Torreón Sendar
+9
Cuervo
Red
Tak
Reifon
Evanna
Yber
Seth
PePo
Jack
13 participantes
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Torreón Sendar
17/04/19, 01:21 am
Recuerdo del primer mensaje :
La divisaron a lo lejos. Una enorme cueva vertical se alzaba desde la tierra, colosal, majestuosa e imponente sobre la calle, y con una vista espléndida sobre esta. Aceleró el paso por curiosidad y esperanza, porque que algo estuviera en mejor estado que las calles que habían atravesado... ya era mucho. Además, no quería seguir hablando de los Hijos de Bakaiar allí, fuera, al descubierto, como si pensar en ellos o mencionarles pudiera atraer al de antes.
Cuando llegaron, sonrió al reconocer un foso, porque le era familiar del hogar, y se maravilló aún más al ver la enorme superficie de madera que lo atravesaba y que conectaba con el edificio.
—No sé si esto es lo que buscábamos, pero tiene buena pinta.
No esperó a los demás. Se había fijado en unos inventos nuevos que sujetaban la madera del foso y que se introducían en la cueva, y quería investigar tanto eso, como el interior como todo lo que pudiera. Se adelantó al grupo y caminó por la lámina de madera con toda la curiosidad del mundo, hasta llegar a la lámina vertical. La reconoció, parecida a las de esa cueva donde despertaron, así que empujó con el hombro hasta que se movió. Y... una vez dentro, se quedó parado en la puerta. ¡Era enorme! ¡Y había un sinfín de cosas sin determinar!
—¡Esto es alucinante! —exclamó mientras liberaba el camino para entrar.
Le temblaba la pierna derecha, pero de anticipación por querer explorarlo y entenderlo todo. Su mirada saltaba de un artefacto a otro, de una pared a otra, de un punto a otro. Y aún tenía que investigar los hierros que entraban y salían de la cueva y se anclaban a la lámina de madera del exterior. Necesitaba nombres para aquellas cosas nuevas. Ahora sería él quien preguntara a los demás.
- Magia:
"Manual de magia para recién llegados":
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Levitación (transporte)
-Hechizo de impulso (físico)
-Corte (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Limpieza de ropa (menores)
-Cambio de color (menores)
"Hechizos para no morir pronto":
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Hechizos compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Térmico (físico)
-Luz mágica (menor)
La divisaron a lo lejos. Una enorme cueva vertical se alzaba desde la tierra, colosal, majestuosa e imponente sobre la calle, y con una vista espléndida sobre esta. Aceleró el paso por curiosidad y esperanza, porque que algo estuviera en mejor estado que las calles que habían atravesado... ya era mucho. Además, no quería seguir hablando de los Hijos de Bakaiar allí, fuera, al descubierto, como si pensar en ellos o mencionarles pudiera atraer al de antes.
Cuando llegaron, sonrió al reconocer un foso, porque le era familiar del hogar, y se maravilló aún más al ver la enorme superficie de madera que lo atravesaba y que conectaba con el edificio.
—No sé si esto es lo que buscábamos, pero tiene buena pinta.
No esperó a los demás. Se había fijado en unos inventos nuevos que sujetaban la madera del foso y que se introducían en la cueva, y quería investigar tanto eso, como el interior como todo lo que pudiera. Se adelantó al grupo y caminó por la lámina de madera con toda la curiosidad del mundo, hasta llegar a la lámina vertical. La reconoció, parecida a las de esa cueva donde despertaron, así que empujó con el hombro hasta que se movió. Y... una vez dentro, se quedó parado en la puerta. ¡Era enorme! ¡Y había un sinfín de cosas sin determinar!
—¡Esto es alucinante! —exclamó mientras liberaba el camino para entrar.
Le temblaba la pierna derecha, pero de anticipación por querer explorarlo y entenderlo todo. Su mirada saltaba de un artefacto a otro, de una pared a otra, de un punto a otro. Y aún tenía que investigar los hierros que entraban y salían de la cueva y se anclaban a la lámina de madera del exterior. Necesitaba nombres para aquellas cosas nuevas. Ahora sería él quien preguntara a los demás.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Torreón Sendar
03/02/21, 06:53 am
La negación de Kiki le provocó un pinchazo de dolor en el pecho siendo otra prueba más de la distancia entre ellos ahora. Tuvo que contener las ganas que tenía de abrazarla retirando el brazo poco a poco.
Quería hablar con ella.
Necesitaba hablar con ella.
Estaba a punto de simplemente dejarle sus zapatillas al lado de donde se sentaba pero algo alarmó a Fleur, y tras unos instantes también lo escucho. «Mierda.» Podía sentir la adrenalina inundándole por el miedo y la alerta, cada día que pasaba la ciudad estaba más viva y peligrosa y se temía lo peor. Que pudieran curarse no quitaba el dolor ni les hacía inmortales.
—Que alguien revise las ventas del otro lado a Rua por si hay monstruos viniendo. Preparaos todos para disparar magia o flechas si es necesario —tenía claro que algunos podrían molestarse porque él se pusiera a liderar, pero prefería organizar las cosas un poco a que todo fuera un caos inútil como cuando les entró el camaleón.
Miró a la finlandesa con algo de miedo. No solo no sabía cuántos días de tranquilidad le quedaban ya, si no cuando podría morir ahí fuera. Se junto aún más a ella y le posó un beso rápido en la frente. —Te quiero idiota.
En cuanto todo lo que estuviera pasando se solucionara estaba decidido ya a hablar con ella sin dejarla escapar.
Se apresuró hasta la entrada donde siempre tenía sus cosas, aunque tras lo del camaleón seguramente hubiera más armas por la planta principal él seguía manteniendo su mochila ahí preparada. Se ató el pelo que ya le llegaba hasta los hombros con un pequeño lazo haciendo una coleta y se preparó en aquel sitio tensando el arco con el carcaj a su espalda y el escudo a sus pies.
Quería hablar con ella.
Necesitaba hablar con ella.
Estaba a punto de simplemente dejarle sus zapatillas al lado de donde se sentaba pero algo alarmó a Fleur, y tras unos instantes también lo escucho. «Mierda.» Podía sentir la adrenalina inundándole por el miedo y la alerta, cada día que pasaba la ciudad estaba más viva y peligrosa y se temía lo peor. Que pudieran curarse no quitaba el dolor ni les hacía inmortales.
—Que alguien revise las ventas del otro lado a Rua por si hay monstruos viniendo. Preparaos todos para disparar magia o flechas si es necesario —tenía claro que algunos podrían molestarse porque él se pusiera a liderar, pero prefería organizar las cosas un poco a que todo fuera un caos inútil como cuando les entró el camaleón.
Miró a la finlandesa con algo de miedo. No solo no sabía cuántos días de tranquilidad le quedaban ya, si no cuando podría morir ahí fuera. Se junto aún más a ella y le posó un beso rápido en la frente. —Te quiero idiota.
En cuanto todo lo que estuviera pasando se solucionara estaba decidido ya a hablar con ella sin dejarla escapar.
Se apresuró hasta la entrada donde siempre tenía sus cosas, aunque tras lo del camaleón seguramente hubiera más armas por la planta principal él seguía manteniendo su mochila ahí preparada. Se ató el pelo que ya le llegaba hasta los hombros con un pequeño lazo haciendo una coleta y se preparó en aquel sitio tensando el arco con el carcaj a su espalda y el escudo a sus pies.
- PePo
Ficha de cosechado
Nombre: Jose Antonio De Arnaiz y La Vega Lopez (Toni)
Especie: Humano andaluz
Habilidades: habilidad mental, rapidez mental, reflejos
Re: Torreón Sendar
03/02/21, 11:49 am
Cuando Ulmara lo imitó Toni se sorprendió, no estaba acostumbrado que le siguiera el rollo.
- Siiii, una tostadas con tomate y aguacate por favor- dijo poniéndose muy erguido primero, y sacándole la lengua a Ulmara después.
Lo dijo de broma, pero aquel desayuno era lo único que echaba de menos de su casa, eso y los colacaos antes de dormir.
Toni hizo una olla de té y lo repartía con un cazo, ya se sentía en casa, dejó atrás la sensación de miedo, la sensación de inhospitalidad. Empezaban a ser familia, tardaron, mucho, muchísimo, pero Toni quería más a aquella piara a la que repartía el Té que a su propia familia.
- Para ti no hay té, TE lo he robao, perdón- le dijo Toni a Ulmara cuando le servía el té- Chica me aburro mucho y ya tenemos suficiente drama con estar aquí.- se apresuró a decir cuando vió la cara de Ulmara.
El cambio que había sufrido Toni era notable hasta para él, le gustaba. Esos meses recopilando recuerdos le sirvieron para eso.
- Madre mía nos hemos llevado tanto tiempo solos que ahora no me acostumbro a esta vida social- Dijo al escuchar la llamada de auxilio con la costumbre que da el haber vivido tantos momentos de crisis.
»Que alguien abra a ese hombre, a ver qué ha pasado ahora- dijo sin ápice de preocupación.
- Voy a ponerme unos zapatos, ¿qué anfitriones reciben descalzos?-dijo esperando que alguien hiciera caso a Nerys.
Afortunadamente tenía unos zapatos al lado del sofá que se había quitado la noche anterior mientras hablaba con Pefca sobre el libro. Se los puso con dos movimientos y volvió justo cuando Rua estaba mirando por la ventana. Había empezado a usar el humor cuando los nervios le jugaban malas pasadas. Esto de los sustos comenzaron a ser habituales.
- Siiii, una tostadas con tomate y aguacate por favor- dijo poniéndose muy erguido primero, y sacándole la lengua a Ulmara después.
Lo dijo de broma, pero aquel desayuno era lo único que echaba de menos de su casa, eso y los colacaos antes de dormir.
Toni hizo una olla de té y lo repartía con un cazo, ya se sentía en casa, dejó atrás la sensación de miedo, la sensación de inhospitalidad. Empezaban a ser familia, tardaron, mucho, muchísimo, pero Toni quería más a aquella piara a la que repartía el Té que a su propia familia.
