Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

Miro a Caín. No sé por qué, sé que él ha tenido bastante que ver en mi recuperación. Entonces, sonrío:
- Sé que no te lo he dicho desde que desperté, pero muchas gracias por todos los cuidados- digo.
Después, escucho atentamente, mientras más personas, entre las que distingo a Alexander, van llegando a la improvisada reunión.

En mi ensimismamiento alguien me sacude el hombro, vuelvo un poco en mi, incoporandome y veo a Elliot, me paso la mano por la cara, algo mas despejado ... me pregunta que que he hecho, parece una pregunta normal, pero su sonrisa la delata, en mi mente algo se queda bloqueado ...
<<¿Por qué lo tiene que saber?, no es nada malo, no es por Cain, pero ... la verdad es que Elliot ... mierda - pienso confundido - ... lo sabe seguro, ¿o no? ... no lo se ... ¿que pensara? ... >>
Todo se amontona en mi mente, pero mi expresión no me delata, aunque mis ojos cambian bruscamente de color, de un verde claro a un verde oscuro, casi negro ...
-Cosas - digo ambiguo - ... ¿y tu que hiciste? - le pregunto a su vez - ... creo que te vi en el salón, pero estabas como ausente, te salude pero no me devolviste el saludo ...
Miro a mi alrededor, hay mucha gente ... los saludo a todos con un gesto, no se cuanto tiempo llevan aquí, ni quien acaba de llagar ... Jack, Martalar, Alex, Erika y Cain a primera vista ... aparte de Elliot, con la que estoy hablando ...

Saludo a Alex y luego miro a Caín, espero la respuesta y abro mucho los ojos cuando escucho lo que me dice. Trago saliva, pues justo acaba de llegar Erika y miro a Caín, intentando ocultar la verdad.
-Hum...Pues...Me pondré una mascarilla, hay piel de colaespina de sobra, no pasará nada.-<<Esperemos que sirva...>> Echo a andar hacia la escalera y me cruzo con Dirke, al cual no he visto en todo el día. Sigo andando y...<<Oh, maldito niño, como haya estado en esa habitación...Arg...>> Me giro y observo al chico, luego echo a correr hacia la fuente y meto la cabeza, la sacudo bajo el agua y la saco bruscamente, me seco con el kimono y miro a Caín, luego miro a Erika y <<Tengo que avisarles, ¿a quién primero?>> Me acerco a la chica y le chisto, luego susurro
-Dirke huele...raro. Y hola.-acabo sonriendo, luego echo a correr escaleras arriba, entro en el cuarto de desuello y me pongo la mascarilla, apretándola a la altura de la nariz, hago inspiraciones con la boca y cuando me acostumbro, voy con paso decidido al salón, luego a las termas, y vuelvo de esta con cubos de agua, uno de estos con jabón; y varias toallas, directo a la tercera planta, a grandes zancadas, evitando a los demás para no volcar los cubos. Cuando llego, entro como si fuese un campo de minas y, respirando por la boca, me agacho y uso la esquina de una toalla mojada en jabón para intentar quitarle la fragancia.

Bajo las escaleras corriendo, con el diccionario bien cogido para no perderlo por el camino, y llego hasta el salón. Parece que vuelve a estar concurrido, y eso es algo que no acaba de hacerme mucha gracia. Me hace sentirme tonto estar rodeado de tanta gente hablando rocavarancolés....

Y es que hay verdaderamente mucha gente. Mis ojos azules se pasean de unos a otros con curiosidad, no, más que curiosidad. Es como si sintiera la necesidad de comérmelos con la mirada y... algo... <<algo mucho más divertido>> pienso mientras me muerdo el labio. Mis mejillas se colorean y noto un fuerte sofoco, debo de estar sudando de manera descontrolada, pero cuando voy a alzar el diccionario para abanicarme con él, algo hace saltar un resorte contra el ridículo en mi cerebro y agacho los brazos, sosteniendo el diccionario justo por delante de mi entrepierna. Por un lado mi cerebro me insta a que salga corriendo, pero por otro... siento el ardiente deseo de quedarme en el salón. Ambas ideas solo consiguen que me quede bloqueado como un pasmarote, tratando de abarcarlos a todos con la mirada desde mi posición y sin saber para donde ir.

Ya era imposible ignorarlo. Algo sonaba en el piso inferior, algo similar a una tabla chocando contra una pared. Y entonces una voz gritó: ¡¡Mierda!!

Alguien fue lo suficientemente listo como para recordar la trampilla del cuarto de baño. Después de todo, no llevaba al depósito de las heces.

