Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

- Básicamente, ordenador. El internet me cambió la vida- contesto, sonriente.- Pero también me gustaba dibujar. La gente decía que se me daba bastante bien, aunque evidentemente no he vuelto a hacerlo desde que llegué...
Luego, miro a Jack.

-¿Comida terrestre?-suelto una risita.-Estoy comiendo prácticamente lo mismo que comía allí. Es lo que tiene tener un padre paranoico que te abandona semanas enteras en un bosque o montaña, solo con una navaja o sin ropa siquiera...¡Pero! Aquí se come bien.-miro a la chica y asiento.-Eso es bueno. ¿Planes para hoy? Hacer más defensivo el burdel. Sencillo de decir, chungo de hacer.-digo ladeando la cabeza.
<<Empalizada descartada, podríamos poner estacas haciendo un perímetro alrededor del burdel...¿Y por qué no alrededor de la plaza? Así no se llenaría de colaespinas...Eh, buena idea>>
-Aunque los tres solos poco vamos a poder hacer. Y yo estoy hecho polvo, mejor esperar a que despierte más gente.
Luego sigo dando bocados a la carne fría, ya dura, pero no me importa en absoluto. Miro al chico y hago una mueca:
-Prepararme para la Tercera Guerra Mundial en un entrenamiento muy duro...Borrando sentimientos, emociones, convirtiéndome en una piedra capaz de sobrevivir a cualquier acoso de la naturaleza...

-Mmm sí,que apasionante...yo era un fugitivo buscado por asesinato. Diréis:¿eres culpable? Sí. ¿Fue en defensa propia?No,quería cargármelo. ¿Quién fue? Mi padre.
Me detengo para ver si mis palabras causan algún efecto,es la prueba de fuego,si no se asustan,podré contar con ellos para mas cosas aparte de hablar por hablar.
-Pero no estoy loco,eh,tenia mis motivos.

Le observo con atención. No parece que lo que ha dicho Alexander haya sido broma. Y, sin embargo, ha sido la persona que más me ha ayudado de las que he conocido hasta ahora. No, definitivamente no voy a juzgar a nadie sin antes juzgarme a mí misma.
- ¿Qué pasó? Bueno... Si no te importa contarlo... Yo, eh...- callo, sin saber cómo expresarme. ¿Habré sido demasiado indiscreta?

-Imagínate vivir confinado en una habitación,soportando día tras día humillaciones ,palizas ,abusos,con la unica compañía de tu ordenador,teniendo que escapar y jugarme el tipo todos los días. No lo pude aguantar,en medio de un viaje por el Baltico,esperé a que saliera del bar,y le empujé al mar,estaba tan pedo que ni gritó,pero por desgracia,me vió una persona,a la que jamás hubiera podido matar.

Escucho lo que nos dice y cuando acaba, lo rememoro y analizo, a ver si es broma o no. Parece que va en serio. Me encojo de hombros. Yo...creo que sé lo que decidiría si me diesen un arma y a padre de rodillas frente a mí...Así que respondo:
-Si tenías motivos, intuyo que de una forma u otra fue en defensa propia. Pero lo más importante es lo siguiente: somos un grupo conviviendo en grupo y como tal debemos confiar los unos en los otros. Un día de estos deberíamos hablar todos juntos y contar nuestro pasado, nos ayudaría a llevarnos mejor, conocernos mejor y confiar los unos en los otros. Y...lo tuyo es más "grave" por llamarlo así. No sería un error que el grupo lo supiese, pero es tu decisión.-Marta le interrumpe y el otro retoma la historia.-Bueno...-y me callo, estoy demasiado cansado para reflexionar más.

De pronto, no sé que decir. Puede que yo hubiese hecho lo mismo en esa situación.
Pero, y ahora me doy cuenta, yo tuve bastante suerte, pues aunque nunca tuve apenas amigos, tuve una familia que me quería...
Pero ahora no. Comprendo en estos momentos que perdí todo eso al firmar ese maldito contrato. Antes de que sepa como expresar esos pensamientos, mis ojos se han humedecido ligeramente. Me muerdo el labio con fuerza.