- Para ti no hay té, TE lo he robao, perdón- le dijo Toni a Ulmara cuando le servía el té- Chica me aburro mucho y ya tenemos suficiente drama con estar aquí.- se apresuró a decir cuando vió la cara de Ulmara.
El cambio que había sufrido Toni era notable hasta para él, le gustaba. Esos meses recopilando recuerdos le sirvieron para eso.
- Madre mía nos hemos llevado tanto tiempo solos que ahora no me acostumbro a esta vida social- Dijo al escuchar la llamada de auxilio con la costumbre que da el haber vivido tantos momentos de crisis.
»Que alguien abra a ese hombre, a ver qué ha pasado ahora- dijo sin ápice de preocupación.
- Voy a ponerme unos zapatos, ¿qué anfitriones reciben descalzos?-dijo esperando que alguien hiciera caso a Nerys.
Afortunadamente tenía unos zapatos al lado del sofá que se había quitado la noche anterior mientras hablaba con Pefca sobre el libro. Se los puso con dos movimientos y volvió justo cuando Rua estaba mirando por la ventana. Había empezado a usar el humor cuando los nervios le jugaban malas pasadas. Esto de los sustos comenzaron a ser habituales.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Sendar
03/02/21, 06:58 pm
Ulmara esbozó una sonrisa cuando Toni le pidió una tostada con aguacate. Varios humanos habían hablado antes de esa fruta, ¿o verdura?, pero jamás la habían visto en las cestas. Maila también le pidió una.
—Marchando dos tostadas —les dijo a ambos, a la vez que se encogía de hombros ante la pregunta de Sarah. Era verdad que estaban demasiado bien esa mañana y la cercana no sabía por qué. Mientras acababa las tostadas, Pefka les habló de aun más cambios de energía extraña y la cercana lo miró con curiosidad—. Qué raro… Yo sigo igual, creo. —Aun así, se dijo a sí misma que debía probar más tarde. ¿Y si podía hacer cosas nuevas?
Saludó con un gesto leve a Rua y dejó el plato con las tostadas en la mesa, cerca de Toni y Mailah. Había rodajas de tomate en el plato para que se echaran al gusto de cada uno. El muchacho le negó el té con un juego de palabras malísimo y Ulmara lo miró con cara de pocos amigos antes de relajar la expresión.
—No quedaba aguacate, ¿no lo habrás robado también, no? —dijo después con una sonrisa pícara.
Sonrisa que se borró enseguida, ante una llamada a la puerta y una petición de auxilio con un cariz que le erizó las plumas de la cabeza, bajo el namitka. Resopló primero cuando escuchó el comentario despreocupado de Toni y volvió a resoplar cuando Nery’s se puso a dar órdenes por dos razones, seguía sin gustarle que le mandaran y, en este caso, no hacía falta que le dijeran nada para que se asomase a otra de las ventanas. La cercana no tenía nada a mano salvo un cuchillo y sabía que tardaría más en armarse y volver de lo que tardaría Fleur en abrir la puerta para permitir que Nori entrase.
Desde la ventana logró verlo y sintió una punzada de pánico. ¿Por qué venía solo?
—Marchando dos tostadas —les dijo a ambos, a la vez que se encogía de hombros ante la pregunta de Sarah. Era verdad que estaban demasiado bien esa mañana y la cercana no sabía por qué. Mientras acababa las tostadas, Pefka les habló de aun más cambios de energía extraña y la cercana lo miró con curiosidad—. Qué raro… Yo sigo igual, creo. —Aun así, se dijo a sí misma que debía probar más tarde. ¿Y si podía hacer cosas nuevas?
Saludó con un gesto leve a Rua y dejó el plato con las tostadas en la mesa, cerca de Toni y Mailah. Había rodajas de tomate en el plato para que se echaran al gusto de cada uno. El muchacho le negó el té con un juego de palabras malísimo y Ulmara lo miró con cara de pocos amigos antes de relajar la expresión.
—No quedaba aguacate, ¿no lo habrás robado también, no? —dijo después con una sonrisa pícara.
Sonrisa que se borró enseguida, ante una llamada a la puerta y una petición de auxilio con un cariz que le erizó las plumas de la cabeza, bajo el namitka. Resopló primero cuando escuchó el comentario despreocupado de Toni y volvió a resoplar cuando Nery’s se puso a dar órdenes por dos razones, seguía sin gustarle que le mandaran y, en este caso, no hacía falta que le dijeran nada para que se asomase a otra de las ventanas. La cercana no tenía nada a mano salvo un cuchillo y sabía que tardaría más en armarse y volver de lo que tardaría Fleur en abrir la puerta para permitir que Nori entrase.
Desde la ventana logró verlo y sintió una punzada de pánico. ¿Por qué venía solo?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Sendar
04/02/21, 12:22 am
Cuando Iemai regresó a la cocina se encontró a más gente allí reunida, conversando y preparando cosas para desayunar. La cercana volvía tensa y callada. Mientras se lavaba en el patio le había parecido ver algo moviéndose por el rabillo del ojo sobre el muro. Se había agarrado al borde del pozo y esperado con el agua todavía empapándole la cara. Luego se apresuró a volver al interior con los demás.
Iemai no se incorporó a las conversaciones enseguida. Había estado a punto de hacerlo cuando Pefka habló de los cambios que había notado, pero aquel fue el momento que Nori eligió para interrumpirles. La cercana dejó de cortar queso para escuchar, y en un momento el torreón se revolucionó y estaban dándole la bienvenida al nublino, preocupados por lo que lo hubiese hecho llegar hasta allí… solo. El nerviosismo de la cercana se agravó al ver la cara del chico.
Nori había visto varias cabezas asomadas por las troneras del torreón mientras el puente empezaba a bajarse para dejarle pasar. Parecía nervioso, pero no continuó apremiando una vez le vieron.
—Perdonad si os he asustado —dijo el nublino cuando la puerta se abrió para él—. No… no me ha seguido nada —añadió al darse cuenta de la tensión que había creado. Aunque no traía noticias que fuesen a relajarlos precisamente.
»Necesitamos vuestra ayuda, por favor. Jara y Reira están… están heridas, y Keskit también. Ayer nos encontramos con Setenta y Siete. Él mató… mató a Sere.
El dolor del nublino era evidente. Los propios hechos del día anterior lo abrumaron una vez más. Estaba temblando solo de recordarlo.
—Necesitamos vuestra ayuda para curarlas... para traer comida también. Por favor —suplicó.
Iemai no se incorporó a las conversaciones enseguida. Había estado a punto de hacerlo cuando Pefka habló de los cambios que había notado, pero aquel fue el momento que Nori eligió para interrumpirles. La cercana dejó de cortar queso para escuchar, y en un momento el torreón se revolucionó y estaban dándole la bienvenida al nublino, preocupados por lo que lo hubiese hecho llegar hasta allí… solo. El nerviosismo de la cercana se agravó al ver la cara del chico.
Nori había visto varias cabezas asomadas por las troneras del torreón mientras el puente empezaba a bajarse para dejarle pasar. Parecía nervioso, pero no continuó apremiando una vez le vieron.
—Perdonad si os he asustado —dijo el nublino cuando la puerta se abrió para él—. No… no me ha seguido nada —añadió al darse cuenta de la tensión que había creado. Aunque no traía noticias que fuesen a relajarlos precisamente.
»Necesitamos vuestra ayuda, por favor. Jara y Reira están… están heridas, y Keskit también. Ayer nos encontramos con Setenta y Siete. Él mató… mató a Sere.
El dolor del nublino era evidente. Los propios hechos del día anterior lo abrumaron una vez más. Estaba temblando solo de recordarlo.
—Necesitamos vuestra ayuda para curarlas... para traer comida también. Por favor —suplicó.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Torreón Sendar
04/02/21, 05:59 am
Por haber querido dormir hasta tarde Qwara se había perdido la primera visita al torreón Silente, pero para cuando sus compañeros estuvieron de vuelta ella les esperaba en la puerta. Traían buenas noticias para variar, algo de agradecer porque desde lo del camaleón todos habían estado un poco de capa caída, y la existencia de todo un nuevo grupo de personas amables podía mejorar mucho su situación en la ciudad. Fueron ellos, de hecho, los que les hicieron ver que su suposición de lo que ocurría durante la Luna Roja estaba equivocada, pues habían hablado con un ciudadano que les había revelado que simplemente cambiarían. Las historias de Nori, además, le daban mucho peso a la nueva información y contribuían a mejorar su sombrío futuro; aunque ser “dioses” no era algo que atrajera especialmente a la sudafricana sin duda era un mejor destino que ser las presas en una cacería de monstruos.
Después de aquel primer día la relación entre los tres torreones siguió fortaleciéndose, ya que compartieron información, recursos e incluso recetas de cocina, y aunque la ciudad seguía cambiando a su alrededor aquellos lazos entre personas en una situación similar les ayudaba a afrontar el día a día. Un día a día que, contra todo pronóstico, se fue volviendo más y más complicado con el paso del tiempo.
Aunque los ánimos de casi todo el grupo eran bastante elevados la ciudad estaba empeñada en recordarles que no estaban de vacaciones, pues desde la salida de la Emisaria el entorno había ido cambiando poco a poco pero de forma ininterrumpida. Cuantas más estrellas había en el cielo nocturno más complicado se volvía todo en Rocavarancolia, ya fuera por el clima cambiante o por la agresividad de las alimañas, y tareas que hasta el momento habían conseguido realizar sin muchos problemas se volvían más peligrosas. Las heridas después de las salidas a por comida se volvieron más frecuentes a pesar de lo cuidadosos que eran, por ejemplo, y las expediciones tuvieron que espaciarse para planearlas bien a pesar del apoyo de los otros torreones.
La proximidad de la Luna estaba alterando todo el ecosistema, volviendolo del revés, y la ciudad no era la única afectada. Los cosechados, más sutilmente en algunos casos que en otros, también cambiaban día a día, quizás como un anticipo de lo que les deparaba la llegada del astro rojo, y la sudafricana era consciente de sus propias rarezas. A la sequedad de sus manos se había terminado acostumbrando con cierta resignación, pues más allá de lo personal no resultaba demasiado molesto, pero el otro cambio que había experimentado la perturbaba sobremanera. Le había costado percatarse al principio, pues en semejante situación parecía que la supervivencia era algo instintivo, pero la facilidad con la que aceptaba decisiones o pensamientos que chocaban con su moralidad no era natural.
