Burdel de Dama Espasmo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Elegante, era la palabra apropiada para el edificio. Cain no estaba seguro de que Dirke supiese realmente donde les había llevado, pero eso ya no importaba. El lugar parecía deshabitado, y desde hace bastante tiempo, a juzgar por su aspecto dejado. Pero ese aire decadente hacía del sitio un lugar...
-Mágico...- susurró Caín dejando su cesta en el suelo
Nada más llegar, los chicos se habían dejado caer en los divanes y cojines del suelo, agotados por la carrera.

Cain aplaude a Kaila, sorprendido de que ella también pueda hacer magia <<Tal vez deberíamos probar todos algun hechizo...>> Vacuum sube a por el otro chico, y el aprovecha para prepararles un par de sacos con carne de colaespina y unos saquitos de semillas.
-Tened- les pasa la carne y los saquitos- Las semillas las podéis plantar, teneís más sitio que nosotros y...- corre a buscar un trozo de lienzo enrollado. Había logrado fijar el grafito al lienzo con algo de grasa y había hecho bocetos de las plantas desconocidad con anotaciones de sus propiedades- Podéis traer de estas la próxima vez?

El chico que tenía el libro antes habla enfadado. - Menos humos, gatito... - digo bromeando acordándome que su nombre es Leon. - No queremos ver a la bestia que llevas dentro ¡Miau! - Digo cargada de sarcasmo alzando un mano como si fuese la zarpa de un gato. Veo a Vacuum recoger sus cosas y yo hago lo mismo. Agarro mis cariocas y subo arriba a por la daga. Mientras el griego despierta a Gael. Cain nos da varios saquitos con cosas. Yo cojo los de las semillas y le dejo la carne a Vacuum - Tu eres el hombre, chico - digo señalando el saco mientras me río. - Claro, si las hay las traeremos. - Miro al rubio de nuevo - Gracias. - Digo en tono neutro.
-Adios a todos- digo con una pequeña sonrisa.

Continua en el Torreón Letargo.

Cojo los sacos de carne y agarro el lienzo ...
-Dalo por echo - le digo a Cain - ... yo mismo las buscare - digo sonriendo - ...
Abro la puerta y miro al exterior, la calle parece despejada, así que me vuelvo hacia el grupo del burdel y me despido de ellos ...
-Bueno, pues hasta la próxima - me despido - ... y si queréis veniros vosotros ya sabéis donde estamos ...
Me giro y me encamino hacia el torreón, agitando la mano hacia atrás mientras canto con voz clara Dear God, tarareando la parte instrumental ...

Continúa en el Torreón Letargo.

- sabes, deberías cortarte un poco sobre todo, con los que no son tus amigos
digo sin un ápice de enfado, viendo que nadie me presta atención a lo del otro libro, cojo algo de comida para la noche y me voy a mi habitación, cierro y la atranco
<< no dormiré hasta que me salgan los hechizos >> pienso sacando las hojas

Pego un salto y, tras varios intentos, consigo arrancar la púa de la pared. Se había clavado demasiado alto... la guardo entre las páginas del diccionario y cojo el libro, colocándomelo bajo el sobaco. Luego cojo una tabla de madera bastante grande a la que no sabía cómo darle utilidad y subo hasta el último piso. Hoy me apetece hacer una estupidez.

Cain ve a Leon marcharse. Se extraña de que no se haya llevado el libro de hechizos y aprovecha para curiosear. Se acomoda en un diván y pasa las páginas con lentitud, atento a cualquier hechizo que pudiese serle útil. Al llegar a la parte del final nota que algunas páginas están arrancadas, y cae en la cuenta <<Será mamón...>> Aprieta los dientes con rabia y se pone en pie dejando el libro a un lado. Se asoma a la escalera... no, no serviría de nada. Va a la cocina y mete las provisiones en la despensa, cerrándola con llave y enganchándola en la cadena de su anticristo. <<Quieres ir por tu cuenta, muy bien...>> Volvió a la sala central y buscó a Kaila
-Tenemos que hablar... todos...

Cain me dice que tenemos que hablar todos.
-Voy a llamar al resto.-digo
Subo al primer piso y voy llamanddo puerta por puerta diciendoles que bajen al salón. Todos lo hacen. Llamo en la puerta de Leon y le pido que baje.

Una vez llego al quinto piso pongo la tabla justo donde empieza la escalera y me siento sobre ella. Me empujo con las manos en el suelo y empiezo a deslizarme escalera abajo.
-AAAAAAH-Ah-ah-ah-ah-ah-voy soltando gritos al ritmo de los escalones, tomando las curvas de las escaleras con más suerte que conocimiento, gracias a algún empujón fortuito en la pared con las manos. Cuando llego al primer piso freno con los pies de malas maneras y me pongo en pie, tratando de contener la sonrisa, y dejo la tabla en la habitación. Me limpio el polvo de los pantalones y bajo a la planta baja como quien no quiere la cosa.
-¡Buenas días!-saludo a todos, dejando escapar sin querer de vez en cuando una sonrisa delatora.

