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Torreón Letargo (Archivo VII)

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LEC
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Giniroryu
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.

Armas :
Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
Rägjynn: jō.
Naeleth: arco, sai y báculo.


Status : Gin: do the windy thing.

Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Torreón Letargo (Archivo VII)

21/03/18, 01:03 pm
Recuerdo del primer mensaje :

La sinhadre permaneció pensativa cuando varios hicieron notar que la comida solo sabía mal a veces, recordando que ella misma también lo podía corroborar.
¡Es cierto! Qué extraño… Que hechizo más raro.
Estaba de acuerdo con Milo en que prefería pensar que fuese cosa de magia y no de alguna porquería como la que había sugerido Rox. Además, en ese caso la comida tendría mal aspecto, ¿no?
>>¡Por supuesto que no! —añadió inmediatamente cuando el irrense le dijo a Neil que no era culpa suya, olvidándose de comentar su anterior pensamiento—. Tú eres el mejor cocinero que conozco: es imposible que sea cosa tuya.

Guille, como de costumbre, continuó arrancándole varias risotadas y, poco después, la apreciación de Eitne desmentida inmediatamente por la propia mona del queso le hizo reír aún más. Aunque para ella resultaba todavía más claro que si también las ramitas estaban malas tenía que ser cosa de magia. El daeliciano le respondió a su pregunta entonces y en un principio Adru compuso una expresión levemente alarmada. Tenía un "¡eso sería horrible!" en la punta de la lengua, pero por una vez recordó que no era la mejor idea soltar el primer pensamiento que le había venido a la cabeza. Lo último que necesitaba el niño era entrar en pánico.
N-no… ¡No te alarmes, Eitne! —Su vacilzación y gestos exagerados posiblemente resultasen menos convincentes de lo que pretendía—. Además no parece que sean muy buenos lanzando maldiciones porque la comida sabe bien a veces —añadió con una risilla.

No siguió pensando en la inquietante posibilidad que el daeliciano había planteado porque volvió a fijarse en el muñeco de Guille. Zob lo había reconocido como un animal de su mundo… Tenía que pertenecer a un nublino.
¿Se habrán dejado olvidado ese muñeco aquí el grupo de Ellie y Lulú? —se le ocurrió de pronto, aunque olvidando de tener en cuenta que había pasado una cantidad de tiempo considerable desde aquel encuentro como para que fuese probable.

Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

30/07/18, 03:36 pm
Nime sabía que había dado lo mejor de sí misma y por eso no sentía remordimientos. Daba por hecho que sin alguien experto en cortes de pelo cerca, lo normal era que no quedasen como solía verlos.
¡Oooh, qué largo! —comentó, maravillada, cuando Rox habló de cómo había tenido el pelo. Nunca se lo habían dejado tener tan largo, porque daban por hecho que no iba a cuidarlo en absoluto. Nime admitía que tenían razón, no se habría resistido a cortarse mechones de vez en cuando.

Nime se quedó cerca de Rox esperando a que encontrase una olla que la reflejase, expectante. Abrió levemente la boca cuando vio su reacción, y se quedó inmóvil. No sabía si estaba disgustada porque parecía a punto de echarse a reír en cualquier momento. Nime no se quedó tranquila hasta que la humana pegó un tijeretazo y se mostró satisfecha con el resultado.
¡Bien! —exclamó, contenta. No tardó en ir a recoger las tijeras porque era turno de Eitne y parecía que le iban a dejar empezar—. ¿Podemos? ¿Milo? —preguntó al escuchar lo de rapar al irrense. No lo había escuchado de su propia boca, pero tal vez Rox sabía que quería cortarse el pelo.

No tardó en colocarse a un lado de Eitne y dar tijeretazos como había aprendido de él mismo. Su pelo rizo resultaba más complicado de cortar, pero por otro lado le parecía que daba mejor resultado que el de Rox, al volver a encogerse sobre sí mismo cuando lo soltaba. Los tijeretazos no resultaban tan obvios, pero el resultado era tan desigual como antes.
Red

Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

30/07/18, 09:15 pm
A Milo se le escapó el aire cuando Rox le golpeo con la olla en el pecho, pero no dijo nada y observó expectante los movimientos del humano tras ver su aspecto reflejado. Su cara era un poema, pero no parecía que estuviera disgustado, y cuando remato la faena con un tijeretazo el irrense se echó a reír. La fatiga casi pareció que se le escapaba del cuerpo, como si hubiera descansado muchas horas seguidas, y cuando sugirieron que él también debía cortárselo su risa se hizo más intensa.
Yo no lo tengo tan largo todavía, ¿no? —logró decir con lágrimas en los ojos, pasándose la mano derecha por la nuca—. Creo que puedo aguantar un poco más sin someterme a la tijera porque no hay mucho material con el que trabajar, pero os puedo echar una mano con vuestros cortes si queréis. Solía arreglárselo a mis hermanas pequeñas cuando vivía con ellas. —ofreció, cambiando de postura en la silla mientras continuaba observando la sesión de peluquería.