No lo había hablado con nadie, pues les había cogido verdadero cariño a sus compañeros y no quería alterarles con todo aquello cuando ellos también estaban lidiaban con su propios problemas, pero no habían sido pocas las noches en las que aquellos pensamientos tan extraños le habían privado del sueño.
Aquella mañana Qwara fue de las últimas en despertar, pues se le habían pegado las sábanas, y para cuando logró abrir los ojos ya estaba sola en la habitación. Con un enorme bostezo se incorporó, estirándose como un gato, y tras remolonear un poco más sobre la cama procedió a vestirse. Salió del cuarto a la pata coja, calzándose las Vans con más maña que gracia, y abrigada con un jersey grueso para protegerse del frío matutino enfiló las escaleras mientras se pasaba los dedos por su rizadao y alborotado cabello.
Antes de reunirse con los demás en la cocina, donde parecía que había un buen jaleo, la morena salió al patio a limpiarse la cara y a quitarse la sensación pastosa de la boca con un poco de agua fresca, pero antes de que pudiera regresar una voz les llamó desde el exterior.
—¿Ese es Nori? —preguntó en voz alta, reuniéndose con los demás en el salón a toda prisa. La expresión de preocupación era generalizada, pues el nublino sonaba desesperado y parecía estar solo.
En cuanto le franqueron el paso el chico entró al torreón visiblemente alterado, mirando nerviosamente en todas direcciones, y aunque no le perseguía nadie las noticias que traía resultaron ser devastadoras.
—No puede ser… —murmuró Qwara con voz tomada, cerrando los puños con fuerza por pura impotencia. El dolor del muchacho y la urgencia de su petición eran comprensibles—. ¿Cómo de graves están Jara, Reira y Keskit? —le preguntó al macielero, intercambiando una mirada con su compañeros—. No se como tenemos la despensa, pero a malas podemos hacer dos grupos y que unos se adelanten hasta Maciel con Nori mientras el resto reúne comida. —sugirió rápidamente, mordiéndose el labio inferior en un gesto de inquietud.
A pesar de que ella era la que más facilidad tenía del grupo para abrazar ideas de moralidad dudosa, ni siquiera se le había pasado por la cabeza rechazar al nublino.
Después de aquel primer día la relación entre los tres torreones siguió fortaleciéndose, ya que compartieron información, recursos e incluso recetas de cocina, y aunque la ciudad seguía cambiando a su alrededor aquellos lazos entre personas en una situación similar les ayudaba a afrontar el día a día. Un día a día que, contra todo pronóstico, se fue volviendo más y más complicado con el paso del tiempo.
Aunque los ánimos de casi todo el grupo eran bastante elevados la ciudad estaba empeñada en recordarles que no estaban de vacaciones, pues desde la salida de la Emisaria el entorno había ido cambiando poco a poco pero de forma ininterrumpida. Cuantas más estrellas había en el cielo nocturno más complicado se volvía todo en Rocavarancolia, ya fuera por el clima cambiante o por la agresividad de las alimañas, y tareas que hasta el momento habían conseguido realizar sin muchos problemas se volvían más peligrosas. Las heridas después de las salidas a por comida se volvieron más frecuentes a pesar de lo cuidadosos que eran, por ejemplo, y las expediciones tuvieron que espaciarse para planearlas bien a pesar del apoyo de los otros torreones.
La proximidad de la Luna estaba alterando todo el ecosistema, volviendolo del revés, y la ciudad no era la única afectada. Los cosechados, más sutilmente en algunos casos que en otros, también cambiaban día a día, quizás como un anticipo de lo que les deparaba la llegada del astro rojo, y la sudafricana era consciente de sus propias rarezas. A la sequedad de sus manos se había terminado acostumbrando con cierta resignación, pues más allá de lo personal no resultaba demasiado molesto, pero el otro cambio que había experimentado la perturbaba sobremanera. Le había costado percatarse al principio, pues en semejante situación parecía que la supervivencia era algo instintivo, pero la facilidad con la que aceptaba decisiones o pensamientos que chocaban con su moralidad no era natural.
No lo había hablado con nadie, pues les había cogido verdadero cariño a sus compañeros y no quería alterarles con todo aquello cuando ellos también estaban lidiaban con su propios problemas, pero no habían sido pocas las noches en las que aquellos pensamientos tan extraños le habían privado del sueño.
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Aquella mañana Qwara fue de las últimas en despertar, pues se le habían pegado las sábanas, y para cuando logró abrir los ojos ya estaba sola en la habitación. Con un enorme bostezo se incorporó, estirándose como un gato, y tras remolonear un poco más sobre la cama procedió a vestirse. Salió del cuarto a la pata coja, calzándose las Vans con más maña que gracia, y abrigada con un jersey grueso para protegerse del frío matutino enfiló las escaleras mientras se pasaba los dedos por su rizadao y alborotado cabello.
Antes de reunirse con los demás en la cocina, donde parecía que había un buen jaleo, la morena salió al patio a limpiarse la cara y a quitarse la sensación pastosa de la boca con un poco de agua fresca, pero antes de que pudiera regresar una voz les llamó desde el exterior.
—¿Ese es Nori? —preguntó en voz alta, reuniéndose con los demás en el salón a toda prisa. La expresión de preocupación era generalizada, pues el nublino sonaba desesperado y parecía estar solo.
En cuanto le franqueron el paso el chico entró al torreón visiblemente alterado, mirando nerviosamente en todas direcciones, y aunque no le perseguía nadie las noticias que traía resultaron ser devastadoras.
—No puede ser… —murmuró Qwara con voz tomada, cerrando los puños con fuerza por pura impotencia. El dolor del muchacho y la urgencia de su petición eran comprensibles—. ¿Cómo de graves están Jara, Reira y Keskit? —le preguntó al macielero, intercambiando una mirada con su compañeros—. No se como tenemos la despensa, pero a malas podemos hacer dos grupos y que unos se adelanten hasta Maciel con Nori mientras el resto reúne comida. —sugirió rápidamente, mordiéndose el labio inferior en un gesto de inquietud.
A pesar de que ella era la que más facilidad tenía del grupo para abrazar ideas de moralidad dudosa, ni siquiera se le había pasado por la cabeza rechazar al nublino.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
04/02/21, 07:22 pm
Maila agradeció el té que le dio Toni y la tostada de Ulmara mientras sonreía con sus comentarios. Esa mañana había un aire especial, se sentía por alguna razón más confiada aunque también notaba un pequeño nudo en el estómago. Quizás por la actual situación que tenía con Fleur, aunque intentaba aparentar que no le afectaba tanto.
La hawaiana se prometió probar de nuevo más tarde algún hechizo por si había cambiado algo, tal y como decía Pefka. Aunque sinceramente no creía que fuera su caso. Ella se sentía... igual.
Esa buena mañana fue interrumpida de improviso cuando escucharon unos gritos provenientes del exterior. Fleur se dispuso a bajar el portón y Maila no pudo evitar pensar en lo que había cambiado su amiga. Antes se habría quedado quieta sin saber qué hacer, ahora desde luego era más resolutiva. Se trataba de Nori, y cuando contó lo que le ocurría la chcia se quedó clavada en el sitio. <<Setenta y Siete... Ese loco ha vuelto a por ellos...>> Pensó con miedo y preocupación, pero también con rabia. Se suponía que debían ayudarse entre todos contra los peligros de la ciudad. La noticia de que había matado a Sere no hizo más que aumentar esa convicción y tras Qwara procedió a hablar ella.
-Si, me parece buena idea.- Secundó a la sudafricana. Sabía que Fleur querría ir a Maciel y adelantarse, y por uy rara que estuviera la situación entre ellas no quería dejarla sola. Menos aún con Setenta y Siete por ahí.- Yo me adelantaré, sé que no tengo suficiente magia para curar pero ayudaré en lo que pueda. Y tú deberías adelantarte también, Rua. -Le comentó a la sueca mientras asentía con la cabeza, si alguien podía curar a los de Maciel con rapidez era ella. Antes de que se dispusieran a partir quienes fueran la hawaiana entraría un momento para coger su machete y ponerse un calzado más apropiado. Quién sabe si no tenían que volver a correr por sus vidas.
La hawaiana se prometió probar de nuevo más tarde algún hechizo por si había cambiado algo, tal y como decía Pefka. Aunque sinceramente no creía que fuera su caso. Ella se sentía... igual.
Esa buena mañana fue interrumpida de improviso cuando escucharon unos gritos provenientes del exterior. Fleur se dispuso a bajar el portón y Maila no pudo evitar pensar en lo que había cambiado su amiga. Antes se habría quedado quieta sin saber qué hacer, ahora desde luego era más resolutiva. Se trataba de Nori, y cuando contó lo que le ocurría la chcia se quedó clavada en el sitio. <<Setenta y Siete... Ese loco ha vuelto a por ellos...>> Pensó con miedo y preocupación, pero también con rabia. Se suponía que debían ayudarse entre todos contra los peligros de la ciudad. La noticia de que había matado a Sere no hizo más que aumentar esa convicción y tras Qwara procedió a hablar ella.
-Si, me parece buena idea.- Secundó a la sudafricana. Sabía que Fleur querría ir a Maciel y adelantarse, y por uy rara que estuviera la situación entre ellas no quería dejarla sola. Menos aún con Setenta y Siete por ahí.- Yo me adelantaré, sé que no tengo suficiente magia para curar pero ayudaré en lo que pueda. Y tú deberías adelantarte también, Rua. -Le comentó a la sueca mientras asentía con la cabeza, si alguien podía curar a los de Maciel con rapidez era ella. Antes de que se dispusieran a partir quienes fueran la hawaiana entraría un momento para coger su machete y ponerse un calzado más apropiado. Quién sabe si no tenían que volver a correr por sus vidas.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Sendar
04/02/21, 07:32 pm
Sarah seguía bebiendo el té mientras escuchaba a Nori hablar, meditó que debía decir, pero la sangre comenzaba a hervirle ,sin saber de dónde venía, tenía una profunda necesidad de salir y si se enfrentaban a 77 y lo mataban mejor. Pero la Sarah analitica luchaba contra esos impulsos. Esas personas no eran responsabilidad de Sarah y del grupo, además aquí no estaban para ser héroes y menos ponerse en peligro, sí era verdad que los habitantes de Maciel habían demostrado ser buenos aliados y se habían ayudado mutuamente.
