Mesón “El jardín de sevli”
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Giniroryu
Reifon
Naeryan
Tak
Rocavarancolia Rol
9 participantes
- Rocavarancolia Rol
Mesón “El jardín de sevli”
05/05/20, 12:42 am
Recuerdo del primer mensaje :
Casa de dos alturas y planta rectangular con un patio trasero cerrado por un muro con verja que tiene un portal estrecho para acceder a este directamente. Por su lado derecho linda con otra casa abandonada, pero por el resto de laterales da a la calle. Tanto las paredes como el muro son de piedra, y las puertas, las ventanas y las contraventanas son de madera. Las vigas que sostienen el tejado, formado por tejas oscuras y planas, son también de madera y sobresalen por el exterior creando el alero de la casa.
El patio contiene un pozo en el centro, y alrededor de este hay siempre parterres de hortalizas, especias y algunas plantas ornamentales que son cultivadas con la ayuda de la magia. De las vigas que sobresalen por los laterales de la casa cuelgan macetas con las enredaderas de flores rosadas que dan nombre al mesón. Este está escrito sobre la puerta en una tabla tallada.
El interior tiene los suelos de madera, con zócalos altos y sencillos del mismo material cubriendo la parte inferior de las paredes. La piedra restante está enlucida con yeso, alisando la superficie de las paredes y haciendo las estancias un poco más luminosas. La decoración más destacable del local son las plantas. Muchas enredaderas de sevli se encuentran en macetas colgantes desde el techo, pero también hay otras plantas de hojas grandes y verdes en los rincones. De noche se ilumina gracias a los farolillos sinhadres que cuelgan por el techo, aunque su fuente de luz es mágica.
La planta baja contiene una estancia amplia con algunas columnas donde se encuentran las mesas y sillas para los comensales. Al fondo hay una barra de madera que sobresale un poco para servir bebidas con algunos taburetes, tras la que se encuentra la cocina. La puerta que lleva a esta es de cantina y fácil de abrir sin manos. Desde la cocina se puede acceder a una gran despensa que aprovecha, en parte, el espacio bajo las escaleras, donde se guardan la mayoría de alimentos. Al lado derecho de la barra hay otras dos puertas: una da al baño para la clientela, y la otra lleva a las escaleras que dan acceso a la vivienda.
Estas escaleras conducen a un salón comedor con una mesa pequeña, cuatro sillas, un sofá y una butaca. Alrededor de este salón hay varias puertas que llevan al resto de habitaciones: un baño, una biblioteca con despacho, un cuarto de invitados y las habitaciones de Eara y Ayne. La decoración es mucho más sencilla en la planta superior, a pesar de que en ella hay, a mayores, alfombras. Existe una pequeña buhardilla sobre la última planta que aprovecha el espacio dejado por el tejado a dos aguas, pero como apenas tiene espacio no hay ningún acceso al lugar.
El patio contiene un pozo en el centro, y alrededor de este hay siempre parterres de hortalizas, especias y algunas plantas ornamentales que son cultivadas con la ayuda de la magia. De las vigas que sobresalen por los laterales de la casa cuelgan macetas con las enredaderas de flores rosadas que dan nombre al mesón. Este está escrito sobre la puerta en una tabla tallada.
El interior tiene los suelos de madera, con zócalos altos y sencillos del mismo material cubriendo la parte inferior de las paredes. La piedra restante está enlucida con yeso, alisando la superficie de las paredes y haciendo las estancias un poco más luminosas. La decoración más destacable del local son las plantas. Muchas enredaderas de sevli se encuentran en macetas colgantes desde el techo, pero también hay otras plantas de hojas grandes y verdes en los rincones. De noche se ilumina gracias a los farolillos sinhadres que cuelgan por el techo, aunque su fuente de luz es mágica.
La planta baja contiene una estancia amplia con algunas columnas donde se encuentran las mesas y sillas para los comensales. Al fondo hay una barra de madera que sobresale un poco para servir bebidas con algunos taburetes, tras la que se encuentra la cocina. La puerta que lleva a esta es de cantina y fácil de abrir sin manos. Desde la cocina se puede acceder a una gran despensa que aprovecha, en parte, el espacio bajo las escaleras, donde se guardan la mayoría de alimentos. Al lado derecho de la barra hay otras dos puertas: una da al baño para la clientela, y la otra lleva a las escaleras que dan acceso a la vivienda.
Estas escaleras conducen a un salón comedor con una mesa pequeña, cuatro sillas, un sofá y una butaca. Alrededor de este salón hay varias puertas que llevan al resto de habitaciones: un baño, una biblioteca con despacho, un cuarto de invitados y las habitaciones de Eara y Ayne. La decoración es mucho más sencilla en la planta superior, a pesar de que en ella hay, a mayores, alfombras. Existe una pequeña buhardilla sobre la última planta que aprovecha el espacio dejado por el tejado a dos aguas, pero como apenas tiene espacio no hay ningún acceso al lugar.
- Personal del mesón:
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Mesón “El jardín de sevli”
30/07/20, 10:36 am
Ayne escuchó la sugerencia de Twix sin pensar que fuese mala idea, hasta que recordó que tal vez a Eara le diese más reparo ir al pub muerto, por lo que le cedió la respuesta con una mirada que ella captó al vuelo.
—Vamos al pub. Nunca lo he visto, y es una buena oportunidad para conocer las diferencias entre los locales que hay en Rocavarancolia. No creo que sea como para dar demasiado reparo, ¿no?
—Depende un poco, la verdad —admitió el anima, aunque había oído más cosas acerca del local de lo que lo había llegado a visitar. Aquella estética tampoco le acababa de gustar.
—No importa, ya está decidido —dijo Eara, dispuesta a arriesgarse por curiosidad.
Tras eso, no tardaron en quitarse la suciedad de encima para dirigirse al pub con Isis a brindar por sus futuros negocios.
—Vamos al pub. Nunca lo he visto, y es una buena oportunidad para conocer las diferencias entre los locales que hay en Rocavarancolia. No creo que sea como para dar demasiado reparo, ¿no?
—Depende un poco, la verdad —admitió el anima, aunque había oído más cosas acerca del local de lo que lo había llegado a visitar. Aquella estética tampoco le acababa de gustar.
—No importa, ya está decidido —dijo Eara, dispuesta a arriesgarse por curiosidad.
Tras eso, no tardaron en quitarse la suciedad de encima para dirigirse al pub con Isis a brindar por sus futuros negocios.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Mesón “El jardín de sevli”
03/11/20, 08:55 pm
Tras la inauguración de Isis, los sinhadres se centraron por completo en ultimar su local, empezando por la planta baja. Para mudarse a vivir a aquella casa solo necesitaban los muebles más básicos, como las camas, sillas o mesas, y a partir de ahí irían completando. De todos modos, hasta que el negocio se estabilizase no verían demasiado tiempo libre fuera de su trabajo.
Primero decidieron los horarios y días de apertura, que colgarían en una pizarra en la puerta para que cualquiera pudiese consultar cuándo podían o no venir. En esa misma pizarra escribirían, cuando hubiesen abierto, el menú disponible cada día. También tuvieron listos los uniformes, de la mano de Isis, a tiempo para la apertura. Llevarían mandiles a juego y un atuendo elegante pero cómodo para moverse por el local.
Ayne eligió todos los lugares donde se proveerían de alimentos y consiguió instrumentos de cocina y vajilla a buen precio. Eara hizo una selección de recetas que podían preparar sin demasiada ayuda en la cocina. Entre ambos estudiaron si la magia les podía ayudar a conservar la comida hecha, cómo organizar la despensa y el espacio y, sobre todo, cuánto deberían cobrar, sopesando con cuidado los gastos y los precios por los que se podía comer algo en otros locales de la ciudad.
Todo el esfuerzo vertido parecía haber dado sus frutos cuando abrieron sus puertas oficialmente. Durante el día inaugural sirvieron comida y bebida a cuenta de la casa, y se podía decir que habían atraído un interés considerable. Ese optimismo hacía más fácil de llevar el nerviosismo que acompañaba a los primeros días de su nuevo trabajo. Ninguno de ellos tenía experiencia previa en aquel sector, pero poco a poco se irían acostumbrando a lidiar con las tareas y la clientela. Abrir un mesón era un trabajo muy exigente, algo de lo que se habían dado cuenta incluso antes de inaugurar el negocio.
Primero decidieron los horarios y días de apertura, que colgarían en una pizarra en la puerta para que cualquiera pudiese consultar cuándo podían o no venir. En esa misma pizarra escribirían, cuando hubiesen abierto, el menú disponible cada día. También tuvieron listos los uniformes, de la mano de Isis, a tiempo para la apertura. Llevarían mandiles a juego y un atuendo elegante pero cómodo para moverse por el local.
Ayne eligió todos los lugares donde se proveerían de alimentos y consiguió instrumentos de cocina y vajilla a buen precio. Eara hizo una selección de recetas que podían preparar sin demasiada ayuda en la cocina. Entre ambos estudiaron si la magia les podía ayudar a conservar la comida hecha, cómo organizar la despensa y el espacio y, sobre todo, cuánto deberían cobrar, sopesando con cuidado los gastos y los precios por los que se podía comer algo en otros locales de la ciudad.
