La fiesta de la mansión - RV Gakuen
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Tak
Giniroryu
Seth
Raven
Trish
LEC
Sevent
Isma
Harek
Kanyum
14 participantes
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
La fiesta de la mansión - RV Gakuen
03/04/23, 10:22 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La casa estaba de las últimas dentro de la urbanización privada, pero incluso si alguno no tenía la dirección exacta sería fácil saber cual de todas era. Había tantas luces encendidas dentro y fuera del edificio que brillaba en la distancia. Según se fueran acercando al destino los invitados notarían la vibración de la música en el ambiente, que dadas las dimensiones de los terrenos del resto de viviendas no debería suponer un problema para los vecinos. A pesar de ser una urbanización antigua las calles parecían totalmente nuevas, casi todas las casas eran de estilo victoriano e iban de chalets a mansiones pasando por putos palacetes, y si bien la de los hermanos no era la más grande no se quedaba atrás en impresionante: parecía una casa señorial sacada de la Habana. Las verjas eran altas pero permitían ver el interior, bordeadas de arbustos de hibiscos, palmeras y otras plantas tropicales, un inmenso sauce llorón asomaba por detrás de la construcción y el portón estaba abierto de par en par en un exceso de confianza por la seguridad del vecindario. La imagen podría parecer de otra época si le restabas que estuviera sonando Bad Bunny a todo trapo o que en la calle ya hubiera varios coches de este siglo aparcados.
En las escaleras que daban a la puerta principal Kahlo atendía a los recién llegados mientras esperaba a que todos sus invitados apareciesen. La chica estaba perfectamente maquillada para la ocasión y llevaba el pelo -teñido de blanco como ya venía siendo habitual- recogido en un elaborado moño trenzado. Vestía con una camisa blanca con rayas muy abierta (no era a posta, el primer botón estaba a la altura en la que estaría el 3er o 4to botón en una camisa normal), unos pantalones de talle alto y unos zapatos con un poco de tacón. En las orejas llevaba los aros de oro más grandes que tenía, una cadena de oro que encajaba con el escote, uno o dos anillos por cada dedo de su mano izquierda, las uñas pintadas de un rojo muy oscuro y tantísimas pulseras y brazaletes como para que cualquier gesto que hiciera con esta sonase como el trineo de Papá Noel.
Al sol le faltaba muy poco para ocultarse del todo y la brisa hacía que apuntase a ser una noche de verano perfecta… si su hermano y sus amigos no la liaban.
Y pensando en el rey de Roma, apareció detrás suya. Vestía parecido a ella, aunque había rebajado el nivel de elegancia: una camisa veraniega negra con estampados de hojas de palma y flores rojas, de momento cerrada hasta arriba, unos pantalones marrones y unas vans negras. Llevaba dos anillos en cada mano, un colgante con una moneda de oro y sus aretes de siempre. Ya tenía pintalabios en la mejilla, y por lo pronto solo en la mejilla.
—¿Cuántos faltan?
—A mi que me cuentas, Nohlem. No me has dado una lista de gente —dijo lamiéndose el pulgar para borrarle el pintalabios como si de un niño manchado de helado se tratase—. Yo estoy esperando a los míos y diciéndole a tus amigos que se ahoguen en la piscina.
—I mi qui mi cuintis Nihlim- espera, ¿les estás diciendo qué?
A Kahlo se le escapó una risa con el tono preocupado que puso.
—Solo hazme el favor de no perderte tan pronto, que la gente llega y no sabe donde estás. Y si rompen algo es responsabilidad tuya.
No me hago responsable de lo que ocurra en este tema.
La casa estaba de las últimas dentro de la urbanización privada, pero incluso si alguno no tenía la dirección exacta sería fácil saber cual de todas era. Había tantas luces encendidas dentro y fuera del edificio que brillaba en la distancia. Según se fueran acercando al destino los invitados notarían la vibración de la música en el ambiente, que dadas las dimensiones de los terrenos del resto de viviendas no debería suponer un problema para los vecinos. A pesar de ser una urbanización antigua las calles parecían totalmente nuevas, casi todas las casas eran de estilo victoriano e iban de chalets a mansiones pasando por putos palacetes, y si bien la de los hermanos no era la más grande no se quedaba atrás en impresionante: parecía una casa señorial sacada de la Habana. Las verjas eran altas pero permitían ver el interior, bordeadas de arbustos de hibiscos, palmeras y otras plantas tropicales, un inmenso sauce llorón asomaba por detrás de la construcción y el portón estaba abierto de par en par en un exceso de confianza por la seguridad del vecindario. La imagen podría parecer de otra época si le restabas que estuviera sonando Bad Bunny a todo trapo o que en la calle ya hubiera varios coches de este siglo aparcados.
En las escaleras que daban a la puerta principal Kahlo atendía a los recién llegados mientras esperaba a que todos sus invitados apareciesen. La chica estaba perfectamente maquillada para la ocasión y llevaba el pelo -teñido de blanco como ya venía siendo habitual- recogido en un elaborado moño trenzado. Vestía con una camisa blanca con rayas muy abierta (no era a posta, el primer botón estaba a la altura en la que estaría el 3er o 4to botón en una camisa normal), unos pantalones de talle alto y unos zapatos con un poco de tacón. En las orejas llevaba los aros de oro más grandes que tenía, una cadena de oro que encajaba con el escote, uno o dos anillos por cada dedo de su mano izquierda, las uñas pintadas de un rojo muy oscuro y tantísimas pulseras y brazaletes como para que cualquier gesto que hiciera con esta sonase como el trineo de Papá Noel.
Al sol le faltaba muy poco para ocultarse del todo y la brisa hacía que apuntase a ser una noche de verano perfecta… si su hermano y sus amigos no la liaban.
Y pensando en el rey de Roma, apareció detrás suya. Vestía parecido a ella, aunque había rebajado el nivel de elegancia: una camisa veraniega negra con estampados de hojas de palma y flores rojas, de momento cerrada hasta arriba, unos pantalones marrones y unas vans negras. Llevaba dos anillos en cada mano, un colgante con una moneda de oro y sus aretes de siempre. Ya tenía pintalabios en la mejilla, y por lo pronto solo en la mejilla.
—¿Cuántos faltan?
—A mi que me cuentas, Nohlem. No me has dado una lista de gente —dijo lamiéndose el pulgar para borrarle el pintalabios como si de un niño manchado de helado se tratase—. Yo estoy esperando a los míos y diciéndole a tus amigos que se ahoguen en la piscina.
—I mi qui mi cuintis Nihlim- espera, ¿les estás diciendo qué?
A Kahlo se le escapó una risa con el tono preocupado que puso.
—Solo hazme el favor de no perderte tan pronto, que la gente llega y no sabe donde estás. Y si rompen algo es responsabilidad tuya.
- Nota:
Podéis llegar ahora o haber llegado ya. Pegaos a alguien con coche o moto, sino los mellizos os pagan el taxi. Para llegar apenas serían unos 20 minutos de carretera respecto al campus, pero sin vehículo propio o alguien que les acerque no hay otra manera más rápida de acceso: está en las afueras, rodeada de bosques, campos de cultivo y otras urbanizaciones privadas igual de pijas.
Sed libres de inventaros la disposición de la casa y los npcs que haya por ahí.
Hay una piscina, un porche, un estanque con carpas a pies del sauce llorón y la sala abierta que da al jardín tiene un piano y un billar dentro. La decoración es muy art nouveau, mucha madera, plantas blabla, igualmente aquí os dejo un tablero de pinterest pa referencia.
- ♪♫♬:
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
21/05/23, 11:37 pm
Airi asintió con convicción cuando Räg admitió que el profesor de física explicaba fatal. Si al día siguiente anunciaba que dimiría, Airi saltaría de alegría. Pero la proposición de Räg era algo bastante más realista que esperar que el profesor dejara su trabajo porque sí.
—No quiero abusar pero… la verdad es que estaría bien. Te devolveré el favor con lo que sea, ¿vale? Si suspendo física este trimestre otra vez mi madre me deshereda. —Después miró a Tawar, que también había ofrecido su ayuda, pero de una forma bastante más ilegal—. Ver antes el examen me ayudaría muchísimo, pero… bromas aparte, ¿estás segure de que es buena idea que te sigas colando en los despachos? No tengo nada en contra de que robes exámenes —admitió con una sonrisa pícara—, pero no deberías jugártela si no es para salvarte tú el pellejo… Podrían expulsarte para siempre si te pillan. Así que mi conciencia se queda más tranquila intentando aprobar sin trucos. De todos modos eres un sol por ofrecerte —añadió con una gran sonrisa—. No me importaría ayudar en el invernadero cuando pueda aun así. Me gustan mucho las plantas.
Airi observó con diversión cómo Tawar amontonaba la comida. Le repobladore tenía también preguntas sobre el futuro y, aunque faltaba tiempo, tenían que empzar a pensar en ello. En el campus había de todo, y Airi había pensado en estudiar a fondo la magia de cristales y rúnica, pero el asunto del profe de física le estaba desanimando.
—Yo quiero meterme en el módulo de elaboración de artefactos mágicos, si me da la media... —suspiró. Räg como mínimo estaba al tanto de la angustia que le producía aquello, pero a Tawar era la primera vez que se lo contaba—. En fin, ¡ya se verá! Contad vosotros —pidió. Al menos de Tawar no sabía a qué quería dedicarse por el día (porque de noche estaba claro que sería justiciero enmascarado).
—No quiero abusar pero… la verdad es que estaría bien. Te devolveré el favor con lo que sea, ¿vale? Si suspendo física este trimestre otra vez mi madre me deshereda. —Después miró a Tawar, que también había ofrecido su ayuda, pero de una forma bastante más ilegal—. Ver antes el examen me ayudaría muchísimo, pero… bromas aparte, ¿estás segure de que es buena idea que te sigas colando en los despachos? No tengo nada en contra de que robes exámenes —admitió con una sonrisa pícara—, pero no deberías jugártela si no es para salvarte tú el pellejo… Podrían expulsarte para siempre si te pillan. Así que mi conciencia se queda más tranquila intentando aprobar sin trucos. De todos modos eres un sol por ofrecerte —añadió con una gran sonrisa—. No me importaría ayudar en el invernadero cuando pueda aun así. Me gustan mucho las plantas.
Airi observó con diversión cómo Tawar amontonaba la comida. Le repobladore tenía también preguntas sobre el futuro y, aunque faltaba tiempo, tenían que empzar a pensar en ello. En el campus había de todo, y Airi había pensado en estudiar a fondo la magia de cristales y rúnica, pero el asunto del profe de física le estaba desanimando.
—Yo quiero meterme en el módulo de elaboración de artefactos mágicos, si me da la media... —suspiró. Räg como mínimo estaba al tanto de la angustia que le producía aquello, pero a Tawar era la primera vez que se lo contaba—. En fin, ¡ya se verá! Contad vosotros —pidió. Al menos de Tawar no sabía a qué quería dedicarse por el día (porque de noche estaba claro que sería justiciero enmascarado).
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
22/05/23, 03:50 pm
—Sí que me gustan, aunque sé poco sobre ellas —confesó a Tawar—. Pero justamente por eso estaré más que encantado de ayudarte no solo para devolverte el favor, si no para aprender.
Airia parecía dispueste a aceptar su oferta y le sonrió con convencimiento.
—No abusas nada: me encantará tenerte como compañera de estudios... Y tampoco hace falta que me devuelvas el favor de ninguna forma, porque además como ya dije no es que yo no saque nada de ello.
La sanaí hizo alusión a la posibilidad del riesgo que entrañaba lo que hacía le repobladore y asintió.
>>Sí, eso es cierto: si te pillan te expulsarían seguro —añadió en un tono más preocupado—. Ten mucho cuidado. Incluso sin que nos pases nada digo lo mismo que Airi respecto a lo del invernadero.
La otra pregunta de Tawar no era tan fácil de responder, pues era algo que Räg no tenía nada claro.
—Creo que me gustaría continuar con mis estudios mágicos sobre todo, pero no sé muy bien a qué me quiero dedicar en concreto todavía... —dijo algo pensativo—. Supongo que aún tengo tiempo de meditarlo. Qué bien que tú ya lo tengas tan claro, Airi. Ya verás como sí que puedes acceder al módulo, eres una persona trabajadora e inteligente.
Por alguna razón, según hablaba notó como se le encendían las mejillas ligeramente, un tanto confuso de por qué estaba sintiendo ¿vergüenza? de pronto. Le gustaba mucho la idea de ayudar a ambos y él y Airi ya eran compartían cuarto en la residencia desde que se habían hecho buenos amigos para ahorrar dinero, a fin de cuentas.
>>¿Y tú, Tawar? Entre los cuidados de las plantas y el activismo seguro que estás a tope en cuanto a actividades extraescolares. ¿Te interesa estudiar algo relacionado con eso o tienes otras ideas en mente?
Airia parecía dispueste a aceptar su oferta y le sonrió con convencimiento.
—No abusas nada: me encantará tenerte como compañera de estudios... Y tampoco hace falta que me devuelvas el favor de ninguna forma, porque además como ya dije no es que yo no saque nada de ello.
La sanaí hizo alusión a la posibilidad del riesgo que entrañaba lo que hacía le repobladore y asintió.
>>Sí, eso es cierto: si te pillan te expulsarían seguro —añadió en un tono más preocupado—. Ten mucho cuidado. Incluso sin que nos pases nada digo lo mismo que Airi respecto a lo del invernadero.
La otra pregunta de Tawar no era tan fácil de responder, pues era algo que Räg no tenía nada claro.
—Creo que me gustaría continuar con mis estudios mágicos sobre todo, pero no sé muy bien a qué me quiero dedicar en concreto todavía... —dijo algo pensativo—. Supongo que aún tengo tiempo de meditarlo. Qué bien que tú ya lo tengas tan claro, Airi. Ya verás como sí que puedes acceder al módulo, eres una persona trabajadora e inteligente.
Por alguna razón, según hablaba notó como se le encendían las mejillas ligeramente, un tanto confuso de por qué estaba sintiendo ¿vergüenza? de pronto. Le gustaba mucho la idea de ayudar a ambos y él y Airi ya eran compartían cuarto en la residencia desde que se habían hecho buenos amigos para ahorrar dinero, a fin de cuentas.
>>¿Y tú, Tawar? Entre los cuidados de las plantas y el activismo seguro que estás a tope en cuanto a actividades extraescolares. ¿Te interesa estudiar algo relacionado con eso o tienes otras ideas en mente?
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
22/05/23, 09:28 pm
¡Qué bien se lo estaba pasando compartiendo aquella conversación con ellos! Se habían preocupado por elle respecto a colarse en los despachos y se sintió culpable, pero les dio la razón en que debía tener cuidado. Después le llegó el turno a hablar del futuro y le ilusionó ver que su amigue tenía más o menos claro hacia dónde orientarse.
—¡Estoy con Räg! Seguro que consigues plaza en el módulo —le animó también. ¡Debían hacer piña para apoyarse!—. Y seguro que tú también lo vas deduciendo más adelante, hay tiempo. Y siempre podemos volver atrás si no elegimos lo mejor, que es mucha presión —le sonrió al mjörní.
Para elle, en cambio, se abría un sinfín de posibilidades. El mundo era enorme y quería hacer de todo.
—Yo... pff, os vais a preocupar más que antes. Por un lado, podría seguir acompañando a la Flora y dedicarme a cuidarla mejor pero sé que entonces acabaría de activista mágique o incluso de defensore en los grandes focos de naturaleza luchando y en peligro... Pero creo que soy muy joven para pensar en arriesgar mi vida de esa manera —se rascó la cabeza, preocupade—. O, también, podría dedicarme a las bibliotecas mágicas y ser vuestre future auxiliar que os busque manuales y grimorios. Casi que prefiero ser Tawar Jones y buscar grimorios perdidos para completar la biblioteca del campus —bromeó, para quitarle peso a lo anterior.