-Creo que la decisión de ir a curarles compete únicamente a quienes pueden hacerlo así que por mi parte, Rúa Fleur y Kiki lo que vosotras digáis, si lo consideráis muy peligroso que se busquen otra manera, nadie os puede obligar, no estamos aquí para ser héroes- dijo sin miedo a parecer insensible, era un peligro inmenso hacer lo que parecían dispuestos. Sarah solo quería dejar claro que no era ni mucho menos su obligación.- Y no me parece prudente separarnos, creo que deberíamos ir primero a su torreón y según lo que encontremos decidir después como hacemos con la comida.
Aunque sus palabras parecieran una negativa según avanzaba la conversación Sarah iría preparándose y uniéndose al grupo que considerasen. Aunque le pareciera peligroso y poco meditado sin saber porque una fuerza la volvía a empujar a salir.
-Creo que la decisión de ir a curarles compete únicamente a quienes pueden hacerlo así que por mi parte, Rúa Fleur y Kiki lo que vosotras digáis, si lo consideráis muy peligroso que se busquen otra manera, nadie os puede obligar, no estamos aquí para ser héroes- dijo sin miedo a parecer insensible, era un peligro inmenso hacer lo que parecían dispuestos. Sarah solo quería dejar claro que no era ni mucho menos su obligación.- Y no me parece prudente separarnos, creo que deberíamos ir primero a su torreón y según lo que encontremos decidir después como hacemos con la comida.
Aunque sus palabras parecieran una negativa según avanzaba la conversación Sarah iría preparándose y uniéndose al grupo que considerasen. Aunque le pareciera peligroso y poco meditado sin saber porque una fuerza la volvía a empujar a salir.
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Torreón Sendar
05/02/21, 06:00 am
“El sol se levanta en la estepa rocavarancolesa…la manada se ha reunido para desayunar, aunque muchos de sus miembros estén aun con sueño. Y aquí podréis ver un ancestral rito de los humanos. El viejo ritual de asentir y mantener la cabeza mirando a diferentes personas en la mesa, es una táctica maravillosa desarrollada desde el albor de los tiempos, mantiene al grupo advertido de que el sujeto está atento a ellos cuando en realidad son solo procesos mecánicos mientras piensa en cosas que nadie más podría adivinar, nunca falla….” Kiki dejo de pensar con voz de documental y parpadeo a propósito para no parecer muy abstraída cuando se quedo mirando a Nery's. No se había esperado ese beso y no existía ningún plan para reaccionar a algo asi. Tomo un sorbo para volver a parecer normal o al menos dar la apariencia de que la humana era medianamente normal en un mundo anda normal para ninguno de ellos. Y curiosamente, le pareció que lo mas común es que alguien gritara afuera pidiendo ayuda. Su normalidad estaba destrozada para siempre.
Su primer impulso fue levantarse a ver que pasaba, pero toda la adrenalina y el animo se le fueron en tres pasos. No podía hacer nada para ayudar. Se quedo cerca a la escalera para que, en el peor de los casos, probara una alternativa de escape menos ingeniosa, pero más productiva, como huir corriendo a su cama. Las noticias jamás eran buenas en aquel sitio y eso solo la hundía más en el fango que tenía en la cabeza. Escucho lo que Nori tenía que decirles y se abrazó a ella misma arañándose levemente los brazos. 77 de nuevo, maldita cosa. Había soñado muchas veces poder tener la magia suficiente para matarlo, envenenarlo, lo que sea, pero ahora era posiblemente la cosechada mas vulnerable. Negó con la cabeza para si misma, tratando de quitarse ideas tontas de la cabeza sobre su sueño cuando escucho la voz de Sarah. Aquello le sabía mal, pero sus capacidades histriónicas no llegaban tan lejos como para ir hasta allá a perder el tiempo de todos.
-Eh…no no, yo creo que…me quedare, si, si, no sería bueno dejar este sitio solo y necesitareis a alguien que les baje la puerta cuando vuelvan… a-además no hemos oído aun las bañeras así que eeeehhh…bueno aunque no las escuchemos seria demasiado raro si no pasaran justo hoy pero….quizá podrían revisar a los demás y luego volver y luego podemos ir por comida y….Rua y Fleur tienen la magia suficiente, y eso estadísticamente es mejor que mis mediocres conocimientos de medicina y eh…..si…yo…no quiero salir….
Dio otro paso mas escaleras arriba, visiblemente avergonzada, toda roja y con ganas de chillar y llorar, pero aun trataba de mantener la cara de alguien normal con una terrible sonrisa fingida. Subió un peldaño mas ahora si arañándose los brazos por sobre las varias prendas que traía encima en un impulso de nerviosismo que no podía ocultar, y se sentó en las escaleras esperando que la dejaran allí pues, estrictamente hablando, había cosas más importantes que hacer. No iba a escapar porque en ese momento se sentía tan aplastada que no había sitio mejor o peor que ese para ella.
Su primer impulso fue levantarse a ver que pasaba, pero toda la adrenalina y el animo se le fueron en tres pasos. No podía hacer nada para ayudar. Se quedo cerca a la escalera para que, en el peor de los casos, probara una alternativa de escape menos ingeniosa, pero más productiva, como huir corriendo a su cama. Las noticias jamás eran buenas en aquel sitio y eso solo la hundía más en el fango que tenía en la cabeza. Escucho lo que Nori tenía que decirles y se abrazó a ella misma arañándose levemente los brazos. 77 de nuevo, maldita cosa. Había soñado muchas veces poder tener la magia suficiente para matarlo, envenenarlo, lo que sea, pero ahora era posiblemente la cosechada mas vulnerable. Negó con la cabeza para si misma, tratando de quitarse ideas tontas de la cabeza sobre su sueño cuando escucho la voz de Sarah. Aquello le sabía mal, pero sus capacidades histriónicas no llegaban tan lejos como para ir hasta allá a perder el tiempo de todos.
-Eh…no no, yo creo que…me quedare, si, si, no sería bueno dejar este sitio solo y necesitareis a alguien que les baje la puerta cuando vuelvan… a-además no hemos oído aun las bañeras así que eeeehhh…bueno aunque no las escuchemos seria demasiado raro si no pasaran justo hoy pero….quizá podrían revisar a los demás y luego volver y luego podemos ir por comida y….Rua y Fleur tienen la magia suficiente, y eso estadísticamente es mejor que mis mediocres conocimientos de medicina y eh…..si…yo…no quiero salir….
Dio otro paso mas escaleras arriba, visiblemente avergonzada, toda roja y con ganas de chillar y llorar, pero aun trataba de mantener la cara de alguien normal con una terrible sonrisa fingida. Subió un peldaño mas ahora si arañándose los brazos por sobre las varias prendas que traía encima en un impulso de nerviosismo que no podía ocultar, y se sentó en las escaleras esperando que la dejaran allí pues, estrictamente hablando, había cosas más importantes que hacer. No iba a escapar porque en ese momento se sentía tan aplastada que no había sitio mejor o peor que ese para ella.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
05/02/21, 07:15 pm
El grito desde el exterior robó toda la atención de los demás, y la suya también. Y con razón. ¿Qué hacía... Nori tan temprano allí? Fueron a asomarse y rápidamente bajaron el puente para reunirse con él. El nublino estaba agitado y claramente había ocurrido algo. Y Pefka habría intervenido de no haber escuchado quién había sido el causante de todo.
Los demas se apresuraron a idear un plan y esbozaron dos distintos. Ninguno le convencía, pero uno mucho menos aún. Él no quería moverse de allí, pero eran sus vecinos y amigos, o compañeros, y para colmo ahora él mismo podría ser de más ayuda que antes, así que sentía que debía poner de su parte. Le costaba, pues la mención a Setenta y Siete le había paralizado un poco.
—No sabemos de qué es capaz, si nos separamos y ataca a uno u otro grupo... es demasiado arriesgado. Y aún es temprano para las bañeras —señaló, pues no las habían escuchado salir.
Lo que no entendía era por qué Kiki estaba así... más en un momento como aquel. Era quien más sabía de primeros auxilios y quien más había ayudado en ese aspecto sin necesidad de magia, cosa que para colmo era capaz de realizar sin problema. ¿Entonces?
—Deberíamos ir quienes seamos capaces de hacer magia, por poquita que sea, como yo, y quedarte a solas puede ser arriesgado si sabe dónde vivimos, Kiki —dijo mirando a la chica. No era precisamente alentador pero bastante miedo tenía ya él. Y aun así había otra posibilidad que no quería mencionar: que Setenta y Siete u otra criatura invadieran el torreón si se iban todos. Al final, sacudió la cabeza y suspiró—. Decidáis lo que decidáis, yo voy a Maciel. Voy a por mis cosas.
No, no quería encabezar aquel plan sin probabilidades de éxito ni hacerse el héroe como había dicho Sarah. Solo quería salir de allí. Cuanto más rápido cogiera sus armas, sus flechas, y los cristales, y cuanto antes salieran del torreón, menos probabilidades había de que su miedo hacia aquella bestia dominase su cuerpo y su mente y acabara quedándose allí, acobardado, posiblemente solo. Intentaba convencerse de que un buen grupo de ellos con su magia y armas podría hacer frente a Setenta y Siete... Pero no a solas. Y menos a sabiendas de que él también conocía la energía superior y era capaz de dominarla... No, definitivamente quedarse él solo o con Kiki en el torreón era lo peor que se le ocurría que podía hacer.
