Torreón Sendar
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Rocavarancolia Rol
15 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Sendar
19/09/12, 10:54 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ya antes de la Batalla de Rocavarancolia éste era uno de los mayores torreones de la ciudad. Quedó destruido por un explosivo que le arrancó sus cuatro plantas superiores, dejando tan sólo dos, aunque más tarde se reformó convirtiéndose en un torreón de cuatro plantas. Su base es circular y está protegido por un foso frente a la puerta, mientras que en la parte trasera hay un risco de varios metros de profundidad.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
- Recetario integral de Persilia Sukaldaria:
- RECETARIO INTEGRAL DE PERSILIA SUKALDARIA
Libro de unas 150 páginas encuadernado en cuero. El título está escrito con letras cursivas y enrevesadas y un poco de relieve que ocupan toda la cubierta, donde no hay ninguna ilustración. En la parte trasera hay una sinopsis escrita en un recuadro decorado.
Sinopsis
¿Aburrido de cocinar siempre lo mismo? Adéntrate en mi recetario integral, donde he volcado años de experimentación combinando las delicias de todos los mundos conocidos. Entrantes, picoteo, postres y todo tipo de platos tradicionales con una vuelta de tuerca… ¡las mezclas de sabores nunca vistas conquistarán tu paladar y el de tus comensales!
Más de 100 increíbles recetas.
¡Incluye un anexo de venenos que se camuflarán perfectamente en tus platos y un grimorio de cocina con los hechizos imprescindibles para cualquier chef!
Anexo
LOS VENENOS MÁS DISCRETOS
Tanto si quieres provocar una diarrea como si tienes más interés en matar a comensales indeseados (…) este anexo imprescindible en cualquier recetario que se precie (…).
(La página está rota y, el resto de este anexo, arrancado).
GRIMORIO DE COCINA DE PERSILIA SUKALDARIA
Todo cocinero debe dominar estos hechizos, a los que he hecho referencia a lo largo del recetario. Descubre conmigo cómo realizarlos si todavía no los conocías.- Leyenda de colores y niveles:
- Mago
Brujo alto
Brujo bajo
• ¿Tienes carnes difíciles de cortar y despiezar? Prueba con el hechizo de corte.- Instrucciones:
- Corte: invoca un diminuto filo invisible de ondas que hace un corte en la superficie señalada. Hay muchas variaciones de este hechizo que, a altos niveles, permiten hacer cortes enormes o en profundidad. Un brujo bajo suele ser capaz de hacer rasguños en carne desprotegida o tallar madera. Un brujo medio podría cortar madera, arañar metal o hacer cortes superficiales en carne desprotegida. Mientras que un cosechado nivel mago podría hacer arañazos más profundos en el metal o tajos sobre carne.
Como hechizo físico que es, sus efectos dependen de la dureza y resistencia del material objetivo.
Lanzamiento a ojo, los gestos de la mano delimitando la dirección de los cortes. Conjuración rápida.
• ¡Con el hechizo de homogeneización no vuelvas a dejarte los brazos batiendo!- Instrucciones:
- Hechizo de homogeneización (*): hechizo que acelera la homogeneización de un líquido, suele aparecer un pequeño torbellino. En su defecto, implica que el líquido dé vueltas.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• No encontrarás nada más rápido para encender el fuego que esto: hechizo de invocar llamas.- Instrucciones:
- Invocar llamas (**): Un brujo bajo puede hacer algunos chispazos y llamas de vela (*). Un brujo alto puede invocar llamas ligeramente más grandes que las de vela que, si es hábil o controla bien el hechizo, puede manejar con las manos sin que le quemen (**). Un mago puede encender hogueras pequeñas en poco tiempo e invocar fuegos de antorcha (***).
Importante: Estas llamas no pueden arrojarse como proyectiles ya que necesitan sustentarse o bien en la magia de quien las invoca o bien en un combustible (madera, grasa...) y si se alejan demasiado del invocador y carecen de combustible, se apagan. Sin embargo pueden usarse como arma de corta distancia.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida.
• También es importante conocer estas soluciones para medir la temperatura, la concentración de sal, la presión dentro de la olla, la densidad de un líquido o el tiempo hasta que esté listo tu plato:- Instrucciones:
- Hechizos medidores de magnitudes sencillas: forman una pequeña esfera fantasma que cambia de color según la intensidad de la magnitud a medir. Son diferentes variedades de un mismo hechizo que permiten medir la temperatura, la presión, la densidad de un material, el tiempo (para lo que hacen falta conocimientos adicionales y nivel de brujo alto para configurar el medidor), o la concentración de un determinado soluto (posible a niveles a partir de brujo alto).
Si una esfera no está configurada, ésta tenderá a habituarse a la cantidad de magnitud a la que esté expuesta y la establecerá como su nuevo punto de equilibrio, asociándola con el color intermedio.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida-media.
• La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico.- Instrucciones:
- Térmico: aumenta o disminuye notablemente la temperatura de un objeto de tamaño pequeño (*). Con práctica pueden limitarse esos cambios a una dirección controlada por el mago (chorros de calor, [**]). Puede anclarse a una sala concreta, creando una cámara frigorífica (***): no obstante es necesario repetir varias veces el hechizo si se quiere usar una habitación como congelador ya que este hechizo supone solamente un descenso térmico. Van de fuera a dentro.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida-media.
• ¿Quieres catar la comida solo con el aroma? ¿Estás en otra habitación y necesitas saber que no se te esté pasando la comida? El hechizo de amplificación sensorial del olfato es un aliado imprescindible.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial olfativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores nasales. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• O, si quieres disfrutar de la comida como nunca, prueba esta otra variante: el hechizo de amplificación sensorial del gusto.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial gustativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores del gusto. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• ¿Te ha quedado muy aguada la comida? ¿Has echado demasiada agua a esa sopa? No te preocupes, ¡hay solución! ¡El hechizo de drenaje!- Instrucciones:
- Hechizo de drenaje: deseca superficies húmedas, evaporándolas o más comúnmente trasladando dicha humedad a otro recipiente deseado succionándola. Es un hechizo simple en su formulación pero con amplia variabilidad de potencia: puede secar desde un dedal de agua a un lago según la energía que aportes. (disponible a cosechados hasta el límite de sus fuerzas).
Lanzamiento por área. Conjuración rápida.
• ¿El aspecto de tu comida no es el que esperabas? ¿Quieres un resultado digno de reyes? Emplata como un profesional con el moldeado de materia orgánica.- Instrucciones:
- Moldear materia orgánica (**): el hechizo reblandece la materia al contacto con la piel del usuario, dejándola así por un tiempo. Sin embargo no altera su naturaleza, lo que moldees seguirá siendo lo que era aunque cambie de forma.
Lanzamiento por contacto, a ojo en el caso de hechiceros más experimentados. Conjuración rápida-media.
• Si el anterior era una maravilla infravalorada, este es una verdadera joya infravalorada. ¡Olvídate de desastres y queda bien siempre con tus invitados con el Nudo de Cerática!- Instrucciones:
- Nudo de Cerática (*): ¿harto de que se le desmoronen los sándwiches de más de dos pisos? ¿Cansado de que, al cortar una tarta, la mitad de la nata que la rellena se salga por los lados? ¡No se preocupe más! El Nudo de Cerática tiene la solución. Con este simple hechizo, podrá hacer una hamburguesa de diez pisos, luego cortarla en rodajas perfectas, ¡y hacerse un bocadillo de hamburguesa! El Nudo de Cerática lo mantiene todo en su sitio perfectamente. ¿Los sanjacobos le estallan llenándole el plato de queso? ¿Teme morder un taco por miedo a llenarse el regazo de salsa picante? ¡Se acabó, gracias al Nudo de Cerática! ¡No me puedo creer que no sea una variación del hechizo tapón!
El Nudo de Cerática se anula al cortar rodajas o mordiscos lo suficientemente finos, o con los ácidos gástricos. Cuesta más cuanto más endeble, complejo y líquido sea su sándwich.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• ¿A tu comida le falta esa chispa de color que hace que se coma con los ojos? ¿O quieres darle un toque exótico? Si no tienes colorantes alimentarios a mano, el hechizo de cambio de color será tu mejor aliado.- Instrucciones:
- Cambio de color: hechizo que sirve para colorear materia. No se limita a aplicar una capa de color externa o modificar el color de la superficie, sino que cambia el propio color que posee un material, dejando una pequeña huella mágica reconocible mediante hechizos específicos. Se puede graduar: aplicar colores diferentes (en todos los sentidos), hacerlo uniforme, solo en cierta parte del material, etc.
- Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
- Los cosechados nivel mago pueden modificar completamente el tono (aunque todavía quedará algún matiz del antiguo). Con esfuerzo puede aprender a aplicar leves matices y gradaciones no muy extremas. Necesitan (*****) para objetos grandes.
- A partir del nivel moderado bajo se pueden aplicar colores y gradaciones sin límite en cualquier objeto, costando más energía y concentración cuanto mayor sea el tamaño de la cosa en cuestión y cuandos más colores y matices quieran usarse.
Lanzamiento a ojo. Conjuración media a larga (dependiendo de las cláusulas que tenga). - Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
• ¿Le falta aroma a tu plato? ¿O tienes algún ingrediente que ocultar a tus comensales? Mejora o altera las propiedades organolépticas de la comida con el hechizo de olor falso.- Instrucciones:
- Hechizo de olor falso (*): El hechicero que lo realice puede hacer que aquello que toque desprenda un olor que tiene que ser muy familiar para aquel que realiza el hechizo. El coste aumenta a medida que aumenta el área afectada por el hechizo. El olor se va de golpe a los tres días. Más convincente será el engaño cuanto con más detalle lo recuerde el mago, aunque hay que tener en cuenta que el olor resultante puede verse afectado por la subjetividad del que realice el hechizo, al basarse en sus recuerdos al fin y al cabo.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
• ¿Harto de que se te derramen líquidos en la cocina? Hechiza tus recipientes con la maravilla infravalorada que es el hechizo tapón.- Instrucciones:
- Hechizo tapón (*): hechizo que impide que un líquido se derrame de su recipiente.
Lanzamiento por área, aplicado generalmente a la boca del recipiente. Conjuración muy rápida.
• ¿Tienes las manos de mantequilla? Literal, o figuradamente. ¡Endurece tus tarros de cristal con la protección contra ruptura!- Instrucciones:
- Protección contra ruptura (**): aplicado a objetos frágiles, evita que se rompan con tanta facilidad. A más resistencia que se quiera incrementar y mayor la superficie del objeto encantado, más energía requiere.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración rápida-media.
• ¿Te has manchado cocinando? El hechizo de limpieza de ropas es la solución.- Instrucciones:
- Limpieza de ropas (**): elimina manchas, arrugas y limpia en general las prendas de ropa que desee el mago (es un agregado de varios hechizos unificados en uno solo).
Lanzamiento por anclaje. Conjuración muy rápida.
• O también, si sueles quemarte cocinando (a ti, o tus pertenencias), también tienes solución con el hechizo ignífugo.- Instrucciones:
- Hechizo ignífugo (**): encanta prendas de ropa, personas u objetos para que sean inmunes a fuego normal.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
- Grimorio para principiantes de Platero:
- Barrera de inercia:
- -Barrera de inercia: (***) de nombre engañoso (no es una barrera en absoluto) en el área delimitada impide que cualquier objeto o persona desprotegidos sean levantados del suelo, y que los atrae irremediablemente hacia el suelo si ya están en el aire. No obstante, también impide cualquier acción voluntaria que implique levantar ambos pies del suelo a la vez, como saltar o emprender el vuelo (se puede correr pero con más torpeza). Si se invoca mientras el objetivo está en el aire, al caer lo hará infaliblemente pies por delante.
Físico. Lanzamiento por área. No es inversible, lo que quiere decir que incluso el lanzador, si está en el área delimitada, se verá afectado. Conjuración media.
- Campo de fuerza:
- -Campo de fuerza (** el espacio para una persona, una campana grande ***, el espacio equivalente a una habitación ****): en forma de media esfera (con una especificación puede formar una esfera completa) bloquea proyectiles de tamaño considerable como si éstos hubieran chocado ante una barrera invisible, en un radio variable según la destreza del mago.
Físico. Inversible. Lanzamiento por área. Conjuración rápida-media.
- Curación nívea:
- -Curación nívea: (****) (utilizable cerca de la Luna Roja). Combate venenos que cursan con fiebre y repara quemaduras; actúa a modo de incentivo para que el organismo siga funcionando y reparándose a sí mismo. Evita que la sangre se coagule y que los órganos se colapsen, además de ejercer un efecto refrescante sobre el organismo en general. No obstante no puede mantener indefinidamente con vida a un moribundo: el organismo depende cada vez más de ese impulso artificial y usarlo en demasía puede provocar que si se le deja a solas empeore considerablemente.
Lanzamiento por área: se hace un barrido con la mano que abarca al área quemada o a la persona envenenada. Es necesario que se aplique sucesivas veces y con regularidad, del mismo modo que se debe renovar una cataplasma o emplasto.
Conjuración media-larga.
- Desvío:
- -Desvío (**, pero variable a más según la potencia de lo desviado): Interfiere en la trayectoria de un hechizo que ya haya sido lanzado. Requiere gestos intuitivos para desviar el encantamiento en una dirección u otra. Siempre requiere menos energía que bloquearlo o disolverlo, pero también reflejos. Si el hechizo es demasiado potente, probablemente no se podrá desviar lo suficiente o hacerlo requerirá demasiada energía. (El coste orientativo indicado arriba es el que ofrecerán unos hechizos ofensivos de potencia moderada en términos de cosechado: se han obviado los más débiles porque normalmente ésos no suelen constituir una verdadera amenaza, y los que les sean lanzados con verdaderas intenciones de daño les costarán más) Si se desvía a demasiada poca distancia el coste será prácticamente el mismo que el de bloquearlo: si se hace a distancia cercana pero prudencial (la típica en duelos de magia) una unidad menos, si se tiene cuidado de poner distancia de unos cuantos metros llegará a dos unidades menos.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
- Hechizo de impacto:
- -Hechizo de impacto: potente golpe mágico que actúa como una bola de demolición (***). Puede gradarse hacia abajo para actuar a modo de empujón de moderado (*) a potente (**).
