Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

El estómago me ruge y me hace volver a la realidad. Me incorporo, cojo el diccionario y bajo a la cocina para buscar algo de comer. Sin embargo, antes de llegar me llega un olor a agrio... Alzo el sobaco y me huelo con poco disimulo. <<Puajj... antes necesito un baño. Urgente>> pienso con la cara descolocada en un gesto de asco al tiempo que me redirijo hacia las termas.

Casi me la pego contra la puerta debido a la velocidad. Paro justo a tiempo y llamo
-¡Somos Jack y Norou! ¡Servicio nocturno de comida!-digo a modo de broma.
Norou espera, callado, mirando a los colaespinas fíjamente, como amenazándoles. Pero estos no se acercan al burdel, quizá aquello de Caín o por miedo a mi compañero. Por si acaso chasqueo el látigo contra el suelo, varias colaespinas se retraen y otras chillan retándonos, pero ninguno de los bandos se mueve del sitio, en un duelo de miradas, chillidos y chasquidos, esperando a que alguien abra la puerta. <<Vamos, vamos, ¿dónde estáis? Abrid la maldita puerta>> pienso impaciente, a pesar de que no corremos peligro aquí, a esta distancia...

Cain abre la puerta con los auriculares colgados del cuello y sonando. Tiene unas ojeras verdosas bajo los ojos dorados, el kimono caído y cara de mala leche.
-Os parecen estas horas de llegar?- pregunta, pero les deja pasar.
La mayoría ya se había acostado, algunos simplemente leían o se habían quedado dormidos en los cojines.

Caín nos abre y se nota que está algo molesto. Normal, es tardísimo, pero tenía cosas que hacer.
-No, no es una hora aceptable, pero hemos ido a por las cestas en el camino de vuelta y había botellas de aceite, además de que Norou, como puedes ver, se ha desnudado los ojos y yo, aunque no se note, he empuñado por primera vez una espada. Así que por nosotros dos, la hora está justificada. Pero cierto, no son horas, disculpas. Siento haberte sacado de la cama si estabas acostado.-digo, disculpándome de corazón, pero de corazón también he soltado el discurso.
Luego Norou y yo llevamos las cestas a la cocina y empiezo a notar los arañazos en el brazo derecho mientras descargo la poca comida que han dejado las asquerosas ratas y las botellas de aceite. En el fregadero, con agua me limpio la sangre y las heridas y luego me las cubriré con algo.

-Estaba leyendo... Desinféctalas con esto- dice Cain dçandole un bote de algo- Estoy cansado y no pienso gastar magia en esa mariconada...- Echa un vistazo a lo que trae Jack... Era eso aceite?? Coge una botella y la abre. La huele, ¡¡era aceite!!- Tenéis hambre?- no espera respuesta, corre a buscar una sartén y corta pan en taquitos para hacer picatostes. En poco tiempo ya había calentado la sopa y llevado dos cuencos humeantes con los picatostes flotando.

-No necesito que las cures, oye.-le respondo, no tengo ganas de discutir.-Y no entiendo eso de mariconada...-digo realmente confuso, pero de pronto le cambia el humor y espero mientras me echo la extraa sustancia que me ha dado hace solo unos instantes.-¿Hambre? Puedo...-<<Iba a decir comer algo frío...En fin>>.-Caín...Te molestamos y nos preparas esto...No sé...-le digo mirando la sopa con los picatostes flotando.-¿Gracias? Creo que es lo mínimo que puedo decirte...Sí, gracias...-repito mientras empiezo a probar la sopa.

-No las des...- ellos salían a por comida y a matar a esos bichos a diario... él no podía aprender a luchar sin acabar con la vida de alguno de sus compañeros, qué menos que cocinar la comida que traían? Se le va un poco la cabeza, los datos y los hechizos le dan vueltas- Creo que me iré a dormir...- dice y sube a su cuarto andando pesadamente. Se mete en la cama, le da a Dirke el beso de buenas noches y se duerme.

<<Que no las de...Cuida de los habitantes del burdel como si fuese nuestra madre...En fin...>> pienso suspirando mientras me termino la sopa
-Que descanses.
Acabo con los picatostes y le doy las buenas noches a Norou cuando este se va a su rincón. Yo subo a mi cuarto y rápidamente cojo el libro de armas, para buscar y aprender el manejo de la espada. Me enfrasco en la interpretación de los dibujos hasta que descubro, desconcertado, que están al revés. <<Ya parecían raros los movimientos>> y sigo impregnándome de los dibujos y en ocasiones de las lecciones escritas, aunque prefiero una imagen a memorizar palabras. Y tumbado como estoy en la cama, con la almohada y la cabeza en los pies, acabaré quedándome dormido con el libro. . .