Los demas se apresuraron a idear un plan y esbozaron dos distintos. Ninguno le convencía, pero uno mucho menos aún. Él no quería moverse de allí, pero eran sus vecinos y amigos, o compañeros, y para colmo ahora él mismo podría ser de más ayuda que antes, así que sentía que debía poner de su parte. Le costaba, pues la mención a Setenta y Siete le había paralizado un poco.
—No sabemos de qué es capaz, si nos separamos y ataca a uno u otro grupo... es demasiado arriesgado. Y aún es temprano para las bañeras —señaló, pues no las habían escuchado salir.
Lo que no entendía era por qué Kiki estaba así... más en un momento como aquel. Era quien más sabía de primeros auxilios y quien más había ayudado en ese aspecto sin necesidad de magia, cosa que para colmo era capaz de realizar sin problema. ¿Entonces?
—Deberíamos ir quienes seamos capaces de hacer magia, por poquita que sea, como yo, y quedarte a solas puede ser arriesgado si sabe dónde vivimos, Kiki —dijo mirando a la chica. No era precisamente alentador pero bastante miedo tenía ya él. Y aun así había otra posibilidad que no quería mencionar: que Setenta y Siete u otra criatura invadieran el torreón si se iban todos. Al final, sacudió la cabeza y suspiró—. Decidáis lo que decidáis, yo voy a Maciel. Voy a por mis cosas.
No, no quería encabezar aquel plan sin probabilidades de éxito ni hacerse el héroe como había dicho Sarah. Solo quería salir de allí. Cuanto más rápido cogiera sus armas, sus flechas, y los cristales, y cuanto antes salieran del torreón, menos probabilidades había de que su miedo hacia aquella bestia dominase su cuerpo y su mente y acabara quedándose allí, acobardado, posiblemente solo. Intentaba convencerse de que un buen grupo de ellos con su magia y armas podría hacer frente a Setenta y Siete... Pero no a solas. Y menos a sabiendas de que él también conocía la energía superior y era capaz de dominarla... No, definitivamente quedarse él solo o con Kiki en el torreón era lo peor que se le ocurría que podía hacer.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Sendar
05/02/21, 10:39 pm
Una vez lograron bajar el puente para que Nori pudiera entrar, este pareció calmarse un poco, mientras ellos se aseguraban que nada peligrosa venia tras de él. Aun si el apuro del chico bajo un poco, sus palabras llegaron llenas de tensión con un bombazo tremendo. Rua, que se había acercado a la puerta tras alejarse de la ventana cuando lo vio entrar abrió mucho los ojos y un nudo se formó en la boca de su estómago. <<¿77? ¿¡Otras vez!? ¿¡Es que ese lagarto de mierda no va aparar hasta matarlos a todos!?>> no era la primera vez que les atacaban. Y no había podido con él, incluso si tenía gente con magia también. ¿Qué pasaba con ese tipo del demonio? Escuchar que Jara, Reira y Keskit estaban todos heridos la despertó de sus maldiciones contra aquel ser, apurándola y más al oír que el camaleón infernal se había llevado consigo la vida de Sere.
Rua apretó los dientes, sintiendo como su sangre hervía en una mezcla de rabia, frustración y preocupación, porque estaba pidiéndoles ayuda, para curarlos, para la comida. ¿Pero qué pasaba con 77? ¿Se había ido? ¿Seguía rondando el lugar? Era un riesgo ir, demonios, pero no podían dejarlos allí muriéndose como si nada.
La idea de Qwara de separarse, aunque podría hacer que fuera mas rápidos no le agradaba en lo más mínimo, no contra 77 que parecía ser jodidamente difícil de arrinconar y librarse de el de una maldita vez. Aun sabiendo que era un cosechado como ellos, un ser pensante, Rua cada vez lo veía más y más, como un monstruo cualquiera de la ciudad, como aquel camaleón que por poco mató a Fleur tiempo atrás.
Y aunque Maila no tenía ninguna mala intención cuando le dijo de ir, Rua se sintió como se le formaba un nudo en el estómago aún mayor en ese momento, de alguna forma responsable. Porque las curaciones en cierta manera, habían caído sobre sus hombros durante el último tiempo, con su magia, con el amuleto. En sus hombros y en los de Fleur, porque Kiki había estado realmente rara últimamente.
Asi que las palabras de Sarah aunque sonaron algo frías y un hachazo seguramente para Nori, Rua las agradeció internamente, incluso si ya estaba segura de su decisión, las agradecía. Miro a Fleur entonces, esperando que ella también estuviera de acuerdo.
- Yo estoy de acuerdo en que debemos ir todos juntos, sin separarnos ¿piensas igual Fleur?. - pregunto mriando a la francesa ya que ella tambien estaba en una posocion dificil siendot ambien alguien cuya magia era fuerte- Podemos llevar comida de la que tenemos en nuestras despensas en una de las bolsas para que tengan algo y ya luego podremos hacer algo con las cestas, como sugirio Sarah, si estais de acuerdo. Pero nada de separarse, si alguien decide no ir, aquí deben quedarse al menos dos o tres personas. Aunque igual preferiría lo de ir todos, es como dice Sarah, no se puede obligar a nadie. -dijo Rua a los que aún quedaba en la sala y no habían ido a cambiarse, aunque igual se enterarían al bajar. No entendía la posición de Kiki de no ir, ella, ante todo, sus conocimientos les había ayudado siempre incluso antes de tener magia y aún más ahora que la tenía ¿Por qué estaba así? ¿Tanto temía a 77? Realmente no había tiempo para cuestionarse el porqué de su extraño comportamiento.
- Joder…yo voy a ir…no soy una heroína y pienso que peude ser peligrosos , pero no podría con mi conciencia si no fuera sabiendo que pude hacer algo. Pero tendrás que decirnos todo lo que sepas de 77, Nori, si seguía por la zona o lo que sea…solo faltaría que nos atacara a nosotros. Y luego tenemos que hablar de esta situacion...no podemos seguir asi temiendo constantemente la aparicion de ese lagarto del demonio- dijo Rua decidida, con lo dientes apretados antes de mirar a sus compañeros- Voy a coger mis cosas - dijo subiendo finalmente hacia el cuarto pasando junto a Kiki que realmente aprecia totalmente dispuesta no moverse de allí. No lo entendía, iba a tener que intentar hablar con ella en algún momento, porque era raro que la persona que más se preocupaba por la salud de los demás, se mostrase tan reacia a ayudar.
Tras pasar junto a ella subió al cuarto que compartía con los demás para cambiarse rápidamente, poniéndose unos pantalones largos grises, camiseta de manga larga también de un apagado tono beige, y sus botas, tapándose lo más posible par solo tener que cubrirse la cara con el protector solar y así aligerar. Cogió el cinturón donde guardaba la funda de su daga con esta, su ballesta de debajo de la cama y que cargo en un instante, su bolsa con los virotes para su ballesta, una bolsa donde tenía alguno de los cristales cargados y finalmente cogió el amuleto, guardándoselo también porque lo iban a necesitar, antes de dirigirse rápidamente al primer piso, para esperar a los demas. Si para antes de salir nadie hacia lo de llenar una bolsa con algo de la comida que les quedaba para llevarla a los macieleros, Rua misma lo haria, aunque fuera con parte de sus porciones de comida.
Rua apretó los dientes, sintiendo como su sangre hervía en una mezcla de rabia, frustración y preocupación, porque estaba pidiéndoles ayuda, para curarlos, para la comida. ¿Pero qué pasaba con 77? ¿Se había ido? ¿Seguía rondando el lugar? Era un riesgo ir, demonios, pero no podían dejarlos allí muriéndose como si nada.
La idea de Qwara de separarse, aunque podría hacer que fuera mas rápidos no le agradaba en lo más mínimo, no contra 77 que parecía ser jodidamente difícil de arrinconar y librarse de el de una maldita vez. Aun sabiendo que era un cosechado como ellos, un ser pensante, Rua cada vez lo veía más y más, como un monstruo cualquiera de la ciudad, como aquel camaleón que por poco mató a Fleur tiempo atrás.
Y aunque Maila no tenía ninguna mala intención cuando le dijo de ir, Rua se sintió como se le formaba un nudo en el estómago aún mayor en ese momento, de alguna forma responsable. Porque las curaciones en cierta manera, habían caído sobre sus hombros durante el último tiempo, con su magia, con el amuleto. En sus hombros y en los de Fleur, porque Kiki había estado realmente rara últimamente.
Asi que las palabras de Sarah aunque sonaron algo frías y un hachazo seguramente para Nori, Rua las agradeció internamente, incluso si ya estaba segura de su decisión, las agradecía. Miro a Fleur entonces, esperando que ella también estuviera de acuerdo.
- Yo estoy de acuerdo en que debemos ir todos juntos, sin separarnos ¿piensas igual Fleur?. - pregunto mriando a la francesa ya que ella tambien estaba en una posocion dificil siendot ambien alguien cuya magia era fuerte- Podemos llevar comida de la que tenemos en nuestras despensas en una de las bolsas para que tengan algo y ya luego podremos hacer algo con las cestas, como sugirio Sarah, si estais de acuerdo. Pero nada de separarse, si alguien decide no ir, aquí deben quedarse al menos dos o tres personas. Aunque igual preferiría lo de ir todos, es como dice Sarah, no se puede obligar a nadie. -dijo Rua a los que aún quedaba en la sala y no habían ido a cambiarse, aunque igual se enterarían al bajar. No entendía la posición de Kiki de no ir, ella, ante todo, sus conocimientos les había ayudado siempre incluso antes de tener magia y aún más ahora que la tenía ¿Por qué estaba así? ¿Tanto temía a 77? Realmente no había tiempo para cuestionarse el porqué de su extraño comportamiento.
- Joder…yo voy a ir…no soy una heroína y pienso que peude ser peligrosos , pero no podría con mi conciencia si no fuera sabiendo que pude hacer algo. Pero tendrás que decirnos todo lo que sepas de 77, Nori, si seguía por la zona o lo que sea…solo faltaría que nos atacara a nosotros. Y luego tenemos que hablar de esta situacion...no podemos seguir asi temiendo constantemente la aparicion de ese lagarto del demonio- dijo Rua decidida, con lo dientes apretados antes de mirar a sus compañeros- Voy a coger mis cosas - dijo subiendo finalmente hacia el cuarto pasando junto a Kiki que realmente aprecia totalmente dispuesta no moverse de allí. No lo entendía, iba a tener que intentar hablar con ella en algún momento, porque era raro que la persona que más se preocupaba por la salud de los demás, se mostrase tan reacia a ayudar.
