran portando tan bien con elle y no se lo terminaba de creer, pero tampoco quería excederse. ¡Tendrían que turnarse entre ellos!
—De donde yo vengo... hacemos cabañas con ramas y hojas. No puedo ni imaginar cómo se puede excavar la tierra para hacer semejante... grandosidad —respondió mientras elevaba los brazos superiores, como queriendo abarcar la superficie del torreón con sus pequeñas extremidades. Ni siquiera tenía una palabra para una estructura tan pero tan grande hecha por alguien, tan antinatural, no con la majestuosidad de una montaña—. Me impone mucho algo tan grande pero me fío de Gigantes Amables como vosotres.
Y hablando de Gigantes Amables... uno de los más pequeños se les estaba acercando. Tawar volvió por instinto al centro de la cabeza de Nohlem y le observó caminar hacia elles. Más concretamente hacia el varmano, a quien llamó "elfo de la navidad". ¿Qué sería eso? Nohlem también desconocía el término, pero intentó que el pequeño se lo contara. Le repobladore por su cuenta, aprovechando la inclinación que había adoptado el varmano, se agachó elle también y acercó su cuerpecito hacia el otro. Le llamaba mucho la atención un gigante tan pequeño y que preguntara esas cosas... y que llevara unos cuernos falsos en lo alto. Los habían tildado de bonitos y también habían cambiado la forma de hablar delante del gigante, así que a lo mejor era una cría, ¿un ejemplar más joven que ellos? Decidió imitarles, por si acaso.
—¿Cómo es un hadita? Parece algo pequeño como yo así que podría ser une, como dice Rick... ¿hay seres como yo cerca de donde vives? Y por cierto, ¿me dejarías subirme a tu cabeza, por favor? Me gustaría ver esos cuernos, son bonitos y parecen muy útiles.
¿Le servirían para que los depredadores de gigantes le temieran, quizás? «Bueno, no sé si tienen un depredador natural... los más bajitos parecen inofensivos y en mi bosque se los comerían sin problemas, ¿pero a lo mejor en su bosque es diferente?» Y, entonces, ¿para qué servía un "disfraz"?
>>Así Nohlem descansa también —añadió, a la par que le acariciaba la frente al varmano. Le causaba mucha ternura que se estuvieran portando tan bien con elle y no se lo terminaba de creer, pero tampoco quería excederse. ¡Tendrían que turnarse entre ellos!
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torreón Sendar
17/04/23, 07:39 pm
Aferrado con sus pequeñas manos a la ropa del lagarto escuchó a Airi, con sus labios temblorosos y sus grandes ojos tristes por la regañina. El chico o chica con cuernos ofreció bajar, plan que le pareció genial y que Rayín apoyo, Damian solo quería escapar del conflicto y no escuchar más regaños por parte de los que no le comprendían.
Sin embargo, su amigo lagarto no estaba de acuerdo conque se fuese de rositas. Ese toquecito en su cabeza se le hizo agridulce ya que se mezcló el agrado de sentir su mano con la reprimenda que estaba recibiendo.
—Lo promeeeeto… —dijo solo para poder librarse al fin del asunto, odiaba las peleas que apuntaban en su contra. Pero ahí no acababa la cosa, Rayín quería una disculpa de Damian y el chico cambió su expresión de pena por sorpresa. ¿Era por la patada? A él le había dado Ethan otra patada emocional anteriormente por la escasez de regalos, solo estaba compensando el daño—. ¡Rayín, venga ya! ¿Por qué tengo que-?
Iba a dar una excusa algo lamentable pero convincente en su cabeza sobre por qué creía que sí que se portaba bien. Entonces Ethan intervino y también repitió lo de su conducta. Damián bajó el foco de su mirada arrugando el ceño, sentía rabia, quería regalos, quería que se fijasen en él. ¿Qué había hecho? Alzó la mirada, Ethan estaba cambiando su tono de voz a algo más serio y frío que le recordó al mueble con chaleco. Diablos, incluso dejó de sonreír mientras recalcaba que se portaba como un niño y no un adulto.
Eso lo hizo avergonzarse, poniéndose colorado. Odiaba que lo llamasen así pero Ethan declaró haber tenido confianza. El de ojos rasgados explicó en qué se equivocó el italiano y aun peor, declaró sus intenciones de dar un regalo al circense, una rana saltarina.
Casi todos en el circo, menos su madre, lo regañaban a diario pero ahí estaba ella para consolarlo por las noches. “No pasa nada cielo”, “Ellos no ven lo especial que eres”, “Seguro que no lo dicen a malas”, todos esos comentarios recibía de su buena mamá. Pero lo de Ethan le empezó a doler un poco, lo había demolido por completo con esa fé en el chico.
La había cagado y no poco.
—Lo siento... —susurró en un finísimo hilo de voz, adornado con un pequeño desafino provocado por el nudo en su garganta. Se aferró a la chaqueta que el mismo que lo andaba regañando le obsequió, empezando a pensar en la petición de Ethan sobre entender sus propias acciones malas. Quería dar más excusas pero entendió que no sería buena idea en ese momento, no quería meterse en más líos y regresó rápidamente al lado de Rayín.
Con el rostro algo más apagado bajó por las escaleras, viendo al resto en la planta baja. Aún pensaba en lo que pasó arriba, trabajando su malcriado cerebro. ¿Tendría que fijarse en el otro niño con cuernos para estar más consentido por el resto?
Sin embargo, su amigo lagarto no estaba de acuerdo conque se fuese de rositas. Ese toquecito en su cabeza se le hizo agridulce ya que se mezcló el agrado de sentir su mano con la reprimenda que estaba recibiendo.
—Lo promeeeeto… —dijo solo para poder librarse al fin del asunto, odiaba las peleas que apuntaban en su contra. Pero ahí no acababa la cosa, Rayín quería una disculpa de Damian y el chico cambió su expresión de pena por sorpresa. ¿Era por la patada? A él le había dado Ethan otra patada emocional anteriormente por la escasez de regalos, solo estaba compensando el daño—. ¡Rayín, venga ya! ¿Por qué tengo que-?
Iba a dar una excusa algo lamentable pero convincente en su cabeza sobre por qué creía que sí que se portaba bien. Entonces Ethan intervino y también repitió lo de su conducta. Damián bajó el foco de su mirada arrugando el ceño, sentía rabia, quería regalos, quería que se fijasen en él. ¿Qué había hecho? Alzó la mirada, Ethan estaba cambiando su tono de voz a algo más serio y frío que le recordó al mueble con chaleco. Diablos, incluso dejó de sonreír mientras recalcaba que se portaba como un niño y no un adulto.
Eso lo hizo avergonzarse, poniéndose colorado. Odiaba que lo llamasen así pero Ethan declaró haber tenido confianza. El de ojos rasgados explicó en qué se equivocó el italiano y aun peor, declaró sus intenciones de dar un regalo al circense, una rana saltarina.
Casi todos en el circo, menos su madre, lo regañaban a diario pero ahí estaba ella para consolarlo por las noches. “No pasa nada cielo”, “Ellos no ven lo especial que eres”, “Seguro que no lo dicen a malas”, todos esos comentarios recibía de su buena mamá. Pero lo de Ethan le empezó a doler un poco, lo había demolido por completo con esa fé en el chico.
La había cagado y no poco.
—Lo siento... —susurró en un finísimo hilo de voz, adornado con un pequeño desafino provocado por el nudo en su garganta. Se aferró a la chaqueta que el mismo que lo andaba regañando le obsequió, empezando a pensar en la petición de Ethan sobre entender sus propias acciones malas. Quería dar más excusas pero entendió que no sería buena idea en ese momento, no quería meterse en más líos y regresó rápidamente al lado de Rayín.
Con el rostro algo más apagado bajó por las escaleras, viendo al resto en la planta baja. Aún pensaba en lo que pasó arriba, trabajando su malcriado cerebro. ¿Tendría que fijarse en el otro niño con cuernos para estar más consentido por el resto?
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Sendar
17/04/23, 10:02 pm
Aunque la ropa de los humam- humanos fuera tan extraña y vistosa el conjunto que llevaba Rick sí era más parecido a la moda varmana, y aquello que añadió sobre las construcciones le hizo pensar que quizás sus mundos no fuesen tan diferentes. No sabía que era un Ete o un Alf pero ya haría luego indagaciones sobre ello. Que el chiquitín se preocupase por dejarle descansar le sacó una sonrisa, y la pequeña caricia que le propició se la tomó como una bendición, seguro de que caerle en gracia al espíritu del bosque, o hadita o lo que fuese Tawar le traería buena suerte.
—Muy amable —con una pequeña reverencia hizo de su mano un puente para facilitar el trabajo en cuanto Aniol le permitió subir a su cabeza. Pensó que al menos entre todas las cosas raras y feas eso estaba siendo raro pero bonito.
El niño les explicó a Tawar y él más o menos lo que eran un elfo y un hada, confirmando en el proceso que había pequeñas criaturas como el repoblador en su mundo. A él la definición de un elfo de la navidad le dejó algo confuso: eran seres mágicos que hacían regalos y juguetes… ¿y por lo visto tenían las orejas como él? No sabía ni qué era Navidad, si una ciudad, una empresa o algo por el estilo, pero con lo poco que tenía y la ilusión que parecía hacerle el tema tampoco quiso apagarle las ideas tan pronto. A fin de cuentas no sonaban como algo negativo.
—Mmm… Bueno —se acarició la barbilla para añadirle al aire pensativo—. ¿A lo mejor sí soy un elfo? Mis padres hacen regalos, ¿sabes? Y son regalos muy importantes… —pensó en enseñarle uno de sus anillos como ejemplo pero un movimiento llamó su atención dentro: el chaval-fantasma entró solo con un cubo, dejó el cuchillo en la repisa y se metió en una habitación—. Voy a investigar un poco, ¿vale? ¡Luego hablamos más de los elfos! —le estrujó con suavidad el hombro a Aniol al tiempo que le guiñaba un ojo y se metió dentro.
Por mucho que creyese que las posibilidades de peligro eran cada vez menores (¿o quizás el dueño había salido?) miró bien a su alrededor y por donde pisaba en cada momento. Se acercó al cubo a ver su contenido (agua aparentemente) y de paso… que el cuchillo no tuviera sangre. Después se asomó como quien no quiere la cosa a la habitación donde el otro había entrado. Al verle con un aura deprimente se apoyó en el marco de la puerta, sin entrar, tocando este con los nudillos para que supiera que estaba ahí. Incluso con cara larga le daba mala espina, pero empezaba a creer que le estaba juzgando demasiado.
—Hey —cruzó las rodillas, dejando caer el peso contra el marco. Aún no le salía pedir perdón porque no se sentía para nada culpable, pero si conseguía quitarse la mala impresión de encima eso que se llevaba—. ¿Todo bien?
—Muy amable —con una pequeña reverencia hizo de su mano un puente para facilitar el trabajo en cuanto Aniol le permitió subir a su cabeza. Pensó que al menos entre todas las cosas raras y feas eso estaba siendo raro pero bonito.
