La fiesta de la mansión - RV Gakuen
+10
Tak
Giniroryu
Seth
Raven
Trish
LEC
Sevent
Isma
Harek
Kanyum
14 participantes
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
La fiesta de la mansión - RV Gakuen
03/04/23, 10:22 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La casa estaba de las últimas dentro de la urbanización privada, pero incluso si alguno no tenía la dirección exacta sería fácil saber cual de todas era. Había tantas luces encendidas dentro y fuera del edificio que brillaba en la distancia. Según se fueran acercando al destino los invitados notarían la vibración de la música en el ambiente, que dadas las dimensiones de los terrenos del resto de viviendas no debería suponer un problema para los vecinos. A pesar de ser una urbanización antigua las calles parecían totalmente nuevas, casi todas las casas eran de estilo victoriano e iban de chalets a mansiones pasando por putos palacetes, y si bien la de los hermanos no era la más grande no se quedaba atrás en impresionante: parecía una casa señorial sacada de la Habana. Las verjas eran altas pero permitían ver el interior, bordeadas de arbustos de hibiscos, palmeras y otras plantas tropicales, un inmenso sauce llorón asomaba por detrás de la construcción y el portón estaba abierto de par en par en un exceso de confianza por la seguridad del vecindario. La imagen podría parecer de otra época si le restabas que estuviera sonando Bad Bunny a todo trapo o que en la calle ya hubiera varios coches de este siglo aparcados.
En las escaleras que daban a la puerta principal Kahlo atendía a los recién llegados mientras esperaba a que todos sus invitados apareciesen. La chica estaba perfectamente maquillada para la ocasión y llevaba el pelo -teñido de blanco como ya venía siendo habitual- recogido en un elaborado moño trenzado. Vestía con una camisa blanca con rayas muy abierta (no era a posta, el primer botón estaba a la altura en la que estaría el 3er o 4to botón en una camisa normal), unos pantalones de talle alto y unos zapatos con un poco de tacón. En las orejas llevaba los aros de oro más grandes que tenía, una cadena de oro que encajaba con el escote, uno o dos anillos por cada dedo de su mano izquierda, las uñas pintadas de un rojo muy oscuro y tantísimas pulseras y brazaletes como para que cualquier gesto que hiciera con esta sonase como el trineo de Papá Noel.
Al sol le faltaba muy poco para ocultarse del todo y la brisa hacía que apuntase a ser una noche de verano perfecta… si su hermano y sus amigos no la liaban.
Y pensando en el rey de Roma, apareció detrás suya. Vestía parecido a ella, aunque había rebajado el nivel de elegancia: una camisa veraniega negra con estampados de hojas de palma y flores rojas, de momento cerrada hasta arriba, unos pantalones marrones y unas vans negras. Llevaba dos anillos en cada mano, un colgante con una moneda de oro y sus aretes de siempre. Ya tenía pintalabios en la mejilla, y por lo pronto solo en la mejilla.
—¿Cuántos faltan?
—A mi que me cuentas, Nohlem. No me has dado una lista de gente —dijo lamiéndose el pulgar para borrarle el pintalabios como si de un niño manchado de helado se tratase—. Yo estoy esperando a los míos y diciéndole a tus amigos que se ahoguen en la piscina.
—I mi qui mi cuintis Nihlim- espera, ¿les estás diciendo qué?
A Kahlo se le escapó una risa con el tono preocupado que puso.
—Solo hazme el favor de no perderte tan pronto, que la gente llega y no sabe donde estás. Y si rompen algo es responsabilidad tuya.
No me hago responsable de lo que ocurra en este tema.
La casa estaba de las últimas dentro de la urbanización privada, pero incluso si alguno no tenía la dirección exacta sería fácil saber cual de todas era. Había tantas luces encendidas dentro y fuera del edificio que brillaba en la distancia. Según se fueran acercando al destino los invitados notarían la vibración de la música en el ambiente, que dadas las dimensiones de los terrenos del resto de viviendas no debería suponer un problema para los vecinos. A pesar de ser una urbanización antigua las calles parecían totalmente nuevas, casi todas las casas eran de estilo victoriano e iban de chalets a mansiones pasando por putos palacetes, y si bien la de los hermanos no era la más grande no se quedaba atrás en impresionante: parecía una casa señorial sacada de la Habana. Las verjas eran altas pero permitían ver el interior, bordeadas de arbustos de hibiscos, palmeras y otras plantas tropicales, un inmenso sauce llorón asomaba por detrás de la construcción y el portón estaba abierto de par en par en un exceso de confianza por la seguridad del vecindario. La imagen podría parecer de otra época si le restabas que estuviera sonando Bad Bunny a todo trapo o que en la calle ya hubiera varios coches de este siglo aparcados.
En las escaleras que daban a la puerta principal Kahlo atendía a los recién llegados mientras esperaba a que todos sus invitados apareciesen. La chica estaba perfectamente maquillada para la ocasión y llevaba el pelo -teñido de blanco como ya venía siendo habitual- recogido en un elaborado moño trenzado. Vestía con una camisa blanca con rayas muy abierta (no era a posta, el primer botón estaba a la altura en la que estaría el 3er o 4to botón en una camisa normal), unos pantalones de talle alto y unos zapatos con un poco de tacón. En las orejas llevaba los aros de oro más grandes que tenía, una cadena de oro que encajaba con el escote, uno o dos anillos por cada dedo de su mano izquierda, las uñas pintadas de un rojo muy oscuro y tantísimas pulseras y brazaletes como para que cualquier gesto que hiciera con esta sonase como el trineo de Papá Noel.
Al sol le faltaba muy poco para ocultarse del todo y la brisa hacía que apuntase a ser una noche de verano perfecta… si su hermano y sus amigos no la liaban.
Y pensando en el rey de Roma, apareció detrás suya. Vestía parecido a ella, aunque había rebajado el nivel de elegancia: una camisa veraniega negra con estampados de hojas de palma y flores rojas, de momento cerrada hasta arriba, unos pantalones marrones y unas vans negras. Llevaba dos anillos en cada mano, un colgante con una moneda de oro y sus aretes de siempre. Ya tenía pintalabios en la mejilla, y por lo pronto solo en la mejilla.
—¿Cuántos faltan?
—A mi que me cuentas, Nohlem. No me has dado una lista de gente —dijo lamiéndose el pulgar para borrarle el pintalabios como si de un niño manchado de helado se tratase—. Yo estoy esperando a los míos y diciéndole a tus amigos que se ahoguen en la piscina.
—I mi qui mi cuintis Nihlim- espera, ¿les estás diciendo qué?
A Kahlo se le escapó una risa con el tono preocupado que puso.
—Solo hazme el favor de no perderte tan pronto, que la gente llega y no sabe donde estás. Y si rompen algo es responsabilidad tuya.
- Nota:
Podéis llegar ahora o haber llegado ya. Pegaos a alguien con coche o moto, sino los mellizos os pagan el taxi. Para llegar apenas serían unos 20 minutos de carretera respecto al campus, pero sin vehículo propio o alguien que les acerque no hay otra manera más rápida de acceso: está en las afueras, rodeada de bosques, campos de cultivo y otras urbanizaciones privadas igual de pijas.
Sed libres de inventaros la disposición de la casa y los npcs que haya por ahí.
Hay una piscina, un porche, un estanque con carpas a pies del sauce llorón y la sala abierta que da al jardín tiene un piano y un billar dentro. La decoración es muy art nouveau, mucha madera, plantas blabla, igualmente aquí os dejo un tablero de pinterest pa referencia.
- ♪♫♬:
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
28/05/23, 12:28 pm
Si de por si le resultaba complicado centrarse en las pruebas, las manos del pelirrojo no ayudaban a ello. Ethan tuvo que recolocarse varias veces mientras observaba a Colmillo beber como un descosido. La verdad es que esperaba que se hubiera retirado con 4 chupitos, no con 10. Ese loco estaba en una carrera de fondo contra Connor por ver quién llegaba antes a la UCI. Menos mal que el alcohol al menos le había espabilado y aunque torpe su amigo estaba empezando a acercarse de buena manera al guapo de Tay.
Ethan le observaba con un gesto complacido, propio de una madre orgullosa viendo a su patito volar por primera vez sin ayuda alguna. Gesto que se torció cuando una caricia traviesa le hizo morderse el labio con cierto nerviosismo.
-Gatito… Por favor… -Susurro a su compañero en un ruego apurado. La mano que descansaba sobre su muslo estaba trazando un recorrido peligroso que hacía florecer demasiado su imaginación. A pesar de la queja insulsa no hizo amago alguno de apartarla, pues cuando esta regresaba a territorio seguro la echaba en falta. -Como sigas así voy a empezar a contenerme muy poco… Aunque estemos en público.
Era una amenaza compartida en bajito, como una advertencia privada para Nohlem. Aún así, en el intermedio entre prueba y prueba se permitió cogerle del rostro para regalarle varios besitos seguidos, todos cortos y escuetos. Finalizando la cadena de amor con un ligero tirón al morderle el labio y retenerlo temporalmente. Amira iba a empezar su reto y no quería perdérselo, menos después de la llamada tan caótica de Rick.
Aunque.. bueno. Ethan se decepcionó un poco. Como teatralidad había estado bien pero dudaba que con tanta metáfora nadie se creyese esa pantomima. El factor de riesgo se le disipó desde el inicio, lo que hizo que aunque disfrutarse del resto de la conversación, no tuviera la misma gracia que le saco el ver al neoyorquino tan apurado.
El reto que ofreció tampoco fue su predilecto. Chasqueo la lengua y acabo riendo ante el mismo, había venido a jugar y pensar en aquel gigantón con su rejilla le acabo de convencer. Pidió ayuda a Nohlem para poder quitarse el top, no por otra es que esa mierda era jodida y más si tenías piercings en las orejas donde la malla pudiera enredarse.
Cuando lo hubo conseguido se acercó a Adam con la chaqueta en mano. Agradeció que solo quisiera cambiarse la parte superior, y le asintió con un cabeceo comprensivo siguiendo discretamente su mirada. -Ah no te preocupes, a Chromsa le gustaras lleves lo que lleves. -Esto último lo hizo guiñándole un ojo con cierta burla bienintencionada.
Si de inicio llevar un polo le repelía por completo, la ternura que le estaba dando ver al ruso tan tímido consiguió que ese se convirtiera en el menor de sus problemas. Por su lado se colocó la prenda sin mayores complicaciones, le quedaba tan enorme que los hombros le terminaban prácticamente a la altura de los codos. Al menos eso era un añadido, llevar de por si al cocodrilo era una horterada pero que pudiera parecer un camisón le restaba puntos de pijo y se los sumaba en adorabilidad. No era lo que buscaba para esa noche, pero tendría que contentarse.
-Ay Darling, este estilo no es muy de mi rollo pero te puedo asegurar que a ti, ese top, te queda espectacular. Si te acaba convenciendo avísame sí? Me se de una tienda donde podrías comprarte crop tops aún más monos. -Le dedico una sonrisa cargada de sinceridad, no iba a decirle que el polo le quedaba horrible… Pero le podía animar a probar otros conjuntos que desde luego, le sacaban bastante más. -Este te lo regala la casa, así que hazme el favor y disfrútalo. Que tu novio ya lo está haciendo por ti.
Le dedico un último guiño viendo como iba a juntarse con su pareja. Le alegraba haber perdido en sensualidad si a cambio los tortolitos ganaban en felicidad. Ahora bien, en cuanto se giró hacía Nohlem la mueca que puso fue todo un poema. Aborrecía la puñetera camiseta con toda su alma. A lo que remató el gato riéndose a carcajadas de su persona.
-Por favor… en cuanto se termine el juego consígueme otra ropa, yo no voy a aguantar toda la noche con esto que me da un sarpullido.
Obviamente, esto se lo susurro. Abrazándole a la altura del cuello para quedarse medio recostado, en parte para estar cómodo y en parte para esconderse del resto. Menuda vergüenza le daba llevar Lacoste, pero la alternativa era ir descamisado y no le apetecía.
Ethan le observaba con un gesto complacido, propio de una madre orgullosa viendo a su patito volar por primera vez sin ayuda alguna. Gesto que se torció cuando una caricia traviesa le hizo morderse el labio con cierto nerviosismo.
-Gatito… Por favor… -Susurro a su compañero en un ruego apurado. La mano que descansaba sobre su muslo estaba trazando un recorrido peligroso que hacía florecer demasiado su imaginación. A pesar de la queja insulsa no hizo amago alguno de apartarla, pues cuando esta regresaba a territorio seguro la echaba en falta. -Como sigas así voy a empezar a contenerme muy poco… Aunque estemos en público.
Era una amenaza compartida en bajito, como una advertencia privada para Nohlem. Aún así, en el intermedio entre prueba y prueba se permitió cogerle del rostro para regalarle varios besitos seguidos, todos cortos y escuetos. Finalizando la cadena de amor con un ligero tirón al morderle el labio y retenerlo temporalmente. Amira iba a empezar su reto y no quería perdérselo, menos después de la llamada tan caótica de Rick.
Aunque.. bueno. Ethan se decepcionó un poco. Como teatralidad había estado bien pero dudaba que con tanta metáfora nadie se creyese esa pantomima. El factor de riesgo se le disipó desde el inicio, lo que hizo que aunque disfrutarse del resto de la conversación, no tuviera la misma gracia que le saco el ver al neoyorquino tan apurado.
El reto que ofreció tampoco fue su predilecto. Chasqueo la lengua y acabo riendo ante el mismo, había venido a jugar y pensar en aquel gigantón con su rejilla le acabo de convencer. Pidió ayuda a Nohlem para poder quitarse el top, no por otra es que esa mierda era jodida y más si tenías piercings en las orejas donde la malla pudiera enredarse.
Cuando lo hubo conseguido se acercó a Adam con la chaqueta en mano. Agradeció que solo quisiera cambiarse la parte superior, y le asintió con un cabeceo comprensivo siguiendo discretamente su mirada. -Ah no te preocupes, a Chromsa le gustaras lleves lo que lleves. -Esto último lo hizo guiñándole un ojo con cierta burla bienintencionada.
Si de inicio llevar un polo le repelía por completo, la ternura que le estaba dando ver al ruso tan tímido consiguió que ese se convirtiera en el menor de sus problemas. Por su lado se colocó la prenda sin mayores complicaciones, le quedaba tan enorme que los hombros le terminaban prácticamente a la altura de los codos. Al menos eso era un añadido, llevar de por si al cocodrilo era una horterada pero que pudiera parecer un camisón le restaba puntos de pijo y se los sumaba en adorabilidad. No era lo que buscaba para esa noche, pero tendría que contentarse.
-Ay Darling, este estilo no es muy de mi rollo pero te puedo asegurar que a ti, ese top, te queda espectacular. Si te acaba convenciendo avísame sí? Me se de una tienda donde podrías comprarte crop tops aún más monos. -Le dedico una sonrisa cargada de sinceridad, no iba a decirle que el polo le quedaba horrible… Pero le podía animar a probar otros conjuntos que desde luego, le sacaban bastante más. -Este te lo regala la casa, así que hazme el favor y disfrútalo. Que tu novio ya lo está haciendo por ti.
Le dedico un último guiño viendo como iba a juntarse con su pareja. Le alegraba haber perdido en sensualidad si a cambio los tortolitos ganaban en felicidad. Ahora bien, en cuanto se giró hacía Nohlem la mueca que puso fue todo un poema. Aborrecía la puñetera camiseta con toda su alma. A lo que remató el gato riéndose a carcajadas de su persona.
-Por favor… en cuanto se termine el juego consígueme otra ropa, yo no voy a aguantar toda la noche con esto que me da un sarpullido.
Obviamente, esto se lo susurro. Abrazándole a la altura del cuello para quedarse medio recostado, en parte para estar cómodo y en parte para esconderse del resto. Menuda vergüenza le daba llevar Lacoste, pero la alternativa era ir descamisado y no le apetecía.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
29/05/23, 12:50 am
Chromsa no se esperó en absoluto la celebración de Adam, tardando en reaccionar mientras este lo subía en el aire momentánemente y riéndose una vez tocó el suelo. El juego continuó y el ochrorio iba a estar atento a las jugadas, esperando que fuera como la ronda anterior... pero las cosas cambiaron muy rápido. Se sonrojó un poco sin saber qué hacer cuando la táctica de Ethan llegó hasta el punto de que Nohlem y él decidieron dar "una tregua" a la partida mientras el ruso y Tayron seguían lanzando sin mucho éxito (no les culpaba, era difícil concentrarse con esa escena). -No... pasa nada- tranquilizó a su pareja con unas palmaditas en la espalda.
Tayron propuso cambiar a un juego que ya le sonaba un poco más. No es que lo hubiera jugado nunca, pero al menos sí conocía como funcionaba. A pesar de las palabras del chico, él mismo sabía que era un poco cortado para estas cosas, pero intentaría seguir el juego en lo posible.
Ya el reto que le tocó a Rick le puso muy en guardia para lo que podía tocarle a él, sufriendo más por el neoyorquino (y de paso también de su padre, que parecía ser muy buena gente) que riéndose de la broma telefónica. Con el reto de Connor pasó algo parecido al principio, pero en cuanto Colmillo le ayudó con un cigarrillo en la nariz no pudo evitar soltar una risilla. Sí, el pobre se estaba ahogando de todo el humo y el pestazo de los cigarrillos no le gustaba en absoluto, pero había sido gracioso. Ya cuando sonó la voz robótica desde el móvil del motorista no contuvo en absoluto las carcajadas.
El siguiente fue Ethan y... De nuevo, las mejillas del ochrorio se encendieron y no tenía muy claro que hacer ante lo que estaba viendo. Miró hacia el resto apurado, para comprobar que nadie se había dado cuenta de lo incómodo que estaba y de paso quitar la mirada del baile. Por suerte, no parecía el caso y con esa pasada a todo el grupo le sirvió para fijarse que Nohlem también parecía algo nervioso con aquel reto. Tal vez le costara ver de vez en cuando señales así, pero el fauno tenía claro que había mucha tensión entre los dos.