-Lo saben Cain,Alpeca,vosotros y no caigo ahora pero 2 más,no es algo que suela ir contando por ahí,solo quería saber si me repudiaríais por lo que hice,la mayoría de la gente normal,no querría vivir con un asesino,encima,a sangre fría,pero me alegro que no me juzguéis por éllo.
Observo laa reacción de Marta.
-Te engañaron...¿verdad?-me rio amargamente-quizás de esto me avergüence un poco...pero yo vine por voluntad propia,hice lo que se me daba mejor:huir,huir y huir,cuanto más lejos mejor.

Miro duramente al chico cuando habla a Martalar y me levanto de la mesa
-No le digas eso. Quizá la engañaron, pero aquí somos y seremos como una familia, ¿de acuerdo?-me acerco a la chica.-¿Y el entusiasmo madrugador de hace unos minutos? Vamos a vivir como una familia, protegiendo todos a todos. Y no podemos cambiarlo, pero si necesitas desahogarte, hazlo, sin miedo o vergüenza, yo lloré a mares hace poquísimo y se supone que era una piedra hace varias semanas.-le digo conciliador.

-No le he dicho nada malo,al 90% de la gente la engañaron,no todos son unos cobardes como yo. Y estoy seguro que pese a todo,Marta será igual de importante que todos. Marta,acuérdate de lo que te dije,lo vas a superar,vas a sobreponerte y le vas a enseñar al mundo lo que vales, y finalmente,encontrarás el camino de vuelta a casa.

Contemplo a los dos, bastante agradecida. Y, sin embargo, me seco los ojos antes de que lleguen las lágrimas:
- No... Aquí no puedo permitirme derrumbarme- digo, esbozando una débil sonrisa.- Si no, todos los bichos se me lanzarán encima- y, ante sus expresiones incredulas, lanzo una carcajada histérica, bastante fuera de lugar.
Y me da igual lo que piensen. Total... Probablemente ya se hayan dado cuenta de lo bipolar que soy.
Escucho lo que dice Alexander:
- Gracias a los dos, en serio. Sí, pienso salir de aquí aunque sea abriéndome paso a cuchillazos.

Me quedo estupefacto por su carcajada y me encojo de hombros, luego sonrío y friego mi plato.
-Si necesitáis algo...Estaré en el salón.
Voy al salón y me recuesto en uno de los divanes, tras coger el libro de armas, para repasar un poco, a ver qué más se puede hacer en el burdel, aunque la idea de proteger la plaza tampoco es mala, solo que más arriesgada. <<Y tengo que recoger la alfombra y manta de la habitación, que no se me olvide>> lo apunto en mi lista mental de tareas para hoy y sigo pasando páginas del libro hasta que doy con una ballesta <<Te tengo. A ver...Estaría bien construirnos unas cuantas o ir a Letargo a por varias. Pero necesitamos ballestas y escudos cóncavos, son lo mejor contra las ratas malditas>>

Cuando Jack se va, me quedo durante unos instantes en silencio. Después, murmuro:
-Si quieres algo, estoy en el dojo. La daga que me diste no se va a mover sola, precisamente- digo, sonriendo, mientras camino hacia el lugar.

-No tengo nada mejor que hacer-me encojo de hombros-Pero no me demandes.
Sigo a Marta al dojo y pienso que es un poco bipolar...ya somos 2.

Leyendo, pero más enfrascado en los dibujos de las ballestas, para averiguar su funcionamiento y comiéndome el coco para mejorarlo y hacerlo automático. <<Necesito a Niko, él sabe más de ballestas al parecer>> Pero un ruido de pasos me devuelve al mundo real y miro al origen: Ellito, vestida con un kimono que le queda bien, bastante además. Se sienta a mi lado y sonrío cuando me saluda y respondo:
-Buenas tardes. ¿Qué tal has dormido?-digo en un tono cansado, se me nota que tengo un sueño enorme.-Y eh...te queda bien el kimono. Yo prefiero mi chándal, pero hay que adaptarse...-murmuro, luego tapo un bostezo y espero a su reacción y respuesta con los ojos entornados.