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Torreta Matakrakens

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Rocavarancolia Rol
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Rocavarancolia Rol

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Torreta Matakrakens

10/03/19, 06:50 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Única superviviente de las doce torretas que protegieron los acantilados de posibles ataques desde el mar antes del ataque de la Alianza de Mundos. La fachada occidental del edificio todavía está oscurecida por las llamas de Umbra Gala, el dragón de Basa que murió defendiendo esta posición. Su nombre se debe a que esta torreta fue esencial para repeler el ataque de una criatura marina de proporciones gigantescas traída por las corrientes uncidas. En la azotea todavía se hallan restos del nido donde vivieron la arpía dama Moreda y la cabeza del traidor inmortal Alastor Borodín: un pedestal en el centro y una techumbre medio derruida de tablones y alfombras.

Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

04/10/24, 09:37 pm
El odio era un sentimiento muy fuerte que Räg nunca había sentido con aquella intensidad. Odiar el sabor de un plato en particular que le hacía torcer el gesto cuando se veía obligado a comerlo, la desaprobación ante las actitudes de algunas personas de su entorno y odiar como repercutían en él algunas de ellas… Nada se equiparaba a aquella sensación que se le hacía completamente ajena. Lo más parecido que creía haber experimentado antes era el horror y la desolación que le inspiraba la historia antigua de su propio mundo cada vez que se les recordaba en forma de terribles errores que los mjörnís jamás debían volver a cometer. Quizás por los paralelismos que se podían extrapolar de la situación a una escala mucho menor. Quizás, simplemente, porque nada de aquello era justo.

Odiaba encontrarse allí, viéndose obligado a actuar de una forma que jamás se hubiese imaginado. Odiaba que Aniol y Damian estuviesen involucrados en algo que ni siquiera los adultos deberían tener que vivir. No odiaba a Ethan, pero odió las palabras que le dirigió al italiano. Odiaba ver a sus compañeros de aquella manera, cada cual mostrando distintas formas de manejar una situación que no tenía sentido.

Y no lo tenía porque no comprendía el proceso para llegar hasta allí. Porque, por supuesto, él también odiaba al insecto que se encontraba moribundo y paralizado ante ellos. Que había herido gravemente a Connor hacía escasos momentos, que casi les había hecho perder a Airi… Y probablemente tuviese implicación en muchas otras de las desgracias que les habían sucedido. Las que más dolían, de hecho, ya las estaba listando el medio asiático, y recordar las vidas perdidas solo le hacía odiar más.

Y se odiaba a sí mismo por ello. Ni siquiera tenía claro por qué. ¿Era porque no debía sentir ese odio o era porque a pesar de todo se veía incapaz de actuar en consecuencia? Su única prioridad había sido llevarse a Connor de allí, y de hecho algunos de sus compañeros se habían mostrado favorables a su idea, pero… Por supuesto, tenía que esperar.

A lo mejor, lo que más odiaba que una parte de él simplemente quería dejar allí al insecto, que no creía que pudiese sobrevivir mucho más tiempo con aquellas heridas y no sentirse tan directamente responsable de su muerte. Una solución hipócrita, pero de las pocas que se veía capaz de aceptar.

O a lo mejor simplemente odiaba que existiesen personas que le hubiesen acorralado a encontrarse frente semejante dilema. Una parte de él hubiese querido preguntarle algo muy sencillo al insecto, pero no era capaz. No sabía si simplemente estaba paralizado por la ansiedad una vez más o le aterraba conocer la respuesta.

Casi por inercia se acercó a Airi, quien tampoco parecía estar sobrellevando bien todo aquello, y también incapaz de regodearse en lo que estaba ocurriendo apartó la mirada. La opción más hipócrita no era posible porque ni siquiera la persona que creía que necesitaban llevarse de allí cuanto antes, Connor, estaba dispuesta a irse. Solo quedaba esperar y… ¿Y qué?
No lo sabía. No tenía la más remota idea. ¿Era todo aquello alguna suerte de prueba a la que estaba destinado por ser un sanguinario? A fin de cuentas, su vida y el entramado de sus pensamientos parecían haberse convertido en una bola de nieve que se formó desde aquel fatídico día en el que descubrió su condición. No sabía en qué creer ni qué era justo o injusto. Solo quería que terminase.


---

Raki hubiese permanecido inmóvil incluso si no lo estuviese obligando un hechizo. Su cabeza, libre de él, estaba fija en un punto inespecífico del cielo y al principio ni se inmutó cuando comenzaron a hablarle. Se tuvo que forzar a escuchar, porque le estaba costando no ocupar toda su capacidad mental en el terrible dolor que sentía en todo su cuerpo inmóvil. En realidad, si se forzó es porque era mejor eso que pensar en lo que inevitablemente iba a suceder... Aunque el humano que compartía una porción de su situación en ese momento se aseguró de recordárselo. Si hubiese podido, se habría reido.

—Claro, vayamos con eso. Hola, Ethan, Nohlem, Connor y todos los demás... Soy Muerto.
Durante unos instantes parecía que no iba a añadir nada más. Ni siquiera había movido la cabeza y su vista seguía mirando al mismo punto en el vacío. Finalmente, miró de reojo hacia aquellos que le habían hablado.

>>No sé para qué os molestáis en contarle todo eso a un Muerto como yo. Creo que vuestro grandullón es el que tiene el enfoque más apropiado dada la situación. Hice lo que tenía que hacer para sobrevivir... —hizo otra pausa, más breve en esa ocasión—. O eso es lo que se me dio a entender, al menos. Hay ciertas cosas que, definitivamente, no entiendo. Aunque siendo un Muerto ya no importan en lo más mínimo.

Aunque no lo mostrase en sus palabras neutras, en buena medida porque no era físicamente capaz de nada más, había rencor en su mente. Un rencor que se seguía extendiendo más allá de los presentes. El clinger se había hecho algunas preguntas en ocasiones ya que algunas cosas no le terminaban de cuadrar, pero tampoco le había importado lo suficiente conocer la respuesta, pues matar o morir no era muy distinto a lo que ya conocía. No obstante, ahora que había sido declarado oficialmente muerto, empezaba a arrepentirse de no haber tratado de razonar aquello que no encajaba. Se sentía patético, dudando de esa manera estando al borde de la muerte.
Harek

Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

06/10/24, 08:44 pm
-(Claro...)- se dijo mentalmente asintiendo levemente a las palabras del londinense. Rick tenía muchas preguntas, aunque le costaba todavía asimilar de que iban a poder hacerlas por fin. Aún así, tanto la situación en la que estaban y la incertidumbre pesimista de lo que pasaría en cuanto terminaran de hablar lo mantenían alerta e intranquilo. Lo que le dijo Ethan primero a Damian se le antojaba amargo por eso mismo, no tenía nada claro cómo iría todo en los siguientes minutos y, ciertamente, temía los posibles resultados aún entendiendo todo el odio acumulado.

No tardó en acomodar a Connor junto al resto, esforzándose un poco más para compensar el hombro del varmano y la diferencia de altura de le sanaí hasta que su compañero estuviera en el suelo, junto a la pared. Hecho eso, el neoyorquino se intentó mentalizar y escuchó a quienes ya se estaban dirigiendo al insecto humanoide. Su expresión seria pasó ligeramente a un poco de sorpresa, una totalmente bienvenida eso sí, viendo cómo estaban siendo las intervenciones de Ethan y Nohlem. La falta de confianza y todas las discusiones le pasaban factura en cuanto a los escenarios que se había creado para ese momento, pero que el londinense se molestara en sentarlo y cómo estaban hablando le dio una pizca de esperanza de que no se repetiría otro "mensaje". Y hablando de mensajes, estaba de acuerdo con lo que estaban transmitiendo ambos. Ninguno quería estar enfrentándose a toda la mierda que estaban viviendo y ni Serena ni Aria se merecían aquel horrible final. Solo de recordar los últimos momentos de la escocesa, sumado a cada trampa y ataque, tenía más que claro que no iba a poder perdonarlos nunca. Al menos quería respuestas, por pocas que fueran.

Mientras que aquello le había permitido dejar de lado momentáneamente la negatividad que la ciudad parecía hacer crecer en todo el mundo, otros detalles le hicieron volver a la cruda realidad con más fuerza. La mirada de Damian le dio escalofríos, más triste si cabía que toda esa ira y rencor que se reflejaban en sus ojos viniera de un niño. Pero lo que le dejaba claro que todavía quedaba mucho por delante fue Connor. Rick giró rápidamente la cabeza hacia el motero, tan sorprendido de que todavía estuviera despierto como preocupado por lo que habría hecho de no estar paralizado teniendo en cuenta sus amenazas. No le parecería raro que "Muerto" no sobreviviera con todas sus heridas incluso si se le pasaba el hechizo, aunque ellos mismo habían salido de los subterráneos en una situación similar, pero en lo que no quería ni pensar es que uno de ellos acelerara el proceso. El neoyorquino también se percató del estado de Räg y Airi, apartados y visiblemente incómodos con todo aquello. -(¿En qué puta mierda nos hemos metido?)- se preguntó con el ánimo por los suelos. Ya había tenido algunas reticencias con la salida y ahora, igual que sus compañeros, solamente quería largarse de allí cuanto antes. Pero todavía no era el momento.

El bicho acabó por hablar, siguiéndole el juego al texano con el mote que le había dado. Dado que le sanaí y el mjörní era lo más cercano que iban a tener a alguien vigilando, el neoyorquino se decidió a acercarse por fin hasta el miembro de Letargo sin quitarle ojo mientras le escuchaba. Quitando cierto pasotismo, había algunas cosas que le habían llamado la atención y, a la misma vez, lo desconcertaban aún más. -¿Quién fue? ¿Los del discurso, uno de los vuestros?- le preguntó serio, con una pizca de enfado. -Porque nosotros tampoco entendemos nada- añadió por último antes de tomar un poco de aire para seguir con toda la calma que pudiera. Cabreado no creía que fuera a sacarle nada y, ahora que tenían un punto del que tirar, no iba a ser quien lo desechara.