El niño les explicó a Tawar y él más o menos lo que eran un elfo y un hada, confirmando en el proceso que había pequeñas criaturas como el repoblador en su mundo. A él la definición de un elfo de la navidad le dejó algo confuso: eran seres mágicos que hacían regalos y juguetes… ¿y por lo visto tenían las orejas como él? No sabía ni qué era Navidad, si una ciudad, una empresa o algo por el estilo, pero con lo poco que tenía y la ilusión que parecía hacerle el tema tampoco quiso apagarle las ideas tan pronto. A fin de cuentas no sonaban como algo negativo.
—Mmm… Bueno —se acarició la barbilla para añadirle al aire pensativo—. ¿A lo mejor sí soy un elfo? Mis padres hacen regalos, ¿sabes? Y son regalos muy importantes… —pensó en enseñarle uno de sus anillos como ejemplo pero un movimiento llamó su atención dentro: el chaval-fantasma entró solo con un cubo, dejó el cuchillo en la repisa y se metió en una habitación—. Voy a investigar un poco, ¿vale? ¡Luego hablamos más de los elfos! —le estrujó con suavidad el hombro a Aniol al tiempo que le guiñaba un ojo y se metió dentro.
Por mucho que creyese que las posibilidades de peligro eran cada vez menores (¿o quizás el dueño había salido?) miró bien a su alrededor y por donde pisaba en cada momento. Se acercó al cubo a ver su contenido (agua aparentemente) y de paso… que el cuchillo no tuviera sangre. Después se asomó como quien no quiere la cosa a la habitación donde el otro había entrado. Al verle con un aura deprimente se apoyó en el marco de la puerta, sin entrar, tocando este con los nudillos para que supiera que estaba ahí. Incluso con cara larga le daba mala espina, pero empezaba a creer que le estaba juzgando demasiado.
—Hey —cruzó las rodillas, dejando caer el peso contra el marco. Aún no le salía pedir perdón porque no se sentía para nada culpable, pero si conseguía quitarse la mala impresión de encima eso que se llevaba—. ¿Todo bien?
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Sendar
18/04/23, 12:03 am
La contestación de Szczenyak a Aniol confirmó que el barreño era un protocolo de higiene en el mundo del perro. Tenía sentido realmente, más teniendo en cuenta que no llevaba zapatos. -(Me pregunto si a Rägjynn también le pasará)- pensó con algo de curiosidad. Tal vez le preguntara más tarde, aunque de momento tenían otros asuntos allí abajo.
Tawar les explicó como eran las casas en su mundo. Con los brazos cruzados y una ligera sonrisilla intentó imaginarse casitas del tamaño de le repobladore, muy del estilo de lo que el niño consideraría "casas de hadas". -Bueno, no creo que esto lo hayan excavado como tal, pero me imagino la impresión. Si ya es grande para nosotros, para ti tiene que ser como un rascacielos para alguien de La Tierra.- dijo. Cayó en la cuenta de que por supuesto tampoco sabría que era eso, así que explicó rápidamente: -Para que te hagas una idea, son torres como esta pero bastantes veces más altas.-
Con las dudas de los dos, Aniol explicó que pensaba que eran. El neoyorquino se limitó a escuchar la descripción tan entusiasmada que hacía, no pudiendo evitar sacar alguna sonrisa de ternura con la ilusión del pequeño. Rick no sabía cuantos años tenía exactamente, pero para creer tan fervientemente en hadas y elfos imaginaba que debía ser bastante joven. Por madurez le ganaba a Damian, pero a saber si tenían la misma edad o no.
Poco después se fijó en que Abel volvía solo, con bastante mala cara. Ya aquello no auguraba nada bueno, pero en cuanto lo vio meterse en una de las habitaciones tuvo claro que algo iba mal. Miró a Aniol en cuanto Nohlem le hizo ver que habían pensado en hacer lo mismo y le dijo al pequeño: -Volvemos en seguida, ¿vale?- Ofreció una mirada también a le repobladore y guiñó un ojo a ambos añadiendo: -Tened cuidado el uno con el otro, ¿eh?- Dicho aquello, siguió al chico de rasgos felinos hasta llegar a la puerta. Ya desde fuera viendo al chico intuía que no iba a ser buena idea que entraran los dos, tal vez podría salir por si Serena o Szczenyak sabían algo. -Voy a ver si me entero de que le ha pasado. Si hace falta apoyo avísame- le dijo a Nohlem antes de dirigirse hacia la puerta del patio.
A Rick no le hizo falta salir, pues justo cuando iba a abrir la puerta Serena justo estaba entrando. Reculó en el último momento para evitar el choque, aunque el pequeño susto se lo llevaba. -¡Ah, Serena! Justo estaba buscándote.- dijo recuperándose del encontronazo. Bajó el volumen por si acaso y preguntó: -Oye... ¿Le ha pasado algo a Abel ahí fuera? Se ha metido allí con mala cara y no parece que sean nauseas de nuevo- El chico le indicó con la cabeza la habitación y esperó la explicación. La verdad que Abel era de los que más le preocupaban de momento del grupo, el pobre no había parado de sufrir desgracias desde la prisión.
Tawar les explicó como eran las casas en su mundo. Con los brazos cruzados y una ligera sonrisilla intentó imaginarse casitas del tamaño de le repobladore, muy del estilo de lo que el niño consideraría "casas de hadas". -Bueno, no creo que esto lo hayan excavado como tal, pero me imagino la impresión. Si ya es grande para nosotros, para ti tiene que ser como un rascacielos para alguien de La Tierra.- dijo. Cayó en la cuenta de que por supuesto tampoco sabría que era eso, así que explicó rápidamente: -Para que te hagas una idea, son torres como esta pero bastantes veces más altas.-
Con las dudas de los dos, Aniol explicó que pensaba que eran. El neoyorquino se limitó a escuchar la descripción tan entusiasmada que hacía, no pudiendo evitar sacar alguna sonrisa de ternura con la ilusión del pequeño. Rick no sabía cuantos años tenía exactamente, pero para creer tan fervientemente en hadas y elfos imaginaba que debía ser bastante joven. Por madurez le ganaba a Damian, pero a saber si tenían la misma edad o no.
Poco después se fijó en que Abel volvía solo, con bastante mala cara. Ya aquello no auguraba nada bueno, pero en cuanto lo vio meterse en una de las habitaciones tuvo claro que algo iba mal. Miró a Aniol en cuanto Nohlem le hizo ver que habían pensado en hacer lo mismo y le dijo al pequeño: -Volvemos en seguida, ¿vale?- Ofreció una mirada también a le repobladore y guiñó un ojo a ambos añadiendo: -Tened cuidado el uno con el otro, ¿eh?- Dicho aquello, siguió al chico de rasgos felinos hasta llegar a la puerta. Ya desde fuera viendo al chico intuía que no iba a ser buena idea que entraran los dos, tal vez podría salir por si Serena o Szczenyak sabían algo. -Voy a ver si me entero de que le ha pasado. Si hace falta apoyo avísame- le dijo a Nohlem antes de dirigirse hacia la puerta del patio.
A Rick no le hizo falta salir, pues justo cuando iba a abrir la puerta Serena justo estaba entrando. Reculó en el último momento para evitar el choque, aunque el pequeño susto se lo llevaba. -¡Ah, Serena! Justo estaba buscándote.- dijo recuperándose del encontronazo. Bajó el volumen por si acaso y preguntó: -Oye... ¿Le ha pasado algo a Abel ahí fuera? Se ha metido allí con mala cara y no parece que sean nauseas de nuevo- El chico le indicó con la cabeza la habitación y esperó la explicación. La verdad que Abel era de los que más le preocupaban de momento del grupo, el pobre no había parado de sufrir desgracias desde la prisión.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
18/04/23, 01:10 pm
Rägjynn entendió más o menos sus intenciones, y habló con la intención de zanjar el conflicto. Eso también estaba bien, porque si el niño se disculpaba la conversación con él podría ser más relajada después. Con todo, Airi creía que iban a necesitar involucrarse mucho con Damian para que el niño aprendiese a comportarse mejor. Estaba más malcriado que el niño más malcriado que hubiese visto nunca en su aldea, pero creería que tenía buen fondo si terminaba por disculparse.
Las palabras más duras que le dedicó Ethan después parecieron ayudar a terminar de bajarle los humos, porque Damian ya pretendía protestar antes de escucharlas. Airi sintió alivio de que alguno de los sin espinas tuviese una forma razonable de regañar, sin recurrir a la violencia. Pero de lo poco que los conocía empezaba a darse cuenta de que no podía juzgar su forma de vivir en base a los comportamientos de algunos, porque varios de ellos eran como el día y la noche. No había más que ver a los dos niños.
—Bien dicho —trató de animar a Damian después de su disculpa—. ¿Vamos?
Los tres bajaron las escaleras tras eso. Airi les pidió cuidado con los escalones inconscientemente porque todavía estaba bastante oscuro, al no haber podido continuar abriendo contraventanas por aquel incidente. Tenía la cabeza ocupada pensando cómo retomar la conversación, o cómo romper el hielo. Damian parecía haber perdido de pronto toda la energía que había demostrado desde que le había visto por primera vez en aquellas mazmorras deprimentes.
—Parece que vamos a tener que compartir casa por un tiempo, es mejor no empezar con mal pie, ¿no crees? —le dijo a Damian de forma casual, con un tono que no indicaba que aquella conversación fuese una continuación de la bronca—. ¿Qué tal si hablamos un poco para entendernos unos a otros mejor? Por ejemplo… ¿qué es un circo? —quiso saber. También miró a Rägjynn con una sonrisa esperando su aporte. Se le ocurría que podían unirse al otro niño y distraerlos a ambos un poco de toda aquella situación desagradable con un poco de conversación, pero después de que el conflicto lo iniciaran los celos no sabía si sería buena idea sugerirlo de inmediato. Sin embargo, para los dos niños sería beneficioso hacerse amigos, así que esperaba que se les pudiera unir pronto para que Damian enterrase aquellos celos conociéndole mejor y no viéndole como un rival.
Las palabras más duras que le dedicó Ethan después parecieron ayudar a terminar de bajarle los humos, porque Damian ya pretendía protestar antes de escucharlas. Airi sintió alivio de que alguno de los sin espinas tuviese una forma razonable de regañar, sin recurrir a la violencia. Pero de lo poco que los conocía empezaba a darse cuenta de que no podía juzgar su forma de vivir en base a los comportamientos de algunos, porque varios de ellos eran como el día y la noche. No había más que ver a los dos niños.
—Bien dicho —trató de animar a Damian después de su disculpa—. ¿Vamos?
Los tres bajaron las escaleras tras eso. Airi les pidió cuidado con los escalones inconscientemente porque todavía estaba bastante oscuro, al no haber podido continuar abriendo contraventanas por aquel incidente. Tenía la cabeza ocupada pensando cómo retomar la conversación, o cómo romper el hielo. Damian parecía haber perdido de pronto toda la energía que había demostrado desde que le había visto por primera vez en aquellas mazmorras deprimentes.
