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Torreta Matakrakens

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Torreta Matakrakens - Página 6 Empty Torreta Matakrakens

10/03/19, 06:50 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Única superviviente de las doce torretas que protegieron los acantilados de posibles ataques desde el mar antes del ataque de la Alianza de Mundos. La fachada occidental del edificio todavía está oscurecida por las llamas de Umbra Gala, el dragón de Basa que murió defendiendo esta posición. Su nombre se debe a que esta torreta fue esencial para repeler el ataque de una criatura marina de proporciones gigantescas traída por las corrientes uncidas. En la azotea todavía se hallan restos del nido donde vivieron la arpía dama Moreda y la cabeza del traidor inmortal Alastor Borodín: un pedestal en el centro y una techumbre medio derruida de tablones y alfombras.

Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma

Torreta Matakrakens - Página 6 Empty Re: Torreta Matakrakens

15/10/24, 10:25 am
Igual que cuando el sueño es más débil que la angustia y los pensamientos irremediablemente te apartan de los brazos de Morfeo, todos sus intentos por enfriarse fueron cayendo en desgracia, preguntas interrumpidas por dudas más agobiantes. Primero tuvo una extraña firmeza al oír a Damian, como el tipo de noticia que te pilla tan descolocado que no da margen al horror que merece. Nohlem le miró, ojos como platos y boca entreabierta según su atosigado cerebro procesaba las perlas que el italiano, un niño, acababa de soltar. ¿Es que acaso no…? ¿Damian estaba… incluyéndose por gusto?

Y en ese mismo instante, como un trueno, su ansiedad estalló. La adrenalina viajó a la desesperada por sus venas, entorpeciendo su pulso y haciendo poco a poco castañear sus dientes, espasmos tan leves que le costó unos segundos darse cuenta de que no lo estaba haciendo aposta. Estaba temblando como si tuviera frío, algo imperceptible desde fuera pero ridículamente notorio desde dentro, como si se hubiera tragado un pequeño terremoto y lo viviera en sus propias carnes. Tomó aire, y en el sonido que hizo la corriente se vería que no estaba respirando con normalidad. La adrenalina que le invadía no era de la que te ayuda a correr y evita que te canses, sino de la incapacitante, la que te hace olvidar lo aprendido. Si le pidiesen apuntar ahora mismo Nohlem no podría ni sujetar la flecha.

Si el odio de Damian le pilló desencajado, las palabras de Connor terminaron por ensordecerlo. Quizás fuera su forma de ayudar a sacar al pequeño de ahí, pero la cura era como derramar en carne viva litros de alcohol ardiente.
También querría verlo…

Apretó los dientes en una mueca.
¿Acaso tenía cara de puto circo?

Tomó aire de nuevo y de nuevo sonó como el filo de una hoja. Volteó el rostro en dirección contraria cuando Connor llamó su nombre una y dos veces, con una bola en la garganta y la vista fija en el suelo, ya siquiera en Muerto. Irónicamente, estando a solas podría haber sido fácil. Muerto era un invertebrado y él un varmano, la historia se escribía sola, era casi natural. Si se mantenía calladito no podía ser distinto a acabar con un animal. Solo necesitaría espacio, margen para mentalizarse. Pero…

Los ánimos del motero fueron la gota que colmó el vaso.

Iros a la mierda —susurró en “alto”, frío y ardiente, tenso y grave. No era su intención bajar el tono, es que sencillamente… no le salía más fuerte. De donde no había no se podía sacar. No pensar en nada es justamente lo que habría hecho de no ser por ellos dos. No necesitaba ánimos ni mucho menos público, solo silenciosa solidaridad, algo que visto lo visto era mucho pedir. Deseó que fueran duros con Damian, que se lo llevasen a rastras, pero hasta eso vino de mano de una suavidad que no casaba con su urgencia.

Las preguntas desesperadas de Rick no le resultaron tan duras porque difícilmente ya nada podía hacerle más daño del recibido, porque sus oídos estaban taponados con el río que era su flujo sanguíneo y las voces menguaban bajo el zumbido. Y aún así, algo sí que caló en él, pues su sensación de debilidad empeoró tras las dudas del neoyorquino. Dudas que traían heridas frescas, heridas que como la del hombro, aún palpitaban.