-Mira, algo a lo que llegamos pronto a la conclusión es que a todos nos habían traído con mentiras y medias verdades aquí. A cada uno se nos prometió algo solamente para que aceptáramos entrar en lo que sea que sea esto, pero en vez de jugar con sus reglas nos unimos para sobrevivir. Entonces...- fue diciendo para terminar encogiéndose de hombros con la cuestión que hizo a continuación -¿qué diferencia había en un principio entre todos nosotros?- Aquello era una de las cosas a las que le había dado vueltas desde hacía tiempo y uno de los motivos por los que no quería seguir el camino de la guerra y la venganza. No le era tan complicado imaginarse que, en otras circunstancias, tal vez el insecto habría cambiado el lugar con cualquiera de los presentes. -Todos estábamos igual de jodidos, ¿por qué luchar y sumar más mierda cuando se podría haber buscado otra forma? Ni siquiera sabíamos que había más gente y no dudamos en abrir la puerta para ayudar a Aria...- las emociones borboteaban por todo su cuerpo con cada pregunta, con cada argumento que buscaba entender qué había ido mal. Por un momento, la impotencia y la frustración lo tomaron cuando comentó: -Hasta confiamos en Karin... ¿Acaso nunca dudasteis?- Rick tuvo que apartar la mirada, llevándose una mano a la frente mientras notaba sus dientes en tensión. Sentía que de un momento a otro alguna lágrima se le podría escapar, pero se negaba allí.

Si por él era, escucharía lo que pudieran conseguir sacarle y lo dejaría allí. Por lo que había dicho Aniol, los daños que había sufrido el insecto eran en su mayoría por su propia culpa, así que no tendría ningún cargo de conciencia por abandonarle. Lo veía una forma justa de que pagara parte de sus crímenes, pues ellos mismos se habían visto en la situación y, mientras que esta vez no era siquiera la intención, cuando Letargo les tendió la trampa era para que murieran. Dependería de "Muerto" el cómo acabaría una vez se fueran, pero Rick, aunque tal vez no fuera lo mejor, esperaba que viviera y volviera a su refugio. No por simpatía, sino para que reflexionara e hiciera reflexionar a todo su grupo. Esperaba que todo lo que estaban diciendo les hiciera ser conscientes de las atrocidades que habían hecho y cargaran con la culpa para, con una suerte que era consciente que era casi imposible, les dejaran de una vez por todas en paz.
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

09/10/24, 12:26 pm
Otra ronda de reproches. El discurso emocional del chico de los ojos bicolor le recordaba a Kiyut oponiéndose a Garaten, siempre por detrás, y solo con sus amigos ya muertos. La inocencia del muchacho podía ser digna de una carcajada, si la situación en la que se encontraba tuviese pizca de gracia. «Solo los mejores» era como solia referirse Garaten a aquellos que sobrevivirían hasta la Luna Roja. Abstracto, para tratarse de un número. Ni siquiera les habían dicho que abarcase un torreón en específico, por mucho que sobreviviesen todos hasta el final.
—¿Nunca os habéis preocupado por qué pasara cuando llegue la Luna? —le respondió al muchacho, pero luego su mirada saltó de uno a otro, empezando por Ethan, Nohlem y después Connor—. ¿Si tendréis que competir incluso entre vosotros, al final? ¿Os arrepentiréis entonces de no haber quitado más competencia del medio? ¿Competencia a la que ni conocéis ni conoceréis nunca?

Las palabras del clinger se vieron interrumpidas por un quejido que emitió sin poder evitarlo. El dolor lacerante le sirvió como advertencia para detener sus palabras. No iba a hacerles entender nada, simplemente veían las cosas de maneras diferentes. Él ya no estaba tampoco en la situación de plantearse si el curso de acción que ellos habían tomado era el correcto. ¿Habían? Garaten siempre estaba detrás de las decisiones más inhumanas, apremiando a todos con que la pasividad podía matarlos algún día. Y Raki eso lo sabía. En su mundo también era cierto, por eso había continuado viviendo como siempre lo había hecho. Lo que nunca había compartido con el ulterano eran sus creencias tan rígidas sobre otros "xenomorfos", y por tanto odiaba que las personas a las que había atacado en el pasado ahora tuviesen un nombre.
—Si queréis un nombre os daré uno más interesante que el mío —dijo de pronto. Sus pensamientos inconexos lo llevaron en círculo al principio de a conversación—. Garaten. Alto, pálido, pelo morado. Si queréis hablar de muertos, hablad con él. Fue quién decidió cómo ibais a morir cada uno de vosotros.
Si alguien merecía haber sido aplastado por los cosechados de Sendar más que él, ese era el ulterano.
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

09/10/24, 07:57 pm
Ethan escuchó en silencio, con la pesadumbre cargando sus hombros y la pena ahogada en su garganta. Durante aquel último mes se había hecho a la idea de que para sobrevivir tendrían que matar, pero claro, la concepción era una pelea salpicada en sangre, con el corazón bombeando tanta adrenalina que el rematar a otro ser vivo se sintiera no mucho más lejano que el hogar del que venían. No era así, en absoluto. El ambiente era frío, con una brisa meciendo suavemente su cabello. Había calma, tanta que la conciencia de lo que le tocaba hacer martilleaba su nuca como una ponzoña y dolorosa verdad. No quería ejecutar a nadie.

El apoyo de Nohlem le hizo sostener con más fuerza la lanza sintiéndose acompañado, pero la dura realidad de Connor fue como un golpe directo al estómago. Se llevó una mano a la boca por pura inercia, pues el mal de estómago había llegado a su garganta tan rápido que apenas le había dado tiempo a tragar para calmar sus ánimos. El temblor vino al momento, lo suficientemente sutil como para que sostener el arma con ambas manos pareciera más un acto de firmeza que una flaqueza que trataba de ocultar. Tenía miedo, ya no de ser cazado, si no de precisamente, tener que hacerlo.

Las palabras de Rick no fueron más que lo que le hubiera gustado poder expresar en otras circunstancias, unas donde la sangre no se hubiera resecado en su piel creando unas escamas que nunca podría llegar a limpiar por mucho que lo intentara. Todas las muertes, todo aquel lugar… Esa maldita ciudad parecía estar diseñada para volverles locos, para que dudaran de hasta aquellos en los que más confiaban. Era cruel, despiadada pero sobre todo, era certera. Por eso, cuando la cucaracha volvió a hablar no tuvo ninguna réplica que poder darle. Porque tenía razón, no se sabían ninguna de todas las normas. Desconocía si solo bastaría con sobrevivir hasta la salida de la luna roja, si podrían irse todos o si había plazas limitadas. Si quiera sabía si los grupos habían sido creados a propósito o si el mero hecho de despertar juntos no fue más que una desdicha coincidencia.

-Es verdad, no lo sabemos. Nadie de nosotros tiene ni puta idea sobre qué va todo esto.

No buscaba su comprensión así como tampoco buscaba comprenderlo de más. Podía entenderle, pero no le regalaría una empatía que ya solo guardaba para sus compañeros. Tantos días movidos, tanta desgracia junta le había hecho olvidarse sobre la funesta fecha marcada y sobre todo lo que ello podía conllevar.

-Pero hasta que ese momento llegue, supongo que solo nos queda hacer lo mismo que vosotros. -Chasqueó la lengua, incapaz de ser tan sangriento como lo era el canadiense. - Protegernos de los demás, de aquello que no seamos nosotros mismos.

Cuando a cambio obtuvo otro nombre su expresión cambió, primero fue notoria confusión pero poco a poco, como quien conecta las piezas de un puzzle muy difusas asintió despacio. Lo reconocía, no de ninguna salida, si no de las escasas veces que habían logrado acercarse al otro torreón a investigar. Siempre estaba dentro, claro, como las ratas.

-Gracias. -Respondió esta vez con sinceridad antes de girarse al resto del grupo, la mirada endurecida en una mezcla de pesadumbre y firmeza. -Chicos… creo que si no tenéis más preguntas, deberías de recoger a Connor y llevaros a los niños de vuelta al torreón.

Sabía que no podría atrasar más la hora pero al menos, podría darles una oportunidad a todos aquellos que no quisieran formar parte de ese horror. Era lo único que podía ofrecerles, la ignorancia.
Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

10/10/24, 02:48 am
Tuvo ganas de mandar a callar a Connor, y lo más frustrante es que no podía; por no estar ni en su situación ni en el derecho de hacerlo, por entender de donde venía, porque era su puto amigo… pero si darle humanidad a un invertebrado gigante era difícil para cualquier varmano, dársela a un asesino era un sobresfuerzo, y con qué velocidad esas amenazas barrían el castillo de naipes que tanto temple les había costado construir. Era esperable que tras aquello el insecto no les diera su nombre real. “Muerto” habló y Nohlem apretó los labios, respirando hondo por la nariz. Si abría la boca solo saldría ácido de ella, eso, claro, si es que encontraba las palabras para hablar primero. Ahora mismo en su cuerpo había más impotencia que furia, y nada, absolutamente nada inteligente que decir.

Por suerte esa mierda de teatrillo no le tocaba a ellos solos, y cuando Rick tomó el relevo y las luces del escenario se apartaron de su persona, Nohlem soltó el aire que había estado inconscientemente aguantando. Incluso si el final fue a sus oídos como preguntarle a un manzano por qué no da uvas, el granta bendecía su participación. Aguardó las respuestas, y como no, el alivio duró muy poco.

¿Nunca os habéis preocupado por qué pasará cuando llegue la Luna?”.