Todo el esfuerzo vertido parecía haber dado sus frutos cuando abrieron sus puertas oficialmente. Durante el día inaugural sirvieron comida y bebida a cuenta de la casa, y se podía decir que habían atraído un interés considerable. Ese optimismo hacía más fácil de llevar el nerviosismo que acompañaba a los primeros días de su nuevo trabajo. Ninguno de ellos tenía experiencia previa en aquel sector, pero poco a poco se irían acostumbrando a lidiar con las tareas y la clientela. Abrir un mesón era un trabajo muy exigente, algo de lo que se habían dado cuenta incluso antes de inaugurar el negocio.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Mesón “El jardín de sevli”
04/11/20, 05:56 pm
Las idas y venidas eran distintas tras la criba. Los que antes habían compartido torreón ahora latían a ritmos diferentes, entraban y salían a horas distintas y en dirección a quehaceres separados entre sí. Ya no dependían de moverse en grupo para sobrevivir.
La nueva libertad había resultado desconcertante al principio. Y no obstante en ocasiones era palpable algo exultante en ello. Sox casi podía tocarlo con la punta de los dedos en sus excursiones solitarias sobre los tejados, la ruina y la maravilla de Rocavarancolia a sus pies y desplegándose en el horizonte frente a él.
Aun así sabían dónde podían encontrarse unos a otros. El ángel negro había ido a buscar a Arcan al final de la jornada de trabajo de éste y le había preguntado directamente si podían hablar.
Las calles ya no eran un nido serpenteante de peligros para ellos, pero eso no significaba que Sox quisiera fiarse. Entraron al primer local de aspecto no amenazante que encontraron, y cuyo menú no ofrecía exquisiteces inquietantes o vicios inimaginables. El carabés se quedó mirando la decoración, registrando la imagen que ofrecían las flores, los farolillos, el cuidado modesto con el que estaba todo arreglado. Entre todas los recovecos de Rocavarancolia alguien había encontrado la forma de volver el suyo acogedor. Había algo que le resultaba vagamente familiar en el entorno, pero no acertaba a adivinar qué.
Había sido Arcan el que había propuesto que se sentaran a hablar con calma en alguna parte, pero Sox fue agudamente consciente de que no tenía con qué pagar cuando se sentaron a la mesa. Murmuró que él no quería nada cuando llegó el momento de pedir. ¿Cómo de evidente sería que era un novato todavía sin blanca?
La nueva libertad había resultado desconcertante al principio. Y no obstante en ocasiones era palpable algo exultante en ello. Sox casi podía tocarlo con la punta de los dedos en sus excursiones solitarias sobre los tejados, la ruina y la maravilla de Rocavarancolia a sus pies y desplegándose en el horizonte frente a él.
Aun así sabían dónde podían encontrarse unos a otros. El ángel negro había ido a buscar a Arcan al final de la jornada de trabajo de éste y le había preguntado directamente si podían hablar.
Las calles ya no eran un nido serpenteante de peligros para ellos, pero eso no significaba que Sox quisiera fiarse. Entraron al primer local de aspecto no amenazante que encontraron, y cuyo menú no ofrecía exquisiteces inquietantes o vicios inimaginables. El carabés se quedó mirando la decoración, registrando la imagen que ofrecían las flores, los farolillos, el cuidado modesto con el que estaba todo arreglado. Entre todas los recovecos de Rocavarancolia alguien había encontrado la forma de volver el suyo acogedor. Había algo que le resultaba vagamente familiar en el entorno, pero no acertaba a adivinar qué.
Había sido Arcan el que había propuesto que se sentaran a hablar con calma en alguna parte, pero Sox fue agudamente consciente de que no tenía con qué pagar cuando se sentaron a la mesa. Murmuró que él no quería nada cuando llegó el momento de pedir. ¿Cómo de evidente sería que era un novato todavía sin blanca?
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Mesón “El jardín de sevli”
04/11/20, 08:37 pm
Había sido una larga jornada de trabajo tras su día de entrenamiento con Sura y lo último que esperaba ver a las puertas del taller de Maher era a uno de sus antiguos... convivientes, de su cosecha. Ya se había cambiado de su ropa de trabajo a un conjunto sencillo pero elegante*, culpa de la influencia de Isis en su estilo. Estilo que había abrazado cada vez más y más según los meses pasaban. Su primera reacción tras mirarlo hubiera sido ignorarlo y seguir su camino pero la expresión seria del carabés junto a sus palabras le hicieron simplemente aceptarlo. Y ya que estaba y prefería sentarse para hablar después de aquel día decidió probar aquel restaurante nuevo del que había hablado alguna vez su vieja jefa.
Simplemente le dijo que fueran a un lugar tranquilo y lo guió hacia el Jardín de sevli.
Caminaba por las calles de la ciudad con la total tranquilidad de quien acostumbraba a navegar por sus peores zonas y la misma calma le acompañaba al traspasar las puertas del lugar.
Estaba ensimismado contemplando la decoración del lugar finalizado y se sentó en una mesa para dos. Desabrochó su cazadora dejándola en la silla y debajo de esta Sox pudo ver un cinturón de pecho diagonal que sujetaba una vaina con un cuchillo de supervivencia cuyo filo era más grande que un antebrazo, cinturón que tambien se quitó y depositó en la silla con total naturalidad.
No se quitó los guantes al tomar la carta y empezar a leerla. Tampoco parecía muy dispuesto a atender al ángel negro pues la situación aunque no lo pareciera por fuera era tan incómoda para él como para Sox.
Cuando Sox murmuró que no quería nada Arcan levantó por fin su mirada hacia el arqueando una ceja y miró a quien les atendía.
-Dos menús, por favor. Sox, ¿qué quieres beber? -Preguntó a modo de dejar claro que invitaba él.
Simplemente le dijo que fueran a un lugar tranquilo y lo guió hacia el Jardín de sevli.
Caminaba por las calles de la ciudad con la total tranquilidad de quien acostumbraba a navegar por sus peores zonas y la misma calma le acompañaba al traspasar las puertas del lugar.
Estaba ensimismado contemplando la decoración del lugar finalizado y se sentó en una mesa para dos. Desabrochó su cazadora dejándola en la silla y debajo de esta Sox pudo ver un cinturón de pecho diagonal que sujetaba una vaina con un cuchillo de supervivencia cuyo filo era más grande que un antebrazo, cinturón que tambien se quitó y depositó en la silla con total naturalidad.
No se quitó los guantes al tomar la carta y empezar a leerla. Tampoco parecía muy dispuesto a atender al ángel negro pues la situación aunque no lo pareciera por fuera era tan incómoda para él como para Sox.
Cuando Sox murmuró que no quería nada Arcan levantó por fin su mirada hacia el arqueando una ceja y miró a quien les atendía.
-Dos menús, por favor. Sox, ¿qué quieres beber? -Preguntó a modo de dejar claro que invitaba él.
- *:
- No tomar imagen al pie de la letra pero algo así.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Mesón “El jardín de sevli”
08/11/20, 08:08 pm
Se quedó mirando el cuchillo sobre la mesa.
—¿Eso es una declaración de intenciones?
La broma sonó más seca de lo que había pretendido. Resopló e intentó corregirlo pero para entonces ya habían venido a atenderles.
No le sorprendió que Arcan se hiciese cargo. Había armas en la Sede, pero aquel machete de supervivencia y aquella ropa no se conseguían allí. Le estaba llegando dinero suficiente para valerse por sí mismo.
—Una taza de syv —cedió. Era una combinación extraña con la comida, pero al ver a la joven de pelo rosado que les había atendido había caído en qué le resultaba familiar de aquel lugar. Eorlir había dibujado sitios parecidos.
Cuando volvieron a quedarse solos Sox no se anduvo con rodeos.
—Mira… Me encontré el otro día con tu hermano y ha cumplido su precio.
Podría haber sido una novedad para Arcan o podría no serlo, pero nada más salir de su boca el carabés intuyó cómo podía interpretarse dicho comentario. Sacudió la cabeza. Independientemente de la relación que pudieran conservar o no los hermanos todavía, no era eso de lo que había venido a hablar. Tras la Luna ninguno hacía ya de niñera de nadie. Sox podía no saber cómo funcionaba una familia nublina, pero incluso eso podía intuirlo.
—Lo que quiero decir es que sé que tú también. No he venido a juzgar —añadió rápidamente, aunque sabía que no sonaba muy creíble viniendo de él.
Lo que realmente había venido a tratar se espesó en el aire entre ellos. Sox habría podido alargar la mano y desenredar muchas cosas de aquella maraña. Cuándo había tomado Arcan la decisión, o si no había luchado contra ello en absoluto. Si se había arrepentido en algún momento de haber empezado. Los detalles morbosos de cómo conseguía completar su precio. El ángel negro intuía que podía destapar cualquiera de esas cuestiones y encontrarse con sorpresas que preferiría no conocer, y que sin embargo necesitaba. No eran respuestas que pudieran darle los libros.
Manoseó la servilleta. Las manos se le crispaban con frecuencia en los últimos tiempos.
—¿Cómo se siente? —preguntó finalmente.
—¿Eso es una declaración de intenciones?
La broma sonó más seca de lo que había pretendido. Resopló e intentó corregirlo pero para entonces ya habían venido a atenderles.
No le sorprendió que Arcan se hiciese cargo. Había armas en la Sede, pero aquel machete de supervivencia y aquella ropa no se conseguían allí. Le estaba llegando dinero suficiente para valerse por sí mismo.