La misma tensión se palpaba entre el chico con cola de lémur y Colmillo, que justo le tocaba el siguiente reto. El ochrorio se quedó mirando perplejo con la habilidad que tenían ambos, dejando de lado gracias a eso los tintes más subidos de tono. Dio un par de aplausos cuando Colmillo se tomó el último chupito y miró a Amira para ver la siguiente jugada. -¿¡Al profesor Aberyk!?- preguntó al principio temiendo por las consecuencias de aquella broma para su amiga. Al menos dentro de lo malo no era un profesor del que se esperaba que se lo tomara tan mal, pero aún así la idea le daba mucho respeto. Una vez comenzó la llamada, a diferencia que con la primera, sí que se lo pasó bastante bien. La manera exagerada en la que hablaba Amira y la impasibilidad del profesor hicieron que en un par de ocasiones le saliera una risilla baja que tapó con la mano, intentando contenerse para no fastidiar el reto.
Y después llegó el turno de Adam. En cuanto la francesa lo propuso el ochrorio se quedó inmóvil en la silla con lo que aquello implicaba. Que el ruso aceptara hacerlo solo hizo que se pusiera más nervioso ante lo que iba a pasar. Nunca se había imaginado a su novio llevando algo así. Apartó la mirada (aunque seguía echando alguna de reojo) mientras los dos chicos se cambiaban la parte de arriba. En cuanto terminaron, Chromsa cerró los ojos rápidamente tomando aire y miró el resultado, justo cuando Adam lo estaba mirando a él. Las mejillas del ochrorio se derritieron, su cerebro estaba cortocircuitando y su boca entreabierta no llegaba a decir nada. -E-E-Estás m-muy guapo- consiguió decir a duras penas. Si había algún atisbo de recuperación, el beso en la mejilla se lo llevó al instante.
Todavía embelesado, respondió con -Verdad- por inercia sin pensarlo mucho. Que Adam tardara en hacer la pregunta le dio tiempo para poder calmarse y mirar sin enrojecerse al chico (al menos no tanto como antes). -¡Oh!- se sorprendió un poquito. No tardó mucho en pensarlo, aunque le diera un poco de corte contarlo delante de tanta gente: -Pues... No se si tiene sentido, pero me encanta la forma en que afrontas los problemas. Aún con todo lo malo que pueda pasar, siempre encuentras la manera de seguir adelante aunque cueste, de querer mejorar. Es algo que siempre he admirado. Además, eres tan bueno y amable y siempre me ayudas...- Él mismo se estaba dando cuenta de que iba a empezar a desvariar, así que decidió terminar la explicación con el mejor resumen, tapándose de paso las mejillas con las manos: -Bueno, básicamente me gusta todo de ti.- La reacción de Adam le ablandó aún más el corazón y, en cuanto el ruso le agradeció aquel cumplido, Chromsa se aventuró con un tímido y rápido besito en los labios.
Ahora le tocaba pasar el relevo, ¿pero a quién? En realidad al ser de los últimos no tenía mucho donde escoger y tenía claro a quien iba a preguntar. -Nohlem, ¿prefieres verdad o reto?- El varmano no tardó en responder y el fauno se cruzó de brazos pensando en un reto adecuado. Quería devolverle el favor a Ethan por las vistas y el momento tan bonito que había tenido con Adam, y viendo lo pegado que andaba al anfitrión... -¡Vale, lo tengo!- proclamó para luego mirar al chico. -Te reto a hacer algún salto chulo desde el trampolín de la piscina. Con la ropa puesta, claro- dijo aparentemente con inocencia. No sabía si con el color de la camisa de Nohlem pasaría lo que buscaba con aquello, pero al menos esperaba haber dado un empujoncito para los dos y que Ethan disfrutase el resultado.
Tayron propuso cambiar a un juego que ya le sonaba un poco más. No es que lo hubiera jugado nunca, pero al menos sí conocía como funcionaba. A pesar de las palabras del chico, él mismo sabía que era un poco cortado para estas cosas, pero intentaría seguir el juego en lo posible.
Ya el reto que le tocó a Rick le puso muy en guardia para lo que podía tocarle a él, sufriendo más por el neoyorquino (y de paso también de su padre, que parecía ser muy buena gente) que riéndose de la broma telefónica. Con el reto de Connor pasó algo parecido al principio, pero en cuanto Colmillo le ayudó con un cigarrillo en la nariz no pudo evitar soltar una risilla. Sí, el pobre se estaba ahogando de todo el humo y el pestazo de los cigarrillos no le gustaba en absoluto, pero había sido gracioso. Ya cuando sonó la voz robótica desde el móvil del motorista no contuvo en absoluto las carcajadas.
El siguiente fue Ethan y... De nuevo, las mejillas del ochrorio se encendieron y no tenía muy claro que hacer ante lo que estaba viendo. Miró hacia el resto apurado, para comprobar que nadie se había dado cuenta de lo incómodo que estaba y de paso quitar la mirada del baile. Por suerte, no parecía el caso y con esa pasada a todo el grupo le sirvió para fijarse que Nohlem también parecía algo nervioso con aquel reto. Tal vez le costara ver de vez en cuando señales así, pero el fauno tenía claro que había mucha tensión entre los dos.
La misma tensión se palpaba entre el chico con cola de lémur y Colmillo, que justo le tocaba el siguiente reto. El ochrorio se quedó mirando perplejo con la habilidad que tenían ambos, dejando de lado gracias a eso los tintes más subidos de tono. Dio un par de aplausos cuando Colmillo se tomó el último chupito y miró a Amira para ver la siguiente jugada. -¿¡Al profesor Aberyk!?- preguntó al principio temiendo por las consecuencias de aquella broma para su amiga. Al menos dentro de lo malo no era un profesor del que se esperaba que se lo tomara tan mal, pero aún así la idea le daba mucho respeto. Una vez comenzó la llamada, a diferencia que con la primera, sí que se lo pasó bastante bien. La manera exagerada en la que hablaba Amira y la impasibilidad del profesor hicieron que en un par de ocasiones le saliera una risilla baja que tapó con la mano, intentando contenerse para no fastidiar el reto.
Y después llegó el turno de Adam. En cuanto la francesa lo propuso el ochrorio se quedó inmóvil en la silla con lo que aquello implicaba. Que el ruso aceptara hacerlo solo hizo que se pusiera más nervioso ante lo que iba a pasar. Nunca se había imaginado a su novio llevando algo así. Apartó la mirada (aunque seguía echando alguna de reojo) mientras los dos chicos se cambiaban la parte de arriba. En cuanto terminaron, Chromsa cerró los ojos rápidamente tomando aire y miró el resultado, justo cuando Adam lo estaba mirando a él. Las mejillas del ochrorio se derritieron, su cerebro estaba cortocircuitando y su boca entreabierta no llegaba a decir nada. -E-E-Estás m-muy guapo- consiguió decir a duras penas. Si había algún atisbo de recuperación, el beso en la mejilla se lo llevó al instante.
Todavía embelesado, respondió con -Verdad- por inercia sin pensarlo mucho. Que Adam tardara en hacer la pregunta le dio tiempo para poder calmarse y mirar sin enrojecerse al chico (al menos no tanto como antes). -¡Oh!- se sorprendió un poquito. No tardó mucho en pensarlo, aunque le diera un poco de corte contarlo delante de tanta gente: -Pues... No se si tiene sentido, pero me encanta la forma en que afrontas los problemas. Aún con todo lo malo que pueda pasar, siempre encuentras la manera de seguir adelante aunque cueste, de querer mejorar. Es algo que siempre he admirado. Además, eres tan bueno y amable y siempre me ayudas...- Él mismo se estaba dando cuenta de que iba a empezar a desvariar, así que decidió terminar la explicación con el mejor resumen, tapándose de paso las mejillas con las manos: -Bueno, básicamente me gusta todo de ti.- La reacción de Adam le ablandó aún más el corazón y, en cuanto el ruso le agradeció aquel cumplido, Chromsa se aventuró con un tímido y rápido besito en los labios.
Ahora le tocaba pasar el relevo, ¿pero a quién? En realidad al ser de los últimos no tenía mucho donde escoger y tenía claro a quien iba a preguntar. -Nohlem, ¿prefieres verdad o reto?- El varmano no tardó en responder y el fauno se cruzó de brazos pensando en un reto adecuado. Quería devolverle el favor a Ethan por las vistas y el momento tan bonito que había tenido con Adam, y viendo lo pegado que andaba al anfitrión... -¡Vale, lo tengo!- proclamó para luego mirar al chico. -Te reto a hacer algún salto chulo desde el trampolín de la piscina. Con la ropa puesta, claro- dijo aparentemente con inocencia. No sabía si con el color de la camisa de Nohlem pasaría lo que buscaba con aquello, pero al menos esperaba haber dado un empujoncito para los dos y que Ethan disfrutase el resultado.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
29/05/23, 11:47 am
Räg no pudo si no asentir a los comentarios de sus amigos acerca de su indecisión para el futuro.
—Sí, no os preocupéis, sé que todavía tengo tiempo para decidirlo. Aunque a veces es inevitable sentir cierta presión al respecto: hay algunos profesores muy insistentes con "el futuro" y todo eso... Y, bueno, en mi caso no aplica, pero sé que hay muchos padres que son bastante terribles con eso. Espero que tus padres no te molesten mucho con eso, Airi.
No conocía demasiado a los padres de su amiga; pero aunque parecían buenas personas, tenía la idea de su madre como una persona un poco estricta a veces. Él y Tawar no contaban con figuras paternas, por lo que le senaía era le únique del pequeño grupito que podía tener algún problema en ese sentido.
Al igual que Airi, le alivió comprobar que lo que le repobladore quería decir no sonaba ni de lejos tan mal como lo había planteado al principio y le sonrió a su pequeñe amigue reforzando las palabras de le chique.
—Lo que decidas hacer estará bien mientras sea lo que quieres de verdad. Y por supuesto que nos seguiremos apoyando mutuamente: a lo mejor no estoy seguro de qué quiero hacer con mi carrera profesional, pero sí de que quiero seguir siendo vuestro amigo.
Al igual que le sanaí, el mjörní también se sintió algo cortado diciendo frases como aquellas, pero era la verdad y no iba a dejarse vencer por una vergüenza infundada después de que sus amigues se estuviesen sincerando de esa forma.
—Sí, no os preocupéis, sé que todavía tengo tiempo para decidirlo. Aunque a veces es inevitable sentir cierta presión al respecto: hay algunos profesores muy insistentes con "el futuro" y todo eso... Y, bueno, en mi caso no aplica, pero sé que hay muchos padres que son bastante terribles con eso. Espero que tus padres no te molesten mucho con eso, Airi.
No conocía demasiado a los padres de su amiga; pero aunque parecían buenas personas, tenía la idea de su madre como una persona un poco estricta a veces. Él y Tawar no contaban con figuras paternas, por lo que le senaía era le únique del pequeño grupito que podía tener algún problema en ese sentido.
Al igual que Airi, le alivió comprobar que lo que le repobladore quería decir no sonaba ni de lejos tan mal como lo había planteado al principio y le sonrió a su pequeñe amigue reforzando las palabras de le chique.
—Lo que decidas hacer estará bien mientras sea lo que quieres de verdad. Y por supuesto que nos seguiremos apoyando mutuamente: a lo mejor no estoy seguro de qué quiero hacer con mi carrera profesional, pero sí de que quiero seguir siendo vuestro amigo.
Al igual que le sanaí, el mjörní también se sintió algo cortado diciendo frases como aquellas, pero era la verdad y no iba a dejarse vencer por una vergüenza infundada después de que sus amigues se estuviesen sincerando de esa forma.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
30/05/23, 12:02 am
Mientras veía a Colmillo cumplir su reto y pensaba en la suerte que estaba teniendo el capullo de Tayron, sus manos no pararon quietas sobre Ethan. Al principio eran caricias distraídas, ligeros vaivenes que recorrían su pierna y su baja espalda, aunque cada vez se adentraban más y más, una en su pantalón, la otra en la redecilla. Cuando su compañero le advirtió para que parase Nohlem apartó la mano de su muslo y se cubrió la sonrisa con ella, tratando de verse neutro ante semejante provocación. No engañaba a nadie, claramente le divertía y se moría porque Ethan se descontrolase.
La mano no tardó en regresar a su pierna, aunque fuera quieta, cuando el moreno se dedicó a darle picos como si de un pajarito se tratase. Sus ronroneos no eran audibles por la música, pero iban y venían con cada contacto y a cada pequeño mordisco, los cuales aguantaba a suspiros. Estaba haciendo milagros para no comérselo ahí mismo, y llegados a este punto si atendía a los retos es porque Ethan lo hacía. Si por el fuera estarían en otro punto.
De no ser por la voz de Aberyk en vivo y en directo, la forma en la que Amira se carryleó la llamada le habría hecho pensar que estaba fingiendo. Su nivel de teatralidad impasiva era sorprendente. El varmano sonreía con una mueca extraña al estar sufriendo tamaña vergüenza ajena con lo cantosa que estaba siendo y a cada floritura arrugaba más el morro. Había disfrutado de la vergüenza de Rick, ahora lo estaba pasando hasta mal. Agradeció que acabase con una risa entredientes, risa que solo creció cuando oyó que el reto de Amira para Adam involucraba al británico. Por un lado estaba bien, Nohlem pudo ayudarle a quitarse el top y eso le arrebató otro par de ronroneos y una sonrisita de dobles sentidos, por otro…
“Ay manda pinga, ese polo feo como carajo no.”
Con otra sonrisa mezclada en horror el varmano se ajustó en su asiento mientras Ethan le acercaba la prenda a Adam. Al ruso le quedaba… oye, muy bien, llevando ropa tan increiblemente fea era una alegría darse cuenta de que el muchacho no lo era, ahora que el otro…
La grima en su rostro fue breve, pero tan discreta como el disparo de un tanque. Cuando este le miró con reproche no pudo evitar reírse a carcajadas. Que le estuviera grande lo hacía mejor y peor a la vez. Una vez empezó le costó parar.
—Hm-hm, hm-hm —masculló en cuanto volvió a sentarse sobre él, aguantándose los bufidos. La excusa era perfecta y agradecía inmensamente tener un motivo TAN URGENTE para desnudarle, pero…—. Te queda muy bien, ja-ja —imitó las palabras del fortachón en un susurro y en seguida volvió a partirse en silencio.
Para compensar Nohlem le estrujó y le dio un par de besos en el cuello, recreándose en la felicidad del enamorado a pesar de que el olor del perfume de otro le descolocaba un poco.
Con la prueba, bueno, la verdad que le planteó Adam a su novio estuvo a punto de mofarse, de quejarse de que aquello era demasiado cobarde y cursi (“¡Yastá buena la ñoñería pues!”) pero después de reírse tanto no le pegaba ser tan cabrón. Ya compensaría con su víctima, el último que quedaba en ronda, porque por suerte Chromsa le elegió a él.
—Reto —dijo con la barbilla levemente alzada, creyendo que lo que le pusiera aquel chico sería tan fácil e indoloro como jugar al zapatito blanco zapatito azul, y bueno, en cierto modo no era ninguna burrada como las anteriores, pero… Abrió bien los ojos y asintió un par de veces, “complacido”—. ¡Bien, bien! ¡Puteando, así me gusta!
Hostia, y tan puteado. No es que por ser felino odiase el agua, pero, joder, su ropa. No llevaba bañador pero suponía que mejor así que desnudo. Le dio un par de palmaditas a Ethan para que le dejase levantarse y se irguió con un suspiro teatral. Luego le tendió su móvil y se encaminó a la piscina. En el borde de esta se quitó los zapatos y los calcetines (antes muerto que ir pisando sobre mojado) y se volteó al grupo con las escaleras del trampolín a medio escalar, pegando una voz para hacerse oír sobre la música.
—¿Estoy a tiempo de beber?
Era broma. Más o menos.
Viendo venir lo que se proponía el varmano una panda que había dentro del agua le animó no con palabras sino con vocales gritadas y se apartaron de la zona de caída. Nohlem se puso al borde del trampolín, dándole la espalda a la piscina y la frente a sus amigos. Hizo el saludo militar, con exhalaciones que venían siendo risas arrepentidas por no haber bebido, y empezó a saltar. Al tercer brinco bajó las manos para darse impulso y echó el cuerpo hacia atrás, dando una voltereta inversa (por supuesto ayudada por el trampolín, ni de coña hacía eso sobre suelo) antes de caer al agua, salpicando.
Su cabeza de un naranja dos tonos más oscuros por estar mojada no tardó ni dos segundos en asomar, acompañada de un resoplido por el cambio de temperatura y los aullidos de quienes le recibieron dentro. Al salir de la piscina se sacudió el pelo como lo hacía Colmillo cuando imitaba a un chucho y maldijo varias veces en español cuando notó el lastre de su ropa. La camisa no se transparentaba al ser oscura, pero se le pegaba al cuerpo y debido al peso extra se le veía más torso del que ya se le veía antes. Recogió sus zapatos pero no se los puso y volvió al grupo sintiéndose una bolsa.
—¡Muchas gracias, Chromsa, amigo, pal, buddy chum friend! —abrió los brazos de manera peligrosa, buscando un abrazo que sino se apartaba a tiempo le daría sin piedad—. ¡Necesitaba refrescarme!
El fauno hizo amago de escabullirse pero él fue más rápido y le trincó igual. Le zarandeó de lado a lado, empapándole ropa y pelo en el proceso sin dejar de darle las gracias en español. Terminó con unas palmaditas que podían salpicar a los que tenía más cerca. No teniendo suficiente se volteó para buscar a su próxima víctima, Rick, que tan pronto le vio acercarse salió escopetado. Nohlem no le siguió, conforme con el nuevo poder adquirido, y entre risitas maliciosas se sacó la camisa del pantalón y la exprimió. Con más calma volvió a su asiento, tiró los zapatos al suelo y abrió los brazos una última vez para Ethan, al que le faltó saltar como una gacela del asiento e hizo lo mismo que el neoyorquino.