Me despierto, y veo el libro de magia en la mesa, junto con unas cuantas hojas de pergamino y una pluma que Cain me había dado la noche anterior, por lo que me siento en la silla de la pequeña mesa roja con forma de corazón de mi habitación, y me pongo a ello.

He conseguido hacer notas de todos los hechizos "básicos", y me las guardo en el bolsillo del pantalón de pitillo vaquero que llevo lavando y relavando desde que estoy aquí...
No es por presumir... pero, oh, que bien me queda.

Bajo al salón y encuentro a Erika dormida en el sillón. Intento no despertarla, pero tropiezo con un libro que hay por el suelo y me caigo de bruces emitiendo un sonoro estruendo.

Ups...

Me levanto rápidamente del divan, había escuchado un ruido muy fuerte. Miro a todos lados intentando encontrar al causante de semejante estruendo. Me echo a reir cuando veo a Bonnie en el suelo:
-¿Estás bien?- Pregunto con la voz algo ronca.

-Sí, sí... Perfectamente. -Digo yo mientras me pongo de pien. -Dichosos vaqueros... Han encogido... ¿o yo he engordado? Casi no puedo moverme con ellos... Por cierto, ¿qué tal van tus gases?

Miro los vaqueros que lleva puestos, son algo ajustados pero eran bonitos:
-Sigo igual que los otros días, parece que no quieren dejarme en paz...Aunque veo que se ha corrido la voz de lo de los gases.- Me vuelvo a sentar en el divan mientras observo los libros que hay tirados por el suelo.

Me despierto como siempre, hecho un lío entre las mantas, pero sobre algo duro. Abro los ojos y tanteo con las manos hasta que rozo el camastro con mi zurda <<¿Qué hago en el suelo? Me habré caído por algún movimiento brusco o un sueño raro...Pero no recuerdo nada, maldición...>> Me reincorporo a duras penas y salgo del laberinto de tela, para luego sentarme en el borde de la cama. Estoy raro...Me levanto y me asomo al balcón, miro la ciudad y suspiro:
-Así que otro planeta, con criaturas propias y Magia...Ni rastro de guerras estúpidas ni de padre...-me cruzo de brazos y sonrío.-Perrrrfecto, mi querido Jack.-luego suelto una carcajada, echo a correr hacia el baúl, cojo el primer kimono que pillo, de color negro y detalles lineales blancos, y bajo a la cocina, bastante alegre. Por el camino veo a las chicas y las saludo demasiado poco friamente:
-¡Buenas tardes, chicas!
Y entro en la cocina, a comer algo, pero noto que el ambiente está frío y busco el origen de ese frío, hasta dar con un armario, lo abro y ...<<¡Un frigorífico! Ya podemos cazar colaespinas y almacenar la carne. <<Perrrrfecto>>

Cain se despierta, levantándose con dificultad. Busca un espejo y comprueba que sigue teniendo ojeras... unas ojeras verduzcas horribles... Suspira, busca cualquier cosa que ponerse y baja a refrescarse. Se sentía pesado <<Necesito un abrazo...>> pensó. Se lavó la cara con agua y se tumbó en el suelo del salón mirando al techo... no tenía ganas de comer tampoco...

Devuelvo el saludo a Jack, pero creo que no lo oye ya que se mete en la cocina de inmediato.
Poco más tarde Cain se deja ver en el salón, no parece estar muy bien, no saluda, no habla...sólo se limita a tumbarse en el suelo.
Me acerco y le doy unos toques al hombro:
-¿Estás bien?

-Estoy cansado...- dice a media voz mirando a Erika. Lo cierto es que desde ahí tenía muy buena perspectiva...- Ayer estuve practicando hechizos, pero los amuletos no funcionan tan bien como esperaba...- y no entendía por qué, le costaba horrores usarlos y al mismo tiempo le duraban mucho, era como si no pudiese utilizar la energía del amuleto, como si algo le impidiese usarla...- Tú como estás?

Salgo de la cocina y vuelvo a saludar al salón, esta vez a Caín
-Buenas tardes, Caín.-luego miro a todos.-¿Habéis dormido bien?-mientras voy andando, acercándome a Norou.-Norou sí que está durmiendo bien, jeje.-<<Pero a ver con quién voy a por las cestas si Norou sigue dormido...>> Me giro al grupo del salón y, tras pensarlo, les pregunto.-¿Alguien me acompaña a por la comida? Ayer encontramos aceite, quién sabe qué puede haber hoy.-<<Y así compruebo lo de la historia aquella que nos contó Caín sobre...sobre pasado y la cosa esa...>> sacudo la cabeza mientras intento recordar, pero no encuentro la palabra.