Lanzamiento por disparo de alcance largo. Conjuración media.
- Levitación:
- -Levitación: un hechizo exigente mentalmente, cansa más de lo acostumbrado. Cuando una persona levita lo más normal es caminar sobre el aire; uno puede dejarse arrastrar simplemente por el hechizo sin moverse, pero la sensación de indefensión es mayor.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.- Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Brujos altos: Un baúl con poca práctica, una persona (***) con práctica.
- Magos: Una persona con algo de práctica, objetos muy pesados (****)con mucha práctica.
Si el objeto que levantado es un puñado de botones (los cuales entran en la categoría de objeto ligero) contarían como un solo asterisco. Lo que cuesta más es la concentración necesaria para mantener tantos objetos distintos en el aire a la vez. - Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Parálisis:
- -Parálisis (***): envuelve al objetivo en un aura azulada al lanzarlo. Sus efectos duran cerca de una hora si se aplica a una única persona. Inmoviliza por completo, y su coste aumenta proporcionalmente a lo voluminoso del objetivo.
Lanzamiento por disparo de alcance corto, por contacto o por área a varios objetivos. Conjuración media.
- Traspaso de energía:
- -Traspaso de energía: no un hechizo en sí, aunque necesita de un chispazo de magia para arrancar. No obstante la energía puede tomarse de alguien no mágico (los efectos se detallan en el post de Sistema de magia). El proceso es perceptible para ambas partes y puede gradarse a voluntad: no obstante si el traspaso de energía es excesivo por parte de la parte emisora y ésta se desmaya o pierde el conocimiento, el enlace entre ambas personas se rompe y el traspaso se interrumpe. Es el mecanismo de funcionamiento de muchos amuletos.
Lanzamiento por contacto. Conjuración muy rápida.
Notas:
-Este grimorio también contiene varios de los hechizos que también venían en el libro de cocina (corte, térmico...).
-También pueden aprender de él cómo anclar hechizos.
-A lo largo de los meses se irán traduciendo más hechizos y añadiéndolos a esta lista.
- Ver mensajes archivados:
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Sendar
11/09/23, 09:45 pm
Aunque Szczenyak dijo lo contrario, le preocupaba estarle molestando en realidad, por lo que tras la respuesta de Airi a Tawar y la afirmativa de ambos acerca de salir del cuarto, el mjörní recogería la ropa con intención de ir a cambiarse enseguida. El comentario del vyttia sobre los melocotones le hizo sonreír y olfatear un poco desde la puerta del dormitorio.
—Es cierto, creo que yo también los huelo.
Su olfato no era tan bueno como el del zawodny, pero un ligero aroma delataba que alguien, casi con toda probabilidad Ethan, estaba preparando un desayuno a base de melocotón. De nuevo.
El alivio porque Tawar se encontrase bien le duró poco, pues justo cuando iban a abandonar el cuarto fue Szczenyak el que les dio un susto, cayendo de la cama con un golpe que resonó bastante más, dada la diferencia de tamaño entre repoblador y vyttia. También se había acercado a la cama, preocupado, aunque el lobo ya se estaba levantando y bromeando al respecto. Tras un “¿seguro que no te has hecho daño?” y reír ligeramente con el comentario de le sanaí sobre que iba a parecer que se estaban peleando, salió finalmente en dirección al aseo o cualquier habitación que estuviese libre para cambiarse mientras elles bajaban.
Rägjynn aparecería en la cocina poco después que sus dos compañeres de cuarto, vestido con una túnica negra que le iba un poco grande pero no en exceso, además de algo de ropa muy simple bajo la misma, más que nada para tratar de combatir un poco mejor el sempiterno frío que sentía en aquel lugar.
—Buenos días —saludaría según se acercaba al grupo reunido a la mesa.
Aquella mañana no se respiraba ya tanta tensión a pesar de que un buen número de gente estaba ya reunido en la planta baja. De hecho, aparte del zawodny solo faltaba Serena, pues le sorprendió ver incluso a Abel allí. Contento de verle no solo fuera de su cuarto sino reunido con el resto, le dedicaría una sonrisa al español que extendería a cualquiera que le saludase o mirase en su dirección.
>>No me importa preparar mi propio desayuno, pero sospecho que se me va a ofrecer algo que lleve melocotones —bromearía mirando al británico—. No me opongo, que conste.
Aunque era cierto que aquella fruta estaba siendo demasiado abundante, la novedad hacía que el mjörní no les hubiese cogido ningún tipo de tirria, al menos por el momento. Y tenía buen sabor.
—Es cierto, creo que yo también los huelo.
Su olfato no era tan bueno como el del zawodny, pero un ligero aroma delataba que alguien, casi con toda probabilidad Ethan, estaba preparando un desayuno a base de melocotón. De nuevo.
El alivio porque Tawar se encontrase bien le duró poco, pues justo cuando iban a abandonar el cuarto fue Szczenyak el que les dio un susto, cayendo de la cama con un golpe que resonó bastante más, dada la diferencia de tamaño entre repoblador y vyttia. También se había acercado a la cama, preocupado, aunque el lobo ya se estaba levantando y bromeando al respecto. Tras un “¿seguro que no te has hecho daño?” y reír ligeramente con el comentario de le sanaí sobre que iba a parecer que se estaban peleando, salió finalmente en dirección al aseo o cualquier habitación que estuviese libre para cambiarse mientras elles bajaban.
Rägjynn aparecería en la cocina poco después que sus dos compañeres de cuarto, vestido con una túnica negra que le iba un poco grande pero no en exceso, además de algo de ropa muy simple bajo la misma, más que nada para tratar de combatir un poco mejor el sempiterno frío que sentía en aquel lugar.
—Buenos días —saludaría según se acercaba al grupo reunido a la mesa.
Aquella mañana no se respiraba ya tanta tensión a pesar de que un buen número de gente estaba ya reunido en la planta baja. De hecho, aparte del zawodny solo faltaba Serena, pues le sorprendió ver incluso a Abel allí. Contento de verle no solo fuera de su cuarto sino reunido con el resto, le dedicaría una sonrisa al español que extendería a cualquiera que le saludase o mirase en su dirección.
>>No me importa preparar mi propio desayuno, pero sospecho que se me va a ofrecer algo que lleve melocotones —bromearía mirando al británico—. No me opongo, que conste.
Aunque era cierto que aquella fruta estaba siendo demasiado abundante, la novedad hacía que el mjörní no les hubiese cogido ningún tipo de tirria, al menos por el momento. Y tenía buen sabor.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Sendar
12/09/23, 12:22 am
Si en su colonia del Macetero hubiera calles, o tuvieran el concepto de calles o de nombrarlas en honor a gente destacada, definitivamente Tawar pediría llamarlas con los nombres de sus Gigantes. Les agradecería infinitas veces que le ofrecieran ayuda, tantas veces como se descubría pensando que sería una carga o un problema en algún momento. Se convencía de que si lo fuera realmente... se lo dirían. Así que mientras tanto, ayudaría en lo que pudiera y se apartaría cuando algo se le viniera grande. Como bajar por las escaleras con tráfico de Gigantes por la mañana.
Bajó con Airi al encuentro del resto de Gigantes que ya se habían despertado y reunido en la zona común. Olía a comida, fruta sobre todo, y le repobladore empezó a salivar. Había estado sentade en el hombro de Airi, pero se incorporó y saludó a todes con cada una de sus manos.
—¡Bendiciones de la Flora! ¡Buenos días! A mí también me gustaría desayunar fruta, ya que huele bastante bien —se relamía mientras atendía al reparto, agitando su cola con impaciencia por probarlo. También había un cubo de agua por allí y en algún momento aprovecharía para hidratarse.
Bajó con Airi al encuentro del resto de Gigantes que ya se habían despertado y reunido en la zona común. Olía a comida, fruta sobre todo, y le repobladore empezó a salivar. Había estado sentade en el hombro de Airi, pero se incorporó y saludó a todes con cada una de sus manos.
—¡Bendiciones de la Flora! ¡Buenos días! A mí también me gustaría desayunar fruta, ya que huele bastante bien —se relamía mientras atendía al reparto, agitando su cola con impaciencia por probarlo. También había un cubo de agua por allí y en algún momento aprovecharía para hidratarse.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Sendar
13/09/23, 01:37 pm
Tras desestimar las preocupaciones de Räg y Airi y que estos se fueran de la habitación, Colmillo bajó el brazo resoplando. Joder, qué daño se había hecho.
Durante un minuto completo, el vittya valoró la posibilidad de quedarse ahí tumbado y volverse a dormir en el duro suelo, pero finalmente decidió que el dolor de culo lo mantendría lo suficientemente despierto para poder unirse a los demás abajo.
-Joder, puto sueño, putas especies diurnas y su puta madre -comenzó a quejarse mientras se sacudía todo el cuerpo mientras se levantaba, apoyándose en el borde de la cama.
Szczenyak tenía tantas ganas de dejar la habitación como de arrancarse todos los pelos de su cuerpo, pero sabía perfectamente que si continuaba durmiendo arruinaría todo su progreso con los horarios.
-A lo mejor si me tiro por las putas escaleras rodando me despierte más -pensó en voz alta, pero bajando con todo el cuidado que el cuerpo flácido y los ojos medio cerrados le permitieron.
Una vez en la planta baja, afortunadamente sin más accidentes que lamentar, Colmillo se pasó la mano por la cara y sacudió la cabeza en un intento de despejarse, antes de mirar con los ojos todavía entrecerrados al grupo.
-Mños días -murmuró mientras arrastraba los pies hasta la silla desocupada más cercana a la cocina y miraba a Ethan bizqueando los ojos-. Ey, ¿hay algo ahí que pueda… despertarme? -preguntó con un bostezo interrumpiendo su propia pregunta, antes de enterrar la cabeza entre los brazos cruzados apoyados en la mesa.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torreón Sendar
14/09/23, 09:02 am
Aniol recibió la respuesta de Ethan asintiendo con la cabeza muy despacio. Entendía perfectamente que podía agregar sus propias figuras alrededor del pozo mientras no las moviera de ahí, pero el concepto de “tributo” era algo que se le escapaba. Cuando el muchacho explicó que se trataba de dar una parte de tu felicidad el niño se quedó callado unos segundos, reflexionando con los ojos cada vez más aguados.
—Pero eso significa que tú… —el pequeño nudo que se hizo en su garganta no ayudó a que pudiera completar la frase y pronto sus cavilaciones se vieron interrumpidas por la fuerte presencia de Damian, quien le reclamaba hablando de Kalna en su oído con la misma discreción que un elefante en una cacharrería.
—Se está haciendo como la que no sabe… —aventuró el polaco, mirando a su amigo con una sonrisa todavía aturdida y bajando la voz lo máximo posible para que las suposiciones fueran algo de dos. Tenía más secretos que contarle, como las misteriosas notas con cuentos escritos que estaba recibiendo, pero lo hablaría con Damian más adelante—. Debe estar igual de colada por él… —dijo, un poco más repuesto y mirando a la libense de reojo. Ésta no parecía tener una actitud extraordinaria para el medio japonés, al menos de momento.
La interrupción no impidió que el niño se acercara a Ethan de nuevo para ayudarle en la cocina con el increíble menú de melocotones a toda costa. Rumió para sus adentros algo taciturno y emocionado a la vez. Y en una de aquellas simplemente le abrazó de manera tan espontánea que casi podría parecer que lo había hecho de forma aleatoria. Se quedó callado en los pocos segundos que duró y luego se retiró como si nada, tratando de desviar su mirada color miel para que no viera lo mucho que le había gustado. Ahora que había asimilado mejor el gesto que significaba regalarle una grulla de papel le parecía algo hermoso.
¿Le estaba cediendo parte de su felicidad a él? ¿Sin quererla de vuelta? Y más intrigante aún… si así era… ¿A quién o qué le estaba rindiendo tributo alrededor del pozo?
Sonrió, siendo consciente de que tendría que preguntarle cómo había aprendido todo eso. Ahora no parecía el momento adecuado, pero deseaba que Ethan tuviera su propio animalito, así le acompañaría en sus incursiones cada vez que saliera fuera en busca de alimentos.
Hablando de comida pronto sus compañeros acudieron al salón mientras un olorcito agradable a desayuno vagaba entre los presentes. Aniol los saludó a todos haciendo gala del buen humor que poseía esa mañana y se alegró mucho de que Abel se hubiera dejado ver desde el incidente con Serena. Su actitud le resultó un tanto extraña, pero era verdad que luego troceó fruta en un platito para ellos. Hasta ahora su compañía era agradable y no veía ninguna razón para no recibirle con un gesto de la mano más efusivo de lo que acostumbraba.
La tortilla que salió para Connor en cambio le puso en aprietos. Su intención era ir llevando los platos hasta la mesa para resultar útil y echar una mano al británico, pero no contaba con el canadiense.
Infló los carrillos. Luego sorteó a Räg y Airi con Tawar encima para llegar hasta él. Aquella mañana en especial no daba tanto miedo, sobre todo con Nohlem tan cerca. Su único consuelo fue que el varmano parecía encontrarse mejor.
—Aquí tiene... su comida... —musitó, en un hilillo de voz que sonó demasiado servicial—. Osea... tu comida... jeje —¿Siempre resultaba tan imponente y grande? ¿O es que la mesa se había encogido súbitamente?
Tan pronto como el plato rozó de manera superficial la madera... Aniol los abandonó con la rapidez de quien acude a las faldas de su madre en busca de protección. Solo que en esta ocasión su madre no estaba allí y era Ethan quien, atareado como estaba, mitigaba quizá sin saberlo, parte de sus temores.
—Pero eso significa que tú… —el pequeño nudo que se hizo en su garganta no ayudó a que pudiera completar la frase y pronto sus cavilaciones se vieron interrumpidas por la fuerte presencia de Damian, quien le reclamaba hablando de Kalna en su oído con la misma discreción que un elefante en una cacharrería.