Tras pasar junto a ella subió al cuarto que compartía con los demás para cambiarse rápidamente, poniéndose unos pantalones largos grises, camiseta de manga larga también de un apagado tono beige, y sus botas, tapándose lo más posible par solo tener que cubrirse la cara con el protector solar y así aligerar. Cogió el cinturón donde guardaba la funda de su daga con esta, su ballesta de debajo de la cama y que cargo en un instante, su bolsa con los virotes para su ballesta, una bolsa donde tenía alguno de los cristales cargados y finalmente cogió el amuleto, guardándoselo también porque lo iban a necesitar, antes de dirigirse rápidamente al primer piso, para esperar a los demas. Si para antes de salir nadie hacia lo de llenar una bolsa con algo de la comida que les quedaba para llevarla a los macieleros, Rua misma lo haria, aunque fuera con parte de sus porciones de comida.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
06/02/21, 02:13 pm
Nori se sintió abrumado de pronto por las preguntas. Su mente todavía vagaba por las imágenes del día anterior… Keskit regresando con Reira colgando de su único brazo, Jara inconsciente y maltrecha dentro de su bolsillo, y la ausencia de Sere.
—Jara es quien está peor —comenzó respondiéndole a Qwara—. Estaba en el bolsillo de Reira cuando Setenta y siete las empujó contra un muro. Reira se ha dislocado una rodilla y le duele todo el cuerpo. Keskit solo está magullada y raspada.
Nori no miró a Sarah. No quería decirle que no tenía ni idea de por lo que habían pasado, ellos no habían perdido a un solo compañero. Compartir con los macieleros su papel curativo no iba a matarlos, y ellos ya habían compartido hechizos y conocimientos con los sendarios en otras ocasiones. Le alivió que al menos el resto no fuesen como ella. Con el miedo de Kiki al menos podía empatizar.
Cuando Rua le instó a explicar todo lo que sabía, suspiró. No le apetecía relatarlo, pero sabía que no se podía postergar más.
—No estoy seguro de si sigue por la zona, no creo. Hasta ahora… hasta ahora nos había dejado en paz, debe de tener su propio refugio y debe de coger la comida donde solíamos hacerlo nosotros antes. Ayer fue un encuentro por casualidad, pero nos la tiene jurada. —Al decir aquello miró al suelo y cerró los puños—. Nadie le provocó, ni siquiera le vieron. Sere, Reira, Keskit y Jara volvían con cestas de comida, y saltó sobre ellos clavándole una lanza a Sere. Después golpeó a Reira contra una pared y Keskit fue la única que esquivó la mayoría de sus golpes. Se conformó con las cestas que llevaban y se marchó dejándolas malheridas. Dren está con ellas ahora, pero su magia no es suficiente... —En su tono de voz, cansado y roto, iba implícita una nueva súplica de ayuda.
—Jara es quien está peor —comenzó respondiéndole a Qwara—. Estaba en el bolsillo de Reira cuando Setenta y siete las empujó contra un muro. Reira se ha dislocado una rodilla y le duele todo el cuerpo. Keskit solo está magullada y raspada.
Nori no miró a Sarah. No quería decirle que no tenía ni idea de por lo que habían pasado, ellos no habían perdido a un solo compañero. Compartir con los macieleros su papel curativo no iba a matarlos, y ellos ya habían compartido hechizos y conocimientos con los sendarios en otras ocasiones. Le alivió que al menos el resto no fuesen como ella. Con el miedo de Kiki al menos podía empatizar.
Cuando Rua le instó a explicar todo lo que sabía, suspiró. No le apetecía relatarlo, pero sabía que no se podía postergar más.
—No estoy seguro de si sigue por la zona, no creo. Hasta ahora… hasta ahora nos había dejado en paz, debe de tener su propio refugio y debe de coger la comida donde solíamos hacerlo nosotros antes. Ayer fue un encuentro por casualidad, pero nos la tiene jurada. —Al decir aquello miró al suelo y cerró los puños—. Nadie le provocó, ni siquiera le vieron. Sere, Reira, Keskit y Jara volvían con cestas de comida, y saltó sobre ellos clavándole una lanza a Sere. Después golpeó a Reira contra una pared y Keskit fue la única que esquivó la mayoría de sus golpes. Se conformó con las cestas que llevaban y se marchó dejándolas malheridas. Dren está con ellas ahora, pero su magia no es suficiente... —En su tono de voz, cansado y roto, iba implícita una nueva súplica de ayuda.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Torreón Sendar
06/02/21, 03:30 pm
Esperó con el arco tensado cuando Nori pasó, tan solo por si acaso, y no se relajo hasta que el puente volvió a subirse.
Había varios caminos que tomar, y pese a la crudeza de las palabras de Sarah no le cabía ninguna duda de que simplemente irían ayudar. No podía reprenderla tampoco pues sabía que él mismo se hubiera posicionado de esa forma en el pasado, intentando ser todo lo eficiente posible, pero ahora simplemente quería ir a ayudar a la gente que conocía. No quería quedarse sentado al margen, era hora de empezar a actuar. Lo que si le chocó fue la respuesta de Kiki a todo ello. Llevaba rara desde hacia tiempo pero aquello desencajó todo lo que sabía de ella. Era la primera que se preocupaba de tratar bien todas las heridas.
Si ya estaba preocupado antes, ahora sentía como los nervios se volvían angustia por aquello y se juntaba a las noticias de los Macieleros.
Las noticias eran muchísimo peores que cualquier cosa que les hubiera pasado nunca, y la imagen de Fleur, Kiki y Rua muertas en el ataque del camaleón se cruzó en su cabeza. Aquello era por lo que ellos estaban pasando, y el frivy no podía si no estar más desolado.
Apretaba los dientes de frustración y furia. La ciudad era una cosa, pero tener a un asesino suelto le revolvía el estomago, no comprendía cuál era la necesidad de todo aquello.
Todo en conjunto hacía que le empezara a doler la cabeza y antes de ir al lado de Kiki, se acercó a Nori poniendole la mano en el hombro en un intento pobre de mostrarle apoyo.
—La idea no es mala Qwara pero yo también creo que deberíamos ir todos a la vez. Es más... creo que es hora de simplemente juntar ambos grupos en un torreón. Aquí tenemos dos puntos de comida relativamente cerca si lo necesitásemos y hay espacio de sobra. De todas maneras podemos hablarlo y decidirlo allí, una vez lleguemos —acabó esta vez mirando a los ojos directamente a Nori de manera decidida, queriendo transmitirle que no se preocupase, que iban a acudir en ayuda.
Entonces se separó para ir con la finlandesa, acercándose con cautela y con clara cara de preocupación.
—Kiki, que... ¿qué pasa? Esta no eres tú para nada... —quería meter alguna broma relacionada con que ella correría a tratar cualquier herida y explicar detalladamente cada paso necesario pero la situación lo estaba superando poco a poco a él también.
—Sabes que puedes decírmelo... decírnoslo a todos. Por favor... —la miraba con ojos humedecidos, aún se le clavaba la distancia entre ellos. La posibilidad de perderla a ella también parecía más vívida que nunca con todo lo que pasaba.
Había varios caminos que tomar, y pese a la crudeza de las palabras de Sarah no le cabía ninguna duda de que simplemente irían ayudar. No podía reprenderla tampoco pues sabía que él mismo se hubiera posicionado de esa forma en el pasado, intentando ser todo lo eficiente posible, pero ahora simplemente quería ir a ayudar a la gente que conocía. No quería quedarse sentado al margen, era hora de empezar a actuar. Lo que si le chocó fue la respuesta de Kiki a todo ello. Llevaba rara desde hacia tiempo pero aquello desencajó todo lo que sabía de ella. Era la primera que se preocupaba de tratar bien todas las heridas.
Si ya estaba preocupado antes, ahora sentía como los nervios se volvían angustia por aquello y se juntaba a las noticias de los Macieleros.
Las noticias eran muchísimo peores que cualquier cosa que les hubiera pasado nunca, y la imagen de Fleur, Kiki y Rua muertas en el ataque del camaleón se cruzó en su cabeza. Aquello era por lo que ellos estaban pasando, y el frivy no podía si no estar más desolado.
Apretaba los dientes de frustración y furia. La ciudad era una cosa, pero tener a un asesino suelto le revolvía el estomago, no comprendía cuál era la necesidad de todo aquello.
Todo en conjunto hacía que le empezara a doler la cabeza y antes de ir al lado de Kiki, se acercó a Nori poniendole la mano en el hombro en un intento pobre de mostrarle apoyo.
—La idea no es mala Qwara pero yo también creo que deberíamos ir todos a la vez. Es más... creo que es hora de simplemente juntar ambos grupos en un torreón. Aquí tenemos dos puntos de comida relativamente cerca si lo necesitásemos y hay espacio de sobra. De todas maneras podemos hablarlo y decidirlo allí, una vez lleguemos —acabó esta vez mirando a los ojos directamente a Nori de manera decidida, queriendo transmitirle que no se preocupase, que iban a acudir en ayuda.
Entonces se separó para ir con la finlandesa, acercándose con cautela y con clara cara de preocupación.
—Kiki, que... ¿qué pasa? Esta no eres tú para nada... —quería meter alguna broma relacionada con que ella correría a tratar cualquier herida y explicar detalladamente cada paso necesario pero la situación lo estaba superando poco a poco a él también.