Bromas aparte, era una idea bastante suculenta y tentadora. Ya había hecho las paces hacía tiempo con el proceso de fabricación de los primeros libros así que también lo veía como una forma de preservar a les hijes de la Flora.
—¡Estoy con Räg! Seguro que consigues plaza en el módulo —le animó también. ¡Debían hacer piña para apoyarse!—. Y seguro que tú también lo vas deduciendo más adelante, hay tiempo. Y siempre podemos volver atrás si no elegimos lo mejor, que es mucha presión —le sonrió al mjörní.
Para elle, en cambio, se abría un sinfín de posibilidades. El mundo era enorme y quería hacer de todo.
—Yo... pff, os vais a preocupar más que antes. Por un lado, podría seguir acompañando a la Flora y dedicarme a cuidarla mejor pero sé que entonces acabaría de activista mágique o incluso de defensore en los grandes focos de naturaleza luchando y en peligro... Pero creo que soy muy joven para pensar en arriesgar mi vida de esa manera —se rascó la cabeza, preocupade—. O, también, podría dedicarme a las bibliotecas mágicas y ser vuestre future auxiliar que os busque manuales y grimorios. Casi que prefiero ser Tawar Jones y buscar grimorios perdidos para completar la biblioteca del campus —bromeó, para quitarle peso a lo anterior.
Bromas aparte, era una idea bastante suculenta y tentadora. Ya había hecho las paces hacía tiempo con el proceso de fabricación de los primeros libros así que también lo veía como una forma de preservar a les hijes de la Flora.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
23/05/23, 05:21 pm
Fleur asintió, conforme con la ayuda que le había proporcionado a Kalna. A ella le había costado entenderlo durante años pero no había que dejarse llevar por gente que no merecía la pena. De hecho apagó el móvil con expresión algo ausente, así su madre no podría llamarla a cada rato.
La francesa sonrió, encantada por la determinación de la otra chica y al mismo tiempo impresionada por su habilidad para hacerse el eyeliner. Después la siguió cuando ésta abrió la puerta del baño y se internaron en el pasillo. El bullicio de la gente la recibió.
Fleur se daría algo de brío, dando pasitos cortos y rápidos para reunirse con su novia. Seguro que estaban preocupadas porque tardó demasiado en regresar. Aunque no recibió ningún mensaje para que se diese prisa antes de desconectar su teléfono. Qué raro.
La chica torció la esquina con las mejillas algo encendidas por el ambiente cargado de la gente y pensando en que necesitaba llevarse algo a la boca para picar, o quizás algo de alcohol. Sin embargo la escena que se abrió ante ella en el mismo lugar en el que las había dejado fue sobrecogedora. Se quedó paralizada por unos segundos, sintiendo una punzada en el estómago al ver a su chica siendo besada por la anfitriona, hermosa como ella sola. Y... se sorprendió al sentir otro pellizco más, pero esta vez al desear estar en el mismo lugar que la hawaiana.
El sofoco no tardó en recorrer todo su cuerpo, azotando su nuca y su pecho como un huracán de emociones. Le gustaba. Vaya que sí. Y al mismo tiempo le daba rabia. Una mueca maliciosa cruzó su rostro con la velocidad de un cóndor cazando a su presa. Después de regodearse desde la distancia por lo agradable que resultaba que no la estuvieran viendo decidió vengarse, brevemente.
—¿Maila? ¿Kahlo? Qué... —su tono de voz, impostado con la mayor indignación de la que su actuación le permitía, llegaría hasta ellas como un cuchillo afilado. Añadió algo de lástima al tiempo que una de sus manos se apoyaba en la pared para darle dramatismo—. ¿Qué diablos... estáis haciendo?
No pudo aguantar más. Una risa fina afloró por su garganta y la chica se llevó las manos a la cara, aún roja por lo impactante. Esperaba haber roto el hielo, y poder unirse... más tarde.
La francesa sonrió, encantada por la determinación de la otra chica y al mismo tiempo impresionada por su habilidad para hacerse el eyeliner. Después la siguió cuando ésta abrió la puerta del baño y se internaron en el pasillo. El bullicio de la gente la recibió.
Fleur se daría algo de brío, dando pasitos cortos y rápidos para reunirse con su novia. Seguro que estaban preocupadas porque tardó demasiado en regresar. Aunque no recibió ningún mensaje para que se diese prisa antes de desconectar su teléfono. Qué raro.
La chica torció la esquina con las mejillas algo encendidas por el ambiente cargado de la gente y pensando en que necesitaba llevarse algo a la boca para picar, o quizás algo de alcohol. Sin embargo la escena que se abrió ante ella en el mismo lugar en el que las había dejado fue sobrecogedora. Se quedó paralizada por unos segundos, sintiendo una punzada en el estómago al ver a su chica siendo besada por la anfitriona, hermosa como ella sola. Y... se sorprendió al sentir otro pellizco más, pero esta vez al desear estar en el mismo lugar que la hawaiana.
El sofoco no tardó en recorrer todo su cuerpo, azotando su nuca y su pecho como un huracán de emociones. Le gustaba. Vaya que sí. Y al mismo tiempo le daba rabia. Una mueca maliciosa cruzó su rostro con la velocidad de un cóndor cazando a su presa. Después de regodearse desde la distancia por lo agradable que resultaba que no la estuvieran viendo decidió vengarse, brevemente.
—¿Maila? ¿Kahlo? Qué... —su tono de voz, impostado con la mayor indignación de la que su actuación le permitía, llegaría hasta ellas como un cuchillo afilado. Añadió algo de lástima al tiempo que una de sus manos se apoyaba en la pared para darle dramatismo—. ¿Qué diablos... estáis haciendo?
No pudo aguantar más. Una risa fina afloró por su garganta y la chica se llevó las manos a la cara, aún roja por lo impactante. Esperaba haber roto el hielo, y poder unirse... más tarde.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
24/05/23, 04:06 pm
Maila estaba en una nube. Una nube que le producía multitud de sensaciones como excitación, vértigo y placer. Una nube llamada Kahlo. Y en aquellos instantes para la hawaiana solo había lugar para las dos y aquel cielo infinito de besos. No pudo evitar soltar un bufido divertido cuando volvió escuchar el ronroneo de su amiga, obviamente sin dejar de besar sus labios.
-¿Miau? ¿Otra vez?- Bromeó con una sonrisa intentando picarla, para luego volver a perderse entre sus besos. Cuando Kahlo se apartó para observarla Maila se quedó confundida pero deseosa de deshacer de nuevo aquella distancia. Y acogió los nuevos besos de Kahlo con los ojos cerrados y un leve jadeo, fruto de los nervios. En las comisuras, en el cuello, la clavícula. La hawaiana estaba tan centrada en simplemente sentir que no era consciente de sus labios pintados por culpa de su amiga. Pero si lo hubiera sabido tampoco es que le hubiera importado demasiado, no con Kahlo ahí mismo. Incapaz de contenerse más tiempo puso un dedo en su barbilla, queriendo que dejara de besar su cuello. Y cuando lo hizo volvió a juntar sus labios con los suyos, volviendo a los pequeños mordiscos y sus manos perdidas en el cabello de la varmana. Fue entonces cuando terminó todo de repente.
La frase y el tono de Fleur activó una alarma en el cerebro de Maila. Y ésta se apartó con rapidez de la varmana y miró a la francesa con pánico y confusión en sus ojos. Se dio cuenta de que no estaba sola y que Kalna la acompañaba. ¿Por qué estaba enfadada? Habían hablado de aquello, de ser más flexibles...¿Era porque lo estaba haciendo con Kahlo, una amiga? Tampoco habían prohibido meter a sus amigas en aquello, la verdad... Estaba muy confusa y ahora asustada.
-¡F-FLEUR!- Dijo muy nerviosa.- ¡Bueno es q-que dijimos de ser más flexibles y...!- Empezó a explicarse, pero entonces su novia soltó una risilla revelando la naturaleza bromista de todo aquello. Maila se quedó un par de segundos en blanco, con los ojos muy abiertos y todavía presa de la incomodidad de la escena. Pero finalmente se reactivó mucho más aliviada y estalló en risas.-¡Pero tendrás mala leche, Fleur! ¡Me has asustado mucho!- Exclamó divertida pero aún con el cuerpo algo cortado.
Después miró durante unos segundos a Kahlo, que si ella lo había pasado mal no quería ni imaginar su amiga. Posó su mano en su espalda y empezó a hacer círculos en ella, queriendo transmitirle que estaba todo bien. No queriendo que se sintiera más nerviosa de lo que ya lo estaba ella y la verdad, aún deseaba estar en contacto con su amiga... Seguía siendo un poco incómodo todo aquello, pero por otro lado...Le había gustado que Fleur las hubiera visto besándose.- ¿Qué tal Kalna?- Dijo con una leve risa por los nervios que le estaba dando todo aquello, aún sin ser consciente de que tenía toda la boca machada de pintalabios.
-¿Miau? ¿Otra vez?- Bromeó con una sonrisa intentando picarla, para luego volver a perderse entre sus besos. Cuando Kahlo se apartó para observarla Maila se quedó confundida pero deseosa de deshacer de nuevo aquella distancia. Y acogió los nuevos besos de Kahlo con los ojos cerrados y un leve jadeo, fruto de los nervios. En las comisuras, en el cuello, la clavícula. La hawaiana estaba tan centrada en simplemente sentir que no era consciente de sus labios pintados por culpa de su amiga. Pero si lo hubiera sabido tampoco es que le hubiera importado demasiado, no con Kahlo ahí mismo. Incapaz de contenerse más tiempo puso un dedo en su barbilla, queriendo que dejara de besar su cuello. Y cuando lo hizo volvió a juntar sus labios con los suyos, volviendo a los pequeños mordiscos y sus manos perdidas en el cabello de la varmana. Fue entonces cuando terminó todo de repente.
La frase y el tono de Fleur activó una alarma en el cerebro de Maila. Y ésta se apartó con rapidez de la varmana y miró a la francesa con pánico y confusión en sus ojos. Se dio cuenta de que no estaba sola y que Kalna la acompañaba. ¿Por qué estaba enfadada? Habían hablado de aquello, de ser más flexibles...¿Era porque lo estaba haciendo con Kahlo, una amiga? Tampoco habían prohibido meter a sus amigas en aquello, la verdad... Estaba muy confusa y ahora asustada.
-¡F-FLEUR!- Dijo muy nerviosa.- ¡Bueno es q-que dijimos de ser más flexibles y...!- Empezó a explicarse, pero entonces su novia soltó una risilla revelando la naturaleza bromista de todo aquello. Maila se quedó un par de segundos en blanco, con los ojos muy abiertos y todavía presa de la incomodidad de la escena. Pero finalmente se reactivó mucho más aliviada y estalló en risas.-¡Pero tendrás mala leche, Fleur! ¡Me has asustado mucho!- Exclamó divertida pero aún con el cuerpo algo cortado.
Después miró durante unos segundos a Kahlo, que si ella lo había pasado mal no quería ni imaginar su amiga. Posó su mano en su espalda y empezó a hacer círculos en ella, queriendo transmitirle que estaba todo bien. No queriendo que se sintiera más nerviosa de lo que ya lo estaba ella y la verdad, aún deseaba estar en contacto con su amiga... Seguía siendo un poco incómodo todo aquello, pero por otro lado...Le había gustado que Fleur las hubiera visto besándose.- ¿Qué tal Kalna?- Dijo con una leve risa por los nervios que le estaba dando todo aquello, aún sin ser consciente de que tenía toda la boca machada de pintalabios.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
25/05/23, 03:38 pm
Su ronroneo sonó algo más violento tras el pique, como si se hubiera colado un gruñido entremedias por un segundo.
—Deberías sentirte afortunada... —susurró entre beso y beso—. No le ronroneo a cualquiera...
Es verdad que Kahlo era muy enamoradiza, pero fuera de un círculo varmano evitaba que sonidos como aquel la delatasen. No obstante con su amiga no le importaba dejarse ir, no en esa estampa.
No tuvo que seguir el camino color vino que la guiaba de vuelta a sus labios, la hawaiiana se encargó de que regresara a ellos. Sus manos se deslizaron por su cuello, sus yemas acariciaron el nacimiento de su pelo en su nuca y...
La inconfundible voz de la francesa la dejó helada tan pronto se despegó de su amiga, con la velocidad de quien acaba de tocar algo candente. La observó con los ojos abiertos como platos, el pintalabios corrido y las pruebas del delito provocadas por el mismo regadas por la pobre Maila. La varmana sintió muchas cosas de golpe, todas mientras su amiga se excusaba con la mayor brevedad posible: miedo, vergüenza, enfado por la traición, miedo otra vez... Ella ahí no tenía ni voz ni voto. Era tal su parálisis que cuando la francesa se echó a reír y por ende su novia, ella apenas soltó un suspirito con una sonrisa cortada que ya bastante le costó esbozar. Se llevó una mano al corazón, haciendo más obvio su estado. Le agradeció a Maila el contacto con una sonrisa algo más convincente, todavía apenada en su timidez. Repitió aquellos circulitos en su espalda de forma efímera, por si acaso la broma de Fleur escondía más realidad de la que creían, y evitó mirar a su pareja demasiado por lo cantosas que eran las marcas de su boca en ella.
—¡Hola! —fue a apartarse el pelo tras la oreja a pesar de que no había mechón alguno que domar—. Lo siento, jaja... Um —no, no podía con aquello. Se puso de lado a Maila y se esforzó en borrar con el pulgar el pintalabios que más abajo había llegado. Era para que no le manchara la ropa, claro... Miró a Kalna mientras trabajaba, la única que no la ponía nerviosa de ahí—. ¿Y Serena?
—Deberías sentirte afortunada... —susurró entre beso y beso—. No le ronroneo a cualquiera...
Es verdad que Kahlo era muy enamoradiza, pero fuera de un círculo varmano evitaba que sonidos como aquel la delatasen. No obstante con su amiga no le importaba dejarse ir, no en esa estampa.
No tuvo que seguir el camino color vino que la guiaba de vuelta a sus labios, la hawaiiana se encargó de que regresara a ellos. Sus manos se deslizaron por su cuello, sus yemas acariciaron el nacimiento de su pelo en su nuca y...
La inconfundible voz de la francesa la dejó helada tan pronto se despegó de su amiga, con la velocidad de quien acaba de tocar algo candente. La observó con los ojos abiertos como platos, el pintalabios corrido y las pruebas del delito provocadas por el mismo regadas por la pobre Maila. La varmana sintió muchas cosas de golpe, todas mientras su amiga se excusaba con la mayor brevedad posible: miedo, vergüenza, enfado por la traición, miedo otra vez... Ella ahí no tenía ni voz ni voto. Era tal su parálisis que cuando la francesa se echó a reír y por ende su novia, ella apenas soltó un suspirito con una sonrisa cortada que ya bastante le costó esbozar. Se llevó una mano al corazón, haciendo más obvio su estado. Le agradeció a Maila el contacto con una sonrisa algo más convincente, todavía apenada en su timidez. Repitió aquellos circulitos en su espalda de forma efímera, por si acaso la broma de Fleur escondía más realidad de la que creían, y evitó mirar a su pareja demasiado por lo cantosas que eran las marcas de su boca en ella.
—¡Hola! —fue a apartarse el pelo tras la oreja a pesar de que no había mechón alguno que domar—. Lo siento, jaja... Um —no, no podía con aquello. Se puso de lado a Maila y se esforzó en borrar con el pulgar el pintalabios que más abajo había llegado. Era para que no le manchara la ropa, claro... Miró a Kalna mientras trabajaba, la única que no la ponía nerviosa de ahí—. ¿Y Serena?
- ♪♫♬:
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
25/05/23, 04:05 pm
Aún seguía algo nerviosa por toda la situación, y no sabía muy bien si separarse de Fleur cuanto antes o quedarse algo más con ella. No quería molestarle más de lo que ya había hecho, y a lo mejor le venía bien salir al jardín y empezar con el alcohol…y tal vez buscar a Ethan para ese baile que se habían prometido hacía lo que parecía una eternidad.