—¡Joder, hasta el cojo! ¡Y luego el gato soy yo! ¿Por qué os da miedo el agua? ¿Qué sois, otakus? —se apartó el pelo de la frente y lo sacudió con la mano para recuperar su despeinado habitual—. Bueno, VISTO QUE ya nis compadres me quieren… Tayron, ¿verdad o reto?
El lémur no decepcionaba. Eligió reto. Nohlem sonrió con malicia, adoptando una pose digna del padre de Shinji Ikari con los codos sobre sus rodillas, aunque estando empapado le quitaba respeto.
—Te reto a llamar a cualquiera de tus contactos. Altavoz puesto, por supuesto. Pero no vas a hablar, tienes que gemir todo el rato; gemir, jadear, gruñir, lo que quieras, pero no puedes hablar. Y la llamada se acaba SOLO cuando cuelgue el otro.
Se echó para atrás hasta dar con el respaldo, brazos cruzados y sonrisa ladina. Por el rabillo del ojo vio que Ethan seguía riéndose y se negaba a tomar asiento ni a su lado, desconfiado de él, a lo que le reprochó encogiéndose de hombros.
—¿Qué pasa, ya no te sientas sobre mi? Ya no estoy tan caliente —un poco más bajo, pero casi nada, continuó—: Aunque eso tiene remedio…
Se dio unas palmaditas en la rodilla, con una sonrisa de ojos cerrados demasiado inocente. No, de verdad se estaba helando.
La mano no tardó en regresar a su pierna, aunque fuera quieta, cuando el moreno se dedicó a darle picos como si de un pajarito se tratase. Sus ronroneos no eran audibles por la música, pero iban y venían con cada contacto y a cada pequeño mordisco, los cuales aguantaba a suspiros. Estaba haciendo milagros para no comérselo ahí mismo, y llegados a este punto si atendía a los retos es porque Ethan lo hacía. Si por el fuera estarían en otro punto.
De no ser por la voz de Aberyk en vivo y en directo, la forma en la que Amira se carryleó la llamada le habría hecho pensar que estaba fingiendo. Su nivel de teatralidad impasiva era sorprendente. El varmano sonreía con una mueca extraña al estar sufriendo tamaña vergüenza ajena con lo cantosa que estaba siendo y a cada floritura arrugaba más el morro. Había disfrutado de la vergüenza de Rick, ahora lo estaba pasando hasta mal. Agradeció que acabase con una risa entredientes, risa que solo creció cuando oyó que el reto de Amira para Adam involucraba al británico. Por un lado estaba bien, Nohlem pudo ayudarle a quitarse el top y eso le arrebató otro par de ronroneos y una sonrisita de dobles sentidos, por otro…
“Ay manda pinga, ese polo feo como carajo no.”
Con otra sonrisa mezclada en horror el varmano se ajustó en su asiento mientras Ethan le acercaba la prenda a Adam. Al ruso le quedaba… oye, muy bien, llevando ropa tan increiblemente fea era una alegría darse cuenta de que el muchacho no lo era, ahora que el otro…
La grima en su rostro fue breve, pero tan discreta como el disparo de un tanque. Cuando este le miró con reproche no pudo evitar reírse a carcajadas. Que le estuviera grande lo hacía mejor y peor a la vez. Una vez empezó le costó parar.
—Hm-hm, hm-hm —masculló en cuanto volvió a sentarse sobre él, aguantándose los bufidos. La excusa era perfecta y agradecía inmensamente tener un motivo TAN URGENTE para desnudarle, pero…—. Te queda muy bien, ja-ja —imitó las palabras del fortachón en un susurro y en seguida volvió a partirse en silencio.
Para compensar Nohlem le estrujó y le dio un par de besos en el cuello, recreándose en la felicidad del enamorado a pesar de que el olor del perfume de otro le descolocaba un poco.
Con la prueba, bueno, la verdad que le planteó Adam a su novio estuvo a punto de mofarse, de quejarse de que aquello era demasiado cobarde y cursi (“¡Yastá buena la ñoñería pues!”) pero después de reírse tanto no le pegaba ser tan cabrón. Ya compensaría con su víctima, el último que quedaba en ronda, porque por suerte Chromsa le elegió a él.
—Reto —dijo con la barbilla levemente alzada, creyendo que lo que le pusiera aquel chico sería tan fácil e indoloro como jugar al zapatito blanco zapatito azul, y bueno, en cierto modo no era ninguna burrada como las anteriores, pero… Abrió bien los ojos y asintió un par de veces, “complacido”—. ¡Bien, bien! ¡Puteando, así me gusta!
Hostia, y tan puteado. No es que por ser felino odiase el agua, pero, joder, su ropa. No llevaba bañador pero suponía que mejor así que desnudo. Le dio un par de palmaditas a Ethan para que le dejase levantarse y se irguió con un suspiro teatral. Luego le tendió su móvil y se encaminó a la piscina. En el borde de esta se quitó los zapatos y los calcetines (antes muerto que ir pisando sobre mojado) y se volteó al grupo con las escaleras del trampolín a medio escalar, pegando una voz para hacerse oír sobre la música.
—¿Estoy a tiempo de beber?
Era broma. Más o menos.
Viendo venir lo que se proponía el varmano una panda que había dentro del agua le animó no con palabras sino con vocales gritadas y se apartaron de la zona de caída. Nohlem se puso al borde del trampolín, dándole la espalda a la piscina y la frente a sus amigos. Hizo el saludo militar, con exhalaciones que venían siendo risas arrepentidas por no haber bebido, y empezó a saltar. Al tercer brinco bajó las manos para darse impulso y echó el cuerpo hacia atrás, dando una voltereta inversa (por supuesto ayudada por el trampolín, ni de coña hacía eso sobre suelo) antes de caer al agua, salpicando.
Su cabeza de un naranja dos tonos más oscuros por estar mojada no tardó ni dos segundos en asomar, acompañada de un resoplido por el cambio de temperatura y los aullidos de quienes le recibieron dentro. Al salir de la piscina se sacudió el pelo como lo hacía Colmillo cuando imitaba a un chucho y maldijo varias veces en español cuando notó el lastre de su ropa. La camisa no se transparentaba al ser oscura, pero se le pegaba al cuerpo y debido al peso extra se le veía más torso del que ya se le veía antes. Recogió sus zapatos pero no se los puso y volvió al grupo sintiéndose una bolsa.
—¡Muchas gracias, Chromsa, amigo, pal, buddy chum friend! —abrió los brazos de manera peligrosa, buscando un abrazo que sino se apartaba a tiempo le daría sin piedad—. ¡Necesitaba refrescarme!
El fauno hizo amago de escabullirse pero él fue más rápido y le trincó igual. Le zarandeó de lado a lado, empapándole ropa y pelo en el proceso sin dejar de darle las gracias en español. Terminó con unas palmaditas que podían salpicar a los que tenía más cerca. No teniendo suficiente se volteó para buscar a su próxima víctima, Rick, que tan pronto le vio acercarse salió escopetado. Nohlem no le siguió, conforme con el nuevo poder adquirido, y entre risitas maliciosas se sacó la camisa del pantalón y la exprimió. Con más calma volvió a su asiento, tiró los zapatos al suelo y abrió los brazos una última vez para Ethan, al que le faltó saltar como una gacela del asiento e hizo lo mismo que el neoyorquino.
—¡Joder, hasta el cojo! ¡Y luego el gato soy yo! ¿Por qué os da miedo el agua? ¿Qué sois, otakus? —se apartó el pelo de la frente y lo sacudió con la mano para recuperar su despeinado habitual—. Bueno, VISTO QUE ya nis compadres me quieren… Tayron, ¿verdad o reto?
El lémur no decepcionaba. Eligió reto. Nohlem sonrió con malicia, adoptando una pose digna del padre de Shinji Ikari con los codos sobre sus rodillas, aunque estando empapado le quitaba respeto.
—Te reto a llamar a cualquiera de tus contactos. Altavoz puesto, por supuesto. Pero no vas a hablar, tienes que gemir todo el rato; gemir, jadear, gruñir, lo que quieras, pero no puedes hablar. Y la llamada se acaba SOLO cuando cuelgue el otro.
Se echó para atrás hasta dar con el respaldo, brazos cruzados y sonrisa ladina. Por el rabillo del ojo vio que Ethan seguía riéndose y se negaba a tomar asiento ni a su lado, desconfiado de él, a lo que le reprochó encogiéndose de hombros.
—¿Qué pasa, ya no te sientas sobre mi? Ya no estoy tan caliente —un poco más bajo, pero casi nada, continuó—: Aunque eso tiene remedio…
Se dio unas palmaditas en la rodilla, con una sonrisa de ojos cerrados demasiado inocente. No, de verdad se estaba helando.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
30/05/23, 08:57 pm
No se esperaba para nada que sus amigos se sincerasen así, pero le llenó de ilusión y tuvo que dejar de comer, mirándoles embelesade. Cuando acabó primero Airi y después Räg, se levantó con toda la solemnidad con que podía hacerlo un camaleón diminuto cubierto de migas de comida, se sacudió el poncho con un par de golpecitos, y les dedicó una mirada muy indignada, pero que después se reveló fingida y que dio paso a una gran sonrisa.
—¡Pero bueno, faltaría más! Si no somos amigues hasta el último instante en que volvamos a la Flora, que me caiga uno no, cuatro rayos aquí mismo —dijo y alzó un dedo al cielo. Uno con cada brazo, para darle más dramatismo. Los bajó antes de seguir—. Pero lo digo en serio, sois mis amigues y no quiero nada de ese futuro si no podemos seguir queriéndonos y tratándonos como tal. Gracias por decirlo, que sé que a veces cuesta. Y os daría un abrazo, pero no quiero terminar convertide en tortilla —remató entre risas.
Elle sí que era más efusive y no le costaba hablar de aquellas cosas, pero se había emocionado y se le veían los ojos brillantes al reírse.
—Qué pena que llorar no me sirva para hacer la fotosíntesis o podría ser inmortal sin preocuparme por el agua —bromeó. No podía evitar capturar algunas de las gotitas con la lengua, ni que fueran moscas.
—¡Pero bueno, faltaría más! Si no somos amigues hasta el último instante en que volvamos a la Flora, que me caiga uno no, cuatro rayos aquí mismo —dijo y alzó un dedo al cielo. Uno con cada brazo, para darle más dramatismo. Los bajó antes de seguir—. Pero lo digo en serio, sois mis amigues y no quiero nada de ese futuro si no podemos seguir queriéndonos y tratándonos como tal. Gracias por decirlo, que sé que a veces cuesta. Y os daría un abrazo, pero no quiero terminar convertide en tortilla —remató entre risas.
Elle sí que era más efusive y no le costaba hablar de aquellas cosas, pero se había emocionado y se le veían los ojos brillantes al reírse.
—Qué pena que llorar no me sirva para hacer la fotosíntesis o podría ser inmortal sin preocuparme por el agua —bromeó. No podía evitar capturar algunas de las gotitas con la lengua, ni que fueran moscas.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
01/06/23, 12:28 pm
Airi asintió con pesar cuando Räg se quejó de la presión que les metían algunos profes. ¡Era muy pronto, caray! Aunque cuando mencionó a sus padres negó con la cabeza. Era cierto que su madre era estricta, pero tampoco le había impuesto ningún camino a seguir, y su padre le apoyaba en todo.
—No hay de qué preocuparse —confirmó en voz alta, antes de que Räg confirmara que se sentía igual acerca de la amistad que mantenían. En aquel momento sonrió, pero aún se amplió más su sonrisa al ver el entusiasmo de Tawar, que le arrancó una risilla—. ¡Eso es! Mejor no te abrazo ahora mismo porque te espachurraba, pero ganas no me faltan —le dijo al repobladore, tendiéndole un dedo para proponerle un brofist a la manera que dictaba su diferencia de tamaño. También tendió un puño hacia Räg para que hiciera lo propio.
Airi le ofrecía un pañuelo a Tawar para las lágrimas cuando el grupo que llegaba a la piscina, entre el que iban Nohlem y Tayron, captó su atención. Para su sorpresa, vieron que el anfitrión se subía al trampolín con la ropa puesta y el resto solo observaban.
—¿Qué están haciendo —preguntó Airi, aunque una sonrisa en la cara no le faltaba. ¿Habían bebido de más o estaban haciendo el payaso por gusto? Quizá ambas.
Tras tomar impulso, Nohlem cayó dando una voltereta hacia atrás, ante la que Airi emitió un “ooooh” sorprendido y empezó a aplaudir.
—¿Debería ofrecerle el pañuelo a él? —bromeó señalando en dirección al grupo con el pulgar.
—No hay de qué preocuparse —confirmó en voz alta, antes de que Räg confirmara que se sentía igual acerca de la amistad que mantenían. En aquel momento sonrió, pero aún se amplió más su sonrisa al ver el entusiasmo de Tawar, que le arrancó una risilla—. ¡Eso es! Mejor no te abrazo ahora mismo porque te espachurraba, pero ganas no me faltan —le dijo al repobladore, tendiéndole un dedo para proponerle un brofist a la manera que dictaba su diferencia de tamaño. También tendió un puño hacia Räg para que hiciera lo propio.
Airi le ofrecía un pañuelo a Tawar para las lágrimas cuando el grupo que llegaba a la piscina, entre el que iban Nohlem y Tayron, captó su atención. Para su sorpresa, vieron que el anfitrión se subía al trampolín con la ropa puesta y el resto solo observaban.
—¿Qué están haciendo —preguntó Airi, aunque una sonrisa en la cara no le faltaba. ¿Habían bebido de más o estaban haciendo el payaso por gusto? Quizá ambas.
Tras tomar impulso, Nohlem cayó dando una voltereta hacia atrás, ante la que Airi emitió un “ooooh” sorprendido y empezó a aplaudir.
—¿Debería ofrecerle el pañuelo a él? —bromeó señalando en dirección al grupo con el pulgar.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
04/06/23, 11:00 am
Connor no estaba siendo demasiado listo aquella noche, ni estaba tomando las mejores decisiones. Para empezar le pareció gracioso que Ethan distrajera un poco al equipo rival del beer pong con sus putos pezones. No lo pensó mucho, porque olvidó por completo que aquella tontería alimentaría el jodido drama que tenía con Nohlem. Y vaya si lo hizo.... Luego, con Verdad o Reto quiso joderles poniéndole una prueba de baile sensual al británico pero con Tayron implicado. Y mierda, tampoco funcionó del todo. A Ethan le pareció dar igual...¡ y bailaba de puta madre! Un detalle que ya sabía, pero nuevamente no se había dado cuenta cuando lo retó. Otra vez no fue muy listo ni tomó la mejor decisión.
Por otro lado a Connor no se le escapó la mirada fija y fiera de Nohlem. El motorista se la sostuvo con una ceja levantada, confuso y todavía tosiendo por su reto. <<¿Estoy intentando arreglar este puto error vuestro... y encima te cabreas, gilipollas?>> Pensó con los ojos entrecerrados sin dejar de mirarlo, como si fuera un duelo de pistoleros. Connor esperó a que Nohlem apartara la vista, pero no lo hizo. Aquello solo lo ponía de más mala hostia y el enfrentamiento siguió con ambos mirándose fijamente. Llegado un punto la mirada enfadada de Nohlem sembró una semilla de duda en Connor. ¿La estaba cagando con todo aquel tema? Nunca había recibido ese enfado por parte de su amigo, y aunque eso le cabreaba muchísimo también lo confundía. Quizás intentar joderles no era la manera correcta. El motero soltó un bufido molesto antes de apartar la vista y dar por perdido el duelo.
Los juegos continuaron con Colmillo pasándose chupitos con Tayron. El canadiense se animaría un poco (ya estaba dejando de toser) y jalearía a ambos en aquel reto y luego escucharía la prueba de Amira con su profesor con una leve sonrisa. A Connor le pareció demasiado actuado pero le habían pedido que se confesara con florituras así que lo estaba haciendo a la perfección. No conocía al tal Aberyk, pero desde luego tenía puta horchata en vez de sangre en las venas. A pesar de la tensión con sus amigos no pudo evitar reírse tanto con Adam cambiándose de ropa con Ethan como con Nohlem tirándose a la piscina desde el trampolín, y luego negó con la cabeza y puso los ojos en blanco con la confesión de Chromsa a Adam, aunque con una leve sonrisa. Demasiado puto azúcar para su gusto, pero tenia su gracia. Se sentía confuso con sus amigos..pero sabía que tenía razón. Que aquellos dos hicieran lo que cojones fuera juntos solo podía acabar con una cosa: terminar muy mal entre ellos y joder al puto grupo. Y sentía la necesidad de acabar con eso aunque pareciera el malo de la película. Pero luego pensaba que aquella estrategia no estaba funcionando, solo para recibir miradas de odio. Y joder, tampoco quería eso.
La prueba de Tayron lo sacó de sus pensamientos, ya que se puso justamente abajo suya de la butaca. Connor estaba sentado con las piernas algo abiertas y la cabeza de Tayron lo miraba desde abajo. No se había enterado muy bien de la prueba, perdido como había estado en sus preocupaciones y enarcó una ceja con una leve sonrisa.
-Como te acerques más te pisaré la puta cabeza, ¿lo sabes, no?- Le soltó con una leve sonrisa a modo de broma y dándole un toquecito con la bota en el hombro. Luego Tayron empezó a llamar a alguien y a gemir y Connor tuvo que aguantarse las ganas de no descojonarse allí en medio. No reconocía la voz que sonaba por su móvil y al principio pareció confusa hablando con otra persona, preguntarle si estaba en una orgía (lo que le provocó más ganas de reírse) y después caer en que Tayron le estaba tomando el pelo y que ya se lo pagaría. Entre gemido y gemido Connor lo estaría animando a que los hiciera más fuertes levantando su mano.
