Torreón Letargo (Archivo VII)
+7
Yber
Evanna
Cuervo
Red
Muffie
Lathspell
LEC
11 participantes
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Torreón Letargo (Archivo VII)
21/03/18, 01:03 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La sinhadre permaneció pensativa cuando varios hicieron notar que la comida solo sabía mal a veces, recordando que ella misma también lo podía corroborar.
—¡Es cierto! Qué extraño… Que hechizo más raro.
Estaba de acuerdo con Milo en que prefería pensar que fuese cosa de magia y no de alguna porquería como la que había sugerido Rox. Además, en ese caso la comida tendría mal aspecto, ¿no?
>>¡Por supuesto que no! —añadió inmediatamente cuando el irrense le dijo a Neil que no era culpa suya, olvidándose de comentar su anterior pensamiento—. Tú eres el mejor cocinero que conozco: es imposible que sea cosa tuya.
Guille, como de costumbre, continuó arrancándole varias risotadas y, poco después, la apreciación de Eitne desmentida inmediatamente por la propia mona del queso le hizo reír aún más. Aunque para ella resultaba todavía más claro que si también las ramitas estaban malas tenía que ser cosa de magia. El daeliciano le respondió a su pregunta entonces y en un principio Adru compuso una expresión levemente alarmada. Tenía un "¡eso sería horrible!" en la punta de la lengua, pero por una vez recordó que no era la mejor idea soltar el primer pensamiento que le había venido a la cabeza. Lo último que necesitaba el niño era entrar en pánico.
—N-no… ¡No te alarmes, Eitne! —Su vacilzación y gestos exagerados posiblemente resultasen menos convincentes de lo que pretendía—. Además no parece que sean muy buenos lanzando maldiciones porque la comida sabe bien a veces —añadió con una risilla.
No siguió pensando en la inquietante posibilidad que el daeliciano había planteado porque volvió a fijarse en el muñeco de Guille. Zob lo había reconocido como un animal de su mundo… Tenía que pertenecer a un nublino.
—¿Se habrán dejado olvidado ese muñeco aquí el grupo de Ellie y Lulú? —se le ocurrió de pronto, aunque olvidando de tener en cuenta que había pasado una cantidad de tiempo considerable desde aquel encuentro como para que fuese probable.
La sinhadre permaneció pensativa cuando varios hicieron notar que la comida solo sabía mal a veces, recordando que ella misma también lo podía corroborar.
—¡Es cierto! Qué extraño… Que hechizo más raro.
Estaba de acuerdo con Milo en que prefería pensar que fuese cosa de magia y no de alguna porquería como la que había sugerido Rox. Además, en ese caso la comida tendría mal aspecto, ¿no?
>>¡Por supuesto que no! —añadió inmediatamente cuando el irrense le dijo a Neil que no era culpa suya, olvidándose de comentar su anterior pensamiento—. Tú eres el mejor cocinero que conozco: es imposible que sea cosa tuya.
Guille, como de costumbre, continuó arrancándole varias risotadas y, poco después, la apreciación de Eitne desmentida inmediatamente por la propia mona del queso le hizo reír aún más. Aunque para ella resultaba todavía más claro que si también las ramitas estaban malas tenía que ser cosa de magia. El daeliciano le respondió a su pregunta entonces y en un principio Adru compuso una expresión levemente alarmada. Tenía un "¡eso sería horrible!" en la punta de la lengua, pero por una vez recordó que no era la mejor idea soltar el primer pensamiento que le había venido a la cabeza. Lo último que necesitaba el niño era entrar en pánico.
—N-no… ¡No te alarmes, Eitne! —Su vacilzación y gestos exagerados posiblemente resultasen menos convincentes de lo que pretendía—. Además no parece que sean muy buenos lanzando maldiciones porque la comida sabe bien a veces —añadió con una risilla.
No siguió pensando en la inquietante posibilidad que el daeliciano había planteado porque volvió a fijarse en el muñeco de Guille. Zob lo había reconocido como un animal de su mundo… Tenía que pertenecer a un nublino.
—¿Se habrán dejado olvidado ese muñeco aquí el grupo de Ellie y Lulú? —se le ocurrió de pronto, aunque olvidando de tener en cuenta que había pasado una cantidad de tiempo considerable desde aquel encuentro como para que fuese probable.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
18/04/18, 07:45 pm
Rox se sentía como si se hubiera reencontrado, como si se hubiera perdido durante todo este tiempo y acabase de recordar quien era. Volvía a ser ella misma, al menos en un aspecto muy anterior a Rocavarancolia, incluso previo a su vida en Corea.
Subir al cuarto para quitarse el binder no le produjo ansiedad por primera vez. Poder ponerse un sujetador normal y corriente había sido todo un lujo para ella hasta ahora, uno que se había negado a pesar de los dolores de espalda, y hombros, provocados ocasionalmente por el dichoso binder. Las pocas veces que se había atrevido a no llevarlo había pasado el día nerviosa y asegurándose de vestir ropa lo más ancha posible, todo con tal de no hacer visible su pecho. En la mayoría de ellas había terminado volviendo a él por apuro, a pesar de sus quejas físicas.
Todo eso se había acabado. Aún necesitaría dar pasos pequeños para estar completamente cómoda delante de sus compañeros, después de todo, había sido mucho tiempo acostumbrándose a ocultar ciertas cosas, pero ya era un alivio considerable.
El resto del día marchó como la seda, tanto que, irónicamente, la coreana olvidó la preocupación con la que se había despertado esa misma mañana: las lagunas que estaba sufriendo su memoria.
Cuando llegó la cena, sin embargo, se le refrescó. Por muy bien que se encontrara seguían estando en Rocavarancolia, y de algo no tenía duda: había perdido varios recuerdos, mas el de su encontronazo con Zobriel no era uno de ellos. Le habría encantado no acordarse de eso, pero la experiencia estaba pegada a su cráneo como un chicle mal pisado. Desde el día que sucedió Rox se había esforzado en no volver a pensar en ello lo más mínimo, pero era evidente que no podía seguir así para siempre. Todo el concepto de la Luna y los dioses había sido algo tan abstracto para ella que la nueva conversación la puso en tensión.
—Sí. Las estrellas son preciosas. Las echaba de menos. —respondió, en un intento de deshacerse del malestar. Bajo la mesa juntó ambas manos. Las tenía heladas—. No había pensado en ellas como algo malo.
Zobriel siguió hablando, y la mención de los dioses despertó vividamente el recuerdo. Sin embargo, esta vez no se sentía tan violenta como la primera vez. De hecho, podía notar los nervios aflorando en Pam, las dudas y el vacío que sentía Zobriel, y de alguna manera, entender el sentimiento le impedía replicar malamente, por mucho que la palabra "dioses" le produjera un odio intenso. La incertidumbre, por otro lado, se le contagió. Tragó saliva y se apretó las manos.
—¿Puedes ser más específico? —preguntó. Hablaba en una calma amenazante y con cierto retintín—. O sea, ¿a qué te refieres exactamente con que vamos a ser dioses?
Según Rox formulaba la pregunta, una teoría cobró forma en su mente, como si después de todos esos meses tan solo le hubiera faltado decirlo en voz alta para hacerse una remota idea. Tanto tiempo negándose dicha información, y por primera vez la australiana parecía comprender lo que las palabras del nublino implicaban. En su expresión sería fácil leer la duda y el disgusto.
Subir al cuarto para quitarse el binder no le produjo ansiedad por primera vez. Poder ponerse un sujetador normal y corriente había sido todo un lujo para ella hasta ahora, uno que se había negado a pesar de los dolores de espalda, y hombros, provocados ocasionalmente por el dichoso binder. Las pocas veces que se había atrevido a no llevarlo había pasado el día nerviosa y asegurándose de vestir ropa lo más ancha posible, todo con tal de no hacer visible su pecho. En la mayoría de ellas había terminado volviendo a él por apuro, a pesar de sus quejas físicas.
Todo eso se había acabado. Aún necesitaría dar pasos pequeños para estar completamente cómoda delante de sus compañeros, después de todo, había sido mucho tiempo acostumbrándose a ocultar ciertas cosas, pero ya era un alivio considerable.
-
El resto del día marchó como la seda, tanto que, irónicamente, la coreana olvidó la preocupación con la que se había despertado esa misma mañana: las lagunas que estaba sufriendo su memoria.
Cuando llegó la cena, sin embargo, se le refrescó. Por muy bien que se encontrara seguían estando en Rocavarancolia, y de algo no tenía duda: había perdido varios recuerdos, mas el de su encontronazo con Zobriel no era uno de ellos. Le habría encantado no acordarse de eso, pero la experiencia estaba pegada a su cráneo como un chicle mal pisado. Desde el día que sucedió Rox se había esforzado en no volver a pensar en ello lo más mínimo, pero era evidente que no podía seguir así para siempre. Todo el concepto de la Luna y los dioses había sido algo tan abstracto para ella que la nueva conversación la puso en tensión.