Desde luego lo que menos esperaba era cruzarse en medio del pasillo con Kahlo y Maila en aquella actitud tan…cariñosa. Dudó un segundo antes de mirar a Fleur. Seguro que no se había tomado aquello nada bien… Tenía que ser duro encontrarte que tu pareja se estaba liando con otra a tus espaldas cuando estabas en una relación cerrada, suponía. No se le había olvidado aquella frase de que tenían que ayudarse entre ellas que le había dicho Fleur, y si la francesa necesitaba apoyo moral o lo que fuera iba a dárselo. Era lo justo tras todo lo que ella había hecho por Kalna.
La interrupción de todo fue brusca, aunque seguida de una risa que le costó reconocer como una broma, pues sus pensamientos aún estaban algo embotados por todas las emociones que acababa de sentir. Apartó un breve segundo la mirada de Kahlo cuando esta la miró, sin estar del todo cómoda después de todo lo que acababa de pasar.
—No lo sé, nos separamos hace mucho. Igual sigue con Rick —respondió, ignorando a posta la pregunta de Maila.
No es que pudiera decir que estuviera bien del todo, pero el "desde luego mejor de veros" se lo iba a callar porque no lo consideraba el momento. De hecho, de no ser porque se había preocupado por Fleur y por el caos que había venido después de su queja fingida, y que conseguían mantener el tamaño en el estándar humano, tendría las pupilas enormes.
Desde luego lo que menos esperaba era cruzarse en medio del pasillo con Kahlo y Maila en aquella actitud tan…cariñosa. Dudó un segundo antes de mirar a Fleur. Seguro que no se había tomado aquello nada bien… Tenía que ser duro encontrarte que tu pareja se estaba liando con otra a tus espaldas cuando estabas en una relación cerrada, suponía. No se le había olvidado aquella frase de que tenían que ayudarse entre ellas que le había dicho Fleur, y si la francesa necesitaba apoyo moral o lo que fuera iba a dárselo. Era lo justo tras todo lo que ella había hecho por Kalna.
La interrupción de todo fue brusca, aunque seguida de una risa que le costó reconocer como una broma, pues sus pensamientos aún estaban algo embotados por todas las emociones que acababa de sentir. Apartó un breve segundo la mirada de Kahlo cuando esta la miró, sin estar del todo cómoda después de todo lo que acababa de pasar.
—No lo sé, nos separamos hace mucho. Igual sigue con Rick —respondió, ignorando a posta la pregunta de Maila.
No es que pudiera decir que estuviera bien del todo, pero el "desde luego mejor de veros" se lo iba a callar porque no lo consideraba el momento. De hecho, de no ser porque se había preocupado por Fleur y por el caos que había venido después de su queja fingida, y que conseguían mantener el tamaño en el estándar humano, tendría las pupilas enormes.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
26/05/23, 11:38 pm
Aunque el beer pong le gustaba mucho más que Verdad o Reto, al final un juego de beber era un juego de beber y eso sumado a que Tayron a su lado parecía estar tocándole todo el rato accidentalmente (“¿Será consciente de que está pasando su cola por mis hombros? ¡No digas nada, Colmillo! No vaya a ser que se de cuenta y la quite.”) le hacía estar bastante emocionado y el primer reto no le decepcionó.
-¡Mierda, Rick! -exclamó entre carcajadas, no pudiendo evitar mofarse de su amigo a pesar de lo agradecido que estaba con él por haberse encargado de la crisis Connor.
La verdad es que todavía no sabía muy bien en qué había consistido dicha crisis ni cómo Rick la había contenido, pero siempre confiaba plenamente en su amigo y si él le había asegurado que se encargaría, no iba a ser Colmillo quien lo cuestionara.
-Joder, pobre Bob. Ahora va a tener pesadillas con pañales y biberones toda la noche -comentó riendo mientras con lo que él creía era disimulo se recostaba un poco más cerca de Tayron.
Y aunque se había agenciado un muy muy cómodo lugar, no le duró mucho, ya que el siguiente reto le hizo saltar hacia adelante para ofrecer su humilde ayuda. Porque obviamente Connor no iba a ser capaz de meterse todos esos cigarrillos en la boca él solo y no había nada que le gustara a Colmillo que ser servicial.
-Pareces el tubo de escape de tu moto -se regodeó riendo mientras metía uno a uno más cigarros en la boca de Connor.
Parecía que no le cabrían muchos más en la boca cuando Ethan picó a Connor con su propia capacidad de meterse cosas a la boca a lo que Colmillo contestó con una sonrisa, que se amplió más en dirección a Tayron.
-Solo una más de mis increíbles habilidades -añadió mientras seguía con su trabajo de meterle cigarros a Connor en la boca, esperando impresionar un poco al chico guapo sin pensar en absoluto en el doble sentido de la afirmación.
Al llegar a quince cigarros, Colmillo se decepcionó bastante al ver que el dieciséis no cabía y tras unos intentos de encajarlo en la comisura de los labios decidió que un hueco era un hueco y procedió a ponérselo en la nariz. Al momento, soltando una carcajada al ver la reacción de su amigo, pegó un salto atrás justo a tiempo para salir de la trayectoria de su agarre, preparado como estaba para aquella reacción, y se alejó sin parar de reir.
-¡En la cabeza no, Connor, que estoy estudiando! -gritó mientras se alejaba esperando que esto disuadiera a su amigo de pegarle, pero vio que la tos fue más que suficiente para que incluso le dieran ganas de moverse.
Riendo tanto por eso como por la solución que encontró para poder hablar entre tanta tos, Colmillo volvió a su sitio al lado de Tayron sujetándose la tripa de la risa, lanzándole un beso a Connor cuando la monótona voz femenina de Google le dijo que le reventaría el puto cabezón.
Para lo que no estaba preparado, en absoluto, era para el bailecito de Ethan. En todo momento, más concentrado en el baile en sí que en el hecho de que se lo estuviera haciendo a Tayron, Colmillo no podía dejar de pensar en que no sabía si sentirse tremendamente afortunado por tener a Ethan como su amigo o jodidamente desafortunado por tener a Ethan como su amigo.
Lo único que estaba consiguiendo que Colmillo se mantuviera quieto en el sitio era, por un lado, sus manos aferradas al asiento y, por el otro, el hecho de que todas las miradas, y más concretamente la de Nohlem, estaban en ese momento mirando en la dirección general en la que se encontraba, ya que Ethan le estaba bailando a Tayron y él estaba justo al lado.
“Qué bien bailas, Ethan, cabrón” pensó limitándose a pensamientos inocentes y casi resoplando de alivio cuando la canción terminó.
Pero el alivio, como no podía ser de otra manera esa noche, no duró demasiado, ya que su amigo decidió que no le había torturado lo suficiente.
-¿Eh? -preguntó con la mitad de su cerebro totalmente confundido y la otra mitad trabajando a mil en absoluta vergüenza mientras sus mejillas se coloreaban.
Durante unos segundos, Colmillo creyó que Ethan había dicho que Tayron tenía que darle chupitos de boca a boca sin vaso ni nada y eso casi hizo que se desmayara, pero en seguida se dio cuenta que se refería a que Tayron sujetara el vaso con su boca y Colmillo bebiera de él, lo que decididamente era menos interesante que su primera opción, aunque mejor para su salud mental.
-Voy… a… yo.. sí -explicó elocuentemente mientras se acercaba a la mesa de bebidas a preparar los chupitos.
Colmillo, dada su experiencia, sabía que podía tomarse cinco chupitos fuertes seguidos con toda la tranquilidad del mundo, pero también sabía que no aguantaría muchos más si no quería acabar ahogado en la piscina y lo que quería sobre todo era disfrutar del momento, así que decidió preparar diez chupitos con una ginebra light que había visto en la mesa y había descartado sin más, pero que sabía que tenía el mismo sabor que la ginebra normal y la mitad de alcohol. De esa manera, Colmillo podría beberse los diez sin problema y disfrutar como un chiquillo de la proximidad de Tayron. “Bueno, un chiquillo no, precisamente no…”
Cuando los chupitos estuvieron preparados, con dos extras porque se sentía optimista, Colmillo los dispuso sobre la mesa, ofreciéndole el primero a Tayron con una sonrisa entre tímida y sexy, aunque el efecto se arruinó un poco cuando casi se le cae de los nervios, pero consiguió salvarlo en el último segundo consiguiendo que solo se le cayera una gota en su propia mano.
-Esta de gratis -dijo lamiéndose la gota de la mano y esperando a que Tayron pusiera el primer chupito en su boca.
Con nerviosismo, pero con toda la determinación de la que fue capaz, Colmillo se acercó más a Tayron, rodeó el vaso chupito con sus labios con firmeza (porque alcohol era alcohol y no iba a dejar que se perdiera) y se inclinó hacia atrás esperando que Tayron le siguiera. La realidad es que ese primer chupito fue un poco patoso y aparatoso, lo que era esperable, pero Colmillo consiguió solo derramar unas gotas y eso le hizo sentir lo suficientemente optimista como para llenarse de algo parecido a la confianza.
-Acércate más o terminaremos tirándolo todo -le dijo lo suficientemente alto como para que le escuchara perfectamente, pero no tanto como para que los demás lo oyeran y sin quitar su sonrisa nerviosa, le entregó el siguiente chupito mientras le agarraba el antebrazo con la mano para acercarlo.
Colmillo, decidiendo que si llegaba a ser necesario culparía al alcohol de esta nueva valentía, totalmente impropia de él, le entregó el siguiente chupito acercándose un poquito más y esta vez le agarró de los dos brazos mientras se acercaba para beber.
“¡Joder, joder, joder, joder, joder, joder!” gritó de forma histérica en su mente, mientras su cuerpo seguía entregando chupitos y dándose cada vez más y más libertades. Un pulgar acariciando un bicep por aquí, una mano subiendo al hombro por allá. Con los últimos dos chupitos el brazo de Colmillo estaba ya casi rodeando sus hombros con la mano rozando su nuca y con su otra mano peligrosamente cerca del cuello.
Pero para bien o para mal, los chupitos se agotaron y el alcohol terminó haciéndole efecto y ya con el último Colmillo se dio cuenta que quizás si seguía bebiendo terminaría vomitando encima de Tay, lo que definitivamente era lo último que quería que ocurriera, así que tras el chupito número doce se alejó dos pasos del chico, lo que en ese momento se sentía como un abismo, y se giró al resto del grupo con la mente totalmente embotada y sobreexcitada.
-Chúpate esa, perra -le dijo a Ethan en un intento borracho de romper con la tensión sexual que le envolvía, ya que era eso o tirarse al cuello de Tayron, aunque probablemente si lo intentara solo conseguiría caerse al suelo, ya que en cuanto avanzó un paso adelante se tambaleó un poco-. Ups… no… Demasiado alcohol junto… Mejor… un paso a la vez -balbuceó un poco riéndose de su propia bobería y aprovechando su trastabilleo para volverse a agarrar al brazo de Tayron, medio fingiendo buscar estabilidad en él medio buscándolo totalmente en serio-. ¿Me ayudas? -le pidió con una sonrisa bobalicona y borracha, que quizás podría engañar a la mayoría, pero que sus amigos tendrían completamente calada.
Mientras Tayron le ayudaba amablemente a llegar a su silla de vuelta y siendo absolutamente sutil
-Ey, tú, la nueva amiga enana de Connor, Anamira -señaló a la única chica del grupo, riendo un poco por su propia broma que no tenía gracia-. ¿Verdad o reto?
La chica, que definitivamente no se llamaba Anamira, eligió reto y la sonrisa bobalicona de Colmillo se convirtió en una un poco psicópata.
-¿Conoces al profesor Aberyk? El que siempre se queda dormido en los exámenes -le preguntó acompañando la explicación con un gesto de barba para matizar más de quién hablaba-. Llámalo y confiésale tu amor eterno y desesperado por él. Cuantas más florituras y bizarradas en tu relato de romance desgarrador mejor.
Si la chica había dado clase con él, seguramente tendría su teléfono por los grupos de trabajo que solían hacer los profesores jóvenes como él, pero si no lo tenía Colmillo podría dárselo. Había conseguido los teléfonos de todos los profesores hacía tiempo. Nunca sabe uno cuando puede encajar bien una buena broma telefónica.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
27/05/23, 12:16 pm
Airi le sonrió a Räg con agradecimiento cuando le aseguró que no había problema en estudiar juntos. No dijo nada más, pero por supuesto que pensaba compensarlo, aunque fuese trayendo las mejores meriendas del mundo para esas tardes de estudio aburridas.
Cuando respondió a la pregunta de Tawar tanto este como Räg, tras expresar sus dudas, intentaron animarle, a lo que de nuevo respondió con una sonrisa, esta vez más tímida. Esperaba que estuvieran en lo cierto, pero aquella no era una noche para preocuparse por notas. Räg fue el siguiente en hablar de cómo se sentía al respecto del futuro, y aunque ya conocía sobre su indecisión no le gustaba ver que seguía comiéndose la cabeza con ello.
—Tenerlo claro no siempre lo es todo —le dijo, intentando tranquilizar sus dudas, y al escuchar las palabras de Tawar asintió con convicción—. ¡Claro! Siempre puedes estudiar más de una cosa. Mi padre también lo dice, que a lo mejor hasta que empiezas a estudiar algo no sabes si te gusta de verdad, y que no pasa nada por cambiar de plan varias veces en la vida —explicó. Lihkos solía tener el don de hacerle sentirse mejor, algo que a su madre solía faltarle.
Después llegó el turno de Tawar. Su primera frase hizo que le mirase fijamente, pero no era tan grave como había imaginado. El activismo podía ser peligroso, quizás más con su tamaño, pero este también le hacía escurridizo. No quería que se metiese en líos, y aunque respetaba profundamente el activismo, la otra opción resultaba más tranquila. Podía compaginar ambas, pero Airi prefirió no decir nada que pudiese resultar en más presión.
—Qué valiente eres, Tawar. Pero también me gusta mucho lo de las bibiotecas. Y lo de que trabajemos juntos aún más —agregó con una gran sonrisa—. La verdad… No importa dónde terminemos. Solo espero que sigamos siendo amigos entonces —admitió, no sin un poco de corte. Pero era la verdad.
Cuando respondió a la pregunta de Tawar tanto este como Räg, tras expresar sus dudas, intentaron animarle, a lo que de nuevo respondió con una sonrisa, esta vez más tímida. Esperaba que estuvieran en lo cierto, pero aquella no era una noche para preocuparse por notas. Räg fue el siguiente en hablar de cómo se sentía al respecto del futuro, y aunque ya conocía sobre su indecisión no le gustaba ver que seguía comiéndose la cabeza con ello.
—Tenerlo claro no siempre lo es todo —le dijo, intentando tranquilizar sus dudas, y al escuchar las palabras de Tawar asintió con convicción—. ¡Claro! Siempre puedes estudiar más de una cosa. Mi padre también lo dice, que a lo mejor hasta que empiezas a estudiar algo no sabes si te gusta de verdad, y que no pasa nada por cambiar de plan varias veces en la vida —explicó. Lihkos solía tener el don de hacerle sentirse mejor, algo que a su madre solía faltarle.
Después llegó el turno de Tawar. Su primera frase hizo que le mirase fijamente, pero no era tan grave como había imaginado. El activismo podía ser peligroso, quizás más con su tamaño, pero este también le hacía escurridizo. No quería que se metiese en líos, y aunque respetaba profundamente el activismo, la otra opción resultaba más tranquila. Podía compaginar ambas, pero Airi prefirió no decir nada que pudiese resultar en más presión.
—Qué valiente eres, Tawar. Pero también me gusta mucho lo de las bibiotecas. Y lo de que trabajemos juntos aún más —agregó con una gran sonrisa—. La verdad… No importa dónde terminemos. Solo espero que sigamos siendo amigos entonces —admitió, no sin un poco de corte. Pero era la verdad.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
27/05/23, 01:12 pm
Tayron mentiría si dijera que no estaba en su salsa y que no le gustaba llamar la atención. Sus pruebas hacían gracia, sus cumplidos llegaban a buen puerto. Y los retos calientes le estaban tocando a él.