—Una taza de syv —cedió. Era una combinación extraña con la comida, pero al ver a la joven de pelo rosado que les había atendido había caído en qué le resultaba familiar de aquel lugar. Eorlir había dibujado sitios parecidos.
Cuando volvieron a quedarse solos Sox no se anduvo con rodeos.
—Mira… Me encontré el otro día con tu hermano y ha cumplido su precio.
Podría haber sido una novedad para Arcan o podría no serlo, pero nada más salir de su boca el carabés intuyó cómo podía interpretarse dicho comentario. Sacudió la cabeza. Independientemente de la relación que pudieran conservar o no los hermanos todavía, no era eso de lo que había venido a hablar. Tras la Luna ninguno hacía ya de niñera de nadie. Sox podía no saber cómo funcionaba una familia nublina, pero incluso eso podía intuirlo.
—Lo que quiero decir es que sé que tú también. No he venido a juzgar —añadió rápidamente, aunque sabía que no sonaba muy creíble viniendo de él.
Lo que realmente había venido a tratar se espesó en el aire entre ellos. Sox habría podido alargar la mano y desenredar muchas cosas de aquella maraña. Cuándo había tomado Arcan la decisión, o si no había luchado contra ello en absoluto. Si se había arrepentido en algún momento de haber empezado. Los detalles morbosos de cómo conseguía completar su precio. El ángel negro intuía que podía destapar cualquiera de esas cuestiones y encontrarse con sorpresas que preferiría no conocer, y que sin embargo necesitaba. No eran respuestas que pudieran darle los libros.
Manoseó la servilleta. Las manos se le crispaban con frecuencia en los últimos tiempos.
—¿Cómo se siente? —preguntó finalmente.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Mesón “El jardín de sevli”
11/11/20, 12:08 am
Su mirada se desvió de la carta a su cuchillo de caza ante el comentario de Sox aunque lejos de responder lo tanteó con la mirada unos segundos antes de decidir callarse y seguir mirando la carta. Cuando el joven volviera con las bebidas le pediría tres de los aperitivos.
Le escuchó de nuevo en silencio con aquellos ojos de un frio morado, ahora envueltos en una esclerótica amarilla sucia, analizándole a él y sus palabras. Era una mirada que Sox conocía quizás demasiado bien. Y, sin embargo, había algo muy diferente en ella. Calma.
Hombros relajados, los brazos cruzándose delante suya de manera natural encima de la mesa... No había rastro de que lo estuviera juzgando o analizando a la defensiva buscando cualquier cosa como en la antigüedad. Tan solo un chaval intentando entender que estaba pasando en aquel momento y como había llegado a aquella situación.
Asimilaba las palabras del ángel negro así como sus pequeños movimientos nerviosos con las pobres servilletas y empezaba a sacar sus conclusiones. «Así que a eso ha venido. A hablar de su precio.» Tenía sentido que fuera a él, aquel con el precio menos moral tras sí mismo de Maciel y también la persona menos moral que seguramente conocía bien.
Dudó otro poco más antes de responder pero finalmente soltó aire y comenzó a hablar. -Veo que has ampliado tu sentido del humor estos meses. -Lo dijo también seco mientras desviaba la mirada a su cuchillo, pero no parecía un insulto. -Pero no, esta es una de mis herramientas de trabajo. La llevo siempre conmigo cuando camino por la ciudad y sus callejones, no todos tenemos dos cuchillas gigantes a la espalda. Y bueno, me alegro por mi hermano. Tiene la suerte de que su precio sea tan sencillo de cumplir como sin más atravesar el portal a nuestro mundo. Al contrario que nosotros dos. -Puntuó de manera especial aquella última frase. Dejando que ganara peso, que calara. -Es complicado de definir... como finalmente beber agua tras llevar días sediento, comer cuando llevabas semanas hambriento. Es darle algo a tu cuerpo que siempre te había pedido pero que no lo sabías de verdad hasta que lo tomas y el alivio finalmente te recorre dándote nuevas fuerzas. Nueva vida.
Miró a los ojos a Sox preguntándose si comprendía siquiera, que aquella explicación no se comparaba a la sensación real.
-Después de la primera vez se vuelve para nosotros como eso Sox. Prácticamente una necesidad más. Y sé que para otros pueda ser más leve pero me temo que en nuestro caso es algo más profundo y arraigado. No sé si me has venido a pedir consejo pero he de decir que estoy impresionado de que hayas aguantado tanto tiempo manteniendo tus impulsos a raya, quizás es más fácil sin caer. Yo lo mantengo controlado con un tira y afloja. -Levantó entonces el tenedor que se había puesto antes en la mesa en cuanto pidió el menú y dejo que la atención de Sox se centrara en el cubierto. -No me llevo esto aunque quiera porque ya me he regalado un capricho esta mañana. Me suelo permitir a menudo dado el carácter de mi trabajo pero sé que puedo aguantarme fácilmente dos, quizás tres semanas. A partir de ahí empeora. Sobre todo si he usado la magia.
Le escuchó de nuevo en silencio con aquellos ojos de un frio morado, ahora envueltos en una esclerótica amarilla sucia, analizándole a él y sus palabras. Era una mirada que Sox conocía quizás demasiado bien. Y, sin embargo, había algo muy diferente en ella. Calma.
Hombros relajados, los brazos cruzándose delante suya de manera natural encima de la mesa... No había rastro de que lo estuviera juzgando o analizando a la defensiva buscando cualquier cosa como en la antigüedad. Tan solo un chaval intentando entender que estaba pasando en aquel momento y como había llegado a aquella situación.
Asimilaba las palabras del ángel negro así como sus pequeños movimientos nerviosos con las pobres servilletas y empezaba a sacar sus conclusiones. «Así que a eso ha venido. A hablar de su precio.» Tenía sentido que fuera a él, aquel con el precio menos moral tras sí mismo de Maciel y también la persona menos moral que seguramente conocía bien.
Dudó otro poco más antes de responder pero finalmente soltó aire y comenzó a hablar. -Veo que has ampliado tu sentido del humor estos meses. -Lo dijo también seco mientras desviaba la mirada a su cuchillo, pero no parecía un insulto. -Pero no, esta es una de mis herramientas de trabajo. La llevo siempre conmigo cuando camino por la ciudad y sus callejones, no todos tenemos dos cuchillas gigantes a la espalda. Y bueno, me alegro por mi hermano. Tiene la suerte de que su precio sea tan sencillo de cumplir como sin más atravesar el portal a nuestro mundo. Al contrario que nosotros dos. -Puntuó de manera especial aquella última frase. Dejando que ganara peso, que calara. -Es complicado de definir... como finalmente beber agua tras llevar días sediento, comer cuando llevabas semanas hambriento. Es darle algo a tu cuerpo que siempre te había pedido pero que no lo sabías de verdad hasta que lo tomas y el alivio finalmente te recorre dándote nuevas fuerzas. Nueva vida.
Miró a los ojos a Sox preguntándose si comprendía siquiera, que aquella explicación no se comparaba a la sensación real.
-Después de la primera vez se vuelve para nosotros como eso Sox. Prácticamente una necesidad más. Y sé que para otros pueda ser más leve pero me temo que en nuestro caso es algo más profundo y arraigado. No sé si me has venido a pedir consejo pero he de decir que estoy impresionado de que hayas aguantado tanto tiempo manteniendo tus impulsos a raya, quizás es más fácil sin caer. Yo lo mantengo controlado con un tira y afloja. -Levantó entonces el tenedor que se había puesto antes en la mesa en cuanto pidió el menú y dejo que la atención de Sox se centrara en el cubierto. -No me llevo esto aunque quiera porque ya me he regalado un capricho esta mañana. Me suelo permitir a menudo dado el carácter de mi trabajo pero sé que puedo aguantarme fácilmente dos, quizás tres semanas. A partir de ahí empeora. Sobre todo si he usado la magia.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Mesón “El jardín de sevli”
18/11/20, 02:34 pm
Se picó a su pesar (a su sentido del humor no le pasaba nada) pero se abstuvo de replicar. A su espalda las susodichas dos cuchillas parecieron adquirir más peso cuando el rapiña las mencionó. Aunque le faltaba preguntar para sellar ese conocimiento, Sox intuía que el cuchillo que acababa de poner Arcan sobre la mesa había probado más sangre que sus alas. Él nunca había tenido que defenderse de nadie con ellas. Todavía.
“De verdad no sabe lo de Obel”, comprendió. No ver a los hermanos juntos todo el tiempo ya era una prueba tangible de cómo habían cambiado las cosas tras la Luna Roja, pero hacía tiempo que el ángel negro no recibía otra tan palpable.
Escuchó, con la plena atención que le caracterizaba, la confirmación de todos sus temores. Había sido una esperanza frágil pero ahora lo sabía. La necesidad no desaparecería. Si se dejaba llevar por sus impulsos violentos cada vez sería más difícil resistirlos.
—Es mejor no empezar y punto, entonces —dijo a media voz sin saber muy bien por qué lo hacía. ¿No lo había sabido ya de antemano? Sólo era reforzar lo que ya sabía. Sox ya había rechazado de plano matar a personas para conseguir magia. Cualquier otra cosa sería inmoral. No había ninguna decisión que tomar, ¿verdad?
¿Cuánto debía decir? Sox debatió consigo mismo en silencio y finalmente se rindió de la misma manera.