Una nueva duda acababa de ser sembrada en un jardín que ya estaba atestado de ellas, y sorprendentemente a pesar de lo naturalizadas que ya tenía la mayoría a este punto, esta caló con fuerza bruta. Si Nohlem había sido capaz de mantener su mundo mínimamente regio ahora se tambaleaba desde la base. Miró a Ethan, a Rick y a Connor, siguiendo lento y en desorden la mirada del bicho, cayendo pesadamente en las implicaciones de lo que aquello suponía. Nunca había pensado en la Luna como una prueba, solo como una meta, pero… Joder, es que- ¿por qué coño pensaban que era una competencia en primer lugar? O lo que es peor, ¿por qué no?

Por mucho que quisiera ocultarlo para no darle el gusto al insecto, en su ceño se veía su molestia, su alarma e incertidumbre. Si tenían que matarse entre todos, si eso realmente eran unos “juegos del hambre” como habían dicho los humanos en un comienzo… Joder, ¿qué iba a ser de ellos?

Trató de reengancharse a la conversación con la voz de Ethan pero su cabeza se repetía como un eco, cada vez más bajo, sí, pero persistente. El londinense tenía razón, nadie tenía ni idea, claro, nadie- pero…
Irónicamente fue Muerto quien le terminó de sacar del bucle al darle algo nuevo en lo que pensar, algo tan sencillo pero valioso como un nombre, un intercambio por los suyos. “Garaten”. Nohlem parpadeó varias veces, ligeramente sorprendido por la ayuda, preguntándose si habría un motivo oculto detrás, si era un acto de genuina redención o inquina contra su compañero. Pensar que el tal Garaten era el único responsable sería simplista, de mierda estaban todos hasta el cuello, pero si querían señalar a un máximo culpable, un principal objetivo… Bueno, ya tenían a quien.

Acabada la charla llegaba la peor parte.

Al oír las últimas palabras de Ethan la respiración del granta se volvió lenta y manual, e incluso sin estar haciendo ningún tipo de esfuerzo físico tuvo que cambiar de nariz a boca para recibir aire. Con Connor fuera de combate sabía perfectamente que le tocaba a él quedarse, y es verdad que prefería que hubiese cuantos menos espectadores posibles. Nohlem sabía que aquel era un mal necesario: si lo dejaban ahí moriría de todas formas, si no desangrado lentamente devorado por algún monstruo. Si lo dejaban vivir volvería para matarlos. No había otra. Abandonarlo sería fácil y sus manos se mantendrían limpias, pero también era un riesgo que no quería correr. Además…

Competencia.
Menos competencia.

Se agarró a la madera de su arco, tratanto de interiorizar su ansiedad a base de fijar la vista en el ser que tenía delante (un invertebrado gigante de los feos, algo fácilmente interpretable como criatura peligrosa), y con eso más o menos en mente se fue serenando, una tirita temporal tan endeble como papel mojado. Ojalá pudiera simplemente empaparse de rabia como cuando lucharon contra el jabalí o cuando Connor machacó el cuerpo del cánido, pero su corazón llevaba un impermeable que lejos de ayudar le estaba asfixiando.

Id yéndoos, por favor —insistió sin atreverse a mirar a nadie, casi un ruego.

Sus pupilas dilatadas por la angustia iban de las heridas de Muerto al suelo, y su cabeza de cavilación en cavilación. ¿A dónde debía apuntar? ¿Al cuello? ¿Al tórax? ¿Sería el exoesqueleto demasiado duro para una flecha? Para ellos en Varmania usaban pistolas, no arcos. ¿Y si rebotaba? ¿Y si le clavaba uno de sus propios dardos paralizantes? ¿Y si…?
Aes
Aes

Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.

Personajes : Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
Fleur: Humana (Francia)
Siwani
Aniol: Humano (Polonia)


Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.

Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

11/10/24, 12:44 pm
Hay situaciones en las que un niño solo debe observar. Por ejemplo... cuando los padres discuten, cuando una escena especialmente rara donde dos adultos se juntan mucho sale en televisión... incluso en un accidente de carretera. Normalmente siempre había alguien que tapara los ojos de Aniol, proporcionándole una venda de terciopelo en el proceso y unos tapones de arcoíris capaces de esconder la cruda realidad de sus tímpanos. Los pequeños como él solo debían observar y nada más, sí, pero solo lo programado por sus allegados y familiares.

Allí, en cambio, no quedaba nadie que pudiera protegerlo tanto de ese modo. Estaba seguro de que sus padres y hermanas agradecerían los esfuerzos de Ethan de saberlo, pero ni siquiera su angelito de la guarda era todopoderoso. Sus ojos contemplaron la garganta de Serena inflamada, los restos de Aria y los monstruos más crueles que navegaban bajo la tierra de la ciudad. También detectaron el extinguirse de la vida del oso al que él mismo atacó.

Y ahora, para no perder la costumbre, continuó mirando la escena. Se empapó de cada una de las emociones que afloraban en su tribu. La rabia de Connor no se le antojó tan venenosa, de hecho casi agitó su corazón con una nueva gasolina desconocida. Las palabras de Rick se sintieron como un bálsamo de agua fría en la frente para una persona que lleva padeciendo fiebre demasiado tiempo. El polaco hasta sintió el impulso de acercarse para darle un abrazo y llorar pegado a sus ropajes, pero el único que le hizo mover un músculo fue Damian.

El italiano apretaba la mandíbula y las manos con tanta fuerza que Aniol recortó distancias hasta envolver su puño con su mano pensando que se haría daño así mismo. Sus dedos acariciaron los nudillos huesudos de Damian, gesto al que acompañó con una preocupación creciente. No podía decir nada contra el odio que expresaba su mejor amigo, y no podía porque no era diferente de lo que sentía él. La mención de Nohlem hacia Airi cuando casi se le paralizó el corazón le retorció el estómago. Y si Damian miraba con tanta rabia al insecto que poco le faltó para prender el aire de fuego, Aniol hizo lo propio con toda una cohorte helada. Una súbita indiferencia más adulta e impropia que tendría que tardar años en llegar. Sin contradecir ningún pronóstico esa fue la expresión lejana y distante que adornaba su rostro rechoncho.

La voz de la hormiga no le agitó lo más mínimo. Para su edad le era difícil entender todas las aristas y los ángulos que expresaba en cada punto, más allá de grabar el nombre de "Garaten" en su cabeza. Lo que sucediera al final de su estancia allí le inquietaba, pero no lo suficiente como para pensar que tuviera que competir contra su propio grupo. Tampoco lo haría de ser el caso, con la mayoría de ellos empezaba a tener una sensación parecida a su familia. Ya no ocupaban el extraño lugar de primos segundos lejanos, si no que los percibía como una especie de hermanos o tíos.

Cuando la criatura dejó de tener algo que ofrecerles percibió un cambio sustancial, como si el aire se hubiera vuelto más pesado y gris esparciendo una carga pesada en los hombros de los que se quedaban dentro del edificio. La mirada endurecida de Ethan fue un pistoletazo de salida, pero el ruego implícito de Nohlem al tiempo que sus pupilas y todo su lenguaje corporal cambiaban fue lo que le activó, moviéndose cerca de Räg y Airi y enganchándose a la mano escamosa de este último para que le guiara hacia el exterior.

No hacía falta ser muy listo para intuir cuando la venda de terciopelo seguía haciéndole falta de vez en cuando, pero pensó que el bicho no merecía un destino tan gentil como la casa de campo de su abuela en la que Serena y Aria habitaban. Tenía que irse a otro lugar, quizás uno más oscuro y hediondo que combinara con sus alas rotas.

Adiós, Muerto —le dedicó sin más ceremonias y ya de espaldas, su voz de infante resonó con poca gracia entre los escombros antes de que el aire del exterior con ausencia de polvo le recibiera. Lo entendía. Y además lo deseaba, quería volver.

Por suerte la vida no era tan compleja siempre. Hay situaciones en las que un niño solo debe observar. Y otras... otras en las que no.

_________________________________________

"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."

"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."

"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."

"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
Isma
Isma

Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.

Armas :
  • Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
  • Damian: Dientes
    Daga

Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

11/10/24, 06:24 pm
Un niño que ha enfrentado desde que nació una vida en la que plagaban condiciones, dormir dentro del metal de una caravana, esconderse de personas por un motivo ajeno a él, sujeto a un entorno en el que se desarrolló de forma limitada. Todo eso le llevó a ser más niño que cualquier niño, más ignorante que muchos de su edad y más inocente que la mayoría de sus compañeros.

¿Por qué tener ahora un entorno abierto le hacía sentir negatividad a ese punto? No era consciente de que todo aquello le estuvo forzando a madurar, afrontar odio y rechazo y, sobre todo, personas que no le gustaban y que odiaba. Quizás su vida no estuvo llena de lujos pero era su lujo, su vida.

Sin embargo, no pudo quitar la visión de un bicho desangrándose y emitiendo gestos de dolor justo enfrente de sus narices. Ni tampoco quería, alimentado por un iracundo Connor al que lo llamó Muerto. Un nombre perfecto, le venía de puta madre porque eso es lo que será. Un puto muerto. El canadiense no dejó de ser un ejemplo, hasta para desear la muerte a otros y dentro de su pecho lo asimiló con naturalidad, como si su simple pensamiento lo llevase de la mano.

Sus párpados se tensaron de nuevo y sus dientes se apretaron aún más si podía, tenso como nunca. Su burbuja fue densa, angustiosa y espesa como un tarro de miel que lo ahogaba con cada segundo pasajero. Las dudas que manifestó Rick no conseguían atravesar aquella bruma en su mente, no empatizó lo más mínimo y le importó poco que todos estuviesen igual de pringados en aquel sitio grisaceo. Tan solo lo jodieron a él, eso era lo único que le importaba.

Sin embargo, por muchas voces ajenas que no llegasen a su cabeza, había una persona que gozaba de cierta inmunidad al tocar su puño tenso y blanquecino, caricias suaves que hicieron a Damian al fin desviar la mirada. Su rostro giró en dirección a Aniol, quien lo miró con un rostro preocupado. Damian difícilmente tenía algo de luz en sus ojos, bajándolos de nuevo y suspirando con una expresión neutra que fue de nuevo al bicho, quizás cansada de soportar una ira poco acostumbrada en su pequeño cuerpo. Tener al único chico de su edad a su lado, viviendo lo mismo, le hizo tranquilizar un poco el incendio en su interior, correspondiendo con un pequeño apretón al dorso de la mano de Aniol, un poco fuerte pero con tintes de agradecimiento por estar al lado suyo, aunque lo que tuviesen delante fuese asqueroso y una puta mierda.