No quería ser el responsable. No quería sentirse culpable. No quería decepcionar a nadie. No quería tener miedo. No quería ser la mala influencia de un niño pequeño. No quería ser un monstruo. No quería-…

Apretó la mandíbula.

No quería llorar.

Pero era difícil cuando Ethan ya lo estaba haciendo. Sus palabras fueron un bálsamo, un sentimiento encontrado, una voz que no tenía, un escudo que le protegía y simultáneamente un arma que le apuntaba. Lo apreciaba y odiaba a partes iguales pues por él se sentía defendido, sí, pero también expuesto, señalado y abierto. No quería llorar, no delante del puto bicho, porque recordaba las palabras que la peliverde les había dedicado, porque sabía que les estaría dando la razón por ser unos débiles. No le daría el placer de tal escena, un pensamiento estúpido si ya les estaba viendo patéticos y enfrentados.

No miraría a nadie, especialmente no a Ethan, pues con la cercanía un vistazo bastaría para seguirle y venirse abajo. Había dejado los brazos tiesos a ambos lados, manos pegadas a su cuerpo para evitar el temblor, pero el único cambio es que ahora le temblaban los codos. Si estaba calmándose era por mera disociación, por límite emocional, no por fuerza ni apoyo. Siquiera se había movido de su posición inicial, siempre de cara a Muerto. Que fácil habría sido de no recibir ánimos innecesarios, de no cuestionarse por su público, de estar solo. Cada vez tenía menos ganas de hacerlo pero ya no hallaba forma de echarse atrás. Se quedó con la despedida de Aniol como mantra y aguardó en su voto de agonioso silencio.

Incapaz hasta de tragar, aguardó a que se fuesen.


Su mano derecha se deslizó hasta cerrarse en el mango del cuchillo atado a su baja espalda. No sabía lo que hacía y aún así estaba seguro, cegado y entumecido como un caballo de guerra. La bola seguía pegada a su garganta como una garrapata que se hubiese tragado viva, pero al menos volvía a respirar por la nariz. Robótico, pero lo hacía. Con esa nueva privacidad sacó el cuchillo y se arrodilló delante de Muerto. Ethan se había roto, pero no era a él a quien le había tocado hacer aquello. Nohlem no podía romperse aún. Le agarró la mandíbula por abajo, con una firmeza concentrada que dejaba menguante y tembloroso el resto de su cuerpo, dedos rectos para evitar un mordisco y corazón cruzado en una plegaria para que el insecto no hablara ni gritase. Le levantó la cabeza para buscar las juntas de su exoesqueleto, las partes débiles de su cuello, un lugar donde clavar el cuchillo como si supiera lo más mínimo de anatomía o donde debía apuñalar, y entonces, sin concederle más tiempo de sufrimiento ni a él ni a su consciencia, hizo justo eso.

El varmano hundió el filo hasta el fondo.
No tardó ni cinco segundos en sacarlo... y volver a hundirlo presa del pánico a que con una no fuera suficiente.
Aes

Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.

Torreta Matakrakens - Página 6 Empty Re: Torreta Matakrakens

15/10/24, 07:57 pm
Aniol sabía que las cosas no andaban bien, que los asuntos de mayores siempre traían caras largas. Lo notaba en lo cargado del ambiente, muy parecido a lo que sería escurrirse por el desagüe y tener que caminar durante horas por las alcantarillas: Apestaba.
También lo percibía en el agarre de Räg, uno al que se encaramó no solo porque le servía como consuelo emocional, si no que le ayudaba a caminar mejor sin que nadie advirtiera del todo el temblor de sus rodillas y la fatiga que padecía su cuerpo. Tantos hechizos lo tenían consumido, más ninguno de sus sudores fríos se comparaban a la tensión que le sobrevino después.