—Me enfado tantísimo —confesó en voz baja. Acodado sobre la mesa, se llevó ambas manos a la frente y se masajeó el entrecejo con las yemas, como si le doliera la cabeza—. A veces veo rojo. Casi le parto la boca a tu hermano y tuvo que pararme Rad.
Aquella confesión era irónica a dos bandas. Medio año atrás Arcan había amenazado a todo aquel que tocase un pelo a su hermano, y medio año atrás Sox siempre se había preciado de ser racional, de sopesarlo todo antes de actuar. La Luna Roja tenía una destreza particular para ponerlos a todos en su lugar.
—Y no es que hubiera dicho… Quiero decir, se merecía un guantazo por lo que había dicho, pero no que yo se lo diera de verdad, ¿entiendes?
>>Al principio creía que era por… por todo. Todos los cambios —continuó. Se había aferrado a aquella explicación todo lo que había podido, hasta tener los nudillos blancos. Arcan nunca sabría lo que le costó pronunciar la siguiente frase—. Pero era lo que quería creer. Habíamos salido todos vivos de la Luna, ¿no? Y a ninguno nos había pasado algo horrible ni nos la teníamos que jugar para sobrevivir. Yo había perdido la magia y me habían salido alas y todo esto —se señaló a sí mismo— , pero no era para tanto. Y lo del precio sólo lo decían los libros. Podía elegir no hacerlo. Nadie me obliga a… —cambió de frase a medio camino—. No tenía razones para enfadarme por tonterías. Pero todavía me pasa.
Sus ojos se desviaron al tenedor.
—¿Cómo te lo tomas con tanta calma? —no pudo evitar que la voz se le crispara—. ¿Te da igual que vaya a más?
“¿No te da miedo?”
“De verdad no sabe lo de Obel”, comprendió. No ver a los hermanos juntos todo el tiempo ya era una prueba tangible de cómo habían cambiado las cosas tras la Luna Roja, pero hacía tiempo que el ángel negro no recibía otra tan palpable.
Escuchó, con la plena atención que le caracterizaba, la confirmación de todos sus temores. Había sido una esperanza frágil pero ahora lo sabía. La necesidad no desaparecería. Si se dejaba llevar por sus impulsos violentos cada vez sería más difícil resistirlos.
—Es mejor no empezar y punto, entonces —dijo a media voz sin saber muy bien por qué lo hacía. ¿No lo había sabido ya de antemano? Sólo era reforzar lo que ya sabía. Sox ya había rechazado de plano matar a personas para conseguir magia. Cualquier otra cosa sería inmoral. No había ninguna decisión que tomar, ¿verdad?
¿Cuánto debía decir? Sox debatió consigo mismo en silencio y finalmente se rindió de la misma manera.
—Me enfado tantísimo —confesó en voz baja. Acodado sobre la mesa, se llevó ambas manos a la frente y se masajeó el entrecejo con las yemas, como si le doliera la cabeza—. A veces veo rojo. Casi le parto la boca a tu hermano y tuvo que pararme Rad.
Aquella confesión era irónica a dos bandas. Medio año atrás Arcan había amenazado a todo aquel que tocase un pelo a su hermano, y medio año atrás Sox siempre se había preciado de ser racional, de sopesarlo todo antes de actuar. La Luna Roja tenía una destreza particular para ponerlos a todos en su lugar.
—Y no es que hubiera dicho… Quiero decir, se merecía un guantazo por lo que había dicho, pero no que yo se lo diera de verdad, ¿entiendes?
>>Al principio creía que era por… por todo. Todos los cambios —continuó. Se había aferrado a aquella explicación todo lo que había podido, hasta tener los nudillos blancos. Arcan nunca sabría lo que le costó pronunciar la siguiente frase—. Pero era lo que quería creer. Habíamos salido todos vivos de la Luna, ¿no? Y a ninguno nos había pasado algo horrible ni nos la teníamos que jugar para sobrevivir. Yo había perdido la magia y me habían salido alas y todo esto —se señaló a sí mismo— , pero no era para tanto. Y lo del precio sólo lo decían los libros. Podía elegir no hacerlo. Nadie me obliga a… —cambió de frase a medio camino—. No tenía razones para enfadarme por tonterías. Pero todavía me pasa.
Sus ojos se desviaron al tenedor.
—¿Cómo te lo tomas con tanta calma? —no pudo evitar que la voz se le crispara—. ¿Te da igual que vaya a más?
“¿No te da miedo?”
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Mesón “El jardín de sevli”
22/11/20, 01:13 am
Arcan estaba un tanto confuso. Entendía perfectamente que era el único transformado "cercano" similar a él, pero no porque estaba abriéndose de ese modo. Era ciertamente irónico, tan así que quizás Barael se hubiera burlado. Pero era Arcan quien estaba allí.
Alzó una ceja ante lo que decía de su hermano, aunque no había señal alguna de hostilidad por parte de Arcan al escuchar aquello como se hubiera podido pensar tiempo atrás.
Tanteó de nuevo un tiempo que responder. Aún con el tenedor en la mano.
-Sox, si me puedo permitir tomarlo con calma es precisamente porque trabajo en ello. -En ese momento con un gesto llevó la atención hacia el tenedor, a como lo posaba en la mesa. Y en el instante en el que dejó de tocarlo el ángel negro podría ver los pequeños detalles. Invisibles si no prestabas atención. Los músculos tensándose, una respiración más profunda que el resto, un parpadeo más largo...
Al abrir de nuevo los ojos siguió. -No estoy seguro de que no hacerlo sea la solución. De que simplemente abstenerte vaya a servirte para siempre. Lo que Hurza y Harex le hicieron al cacho de la Luna hizo que gente como nosotros fuéramos algo más poderosos, más... ¿redondos?, por así decirlo, en cuanto habilidades. Sin embargo el precio que pagamos a cambio es bastante obvio. Y no es algo que nos dejen vivir sin ello sin más. -Suspiró dejando que calara. No quería darle falsas esperanzas. -Yo he perdido el temple un par de veces aún con todo. Y en lo único que podía pensar era en deshacerme de las alimañas que acababan de romper la reliquia que quería. -Contó también confesando parte de como lo llevaba.
-No me da igual, lo acepté por mucho que me asquee y trabaje con ello para poder sobrevivir por aquí, en esta ruina que a cada Luna parece que va a explotar.
Alzó una ceja ante lo que decía de su hermano, aunque no había señal alguna de hostilidad por parte de Arcan al escuchar aquello como se hubiera podido pensar tiempo atrás.
Tanteó de nuevo un tiempo que responder. Aún con el tenedor en la mano.
-Sox, si me puedo permitir tomarlo con calma es precisamente porque trabajo en ello. -En ese momento con un gesto llevó la atención hacia el tenedor, a como lo posaba en la mesa. Y en el instante en el que dejó de tocarlo el ángel negro podría ver los pequeños detalles. Invisibles si no prestabas atención. Los músculos tensándose, una respiración más profunda que el resto, un parpadeo más largo...
Al abrir de nuevo los ojos siguió. -No estoy seguro de que no hacerlo sea la solución. De que simplemente abstenerte vaya a servirte para siempre. Lo que Hurza y Harex le hicieron al cacho de la Luna hizo que gente como nosotros fuéramos algo más poderosos, más... ¿redondos?, por así decirlo, en cuanto habilidades. Sin embargo el precio que pagamos a cambio es bastante obvio. Y no es algo que nos dejen vivir sin ello sin más. -Suspiró dejando que calara. No quería darle falsas esperanzas. -Yo he perdido el temple un par de veces aún con todo. Y en lo único que podía pensar era en deshacerme de las alimañas que acababan de romper la reliquia que quería. -Contó también confesando parte de como lo llevaba.
-No me da igual, lo acepté por mucho que me asquee y trabaje con ello para poder sobrevivir por aquí, en esta ruina que a cada Luna parece que va a explotar.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Mesón “El jardín de sevli”
29/11/20, 12:34 am
Existía algo familiar para él en la expresión de Arcan ahora. Sox no llegó a encajar las piezas en ese momento, pero se trataba de un reflejo soterrado de algo que habían expresado sus propios ojos con anterioridad. Un anhelo, una añoranza difusa, la profunda frustración de tener algo al alcance de la mano y no cogerlo.
—Tengo que hacerlo —insistió, sin embargo—. Si empiezo y luego el impulso se me va de las manos... Sé que es parte de mí —había intentado negarlo, la Luna sabía que lo había intentado por todos los medios—, pero… quiero controlar cuándo lo es. No puedo dejar que me domine.
Se erizó ante la mirada del rapiña, percibiendo con precipitación que le juzgaba.
—No soy tan ingenuo a estas alturas como para creer que nunca pueda pasarme —se defendió por anticipado—. Esto es Rocavarancolia, cualquier día alguien puede intentar matarme y puede que tenga que… Entonces no sería tan terrible —no lo pensaba realmente, pero la cuestión para él es que al menos sería por necesidad. Sería malo, pero también algo que otra persona también haría.
Pese a todo no podía negar la totalidad de los argumentos de Arcan. Rechinó los dientes para sí, un hábito que todavía arrastraba de vez en cuando, en una mueca de comprensión a regañadientes. A su pesar comprendía perfectamente de lo que hablaba el rapiña cuando se refería a aplastar los estorbos. Hasta ahora sólo le había sucedido con bestias menores que se escurrían de su vista cuando exploraba los sitios, intuyendo que ahora estaba por encima de ellas. Sox había aceptado que era algo real; más ahora que Arcan también había admitido sentirlo. Les pasaba y ahora tenían que vivir con ello.