No supo por qué pero con escuchar de nuevo a Muerto hizo escapar un suspiro en Damian, conteniendo una rabieta peligrosamente infantil. ¿Por qué no se callaba? ¿Por qué no se iba ya al otro barrio y deja ya de joder? El italiano no supo de que mierda hablaba de noseque luna, de todas formas le importaba cero pues si hablaba de competencia, la cosa estaba clara.

Sin ellos, no tendrían más competencia.

Apretó los morros al oír que la cucaracha dijo algo de un “Garaten”. Otro porculero más, en eso se reducía la cosa y que seguramente acabaría como el que ya mismo dejaría de hablar. Ethan mencionó que no había mas preguntas y Damian tuvo un brillo en los ojos muy lejos de ser luminoso, mirando con aires curiosos a éste y a Nohlem y acercándose.

Pero antes nos toca cargarnos a Muerto, ¿no? Cuando esté en el otro barrio ya nos vamos todos juntos a casa —a diferencia de su mejor amigo, Damian no quiso marchar. Hizo la pregunta con una naturalidad inmutable, como quien pide un bocadillo en la hora del recreo o como cuando pediría jugar al futbol con la pelota. Connor lo nombró así, era lo que le tocaba ahora al jodido Muerto. Había rabia en su rostro, que se giró a la garrapata y le dedicó una mirada de puro asco—. Se cargaron a Serena, a Aria, casi se cargan a Airi… Y me han partido el brazo, ahora le toca a esta mosca cojonera. Ojo por ojo a este puto cabrón —tomó prestado el insulto de Connor, con una mano apoyada en el mango de su cuchillo personal.

En un niño que vio poco mundo invadía la influencia de Rocavarancolia.
Seth
Seth

Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre

Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena

Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

12/10/24, 11:10 am
Las primeras palabras de aquel ser le hicieron torcer el rostro. Le había llamado "Muerto" para acojonarle e insultarle, pero que le siguiera el puto juego le tocaba un poco los cojones. Lo cierto es que deseaba pegarle tal paliza que lo dejara más reventado de lo que ya estaba, porque no quería que aquel cabrón muriera con dignidad, orgullo y valentía. Quería que muriera suplicando por su mierda de vida entre temblores. Aún así, Connor no dijo nada más y se limitó a observarlo desde su posición paralizada en la pared. Su rabia bullía con fuerza por querer salir, pero estaba atrapado en su propio cuerpo. Impotente y vulnerable. Se sentía como en sus tiempos en el orfanato: un crío incapaz de hacer nada por cambiar las cosas. Al menos ya no sentía que iba a desmayarse a cada segundo...

Parpadeó varia veces para poder sacarse la sangre del ojo izquierdo, mientras seguía escuchando las palabras del insecto sin entenderlas. ¿Que hizo lo que hizo para sobrevivir? ¿Qué clase de excusa de mierda era esa? Como si no hubieran tenido algún tipo de elección... Había sido tantas veces un matón para los Wyverns que casi había olvidado lo que se sentía siendo la jodida victima... El sentimiento de injusticia al ver que a tu agresor no le importaba el dolor que te hubiera causado. ¿Era eso lo que sintieron los granjeros cuando lo vieron aparecer pegándose tiros con Roderick? ¿Cuando les dejó un cadáver en su casa y se fue sin echar la vista atrás? "Joder antes que ser jodido". Uno de los mantras del club y que ahora cobraba más fuerza que nunca. Al final siempre se reducía a eso, suponía. Y con lo que estaban pasando en la ciudad... Tenía claro en qué lado quería encontrarse.

Las palabras de Rick no pudieron ser más claras, dándole forma a lo que todos pensaban de aquella situación. La injusticia que habían sufrido y que no entendían. Connor soltó un bufido de desagrado preparándose para hablar. Pero la respuesta de Muerto calló cualquier cosa que pudiera decir por la duda que planteaba. ¿Qué pasaría después de la Luna Roja? ¿Tener que competir entre ellos? Y una puta mierda pensaba participar en eso ni aunque fuera cierto. No con su grupo. No con sus amigos. Aún así, su mirada se desvió unos segundos hacia los demás con preocupación por encontrar miedo o dudas en ellos. La Luna Roja siempre había sido la meta porque la ciudad no les había dado opción de soñar más allá de eso. Siempre se había tratado de sobrevivir un día tras otro. Que volver a casa tras la Luna Roja pudiera ser una puta mentira... Le provocaba el mismo miedo que enfrentarse a un jodido oso jabalí... Por suerte o por desgracia, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando les dio algo que sí era útil. Un nombre.

-Garaten...- Su murmullo sonó apagado y débil, pero tras sus ojos entrecerrados aguardaba una promesa sangrienta. Reconocía a ese cabrón de pelo morado porque ya lo había visto antes. No, no olvidaría ese nombre. No sabía por qué les había revelado aquello, seguramente en un intento desesperado por salvar el puto culo y que se ablandaran. Pero Connor no pensaba agradecerle una mierda. Incluso una punzada de molestia le invadió al ver a Ethan dando las gracias por ello. No tenía sentido hacerlo cuando lo iban a matar. Y desde luego no se las merecía.

Una vez que todo estaba hablado... El ambiente se volvió tenso y frío. Connor, al igual que el resto, sabía lo que venía ahora. Las palabras de Ethan lo dejaron aún más claro si eso era posible, mientras informaba de que Nohlem y él se encargarían de ello. No lo dijo así. Pero ese mensaje estaba oculto entre las sombras. Donde cabría esperar que debería estar contento y pletórico... Lo cierto es que no se sentía así, aunque no era por pena por ese insecto cabrón. Se sentía impotente por no poder participar él mismo y cobrarse la venganza personalmente. Como ya había pensado alguna vez... La venganza era una droga muy dulce. Su mirada buscó cruzarse con la de Ethan cuando dijo que deberían ir tirando al torreón y llevárselo a él. No se enfadó con su amigo, pero le dolió en el puto orgullo verse así mismo tan desvalido, joder... Tan dependiente...

Aún así, lo que más le afectó fue el ruego de Nohlem por que se marcharan. Iba a ser el varmano quien se encargara de matar a Muerto, lo sabía. Una punzada de culpabilidad le embargó. Se sentía culpable por no haber podido ser él, pero ya no por venganza personal. Él ya había matado dos veces y lo cierto es que... Sabía que era capaz de hacerlo y no perder la puñetera cabeza. Quizás porque algo no estaba bien dentro de él y llevaba mucho tiempo roto. No lo sabía y no le importaba, pero sentía miedo de que aquella decisión pudiera perseguir a Nohlem y lo hundiera más y más y más en la mierda. Así que sí, se sentía culpable por no poder ahorrarle aquello y tampoco poder acompañar a Ethan en ese instante. Lo cierto es que sabía que paralizado como estaba solo era una puta carga... Por eso no vio con buenos ojos que Damian quisiera quedarse allí a mirar. No tanto por el niño como por el varmano. Si Nohlem iba a llevar esa responsabilidad...  pensaba que merecía que se hiciera a su puñetera manera.

-No, Damian...-
Susurró con un quejido. Su mirada buscó unos instantes la del Nohlem y Ethan. Antes de posarse de nuevo en el italiano.- También querría verlo, pero... Esta mierda la tiene que hacer sin tanta gente mirando... Hazme caso, cabroncete.- Asintió con la cabeza firmemente, esperando que aquello le hiciera cambiar de opinión. Luego se volvió hacia el varmano sin saber muy bien qué decir mientras dejaba que quien fuera se lo llevara de allí.- Nohlem...- Su voz estaba cargada de dudas, pero su mirada pronto se volvió determinante. Sentía preocupación por él, pero también mucho respeto por lo que estaba dispuesto a hacer. Nohlem no venía de la calle ni se había criado con una banda de criminales, pero tenía los putos cojones para hacer lo necesario a pesar de que pudiera afectarle. Eso le daba más valor a su decisión que si hubiera estado él en su lugar. Porque no lo había en hacer algo que no te causaba ningún puto dilema. Era la diferencia entre ser o no ser un cabrón sin remordimientos. Y el varmano no lo era. Solo era jodidamente valiente- Nohlem...- Repitió para captar su atención. Pero nuevamente no supo qué decir y desvió la mirada hacia las ruinas del edificio. ¿Cómo se le daba ánimo a alguien cuando estaba a punto de matar sin sonar como un puto monstruo insensible? Respuesta: No se podía.- Puedes hacerlo... Tú no pienses en nada, joder...- Fue lo único que pudo decir torciendo el gesto, pensando si decir eso no sería peor. Pero intentó trasmitir con su mirada todo lo que no pudo hacer bien con palabras. Apoyo y comprensión, a pesar de que serían insuficientes y no valían de una mierda. No solo a Nohlem, también a Ethan. Quien se había echado a la espalda la responsabilidad de acompañarlo en aquellos instantes y ser testigo del asesinato.

Mientras esperaba que alguien se lo llevara escuchó a Aniol y su despedida seca y sin emociones hacia Muerto. Connor se limitó a mirarlo con el ceño fruncido y no le dijo nada. Porque era imposible hablar con los muertos y eso es lo único que veía.
Tak
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.

Personajes :
Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
Kin: demonio raigaurum irrense.
Ayne: anima sinhadre.
Eara: sinhadre sin esencia.
Nime: demonio mineral libense.
Iemai: cercana, fallecida.
Airi: sanaí.


Unidades mágicas : 8/8

Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.


Armas :
Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
Kin: alfanje y guan dao.
Ayne: sable.
Eara: ballesta de repetición.
Nime: dagas.
Airi: vara y arco.


Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧

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13/10/24, 01:09 am
La mirada de Airi se escapó solo un instante hacia el insecto cuando empezó a hablar. Su voz era sorprendentemente normal, como no se hubiese esperado que saliese de algo con una forma tan diferente. Le dio un escalofrío. Aunque toda criatura era merecedora de una vida y una muerte dignas para elle, aquello fue un cambio demasiado drástico. Aquel ser era inteligente exactamente igual que ellos, e iban a…

Apartó la mirada aun con más fuerza, sintiendo un sudor frío a medida que fluían las palabras de Muerto. Suponía que era justo llamarlo así. Aquella elección por su parte se sentía como un reproche, pero la voz del insecto no cargaba ninguno, extrañamente.

Rick se unió al interrogatorio de forma más exaltada. Se hizo eco de todas las preguntas que siempre había querido hacerles Airi, pero ahora que tenía a uno de ellos delante no era capaz de articular palabra. Ni siquiera quería oír las respuestas. Tal vez al escuchar esas preguntas en voz alta y en esa situación empezó a darse cuenta de lo inútil que era plantearlas. ¿Qué iba a cambiar?

Pronto supo la respuesta: nada. Airi se dio cuenta de que no quería oír justificaciones absurdas. Lo que había hecho el grupo de Letargo estaba mal. Era seguirle el juego a sus secuestradores, y sin saber absolutamente nada... A menos que tuviesen más información que ellos. Eso le habría interesado más que saber quién estaba detrás de las ideas horribles del grupo. Culpar a Garaten no cambiaba que todos eran sus enemigos y habían actuado contra sus vidas. Aunque sí que se preguntó a qué venía aquella confesión repentina, y continuaría dándole vueltas durante bastante tiempo.

Le sanaí no rechistó cuando les pidieron que se marchasen. Aniol ya se había dado la vuelta, despidiéndose con una frialdad extraña, y se disponía a seguirlo cuando escuchó la negativa de Damian. Miró a Räg con cautela, no sabía si buscando fuerza o ayuda, mientras Connor razonaba con él, y se unió después con la voz un tanto ronca.
Vamos, Damian —le pidió—. Necesitamos que vigiles mientras levitamos a Connor —improvisó. No sonaba muy creíble, su cabeza no era capaz de decir algo más convincente. Solo quería alejarse de allí, por lo que elle misme empezó a hacer los gestos para elevar al canadiense en el aire. A mitad del camino le pediría a otro que le tomase el relevo, porque seguramente lo iba a necesitar.


Última edición por Tak el 13/10/24, 07:30 pm, editado 1 vez
Giniroryu
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Personajes :
Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.

Armas :
Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
Rägjynn: jō.
Naeleth: arco, sai y báculo.


Status : Gin: do the windy thing.

Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

13/10/24, 07:21 pm
Y el insecto habló. Con una calma que no sabía si lo hacía todo más fácil o más difícil. Daba igual, pues no había nada fácil en toda aquella situación. Rägjynn no quería ni pensar en las implicaciones de lo que estaba diciendo. ¿Era acaso una excusa para hacer lo que hizo? ¿Por qué pensaba en un escenario tan catastrófico como aquel? ¿Es que tenía información acerca de Rocavarnacolia que ellos no? Las dudas se agolpaban en su mente y formaban pensamientos muy funestos alimentados por el conocimiento previo que conectaba el pasado de Mjörne con aquel lugar de pesadilla. Pensamientos que llamaban a una puerta que amenazaba con descolgarse de sus goznes en cualquier momento si el reptil se dejaba llevar por el absoluto pesimismo, cosa que no era complicada dadas las circunstancias.

Rick ya había preguntado esencialmente lo que él no se atrevió a pronunciar, y le habían surgido nuevas dudas para las que ya no quería conocer la respuesta. De todas formas no podían fiarse realmente de lo que decía, ¿verdad? Aquella noción era lo único que prevenía que los pensamientos funestos campasen completamente a sus anchas y se apoderasen de todo su ser, sin duda provocando una parálisis tan incapacitante como la que sufría Connor… o incluso más, porque no sabía cómo iba a poder detener semejante vagoneta descarriada si...

Sentir la mano de Aniol buscando la suya, así como la petición de Ethan, seguida de lo que parecía más una súplica de Nohlem, le devolvió al momento presente y, por suerte, con algo importante en lo que ocupar su mente. Con el corazón encogido, apretó la mano del polaco mientras este se despedía de “Muerto”, incapaz de dedicarle él mismo nada equivalente. Tampoco de darle las gracias ni de pensar demasiado en lo que acababa de suceder y lo que implicaban las palabras del humano y el varmano. Seguía aferrándose a Aniol como si le fuese la vida en ello, y probablemente así era. La certeza de que tenían que alejarle de allí lo ataba a la realidad y le permitía moverse para hacer lo que tenía que hacer… Y el mismo caso ocurría con Damian, por eso sintió un escalofrío al escucharle decir aquellas palabras que un niño nunca debería estar pronunciando.

Por suerte para él, Connor y Airi supieron qué decir, forzándole a él mismo a tomar acción una vez más.
S-sí, por favor, Damian… Ven con nosotros… —le tendería la mano libre al italiano, haciendo su mejor esfuerzo por no cruzar miradas con el insecto moribundo—. Cuando Airi se agote voy a tener que levitar yo a Connor, que es muy grande y pesado. Elle va a estar muy cansade y yo concentrado en no perder el control del hechizo. A lo mejor incluso Aniol nos tiene que ayudar. Necesitamos que tú ayudes a Rick por si ocurre algo…

Había súplica en su tono, que quizás el niño podría interpretar como parte de su petición de ayuda. En realidad, suplicaba que no insistiese en quedarse. Aquello estaba mal. Estaba completamente mal.
Harek
Harek

Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :

Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.

Armas :

  • Rick: Sable y arco
  • Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire

Status : The journey never ends

Humor : Cualquier cosa me vale.

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

14/10/24, 05:36 pm
El neoyorquino estaba intentando calmar la tormenta que tenía dentro. El cúmulo de sentimientos que se llevaban gestando desde hacia meses estaba a flor de piel en esos instantes. Las preguntas estaban hechas, pero si aquello ya lo trastocaba, la tranquilidad con la que le miraba el insecto solamente la aumentaba más aún. No lo había dudado, no mucho al menos, ¿pero de verdad eran tan desalmados?

Rick volvió a prestar atención cuando Muerto habló, pero en vez de dar respuestas les regaló más preguntas incómodas. Primero se reflejó una ligera sorpresa en el rostro del chico, que se encontró la mirada con sus compañeros, para no tardar demasiado en virar hacia una clara molestia. -(Vaya gilipollez)- se mordió la lengua para solo pensarlo. Cierto era que no había conseguido encontrar pruebas sólidas del por qué estaban allí, pero le importaba poco si sus captores querían que aquello fuera un espectáculo o algo así. Daba igual qué pasara, en cuanto sobrevivieran buscarían la forma de volver a casa. Asintió de acuerdo a las palabras de Ethan; no sabrían nada, pero tampoco era seguro que Letargo estuviera mejor enterado. -No vamos a seguir su juego. Sobreviviremos juntos como hasta ahora- añadió tras él con calma y decisión, mirando con determinación pasajera al insecto.

Y sin embargo su parte racional, tras tanta desgracia tintada de cierto pesimismo, daba vueltas a esas dudas. El otro grupo se había convertido en el enemigo, pero Rick nunca había pensado que aquello viniera por ser competencia. Era uno de los motivos de por qué no había entendido los ataques al principio y tenía muy claro que no iba a participar en pruebas macabras si es que eran reales. Aún con todas sus diferencias, no quería ni pensar en que tuviera que defenderse de alguien del grupo. Eso simplemente no iba a pasar... No podía pasar... ¿No? Para su desgracia, el roce había hecho mella, y la seguridad que tenía en sus compañeros tambaleaba. Muy poco, pero lo suficiente para que la duda doliera mucho.

Al menos lo siguiente que dijo Muerto le sirvió para pensar en otras cosas importantes. -Garaten... Ya veo- se repitió el nombre, tras lo inesperado de la confesión, con el ceño fruncido. Gracias a las investigaciones habían podido poner cara al otro grupo y varias veces habían visto al chico que estaba describiendo el insecto. No había olvidado la voz de ese monstruo, porque tenía que ser él, riéndose de ellos después de casi morir cayendo en aquellas galerías. Nadie se merecía perdón alguno, pero si ese era su líder tenía mucho más por lo que pagar. Por todos ellos, por Aria, por Serena. -(Tenemos que pararle cuanto antes)- un nuevo objetivo, uno que tal vez si conseguían vencer pudiera llegar a acabar de una manera u otra con aquella locura.

Pero la decisión dejó paso a un ambiente que no sería capaz de olvidar en un tiempo. Estaba hecho; ya tenían información y Rick estaba satisfecho de que no hubiera demasiados daños a cambio. Tendrían que terminar de curar a Connor luego, pero al menos daba gracias de que estuviera vivo. Pero antes de que pudiera dar ni un paso de vuelta, Ethan les habló. La mueca neutral que tenía el neoyorquino se fue tornando en una ligera (al menos por fuera) preocupación en cuanto Nohlem se sumó al ruego. ¿De verdad iban a...? El terror avanzaba por su cabeza con lentitud pero con presencia, pero los escalofríos no se rompieron hasta que Damian hizo más evidente lo que iba a pasar. Todo aquello era horrible, pero que fuera un niño el que estuviera pronunciando algo así... tenía que ser lo peor de todo. Por inercia, el neoyorquino se acercó al italiano conteniéndose todo lo que podía y le reprochó serio: -¿Qué demonios estás diciendo? Nos vamos todos...- Calló en cuanto el motero se sumó a la petición del varmano, poco después seguido de Airi y Räg. Por supuesto se fijó en la voz de sus dos compañeros, sintió una punzada en el pecho que solo sumaba a lo agitado que estaba. Tenía la sensación de que nadie quería aquello pero, ¿entonces por qué...? No lo entendía, o tal vez tenía miedo de la respuesta.