—Se está haciendo como la que no sabe… —aventuró el polaco, mirando a su amigo con una sonrisa todavía aturdida y bajando la voz lo máximo posible para que las suposiciones fueran algo de dos. Tenía más secretos que contarle, como las misteriosas notas con cuentos escritos que estaba recibiendo, pero lo hablaría con Damian más adelante—. Debe estar igual de colada por él… —dijo, un poco más repuesto y mirando a la libense de reojo. Ésta no parecía tener una actitud extraordinaria para el medio japonés, al menos de momento.
La interrupción no impidió que el niño se acercara a Ethan de nuevo para ayudarle en la cocina con el increíble menú de melocotones a toda costa. Rumió para sus adentros algo taciturno y emocionado a la vez. Y en una de aquellas simplemente le abrazó de manera tan espontánea que casi podría parecer que lo había hecho de forma aleatoria. Se quedó callado en los pocos segundos que duró y luego se retiró como si nada, tratando de desviar su mirada color miel para que no viera lo mucho que le había gustado. Ahora que había asimilado mejor el gesto que significaba regalarle una grulla de papel le parecía algo hermoso.
¿Le estaba cediendo parte de su felicidad a él? ¿Sin quererla de vuelta? Y más intrigante aún… si así era… ¿A quién o qué le estaba rindiendo tributo alrededor del pozo?
Sonrió, siendo consciente de que tendría que preguntarle cómo había aprendido todo eso. Ahora no parecía el momento adecuado, pero deseaba que Ethan tuviera su propio animalito, así le acompañaría en sus incursiones cada vez que saliera fuera en busca de alimentos.
Hablando de comida pronto sus compañeros acudieron al salón mientras un olorcito agradable a desayuno vagaba entre los presentes. Aniol los saludó a todos haciendo gala del buen humor que poseía esa mañana y se alegró mucho de que Abel se hubiera dejado ver desde el incidente con Serena. Su actitud le resultó un tanto extraña, pero era verdad que luego troceó fruta en un platito para ellos. Hasta ahora su compañía era agradable y no veía ninguna razón para no recibirle con un gesto de la mano más efusivo de lo que acostumbraba.
La tortilla que salió para Connor en cambio le puso en aprietos. Su intención era ir llevando los platos hasta la mesa para resultar útil y echar una mano al británico, pero no contaba con el canadiense.
Infló los carrillos. Luego sorteó a Räg y Airi con Tawar encima para llegar hasta él. Aquella mañana en especial no daba tanto miedo, sobre todo con Nohlem tan cerca. Su único consuelo fue que el varmano parecía encontrarse mejor.
—Aquí tiene... su comida... —musitó, en un hilillo de voz que sonó demasiado servicial—. Osea... tu comida... jeje —¿Siempre resultaba tan imponente y grande? ¿O es que la mesa se había encogido súbitamente?
Tan pronto como el plato rozó de manera superficial la madera... Aniol los abandonó con la rapidez de quien acude a las faldas de su madre en busca de protección. Solo que en esta ocasión su madre no estaba allí y era Ethan quien, atareado como estaba, mitigaba quizá sin saberlo, parte de sus temores.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Torreón Sendar
14/09/23, 10:10 am
Que aquel método de crianza funcionara le resultaba tan alien como de los que lo había sacado, pero tampoco iba a cuestionarlo si daba resultados. Se conformaba con que Damian empezase a tener unos mínimos de educación por ahora, y aunque ella no había ido allí para hacer de madre de nadie tampoco iba a dejarle pasar esas cosas.
—En un palacio. Uno de verdad, no este cuchitril. Con camas enormes y colchones mucho más cómodos, y sábanas suaves —respondió a Damian, sin sentir la más mínima culpabilidad por cómo vivía comparada con el niño.
No hubiera hecho falta que Connor hubiera jurado que había pasado mala noche, se le veía en la cara y en su actitud en general, que había ido empeorando en los últimos días en cierta medida. Con Rick y su adaptación a las camas podía empatizar, aunque aquello de los ruidos llamó su atención. Ella no se había percatado de ello, y a lo mejor debería estar más alerta por las noches, ya que aunque el torreón pareciese seguro ya habían visto algo que atravesaba paredes y, por tanto, hacía que no lo fuera.
El resto no tardó en ir bajando también, primero Aniol, Ethan y Nohlem, que fueron en seguida a la cocina a preparar el desayuno. Kalna nunca tenía preferencias con la comida y le daba igual que hubiera, pues al fin y al cabo servía para alimentarse y ya. Que hubiera melocotón otra vez le daba igual por repetitivo que fuera, aunque hasta ella tenía un límite con la cantidad de veces que podría comerlo antes de cansarse, aunque esperaba que en las siguientes cestas hubiera bastante variedad como para no tener que llegar al hastío.
—A mi me da igual, lo que te venga mejor —le diría a Ethan.
Airi, Rägjynn y Tawar bajaron poco después, y les saludó también. El último en bajar fue Szczenyak, que siendo de hábitos nocturnos estaba aún medio dormido, y a falta de Serena (a quien no esperaba a estas alturas), el ambiente no estaba ni de lejos tan tenso como a principios de semana, lo que en cierta manera se agradecía. Era gente (exceptuando a Nohlem) a la que Kalna no hubiera ni dirigido la palabra en Libo, pero poco a poco el hecho de que no fueran ricos ni poderosos empezaba a importarle menos.
—En un palacio. Uno de verdad, no este cuchitril. Con camas enormes y colchones mucho más cómodos, y sábanas suaves —respondió a Damian, sin sentir la más mínima culpabilidad por cómo vivía comparada con el niño.
No hubiera hecho falta que Connor hubiera jurado que había pasado mala noche, se le veía en la cara y en su actitud en general, que había ido empeorando en los últimos días en cierta medida. Con Rick y su adaptación a las camas podía empatizar, aunque aquello de los ruidos llamó su atención. Ella no se había percatado de ello, y a lo mejor debería estar más alerta por las noches, ya que aunque el torreón pareciese seguro ya habían visto algo que atravesaba paredes y, por tanto, hacía que no lo fuera.
El resto no tardó en ir bajando también, primero Aniol, Ethan y Nohlem, que fueron en seguida a la cocina a preparar el desayuno. Kalna nunca tenía preferencias con la comida y le daba igual que hubiera, pues al fin y al cabo servía para alimentarse y ya. Que hubiera melocotón otra vez le daba igual por repetitivo que fuera, aunque hasta ella tenía un límite con la cantidad de veces que podría comerlo antes de cansarse, aunque esperaba que en las siguientes cestas hubiera bastante variedad como para no tener que llegar al hastío.
—A mi me da igual, lo que te venga mejor —le diría a Ethan.
Airi, Rägjynn y Tawar bajaron poco después, y les saludó también. El último en bajar fue Szczenyak, que siendo de hábitos nocturnos estaba aún medio dormido, y a falta de Serena (a quien no esperaba a estas alturas), el ambiente no estaba ni de lejos tan tenso como a principios de semana, lo que en cierta manera se agradecía. Era gente (exceptuando a Nohlem) a la que Kalna no hubiera ni dirigido la palabra en Libo, pero poco a poco el hecho de que no fueran ricos ni poderosos empezaba a importarle menos.
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Torreón Sendar
15/09/23, 01:13 pm
Mientras el resto conversaba sobre largas noches y sueños livianos Ethan andaba ocupado preparando la zona del desayuno: buscando alimentos, colocando los utensilios a mano y teniendo cerca platos y cuencos para su uso. No podía estar más agradecido de la ayuda que le prestaba el pequeño Aniol en cocina y de la mano que echaba Nohlem sirviendo los platos que iban saliendo, pues así podía desentenderse de algunas tareas para centrarse en otras. Había sido una semana que si bien se le hizo amena también era el inicio de una adaptación pesada, solo había que fijarse en el resto para darse cuenta como poco a poco iban lidiando con aquella nueva realidad que compartían.
Ver a Nohlem más animado le sacó una sonrisa disimulada, no quería preguntarle si estaba mejor a riesgo de exponerle así que simplemente le colocó una mano sobre el hombro, apenas un apretón como gesto de apoyo en una de las veces que se acercó a tomar los platos. Gesto que el karma le devolvió en forma de un abrazo espontáneo, la confusión de su rostro paso a ensancharse en una amplía sonrisa cuando reconoció el pelo moreno de Aniol perdido en su pecho. Poco le importó desconocer a cuento de que le regalaba aquel gesto, le devolvió el cariño con unos toquecitos sobre el pelo y un ánimo que el niño le había recargado.
-Oye y no quiero ver yo una sola mala mirada hacía mis melocotones o la tenemos, ¿entendido? -Si bien la broma se la dedicaba a Nohlem bien podrían todos tomársela a lo personal pues la cocina no era más que la invasión de aquella fruta en todas las formas y tamaños posibles.
A medida que el resto bajaba él terminaba los primeros platos, saludando siempre de espaldas para evitar que se le quemara nada. Menos los fuegos que seguían dándole cierto apuro se turnaba en la gran mayoría de tareas con Aniol: Desde trocear la fruta, exprimirla, vigilar que no se quemara en la olla de agua, batir los huevos o intentar limpiar parte de la carne seca antes de freirla. El niño había demostrado no solo ser apto si no tener bastante mano para la cocina, lo único que Ethan tenía era experiencia pero viendo todo lo que sabía hacer su compañero con tan poca edad no dudaba de que seguramente le superaría en muchos aspectos, al fin y al cabo su cocina era bastante estándar.
Turnaba entre dos sartenes para poder ir friendo de forma alternativa, así el pan tostado iba saliendo para acompañar tanto los huevos fritos como aquellos que preferían tostadas con mermeladas y cuando no, podía freír carne seca en una pobre imitación del bacon para quien quisiera un extra en su plato. Las tortillas eran de dos huevos y venían con queso derretido dentro pero a menos que avisaran al cocinero sobre su cocción favorita la gran mayoría estarían poco hechas para que quedaran blanditas y jugosas. En el escaso contenido que tenían Ethan trataba de buscar platos simples con acompañamientos que aportaran cierto equilibrio nutricional y tras haber descubierto que la bañera más lejana era segura aún no se había puesto tiquismiquis con las raciones, prefería que estuvieran saciados y repitieran con libertades.
Todos irían recibiendo lo que pidieran y si no querían nada en concreto se les regalaría una mezcla de frutas cortadas y lavadas, que en verdad solo buscaba disimular con algún pequeño trozo de otra variedad, la enorme cantidad de melocotón que les había colado. La excepción a esto fue Colmillo al que aún no habiendo especificado le cocinaría un huevo frito con extra de carne en un intento de ver si el aroma lograba sacarle del ensueño.
-Heeey, desayuno listo. -Le diría con cariño, colocando su plato frente al hocico y dándole unos toques revoltosos en el pelo que se le acumulaba entre ambas orejas. Un gesto dulce que buscaba despertarle pero en el que rápidamente encontró cierto símil a la agradable sensación de estar acariciando un perrito. Quizá por eso mismo lo alargo un poco más en el tiempo, culposo de disfrutar la suavidad del gesto. Por desgracia aún no había terminado con el desayuno así que tuvo que dejarlo estar para regresar a su sitio.
Terminado la ronda de elaboraciones sólidas quedaba exprimir zumo con los melocotones faltantes y si bien lo colocó en una jarra para que bebiese quien quisiera las señales eran claras, que se lo acabaran. Igualmente y a sabiendas de que tanto melocotón era un infierno en vida había intentado preparar al margen de zumo, batidos (De melocotón también, obvio). Fruta blanda que tras su paso a remojo era más fácil de machacar y mezclar con leche, de esa forma no era tan triste beberse un simple vaso blanco. Tenían de alternativa una bebida mucho más azucarada y cremosa que los zumos para quien quisiese, suavizando un poco el sabor tan repetitivo para que en vez de eso el lácteo tomará cierto protagonismo.
Una vez la mesa estuviera servida sería cuando se cocinaría algo para él, queriendo que Aniol también pudiera sentarse a descansar y comer con el resto. Una tortilla simple, un último vistazo a una alacena que cada vez se encontraba más vacía y vuelta a sentarse donde quedara algún hueco libre.
-Espero que os guste, ya siento que el menú sea… bueno, un poco repetitivo, con suerte en las siguientes cestas no vienen más.
Ver a Nohlem más animado le sacó una sonrisa disimulada, no quería preguntarle si estaba mejor a riesgo de exponerle así que simplemente le colocó una mano sobre el hombro, apenas un apretón como gesto de apoyo en una de las veces que se acercó a tomar los platos. Gesto que el karma le devolvió en forma de un abrazo espontáneo, la confusión de su rostro paso a ensancharse en una amplía sonrisa cuando reconoció el pelo moreno de Aniol perdido en su pecho. Poco le importó desconocer a cuento de que le regalaba aquel gesto, le devolvió el cariño con unos toquecitos sobre el pelo y un ánimo que el niño le había recargado.
-Oye y no quiero ver yo una sola mala mirada hacía mis melocotones o la tenemos, ¿entendido? -Si bien la broma se la dedicaba a Nohlem bien podrían todos tomársela a lo personal pues la cocina no era más que la invasión de aquella fruta en todas las formas y tamaños posibles.
A medida que el resto bajaba él terminaba los primeros platos, saludando siempre de espaldas para evitar que se le quemara nada. Menos los fuegos que seguían dándole cierto apuro se turnaba en la gran mayoría de tareas con Aniol: Desde trocear la fruta, exprimirla, vigilar que no se quemara en la olla de agua, batir los huevos o intentar limpiar parte de la carne seca antes de freirla. El niño había demostrado no solo ser apto si no tener bastante mano para la cocina, lo único que Ethan tenía era experiencia pero viendo todo lo que sabía hacer su compañero con tan poca edad no dudaba de que seguramente le superaría en muchos aspectos, al fin y al cabo su cocina era bastante estándar.
Turnaba entre dos sartenes para poder ir friendo de forma alternativa, así el pan tostado iba saliendo para acompañar tanto los huevos fritos como aquellos que preferían tostadas con mermeladas y cuando no, podía freír carne seca en una pobre imitación del bacon para quien quisiera un extra en su plato. Las tortillas eran de dos huevos y venían con queso derretido dentro pero a menos que avisaran al cocinero sobre su cocción favorita la gran mayoría estarían poco hechas para que quedaran blanditas y jugosas. En el escaso contenido que tenían Ethan trataba de buscar platos simples con acompañamientos que aportaran cierto equilibrio nutricional y tras haber descubierto que la bañera más lejana era segura aún no se había puesto tiquismiquis con las raciones, prefería que estuvieran saciados y repitieran con libertades.