Cain cambia de opinión y sube a detener a Kaila, cuando se topa con Dirke. Parece feliz, sospechosamente feliz... Bueno, el chico está entero por lo que le sonríe y no le da mayor importancia. Encuentra a kaila frente a la habitación de Leon
-Hey... creo, que lo hablaremos mañana, la gente está bastante cansada a esta hora. Te apetece cenar?- dice rascándose la nuca

-Sí, mejor lo hablamos mañana- digo.-Y sí, me apetece comer algo.
Bajo las escaleras rápidamente y me siento en un cojin.
- Hola, Dirke- le saludo. Se le ve muy feliz.

sin parar de memorizar las hojas y sus hechizos correspondientes, me acerco a la puerta para escuchar lo que me dicen.
<< mañana he ¿que te propones? >>

-Hola, Kaila-la saludo, con menos estridencia que otras veces y luego recito-. Yo amo, tú amas, él ama, nosotros amáis, vosotros amamos, ellos aman-no significa nada, salvo que me he aprendido el presente del verbo amar y me hacía ilusión decirlo delante de ellos, para que vean que me esfuerzo por aprender y dejar de ser un peso muerto.

Cain baja y prepara una cena ligera y rápida. Come con algo de desgana a pesar del hambre que tiene, pues no para de darle vueltas a la cabeza... El comportamiento de Leon le había hecho plantearse algunas cosas... la principal, cuánto podía confiar en los de su grupo. Después de leer algunos hechizos decidió dejarle el libro a Kaila.
-Voy a subir un rato- necesitaba descargar... Se fue a la tercera planta. Rebuscando entre los baúles encontró un pergamino, un tintero y una pluma. La tinta estaba seca, así que descartó la pluma y sacó su trozo de carbón. Empezó a hacer trazos por el dorso del pergamino... era una chica, no, un chico... con ojos grandes, muy marcados, pendientes... cabello despuntado con un mechón trenzado con cuero...

Tras pasar un rato en la cocina, empleándome en el plato de la mermelada que me había encontrado, cojo el diccionario y tumbo en los cojines para seguir leyendo. <<Ahora tengo que repasar la conjugación del presente y algunas palabras que no recuerdo y que me parecen importantes. Además me tengo que mirar las preposiciones para no confundirlas y cómo formar los másculinos y femeni... >> Me quedo dormido en los cojines sin tan siquiera abrirlo.

Alguien llama a mi cuarto y me saca de mis pensamientos. Estaba intentando descifrar el libro del otro día, pero solo he conseguido entender que necesito una espada <<Y cuanto antes>> Pero la llamada a mi puerta me lleva al mundo real y el estómago ruge. Me levanto de la cama, me visto un kimono rojo oscuro con un dibujo lineal de una especie de dragón sin alas y las deportivas, el látigo a modo de cinturón y salgo al pasillo, bajo las escaleras y en silencio llego a la cocina. <<...¿Mermelada? ¿Qui...¿Cómo? ¿Tenemos azúcar? Mañana me enteraré...>> Paso de largo el extraño bote y me cocino un poco de carne que me como sentado a la mesa...

Mientras leo el bestiario veo que Jack entra en la cocina y al rato sale con comida que se pone a comerse en la mesa, cierro el libro y me acerco a él, sentándome a su lado:-Hola*digo sonriendo*te tengo que enseñar algo…- me destapo la venda del brazo herido poco a poco.-Mira*le enseño la pequeña cicatriz que ha quedado al cerrar la herida por arte de magia* impresionante ¿Verdad? Lo ha hecho Caín y Kaila también lo hizo en una de nuestras invitadas, esta tierra es harto extraña*me quedo pensando un instante*¿Quieres ir a buscar a Caín para verlo con tus propios ojos?- Me quedo mirándolo con cara misteriosa

Me sobresalto con la llegada de Norou, pues estaba enfrascado en mis pensamientos <<Acabar el camuflaje de colaespina...>> y le saludo
-Hola.-no puedo evitar mirar hacia la herida, vendada ahora. Me dice algo y se quita la venda <<¿Qué demonios? ¿Y la herida? ...Esto...esto es de locos...>>-¿Impresionante?-repito como atontado.-¿Que lo ha hecho quién? ¿Que quién ha hecho qué?
Me levanto lentamente, sin apartar la mirada de la cicatriz y respiro hondo diez veces, contando con los dedos <<No, no es verdad, no está pasando eso, falso, mentira, imposible, se hirió el otro brazo y está bromeando, sí, será eso, no, no lo sé, maldita sea>> pensando todo muy rápido, confuso. Cojo un último trozo de carne y digo lentamente
-Vale...busquémosle y que me enseñe con qué nos está drogando...