El belga alzó las cejas muy impresionado cuando Connor lo escogió para que Ethan bailara de manera sensual. Aún se estaba riendo a carcajadas por el pobre Bob y los múltiples cigarrillos del grandote cuando se preguntó que pretendía este último. Estaba claro que el chico pasó de su puta cara en el momento en que apareció Nohlem robándose el foco y lo que a lo mejor habría sido un buen polvo. Y la verdad era inusual ver a su follamigo con cara de bobalicón. ¿Acaso quería joderles? No si al final tenía que darle las gracias y todo.
Tomó asiento sin embargo, ya que el varmano parecía no tener problemas o disimulaba como un campeón una de dos. Esperaba no ser asesinado luego.
Que le llamará darling le arrancó una risa divertida, y que cerrara los ojos para poder sentir la música en sus primeros pasos permitió que Tayron se detuviera en cada curva de su cuerpo sin disimulo. Al principio se sintió un poco mal por Colmillo, no quería que este se sintiera extraño tras estar tonteando con él y ahora volver a las andadas con el británico. Pero tras hacer una rápida comprobación descubrió que el chico también estaba hechizado por el momento. Así que se permitió disfrutar.
La experiencia fue demasiado fuerte incluso para él que estaba acostumbrado a que algunos tíos se contonearan en frente suya. Cualquiera que le conociera (que en ese entorno eran pocos) podría ver que para el belga no estaba siendo solo una prueba más. Principalmente porque a penas se reía en aquel estado obnubilado, su ceño estaba fruncido y de vez en cuando dejaba escapar un suspiro contenido por los giros vertiginosos de Ethan. Cuando el chico deslizaba las manos por su propio cuerpo y clavícula Tayron se imaginó que eran las suyas, palpando secretos en silencio.
—Ya te avisé de que no me gustan las normas —le advirtió con voz grave cuando le prohibió tocarle. No le quedó mas remedio que ser obediente y se llevó una mano a la cara de impotencia y frustración cuando se acomodó en su regazo.
Le estaba volviendo loco. Joooooooder con la rosita llena de espinas. Podía entender la fascinación de Nohlem por su encanto.
Anonadado por sus caricias y el juego de sus dedos el belga casi cayó preso de su deseo, apunto de unir sus labios a los de Ethan. Pero la canción terminó y también la ilusión que conllevaba. La cara de payaso que se le quedó entonces fue épica. Todo volvió a su sitio y aunque mirara a todos con una sonrisa de incredulidad por dentro estaba gritando. Cruzó una pierna sobre la otra para que su cuerpo no evidenciara sus intenciones.
La historia no terminó ahí. Porque lo que vino fue muchísimo mejor. Y es que Ethan era un pedazo de cabrón provocador. Cualquier tío sería estúpido si no quisiera un baile privado de los suyos acompañado de luz tenue. Pero Ethan no le hacía cosquillas en su interior. La mirada entre tímida y sexy de Colmillo momentos antes de empezar su propia prueba sí. No estaba seguro del todo de si era buena idea sentirse atraído con tanta fuerza y tan pronto hacia él. La última vez no le salió bien, pero que le partiera un rayo si no iba a dejarse llevar.
Siguió su juego con una mueca burlona, dispuesto a intercambiar el chupito de boca a boca y manteniendo un ritmo más que decente. El primero les salió algo regular, pero en cuanto le pillaron el tranquilo los siguientes sucedieron de manera más orgánica. En algún punto Colmillo incluso le pidió que se acercara más y comenzó a apoyar las manos en sus brazos, tocando los bíceps, hombros y nuca con confianza. Le gustaba aquel arrojo. Por su parte solo podía mirarle fijamente y jalear a cada rato cada vez que conseguían completar la prueba con éxito sin derramar demasiado. Solo unas gotitas de chupito impregnaban parte de su cuello y la camiseta, pero podía pasar por algo de sudor.
Tayron pasaba una mano por su cintura cuando el juego terminó y Colmillo se retiró de él, cortando toda la conexión que estaba sintiendo al tenerle tan cerca. Se descubrió respirando de manera más pesada y se maldijo por su mala suerte. En los primeros segundos ni siquiera supo qué hacer ni cómo esconder que el pecho le subía y bajaba más rápido de lo normal. Miró a Nohlem de reojo, casi pidiendo auxilio porque con él es con quién tenia más confianza. Pero al final decidió no lanzar ninguna de sus frases de tío popular y molón. Sencillamente porque si abría la boca solo sería para pedirle marcharse de allí un rato los dos a solas. Ni siquiera como una petición sexual, le bastaba con escucharle hablar y hablar sin distracciones del resto.
Volvió a su sitio, algo fastidiado al ver que Colmillo estaba lo suficiente afectado por el alcohol como para plantearle cualquier estupidez. Le ayudó a sentarse en la silla asintiendo con una sonrisa pero un poco más cabizbajo.
Se estaba rayando. Pero mazo mazo. ¿Era solo un juego? Tras la actitud de Ethan ya no tenía tan claro qué era más real y qué solo un intercambio casual de indirectas. Le observó plantear la siguiente prueba a Amira y emitió una carcajada por lo bajo ante sus ocurrencias. Estaba dispuesto a averiguarlo.
Tay se acercó aún más, moviendo su propia silla sobre el jardín de manera descarada hasta que sus hombros quedaran juntos. Su cola rodeó a Colmillo y su mano se posó en su rodilla con un masaje lento y casi imperceptible, casi como si no se estuviera dando cuenta. En aquel momento sus ojos también poseían un brillo febril y distintivo del que no iba del todo sobrio.
—¿Así de cerca te vale? —le preguntó en susurros respondiendo a su frase de antes la cual jamás llego a responder. Su atención parecía estar centrada en Amira, pero su mente y el motivo por el que el pecho se sacudía con tanta rapidez era otro. No le miraba a la cara, pero los círculos que trazaba en su rodilla se hacían más lentos, a punto de deshacer el contacto—. ¡Dale! —animó a la chica—. Con suerte le pillas haciendo cualquier mierda pervertida con su mujer a estas horas. Quién sabe qué tipo de cosas hace en la noche para quedarse dormido en todos los exámenes —remató.
El belga alzó las cejas muy impresionado cuando Connor lo escogió para que Ethan bailara de manera sensual. Aún se estaba riendo a carcajadas por el pobre Bob y los múltiples cigarrillos del grandote cuando se preguntó que pretendía este último. Estaba claro que el chico pasó de su puta cara en el momento en que apareció Nohlem robándose el foco y lo que a lo mejor habría sido un buen polvo. Y la verdad era inusual ver a su follamigo con cara de bobalicón. ¿Acaso quería joderles? No si al final tenía que darle las gracias y todo.
Tomó asiento sin embargo, ya que el varmano parecía no tener problemas o disimulaba como un campeón una de dos. Esperaba no ser asesinado luego.
Que le llamará darling le arrancó una risa divertida, y que cerrara los ojos para poder sentir la música en sus primeros pasos permitió que Tayron se detuviera en cada curva de su cuerpo sin disimulo. Al principio se sintió un poco mal por Colmillo, no quería que este se sintiera extraño tras estar tonteando con él y ahora volver a las andadas con el británico. Pero tras hacer una rápida comprobación descubrió que el chico también estaba hechizado por el momento. Así que se permitió disfrutar.
La experiencia fue demasiado fuerte incluso para él que estaba acostumbrado a que algunos tíos se contonearan en frente suya. Cualquiera que le conociera (que en ese entorno eran pocos) podría ver que para el belga no estaba siendo solo una prueba más. Principalmente porque a penas se reía en aquel estado obnubilado, su ceño estaba fruncido y de vez en cuando dejaba escapar un suspiro contenido por los giros vertiginosos de Ethan. Cuando el chico deslizaba las manos por su propio cuerpo y clavícula Tayron se imaginó que eran las suyas, palpando secretos en silencio.
—Ya te avisé de que no me gustan las normas —le advirtió con voz grave cuando le prohibió tocarle. No le quedó mas remedio que ser obediente y se llevó una mano a la cara de impotencia y frustración cuando se acomodó en su regazo.
Le estaba volviendo loco. Joooooooder con la rosita llena de espinas. Podía entender la fascinación de Nohlem por su encanto.
Anonadado por sus caricias y el juego de sus dedos el belga casi cayó preso de su deseo, apunto de unir sus labios a los de Ethan. Pero la canción terminó y también la ilusión que conllevaba. La cara de payaso que se le quedó entonces fue épica. Todo volvió a su sitio y aunque mirara a todos con una sonrisa de incredulidad por dentro estaba gritando. Cruzó una pierna sobre la otra para que su cuerpo no evidenciara sus intenciones.
La historia no terminó ahí. Porque lo que vino fue muchísimo mejor. Y es que Ethan era un pedazo de cabrón provocador. Cualquier tío sería estúpido si no quisiera un baile privado de los suyos acompañado de luz tenue. Pero Ethan no le hacía cosquillas en su interior. La mirada entre tímida y sexy de Colmillo momentos antes de empezar su propia prueba sí. No estaba seguro del todo de si era buena idea sentirse atraído con tanta fuerza y tan pronto hacia él. La última vez no le salió bien, pero que le partiera un rayo si no iba a dejarse llevar.
Siguió su juego con una mueca burlona, dispuesto a intercambiar el chupito de boca a boca y manteniendo un ritmo más que decente. El primero les salió algo regular, pero en cuanto le pillaron el tranquilo los siguientes sucedieron de manera más orgánica. En algún punto Colmillo incluso le pidió que se acercara más y comenzó a apoyar las manos en sus brazos, tocando los bíceps, hombros y nuca con confianza. Le gustaba aquel arrojo. Por su parte solo podía mirarle fijamente y jalear a cada rato cada vez que conseguían completar la prueba con éxito sin derramar demasiado. Solo unas gotitas de chupito impregnaban parte de su cuello y la camiseta, pero podía pasar por algo de sudor.
Tayron pasaba una mano por su cintura cuando el juego terminó y Colmillo se retiró de él, cortando toda la conexión que estaba sintiendo al tenerle tan cerca. Se descubrió respirando de manera más pesada y se maldijo por su mala suerte. En los primeros segundos ni siquiera supo qué hacer ni cómo esconder que el pecho le subía y bajaba más rápido de lo normal. Miró a Nohlem de reojo, casi pidiendo auxilio porque con él es con quién tenia más confianza. Pero al final decidió no lanzar ninguna de sus frases de tío popular y molón. Sencillamente porque si abría la boca solo sería para pedirle marcharse de allí un rato los dos a solas. Ni siquiera como una petición sexual, le bastaba con escucharle hablar y hablar sin distracciones del resto.
Volvió a su sitio, algo fastidiado al ver que Colmillo estaba lo suficiente afectado por el alcohol como para plantearle cualquier estupidez. Le ayudó a sentarse en la silla asintiendo con una sonrisa pero un poco más cabizbajo.
Se estaba rayando. Pero mazo mazo. ¿Era solo un juego? Tras la actitud de Ethan ya no tenía tan claro qué era más real y qué solo un intercambio casual de indirectas. Le observó plantear la siguiente prueba a Amira y emitió una carcajada por lo bajo ante sus ocurrencias. Estaba dispuesto a averiguarlo.
Tay se acercó aún más, moviendo su propia silla sobre el jardín de manera descarada hasta que sus hombros quedaran juntos. Su cola rodeó a Colmillo y su mano se posó en su rodilla con un masaje lento y casi imperceptible, casi como si no se estuviera dando cuenta. En aquel momento sus ojos también poseían un brillo febril y distintivo del que no iba del todo sobrio.
—¿Así de cerca te vale? —le preguntó en susurros respondiendo a su frase de antes la cual jamás llego a responder. Su atención parecía estar centrada en Amira, pero su mente y el motivo por el que el pecho se sacudía con tanta rapidez era otro. No le miraba a la cara, pero los círculos que trazaba en su rodilla se hacían más lentos, a punto de deshacer el contacto—. ¡Dale! —animó a la chica—. Con suerte le pillas haciendo cualquier mierda pervertida con su mujer a estas horas. Quién sabe qué tipo de cosas hace en la noche para quedarse dormido en todos los exámenes —remató.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
27/05/23, 03:35 pm
Por suerte para su integridad física, Connor se tomó bien su gesto. Le dedicó una sonrisa ante la puya, y se bebió parte de su propio vaso a la vez que él. Por suerte para ella, Rick tomo su relevo a la hora de tranquilizar al pelirrosa, y volvió junto al resto a las sillas que habían colocado. Se sentó en una, con la espalda medio apoyada en el respaldo y el pie izquierdo subido al asiento. Le tenía ganas a ver por donde empezaba aquello, y más cuando empezaba a notar los efectos del alcohol.
La primera prueba empezaba fuerte, con Rick teniendo que decirle a su padre que había embarazado a una chica. Al menos el tal Bob parecía bastante comprensivo, y le recordaba un poco a su propia madre, aunque el susto que debía de haberse llevado, y más colgando tan rápido no iba a ser para poco, y lo mismo el padre de Rick se pasaba la noche dándole vueltas al asunto. De todo aquello lo que más gracia le hacía era realmente Rick y cómo estaba tratando de explicarlo, aunque intentó contenerse durante la llamada para no delatar que era todo broma. Que se mantuviera la tensión un poco, eso era lo divertido.
El siguiente reto le resultó algo más incómodo, porque ver a Connor medio (y sin el medio) ahogándose por el humo le generaba cierta incomodidad. Entendía que si él no se había negado era que no le importaba demasiado, pero joder, si se iba a morir ahí mismo pareciendo un tren a vapor y tosiendo después de acabar. Eso sí, la risotada que soltó cuando Connor les habló usando a la mujer de Google no pudo evitarla. Aquella voz neutra soltando todos aquellos tacos había hecho que al menos se le olvidase el mal rato que debía haber pasado el otro hacía no tanto.
El bailecito de Ethan hizo que Amira mirase muy fijamente todo, disfrutando. Vale, no le gustaban los chicos, pero el británico bailaba de putísima madre, y eso podía apreciarlo. Los movimientos eran casi hipnóticos, y se sintió enormemente decepcionada cuando a canción y, por tanto, el baile, acabaron. Joder, quería más, y eso que no podía disfrutar del puntillo subido de tono que tenía para otros.
Colmillo bebiéndose chupitos de la boca de Tayron era otro espectáculo. Reaccionaba con pequeñas sonrisas a los toqueteos del primero al segundo, ya que Colmillo por fin estaba entrando en el juego después de no darse cuenta de las fichas más obvias. Si no les estaba jaleando para que se besaran de una vez era por no interrumpir la concentración de ambos en el momento, y porque luego Colmillo iba tan borracho como Adam.
Viendo que solo se estaban lanzando retos entre ellos les dedicó una mirada a Adam y Chromsa, como intentando saber si estaban molestando la reunión y debían irse. Entonces fue cuando Colmillo la eligió para un reto. Bueno, supuso que era para ella, porque ese desde luego no era su nombre.
—¡Pero si soy bollera! —se quejó al oír su prueba. ¿Cómo pretendía que colase eso? Si quería llamaba a una profesora, puede que a Cicatriz, pero a Aberyk…El “pues mejor me lo pones” de Colmillo hizo que ni siquiera lo sugiriera. Vale, su reto era ser hetero. Tremendo capullo era.
Bebió del vaso, acabando todo el contenido que quedaba, y esperó mientras miraba al resto, con curiosidad de cómo reaccionarían por rechazar el reto.
Apenas unos segundos después cogió el móvil, con una sonrisa divertida.