Aun así...Su mirada volvió al cuchillo.
—Así que… ¿qué hiciste al final? ¿Con las alimañas? —hubo una pausa tangible antes de la última palabra, enunciada con cuidado. Era un término ambiguo.
—Habrás ido al cementerio entonces —aventuró después. No sería ninguna sorpresa, aunque seguía sin ser un lugar en el que Sox quisiera volver a poner el pie jamás—. ¿No? Para conseguir las… reliquias esas.
Se lamió los labios.
—¿Qué haces para conseguirlas?
A la mierda. Aunque no quisiese saberlo, quería ser capaz de oírlo. Ya bastaba de esconderse; el momento de ocultarse en torreones de lo que les reservaba Rocavarancolia había quedado atrás. Si sus compañeros hacían cosas turbias no quería que volviesen a pillarle por sorpresa. Él mismo braceaba en aguas turbias, aunque luchase denodadamente por mantenerse a flote.
—Tengo que hacerlo —insistió, sin embargo—. Si empiezo y luego el impulso se me va de las manos... Sé que es parte de mí —había intentado negarlo, la Luna sabía que lo había intentado por todos los medios—, pero… quiero controlar cuándo lo es. No puedo dejar que me domine.
Se erizó ante la mirada del rapiña, percibiendo con precipitación que le juzgaba.
—No soy tan ingenuo a estas alturas como para creer que nunca pueda pasarme —se defendió por anticipado—. Esto es Rocavarancolia, cualquier día alguien puede intentar matarme y puede que tenga que… Entonces no sería tan terrible —no lo pensaba realmente, pero la cuestión para él es que al menos sería por necesidad. Sería malo, pero también algo que otra persona también haría.
Pese a todo no podía negar la totalidad de los argumentos de Arcan. Rechinó los dientes para sí, un hábito que todavía arrastraba de vez en cuando, en una mueca de comprensión a regañadientes. A su pesar comprendía perfectamente de lo que hablaba el rapiña cuando se refería a aplastar los estorbos. Hasta ahora sólo le había sucedido con bestias menores que se escurrían de su vista cuando exploraba los sitios, intuyendo que ahora estaba por encima de ellas. Sox había aceptado que era algo real; más ahora que Arcan también había admitido sentirlo. Les pasaba y ahora tenían que vivir con ello.
Aun así...Su mirada volvió al cuchillo.
—Así que… ¿qué hiciste al final? ¿Con las alimañas? —hubo una pausa tangible antes de la última palabra, enunciada con cuidado. Era un término ambiguo.
—Habrás ido al cementerio entonces —aventuró después. No sería ninguna sorpresa, aunque seguía sin ser un lugar en el que Sox quisiera volver a poner el pie jamás—. ¿No? Para conseguir las… reliquias esas.
Se lamió los labios.
—¿Qué haces para conseguirlas?
A la mierda. Aunque no quisiese saberlo, quería ser capaz de oírlo. Ya bastaba de esconderse; el momento de ocultarse en torreones de lo que les reservaba Rocavarancolia había quedado atrás. Si sus compañeros hacían cosas turbias no quería que volviesen a pillarle por sorpresa. Él mismo braceaba en aguas turbias, aunque luchase denodadamente por mantenerse a flote.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
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- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
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Re: Mesón “El jardín de sevli”
30/11/20, 11:44 pm
Arcan lo contemplaba en silencio, desengranando poco a poco los misterios del porque aquella conversación en su cabeza. Estaba seguro de que tenía algo que ver con lo que había dicho que había pasado con su hermano. quizás hubiera sido el detonante...
Pero de pronto sus ojos se abrieron algo más al escuchar lo del cementerio y aún más ante aquellas últimas preguntas. Lo que salió de él entonces fue risa, incapaz de contenerse ante la sorpresa y lo irónico de todo aquellos instinto tomó el control y le hizo perder el decoro con una risa histriónica algo más controlada ya que sus ataques iniciales.
-¿El maldito cementerio? -Consiguió decir mientras calmaba su risa, pero un par más de pequeños carcajeos teatrales siguieron. -Por la Luna Sox, ese es como el puesto cinco en peores lugares a los que ir a recuperar objetos. -Esas dos últimas palabras eran un eufemismo del que Arcan tiraba mucho para no mencionar su r palabra, aunque en el fondo fuese consciente de lo que hacía.
En ese momento volvió el camarero con las bebidas y Arcan aprovecho para pedir dos entremeses de la carta a parte del menú.
-Nos guiamos por el olfato. -Volvió a empezar cuando el camarero se fue. -Podemos oler las emociones que ataban a alguien a objetos especiales para ellos antes de morir. Reliquias. -No le importaba revelar aquello, era una habilidad que no suponía una debilidad ni fuerza para los rapiña. -Por suerte para los míos estos son probablemente de los mejores años para recargarnos, después de todo la ciudad es en sí, un enorme cementerio. -Le dio fuerza a su voz a aquello último, queriendo remarcarlo. Le resultaba curioso que no conociera que hacía para conseguirlas en el sentido de que si había leído las transformaciones tomaba a Sox como a una persona que haría como él y se leería todos los detalles que pudiera incluyendo su peculiar sentido del olfato. -Pues te responderé a las dos preguntas a la vez. Matar. Hay que tomarse el tiempo para explorar y evitar toda la magia perdida y desperdigada pero cuanto más te internas por los muros más... criaturas, aparecen. Esta ruina está infestada. -Escupió con desdén.
Empezó a echarse la bebida, parecía algún tipo de alcohol suave para acompañar la cena y tras darle un sorbo continuó. -Muchos huyen... muchos otros no. Prefiero mantener mi ropa todo lo limpia que pueda pero como te podrán confirmar Rox o Pam si hablas con ellos no fueron ni una ni dos ni tres las veces que regresé a la boutique de Isis empapado. Pero bueno, gracias a mi trabajo de recuperador de muebles, por así llamarlo, me ha sido fácil desviarme ligeramente a por reliquias y estar cada vez más cargado. En cuanto a esas alimañas que mencione... Cuando finalmente rompes y pierdes el control dejas de ir a matar, de ser preciso o eficaz para acabar con todo lo más rápido posible. Simplemente agarras tu arma y tus puños y... golpeas. -Hubo un pequeño silencio, Arcan no parecía para nada orgulloso de todo aquello. -¿Lo más gracioso? Con el hechizo de moldear materia me llevó menos de un minuto reparar la reliquia.
Toda esa rabia era tan inútil como molesta para el rapiña y se veía e el desprecio a sí mismo en el tono de voz. Esta vez en vez de un sorbo fue un trago largo.
Pero de pronto sus ojos se abrieron algo más al escuchar lo del cementerio y aún más ante aquellas últimas preguntas. Lo que salió de él entonces fue risa, incapaz de contenerse ante la sorpresa y lo irónico de todo aquellos instinto tomó el control y le hizo perder el decoro con una risa histriónica algo más controlada ya que sus ataques iniciales.
-¿El maldito cementerio? -Consiguió decir mientras calmaba su risa, pero un par más de pequeños carcajeos teatrales siguieron. -Por la Luna Sox, ese es como el puesto cinco en peores lugares a los que ir a recuperar objetos. -Esas dos últimas palabras eran un eufemismo del que Arcan tiraba mucho para no mencionar su r palabra, aunque en el fondo fuese consciente de lo que hacía.
En ese momento volvió el camarero con las bebidas y Arcan aprovecho para pedir dos entremeses de la carta a parte del menú.
-Nos guiamos por el olfato. -Volvió a empezar cuando el camarero se fue. -Podemos oler las emociones que ataban a alguien a objetos especiales para ellos antes de morir. Reliquias. -No le importaba revelar aquello, era una habilidad que no suponía una debilidad ni fuerza para los rapiña. -Por suerte para los míos estos son probablemente de los mejores años para recargarnos, después de todo la ciudad es en sí, un enorme cementerio. -Le dio fuerza a su voz a aquello último, queriendo remarcarlo. Le resultaba curioso que no conociera que hacía para conseguirlas en el sentido de que si había leído las transformaciones tomaba a Sox como a una persona que haría como él y se leería todos los detalles que pudiera incluyendo su peculiar sentido del olfato. -Pues te responderé a las dos preguntas a la vez. Matar. Hay que tomarse el tiempo para explorar y evitar toda la magia perdida y desperdigada pero cuanto más te internas por los muros más... criaturas, aparecen. Esta ruina está infestada. -Escupió con desdén.
Empezó a echarse la bebida, parecía algún tipo de alcohol suave para acompañar la cena y tras darle un sorbo continuó. -Muchos huyen... muchos otros no. Prefiero mantener mi ropa todo lo limpia que pueda pero como te podrán confirmar Rox o Pam si hablas con ellos no fueron ni una ni dos ni tres las veces que regresé a la boutique de Isis empapado. Pero bueno, gracias a mi trabajo de recuperador de muebles, por así llamarlo, me ha sido fácil desviarme ligeramente a por reliquias y estar cada vez más cargado. En cuanto a esas alimañas que mencione... Cuando finalmente rompes y pierdes el control dejas de ir a matar, de ser preciso o eficaz para acabar con todo lo más rápido posible. Simplemente agarras tu arma y tus puños y... golpeas. -Hubo un pequeño silencio, Arcan no parecía para nada orgulloso de todo aquello. -¿Lo más gracioso? Con el hechizo de moldear materia me llevó menos de un minuto reparar la reliquia.
