Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

Cain había reconocido el dulce olor enseguida, por suerte, Vacuum había actuado más rápido y se había llevado a Dirke a las termas. Se levanta del suelo y baja al sótano a ver si ambos están bien. <<Si Vacuum intenta algo... acabaré uniéndome, qué hago bajando yo??>> Pero ya había llegado al final de las escaleras, así que apartó esos tentadores pensamientos de su mente antes de preguntar
-Estais bien?

Mientras pasan por mi mente varias cosas que se podían hacer con varios de los allí presentes, Vacuum corre hacia a mí y me coge en brazos. Comienzo a patalear al principio, pero luego algo me hace parar.... <<Tal vez no sea tan malo lo que pueda pasar>> pienso, mientras me fijo en los rasgos faciales del chico con los ojos abiertos de par en par.

En mitad de las escaleras noto como se frena un poco. Sin embargo, consigue bajar hasta las termas conmigo en brazos. Lo miro con una expresión entre curiosidad y deseo... justo en el momento en el que se tira conmigo al agua. Noto como mi cuerpo se relaja de repente en el agua caliente y las ideas subiditas se borran de mi historial. Salgo de la bañera como buenamente puedo, soportando el peso de mi ropa totalmente mojada, y dirijo otra mirada al griego, esta vez de enfado.

-¿Por qué narices haces eso?-le pregunto en alemán, sin ser consciente del cambio de idioma. Me acerco al borde de la terma y me ayudo de los brazos para salir de allí. Me pongo en pie, pero las suelas de las zapatillas resbalan y caigo de culo. Vuelvo a mirar a Vacuum, con mi todavía notable cara de cabreo, y me quedo ahí sentado en el suelo, con la ropa chorreando y formando un enorme charco a mi alrededor. Me niego a levantarme para volver a caer y hacer aún más el ridículo. Entre lo del salón y esto, mi nivel de estupidez ha debido alzarse por las nubes-. Genial...-vuelvo a decir en alemán, visiblemente resignado.

Entonces entra Cain preguntando qué tal estamos. No sé que contestar: si bien, porque sigo vivo después de esto, o mal por el rato que acabo de pasar.
-Regular-respondo finalmente.

Escucho a alguien subir por los escalones y miro nervioso <<No, no subas, baja, ¡¡bajaaaa!!>> pero sigue subiendo y descubro a Martalar. Me incorporo en cuanto me habla
-Bien. Explicar. Luego.
Y como un loco echo a correr escaleras abajo, con cuidado de no comerme ningún escalón, pero los finales antes de llegar a las termas los paso por alto y caigo rodando. Me levanto gruñendo y echo a correr a las termas, esquivo a Caín con una finta, ignoro a Vacuum y a Dirke y llego al borde, me quito las deportivas y me tiro con el kimono puesto. Me sumerjo varios segundos y salgo bruscamente a la superficie, repitiendo como un loco:
-Feromonas. Feromonas...-miro a Vacuum y hablo normal.-He estado limpiando una habitación...llena de feromonas...Dirke ha estado dentro, yo también...-y vuelvo a sumerjirme <<Malditas feromonas...En cierta situación están bien, pero...¡diantre!>>-Y hola, Caín...

Extraña reacción la de Jack.
Voy entonces hacia mi cuarto. me tumbo en mi cama y saco de los pliegues de mi kimono la daga que Alexander me ha dado. No tengo intención de desangrarme mientras duermo. Tal y como suponía, el sueño tarda en llegar a mis ojos. Finalmente, y de probablemente gracias a la ayuda de Morfeo, termino en sus brazos, acunada por los acontecimientos del día que aún cargo sobre mi espalda.