—Parece que vamos a tener que compartir casa por un tiempo, es mejor no empezar con mal pie, ¿no crees? —le dijo a Damian de forma casual, con un tono que no indicaba que aquella conversación fuese una continuación de la bronca—. ¿Qué tal si hablamos un poco para entendernos unos a otros mejor? Por ejemplo… ¿qué es un circo? —quiso saber. También miró a Rägjynn con una sonrisa esperando su aporte. Se le ocurría que podían unirse al otro niño y distraerlos a ambos un poco de toda aquella situación desagradable con un poco de conversación, pero después de que el conflicto lo iniciaran los celos no sabía si sería buena idea sugerirlo de inmediato. Sin embargo, para los dos niños sería beneficioso hacerse amigos, así que esperaba que se les pudiera unir pronto para que Damian enterrase aquellos celos conociéndole mejor y no viéndole como un rival.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
18/04/23, 04:55 pm
Damian intentó protestar de nuevo. El mjörní tan solo dedicó una expresión seria y negó levemente con la cabeza, queriendo indicar que no conseguiría nada con ello. Por suerte el propio Ethan intervino, regañando finalmente él también al niño a pesar de que en un inicio había intentado mentir para encubrir lo que había hecho realmente. Al igual que Airi, tenía claro que el humano moreno era más afín a su forma de resolver conflictos que las maneras mucho más agresivas de Connor y Kalna que tanto le incomodaban. Ya había comprobado que otros humanos, como Rick o Aniol, también parecían tener una naturaleza parecida y suponía que aquellas diferencias que para él resultaban algo extremas tenían explicación en lo que el chico de la heterocromía les había contado a grandes rasgos.
A Damian no se le veía nada convencido, pero al menos un “lo siento” era un buen comienzo. Le aliviaba que no se hubiera negado en rotundo ni montado otra escena, por lo menos. Como parecía reaccionar bien a que le dedicase gestos, Rägjynn le dio ánimos apoyando su garra en el hombro del niño con suavidad mientras reforzando las palabras de Airi y asintiendo para indicar que estaba conforme con que bajasen.
—Sí, bajemos sin prisa, no nos vayamos a hacer daño —le dijo a Damian en tono afable, que seguía pegado a él, cuando Airi les pidió prudencia bajando las escaleras.
Una vez abajo, parecía que solo quedaban Aniol y Tawar a la vista y les explicó brevemente que no se preocupasen porque no había ningún peligro arriba, sin mencionar lo que había hecho el otro niño. Suponía que el resto se habría ido a continuar explorando el torreón.
Ya que la propuesta de Airi había sido encender la cocina, dirigió a Damian hacia allí y empezó a observar los utensilios. Por suerte todo le resultaba bastante familiar y no parecía difícil de usar… Aunque no tenía claro cómo iba a encenderla.
—Yo tampoco sé lo que es un circo —añadió a lo dicho por la chica—. ¿Sabéis cómo encender la cocina, chicos? Yo no sé si sabré prender el fuego sin recurrir a la magia. Si quieres puedes ir pasándome leña para que la coloque en el hogar —le indicó a Damian—. ¿Tú no tienes frío con tan poca ropa? Supongo que vosotros sois de sangre caliente, pero la verdad es que para mi gusto esta ciudad tiene unas temperaturas demasiado bajas. Espero que no sean así todos los días…
Al pensar nuevamente en el frío que tenía le recorrió un escalofrío y se vio obligado a frotarse momentáneamente los brazos con sus propias manos.
>>¿Qué hay de vosotres? Vamos a intentar calentar un poco este sitio —alzó un poco más la voz para que le escuchasen también Aniol y Tawar y se acercasen si querían.
El mjörní también tenía dudas acerca de cómo se tomaría Damian que incluyesen al sujeto de sus celos en aquello, pero realmente esperaba que se comportase y sería muy desconsiderado ignorar al otro niño y a le repobladore.
A Damian no se le veía nada convencido, pero al menos un “lo siento” era un buen comienzo. Le aliviaba que no se hubiera negado en rotundo ni montado otra escena, por lo menos. Como parecía reaccionar bien a que le dedicase gestos, Rägjynn le dio ánimos apoyando su garra en el hombro del niño con suavidad mientras reforzando las palabras de Airi y asintiendo para indicar que estaba conforme con que bajasen.
—Sí, bajemos sin prisa, no nos vayamos a hacer daño —le dijo a Damian en tono afable, que seguía pegado a él, cuando Airi les pidió prudencia bajando las escaleras.
Una vez abajo, parecía que solo quedaban Aniol y Tawar a la vista y les explicó brevemente que no se preocupasen porque no había ningún peligro arriba, sin mencionar lo que había hecho el otro niño. Suponía que el resto se habría ido a continuar explorando el torreón.
Ya que la propuesta de Airi había sido encender la cocina, dirigió a Damian hacia allí y empezó a observar los utensilios. Por suerte todo le resultaba bastante familiar y no parecía difícil de usar… Aunque no tenía claro cómo iba a encenderla.
—Yo tampoco sé lo que es un circo —añadió a lo dicho por la chica—. ¿Sabéis cómo encender la cocina, chicos? Yo no sé si sabré prender el fuego sin recurrir a la magia. Si quieres puedes ir pasándome leña para que la coloque en el hogar —le indicó a Damian—. ¿Tú no tienes frío con tan poca ropa? Supongo que vosotros sois de sangre caliente, pero la verdad es que para mi gusto esta ciudad tiene unas temperaturas demasiado bajas. Espero que no sean así todos los días…
Al pensar nuevamente en el frío que tenía le recorrió un escalofrío y se vio obligado a frotarse momentáneamente los brazos con sus propias manos.
>>¿Qué hay de vosotres? Vamos a intentar calentar un poco este sitio —alzó un poco más la voz para que le escuchasen también Aniol y Tawar y se acercasen si querían.
El mjörní también tenía dudas acerca de cómo se tomaría Damian que incluyesen al sujeto de sus celos en aquello, pero realmente esperaba que se comportase y sería muy desconsiderado ignorar al otro niño y a le repobladore.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Sendar
18/04/23, 05:31 pm
Colmillo levantó la cabeza de su trabajo cuando escuchó a Serena dirigirse directamente a él.
-¿Tú no estás contenta de que tengamos agua? -preguntó de vuelta agachando una oreja-. No sé cómo son las cosas en tu mundo, pero joder si voy a vivir en un sitio sin agua. Para empezar tenía unas ganas jodidamente grandes de lavarme los pies porque entrar en una casa sin limpiarme me hace sentir lleno de mierda.
Colmillo agradeció la ayuda, aunque frunció el morro ante el comentario sobre Abel, viéndolo pasar por su lado hacia el interior. Mientras seguía a Serena al interior del torreón, cada uno con un cubo, se volvió a fijar en la cojera de la chica.
-Ay, joder, no me acordaba que te habías hecho daño -exclamó con las orejas tiesas-. Como todos los de tu misma especie llevan esa cosa en los pies que llamáis zapatos se me había olvidado que tú no los llevas. Supongo que querrás limpiarte como yo. Pues va a ser una putada, ya te lo digo. He intentado buscar algún trapo que sirviera para ayudarme y todos parece que te van a dar mil putas enfermedades y vas a necesitar algo más que agua para limpiar eso. Mi yaya era curandera y por los huevos de Zrogie que no me dejaría limpiarme ninguna herida solo con agua.
Al entrar escuchó a alguien llamar a Serena y por encima del hombro de la chica pudo ver a Rick preguntándole por Abel.
-Oye, ¿tú tienes algún trozo de tela o pañuelo que te sobre? -aprovechó para preguntar mientras dejaba el cubo en el suelo-. No sé nada de tu especie, pero supongo que llevar tanto tiempo una herida sin limpiar ni curar debe ser tan puta movida como en Zemlya.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Trish
Ficha de cosechado
Nombre: Serena
Especie: Humana
Habilidades: Astucia, agilidad y habilidad manualPersonajes : Serena: humana (1,60 cm)
Unidades mágicas : 5/5
Re: Torreón Sendar
19/04/23, 06:21 pm
¿Había dicho algo demasiado ofensivo? Estaba segura de que no, pero no tardó en notar cómo la expresión en el rostro de Abel se apagaba por segundos. Es más, el chico no volvió a levantar la mirada del suelo hasta que más tarde desapareció en el interior de una de las habitaciones. Decidió que lo mejor sería darle un poco de espacio, incluso ella misma lo necesitaba para poder asimilar todo lo que estaba pasando.
Continuó avanzando con uno de los cubos de agua, que pesaba más de lo que había pensado en un primer momento. No dudó en coger el cuchillo que Abel había dejado en una de las repisas, aunque aún no había decidido si se lo quedaría o lo dejaría de nuevo en la cocina. No podía negar que le daba cierta seguridad, pero era consciente de que en el grupo había gente que sabría darle mejor uso en caso de peligro.
Colmillo avanzaba junto a ella, sin parar de hablar con palabras raras y malsonantes, pero algo en él le hacía pensar que no tenía mal fondo.
—No me he hecho tanto daño —mintió cuando lo escuchó preocupándose por su herida. Seguía sin entender muy bien de dónde podía haber salido alguien como él, pero al menos parecía que ambos compartían el mismo objetivo—, pero tienes razón. Me alegro de no ser la única que necesite lavarse los pies, supongo.
Serena salió del patio con la intención de dirigirse a la cocina y buscar algún trapo limpio, pero una sombra apareció en su camino, haciendo que diera un traspié y derramara parte del agua sobre el suelo.
—¡Mira por dónde vas, casi me como el suelo! —gruñó Serena, aunque bajó el tono en cuanto vio que se trataba de Rick y que parecía arrepentido—. Olvídalo, solo quiero dejar este cubo de una vez.
Siguió la mirada del chico hasta la habitación donde se había metido Abel y pudo llegar a entender su preocupación por él. Sin embargo, no tenía sentido mencionar el incidente del cuchillo ahora que él ya no lo tenía. Además, estaba segura de que le haría sentir incluso peor en caso de contarlo.
—Lo único que hemos visto ha sido que alguien ha dibujado una tontería sobre la estatua del patio, aunque puede que sea algo antiguo. De todas formas, seguro que lo único que necesita es descansar un rato y pensar en todo lo que nos está pasando.
Volvió a agradecer internamente a Colmillo su actitud cuando le preguntó a Rick por algún trapo o pañuelo para que se pudiera curar la herida.
—No hace falta que os preocupéis, estoy bien —murmuró sin ninguna seguridad—. Aunque si se os ocurriera dónde puedo encontrar algo...
Continuó avanzando con uno de los cubos de agua, que pesaba más de lo que había pensado en un primer momento. No dudó en coger el cuchillo que Abel había dejado en una de las repisas, aunque aún no había decidido si se lo quedaría o lo dejaría de nuevo en la cocina. No podía negar que le daba cierta seguridad, pero era consciente de que en el grupo había gente que sabría darle mejor uso en caso de peligro.
