Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

Adara se comporta muy maternal conmigo, no sé si me da miedo. De todas formas es agradable que alguien te trate bien, aunque...
-No hace falta, ya me limpio yo, lo siento -digo terminando de limpiarme la boca yo solo-, haber machado tanto, digo. Es que tenía hambre.
Y hacía rato que sentía cosquilleos, la comida había resultado muy relajante. Estiré las piernas y apoyé las manos en el suelo para estar más cómodo.

-¡Ah, nada bonito, no te preocupes! -le digo atraiéndolo hacia mi pecho en un abrazo-. Eres un niño, ya es normal. Tarde o temprano aprenderás, ¡mientras disfruta tu infancia!

No sé qué me sucede, pero parezco estar más alegre de lo habitual (que ya es decir). ¿Habrá tenido algo que ver la comida?

-Pues un poco si, la verdad - respondo a Elliot con la mirada perdida - ...
El ambiente es relajado, y me parece bien, estoy cansado de los malos rollos habituales ... miro distraído a los comensales, parecen disfrutar de la cena y eso esta bien, me acodo en la mesa y apoyo mi cara en las palmas de mis manos ...
-Que bien se esta - mascullo para mi, tarareo distraído, esperando que pase algo - ...
Centro mi atención en Elliot y en Cain, curioso por la situación ...

Miro a Caín, intrigado, cuando le dice algo raro a Elliot y sigo mirando la escena, curioso. Estiro con cuidado las piernas bajo la mesa y luego las retraigo. Estoy mejor que nunca, ya voy olvidando los momentos con mamá y la noche parece que va a acabar mejor que bien. Y Adara y el chico del torreón son tan graciosos que me hacen sonreir, <<Aunque yo nunca habría sonreído por eso>>

Me quedo con las ganas de replicar a Adara que no soy un niñó, ya tengo doce años. Pero me da igual, la verdad es que es agradable que alguien te abrace. Tengo hasta ganas de reír, y eso que estoy pensando en mi madre, que también me abrazaba muchas veces. Qué gracia, creo que tengo mamitis.
Le devuelvo el abrazo y solo acierto a decir...
-¡Pues vale!

-Un momento...- Cain se levant´y fue a la cocina a por los recipientes que ya tenía preparados. Los fue dejando en la mesa, uno para cada uno. Cogió el de Elliot y le metió una cucharada del contenido en la boca. Era cremoso, dulce y muy muy frío, de color verde violáceo, algo así como un sorbete de fruta hecho con miel en lugar de azucar- Acabo de aprender el hechizo de congelación- dijo entre risas

Contemplo a Caín y a Elliot, miro intrigado lo que nos acerca y le mete en la boca y sonrío a causa de la reacción de Elliot. Miro a Caín
-¡Problema resuelto el de la carne! Lo de almacenarla, digo. Y...¡A probarlo!
Sin más, meto un dedo en el sorbete y me lo llevo a la boca. Lo paladeo y sonrío mientras asiento varias veces
-Secundo a Elliot, riquísimo.-digo al tragar, para luego seguir.

Cain se va a la cocina cuando Elliot cierra los ojos y vuelve con unos cuencos que nos pone delante a todos, se vuelve a sentar y coge una cucharada del cuenco de Elliot, para a continuación meterselo en la boca, al principio Elliot no hace nada, pero al poco su cara se ilumina y abre los ojos, me mira y empieza a tartamudear algo sobre dulces, para luego dar las gracias a Cain muchas veces ...
-¿Dulce? - pregunto en voz baja - ...
Sin pensarlo me meto una cucharada enorme en la boca, y al instante el cerebro se me congela, me castañean los dientes y me llevo las manos a las sienes, pero aun así saboreo la fruta y la miel ...
-De..de..deli..licioso - consigo articular sin morderme la lengua mirando a Cain con una sonrisa temblorosa pero agradecida - ...