La actitud de Damian laceraba directamente contra el pilar de pensamientos agrupados que tenía sobre su mejor amigo. Y el italiano los había derribado todos como si se tratara de un juego de bolos. ¿Por qué desearía quedarse? ¿Si lo que iba a ocurrir iba a ser bastante feo? Por su parte él intentaba no pensar siquiera en ello. Era como cuando Connor hizo aquella cosa rara con el coyote, pero peor. El churumbel solo quería salir de allí y volver a casa, ya ni le apetecía jugar a los caballitos después de tanto trote, le bastaba con regresar sin altercados y con todos enteros.

Pero había heridas que rasgaban por dentro sin necesidad de roer la piel. Pronto la voz de Ethan manchó el aire. El niño apretó la mano del mjörní de manera inconsciente durante todo el proceso, pero ni las cosquillas que sus escamas le proporcionaban en la palma de la mano consiguieron que oír tanta verdad y desesperación resultara tolerable. Aún sin haber hecho nada malo, Aniol escuchó como si fuera uno de los implicados, su mirada de miel clavada en el suelo y el corazón aguijoneado por una decena de abejas. Ver al medio japonés tan al límite y con el cariño que le tenía podía ser la gota que colmara el vaso para alguien tan menudo en edad como él.

Sus labios balbucearon sin ser capaz de fijarse más en el interior de las ruinas que en el exterior. Era incapaz de decir nada para remontar la conversación, y en el fondo es que ni siquiera lo deseaba. Porque sabía que las palabras de Ethan eran más que ciertas y que tenía todo el derecho del mundo a romperse de esa manera. El temblor de la voz del joven resultaba doloroso y empañó sus ojos, y sin embargo no movió ni un músculo hacia su angelito de la guarda ni cuando éste rompió a llorar.

No sabía que hacer, se sentía como una moto de polvo flotando sobre un campo minado. Si abría la boca sería para gimotear, y ahora mismo ninguno necesitaban tener que encargarse de nuevo de un crío. Anhelaba correr en su dirección, darle un abrazo y decirle que todo estaría bien. Pero... el tono de decepción del joven era tan tangible que cualquier improvisación le parecía vacía.

Además, no era lo único que ocupaba su mente. La cabeza del niño se giró hacia el edificio en el que había tenido lugar la escaramuza. Su interior era oscuro, desde su ángulo no podía ver la silueta del granta. Y es que Nohlem no paraba de venírsele a la cabeza, sus hombros abatidos, su posición tensa. El tono frío y ardiente con el que los había mandado a pastar a todos. Por muy de acuerdo que estuviera con lo que tuviera que pasar de esos escombros hacia dentro... no era algo que le deseara a nadie. Y su elfito estaba allí solo, atrapado en una callejuela sin salida que cada vez asfixiaba más al grupo.

Lo único que hizo fue tratar de controlar el descompás de sus pulmones. Y escrutar los rostros de todos los presentes en absoluto silencio. Un silencio que arañaba más que el ruido.
Isma

Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad

Torreta Matakrakens - Página 6 Empty Re: Torreta Matakrakens

15/10/24, 10:50 pm
Dejó el torso relajarse en su costado, algo apoyado en el mango del cinto que portaba. Un arma letal, un filo que lo protegía y lo hacía sentir seguro, un apoyo figurado y, en este caso, literal, lo estuvo impulsando a decir aquello . Fue un extremo que no conocía en su ignorancia y que, al final, decidió cruzar usando palabras filosas, duras de roer para oyentes a su alrededor que podían ver a Damian altamente convencido de lo que estuvo diciendo, a pesar de que aquel camino para él estuvo lleno de bruma, por solo tomar el mismo camino que los responsables del grupo.

Sin embargo, Connor le nombró y el chico se giró a verlo, torciendo el gesto por verlo de nuevo así de dolorido e, irónicamente, empatizando con el de la cresta por todas aquellas heridas provocadas por el bicho. Connor también quería verlo, también quería formar parte pero dijo que no tenía por qué haber más mirando.

Su mirada se tornó a la confusión, ¿Connor no quería estar tampoco, acaso no era cosa de participar todo en el plan que idearon? Dudas al aire se plantearon sin parar en su cabeza para un desenlace que, como tal, se le hizo ajeno tanto por la falta de empatía, el desenfreno de su impulsividad y unas ganas de querer ser algo más que un chico sin magia.