Para cuando terminó la broma el motero se permitió soltar las carcajadas que había estado conteniendo. Vale, puede que la presentación de Tayron cuando lo conoció fuera la de un auténtico gilipollas, pero tenía que admitir que cada vez le caía mejor. Hasta que... soltó su propuesta a Ethan y a Connor le entraron ganas de coger al peliverde y tirarlo de una patada a la jodida piscina. <<¿El termómetro con mis dos amigos? ¡¿El puto termómetro de los cojones, Tayron?!>> Pensó el canadiense mientras se dejaba caer un poco en la silla y se cruzaba de brazos con el ceño fruncido.
<<A disfrutar del puto espectáculo>>. Pensó con sarcasmo.
Por otro lado a Connor no se le escapó la mirada fija y fiera de Nohlem. El motorista se la sostuvo con una ceja levantada, confuso y todavía tosiendo por su reto. <<¿Estoy intentando arreglar este puto error vuestro... y encima te cabreas, gilipollas?>> Pensó con los ojos entrecerrados sin dejar de mirarlo, como si fuera un duelo de pistoleros. Connor esperó a que Nohlem apartara la vista, pero no lo hizo. Aquello solo lo ponía de más mala hostia y el enfrentamiento siguió con ambos mirándose fijamente. Llegado un punto la mirada enfadada de Nohlem sembró una semilla de duda en Connor. ¿La estaba cagando con todo aquel tema? Nunca había recibido ese enfado por parte de su amigo, y aunque eso le cabreaba muchísimo también lo confundía. Quizás intentar joderles no era la manera correcta. El motero soltó un bufido molesto antes de apartar la vista y dar por perdido el duelo.
Los juegos continuaron con Colmillo pasándose chupitos con Tayron. El canadiense se animaría un poco (ya estaba dejando de toser) y jalearía a ambos en aquel reto y luego escucharía la prueba de Amira con su profesor con una leve sonrisa. A Connor le pareció demasiado actuado pero le habían pedido que se confesara con florituras así que lo estaba haciendo a la perfección. No conocía al tal Aberyk, pero desde luego tenía puta horchata en vez de sangre en las venas. A pesar de la tensión con sus amigos no pudo evitar reírse tanto con Adam cambiándose de ropa con Ethan como con Nohlem tirándose a la piscina desde el trampolín, y luego negó con la cabeza y puso los ojos en blanco con la confesión de Chromsa a Adam, aunque con una leve sonrisa. Demasiado puto azúcar para su gusto, pero tenia su gracia. Se sentía confuso con sus amigos..pero sabía que tenía razón. Que aquellos dos hicieran lo que cojones fuera juntos solo podía acabar con una cosa: terminar muy mal entre ellos y joder al puto grupo. Y sentía la necesidad de acabar con eso aunque pareciera el malo de la película. Pero luego pensaba que aquella estrategia no estaba funcionando, solo para recibir miradas de odio. Y joder, tampoco quería eso.
La prueba de Tayron lo sacó de sus pensamientos, ya que se puso justamente abajo suya de la butaca. Connor estaba sentado con las piernas algo abiertas y la cabeza de Tayron lo miraba desde abajo. No se había enterado muy bien de la prueba, perdido como había estado en sus preocupaciones y enarcó una ceja con una leve sonrisa.
-Como te acerques más te pisaré la puta cabeza, ¿lo sabes, no?- Le soltó con una leve sonrisa a modo de broma y dándole un toquecito con la bota en el hombro. Luego Tayron empezó a llamar a alguien y a gemir y Connor tuvo que aguantarse las ganas de no descojonarse allí en medio. No reconocía la voz que sonaba por su móvil y al principio pareció confusa hablando con otra persona, preguntarle si estaba en una orgía (lo que le provocó más ganas de reírse) y después caer en que Tayron le estaba tomando el pelo y que ya se lo pagaría. Entre gemido y gemido Connor lo estaría animando a que los hiciera más fuertes levantando su mano.
Para cuando terminó la broma el motero se permitió soltar las carcajadas que había estado conteniendo. Vale, puede que la presentación de Tayron cuando lo conoció fuera la de un auténtico gilipollas, pero tenía que admitir que cada vez le caía mejor. Hasta que... soltó su propuesta a Ethan y a Connor le entraron ganas de coger al peliverde y tirarlo de una patada a la jodida piscina. <<¿El termómetro con mis dos amigos? ¡¿El puto termómetro de los cojones, Tayron?!>> Pensó el canadiense mientras se dejaba caer un poco en la silla y se cruzaba de brazos con el ceño fruncido.
<<A disfrutar del puto espectáculo>>. Pensó con sarcasmo.
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
04/06/23, 07:44 pm
Los besos de consuelo que le regaló el felino le sacó una media sonrisilla, al final el polo estaba compensando. Juguetón decidió imitar su ronroneo en alto, con un sutil problema. Ethan no sabía mantener una R fuerte así que, aunque adorable, el intento era un poco patético.
Por suerte, le salvó que el juego continuase con Chromsa, el único que escogió verdad. Ahí comprobó que efectivamente, el intercambio de ropa solo aportaba beneficios. ¨Hoy por tí, mañana por mí¨ pensó al ver lo encantado que estaba el cabrito con el nuevo look de su novio, y tanto que fue así. El reto que le dio a Nohlem fue una clara devolución del favor que Ethan aceptó de buen grado.
Joder… vaya que había ganado con el tema… La camisa pegada marcando el contorno del pelirrojo, el pelo mojado y alborotado que caía sobre su rostro, las pequeñas gotas que recorrían juguetonas su cuello… Aquella imagen le arrancó un suspiro mientras se dejaba resbalar un poco en el asiento. Un estado absorto del que solo despertó cuando el felino se acercó a él en forma de abrazo. ¡Sí claro! Una cosa es que estuviera sexy de cojones y otra que se fuera a dejar empapar! Ethan no dudó ni por un instante en dejarle la silla para el solito mientras se mantenía de pie y a una distancia prudencial en la siguiente prueba.
Las risas del momento se entremezclaron con un sonrojo cada vez más pronunciado una vez la ronda acabó. Las pruebas se les iban de las manos y a pesar del momento de profunda vergüenza que le resultaba tener que escuchar al pobre Tay cumplir su reto, su imaginación iba por otros lares. No podía negar que el chico tenía buena voz, demasiada buena voz y con Nohlem enfrente diciendo sugerencias indebidas con fingida inocencia la combinación se hacía sola.
No era la primera vez que tenía fantasías impuras con el gato, pero si era la primera vez que veía factible cumplirlas. Sumado al ambiente ya caldeado tuvo que acabar apartando la mirada en un intento de ocultar el rubor exagerado que se le estaba dibujando por todo el cuerpo. Si antes era blanco ahora acababa de adquirir dos tonalidades rojizas más.
Y encima Tayron decidió rematar la faena. Perfecto, el termómetro al menos no quedaba a su elección, así que tocara donde tocara podría justificar que el causante había sido Nohlem. Ahora bien, rezaba porque le saliese algún lugar sencillo o no tendría motivo alguno para contenerse. Se acercó a su compañero tragando con efusividad, agradecido de no tener unas pupilas que pudieran delatar tanto las ganas que le tenía (Como si no le devorase igual con la mirada…).
-Vale eh, para quien no lo sepa. -Se aclaró la garganta buscando un refugio temporal en aquella explicación que daba a los demás. -Nohlem cerrará los ojos y se quedará de pie. Yo tengo que ir bajando la mano hasta que diga para y… -Cuando regresó la vista al felino le costó unos segundos reaccionar. Iba a ser realmente difícil no querer comerle la boca ahí mismo, la verdad.- Tendré que besar la zona que haya marcado…
Esperó hasta que el pelirrojo hubiera cumplido y entonces colocó su mano a la altura de su frente, sin llegar a tocar. En cuanto este cerró los ojos empezó a desplazar la mano hacía abajo, en un ritmo lento y continuo.
1-5 boca
6-16 cuello
17-37 pecho
38-78 tripa
79-100 DANGER
Cuando Nohlem abrió la boca para indicar que se terminaba el recorrido, la mano del asiatico se quedó a la altura de su pecho. Una risilla se le escapó al ver la situación. Desconocía si el gato había calculado, pero sus primeros segundos en silencio parecían apuntar que ese era el caso. Ese intento de querer buscar el premio gordo le hizo sonreír de forma picaresca, obviamente que estaba dispuesto a darle otra recompensa.
Recorto la escasa distancia que había entre ambos mientras se mordía el labio presa de la expectación. -Me permites? -La pregunta no estaba formulada para tener un final. Con suavidad y educación acabo desabrochando los dos tristes botones que aún luchaban por aguantar la camisa mojada de Nohlem y la apartó con cuidado del sitio. Todo para poder obtener unas mejores vistas del recorrido que las pecas trazaban desde su cuello hasta el ombligo. Aprovecho esos segundos que le brindaba el desplazar sus manos hacía la cadera del felino para deleitarse con las vistas. Afianzando ambas en sus costados como un punto de apoyo que iba a necesitar al inclinarse sobre él.
-Tchh estas helado. -Le recrimino en un tono burlesco, convirtiendo su voz en un susurro a medida que se iba agachando para quedar a buena altura -Supongo que tienes razón y habrá que ponerle remedio. -Lo primero que Ethan le dedicó fue un gesto que llevaba tiempo deseando hacer. Inicio por su clavícula, besando con dulzura una de sus pecas. Dejó a sus labios descansar sobre la misma, y sin apenas separarlos continuó el trayecto con la que tenía más cercana. Generando una caricia sutil al seguir un camino en el que el contacto era continuo. Lunar a lunar hasta llegar a uno de sus pechos, donde ambicioso decidió quererle dejar una marca que no fuera tan fácil de borrar como un simple pintalabios.
El londinense mordió despacio, evitando que resultara inesperada aquella acción. Delimitando con sus dientes una zona en la que rápidamente haría la suficiente fuerza como para dejar surcos sobre la piel. Para su desgracia, al separarse contempló que no era suficiente, pues el tono moreno escondía bien aquel gesto. Sin poder evitar torcer el gesto en un puchero decidió cambiar a un segundo plan.
Decidió regalarle alrededor de aquel mordisco varios besos en los que cada vez iba ejerciendo más presión. Hasta que, en uno de ellos, sus labios trazaron la forma de una O. Aislando y tirando de esa zona en el interior de su boca. Le costó unos intentos alargados en el tiempo empezar a teñir de un tono rojizo la tez oscura del felino, pero el orgullo que se le dibujó en el rostro al ver que su prueba había sido todo un éxito le llevó a seguir queriendo dejar marcas.
Tras la primera le dejó una segunda a una escasa distancia y una tercera se la regaló en el otro costado para equilibrar su nueva obra de arte. Tomando distancias solo para relamerse los labios ante el gusto salado que había adquirido tras el chapuzón. Si no estuvieran en el jardín habría seguido, asegurándose de no dejar una gota de sal sin saborear pero en cuanto aquel falso espejismo se rompió, Ethan tuvo que incorporarse con la mejor de sus sonrisas. Tratando de mantener una fachada que se derrumbaba por todos lados.
-Estas salado. -Le comentó en apenas un susurro mientras le evitaba la mirada apurado. Y es que madre mía si tenía calor. Le costaba centrarse en nada que no fuera Nohlem. Ni aún apartando la vista al grupo lograba borrar de su mente la suavidad de su piel y el placer que le daba el contacto de su boca sobre la misma. Quería más, mucho más. La paciencia de la que había hecho alarde se estaba consumiendo tan rápido como él estaba ganando temperatura.
-Ah bueno… Eh… -Mierda, no podía retar al felino pues no podía elegirse a sí mismo. Joder, y si le retaba a que se fuera al cuarto y el solo le seguía? No, demasiado cantoso, Connor les mataría. -Ehem… Riiickkk… -Dijo su nombre de pura potra, por ser al primero que vio. - ¿Reto o …verdad? -Cuando le respondió que retó su cerebro volvió a desconectar. Todos sus pensamientos iban a mil por hora, pero no precisamente para elaborar algún desafío lógico… y entonces llegó a una conclusión. El pelirosa no podría enfadarse con ellos si no eran los únicos que se largaban y con suerte le hacía un favor y todo al idiota de su amigo. -Vale, eh conoces a Kalna? La chica morena y super fuerte que acompañaba a Serena. Ya que tienes historial de caballero rompe bragas… Porque no vas a buscarla y tratas de conseguir su número de teléfono?
Por suerte, le salvó que el juego continuase con Chromsa, el único que escogió verdad. Ahí comprobó que efectivamente, el intercambio de ropa solo aportaba beneficios. ¨Hoy por tí, mañana por mí¨ pensó al ver lo encantado que estaba el cabrito con el nuevo look de su novio, y tanto que fue así. El reto que le dio a Nohlem fue una clara devolución del favor que Ethan aceptó de buen grado.
Joder… vaya que había ganado con el tema… La camisa pegada marcando el contorno del pelirrojo, el pelo mojado y alborotado que caía sobre su rostro, las pequeñas gotas que recorrían juguetonas su cuello… Aquella imagen le arrancó un suspiro mientras se dejaba resbalar un poco en el asiento. Un estado absorto del que solo despertó cuando el felino se acercó a él en forma de abrazo. ¡Sí claro! Una cosa es que estuviera sexy de cojones y otra que se fuera a dejar empapar! Ethan no dudó ni por un instante en dejarle la silla para el solito mientras se mantenía de pie y a una distancia prudencial en la siguiente prueba.
Las risas del momento se entremezclaron con un sonrojo cada vez más pronunciado una vez la ronda acabó. Las pruebas se les iban de las manos y a pesar del momento de profunda vergüenza que le resultaba tener que escuchar al pobre Tay cumplir su reto, su imaginación iba por otros lares. No podía negar que el chico tenía buena voz, demasiada buena voz y con Nohlem enfrente diciendo sugerencias indebidas con fingida inocencia la combinación se hacía sola.
No era la primera vez que tenía fantasías impuras con el gato, pero si era la primera vez que veía factible cumplirlas. Sumado al ambiente ya caldeado tuvo que acabar apartando la mirada en un intento de ocultar el rubor exagerado que se le estaba dibujando por todo el cuerpo. Si antes era blanco ahora acababa de adquirir dos tonalidades rojizas más.
Y encima Tayron decidió rematar la faena. Perfecto, el termómetro al menos no quedaba a su elección, así que tocara donde tocara podría justificar que el causante había sido Nohlem. Ahora bien, rezaba porque le saliese algún lugar sencillo o no tendría motivo alguno para contenerse. Se acercó a su compañero tragando con efusividad, agradecido de no tener unas pupilas que pudieran delatar tanto las ganas que le tenía (Como si no le devorase igual con la mirada…).
-Vale eh, para quien no lo sepa. -Se aclaró la garganta buscando un refugio temporal en aquella explicación que daba a los demás. -Nohlem cerrará los ojos y se quedará de pie. Yo tengo que ir bajando la mano hasta que diga para y… -Cuando regresó la vista al felino le costó unos segundos reaccionar. Iba a ser realmente difícil no querer comerle la boca ahí mismo, la verdad.- Tendré que besar la zona que haya marcado…
Esperó hasta que el pelirrojo hubiera cumplido y entonces colocó su mano a la altura de su frente, sin llegar a tocar. En cuanto este cerró los ojos empezó a desplazar la mano hacía abajo, en un ritmo lento y continuo.
1-5 boca
6-16 cuello
17-37 pecho
38-78 tripa
79-100 DANGER
Cuando Nohlem abrió la boca para indicar que se terminaba el recorrido, la mano del asiatico se quedó a la altura de su pecho. Una risilla se le escapó al ver la situación. Desconocía si el gato había calculado, pero sus primeros segundos en silencio parecían apuntar que ese era el caso. Ese intento de querer buscar el premio gordo le hizo sonreír de forma picaresca, obviamente que estaba dispuesto a darle otra recompensa.
Recorto la escasa distancia que había entre ambos mientras se mordía el labio presa de la expectación. -Me permites? -La pregunta no estaba formulada para tener un final. Con suavidad y educación acabo desabrochando los dos tristes botones que aún luchaban por aguantar la camisa mojada de Nohlem y la apartó con cuidado del sitio. Todo para poder obtener unas mejores vistas del recorrido que las pecas trazaban desde su cuello hasta el ombligo. Aprovecho esos segundos que le brindaba el desplazar sus manos hacía la cadera del felino para deleitarse con las vistas. Afianzando ambas en sus costados como un punto de apoyo que iba a necesitar al inclinarse sobre él.
-Tchh estas helado. -Le recrimino en un tono burlesco, convirtiendo su voz en un susurro a medida que se iba agachando para quedar a buena altura -Supongo que tienes razón y habrá que ponerle remedio. -Lo primero que Ethan le dedicó fue un gesto que llevaba tiempo deseando hacer. Inicio por su clavícula, besando con dulzura una de sus pecas. Dejó a sus labios descansar sobre la misma, y sin apenas separarlos continuó el trayecto con la que tenía más cercana. Generando una caricia sutil al seguir un camino en el que el contacto era continuo. Lunar a lunar hasta llegar a uno de sus pechos, donde ambicioso decidió quererle dejar una marca que no fuera tan fácil de borrar como un simple pintalabios.
El londinense mordió despacio, evitando que resultara inesperada aquella acción. Delimitando con sus dientes una zona en la que rápidamente haría la suficiente fuerza como para dejar surcos sobre la piel. Para su desgracia, al separarse contempló que no era suficiente, pues el tono moreno escondía bien aquel gesto. Sin poder evitar torcer el gesto en un puchero decidió cambiar a un segundo plan.
Decidió regalarle alrededor de aquel mordisco varios besos en los que cada vez iba ejerciendo más presión. Hasta que, en uno de ellos, sus labios trazaron la forma de una O. Aislando y tirando de esa zona en el interior de su boca. Le costó unos intentos alargados en el tiempo empezar a teñir de un tono rojizo la tez oscura del felino, pero el orgullo que se le dibujó en el rostro al ver que su prueba había sido todo un éxito le llevó a seguir queriendo dejar marcas.