Todos irían recibiendo lo que pidieran y si no querían nada en concreto se les regalaría una mezcla de frutas cortadas y lavadas, que en verdad solo buscaba disimular con algún pequeño trozo de otra variedad, la enorme cantidad de melocotón que les había colado. La excepción a esto fue Colmillo al que aún no habiendo especificado le cocinaría un huevo frito con extra de carne en un intento de ver si el aroma lograba sacarle del ensueño.
-Heeey, desayuno listo. -Le diría con cariño, colocando su plato frente al hocico y dándole unos toques revoltosos en el pelo que se le acumulaba entre ambas orejas. Un gesto dulce que buscaba despertarle pero en el que rápidamente encontró cierto símil a la agradable sensación de estar acariciando un perrito. Quizá por eso mismo lo alargo un poco más en el tiempo, culposo de disfrutar la suavidad del gesto. Por desgracia aún no había terminado con el desayuno así que tuvo que dejarlo estar para regresar a su sitio.
Terminado la ronda de elaboraciones sólidas quedaba exprimir zumo con los melocotones faltantes y si bien lo colocó en una jarra para que bebiese quien quisiera las señales eran claras, que se lo acabaran. Igualmente y a sabiendas de que tanto melocotón era un infierno en vida había intentado preparar al margen de zumo, batidos (De melocotón también, obvio). Fruta blanda que tras su paso a remojo era más fácil de machacar y mezclar con leche, de esa forma no era tan triste beberse un simple vaso blanco. Tenían de alternativa una bebida mucho más azucarada y cremosa que los zumos para quien quisiese, suavizando un poco el sabor tan repetitivo para que en vez de eso el lácteo tomará cierto protagonismo.
Una vez la mesa estuviera servida sería cuando se cocinaría algo para él, queriendo que Aniol también pudiera sentarse a descansar y comer con el resto. Una tortilla simple, un último vistazo a una alacena que cada vez se encontraba más vacía y vuelta a sentarse donde quedara algún hueco libre.
-Espero que os guste, ya siento que el menú sea… bueno, un poco repetitivo, con suerte en las siguientes cestas no vienen más.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Sendar
15/09/23, 11:33 pm
—¡¿Qué?! ¡¿Un palacio?! ¡¿Más grande que este sitio?! ¡Venga ya! —no sabía que era un cuchitril pero por como reaccionó Kalna, con esa honestidad y desinterés por su estancia actual, Damian la creyó al ciento por ciento. No podía asumirlo, un lugar de mayor tamaño que la pedazo de estructura que era su castillo. ¿Llegaría hasta las nubes? ¿Cuantas personas pueden caber ahí dentro?— Si es tan grande... A ver si me invitas un día, me muero por verlo jooder —sugirió a la libense con muchísima ilusión, alzando sus pulgares con una gran sonrisa.
Cuando los que quedaban ya estaban bajando, Damian recibió el saludo de Rick y Connor. El primero le chocó la mano con ganas, cosa que el italiano agradeció con una risilla.
—¡Ya te digo tío, hay que comer que luego el hambre es muy mala! —dijo al de ojos distintos con mucha energía matutina, se moría por hincar el diente a algo más que una fruta.
El siguiente en devolver el gesto fue Connor, ese tío tan grande que le generaba mucho respeto. Asintió con seguridad y bufando por la nariz a la pregunta del susodicho, quería ponerse bien fuerte como él. A lo anterior esperaba una palmada muy fuerte, de las que te duermen la mano. Sin embargo, en lugar de eso, Connor puso el puño y Damian quedó con la boca abierta y embobada al ver la gran mano del tiesto en su palma. Se sintió espectacularmente chulo para el circense, notando los nudillos parar en seco por el poder de su fuerte brazo y su recia mano.
—¡Buaaaahhhhh! ¡Te he parado el piñazo cabronzón, no me lo creo tú! Jejejejajaja… te lo he parado jejeje —flipándolo estaba, sin pensar siquiera si era una actuación del de la cresta pero ahí se quedó, en una risilla tontísima frunciendo de forma picarona haciendo un ligero meneillo feliz y botando en el sitio un poco con su canijo cuerpo.
Después de esa mayéutica dosis de serotonina en su pequeño ser, Damian se fue a sentar a la mesa a descansar las posaderas aun sintiendo el cansancio de por la mañana. Nada mejor que un buen manjar matutino hecho por Ethan para empezar un maravilloso día. Todos andaban poniendo la mesa y ayudando algunos en cocina. Damian estaba dispuesto a hacer algo para aportar pero la pereza generada por lo agotado que sentía sus músculos se permitió, solo por esa vez, relajarse y esperar en el sitio con muchas ganas. Procuraría sentarse al lado de Rag, el desayuno sabría mejor a su lado.
Conforme llegaban platos como la tortilla de Connor, Damian estaba tocando rapidamente con los dedos la mesa en un intento de calmar sus nervios. Tenia eso tremenda buena cara, vaya delicia de comida. Le sacó una sonrisa cálida la interacción de Aniol con el de la cresta, ese “su” le recordó a Luciano, en su forma servicial de dirigirse al público.
—¡OOOOHHH! ¡Que buena pinta buahhh! —al llegar el plato le brillaban los ojos—. ¡Gracias Ethan, A ZAMPAR! —y eso hizo, metiendo el huevo frito y la carne en su boca. Su paladar gritaba de placer, era un paraíso de sabores y más con el hambre que traía de base—. Jooooffder que fputíshsimmo bfuenmmo Dioshhmm… —echó la cabeza para atrás y todo, vaya reservas de comida tenían para comer como reyes.
Otra cosa en la que se fijó, curioso, fue en el chucho. Comió un poco más lento para observarlo en silencio desde su asiento, estaba mas adormilado que ninguno y eso le hizo gracia en el buen sentido. No podía evitar pensar en él como un animal sucio y peludo que le daría una buena ración de bocados, le tenía una gran dosis de respeto proyectado en rechazo pero el bostezo... le ablandó un poco esos sentimientos, un poquillo. Alzó las cejas levantando las comisuras en sorpresa al ver que Ethan no solo le dio el plato sino que lo estaba acariciando. En ese momento Damian pensó en dos cosas. Ethan era muy valiente por hacer eso de forma tan descuidada pero, ¿y si el chucho tampoco quería morderlo como tal? ¿Era solo a Ethan, quizás estaba siendo domado como hacía su mamá con los animales del circo? Nunca llegó a colocar a Rag en ese mismo saco por una razón tan tonta como que el vittya era un bicho peludo y el mjörní un lagarto que pocos había visto en su vida.
Una parte de Damián quería hacerlo, poner su mano también encima de la cabeza de Cesenias pero no quería terminar como su mamá lo hizo. Esa palidez en su rostro, esos sudores raros, acostada en ese hospital…
Tampoco demostró maldad alguna a ojos del chico pero... pensando en los riesgos de que era un animal... a Damian en el fondo le asustaba mucho acariciarlo.
Cuando los que quedaban ya estaban bajando, Damian recibió el saludo de Rick y Connor. El primero le chocó la mano con ganas, cosa que el italiano agradeció con una risilla.
—¡Ya te digo tío, hay que comer que luego el hambre es muy mala! —dijo al de ojos distintos con mucha energía matutina, se moría por hincar el diente a algo más que una fruta.
El siguiente en devolver el gesto fue Connor, ese tío tan grande que le generaba mucho respeto. Asintió con seguridad y bufando por la nariz a la pregunta del susodicho, quería ponerse bien fuerte como él. A lo anterior esperaba una palmada muy fuerte, de las que te duermen la mano. Sin embargo, en lugar de eso, Connor puso el puño y Damian quedó con la boca abierta y embobada al ver la gran mano del tiesto en su palma. Se sintió espectacularmente chulo para el circense, notando los nudillos parar en seco por el poder de su fuerte brazo y su recia mano.
—¡Buaaaahhhhh! ¡Te he parado el piñazo cabronzón, no me lo creo tú! Jejejejajaja… te lo he parado jejeje —flipándolo estaba, sin pensar siquiera si era una actuación del de la cresta pero ahí se quedó, en una risilla tontísima frunciendo de forma picarona haciendo un ligero meneillo feliz y botando en el sitio un poco con su canijo cuerpo.
Después de esa mayéutica dosis de serotonina en su pequeño ser, Damian se fue a sentar a la mesa a descansar las posaderas aun sintiendo el cansancio de por la mañana. Nada mejor que un buen manjar matutino hecho por Ethan para empezar un maravilloso día. Todos andaban poniendo la mesa y ayudando algunos en cocina. Damian estaba dispuesto a hacer algo para aportar pero la pereza generada por lo agotado que sentía sus músculos se permitió, solo por esa vez, relajarse y esperar en el sitio con muchas ganas. Procuraría sentarse al lado de Rag, el desayuno sabría mejor a su lado.
Conforme llegaban platos como la tortilla de Connor, Damian estaba tocando rapidamente con los dedos la mesa en un intento de calmar sus nervios. Tenia eso tremenda buena cara, vaya delicia de comida. Le sacó una sonrisa cálida la interacción de Aniol con el de la cresta, ese “su” le recordó a Luciano, en su forma servicial de dirigirse al público.
—¡OOOOHHH! ¡Que buena pinta buahhh! —al llegar el plato le brillaban los ojos—. ¡Gracias Ethan, A ZAMPAR! —y eso hizo, metiendo el huevo frito y la carne en su boca. Su paladar gritaba de placer, era un paraíso de sabores y más con el hambre que traía de base—. Jooooffder que fputíshsimmo bfuenmmo Dioshhmm… —echó la cabeza para atrás y todo, vaya reservas de comida tenían para comer como reyes.
Otra cosa en la que se fijó, curioso, fue en el chucho. Comió un poco más lento para observarlo en silencio desde su asiento, estaba mas adormilado que ninguno y eso le hizo gracia en el buen sentido. No podía evitar pensar en él como un animal sucio y peludo que le daría una buena ración de bocados, le tenía una gran dosis de respeto proyectado en rechazo pero el bostezo... le ablandó un poco esos sentimientos, un poquillo. Alzó las cejas levantando las comisuras en sorpresa al ver que Ethan no solo le dio el plato sino que lo estaba acariciando. En ese momento Damian pensó en dos cosas. Ethan era muy valiente por hacer eso de forma tan descuidada pero, ¿y si el chucho tampoco quería morderlo como tal? ¿Era solo a Ethan, quizás estaba siendo domado como hacía su mamá con los animales del circo? Nunca llegó a colocar a Rag en ese mismo saco por una razón tan tonta como que el vittya era un bicho peludo y el mjörní un lagarto que pocos había visto en su vida.
Una parte de Damián quería hacerlo, poner su mano también encima de la cabeza de Cesenias pero no quería terminar como su mamá lo hizo. Esa palidez en su rostro, esos sudores raros, acostada en ese hospital…
Tampoco demostró maldad alguna a ojos del chico pero... pensando en los riesgos de que era un animal... a Damian en el fondo le asustaba mucho acariciarlo.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
17/09/23, 06:31 pm
Connor no pudo evitar sonreír un poco con la reacción de Damian, parándole el "supuesto puñetazo". Tras la charla que habían tenido días antes habían podido congeniar, y el motero estaba más que dispuesto a darle una alegría con una tontería como esa, por tal de alejarlo un poco de los problemas. Con Aniol era más complicado intentar acercarse, ya que seguía huyéndole con la mirada... Pero esperaba que con el tiempo y quizás con la prometida ayuda de Ethan todo se arreglara.
El resto del grupo siguió bajando y Connor iba respondiendo a sus saludos de forma algo vaga y algo ausente. Se sentía ansioso, con nervios y algo estresado por la falta de cigarrillos. Y en ese momento solo deseaba tener su puta tortilla por delante, aunque estuviera acompañada de muchos y repetitivos melocotones. De improviso sus pensamientos fueron interrumpidos por Nohlem, y Connor tuvo que levantar la vista para observarlo algo confundido.
-¿Eh?- Dijo al principio sin enterarse de mucho, aunque luego la sorpresa invadió un poco su rostro, y sonrió levemente antes de hablar. Entendiendo de qué iba todo aquello.- Pero bueno cabronazo, no me había dado cuenta de que te estaba creciendo a ti también la barba éstos días...- Dijo mientras se incorporaba un poco en la silla para acercarse más. El felino lo había estado evitando los días anteriores por obvias razones, pero finalmente aquel día turbulento parecía haber sido olvidado y volvían a hablar como antes. Y Connor no podía negar que eso le alegraba, ya que por muy pijo que pareciera lo cierto es que Nohlem le había caído bien. En su rostro se podía ver el inicio de una barba pelirroja, y sus ojos se abrieron un poco por el descubrimiento.<<Son putos gatos, pero tienen otra cosa más en la que parecerse a nosotros...>> Pensó curioso. Connor había llegado con la típica de tres días, pero ya había crecido algo en una semana. Así que algo molesto sí que era. Por suerte él también había probado el afeitado alguna vez con navaja, gracias a las lecciones del difunto Sean. Quién en vida siempre se recortaba su poblada barba blanca con una de ellas.
-Me he afeitado unas cuantas veces con navaja, pero no soy el más entendido... Puede que me tengas que guiar un poco para no parecer gilipollas.- Le contestó asintiendo con la cabeza, después sonrió mientras seguía jugando a mantener el equilibrio con la silla.- Me viene de puta madre, porque a mí también me empieza a molestar. Y ninguno de los dos queremos parecer jodidos vagabundos, ¿verdad, joder?- Dijo con una leve sonrisa, cerrando por su parte aquel trato. Aunque esperaba no liarla mucho con aquel tema y rebanarle el pescuezo por error. Se había callado para sí mismo que todas las veces que se afeitó con navaja... había salido con cortes.