(véase Subterráneos)

La advertencia de Jack me pilla por sorpresa...el olor...de la tercera planta. Abro los ojos como platos y me levanto del divan rápidamente. Pero no da tiempo, Dirke llega, con ese olor tan familiar.
Me quedo paralizada y me tapo con la mano la boca y la nariz, pero no da resultado. Era más fuerte el olor, hacia que te olvidaras de todo y que solo pensaras en una cosa.
Las ideas de mi mente se entremezclan y en ocasiones sonrio sin motivo alguno...pero todo era por las imágenes que me montaba en mi cabeza...maldito olor.
Dirke no parecía darse cuenta de lo que estaba pasando, de hecho, el tenía los mismos síntomas que todos nosotros ahora. Me alejo un poco más, <<Como si eso fuese a funcionar,menudas ideas que tengo>> Intento abandonar el salón, pero es imposible, hay algo que me dice que me quede.

Todos miran a Dirke de una manera extrañamente sexual,parece como si quisieran beneficiárselo, !¿A un niño?! Un okor me llega y me perturba pero... yo no soy como ellos. Me pongo la capucha a modo de mascara antigás y me doy la vuelta.
-Dirke,vete de aquí.
Algo se empieza a poner duro.
-Es mas.mejor,me voy yo.
Subo al ultimo piso y de ahí,al tejado.

-Si que es entretenido - digo riendo ante su comentario - ...
Mi mente aun divaga un poco, distraída ... reacciona de forma extraña, o muy rápida o muy lenta ... miro a mi alrededor y me fijo en Dirke, que acaba de aparecer, le dedico una sonrisa ... pero se queda donde esta, su expresión cambia, sonrojándose y parece nervioso, una sonrisa surca su cara y cambia el peso sobre los pies, mirando a todo el mundo, con el libro delante de ¿le entrepierna? ... miro a mi alrededor, todo esta en silencio ... Elliot se levanta con los ojos cerrados, pero se vuelve a sentar, se la nota que quiere levantarse de nuevo ...
-¿Pero que? - digo mirando a mi alrededor - ... no puede ser ...
Parecen lobos, todos olfatean el aire y centran su mirada en Dirke, están en tensión ... preparados para saltar, como una manada acechando a su presa ...
-Se lo van a comer - digo con tono realmente asustado, asimilando en mi cabeza a toda velocidad distintos elementos - ...
No lo he visto en todo el día, bajaba por las escaleras, su expresión, la de los demás ... feromónas ... eso es lo único que viene a mi cabeza ...
Me pongo en pie sin pensar, y en dos zancadas estoy delante de Dirke, lo subo en brazos, por lo que se le cae el libro y hecho a correr hacia las termas, con Dirke bien sujeto entre los brazos ...
-Mierda ... hay que ser tonto - me digo con expresión extraña cuando el aroma del chaval me inunda la nariz - ... ¿por qué lo abre aferrado contra mi? ...
Freno un poco, pero por inercia sigo avanzando, bajando las escaleras hacia las pozas, aunque sin ganas ... me apetece morder al chico ... debe de estar muy tierno, con una sonrisa de lobo y un destello en los ojos hago ademan de abrir la boca, pero el vapor me despeja lo suficiente y sacudiendo la cabeza tomo impulso y lo tiro al agua ... y yo me lanzo detrás al notar el olor en mi ...
-Por poco - suspiro sacando la cabeza del agua - ... casi se te comen, casi te como yo - le intento decir despacio y con gestos, para que me entienda - ...

Realmente, he sentido susto de mí misma. ¿Me he planteado verdaderamente si el chico rubio, Dirke, sabrá bien?
Dios, estoy como una cabra... Pero es que ha sido llegar ese aroma a mi nariz y...
Por la expresión de los demás, estaban pensando lo mismo que yo. Algunos, incluso se han retirado e ido. Pero al parecer, gracias a Vacuum todo se ha acabado ya. A pesar de eso, algo avergonzada ante lo que he pensado sobre el muchacho, me despido de todos, dispuesta a esperar que todo lo sucedido se olvide... Quizás, pienso en un extraño impulso, ese olor tenga que ver sobre la advertencia de Erika acerca de la tercer planta. De cualquier forma, no pienso acercarme.
- Buenas noches... Si... Si decidís cualquier cosa sobre la defensa del burdel, comentadmela mañana...- les digo a todos, bastante azorada, intentando desviar su atención de todo lo sucedido.
Y, sin volverme atrás, comienzo a subir las escaleras.