Colmillo avanzaba junto a ella, sin parar de hablar con palabras raras y malsonantes, pero algo en él le hacía pensar que no tenía mal fondo.
—No me he hecho tanto daño —mintió cuando lo escuchó preocupándose por su herida. Seguía sin entender muy bien de dónde podía haber salido alguien como él, pero al menos parecía que ambos compartían el mismo objetivo—, pero tienes razón. Me alegro de no ser la única que necesite lavarse los pies, supongo.
Serena salió del patio con la intención de dirigirse a la cocina y buscar algún trapo limpio, pero una sombra apareció en su camino, haciendo que diera un traspié y derramara parte del agua sobre el suelo.
—¡Mira por dónde vas, casi me como el suelo! —gruñó Serena, aunque bajó el tono en cuanto vio que se trataba de Rick y que parecía arrepentido—. Olvídalo, solo quiero dejar este cubo de una vez.
Siguió la mirada del chico hasta la habitación donde se había metido Abel y pudo llegar a entender su preocupación por él. Sin embargo, no tenía sentido mencionar el incidente del cuchillo ahora que él ya no lo tenía. Además, estaba segura de que le haría sentir incluso peor en caso de contarlo.
—Lo único que hemos visto ha sido que alguien ha dibujado una tontería sobre la estatua del patio, aunque puede que sea algo antiguo. De todas formas, seguro que lo único que necesita es descansar un rato y pensar en todo lo que nos está pasando.
Volvió a agradecer internamente a Colmillo su actitud cuando le preguntó a Rick por algún trapo o pañuelo para que se pudiera curar la herida.
—No hace falta que os preocupéis, estoy bien —murmuró sin ninguna seguridad—. Aunque si se os ocurriera dónde puedo encontrar algo...
No existen los finales felices; son espejismos. No te cuentan que siempre, al final, todos mueren.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Sendar
19/04/23, 11:20 pm
Pese a los esfuerzos del chico para racionalizar la situación y actuar, el pesimismo minaba la moral de Abel. Lo único que, contrariamente a lo que uno pudiese imaginar, mejoraba su estado de ánimo era la semioscuridad de la pequeña habitación, la cual le resultaba extrañamente acogedora. De hecho, se sentía más oculto y protegido ahí sentado de lo que había estado en los exteriores rocavarancoleses, puesto que era un entorno al que estaba mucho más acostumbrado.
No obstante, esa apesadumbrada paz se vio interrumpida por su reiteradamente inoportuno compañero. Nohlem se apoyó en el marco de la puerta con una artificial pose que a Abel le pareció tan fingida como su personalidad. Su primera reacción fue echarle una mirada glaciar, pero enseguida suavizo sus facciones y bajó la mirada al ver que este le preguntaba por su estado de ánimo. No sabía que contestar, y aunque sentía rabia de que justo ese chico se hubiese dado cuenta de la penosa situación en la que se encontraba, Abel no era el tipo de persona capaz de tirar por tierra las aparentes buenas intenciones de Nohlem ni las de nadie.
- No. Nada es como lo imaginaba. Pensaba que iba a ser un gran héroe, vivir aventuras y encontrar mi lugar en el mundo con gente como yo. Esa extraña chica me lo prometió. Pero este mundo no es mágico, solo siniestro, y todo lo que he hecho desde que he llegado es estorbar y conseguir que todo el mundo me mire como un auténtico bicho raro – pensó, sin llegar a verbalizarlo.
Le hubiese encantado poder abrirse con él, desahogarse y que este le dijese paso a paso qué hacer para cambiar las cosas. Sin embargo, las palabras se morían en su garganta y, como siempre, era incapaz de expresarse con claridad. Además, sabía que Nohlem era el primero que le había juzgado y lo había manifestado abiertamente, lo que le dificultaba aún más confiar en el joven.
Finalmente, se decidió por devolverle la pelota y ser él quien preguntase. Siempre se había sentido más cómodo escuchando que hablando y esa también podía considerarse una forma de mostrar aprecio por sus preocupaciones sin tener que agradecerle nada abiertamente.
- ¿Y tú? – contestó Abel sin mirarle del todo a los ojos.
Sin ser consciente de ello, la pregunta sonó un poco más agresiva de lo que inicialmente pretendía, tal vez motivada por la animadversión que todavía sentía por el chico y por los nervios que sentía ante la mayor parte de interacciones sociales. Al darse cuenta de su tono, rectificó rápida y aceleradamente:
– Quiero decir… Todos parecéis muy tranquilos, ¿No se os hace raro?
La última frase que dijo escondía otro significado: Veía que el resto del grupo eran mucho más valientes, capaces y heroicos que él. Incluso Aniol y Damian parecían estar adaptándose mejor a Rocavarancolia. Estaba claro que Serena había elegido mal con quien juntarse. Se lo había demostrado con creces en el patio.
No quería volver a hacer el ridículo ni poner en peligro a nadie, pero sus erráticas emociones siempre parecen meterse de por miedo, y ni siquiera sus tan practicadas respiraciones habían podido controlarlas esta vez. Rocavarancolia había acabado en apenas unas horas con toda la preparación y el entrenamiento mental que había estado realizando durante meses para volver al instituto. En definitiva, se sentía más tonto que nunca, más tonto aún que cuando sus padres le obligaban a tocar cualquiera de sus instrumentos y torpemente acababa por romperlos. Por mucho que quisiese y se devanase los sesos, no sabía qué hacer para cambiar.
No obstante, esa apesadumbrada paz se vio interrumpida por su reiteradamente inoportuno compañero. Nohlem se apoyó en el marco de la puerta con una artificial pose que a Abel le pareció tan fingida como su personalidad. Su primera reacción fue echarle una mirada glaciar, pero enseguida suavizo sus facciones y bajó la mirada al ver que este le preguntaba por su estado de ánimo. No sabía que contestar, y aunque sentía rabia de que justo ese chico se hubiese dado cuenta de la penosa situación en la que se encontraba, Abel no era el tipo de persona capaz de tirar por tierra las aparentes buenas intenciones de Nohlem ni las de nadie.
- No. Nada es como lo imaginaba. Pensaba que iba a ser un gran héroe, vivir aventuras y encontrar mi lugar en el mundo con gente como yo. Esa extraña chica me lo prometió. Pero este mundo no es mágico, solo siniestro, y todo lo que he hecho desde que he llegado es estorbar y conseguir que todo el mundo me mire como un auténtico bicho raro – pensó, sin llegar a verbalizarlo.
Le hubiese encantado poder abrirse con él, desahogarse y que este le dijese paso a paso qué hacer para cambiar las cosas. Sin embargo, las palabras se morían en su garganta y, como siempre, era incapaz de expresarse con claridad. Además, sabía que Nohlem era el primero que le había juzgado y lo había manifestado abiertamente, lo que le dificultaba aún más confiar en el joven.
Finalmente, se decidió por devolverle la pelota y ser él quien preguntase. Siempre se había sentido más cómodo escuchando que hablando y esa también podía considerarse una forma de mostrar aprecio por sus preocupaciones sin tener que agradecerle nada abiertamente.
- ¿Y tú? – contestó Abel sin mirarle del todo a los ojos.
Sin ser consciente de ello, la pregunta sonó un poco más agresiva de lo que inicialmente pretendía, tal vez motivada por la animadversión que todavía sentía por el chico y por los nervios que sentía ante la mayor parte de interacciones sociales. Al darse cuenta de su tono, rectificó rápida y aceleradamente:
– Quiero decir… Todos parecéis muy tranquilos, ¿No se os hace raro?
La última frase que dijo escondía otro significado: Veía que el resto del grupo eran mucho más valientes, capaces y heroicos que él. Incluso Aniol y Damian parecían estar adaptándose mejor a Rocavarancolia. Estaba claro que Serena había elegido mal con quien juntarse. Se lo había demostrado con creces en el patio.
No quería volver a hacer el ridículo ni poner en peligro a nadie, pero sus erráticas emociones siempre parecen meterse de por miedo, y ni siquiera sus tan practicadas respiraciones habían podido controlarlas esta vez. Rocavarancolia había acabado en apenas unas horas con toda la preparación y el entrenamiento mental que había estado realizando durante meses para volver al instituto. En definitiva, se sentía más tonto que nunca, más tonto aún que cuando sus padres le obligaban a tocar cualquiera de sus instrumentos y torpemente acababa por romperlos. Por mucho que quisiese y se devanase los sesos, no sabía qué hacer para cambiar.
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Sendar
19/04/23, 11:55 pm
Las palabras de Ethan la dejaron, por un momento, clavada en el sitio. Su expresión era igual de neutra que hacía unos segundos, pero su cabeza no dejaba de darle vueltas. Ni siquiera podía enfadarse porque no estuviera haciéndole caso, porque el contenido de lo que estaba diciendo se le hacía prioritario.
—¿Cómo que crónico? —preguntó, y solo un segundo después se dio cuenta que igual había sonado demasiado brusca —. Quiero decir…No lo entiendo. En mi mundo no sentimos dolor, solo cuando somos muy pequeños. ¿Cómo es eso de que tengas que acostumbrarte a que te duela?
Estaba visiblemente confundida, y no sabía si estaba siendo una maleducada (y si lo había sido estaba dispuesta a disculparse), pero le ponía nerviosa no entender aquello. ¿Cómo se las arreglaban si no dejaba de dolerles nunca? Sabía bien que dejar de sentir dolor era un problema en muchos casos, y la mortalidad elevada de Libo no se le escapaba, pero no comprendía como podían vivir cómodamente cuando seguían sintiendo dolor toda la vida. Los humanos estaban rotos, estaba claro.
La siguiente planta fue prácticamente igual, aunque las habitaciones eran más grandes y carecía de baños. Al menos ahora había más luz, habiendo abierto las contraventanas. Kalna ignoraba a posta los camastros, dejando para su yo futuro mentalizarse de que le tocaría dormir en una cama posiblemente llena de bichos, sucia, y mucho más incómoda y pequeña que su cama. «Al menos hay suficientes cuartos para poder dormir sola…», se dijo, sabiendo que no pensaba pasar por compartir cuarto, y menos con hombres.
Ethan decidió quedarse antes de subir por la siguiente escalera, por lo que Kalna miró a Connor y le pidió (o más bien ordenó) que cogiera la antorcha. Sabía que siendo el otro un masculinista no iba a hacerle caso, pero la negativa hizo que cerrara los ojos y se pinzara el puente de la nariz. Sabía que los hombres no entendían nada del plano militar, pero lo de Connor rozaba ya el surrealismo: desde luego era rematadamente estúpido, no le extrañaba que le hubieran comido la cabeza aquellos indignos.
—Necesito las dos manos para usar la espada —le dijo, mientras hacía un par de movimientos para demostrarlo —. Me da igual que lleves el cuchillo, lleva la maldita antorcha.
Empezaba a agotársele la paciencia con él, así que agradeció a los Grandes Felinos que hiciera algo útil por una vez y aceptara llevar la antorcha. Subieron a la siguiente planta, compuesta de una única habitación vacía a excepción de unas escaleras. «Podría servir para entrenar…», pensó. Desde luego era una completa basura comparada con la sala de entrenamiento del palacio de su Madre, pero tendría que valer. No pensaba oxidarse en aquellas circunstancias.