Fue una mañana entretenida y relajada, como hacía mucho tiempo que no tenían, y tanto Eitne como Nime pasaron por la tijera. Los trasquilones estuvieron a la orden del día, al igual que las risas que provocaron los consecuentes resultados, y para cuando la libense estuvo lista parecía que un tornado de pelo había pasado por la cocina.
Da para una peluca y media tamaño Pelusa, seguro —comentó el hacker, reuniendo una gran bola de pelo de colores que se puso en la cabeza a modo de tocado—. ¿Qué tal me queda? —preguntó, fingiendo seriedad mientras posaba para sus compañeros.

A pesar de que el resultado final era muy gracioso acabaron acordando darles un último repaso a los cortes de pelo, pues el look de almuerzo de vaca loca no era para todos los días, y entre Rox y Milo consiguieron rematar la faena sin muchos contratiempos.
Antes estabais mas guapos, sin duda, pero con estas pintas no les dará un infarto de la emoción a los demás cuando os vean. —les alagó tras echarles un buen vistazo cuando acabaron—. ¡Decid irrqin! —exclamó, apuntándoles con su brazo biónico antes de sacarles una foto.

El irrense había documentado todo el proceso sin decir nada, disparando la cámara cuando no le prestaban atención, y ahora que habían terminado sentía la necesidad de enseñarles todas las imágenes. Se sentó con ellos en el salón, entre risas, y mientras las fotos desfilaban ante sus ojos logró olvidarse por completo del horror de los últimos días.

Aquella tregua no iba a durar mucho.
Invitado
Invitado

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

31/07/18, 01:15 am
Rena sostuvo a Adru el tiempo que la niña necesitara. Le costó horrores no echarse a llorar también, pero no quería hacerlo allí. Aún no estaban completamente a salvo.

Se sobresaltó un poco cuando vio a Pam inspeccionar el cadáver y empezar a recoger los huesos, incluso estuvo a punto de decirle algo, sin embargo se contuvo. La mona del queso había tomado la decisión de la que ella no habia sido capaz; no podían dejar el cuerpo de Hiss ahí en medio, había sido su amiga. No pudo hacer más que ofrecer su propia sudadera para hacer un hatillo y llevar así los huesos.

El viaje de vuelta fue a paso ligero y en completo silencio. La idea de que lo que fuera que había matado a Hiss seguía por la zona le rondaba la cabeza como una sombra. Por suerte no hubo más incidentes, alcanzaron la puerta. Técnicamente ya estaban a salvo.

Cuando Rena vio los rostros espectantes de sus compañeros recibiéndolos sintió vergüenza. Las lágrimas que había contenido durante todo el viaje salieron en forma de llanto feo y desconsolado.

-Lo siento -fue lo único que pudo decir.

¿Cómo cojones podía presentarse así ante sus amigos después de lo que había pasado? Habían salido a por magia y respuestas y habían vuelto con Hiss en una bolsa. La muerte de Mike estaba aún reciente y la frustración era aún mayor. De nuevo no había podido hacer nada, ni saber qué cojones había pasado. No había sido capaz de proteger a Hiss, ni a Mike, ni a Drusar, ni a Eitne, ni a Drake. No había podido ayudar en nada a Rox ni salvar a Ain. Se disculpó de nuevo para ir en busca de una pala y dejó que los demás explicasen lo que había ocurrido. Abajo en las mazmorras se metió en la armería y descargó su rabia contra lo que encontró. Gritó hasta que se quedó sin voz. Era una inútil. Tendría que haberse quedado en Irrarisa picando piedra. Si el sistema le había dejado claro que eso era lo único para lo que servía era por algo, había sido una idiota pensando que podía ser alguien allí.

Después de descargar su frustración subió al patio a hacer lo único que parecía hacer bien en ese maldito lugar: cavar tumbas.