—Sí. Las estrellas son preciosas. Las echaba de menos. —respondió, en un intento de deshacerse del malestar. Bajo la mesa juntó ambas manos. Las tenía heladas—. No había pensado en ellas como algo malo.
Zobriel siguió hablando, y la mención de los dioses despertó vividamente el recuerdo. Sin embargo, esta vez no se sentía tan violenta como la primera vez. De hecho, podía notar los nervios aflorando en Pam, las dudas y el vacío que sentía Zobriel, y de alguna manera, entender el sentimiento le impedía replicar malamente, por mucho que la palabra "dioses" le produjera un odio intenso. La incertidumbre, por otro lado, se le contagió. Tragó saliva y se apretó las manos.
—¿Puedes ser más específico? —preguntó. Hablaba en una calma amenazante y con cierto retintín—. O sea, ¿a qué te refieres exactamente con que vamos a ser dioses?
Según Rox formulaba la pregunta, una teoría cobró forma en su mente, como si después de todos esos meses tan solo le hubiera faltado decirlo en voz alta para hacerse una remota idea. Tanto tiempo negándose dicha información, y por primera vez la australiana parecía comprender lo que las palabras del nublino implicaban. En su expresión sería fácil leer la duda y el disgusto.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
20/04/18, 07:25 pm
- No creo que....bueno dioses....es decir.... - Zobriel trataba de responder, aunque una parte de él le decía que mas que respuestas estaba tratando de excusarse como si tuviera parte de la culpa en todo aquello. Respiro apretando su mano en un puño, mas por tratar de concentrarse que por estar enojado. - Se me escapa esa palabra, costumbres....perdón.....seremos como ellos...como aquellos que nos recibieron, como aquel que nos ataco...como Verael.....no sé qué paso con el....
Extrañamente la garganta de Zob aunque le dolía no quería detenerse. Era la primera vez en meses que podía hablar de aquello con sus amigos, sin contar la casi discusión con Rox de hace tiempo. Había tratado pero no consiguió ni el valor ni la oportunidad para preguntarle a Ina o a Eorlir sobre que tanto sabían del tema. Así que ahora, en ese momento de tensión, su cerebro pedía descargarse o callarse para siempre de aquel tema.
- Pueden creerle a mi abuela, o los fuy o a quien los trajo aquí.... - dijo suspirando con los ojos un poco húmedos sin saber por qué. Se negaba a levantar la vista aun. - Ella me decía que solo los dignos serian elegidos para venir, que era la tierra de los dioses, y los dioses nos visitaban y obraban maravillas, y aquella que nos trajo aquí....volando....preparando su magia.... ¡era magnifica!....los fuy en cambio...nos decían que solo demonios podían hacer todo esto, que lo que paso en Varanubla fue algo infernal...y ahora estamos en unas ruinas tratando de sobrevivir... - trago saliva con dificultad y forzó una sonrisa que no se pudo apreciar por todos. Continuo soltando todo antes que su cuerpo tomara consciencia. - Nadie sabía en verdad nada, no sé que les prometieron a vosotros, ni que esperanzas tenían.....pero la Luna es real.
Se quedo callado unos momentos. Era cierto, todo era cierto, dioses o demonios o lo que sea. Y aunque él lo entendía, Rox tenia razón. Carraspeo para forzar su garganta antes de que alguien dijera nada y aclaro todo, tan sencillamente como le era posible para alguien a quien sus sueños se habían vuelto pesadillas, y las pesadillas, él las quería para que fueran realidad. - La Luna roja es real....y cuando brille, ya sea bendición o maldición, nos volveremos como los que viven aquí. Dioses o demonios...supongo que depende de nosotros eso... - Y solo en ese momento soltó sus puños abriéndolos despacio mientras volvía a respirar.
Extrañamente la garganta de Zob aunque le dolía no quería detenerse. Era la primera vez en meses que podía hablar de aquello con sus amigos, sin contar la casi discusión con Rox de hace tiempo. Había tratado pero no consiguió ni el valor ni la oportunidad para preguntarle a Ina o a Eorlir sobre que tanto sabían del tema. Así que ahora, en ese momento de tensión, su cerebro pedía descargarse o callarse para siempre de aquel tema.
- Pueden creerle a mi abuela, o los fuy o a quien los trajo aquí.... - dijo suspirando con los ojos un poco húmedos sin saber por qué. Se negaba a levantar la vista aun. - Ella me decía que solo los dignos serian elegidos para venir, que era la tierra de los dioses, y los dioses nos visitaban y obraban maravillas, y aquella que nos trajo aquí....volando....preparando su magia.... ¡era magnifica!....los fuy en cambio...nos decían que solo demonios podían hacer todo esto, que lo que paso en Varanubla fue algo infernal...y ahora estamos en unas ruinas tratando de sobrevivir... - trago saliva con dificultad y forzó una sonrisa que no se pudo apreciar por todos. Continuo soltando todo antes que su cuerpo tomara consciencia. - Nadie sabía en verdad nada, no sé que les prometieron a vosotros, ni que esperanzas tenían.....pero la Luna es real.
Se quedo callado unos momentos. Era cierto, todo era cierto, dioses o demonios o lo que sea. Y aunque él lo entendía, Rox tenia razón. Carraspeo para forzar su garganta antes de que alguien dijera nada y aclaro todo, tan sencillamente como le era posible para alguien a quien sus sueños se habían vuelto pesadillas, y las pesadillas, él las quería para que fueran realidad. - La Luna roja es real....y cuando brille, ya sea bendición o maldición, nos volveremos como los que viven aquí. Dioses o demonios...supongo que depende de nosotros eso... - Y solo en ese momento soltó sus puños abriéndolos despacio mientras volvía a respirar.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
21/04/18, 12:05 am
No había iniciado la conversación específicamente para que Zobriel contase todo que ya le había contado meses atrás, especialmente por el temor que este había mostrado con la reacción que podría tener los demás, pero de algún modo su comentario le dio fuerzas para por fin desvelar uno de los misterios que buena parte de sus compañeros aun no conocían. Pam se mantuvo silenciosa, expectante y observadora mientras Zobriel dificultosamente hablaba e intentaba explicarse, mientras sus ojos se posaban en los rostro de sus compañeros que escuchaban por primera aquellas palabras del siempre tranquilo nublino, que ahora parecía tan nervioso.
Se notaba claramente el desconcierto de algunos d sus compañeros ante la explicación inicial, pero todo quedo bastante claro para todos ante las palabras finales del nublino, momento que Pam decidió era el adecuado para intervenir. Inconscientemente había empujado a este contar un poco sobre la veracidad de la llagada de la luna, y por consiguiente lo que vendría con ella y teniendo en cuenta los horribles encontronazos que habían tenido todos con los "dioses" de Zobriel, estaba bastante segura habría gente que no iba a reaccionar del todo bien. Mas cuando el nublino parecía a punto de sufrir un colapso nervioso.
-Yo ya lo sabía -respondió Pam mirándolos de forma tan calmada como si la situación no la turbase. Ya lo había hecho en su momento y había llegado a la conclusión, que patalear, asustarse, maldecir o rabiar, no iba a cambiar lo evidente. No tenía forma alguna de hacer que la Luna Roja no aparecería, ni por tanto de impedir lo que ella provocaría y de haberla, no la conocían-Lo se desde hace meses, desde que me herí en la casa en llamas.
-Y fui yo quien le pedí que buscase un buen momento para decirlo y no se si este lo será, pues dudo que exista un buen momento para decirlo...- indico mirándolos pensativamente, osbervandolos con atención, viendo sus rostros- Sea como sea, yo llegue a la conclusión de que asustarme, alterarme o maldecir no me llevara a nada...incluso si llego a cambiar por esa luna, ni esta ni nadie, va a hacer que Pam desaparezca. Aunque claro, esta es mi forma de verlo...me han dañado tantas veces en mi vida y me he llevado tantos golpes, que uno mas, ya no me duele.- añadió encogiéndose ligeramente de hombros, moviendo distraída su ensalada-No me esperaba esto cuando me decidí a venir....pero yo, al menos, en mi opinión, lo prefiero a como vivía antes...- concluyo dando su mera respuesta a las palabras de Zobriel. Tendría gente en encontrar, alterada y asustada, por supuesto, que era normal. Ella también lo había estado al inicio,, no es como si quisiera ser un "dios" o lo que fuese, pero ya para que escandalizarse. La suerte estaba echada.