Toda esa rabia era tan inútil como molesta para el rapiña y se veía e el desprecio a sí mismo en el tono de voz. Esta vez en vez de un sorbo fue un trago largo.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
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Re: Mesón “El jardín de sevli”
05/12/20, 06:18 pm
La risa, abrupta e histriónica, le sobresaltó. A su espalda las alas se desplegaron ligeramente, en guardia.
—¿Qué tiene tanta gracia? —quiso saber con hosquedad antes de caer en la cuenta de que tendría que esperar a que el arrebato de risa remitiese. Tuvo que contentarse con cruzarse de brazos y aguardar. Se fue relajando de nuevo poco a poco pero cierta inquietud todavía bullía en él. Había olvidado que algunos cambios permeaban la superficie y aquél había sido un brusco recordatorio.
“Pero inofensivo”, se obligó a recordar.
No sabía qué le sentó peor: que le tomaran por tonto o que el cementerio, puestos a ser un sitio malo para rapiñar, ni siquiera ocupara el primer puesto de la lista. ¿Qué más había en Rocavarancolia que ni siquiera sospechaba?
—Por los fantasmas —aventuró. El asco en su voz era más ambiguo de lo que le habría gustado. Le costaba ahora no ver el rostro de Dafne cuando pensaba en esa palabra—. Y los… muertos que hablan. Claro.
Debía ser una pesadilla intentar conseguir objetos de los panteones, las tumbas y los túmulos mientras sus ocupantes te increpaban a voz en cuello. Visto así era obvio. Debería haber unido los puntos él mismo.
—Los tuyos —repitió con cuidado. Él todavía no se había topado con otro ángel negro y nunca había pensado en planteárselo así—. ¿Has conocido a más?
Tendría sentido que fuese así. Todos tenderían a congregarse donde el olor fuese más fuerte. Volvió a tensarse conforme escuchaba la respuesta del rapiña. ¿Habrían peleado por el botín? ¿A eso se refería con las alimañas?
“El botín” era la forma más civilizada en la que Sox era capaz de pensar en qué era lo que Arcan se llevaba a casa, y de qué manos, frías y rígidas en el mejor de los casos, lo arrancaba. Si se detenía a pensar lo suficiente en ello no sería capaz de ocultar su repugnancia.
Aun así exhaló un aliento contenido hasta entonces en su pecho como un último escudo, sintiendo que le inundaba el alivio. Había temido que Arcan hubiese cruzado ya la línea. Pero solo eran alimañas de verdad. Monstruos sin inteligencia.
Sin embargo no todo fue alivio. Entrecerró los ojos, acusando un golpe invisible, y dejó que transcurriera un pequeño lapso de silencio. La forma en la que Arcan describió el arrebato era escalofriantemente familiar, incluida la desproporción respecto a la ofensa inicial. El final de una historia cuyo desenlace Sox no había presenciado todavía por sí mismo, pero que era capaz de deducir por sí solo.
El desprecio por sí mismo en boca de Arcan le chocó. No era algo que hubiese tintado a menudo las palabras de Barael. Aquello había asentado tras la Luna.
—Entonces… quizá no es para tanto —se oyó a sí mismo y quiso retractarse en el acto. Sin embargo se forzó a fruncir el ceño y seguir adelante—. No la falta de control, eso es inexcusable, pero… Son animales, al menos. Los matábamos también en la criba.
—¿Qué tiene tanta gracia? —quiso saber con hosquedad antes de caer en la cuenta de que tendría que esperar a que el arrebato de risa remitiese. Tuvo que contentarse con cruzarse de brazos y aguardar. Se fue relajando de nuevo poco a poco pero cierta inquietud todavía bullía en él. Había olvidado que algunos cambios permeaban la superficie y aquél había sido un brusco recordatorio.
“Pero inofensivo”, se obligó a recordar.
No sabía qué le sentó peor: que le tomaran por tonto o que el cementerio, puestos a ser un sitio malo para rapiñar, ni siquiera ocupara el primer puesto de la lista. ¿Qué más había en Rocavarancolia que ni siquiera sospechaba?
—Por los fantasmas —aventuró. El asco en su voz era más ambiguo de lo que le habría gustado. Le costaba ahora no ver el rostro de Dafne cuando pensaba en esa palabra—. Y los… muertos que hablan. Claro.
Debía ser una pesadilla intentar conseguir objetos de los panteones, las tumbas y los túmulos mientras sus ocupantes te increpaban a voz en cuello. Visto así era obvio. Debería haber unido los puntos él mismo.
—Los tuyos —repitió con cuidado. Él todavía no se había topado con otro ángel negro y nunca había pensado en planteárselo así—. ¿Has conocido a más?
Tendría sentido que fuese así. Todos tenderían a congregarse donde el olor fuese más fuerte. Volvió a tensarse conforme escuchaba la respuesta del rapiña. ¿Habrían peleado por el botín? ¿A eso se refería con las alimañas?
“El botín” era la forma más civilizada en la que Sox era capaz de pensar en qué era lo que Arcan se llevaba a casa, y de qué manos, frías y rígidas en el mejor de los casos, lo arrancaba. Si se detenía a pensar lo suficiente en ello no sería capaz de ocultar su repugnancia.
Aun así exhaló un aliento contenido hasta entonces en su pecho como un último escudo, sintiendo que le inundaba el alivio. Había temido que Arcan hubiese cruzado ya la línea. Pero solo eran alimañas de verdad. Monstruos sin inteligencia.
Sin embargo no todo fue alivio. Entrecerró los ojos, acusando un golpe invisible, y dejó que transcurriera un pequeño lapso de silencio. La forma en la que Arcan describió el arrebato era escalofriantemente familiar, incluida la desproporción respecto a la ofensa inicial. El final de una historia cuyo desenlace Sox no había presenciado todavía por sí mismo, pero que era capaz de deducir por sí solo.
El desprecio por sí mismo en boca de Arcan le chocó. No era algo que hubiese tintado a menudo las palabras de Barael. Aquello había asentado tras la Luna.
—Entonces… quizá no es para tanto —se oyó a sí mismo y quiso retractarse en el acto. Sin embargo se forzó a fruncir el ceño y seguir adelante—. No la falta de control, eso es inexcusable, pero… Son animales, al menos. Los matábamos también en la criba.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
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- Al poner un evento... (CLICK):
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Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
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- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
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Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Mesón “El jardín de sevli”
12/12/20, 11:46 pm
Al acabar aquel trago el rapiña dio rápidamente otro acabándose la copa y se llenó está de nuevo aun manteniendo aquella expresión molesta y algo asqueada.
-No. -Contestó sin ningún tipo de duda. -He preguntado en los mercados y otros lugares pero parece ser que de momento soy el único de de mi especie, eso o quien quiera que haya se oculta muy bien. Aunque no el único saqueador de cadáveres ni mucho menos por la ciudad. Por suerte los nigromantes suelen preferir ir a por cuerpos en mejor estado en otros mundos o de las alimañas y no a por los huesos polvorientos de las ruinas. Además si quieres huesos en la cicatriz es tan simple como llevar un carro y el hechizo de levitar.
Parecía más centrado en su copa que en tenerle a él delante, más centrado en su propia travesía con toda aquella nueva forma de vida. Sin embargo con las últimas palabras alzó la mirada para clavarla en los ojos del carabés. Aquella era una manera muy peligrosa de pensar a ojos del rapiña.
-Sobrevivíamos. -Declaró. -Yo simplemente camino a dentro de sus territorios en los que estaban haciendo su vida y despacho a aquello que me ataque Sox. Siguen siendo seres vivos. Puedes jurar a lo que quieras que no soy la mejor persona del mundo por decirlo de alguna manera, lo sabes bien. Y por ello no soy nadie para decir que esta mejor o peor, bien o mal. Sin embargo... -Empezó examinando las alas del ángel negro. -Hay monstruos contra los que el asesino de Nad parecería un santo... Si tan solo hubieras conocido a alguno... -Hablaba como si supiera del tema, y así era. Aun podía recordar con asco las palabras que formaban el chantaje. Pero recordaba aún mejor la euforia y el alivio al escuchar sus gritos. -Y no me refiero a los habitantes de esta ruina en particular. Desde luego ese sería un buen uso para tus alas. -Sopesó. -En cuanto a las alimañas tan solo son animales que no se lo merecen, pero es parte de mi trabajo, y lo cumpliré con diligencia.
Terminó por fin de hablar. Mirando con seriedad y quizás, mínimamente, una chispa de preocupación por Sox en sus ojos. Pero podrían ser perfectamente las imaginaciones del carabés.
-No. -Contestó sin ningún tipo de duda. -He preguntado en los mercados y otros lugares pero parece ser que de momento soy el único de de mi especie, eso o quien quiera que haya se oculta muy bien. Aunque no el único saqueador de cadáveres ni mucho menos por la ciudad. Por suerte los nigromantes suelen preferir ir a por cuerpos en mejor estado en otros mundos o de las alimañas y no a por los huesos polvorientos de las ruinas. Además si quieres huesos en la cicatriz es tan simple como llevar un carro y el hechizo de levitar.