-Nos vamos todos juntos... ¿no?- preguntó "firme", aunque con el claro matiz de una última súplica hecha con el pecho encogido. Habían sido meses complicados, dónde había perdido mucha fe en la mayoría. Había intentado mentalizarse de que, si llegaba a ocurrir, seguiría como hasta ahora pero allí estaban, a punto de cobrarse una vida y la última llama de esperanza por los recuerdos de sus compañeros gritaba por un final distinto. Pero aquello era Rocavarancolia, no había lugar para finales felices.

Una parte de él ya sabía qué iba a pasar y en cuanto notó que no había nada que pudieran hacer para cambiarlo se rindió. Miró apesadumbrado una última vez a Ethan, a Nohlem y al futuro Muerto, aceptando con su silencio los ruegos de los dos. Después, Rick se limitó a girarse descolgándose el arco mientras se acercaba al resto del grupo. -Os cubro- dijo sin un ápice de emoción con la vista en el horizonte, intentando dejar la mente en blanco. No tenía intención de defender al bicho en absoluto, pero aquello... Tenía mucho en lo que pensar, pero tenía la terrible certeza de que había llegado a un punto de inflexión al abrirse esa puerta al fin. Sutileza les había mostrado que ni siquiera en su refugio estaban seguros y ahora... el abismo de pesimismo le hacía sentirlo de nuevo.

No tardaría en marcharse en cuanto el resto estuviera listo.
Raven
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75

Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.

Armas : Ethan Lanza partesana y una daga

Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

14/10/24, 09:41 pm
Dar no siempre era fácil, pero en su mayoría era agradable, reconfortante. Cuando ofrecías siempre se recibía algo a cambio, no porque lo hicieras con ese fín, si no porque a veces una sonrisa, una gratitud era suficiente para sentir que el esfuerzo valía la pena. Ethan pecaba mucho de eso, de arrancarse cachitos de su piel aún estando disconforme, de ceder tela e hilos por evitar un conflicto más directo, de perderse en un manojo de trapos porque sentirse validado era siempre más asumible que lidiar con sus pensamientos más negativos. El problema era cuando el muñeco de paja se empezaba a cansar de serlo.

Connor no fue más que una agridulce antesala, la sinceridad visceral de un psicópata que durante unos instantes tenía en su mirada el rojo de la sangre y no la tristeza de sus compañeros. Que fácil era ser verdugo cuando ya no podías, dictar una sentencia que no darías. La amenaza había funcionado, pero no para aquella alimaña que a duras penas podía con su vida, había funcionado para él, para colocarse aún más frente a la horca. Sus manos estarían igual de manchadas, condenadas a tirar de una cuerda que no querían ni agarrar…

Entonces llegó Damian, y se tuvo que tragar la tristeza tras una sorpresa desagradable. Sus ojos se abrieron en un confuso estupor, en una dolorosa realidad para la que no encontraba ninguna palabra adecuada. ¿Por qué? ¿Por qué hacían todo tan difícil? Tantas palabras regaladas cuando no tenía aliento, tantas carreras dadas cuando no podía ni caminar, tanto que le había dado pensando que quizá, entre tanta oscuridad podrían iluminar un poco el camino. Pero no, hasta para esos momentos donde la crudeza era una con el ambiente, aún a pesar de tener que luchar contra las lágrimas y el temblor, el niño seguía siendo el mismo egoísta que decidió patearle el primer día. Tantas disculpas acumuladas por su edad se venían abajo cuando el límite se rebosaba y ahí, entonces, nada justificaba que se intentara escudar en unos años de los que nunca hacía ni honor, ni gloria.

Lo aborrecía, no, aborrecía la situación, lo que le tocaba vivir. Aborrecía sentirse horrorosamente solo en el preciso momento donde más apoyo necesitaba, aborrecía que pidieran una misera petición y el resto la convirtiera en su propia lucha personal. Aborrecía verse manchado de la rabia, el asco y la pena del resto, de que poco a poco el peso de cada palabra mal dada fuera una sentencia directa a hundirse en su propia culpabilidad.

-¿Estás bromeando verdad?

Espetó al comentario de Rick, una guinda amarga que con gusto quería pisotear antes de llegar siquiera a saborear. El que le faltaba, claro, ahí estaba, sin poder mantener sus labios sellados ni en el momento más necesitado. ¿Que iba a pedirle cuando solo se dedicaba a auto compadecerse? Cuando ocupaba sus días achacando toda la situación a ellos, como si las decisiones tomadas no fueran más que la desesperación de un animal acorralado. Si quería tirar piedras a su propio tejado desde luego que lo estaba haciendo muy bien, porque a Ethan no le quedaba absolutamente nada para acabar por derrumbarse.

-Me tenéis -Tomó aire, con la voz igual de firme como temblorosa. -harto.

-¿De qué cojones vais? ¿Creéis que esto es una fiesta? ¿Qué a mi me encanta despertarme por la mañana, tomar un puto vaso de leche fría y planear como matar a alguien?

La frustración ardió en el interior de su pecho como un calor mal apagado, estaba harto y ahora el filtro que de normal tenía se veía enredado en el nudo de su garganta, con todo aquello que quería decir y no podía.

-Estamos haciendo esto porque el único psicópata de nuestro grupo no puede ni moverse, porque estos putos desgraciados llevan dándonos caza desde que pisamos esta ciudad y, joder, os damos la maldita oportunidad, os la pedimos, os la rogamos. Que simplemente os larguéis…  -Volvió a tragar saliva, hasta sus lágrimas quemaban con tan solo el roce de su piel. Estaba tan cansado que empezaba a ser abrumador. -Y no podéis siquiera hacer eso, callaros e iros, no.

Respiró hondo, todo lo que pudo cuando el aire que tomaba era más semejante a una tormenta que a una brisa agradable. Una de sus manos recorrió su cabello alborotado, peinándose hacía atrás mientras se movía en el sitio, incapaz de decidir a donde echarse a andar. Si acercarse a Raki o mejor, abandonarlos a todos.

-¿Tú crees que no me encantaría irme con vosotros? -Espetó a Rick con tanta desesperación en su voz que no tardó en romperse.- ¡JODER!, que esto es una mierda, porque no podéis, por una mísera vez, tragaros vuestras putas emociones y ayudarnos? Por. una. vez, sólo una.

Quería llorar, ah, no, ya lo estaba haciendo. Ethan se giró para darles a todos la espalda, porque el cabreo se estaba mezclando con el agobió y la adrenalina que pudiera tener, lejos de ayudarle, estaba empezando a acelerar el ritmo de su corazón de forma frenética. Intentó aún así buscar a Nohlem, poder acercarse lo suficiente a él como para marcar una distinción entre ambos grupos. No quería estar con ninguno de ellos, ni con los bestias, ni con los lastimeros. Solo quería el apoyo silencioso que podía concederles una soledad que no les hiciera sentirse más sucios de lo que se iban a sentir. ¿Por qué costaba tanto ponerse en su lugar? ¿Por qué, aún intentando dar todas las facilidades, aún rogando, no podían pensar en lo doloroso que sería todo aquello? Joder, se estaban manchando las manos para que nadie más tuviera que hacerlo, estaban yendo de forma voluntaria al matadero y aún así, ni sus propios compañeros querían concederles un poco de agua para aliviantar el granate de sus lagrimas. No necesitaba más cuchillos, bastante tendría con el que cargaba.

-Sois unos puñeteros egoístas.

Susurró no con odio, si no con una absoluta decepción.
Kanyum
Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
Nohlem: varmano granta. 1’69m
Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m

Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.

Status : Prrrr prrrrr

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15/10/24, 10:25 am
Igual que cuando el sueño es más débil que la angustia y los pensamientos irremediablemente te apartan de los brazos de Morfeo, todos sus intentos por enfriarse fueron cayendo en desgracia, preguntas interrumpidas por dudas más agobiantes. Primero tuvo una extraña firmeza al oír a Damian, como el tipo de noticia que te pilla tan descolocado que no da margen al horror que merece. Nohlem le miró, ojos como platos y boca entreabierta según su atosigado cerebro procesaba las perlas que el italiano, un niño, acababa de soltar. ¿Es que acaso no…? ¿Damian estaba… incluyéndose por gusto?

Y en ese mismo instante, como un trueno, su ansiedad estalló. La adrenalina viajó a la desesperada por sus venas, entorpeciendo su pulso y haciendo poco a poco castañear sus dientes, espasmos tan leves que le costó unos segundos darse cuenta de que no lo estaba haciendo aposta. Estaba temblando como si tuviera frío, algo imperceptible desde fuera pero ridículamente notorio desde dentro, como si se hubiera tragado un pequeño terremoto y lo viviera en sus propias carnes. Tomó aire, y en el sonido que hizo la corriente se vería que no estaba respirando con normalidad. La adrenalina que le invadía no era de la que te ayuda a correr y evita que te canses, sino de la incapacitante, la que te hace olvidar lo aprendido. Si le pidiesen apuntar ahora mismo Nohlem no podría ni sujetar la flecha.

Si el odio de Damian le pilló desencajado, las palabras de Connor terminaron por ensordecerlo. Quizás fuera su forma de ayudar a sacar al pequeño de ahí, pero la cura era como derramar en carne viva litros de alcohol ardiente.
También querría verlo…

Apretó los dientes en una mueca.
¿Acaso tenía cara de puto circo?

Tomó aire de nuevo y de nuevo sonó como el filo de una hoja. Volteó el rostro en dirección contraria cuando Connor llamó su nombre una y dos veces, con una bola en la garganta y la vista fija en el suelo, ya siquiera en Muerto. Irónicamente, estando a solas podría haber sido fácil. Muerto era un invertebrado y él un varmano, la historia se escribía sola, era casi natural. Si se mantenía calladito no podía ser distinto a acabar con un animal. Solo necesitaría espacio, margen para mentalizarse. Pero…

Los ánimos del motero fueron la gota que colmó el vaso.