Y tal vez fuese muy ilusa pensado así cuando no sabia que pasaría realmente con ella, cuanto cambiaría, cuanto sufriría, sino dañaría a los demás....pero en serio, le daba lo mismo, pues fuese lo que fuese, solo tenia una cosa muy segura. La luna la forzaría a cambiar, como los ordeses le forzaban a hacer todo en Ordesta, vale...aceptaría eso....pero lo que hiciera, dijera y pensara tras esa imposición era solo y únicamente, cosa de ella. De nadie mas.
Se notaba claramente el desconcierto de algunos d sus compañeros ante la explicación inicial, pero todo quedo bastante claro para todos ante las palabras finales del nublino, momento que Pam decidió era el adecuado para intervenir. Inconscientemente había empujado a este contar un poco sobre la veracidad de la llagada de la luna, y por consiguiente lo que vendría con ella y teniendo en cuenta los horribles encontronazos que habían tenido todos con los "dioses" de Zobriel, estaba bastante segura habría gente que no iba a reaccionar del todo bien. Mas cuando el nublino parecía a punto de sufrir un colapso nervioso.
-Yo ya lo sabía -respondió Pam mirándolos de forma tan calmada como si la situación no la turbase. Ya lo había hecho en su momento y había llegado a la conclusión, que patalear, asustarse, maldecir o rabiar, no iba a cambiar lo evidente. No tenía forma alguna de hacer que la Luna Roja no aparecería, ni por tanto de impedir lo que ella provocaría y de haberla, no la conocían-Lo se desde hace meses, desde que me herí en la casa en llamas.
-Y fui yo quien le pedí que buscase un buen momento para decirlo y no se si este lo será, pues dudo que exista un buen momento para decirlo...- indico mirándolos pensativamente, osbervandolos con atención, viendo sus rostros- Sea como sea, yo llegue a la conclusión de que asustarme, alterarme o maldecir no me llevara a nada...incluso si llego a cambiar por esa luna, ni esta ni nadie, va a hacer que Pam desaparezca. Aunque claro, esta es mi forma de verlo...me han dañado tantas veces en mi vida y me he llevado tantos golpes, que uno mas, ya no me duele.- añadió encogiéndose ligeramente de hombros, moviendo distraída su ensalada-No me esperaba esto cuando me decidí a venir....pero yo, al menos, en mi opinión, lo prefiero a como vivía antes...- concluyo dando su mera respuesta a las palabras de Zobriel. Tendría gente en encontrar, alterada y asustada, por supuesto, que era normal. Ella también lo había estado al inicio,, no es como si quisiera ser un "dios" o lo que fuese, pero ya para que escandalizarse. La suerte estaba echada.
Y tal vez fuese muy ilusa pensado así cuando no sabia que pasaría realmente con ella, cuanto cambiaría, cuanto sufriría, sino dañaría a los demás....pero en serio, le daba lo mismo, pues fuese lo que fuese, solo tenia una cosa muy segura. La luna la forzaría a cambiar, como los ordeses le forzaban a hacer todo en Ordesta, vale...aceptaría eso....pero lo que hiciera, dijera y pensara tras esa imposición era solo y únicamente, cosa de ella. De nadie mas.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
21/04/18, 12:22 am
Era difícil, todo era difícil, Rocavarancolia era un lugar cruel, enigmático pero hermoso, Guille noto también los cambios, todo empezaba a tener más vida, pero era duro saber que quizás lo más hermoso de este lugar fuesen unos niños encerrados en un torreón como flores a punto de ser aplastadas mientras perdían sus pétalos.
El simple roció, las nubes y las pocas estrellas, le traía esperanza. Le aliviaba darse cuenta de que todo pasaba, que al fin y al cabo todo cambiaba.
Estaba en la cocina cenando, la comida sabia igual, procuro no quejarse, todos la estaba comiendo aunque no estuviera buena, así que Guille hizo lo mismo. Escucho las conversaciones de la mesa, aunque siempre hablaba y siempre buscaba de alguna manera saltar a la palestra, lo que más feliz hacia a Guillermo era ver a la gente reunida y de alguna manera en esa mesa ya se respiraba la suficiente confianza como para poder estar en silencio sin sentirse incomodo, para poder confiar en ellos, de alguna manera todo esto era reconfortante. Siguió sus conversaciones, aunque rápidamente se enganchó a la conversación que pronto acapararía toda la mesa.
Pam saco el tema, la luna roja, Guille nunca había escuchado sobre algo así, más temas se unieron a la conversación, Zobriel parecía que de alguna manera sabía que era este lugar que les traformarian en dioses o demonios. Guille siguió escuchando la conversación atentamente, ¿porque nunca se había preguntado que hacía aquí?, en el fondo se había dejado llevar y no sabía ni siquiera el porqué. Pero entonces se asustó aún más, ¿cuánto tiempo llevaba sin desear volver a casa? Parecía un recuerdo tan lejano.
-Quizás… ya haya comenzado…no sé, siento que somos distintos…pero no es nada malo no se…-dice mientras de alguna manera le pesan las palabras, de alguna manera se separa de ese Guille de la tierra, pam tenía razón aunque nada desaparece del todo- siempre se cambia y aunque nos salga cola, o alas o tengamos cuernos, no seremos monstruos, todos somos distintos y eso no nos hace ser monstruos…en la tierra hay monstruos, pero no tienen cuernos ni alas ni dientes afilados, los monstruos están dentro- cogió aire y entre inspiración y espiración se quedó parado un segundo- mi padre era un monstruo- en el fondo lo sabía desde hace mucho tiempo- hacia daño a mi mama…una luna no nos va volver monstruos, un monstruo lo tiene dentro... todos habeis sido muy buenos siempre y eso no lo puede cambiar una Luna
El simple roció, las nubes y las pocas estrellas, le traía esperanza. Le aliviaba darse cuenta de que todo pasaba, que al fin y al cabo todo cambiaba.
Estaba en la cocina cenando, la comida sabia igual, procuro no quejarse, todos la estaba comiendo aunque no estuviera buena, así que Guille hizo lo mismo. Escucho las conversaciones de la mesa, aunque siempre hablaba y siempre buscaba de alguna manera saltar a la palestra, lo que más feliz hacia a Guillermo era ver a la gente reunida y de alguna manera en esa mesa ya se respiraba la suficiente confianza como para poder estar en silencio sin sentirse incomodo, para poder confiar en ellos, de alguna manera todo esto era reconfortante. Siguió sus conversaciones, aunque rápidamente se enganchó a la conversación que pronto acapararía toda la mesa.
Pam saco el tema, la luna roja, Guille nunca había escuchado sobre algo así, más temas se unieron a la conversación, Zobriel parecía que de alguna manera sabía que era este lugar que les traformarian en dioses o demonios. Guille siguió escuchando la conversación atentamente, ¿porque nunca se había preguntado que hacía aquí?, en el fondo se había dejado llevar y no sabía ni siquiera el porqué. Pero entonces se asustó aún más, ¿cuánto tiempo llevaba sin desear volver a casa? Parecía un recuerdo tan lejano.
-Quizás… ya haya comenzado…no sé, siento que somos distintos…pero no es nada malo no se…-dice mientras de alguna manera le pesan las palabras, de alguna manera se separa de ese Guille de la tierra, pam tenía razón aunque nada desaparece del todo- siempre se cambia y aunque nos salga cola, o alas o tengamos cuernos, no seremos monstruos, todos somos distintos y eso no nos hace ser monstruos…en la tierra hay monstruos, pero no tienen cuernos ni alas ni dientes afilados, los monstruos están dentro- cogió aire y entre inspiración y espiración se quedó parado un segundo- mi padre era un monstruo- en el fondo lo sabía desde hace mucho tiempo- hacia daño a mi mama…una luna no nos va volver monstruos, un monstruo lo tiene dentro... todos habeis sido muy buenos siempre y eso no lo puede cambiar una Luna
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
21/04/18, 03:57 am
La respuesta de Zobriel era exactamente lo que sospechaba. Lo de Verael no era una maldición, era una transformación, lo mismo que le iba a pasar a ellos.
«No. No, no, no.»
Todo resquicio de hostilidad desapareció de un soplido, dejando tan solo espacio para el shock. Cada trozo de su cuerpo se volvió de piedra. Su semblante era difícil de descifrar, ya que ni ella misma sabía como sentirse. Los hechos le taladraban la cabeza y se sentía estúpida por no haberse tomado las palabras del nublino en serio, de forma más literal, por no haberle creido antes. En su momento se había tomado aquello como un deseo surrealista de su compañero y nada más, no como un hecho real. El nublino no quería simplemente ser un dios, no, es que todos se iban a transformar en ellos con la llegada de la Luna. Rox se quedó sin aire.