Tenía que aprovechar para crear algo de expectación tras su queja, y el querer darse algo más de valor bebiendo se lo había permitido de sobra. Buscó a Aberyk en su agenda y le llamó, asegurándose de marcar el altavoz, y se medio incorporó en la silla, con ambos pies en el suelo y las piernas separadas. Un tono. Seguramente le habían pillado dormido o haciendo cosas guarras con su pareja, como sugería Tayron. Dos tonos. Con suerte no lo cogía y Amira se libraba.
—¿Sí? – la voz somnolienta de Aberyk respondió. Ah, mierda.
—Bonne nuit, profesor Aberyk —se suponía que el francés era romántico, y pensaba aprovecharse de ello para el reto. A tope de que eso pareciera diálogo de fanfic cutre, o de una comedia romántica de esas que echaban a la hora de la siesta. —Soy Amira, de tu clase de tercero.
—Amira…—pareció pensar. O quedarse dormido, con Aberyk no se sabía—. Ah, sí. ¿Necesitas algo? Es muy tarde.
—Ah, pero es una noche preciosa. El momento adecuado para hablar de sentimientos y confesar nuestros más profundos deseos —puede que ella no actuase en el club de teatro, pero se conocía de sobra el cómo se hacía, y la voz pastelosa que ponía resultaba plenamente convincente. Podía decirle adiós a su media, pero si se la iba a cargar al menos lo hacía con espectáculo.
—¿Pero qué…?¿Esto es alguna clase de broma?
—No, no. Es totalmente en serio. Verás es qué… —le dedicó una mirada a Colmillo que significaba “ahora verás, mamón” —Es que me he dado cuenta de que no soy lesbiana. No, ¿cómo iba a serlo? Si me pierdo en ese ojo gris tan bonito tuyo en todas las clases. Te amo con toda la fuerza del universo, me he dado cuenta. ¿Cómo voy a ser lesbiana si te quiero?
—Amira, por favor —un bostezo—¿Qué estás diciendo? ¿Cómo que me quieres?
—Sí, sí. Estamos predestinados a estar juntos, ¿no lo notas? Nuestras almas están destinadas a quererse, a lo largo del tiempo y los milenios. Oh, Aberyk, por favor, por favor, no me rechaces, no podría soportarlo.
No hubo respuesta, como si aquello hubiera tocado algún tema sensible.
—No, si vous plait, no cuelgues. Dime que sientes lo mismo, por favor.
—…Ya hablaremos de esto. Y no me llames a estas horas, que necesito dormir
—Ah…bueno, bonne nuit. La próxima vez puedes dormir en mi cama, ma chèrie — tuvo tiempo de decir antes de que el profesor colgase. Ahí, acabando por todo lo alto y la frasecita romántica cliché.
Cuando se aseguró de que la llamaba estaba colgada, porque no fuera a ser ya que se oyese todo lo de después, guardó el teléfono e hizo una leve inclinación de cabeza, como una reverencia tras el espectáculo.
—Espero que te lo hayas pasado bien, Colmillo —dijo, dedicándole un corte de mangas claramente amistoso.
Luego le dió un par de vueltas a quién le iba a preguntar.
»Adam, ¿verdad o reto? —sonrió con malicia. Eligiera lo que eligiera no pensaba quedarse muy atrás. Que fuera reto solo hizo que ensanchase su sonrisa —Ya va siendo hora de que vistas con algo de gusto, así que cámbiate la ropa cooooon —miró al resto. Adam era demasiado alto para ponerse la ropa de la mayoría, así que eligió al que al menos llevaba algo elástico—Ethan.
De verdad lo sentía porque a Ethan le tocase ponerse aquel polo, pero bueno. Viendo lo pegado que estaba a Nohlem, seguro que este no tendría inconveniente en dejarle algo con más estilo de su armario en algún momento.
La primera prueba empezaba fuerte, con Rick teniendo que decirle a su padre que había embarazado a una chica. Al menos el tal Bob parecía bastante comprensivo, y le recordaba un poco a su propia madre, aunque el susto que debía de haberse llevado, y más colgando tan rápido no iba a ser para poco, y lo mismo el padre de Rick se pasaba la noche dándole vueltas al asunto. De todo aquello lo que más gracia le hacía era realmente Rick y cómo estaba tratando de explicarlo, aunque intentó contenerse durante la llamada para no delatar que era todo broma. Que se mantuviera la tensión un poco, eso era lo divertido.
El siguiente reto le resultó algo más incómodo, porque ver a Connor medio (y sin el medio) ahogándose por el humo le generaba cierta incomodidad. Entendía que si él no se había negado era que no le importaba demasiado, pero joder, si se iba a morir ahí mismo pareciendo un tren a vapor y tosiendo después de acabar. Eso sí, la risotada que soltó cuando Connor les habló usando a la mujer de Google no pudo evitarla. Aquella voz neutra soltando todos aquellos tacos había hecho que al menos se le olvidase el mal rato que debía haber pasado el otro hacía no tanto.
El bailecito de Ethan hizo que Amira mirase muy fijamente todo, disfrutando. Vale, no le gustaban los chicos, pero el británico bailaba de putísima madre, y eso podía apreciarlo. Los movimientos eran casi hipnóticos, y se sintió enormemente decepcionada cuando a canción y, por tanto, el baile, acabaron. Joder, quería más, y eso que no podía disfrutar del puntillo subido de tono que tenía para otros.
Colmillo bebiéndose chupitos de la boca de Tayron era otro espectáculo. Reaccionaba con pequeñas sonrisas a los toqueteos del primero al segundo, ya que Colmillo por fin estaba entrando en el juego después de no darse cuenta de las fichas más obvias. Si no les estaba jaleando para que se besaran de una vez era por no interrumpir la concentración de ambos en el momento, y porque luego Colmillo iba tan borracho como Adam.
Viendo que solo se estaban lanzando retos entre ellos les dedicó una mirada a Adam y Chromsa, como intentando saber si estaban molestando la reunión y debían irse. Entonces fue cuando Colmillo la eligió para un reto. Bueno, supuso que era para ella, porque ese desde luego no era su nombre.
—¡Pero si soy bollera! —se quejó al oír su prueba. ¿Cómo pretendía que colase eso? Si quería llamaba a una profesora, puede que a Cicatriz, pero a Aberyk…El “pues mejor me lo pones” de Colmillo hizo que ni siquiera lo sugiriera. Vale, su reto era ser hetero. Tremendo capullo era.
Bebió del vaso, acabando todo el contenido que quedaba, y esperó mientras miraba al resto, con curiosidad de cómo reaccionarían por rechazar el reto.
Apenas unos segundos después cogió el móvil, con una sonrisa divertida.
Tenía que aprovechar para crear algo de expectación tras su queja, y el querer darse algo más de valor bebiendo se lo había permitido de sobra. Buscó a Aberyk en su agenda y le llamó, asegurándose de marcar el altavoz, y se medio incorporó en la silla, con ambos pies en el suelo y las piernas separadas. Un tono. Seguramente le habían pillado dormido o haciendo cosas guarras con su pareja, como sugería Tayron. Dos tonos. Con suerte no lo cogía y Amira se libraba.
—¿Sí? – la voz somnolienta de Aberyk respondió. Ah, mierda.
—Bonne nuit, profesor Aberyk —se suponía que el francés era romántico, y pensaba aprovecharse de ello para el reto. A tope de que eso pareciera diálogo de fanfic cutre, o de una comedia romántica de esas que echaban a la hora de la siesta. —Soy Amira, de tu clase de tercero.
—Amira…—pareció pensar. O quedarse dormido, con Aberyk no se sabía—. Ah, sí. ¿Necesitas algo? Es muy tarde.
—Ah, pero es una noche preciosa. El momento adecuado para hablar de sentimientos y confesar nuestros más profundos deseos —puede que ella no actuase en el club de teatro, pero se conocía de sobra el cómo se hacía, y la voz pastelosa que ponía resultaba plenamente convincente. Podía decirle adiós a su media, pero si se la iba a cargar al menos lo hacía con espectáculo.
—¿Pero qué…?¿Esto es alguna clase de broma?
—No, no. Es totalmente en serio. Verás es qué… —le dedicó una mirada a Colmillo que significaba “ahora verás, mamón” —Es que me he dado cuenta de que no soy lesbiana. No, ¿cómo iba a serlo? Si me pierdo en ese ojo gris tan bonito tuyo en todas las clases. Te amo con toda la fuerza del universo, me he dado cuenta. ¿Cómo voy a ser lesbiana si te quiero?
—Amira, por favor —un bostezo—¿Qué estás diciendo? ¿Cómo que me quieres?
—Sí, sí. Estamos predestinados a estar juntos, ¿no lo notas? Nuestras almas están destinadas a quererse, a lo largo del tiempo y los milenios. Oh, Aberyk, por favor, por favor, no me rechaces, no podría soportarlo.
No hubo respuesta, como si aquello hubiera tocado algún tema sensible.
—No, si vous plait, no cuelgues. Dime que sientes lo mismo, por favor.
—…Ya hablaremos de esto. Y no me llames a estas horas, que necesito dormir
—Ah…bueno, bonne nuit. La próxima vez puedes dormir en mi cama, ma chèrie — tuvo tiempo de decir antes de que el profesor colgase. Ahí, acabando por todo lo alto y la frasecita romántica cliché.
Cuando se aseguró de que la llamaba estaba colgada, porque no fuera a ser ya que se oyese todo lo de después, guardó el teléfono e hizo una leve inclinación de cabeza, como una reverencia tras el espectáculo.
—Espero que te lo hayas pasado bien, Colmillo —dijo, dedicándole un corte de mangas claramente amistoso.
Luego le dió un par de vueltas a quién le iba a preguntar.
»Adam, ¿verdad o reto? —sonrió con malicia. Eligiera lo que eligiera no pensaba quedarse muy atrás. Que fuera reto solo hizo que ensanchase su sonrisa —Ya va siendo hora de que vistas con algo de gusto, así que cámbiate la ropa cooooon —miró al resto. Adam era demasiado alto para ponerse la ropa de la mayoría, así que eligió al que al menos llevaba algo elástico—Ethan.
De verdad lo sentía porque a Ethan le tocase ponerse aquel polo, pero bueno. Viendo lo pegado que estaba a Nohlem, seguro que este no tendría inconveniente en dejarle algo con más estilo de su armario en algún momento.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
27/05/23, 05:12 pm
Con el cambio de juego, Adam pensó que sería más interesante la noche con respecto al resto. Tenía ese pensamiento culposo de ver a los demás enfrentar preguntas incómodas y pruebas de a saber que tipo. Sin embargo temía el momento en que le tocase a él, aunque dependería mayormente de la pregunta o prueba.
Rick fue el primero en recibir, y la prueba fue más dura de lo que esperaba. Conocía al chico por encima, le caía muy bien y esperaba por su bien que su padre adoptivo no se tomase mal la noticia de mentira de que había embarazado a alguien. Observó toda la escena expectante, tapando su boca con una sonrisilla culpable por lo absurdo que era todo. Se sorprendió muchísimo cuando Bob mencionó a Serena como sospecha y se le escapó una pequeña risotada por lo bajo, esa chica apunta a ser bastante más para Rick de lo que Adam se esperaba, mirando a Chromsa arrastrando lo impactante de esa revelación.
—Espero que no se haya asustado demasiado —deseó a favor de Rick y su padre adoptivo.
El siguiente que tuvo que pagar fue Connor, aquel grandullón que escogió prueba también. Rick fue a saco, fumar tantos cigarros a la vez era bastante complicado y por cosas de la vida el ruso sabía cómo se sentía hacer esa locura. El de la mohicana fue uno por uno, introduciendo cigarros en la boca que, en cuanto superaba cierto número, se veía que lo estaba pasando regular. <<No respires tanto humo, toma airé entrecortadamente así aguantas algo más>>, pensó el Pegaso animando a Connor mentalmente mientras seguía el coro numérico, contando los cigarros que se iba fumando. No dijo nada como tal, le daba vergüenza recordar esas cosas de sí mismo delante de su novio.
—¡Jajajaja, Connor! No con la voz del traductor no, ¡jajajajajajajaja! —cuando escuchó la voz artificial hablar de esa forma tan vulgar, Adam no pudo evitar reír demasiado por ello escapándose unas lágrimas de tontería.
Aún así el pegaso iba animando a los que superaban las pruebas con amabilidad, siendo sus palabras interrumpidas por hipos tontos que se colaban entre frases.
Ethan fue la siguiente, teniendo su turno en hace una prueba que encendería bastante el ambiente. Ver al chico así, bailando a Tayron con esa sensualidad aunado con la ropa que llevaba... Adam tuvo que desviar la mirada bastantes veces, sonrojado, no podría negar que Ethan era bastante guapo. Angustiado le dio la mano a su pareja, como un tonto símbolo, una forma idiota de "demostrar" que solo tenía ojos para él, una inseguridad fortuita que proyectó en el pobre del fauno. Él seguramente no tendría celos por aquella tontería pero Adam... tampoco pensaba con claridad como para sopesar bien lo que pasaba por su cabeza y en la de otros.
Al fin, al fin pararon. Estaba tan incómodo por ello que capaz y la tierra le tragaba cono hubiesen seguido. No era por algo malo, estaban dando un espectáculo demasiado bueno, tan bueno que aliviaba verlos parar. Menos mal que Colmillo recibió un reto "normal" si así podían llamarlo. Alcohol, ese era la misión del chico y Adam, como si eso fuese un recordatorio, bebió lo que le quedaba de su vaso. Si se hubiera quedado ahí, tan solo. Adam ya era un verdadero tomate, viendo que estaban muy cerca. Vaya noche, todo era demasiado prohibido y como si él fuera parte del juego, bebía de su vaso al mismo ritmo que Colmillo bebiendo de Tayron.
Soltó un suspiro, tanto por el apuro como por el efecto de lo que había bebido durante toda la noche. Estaba algo sudoroso de los nervios, temía cuando llegaría su turno pero por suerte aún no lo era, era el de Amira. La chica, como era lógico, se quejó de la llamada por ser un hombre al que debía llamar, pero no cualquier hombre, sino el mismísimo profesor Aberyk. La llamada, para su sorpresa, la esgrimó bastante bien su amiga y, sorprendido, no sabía si Aberyk de verdad pensaba que los falsos sentimientos de Amira eran reales.
—Miedo tengo de que se lo haya creído Amira —confesó con toda la duda del mundo, a ver cómo se desenvolvía esa broma de cara al futuro.
Adam, sin embargo, no se esperaba tremenda vendida de Amira, mirándola con sorprendido cuando ella le sonrió así. Conque las cosas iban de aquella manera.
—Vale, prueba —confiaba en ella tampoco le podría algo tan complic...—. ¡¿Espera, qué?! —tamaña sorpresa se llevó con el reto. Miró instantáneamente a Ethan, también involucrado en el reto. Observó su ropa, toda de arriba a abajo y de nuevo se puso colorado. ¿Como diablos le quedaría aquella ropa, siquiera le entraría? Parecía elástico. Suspiró un poco, ya que los demás cumplieron su palabra él no sería menos—. Okay, pero Ethan prefiero que sea solo la parte de arriba —se acercó al chico, susurrándole lo siguiente—. Me da vergüenza, por favor, solo lo de arriba—. Estaba mirando a Chromsa, dando a entender que él era la causa de su vergüenza.
Habiendo aceptado esas condiciones se fue quitando el polo Lacoste, mostrando poco a poco su torso. Los demás verían que, aunque no estaba demasiado definido, se notaba un trabajo diario en aquel cuerpo ancho sin demasiado pelo y bastante blanquecino. Hicieron el cambio de ropa, tomando la del otro con vergüenza. Empezó con lo que parecía una redecilla de pescar, buscando por donde meter la cabeza. Era justo, apretado pero lograba ceder y amoldarse al pecho de Adam. Era sorprendentemente cómodo, así como la otra parte que eran dos mangas largas sin apenas tela en el resto de zonas, mostrando pecho libre.
—E-es bastante cómodo, aunque aprieta un poco —miró a todos, que lo miraban de vuelta. Tantos ojos en él lo hacían morirse de vergüenza. Se giró a Ethan, con su polo puesto. Le quedaba un poco grande, pero tampoco le quedaba mal—. Te queda muy bien jeje.