Enterraron a Hiss junto a Mike en un agujero más pequeño y lo cubrieron con piedras. Rena se quedó en el patio hasta bien entrada la noche. Respondería a cualquier pregunta de le hicieran sobre la salida pero siempre de forma parca o con monosílabos. A pesar del frío se quedó dormida mientras miraba las pocas estrellas que había en el cielo, acurrucada contra las enredaderas del torreón. Estaba cansada de llorar.
Evanna

Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

31/07/18, 02:09 am
Agradeció silenciosamente que Rena le entregara su chaqueta para poder cargar los huesos de Hiss << Los huesos de Hiss >> el simple pensamiento era perturbador, hacia que sus ojos picasen y que sus manso temblasen mientras hacia un atillo con la chaqueta para cargarlos. Pam no permitió que nadie mas los cargase, ella había sido la que decidido salir en esa estúpida excursión y no podía evitar sentirse en parte culpable de lo ocurrido.

Pensaba que por fin tendrían algo de suerte, pero se equivocaba, esta había decidido abandonarlos hacia mucho, solo Pam se había negado a admitirlo. Silenciosa avanzo todo lo rápido que sus pies le permitían hacia el torreón, sintiendo que con cada paso el atillo pesaba mas y mas, recordandole a cada instante que era lo que portaba en este. Ni siquiera ver la puerta del torreón abrirse, ver la cara del resto supuso ningún alivio.

Espero las preguntas sobre donde estaba Hiss, su falta difícilmente pasaría desapercibida.La disculpa de Rena y se marcha hacia la armería, seguramente por una pala, lo decían todo sin palabras. pero Pam respiro hondo y miro con decisión y tristeza culpable a los presentes.  Por mucho que hubiese intentando esconder de los mas pequeños la visión de lo aterradora que era la ciudad, se había dado cuenta al fin, que era imposible, no importaba cuanto lo intentara, cuanto intentase esconderlo u ocultarlo, la ciudad se aseguraba de echárselo en cara de forma cada vez mas y mas brutal.

No iba a ser inocentes siempre.

-Hiss se separo de nosotros, no sabemos como...ni por qué- inicio con voz suave, cansada, culpable, por así se sentía. Habia tomado una decisión al decir que saliera y ese había sido el pago- La encontramos, pero....Hiss tal y como la conocíamos ya...ya no existía. No va a volver...lo siento -murmuro apretando con fuerza el atillo en sus manos, con manos temblorosos conteniendo con toda su fuerza de voluntad las ganas de llorar. Se sentía tan blanda, tan estúpida estaba harta de esto. SI hubiese sabido que cogerles aprecio y perderlos uno a uno iba a doler tanto hubiese preferido que se portasen mal con ella.

No fue capaz de continuar nide decirles el contenido de la chaqueta, sentía que la culpabilidad le ahogaba junto con esa maldita tristeza. No fue capaz de mirar a ninguno, ni de continuar hablando, así que, incluso aunque le cuestionar,a aunque le peguntasen, se mantendría en silencio mientras salia al patio, donde una nueva tumba fue cavada y donde Pam se encargo de enterrar los huesos en el agujero con el máximo mimo.

Tras eso se aparto del resto, quería evitar sus miradas y preguntas, tan solo quería estar sola, no para llorar, por mas que quisiera sacarlo no era capaz, simplemente necesitaba distanciarse. Tan solo subió al cuarto y sobre la cama, donde había tanto días no dormía, se acurruco bajo las sabanas abrazando sus rodillas, como si eso fuese a protegerla de todo.

<<Portaros mal conmigo...hacerme odiaros...ese dolor es mucho mas soportable que esto >> pensó sintiendo que todas las muertes caían sobre ella una a una, acumulándose como las piedras que cubrían las tumbas de Mike y de Hiss. Era muy pesado, los sentimientos eran muy pesados. Quería volver a estar sola, solo como cuando no conocía lo que era tener amigos a lo que deseas proteger.
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