Pero Connor, yo… —observó como se lo llevaron, planteando el inicio de sus dudas con algo de tensión. Quería ser un tío duro, un hueso duro de roer como su amigo y ansiaba demostrarlo, que no era un crío y que ya había crecido lo suficiente para ser uno más y no uno de “los niños”.

Antes de que pudiese decir nada, Airi le pidió vigilancia para cuando se llevasen a Connor y Rag igualmente sugirió lo mismo. Damian los miró apretando los labios, emitiendo quejidos leves tras su boca cerrada y unos leves pasos hacia ningún lado rechazando inicialmente la mano de Rag en confusión.

Si ellos fueron suaves, el terremoto comenzó con Rick. Un reproche que no se esperó le hizo agitarse, frunciendo el ceño hacia arriba y apretando los dientes. El de ojos distintos, aquel listillo no le pareció nunca tan serio como para regañarlo. Si solo fuese eso, respondería con alguna palabrota o un insulto al aire relacionado con su cara por no dejarlo en paz pero…

Las reacciones temblorosas de Rick fueron solo el principio, Ethan se sumó a la conversación con amargura, no se fijó en aquella mirada de ojos abiertos dirigida hacia él en un inicio pero ahora… también le tembló la voz. Nohlem también aportó un insulto al aire que no tardó en recibirlo el italiano para él también.

Damian tuvo un conflicto ante sí que le hizo sentirse pequeño, desorientado, un viaje que en un inicio sería pillar al malo, hacer lo que tocaba y volver. ¿Y lo de “hacer lo que tocaba”? ¿Ese objetivo que perseguían no era… bueno… para todos?

Las palabras de Ethan fueron punzantes, como un cuchillo en su pecho ya no solo como un regaño sino como algo más. Su amigo lo estaba pasando fatal y se le veía claramente en su forma de hablar, sus gestos y sus lágrimas. Lo estaba puteando con querer quedarse y Nohlem parecía estar en las mismas, una declaración de intenciones que Damian tuvo ahora le hicieron sentirse una mierda. Tenía conflicto, su brújula moral decanto mas a tener culpabilidad por sus compañeros que la muerte de Muerto en sí y aun así…

Ethan también quería irse y rogó, entre sollozos, que se fueran.

Ethan… Nohlem… Tíos yo… me voy, ¿vale? Me voy, me… iré… Vale... —su cara se torció, mordiéndose el labio y aclarando que no estará ahí y no lo hará sentir mal. Joder, su pecho le ardía como un hierro candente y sus ojos se tornaron tristes, aguados y mirando al suelo, dando media vuelta y asumiendo el regaño agarrando finalmente la mano libre de Rag, sin mirarlo ni a él ni a su mejor amigo con su cara colorada de vergüenza, coraje y culpa.

Si antes quería ser mayor, ahora se sentía más crío que nunca.
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.

Torreta Matakrakens - Página 6 Empty Re: Torreta Matakrakens

16/10/24, 01:40 pm
Le sanaí se centró en la levitación por un momento. Solo era el segundo hechizo ese día, pero ambos habían requerido un esfuerzo importante, y comenzaba a notar el familiar cansancio mágico, aunque tolerable por el momento.

Airi creía que ya estaba, que Damian haría caso a Räg y enseguida estarían en el torreón todos juntos, sanos y salvos. Había escuchado el intento vano de Rick por encauzar las cosas por otra ruta y rendirse, sin saber que todos los intercambios que acababan de ocurrir estaban gestando un estallido que todavía estaba por venir. Airi no estaba mirando a nadie en particular, a propósito. No tenía ni idea de las expresiones faciales que estaban mostrando cada uno, hasta que levantó la vista hacia Ethan, al escuchar sus crudas palabras.