Iros a la mierda —susurró en “alto”, frío y ardiente, tenso y grave. No era su intención bajar el tono, es que sencillamente… no le salía más fuerte. De donde no había no se podía sacar. No pensar en nada es justamente lo que habría hecho de no ser por ellos dos. No necesitaba ánimos ni mucho menos público, solo silenciosa solidaridad, algo que visto lo visto era mucho pedir. Deseó que fueran duros con Damian, que se lo llevasen a rastras, pero hasta eso vino de mano de una suavidad que no casaba con su urgencia.

Las preguntas desesperadas de Rick no le resultaron tan duras porque difícilmente ya nada podía hacerle más daño del recibido, porque sus oídos estaban taponados con el río que era su flujo sanguíneo y las voces menguaban bajo el zumbido. Y aún así, algo sí que caló en él, pues su sensación de debilidad empeoró tras las dudas del neoyorquino. Dudas que traían heridas frescas, heridas que como la del hombro, aún palpitaban.

No quería ser el responsable. No quería sentirse culpable. No quería decepcionar a nadie. No quería tener miedo. No quería ser la mala influencia de un niño pequeño. No quería ser un monstruo. No quería-…

Apretó la mandíbula.

No quería llorar.

Pero era difícil cuando Ethan ya lo estaba haciendo. Sus palabras fueron un bálsamo, un sentimiento encontrado, una voz que no tenía, un escudo que le protegía y simultáneamente un arma que le apuntaba. Lo apreciaba y odiaba a partes iguales pues por él se sentía defendido, sí, pero también expuesto, señalado y abierto. No quería llorar, no delante del puto bicho, porque recordaba las palabras que la peliverde les había dedicado, porque sabía que les estaría dando la razón por ser unos débiles. No le daría el placer de tal escena, un pensamiento estúpido si ya les estaba viendo patéticos y enfrentados.

No miraría a nadie, especialmente no a Ethan, pues con la cercanía un vistazo bastaría para seguirle y venirse abajo. Había dejado los brazos tiesos a ambos lados, manos pegadas a su cuerpo para evitar el temblor, pero el único cambio es que ahora le temblaban los codos. Si estaba calmándose era por mera disociación, por límite emocional, no por fuerza ni apoyo. Siquiera se había movido de su posición inicial, siempre de cara a Muerto. Que fácil habría sido de no recibir ánimos innecesarios, de no cuestionarse por su público, de estar solo. Cada vez tenía menos ganas de hacerlo pero ya no hallaba forma de echarse atrás. Se quedó con la despedida de Aniol como mantra y aguardó en su voto de agonioso silencio.

Incapaz hasta de tragar, aguardó a que se fuesen.


Su mano derecha se deslizó hasta cerrarse en el mango del cuchillo atado a su baja espalda. No sabía lo que hacía y aún así estaba seguro, cegado y entumecido como un caballo de guerra. La bola seguía pegada a su garganta como una garrapata que se hubiese tragado viva, pero al menos volvía a respirar por la nariz. Robótico, pero lo hacía. Con esa nueva privacidad sacó el cuchillo y se arrodilló delante de Muerto. Ethan se había roto, pero no era a él a quien le había tocado hacer aquello. Nohlem no podía romperse aún. Le agarró la mandíbula por abajo, con una firmeza concentrada que dejaba menguante y tembloroso el resto de su cuerpo, dedos rectos para evitar un mordisco y corazón cruzado en una plegaria para que el insecto no hablara ni gritase. Le levantó la cabeza para buscar las juntas de su exoesqueleto, las partes débiles de su cuello, un lugar donde clavar el cuchillo como si supiera lo más mínimo de anatomía o donde debía apuñalar, y entonces, sin concederle más tiempo de sufrimiento ni a él ni a su consciencia, hizo justo eso.

El varmano hundió el filo hasta el fondo.
No tardó ni cinco segundos en sacarlo... y volver a hundirlo presa del pánico a que con una no fuera suficiente.

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♪♫♬:
Aes
Aes

Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.

Personajes : Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
Fleur: Humana (Francia)
Siwani
Aniol: Humano (Polonia)


Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.

Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

15/10/24, 07:57 pm
Aniol sabía que las cosas no andaban bien, que los asuntos de mayores siempre traían caras largas. Lo notaba en lo cargado del ambiente, muy parecido a lo que sería escurrirse por el desagüe y tener que caminar durante horas por las alcantarillas: Apestaba.
También lo percibía en el agarre de Räg, uno al que se encaramó no solo porque le servía como consuelo emocional, si no que le ayudaba a caminar mejor sin que nadie advirtiera del todo el temblor de sus rodillas y la fatiga que padecía su cuerpo. Tantos hechizos lo tenían consumido, más ninguno de sus sudores fríos se comparaban a la tensión que le sobrevino después.

La actitud de Damian laceraba directamente contra el pilar de pensamientos agrupados que tenía sobre su mejor amigo. Y el italiano los había derribado todos como si se tratara de un juego de bolos. ¿Por qué desearía quedarse? ¿Si lo que iba a ocurrir iba a ser bastante feo? Por su parte él intentaba no pensar siquiera en ello. Era como cuando Connor hizo aquella cosa rara con el coyote, pero peor. El churumbel solo quería salir de allí y volver a casa, ya ni le apetecía jugar a los caballitos después de tanto trote, le bastaba con regresar sin altercados y con todos enteros.

Pero había heridas que rasgaban por dentro sin necesidad de roer la piel. Pronto la voz de Ethan manchó el aire. El niño apretó la mano del mjörní de manera inconsciente durante todo el proceso, pero ni las cosquillas que sus escamas le proporcionaban en la palma de la mano consiguieron que oír tanta verdad y desesperación resultara tolerable. Aún sin haber hecho nada malo, Aniol escuchó como si fuera uno de los implicados, su mirada de miel clavada en el suelo y el corazón aguijoneado por una decena de abejas. Ver al medio japonés tan al límite y con el cariño que le tenía podía ser la gota que colmara el vaso para alguien tan menudo en edad como él.

Sus labios balbucearon sin ser capaz de fijarse más en el interior de las ruinas que en el exterior. Era incapaz de decir nada para remontar la conversación, y en el fondo es que ni siquiera lo deseaba. Porque sabía que las palabras de Ethan eran más que ciertas y que tenía todo el derecho del mundo a romperse de esa manera. El temblor de la voz del joven resultaba doloroso y empañó sus ojos, y sin embargo no movió ni un músculo hacia su angelito de la guarda ni cuando éste rompió a llorar.

No sabía que hacer, se sentía como una moto de polvo flotando sobre un campo minado. Si abría la boca sería para gimotear, y ahora mismo ninguno necesitaban tener que encargarse de nuevo de un crío. Anhelaba correr en su dirección, darle un abrazo y decirle que todo estaría bien. Pero... el tono de decepción del joven era tan tangible que cualquier improvisación le parecía vacía.

Además, no era lo único que ocupaba su mente. La cabeza del niño se giró hacia el edificio en el que había tenido lugar la escaramuza. Su interior era oscuro, desde su ángulo no podía ver la silueta del granta. Y es que Nohlem no paraba de venírsele a la cabeza, sus hombros abatidos, su posición tensa. El tono frío y ardiente con el que los había mandado a pastar a todos. Por muy de acuerdo que estuviera con lo que tuviera que pasar de esos escombros hacia dentro... no era algo que le deseara a nadie. Y su elfito estaba allí solo, atrapado en una callejuela sin salida que cada vez asfixiaba más al grupo.

Lo único que hizo fue tratar de controlar el descompás de sus pulmones. Y escrutar los rostros de todos los presentes en absoluto silencio. Un silencio que arañaba más que el ruido.

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"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."

"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."

"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."

"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
Isma
Isma

Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.

Armas :
  • Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
  • Damian: Dientes
    Daga

Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

15/10/24, 10:50 pm
Dejó el torso relajarse en su costado, algo apoyado en el mango del cinto que portaba. Un arma letal, un filo que lo protegía y lo hacía sentir seguro, un apoyo figurado y, en este caso, literal, lo estuvo impulsando a decir aquello . Fue un extremo que no conocía en su ignorancia y que, al final, decidió cruzar usando palabras filosas, duras de roer para oyentes a su alrededor que podían ver a Damian altamente convencido de lo que estuvo diciendo, a pesar de que aquel camino para él estuvo lleno de bruma, por solo tomar el mismo camino que los responsables del grupo.

Sin embargo, Connor le nombró y el chico se giró a verlo, torciendo el gesto por verlo de nuevo así de dolorido e, irónicamente, empatizando con el de la cresta por todas aquellas heridas provocadas por el bicho. Connor también quería verlo, también quería formar parte pero dijo que no tenía por qué haber más mirando.

Su mirada se tornó a la confusión, ¿Connor no quería estar tampoco, acaso no era cosa de participar todo en el plan que idearon? Dudas al aire se plantearon sin parar en su cabeza para un desenlace que, como tal, se le hizo ajeno tanto por la falta de empatía, el desenfreno de su impulsividad y unas ganas de querer ser algo más que un chico sin magia.

Pero Connor, yo… —observó como se lo llevaron, planteando el inicio de sus dudas con algo de tensión. Quería ser un tío duro, un hueso duro de roer como su amigo y ansiaba demostrarlo, que no era un crío y que ya había crecido lo suficiente para ser uno más y no uno de “los niños”.

Antes de que pudiese decir nada, Airi le pidió vigilancia para cuando se llevasen a Connor y Rag igualmente sugirió lo mismo. Damian los miró apretando los labios, emitiendo quejidos leves tras su boca cerrada y unos leves pasos hacia ningún lado rechazando inicialmente la mano de Rag en confusión.