Apartó el plato de delante suya, conmocionada, procurando respirar lento a pesar de estar muy agitada. Si la comida estaba asquerosa de por sí, ahora le resultaba simplemente intragable. El cuerpo se le había cortado entero y se sentía como si le hubieran pisado el estómago.
No quería cuernos. No quería cola. No quería garras. No quería de dejar de ser como era. No quería terminar como Verael, dominada por el instinto. No quería pensar que el hombre de cola de escorpión fue una vez como ellos, o que todos los monstruos de la ciudad habían sido niños y adolescentes antes. Si eso no era perderse a si mismo...
¿Qué pasa si su pérdida de memoria estaba ligada a eso?
Su mente se quedó en blanco, más que su propio rostro. Se llevó una mano a la cara y presionó a consciencia, bajándola lentamente mientras tomaba una bocanada de aire profunda, aparcándola finalmente sobre su boca para evitar que el miedo se escapara de su interior.
Rox buscó la mano de Milo bajo la mesa antes de que le diera un ataque, evadiendo los ojos de nadie. El frío se le extendió hasta los pies y el nudo le bloqueó la garganta.
«Quiero irme a casa.»
No dijo nada. Puede que se estuviera precipitando, o puede que no. Tal como decía Guille, los monstruos están dentro, pero las normas cambian si te olvidas de quien eres.
«No. No, no, no.»
Todo resquicio de hostilidad desapareció de un soplido, dejando tan solo espacio para el shock. Cada trozo de su cuerpo se volvió de piedra. Su semblante era difícil de descifrar, ya que ni ella misma sabía como sentirse. Los hechos le taladraban la cabeza y se sentía estúpida por no haberse tomado las palabras del nublino en serio, de forma más literal, por no haberle creido antes. En su momento se había tomado aquello como un deseo surrealista de su compañero y nada más, no como un hecho real. El nublino no quería simplemente ser un dios, no, es que todos se iban a transformar en ellos con la llegada de la Luna. Rox se quedó sin aire.
Apartó el plato de delante suya, conmocionada, procurando respirar lento a pesar de estar muy agitada. Si la comida estaba asquerosa de por sí, ahora le resultaba simplemente intragable. El cuerpo se le había cortado entero y se sentía como si le hubieran pisado el estómago.
No quería cuernos. No quería cola. No quería garras. No quería de dejar de ser como era. No quería terminar como Verael, dominada por el instinto. No quería pensar que el hombre de cola de escorpión fue una vez como ellos, o que todos los monstruos de la ciudad habían sido niños y adolescentes antes. Si eso no era perderse a si mismo...
¿Qué pasa si su pérdida de memoria estaba ligada a eso?
Su mente se quedó en blanco, más que su propio rostro. Se llevó una mano a la cara y presionó a consciencia, bajándola lentamente mientras tomaba una bocanada de aire profunda, aparcándola finalmente sobre su boca para evitar que el miedo se escapara de su interior.
Rox buscó la mano de Milo bajo la mesa antes de que le diera un ataque, evadiendo los ojos de nadie. El frío se le extendió hasta los pies y el nudo le bloqueó la garganta.
«Quiero irme a casa.»
No dijo nada. Puede que se estuviera precipitando, o puede que no. Tal como decía Guille, los monstruos están dentro, pero las normas cambian si te olvidas de quien eres.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
21/04/18, 03:20 pm
Cuando Zob empezó a hablar de cómo Rocavarancolia era conocida en Nubla a Nime le sonó familiar. Era lo mismo en su mundo, aunque se trataba de un rumor que se había extendido en los últimos años. Como ella era tan pequeña, sin embargo, le parecía que lo sabía de toda la vida. A medida que el nublino continuaba hablando Nime dejó de fingir que no le interesaba. No todo coincidía con su versión, y tuvo la tentación de repetir exactamente la misma pregunta que había hecho antes cuando Zob dijo que iban a ser como los dioses.
A la niña le costó asimilar que no se refería a estar a la altura de los rocavarancoleses. Creía a pies juntillas su propia versión, aun si había dudado tanto de ella en los últimos meses. ¿Ser como los dioses de Zob? ¿Ser como la gente de Rocavarancolia? ¿Como los encapuchados? Nime repasaba mentalmente todo lo que había visto en aquella ciudad, sin saber qué entraba en la categoría de dioses. ¿El huésped también? ¿O era un demonio como les había contado Milo? ¿O acaso no había distinción?
Mientras daba vueltas a todo aquello había palidecido. Zob no paraba de añadir cosas a su historia, y Nime se perdía con los conceptos. ¿Fuy? ¿Varanublia? Qué importaba. El mensaje estaba claro, y no sabía cómo sentirse al respecto. Nime jugueteó con sus manos heladas sobre la mesa, presa de un súbito nerviosismo. Estaba tratando de entender dónde encajaba todo aquello en lo que sabía de Rocavarancolia. La gente que iba a la ciudad podía volver. Aquella muchacha que la había cosechado lo había hecho, era rocavarancolesa y también libense. Había pasado las pruebas y vuelto cubierta de gloria, ¿no? Nime seguía aferrándose a eso. Estaba segura de que todo tenía una explicación lógica.
Pam y Guille quisieron quitarle hierro a aquel asunto que no acababa de comprender, pero las palabras de Guille todavía consiguieron dejarle peor cuerpo. El ejemplo del niño le habría hecho saltar con algún comentario despectivo hacia aquel hombre si hubiese sido en otro momento y en otra conversación. Solo pudo mirarlo con lástima antes de ser capaz de intervenir.
—¡Pero… Pero esto no tiene sentido! La mujer que me trajo aquí era libense y pasó las pruebas de Rocavarancolia, y no es la única. En mi ciudad se contaba que podíamos volver o vivir aquí después de pasar las pruebas, nada de convertirse en nada ni… solo seremos guerreros muy fuertes, o algo así. —Según intentaba explicarse se trababa, así que decidió resumirlo de la manera más simple posible—: Yo vi a la cosechadora… ¡y era una persona normal!
A la niña le costó asimilar que no se refería a estar a la altura de los rocavarancoleses. Creía a pies juntillas su propia versión, aun si había dudado tanto de ella en los últimos meses. ¿Ser como los dioses de Zob? ¿Ser como la gente de Rocavarancolia? ¿Como los encapuchados? Nime repasaba mentalmente todo lo que había visto en aquella ciudad, sin saber qué entraba en la categoría de dioses. ¿El huésped también? ¿O era un demonio como les había contado Milo? ¿O acaso no había distinción?
Mientras daba vueltas a todo aquello había palidecido. Zob no paraba de añadir cosas a su historia, y Nime se perdía con los conceptos. ¿Fuy? ¿Varanublia? Qué importaba. El mensaje estaba claro, y no sabía cómo sentirse al respecto. Nime jugueteó con sus manos heladas sobre la mesa, presa de un súbito nerviosismo. Estaba tratando de entender dónde encajaba todo aquello en lo que sabía de Rocavarancolia. La gente que iba a la ciudad podía volver. Aquella muchacha que la había cosechado lo había hecho, era rocavarancolesa y también libense. Había pasado las pruebas y vuelto cubierta de gloria, ¿no? Nime seguía aferrándose a eso. Estaba segura de que todo tenía una explicación lógica.
Pam y Guille quisieron quitarle hierro a aquel asunto que no acababa de comprender, pero las palabras de Guille todavía consiguieron dejarle peor cuerpo. El ejemplo del niño le habría hecho saltar con algún comentario despectivo hacia aquel hombre si hubiese sido en otro momento y en otra conversación. Solo pudo mirarlo con lástima antes de ser capaz de intervenir.
—¡Pero… Pero esto no tiene sentido! La mujer que me trajo aquí era libense y pasó las pruebas de Rocavarancolia, y no es la única. En mi ciudad se contaba que podíamos volver o vivir aquí después de pasar las pruebas, nada de convertirse en nada ni… solo seremos guerreros muy fuertes, o algo así. —Según intentaba explicarse se trababa, así que decidió resumirlo de la manera más simple posible—: Yo vi a la cosechadora… ¡y era una persona normal!
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
22/04/18, 01:27 am
A Eitne le estaba costando seguir el hilo de la conversación, lo cual probablemente era un alivio para él. Algunas palabras lo desconcertaron.
—¿Qué es un demonio, Zobri? ¿Es algo bueno?
Las intervenciones de Pam, Guille y Nime fueron las que por fín lo asustaron. Monstruos. Colas. Cuernos. ¿Eso era ser un dios o un demonio? No sonaba para nada a la idea que se tenía en casa de un demiurgo. En absoluto. Las caras de algunos de sus compañeros no lograron sino alarmarle. Era algo malo. Era algo malo, malo.