Otro tramo de escaleras después, llegaron a la azotea. Desde arriba se veía la ciudad, llena de callejuelas y edificios a me
dio derruir…Y al otro lado un barranco. Al menos era una buena defensa, sumada a los muros que delimitaban la torre.
—Pues ya está. Podemos bajar y decirle al resto que es seguro.
Al menos aquello estaba comprobado, y era una buena noticia. Habría que subir el puente, pero estaban en uno de los refugios y estaban a salvo, lo que ya era bastante. Solo había un problema, y era que no tenían comida.
—¿Cómo que crónico? —preguntó, y solo un segundo después se dio cuenta que igual había sonado demasiado brusca —. Quiero decir…No lo entiendo. En mi mundo no sentimos dolor, solo cuando somos muy pequeños. ¿Cómo es eso de que tengas que acostumbrarte a que te duela?
Estaba visiblemente confundida, y no sabía si estaba siendo una maleducada (y si lo había sido estaba dispuesta a disculparse), pero le ponía nerviosa no entender aquello. ¿Cómo se las arreglaban si no dejaba de dolerles nunca? Sabía bien que dejar de sentir dolor era un problema en muchos casos, y la mortalidad elevada de Libo no se le escapaba, pero no comprendía como podían vivir cómodamente cuando seguían sintiendo dolor toda la vida. Los humanos estaban rotos, estaba claro.
La siguiente planta fue prácticamente igual, aunque las habitaciones eran más grandes y carecía de baños. Al menos ahora había más luz, habiendo abierto las contraventanas. Kalna ignoraba a posta los camastros, dejando para su yo futuro mentalizarse de que le tocaría dormir en una cama posiblemente llena de bichos, sucia, y mucho más incómoda y pequeña que su cama. «Al menos hay suficientes cuartos para poder dormir sola…», se dijo, sabiendo que no pensaba pasar por compartir cuarto, y menos con hombres.
Ethan decidió quedarse antes de subir por la siguiente escalera, por lo que Kalna miró a Connor y le pidió (o más bien ordenó) que cogiera la antorcha. Sabía que siendo el otro un masculinista no iba a hacerle caso, pero la negativa hizo que cerrara los ojos y se pinzara el puente de la nariz. Sabía que los hombres no entendían nada del plano militar, pero lo de Connor rozaba ya el surrealismo: desde luego era rematadamente estúpido, no le extrañaba que le hubieran comido la cabeza aquellos indignos.
—Necesito las dos manos para usar la espada —le dijo, mientras hacía un par de movimientos para demostrarlo —. Me da igual que lleves el cuchillo, lleva la maldita antorcha.
Empezaba a agotársele la paciencia con él, así que agradeció a los Grandes Felinos que hiciera algo útil por una vez y aceptara llevar la antorcha. Subieron a la siguiente planta, compuesta de una única habitación vacía a excepción de unas escaleras. «Podría servir para entrenar…», pensó. Desde luego era una completa basura comparada con la sala de entrenamiento del palacio de su Madre, pero tendría que valer. No pensaba oxidarse en aquellas circunstancias.
Otro tramo de escaleras después, llegaron a la azotea. Desde arriba se veía la ciudad, llena de callejuelas y edificios a me
dio derruir…Y al otro lado un barranco. Al menos era una buena defensa, sumada a los muros que delimitaban la torre.
—Pues ya está. Podemos bajar y decirle al resto que es seguro.
Al menos aquello estaba comprobado, y era una buena noticia. Habría que subir el puente, pero estaban en uno de los refugios y estaban a salvo, lo que ya era bastante. Solo había un problema, y era que no tenían comida.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Torreón Sendar
20/04/23, 02:47 pm
Los curiosos ánimos de Connor consiguieron que el joven quisiera seguir avanzando. Aquel halago fue suficiente para sacarle una sonrisa sincera al ver que su esfuerzo se veía recompensado. Convirtiendo esa euforia temporal, en una forma de mitigar parte del dolor.
Kalna irónicamente, colaboró con esa labor cuando le entretuvo con sus palabras. Lejos de resultar ofendido, Ethan se mostró sumamente contrariado por las mismas. -Perdón pero... ¿Quieres decir que en tu mundo no sentís nada de nada??-. Su pregunta era redundante, pues ya conocía la respuesta antes siquiera de formularla. Solo se estaba repitiendo para poder asimilar mejor la situación.
-Bueno, nosotros no perdemos ese sentido nunca. Quiero decir, en nuestro mundo es la forma que tenemos de poder saber si nos ocurre algo, así que supongo que como lo vivimos desde el inicio solo estamos acostumbrados a que ocurra. Yo, digamos que soy un caso excepcional. Lo normal no es tener dolores continuos, vaya -. Se quedó brevemente en silencio sin saber si aquella explicación bastaba para alguien que simplemente, no experimentaba de la misma manera y entonces le surgió un interrogante bastante más preocupante. -Claro que en tu mundo, tendréis otras formas de localizar que estáis mal, ¿verdad?
Formuló esto último con una entonación que se aproximaba más a un ruego que a una pregunta. Con la falta de cualquier botiquín para tratar hasta el corte simple de Serena, no quería ni imaginarse cómo podría ayudar a alguien que si quiera sabía detectar el problema.
A esa preocupación pronto se le vio sumada otra. La segunda planta era de nuevo, cuartos. Esta vez comunales. Lo que dejaba cada vez más en evidencia, que ese torreón estaba diseñado para albergar al menos, al doble de personas. Recordando el discurso de la plaza, Ethan empezó a caer en una vorágine de pensamientos inciertos.
-¿Y si no somos los únicos? -. Acabo sentenciando en alto, cuando dejó que sus preocupaciones se hicieran palpables. -Quiero decir.. este sitio es enorme para tan pocos. Y apenas nos han dado recursos de ninguna clase -. Su mirada se desplazó hacia la espada de Kalna. Aún desconocía de dónde la había sacado pero solo dejaba en evidencia que estaban interesados en darles armas, no en ofrecerles tratamiento para lo que provocan las mismas. Joder, ¿por qué todo esto se acercaba peligrosamente a la trama de Los juegos del hambre?.
-Yo solo localice dos bañeras antes de que siguiéramos una. Pero si aquí caben mínimo 30 personas, eso sin contar con que pudiera haber refugios como este en otros sitios... ¿Estamos siquiera seguros de que habrá suficiente alimento para todos?
Acabo negando, tratando de evitar caer en el catastrofismo puro. Se había dejado llevar por el pánico momentáneo, pero claramente la opción correcta era esperar a hablar con los demás. Al fin y al cabo, fueran o no ciertas sus sospechas, estaban todos juntos en esto.
A la siguiente subida el joven ya tuvo que rechazar la propuesta. Le regaló una sonrisa cansada a Connor antes de contestarle con el mejor humor que pudo conseguir para aliviar la situación. -Pues la verdad es que la pierna me esta pidiendo que pare un rato o que me la puto arranque y por ahora, no me llama tanto la segunda opción.
Sentenció antes de ceder su antorcha y acomodarse en el primer escalón de las escaleras. Al final, si de verdad había alguien (Que a esas alturas lo dudaba) él solo supondría una molestia. Esas dos bestias se bastaban por sí solas.
Eso y que, tenía guardado lo único útil que contenían las habitaciones. Lejos de las sábanas roñosas y la ropa en mala calidad, sobre una de las camas se habían encontrado un puñado de folios acompañado de varios lápices.
Ethan guardaba los materiales en sus bolsillos, y los papeles enrollados de forma cuidadosa. Tras cerciorarse por el silencio de que efectivamente, no tenían ningún invitado sorpresa. Desenrolló uno de ellos y tarareando en bajito, empezó a entretenerse con su nueva creación.
Dudaba que nadie echará en falta uno de ellos, y oye, añadir una nueva grulla a su colección le resultaba reconfortante ahora que su cuenta estaba en números rojos.
Kalna irónicamente, colaboró con esa labor cuando le entretuvo con sus palabras. Lejos de resultar ofendido, Ethan se mostró sumamente contrariado por las mismas. -Perdón pero... ¿Quieres decir que en tu mundo no sentís nada de nada??-. Su pregunta era redundante, pues ya conocía la respuesta antes siquiera de formularla. Solo se estaba repitiendo para poder asimilar mejor la situación.
-Bueno, nosotros no perdemos ese sentido nunca. Quiero decir, en nuestro mundo es la forma que tenemos de poder saber si nos ocurre algo, así que supongo que como lo vivimos desde el inicio solo estamos acostumbrados a que ocurra. Yo, digamos que soy un caso excepcional. Lo normal no es tener dolores continuos, vaya -. Se quedó brevemente en silencio sin saber si aquella explicación bastaba para alguien que simplemente, no experimentaba de la misma manera y entonces le surgió un interrogante bastante más preocupante. -Claro que en tu mundo, tendréis otras formas de localizar que estáis mal, ¿verdad?
Formuló esto último con una entonación que se aproximaba más a un ruego que a una pregunta. Con la falta de cualquier botiquín para tratar hasta el corte simple de Serena, no quería ni imaginarse cómo podría ayudar a alguien que si quiera sabía detectar el problema.
A esa preocupación pronto se le vio sumada otra. La segunda planta era de nuevo, cuartos. Esta vez comunales. Lo que dejaba cada vez más en evidencia, que ese torreón estaba diseñado para albergar al menos, al doble de personas. Recordando el discurso de la plaza, Ethan empezó a caer en una vorágine de pensamientos inciertos.
-¿Y si no somos los únicos? -. Acabo sentenciando en alto, cuando dejó que sus preocupaciones se hicieran palpables. -Quiero decir.. este sitio es enorme para tan pocos. Y apenas nos han dado recursos de ninguna clase -. Su mirada se desplazó hacia la espada de Kalna. Aún desconocía de dónde la había sacado pero solo dejaba en evidencia que estaban interesados en darles armas, no en ofrecerles tratamiento para lo que provocan las mismas. Joder, ¿por qué todo esto se acercaba peligrosamente a la trama de Los juegos del hambre?.
-Yo solo localice dos bañeras antes de que siguiéramos una. Pero si aquí caben mínimo 30 personas, eso sin contar con que pudiera haber refugios como este en otros sitios... ¿Estamos siquiera seguros de que habrá suficiente alimento para todos?
Acabo negando, tratando de evitar caer en el catastrofismo puro. Se había dejado llevar por el pánico momentáneo, pero claramente la opción correcta era esperar a hablar con los demás. Al fin y al cabo, fueran o no ciertas sus sospechas, estaban todos juntos en esto.
A la siguiente subida el joven ya tuvo que rechazar la propuesta. Le regaló una sonrisa cansada a Connor antes de contestarle con el mejor humor que pudo conseguir para aliviar la situación. -Pues la verdad es que la pierna me esta pidiendo que pare un rato o que me la puto arranque y por ahora, no me llama tanto la segunda opción.