Por último, iba a mirar a Chromsa, al que en un principio no se atrevía a mirar. ¿Cuál sería su reacción? Sea cual sea, le dedicaría una leve sonrisa tímida y sonrojado, no estaba para nada acostumbrado vestir así y el cambio ya estaba hecho. Pero el fauno, al igual que Adam, también estaba coloradísimo y lo halagó.
—G-gracias, jeje —si no hubiese nadie delante le comía a besos pero no era buena idea, rescatandose un poquillo con un besito en la mejilla. Ya que lo tenía al lado, lo miró con un tinte de culpabilidad y formuló la pregunta que tenía ya pensada mientras le daba la mano con suavidad—. Chromsa, ¿verdad o reto?
La sonrisa se le amplió mucho cuando su pareja escogió verdad, imaginando por qué.
—Pueees, déjame pensarlo —estuvo un rato dando vueltas a ello, hasta que dio con algo—. Te haré una pregunta, ¿q-qué es lo que dirías que más te gusta de mí? —formuló, desconociendo si estaba permitido siquiera referirse a uno mismo con los retos y verdades pero Adam estaba en su salsa, sonriendo como nunca ocultando la vergüenza y lo acelerado que tenía el corazón.
Rick fue el primero en recibir, y la prueba fue más dura de lo que esperaba. Conocía al chico por encima, le caía muy bien y esperaba por su bien que su padre adoptivo no se tomase mal la noticia de mentira de que había embarazado a alguien. Observó toda la escena expectante, tapando su boca con una sonrisilla culpable por lo absurdo que era todo. Se sorprendió muchísimo cuando Bob mencionó a Serena como sospecha y se le escapó una pequeña risotada por lo bajo, esa chica apunta a ser bastante más para Rick de lo que Adam se esperaba, mirando a Chromsa arrastrando lo impactante de esa revelación.
—Espero que no se haya asustado demasiado —deseó a favor de Rick y su padre adoptivo.
El siguiente que tuvo que pagar fue Connor, aquel grandullón que escogió prueba también. Rick fue a saco, fumar tantos cigarros a la vez era bastante complicado y por cosas de la vida el ruso sabía cómo se sentía hacer esa locura. El de la mohicana fue uno por uno, introduciendo cigarros en la boca que, en cuanto superaba cierto número, se veía que lo estaba pasando regular. <<No respires tanto humo, toma airé entrecortadamente así aguantas algo más>>, pensó el Pegaso animando a Connor mentalmente mientras seguía el coro numérico, contando los cigarros que se iba fumando. No dijo nada como tal, le daba vergüenza recordar esas cosas de sí mismo delante de su novio.
—¡Jajajaja, Connor! No con la voz del traductor no, ¡jajajajajajajaja! —cuando escuchó la voz artificial hablar de esa forma tan vulgar, Adam no pudo evitar reír demasiado por ello escapándose unas lágrimas de tontería.
Aún así el pegaso iba animando a los que superaban las pruebas con amabilidad, siendo sus palabras interrumpidas por hipos tontos que se colaban entre frases.
Ethan fue la siguiente, teniendo su turno en hace una prueba que encendería bastante el ambiente. Ver al chico así, bailando a Tayron con esa sensualidad aunado con la ropa que llevaba... Adam tuvo que desviar la mirada bastantes veces, sonrojado, no podría negar que Ethan era bastante guapo. Angustiado le dio la mano a su pareja, como un tonto símbolo, una forma idiota de "demostrar" que solo tenía ojos para él, una inseguridad fortuita que proyectó en el pobre del fauno. Él seguramente no tendría celos por aquella tontería pero Adam... tampoco pensaba con claridad como para sopesar bien lo que pasaba por su cabeza y en la de otros.
Al fin, al fin pararon. Estaba tan incómodo por ello que capaz y la tierra le tragaba cono hubiesen seguido. No era por algo malo, estaban dando un espectáculo demasiado bueno, tan bueno que aliviaba verlos parar. Menos mal que Colmillo recibió un reto "normal" si así podían llamarlo. Alcohol, ese era la misión del chico y Adam, como si eso fuese un recordatorio, bebió lo que le quedaba de su vaso. Si se hubiera quedado ahí, tan solo. Adam ya era un verdadero tomate, viendo que estaban muy cerca. Vaya noche, todo era demasiado prohibido y como si él fuera parte del juego, bebía de su vaso al mismo ritmo que Colmillo bebiendo de Tayron.
Soltó un suspiro, tanto por el apuro como por el efecto de lo que había bebido durante toda la noche. Estaba algo sudoroso de los nervios, temía cuando llegaría su turno pero por suerte aún no lo era, era el de Amira. La chica, como era lógico, se quejó de la llamada por ser un hombre al que debía llamar, pero no cualquier hombre, sino el mismísimo profesor Aberyk. La llamada, para su sorpresa, la esgrimó bastante bien su amiga y, sorprendido, no sabía si Aberyk de verdad pensaba que los falsos sentimientos de Amira eran reales.
—Miedo tengo de que se lo haya creído Amira —confesó con toda la duda del mundo, a ver cómo se desenvolvía esa broma de cara al futuro.
Adam, sin embargo, no se esperaba tremenda vendida de Amira, mirándola con sorprendido cuando ella le sonrió así. Conque las cosas iban de aquella manera.
—Vale, prueba —confiaba en ella tampoco le podría algo tan complic...—. ¡¿Espera, qué?! —tamaña sorpresa se llevó con el reto. Miró instantáneamente a Ethan, también involucrado en el reto. Observó su ropa, toda de arriba a abajo y de nuevo se puso colorado. ¿Como diablos le quedaría aquella ropa, siquiera le entraría? Parecía elástico. Suspiró un poco, ya que los demás cumplieron su palabra él no sería menos—. Okay, pero Ethan prefiero que sea solo la parte de arriba —se acercó al chico, susurrándole lo siguiente—. Me da vergüenza, por favor, solo lo de arriba—. Estaba mirando a Chromsa, dando a entender que él era la causa de su vergüenza.
Habiendo aceptado esas condiciones se fue quitando el polo Lacoste, mostrando poco a poco su torso. Los demás verían que, aunque no estaba demasiado definido, se notaba un trabajo diario en aquel cuerpo ancho sin demasiado pelo y bastante blanquecino. Hicieron el cambio de ropa, tomando la del otro con vergüenza. Empezó con lo que parecía una redecilla de pescar, buscando por donde meter la cabeza. Era justo, apretado pero lograba ceder y amoldarse al pecho de Adam. Era sorprendentemente cómodo, así como la otra parte que eran dos mangas largas sin apenas tela en el resto de zonas, mostrando pecho libre.
—E-es bastante cómodo, aunque aprieta un poco —miró a todos, que lo miraban de vuelta. Tantos ojos en él lo hacían morirse de vergüenza. Se giró a Ethan, con su polo puesto. Le quedaba un poco grande, pero tampoco le quedaba mal—. Te queda muy bien jeje.
Por último, iba a mirar a Chromsa, al que en un principio no se atrevía a mirar. ¿Cuál sería su reacción? Sea cual sea, le dedicaría una leve sonrisa tímida y sonrojado, no estaba para nada acostumbrado vestir así y el cambio ya estaba hecho. Pero el fauno, al igual que Adam, también estaba coloradísimo y lo halagó.
—G-gracias, jeje —si no hubiese nadie delante le comía a besos pero no era buena idea, rescatandose un poquillo con un besito en la mejilla. Ya que lo tenía al lado, lo miró con un tinte de culpabilidad y formuló la pregunta que tenía ya pensada mientras le daba la mano con suavidad—. Chromsa, ¿verdad o reto?
La sonrisa se le amplió mucho cuando su pareja escogió verdad, imaginando por qué.
—Pueees, déjame pensarlo —estuvo un rato dando vueltas a ello, hasta que dio con algo—. Te haré una pregunta, ¿q-qué es lo que dirías que más te gusta de mí? —formuló, desconociendo si estaba permitido siquiera referirse a uno mismo con los retos y verdades pero Adam estaba en su salsa, sonriendo como nunca ocultando la vergüenza y lo acelerado que tenía el corazón.
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
28/05/23, 12:28 pm
Si de por si le resultaba complicado centrarse en las pruebas, las manos del pelirrojo no ayudaban a ello. Ethan tuvo que recolocarse varias veces mientras observaba a Colmillo beber como un descosido. La verdad es que esperaba que se hubiera retirado con 4 chupitos, no con 10. Ese loco estaba en una carrera de fondo contra Connor por ver quién llegaba antes a la UCI. Menos mal que el alcohol al menos le había espabilado y aunque torpe su amigo estaba empezando a acercarse de buena manera al guapo de Tay.
Ethan le observaba con un gesto complacido, propio de una madre orgullosa viendo a su patito volar por primera vez sin ayuda alguna. Gesto que se torció cuando una caricia traviesa le hizo morderse el labio con cierto nerviosismo.
-Gatito… Por favor… -Susurro a su compañero en un ruego apurado. La mano que descansaba sobre su muslo estaba trazando un recorrido peligroso que hacía florecer demasiado su imaginación. A pesar de la queja insulsa no hizo amago alguno de apartarla, pues cuando esta regresaba a territorio seguro la echaba en falta. -Como sigas así voy a empezar a contenerme muy poco… Aunque estemos en público.
Era una amenaza compartida en bajito, como una advertencia privada para Nohlem. Aún así, en el intermedio entre prueba y prueba se permitió cogerle del rostro para regalarle varios besitos seguidos, todos cortos y escuetos. Finalizando la cadena de amor con un ligero tirón al morderle el labio y retenerlo temporalmente. Amira iba a empezar su reto y no quería perdérselo, menos después de la llamada tan caótica de Rick.
Aunque.. bueno. Ethan se decepcionó un poco. Como teatralidad había estado bien pero dudaba que con tanta metáfora nadie se creyese esa pantomima. El factor de riesgo se le disipó desde el inicio, lo que hizo que aunque disfrutarse del resto de la conversación, no tuviera la misma gracia que le saco el ver al neoyorquino tan apurado.
El reto que ofreció tampoco fue su predilecto. Chasqueo la lengua y acabo riendo ante el mismo, había venido a jugar y pensar en aquel gigantón con su rejilla le acabo de convencer. Pidió ayuda a Nohlem para poder quitarse el top, no por otra es que esa mierda era jodida y más si tenías piercings en las orejas donde la malla pudiera enredarse.
Cuando lo hubo conseguido se acercó a Adam con la chaqueta en mano. Agradeció que solo quisiera cambiarse la parte superior, y le asintió con un cabeceo comprensivo siguiendo discretamente su mirada. -Ah no te preocupes, a Chromsa le gustaras lleves lo que lleves. -Esto último lo hizo guiñándole un ojo con cierta burla bienintencionada.
Si de inicio llevar un polo le repelía por completo, la ternura que le estaba dando ver al ruso tan tímido consiguió que ese se convirtiera en el menor de sus problemas. Por su lado se colocó la prenda sin mayores complicaciones, le quedaba tan enorme que los hombros le terminaban prácticamente a la altura de los codos. Al menos eso era un añadido, llevar de por si al cocodrilo era una horterada pero que pudiera parecer un camisón le restaba puntos de pijo y se los sumaba en adorabilidad. No era lo que buscaba para esa noche, pero tendría que contentarse.
-Ay Darling, este estilo no es muy de mi rollo pero te puedo asegurar que a ti, ese top, te queda espectacular. Si te acaba convenciendo avísame sí? Me se de una tienda donde podrías comprarte crop tops aún más monos. -Le dedico una sonrisa cargada de sinceridad, no iba a decirle que el polo le quedaba horrible… Pero le podía animar a probar otros conjuntos que desde luego, le sacaban bastante más. -Este te lo regala la casa, así que hazme el favor y disfrútalo. Que tu novio ya lo está haciendo por ti.
Le dedico un último guiño viendo como iba a juntarse con su pareja. Le alegraba haber perdido en sensualidad si a cambio los tortolitos ganaban en felicidad. Ahora bien, en cuanto se giró hacía Nohlem la mueca que puso fue todo un poema. Aborrecía la puñetera camiseta con toda su alma. A lo que remató el gato riéndose a carcajadas de su persona.
-Por favor… en cuanto se termine el juego consígueme otra ropa, yo no voy a aguantar toda la noche con esto que me da un sarpullido.
Obviamente, esto se lo susurro. Abrazándole a la altura del cuello para quedarse medio recostado, en parte para estar cómodo y en parte para esconderse del resto. Menuda vergüenza le daba llevar Lacoste, pero la alternativa era ir descamisado y no le apetecía.
Ethan le observaba con un gesto complacido, propio de una madre orgullosa viendo a su patito volar por primera vez sin ayuda alguna. Gesto que se torció cuando una caricia traviesa le hizo morderse el labio con cierto nerviosismo.
-Gatito… Por favor… -Susurro a su compañero en un ruego apurado. La mano que descansaba sobre su muslo estaba trazando un recorrido peligroso que hacía florecer demasiado su imaginación. A pesar de la queja insulsa no hizo amago alguno de apartarla, pues cuando esta regresaba a territorio seguro la echaba en falta. -Como sigas así voy a empezar a contenerme muy poco… Aunque estemos en público.
Era una amenaza compartida en bajito, como una advertencia privada para Nohlem. Aún así, en el intermedio entre prueba y prueba se permitió cogerle del rostro para regalarle varios besitos seguidos, todos cortos y escuetos. Finalizando la cadena de amor con un ligero tirón al morderle el labio y retenerlo temporalmente. Amira iba a empezar su reto y no quería perdérselo, menos después de la llamada tan caótica de Rick.
Aunque.. bueno. Ethan se decepcionó un poco. Como teatralidad había estado bien pero dudaba que con tanta metáfora nadie se creyese esa pantomima. El factor de riesgo se le disipó desde el inicio, lo que hizo que aunque disfrutarse del resto de la conversación, no tuviera la misma gracia que le saco el ver al neoyorquino tan apurado.
El reto que ofreció tampoco fue su predilecto. Chasqueo la lengua y acabo riendo ante el mismo, había venido a jugar y pensar en aquel gigantón con su rejilla le acabo de convencer. Pidió ayuda a Nohlem para poder quitarse el top, no por otra es que esa mierda era jodida y más si tenías piercings en las orejas donde la malla pudiera enredarse.
Cuando lo hubo conseguido se acercó a Adam con la chaqueta en mano. Agradeció que solo quisiera cambiarse la parte superior, y le asintió con un cabeceo comprensivo siguiendo discretamente su mirada. -Ah no te preocupes, a Chromsa le gustaras lleves lo que lleves. -Esto último lo hizo guiñándole un ojo con cierta burla bienintencionada.
Si de inicio llevar un polo le repelía por completo, la ternura que le estaba dando ver al ruso tan tímido consiguió que ese se convirtiera en el menor de sus problemas. Por su lado se colocó la prenda sin mayores complicaciones, le quedaba tan enorme que los hombros le terminaban prácticamente a la altura de los codos. Al menos eso era un añadido, llevar de por si al cocodrilo era una horterada pero que pudiera parecer un camisón le restaba puntos de pijo y se los sumaba en adorabilidad. No era lo que buscaba para esa noche, pero tendría que contentarse.
-Ay Darling, este estilo no es muy de mi rollo pero te puedo asegurar que a ti, ese top, te queda espectacular. Si te acaba convenciendo avísame sí? Me se de una tienda donde podrías comprarte crop tops aún más monos. -Le dedico una sonrisa cargada de sinceridad, no iba a decirle que el polo le quedaba horrible… Pero le podía animar a probar otros conjuntos que desde luego, le sacaban bastante más. -Este te lo regala la casa, así que hazme el favor y disfrútalo. Que tu novio ya lo está haciendo por ti.