—La que me secuestró a mí era un hada, tenía un montón de juguetes vivos... —Irónicamente, su descripción tampoco coincidía con la de un demiurgo. No para Eitne—. ¿La Luna nos va a cambiar sin nuestro consentimiento? —preguntó con la voz temblorosa.
Para alguien que crecía con la certeza de que los cambios en el cuerpo de uno debían ser elegidos y no impuestos, aquello era sacrílego. Él no quería cuernos, ni garras, ni púas, ni colmillos. Eitne quería flores y colores más vivos; también una voz hermosa y, quizás, una pierna nueva. La Luna Roja era el verdadero monstruo, si de verdad estaba dispuesta a deformarlos a todos.
Tembló. Sintió las lágrimas abriéndose paso por sus lacrimales y se mordió las uñas. Después dijo, como buen niño que era, lo único que quería oír:
—No puede ser...
—¿Qué es un demonio, Zobri? ¿Es algo bueno?
Las intervenciones de Pam, Guille y Nime fueron las que por fín lo asustaron. Monstruos. Colas. Cuernos. ¿Eso era ser un dios o un demonio? No sonaba para nada a la idea que se tenía en casa de un demiurgo. En absoluto. Las caras de algunos de sus compañeros no lograron sino alarmarle. Era algo malo. Era algo malo, malo.
—La que me secuestró a mí era un hada, tenía un montón de juguetes vivos... —Irónicamente, su descripción tampoco coincidía con la de un demiurgo. No para Eitne—. ¿La Luna nos va a cambiar sin nuestro consentimiento? —preguntó con la voz temblorosa.
Para alguien que crecía con la certeza de que los cambios en el cuerpo de uno debían ser elegidos y no impuestos, aquello era sacrílego. Él no quería cuernos, ni garras, ni púas, ni colmillos. Eitne quería flores y colores más vivos; también una voz hermosa y, quizás, una pierna nueva. La Luna Roja era el verdadero monstruo, si de verdad estaba dispuesta a deformarlos a todos.
Tembló. Sintió las lágrimas abriéndose paso por sus lacrimales y se mordió las uñas. Después dijo, como buen niño que era, lo único que quería oír:
—No puede ser...
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
22/04/18, 01:54 am
Ella ya había escuchado aquella explicación preliminar que ofreció el nublino, pero tampoco conocía la respuesta a las preguntas que plantearon sus compañeros a continuación, por lo que fijó su vista en Zobriel, intrigada por obtener más información sobre aquello. La explicación la dejó casi tan confundida como al principio. En realidad a la sinhadre ya le había contado parte de aquello también, pero por más que se esforzase no lograba recordar los detalles. Sabía que le había extrañado por qué alguien consideraría un dios a un señor cubierto de vendas y que aquella luja de color rojo era importante, pero poco más.
—Yo… yo también lo sabía. Pero le prometí a Zob que no diría nada —añadió alzando una mano como si estuviese respondiendo a una pregunta en clase cuando Pelusa hizo su propia confesión, para a continuación bajarla con una pequeña sonrisa de culpabilidad medio fingida.
Aunque coincidía con la mona del queso en que no deberían asustarse, sus palabras le parecieron tristes. Que afirmase que en un lugar tan cruel como aquel estaba mejor que en su casa habría resultado inconcebible para Adru meses atrás, pero ahora sabía que existía gente verdaderamente horrible en el universo y que a Pelusa la trataban como a una mascota aquellos ordeses malvados. Guille, de hecho, aportó otro ejemplo al decir que su padre hacía daño a su madre. La edeel los miraba a unos y a otros con rostro preocupado, insegura sobre qué se suponía que debía decir.
—A Neil y a mí nos cosechó un edeel de aspecto normal también… —Dijo tras Nime—. Aunque podía volar.
El miedo se hizo patente en Eitne cuando comenzó a llorar y Adru se levantó para colocarse en cuclillas a su lado y acariciarle el cabello.
—No pasará nada. Guille tiene razón y nunca seremos monstruos. Incluso si nos salen garras y cuernos seguiremos siendo nosotros. Igual que Rox sigue siendo Rox aunque a veces sea un chico y otras una chica. ¿Verdad, Zob?
La sinhadre no tenía ninguna duda de que era así. No serían como el hombre escorpión. Tampoco como Verael, que aunque les había ayudado también había atacado a la coreana.
>>Seremos los valientes cosechados reales —añadió levantándose y apretando los puños mientras componía una expresión decidida.
—Yo… yo también lo sabía. Pero le prometí a Zob que no diría nada —añadió alzando una mano como si estuviese respondiendo a una pregunta en clase cuando Pelusa hizo su propia confesión, para a continuación bajarla con una pequeña sonrisa de culpabilidad medio fingida.
Aunque coincidía con la mona del queso en que no deberían asustarse, sus palabras le parecieron tristes. Que afirmase que en un lugar tan cruel como aquel estaba mejor que en su casa habría resultado inconcebible para Adru meses atrás, pero ahora sabía que existía gente verdaderamente horrible en el universo y que a Pelusa la trataban como a una mascota aquellos ordeses malvados. Guille, de hecho, aportó otro ejemplo al decir que su padre hacía daño a su madre. La edeel los miraba a unos y a otros con rostro preocupado, insegura sobre qué se suponía que debía decir.
—A Neil y a mí nos cosechó un edeel de aspecto normal también… —Dijo tras Nime—. Aunque podía volar.
El miedo se hizo patente en Eitne cuando comenzó a llorar y Adru se levantó para colocarse en cuclillas a su lado y acariciarle el cabello.
—No pasará nada. Guille tiene razón y nunca seremos monstruos. Incluso si nos salen garras y cuernos seguiremos siendo nosotros. Igual que Rox sigue siendo Rox aunque a veces sea un chico y otras una chica. ¿Verdad, Zob?
La sinhadre no tenía ninguna duda de que era así. No serían como el hombre escorpión. Tampoco como Verael, que aunque les había ayudado también había atacado a la coreana.
>>Seremos los valientes cosechados reales —añadió levantándose y apretando los puños mientras componía una expresión decidida.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
23/04/18, 04:26 pm
- Si bueno..... un demo....claro no es que... - las palabras se morían antes de completar frases en la boca del nublino. ¿Que había hecho? Pero justo en ese momento, fue la capitana la que lo salvo de rendirse el mismo y solo callarse. Zobriel levanto la mirada como cuando descubres que algo que buscabas, estuvo delante de tus ojos siempre. Cada día de su niñez le habían llenado la cabeza sobre llegar a este sitio, pero jamás, nunca, ni una sola vez, le habían contado de cómo era que regresaban. El simplemente había rellenado ese espacio con ideas de "No necesito volver ahora que soy lo que soy". Sin embargo era claro que los dioses habían regresado, y no solo a Nubla sino a otros mundos....no todos podían ser como Verael, claramente...
-Adru....Adru tiene...¡tiene razón! No todos eran como Verael...digo, es cierto que la luna nos volverá como ellos...pero no todos tienen garras ni cuernos ni colmillos ¡ni colas! La....La Luna solo nos podría dar magia y poderes....no tiene porque cambiarnos....¡claro! ¡Adru eres una genio!
En otro momento hubiese dudado en decirle aquello a la capitana, pero en ese instante no solo selo dijo, sino que levanto y fue donde estaba ella a abrazarla. Toda su vida había vivido tratando de que las palabras de su abuela no lo siguieran, y había acabado tan lleno de ellas que no se dio cuenta de mil cosas más. - No tiene por que volvernos cosas como ellos....¡claro claro claro! La mujer que me trajo aquí no tenia nada de eso.....volaba y ¡parecía de verdad gloriosa! ¡Claro que todos seremos así!
-Adru....Adru tiene...¡tiene razón! No todos eran como Verael...digo, es cierto que la luna nos volverá como ellos...pero no todos tienen garras ni cuernos ni colmillos ¡ni colas! La....La Luna solo nos podría dar magia y poderes....no tiene porque cambiarnos....¡claro! ¡Adru eres una genio!
En otro momento hubiese dudado en decirle aquello a la capitana, pero en ese instante no solo selo dijo, sino que levanto y fue donde estaba ella a abrazarla. Toda su vida había vivido tratando de que las palabras de su abuela no lo siguieran, y había acabado tan lleno de ellas que no se dio cuenta de mil cosas más. - No tiene por que volvernos cosas como ellos....¡claro claro claro! La mujer que me trajo aquí no tenia nada de eso.....volaba y ¡parecía de verdad gloriosa! ¡Claro que todos seremos así!