Su mirada perdida se enfocó en su cara, en su sufrimiento. Recordó la noche en la que habían hablado precisamente de eso, y tras aquellas palabras que le herían fue capaz de encontrar al joven ansioso por lo que estaba por venir, que no quería hacer nada de aquello pero se veía obligado por las circunstancias. Le había hecho una promesa y no la estaba olvidando, pero su pecho empezó a sentirse cada vez más pesado por aquella reacción repentina contra todos ellos. Si Airi no tuviese también los nervios de punta tal vez habría razonado mejor que no debía tomárselo como algo personal, ya que no le había llevado la contraria en ningún momento y él estaba en una situación en la que era normal que los nervios explotaran. Sin embargo, dolía como una puñalada. Le estaba diciendo que estaban obligados a hacer aquello porque los demás no querían. Aquello era verdad. Por otro lado, no había necesidad de rematar al insecto moribundo si no querían, pero Airi no se había atrevido a llevarles la contraria… ni lo haría, tras oír aquello.

Tal vez deseaban que alguien los reemplazara y no solo que nadie más tuviese que mancharse las manos. Nohlem no fue vocal apenas sobre cómo se sentía, aunque pensar en su situación también dolía. Airi los miró, perdide, hasta que Damian decidió retirarse sin rechistar. Si había algo que hablar en ese preciso momento, le sanaí no sabía qué era, así que con una expresión vacía se dio la vuelta y siguió a sus compañeros, alejándose de allí con pasos pesados. Trataba de dejar en blanco su mente y centrarse solo en la trayectoria de Connor, pero la negatividad parecía querer aplastarle contra las losas que pisaba.
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Torreta Matakrakens - Página 6 Empty Re: Torreta Matakrakens

16/10/24, 02:54 pm
Resultaba sorprendente lo lento que pasaba el tiempo a la sombra de la muerte, la pesadez de sus pensamientos, lo pausado que percibía los gritos de Ethan y todo lo relativo al verdugo frente a él… y a la vez la multitud de emociones que se agolpaban en su cabeza: pena, rabia, tranquilidad, odio, asco, rencor, cansancio, tristeza… El clinger no tenía ese aire de grandeza de otros compañeros suyos, no quería alcanzar la Luna Roja por el poder, por dejar huella. Raki venía de un mundo que no admitía huella ninguna de nadie salvo unos pocos afortunados y Rocavarancolia parecía tan solo un paisaje más de Dryfus, uno más difícil, pero con unas bases parecidas. Raki solo quería sobrevivir y había fallado.

Cuando la hoja se hundió en su cuello, se preguntaba qué había hecho mal, qué podría haber sido diferente para que el resultado fuera otro, para no acabar así, maltrecho y dolorido, emboscado y asesinado por un grupo de personas que sentían su muerte como algo merecido. La fuerza abandonó sus músculos, el dolor parecía más lejano.

Abrió la boca y de ella no salió nada más que hemolinfa, una sangre verde y clara.

Tampoco quedaba nada en sus bolsillos, previamente saqueados por Ethan. De ahí, el humano se pudo hacer con dos dardos envenenados y un trozo de papel con una runa dibujada, contenedora de un hechizo cuya identidad solo se sabría tras ser activada mediante presión.




Mientras el clinger se encontraba con la muerte, la estructura del edificio dañado por su hechizo cedió por completo. El techo terminó de caer y se llevó consigo parte de las paredes, dejando como quien dice las raíces de una casa vieja. La caída no hizo daño a nadie, pero levantó una polvareda y causó un estruendo.




No muy lejos, escondidos y asustados por Raki estaban Wintoon y Kiyut, entre las ruinas de un edificio cercano. Kiyut temblaba mucho y la xiotwacana había posado su mano sobre su hombro con firmeza para tratar de infundirle tranquilidad mientras esperaban por Ama, sin embargo a veces se descubría a sí misma moviendo una pierna con nerviosismo. Su compañera se había adelantado un poco para poder vislumbrar lo que ocurría, pero ellos optaron por quedar al margen, pues cuanto más fueran más probabilidades de que les vieran. Cuando la carabesa llegó visiblemente agitada, Wintoon ya se imaginaba lo que les iba a decir.