Me separo de Adara cuando veo lo que trae Cain, y me lo quedo mirando, expectante.
-Meeeladooo, ¡melaaado! -exclamo cuando ya Elliot ha abierto los ojos y todos cogen el suyo-. Qué rico... -se me hace la boca agua mientras me llevo una cucharada tras otra a la boca-. Delicioso, comida de dioses -continuo cada vez en voz más baja. No se me va la sonrisa bobalicona de la cara mientras sigo comiendo.

Cain se limita a sonreír y a comerse su propio sorbete. Parecía que todo estaba yendo a la perfección, al menos en la parte de la comida y el postre, con la carne no ahbría tanta suerte... Hasta ahora había sido incapaz de congelar cosas más grandes que un colaespina, y mucho menos mantenerlo en el tiempo. Podía congelar cosa, pero duraban lo que duraría el hielo normal, pero él quería algo permanente, o al menos duradero, y eso parecía estar por encima de sus posibilidades...

¡Helado! ¡Helado para mí! Cuando me lo meto en la boca, no puedo hacer más que soltar un extraño -y sospechoso- gemido. ¡Pero es que llevaba milenios sin comer uno! La leche, que buenos está... cómo me chifla...

Parece que hay una comida especial pero no me apetece probarlo, no puedo parar de pensar en el espeso bosque de mi montaña… :-Muchas gracias por la comida*digo levantándome*Cuando volváis a letargo iré con vosotros, ahora me voy a descansar…- Me voy a mi rincón de dormir y me acomodo, no me duermo porque me entretengo con las conversaciones de los demás, pero no tardare en hacerlo… << Porque yo soy Norou, hijo del cielo y la montaña…>>

-Buenas noches Norou - le despido - ... y de acuerdo otra vez ...
Me termino el sorbete y recojo lo que veo de la mesa que ya esta terminado, lo dejo en la cocina y me dirijo algo tambaleante al salón, me dejo caer en un puff distraído y observo al resto de los comensales, parecen felices, pero a Cain parece preocuparle algo ... le miro curioso, pero prefiero no molestarle, si le preocupa algo ya lo contara, cierro los ojos y echo la cabeza hacia atrás ... estoy cansado, y en breve me iré a dormir ... la comida estaba muy bien,pero me a relajado, y todo el cansancio acumulado, atenuado por la tensión hace mella en mi estado ...
Sonrío cansado, esperando alguna ultima cosa de los demás ... puede pasar cualquier cosa ... como que note algo duro bajo el trasero ... meto la mano y saco un consolador que vibra rápido y silencioso ...
-¡Ups! - digo ruborizándome un poco - ... que cosas mas curiosas hay por aquí - continuo poniendo el vibrador en una mesita cercana - ...
Miro a los demás sonriendo tontamente ...

-Que descanses, Norou.-le digo cuando se despide.
Termino el helado, sonriente, y recojo mis cosas y ayudo a Vacuum. Salgo de la cocina y me estiro los brazos, cansado, para luego dejarme caer en un puff cerca del chico de la guitarra. <<Vaya día...y qué gran noche...Para terminar, cuando todos se vayan, ocuparé el dormitorio de anoche>> pienso y se me escapa una risita, pero me da igual y no intento ocultarla. Miro a los habitantes del torreón, curioso, deseando saber más cosas de ellos, pero sin atreverme a preguntarles. <<Se me da mejor vivir solo que con tanta gente...Adaptarme o morir, adaptarme o morir>> pero suelto una carcajada cuando veo a Vacuum sorprendido y colorado
-Si tú supieras la de cosas que hay por aquí...-digo en tono misterioso, recordando la noche pasada, sonriendo de forma rara.

Decido seguir el ejemplo de los compañeros (de los cuales aún no conozco el nombre) y voy junto a la pared con Gael a dormir. Es un niño encantador, así que me acuesto contra la pared y apoyo su cabezita sobre mi pecho, abrazándole. Quiero conocer a esta gente tan maja, del torreón o del burdel, quiero...

Poco a poco, me quedo dormida.