Finalmente los platos empezarían a llegar, siendo Aniol el encargado de ir repartiéndolos. Lo que era una oportunidad perfecta para Connor de intentar acercarse al huidizo niño y que viera que no era un jodido cabrón... O que al menos no lo sería para él. El polaco se acercaría con algo de miedo y al entregarle la tortilla no se le pasó por alto su forma de hablar. Casi con respeto desmedido, pero era evidente que espoleado por el miedo... Aquello solo hizo que la punzada que sentía en su interior se acentuara. ¿Cómo podía hacer para que no lo viera de esa forma? Para que olvidara aquel puto día y su reacción. Bueno, quizás con agradecerle el gesto de traerle la comida podía ser un comienzo. Connor intentó poner su mejor cara, con una sonrisa amable antes de hablar.- Oh, joder. Gracias, Ani...- Sin embargo, nada más rozar el plato la mesa el chico se fue con rapidez, dejando con la palabra en la boca al motero. Quién, incómodo como se había quedado y suspirando, lo siguió con la mirada hasta ver cómo se quedaba cerca de Ethan. <<Vaya mierda...>> Se lamentó sin saber cómo cambiar un poco aquella situación. Después desvió la vista a Nohlem que aún estaba ahí.
-Hmmm...Pues tiene buena pinta la puta tortilla, ¿verdad?- Diría en un pobre intento de aliviar lo incómodo de la escena y cambiar de tema. Cortó un trozo con el tenedor y le dio un buen bocado, mientras a su alrededor iban sentándose más gente con su comida.- Está que te cagas de buena, joder.- Halagaría a Ethan cuando éste se sentara con su plato también. Aunque después de lo ocurrido le estaba sabiendo un poco amargo todo y su cara lo demostraba, con el ceño fruncido. Necesitaba encontrar una manera de que Aniol lo viera de otra forma que no fuera... bueno, como él era. Por suerte, la tortilla estaba ayudando mucho con su estrés y nervios.
El resto del grupo siguió bajando y Connor iba respondiendo a sus saludos de forma algo vaga y algo ausente. Se sentía ansioso, con nervios y algo estresado por la falta de cigarrillos. Y en ese momento solo deseaba tener su puta tortilla por delante, aunque estuviera acompañada de muchos y repetitivos melocotones. De improviso sus pensamientos fueron interrumpidos por Nohlem, y Connor tuvo que levantar la vista para observarlo algo confundido.
-¿Eh?- Dijo al principio sin enterarse de mucho, aunque luego la sorpresa invadió un poco su rostro, y sonrió levemente antes de hablar. Entendiendo de qué iba todo aquello.- Pero bueno cabronazo, no me había dado cuenta de que te estaba creciendo a ti también la barba éstos días...- Dijo mientras se incorporaba un poco en la silla para acercarse más. El felino lo había estado evitando los días anteriores por obvias razones, pero finalmente aquel día turbulento parecía haber sido olvidado y volvían a hablar como antes. Y Connor no podía negar que eso le alegraba, ya que por muy pijo que pareciera lo cierto es que Nohlem le había caído bien. En su rostro se podía ver el inicio de una barba pelirroja, y sus ojos se abrieron un poco por el descubrimiento.<<Son putos gatos, pero tienen otra cosa más en la que parecerse a nosotros...>> Pensó curioso. Connor había llegado con la típica de tres días, pero ya había crecido algo en una semana. Así que algo molesto sí que era. Por suerte él también había probado el afeitado alguna vez con navaja, gracias a las lecciones del difunto Sean. Quién en vida siempre se recortaba su poblada barba blanca con una de ellas.
-Me he afeitado unas cuantas veces con navaja, pero no soy el más entendido... Puede que me tengas que guiar un poco para no parecer gilipollas.- Le contestó asintiendo con la cabeza, después sonrió mientras seguía jugando a mantener el equilibrio con la silla.- Me viene de puta madre, porque a mí también me empieza a molestar. Y ninguno de los dos queremos parecer jodidos vagabundos, ¿verdad, joder?- Dijo con una leve sonrisa, cerrando por su parte aquel trato. Aunque esperaba no liarla mucho con aquel tema y rebanarle el pescuezo por error. Se había callado para sí mismo que todas las veces que se afeitó con navaja... había salido con cortes.
Finalmente los platos empezarían a llegar, siendo Aniol el encargado de ir repartiéndolos. Lo que era una oportunidad perfecta para Connor de intentar acercarse al huidizo niño y que viera que no era un jodido cabrón... O que al menos no lo sería para él. El polaco se acercaría con algo de miedo y al entregarle la tortilla no se le pasó por alto su forma de hablar. Casi con respeto desmedido, pero era evidente que espoleado por el miedo... Aquello solo hizo que la punzada que sentía en su interior se acentuara. ¿Cómo podía hacer para que no lo viera de esa forma? Para que olvidara aquel puto día y su reacción. Bueno, quizás con agradecerle el gesto de traerle la comida podía ser un comienzo. Connor intentó poner su mejor cara, con una sonrisa amable antes de hablar.- Oh, joder. Gracias, Ani...- Sin embargo, nada más rozar el plato la mesa el chico se fue con rapidez, dejando con la palabra en la boca al motero. Quién, incómodo como se había quedado y suspirando, lo siguió con la mirada hasta ver cómo se quedaba cerca de Ethan. <<Vaya mierda...>> Se lamentó sin saber cómo cambiar un poco aquella situación. Después desvió la vista a Nohlem que aún estaba ahí.
-Hmmm...Pues tiene buena pinta la puta tortilla, ¿verdad?- Diría en un pobre intento de aliviar lo incómodo de la escena y cambiar de tema. Cortó un trozo con el tenedor y le dio un buen bocado, mientras a su alrededor iban sentándose más gente con su comida.- Está que te cagas de buena, joder.- Halagaría a Ethan cuando éste se sentara con su plato también. Aunque después de lo ocurrido le estaba sabiendo un poco amargo todo y su cara lo demostraba, con el ceño fruncido. Necesitaba encontrar una manera de que Aniol lo viera de otra forma que no fuera... bueno, como él era. Por suerte, la tortilla estaba ayudando mucho con su estrés y nervios.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Sendar
17/09/23, 09:19 pm
La gente se dirigió más al chef que al camarero, así que soltó pronto la broma viendo que terminaría haciéndole más daño que beneficio. Tras un despertar agrio cualquier esfuerzo mental caído en saco roto molestaba el doble. Por suerte el apretón de hombros de Ethan alivió un segundo nudo que amenazaba con surgir esa mañana en su garganta, y le dedicó una sonrisa conciliadora que se tiñó en inocente sorpresa tras su advertencia.
—¡Oh no no, me encantan tus melocotones, no se me ocurriría! —se giró a tiempo a Rick mientras este ponía la mesa—. Todo en orden, sí —con una sonrisita irónica, forzada aposta, continuó un pelín más bajo—: El libre albedrío es una mentira del gobierno. Y el gobierno quiere que comamos melocotones.
Antes de sumarse al ir y venir de platos tenía que atender a Connor, el cual sí consiguió arrancarle una sonrisa de verdad, incluso si era a costa de lo feo que tendría que verse con la pelusa que le estaría creciendo en la cara.
—Phew. Pues es un alivio que no te hayas dado cuenta —frunció el ceño—. Alivio y ofensa, ¿tan poco te interesa mi hermosa cara? —y con los ojos cerrados para dramatizar se llevó ambas manos a las líneas de su mandíbula. En realidad lo entendía perfectamente, esos días le había estado evitando como a la sarna que tuviera Aria. Y sinceramente ni él se había percatado de cuanto pinchaba su rostro hasta entonces—. Bueno, eh… mientras no me degolles me conformo.
Simple y llanamente supuso que el chico estaría hecho a afeitarse por barbero. Si que tendrían buenos recursos los humanos. No le daba mucha seguridad pero confiaba con que su experiencia fuera suficiente. Recogió un par de platos con huevos y los sirvió en la mesa, aún atento al pelirrosa en su quehaceres.
—¡Ah no! ¡Eso sí que no! Diré que a ti no te queda mal la barba pero —llevando un plato que haría el suyo, echó la mitad de su porción de melocotones a otro plato aún sin dueño mientras Ethan no mirase—, por eso hay que mantenerla, ¡seremos unos desgraciados pero nunca unos vagabundos!
El buen olor de la comida y la perspectiva de librarse de parecer una vaca peluda escocesa (incluso si él no tenía ni idea de lo que era Escocia) terminaron por sanarle del bache tonto que antes había herido su frágil ego. Con la ayuda de Aniol y según salían platos se hizo el trabajo principal en seguida, a lo que él mientras habría ido comiéndose los dichosos trozos de melocotón para que el dulzor no le fastidiase el sabor principal que sería la tortilla una vez se sentase. Cuando ya había acabado con las pocas piezas que había mantenido en su plato, no obstante, se encontró repartiendo bebidas de lo mismo.
—Hmm, queee biennn… —masculló al servir un par. Aunque había estado más pendiente del lindo color rosáceo del batido, no pasó por alto la velocidad con la que Aniol se escabulló de vuelta a la cocina, dejando al americo con las palabras en la boca. Visto que estaban la mayoría de cosas resueltas tomó asiento a un lado de Connor, dedicándole una sonrisa que delataba que era consciente de lo sucedido—. Sí, ¿eh? Por eso me gustan los chicos de cocina —susurró a modo de broma. Luego se estiró para coger uno de los insectos que Räg hubiera preparado dedicándole una amplia sonrisa a modo de “¿puedo? gracias”—. Con el estómago lleno todo es más bonito. Hm, y oye… —había subido el tono solo para bajarlo justo después, mirando el espacio por el que había desaparecido el pequeño antes de hablar en privado al pelirrosa—: Yo creo que cuando te arregle la barba le gustarás un poco más —le propinó un codazo suave—. Eso o te la dejas un poco más larga para parecer un señor entrañable, aunque no sé como saldría eso.
“Habría que hacer milagros. Me das miedo hasta a mi.”
>> ¡Muchas gracias por tan ricos alimentos! —coreó con el resto una vez Ethan les acompañó. Tras un sorbo al batido hizo una mueca de “exquisito” con las manos, meneándolo como una copa de vino—. Hmm-hm, sí, está en su punto. Noto un regusto de… ¿qué es? ¿Guanábana? ¿Piña?
—¡Oh no no, me encantan tus melocotones, no se me ocurriría! —se giró a tiempo a Rick mientras este ponía la mesa—. Todo en orden, sí —con una sonrisita irónica, forzada aposta, continuó un pelín más bajo—: El libre albedrío es una mentira del gobierno. Y el gobierno quiere que comamos melocotones.
Antes de sumarse al ir y venir de platos tenía que atender a Connor, el cual sí consiguió arrancarle una sonrisa de verdad, incluso si era a costa de lo feo que tendría que verse con la pelusa que le estaría creciendo en la cara.
—Phew. Pues es un alivio que no te hayas dado cuenta —frunció el ceño—. Alivio y ofensa, ¿tan poco te interesa mi hermosa cara? —y con los ojos cerrados para dramatizar se llevó ambas manos a las líneas de su mandíbula. En realidad lo entendía perfectamente, esos días le había estado evitando como a la sarna que tuviera Aria. Y sinceramente ni él se había percatado de cuanto pinchaba su rostro hasta entonces—. Bueno, eh… mientras no me degolles me conformo.
Simple y llanamente supuso que el chico estaría hecho a afeitarse por barbero. Si que tendrían buenos recursos los humanos. No le daba mucha seguridad pero confiaba con que su experiencia fuera suficiente. Recogió un par de platos con huevos y los sirvió en la mesa, aún atento al pelirrosa en su quehaceres.
—¡Ah no! ¡Eso sí que no! Diré que a ti no te queda mal la barba pero —llevando un plato que haría el suyo, echó la mitad de su porción de melocotones a otro plato aún sin dueño mientras Ethan no mirase—, por eso hay que mantenerla, ¡seremos unos desgraciados pero nunca unos vagabundos!
El buen olor de la comida y la perspectiva de librarse de parecer una vaca peluda escocesa (incluso si él no tenía ni idea de lo que era Escocia) terminaron por sanarle del bache tonto que antes había herido su frágil ego. Con la ayuda de Aniol y según salían platos se hizo el trabajo principal en seguida, a lo que él mientras habría ido comiéndose los dichosos trozos de melocotón para que el dulzor no le fastidiase el sabor principal que sería la tortilla una vez se sentase. Cuando ya había acabado con las pocas piezas que había mantenido en su plato, no obstante, se encontró repartiendo bebidas de lo mismo.
—Hmm, queee biennn… —masculló al servir un par. Aunque había estado más pendiente del lindo color rosáceo del batido, no pasó por alto la velocidad con la que Aniol se escabulló de vuelta a la cocina, dejando al americo con las palabras en la boca. Visto que estaban la mayoría de cosas resueltas tomó asiento a un lado de Connor, dedicándole una sonrisa que delataba que era consciente de lo sucedido—. Sí, ¿eh? Por eso me gustan los chicos de cocina —susurró a modo de broma. Luego se estiró para coger uno de los insectos que Räg hubiera preparado dedicándole una amplia sonrisa a modo de “¿puedo? gracias”—. Con el estómago lleno todo es más bonito. Hm, y oye… —había subido el tono solo para bajarlo justo después, mirando el espacio por el que había desaparecido el pequeño antes de hablar en privado al pelirrosa—: Yo creo que cuando te arregle la barba le gustarás un poco más —le propinó un codazo suave—. Eso o te la dejas un poco más larga para parecer un señor entrañable, aunque no sé como saldría eso.
“Habría que hacer milagros. Me das miedo hasta a mi.”
>> ¡Muchas gracias por tan ricos alimentos! —coreó con el resto una vez Ethan les acompañó. Tras un sorbo al batido hizo una mueca de “exquisito” con las manos, meneándolo como una copa de vino—. Hmm-hm, sí, está en su punto. Noto un regusto de… ¿qué es? ¿Guanábana? ¿Piña?