Tras la primera le dejó una segunda a una escasa distancia y una tercera se la regaló en el otro costado para equilibrar su nueva obra de arte. Tomando distancias solo para relamerse los labios ante el gusto salado que había adquirido tras el chapuzón. Si no estuvieran en el jardín habría seguido, asegurándose de no dejar una gota de sal sin saborear pero en cuanto aquel falso espejismo se rompió, Ethan tuvo que incorporarse con la mejor de sus sonrisas. Tratando de mantener una fachada que se derrumbaba por todos lados.
-Estas salado. -Le comentó en apenas un susurro mientras le evitaba la mirada apurado. Y es que madre mía si tenía calor. Le costaba centrarse en nada que no fuera Nohlem. Ni aún apartando la vista al grupo lograba borrar de su mente la suavidad de su piel y el placer que le daba el contacto de su boca sobre la misma. Quería más, mucho más. La paciencia de la que había hecho alarde se estaba consumiendo tan rápido como él estaba ganando temperatura.
-Ah bueno… Eh… -Mierda, no podía retar al felino pues no podía elegirse a sí mismo. Joder, y si le retaba a que se fuera al cuarto y el solo le seguía? No, demasiado cantoso, Connor les mataría. -Ehem… Riiickkk… -Dijo su nombre de pura potra, por ser al primero que vio. - ¿Reto o …verdad? -Cuando le respondió que retó su cerebro volvió a desconectar. Todos sus pensamientos iban a mil por hora, pero no precisamente para elaborar algún desafío lógico… y entonces llegó a una conclusión. El pelirosa no podría enfadarse con ellos si no eran los únicos que se largaban y con suerte le hacía un favor y todo al idiota de su amigo. -Vale, eh conoces a Kalna? La chica morena y super fuerte que acompañaba a Serena. Ya que tienes historial de caballero rompe bragas… Porque no vas a buscarla y tratas de conseguir su número de teléfono?
- Rocavarancolia Rol
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
04/06/23, 07:44 pm
El miembro 'Raven' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 36
'Dado de 100 caras' : 36
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
05/06/23, 02:17 pm
Rick le siguió el juego a Connor, respondiendo con tono desenfadado: -Enciam que te estoy ayudando a dejarlo... Bueno, si no te llega para comprarte más ya se que regalarte por tu cumpleaños.- Agradecía aquello, le estaba ayudando a despejarse del momento tan vergonzoso que acababa de tener, así que atendió con una sonrisa como Connor cumplía su reto. Al principio le estuvo haciendo gracia, pero cuando las toses se fueron repitiendo cada vez en menos tiempo su sonrisa fue cambiando a una genuina preocupación por su colega. Ni siquiera la ocurrencia de Colmillo (que fue graciosa, eso no lo negaba) lo alivió. Ya iba a acercarse al canadiense para ver si estaba bien cuando, ahora sí, una buena risa le dejó más tranquilo. No pudo evitarlo con la voz de Google cagándose en él en de parte de Connor. -¡JA, JA, JA! Anda, te traigo una cerveza, que te la has ganado- dijo en señal de paz y acto seguido se acercó a la nevera para traerle una. Mejor pensado, dos. Iba a necesitar más líquido para aliviar la carraspera que se le iba a quedar al pobre.
El neoyorquino llegó justo cuando Ethan estaba haciendo su baile y... -Joder. Sabía que no bailaba mal, pero no me esperaba que tuviera tanta soltura- comentó al lado del canadiense antes de ofrecerle las bebidas y volver a su sitio a seguir viendo el espectáculo, como estaban haciendo todos. Por supuesto echó una mirada hacia Nohlem, imaginándose lo mucho que estaba disfrutando de la escena. -(Estos dos acaban hoy en su habitación)- pensó divertido del varmano y Ethan. Con toda la tensión que tenían esa noche, le extrañaría que no fuera así. Le dedicó unos ligeros aplausos para el chico en cuanto terminó.
El siguiente fue Colmillo, que se podía decir lo mismo que antes con las fichas que había entre él y Tayron. Se sorprendió de la habilidad que demostraron para que no se cayeran los chupitos, al menos no demasiado, y no pudo evitar alguna risilla no tanto por el reto en sí sino por los acercamientos entre los dos. Era consciente del estado de su amigo después de tanto chupito, por lo que bromeó: -Todavía queda mucha noche por delante, ¿eh? Nada de quedarse pedo ya-
En cuanto escuchó la prueba que le había tocado a Amira, no pudo evitar enviarle sus condolencias mentalmente. Si ya había sufrido él con la llamada, ella encima iba a tener que hacerlo con un profesor. Al menos dentro de lo que cabía no era el peor de todos los que había, llegaba a ser el centauro tempestomante que le daba a él Historia y ya podía despedirse de la carrera de por vida. Quitando la preocupación inicial, la verdad es que la teatralidad exagerada de la francesa lo estaba haciendo muy entretenido y tuvo que evitar no reírse durante la llamada para no chafarle la jugada.
Lo siguiente involucró a Adam y Ethan, saliendo el segundo a perder con aquel cambio. -Nada mal, Adam. Te queda chulo- le animó. Por supuesto le dedicó una mirada al medio inglés cargada de pesar por el polo que le había tocado llevar. Chromsa rompió la norma hasta ahora y eligió verdad, regalando a todos los presentes un momento bastante mono. Rick aspiraba a encontrar algo así en el futuro, aunque no era el momento de ponerse trascendental. No ahora que ya se estaba olvidando del caos que había sido el principio de la fiesta.
El reto que le mandó a Nohlem si que no lo vio venir, no se imaginaba al ochrorio poniendo pruebas que pudieran molestar en absoluto. Observó como el varmano subía al trampolín, dispuesto a saltar y lucirse. Imitó el saludo militar de su amigo, mandándole ánimos mentalmente y atendió a las acrobacias que hizo. -Bueno, bueno. De aquí a las Olimpiadas. Vaya talento que te tenías guardado- le felicitó con unos lentos aplausos cuando salió de la piscina. Rick sintió pena por Chromsa, que no había visto venir las intenciones de Nohlem y no le dio tiempo de escapar de su agarre. -(Lo siento mucho) pensó por un momento antes de que viera como Nohlem lo soltaba... e iba hacia él. -Ah, no. Ni de coña.- le reprendió antes de salir corriendo al ver que no paraba. Por suerte no tuvo que irse muy lejos antes de que el varmano desistiera.
Para terminar la ronda llegó el turno de Tayron. Otra llamada, tal vez la más incómoda de las tres que iban aquella noche. El valor del chico era innegable, él tenía claro que habría pasado muy fuerte de aquella prueba. Las carcajadas en cuanto los gemidos empezaron fueron notables, hasta el punto que tuvo que alejarse un poco si no quería que se escuchara en la llamada. Se quedó alejado hasta que terminó, secándose alguna lágrima mientras volvía a su sitio.
Nueva ronda, y empezaba tan fuerte como la anterior. Se abstuvo de hacer ningún comentario porque se fijo en la cara de Connor. Esperaba por el bien del grupo que el amorío acabara bien, si no el canadiense capaz era de cargárselos. A que no quería tensar más la situación entre los tres, se le sumó que Ethan no se cortaba en absoluto con el beso, que fue a más. Podía verlos morrearse sin demasiado problema, pero aquello ya lo incomodaba un poquito. Para su suerte no duró mucho... y de nuevo su turno.
-Venga, reto- respondió a la pregunta, confiado en que esta vez iría mejor. Craso error. Estaba aprendiendo por las malas que más le valía pedir verdad aquella noche. Podía haberle pedido lo mismo con cualquiera de las otras chicas que había por la fiesta, pero no, tenía que ser con LA ÚNICA con la que había algo de recelo por todo lo de Serena. Resignado, suspiró levantándose de la silla y aceptando su destino: -Vale, vuelvo en un rato entonces. Os dejo de mientras con alguien, ¿no?- Miró al primero que se le cruzó, siendo Adam el elegido. -¿Verdad o reto?- preguntó sin mucha fuerza en la voz. -Vale pues... Bébete un vaso haciendo el pino, o un botellín mismo. Te pueden ayudar si hace falta- improvisó rápidamente. Miró a todos para despedirse al fin: -Ahora vengo.-
La última vez que la había visto había ido al servicio, pero por supuesto que no iba a seguir allí. Con tanta gente tener que ponerse a buscar a alguien en concreto le daba mucha pereza, más para eso. No es que le cayera mal Kalna, pero ese pique estaba ahí aunque no quisiera. Rick recorrió buena parte del patio, mirando entre los grupitos que había por si daba con ella, pero no había suerte. -¿Lo mismo está dentro?- se preguntó después de un rato. Entró a la casa, siguiendo los pasillos que estaban iluminados. Vale que conocía un poco el sitio de las otras veces que había estado allí, pero no se le ocurría un sitio concreto donde buscar. Para su suerte, después de algunos giros la encontró en uno de los pasillo. No parecía estar con nadie, lo cual era un alivio para lo que tocaba hacer.
Se adelantó con calma (toda la que podía reunir en aquellos momentos) y saludó: -Ah, hola Kalna. No sabía si seguíais fuera. Me entretuve fuera y luego no os encontré, perdona- Estaba intentando darle naturalidad a esa media verdad, sabiendo que le iba a costar horrores improvisar todo lo que iba a venir luego. -Esto... ¿te pillo en buen momento?- preguntó algo más serio.
El neoyorquino llegó justo cuando Ethan estaba haciendo su baile y... -Joder. Sabía que no bailaba mal, pero no me esperaba que tuviera tanta soltura- comentó al lado del canadiense antes de ofrecerle las bebidas y volver a su sitio a seguir viendo el espectáculo, como estaban haciendo todos. Por supuesto echó una mirada hacia Nohlem, imaginándose lo mucho que estaba disfrutando de la escena. -(Estos dos acaban hoy en su habitación)- pensó divertido del varmano y Ethan. Con toda la tensión que tenían esa noche, le extrañaría que no fuera así. Le dedicó unos ligeros aplausos para el chico en cuanto terminó.
El siguiente fue Colmillo, que se podía decir lo mismo que antes con las fichas que había entre él y Tayron. Se sorprendió de la habilidad que demostraron para que no se cayeran los chupitos, al menos no demasiado, y no pudo evitar alguna risilla no tanto por el reto en sí sino por los acercamientos entre los dos. Era consciente del estado de su amigo después de tanto chupito, por lo que bromeó: -Todavía queda mucha noche por delante, ¿eh? Nada de quedarse pedo ya-
En cuanto escuchó la prueba que le había tocado a Amira, no pudo evitar enviarle sus condolencias mentalmente. Si ya había sufrido él con la llamada, ella encima iba a tener que hacerlo con un profesor. Al menos dentro de lo que cabía no era el peor de todos los que había, llegaba a ser el centauro tempestomante que le daba a él Historia y ya podía despedirse de la carrera de por vida. Quitando la preocupación inicial, la verdad es que la teatralidad exagerada de la francesa lo estaba haciendo muy entretenido y tuvo que evitar no reírse durante la llamada para no chafarle la jugada.
Lo siguiente involucró a Adam y Ethan, saliendo el segundo a perder con aquel cambio. -Nada mal, Adam. Te queda chulo- le animó. Por supuesto le dedicó una mirada al medio inglés cargada de pesar por el polo que le había tocado llevar. Chromsa rompió la norma hasta ahora y eligió verdad, regalando a todos los presentes un momento bastante mono. Rick aspiraba a encontrar algo así en el futuro, aunque no era el momento de ponerse trascendental. No ahora que ya se estaba olvidando del caos que había sido el principio de la fiesta.
El reto que le mandó a Nohlem si que no lo vio venir, no se imaginaba al ochrorio poniendo pruebas que pudieran molestar en absoluto. Observó como el varmano subía al trampolín, dispuesto a saltar y lucirse. Imitó el saludo militar de su amigo, mandándole ánimos mentalmente y atendió a las acrobacias que hizo. -Bueno, bueno. De aquí a las Olimpiadas. Vaya talento que te tenías guardado- le felicitó con unos lentos aplausos cuando salió de la piscina. Rick sintió pena por Chromsa, que no había visto venir las intenciones de Nohlem y no le dio tiempo de escapar de su agarre. -(Lo siento mucho) pensó por un momento antes de que viera como Nohlem lo soltaba... e iba hacia él. -Ah, no. Ni de coña.- le reprendió antes de salir corriendo al ver que no paraba. Por suerte no tuvo que irse muy lejos antes de que el varmano desistiera.
Para terminar la ronda llegó el turno de Tayron. Otra llamada, tal vez la más incómoda de las tres que iban aquella noche. El valor del chico era innegable, él tenía claro que habría pasado muy fuerte de aquella prueba. Las carcajadas en cuanto los gemidos empezaron fueron notables, hasta el punto que tuvo que alejarse un poco si no quería que se escuchara en la llamada. Se quedó alejado hasta que terminó, secándose alguna lágrima mientras volvía a su sitio.
Nueva ronda, y empezaba tan fuerte como la anterior. Se abstuvo de hacer ningún comentario porque se fijo en la cara de Connor. Esperaba por el bien del grupo que el amorío acabara bien, si no el canadiense capaz era de cargárselos. A que no quería tensar más la situación entre los tres, se le sumó que Ethan no se cortaba en absoluto con el beso, que fue a más. Podía verlos morrearse sin demasiado problema, pero aquello ya lo incomodaba un poquito. Para su suerte no duró mucho... y de nuevo su turno.
-Venga, reto- respondió a la pregunta, confiado en que esta vez iría mejor. Craso error. Estaba aprendiendo por las malas que más le valía pedir verdad aquella noche. Podía haberle pedido lo mismo con cualquiera de las otras chicas que había por la fiesta, pero no, tenía que ser con LA ÚNICA con la que había algo de recelo por todo lo de Serena. Resignado, suspiró levantándose de la silla y aceptando su destino: -Vale, vuelvo en un rato entonces. Os dejo de mientras con alguien, ¿no?- Miró al primero que se le cruzó, siendo Adam el elegido. -¿Verdad o reto?- preguntó sin mucha fuerza en la voz. -Vale pues... Bébete un vaso haciendo el pino, o un botellín mismo. Te pueden ayudar si hace falta- improvisó rápidamente. Miró a todos para despedirse al fin: -Ahora vengo.-
La última vez que la había visto había ido al servicio, pero por supuesto que no iba a seguir allí. Con tanta gente tener que ponerse a buscar a alguien en concreto le daba mucha pereza, más para eso. No es que le cayera mal Kalna, pero ese pique estaba ahí aunque no quisiera. Rick recorrió buena parte del patio, mirando entre los grupitos que había por si daba con ella, pero no había suerte. -¿Lo mismo está dentro?- se preguntó después de un rato. Entró a la casa, siguiendo los pasillos que estaban iluminados. Vale que conocía un poco el sitio de las otras veces que había estado allí, pero no se le ocurría un sitio concreto donde buscar. Para su suerte, después de algunos giros la encontró en uno de los pasillo. No parecía estar con nadie, lo cual era un alivio para lo que tocaba hacer.
Se adelantó con calma (toda la que podía reunir en aquellos momentos) y saludó: -Ah, hola Kalna. No sabía si seguíais fuera. Me entretuve fuera y luego no os encontré, perdona- Estaba intentando darle naturalidad a esa media verdad, sabiendo que le iba a costar horrores improvisar todo lo que iba a venir luego. -Esto... ¿te pillo en buen momento?- preguntó algo más serio.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
05/06/23, 05:09 pm
Kalna no estaba especialmente cómoda delante de la anfitriona y aún menos después de la situación que había causado la bromita de Fleur. Tampoco quería hacer una despedida incómoda, sin saber muy bien a donde ir, por lo que simplemente avanzó algo más en el pasillo, estando lo bastante cerca como para poder volver si era necesario, aunque fuera solo para despedirse más que con un simple gesto de la mano.
Se sentía algo mejor en soledad, terminando ya de ordenar sus pensamientos del todo, pero tampoco había esperado encontrarse a Rick tan pronto. Sus pupilas se afilaron muy levemente, pero el que viniera solo no hizo que aquello escalase. Lo que sí le pareció era curioso. ¿Dónde estaría Serena?
—Ah, perdón. Yo también me entretuve, estaba volviendo a buscaros —usó la misma palabra que él, sin saber especialmente como disimularlo del todo. La segunda parte era ya directamente mentira, pero sabía que disimularía lo suficiente: era una fiesta, y aquellas distracciones ocurrían.
«Pues depende. Si es para hablar sobre Serena no», le quiso decir. En su lugar se dedicó a mirarle como si analizara lo que venía a continuación, intentando adelantarse a lo que se venía para que no la sorprendiera.
»Claro. ¿Qué quieres decirme?
Se sentía algo mejor en soledad, terminando ya de ordenar sus pensamientos del todo, pero tampoco había esperado encontrarse a Rick tan pronto. Sus pupilas se afilaron muy levemente, pero el que viniera solo no hizo que aquello escalase. Lo que sí le pareció era curioso. ¿Dónde estaría Serena?
—Ah, perdón. Yo también me entretuve, estaba volviendo a buscaros —usó la misma palabra que él, sin saber especialmente como disimularlo del todo. La segunda parte era ya directamente mentira, pero sabía que disimularía lo suficiente: era una fiesta, y aquellas distracciones ocurrían.
«Pues depende. Si es para hablar sobre Serena no», le quiso decir. En su lugar se dedicó a mirarle como si analizara lo que venía a continuación, intentando adelantarse a lo que se venía para que no la sorprendiera.
»Claro. ¿Qué quieres decirme?
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
05/06/23, 07:03 pm
Al principio miró a Tawar con algo de preocupación ante su expresión, pero enseguida sonrió al entender que bromeaba. Räg compartía el sentimiento de Airi acerca de querer abrazar a sus amigues, pero se unió a los brofist de buen grado. A lo mejor si tenía mucho mucho cuidado podía abrazar a le repobladore, pero requería primero pedirle su permiso para empezar y... bueno, que la propuesta de le sanaí era bastante más práctica y el sentimiento se mantenía.
Sus ojos habían empezado a humedecerse también empatizando con Tawar, pero Airi les llamó la atención sobre una escena que cambió el mood de forma bastante radical.