31/07/18, 02:45 pm
La vuelta fue un trayecto penoso durante el cual la sinhadre no se separó de su aurva en ningún momento, a pesar de que no podía dejar de pensar en su pesadilla una vez más. De pronto se sentía terriblemente cansada, como en aquel sueño horrible, y una parte de ella temía que en cualquier momento Neil se girase hacia ella y le gritase lo patética que era. Por suerte sabía que eso nunca ocurriría y solo era su mente jugándole una mala pasada, pero condicionó por completo su capacidad para no presentar un aspecto tan malo frente a los demás. No es que importase mucho: aunque ella no tuviese el rostro hinchado por el llanto y su gesto fuese de absoluta desazón Hiss seguía estando muerta. Pero sentía que en aquellos momentos lo único para lo que de verdad podía serle útil al grupo dejaba de funcionar, y era una sensación muy desagradable.
Se forzó a ser la que gritase que habían vuelto para que se enterasen los de dentro, al menos, pero posiblemente en su tono de voz ya se podía intuir que la excursión no había salido precisamente bien. La edeel miró los rostros de Eitne, Milo, Nime y Rox sin saber qué decir. Rena ya había dicho “lo siento”, no tenía sentido repetirse. Por suerte, Pelusa tomó las riendas como solía hacer, ya que a ella no le hubiese salido en aquellos instantes.
Algo… algo tuvo que atacarla pero no… —quiso completar la explicación de la mona del queso, sin demasiado éxito. Su voz se quebraba y amenazaba con volver a echarse a llorar—. Tengo que ayudar a Rena.
Salió corriendo sin pensar siquiera. No podía pensar o no se vería con fuerzas para seguir adelante. Tenía demasiado reciente a Mike y solo quería que… No lo sabía. Quería irse. Quiso preguntarle a la irrense mientras cavaban si ella sabía cómo podían irse de aquella ciudad, pero no lo hizo. Ya conocía la respuesta a aquella pregunta.
Tak
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.

Personajes :
Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
Kin: demonio raigaurum irrense.
Ayne: anima sinhadre.
Eara: sinhadre sin esencia.
Nime: demonio mineral libense.
Iemai: cercana, fallecida.
Airi: sanaí.


Unidades mágicas : 8/8

Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.


Armas :
Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
Kin: alfanje y guan dao.
Ayne: sable.
Eara: ballesta de repetición.
Nime: dagas.
Airi: vara y arco.


Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

31/07/18, 04:06 pm
En un momento estaba disfrutando de los cortes de pelo, sacándose retratos con el brazo de Milo y divirtiéndose con las tonterías que surgían en el proceso, y al otro, el mundo había vuelto a desplomarse. El grupo que había salido regresó bastante antes de lo previsto, algo que de por sí podría ser una mala señal, pero Nime disfrutaba por fin de una tranquilidad que no había sentido en días y no quería volver a perderla. Solo cuando se percató de la ausencia de Hiss comprendió que se había relajado, y empezó a sentirse mal, como aquello hubiese tenido la culpa de lo sucedido. Sabía que no era así, pero no podía evitar sentirse fatal.

Todo atisbo de las sonrisas que habían logrado hacer salir había desaparecido con unas pocas palabras. Los que acababan de regresar parecían abatidos, y Nime no supo qué hacer. No había heridos que atender, no había nada hacia lo que desviar su atención. Habían perdido a Hiss, y eso era todo. Quería preguntar más detalles, comprender cómo habían podido perder de vista a una persona, pero sus caras lo decían todo. No sabían más que lo que ya habían dicho.

Nime buscó a Guille con la mirada. Si quería hacer preguntas se las haría a él, más adelante. ¿Habría visto el contenido del hatillo que traían? ¿Qué contenía? No quería ni imaginárselo. La cara sin carne de Mike todavía aparecía en sus pesadillas. Terminó por decidirse a levantarse del sofá y acercarse al niño.
¿Estás bien…? —preguntó en un tono inusualmente bajo. Le temblaban la barbilla y las manos. ¿Iban a morir todos? ¿Uno a uno?
Yber
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
Dirke/Ramas.
Giz.
Tap/Malahierba.
Lara 37/Saria Omen.
Rasqa: parqio transformado en moloch.
Eitne.


Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

31/07/18, 05:52 pm
Eitne se lo estaba pasando pipa, como un niño fuera de Rocavarancolia; como le correspondía a alguien de su edad, o de la de Nime, o de la de Rox y Milo… Su corte de pelo, a su entender, estaba perfecto, y se miró en la superficie de la olla con tanta o más emoción que si su madre le hubiera regalado un juguete nuevo. Continuaron pelando a Nime, que también quedó guapísima, y luego Milo les hizo unos últimos arreglos antes de que posaran para una foto. Eitne sonrió tan fuerte que los ojos se le cerraron. Luego se quedó maravillado con la tecnología irrense, algo que aún no acababa de entender. Le parecía muy bonito que Milo pudiera guardar consigo mismo un recuerdo tan especial y en parte deseaba hacer lo mismo. Pensó que tal vez cuando acabara todo se haría un tatuaje nuevo.