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
24/04/18, 11:48 pm
La sonrisa de Milo tras la conversación matutina se hizo mas amplia de lo habitual, pues que Rox se hubiera sincerado con todos por fin lo alegraba muchísimo, y durante el resto del día estuvo de un buen humor excepcional. Se obligó a mantener conversaciones animadas con casi todos sus compañeros para pasar el rato y logró olvidarse durante unas horas de su fatiga crónica. Todo marchaba bien y prometía ser un día redondo, pero con la cena llegó el jarro de agua fría que aquella ciudad siempre tenía listo para lanzarles.
Ni siquiera el pobre sabor de los alimentos le había decepcionado, pero cuando Pam hizo aquel comentarios sobre el tiempo que llevaban allí y Zobriel intervino, la conversación tomo unos derroteros sombríos. Al principio el irrense guardó silencio por encontrarse bastante perdido, después lo guardó por pura incredulidad. Había vivido engañado todo aquel tiempo, estafado por la cosechadora a la que creía haber calado desde el principio, y ni siquiera lo descubría por sus propios medios.
—No puede ser... —murmuró para si, en un tono apenas audible que nadie percibió en medio de la confusión.
Milo siempre había creído que todo aquel tema de Rocavarancolia era una estafa muy elaborada, pues acostumbrado a desconfiar de todo lo que provenía del gobierno nunca se había tragado lo de aquella ciudad milagrosa, y el día que había confirmado sus sospechas en el fondo se había alegrado de no ser como sus crédulos compatriotas. Ahora, sin embargo, se sentía estúpido, pues no se había imaginado algo como aquello a pesar de que lo había tenido delante del hocico todo el tiempo. Estaba tan ciego como los demás y eso le cabreaba.
El hacker se refugiaba en su rabia de forma consciente, decidido a no caer en las garras del miedo, pero se sentía impotente y aquello minaba su resolución. Algo tan simple como perder la capacidad de decisión sobre lo que le deparaba el futuro le abrumaba, pues toda su vida se había rebelado contra la idea de ser manejado por nada ni nadie, pero estaba claro que no se podía huir del brillo de un astro mágico si estaban atrapados en un punto de su trayectoria. ¿De verdad los transformaría en monstruos en contra de su voluntad?
Milo apretaba los puños con fuerza por debajo de la mesa, sin prestar demasiada atención a las palabras de sus compañeros ni a sus reacciones, pero cuando Rox le cogió de la mano y se fijó en su expresión atemorizada el norteño se olvidó de sus propios problemas y le devolvió el apretón. Sus compañeros estaban asustados, abrumados por la idea de convertirse en algo como lo que había matado a Drake y dejar de ser ellos mismos, pero a pesar de todo algunos (como Adru, Pam o el propio Zobriel) intentaban elevar los ánimos. Él también debía de decir algo para ayudar, para suavizar el miedo, pero las palabras no acudían a sus labios y durante unos segundos se quedó completamente mudo sin saber cual debía ser su próximo paso.
Ni siquiera el pobre sabor de los alimentos le había decepcionado, pero cuando Pam hizo aquel comentarios sobre el tiempo que llevaban allí y Zobriel intervino, la conversación tomo unos derroteros sombríos. Al principio el irrense guardó silencio por encontrarse bastante perdido, después lo guardó por pura incredulidad. Había vivido engañado todo aquel tiempo, estafado por la cosechadora a la que creía haber calado desde el principio, y ni siquiera lo descubría por sus propios medios.
—No puede ser... —murmuró para si, en un tono apenas audible que nadie percibió en medio de la confusión.
Milo siempre había creído que todo aquel tema de Rocavarancolia era una estafa muy elaborada, pues acostumbrado a desconfiar de todo lo que provenía del gobierno nunca se había tragado lo de aquella ciudad milagrosa, y el día que había confirmado sus sospechas en el fondo se había alegrado de no ser como sus crédulos compatriotas. Ahora, sin embargo, se sentía estúpido, pues no se había imaginado algo como aquello a pesar de que lo había tenido delante del hocico todo el tiempo. Estaba tan ciego como los demás y eso le cabreaba.
El hacker se refugiaba en su rabia de forma consciente, decidido a no caer en las garras del miedo, pero se sentía impotente y aquello minaba su resolución. Algo tan simple como perder la capacidad de decisión sobre lo que le deparaba el futuro le abrumaba, pues toda su vida se había rebelado contra la idea de ser manejado por nada ni nadie, pero estaba claro que no se podía huir del brillo de un astro mágico si estaban atrapados en un punto de su trayectoria. ¿De verdad los transformaría en monstruos en contra de su voluntad?
Milo apretaba los puños con fuerza por debajo de la mesa, sin prestar demasiada atención a las palabras de sus compañeros ni a sus reacciones, pero cuando Rox le cogió de la mano y se fijó en su expresión atemorizada el norteño se olvidó de sus propios problemas y le devolvió el apretón. Sus compañeros estaban asustados, abrumados por la idea de convertirse en algo como lo que había matado a Drake y dejar de ser ellos mismos, pero a pesar de todo algunos (como Adru, Pam o el propio Zobriel) intentaban elevar los ánimos. Él también debía de decir algo para ayudar, para suavizar el miedo, pero las palabras no acudían a sus labios y durante unos segundos se quedó completamente mudo sin saber cual debía ser su próximo paso.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
28/04/18, 04:16 am
Eitne agradeció el contacto de Adru. Alzó ligeramente la cabeza y le dedicó una sonrisa aun triste mientras se secaba las lágrimas. Entonces a Zobriel le sobrevino una euforia repentina y se acercó a la sinhadre para abrazarla. Eitne sorbió sus mocos y lo miró extrañado, pues aun con todo lo que decía, sentía que no podía alegrarse tanto como él. Sin embargo, poco a poco, le creció el ánimo.
—Si alguna vez os salen cuernos, yo os querré igual —dijo para todos—. Incluso si me salieran a mí... —Y, aunque lo sentía de veras, no pudo evitar el escalofrío que le recorrió.
Para espantar el miedo, volvió a mirar a Zobriel y buscó sus ojos grises, que seguían rebosantes de alegría. Sin embargo, lejos de contagiarse de su ánimo, Eitne sufrió un amago de vahído y se aferró al asiento con las manos. ¿Qué había sido eso? El daeliciano se sintió como si no hubiera comido de repente, a pesar de que acababa de cenar. Se miró las manos, en silencio, y luego buscó su plato con los ojos. Tal vez la maldición fuera más poderosa de lo que le habían concedido y, con el sabor, se iban también las propiedades de los alimentos.
Creyendo que tomaba una decisión adulta, Eitne decidió no decir nada a sus compañeros para no preocuparles más.
—Si alguna vez os salen cuernos, yo os querré igual —dijo para todos—. Incluso si me salieran a mí... —Y, aunque lo sentía de veras, no pudo evitar el escalofrío que le recorrió.
Para espantar el miedo, volvió a mirar a Zobriel y buscó sus ojos grises, que seguían rebosantes de alegría. Sin embargo, lejos de contagiarse de su ánimo, Eitne sufrió un amago de vahído y se aferró al asiento con las manos. ¿Qué había sido eso? El daeliciano se sintió como si no hubiera comido de repente, a pesar de que acababa de cenar. Se miró las manos, en silencio, y luego buscó su plato con los ojos. Tal vez la maldición fuera más poderosa de lo que le habían concedido y, con el sabor, se iban también las propiedades de los alimentos.
Creyendo que tomaba una decisión adulta, Eitne decidió no decir nada a sus compañeros para no preocuparles más.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
28/04/18, 11:54 am
La conversación continuó, Guille miro el suelo. Un aura de angustia y miedo se había apoderado de todos, todos estaban cambiando, siempre, no había que tener miedo, ¿para que sirve el miedo? Se pregunto Guillermo. Recuperó la mirada y con completa seriedad dijo:
- Pues yo creo que a mi me quedarían bien los cuernos, la verdad.-dijo mientras le parecia lo mas normal mientras se inventaba las cosas-... Eitne te imaginas tener una alas?? Seria super guay... Y tendremos poderes guays en plan Pam tendra poderes psiquicos y poder telepático.. y Nime tu seras un samuray, tendras alas de escarabajo, será super guay.-asintio decidido.
- Pues yo creo que a mi me quedarían bien los cuernos, la verdad.-dijo mientras le parecia lo mas normal mientras se inventaba las cosas-... Eitne te imaginas tener una alas?? Seria super guay... Y tendremos poderes guays en plan Pam tendra poderes psiquicos y poder telepático.. y Nime tu seras un samuray, tendras alas de escarabajo, será super guay.-asintio decidido.