Si ellos fueron suaves, el terremoto comenzó con Rick. Un reproche que no se esperó le hizo agitarse, frunciendo el ceño hacia arriba y apretando los dientes. El de ojos distintos, aquel listillo no le pareció nunca tan serio como para regañarlo. Si solo fuese eso, respondería con alguna palabrota o un insulto al aire relacionado con su cara por no dejarlo en paz pero…

Las reacciones temblorosas de Rick fueron solo el principio, Ethan se sumó a la conversación con amargura, no se fijó en aquella mirada de ojos abiertos dirigida hacia él en un inicio pero ahora… también le tembló la voz. Nohlem también aportó un insulto al aire que no tardó en recibirlo el italiano para él también.

Damian tuvo un conflicto ante sí que le hizo sentirse pequeño, desorientado, un viaje que en un inicio sería pillar al malo, hacer lo que tocaba y volver. ¿Y lo de “hacer lo que tocaba”? ¿Ese objetivo que perseguían no era… bueno… para todos?

Las palabras de Ethan fueron punzantes, como un cuchillo en su pecho ya no solo como un regaño sino como algo más. Su amigo lo estaba pasando fatal y se le veía claramente en su forma de hablar, sus gestos y sus lágrimas. Lo estaba puteando con querer quedarse y Nohlem parecía estar en las mismas, una declaración de intenciones que Damian tuvo ahora le hicieron sentirse una mierda. Tenía conflicto, su brújula moral decanto mas a tener culpabilidad por sus compañeros que la muerte de Muerto en sí y aun así…

Ethan también quería irse y rogó, entre sollozos, que se fueran.

Ethan… Nohlem… Tíos yo… me voy, ¿vale? Me voy, me… iré… Vale... —su cara se torció, mordiéndose el labio y aclarando que no estará ahí y no lo hará sentir mal. Joder, su pecho le ardía como un hierro candente y sus ojos se tornaron tristes, aguados y mirando al suelo, dando media vuelta y asumiendo el regaño agarrando finalmente la mano libre de Rag, sin mirarlo ni a él ni a su mejor amigo con su cara colorada de vergüenza, coraje y culpa.

Si antes quería ser mayor, ahora se sentía más crío que nunca.
Tak
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
Kin: demonio raigaurum irrense.
Ayne: anima sinhadre.
Eara: sinhadre sin esencia.
Nime: demonio mineral libense.
Iemai: cercana, fallecida.
Airi: sanaí.


Unidades mágicas : 8/8

Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.


Armas :
Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
Kin: alfanje y guan dao.
Ayne: sable.
Eara: ballesta de repetición.
Nime: dagas.
Airi: vara y arco.


Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

16/10/24, 01:40 pm
Le sanaí se centró en la levitación por un momento. Solo era el segundo hechizo ese día, pero ambos habían requerido un esfuerzo importante, y comenzaba a notar el familiar cansancio mágico, aunque tolerable por el momento.

Airi creía que ya estaba, que Damian haría caso a Räg y enseguida estarían en el torreón todos juntos, sanos y salvos. Había escuchado el intento vano de Rick por encauzar las cosas por otra ruta y rendirse, sin saber que todos los intercambios que acababan de ocurrir estaban gestando un estallido que todavía estaba por venir. Airi no estaba mirando a nadie en particular, a propósito. No tenía ni idea de las expresiones faciales que estaban mostrando cada uno, hasta que levantó la vista hacia Ethan, al escuchar sus crudas palabras.

Su mirada perdida se enfocó en su cara, en su sufrimiento. Recordó la noche en la que habían hablado precisamente de eso, y tras aquellas palabras que le herían fue capaz de encontrar al joven ansioso por lo que estaba por venir, que no quería hacer nada de aquello pero se veía obligado por las circunstancias. Le había hecho una promesa y no la estaba olvidando, pero su pecho empezó a sentirse cada vez más pesado por aquella reacción repentina contra todos ellos. Si Airi no tuviese también los nervios de punta tal vez habría razonado mejor que no debía tomárselo como algo personal, ya que no le había llevado la contraria en ningún momento y él estaba en una situación en la que era normal que los nervios explotaran. Sin embargo, dolía como una puñalada. Le estaba diciendo que estaban obligados a hacer aquello porque los demás no querían. Aquello era verdad. Por otro lado, no había necesidad de rematar al insecto moribundo si no querían, pero Airi no se había atrevido a llevarles la contraria… ni lo haría, tras oír aquello.

Tal vez deseaban que alguien los reemplazara y no solo que nadie más tuviese que mancharse las manos. Nohlem no fue vocal apenas sobre cómo se sentía, aunque pensar en su situación también dolía. Airi los miró, perdide, hasta que Damian decidió retirarse sin rechistar. Si había algo que hablar en ese preciso momento, le sanaí no sabía qué era, así que con una expresión vacía se dio la vuelta y siguió a sus compañeros, alejándose de allí con pasos pesados. Trataba de dejar en blanco su mente y centrarse solo en la trayectoria de Connor, pero la negatividad parecía querer aplastarle contra las losas que pisaba.
Yber
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
Dirke/Ramas.
Giz.
Tap/Malahierba.
Lara 37/Saria Omen.
Rasqa: parqio transformado en moloch.
Eitne.


Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.

Torreta Matakrakens - Página 5 Empty Re: Torreta Matakrakens

16/10/24, 02:54 pm
Resultaba sorprendente lo lento que pasaba el tiempo a la sombra de la muerte, la pesadez de sus pensamientos, lo pausado que percibía los gritos de Ethan y todo lo relativo al verdugo frente a él… y a la vez la multitud de emociones que se agolpaban en su cabeza: pena, rabia, tranquilidad, odio, asco, rencor, cansancio, tristeza… El clinger no tenía ese aire de grandeza de otros compañeros suyos, no quería alcanzar la Luna Roja por el poder, por dejar huella. Raki venía de un mundo que no admitía huella ninguna de nadie salvo unos pocos afortunados y Rocavarancolia parecía tan solo un paisaje más de Dryfus, uno más difícil, pero con unas bases parecidas. Raki solo quería sobrevivir y había fallado.

Cuando la hoja se hundió en su cuello, se preguntaba qué había hecho mal, qué podría haber sido diferente para que el resultado fuera otro, para no acabar así, maltrecho y dolorido, emboscado y asesinado por un grupo de personas que sentían su muerte como algo merecido. La fuerza abandonó sus músculos, el dolor parecía más lejano.

Abrió la boca y de ella no salió nada más que hemolinfa, una sangre verde y clara.

Tampoco quedaba nada en sus bolsillos, previamente saqueados por Ethan. De ahí, el humano se pudo hacer con dos dardos envenenados y un trozo de papel con una runa dibujada, contenedora de un hechizo cuya identidad solo se sabría tras ser activada mediante presión.




Mientras el clinger se encontraba con la muerte, la estructura del edificio dañado por su hechizo cedió por completo. El techo terminó de caer y se llevó consigo parte de las paredes, dejando como quien dice las raíces de una casa vieja. La caída no hizo daño a nadie, pero levantó una polvareda y causó un estruendo.




No muy lejos, escondidos y asustados por Raki estaban Wintoon y Kiyut, entre las ruinas de un edificio cercano. Kiyut temblaba mucho y la xiotwacana había posado su mano sobre su hombro con firmeza para tratar de infundirle tranquilidad mientras esperaban por Ama, sin embargo a veces se descubría a sí misma moviendo una pierna con nerviosismo. Su compañera se había adelantado un poco para poder vislumbrar lo que ocurría, pero ellos optaron por quedar al margen, pues cuanto más fueran más probabilidades de que les vieran. Cuando la carabesa llegó visiblemente agitada, Wintoon ya se imaginaba lo que les iba a decir.

—Se… Se lo han cargado —Ama parecía en shock, tenía un nudo en la garganta y a Wintoon se le formó otro al escuchar las palabras que había escogido para comunicarles la muerte de Raki. A Kiyut se le humedecieron los ojos y Wintoon solo pudo soltar su agarre y acariciarle la cabeza. Ama siguió hablando—. Uno de los suyos está paralizado y vienen hacia aquí, quizás… —buscó con su mirada la de la xiotwacana, respiró hondo—. Si les pillas… Si les pillamos… Es un objetivo fácil, creo que podríamos convertir esto en un uno por uno, Win.

Bajo la máscara, Wintoon arrugó el gesto, sentía que nada de lo que había dicho Ama tenía sentido, que había utilizado mal tantas palabras que se formaba una brecha entre los dos. <<Win… Uno por uno… ¿Qué somos?>>. Aun así se descubrió a sí misma incorporándose, soltando al mivense y dándole una palmada en la espalda.

—Ponte detrás de Ama —le pidió mientras tomaba su arco y una flecha.

Aprovecharían para moverse por una calle paralela a la de la comitiva entorno a Connor y varios pasos por delante, en busca de un buen lugar de tiro.





La caída del edificio los pilló desprevenidos, pero Ama enseguida entendió aquello como la oportunidad que era. El grupo corrió aprovechando la distracción causada por el polvo y el ruido y aparecieron en una bocacalle desde la que Wintoon podría disparar sin problemas al enemigo paralizado, el blanco más fácil, el uno por uno. La xiotwacana aflechó el arco, tensó la cuerda y posó sus ojos en Connor. Sin embargo no disparó inmediatamente, sino que dudó, y en ese tiempo pudo escuchar cómo Kiyut se sorbía los mocos mientras lloraba en silencio. Antes de disparar rotó bruscamente el arco para errar el tiro y la flecha cayó en el suelo por el que pronto pasaría Connor levitando, alertando a todo el grupo de su presencia.

—¡Mierda! —exclamó Wintoon, como si no hubiera bastado con la flecha para delatar su posición. Sabía que no podía decir que le había podido la conciencia, así que mintió—. Perdón, tengo las manos sudadas —dijo, ahora sí, en voz más baja.

—¡Me cago en… ! —la frustración de Ama era evidente, pero por suerte para Wintoon había cosas más urgentes ahora—. ¡Vámonos de aquí, pero ya!

Los tres estaban listos para huir de allí.

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No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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