—Se… Se lo han cargado —Ama parecía en shock, tenía un nudo en la garganta y a Wintoon se le formó otro al escuchar las palabras que había escogido para comunicarles la muerte de Raki. A Kiyut se le humedecieron los ojos y Wintoon solo pudo soltar su agarre y acariciarle la cabeza. Ama siguió hablando—. Uno de los suyos está paralizado y vienen hacia aquí, quizás… —buscó con su mirada la de la xiotwacana, respiró hondo—. Si les pillas… Si les pillamos… Es un objetivo fácil, creo que podríamos convertir esto en un uno por uno, Win.

Bajo la máscara, Wintoon arrugó el gesto, sentía que nada de lo que había dicho Ama tenía sentido, que había utilizado mal tantas palabras que se formaba una brecha entre los dos. <<Win… Uno por uno… ¿Qué somos?>>. Aun así se descubrió a sí misma incorporándose, soltando al mivense y dándole una palmada en la espalda.

—Ponte detrás de Ama —le pidió mientras tomaba su arco y una flecha.

Aprovecharían para moverse por una calle paralela a la de la comitiva entorno a Connor y varios pasos por delante, en busca de un buen lugar de tiro.





La caída del edificio los pilló desprevenidos, pero Ama enseguida entendió aquello como la oportunidad que era. El grupo corrió aprovechando la distracción causada por el polvo y el ruido y aparecieron en una bocacalle desde la que Wintoon podría disparar sin problemas al enemigo paralizado, el blanco más fácil, el uno por uno. La xiotwacana aflechó el arco, tensó la cuerda y posó sus ojos en Connor. Sin embargo no disparó inmediatamente, sino que dudó, y en ese tiempo pudo escuchar cómo Kiyut se sorbía los mocos mientras lloraba en silencio. Antes de disparar rotó bruscamente el arco para errar el tiro y la flecha cayó en el suelo por el que pronto pasaría Connor levitando, alertando a todo el grupo de su presencia.

—¡Mierda! —exclamó Wintoon, como si no hubiera bastado con la flecha para delatar su posición. Sabía que no podía decir que le había podido la conciencia, así que mintió—. Perdón, tengo las manos sudadas —dijo, ahora sí, en voz más baja.

—¡Me cago en… ! —la frustración de Ama era evidente, pero por suerte para Wintoon había cosas más urgentes ahora—. ¡Vámonos de aquí, pero ya!

Los tres estaban listos para huir de allí.
Harek
Harek

Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma

Personajes :

Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.

Armas :

  • Rick: Sable y arco
  • Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire

Status : The journey never ends

Humor : Cualquier cosa me vale.

Torreta Matakrakens - Página 6 Empty Re: Torreta Matakrakens

Hoy a las 10:44 am
O al menos esa había sido su intención. Al neoyorquino no le dio tiempo a dar ningún paso antes de que la voz del japonés lo frenara en seco. Se giró con la boca ligeramente entreabierta por lo inesperado de aquello y escuchó, escuchó cada una de las palabras que siguieron en un momento de alguna forma más tenso que la situación en la que ya estaban metidos.

Alguna vez había pensado en si en algún momento Ethan era consciente de todo lo que hacía por el grupo o, más bien, el sobreesfuerzo al que parecía someterse. No tenía toda la información con la que contaban algunos de sus compañeros, pero con lo que había ido viendo desde que habían llegado y lo poco que sabía no era complicado darse cuenta de que pasaba algo. El qué exactamente era algo que solo podía teorizar en base a eso y a algunos conocidos que se habían quedado muy lejos en La Tierra, pero si se parecía en lo más mínimo, la presión sumado a todo lo que estaban viviendo no era algo que se pudiera llevar así como así. Tarde o temprano llegaba un momento donde se volvía insostenible y Rick no se esperó que estuviera ocurriendo ahora mismo.