Cuando llegaron los demás, Eitne los esperó sonriente en el salón, dispuesto a contarles todo lo que habían hecho (especialmente a Guille, por si quería que le cortaran el pelo luego); también tenía muchas preguntas sobre los del otro grupo. Sin embargo, les vio las caras y la expresión le cambió de golpe. Contó las cabezas y se le inundaron los ojos. Las preguntas cambiaron: ¿Y Hiss? ¿Dónde estaba Hiss? ¿Qué había pasado? No podía ser verdad, el niño se lo repetía una y otra vez mentalmente. No podía ser. Apenas habían pasado dos semanas desde lo de Mike, Eitne no quería otro entierro.

No llores, Eitne… —se dijo a sí mismo en un acto reflejo, repitiendo el ritual que le permitía dormirse cada noche. Hablaba en susurros, solo para sí mismo—. Tienes que ser fuerte. Tienes que ser fuerte. Tienes que ser fuerte…

Las ganas de llorar no se le fueron, pero el niño se sintió capaz de contener las lágrimas que amenazaban con cruzar la frontera entre la tristeza y el llanto desconsolado. Se frotó los ojos, cogió las muletas y se acercó con cuidado al grupo. Le dedicó una sonrisa triste a Guille y, como vió que Nime ya se preocupó por él, el daeliciano se giró al resto:

¿Vosotros estáis bien? —se notaba en su voz que se esforzaba por no llorar.

El niño los escaneó uno por uno en busca de heridas: arañazos, mordiscos, raspones, tal vez moratones… Inconscientemente se aseguró de que todos mantenían sus dos piernas y sus dos brazos; pues, desde su nueva perspectiva, aquello había dejado de ser una seguridad. Sabía que Hiss ya no estaba con ellos, que había muerto fuera como fuese, y aun así no pudo evitar soltar un suspiro de alivio cuando descubrió que el resto estaba bien. Que, de nuevo, solo había caído uno.

Eitne ya no se acordaba de lo bien que había empezado el día, se apagó tal y como hacían los niños en Rocavarancolia.

_________________________________________

No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Cuervo
Cuervo

Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Personajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora

Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala



Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

31/07/18, 10:52 pm
Guillermo camino agarrado a la mano de Zobriel, no la soltó ni siquiera cuando se le durmió, camino con la mirada fija, una mirada que mostraba una cabeza llena de preguntas que no se quería formular.  

¿Por qué tanto dolor?, ¿por qué tantas muertes?, ¿por qué tanto miedo?, ¿por qué tantas dudas?, ¿por qué nada salía bien?, ¿por qué solo perdían?, ¿porque todo hacia daño?, ¿Por qué estaban aquí? ¿Por qué no podemos vivir en paz? ¿Por qué se iba la gente que quería? ¿Por qué les ocurría esto a la gente del torreón? ¿Por qué….

Con la mirada fija, perdida, vacía, con la sinceridad con la que ve un niño la vida, todo era mucho más fácil en la cabeza de Guille, en su cabeza todo debía tener sentido. Mirando desde fuera el torreón, ¿de que servían sus muros?, ¿de que servían sus armas?, ¿de que servían sus esfuerzos?.

Entro sin levantar la mirada, mirando el suelo, como si eso le protegiera de alguna manera, entro detrás de los mayores, que como pudieron, explicaron lo que había ocurrido.

Pronto cuando Eitne y Nime le preguntaron preocupados, guille levanto la cabeza y los miro a los ojos, y su mirada se poso sobre sus peinados, y lo primero que hizo fue reír, reír, reír desconsoladamente por lo que se habían echo en la cabeza, pero pronto la risa se confundió por llanto, un llanto profundamente triste y desesperado. Y moviendo la cabeza mirando a cada uno a los ojos, hizo una pregunta a cada uno, una pregunta que no tenia respuesta:

- ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? –gritaba, tantas explicaciones necesitaba Guille para poder entender el sentido de todo esto.

Ya estaba llorando otra vez, aun cuando se prometió que no lo volvería hacer, volvía a ser una carga, un niño pequeño, quizás no había crecido tanto, todavía era un niño que confiaría en una luciérnaga.

_________________________________________

☽◯☾:
Red
Red

Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
Saren: Selkie roc idrino.
Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
Sekk: Berserker ulterano.
Remilo: Brujo del cobre irrense.
Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

02/08/18, 12:13 am
Aquel momento de paz se desvaneció en el aire como la ilusión que era en cuanto sus compañeros regresaron al torreón. Milo solo necesito ver sus rostros cuando franqueaban la puerta para intuir que algo no iba bien, pero se negó a creerlo hasta que no se percató de la ausencia de Hiss.
No puede ser —murmuró con incredulidad mientras la sonrisa que había exhibido durante toda la mañana se agrietaba en su rostro—. ¿Donde... ? —empezó, enmudeciendo cuando Rena y Adru desaparecieron escaleras abajo con expresión sombría.