Sentenció antes de ceder su antorcha y acomodarse en el primer escalón de las escaleras. Al final, si de verdad había alguien (Que a esas alturas lo dudaba) él solo supondría una molestia. Esas dos bestias se bastaban por sí solas.
Eso y que, tenía guardado lo único útil que contenían las habitaciones. Lejos de las sábanas roñosas y la ropa en mala calidad, sobre una de las camas se habían encontrado un puñado de folios acompañado de varios lápices.
Ethan guardaba los materiales en sus bolsillos, y los papeles enrollados de forma cuidadosa. Tras cerciorarse por el silencio de que efectivamente, no tenían ningún invitado sorpresa. Desenrolló uno de ellos y tarareando en bajito, empezó a entretenerse con su nueva creación.
Dudaba que nadie echará en falta uno de ellos, y oye, añadir una nueva grulla a su colección le resultaba reconfortante ahora que su cuenta estaba en números rojos.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
21/04/23, 01:05 am
Connor no le había dado una importancia demasiado importante a la relevación de Ethan sobre su estado crónico, más allá de que lo tendría en cuenta en el futuro, pero por lo que parecía a Kalna sí le había interesado sobremanera. Cuando la chica mencionó que los suyos no sentían dolor el motero alzó una ceja extrañado ante aquello.- Me cago en la puta, si que estáis jodidos.- Diría únicamente, con el ceño fruncido y preguntándose lo que tenía que ser morir por no darte cuenta de una herida grave que te habías hecho. <<El dolor es una putada, pero sirve de algo.>> Pensó con más claridad todavía. Sin embargo no pudo evitar recordar a Yasser, y la agonía que sintió antes de morir a su lado. A él le habría venido bien ser como Kalna... <<Céntrate, no seas gilipollas>>. Inconscientemente había apretado el mango del cuchillo hasta tener los nudillos blancos.
Por otro lado Ethan planteó varias cuestiones interesantes. Como que tenía que haber más gente como ellos en la ciudad, o que quizás la comida podría no ser suficiente para todos. Aunque sin haber revisado el edificio por completo a lo mejor no era el mejor momento de darle forma a esas dudas.
-Esas preguntas no sirven de una mierda ahora mismo.- Le respondió al británico sin llegar a sonar borde, solo pragmático, aunque ya que estaban podía aprovechar la ocasión.- Si hay más gente por ahí seguro que irán en grupos, pero este va a ser nuestro puto refugio. A los demás que les den por culo. Y con la comida lo mismo si no hay para todos- Comentó mirando tanto a Ethan como a Kalna. Le había quedado claro que aquella ciudad no se caracterizaba por su seguridad o sus leyes. Si había más gente y no había comida para todos...estaba claro que habría trifulcas por ella, y Connor quería dejar claro su postura sobre ese tema cuanto antes.
Tras llegar a las escaleras y responderle Ethan sobre su pierna, no pudo evitar sonreír con su comentario y asintió entendiendo que tenía que parar.- Intenta no arrancarte la pierna hasta que volvamos.- Comentó con sorna, sin embargo pronto frunció el ceño con la orden que le dio Kalna sobre portar la antorcha. Connor era consciente de que era lógico, al fin y al cabo ella llevaba una espada bastante grande y él un cuchillo. Pero ese tono autoritario... Empezó a sentir cómo lo invadía esa furia gélida que tan bien conocía. El motero odiaba las normas y las órdenes, a no ser que vinieran de alguien por encima de él en la jerarquía de la banda, en cuyo caso las acataba sin chistar palabra y amaba contribuir de esa manera.
-A mi nadie me da órdenes, hostias.- Le dijo con los ojos entrecerrados, estudiándola con la mirada. La chica procedió a explicarle sus motivos, que él comprendía perfectamente, pero el orgullo le obligaba a rebelarse contra esa actitud. Aún así suspiró y finalmente cogió la antorcha, no tenía sentido seguir con aquel tema estando tan cerca de terminar de explorar el edificio. Y aún podía haber alguien por ahí. -Acabemos con esta mierda.- Continuó el motero dedicándole una última mirada cargada de mala hostia, consciente de que no le dejaría pasar a Kalna otra situación como aquella. Arriba no encontraron nada más ni a nadie, a excepción de unas escaleras que regalaban unas vistas deplorables de la ciudad. Connor asintió a las palabras de la chica mientras observaba la ciudad con preocupación y sorpresa en sus ojos.- ¿A qué puto basurero nos han tirado?- Preguntó al aire antes de seguir a Kalna, en dirección a la planta baja donde estaban los demás.
Por el camino volvieron con Ethan que tarareaba mientras hacía una grulla con un trozo de papel y Connor lo informó de que estaba todo despejado. Se guardó para sí que le parecía un hobby extraño pero en el que se veía que tenía talento. El lugar estaba bastante más iluminado, ya que por el camino habían ido abriendo contraventanas. Así que dejó la antorcha en el mismo sitio en la pared donde la descolgó.
-No hay cabrones a la vista-. Les informó a los que estaban abajo cuando llegaron, mientras dejaba el cuchillo en la cocina. Después vio la puerta que conducía al patio, y curioso fue hacia allí. Al fin y al cabo no había visto el resto de la planta baja.- Si necesitáis alguna mierda estaré fuera.- Comentó, aunque por su tono de voz no parecía querer que lo molestaran. Cuando entró en el patio visualizó la estatua y sentándose en su pedestal se encendió un cigarrillo. Era como un botón automático que le decía "Estás a salvo, ya puedes relajarte de una puta vez". Connor suspiró agobiado por la imagen de la ciudad que acababa de ver, permitiéndose ser más vulnerable ahora que estaba solo, mientras observaba ese feo cielo gris. <<Que lejos queda Texas>>. Pensó entre caladas del cigarrillo.
Por otro lado Ethan planteó varias cuestiones interesantes. Como que tenía que haber más gente como ellos en la ciudad, o que quizás la comida podría no ser suficiente para todos. Aunque sin haber revisado el edificio por completo a lo mejor no era el mejor momento de darle forma a esas dudas.
-Esas preguntas no sirven de una mierda ahora mismo.- Le respondió al británico sin llegar a sonar borde, solo pragmático, aunque ya que estaban podía aprovechar la ocasión.- Si hay más gente por ahí seguro que irán en grupos, pero este va a ser nuestro puto refugio. A los demás que les den por culo. Y con la comida lo mismo si no hay para todos- Comentó mirando tanto a Ethan como a Kalna. Le había quedado claro que aquella ciudad no se caracterizaba por su seguridad o sus leyes. Si había más gente y no había comida para todos...estaba claro que habría trifulcas por ella, y Connor quería dejar claro su postura sobre ese tema cuanto antes.
Tras llegar a las escaleras y responderle Ethan sobre su pierna, no pudo evitar sonreír con su comentario y asintió entendiendo que tenía que parar.- Intenta no arrancarte la pierna hasta que volvamos.- Comentó con sorna, sin embargo pronto frunció el ceño con la orden que le dio Kalna sobre portar la antorcha. Connor era consciente de que era lógico, al fin y al cabo ella llevaba una espada bastante grande y él un cuchillo. Pero ese tono autoritario... Empezó a sentir cómo lo invadía esa furia gélida que tan bien conocía. El motero odiaba las normas y las órdenes, a no ser que vinieran de alguien por encima de él en la jerarquía de la banda, en cuyo caso las acataba sin chistar palabra y amaba contribuir de esa manera.
-A mi nadie me da órdenes, hostias.- Le dijo con los ojos entrecerrados, estudiándola con la mirada. La chica procedió a explicarle sus motivos, que él comprendía perfectamente, pero el orgullo le obligaba a rebelarse contra esa actitud. Aún así suspiró y finalmente cogió la antorcha, no tenía sentido seguir con aquel tema estando tan cerca de terminar de explorar el edificio. Y aún podía haber alguien por ahí. -Acabemos con esta mierda.- Continuó el motero dedicándole una última mirada cargada de mala hostia, consciente de que no le dejaría pasar a Kalna otra situación como aquella. Arriba no encontraron nada más ni a nadie, a excepción de unas escaleras que regalaban unas vistas deplorables de la ciudad. Connor asintió a las palabras de la chica mientras observaba la ciudad con preocupación y sorpresa en sus ojos.- ¿A qué puto basurero nos han tirado?- Preguntó al aire antes de seguir a Kalna, en dirección a la planta baja donde estaban los demás.
Por el camino volvieron con Ethan que tarareaba mientras hacía una grulla con un trozo de papel y Connor lo informó de que estaba todo despejado. Se guardó para sí que le parecía un hobby extraño pero en el que se veía que tenía talento. El lugar estaba bastante más iluminado, ya que por el camino habían ido abriendo contraventanas. Así que dejó la antorcha en el mismo sitio en la pared donde la descolgó.
-No hay cabrones a la vista-. Les informó a los que estaban abajo cuando llegaron, mientras dejaba el cuchillo en la cocina. Después vio la puerta que conducía al patio, y curioso fue hacia allí. Al fin y al cabo no había visto el resto de la planta baja.- Si necesitáis alguna mierda estaré fuera.- Comentó, aunque por su tono de voz no parecía querer que lo molestaran. Cuando entró en el patio visualizó la estatua y sentándose en su pedestal se encendió un cigarrillo. Era como un botón automático que le decía "Estás a salvo, ya puedes relajarte de una puta vez". Connor suspiró agobiado por la imagen de la ciudad que acababa de ver, permitiéndose ser más vulnerable ahora que estaba solo, mientras observaba ese feo cielo gris. <<Que lejos queda Texas>>. Pensó entre caladas del cigarrillo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
22/04/23, 01:50 am
Para la ilusión de ambas partes, humano como repobladore, Tawar pudo pasar de una cabeza a otra. Aniol les contó qué eran los elfos y las hadas, lo que hizo que el chiquitín empezara a agitar la cola sobre su pelo. ¡Había más colonias de repobladores en otros mundos! ¿¡Cómo era posible!? ¿Tan lejos llegaban las raíces de la Flora? ¡Tenían alas, incluso! ¿Habría otros tipos de repobladores en otros mundos? Quería preguntarle tantas cosas al joven gigante como le fuera posible, pero los estímulos del interior no dejaban de llegar y también las explicaciones, como que aquel edificio era algo pequeño para lo que tenían en el mundo de Rick. ¡Lo había llamado rascacielos! No había que ser muy avispade para deducir a qué se refería, ¿pero cómo podían levantar cosas que llegaran a las nubes? ¿No se les caían ni torcían con el aire, como los árboles? Más y más dudas hervían en su cabecita, y de vez en cuando se rascaba los brotes, pensative. Estaba aprendiendo un montón, pero definitivamente lo que más curiosidad le despertaban eran las hadas del mundo de Aniol. Tenía que ir allí en algún momento. Y tenía que hablar más con el joven gigante, quien le había caído tan bien y se contagiaba de su ilusión.
