Burdel de Dama Espasmo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Elegante, era la palabra apropiada para el edificio. Cain no estaba seguro de que Dirke supiese realmente donde les había llevado, pero eso ya no importaba. El lugar parecía deshabitado, y desde hace bastante tiempo, a juzgar por su aspecto dejado. Pero ese aire decadente hacía del sitio un lugar...
-Mágico...- susurró Caín dejando su cesta en el suelo
Nada más llegar, los chicos se habían dejado caer en los divanes y cojines del suelo, agotados por la carrera.

ignoro lo que dice jack y las palabras de Caín resuenan en mi mente “Solo sé curar heridas” dice Caín y yo que supiera no tenía ninguna...Echo un vistazo a la sala en general y puedo ver tirado en el suelo lo que parece ser un trozo de cristal al lado de un tocador, me acerco para cojerlo y me giro a los chicos: -Las heridas son fácil causarlas, esperemos que también sea fácil sanarlas*digo mientras se me desvía la mirada al cristal*- antes de que los chicos pudieran reaccionar ya tenía el cristal calvado en la palma atravesándola, Norou no parece inmutarse de nada: -ya tenemos una herida*sonríe*- la sonrisa de Norou se pierde cuando ve que el crista comienza a emitir luz…

-Pero tú eres gilipollas!!- le grita Cain- Que pueda cerrar heridas no significa que pueda devolverte la sangre que pierdas. El corte sangraba mucho, Cain envolvió la mano de Norou con un trozo de su kimono y se puso la chuleta cerca, para poder verla bien. Repitió los signos con cuidado de no equivocarse en ninguno. La herida se cierra, mucho más lentamente que la primera vez y dejando una cicatriz más grande, pero se cierra. Cain se siente un poco mareado, vuelve a sentarse y apoya la frente en las rodillas- NO vuelvas a hacerlo- dice simplemente

Observo primero a Norou y voy a gritarle pero Caín actúa con más rapidez y...
-¡Lo has curado!
Me echo hacia atrás y me apoyo la espalda en la pared
-Ay...esto es de locos...pero me lo creo, lo he visto...-me levanto y miro a Norou y su cicatriz en la mano, luego a la cara y le grito.-¡Tú estás loco, cacho estúpido! ¡La próxima vez rájate el cuello, a ver si te cura Caín! ¡O si no te mato yo a latigazos, a ver quién cura eso!
Me alejo y vuelvo a apoyarme en la pared, respiro para relajarme y miro a Caín
-Demasiado...Pero muy útil y...-pero se me ocurre una cosa.-Intuyo que costará algún tipo de esfuerzo psíquico o físico...¿Te cansas al hacer...eso?-acabo señalando la mano de Norou,

Cain se deja caer hasta quedar echado de costado en el suelo
-Tengo sueño- dice con tono infantil- Fuera de aquí- No quería moverse de allí, no tenía fuerzas para bajar las escaleras y por pura cabezonería no iba a dejar que nadie le llevase. Le pesaban los párpados. No era agotamiento, simplemente era algo parecido a una bajada de tensión... y el tatami era muy cómodo. Finalmente cayó dormido.

Pasan muchas cosas y muy deprisa pero la herida ya no está…Caín se queda dormido extrañamente por lo que cojo el carbón que estaba utilizando para dibujar y escribo en un trozo de papel :-Lo siento mucho Caín...Pero debía que comprobar si tu don es útil para una situación real…ha demostrado serlo aunque pareces exhausto..Gracias Caín..- ahora me giro a Jack: - Me encantaría ver como lo intentas Jack*digo con una voz seria marcada por pura competitividad * Ahora me giro al Durmiente Caín, se que ha dicho que nos fuéramos, pero me acerco a él y lo levanto, Al levantarlo ese sentimiento vuelve a mí y casi me hace caer<< ¿Pero que me pasa…? Otra vez este sentimiento… No lo dejare en el suelo como a un perro… es mi amigo…>> con todo mi esfuerzo de vencer esa repulsión llevo a Caín a la gran cama de la habitación y lo acomodo, limpio el crista aun luminoso de sangre y lo miro un rato-*miro a Jack de reojo*¿y esto también son alucinaciones?- cojo la nota que he escrito la pongo sobre el pecho de Caín y uso el cristal como pisapapeles, -Vámonos dejémoslo descansar- salgo de la habitación…