El irrense escuchó la historia en silencio sin apartar la mirada del paquete que cargaba Pelusa, incapaz de comprender como podían las cosas volver a ir tan mal. Se había engañado al pensar que podían volver a relajarse tras lo de Mike, pero apenas habían comenzado a recuperarse de aquello cuando la ciudad les golpeaba de nuevo con fuerza llevándose a otra compañera sin que supieran realmente como había pasado.
¿No visteis nada? —preguntó al aire con la voz cascada sin esperar realmente una respuesta, sintiéndose inútil y culpable a parte iguales por haber decidido quedarse en el torreón.

Los gritos de Guille le angustiaron sobremanera, por lo que se acercó a los niños e intentó consolarlos lo mejor que pudo, abrazándoles con fuerza sin decir nada. Algo como “todo irá bien” sonaba hueco después de tantas tragedias y, dadas las circunstancias, lo mejor era no decir nada.

Enterraron lo poco que quedaba de Hiss en el patio, junto a Mike, y el resto del día cada uno lo paso perdido en sus propios pensamientos. A pesar de todo el norteño intentó no dejar solos a los más pequeños y trató de distraerlos lo mejor que pudo, aunque los ánimos no estaban para juegos y sus intentos fueron más bien infructuosos.

Cuando calló la noche muchos ya se habían ido a dormir, agotados por los sucesos del día y sin ganas de permanecer despiertos, pero el hacker echó en falta a su compatriota en el interior del torreón y salió a buscarla al patio. La encontró apoyada contra las enredaderas, profundamente dormida, y durante unos segundos dudó si despertarla o dejarla descansar. No le habría importado quedarse vigilando, pero se impuso el sentido común y se dijo que podría volver a dormirse bajo techo.
Despierta Rena —la llamó con suavidad, agachándose a su lado y sacudiendola ligeramente por el hombro—. Vas a coger frio...
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Invitado
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Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

02/08/18, 02:02 am
Rena no sabía en qué momento se había quedado dormida. Milo la despertó y fue una suerte de que no saliese del sueño de golpe como le pasaba ultimamente, porque seguramente le habría roto la nariz sin querer a su amigo.

-Hey. Me quedé empanada -dijo. Se frotó los ojos. -Joder sí que hace frío, sí.


Tenía la piel de gallina y le moqueaba la nariz. Las enredaderas se habían cubierto de una fina capa de humedad. Parecía que conforme aparecían más estrellas en el cielo el frío iba aumentando. Rena se puso en pie con cierto esfuerzo, pues se le habían dormido las piernas. Miró al cielo y soltó un bufido burlón, como si le hubiesen contado un chiste malo.

-Es de risa, hace unos meses habría matado por ver un cielo así, y resulta que sí que hacía falta que muriese gente para verlo...

<< Un niño por cada estrella >> pensó con amargura.

Se dispuso a seguir a Milo al interior del torreón pero en realidad no quería entrar. A pesar del frío, necesitaba reunir fuerzas unos minutos más antes de enfrentarse a los durmientes; los niños que aún estaban con vida. Sujetó a su compatriota por la camiseta para evitar que se alejara y apoyó la frente sobre su hombro.

-Déjame estar así un poco más -pidió.

Milo era una de las dos personas del torreón ante las que se permitía mostrar debilidad. Eran como ella; adolescentes que se habían visto obligados a asumir una responsabilidad demasiado grande. Ellos sabían, al igual que la propia Rena, que ninguno tenía ni puñetera idea de lo que estaban haciendo, pero debían fingir igual. Sonrió.

-Míranos, fingiendo que somos responsables. Si en Irraria me hubiesen dicho que acabaría como guardiana de un puñado de críos me habría reído en su cara -Como si quisiera representar ese momento a la irrense se le escapó una risa ahogada -''No durarían ni una semana'' habría dicho. Y mira, algo más de una semana sí nos han durado.

Su tono era de burla sin embargo tenía las mejillas mojadas por las lágrimas. Rena rompió en una especie de mezcla entre risa y llanto, como si su cuerpo ya no supiera cómo reaccionar a su situación.

-Creo... -dijo entre hipidos -creo que necesito un abrazo.

Dejó que su amigo la abrazara y por unos minutos pudo ser quien realmente era sin sentirse culpable: una adolescente asustada que nunca había salido de su pueblo.
Muffie
Muffie

Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación

Personajes :
Wednesday: Vouivre humana británica.
Karime: Licántropa loba libense de la capital.
Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.



Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
Ka: Le falta el ojo izquierdo.
Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.


Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.

Armas :
Wen: Guadaña doble y arco.
Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
Kim: Arco, machetes y dagas.
Neil: Cuchara de madera y cera.
Edén: Magia y sonrisas amables.
Colmillo: inutilidad.



Humor : Absurdo

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

02/08/18, 01:32 pm

Cuando llegaron a Letargo, Neil todavía estaba abrazado a Adru, pero se separó al momento de entrar. El aurva no quiso formar parte de la explicación porque por su culpa habían ido en la dirección contraria y si no hubiera sido así quizás podrían haber salvado a Hiss "Como si aquel monstruo que la había devorado no lo hubiera hecho con todos" se dijo viendo que, en realidad, había sido Hiss, pero podrían haber sido todos. Aquello no le hizo sentir mejor.

El sinhadre se separó del grueso de sus compañeros en cuanto entraron y se retiró en seguida en busca de madera y de su navaja. Mike tenía varias figuritas hechas por él en su tumba y Hiss se merecía otras tantas, por lo que sin perder tiempo se puso a tallar intentando olvidar lo que aquel día había pasado, pero no pudo. Su llanto y gimoteos hacían a sus dedos torpes que, si bien no se terminaban cortando, si se terminaban golpeando contra la navaja o la madera haciendo que su piel se hundiera. Además, de la angustia la presión a su alrededor subió y los oídos se le taponaron. ¿Por qué había sentido la necesidad de ir a aquel lugar? ¿Qué tenía aquel lugar que le había llamado tanto? ¿Y por qué solo lo había sentido él?

Cuando finalmente sí se cortó con la navaja y la sangre comenzó a manar de su dedo abollado, Neil desistió de la talla y se dedicó solamente chuparse el dedo herido y a llorar por todo lo ocurrido desde el día en el que lo trajeron a aquel lugar.

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"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
Lathspell
Lathspell

Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

02/08/18, 06:15 pm
Las horas para el pequeño nublino se confundían entre mirar hacia el frente sin un objetivo fijo, y tratar de estar lo más ocupado posible. El dolor y la frustración de lo ocurrido con Hiss habían hecho un perfecto agujero dentro de él, agujero que era llenado por la angustia. Estaba agradecido por no haber tenido que intervenir en el entierro de Hiss, y aun así, también se sentía en falta por aquello. No podía aun acostumbrarse a que un lugar en el que habian pasado tanto, ahora fuera un sitio tan tétrico donde se habían dando tantas malas noticias. Incluso su preciado jardín ahora parecía que sin él, estaba creciendo mas y mas.  "Quizás gracias a Mike ahora me ayuda, y ahora Hiss también" llego a pensar mientras se levantaba del suelo y se dirigía al interior.  Dio un último vistazo al cielo antes de refugiarse del frio.

Ya no se sentía seguro ni fuera ni dentro, la diferencia era que en el torreón no tenía tantas cosas que le recordaran sus temores. Había estado despierto desde temprano y aun así el sueño no llegaba a él. Mirar las estrellas no lo estaba ayudando, y en su costumbre de aislarse con cualquier excusa, no sabía que mas hacer. Estaba intranquilo, tan simple como eso. Hace días que había esbozado una amplia sonrisa mirando el cielo de la ciudad.  Ahora sabia que cada vez faltaba muchísimo menos para la salida de la Luna, para aquel esperado momento que llevaba soñando toda su vida. Soñando sonaba raro en la mente de Zobriel. Había conocido y perdido amigos, había descubierto que dioses y demonios se mezclaban unos con otros... tal vez no existiera palabra clara para definir el anhelo y miedo que tenia. Tal vez "pesadillando" sería una buena palabra para esa sensación de querer ser un monstruo mas  de aquel sitio. Y con esa sensación anudándole la garganta se fue a tratar de dormir