—¿No es... Nohlem? —preguntó de forma retórica con algo de incredulidad, al ver a su amigo subirse al trampolín sin quitarse la ropa ni nada. Se echó a reír al verle lanzarse sin miramientos, apenas pudiendo escucharse a sí mismo durante un instante debido al jaleo que se armó—. Menudo doble salto mortal de triple tirabuzón —exageró con diversión sin dejar de reír y aplaudiendo también.
No entendía por qué el varmano había hecho aquello, pero previsiblemente él y sus amigos estaban bebiendo bastante y no tenía mucha duda de eso había tenido algo que ver con aquella inesperada acción.
>>Creo que necesitaría veinte pañuelos como ese para que le sirviera de algo —respondió a la broma de le sanaí.
No pudo evitar mirar en dirección al grupo entre el que se encontraban varios amigos y conocidos, sintiendo curiosidad acerca de qué estaban haciendo, pero no sacó en claro nada más que el que parecían no haber perdido el tiempo con el alcohol. Bueno, al menos parecían divertirse, que suponía que era el objetivo de la fiesta. Mientras no se excediesen no había que preocuparse...
—Uf, creo que esos de ahí no van a acabar muy bien.
Justamente acababa de observar a un grupito que no conocía al otro lado de la mesa de los canapés que tenían delante una buena ristra de botellas vacías y que llevaban un rato riéndose muy alto, hasta que uno de ellos empezó a dar claros signos de que de un momento a otro iba a caerse al suelo y no levantarse.
Sus ojos habían empezado a humedecerse también empatizando con Tawar, pero Airi les llamó la atención sobre una escena que cambió el mood de forma bastante radical.
—¿No es... Nohlem? —preguntó de forma retórica con algo de incredulidad, al ver a su amigo subirse al trampolín sin quitarse la ropa ni nada. Se echó a reír al verle lanzarse sin miramientos, apenas pudiendo escucharse a sí mismo durante un instante debido al jaleo que se armó—. Menudo doble salto mortal de triple tirabuzón —exageró con diversión sin dejar de reír y aplaudiendo también.
No entendía por qué el varmano había hecho aquello, pero previsiblemente él y sus amigos estaban bebiendo bastante y no tenía mucha duda de eso había tenido algo que ver con aquella inesperada acción.
>>Creo que necesitaría veinte pañuelos como ese para que le sirviera de algo —respondió a la broma de le sanaí.
No pudo evitar mirar en dirección al grupo entre el que se encontraban varios amigos y conocidos, sintiendo curiosidad acerca de qué estaban haciendo, pero no sacó en claro nada más que el que parecían no haber perdido el tiempo con el alcohol. Bueno, al menos parecían divertirse, que suponía que era el objetivo de la fiesta. Mientras no se excediesen no había que preocuparse...
—Uf, creo que esos de ahí no van a acabar muy bien.
Justamente acababa de observar a un grupito que no conocía al otro lado de la mesa de los canapés que tenían delante una buena ristra de botellas vacías y que llevaban un rato riéndose muy alto, hasta que uno de ellos empezó a dar claros signos de que de un momento a otro iba a caerse al suelo y no levantarse.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
05/06/23, 09:22 pm
Estar helado y caliente a la vez era una cosa que no había experimentado antes de forma tan bruta como entonces. Si ya de por sí uno salía cubito de la piscina bajo el sol de mediodía, en una noche fresca de verano y con toda la ropa pegada al cuerpo Nohlem bien podía ponerse a tiritar en cualquier momento. Pero oh, benditos fueran los gemidos de Tayron, una hoguera improvisada que encendía sus mejillas y su imaginación… o mejor dicho, sus recuerdos. Se ve que el cabrón del lémur no se había quedado satisfecho con las normas que le había puesto, porque añadió el colocarse frente a Connor al menú. El varmano se permitió reír dada la distancia que les separaba, aún echando la cabeza a un lado para que no se le oyera por sí las moscas. Le mataban la expresión de risa contenida de Connor y las ocurrencias del pobre chaval tras el teléfono, y estuvo tentadísimo a añadir leña al fuego con sus propios gemidos a la idea de que Tay estaba en una orgía, cosa que finalmente no hizo por saber que tarde o temprano iba a fastidiarla partiéndose la caja.
Nohlem aplaudió con ganas al belga cuando la llamada finalizó, y su sonrisa solo tuvo descanso los segundos de sorpresa que resultaron de oír el reto que le ofreció a Ethan. Su alegría y calor volvieron con más fuerza, incluso si la expresión fastidiada del pelirrosa se extendía ahora a todo su lenguaje corporal. De hecho, se atrevería a decir que aquello solo lo mejoraba, como si fuesen dos críos chinchándose el uno al otro hasta rabiar y él llevase las de ganar. Nohlem miró brevemente al medio japonés con todas las malas intenciones escritas en el rostro y, de forma más pausada, al que le había regalado semejante bendición en un “gracias” no verbal que acompañó con una solemne reverencia. Le deseaba a Tayron la mejor puntería en todos los termómetros tuviera en el futuro.
Se puso en pie con un escalofrío provocado por la espantosa frialdad de su ropa al chocar con nuevos ángulos de su piel, separándola de sus piernas y costados para luego exprimir el agua mientras Ethan explicaba el juego. Como si fuera un inocente chico que lavaba sus prendas en el río silbó cuando el otro acabó, un sonido entorpecido por la ya perenne sonrisita maliciosa que se había adueñado de sus labios. Estaba más contento e impaciente aún al escuchar en palabras lo que iba a suceder. Sin la protección del respaldo de la silla cualquier brisa le congelaba la espalda, pero a excepción de por unos pequeños suspiros de queja no parecía importarle. Valió la pena. Cerró los ojos y esperó.
Pero no demasiado, por desgracia. Nohlem vaciló, ¿quería boca? Si le besaba se iba a ir de madre, muchísimo, y eso era algo que quería que sucediera bien y en privado. Además, un beso podía conseguirlo rápido y sin termómetro. ¿Cuello? Tentador. Pero… según cuanto bajase Ethan, quizás…
—Para.
Los nervios le pudieron. Fruto de la indecisión y fallos de cálculo la mano de Ethan se quedó en tierra de nadie, ni muy abajo ni muy arriba. Joder. La forma en la que el pelirrojo arrugó el morro, divertido pero fastidiado por la risita que el otro soltó delataba que ese no había sido su objetivo. Asintió una sola vez y recogió la moneda de oro que tenía de colgante, la cual sujetó con un mordisco para no entorpecer la zona de trabajo de Ethan.
Exhaló por la nariz, estremeciéndose suavemente por los puntos de calor que el tacto del otro le brindaban. Obviamente la diferencia de temperatura era drástica.
—Ya, no fastidies.
Para no tener que decidir sobre quien o qué colocar la mirada y, de paso, dejar que el tacto fuera el principal receptor, Nohlem cerró los ojos y echó la cabeza ligeramente atrás. Apretó con algo más de fuerza la moneda al recibir un primer beso en la clavícula, dando lugar a un suave ronroneo de verdad y no la cosa de erres torpes que había hecho el moreno antes. Su compañero podría apreciar los cambios en su respiración y los suspiros más abruptos, así como la forma en la que se removió tras el primer mordisco, el cual a pesar de su lentitud le hizo entreabrir un ojo con una pequeña queja gutural. Sus orejas se agacharon, cada vez más inquieto, notando una vez más demasiadas miradas sobre ambos. Le estaban sobrando todas y cada una de ellas. Se llevó una mano al pelo con la excusa de quitarse el agua de encima, aunque el gesto murió en el olvido una vez estuvo sobre su cabeza. Los besos hacían que su imaginación volase demasiado alto, y los chupetones… menos mal que la moneda era de oro de verdad, sino ya le habría hecho una muesca con los colmillos. Incluso sin verlos no se quitaba la imagen de los labios de Ethan sobre su piel, con el movimiento que su cicatriz hacía al doblarse.
—Oye… —fue un susurro tembloroso, cortado por una pequeña risa al sentir el leve dolor que precedía a aquellas marcas. En realidad no le importaba en lo más mínimo que le dejara esas y 500 más.
Hacía rato había abierto los ojos, perdidos en un punto inconexo entre el cielo y las luces del jardín. Al bajarlos a Ethan una vez este se apartó se le quedó la mente en blanco al verle relamerse. Soltó el colgante sin querer.
—Ya —masculló—. La piscina es…
¿Por qué cojones le iba a contar que su piscina era de agua salada? Ah sí, porque estaban en público y necesitaba fingir ser una persona funcional. Carraspeó y se reajustó los anillos de una mano, que habían terminado totalmente desubicados de tantas vueltas que les había dado con el pulgar durante el juego. No podía seguir así, ni de puta coña. Si esperó a que Ethan diese reto fue porque necesitaba recuperar la compostura. Que Rick se marchase para cumplir su parte (“¡ánimo cabrón!”) fue como el pistoletazo de salida.
—Oigan, yo… me estoy quedando tieso, chamos —con una pequeña sonrisa separó los brazos del cuerpo como un espantapájaros para hacer más evidente a que se refería. Seguía empapadísimo—. Sé que dije que no desaparecería otra vez pero necesito cambiarme o mañana habré muerto de una pulmonía —sonrió un poco más. Luego le dedicó una mirada impaciente a Ethan, tan nerviosa como él estaba—. Um, ¿quieres-… Quieres que te preste algo…? —miró el polo de forma autoconcluyente.
Ante la positiva Nohlem tuvo que contener una sonrisa mucho mayor. Al menos eso podía controlarlo, a diferencia de sus gigantescas pupilas de gatito de 4 meses. Por ser disimulado solo le hizo un gesto con el hombro a Ethan en dirección a la mansión para ponerse en marcha.
—¡Vale, pues ya volvemos mis panas! —mintió.
Miró por última vez a Connor, un chequeo que su yo masoquista no pudo evitar a pesar de todo, y como no, el pelirrosa parecía dispuesto a comerse a alguien. Concretamente a él. Quiso decirle que dejara de rallarse, que no iba a pasar nada, que si quería unirse que se uniese, mas el enfado que el otro demostraba a la vez que negaba con la cabeza le ayudó a escabullirse con más apremio. No miraría demasiado a Ethan mientras se acercaban al edificio, no porque no quisiera, sino por el mínimo respeto que guardaba hacia sus amigos. Eso y por seguir actuando una mentira que no se creería ni la amiga monja de su hermana, pero que tenía que mantener.
Les hizo dar un rodeo con tal de no entrar por donde Rick, y es que aunque la habitación del piano tuviera a gente dentro jugando al billar ninguno era uno de sus bros ni un motivo por el que preocuparse. Nohlem aminoró la marcha y esperó a que su mirada y la de Ethan se encontrasen.
—Quiero besarte —susurró—. Tengo que besarte.
Sin esperar respuesta, con el corazón agitado por la expectación, se lanzó a por sus labios. Sus manos buscaron rápidamente donde agarrarse, ambas a la cintura del moreno, tirando de esa prenda que no era suya y empujándole contra el piano por error en su torpe guía al pasillo. Lo que empezó lento pronto se convirtió en un beso desesperado, mucho menos contenido que ninguno de los que le había dado antes, donde por fin era él quien marcaba la marcha. Había ansia en sus movimientos, aunque era notable el especial énfasis que hacía allí donde tenía la cicatriz, esa marca tan propia de Ethan y ninguna otra boca que hubiera besado antes. Luchó contra sí mismo y no dejó que durase mucho, pues necesitaba llegar a un sitio donde no hubiera un puñado de chavales dándole pausa a un juego por ellos, así que se separó para coger su mano y tirar de él al pasillo, todo sin apenas romper contacto visual. Ahí volvió a besarle, dos puntos más fogoso cada vez. Habría sido muchísimo más rápido aguantar hasta estar solos para reclamar su boca como dios mandaba, pero… Quién podía culparle.
Ignoraba que su hermana les estaba mirando no mucho más allá de donde estaban. Kahlo se preguntaba estupefacta que hacía Ethan con el horroroso polo de Adam y su mellizo empapado de pies a cabeza, marcando cada paso y roce que hacía en la pared con la humedad de su ropa. En uno de los tumbos que dieron Nohlem reparó en ella y el grupo que la rodeaba, a lo que Kahlo simplemente… le dedicó un pulgar arriba y una sonrisa extraña. Por poco no la pillan a ella esos dos y Rick en una situación similar con Maila.
“¿¿¿Feliciiidades???, ¿ya tienes a tu jevo?”
Kahlo vería como Nohlem rio entre dientes al verla, pasando los dedos por el cabello de Ethan antes de volver a besarle.
“Vale. Ya tienes a tu jevo.”
Nohlem aplaudió con ganas al belga cuando la llamada finalizó, y su sonrisa solo tuvo descanso los segundos de sorpresa que resultaron de oír el reto que le ofreció a Ethan. Su alegría y calor volvieron con más fuerza, incluso si la expresión fastidiada del pelirrosa se extendía ahora a todo su lenguaje corporal. De hecho, se atrevería a decir que aquello solo lo mejoraba, como si fuesen dos críos chinchándose el uno al otro hasta rabiar y él llevase las de ganar. Nohlem miró brevemente al medio japonés con todas las malas intenciones escritas en el rostro y, de forma más pausada, al que le había regalado semejante bendición en un “gracias” no verbal que acompañó con una solemne reverencia. Le deseaba a Tayron la mejor puntería en todos los termómetros tuviera en el futuro.
Se puso en pie con un escalofrío provocado por la espantosa frialdad de su ropa al chocar con nuevos ángulos de su piel, separándola de sus piernas y costados para luego exprimir el agua mientras Ethan explicaba el juego. Como si fuera un inocente chico que lavaba sus prendas en el río silbó cuando el otro acabó, un sonido entorpecido por la ya perenne sonrisita maliciosa que se había adueñado de sus labios. Estaba más contento e impaciente aún al escuchar en palabras lo que iba a suceder. Sin la protección del respaldo de la silla cualquier brisa le congelaba la espalda, pero a excepción de por unos pequeños suspiros de queja no parecía importarle. Valió la pena. Cerró los ojos y esperó.
Pero no demasiado, por desgracia. Nohlem vaciló, ¿quería boca? Si le besaba se iba a ir de madre, muchísimo, y eso era algo que quería que sucediera bien y en privado. Además, un beso podía conseguirlo rápido y sin termómetro. ¿Cuello? Tentador. Pero… según cuanto bajase Ethan, quizás…
—Para.
Los nervios le pudieron. Fruto de la indecisión y fallos de cálculo la mano de Ethan se quedó en tierra de nadie, ni muy abajo ni muy arriba. Joder. La forma en la que el pelirrojo arrugó el morro, divertido pero fastidiado por la risita que el otro soltó delataba que ese no había sido su objetivo. Asintió una sola vez y recogió la moneda de oro que tenía de colgante, la cual sujetó con un mordisco para no entorpecer la zona de trabajo de Ethan.
Exhaló por la nariz, estremeciéndose suavemente por los puntos de calor que el tacto del otro le brindaban. Obviamente la diferencia de temperatura era drástica.
—Ya, no fastidies.
Para no tener que decidir sobre quien o qué colocar la mirada y, de paso, dejar que el tacto fuera el principal receptor, Nohlem cerró los ojos y echó la cabeza ligeramente atrás. Apretó con algo más de fuerza la moneda al recibir un primer beso en la clavícula, dando lugar a un suave ronroneo de verdad y no la cosa de erres torpes que había hecho el moreno antes. Su compañero podría apreciar los cambios en su respiración y los suspiros más abruptos, así como la forma en la que se removió tras el primer mordisco, el cual a pesar de su lentitud le hizo entreabrir un ojo con una pequeña queja gutural. Sus orejas se agacharon, cada vez más inquieto, notando una vez más demasiadas miradas sobre ambos. Le estaban sobrando todas y cada una de ellas. Se llevó una mano al pelo con la excusa de quitarse el agua de encima, aunque el gesto murió en el olvido una vez estuvo sobre su cabeza. Los besos hacían que su imaginación volase demasiado alto, y los chupetones… menos mal que la moneda era de oro de verdad, sino ya le habría hecho una muesca con los colmillos. Incluso sin verlos no se quitaba la imagen de los labios de Ethan sobre su piel, con el movimiento que su cicatriz hacía al doblarse.
—Oye… —fue un susurro tembloroso, cortado por una pequeña risa al sentir el leve dolor que precedía a aquellas marcas. En realidad no le importaba en lo más mínimo que le dejara esas y 500 más.
Hacía rato había abierto los ojos, perdidos en un punto inconexo entre el cielo y las luces del jardín. Al bajarlos a Ethan una vez este se apartó se le quedó la mente en blanco al verle relamerse. Soltó el colgante sin querer.
—Ya —masculló—. La piscina es…
¿Por qué cojones le iba a contar que su piscina era de agua salada? Ah sí, porque estaban en público y necesitaba fingir ser una persona funcional. Carraspeó y se reajustó los anillos de una mano, que habían terminado totalmente desubicados de tantas vueltas que les había dado con el pulgar durante el juego. No podía seguir así, ni de puta coña. Si esperó a que Ethan diese reto fue porque necesitaba recuperar la compostura. Que Rick se marchase para cumplir su parte (“¡ánimo cabrón!”) fue como el pistoletazo de salida.
—Oigan, yo… me estoy quedando tieso, chamos —con una pequeña sonrisa separó los brazos del cuerpo como un espantapájaros para hacer más evidente a que se refería. Seguía empapadísimo—. Sé que dije que no desaparecería otra vez pero necesito cambiarme o mañana habré muerto de una pulmonía —sonrió un poco más. Luego le dedicó una mirada impaciente a Ethan, tan nerviosa como él estaba—. Um, ¿quieres-… Quieres que te preste algo…? —miró el polo de forma autoconcluyente.
Ante la positiva Nohlem tuvo que contener una sonrisa mucho mayor. Al menos eso podía controlarlo, a diferencia de sus gigantescas pupilas de gatito de 4 meses. Por ser disimulado solo le hizo un gesto con el hombro a Ethan en dirección a la mansión para ponerse en marcha.