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
28/04/18, 07:21 pm
Su mente ebullía en dudas, dudas tan ruidosas que ni siquiera reaccionó cuando Adru pronunció su nombre. Si de verdad estaba sufriendo amnesia o si solo se estaba dejando llevar por la paranoia, si podría volver a la Tierra a pesar de ser medio-monstruo, si volvería a ver a sus padres alguna vez... inconscientemente, cada vez apretaba con más fuerza la mano de Milo, lo único que realmente le mantenía conectada al resto y le instaba a no marcharse. La urgencia de levantarse e irse sin decir nada era poderosa, pero ya había huido de esa conversación una vez y no podía hacerlo una segunda.
En general los ánimos fueron aumentando, y aunque le hubiera encantado sentirse al menos la mitad de positiva que ellos, la australiana estaba demasiado enfrascada en no hacerlo. Se sorprendió a si misma sintiendo rabia hacia la contagiosa felicidad de Zobriel y la despreocupación de Guille, incluso a pesar de la noticia de que su padre era un maltratador. Rox se sentía menos madura por no querer sentirse bien, por no querer escurrir el bulto y seguir adelante, y eso le molestaba. Se sentía caprichosa por haber vivido en el primer mundo y querer volver a ello, sin cuernos ni parafernalias, por no entender el positivismo del resto.
Era consciente de que si abría la boca podía empeorar las cosas, preocuparles y aumentar sus propios miedos, mas prefería eso a llevar una falsa careta de buen rollo hasta el día de la Luna. El problema es que no sabía como decirlo, y aquello le hacía sentir más paranoica todavía.
—Hoy he soñado algo. —logró decir en alto finalmente. El corazón se le aceleró, pero las manos se le enfriaron más todavía—. Era un sueño normal y corriente, de cuando vivía en Corea... eh, en la Tierra. —se corrigió—. El problema es que después de ese sueño me he dado cuenta de que no recuerdo algunas cosas.— la voz se le fue rompiendo. El irrense podría darse cuenta de que ya no ejercía fuerza alguna con la mano—. No me acuerdo del nombre de uno de mis mejores amigos. No... no me acuerdo ni siquiera de su cara. No ha pasado ni un año desde que le vi, pero no me acuerdo de él. —tomo aire, claramente afectada—. Esta mañana he intentado no comerme la cabeza con el tema, pero ahora... ahora no sé que pensar. No sé de que más cosas me he olvidado. No sé si me voy a olvidar de más.
«No sé si me voy a olvidar de quien soy», pensó, pero fue incapaz de decir en voz alta. A lo mejor no estaba tan lejos de ser como Verael. Bajó la cabeza, mirando directamente a la mesa y soltando a Milo para llevarse ambas manos al pelo. Ni siquiera quería llorar, solo esconderse.
En general los ánimos fueron aumentando, y aunque le hubiera encantado sentirse al menos la mitad de positiva que ellos, la australiana estaba demasiado enfrascada en no hacerlo. Se sorprendió a si misma sintiendo rabia hacia la contagiosa felicidad de Zobriel y la despreocupación de Guille, incluso a pesar de la noticia de que su padre era un maltratador. Rox se sentía menos madura por no querer sentirse bien, por no querer escurrir el bulto y seguir adelante, y eso le molestaba. Se sentía caprichosa por haber vivido en el primer mundo y querer volver a ello, sin cuernos ni parafernalias, por no entender el positivismo del resto.
Era consciente de que si abría la boca podía empeorar las cosas, preocuparles y aumentar sus propios miedos, mas prefería eso a llevar una falsa careta de buen rollo hasta el día de la Luna. El problema es que no sabía como decirlo, y aquello le hacía sentir más paranoica todavía.
—Hoy he soñado algo. —logró decir en alto finalmente. El corazón se le aceleró, pero las manos se le enfriaron más todavía—. Era un sueño normal y corriente, de cuando vivía en Corea... eh, en la Tierra. —se corrigió—. El problema es que después de ese sueño me he dado cuenta de que no recuerdo algunas cosas.— la voz se le fue rompiendo. El irrense podría darse cuenta de que ya no ejercía fuerza alguna con la mano—. No me acuerdo del nombre de uno de mis mejores amigos. No... no me acuerdo ni siquiera de su cara. No ha pasado ni un año desde que le vi, pero no me acuerdo de él. —tomo aire, claramente afectada—. Esta mañana he intentado no comerme la cabeza con el tema, pero ahora... ahora no sé que pensar. No sé de que más cosas me he olvidado. No sé si me voy a olvidar de más.
«No sé si me voy a olvidar de quien soy», pensó, pero fue incapaz de decir en voz alta. A lo mejor no estaba tan lejos de ser como Verael. Bajó la cabeza, mirando directamente a la mesa y soltando a Milo para llevarse ambas manos al pelo. Ni siquiera quería llorar, solo esconderse.
- ♪♫♬:
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
28/04/18, 09:43 pm
A Nime cada palabra que se decía le dejaba aún peor cuerpo. ¿No era una contradicción que los cosechadores tuvieran aspectos normales pero ellos fuesen a tener garras, alas y otras cosas? Y Nime podía pensar una serie de características que no le importaría tener, pero aquello de no poder decidirlas por sí misma era demasiado turbio. En definitiva, la niña no acababa de entender qué era lo que se suponía que hacía la Luna, y los comentarios que trataban de quitar hierro al asunto solo le hicieron bien a medias. Aunque tenían parte de razón, todo aquello seguía dando miedo.
—¡Yo no quiero alas de escarabajo! Y no sé qué es eso —le respondió a Guille—. No me importaría tener alas, pero que sean bonitas —admitió finalmente—. Como de libélula o mariposa, no sé.
Entrar en aquella conversación como si hablasen de tonterías le había costado, pero se sintió mejor tras hacerlo. Lo necesitaba.
Cuando Rox empezó a hablar, no lo hizo para comentar lo que le gustaría ser, sino que cambió de tema. Nime se la quedó mirando, aunque todavía se sentía algo cohibida a su alrededor, sin saber a dónde quería ir con lo del sueño, y cuando lo supo abrió mucho los ojos. Lo primero que hizo fue repasar si recordaba a su familia y amigos de Libo, y como no encontró lagunas sintió cierto alivio. No debía de ser un efecto de Rocavarancolia.
—No te preocupes, Rox. Creo que esas cosas pueden pasar. A mi abuela le pasaba —dijo, genuinamente convencida de que lo que decía podía hacerla sentirse mejor.
—¡Yo no quiero alas de escarabajo! Y no sé qué es eso —le respondió a Guille—. No me importaría tener alas, pero que sean bonitas —admitió finalmente—. Como de libélula o mariposa, no sé.
Entrar en aquella conversación como si hablasen de tonterías le había costado, pero se sintió mejor tras hacerlo. Lo necesitaba.
Cuando Rox empezó a hablar, no lo hizo para comentar lo que le gustaría ser, sino que cambió de tema. Nime se la quedó mirando, aunque todavía se sentía algo cohibida a su alrededor, sin saber a dónde quería ir con lo del sueño, y cuando lo supo abrió mucho los ojos. Lo primero que hizo fue repasar si recordaba a su familia y amigos de Libo, y como no encontró lagunas sintió cierto alivio. No debía de ser un efecto de Rocavarancolia.
—No te preocupes, Rox. Creo que esas cosas pueden pasar. A mi abuela le pasaba —dijo, genuinamente convencida de que lo que decía podía hacerla sentirse mejor.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
29/04/18, 12:40 pm
Era evidente que aquella noticia despertaría diferente reacciones sus compañeros, pero Pam se alivió un poco de ver que aunque, con temor e incertidumbre, todos intentaban aportar su grano de arena para que no cundiese el pánico. Ya todos lo sabia al fin y de poco servia montar un drama sobre el asunto, aunque diese miedo, aunque no supiesen que pasaría con ellos ¿tenían otra opción? Mientras estuviesen en esa ciudad aquello les sucedería, sin contar que preocuparse por lo que pasaría cuando llegase la dichosa luna era insignificante sino estaban seguros de si llegarían a ella siquiera. No cuando mas de los suyos habían muerto o había sido heridos en momentos totalmente fuera de su control.
<< Ahora es importante centrarnos en el presente, ya nos preocuparemos de todo eso de tener alas o lo que sea, cuando llegue el momento. >> Pam tenia las cosas clara en ese punto y no es que no le inquiete el asunto o la posibilitad de convertirse en un monstruo, porque ella de dioses les veía poco, peor estando tan rodeado de peligros y diversas formas de morir preocuparse ahora por eso no tenia sentido.
La conversación cambio un poco aun así con las palabras de Rox, que dijo algo que llamo a su atención.¿olvidar cosas? La mona del queso alzo levemente una ceja, preguntándose si eso tendría que ver con la Luna o simplemente era algo propio de Rox.