Parecía más centrado en su copa que en tenerle a él delante, más centrado en su propia travesía con toda aquella nueva forma de vida. Sin embargo con las últimas palabras alzó la mirada para clavarla en los ojos del carabés. Aquella era una manera muy peligrosa de pensar a ojos del rapiña.
-Sobrevivíamos. -Declaró. -Yo simplemente camino a dentro de sus territorios en los que estaban haciendo su vida y despacho a aquello que me ataque Sox. Siguen siendo seres vivos. Puedes jurar a lo que quieras que no soy la mejor persona del mundo por decirlo de alguna manera, lo sabes bien. Y por ello no soy nadie para decir que esta mejor o peor, bien o mal. Sin embargo... -Empezó examinando las alas del ángel negro. -Hay monstruos contra los que el asesino de Nad parecería un santo... Si tan solo hubieras conocido a alguno... -Hablaba como si supiera del tema, y así era. Aun podía recordar con asco las palabras que formaban el chantaje. Pero recordaba aún mejor la euforia y el alivio al escuchar sus gritos. -Y no me refiero a los habitantes de esta ruina en particular. Desde luego ese sería un buen uso para tus alas. -Sopesó. -En cuanto a las alimañas tan solo son animales que no se lo merecen, pero es parte de mi trabajo, y lo cumpliré con diligencia.
Terminó por fin de hablar. Mirando con seriedad y quizás, mínimamente, una chispa de preocupación por Sox en sus ojos. Pero podrían ser perfectamente las imaginaciones del carabés.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Mesón “El jardín de sevli”
14/12/20, 11:47 pm
Se le pusieron los pelos de punta ante la alusión a los nigromantes y la nueva envergadura de su cuerpo amplificó su reacción. El ángel negro se envaró visiblemente y la repugnancia se plasmó con claridad en sus facciones.
—Aquí todavía los hay —era una pregunta caducada, formulada de la manera rotunda y afirmativa de lo que ya había sido contestado. Dicho en voz alta parecía incluso inevitable—. Por supuesto.
Si había un sitio donde no lincharían a los de su calaña nada más descubrirles era Rocavarancolia. Todos tenían un lugar en la ciudad: otra de las medias verdades de la ciudad. Al precio de tener que soportar a todos los demás y a todos los engendros que no deberían tenerlo.
—Es surrealista oírte decir estas cosas, ¿sabes?—dijo—. Antes ni se nos habría ocurrido entrar a un túnel todos juntos, no digamos ya solos.
Y al mismo tiempo, ahora que la Luna Roja ya había abandonado el cielo, tenía sin embargo perfecto sentido. Lo surrealista ya no era el presente sino el hecho de que alguna vez hubieran tenido que arreglárselas de otra manera para sobrevivir.
Pero Arcan tenía razón. Ahora la amenaza de ojos inescrutables e inteligentes asomaba desde establecimientos siniestros, palacetes ominosos. Otros transformados como ellos, con décadas de ventaja tanto en experiencia como de distancia de lo que una vez les hizo humanos.
Asintió meditabundo. Era cierto que aquellas bestias estaban vivas, pero conforme más se acostumbraba Sox a su nuevo lugar en el mundo más le costaba considerarlas más allá de la amenaza que pudieran suponer.
—Es una nueva responsabilidad —concedió—. Darle un puñetazo a algo ahora no es lo mismo ni de lejos.
Omitió otras posibilidades más mortíferas a propósito. No podía centrarse en ellas ahora.
—Antes no habría podido tumbar a nadie ni aunque le hubiera echado todas mis fuerzas. Ahora cargo todo el rato con la sensación de que podría partir muros si quisiera —durante la Luna había sido enloquecedor—. No me hace gracia mi… el precio de mi especie, pero sí tiene muchas ventajas. Sólo poder respirar tranquilo yendo por la calle ya vale la pena.
El potencial de sus alas era otro asunto que sí le inquietaba mucho más.
“Los nigromantes sí serían un buen uso”, pensó, y se asqueó a sí mismo inmediatamente después, pese a estar completamente seguro de que no pensaba usarlas a menos que fuese imprescindible. Pero se mentiría a sí mismo si no pensara… Si tuviera que hacer una excepción y alguno de ellos buscase pelea...
—Ponme a prueba —le retó. Su propio retraimiento involuntario hasta entonces y la actitud misteriosa de Arcan se aunaron para irritarle. No era uno de los chavales que no habían visto el final de la criba. Ya no iba a dejar que Rocavarancolia le amedrentase—. ¿Qué has visto?
—Aquí todavía los hay —era una pregunta caducada, formulada de la manera rotunda y afirmativa de lo que ya había sido contestado. Dicho en voz alta parecía incluso inevitable—. Por supuesto.
Si había un sitio donde no lincharían a los de su calaña nada más descubrirles era Rocavarancolia. Todos tenían un lugar en la ciudad: otra de las medias verdades de la ciudad. Al precio de tener que soportar a todos los demás y a todos los engendros que no deberían tenerlo.
—Es surrealista oírte decir estas cosas, ¿sabes?—dijo—. Antes ni se nos habría ocurrido entrar a un túnel todos juntos, no digamos ya solos.
Y al mismo tiempo, ahora que la Luna Roja ya había abandonado el cielo, tenía sin embargo perfecto sentido. Lo surrealista ya no era el presente sino el hecho de que alguna vez hubieran tenido que arreglárselas de otra manera para sobrevivir.
Pero Arcan tenía razón. Ahora la amenaza de ojos inescrutables e inteligentes asomaba desde establecimientos siniestros, palacetes ominosos. Otros transformados como ellos, con décadas de ventaja tanto en experiencia como de distancia de lo que una vez les hizo humanos.
Asintió meditabundo. Era cierto que aquellas bestias estaban vivas, pero conforme más se acostumbraba Sox a su nuevo lugar en el mundo más le costaba considerarlas más allá de la amenaza que pudieran suponer.
—Es una nueva responsabilidad —concedió—. Darle un puñetazo a algo ahora no es lo mismo ni de lejos.
Omitió otras posibilidades más mortíferas a propósito. No podía centrarse en ellas ahora.
—Antes no habría podido tumbar a nadie ni aunque le hubiera echado todas mis fuerzas. Ahora cargo todo el rato con la sensación de que podría partir muros si quisiera —durante la Luna había sido enloquecedor—. No me hace gracia mi… el precio de mi especie, pero sí tiene muchas ventajas. Sólo poder respirar tranquilo yendo por la calle ya vale la pena.
El potencial de sus alas era otro asunto que sí le inquietaba mucho más.
“Los nigromantes sí serían un buen uso”, pensó, y se asqueó a sí mismo inmediatamente después, pese a estar completamente seguro de que no pensaba usarlas a menos que fuese imprescindible. Pero se mentiría a sí mismo si no pensara… Si tuviera que hacer una excepción y alguno de ellos buscase pelea...
—Ponme a prueba —le retó. Su propio retraimiento involuntario hasta entonces y la actitud misteriosa de Arcan se aunaron para irritarle. No era uno de los chavales que no habían visto el final de la criba. Ya no iba a dejar que Rocavarancolia le amedrentase—. ¿Qué has visto?
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Mesón “El jardín de sevli”
16/02/21, 06:21 pm
—A mi me es extraño ver como la gente con estas nuevas capacidades parece muy... ¿reprimida? He de decir que de nuevo he encontrado mejor el darle uso y rienda suelta y acostumbrarme a ellas que intentar no llevarlas al máximo por miedo —relacionó un tema con el otro.
En ese momento y ante esa pregunta Arcan estuvo a punto enfocar una mirada de reprimenda a Sox por querer sacar esos temas antes de la comida pero se contuvo a sabiendas de que él había sacado el tema y tan solo le miro con dureza.
«No debería haberlo hecho...»
Pero ante el desafío del carabés su orgullo se interpuso y empezó a hablar.
—Tu precio es mucho más misericordioso que la mayoría Sox. Hay muchísimas cosas peores que la muerte y el dolor es solo una de ellas.
Miró entonces hacia los lados confirmando que su hermano no estaba por allí y que el camarero aún estaba lejos.
—Me tienes que prometer que no le dirás nada a mi hermano. Nunca he querido que él tuviera nada que ver con esto.
En ese momento y ante esa pregunta Arcan estuvo a punto enfocar una mirada de reprimenda a Sox por querer sacar esos temas antes de la comida pero se contuvo a sabiendas de que él había sacado el tema y tan solo le miro con dureza.
«No debería haberlo hecho...»
Pero ante el desafío del carabés su orgullo se interpuso y empezó a hablar.
—Tu precio es mucho más misericordioso que la mayoría Sox. Hay muchísimas cosas peores que la muerte y el dolor es solo una de ellas.
Miró entonces hacia los lados confirmando que su hermano no estaba por allí y que el camarero aún estaba lejos.
—Me tienes que prometer que no le dirás nada a mi hermano. Nunca he querido que él tuviera nada que ver con esto.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Mesón “El jardín de sevli”
21/02/21, 10:58 pm
“Llevarlas al máximo” caló, a su pesar. Sox había pasado por demasiados años de condicionamiento en Carabás como para que no lo hiciese. ¿Cruzar al otro lado de una frontera entre mundos, superar una prueba mortal durante meses, y todo para dejar parte de su potencial dormido? Sonaba a un desperdicio risible. Lo era.