Dirke sale del agua y se pone a gritarme en su idioma, ... ¿alemán podía ser? ... no lo recuerdo ... con un suspiro me aúpo fuera de la poza, y me siento en el borde, pasándome las manos por el pelo mojado ... genial, estoy empapado y no tengo ropa para cambiarme ...
-Para que no te coman - mascullo para mi, no tiene sentido explicárselo al chico ahora, no me entendería, con la barrera del idioma y la del enfado que debe tener por medio - ...
Me pongo en pie y resbalo un poco con la suela de goma sobre el piso mojado, Dirke cae de culo, pero no parece dolorido, consigo estabilizarme y miro a Cain, que acaba de bajar ...
-¿Mojado? - digo con una sonrisa y la mirada un poco apagada - ...
Me acerco a Dirke y le tiendo la mano para que se ponga en pie, no se si la aceptara, pero aun así lo intento ...
Jack aparece de repente corriendo y se tira al agua con la ropa puesta ... saca la cabeza y se explica ...
-Te entiendo - digo riendo y señalando mi ropa mojada y a Dirke - ...

Vacuum se lleva a Dirke escaleras abajo, hacia las termas. Un buen baño eliminara el olor, mejor. Todo lo que había maquinado en mi mente desde que llego Dirke se hace pedazos en un instante, malditas feromonas...no te dejan pensar por ti mismo, <<Esto es una locura...El día menos pensado habrá sorpresas>>.
Giro la cabeza en gesto de negación, intentando olvidar todo lo que ha pasado. Pero no se olvida fácilmente, ya de por si me decían que tenia buena imaginación...si hubiesen podido leer mi mente antes...
Me voy del salón sin despedirme de nadie, no me apetecia hablar. Subo las escaleras hasta el segundo piso y me siento en un lado del pasillo, apoyando la cabeza en la pared, cierro los ojos, aunque no llego a dormirme.

Cain suspira saca algunas toallas del armario y las reparte, cuando le da la suya a Dirke ye da además un collejón cmo acompañamiento
-Es que nunca me haces caso?? -le reprende- Creo que te lo dije claro: NO-TERCER-PISO- no le gusta regañar a nadie, pero si no llega a actuar Vacuum se habría liado una buena de la que todos habrían salido arepentidos. Le vuelve a arrebatar la toalla a Dirke y empieza a secarle el pelo con furia

Veo que el muchacho me dice algo, no sé que excusas estará poniendo para haberme gastado esta broma, pues no consigo entenderlo. Acepto su mano, algo reticente, y me levanto. Me aparto el flequillo, ya que al haberme crecido desde que estamos en la ciudad, se me pegaba a los párpados, y... <<¡Mi boina!>> me echo instintivamente la mano a la cabeza y suspiro aliviado al recordar que no la llevaba puesta antes.

Entonces Cain dice algo y me da una toalla y... una colleja. Me llevo la mano al lugar del golpe en cuestión y le dirijo una mirada que viene a ser: "¿Y esto por qué?", pero Cain me responde antes de trasladar la mirada al lenguaje verbal. Agacho la cabeza, entre malhumorado y avergonzado por lo que he hecho y dejo que Cain me seque el pelo. Aunque ahora mismo lo único que me apetece es que me trague la tierra.

Abro los ojos lentamente.

Después de estar un rato probando hechizos de curación en mis manos, me he cansado tanto que parece que me he quedado dormido en el puff en el que estaba, y para colmo, sigo teniendo las ampollas en el mismo sitio...

Estoy demasiado cansado como para hacer nada mas por hoy, así que me paso por la cocina y pillo la primera cosa comestible que se me pone a mano, subo a mi cama, como y me dispongo a seguir durmiendo.

No mucho tiempo después, un unicornio rosa entra volando por la ventana, seguido de uno azul:

-Freejey...Freeeejey, ¿Quieres venir a la montaña de caramelo con nosotros?

Cain bufa y ayuda a Dirke a quitarse la ropa mojada, echándola a un cubo para lavarla bien luego. Lo envuelve en una toalla y lo manda arriba a buscar ropa. Cuando el chico se ha ido recoge la ropa mojada... la huele con disimulo y pronuncia un hechizo de limpieza rápida. No buscaba una pequeña práctica? Pues ahí la tenía. Una vez limpia la ropa sube y se mete en la cocina. Ya empezaba a echarla de menos... su cocina... Decide hacer algo rápido; unas verduras reogadas con aceite y ajos tiernos con unas tiras de carne curada de acompañamiento. Se sentía bien cocinando de nuevo...