Los gigantes mayores se fueron momentáneamente y Tawar agradeció mentalmente que el joven gigante no se fuera hacia dentro. Se le acercó entonces al borde de la cabeza, por la izquierda, y se colgó hasta llegar a su oreja, como hiciera anteriormente con Nohlem.
—Oye, Aniol, ¿las hadas repobladores de tu mundo también cuidan de los bosques como nosotres? ¿Plantan semillas y vigilan los brotes? ¿Brotan del suelo como yo? —indagó.
Habría seguido preguntando pero la voz de Räg les invitó a entrar. ¡Agua! Ese sí le parecía un buen motivo, y además los ruidos habían cesado y las voces que les llegaban eran mucho más tranquilas. De pie de nuevo, se agarró a uno de los cuernos mientras Aniol caminaba hacia los demás. Una vez dentro, por un lado los Gigantes Fuertes avisaron de que estaban allí solo elles y también Räg les informó de que iba a calentar el sitio donde estaban. Pero olía que debía haber algo para beber por allí, y de hecho el gigante peludo había hablado de ella anteriormente. Más preguntas. Les vendría bien lo que proponía el mjörní, pero desconocía cómo llevarlo a cabo allí.
—Huele a agua, ¿ne podéis decir dónde está o darme un poquito? ¿Y cómo vas a calentar la habitación? ¡El fuego es muy peligroso! —exclamó mientras se ocultaba detrás del cuernecito de Aniol. No se había soltado de este en todo momento. Ir encima de un gigante le daba confianza en su propia seguridad, pero aquel ejemplar era bajito (por su madurez) y al verles allí a todes tan de cerca se sentía aún más pequeñite de lo que ya era. Máxime si llevaban una de aquellas antorchas con elles. ¿Qué manía tenían los gigantes con el fuego?
Los gigantes mayores se fueron momentáneamente y Tawar agradeció mentalmente que el joven gigante no se fuera hacia dentro. Se le acercó entonces al borde de la cabeza, por la izquierda, y se colgó hasta llegar a su oreja, como hiciera anteriormente con Nohlem.
—Oye, Aniol, ¿las hadas repobladores de tu mundo también cuidan de los bosques como nosotres? ¿Plantan semillas y vigilan los brotes? ¿Brotan del suelo como yo? —indagó.
Habría seguido preguntando pero la voz de Räg les invitó a entrar. ¡Agua! Ese sí le parecía un buen motivo, y además los ruidos habían cesado y las voces que les llegaban eran mucho más tranquilas. De pie de nuevo, se agarró a uno de los cuernos mientras Aniol caminaba hacia los demás. Una vez dentro, por un lado los Gigantes Fuertes avisaron de que estaban allí solo elles y también Räg les informó de que iba a calentar el sitio donde estaban. Pero olía que debía haber algo para beber por allí, y de hecho el gigante peludo había hablado de ella anteriormente. Más preguntas. Les vendría bien lo que proponía el mjörní, pero desconocía cómo llevarlo a cabo allí.
—Huele a agua, ¿ne podéis decir dónde está o darme un poquito? ¿Y cómo vas a calentar la habitación? ¡El fuego es muy peligroso! —exclamó mientras se ocultaba detrás del cuernecito de Aniol. No se había soltado de este en todo momento. Ir encima de un gigante le daba confianza en su propia seguridad, pero aquel ejemplar era bajito (por su madurez) y al verles allí a todes tan de cerca se sentía aún más pequeñite de lo que ya era. Máxime si llevaban una de aquellas antorchas con elles. ¿Qué manía tenían los gigantes con el fuego?
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Sendar
22/04/23, 02:03 am
Como un disco rayado, Damian daba vueltas una y otra vez a lo que Ethan le dijo. Estaba enfadado pero conservaba ese sentimiento por lo general culpando a todos, incluso a él mismo, y a la vez a nadie. No sabía donde proyectarlo y un leve agobio se manifestó en su pecho. Era algo que ya había vivido con numerosas regañinas pero, ¿por qué lo sentía tan distinto?
Tampoco quería estar así para siempre, quitando el origen de esos pensamientos de su mente con un leve meneo de su cabeza. Agradeció la intervención de Airi y Rayín, el primero animándolo y el segundo sugiriendo para cuando bajaron las escaleras. Soltó un bufido por la nariz, examinando toda la planta baja por sus ojos. Si que era grande el sitio para el italiano.
—Ajá, espero que Akeyo llegue pronto para llevarnos de vuelta. Esas personas montadas en ese dragón mentían seguro, ella parecía buena, ¿verdad? —respondió a Airi si saber demasiado que Akeyo no cosechó a todos. Esperaba verla en cualquier momento. Alzando la vista atendió a la curiosidad de Airi y el lagarto, despejando su mente de tantas cosas que se le hacían bola—. ¿No sabéis lo que es un circo? —devolvió la pregunta con una duda marcada en su rostro. Se cruzó de brazos en el sitio, meneándose de lado a lado—. Ammm… Un circo es un sitio graaande y colorido, con una enorme capa que lo cubre y, y, ¡y muchos asientos en su interior! ¡Se hacen espectáculos de toda clase tipo para entretener a los que vienen, y yo trabajo ahí con mis compañeros y mi mamá! —dijo con un enorme orgullo, señalándose con el pulgar—. ¿El día que vuelva os vendréis conmigo para verme actuar? ¡Sería la ostia, mamá se quedará flipando con vosotros! ¡Nunca ha visto un lagarto lila y a gente con cuernos! —señaló a ambos, más animado que antes por el tema de conversación.
Iba a preguntar un par de cosas pero Rayín estaba trasteando con la cocina. Damián se acercó con rapidez a curiosear y sonriendo ante la tarea que le mandó el lagarto.
—¡OKAY! —casi que gritó, buscando la madera—. Vamos a ver. Leñaaaa, leñaaa, leña, leeeeeeñññaaaaaaaaa¡aquí la tengo! —comprobó por su cuenta que la leña no estuviese húmeda, muchas veces se quedaban sin madera apropiada en el circo y eso le provocaba bañarse con agua fría cosa que odiaba. Con tres trozos algo gordos en sus brazos, que pesaban lo suyo, los llevó dirección a Rayín mientras lo escuchaba—. No tengo frio Rayín, ¡yo nuuuunca tengo frio! ¡El frio te tonifica, así soy más fuerte que el vinagre! —proclamó con palabras prestadas de algunos del circo, quitándose la chaqueta de Ethan en cuanto dejó los trozos al lado del lagarto. Tenía un poquillo, pero jamás lo admitiría además teniendo el cuerpo algo acostumbrado a ello. Se sacudió las manos con brío, yendo a por más.
Se percató del grupo de arriba, bajando. Estaba el gorila con cresta chulazo, el que lo regañó con la pierna algo chunga y la loca del coño. Estaba medio incómodo con Ethan, pero los demás como que le daba un poco igual. Aún estaba calentito por las formas de Connor y Kalna hacia él.
—¡De puta madre, ahora el mechero! ¡Nos hace falta, Rambo! —exigió colocando las manos para amplificar sus reclamos.
Luego de eso seguiría a lo suyo con la madera, cada vez llevando menos cantidad de una por lo que pesaba pero no cesando en ello. Al llamar a Connor antes no se percató de que estuvo llamando a Aniol y al bichito. Al ver a los dos cerca de pronto se sobresaltó un poco. Osea, el bicho pequeño que hacía ruidos graciosos le generaba gracia pero Aniol… Iba a responder al bichito planta, pero muchas cosas le enmudecían la bocaza. Estaba muy, muy raro con ese niño con cuernos, ese niño era bueno y él no bajo el juicio de Ethan. ¿Qué era lo que Aniol tenía para tener el favor y el regalo? Se lo preguntaría directamente pero… Damian sentía muchas ganas de hablar con el otro niño, nunca en su vida ha estado en esa situación bajo un mundo rodeado de adultos y por eso se le quedó mirando raro un buen rato. Ni un “hola” le salía, estaba confundido con ese “chico bueno de buen actuar”.
Tampoco quería estar así para siempre, quitando el origen de esos pensamientos de su mente con un leve meneo de su cabeza. Agradeció la intervención de Airi y Rayín, el primero animándolo y el segundo sugiriendo para cuando bajaron las escaleras. Soltó un bufido por la nariz, examinando toda la planta baja por sus ojos. Si que era grande el sitio para el italiano.
—Ajá, espero que Akeyo llegue pronto para llevarnos de vuelta. Esas personas montadas en ese dragón mentían seguro, ella parecía buena, ¿verdad? —respondió a Airi si saber demasiado que Akeyo no cosechó a todos. Esperaba verla en cualquier momento. Alzando la vista atendió a la curiosidad de Airi y el lagarto, despejando su mente de tantas cosas que se le hacían bola—. ¿No sabéis lo que es un circo? —devolvió la pregunta con una duda marcada en su rostro. Se cruzó de brazos en el sitio, meneándose de lado a lado—. Ammm… Un circo es un sitio graaande y colorido, con una enorme capa que lo cubre y, y, ¡y muchos asientos en su interior! ¡Se hacen espectáculos de toda clase tipo para entretener a los que vienen, y yo trabajo ahí con mis compañeros y mi mamá! —dijo con un enorme orgullo, señalándose con el pulgar—. ¿El día que vuelva os vendréis conmigo para verme actuar? ¡Sería la ostia, mamá se quedará flipando con vosotros! ¡Nunca ha visto un lagarto lila y a gente con cuernos! —señaló a ambos, más animado que antes por el tema de conversación.
Iba a preguntar un par de cosas pero Rayín estaba trasteando con la cocina. Damián se acercó con rapidez a curiosear y sonriendo ante la tarea que le mandó el lagarto.
—¡OKAY! —casi que gritó, buscando la madera—. Vamos a ver. Leñaaaa, leñaaa, leña, leeeeeeñññaaaaaaaaa¡aquí la tengo! —comprobó por su cuenta que la leña no estuviese húmeda, muchas veces se quedaban sin madera apropiada en el circo y eso le provocaba bañarse con agua fría cosa que odiaba. Con tres trozos algo gordos en sus brazos, que pesaban lo suyo, los llevó dirección a Rayín mientras lo escuchaba—. No tengo frio Rayín, ¡yo nuuuunca tengo frio! ¡El frio te tonifica, así soy más fuerte que el vinagre! —proclamó con palabras prestadas de algunos del circo, quitándose la chaqueta de Ethan en cuanto dejó los trozos al lado del lagarto. Tenía un poquillo, pero jamás lo admitiría además teniendo el cuerpo algo acostumbrado a ello. Se sacudió las manos con brío, yendo a por más.
Se percató del grupo de arriba, bajando. Estaba el gorila con cresta chulazo, el que lo regañó con la pierna algo chunga y la loca del coño. Estaba medio incómodo con Ethan, pero los demás como que le daba un poco igual. Aún estaba calentito por las formas de Connor y Kalna hacia él.
—¡De puta madre, ahora el mechero! ¡Nos hace falta, Rambo! —exigió colocando las manos para amplificar sus reclamos.