Apretó los labios. Una parte de él quería argumentar más, convertir aquello en un debate, pero aquella parte de sí parecía haber trasvasado a Rad desde que se habían transformado. Su curiosidad, aun morbosa, ejercía ahora un influjo más poderoso.
—Pero no hay muchas cosas irreversibles —fue lo único que dijo en su lugar. Mantuvo conscientemente la confrontación fuera de su voz. Tampoco estaba nada en desacuerdo con lo que había dicho Arcan y en consecuencia tampoco sabía si su afirmación le resultaba un consuelo o una fuente más de malestar: la experiencia y lo que daban a entender las partes más sombrías de la ciudad le habían dado motivos para intuir que tenía razón. La afirmación resonaba el doble de ominosa en Rocavarancolia por buenas razones.
Con todo, reversible y mejor no eran caras opuestas de la misma moneda. Los nigromantes no devolvían a nadie a la vida. Sólo hacían bailar cadáveres a su son y proyectaban sobre ellos la personalidad que uno daría a una mascota. Era cruel, retorcido, a veces dolorosamente creíble, pero no era vida de verdad.
La petición le puso en una disyuntiva que duró apenas lo que un chispazo. Sox recordó el encuentro con Obel y qué clase de cosas podría estar ocultando él a su vez a su hermano.
—No lo sabrá por mí. Lo que os traigáis es asunto vuestro.
Apretó los labios. Una parte de él quería argumentar más, convertir aquello en un debate, pero aquella parte de sí parecía haber trasvasado a Rad desde que se habían transformado. Su curiosidad, aun morbosa, ejercía ahora un influjo más poderoso.
—Pero no hay muchas cosas irreversibles —fue lo único que dijo en su lugar. Mantuvo conscientemente la confrontación fuera de su voz. Tampoco estaba nada en desacuerdo con lo que había dicho Arcan y en consecuencia tampoco sabía si su afirmación le resultaba un consuelo o una fuente más de malestar: la experiencia y lo que daban a entender las partes más sombrías de la ciudad le habían dado motivos para intuir que tenía razón. La afirmación resonaba el doble de ominosa en Rocavarancolia por buenas razones.
Con todo, reversible y mejor no eran caras opuestas de la misma moneda. Los nigromantes no devolvían a nadie a la vida. Sólo hacían bailar cadáveres a su son y proyectaban sobre ellos la personalidad que uno daría a una mascota. Era cruel, retorcido, a veces dolorosamente creíble, pero no era vida de verdad.
La petición le puso en una disyuntiva que duró apenas lo que un chispazo. Sox recordó el encuentro con Obel y qué clase de cosas podría estar ocultando él a su vez a su hermano.
—No lo sabrá por mí. Lo que os traigáis es asunto vuestro.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
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- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Mesón “El jardín de sevli”
28/02/21, 12:51 am
Se revolvió algo en la silla, un tanto incómodo con la afirmativa. Esperaba que hubiese reculado en aquel punto. Pero finalmente asintió resignado.
—Conocí un hombre en la capital, un allegado de mi abuelo. Todo lo esperable de un buen nublino para rocavarancolia, obediente, trabajador, gran adorador de los dioses, buena persona y podría seguir todo el día. Había muchas circunstancias en ese momento pero en resumen me puso contra la espada y la pared para hacerme una petición.
Era la primera vez que hablaba con alguien sobre ello que no fuera su abuelo o su tía. Se le veía nervioso, no paraba de mirar a su alrededor en lo que claramente era que no quería que un oído curioso lo escuchase.
Se podía ver como apretaba sus manos. Tan solo recordar aquello, revivir aquella escena, le hacía hervir la sangre de nuevo.
—Aquel día estallé, y tras atacarle medio por sorpresa y conseguir noquearle lo até y lo torturé hasta la muerte.
Lo miró a los ojos sin hablar. Dejando que la pausa natural a todo eso sucediese.
—No soy la mejor persona del mundo —repitió, como intentando grabar aquello en piedra—pero creo que hay personas con las que no deberías dudar en afilar tu alas.
—Conocí un hombre en la capital, un allegado de mi abuelo. Todo lo esperable de un buen nublino para rocavarancolia, obediente, trabajador, gran adorador de los dioses, buena persona y podría seguir todo el día. Había muchas circunstancias en ese momento pero en resumen me puso contra la espada y la pared para hacerme una petición.
Era la primera vez que hablaba con alguien sobre ello que no fuera su abuelo o su tía. Se le veía nervioso, no paraba de mirar a su alrededor en lo que claramente era que no quería que un oído curioso lo escuchase.
- +18 Puede causar malestar por los temas tratados.:
—Me demandó que llevara a mis parejas aquella noche al sótano en que ambos estábamos acabando de hacer un trabajo. Se puso a explicarme con todo lujo de detalles como quería violarles hasta romperles, primero a uno y luego a la otra mientras me hacía mirar, para luego seguir usando sus cuerpos hasta estar satisfecho.
—Quería ver sufrimiento y quería verlo en niños indefensos, junto a la curiosidad de si en verdad yo podía sentir algo.
Se podía ver como apretaba sus manos. Tan solo recordar aquello, revivir aquella escena, le hacía hervir la sangre de nuevo.
—Aquel día estallé, y tras atacarle medio por sorpresa y conseguir noquearle lo até y lo torturé hasta la muerte.
Lo miró a los ojos sin hablar. Dejando que la pausa natural a todo eso sucediese.
—No soy la mejor persona del mundo —repitió, como intentando grabar aquello en piedra—pero creo que hay personas con las que no deberías dudar en afilar tu alas.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Mesón “El jardín de sevli”
09/04/21, 09:03 pm
Sox no hizo interrupciones a partir de cierto punto de la historia. Una vez el rapiña entró en materia Sox entendió cosas sobre Arcan que antes habían flotado a la deriva, sin contexto, donde era fácil recogerlas y juzgarlas. Ahora para sacarlas a la luz tendría siempre que arrastrar todo el hilo detrás.
Su respuesta se demoró. Un aleteo inquieto, el rebufo de energía nerviosa que no tenía adónde ir. Resoplido. Agarrarse un puñado de cabello, que siempre se le terminaba olvidando cortar a como debía. Joder. Deseaba no haber preguntado.
—Podrías haber empezado por otra cosa —le recriminó, pero sonó falto de empuje. Se lo había buscado. ¿Había pedido lo peor? Ya se le revolvía el estómago sólo con algo sucedido en Nubla, ni siquiera en Rocavarancolia. Patético. Absurdo. Ya sabía que existían personas así en todas partes, en todos los mundos. En Carabás también las había.
—Y aquí habrá gente peor y ni siquiera tendrán que esconderse. Eso es lo que quieres decir, ¿no?
La respuesta de Arcan lo confirmó. La pregunta de Sox había sonado a acusación pero era lo que en realidad había querido saber. Qué había visto que permitiesen en Rocavarancolia que no existía en otros lugares, de qué era capaz la ciudad que les había visto morir sin pestañear antes de que Luna siquiera les prestara sus fuerzas, antes de llegar siquiera a vivir lo suficiente para ser ellos mismos. No había estado preparado para los detalles, para una historia tan personal.
Pensar que no ya en Arcan sino en Barael, el niño nublino que había sido entonces, ya anidaba el potencial para torturar le abría un foso en la boca del estómago. ¿Quién más habría pasado por el proceso entonces? ¿Qué poder poseían ahora para hacer lo que se les antojara?
No se había terminado la comida, y supo en ese momento que ya no iba a hacerlo. Aquella pausa sobria fue un buen momento para pagar y marcharse.
Sigue en la Plaza del Estandarte.
Su respuesta se demoró. Un aleteo inquieto, el rebufo de energía nerviosa que no tenía adónde ir. Resoplido. Agarrarse un puñado de cabello, que siempre se le terminaba olvidando cortar a como debía. Joder. Deseaba no haber preguntado.
—Podrías haber empezado por otra cosa —le recriminó, pero sonó falto de empuje. Se lo había buscado. ¿Había pedido lo peor? Ya se le revolvía el estómago sólo con algo sucedido en Nubla, ni siquiera en Rocavarancolia. Patético. Absurdo. Ya sabía que existían personas así en todas partes, en todos los mundos. En Carabás también las había.
—Y aquí habrá gente peor y ni siquiera tendrán que esconderse. Eso es lo que quieres decir, ¿no?
La respuesta de Arcan lo confirmó. La pregunta de Sox había sonado a acusación pero era lo que en realidad había querido saber. Qué había visto que permitiesen en Rocavarancolia que no existía en otros lugares, de qué era capaz la ciudad que les había visto morir sin pestañear antes de que Luna siquiera les prestara sus fuerzas, antes de llegar siquiera a vivir lo suficiente para ser ellos mismos. No había estado preparado para los detalles, para una historia tan personal.
Pensar que no ya en Arcan sino en Barael, el niño nublino que había sido entonces, ya anidaba el potencial para torturar le abría un foso en la boca del estómago. ¿Quién más habría pasado por el proceso entonces? ¿Qué poder poseían ahora para hacer lo que se les antojara?
No se había terminado la comida, y supo en ese momento que ya no iba a hacerlo. Aquella pausa sobria fue un buen momento para pagar y marcharse.
Sigue en la Plaza del Estandarte.
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