Caín, para mi sorpresa, se duerme y Norou me reta, pero no le contesto, sé que me mataría sin cansarse. Escribe algo para el chico y luego le deja en la cama. Sigo mirándoles, alternativamente, a los dos, aún un poco confuso <<Necesito relajarme, pensar con tranquilidad>>
-No, no son alucinaciones...-respondo sin ganas.-Vamos pues. Yo me daré un baño, lo necesito.
Me alejo de la pared y salgo al pasillo
-Estoy en la poza.
Voy escaleras abajo hacia la sala de las termas, pensativo <<Relajación...Así se piensa mejor. Han pasado muchas cosas en un rato...Relajación...Y necesito saber si esta ciudad es real o no...>>

Voy a la sala de la fuente y me acomodo en lo que he convertido mi espacio pribado unos cuantos cojines como lecho y un banquito como mesita de noche donde dejo mis dos libros, veo la sombra de Jack que baja a las termas a lo lejos << Jack y Caín se han alterado mucho al ver que me he herido…¿por qué?... la verdad es que yo también me enfadaría si ellos lo hubieran hecho…>>alzo la mano y me miro la nueva cicatriz en la palma << Es impresionante…esta tierra es de lo más extraña sin embargo que cosas así sean posibles tan solo me hacen más débil ante mis futuros enemigos…necesito hacerme fuerte…Debo hacerme fuerte>> De mi ojo derecho cae una única lagrima de pura impotencia, necesitaba ser más fuerte y ahora más que tenia amigos… después de una larga lucha interna caigo en el sueño más amargo de toda mi estancia en esta tierra

Llego a la poza, primero me lavo con jabón y luego me meto en el agua a relajarme. Dejo una toalla doblada en el borde y en el agua, apoyo la nuca en el borde, de forma que la cabeza descansa en la toalla. <<Reorganizar pensamientos...>> Empiezo a asimilar la palabra "magia" y lo poco que he leído de ella, pues era algo prohibido por Padre. Muevo las piernas bajo la superficie caliente del agua y me resbalo un poco para sumergirme por completo, salgo y vuelvo a apoyarme en el borde. Al rato, arrugado ya como una pasa, salgo del agua y me seco, me visto el kimono y vuelvo sigiloso a mi cuarto, para enfrascarme en la lectura del libro. . .

Cain despierta solo, en un lugar desconocido. La cama era más grande que la que estaba acostumbrado y Dirke no estaba con el. Se frotó los ojos y miró a su alrededor, aquella no era su habitación, era demasiado grande para serlo... Se levantó, enredándose en las sábanas y en su propio kimono y abrió las ventanas para que entrase luz. En el suelo vio los trozos de pergamino que había usado para dibujar, algunos ya se habían emborronado. Cain trató de colocarse bien el kimono y dio una vuelta por la sala... Había un gran tocador con un espejo, una cajonera de madera decorada con motivos florales, varioos baúles... Y esa cortina? Se acercó a descorrer la cortina y detras se topó con varios mantos de seda, cadenas con grilletes, esposas... Cain cogió unas esposas y se puso a juguetear con ellas mientras curioseaba. En la cajonera encontró una especie de cetro corto de mango tallado con un cristal en la punta; el cristal se iluminó nada más tocarlo Cain pero al ir a rozar la punta con los dedos, el Estigma se lo impidió y mandó el cetro volando. Tambien encontró lubricantes, aceites y velas con un aroma tan dulce que le daban ganas de comérselos. Encontró correas bozales, lencería fina y picardías; un consolador que por el tamaño era totalmente imposible que fuese para un humano. Estuvo lo que le parecieron horas trasteando en los cajones y baúles de la habitación. Acabó tomando algunas piezas de lencería como modelos y dibujando a las pocas chicas que conocía con ellas puestas... y a Dirke de paso. En su mp4 había puesto algo de Deathstars y entre la música y el olor de las velas empezó a sentirse algo acalorado.

Había estado toda la mañana practicando con el idioma. Como la diana no era nada más que una distracción, había aprovechado para hacer el estudio más ameno. Cada vez que acertaba las palabras o conjugaciones que me proponía, tiraba la púa. Unas docenas de señales más se han añadido a las que ya había de ayer en la pared y la tabla. Lo he dejado todo hecho un cristo, pero no creo que a nadie le importe que la pared tenga unas punzadas.