- ♪♫♬:
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidadPersonajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Sendar
18/09/23, 09:23 am
Aun estando nervioso por estar ahí, hubo gestos de sus compañeros que lograron calmar un poco sus nervios. La sincera sonrisa que le lanzó Rägjynn, a quien ya veía como un maestro, fue de agradecer, ya que le dio a entender que no molestaba a todo el mundo con su presencia. Lo mismo sintió cuando Aniol le dio la mano, cosa que le hizo soltar un gritito, ya que la efusividad del niño le pilló de sorpresa e incluso casi le deja la mano un tanto dormida, hecho que le hizo dudar de su propia fuerza y resistencia. En cualquier caso, esto le tranquilizó; Aniol todavía no había descubierto la identidad del autor de “Tristán y la Princesa Cebolla” y, además, sentía que, pese al fiasco ocurrido en la discusión con Serena, el niño había decidido verle con buenos ojos. Así, Abel intentaría expresarle su simpatía de vuelta, sobre todo cuando este hizo de camarero y le trajo el plato que había pedido:
Muchas gracias – le dijo intentando sonreír con más intensidad de lo habitual, como se suele hacer a los niños, cosa que evidentemente no le fue del todo fácil.
Del mismo modo, le agradeció a Ethan la comida, lo que le había pedido podía ser escueto, pero veía que el chico le había puesto empeño igual.
- Está todo muy rico
Por otro lado, por su contestación, daba la sensación de que Rick había entendido sus intenciones de salir más de su cuarto y que se alegraba de ello, lo que, sumado a las anteriores reacciones positivas de sus compañeros, le hizo pensar que quizás había tomado una buena decisión al ser valiente y bajar a desayunar con todos. Esto le motivó a hacer un esfuerzo más por socializar y sacar tema de conversación. Así que, no sin ciertos nervios, se dirigió a Rick y a los que acababan de llegar y estaban cerca de él en la mesa:
Nunca antes había comido junto con tanta gente... - dijo Abel, quien, a pesar de los nervios, en el fondo se sentía un poco alegre por estar en la mesa y haber sido bien recibido. Ya habían comido varias veces de esa manera, pero él nunca iba o siempre se iba nada más coger el desayuno, por lo que era la primera vez que se quedaba tanto rato. Después de todo, lo habitual para él había sido desayunar siempre solo en su habitación. Jamás había tenido amigos con los que ir a comer o a cenar, aparte de su hermano, y, por supuesto, prefería comer solo a escuchar los discursos interminables sobre música que siempre daban sus padres en las comidas y, sobre todo, lo prefería a las duras críticas o a la fría indiferencia que estos le dedicaban siempre que salía dicho tema. - ¿Y... y vosotros? ¿Os soléis juntar tanta gente?
Se puso bastante rojo al acabar de formular la pregunta. No solo por ser él quien iniciase la conversación, sino porque también creía haber hecho una pregunta estúpida y que el resto iban a pensar de él que era una persona rara y solitaria. En cualquier caso, tenía curiosidad por conocer a sus compañeros, quienes por ahora le parecían totalmente desconocidos y de los que solo podía tener opiniones superficiales. Además, algunos de sus compañeros podían tener costumbres totalmente diferentes debido a su origen, cosa que le suscitaba todavía más interés.
Muchas gracias – le dijo intentando sonreír con más intensidad de lo habitual, como se suele hacer a los niños, cosa que evidentemente no le fue del todo fácil.
Del mismo modo, le agradeció a Ethan la comida, lo que le había pedido podía ser escueto, pero veía que el chico le había puesto empeño igual.
- Está todo muy rico
Por otro lado, por su contestación, daba la sensación de que Rick había entendido sus intenciones de salir más de su cuarto y que se alegraba de ello, lo que, sumado a las anteriores reacciones positivas de sus compañeros, le hizo pensar que quizás había tomado una buena decisión al ser valiente y bajar a desayunar con todos. Esto le motivó a hacer un esfuerzo más por socializar y sacar tema de conversación. Así que, no sin ciertos nervios, se dirigió a Rick y a los que acababan de llegar y estaban cerca de él en la mesa:
Nunca antes había comido junto con tanta gente... - dijo Abel, quien, a pesar de los nervios, en el fondo se sentía un poco alegre por estar en la mesa y haber sido bien recibido. Ya habían comido varias veces de esa manera, pero él nunca iba o siempre se iba nada más coger el desayuno, por lo que era la primera vez que se quedaba tanto rato. Después de todo, lo habitual para él había sido desayunar siempre solo en su habitación. Jamás había tenido amigos con los que ir a comer o a cenar, aparte de su hermano, y, por supuesto, prefería comer solo a escuchar los discursos interminables sobre música que siempre daban sus padres en las comidas y, sobre todo, lo prefería a las duras críticas o a la fría indiferencia que estos le dedicaban siempre que salía dicho tema. - ¿Y... y vosotros? ¿Os soléis juntar tanta gente?
Se puso bastante rojo al acabar de formular la pregunta. No solo por ser él quien iniciase la conversación, sino porque también creía haber hecho una pregunta estúpida y que el resto iban a pensar de él que era una persona rara y solitaria. En cualquier caso, tenía curiosidad por conocer a sus compañeros, quienes por ahora le parecían totalmente desconocidos y de los que solo podía tener opiniones superficiales. Además, algunos de sus compañeros podían tener costumbres totalmente diferentes debido a su origen, cosa que le suscitaba todavía más interés.
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Sendar
18/09/23, 06:45 pm
El comentario socarrón del varmano le sacó una risilla apagada y tan disimulada como su tono, a medias por lo gracioso que le había parecido, a medias porque compartía su pesar. -Cuanta razón- contestó con un cansancio mayormente fingido sin alzar la voz. Era más que consciente que habían ido racionando la comida como habían podido y Ethan estaba haciendo un esfuerzo enorme cocinando y teniendo en cuenta sus reservas cada día. Por ello le estaba agradecido, aunque los graciosetes que les habían traído allí ya podrían haber puesto un pelín más de variedad en las cestas. -(Que no es que pida tortitas o tabaco, pero cualquier otra cosa que no sean melocotones)-
Después de colaborar con la mesa, Rick se sentó a la espera de los platos junto al resto. Fue saludando a los que quedaban por bajar a medida que aparecían por las escaleras. Se fijó sobre todo un poquito preocupado en Szczenyak, más que nada porque el pobre todavía seguía en espíritu en la cama. Si ya les podía costar conciliar el sueño entre las preocupaciones y demás, el neoyorquino se imaginaba lo jodido que tenía que ser además tener un horario totalmente distinto al del resto.
Lo bueno para todos es que la comida empezó a llegar a la mesa, así que esperaba que algo les despertara. Mientras los platos se iban preparando, el chico se fijó en el pequeño intercambio entre Aniol y Connor. Ya no solo el claro corte con el que le habló el niño, sino lo rápido que se fue y la expresión del motero le dejaban claro que ahí pasaba algo. Podía teorizar algunas explicaciones que veía con bastantes posibilidades, pero sin la confirmación del texano no podía saberlo a ciencia cierta. Y ni era el momento ni el lugar para preguntarle, además de que podía no querer abrirse.
Dejando algo más de intimidad a lo que fuera que estuviera cuchicheando con Nohlem, su vista cayó de nuevo en el vyttia. Ethan le acababa de traer el desayuno y lo estaba animando un poco. Se le escapó una sonrisilla culpable pensando en lo mucho que parecía que lo estaba acariciando, aunque el cánido estaba lejos de ser igual a sus congéneres terrestres. Aquel gesto, más el ambiente general, lo llenó de serenidad. Sí, había todavía roces, pero ya iba apareciendo una mayor cordialidad entre el grupo. En una semana, fuera por la necesidad o por genuina conexión, se iban acercando unos a otros. Un año se podía hacer muy largo allí, pero al menos Rick tenía claro que con la compañía y el apoyo mutuo de todo el mundo sería más ameno.
Si aquellos pensamientos le ponían de mejor humor, justo que acabaran de traer su plato lo hizo más aún. El neoyorquino no perdió el tiempo y tomó con el tenedor un trozo del huevo y algo de carne. Esta última le tenía un regusto que no le sonaba en absoluto de haber probado nunca, pero eso no quitaba el hecho de que estuviera todo delicioso. -Uhmmm- dejó salir sonoramente saboreando con calma la comida.
Entre el buen rollo general, el neoyorquino se sumó a la conversación que acababa de iniciar Abel con algo de vergüenza. -Bueno, de vez en cuando con mis amigos los findes o después de clase, aunque no somos tantos como aquí.- empezó a contestarle animadamente. -De diario sí que no como con mucha gente. En mi casa solo somos dos, al fin y al cabo.- Solo estaban Bob y él, cierto, pero esos ratos le resultaban muy agradables. Siempre charlaban de como había ido el día, planes para más adelante o cualquier otra cosa que se les ocurriera por tonta que pudiera parecer. No llegaba a ese punto, pero aquel desayuno se le hacía familiar por eso mismo.
Después de colaborar con la mesa, Rick se sentó a la espera de los platos junto al resto. Fue saludando a los que quedaban por bajar a medida que aparecían por las escaleras. Se fijó sobre todo un poquito preocupado en Szczenyak, más que nada porque el pobre todavía seguía en espíritu en la cama. Si ya les podía costar conciliar el sueño entre las preocupaciones y demás, el neoyorquino se imaginaba lo jodido que tenía que ser además tener un horario totalmente distinto al del resto.
Lo bueno para todos es que la comida empezó a llegar a la mesa, así que esperaba que algo les despertara. Mientras los platos se iban preparando, el chico se fijó en el pequeño intercambio entre Aniol y Connor. Ya no solo el claro corte con el que le habló el niño, sino lo rápido que se fue y la expresión del motero le dejaban claro que ahí pasaba algo. Podía teorizar algunas explicaciones que veía con bastantes posibilidades, pero sin la confirmación del texano no podía saberlo a ciencia cierta. Y ni era el momento ni el lugar para preguntarle, además de que podía no querer abrirse.
Dejando algo más de intimidad a lo que fuera que estuviera cuchicheando con Nohlem, su vista cayó de nuevo en el vyttia. Ethan le acababa de traer el desayuno y lo estaba animando un poco. Se le escapó una sonrisilla culpable pensando en lo mucho que parecía que lo estaba acariciando, aunque el cánido estaba lejos de ser igual a sus congéneres terrestres. Aquel gesto, más el ambiente general, lo llenó de serenidad. Sí, había todavía roces, pero ya iba apareciendo una mayor cordialidad entre el grupo. En una semana, fuera por la necesidad o por genuina conexión, se iban acercando unos a otros. Un año se podía hacer muy largo allí, pero al menos Rick tenía claro que con la compañía y el apoyo mutuo de todo el mundo sería más ameno.
Si aquellos pensamientos le ponían de mejor humor, justo que acabaran de traer su plato lo hizo más aún. El neoyorquino no perdió el tiempo y tomó con el tenedor un trozo del huevo y algo de carne. Esta última le tenía un regusto que no le sonaba en absoluto de haber probado nunca, pero eso no quitaba el hecho de que estuviera todo delicioso. -Uhmmm- dejó salir sonoramente saboreando con calma la comida.
Entre el buen rollo general, el neoyorquino se sumó a la conversación que acababa de iniciar Abel con algo de vergüenza. -Bueno, de vez en cuando con mis amigos los findes o después de clase, aunque no somos tantos como aquí.- empezó a contestarle animadamente. -De diario sí que no como con mucha gente. En mi casa solo somos dos, al fin y al cabo.- Solo estaban Bob y él, cierto, pero esos ratos le resultaban muy agradables. Siempre charlaban de como había ido el día, planes para más adelante o cualquier otra cosa que se les ocurriera por tonta que pudiera parecer. No llegaba a ese punto, pero aquel desayuno se le hacía familiar por eso mismo.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
19/09/23, 01:05 pm
Airi se asombró al ver a Ethan tan ocupado en la cocina, preparando tantos platos solo con la ayuda de Aniol. «Ojalá me hubiese despertado antes para ayudar» pensó con arrepentimiento. Había mucho donde escoger, pero optó por un plato de frutas cortadas, ya que para elle seguían siendo una novedad. Mientras escogía se hizo un poco a un lado para dejar pasar a Aniol con un plato que, para su sorpresa, puso delante de Connor. Al darse cuenta de los esfuerzos del niño por perderle el miedo a Connor no pudo evitar esbozar una sonrisa dirigida a este cuando volvió apurado sobre sus pasos. Si era difícil para la propia Airi a veces saber cómo tratar con Connor, no se podía imaginar en el caso del niño. Había tratado con caminantes de aspecto intimidante, pero no se había topado ninguno tan violento en su vida.
Airi buscó un sitio libre donde poner su plato y se sentó, escuchando las conversaciones a su alrededor antes de unirse. Aquello era muy diferente a las comidas silenciosas e incómodas de los primeros días. Se conversaba, se bromeaba… Se sentía un poco más como un hogar.
Abel hizo un comentario relacionado con lo que estaba pensando en ese momento. Mientras Airi recordaba lo que era comer junto a su tribu, el chico humano admitió que era raro para él tener tanta compañía. Incluso se sorprendió cuando Rick dijo que en su casa solo eran dos. Airi había asumido que la vida de los humanos no era tan diferente de la que conocía, porque hasta donde sabía la casa de Aniol estaba llena de gente y Damian tenía su tribu nómada de “circenses”. Con el resto no había hablado tanto de esas cosas.
—En mi tribu comemos todos juntos —dijo—, a menos que haga mal tiempo y nos tengamos que refugiar en nuestras cabañas. Cuando vuelven los mercantes y estamos todos somos muchísimos. —Una sonrisa apareció en sus labios al recordar las cálidas fiestas de bienvenida… Y de repente desapareció, al darse cuenta de lo triste que sería la próxima, cuando su madre y su hermana descubrieran que había desaparecido. Sintió un nudo en la garganta, como cada vez que pensaba en ello, pero se forzó a recuperar una expresión afable para ocultar que estaba teniendo pensamientos angustiantes.
Airi buscó un sitio libre donde poner su plato y se sentó, escuchando las conversaciones a su alrededor antes de unirse. Aquello era muy diferente a las comidas silenciosas e incómodas de los primeros días. Se conversaba, se bromeaba… Se sentía un poco más como un hogar.