—Sabes que puedes decírmelo... decírnoslo a todos. Por favor... —la miraba con ojos humedecidos, aún se le clavaba la distancia entre ellos. La posibilidad de perderla a ella también parecía más vívida que nunca con todo lo que pasaba.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Sendar
06/02/21, 05:24 pm
Fleur llegó unos segundos más tardes a la explicación de Nori tras bajar el puente levadizo pero lo comprendió todo al poco, y las malas noticias le sentaron como un jarro de agua fría. Después de un tiempo ya no creía que Setenta y Siete atacara a uno de los grupos, pero lo había hecho además terminando con la vida de Sere. Aquello era horrible, a la francesa se le humedecieron los ojos con las palabras del nublino y al ver como temblaba al relatar los hechos.
El intercambio de opiniones pronto sucedió en todas las direcciones. Qwara proponía grupos, Maila decidía adelantarse, otros preferían ir todos juntos. Y la verdad es que Fleur solo podía concentrarse en lo que les acababa de contar Nori.
—Dios mío... —susurró, imaginándose a Sere ensartada por la lanza— lo sentimos mucho... —le dijo, le habría gustado acompañarle en su dolor de otra manera pero sabía que no tenían tiempo para eso y que el nublino suplicaba ayuda y rápido.
Las sensaciones que experimentaba en ese momento eran confusas. En primer lugar se sintió verdaderamente molesta por las palabras de Sarah, aunque solo estuviera poniendo todas las cartas sobre la mesa le incomodaba que de alguna forma dejara una decisión tan importante en sus manos, las de Rúa y Kiki. También le molestaba que pensara siquiera en rechazar a Maciel, con todo lo que les habían ayudado. Se sintió avergonzada delante de Nori. Miró a Rúa y asintió, opinaba que no debían separarse.
—Yo también voy, por supuesto —dijo algo más brusca y segura de lo que se sentía en realidad, intentó no mirar a Sarah a los ojos porque sabía que la fulminaría con la mirada y no pretendía crear debates morales en una situación delicada. Por otra parte se sentía completa y absolutamente aterrada. Se sabía la teoría, lo que era correcto y lo que su corazón le decía que debía hacer. Pero su cerebro le mandaba señales de advertencia con luces de neón. ¿Y si se topaban con Setenta y Siete? ¿Y si esta vez no morían Veriel o Sere si no... alguien de su torreón... como Maila o Rúa? No quería ni pensarlo. Además lo que decía Nery´s era otro detalle importante aunque no tuvieran tiempo para discutirlo, pensó para su foro interno que reunirse todos en el mismo torreón podía implicar que Setenta y Siete atentara también contra ellos. Eso la hacía desear mantenerse al margen. En la Tierra no le habría ocurrido, realmente Rocavarancolia la estaba cambiando y no estaba segura de que fuera a mejor.
Sin embargo debía ser fuerte. No dejaría que su voluntad cediera y se alejara del buen camino. Con cuerpo tembloroso se dispuso a prepararse junto con los que habían decidido partir, se colocaría ropa más cómoda y tomaría con rapidez su arco, el dedal y las flechas por si pudiera ocurrirles algo. Cada vez que sentía que era una mala idea se recordaba las últimas palabras del nublino.
>>"Su magia no es suficiente". Pero sí la nuestra. Rúa y yo podemos hacerlo. Y siento que tengo más fuerza, como si me cansara menos con los hechizos<<. No entendía qué le ocurría a Kiki ni por qué estaba tan rara, pero le pareció egoísta. Aquel día estaba juzgando más que nunca, síntoma de que se estaba convirtiendo en una persona diferente.
El intercambio de opiniones pronto sucedió en todas las direcciones. Qwara proponía grupos, Maila decidía adelantarse, otros preferían ir todos juntos. Y la verdad es que Fleur solo podía concentrarse en lo que les acababa de contar Nori.
—Dios mío... —susurró, imaginándose a Sere ensartada por la lanza— lo sentimos mucho... —le dijo, le habría gustado acompañarle en su dolor de otra manera pero sabía que no tenían tiempo para eso y que el nublino suplicaba ayuda y rápido.
Las sensaciones que experimentaba en ese momento eran confusas. En primer lugar se sintió verdaderamente molesta por las palabras de Sarah, aunque solo estuviera poniendo todas las cartas sobre la mesa le incomodaba que de alguna forma dejara una decisión tan importante en sus manos, las de Rúa y Kiki. También le molestaba que pensara siquiera en rechazar a Maciel, con todo lo que les habían ayudado. Se sintió avergonzada delante de Nori. Miró a Rúa y asintió, opinaba que no debían separarse.
—Yo también voy, por supuesto —dijo algo más brusca y segura de lo que se sentía en realidad, intentó no mirar a Sarah a los ojos porque sabía que la fulminaría con la mirada y no pretendía crear debates morales en una situación delicada. Por otra parte se sentía completa y absolutamente aterrada. Se sabía la teoría, lo que era correcto y lo que su corazón le decía que debía hacer. Pero su cerebro le mandaba señales de advertencia con luces de neón. ¿Y si se topaban con Setenta y Siete? ¿Y si esta vez no morían Veriel o Sere si no... alguien de su torreón... como Maila o Rúa? No quería ni pensarlo. Además lo que decía Nery´s era otro detalle importante aunque no tuvieran tiempo para discutirlo, pensó para su foro interno que reunirse todos en el mismo torreón podía implicar que Setenta y Siete atentara también contra ellos. Eso la hacía desear mantenerse al margen. En la Tierra no le habría ocurrido, realmente Rocavarancolia la estaba cambiando y no estaba segura de que fuera a mejor.
Sin embargo debía ser fuerte. No dejaría que su voluntad cediera y se alejara del buen camino. Con cuerpo tembloroso se dispuso a prepararse junto con los que habían decidido partir, se colocaría ropa más cómoda y tomaría con rapidez su arco, el dedal y las flechas por si pudiera ocurrirles algo. Cada vez que sentía que era una mala idea se recordaba las últimas palabras del nublino.
>>"Su magia no es suficiente". Pero sí la nuestra. Rúa y yo podemos hacerlo. Y siento que tengo más fuerza, como si me cansara menos con los hechizos<<. No entendía qué le ocurría a Kiki ni por qué estaba tan rara, pero le pareció egoísta. Aquel día estaba juzgando más que nunca, síntoma de que se estaba convirtiendo en una persona diferente.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- PePo
Ficha de cosechado
Nombre: Jose Antonio De Arnaiz y La Vega Lopez (Toni)
Especie: Humano andaluz
Habilidades: habilidad mental, rapidez mental, reflejosPersonajes : Toni
Armas : Caída de ojos.
Re: Torreón Sendar
07/02/21, 01:00 pm
Toni escuchaba en absoluto silencio, ni su respiración se escuchaba, el relato de Nori. Toda la felicidad con la que se despertó ese día se fue justo cuando abrieron la puerta.
- La madre del cordero- consiguió articular en un susurro cuando terminó el visitante.
Demasiado tiempo sin que pasase nada.
- A ver, es obvio que no se puede obligar a nadie a hacer nada, no tienes que decirlo Rua, pero tampoco creo que sea buena idea que debatamos si ir o no delante de él- dijo mirando a Sarah- Necesitan nuestra ayuda, si fuera yo quien estuviera en su lugar os hubiera soltado un par de borderios, también os digo. Todos estamos en esta mierda en la misma medida ¿no?
Estaban todos nerviosos, y era necesario que salieran ya.
- Quien quiera venir que venga, vamos detrás de tí, no te preocupes, algo se podrá hacer- dijo intentando animar a Nori, guardando su pavor a 77 y esperando que realmente se pudiese hacer algo.
Toni sabía que no podría hacer mucho y entendía perfectamente lo que decía Sarah, pero ellos habían tenido mucha suerte, estaban todos vivos y a pesar de tener problemas siempre conseguían salir más o menos a salvo. La idea de llevarles comida no le pareció del todo descabellada, ellos tampoco tenían de sobra, pero los que ahora necesitaban su ayuda compartieron hechizos. Aunque un pensamiento rondaba incesantemente mientras llenaba la mochila que se improvisó con camisetas en una de las primeras salidas: Os estais equivocando, no va a terminar bien.
77 no los tenía en el punto de mira, al menos eso parecía, si se metían de lleno en aquel problema eso podría cambiar.
- La madre del cordero- consiguió articular en un susurro cuando terminó el visitante.
Demasiado tiempo sin que pasase nada.
- A ver, es obvio que no se puede obligar a nadie a hacer nada, no tienes que decirlo Rua, pero tampoco creo que sea buena idea que debatamos si ir o no delante de él- dijo mirando a Sarah- Necesitan nuestra ayuda, si fuera yo quien estuviera en su lugar os hubiera soltado un par de borderios, también os digo. Todos estamos en esta mierda en la misma medida ¿no?
Estaban todos nerviosos, y era necesario que salieran ya.
- Quien quiera venir que venga, vamos detrás de tí, no te preocupes, algo se podrá hacer- dijo intentando animar a Nori, guardando su pavor a 77 y esperando que realmente se pudiese hacer algo.
Toni sabía que no podría hacer mucho y entendía perfectamente lo que decía Sarah, pero ellos habían tenido mucha suerte, estaban todos vivos y a pesar de tener problemas siempre conseguían salir más o menos a salvo. La idea de llevarles comida no le pareció del todo descabellada, ellos tampoco tenían de sobra, pero los que ahora necesitaban su ayuda compartieron hechizos. Aunque un pensamiento rondaba incesantemente mientras llenaba la mochila que se improvisó con camisetas en una de las primeras salidas: Os estais equivocando, no va a terminar bien.
77 no los tenía en el punto de mira, al menos eso parecía, si se metían de lleno en aquel problema eso podría cambiar.
No lo sabes, Invitado, pero te quiero.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Sendar
07/02/21, 04:35 pm
Ulmara guardó silencio en un gesto que, de tan serio, parecía fúnebre. De alguna manera lo era, visto todo lo que les contó el pobre nublino. Las dudas que tuvo cuando se asomó a la ventana se resolvieron rápidamente para rabia de la cercana, que seguía sin comprender por qué no se moría el puñetero lagarto asesino y les dejaba a todos en paz. Apretó los puños y se clavó las uñas en las palmas de las manos, sin hacerse heridas, como un medio precario para desviar la ira que sentía en ese instante.