Le dedico un último guiño viendo como iba a juntarse con su pareja. Le alegraba haber perdido en sensualidad si a cambio los tortolitos ganaban en felicidad. Ahora bien, en cuanto se giró hacía Nohlem la mueca que puso fue todo un poema. Aborrecía la puñetera camiseta con toda su alma. A lo que remató el gato riéndose a carcajadas de su persona.
-Por favor… en cuanto se termine el juego consígueme otra ropa, yo no voy a aguantar toda la noche con esto que me da un sarpullido.
Obviamente, esto se lo susurro. Abrazándole a la altura del cuello para quedarse medio recostado, en parte para estar cómodo y en parte para esconderse del resto. Menuda vergüenza le daba llevar Lacoste, pero la alternativa era ir descamisado y no le apetecía.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
29/05/23, 12:50 am
Chromsa no se esperó en absoluto la celebración de Adam, tardando en reaccionar mientras este lo subía en el aire momentánemente y riéndose una vez tocó el suelo. El juego continuó y el ochrorio iba a estar atento a las jugadas, esperando que fuera como la ronda anterior... pero las cosas cambiaron muy rápido. Se sonrojó un poco sin saber qué hacer cuando la táctica de Ethan llegó hasta el punto de que Nohlem y él decidieron dar "una tregua" a la partida mientras el ruso y Tayron seguían lanzando sin mucho éxito (no les culpaba, era difícil concentrarse con esa escena). -No... pasa nada- tranquilizó a su pareja con unas palmaditas en la espalda.
Tayron propuso cambiar a un juego que ya le sonaba un poco más. No es que lo hubiera jugado nunca, pero al menos sí conocía como funcionaba. A pesar de las palabras del chico, él mismo sabía que era un poco cortado para estas cosas, pero intentaría seguir el juego en lo posible.
Ya el reto que le tocó a Rick le puso muy en guardia para lo que podía tocarle a él, sufriendo más por el neoyorquino (y de paso también de su padre, que parecía ser muy buena gente) que riéndose de la broma telefónica. Con el reto de Connor pasó algo parecido al principio, pero en cuanto Colmillo le ayudó con un cigarrillo en la nariz no pudo evitar soltar una risilla. Sí, el pobre se estaba ahogando de todo el humo y el pestazo de los cigarrillos no le gustaba en absoluto, pero había sido gracioso. Ya cuando sonó la voz robótica desde el móvil del motorista no contuvo en absoluto las carcajadas.
El siguiente fue Ethan y... De nuevo, las mejillas del ochrorio se encendieron y no tenía muy claro que hacer ante lo que estaba viendo. Miró hacia el resto apurado, para comprobar que nadie se había dado cuenta de lo incómodo que estaba y de paso quitar la mirada del baile. Por suerte, no parecía el caso y con esa pasada a todo el grupo le sirvió para fijarse que Nohlem también parecía algo nervioso con aquel reto. Tal vez le costara ver de vez en cuando señales así, pero el fauno tenía claro que había mucha tensión entre los dos.
La misma tensión se palpaba entre el chico con cola de lémur y Colmillo, que justo le tocaba el siguiente reto. El ochrorio se quedó mirando perplejo con la habilidad que tenían ambos, dejando de lado gracias a eso los tintes más subidos de tono. Dio un par de aplausos cuando Colmillo se tomó el último chupito y miró a Amira para ver la siguiente jugada. -¿¡Al profesor Aberyk!?- preguntó al principio temiendo por las consecuencias de aquella broma para su amiga. Al menos dentro de lo malo no era un profesor del que se esperaba que se lo tomara tan mal, pero aún así la idea le daba mucho respeto. Una vez comenzó la llamada, a diferencia que con la primera, sí que se lo pasó bastante bien. La manera exagerada en la que hablaba Amira y la impasibilidad del profesor hicieron que en un par de ocasiones le saliera una risilla baja que tapó con la mano, intentando contenerse para no fastidiar el reto.
Y después llegó el turno de Adam. En cuanto la francesa lo propuso el ochrorio se quedó inmóvil en la silla con lo que aquello implicaba. Que el ruso aceptara hacerlo solo hizo que se pusiera más nervioso ante lo que iba a pasar. Nunca se había imaginado a su novio llevando algo así. Apartó la mirada (aunque seguía echando alguna de reojo) mientras los dos chicos se cambiaban la parte de arriba. En cuanto terminaron, Chromsa cerró los ojos rápidamente tomando aire y miró el resultado, justo cuando Adam lo estaba mirando a él. Las mejillas del ochrorio se derritieron, su cerebro estaba cortocircuitando y su boca entreabierta no llegaba a decir nada. -E-E-Estás m-muy guapo- consiguió decir a duras penas. Si había algún atisbo de recuperación, el beso en la mejilla se lo llevó al instante.
Todavía embelesado, respondió con -Verdad- por inercia sin pensarlo mucho. Que Adam tardara en hacer la pregunta le dio tiempo para poder calmarse y mirar sin enrojecerse al chico (al menos no tanto como antes). -¡Oh!- se sorprendió un poquito. No tardó mucho en pensarlo, aunque le diera un poco de corte contarlo delante de tanta gente: -Pues... No se si tiene sentido, pero me encanta la forma en que afrontas los problemas. Aún con todo lo malo que pueda pasar, siempre encuentras la manera de seguir adelante aunque cueste, de querer mejorar. Es algo que siempre he admirado. Además, eres tan bueno y amable y siempre me ayudas...- Él mismo se estaba dando cuenta de que iba a empezar a desvariar, así que decidió terminar la explicación con el mejor resumen, tapándose de paso las mejillas con las manos: -Bueno, básicamente me gusta todo de ti.- La reacción de Adam le ablandó aún más el corazón y, en cuanto el ruso le agradeció aquel cumplido, Chromsa se aventuró con un tímido y rápido besito en los labios.
Ahora le tocaba pasar el relevo, ¿pero a quién? En realidad al ser de los últimos no tenía mucho donde escoger y tenía claro a quien iba a preguntar. -Nohlem, ¿prefieres verdad o reto?- El varmano no tardó en responder y el fauno se cruzó de brazos pensando en un reto adecuado. Quería devolverle el favor a Ethan por las vistas y el momento tan bonito que había tenido con Adam, y viendo lo pegado que andaba al anfitrión... -¡Vale, lo tengo!- proclamó para luego mirar al chico. -Te reto a hacer algún salto chulo desde el trampolín de la piscina. Con la ropa puesta, claro- dijo aparentemente con inocencia. No sabía si con el color de la camisa de Nohlem pasaría lo que buscaba con aquello, pero al menos esperaba haber dado un empujoncito para los dos y que Ethan disfrutase el resultado.
Tayron propuso cambiar a un juego que ya le sonaba un poco más. No es que lo hubiera jugado nunca, pero al menos sí conocía como funcionaba. A pesar de las palabras del chico, él mismo sabía que era un poco cortado para estas cosas, pero intentaría seguir el juego en lo posible.
Ya el reto que le tocó a Rick le puso muy en guardia para lo que podía tocarle a él, sufriendo más por el neoyorquino (y de paso también de su padre, que parecía ser muy buena gente) que riéndose de la broma telefónica. Con el reto de Connor pasó algo parecido al principio, pero en cuanto Colmillo le ayudó con un cigarrillo en la nariz no pudo evitar soltar una risilla. Sí, el pobre se estaba ahogando de todo el humo y el pestazo de los cigarrillos no le gustaba en absoluto, pero había sido gracioso. Ya cuando sonó la voz robótica desde el móvil del motorista no contuvo en absoluto las carcajadas.
El siguiente fue Ethan y... De nuevo, las mejillas del ochrorio se encendieron y no tenía muy claro que hacer ante lo que estaba viendo. Miró hacia el resto apurado, para comprobar que nadie se había dado cuenta de lo incómodo que estaba y de paso quitar la mirada del baile. Por suerte, no parecía el caso y con esa pasada a todo el grupo le sirvió para fijarse que Nohlem también parecía algo nervioso con aquel reto. Tal vez le costara ver de vez en cuando señales así, pero el fauno tenía claro que había mucha tensión entre los dos.
La misma tensión se palpaba entre el chico con cola de lémur y Colmillo, que justo le tocaba el siguiente reto. El ochrorio se quedó mirando perplejo con la habilidad que tenían ambos, dejando de lado gracias a eso los tintes más subidos de tono. Dio un par de aplausos cuando Colmillo se tomó el último chupito y miró a Amira para ver la siguiente jugada. -¿¡Al profesor Aberyk!?- preguntó al principio temiendo por las consecuencias de aquella broma para su amiga. Al menos dentro de lo malo no era un profesor del que se esperaba que se lo tomara tan mal, pero aún así la idea le daba mucho respeto. Una vez comenzó la llamada, a diferencia que con la primera, sí que se lo pasó bastante bien. La manera exagerada en la que hablaba Amira y la impasibilidad del profesor hicieron que en un par de ocasiones le saliera una risilla baja que tapó con la mano, intentando contenerse para no fastidiar el reto.
Y después llegó el turno de Adam. En cuanto la francesa lo propuso el ochrorio se quedó inmóvil en la silla con lo que aquello implicaba. Que el ruso aceptara hacerlo solo hizo que se pusiera más nervioso ante lo que iba a pasar. Nunca se había imaginado a su novio llevando algo así. Apartó la mirada (aunque seguía echando alguna de reojo) mientras los dos chicos se cambiaban la parte de arriba. En cuanto terminaron, Chromsa cerró los ojos rápidamente tomando aire y miró el resultado, justo cuando Adam lo estaba mirando a él. Las mejillas del ochrorio se derritieron, su cerebro estaba cortocircuitando y su boca entreabierta no llegaba a decir nada. -E-E-Estás m-muy guapo- consiguió decir a duras penas. Si había algún atisbo de recuperación, el beso en la mejilla se lo llevó al instante.
Todavía embelesado, respondió con -Verdad- por inercia sin pensarlo mucho. Que Adam tardara en hacer la pregunta le dio tiempo para poder calmarse y mirar sin enrojecerse al chico (al menos no tanto como antes). -¡Oh!- se sorprendió un poquito. No tardó mucho en pensarlo, aunque le diera un poco de corte contarlo delante de tanta gente: -Pues... No se si tiene sentido, pero me encanta la forma en que afrontas los problemas. Aún con todo lo malo que pueda pasar, siempre encuentras la manera de seguir adelante aunque cueste, de querer mejorar. Es algo que siempre he admirado. Además, eres tan bueno y amable y siempre me ayudas...- Él mismo se estaba dando cuenta de que iba a empezar a desvariar, así que decidió terminar la explicación con el mejor resumen, tapándose de paso las mejillas con las manos: -Bueno, básicamente me gusta todo de ti.- La reacción de Adam le ablandó aún más el corazón y, en cuanto el ruso le agradeció aquel cumplido, Chromsa se aventuró con un tímido y rápido besito en los labios.
Ahora le tocaba pasar el relevo, ¿pero a quién? En realidad al ser de los últimos no tenía mucho donde escoger y tenía claro a quien iba a preguntar. -Nohlem, ¿prefieres verdad o reto?- El varmano no tardó en responder y el fauno se cruzó de brazos pensando en un reto adecuado. Quería devolverle el favor a Ethan por las vistas y el momento tan bonito que había tenido con Adam, y viendo lo pegado que andaba al anfitrión... -¡Vale, lo tengo!- proclamó para luego mirar al chico. -Te reto a hacer algún salto chulo desde el trampolín de la piscina. Con la ropa puesta, claro- dijo aparentemente con inocencia. No sabía si con el color de la camisa de Nohlem pasaría lo que buscaba con aquello, pero al menos esperaba haber dado un empujoncito para los dos y que Ethan disfrutase el resultado.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
29/05/23, 11:47 am
Räg no pudo si no asentir a los comentarios de sus amigos acerca de su indecisión para el futuro.
—Sí, no os preocupéis, sé que todavía tengo tiempo para decidirlo. Aunque a veces es inevitable sentir cierta presión al respecto: hay algunos profesores muy insistentes con "el futuro" y todo eso... Y, bueno, en mi caso no aplica, pero sé que hay muchos padres que son bastante terribles con eso. Espero que tus padres no te molesten mucho con eso, Airi.
No conocía demasiado a los padres de su amiga; pero aunque parecían buenas personas, tenía la idea de su madre como una persona un poco estricta a veces. Él y Tawar no contaban con figuras paternas, por lo que le senaía era le únique del pequeño grupito que podía tener algún problema en ese sentido.
Al igual que Airi, le alivió comprobar que lo que le repobladore quería decir no sonaba ni de lejos tan mal como lo había planteado al principio y le sonrió a su pequeñe amigue reforzando las palabras de le chique.
—Lo que decidas hacer estará bien mientras sea lo que quieres de verdad. Y por supuesto que nos seguiremos apoyando mutuamente: a lo mejor no estoy seguro de qué quiero hacer con mi carrera profesional, pero sí de que quiero seguir siendo vuestro amigo.
Al igual que le sanaí, el mjörní también se sintió algo cortado diciendo frases como aquellas, pero era la verdad y no iba a dejarse vencer por una vergüenza infundada después de que sus amigues se estuviesen sincerando de esa forma.
—Sí, no os preocupéis, sé que todavía tengo tiempo para decidirlo. Aunque a veces es inevitable sentir cierta presión al respecto: hay algunos profesores muy insistentes con "el futuro" y todo eso... Y, bueno, en mi caso no aplica, pero sé que hay muchos padres que son bastante terribles con eso. Espero que tus padres no te molesten mucho con eso, Airi.
No conocía demasiado a los padres de su amiga; pero aunque parecían buenas personas, tenía la idea de su madre como una persona un poco estricta a veces. Él y Tawar no contaban con figuras paternas, por lo que le senaía era le únique del pequeño grupito que podía tener algún problema en ese sentido.
Al igual que Airi, le alivió comprobar que lo que le repobladore quería decir no sonaba ni de lejos tan mal como lo había planteado al principio y le sonrió a su pequeñe amigue reforzando las palabras de le chique.
—Lo que decidas hacer estará bien mientras sea lo que quieres de verdad. Y por supuesto que nos seguiremos apoyando mutuamente: a lo mejor no estoy seguro de qué quiero hacer con mi carrera profesional, pero sí de que quiero seguir siendo vuestro amigo.
Al igual que le sanaí, el mjörní también se sintió algo cortado diciendo frases como aquellas, pero era la verdad y no iba a dejarse vencer por una vergüenza infundada después de que sus amigues se estuviesen sincerando de esa forma.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
30/05/23, 12:02 am
Mientras veía a Colmillo cumplir su reto y pensaba en la suerte que estaba teniendo el capullo de Tayron, sus manos no pararon quietas sobre Ethan. Al principio eran caricias distraídas, ligeros vaivenes que recorrían su pierna y su baja espalda, aunque cada vez se adentraban más y más, una en su pantalón, la otra en la redecilla. Cuando su compañero le advirtió para que parase Nohlem apartó la mano de su muslo y se cubrió la sonrisa con ella, tratando de verse neutro ante semejante provocación. No engañaba a nadie, claramente le divertía y se moría porque Ethan se descontrolase.
La mano no tardó en regresar a su pierna, aunque fuera quieta, cuando el moreno se dedicó a darle picos como si de un pajarito se tratase. Sus ronroneos no eran audibles por la música, pero iban y venían con cada contacto y a cada pequeño mordisco, los cuales aguantaba a suspiros. Estaba haciendo milagros para no comérselo ahí mismo, y llegados a este punto si atendía a los retos es porque Ethan lo hacía. Si por el fuera estarían en otro punto.
De no ser por la voz de Aberyk en vivo y en directo, la forma en la que Amira se carryleó la llamada le habría hecho pensar que estaba fingiendo. Su nivel de teatralidad impasiva era sorprendente. El varmano sonreía con una mueca extraña al estar sufriendo tamaña vergüenza ajena con lo cantosa que estaba siendo y a cada floritura arrugaba más el morro. Había disfrutado de la vergüenza de Rick, ahora lo estaba pasando hasta mal. Agradeció que acabase con una risa entredientes, risa que solo creció cuando oyó que el reto de Amira para Adam involucraba al británico. Por un lado estaba bien, Nohlem pudo ayudarle a quitarse el top y eso le arrebató otro par de ronroneos y una sonrisita de dobles sentidos, por otro…
“Ay manda pinga, ese polo feo como carajo no.”