-Si temes olvidar, escribe todo lo que recuerdes, los nombres de tu familia, amigos, donde vivías, situaciones que viviste, cosas sobre ti...- dijo Pam como consejo pues aunque no sabia el motivo por el que le ocurría eso a Rox era un buen método, tal vez si luego de olvidar algo veía su propia lera escrita hablando de ese algo su cerebro recordara- Así siempre tendrás algo a mano que te permita recordar y de paso saber que cosas olvidaste sin saberlo. - añadió la mona del queso intentando transmitirle algo de seguridad a Rox que lucia claramente nerviosos por lo que le pasaba.
<< Ahora es importante centrarnos en el presente, ya nos preocuparemos de todo eso de tener alas o lo que sea, cuando llegue el momento. >> Pam tenia las cosas clara en ese punto y no es que no le inquiete el asunto o la posibilitad de convertirse en un monstruo, porque ella de dioses les veía poco, peor estando tan rodeado de peligros y diversas formas de morir preocuparse ahora por eso no tenia sentido.
La conversación cambio un poco aun así con las palabras de Rox, que dijo algo que llamo a su atención.¿olvidar cosas? La mona del queso alzo levemente una ceja, preguntándose si eso tendría que ver con la Luna o simplemente era algo propio de Rox.
-Si temes olvidar, escribe todo lo que recuerdes, los nombres de tu familia, amigos, donde vivías, situaciones que viviste, cosas sobre ti...- dijo Pam como consejo pues aunque no sabia el motivo por el que le ocurría eso a Rox era un buen método, tal vez si luego de olvidar algo veía su propia lera escrita hablando de ese algo su cerebro recordara- Así siempre tendrás algo a mano que te permita recordar y de paso saber que cosas olvidaste sin saberlo. - añadió la mona del queso intentando transmitirle algo de seguridad a Rox que lucia claramente nerviosos por lo que le pasaba.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
29/04/18, 01:28 pm
Adru sonrió ante el optimismo renovado de Eitne, Guille y Zob.
—¡Eso es! Además…
No continuó hablando porque el abrazo del nublino le pilló por sorpresa. Su rostro mostró sorpresa unos instantes, pero luego le devolvió el abrazo a Zob con una gran sonrisa. Cuando se separaron levantó el pulgar en señal de aprobación.
>>Por supuesto: los valientes cosechados tienen que ser magníficos. Incluso si tuvieras alas de escarabajo serían unas alas “gloriosas” —añadió tras el comentario de Nime, utilizando la palabra escogida por el nublino a propósito—, porque serías una valiente cosechada, ¿no crees?
La libense parecía la menos convencida de los niños y, aunque la propia sinhadre albergaba dudas en su interior, no veía ningún bien en pensar lo peor. Si Zobriel decía que iban a cambiar irremediablemente tan solo podían aceptarlo. De lo que no tenía ninguna duda, de todos modos, era de que seguirían siendo ellos. Su discurso podría haber sido excesivamente optimista a propósito para levantar los ánimos, pero sus convicciones al respecto eran reales.
A pesar de todo, notó que había otra persona más que no parecía nada convencida, sobre todo porque había esperado que participase para tratar de animar a los más pequeños: Milo no había dicho nada. Observó al irrense con cierta preocupación y, por extensión, a Rox a su lado. Ninguno de los dos tenía muy buena cara y ello hizo que su determinación flaquease un poco. Ellos dos y Rena eran los que siempre tomaban las decisiones correctas y la sinhadre había aprendido a fiarse de su criterio. No obstante, la coreana no tardó en explicar el porqué de su estado de ánimo. Cuando mencionó un sueño, la edeel no pudo evitar recordar una vez más aquella pesadilla horrible. Pero Rox no parecía asustada por la pesadilla: si no por algo que en realidad daba bastante más miedo. La sinhadre se desinfló un poco más y siguió comiendo en silencio mientras intervenía Pelusa, que siempre sabía qué decir en aquellas situaciones.
—Hum, pero… Suele pasarle solo a personas más mayores, como tu abuela... —contradijo el comentario de Nime. No quería terminar de eliminar el optimismo, pero sabía que la libense se equivocaba por completo y mentir no estaba bien. Había tenido una idea mientras la mona del queso hablaba, no obstante—. A lo mejor fue mientras estabas mal… Igual eso te afectó y te hizo olvidar algunas cosas. Seguro que existe magia que te puede devolver tus recuerdos perdidos.
La edeel confiaba de verdad en que así fuera.
—¡Eso es! Además…
No continuó hablando porque el abrazo del nublino le pilló por sorpresa. Su rostro mostró sorpresa unos instantes, pero luego le devolvió el abrazo a Zob con una gran sonrisa. Cuando se separaron levantó el pulgar en señal de aprobación.
>>Por supuesto: los valientes cosechados tienen que ser magníficos. Incluso si tuvieras alas de escarabajo serían unas alas “gloriosas” —añadió tras el comentario de Nime, utilizando la palabra escogida por el nublino a propósito—, porque serías una valiente cosechada, ¿no crees?
La libense parecía la menos convencida de los niños y, aunque la propia sinhadre albergaba dudas en su interior, no veía ningún bien en pensar lo peor. Si Zobriel decía que iban a cambiar irremediablemente tan solo podían aceptarlo. De lo que no tenía ninguna duda, de todos modos, era de que seguirían siendo ellos. Su discurso podría haber sido excesivamente optimista a propósito para levantar los ánimos, pero sus convicciones al respecto eran reales.
A pesar de todo, notó que había otra persona más que no parecía nada convencida, sobre todo porque había esperado que participase para tratar de animar a los más pequeños: Milo no había dicho nada. Observó al irrense con cierta preocupación y, por extensión, a Rox a su lado. Ninguno de los dos tenía muy buena cara y ello hizo que su determinación flaquease un poco. Ellos dos y Rena eran los que siempre tomaban las decisiones correctas y la sinhadre había aprendido a fiarse de su criterio. No obstante, la coreana no tardó en explicar el porqué de su estado de ánimo. Cuando mencionó un sueño, la edeel no pudo evitar recordar una vez más aquella pesadilla horrible. Pero Rox no parecía asustada por la pesadilla: si no por algo que en realidad daba bastante más miedo. La sinhadre se desinfló un poco más y siguió comiendo en silencio mientras intervenía Pelusa, que siempre sabía qué decir en aquellas situaciones.
—Hum, pero… Suele pasarle solo a personas más mayores, como tu abuela... —contradijo el comentario de Nime. No quería terminar de eliminar el optimismo, pero sabía que la libense se equivocaba por completo y mentir no estaba bien. Había tenido una idea mientras la mona del queso hablaba, no obstante—. A lo mejor fue mientras estabas mal… Igual eso te afectó y te hizo olvidar algunas cosas. Seguro que existe magia que te puede devolver tus recuerdos perdidos.
La edeel confiaba de verdad en que así fuera.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VII)
30/04/18, 06:42 pm
Gracias a Guille, Nime y Adru, Eitne recobró del todo el buen ánimo. Al menos hasta que intervino Rox.
—¡Me encantaría tener alas! —había respondido a Guille—. Sí, Nime, incluso con alas de murciélago serías gloriosa —añadió tras Adru.
Estaba imaginándose cómo sería su nuevo cuerpo (e incluso si tal vez tuviera pierna nueva), cuando Rox les comentó algo que le preocupaba. Eitne pensó también en su yaya y asintió con fuerza tras el comentario de la libense, pero cuando aclararon que eso era por la vejez, torció el morro y no supo qué decir. No quería pensar que lo que le pasaba a Rox les pudiera pasar a todos porque no quería olvidar a su yaya, ni a sus papás, ni a sus vecinas; ni a sus nuevos amigos. Rox tenía que estar enfermo.
—Seguro que sí. Tiene que haber magia para que recuerdes... —añadió tras la sinhadre, con cierta inseguridad.
—¡Me encantaría tener alas! —había respondido a Guille—. Sí, Nime, incluso con alas de murciélago serías gloriosa —añadió tras Adru.
Estaba imaginándose cómo sería su nuevo cuerpo (e incluso si tal vez tuviera pierna nueva), cuando Rox les comentó algo que le preocupaba. Eitne pensó también en su yaya y asintió con fuerza tras el comentario de la libense, pero cuando aclararon que eso era por la vejez, torció el morro y no supo qué decir. No quería pensar que lo que le pasaba a Rox les pudiera pasar a todos porque no quería olvidar a su yaya, ni a sus papás, ni a sus vecinas; ni a sus nuevos amigos. Rox tenía que estar enfermo.
—Seguro que sí. Tiene que haber magia para que recuerdes... —añadió tras la sinhadre, con cierta inseguridad.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.