Tras eso cojo de nuevo la tabla que utilicé ayer, y decido bajar tan solo del primer piso a la planta baja, pero intentando ponerme de pie en el trayecto. No debe ser tan complicado, después de estar acostumbrado a mis patines y al monopatín de la tierra.

Me sitúo en el borde del primer escalón, subo sobre el tablón y me coloco de pie, pero agachado, para no pegarme el porrazo padre el primer día. Me empujo con las manos y la pared y empiezo a bajar a toda leche, soltando tantos gritillos como escalones hay en la escalera. En el último, la punta de la tabla, se golpea con el suelo y se vuelca, tirándome hacia delante. Caigo de boca, golpeándome en la barbilla y en el codo. Me levanto con cara de dolor y me sacudo los pantalones con la poca dignidad que me queda. Me llevo la mano a la barbilla para comprobar que solo tengo un picotazo, y luego al codo, en el que me ha salido una herida algo mayor, pero para nada grave. Me sale una poca de sangre, así que paso a la cocina a por algo de papel para tapármela hasta que deje de sangrar.

Me despierto, sentda en el puff con el libro de magia entre las manos, por los gritos de Dirke. Cuando él se cae, me levanto a toda leche y le acompaño a la cocina. Tiene una herida en el codo.
-Deja que te cure eso, anda.
Hago los gestos con la mano, pero la herida no se cierra.
-Genial, ahora no soy capaz de hacer magia- digo, medio enfadada conmigo misma.-¡No vuelvas a hacer eso, que luego mira lo que pasa!
Después de decir estovuelvo al salón y empiezo a leer hechizos en el libro.

Cada día se hacia mas pesado que el anterior, lo mas interesante era escabullirme sin que nadie se diera cuenta para ver la puesta de sol, cada vez que alguien salía debía ir acompañado y eso no termino de gustarme. Me pasaba el día en la habitación, las termas y la cocina... apenas hacia algo productivo mas que limpiar de vez en cuando. No era fácil coger confianza con el resto de personas si yo mismo no estaba interesado en ellos, sigo pensando que contra menos vínculos menos problemas...

Así que otro día mas volvía a despertar gracias a mi voraz apetito, el cual aquí tendía que domar ya que la comida era un bien atesorado.
Me dirigía a la cocina para pillar algo de la despensa. Para mi sorpresa esta estaba cerrada, recordé que Cain era quien estaba encargado de mantenerla bajo llave y fuera del alcance de los mas comilones, de echo se había apropiado de la cocina y pocas veces podía colaborar...
El estomago me delataba, aun era algo temprano y no todos estaban despiertos así que me dispuse a buscar sigilosamente a Cain y su llave por la casa ya que al probar suerte en su habitación la cama estaba vacía.

En la segunda planta un dulce olor entre jazmín y azahar me condujo casi hipnotizado a la tercera planta donde nunca había llegado a subir. Ya frente a una puerta decorada con símbolos extraños y pedrería aviste a Cain en su interior quien jugueteaba con.... Lencería femenina!!!!.... me sorprendí ante esto y no puede evitar soltar una risa picarona alertándole de mi presencia...

Cain buscaba una canción concreta en su lista de reproducción cuando divisó a Gilbert por el rabillo del ojo.
-Otro al que ya dábamos por muerto- dijo con voz algo ronca a la vez que encontraba la canción y se daba la vuelta para mirar a Gilbert a la cara, haciendo girar una liga entre sus dedos.- ¿Vienes a curiosear? ¿O por algo concreto?- si llegase a responderle afirmativamente no le habría sorprendido, aquél chico desprendía esa sensación tan conocida... le era demasiado familiar...

me despierto y me levanto, bastante cansado. las pesadillas no me habian dejado dormir, otra vez. me pongo la camisa y salgo de mi habitacion. encuentro a una chica leyendo un libro.
-hola.- digo mientras me acerco.

Estoy intentando buscar algún hechizo sencillo para practicar cuando de repente baja un chico al que no conozco.
-Hola.-saludo mientras dejo el libro abierto en el suelo.-¿Quién eres?

-skull.-respondo con una sonrisa torcida.-y tu?

-Kaila-respondo sonriendo.-¿De dónde eras antes de venir aquí?
Cada vez hay más gente, eso me pone nerviosa. No me gustan las multitudes, pero es lo que hay. Cualquier cosa es mejor que quedarse fuera con los bichos esos.