Acepto la toalla que me da Cain con un gracias y me quito la ropa allí mismo, me seco lo que puedo y me anudo la toalla a la cintura, escurro mi ropa y me dirijo a los otros ...
-Voy a buscar algo que ponerme, cogeré algún kimono o algo - les digo con una sonrisa - ...
Extiendo mi ropa cerca de las escaleras para que seque, Dirke y Cain se me adelantan, y me subo arriba descalzo, en el salón está Elliot, y después del interrogatorio de antes, al pensar que tengo las cicatrices al aire al estar cubierto únicamente con una toalla, me sonrojo un poco ...
-Voy a buscar algo que ponerme - me explico, acercándome a por la guitarra que había dejado en el diván, asiento al ver a Cain en la cocina y subo por las escaleras - ...
En la planta de las habitaciones me meto en una al azar y me acerco al baúl, encuentro un kimono y me lo pongo ... los pantalones son rojos y la parte de arriba es blanca con el forro negro, tiene un estampado de mariposas negras, me ato el nudo de la cintura y con la guitarra a la espalda salgo al pasillo ... no se a donde ir ... ¿a la habitación en la que nos quedamos?, ¿a la de Cain?, ¿o abajo otra vez? ...

Ya recuperado de la carrera, salgo del agua y me desnudo por completo, dejo el kimono a secar en el improvisado tenderero que monto de nuevo con el látigo y cojo agua y jabón para lavarme el cuerpo, me aclaro y vuelvo a la poza para relajarme del todo, por fin <<Vaya días de locos que llevo...¿Mañana qué? Espero que no salga un bicho raro de los huevos del otro día...>> Me sumerjo varias veces y hago estiramientos en el agua. Mucho más relajado, salgo de la poza y cojo una toalla para secarme, me la pongo a la cintura y me paso los dedos por la espalda, buscando las cicatrices de las heridas de esta mañana. <<No fueron muy graves al parecer, pero...Necesito un escudo, una coraza o cambiar la estrategia, mejorarla. Mañana: defensa del burdel y del trayecto hacia la plaza. A ver qué se me ocurre>> Con la toalla a la cintura, me calzo las deportivas y me despido del látigo con una mirada, para luego subir hacia mi dormitorio, sin importarme ir así por el burdel <<llevo una toalla, el que quiera ver más, que imagine>> pienso sonriendo. En el pasillo, saludo a Erika con la mano, llego a mi cuarto junto a Vacuum y le miro divertido:
-¿Te has perdido? ¿O necesitas ropa? Puedes coger un kimono de mi baúl si te apetece. Ah no, ya llevas uno.-y estallo en carcajadas, luego paso al interior y cierro la puerta, cojo un kimono del baúl y me cambio, aún divertido.

Subo corriendo a las habitaciones de más arriba, evitando la tercera planta, y entro en un cuarto pequeño. Me acerco a un baúl que hay a los pies de la cama y comienzo a rebuscar algo de ropa. En él encuentro varios objetos y prendas de lencería que me hacen ruborizarme, pero finalmente encuentro unos calzoncillos que me podrían estar bien. Parece que no hay nada más que ropa interior, así que me cubro con la toalla, que al ser grande me cubre bastante, y bajo así al salón, estoy demasiado perruzo como para buscar algo más de ropa.

Allí veo a la chica del torreón. ¿Elli? Creo que sí... Me acerco a ella y me siento al lado, mirando al suelo para evitar alzar la vista.
-Eh... Hola-la saludo tímidamente, esperando porque no se haya llevado una mala impresión de mí por lo de antes (Situación que todavía no comprendo).

Cuando la chica se aleja de mí, noto como una punzada en el pecho y consigue que me sienta como un auténtico bicho raro. Sin embargo, parece que al final recula y se vuelve a acercar a mí. Me aovillo y me hago un reguño con la toalla con todos mis pensamientos y preocupaciones rondando por la cabeza. Elli me habla y yo trato de sonreírle, a pesar de que me ha dolido el gesto de antes.

-¿Yo? Regular creer...-le respondo en tono apagado-. ¿Y tú estar bien?-le devuelvo la pregunta.