Sigo frotando como un loco la alfombra y cuando termino la cara decorada, la cojo y la llevo al balcón, la pongo alrevés sobre la verja y froto de nuevo con esmero, haciendo espuma. Con cierto temor y una sonrisa divertida, me quito la mascarilla de piel y respiro por la nariz. Al principio sonrío porque no noto nada, pero al rato noto un cosquilleo y pongo los ojos como platos, me pongo la mascarilla, respiro por la boca y sigo con la tarea. <<Si no se limpia, ¡la quemo! Y ya veré qué hago con la primera manta donde estuvimos ...donde nos tumbamos la otra noche>> pienso con una media sonrisa. Al rato, vuelvo a hacer la prueba y parece que ya no huele, espero unos minutos y no siento nada nuevo. Suspiro aliviado y la dejo secándose, para después quitar la manta primera de la cama y meterla en el cubo más grande. Meto las manos y le voy dando vueltas bajo el agua con jabón, haciendo la mayor espuma posible. De vez en cuando saco una esquina y la huelo, pero la parte más olorosa es la central, así que le dedico mayor esfuerzo y sigo frotando. Cuando ya me duelen los brazos, la saco un poco y la huelo temeroso, pero o bien me he acostumbrado al olor, cosa que espero y deseo no haya ocurrido, o bien no huele. Suelto un silbido y llevo el cubo al balcón, luego saco la manta y la pongo a secar al lado de la alfombra. Entro en el dormitorio y me voy al tocador, a buscar el causante del primer derrame <<¿Qué demonios tengo que buscar? Eran fero algo...>> pienso mientras voy abriendo cajones y descartando botes de perfume, hasta dar con uno que dice no sé qué y "feromonas"
-Así que tú eres el culpable, eh, ¿chiquitín? Más te vale no derramarte.-lo fulmino con la mirada y cierro el cajón con cuidado, luego me voy al pasillo y me siento en los escalones, que me duele todo de estar agachado y sobre todo los brazos.

Continúo subiendo, hasta que veo a un chico sentado en un escalón. Me acerco a él, puesto que tiene aspecto de estar bastante cansado:
- ¿Estás bien?- le pregunto. Y, casi sin esperar respuesta, añado por lo bajo-: Te has perdido el espectáculo que se ha montado allí abajo...

Cain había reconocido el dulce olor enseguida, por suerte, Vacuum había actuado más rápido y se había llevado a Dirke a las termas. Se levanta del suelo y baja al sótano a ver si ambos están bien. <<Si Vacuum intenta algo... acabaré uniéndome, qué hago bajando yo??>> Pero ya había llegado al final de las escaleras, así que apartó esos tentadores pensamientos de su mente antes de preguntar
-Estais bien?

Mientras pasan por mi mente varias cosas que se podían hacer con varios de los allí presentes, Vacuum corre hacia a mí y me coge en brazos. Comienzo a patalear al principio, pero luego algo me hace parar.... <<Tal vez no sea tan malo lo que pueda pasar>> pienso, mientras me fijo en los rasgos faciales del chico con los ojos abiertos de par en par.

En mitad de las escaleras noto como se frena un poco. Sin embargo, consigue bajar hasta las termas conmigo en brazos. Lo miro con una expresión entre curiosidad y deseo... justo en el momento en el que se tira conmigo al agua. Noto como mi cuerpo se relaja de repente en el agua caliente y las ideas subiditas se borran de mi historial. Salgo de la bañera como buenamente puedo, soportando el peso de mi ropa totalmente mojada, y dirijo otra mirada al griego, esta vez de enfado.

-¿Por qué narices haces eso?-le pregunto en alemán, sin ser consciente del cambio de idioma. Me acerco al borde de la terma y me ayudo de los brazos para salir de allí. Me pongo en pie, pero las suelas de las zapatillas resbalan y caigo de culo. Vuelvo a mirar a Vacuum, con mi todavía notable cara de cabreo, y me quedo ahí sentado en el suelo, con la ropa chorreando y formando un enorme charco a mi alrededor. Me niego a levantarme para volver a caer y hacer aún más el ridículo. Entre lo del salón y esto, mi nivel de estupidez ha debido alzarse por las nubes-. Genial...-vuelvo a decir en alemán, visiblemente resignado.

Entonces entra Cain preguntando qué tal estamos. No sé que contestar: si bien, porque sigo vivo después de esto, o mal por el rato que acabo de pasar.
-Regular-respondo finalmente.

Escucho a alguien subir por los escalones y miro nervioso <<No, no subas, baja, ¡¡bajaaaa!!>> pero sigue subiendo y descubro a Martalar. Me incorporo en cuanto me habla
-Bien. Explicar. Luego.
Y como un loco echo a correr escaleras abajo, con cuidado de no comerme ningún escalón, pero los finales antes de llegar a las termas los paso por alto y caigo rodando. Me levanto gruñendo y echo a correr a las termas, esquivo a Caín con una finta, ignoro a Vacuum y a Dirke y llego al borde, me quito las deportivas y me tiro con el kimono puesto. Me sumerjo varios segundos y salgo bruscamente a la superficie, repitiendo como un loco:
-Feromonas. Feromonas...-miro a Vacuum y hablo normal.-He estado limpiando una habitación...llena de feromonas...Dirke ha estado dentro, yo también...-y vuelvo a sumerjirme <<Malditas feromonas...En cierta situación están bien, pero...¡diantre!>>-Y hola, Caín...

Extraña reacción la de Jack.
Voy entonces hacia mi cuarto. me tumbo en mi cama y saco de los pliegues de mi kimono la daga que Alexander me ha dado. No tengo intención de desangrarme mientras duermo. Tal y como suponía, el sueño tarda en llegar a mis ojos. Finalmente, y de probablemente gracias a la ayuda de Morfeo, termino en sus brazos, acunada por los acontecimientos del día que aún cargo sobre mi espalda.