Luego de eso seguiría a lo suyo con la madera, cada vez llevando menos cantidad de una por lo que pesaba pero no cesando en ello. Al llamar a Connor antes no se percató de que estuvo llamando a Aniol y al bichito. Al ver a los dos cerca de pronto se sobresaltó un poco. Osea, el bicho pequeño que hacía ruidos graciosos le generaba gracia pero Aniol… Iba a responder al bichito planta, pero muchas cosas le enmudecían la bocaza. Estaba muy, muy raro con ese niño con cuernos, ese niño era bueno y él no bajo el juicio de Ethan. ¿Qué era lo que Aniol tenía para tener el favor y el regalo? Se lo preguntaría directamente pero… Damian sentía muchas ganas de hablar con el otro niño, nunca en su vida ha estado en esa situación bajo un mundo rodeado de adultos y por eso se le quedó mirando raro un buen rato. Ni un “hola” le salía, estaba confundido con ese “chico bueno de buen actuar”.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Sendar
22/04/23, 06:58 pm
Serena por supuesto se había llevado la misma impresión, aunque no escaló a más la situación. El chico arqueó una ceja con la información de la estatua, prestando aún así más atención a lo que había pasado con Abel. -Interesante, le echaré un vistazo luego.- comenzó para luego volver a mirar preocupado hacia la habitación donde Nohlem intentaba subirle los ánimos al joven -Eso espero. El pobre no ha parado de llevarse sustos desde que llegó.-
Se echó a un lado para que la chica pudiera entrar con el cubo. Que tuvieran un pozo allí dentro les ahorraba parte de los suministros, aunque la comida parecía que iban a tener que buscarla sí o sí. Justo cuando Serena pasó vio que Szczenyak también volvía con otro. -Me temo que no, solo llevo papel- le contestó. -Pero puedo ir a buscar alguno. No es buena idea que siga sin tratar- añadió esta vez para los dos.
Sin dudarlo, se dirigió a otra de las habitaciones que había en la planta baja. Se parecía a la otra, aunque estaba mejor iluminada por una ventana. Se acercó a al baúl que había al lado de la cama, encontrando ropa bastante variada. Pantalones, abrigos, camisetas... -Bingo- dijo para sí al vislumbrar entre todo el montón un pañuelo largo que sacó al momento. Desde luego no es que estuviera nuevo, pero no tenía polvo ni estaba tan mal como otras prendas. Ni tenía manchas... Se fijó en una camisa que había salido a luz al quitar el pañuelo. No se veía demasiado bien por el color de la prena y no quería sacarla por el terror que sería confirmar lo que parecía. Entre las cosas que había aprendido como futuro detective estaba el darse cuenta de detalles como aquel. Tenía claro que era sangre, un gran mancha de sangre seca para ser más exactos. -(¿Qué cojones le pasó?)- se preguntaba intentando encontrar una explicación que no involucrara un peligro real que, por desgracia, fuera probablemente el caso.
Movió la cabeza a los lados para dejar las hipótesis para más tarde. Ya tendría tiempo de investigar sobre aquello y la pintura de fuera, de momento había asuntos más importantes. También pensaría contar más adelante sobre esa camiseta, pero ahora mismo solo empeorarían los nervios colectivos si sacaba el tema. Además, el torreón parecía seguro. De momento al menos.
Rick salió de la habitación, justo para ver que la mayoría ya había vuelto de la exploración. Le alivió escuchar de Connor la noticia de que no había nadie más allí y era un paso a mejor que todos estuvieran de mejor humor (al menos aparentemente). Después de una rápida y leve sonrisa al ver que la cosa ya no andaba tan tensa, se acercó a Serena. Bromeó mientras le mostraba el pañuelo: -Marchando un pañuelo sin roña, recomendado para tratar cortes por 9 de cada 10 médicos- Volviendo a un tono más normal, añadió con confianza mientras se lo ofrecía por si acaso: -Todo tuyo, aunque si te hace falta una mano no me importa ayudar.-
Se echó a un lado para que la chica pudiera entrar con el cubo. Que tuvieran un pozo allí dentro les ahorraba parte de los suministros, aunque la comida parecía que iban a tener que buscarla sí o sí. Justo cuando Serena pasó vio que Szczenyak también volvía con otro. -Me temo que no, solo llevo papel- le contestó. -Pero puedo ir a buscar alguno. No es buena idea que siga sin tratar- añadió esta vez para los dos.
Sin dudarlo, se dirigió a otra de las habitaciones que había en la planta baja. Se parecía a la otra, aunque estaba mejor iluminada por una ventana. Se acercó a al baúl que había al lado de la cama, encontrando ropa bastante variada. Pantalones, abrigos, camisetas... -Bingo- dijo para sí al vislumbrar entre todo el montón un pañuelo largo que sacó al momento. Desde luego no es que estuviera nuevo, pero no tenía polvo ni estaba tan mal como otras prendas. Ni tenía manchas... Se fijó en una camisa que había salido a luz al quitar el pañuelo. No se veía demasiado bien por el color de la prena y no quería sacarla por el terror que sería confirmar lo que parecía. Entre las cosas que había aprendido como futuro detective estaba el darse cuenta de detalles como aquel. Tenía claro que era sangre, un gran mancha de sangre seca para ser más exactos. -(¿Qué cojones le pasó?)- se preguntaba intentando encontrar una explicación que no involucrara un peligro real que, por desgracia, fuera probablemente el caso.
Movió la cabeza a los lados para dejar las hipótesis para más tarde. Ya tendría tiempo de investigar sobre aquello y la pintura de fuera, de momento había asuntos más importantes. También pensaría contar más adelante sobre esa camiseta, pero ahora mismo solo empeorarían los nervios colectivos si sacaba el tema. Además, el torreón parecía seguro. De momento al menos.
Rick salió de la habitación, justo para ver que la mayoría ya había vuelto de la exploración. Le alivió escuchar de Connor la noticia de que no había nadie más allí y era un paso a mejor que todos estuvieran de mejor humor (al menos aparentemente). Después de una rápida y leve sonrisa al ver que la cosa ya no andaba tan tensa, se acercó a Serena. Bromeó mientras le mostraba el pañuelo: -Marchando un pañuelo sin roña, recomendado para tratar cortes por 9 de cada 10 médicos- Volviendo a un tono más normal, añadió con confianza mientras se lo ofrecía por si acaso: -Todo tuyo, aunque si te hace falta una mano no me importa ayudar.-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
23/04/23, 02:03 pm
Airi no sabía bien qué responderle a Damian, porque no había conocido a esa Akeyo, pero tampoco sabía muy bien qué responderle sobre las personas que les dieron aquel discurso. No podía asegurarle que creía que mentían, eso estaba claro. Hasta ahora, parecía que varias cosas dichas por ellos se estaban cumpliendo.
—A mi me trajo aquí un hombre que tampoco parecía malo… —fue lo único que pudo decir mientras bajaban las escaleras. Por suerte pronto se cambió de tema gracias a la pregunta acerca del circo.
»¡Vaya! Se parece a lo que hacen los artistas ambulantes en el sur. Solo que no hay carpas, actúan en los coliseos de las ciudades… Siempre he querido poder verlo. —Airi se rio al escuchar que serían una rareza para ver en su mundo. Al momento casi se sorprendió de lo rápido que se estaban adaptando a toda aquella locura—. Me encantaría ver ese circo tuyo también aunque yo fuese una de las atracciones. ¿Nos demostrarías tus talentos más tarde? Tengo curiosidad.
Ya en la cocina se distrajeron buscando la leña y los utensilios. Airi se alegró de que en su aldea aún quedasen cocinas tradicionales, gracias a la cercanía de algunas fuentes de leña, o la cocina de aquella torre podría haber sido totalmente un misterio para elle. Había muchos aspectos de su vida cotidiana que se parecían un poco a los pueblos del Norte, ya que eran una aldea pequeña con poca capacidad para transportar materiales para fabricar artefactos. Siempre le había dado lástima, pero al verse en aquella situación precaria casi parecía una ventaja.
—No debería ser muy difícil, los de arriba tenían una antorcha… —dijo tras Rägjynn— Espero que podamos encenderlo rápido porque yo también me muero de frío —agregó. Tras eso apiló también algunas ramitas y cortezas para facilitar el encendido y rebuscó en la cocina a ver qué más aparecía, encontrando una buena reserva de aceite y candiles bajo una alacena, con lo que parecía un chisquero.
—Oh, esto va a facilitar mucho las cosas —dijo con una sonrisa, apartándose para que el resto vieran el hallazgo. Aunque Damian ya se había ido a pedirle a Connor su fuente de fuego.
Los del piso de arriba habían llegado hacía nada, anunciando que estaban solos en la torre. Aquello era un alivio tremendo. Quien seguía tenso ahora era Tawar, por la mención de hacer fuego.
—Es un fuego controlado por la piedra que hay alrededor de la cocina, no tienes que preocuparte de nada —trató de tranquilizarlo.
—A mi me trajo aquí un hombre que tampoco parecía malo… —fue lo único que pudo decir mientras bajaban las escaleras. Por suerte pronto se cambió de tema gracias a la pregunta acerca del circo.
»¡Vaya! Se parece a lo que hacen los artistas ambulantes en el sur. Solo que no hay carpas, actúan en los coliseos de las ciudades… Siempre he querido poder verlo. —Airi se rio al escuchar que serían una rareza para ver en su mundo. Al momento casi se sorprendió de lo rápido que se estaban adaptando a toda aquella locura—. Me encantaría ver ese circo tuyo también aunque yo fuese una de las atracciones. ¿Nos demostrarías tus talentos más tarde? Tengo curiosidad.
Ya en la cocina se distrajeron buscando la leña y los utensilios. Airi se alegró de que en su aldea aún quedasen cocinas tradicionales, gracias a la cercanía de algunas fuentes de leña, o la cocina de aquella torre podría haber sido totalmente un misterio para elle. Había muchos aspectos de su vida cotidiana que se parecían un poco a los pueblos del Norte, ya que eran una aldea pequeña con poca capacidad para transportar materiales para fabricar artefactos. Siempre le había dado lástima, pero al verse en aquella situación precaria casi parecía una ventaja.
—No debería ser muy difícil, los de arriba tenían una antorcha… —dijo tras Rägjynn— Espero que podamos encenderlo rápido porque yo también me muero de frío —agregó. Tras eso apiló también algunas ramitas y cortezas para facilitar el encendido y rebuscó en la cocina a ver qué más aparecía, encontrando una buena reserva de aceite y candiles bajo una alacena, con lo que parecía un chisquero.
—Oh, esto va a facilitar mucho las cosas —dijo con una sonrisa, apartándose para que el resto vieran el hallazgo. Aunque Damian ya se había ido a pedirle a Connor su fuente de fuego.
Los del piso de arriba habían llegado hacía nada, anunciando que estaban solos en la torre. Aquello era un alivio tremendo. Quien seguía tenso ahora era Tawar, por la mención de hacer fuego.
—Es un fuego controlado por la piedra que hay alrededor de la cocina, no tienes que preocuparte de nada —trató de tranquilizarlo.
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