Con otra sonrisa mezclada en horror el varmano se ajustó en su asiento mientras Ethan le acercaba la prenda a Adam. Al ruso le quedaba… oye, muy bien, llevando ropa tan increiblemente fea era una alegría darse cuenta de que el muchacho no lo era, ahora que el otro…
La grima en su rostro fue breve, pero tan discreta como el disparo de un tanque. Cuando este le miró con reproche no pudo evitar reírse a carcajadas. Que le estuviera grande lo hacía mejor y peor a la vez. Una vez empezó le costó parar.
—Hm-hm, hm-hm —masculló en cuanto volvió a sentarse sobre él, aguantándose los bufidos. La excusa era perfecta y agradecía inmensamente tener un motivo TAN URGENTE para desnudarle, pero…—. Te queda muy bien, ja-ja —imitó las palabras del fortachón en un susurro y en seguida volvió a partirse en silencio.
Para compensar Nohlem le estrujó y le dio un par de besos en el cuello, recreándose en la felicidad del enamorado a pesar de que el olor del perfume de otro le descolocaba un poco.
Con la prueba, bueno, la verdad que le planteó Adam a su novio estuvo a punto de mofarse, de quejarse de que aquello era demasiado cobarde y cursi (“¡Yastá buena la ñoñería pues!”) pero después de reírse tanto no le pegaba ser tan cabrón. Ya compensaría con su víctima, el último que quedaba en ronda, porque por suerte Chromsa le elegió a él.
—Reto —dijo con la barbilla levemente alzada, creyendo que lo que le pusiera aquel chico sería tan fácil e indoloro como jugar al zapatito blanco zapatito azul, y bueno, en cierto modo no era ninguna burrada como las anteriores, pero… Abrió bien los ojos y asintió un par de veces, “complacido”—. ¡Bien, bien! ¡Puteando, así me gusta!
Hostia, y tan puteado. No es que por ser felino odiase el agua, pero, joder, su ropa. No llevaba bañador pero suponía que mejor así que desnudo. Le dio un par de palmaditas a Ethan para que le dejase levantarse y se irguió con un suspiro teatral. Luego le tendió su móvil y se encaminó a la piscina. En el borde de esta se quitó los zapatos y los calcetines (antes muerto que ir pisando sobre mojado) y se volteó al grupo con las escaleras del trampolín a medio escalar, pegando una voz para hacerse oír sobre la música.
—¿Estoy a tiempo de beber?
Era broma. Más o menos.
Viendo venir lo que se proponía el varmano una panda que había dentro del agua le animó no con palabras sino con vocales gritadas y se apartaron de la zona de caída. Nohlem se puso al borde del trampolín, dándole la espalda a la piscina y la frente a sus amigos. Hizo el saludo militar, con exhalaciones que venían siendo risas arrepentidas por no haber bebido, y empezó a saltar. Al tercer brinco bajó las manos para darse impulso y echó el cuerpo hacia atrás, dando una voltereta inversa (por supuesto ayudada por el trampolín, ni de coña hacía eso sobre suelo) antes de caer al agua, salpicando.
Su cabeza de un naranja dos tonos más oscuros por estar mojada no tardó ni dos segundos en asomar, acompañada de un resoplido por el cambio de temperatura y los aullidos de quienes le recibieron dentro. Al salir de la piscina se sacudió el pelo como lo hacía Colmillo cuando imitaba a un chucho y maldijo varias veces en español cuando notó el lastre de su ropa. La camisa no se transparentaba al ser oscura, pero se le pegaba al cuerpo y debido al peso extra se le veía más torso del que ya se le veía antes. Recogió sus zapatos pero no se los puso y volvió al grupo sintiéndose una bolsa.
—¡Muchas gracias, Chromsa, amigo, pal, buddy chum friend! —abrió los brazos de manera peligrosa, buscando un abrazo que sino se apartaba a tiempo le daría sin piedad—. ¡Necesitaba refrescarme!
El fauno hizo amago de escabullirse pero él fue más rápido y le trincó igual. Le zarandeó de lado a lado, empapándole ropa y pelo en el proceso sin dejar de darle las gracias en español. Terminó con unas palmaditas que podían salpicar a los que tenía más cerca. No teniendo suficiente se volteó para buscar a su próxima víctima, Rick, que tan pronto le vio acercarse salió escopetado. Nohlem no le siguió, conforme con el nuevo poder adquirido, y entre risitas maliciosas se sacó la camisa del pantalón y la exprimió. Con más calma volvió a su asiento, tiró los zapatos al suelo y abrió los brazos una última vez para Ethan, al que le faltó saltar como una gacela del asiento e hizo lo mismo que el neoyorquino.
—¡Joder, hasta el cojo! ¡Y luego el gato soy yo! ¿Por qué os da miedo el agua? ¿Qué sois, otakus? —se apartó el pelo de la frente y lo sacudió con la mano para recuperar su despeinado habitual—. Bueno, VISTO QUE ya nis compadres me quieren… Tayron, ¿verdad o reto?
El lémur no decepcionaba. Eligió reto. Nohlem sonrió con malicia, adoptando una pose digna del padre de Shinji Ikari con los codos sobre sus rodillas, aunque estando empapado le quitaba respeto.
—Te reto a llamar a cualquiera de tus contactos. Altavoz puesto, por supuesto. Pero no vas a hablar, tienes que gemir todo el rato; gemir, jadear, gruñir, lo que quieras, pero no puedes hablar. Y la llamada se acaba SOLO cuando cuelgue el otro.
Se echó para atrás hasta dar con el respaldo, brazos cruzados y sonrisa ladina. Por el rabillo del ojo vio que Ethan seguía riéndose y se negaba a tomar asiento ni a su lado, desconfiado de él, a lo que le reprochó encogiéndose de hombros.
—¿Qué pasa, ya no te sientas sobre mi? Ya no estoy tan caliente —un poco más bajo, pero casi nada, continuó—: Aunque eso tiene remedio…
Se dio unas palmaditas en la rodilla, con una sonrisa de ojos cerrados demasiado inocente. No, de verdad se estaba helando.
La mano no tardó en regresar a su pierna, aunque fuera quieta, cuando el moreno se dedicó a darle picos como si de un pajarito se tratase. Sus ronroneos no eran audibles por la música, pero iban y venían con cada contacto y a cada pequeño mordisco, los cuales aguantaba a suspiros. Estaba haciendo milagros para no comérselo ahí mismo, y llegados a este punto si atendía a los retos es porque Ethan lo hacía. Si por el fuera estarían en otro punto.
De no ser por la voz de Aberyk en vivo y en directo, la forma en la que Amira se carryleó la llamada le habría hecho pensar que estaba fingiendo. Su nivel de teatralidad impasiva era sorprendente. El varmano sonreía con una mueca extraña al estar sufriendo tamaña vergüenza ajena con lo cantosa que estaba siendo y a cada floritura arrugaba más el morro. Había disfrutado de la vergüenza de Rick, ahora lo estaba pasando hasta mal. Agradeció que acabase con una risa entredientes, risa que solo creció cuando oyó que el reto de Amira para Adam involucraba al británico. Por un lado estaba bien, Nohlem pudo ayudarle a quitarse el top y eso le arrebató otro par de ronroneos y una sonrisita de dobles sentidos, por otro…
“Ay manda pinga, ese polo feo como carajo no.”
Con otra sonrisa mezclada en horror el varmano se ajustó en su asiento mientras Ethan le acercaba la prenda a Adam. Al ruso le quedaba… oye, muy bien, llevando ropa tan increiblemente fea era una alegría darse cuenta de que el muchacho no lo era, ahora que el otro…
La grima en su rostro fue breve, pero tan discreta como el disparo de un tanque. Cuando este le miró con reproche no pudo evitar reírse a carcajadas. Que le estuviera grande lo hacía mejor y peor a la vez. Una vez empezó le costó parar.
—Hm-hm, hm-hm —masculló en cuanto volvió a sentarse sobre él, aguantándose los bufidos. La excusa era perfecta y agradecía inmensamente tener un motivo TAN URGENTE para desnudarle, pero…—. Te queda muy bien, ja-ja —imitó las palabras del fortachón en un susurro y en seguida volvió a partirse en silencio.
Para compensar Nohlem le estrujó y le dio un par de besos en el cuello, recreándose en la felicidad del enamorado a pesar de que el olor del perfume de otro le descolocaba un poco.
Con la prueba, bueno, la verdad que le planteó Adam a su novio estuvo a punto de mofarse, de quejarse de que aquello era demasiado cobarde y cursi (“¡Yastá buena la ñoñería pues!”) pero después de reírse tanto no le pegaba ser tan cabrón. Ya compensaría con su víctima, el último que quedaba en ronda, porque por suerte Chromsa le elegió a él.
—Reto —dijo con la barbilla levemente alzada, creyendo que lo que le pusiera aquel chico sería tan fácil e indoloro como jugar al zapatito blanco zapatito azul, y bueno, en cierto modo no era ninguna burrada como las anteriores, pero… Abrió bien los ojos y asintió un par de veces, “complacido”—. ¡Bien, bien! ¡Puteando, así me gusta!
Hostia, y tan puteado. No es que por ser felino odiase el agua, pero, joder, su ropa. No llevaba bañador pero suponía que mejor así que desnudo. Le dio un par de palmaditas a Ethan para que le dejase levantarse y se irguió con un suspiro teatral. Luego le tendió su móvil y se encaminó a la piscina. En el borde de esta se quitó los zapatos y los calcetines (antes muerto que ir pisando sobre mojado) y se volteó al grupo con las escaleras del trampolín a medio escalar, pegando una voz para hacerse oír sobre la música.
—¿Estoy a tiempo de beber?
Era broma. Más o menos.
Viendo venir lo que se proponía el varmano una panda que había dentro del agua le animó no con palabras sino con vocales gritadas y se apartaron de la zona de caída. Nohlem se puso al borde del trampolín, dándole la espalda a la piscina y la frente a sus amigos. Hizo el saludo militar, con exhalaciones que venían siendo risas arrepentidas por no haber bebido, y empezó a saltar. Al tercer brinco bajó las manos para darse impulso y echó el cuerpo hacia atrás, dando una voltereta inversa (por supuesto ayudada por el trampolín, ni de coña hacía eso sobre suelo) antes de caer al agua, salpicando.
Su cabeza de un naranja dos tonos más oscuros por estar mojada no tardó ni dos segundos en asomar, acompañada de un resoplido por el cambio de temperatura y los aullidos de quienes le recibieron dentro. Al salir de la piscina se sacudió el pelo como lo hacía Colmillo cuando imitaba a un chucho y maldijo varias veces en español cuando notó el lastre de su ropa. La camisa no se transparentaba al ser oscura, pero se le pegaba al cuerpo y debido al peso extra se le veía más torso del que ya se le veía antes. Recogió sus zapatos pero no se los puso y volvió al grupo sintiéndose una bolsa.
—¡Muchas gracias, Chromsa, amigo, pal, buddy chum friend! —abrió los brazos de manera peligrosa, buscando un abrazo que sino se apartaba a tiempo le daría sin piedad—. ¡Necesitaba refrescarme!
El fauno hizo amago de escabullirse pero él fue más rápido y le trincó igual. Le zarandeó de lado a lado, empapándole ropa y pelo en el proceso sin dejar de darle las gracias en español. Terminó con unas palmaditas que podían salpicar a los que tenía más cerca. No teniendo suficiente se volteó para buscar a su próxima víctima, Rick, que tan pronto le vio acercarse salió escopetado. Nohlem no le siguió, conforme con el nuevo poder adquirido, y entre risitas maliciosas se sacó la camisa del pantalón y la exprimió. Con más calma volvió a su asiento, tiró los zapatos al suelo y abrió los brazos una última vez para Ethan, al que le faltó saltar como una gacela del asiento e hizo lo mismo que el neoyorquino.
—¡Joder, hasta el cojo! ¡Y luego el gato soy yo! ¿Por qué os da miedo el agua? ¿Qué sois, otakus? —se apartó el pelo de la frente y lo sacudió con la mano para recuperar su despeinado habitual—. Bueno, VISTO QUE ya nis compadres me quieren… Tayron, ¿verdad o reto?
El lémur no decepcionaba. Eligió reto. Nohlem sonrió con malicia, adoptando una pose digna del padre de Shinji Ikari con los codos sobre sus rodillas, aunque estando empapado le quitaba respeto.
—Te reto a llamar a cualquiera de tus contactos. Altavoz puesto, por supuesto. Pero no vas a hablar, tienes que gemir todo el rato; gemir, jadear, gruñir, lo que quieras, pero no puedes hablar. Y la llamada se acaba SOLO cuando cuelgue el otro.
Se echó para atrás hasta dar con el respaldo, brazos cruzados y sonrisa ladina. Por el rabillo del ojo vio que Ethan seguía riéndose y se negaba a tomar asiento ni a su lado, desconfiado de él, a lo que le reprochó encogiéndose de hombros.
—¿Qué pasa, ya no te sientas sobre mi? Ya no estoy tan caliente —un poco más bajo, pero casi nada, continuó—: Aunque eso tiene remedio…
Se dio unas palmaditas en la rodilla, con una sonrisa de ojos cerrados demasiado inocente. No, de verdad se estaba helando.
- ♪♫♬:
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
30/05/23, 08:57 pm
No se esperaba para nada que sus amigos se sincerasen así, pero le llenó de ilusión y tuvo que dejar de comer, mirándoles embelesade. Cuando acabó primero Airi y después Räg, se levantó con toda la solemnidad con que podía hacerlo un camaleón diminuto cubierto de migas de comida, se sacudió el poncho con un par de golpecitos, y les dedicó una mirada muy indignada, pero que después se reveló fingida y que dio paso a una gran sonrisa.
—¡Pero bueno, faltaría más! Si no somos amigues hasta el último instante en que volvamos a la Flora, que me caiga uno no, cuatro rayos aquí mismo —dijo y alzó un dedo al cielo. Uno con cada brazo, para darle más dramatismo. Los bajó antes de seguir—. Pero lo digo en serio, sois mis amigues y no quiero nada de ese futuro si no podemos seguir queriéndonos y tratándonos como tal. Gracias por decirlo, que sé que a veces cuesta. Y os daría un abrazo, pero no quiero terminar convertide en tortilla —remató entre risas.
Elle sí que era más efusive y no le costaba hablar de aquellas cosas, pero se había emocionado y se le veían los ojos brillantes al reírse.
—Qué pena que llorar no me sirva para hacer la fotosíntesis o podría ser inmortal sin preocuparme por el agua —bromeó. No podía evitar capturar algunas de las gotitas con la lengua, ni que fueran moscas.
—¡Pero bueno, faltaría más! Si no somos amigues hasta el último instante en que volvamos a la Flora, que me caiga uno no, cuatro rayos aquí mismo —dijo y alzó un dedo al cielo. Uno con cada brazo, para darle más dramatismo. Los bajó antes de seguir—. Pero lo digo en serio, sois mis amigues y no quiero nada de ese futuro si no podemos seguir queriéndonos y tratándonos como tal. Gracias por decirlo, que sé que a veces cuesta. Y os daría un abrazo, pero no quiero terminar convertide en tortilla —remató entre risas.
Elle sí que era más efusive y no le costaba hablar de aquellas cosas, pero se había emocionado y se le veían los ojos brillantes al reírse.
—Qué pena que llorar no me sirva para hacer la fotosíntesis o podría ser inmortal sin preocuparme por el agua —bromeó. No podía evitar capturar algunas de las gotitas con la lengua, ni que fueran moscas.
No Hope. No Dreams. No Love.
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