—¡Vale, pues ya volvemos mis panas! —mintió.
Miró por última vez a Connor, un chequeo que su yo masoquista no pudo evitar a pesar de todo, y como no, el pelirrosa parecía dispuesto a comerse a alguien. Concretamente a él. Quiso decirle que dejara de rallarse, que no iba a pasar nada, que si quería unirse que se uniese, mas el enfado que el otro demostraba a la vez que negaba con la cabeza le ayudó a escabullirse con más apremio. No miraría demasiado a Ethan mientras se acercaban al edificio, no porque no quisiera, sino por el mínimo respeto que guardaba hacia sus amigos. Eso y por seguir actuando una mentira que no se creería ni la amiga monja de su hermana, pero que tenía que mantener.
Les hizo dar un rodeo con tal de no entrar por donde Rick, y es que aunque la habitación del piano tuviera a gente dentro jugando al billar ninguno era uno de sus bros ni un motivo por el que preocuparse. Nohlem aminoró la marcha y esperó a que su mirada y la de Ethan se encontrasen.
—Quiero besarte —susurró—. Tengo que besarte.
Sin esperar respuesta, con el corazón agitado por la expectación, se lanzó a por sus labios. Sus manos buscaron rápidamente donde agarrarse, ambas a la cintura del moreno, tirando de esa prenda que no era suya y empujándole contra el piano por error en su torpe guía al pasillo. Lo que empezó lento pronto se convirtió en un beso desesperado, mucho menos contenido que ninguno de los que le había dado antes, donde por fin era él quien marcaba la marcha. Había ansia en sus movimientos, aunque era notable el especial énfasis que hacía allí donde tenía la cicatriz, esa marca tan propia de Ethan y ninguna otra boca que hubiera besado antes. Luchó contra sí mismo y no dejó que durase mucho, pues necesitaba llegar a un sitio donde no hubiera un puñado de chavales dándole pausa a un juego por ellos, así que se separó para coger su mano y tirar de él al pasillo, todo sin apenas romper contacto visual. Ahí volvió a besarle, dos puntos más fogoso cada vez. Habría sido muchísimo más rápido aguantar hasta estar solos para reclamar su boca como dios mandaba, pero… Quién podía culparle.
Ignoraba que su hermana les estaba mirando no mucho más allá de donde estaban. Kahlo se preguntaba estupefacta que hacía Ethan con el horroroso polo de Adam y su mellizo empapado de pies a cabeza, marcando cada paso y roce que hacía en la pared con la humedad de su ropa. En uno de los tumbos que dieron Nohlem reparó en ella y el grupo que la rodeaba, a lo que Kahlo simplemente… le dedicó un pulgar arriba y una sonrisa extraña. Por poco no la pillan a ella esos dos y Rick en una situación similar con Maila.
“¿¿¿Feliciiidades???, ¿ya tienes a tu jevo?”
Kahlo vería como Nohlem rio entre dientes al verla, pasando los dedos por el cabello de Ethan antes de volver a besarle.
“Vale. Ya tienes a tu jevo.”
- ♪♫♬:
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
05/06/23, 11:00 pm
Tener aquella ropa era… distinto, una experiencia nueva. Sentía la piel desnuda, se sentía casi tan expuesto como cuando estaba en su forma de animal. En todo momento estaba algo avergonzado, mirando al suelo, a las paredes de la mansión, al horizonte, todo, todo por no enfocar su mirada en los demás. La tela del crop top le apretaba un poco, la notaba al moverse y era sorprendentemente cómoda, así como el chaleco que era más mangas que otra cosa.
Si ya se sentía pecaminosamente adictivo, ya por los cumplidos que Ethan y Rick le regalaron anteriormente, escuchar la respuesta de Chromsa abriendo sus sentimientos le apretó el corazón tanto que se sintió como un torrente de sentimientos. Estaba rojo, conteniendo la más tonta de las risas tapándose la boca con su mano. El alcohol se le estaba subiendo mucho con la de cervezas que llevaba encima.
—Ay, qué bonito fue eso mоя любовь (mi amor) —dijo tras el besito que le regaló, ablandado por el gesto. Lo lamentó un poco por el resto al ver tanto de ellos dos pero, ¿qué más daba? Algunos estaban enrollándose y todo. Lo que sí no se esperó fue el reto que su pareja ofreció, mirando a Nohlem embobado y luego a quien tuvo al lado que desembocó en una sonrisa con significado detrás—. Вау, какой ты плохой (Vaya, que malo eres), jejeje —se le iba ya el filtro de intentar no hablar en su lengua natal con la bebida, recalcando la buena idea que tuvo.
Se puso cómodo al lado de las mesas, bebiendo de otro vaso lleno y viendo a Nohlem. Disfrutó su reacción con una sonrisa en el rostro teñida de rojo. Cuando se puso en el trampolín, hasta grupos dentro de la piscina lo animaban.
—¡Venga salta ya! —lo animó a gritos, entre risas y levantando el vaso.
Y cuando salió del agua después del chapuzón, sí que tuvo efecto. Tenía la camisa bien adherida al cuerpo y miró brevemente a Ethan disimuladamente, solo para ver la reacción del rollete que, con aquel suspiro, Chromsa dio en el clavo con ello y no podía estar más orgulloso. Hablando de su pareja, cuando Nohlem lo abrazó a traición y lo meneó mucho, Adam se rompió a risas en el sitio, demasiadas y aguantándose la tripa mientras Rick huía de otro intento de Nohlem de abrazo gélido.
Lo siguiente que tocó ya ni le sorprendía, vaya noche. Con las escaladas ya estaba en el meollo y suspiró sonriendo. Esperaba que no gimiese tan alto a quien quiera que llamase pero Tayron lo hacía muy, muy, muy bien, encima bajo la butaca de Connor. Se rió un poco por lo bajo, era todo un cachondeo.
Para cuando terminó, el chico con cola ofreció a Ethan el reto de hacer el, ¿termómetro? No conocía eso y en mitad de la explicación asintió con las cejas levantadas y los brazos cruzados. Ya la temática estaba clara, a ver si Ethan tenía suerte. Al final terminó en el pecho de Nohlem pero vaya, si que se emocionó el chico, sacando un par de sonrojos a Adam cuando mordía y seguía. Vaya tortolitos.
A Rick le tocó el siguiente, había una buena racha de retos y al chico le tocó conseguir el número de aquella mujer tan fuerte que acompañaba a una pelirroja. No conocía mucho a Kalna, pero había oído hablar de ella, era una mujer prestigiosa y de las altas esferas, un objetivo complicadillo pero el neoyorquino aceptó sin mucho problema. Adam le dedicó una mirada de confianza, sin embargo Rick le devolvió la mirada con la pregunta de la noche.
—Ehhh… ¡Venga, venga. Reto! —dijo animado, motivado por lo que sea que le cayese encima y ya, aparte, le daba igual todo en su embriaguez—. Vale, jajajaja, ¿alguien me ayuda, por favor?
Ni de coña se veía a sí mismo haciendo el pino solo, menos con las cervezas que tenia sobre sus hombros a esas alturas. Agarró un botellín, asintiendo a Amira cuando ella se ofreció voluntaria seguido de un pequeño “gracias” de su parte. Se puso en posición, temiendo que el botellín se le escapase de sus manos pero la francesa tenía fuerza, la suficiente como para ponerlo boca arriba hasta cuando Adam solo se estaba aguantando con una mano y apoyandose con el codo del otro brazo. Temía lo peor, derramando casi la mitad del botellín que, finalmente, acabó en su boca bebiendo como podía. Tragaba el líquido sintiendo como hacía el intento de bajar de su garganta a su boca, cerrando los ojos mucho hasta que se la acabó. Soltó el botellín de cristal y, en una pérdida de equilibrio, se resbaló y cayó en su espalda con un golpe seco.
—¡OUFH!
Se levantó rápidamente, alzando las manos en señal de que no había pasado nada. Le dolía un poco, pero era soportable y no sintió que se lastimara con gravedad. Habiéndose incorporado ya habían dos personas menos, Ethan y Nohlem se fueron para cambiar al último porque seguía empapado. Adam pensaba, debía elegir a alguien adecuado. Se le encendió la bombilla al ver al siguiente, señalándolo.
—Te tocó Connor, ¿Verdad o reto? —sonrió al señalarlo, quería a un objetivo que estuviese fuerte y el de la cresta era bastante ancho y sonrió aun mas cuando dijo reto, eso quería desde el principio—. Te reto a hacer 30 abdominales y por cada 3 abdominales beberás un chupito —era lo que su mente aturdida se le ocurrió, parecía divertidillo de ver y Connor tenía buen cuerpo, le recordaba al de su ex-gymbro.
Si ya se sentía pecaminosamente adictivo, ya por los cumplidos que Ethan y Rick le regalaron anteriormente, escuchar la respuesta de Chromsa abriendo sus sentimientos le apretó el corazón tanto que se sintió como un torrente de sentimientos. Estaba rojo, conteniendo la más tonta de las risas tapándose la boca con su mano. El alcohol se le estaba subiendo mucho con la de cervezas que llevaba encima.
—Ay, qué bonito fue eso mоя любовь (mi amor) —dijo tras el besito que le regaló, ablandado por el gesto. Lo lamentó un poco por el resto al ver tanto de ellos dos pero, ¿qué más daba? Algunos estaban enrollándose y todo. Lo que sí no se esperó fue el reto que su pareja ofreció, mirando a Nohlem embobado y luego a quien tuvo al lado que desembocó en una sonrisa con significado detrás—. Вау, какой ты плохой (Vaya, que malo eres), jejeje —se le iba ya el filtro de intentar no hablar en su lengua natal con la bebida, recalcando la buena idea que tuvo.
Se puso cómodo al lado de las mesas, bebiendo de otro vaso lleno y viendo a Nohlem. Disfrutó su reacción con una sonrisa en el rostro teñida de rojo. Cuando se puso en el trampolín, hasta grupos dentro de la piscina lo animaban.
—¡Venga salta ya! —lo animó a gritos, entre risas y levantando el vaso.
Y cuando salió del agua después del chapuzón, sí que tuvo efecto. Tenía la camisa bien adherida al cuerpo y miró brevemente a Ethan disimuladamente, solo para ver la reacción del rollete que, con aquel suspiro, Chromsa dio en el clavo con ello y no podía estar más orgulloso. Hablando de su pareja, cuando Nohlem lo abrazó a traición y lo meneó mucho, Adam se rompió a risas en el sitio, demasiadas y aguantándose la tripa mientras Rick huía de otro intento de Nohlem de abrazo gélido.
Lo siguiente que tocó ya ni le sorprendía, vaya noche. Con las escaladas ya estaba en el meollo y suspiró sonriendo. Esperaba que no gimiese tan alto a quien quiera que llamase pero Tayron lo hacía muy, muy, muy bien, encima bajo la butaca de Connor. Se rió un poco por lo bajo, era todo un cachondeo.
Para cuando terminó, el chico con cola ofreció a Ethan el reto de hacer el, ¿termómetro? No conocía eso y en mitad de la explicación asintió con las cejas levantadas y los brazos cruzados. Ya la temática estaba clara, a ver si Ethan tenía suerte. Al final terminó en el pecho de Nohlem pero vaya, si que se emocionó el chico, sacando un par de sonrojos a Adam cuando mordía y seguía. Vaya tortolitos.
A Rick le tocó el siguiente, había una buena racha de retos y al chico le tocó conseguir el número de aquella mujer tan fuerte que acompañaba a una pelirroja. No conocía mucho a Kalna, pero había oído hablar de ella, era una mujer prestigiosa y de las altas esferas, un objetivo complicadillo pero el neoyorquino aceptó sin mucho problema. Adam le dedicó una mirada de confianza, sin embargo Rick le devolvió la mirada con la pregunta de la noche.
—Ehhh… ¡Venga, venga. Reto! —dijo animado, motivado por lo que sea que le cayese encima y ya, aparte, le daba igual todo en su embriaguez—. Vale, jajajaja, ¿alguien me ayuda, por favor?
Ni de coña se veía a sí mismo haciendo el pino solo, menos con las cervezas que tenia sobre sus hombros a esas alturas. Agarró un botellín, asintiendo a Amira cuando ella se ofreció voluntaria seguido de un pequeño “gracias” de su parte. Se puso en posición, temiendo que el botellín se le escapase de sus manos pero la francesa tenía fuerza, la suficiente como para ponerlo boca arriba hasta cuando Adam solo se estaba aguantando con una mano y apoyandose con el codo del otro brazo. Temía lo peor, derramando casi la mitad del botellín que, finalmente, acabó en su boca bebiendo como podía. Tragaba el líquido sintiendo como hacía el intento de bajar de su garganta a su boca, cerrando los ojos mucho hasta que se la acabó. Soltó el botellín de cristal y, en una pérdida de equilibrio, se resbaló y cayó en su espalda con un golpe seco.
—¡OUFH!
Se levantó rápidamente, alzando las manos en señal de que no había pasado nada. Le dolía un poco, pero era soportable y no sintió que se lastimara con gravedad. Habiéndose incorporado ya habían dos personas menos, Ethan y Nohlem se fueron para cambiar al último porque seguía empapado. Adam pensaba, debía elegir a alguien adecuado. Se le encendió la bombilla al ver al siguiente, señalándolo.
—Te tocó Connor, ¿Verdad o reto? —sonrió al señalarlo, quería a un objetivo que estuviese fuerte y el de la cresta era bastante ancho y sonrió aun mas cuando dijo reto, eso quería desde el principio—. Te reto a hacer 30 abdominales y por cada 3 abdominales beberás un chupito —era lo que su mente aturdida se le ocurrió, parecía divertidillo de ver y Connor tenía buen cuerpo, le recordaba al de su ex-gymbro.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
06/06/23, 12:41 am
-(Vale, empieza bien)- El chico se alivió de que Kalna estuviera en su misma situación, al menos ya hacía que el encuentro no fuera extraño de primeras. Le extrañaba que Serena no estuviera con ella, aunque tal vez seguiría hablando con Abel. Fuera como fuese, era mejor que ella no estuviera allí, si ya iba ahora con la escocesa delante no habría sido capaz en absoluto. No iba a fastidiarlo todo por culpa de un juego, sería ya la guinda para la nochecita que estaba teniendo.
La mente del neoyorquino trabajaba a toda velocidad, buscando las palabras adecuadas e intentando que no se notara lo nervioso que estaba. -Pues verás... Cuando te fuiste estuve pensando y...- ¿Mentiría? ¿Diría la verdad? Seguramente una mezcla de ambas. -Lo que hiciste antes fue un gesto muy amable, de verdad. Muy pocas personas harían algo así.- dijo con sinceridad en una actitud relajada, con las manos en los bolsillo. -Y lo mismo te estoy dando un consejo que no has pedido, pero no te cargues más responsabilidad de la que debas. Es lógico querer ayudar todo lo posible, pero hay que tener en cuenta los límites para no hacerse daño- sonrió intentando transmitir confianza, quitándole algo de peso a aquello para que supiera que iba a buenas. Por supuesto entendía que era más fácil decirlo que hacerlo, probablemente él habría hecho alguna que otra locura por Serena también.
Se llevó una mano a la nuca, siguiendo la improvisación: -No es que hayamos coincidido mucho y desde luego no hemos empezado con el mejor pie, pero me caes bien- si quitaba lo que se sabía por el campus y se quedaba con lo de esa noche no era mentira. -Así que, ya que todavía está pendiente la bebida de antes, ¿qué te parece si charlamos un rato y-? ¡Pero qué coño!-
Por el rabillo del ojo ya había visto movimiento un poco más alejado de donde estaban. Pensaba que serían dos personas cualquiera dándose el lote con bastante intensidad, pero la casualidad quiso que Rick se fijara por un momento en quiénes eran: los tortolitos de la noche. El hilo de la conversación con Kalna se rompió, ocupando toda su atención los apasionados besos de Ethan y Nohlem. Tan concentrado estaba que ni se percató del otro grupo que estaba cerca -(Serás cabrón. ¿No solo me echas este marrón encima sino que además ni siquiera ibas a estar cuando volviera?)- pensó ligeramente ofendido. Se alegraba mucho de que lo hubieran solucionado y por fin fueran sinceros el uno con el otro, pero aquello no quitaba lo del reto. -(Más os vale que Connor no os pille si queréis acabar la noche vivos)- estuvo tentado de decir para llamar la atención de la parejita, pero se quedó en su cabeza. Tampoco quería cortarles el rollo aunque no tuviera muy claro como reanudar el plan de conseguir el número.
La mente del neoyorquino trabajaba a toda velocidad, buscando las palabras adecuadas e intentando que no se notara lo nervioso que estaba. -Pues verás... Cuando te fuiste estuve pensando y...- ¿Mentiría? ¿Diría la verdad? Seguramente una mezcla de ambas. -Lo que hiciste antes fue un gesto muy amable, de verdad. Muy pocas personas harían algo así.- dijo con sinceridad en una actitud relajada, con las manos en los bolsillo. -Y lo mismo te estoy dando un consejo que no has pedido, pero no te cargues más responsabilidad de la que debas. Es lógico querer ayudar todo lo posible, pero hay que tener en cuenta los límites para no hacerse daño- sonrió intentando transmitir confianza, quitándole algo de peso a aquello para que supiera que iba a buenas. Por supuesto entendía que era más fácil decirlo que hacerlo, probablemente él habría hecho alguna que otra locura por Serena también.