Decir que le resultó difícil de escuchar sería cuanto menos reducir y mucho el cúmulo de sentimientos que sintió durante cada segundo del estallido de su compañero. No apartó la mirada del chico en ningún momento, captando cada lágrima, cada palabra de enfado y frustración; atendiendo con un silencio que dejaba entrever el bloqueo en su interior. Había muchos detalles en los que tendría que pensar con tiempo, por ejemplo la fugaz idea de cómo se sentiría Connor con eso o todas las implicaciones entre aquellos argumentos, pero una de las primeras impresiones que tuvo el neoyorquino es que allí asomaba la pieza que faltaba entre las dudas que alguna vez había sentido con su compañero. Y, a su vez, otra de las cosas que sintió fue una profunda pena con una pizca de alivio. Porque era triste que tanto él como Nohlem, que no dijo demasiado pero su postura rellenaba los huecos, se hubieran visto en la necesidad de llegar hasta ese punto por el resto para sobrevivir en la tortura que era esa maldita ciudad, porque ahora entendía un nuevo matiz en sus motivaciones para tomar tantas acciones contra el otro grupo. Era una que podía entender y con la que sí podía empatizar hasta cierto punto, pero aún con todo... había unos límites que no se debían pasar y que no podía ignorar. Ya pensaría en todos los errores, por supuesto incluidos los propios, que se podrían haber evitado, pero en ese justo momento tuvo la certeza de que probablemente nunca llegarían a ponerse de acuerdo entre todos y no se le ocurría ninguna forma de que pudiera cambiarse ese destino.

Rick ni quería ni encontraba sentido a aumentar más esa discusión. Se guardó lo que pensaba de eliminar a Muerto en esas condiciones, de muchas de las cosas que habían pasado esos meses y que, probablemente, seguirían en el futuro; de nada iba a servir ya. No había más puentes, solo un abismo que había intentado ver como salvable con las últimas esperanzas que le quedaban. Lo único que dijo el chico, luego de mirar cabizbajo al suelo cuando el británico les dio la espalda, fue un simple, decepcionado y con tintes de pena: -No necesitábamos un líder, ni que nadie hiciera tantos sacrificios- No lo decía por menospreciar todos los esfuerzos que habían tenido, aquello era algo innegable que no podía no agradecerse, sino que remitía a algo mucho más sencillo de los momentos donde no estaban al borde de la muerte. Se habían llamado una tribu, y tal como lo veía él, en una tribu todos se cuidaban entre sí para salir adelante. Su filosofía desde el primer día es que nadie merecía quedarse atrás, si podía evitarse tenían que salir todos de allí con vida. La seguía manteniendo, pero ante una mentalidad que chocaba con esas bases en distintos puntos aún con todas las similitudes, era imposible actuar siguiendo ambas sin contradecirse. Había llegado el punto en que era imposible encontrar una conciliación.

Sin más tardanza, el chico se giró en un silencio apesadumbrado y emprendió la marcha hacia el torreón, atento con su arco a los alrededores. No se había fijado demasiado en el resto de sus compañeros, pero con lo poco que había visto de sus expresiones y el ambiente se hacía la idea de que tampoco andaban mejor. Se estaba obligando a no pensar y concentrarse solo en vigilar, intentando acallar una mente que estaba trabajando de más.

Cuando llevaban un par de calles recorridas, el estruendo le hizo girarse por un instante en dirección de donde venían. -(La casa, supongo)- pensó amargo. Los daños y el estado tan deteriorado habrían acabado por hacerla ceder. Sus inquietudes le hicieron encontrar una suerte de paralelismo con lo que estaría sucediendo en su exterior, momento en que sacudió la cabeza para volver a centrarse en avanzar. Fue entonces cuando desde un lateral vio de refilón la flecha que se estampó en el suelo cerca de dónde estaba pasando el motero y saltaron todas sus alarmas. -¡Mierda, están aquí!- exclamó con urgencia mientras preparaba una flecha en dirección a la calle desde la que vino el ataque. Le dio tiempo a fijarse en las tres figuras antes de que desaparecieran entre las ruinas, las reconocía de las veces que habían espiado, aunque por motivos obvios quien más captaba su atención era al enmascarada con el arco y su compañera, "Karin". Aquello no pintaba nada bien y no estaban en condiciones de pelear. -¡Hay que irse!- apremió mientras tensaba la flecha sin quitar ojo de esa calle por unos momentos más antes de sumarse a avanzar rápido hasta el torreón. Iban a tener que estar atentos durante el camino por si tenían intención de tenderles otra emboscada.
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