Abel hizo un comentario relacionado con lo que estaba pensando en ese momento. Mientras Airi recordaba lo que era comer junto a su tribu, el chico humano admitió que era raro para él tener tanta compañía. Incluso se sorprendió cuando Rick dijo que en su casa solo eran dos. Airi había asumido que la vida de los humanos no era tan diferente de la que conocía, porque hasta donde sabía la casa de Aniol estaba llena de gente y Damian tenía su tribu nómada de “circenses”. Con el resto no había hablado tanto de esas cosas.
—En mi tribu comemos todos juntos —dijo—, a menos que haga mal tiempo y nos tengamos que refugiar en nuestras cabañas. Cuando vuelven los mercantes y estamos todos somos muchísimos. —Una sonrisa apareció en sus labios al recordar las cálidas fiestas de bienvenida… Y de repente desapareció, al darse cuenta de lo triste que sería la próxima, cuando su madre y su hermana descubrieran que había desaparecido. Sintió un nudo en la garganta, como cada vez que pensaba en ello, pero se forzó a recuperar una expresión afable para ocultar que estaba teniendo pensamientos angustiantes.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
19/09/23, 05:02 pm
Agradeció tanto a Ethan, quien le puso un bol con melocotón delante, como a Aniol por ocuparse del desayuno esa mañana, pero dijo que se lo comería después de hacerse un pequeño plato de insectos primero. Necesitaba la proteína que le aportaba la base principal de su dieta y sentía que no los estaba consumiendo lo suficiente. Al menos no en base a lo que le habían enseñado los Sacerdotes acerca de cómo era una dieta equilibrada. Los preparó de forma sencilla salteándolos un poco y echándoles algún condimento que quedaba bien, pues tampoco quería invertir tanto tiempo en el desayuno y cuando se acercó con su plato a la mesa Nohlem le preguntó si podía coger alguno.
—¡Sí, claro, los que quieras! Espero que estén a tu gusto, cocinar no es mi fuerte… —le respondió con una gran sonrisa.
Se sentó junto al resto donde estaba su bol con frutas y comenzó a comer primero lo que había preparado él mismo. Cuando terminase y pasase al melocotón se reiría del evidente sarcasmo del varmano al respecto de qué fruta era la que estaban consumiendo: aquel pequeño drama que parecía tener Ethan en particular con el exceso de melocotones era gracioso a su manera.
El medio británico le dedicó un gesto cariñoso a Szczenyak que le pareció entrañable. El lobo acababa de bajar y estaba claramente muy somnoliento todavía. Rägjynn trató de animarle proponiéndole realizar algún ejercicio en el patio cuando terminasen de desayunar, pues él pensaba hacerlo en cuanto pudiera para intentar aprovechar también los escasos rayos de sol sobre su sangre fría. Si no pensaba en ello ya se estaba empezando a acostumbrar a aquel clima tan poco cálido, pero seguía siendo una temperatura desagradablemente baja, y permanente hasta el día presente, para un reptil.
Se dio cuenta también de los esfuerzos que Aniol hacía con Connor y, aunque el pequeño todavía parecía guardarle recelo, aquella y otras acciones y la conversación que empezaba a fluir le parecían una buena señal. Esa mañana se sentía muy a gusto a la mesa con casi todos presentes. Ojalá Serena fuese más madura…
No siguió pensando en ella, no obstante pues Abel sacó un tema que trajo a primer plano recuerdos amargos que le asaltaban continuamente. No culpaba al humano por ello y realmente le gustaba que el español hubiese sacado un tema de conversación y escuchar las respuestas del resto. A pesar de que lo que describía Rick hubiese podido ser cercano a la experiencia de otros mjörnís, la suya personal se parecía más a la de Airi. Se podía imaginar cómo podría sentirse le sanaí, porque a él le pasaba algo similar.
—En mi caso yo también estaba acostumbrado a comer rodeado de muchísima gente… Aunque no es así para todos en Mjörne. Las familias suelen comer en su casa, creo que es parecido a como lo hacéis los humanos —aventuró por lo que había hablado con sus compañeros en el transcurso de aquellos días y lo que infería de la respuesta de Rick—. Yo, eh, bueno… soy huérfano, así que vivía en el Templo de Förstelyr —hizo una pausa tratando de ordenar sus pensamientos para explicarlo en pocas palabras y sin la posibilidad de que resultase confuso para nadie—. Es el Templo principal del Culto a la Sanación y acoge a la mayoría de huérfanos de Mjörne… Yo casi siempre comía en un gran comedor, junto a los demás niños y los Sacerdotes. Había muchas más personas que aquí claro, y siempre mucho bullicio, aunque los Sacerdotes nos regañasen si hacíamos demasiado ruido —explicó con una pequeña risa y algo de nostalgia en su tono.
No pudo evitar, esa vez no, recordar una de las últimas veces que había comido junto a a Alysdr, charlando de cualquier tema que probablemente no tenía mucha importancia porque ya no se acordaba. Lo que sí recordaba eran los gestos de su mejor amigo, su expresividad y su energía. Los últimos días que se habían visto, esa imagen estaba manchada por su propia taciturnidad y ansiedad debido a… Bueno, no quería ni pensarlo. Aunque no lo sabía, libraba una lucha interna similar a la de Airi y trató de poner un rostro, al menos, más neutral esperando a que otros también respondiesen a la pregunta de Abel.
—¡Sí, claro, los que quieras! Espero que estén a tu gusto, cocinar no es mi fuerte… —le respondió con una gran sonrisa.
Se sentó junto al resto donde estaba su bol con frutas y comenzó a comer primero lo que había preparado él mismo. Cuando terminase y pasase al melocotón se reiría del evidente sarcasmo del varmano al respecto de qué fruta era la que estaban consumiendo: aquel pequeño drama que parecía tener Ethan en particular con el exceso de melocotones era gracioso a su manera.
El medio británico le dedicó un gesto cariñoso a Szczenyak que le pareció entrañable. El lobo acababa de bajar y estaba claramente muy somnoliento todavía. Rägjynn trató de animarle proponiéndole realizar algún ejercicio en el patio cuando terminasen de desayunar, pues él pensaba hacerlo en cuanto pudiera para intentar aprovechar también los escasos rayos de sol sobre su sangre fría. Si no pensaba en ello ya se estaba empezando a acostumbrar a aquel clima tan poco cálido, pero seguía siendo una temperatura desagradablemente baja, y permanente hasta el día presente, para un reptil.
Se dio cuenta también de los esfuerzos que Aniol hacía con Connor y, aunque el pequeño todavía parecía guardarle recelo, aquella y otras acciones y la conversación que empezaba a fluir le parecían una buena señal. Esa mañana se sentía muy a gusto a la mesa con casi todos presentes. Ojalá Serena fuese más madura…
No siguió pensando en ella, no obstante pues Abel sacó un tema que trajo a primer plano recuerdos amargos que le asaltaban continuamente. No culpaba al humano por ello y realmente le gustaba que el español hubiese sacado un tema de conversación y escuchar las respuestas del resto. A pesar de que lo que describía Rick hubiese podido ser cercano a la experiencia de otros mjörnís, la suya personal se parecía más a la de Airi. Se podía imaginar cómo podría sentirse le sanaí, porque a él le pasaba algo similar.
—En mi caso yo también estaba acostumbrado a comer rodeado de muchísima gente… Aunque no es así para todos en Mjörne. Las familias suelen comer en su casa, creo que es parecido a como lo hacéis los humanos —aventuró por lo que había hablado con sus compañeros en el transcurso de aquellos días y lo que infería de la respuesta de Rick—. Yo, eh, bueno… soy huérfano, así que vivía en el Templo de Förstelyr —hizo una pausa tratando de ordenar sus pensamientos para explicarlo en pocas palabras y sin la posibilidad de que resultase confuso para nadie—. Es el Templo principal del Culto a la Sanación y acoge a la mayoría de huérfanos de Mjörne… Yo casi siempre comía en un gran comedor, junto a los demás niños y los Sacerdotes. Había muchas más personas que aquí claro, y siempre mucho bullicio, aunque los Sacerdotes nos regañasen si hacíamos demasiado ruido —explicó con una pequeña risa y algo de nostalgia en su tono.
No pudo evitar, esa vez no, recordar una de las últimas veces que había comido junto a a Alysdr, charlando de cualquier tema que probablemente no tenía mucha importancia porque ya no se acordaba. Lo que sí recordaba eran los gestos de su mejor amigo, su expresividad y su energía. Los últimos días que se habían visto, esa imagen estaba manchada por su propia taciturnidad y ansiedad debido a… Bueno, no quería ni pensarlo. Aunque no lo sabía, libraba una lucha interna similar a la de Airi y trató de poner un rostro, al menos, más neutral esperando a que otros también respondiesen a la pregunta de Abel.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
20/09/23, 12:01 am
A la pregunta somnolienta de Szczenyak, le repobladore tuvo una idea. Se le veía muy pero que muy cansado, con los ojos aún entrecerrados y ese andar pesado.
—Puedo subirme a tu cabeza y despertarte si te quedas dormidito otra vez, si quieres, pero sin hacerte daño. Solo te diría cosas al oído, suaves —le aseguró. Le daba miedo que tropezara o que se cayera otra vez, y quería ayudarle porque ya se había dado un golpe por su culpa. Pero quizás no hiciera falta, gracias al desayuno de carne que le habían preparado.
También se fijó en la cantidad de comida extraña que estaba haciendo Ethan. Estaba machacando la fruta y luego la mezclaba con leche... ¿pero por qué? Tenía buena pinta. Se giró en lo alto de Airi para poder dirigirse al chico.
—Ethan, Ethan, ¿cómo llamáis a eso? ¿Es... una sopa de fruta? —le preguntó, con mucha curiosidad. También quería probarlo, pero se le ocurrían muchas cosas—. Podría bañarme en un cuenco y salir de color melocotón o de cualquier otro con otras combinaciones... ¿O se mezcla así para transportarlo sin que pese tanto? Algunos frutos de la Flora pesan demasiado —se quejó, aún en el mismo ciempiés infinito de pensamiento.
Saltaría a la mesa para devorar su parte, pero tardaría bastante en desayunar ya que se distraía con las conversaciones y les miraría con las manos y la cara pringosas de frutas y batido. Abel también les preguntó algo a lo que sí sabía responder.
—¡Nosotres sí, como Airi! Hacemos casi todo en grupo. No solo nos reunimos para comer sino también para trabajar, divertirnos, explorar, dormir... Es muy raro que estemos a solas... —pero se detuvo al caer en la cuenta de que el gigante se había enrojecido. Empezaba a entender algo de sus lenguajes no verbales y seguramente la pregunta le avergonzaba igual que otros podían incomodarse por no estar ya con sus tribus—. Abel, Abel, no te preocupes. Aquí no vas a comer a solas nunca si no quieres. Yo puedo ir saltando de cabeza en cabecita vuestra si queréis y haceros compañía siempre que queráis —se ofreció. Obviamente, para elle tenía todo el sentido del mundo. También le apenaba no pasar tiempo con su propia tribu, pero estaba allí en misión de la Flora y estaba aprendiendo un montón.
También vio a Räg comerse un plato de insectos y pensó en pedirle la receta en otro momento. No le imitaría ahora porque tendría suficiente con toda esa fruta para buena parte del día.
—Puedo subirme a tu cabeza y despertarte si te quedas dormidito otra vez, si quieres, pero sin hacerte daño. Solo te diría cosas al oído, suaves —le aseguró. Le daba miedo que tropezara o que se cayera otra vez, y quería ayudarle porque ya se había dado un golpe por su culpa. Pero quizás no hiciera falta, gracias al desayuno de carne que le habían preparado.
También se fijó en la cantidad de comida extraña que estaba haciendo Ethan. Estaba machacando la fruta y luego la mezclaba con leche... ¿pero por qué? Tenía buena pinta. Se giró en lo alto de Airi para poder dirigirse al chico.
—Ethan, Ethan, ¿cómo llamáis a eso? ¿Es... una sopa de fruta? —le preguntó, con mucha curiosidad. También quería probarlo, pero se le ocurrían muchas cosas—. Podría bañarme en un cuenco y salir de color melocotón o de cualquier otro con otras combinaciones... ¿O se mezcla así para transportarlo sin que pese tanto? Algunos frutos de la Flora pesan demasiado —se quejó, aún en el mismo ciempiés infinito de pensamiento.
Saltaría a la mesa para devorar su parte, pero tardaría bastante en desayunar ya que se distraía con las conversaciones y les miraría con las manos y la cara pringosas de frutas y batido. Abel también les preguntó algo a lo que sí sabía responder.
—¡Nosotres sí, como Airi! Hacemos casi todo en grupo. No solo nos reunimos para comer sino también para trabajar, divertirnos, explorar, dormir... Es muy raro que estemos a solas... —pero se detuvo al caer en la cuenta de que el gigante se había enrojecido. Empezaba a entender algo de sus lenguajes no verbales y seguramente la pregunta le avergonzaba igual que otros podían incomodarse por no estar ya con sus tribus—. Abel, Abel, no te preocupes. Aquí no vas a comer a solas nunca si no quieres. Yo puedo ir saltando de cabeza en cabecita vuestra si queréis y haceros compañía siempre que queráis —se ofreció. Obviamente, para elle tenía todo el sentido del mundo. También le apenaba no pasar tiempo con su propia tribu, pero estaba allí en misión de la Flora y estaba aprendiendo un montón.
También vio a Räg comerse un plato de insectos y pensó en pedirle la receta en otro momento. No le imitaría ahora porque tendría suficiente con toda esa fruta para buena parte del día.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Sendar
20/09/23, 12:31 pm
La nariz de Colmillo identificó el apetitoso olor antes de que Ethan pusiera el plato frente a su hocico y sus orejas se levantaron al momento en respuesta, pero antes de que toda su cabeza pudiera acompañarlas, sintió la agradable caricia en su cabeza y sus orejas volvieron a bajar, esta vez para poder disfrutar del gustito que le daba el gesto. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que alguien le había acariciado la cabeza? Estaba tan acostumbrado a los abrazos, las caricias y los gestos cariñosos con su familia, que ahora devoraba como un muerto de hambre cualquier contacto físico que pudiera tener.