Se llevó una mano a la nuca, siguiendo la improvisación: -No es que hayamos coincidido mucho y desde luego no hemos empezado con el mejor pie, pero me caes bien- si quitaba lo que se sabía por el campus y se quedaba con lo de esa noche no era mentira. -Así que, ya que todavía está pendiente la bebida de antes, ¿qué te parece si charlamos un rato y-? ¡Pero qué coño!-
Por el rabillo del ojo ya había visto movimiento un poco más alejado de donde estaban. Pensaba que serían dos personas cualquiera dándose el lote con bastante intensidad, pero la casualidad quiso que Rick se fijara por un momento en quiénes eran: los tortolitos de la noche. El hilo de la conversación con Kalna se rompió, ocupando toda su atención los apasionados besos de Ethan y Nohlem. Tan concentrado estaba que ni se percató del otro grupo que estaba cerca -(Serás cabrón. ¿No solo me echas este marrón encima sino que además ni siquiera ibas a estar cuando volviera?)- pensó ligeramente ofendido. Se alegraba mucho de que lo hubieran solucionado y por fin fueran sinceros el uno con el otro, pero aquello no quitaba lo del reto. -(Más os vale que Connor no os pille si queréis acabar la noche vivos)- estuvo tentado de decir para llamar la atención de la parejita, pero se quedó en su cabeza. Tampoco quería cortarles el rollo aunque no tuviera muy claro como reanudar el plan de conseguir el número.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
06/06/23, 09:12 am
«¿Está intentando ligar conmigo?». El tema de lo que había pasado esa noche era uno que esperaba, pero que lo primero que hiciera fuera elogiar su amabilidad no entraba en sus cálculos. Rick parecía ser siempre muy caballeroso y a lo mejor era solo su personalidad, pero no por ello se le antojaba más extraño. Le dejo terminar de hablar sin esperar muy bien lo que venía a continuación, pero a medida que Rick hablaba sus pupilas se afilaban más y más. Mierda. ¿Tan fácil era de leer? ¿Tanto se veía lo más que lo había pasado? Estaba empezando a pensar que igual tenía que decirle que ya hablarían luego, porque no podía soportar la idea de que aún más gente supiera lo que había pasado.
Y entonces llegó aquella exclamación. Sus pupilas se hicieron gigantes por el sobresalto, mientras se giraba para observar a Nohlem liándose con Ethan «Sí que venías con intenciones, ¿eh?». La verdad es que se alegraba por el japonés, aunque no entendía por qué ahora llevaba un polo que le iba enorme y era feísimo. ¿Qué leches había pasado mientras ella estaba en el baño?
Volvió a girarse a Rick, sin querer cortarles el rollo, pero feliz por ellos. Ahora que parecía desconcertado, aprovechó para apoyarse contra la pared de una forma más distendida.
—Qué, ¿celoso de que tus amigos acaben liados y tú no? —bromeó, tratando de tener el control de una conversación a la que le tenía pánico si no la llevaba por donde quería. Probablemente hubiera seguido con un “al menos podías invitarme a una copa antes” si Rick no se hubiera ya ofrecido a ir a hablar. Siempre tan educado él.
Claro que aquello cobraba el nuevo foco de que si no se estaba liando con Serena ya… ¿le había dejado tirado a él también? Mira, a lo mejor después de todo si quería seguir con la conversación. Le dedicó una sonrisa que hasta ella se sorprendió de que fuera sincera.
—Claro que podemos hablar… —miró alrededor. Igual aquel pasillo no era el mejor sitio —. Podemos ir fuera. Seguro que en el jardín hay un lugar con menos gente.
Y entonces llegó aquella exclamación. Sus pupilas se hicieron gigantes por el sobresalto, mientras se giraba para observar a Nohlem liándose con Ethan «Sí que venías con intenciones, ¿eh?». La verdad es que se alegraba por el japonés, aunque no entendía por qué ahora llevaba un polo que le iba enorme y era feísimo. ¿Qué leches había pasado mientras ella estaba en el baño?
Volvió a girarse a Rick, sin querer cortarles el rollo, pero feliz por ellos. Ahora que parecía desconcertado, aprovechó para apoyarse contra la pared de una forma más distendida.
—Qué, ¿celoso de que tus amigos acaben liados y tú no? —bromeó, tratando de tener el control de una conversación a la que le tenía pánico si no la llevaba por donde quería. Probablemente hubiera seguido con un “al menos podías invitarme a una copa antes” si Rick no se hubiera ya ofrecido a ir a hablar. Siempre tan educado él.
Claro que aquello cobraba el nuevo foco de que si no se estaba liando con Serena ya… ¿le había dejado tirado a él también? Mira, a lo mejor después de todo si quería seguir con la conversación. Le dedicó una sonrisa que hasta ella se sorprendió de que fuera sincera.
—Claro que podemos hablar… —miró alrededor. Igual aquel pasillo no era el mejor sitio —. Podemos ir fuera. Seguro que en el jardín hay un lugar con menos gente.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
06/06/23, 06:55 pm
Ethan no pudo contener cierta sonrisa pícara ante los gestos nerviosos que había logrado arrancar a su compañero. Le resultaba enternecedor ver cómo se recolocaba los anillos y si no hubieran estado en público seguramente se habría animado a ayudarle, pero el problema era ese, demasiadas miradas encima. Le tocaba guardar ciertas apariencias después de estirar tanto su suerte durante el reto.
Por ello se puso aún más alegre cuando Nohlem por fin soltó la excusa barata que tanto estaba esperando. Ir fuerte había funcionado y la impaciencia que denotaba el felino venía acompañada de sus propios nervios, un cosquilleo en su interior que empezaba a alertarle de lo que estaba por venir.
-Si porfa, me pica un poquito el polo. -Mintió, estirando la prenda con ambos brazos y devolviéndole el gesto con inocencia fingida. Como si de verdad ese fuera el único motivo por el que querer desaparecer.
El que decidiera avanzar sin tomarle la mano le resultó extraño. Actitud que rápidamente entendió al girar la vista y darse cuenta de cómo Connor les seguía con la mirada, se trataba de una medida preventiva. Con tanto reto se había olvidado de ¨ese¨ problema. Un resoplido cargado vino acompañado de una peineta que le regaló al pelirrosa y mientras el felino aminoraba la marcha para huir de aquel conflicto, Ethan sacaba el móvil señalando la pantalla para que estuviera atento a la suya propia.
La confianza desmedida con el canadiense le impedía tener miedo a ninguna represalia, más bien al contrario, a sus ojos no estaba más que sufriendo uno de sus berrinches infantiles. Ya podía el gigantón fruncir el ceño cuánto quisiera que si quería buscarle podía tenerle. Ethan aprovechó el corto trayecto hacía el piano para enviarle unos mensajes al Whatsapp, dejando cerrado el asunto por su parte pues una vez mandados apago la pantalla sin esperar respuesta alguna.
Apenas estaba guardando el teléfono en el bolsillo cuando recuperó el contacto visual con Nohlem. Confundido y un poco apurado, se quedó a medio camino tratando de pensar en excusas, pero antes de que pudiera verbalizar alguna, Nohlem habló y solo tuvo tiempo de articular un breve ¨Ah¨ siendo arrastrado al momento por el deseo de su compañero y chocando contra una superficie que siquiera llegó a razonar. Un breve quejido se hizo eco entre sus bocas mientras con una mano buscaba apoyo en el piano y la otra se colocaba tras la nuca del pelirrojo, atrayéndolo con la misma intensidad con la que él le dedicaba aquel beso.
La sorpresa inicial desapareció en la pasión del momento. Experimentando suaves cosquilleos a cada choque en el que sus labios volvían a encontrarse, solo interrumpidos cuando el gato tomó una distancia que le costó segundos procesar. ¨Ah, que hay gente¨.
Al tirón que recibió cuando se dirigían al pasillo le siguió una risa rota por la falta de aire, teñida de una euforia y alegría propia de un niño que acaba de ser pillado en plena fechoría. Una amplia sonrisa que permaneció los primeros instantes del segundo beso, en los que en vez de corresponder Ethan dejaba escapar suspiros divertidos que se veía incapaz de contener.
El frío y el calor se entremezclaban en aquella danza compartida. Las manos juguetonas del asiático se adentraban en un abdomen expuesto, explorando con sus yemas los contornos del mismo y ejerciendo cierta presión cuando decidía atraerlo hacía sí o empujarlo contra la pared más cercana. Sumando a cada ataque suaves mordiscos tan irregulares como lo era su respiración. Suspiros y jadeos que se perdían en una sucesión de besos que solo iban escalando, presionando sus labios sobre el contrario en busca de ganar una guerra en la que solo había vencedores. Y es que, que poco le importaba mojarse por la cercanía de sus cuerpos. Ethan permitía escalofríos recorrer su piel con cada caricia que le robaba Nohlem, disfrutando del tacto helado que invadía aquellas zonas en las que hacían contacto. Besos, caricias, risas, mordiscos y tirones en lo que era el trayecto más complicado que había tenido en su vida.
Tentado estaba a esas alturas de pedirle entrar en una habitación cualquiera, conteniendo sus suspiros de que sonaran demasiado alto a pesar de verse arrinconado de nuevo contra la pared. El peso que le generaba el felino, la fiereza de sus besos, la lujuria con la que sus manos se desplazaban por él… todo era idílico, menos, la creciente sensación de estar siendo observados.
-Noh..nohlem... -El nombre quedó perdido, fundido entre el choque continuo de sus bocas. Convertido en apenas un jadeo entrecortado mientras volvía a caer presa de aquella pasión desmedida. Para su desgracia aquella inseguridad no desaparecía, así que lo intentó una segunda vez en una de aquellas breves pausas donde tenían que recordar cómo tomar aire.
-Nohlem... -Al menos está vez pudo completar la palabra en lo que apenas era un titubeo. Dejando que sus manos empujaran levemente los hombros del gato para ganar un poco de espacio entre ambos. Espacio que fue ignorado cuando su ruego se malentendió como un juego y se volvió a ver apresado entre el cuerpo húmedo del pelirrojo y la pared.
Aquel gesto le arrancó un suspiro sonoro demasiado cargado de dobles sentidos, olvidándose por completo del porqué había querido inicialmente llamarle la atención para fundirse de nuevo entre sus brazos. Apoyó las manos en sus mejillas, permitiéndose volver a profundizar en el beso una vez volvía a estar recostado en la pared. Mordía, tiraba y presionaba con fuerza a cada nuevo contacto que hacían, subiendo el tono de forma desmedida
Hasta que tonto de él, entreabrió los ojos ante una duda que solo daba vueltas por su cabeza. Encontrándose de frente no sólo con Kahlo, si no también con Rick. El gritito de sorpresa fue morir en la boca del pelirrojo. Antes de separarlo abruptamente, sin llegar a apartar las manos de sus mejillas. -Nohlem! Espera, espera… -Le susurro apurado a medida que los colores propios del calor se le juntaban con los de la profunda vergüenza que estaba sintiendo. -Que esta tu hermana y … Shh calla, y Rick. ¿No habíamos entrado por otro lado para precisamente no cruzarnos?? -Esto último fue una recriminación directa, dirigiendo una mirada que trataba de simular cabreo, pero se quedaba en la extenuación de tener que tomar aire de forma regular para poder decir dos palabras seguidas. -Te voy a matar.
-¡Hola, no os había visto! Haha, que.. Buena noche, espero que os lo estéis pasando genial... - Levanto la voz para dirigirse al resto, sin atreverse a moverse del sitio, como si quedarse en el mismo les diera una capa de invisibilidad ficticia. Solo liberando una de sus manos para saludarles de la manera más torpe posible. Quería desaparecer.
Por ello se puso aún más alegre cuando Nohlem por fin soltó la excusa barata que tanto estaba esperando. Ir fuerte había funcionado y la impaciencia que denotaba el felino venía acompañada de sus propios nervios, un cosquilleo en su interior que empezaba a alertarle de lo que estaba por venir.
-Si porfa, me pica un poquito el polo. -Mintió, estirando la prenda con ambos brazos y devolviéndole el gesto con inocencia fingida. Como si de verdad ese fuera el único motivo por el que querer desaparecer.
El que decidiera avanzar sin tomarle la mano le resultó extraño. Actitud que rápidamente entendió al girar la vista y darse cuenta de cómo Connor les seguía con la mirada, se trataba de una medida preventiva. Con tanto reto se había olvidado de ¨ese¨ problema. Un resoplido cargado vino acompañado de una peineta que le regaló al pelirrosa y mientras el felino aminoraba la marcha para huir de aquel conflicto, Ethan sacaba el móvil señalando la pantalla para que estuviera atento a la suya propia.
La confianza desmedida con el canadiense le impedía tener miedo a ninguna represalia, más bien al contrario, a sus ojos no estaba más que sufriendo uno de sus berrinches infantiles. Ya podía el gigantón fruncir el ceño cuánto quisiera que si quería buscarle podía tenerle. Ethan aprovechó el corto trayecto hacía el piano para enviarle unos mensajes al Whatsapp, dejando cerrado el asunto por su parte pues una vez mandados apago la pantalla sin esperar respuesta alguna.
-Me lo voy a tirar.
Así que aprovecha la barra libre de alcohol y lo que queda de noche para asumirlo
O si no tu y yo vamos a tener una conversación poco agradable.
Connor Wright, no me toques más los huevos.
Ah, y bebe con responsabilidad.
Como venga una ambulancia te la cargas igual.
Besos.
Así que aprovecha la barra libre de alcohol y lo que queda de noche para asumirlo
O si no tu y yo vamos a tener una conversación poco agradable.
Connor Wright, no me toques más los huevos.
Ah, y bebe con responsabilidad.
Como venga una ambulancia te la cargas igual.
Besos.
Apenas estaba guardando el teléfono en el bolsillo cuando recuperó el contacto visual con Nohlem. Confundido y un poco apurado, se quedó a medio camino tratando de pensar en excusas, pero antes de que pudiera verbalizar alguna, Nohlem habló y solo tuvo tiempo de articular un breve ¨Ah¨ siendo arrastrado al momento por el deseo de su compañero y chocando contra una superficie que siquiera llegó a razonar. Un breve quejido se hizo eco entre sus bocas mientras con una mano buscaba apoyo en el piano y la otra se colocaba tras la nuca del pelirrojo, atrayéndolo con la misma intensidad con la que él le dedicaba aquel beso.
La sorpresa inicial desapareció en la pasión del momento. Experimentando suaves cosquilleos a cada choque en el que sus labios volvían a encontrarse, solo interrumpidos cuando el gato tomó una distancia que le costó segundos procesar. ¨Ah, que hay gente¨.
Al tirón que recibió cuando se dirigían al pasillo le siguió una risa rota por la falta de aire, teñida de una euforia y alegría propia de un niño que acaba de ser pillado en plena fechoría. Una amplia sonrisa que permaneció los primeros instantes del segundo beso, en los que en vez de corresponder Ethan dejaba escapar suspiros divertidos que se veía incapaz de contener.
El frío y el calor se entremezclaban en aquella danza compartida. Las manos juguetonas del asiático se adentraban en un abdomen expuesto, explorando con sus yemas los contornos del mismo y ejerciendo cierta presión cuando decidía atraerlo hacía sí o empujarlo contra la pared más cercana. Sumando a cada ataque suaves mordiscos tan irregulares como lo era su respiración. Suspiros y jadeos que se perdían en una sucesión de besos que solo iban escalando, presionando sus labios sobre el contrario en busca de ganar una guerra en la que solo había vencedores. Y es que, que poco le importaba mojarse por la cercanía de sus cuerpos. Ethan permitía escalofríos recorrer su piel con cada caricia que le robaba Nohlem, disfrutando del tacto helado que invadía aquellas zonas en las que hacían contacto. Besos, caricias, risas, mordiscos y tirones en lo que era el trayecto más complicado que había tenido en su vida.
Tentado estaba a esas alturas de pedirle entrar en una habitación cualquiera, conteniendo sus suspiros de que sonaran demasiado alto a pesar de verse arrinconado de nuevo contra la pared. El peso que le generaba el felino, la fiereza de sus besos, la lujuria con la que sus manos se desplazaban por él… todo era idílico, menos, la creciente sensación de estar siendo observados.
-Noh..nohlem... -El nombre quedó perdido, fundido entre el choque continuo de sus bocas. Convertido en apenas un jadeo entrecortado mientras volvía a caer presa de aquella pasión desmedida. Para su desgracia aquella inseguridad no desaparecía, así que lo intentó una segunda vez en una de aquellas breves pausas donde tenían que recordar cómo tomar aire.
-Nohlem... -Al menos está vez pudo completar la palabra en lo que apenas era un titubeo. Dejando que sus manos empujaran levemente los hombros del gato para ganar un poco de espacio entre ambos. Espacio que fue ignorado cuando su ruego se malentendió como un juego y se volvió a ver apresado entre el cuerpo húmedo del pelirrojo y la pared.
Aquel gesto le arrancó un suspiro sonoro demasiado cargado de dobles sentidos, olvidándose por completo del porqué había querido inicialmente llamarle la atención para fundirse de nuevo entre sus brazos. Apoyó las manos en sus mejillas, permitiéndose volver a profundizar en el beso una vez volvía a estar recostado en la pared. Mordía, tiraba y presionaba con fuerza a cada nuevo contacto que hacían, subiendo el tono de forma desmedida
Hasta que tonto de él, entreabrió los ojos ante una duda que solo daba vueltas por su cabeza. Encontrándose de frente no sólo con Kahlo, si no también con Rick. El gritito de sorpresa fue morir en la boca del pelirrojo. Antes de separarlo abruptamente, sin llegar a apartar las manos de sus mejillas. -Nohlem! Espera, espera… -Le susurro apurado a medida que los colores propios del calor se le juntaban con los de la profunda vergüenza que estaba sintiendo. -Que esta tu hermana y … Shh calla, y Rick. ¿No habíamos entrado por otro lado para precisamente no cruzarnos?? -Esto último fue una recriminación directa, dirigiendo una mirada que trataba de simular cabreo, pero se quedaba en la extenuación de tener que tomar aire de forma regular para poder decir dos palabras seguidas. -Te voy a matar.
-¡Hola, no os había visto! Haha, que.. Buena noche, espero que os lo estéis pasando genial... - Levanto la voz para dirigirse al resto, sin atreverse a moverse del sitio, como si quedarse en el mismo les diera una capa de invisibilidad ficticia. Solo liberando una de sus manos para saludarles de la manera más torpe posible. Quería desaparecer.
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