Entendía todas las ideas que se pusieron sobre la mesa, pero en concreto estaba a favor de Pefka: debían ir todos. Lo de la comida lo podían arreglar rápido con lo que dijo Rua y…. Sinceramente, ¿iban a quedarse solos cuatro personillas en Maciel? No era aún el momento de hablarlo, pero para Ulmara no se trataba de ni de pena ni de heroicidad, sino de hermanamiento entre personas dentro del mismo barco de mierda. Se alegró de que las apeladas por Sarah no dudaran ni un poquito.
La cercana se acercó despacio al nublino, posó su mano con gentileza en su hombro y le dio un pequeño apretón antes de separarse y devolverle su espacio.
—Vamos a salvarlas a las tres —le dijo, casi como una promesa velada—. Y te juro que como vea al payaso escamado le partiré las costillas de vuestra parte —añadió envalentonada, un poco nublada por su propia rabia.
Bajaría a la armería con la tostada en la mano y volvería enseguida, armada, desayunada y dispuesta a desviar todas sus pajas mentales sintiéndose útil para otra gente.
—Bueno qué, ¿cuándo nos vamos? —preguntaría impaciente, mirando en concreto a Kiki, con la esperanza de que no cometiera el error de quedarse sola dentro de Sendar.
Entendía todas las ideas que se pusieron sobre la mesa, pero en concreto estaba a favor de Pefka: debían ir todos. Lo de la comida lo podían arreglar rápido con lo que dijo Rua y…. Sinceramente, ¿iban a quedarse solos cuatro personillas en Maciel? No era aún el momento de hablarlo, pero para Ulmara no se trataba de ni de pena ni de heroicidad, sino de hermanamiento entre personas dentro del mismo barco de mierda. Se alegró de que las apeladas por Sarah no dudaran ni un poquito.
La cercana se acercó despacio al nublino, posó su mano con gentileza en su hombro y le dio un pequeño apretón antes de separarse y devolverle su espacio.
—Vamos a salvarlas a las tres —le dijo, casi como una promesa velada—. Y te juro que como vea al payaso escamado le partiré las costillas de vuestra parte —añadió envalentonada, un poco nublada por su propia rabia.
Bajaría a la armería con la tostada en la mano y volvería enseguida, armada, desayunada y dispuesta a desviar todas sus pajas mentales sintiéndose útil para otra gente.
—Bueno qué, ¿cuándo nos vamos? —preguntaría impaciente, mirando en concreto a Kiki, con la esperanza de que no cometiera el error de quedarse sola dentro de Sendar.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
07/02/21, 05:39 pm
Iemai se estremeció al escuchar el relato del nublino, lleno de lagunas pero más que suficiente. El torreón se revolucionó en un momento, antes de que el chico pudiese terminar de explicar lo que había pasado, aunque lo cierto era que parecía que necesitaba armarse de valor antes de contarles los detalles.
Cuando Sarah dijo que la decisión de ir a ayudar con su magia competía a quienes podían hacerla, Iemai entendió a qué se refería, pero estaban demasiado en deuda con los macieleros. Ni siquiera habrían encontrado la biblioteca de no ser por ellos. Lo último que quería la cercana era granjearse enemigos, aunque algo le decía que era peligroso salir. En el patio se había sentido observada, pero tras tanto tiempo teniendo aquella sensación empezaba a pensar que solo eran paranoias suyas. Aun así, no estaba dispuesta a dejar sola a Kiki en el torreón, no después del accidente del camaleón y el secuestro.
—Es mejor ir todos juntos a Maciel y separarnos después para ir a por comida. Es más seguro que quedarse uno solo aquí dentro —dijo, y luego añadió, mirando a Sarah fijamente—. También les podemos prestar nuestro amuleto mágico.
No estaba siendo borde, pero sí firme. Sencillamente no podían negarles ayuda. Mucho menos cuando escuchó la historia entera de Nori, que era aterradora. Nada iba a detener al lagarto, no era capaz ni de mantener aquella paz precaria entre ellos.
Iemai no iba a quedarse sola ni aunque fuese con Kiki, si todos salían. Tenía miedo si no estaba en un grupo grande. Solo esperaba que también pudiesen convencer a la humana de salir con ellos, así que se le acercó, como Nery’s.
—No va a pasar nada —le dijo—, además, te necesitan. Sabes muchas cosas de medicina, y siempre has querido ayudar a todo el mundo sin pedir nada a cambio. —Aquello todavía desconcertaba a la cercana, pero en los últimos meses de su vida había aprendido que aquello no era tan raro, y que incluso ella podía arriesgarlo todo por personas que verdaderamente lo mereciesen—. Aunque haya algún problema, al menos ven con nosotros, nunca hemos dejado a nadie solo antes —añadió, no sabiendo muy bien qué más decir.
Cuando Sarah dijo que la decisión de ir a ayudar con su magia competía a quienes podían hacerla, Iemai entendió a qué se refería, pero estaban demasiado en deuda con los macieleros. Ni siquiera habrían encontrado la biblioteca de no ser por ellos. Lo último que quería la cercana era granjearse enemigos, aunque algo le decía que era peligroso salir. En el patio se había sentido observada, pero tras tanto tiempo teniendo aquella sensación empezaba a pensar que solo eran paranoias suyas. Aun así, no estaba dispuesta a dejar sola a Kiki en el torreón, no después del accidente del camaleón y el secuestro.
—Es mejor ir todos juntos a Maciel y separarnos después para ir a por comida. Es más seguro que quedarse uno solo aquí dentro —dijo, y luego añadió, mirando a Sarah fijamente—. También les podemos prestar nuestro amuleto mágico.
No estaba siendo borde, pero sí firme. Sencillamente no podían negarles ayuda. Mucho menos cuando escuchó la historia entera de Nori, que era aterradora. Nada iba a detener al lagarto, no era capaz ni de mantener aquella paz precaria entre ellos.
Iemai no iba a quedarse sola ni aunque fuese con Kiki, si todos salían. Tenía miedo si no estaba en un grupo grande. Solo esperaba que también pudiesen convencer a la humana de salir con ellos, así que se le acercó, como Nery’s.
—No va a pasar nada —le dijo—, además, te necesitan. Sabes muchas cosas de medicina, y siempre has querido ayudar a todo el mundo sin pedir nada a cambio. —Aquello todavía desconcertaba a la cercana, pero en los últimos meses de su vida había aprendido que aquello no era tan raro, y que incluso ella podía arriesgarlo todo por personas que verdaderamente lo mereciesen—. Aunque haya algún problema, al menos ven con nosotros, nunca hemos dejado a nadie solo antes —añadió, no sabiendo muy bien qué más decir.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Sendar
07/02/21, 11:31 pm
Qwara escuchó la respuesta de Nori con expresión sombría, sintiendo como la ira y la preocupación se entremezclaban en su interior de forma asfixiante. Aquel maldito lagarto debería haber muerto ya, pues estar solo en aquella ciudad era una condena segura, pero su naturaleza monstruosa parecía ser una ventaja y contra todo pronóstico continuaba arruinándoles la vida día a día. Se sentía impotente, tanto por el destino de los macieleros como por el que posiblemente les deparaba a ellos al involucrarse, pero la alternativa era demasiado mezquina para considerarla siquiera.
Sarah no dudó en hacerlo, sin embargo, y la sudafricana se asustó de lo lógicas que le sonaron sus palabras. Aquella nueva faceta suya le producía rechazo y se odiaba a sí misma por considerar que aquella era una opción válida. Era un comportamiento tan alejado de lo que le habían inculcado toda su vida que no se reconocía a sí misma, por lo que sus palabras al contestar al chico sonaron incluso vehementes.
—Yo también iré, Nori. No sé hacer magia, pero ayudaré en lo que pueda. —sentenció tras las afirmaciones de los demás, dándole la espalda a sus pensamientos mezquinos para ir a prepararse.
Se limitó a asentir con firmeza cuando algunos rechazaron la idea de separarse, pues desde el principio solo había sido una sugerencia por si se tenían que poner en el peor de los casos, y reconoció que ir juntos era lo más apropiado. En otras circunstancias le habría preocupado la reticencia de Kiki para salir, pero viendo que Nery’s e Iemai se acercaban a la finlandesa para ver qué ocurría decidió centrarse en sus propios asuntos por el momento.
—Si al final nos vamos todos alguien que sepa levitar tendrá que encargarse de cerrar el portón. —señaló cuando Ulmara hizo la gran pregunta, guardándose un par de manzanas en la mochila para desayunar por el camino.
En cuanto a la propuesta del frivy de traerse a los macieleros a Sendar a Qwara no le parecía mal, pero era algo que tendrían que hablar entre todos una vez comprobaran la situación en Maciel.
Sarah no dudó en hacerlo, sin embargo, y la sudafricana se asustó de lo lógicas que le sonaron sus palabras. Aquella nueva faceta suya le producía rechazo y se odiaba a sí misma por considerar que aquella era una opción válida. Era un comportamiento tan alejado de lo que le habían inculcado toda su vida que no se reconocía a sí misma, por lo que sus palabras al contestar al chico sonaron incluso vehementes.
—Yo también iré, Nori. No sé hacer magia, pero ayudaré en lo que pueda. —sentenció tras las afirmaciones de los demás, dándole la espalda a sus pensamientos mezquinos para ir a prepararse.
Se limitó a asentir con firmeza cuando algunos rechazaron la idea de separarse, pues desde el principio solo había sido una sugerencia por si se tenían que poner en el peor de los casos, y reconoció que ir juntos era lo más apropiado. En otras circunstancias le habría preocupado la reticencia de Kiki para salir, pero viendo que Nery’s e Iemai se acercaban a la finlandesa para ver qué ocurría decidió centrarse en sus propios asuntos por el momento.
—Si al final nos vamos todos alguien que sepa levitar tendrá que encargarse de cerrar el portón. —señaló cuando Ulmara hizo la gran pregunta, guardándose un par de manzanas en la mochila para desayunar por el camino.
En cuanto a la propuesta del frivy de traerse a los macieleros a Sendar a Qwara no le parecía mal, pero era algo que tendrían que hablar entre todos una vez comprobaran la situación en Maciel.
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