Estaba tan complacido por el gesto, que con un poco de vergüenza incluso se permitió soltar un pequeño gemido de placer solo audible para aquellos con su misma agudeza, el cual terminó transformándose en un quejido al perder el contacto.
-Eres una bendición de Matka -murmuró levantando la cabeza con una sonrisa complacida mientras miraba con los ojos todavía entrecerrados su plato de huevos y carne.
Szczenyak no perdió mucho tiempo en dar su primer bocado, casi llorando de felicidad por lo rico que le sabia y sabiendo que, definitivamente, iba a acabar el desayuno totalmente despierto gracias a ello.
-No te preocupes, Tawar -le contestó mientras se servía zumo de melocotón en un vaso-. Este plato me está despertando jodidamente bien. Pero si tu oferta sigue en pie a lo mejor te la cobro alguna mañana. Hoy he estado tan jodidamente a punto de caerme por las escaleras que me vendría bien que alguien me llevara como si fuera un puto rogi -dijo riendo un poco entre dientes antes de darle un buen trago a su zumo, esperando que el sabor dulce y fresquito le ayudara en su misión de abrir los ojos más de una rendija.
El zawodny asintió distraídamente a la sugerencia de Räg, contestándole que no tendría ningún problema en seguirle al patio una vez hubiera limpiado todos los cacharros del desayuno. Al final, limpiar la vajilla se había convertido en una de sus tareas favoritas del torreón, ya que era tranquila y mecánica y apenas necesitaba habilidad. Además, lavar la ropa era un suplicio necesario, pero horrible.
Su cerebro, volviendo a la consciencia lento, pero constante, conectó la conversación de la mesa cuando ya había devorado casi la mitad del plato y sus orejas se inclinaron graciosamente al escuchar la cantidad de compañeros que solían comer solos o en pequeños grupos.
-Creo que nunca he comido solo o con menos personas de las que estamos aquí -contestó él-. A veces algún bocadillo o picar algo con mi sobrino mientras trabajamos, pero todas las comidas las hacemos en familia. Incluso si alguno de nosotros está enfermo o en cama, se hace todo lo posible para que participe de las comidas familiares -comentó pensando en cuando su yaya estuvo enferma y llevaban su cama fuera para que se uniera a las comidas o se apelotonaban en su habitación un pequeño número mientras el resto comía fuera con las puertas abiertas de par en par para que todos estuvieran al alcance del oído-. Creo que nunca he estado solo en toda mi vida -comenzó a decir en tono de broma, pero sus palabras se rompieron un poco hacia el final al recordar que hasta hace una semana escasa eso era verdad, pero ya no más.
Para disimular, Colmillo tosió un poco aclarándose la voz como si aquel desliz hubiera sido solo síntoma de su reciente despertar y dio otro trago a su zumo de forma pausada.
Él al menos
Mirando a Räg por encima de su vaso pensó en cómo habría sido su vida si hubiera sido huérfano y, al contrario que a su madre, nadie le hubiera adoptado. Eso jamás hubiera pasado, por supuesto, porque de morir sus padres, todavía le hubieran quedado un montón de hermanos y tíos y su nana y su yaya , y cualquiera de ellos no habría dudado ni un segundo en encargarse de él.
Pero ahora ninguno de ellos estaba ahí. Y eso, en cierta manera, le hacía sentir un poco huérfano.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Sendar
23/09/23, 01:22 pm
Aunque se alejó con rapidez en dirección a la cocina, Aniol fue capaz de escuchar el “gracias” de Connor resonar en sus oídos con una amabilidad que se le antojaba como nueva. No es que en otra ocasión el motero le hubiera dedicado malas palabras con un mal tono, pero desde luego tampoco habían tenido ocasión de hablar y experimentar aquel tinte “afable” que sí parecía mantener con algunas personas del torreón, si es que se le podía llamar así.
Al encontrarse de espaldas, el pequeño no atinó a ver la sonrisa del canadiense, por lo que continuó echando una mano a Ethan mientras reflexionaba qué es lo que le hacía sentir exactamente el chico. Muchos de sus compañeros se le antojaban extraños, más su actitud podía resultar familiar por las personalidades dispares que se asemejaban a las de sus hermanas. Connor en cambio era un elemento completamente ajeno a todo aquello, como una calabaza colgando de un árbol de navidad repleto de bolitas brillantes.
Räg era un reptil muy gentil del color de las petunias de su madre. Colmillo parecía poseer una familia tan grande y ruidosa como la suya propia. Pero… ¿Qué sabía de él? ¿Por qué hablaba de esa manera tan ruda y al mismo tiempo hacía reír de vez en cuando a los de su alrededor?
En ese aspecto le ocurría un poco parecido con Kalna. Ella era más regia y no parecía casar con ninguno de ellos. Pero la mujer había acotado algo de distancia con él desde que le pidió que le hiciera alguna trenza en el pelo.
El churumbel se sentó en la mesa mientras pasaba a comerse una de sus tostadas acompañada de melocotón. La conversación que inició Abel no le pasó inadvertida, pero sus pensamientos sobre Kalna impidieron que tomara parte en ella. En su lugar se descubrió observando sus fuertes brazos, el derecho decorado con unos tatuajes de color negro que la hacían más intimidante. Podía entender por qué Ethan se ruborizaba si hablaban de ella.
Una sonrisa traviesa cruzó su rostro. El polaco aprovechó que el medio japonés aún se preparaba su propia comida para tallar la piel del melocotón con su tenedor. Se levantó con la tostada aún en sus mofletes y al pasar al lado de Damian le guiñó un ojo.
—Kalna hija de Mánide —dijo, con sus ojos repletos de una solemnidad fingida. Se estaba divirtiendo, para qué mentir, a lo mejor no debía tenerle tanto miedo a los mayores— Esto es para la flor más…
¿Hermosa? No creía que a Kalna le preocupara eso.
—Para la flor más fiera del jardín —y le tendió la fruta de hueso con las manos haciendo de cuenco. Si se fijaba vería que con una de las puntas del tenedor había hecho un corazón. Dentro de este podía leerse con algo de dificultad “K+ E” para que fuera evidente quién le estaba mandando el tributo—. Yo solo soy un mensajero —rió por la ocurrencia. Su tono de voz era lo suficiente bajo como para que no se enterara todo el mundo pero si alguien alrededor de Kalna fijaba su atención podría saber qué pretendía.
Al encontrarse de espaldas, el pequeño no atinó a ver la sonrisa del canadiense, por lo que continuó echando una mano a Ethan mientras reflexionaba qué es lo que le hacía sentir exactamente el chico. Muchos de sus compañeros se le antojaban extraños, más su actitud podía resultar familiar por las personalidades dispares que se asemejaban a las de sus hermanas. Connor en cambio era un elemento completamente ajeno a todo aquello, como una calabaza colgando de un árbol de navidad repleto de bolitas brillantes.
Räg era un reptil muy gentil del color de las petunias de su madre. Colmillo parecía poseer una familia tan grande y ruidosa como la suya propia. Pero… ¿Qué sabía de él? ¿Por qué hablaba de esa manera tan ruda y al mismo tiempo hacía reír de vez en cuando a los de su alrededor?
En ese aspecto le ocurría un poco parecido con Kalna. Ella era más regia y no parecía casar con ninguno de ellos. Pero la mujer había acotado algo de distancia con él desde que le pidió que le hiciera alguna trenza en el pelo.
El churumbel se sentó en la mesa mientras pasaba a comerse una de sus tostadas acompañada de melocotón. La conversación que inició Abel no le pasó inadvertida, pero sus pensamientos sobre Kalna impidieron que tomara parte en ella. En su lugar se descubrió observando sus fuertes brazos, el derecho decorado con unos tatuajes de color negro que la hacían más intimidante. Podía entender por qué Ethan se ruborizaba si hablaban de ella.
Una sonrisa traviesa cruzó su rostro. El polaco aprovechó que el medio japonés aún se preparaba su propia comida para tallar la piel del melocotón con su tenedor. Se levantó con la tostada aún en sus mofletes y al pasar al lado de Damian le guiñó un ojo.
—Kalna hija de Mánide —dijo, con sus ojos repletos de una solemnidad fingida. Se estaba divirtiendo, para qué mentir, a lo mejor no debía tenerle tanto miedo a los mayores— Esto es para la flor más…
¿Hermosa? No creía que a Kalna le preocupara eso.
—Para la flor más fiera del jardín —y le tendió la fruta de hueso con las manos haciendo de cuenco. Si se fijaba vería que con una de las puntas del tenedor había hecho un corazón. Dentro de este podía leerse con algo de dificultad “K+ E” para que fuera evidente quién le estaba mandando el tributo—. Yo solo soy un mensajero —rió por la ocurrencia. Su tono de voz era lo suficiente bajo como para que no se enterara todo el mundo pero si alguien alrededor de Kalna fijaba su atención podría saber qué pretendía.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Sendar
23/09/23, 01:50 pm
«Lo llevas claro», pensaría ante la perspectiva de llevar a Damian a su casa. Con la poca educación que tenía, la cantidad de palabrotas que decía y su comportamiento, ni siquiera le llevaría a su barrio, mucho menos al palacio donde vivía. Tal vez si milagrosamente cambiaba toda su actitud y aprendía a comportarse… y ni con esas se veía haciéndolo, siendo sincera consigo misma. Por suerte no hubo mucho tiempo a responderle, y es que buscar una negativa educada le iba a costar más de unos segundos.
Pronto estuvieron poniendo la mesa, algunos cocinando, y todo entre bromas sobre la cantidad de melocotones que tenían. Aniol iba trayendo platos, y ella se sirvió algo del zumo de melocotón que habían hecho. Falta de té, era lo que más le apetecía por las mañanas, aunque el batido también tenía buena pinta. La verdad era que Ethan, Aniol y los otros que cocinaban lo hacían muy bien, sobre todo si se tenía en cuenta que allí no es que tuvieran demasiados recursos para hacerlo.
Las conversaciones fluidas eran muy distintas a las tensas de hacía unos días, y aunque ella soliese estar más acostumbrada a lo segundo, se agradecía ver que la gente con la que tenía que convivir durante meses formaba un grupo cohesionado poco a poco. Era indispensable, si querían sobrevivir, que no hubiera problemas internos. Que incluso Abel hablara e hiciera preguntas era una buena señal. Le sorprendió que muchos de ellos comieran en grupos tan grandes, y es que salvo Szczenyak, de quien sabía que tenía una familia muy grande, el resto comían con más gente que no fuera su familia cercana.
—Yo como con mi hermana y con Madre cuando no está muy ocupada —se sumó a la conversación.
Estaba distraída comiendo su plato de fruta cuando oyó a alguien decir su nombre completo, lo cual la hizo reaccionar un segundo más tarde de la cuenta para mirar a Aniol: allí nadie usaba su nombre completo (y tampoco importaba), así que aquella solemnidad repentina se hacía extraña. La elección de palabras del niño le arrancó una sonrisa orgullosa, como si hubiera dado con la palabra exacta que podía hacer que se interesase de manera real y no solo educada por todo aquel teatro.
Recibió la fruta, sin esperar que esta tuviera algo grabado, y se quedó mirando las letras y el corazón unos segundos sin saber qué decir. ¿K + E? Allí solo había una persona cuyo nombre empezase por E, así que parecía estar bastante claro de quién venía. Sin saber muy bien cómo proceder para no resultar maleducada (¿se comía el melocotón? ¿era todo una manera de ligar extraña de los humanos?) dirigió una mirada mal disimulada a Ethan antes de volver la vista a Aniol.
—Oh. ¿Puedes devolver el mensaje y agradecérselo?
Solo esperaba que nadie decidiera ponerse a mirarla, porque empezaba a notar la sangre moverse hacia sus mejillas.
Pronto estuvieron poniendo la mesa, algunos cocinando, y todo entre bromas sobre la cantidad de melocotones que tenían. Aniol iba trayendo platos, y ella se sirvió algo del zumo de melocotón que habían hecho. Falta de té, era lo que más le apetecía por las mañanas, aunque el batido también tenía buena pinta. La verdad era que Ethan, Aniol y los otros que cocinaban lo hacían muy bien, sobre todo si se tenía en cuenta que allí no es que tuvieran demasiados recursos para hacerlo.
Las conversaciones fluidas eran muy distintas a las tensas de hacía unos días, y aunque ella soliese estar más acostumbrada a lo segundo, se agradecía ver que la gente con la que tenía que convivir durante meses formaba un grupo cohesionado poco a poco. Era indispensable, si querían sobrevivir, que no hubiera problemas internos. Que incluso Abel hablara e hiciera preguntas era una buena señal. Le sorprendió que muchos de ellos comieran en grupos tan grandes, y es que salvo Szczenyak, de quien sabía que tenía una familia muy grande, el resto comían con más gente que no fuera su familia cercana.
—Yo como con mi hermana y con Madre cuando no está muy ocupada —se sumó a la conversación.
Estaba distraída comiendo su plato de fruta cuando oyó a alguien decir su nombre completo, lo cual la hizo reaccionar un segundo más tarde de la cuenta para mirar a Aniol: allí nadie usaba su nombre completo (y tampoco importaba), así que aquella solemnidad repentina se hacía extraña. La elección de palabras del niño le arrancó una sonrisa orgullosa, como si hubiera dado con la palabra exacta que podía hacer que se interesase de manera real y no solo educada por todo aquel teatro.
Recibió la fruta, sin esperar que esta tuviera algo grabado, y se quedó mirando las letras y el corazón unos segundos sin saber qué decir. ¿K + E? Allí solo había una persona cuyo nombre empezase por E, así que parecía estar bastante claro de quién venía. Sin saber muy bien cómo proceder para no resultar maleducada (¿se comía el melocotón? ¿era todo una manera de ligar extraña de los humanos?) dirigió una mirada mal disimulada a Ethan antes de volver la vista a Aniol.
—Oh. ¿Puedes devolver el mensaje y agradecérselo?
Solo esperaba que nadie decidiera ponerse a mirarla, porque empezaba a notar la sangre moverse hacia sus mejillas.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
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