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Habían pasado varios días. La idea macabra de que las plantas del torreón se alimentaban de sus amigos había hecho que no se acercara tanto al jardín, sin embargo todos los días pasaba por allí en las mañanas saludando a Mike y Hiss, y a las plantas. Crecían mas y mas y aunque bien podría tratarse de cualquier fenómeno mágico-místico-rocavarancoles, el pensaba que algo tenía que ver con sus amigos enterrados. Los días habían pasado a veces lentos y a veces fugaces, cada salida le tensaba no solo el cuerpo sino el alma. Hacía tiempo que había ya dejado de lanzar el pulso purpura diariamente, ahora solo se sentaba, después de los almuerzos, apoyado en la estatua hasta que había algo que hacer o hasta que la noche estrellada caía sobre ellos. La misma ciudad había diluido de la consciencia de Zob los detalles de muchas cosas, detalles que eran opacados por el dolor y las penurias que sufrían. Sin embargo una de tantas tardes había recordado los cuentos que le decían de pequeño,
- Esa estrella marcaba el inicio... - había comentado en voz alta a los niños que estaban por allí. Sabía que Adru y algunos de los mayores lo estaban escuchando, pero no olvidaba la lejana pelea con Rox y el que no todos estaban añorando como el la transformacion, así que continuo hablándole a los pequeños mientras miraba a Eitne y se sentía como un mayor contando "cuentos de viejas" - En Nubla nos decían que hasta el cielo se iluminaba para darle la bienvenida a los nuevos dioses..bueno..y-ya me entienden, desde que apareció esa estrella han salido muchas más.....l-la Luna esta cerca aunque no sé cuando...y aun así....las estrellas ya en sí mismas son preciosas ¿no?

Hablar ante todos siempre era más sencillo en su cabeza. Nunca sabia que decir al final y se quedaba como colgando. Ese día había  comentado un poco más sobre lo que le contaron de pequeño y de que no debería faltar mucho para la salida de la Luna Roja. Pero no sabían cuanto era ese "no mucho más". Desde aquella tarde los días pasaron  lentos para Zob, lentos y pegajosos, entre risas  y silencios que le llenaban la cabeza de muchas cosas. Uno tras otro pasaron hasta aquella tarde. El niño gris había estado nervioso, las flores del torreón entero estaban casi en su plenitud, y eso de alguna manera lo asustaba. La ciudad había estado en ruinas, cielo había estado  apagado, y poco a poco se sentía todo diferente. De alguna manera Zobriel sabía que aquel día era distinto, distinto de cualquier cosa que hubiera vivido antes. Pero no pudo evitar que a pesar del miedo, su cuerpo lo llevara al patio, quería ver el cielo y las flores del torreón.

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El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
Tak
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.

Personajes :
Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
Kin: demonio raigaurum irrense.
Ayne: anima sinhadre.
Eara: sinhadre sin esencia.
Nime: demonio mineral libense.
Iemai: cercana, fallecida.
Airi: sanaí.


Unidades mágicas : 8/8

Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.


Armas :
Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
Kin: alfanje y guan dao.
Ayne: sable.
Eara: ballesta de repetición.
Nime: dagas.
Airi: vara y arco.


Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧

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02/08/18, 10:48 pm
A Nime le destrozó ver toda la desesperación que se había generado a su alrededor. Quería apartarse para llorar hasta quedarse seca donde nadie la pudiese ver, pero volvía a estar asustada y no quería estar sola. Era demasiado difícil llevar una vida normal en aquel lugar. No podían relajarse ni un solo día.

Y así siguió avanzando el tiempo, con Nime asustada de relajarse y perder a alguien más. La próxima vez podría ser ella, incluso. Lo cierto era que la niña no se podría haber relajado ni aunque quisiera, porque la ciudad parecía cada día más crispada, y ella se crispaba también. Que Zob les hubiese contado que no debía de faltar mucho para que cambiasen no ayudaba, porque aún no había terminado de asimilar aquella información incompleta. Ni siquiera le consolaba que las estrellas fuesen bonitas y nostálgicas, no si anunciaban lo que estaba por venir.


Era una mañana como otra cualquiera cuando Nime se despertó solo un poco menos temprano que Adru, con el nerviosismo en la boca de su estómago. Apenas fue capaz de desayunar nada y se pasó gran parte de la mañana revisando y clasificando su colección de insectos. Muchos se habían estropeado y ya no tenían ningún valor. No podía conservarlos en condiciones, pero aun así no quería renunciar a sus bichos exóticos.

Cuando sintió un temblor, mayor incluso que los que se habían sentido toda la semana, fue cuando la libense dejó lo que estaba haciendo y bajó al salón para estar en compañía. No era solo el temblor lo que la tenía asustada, pero no sabía explicar con palabras lo que sentía. Cuando cayó la tarde, estaba sentada en el suelo tratando de moldear una pequeña llama, frustrada como siempre porque no era capaz de hacer cosas tan chulas como otros. Ni siquiera era capaz de hacer cambiar las llamas de color con el otro hechizo.
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02/08/18, 11:05 pm
Los días fueron pasando y parecía que según ellos se apagaban la ciudad despertaba. El tiempo se hizo más frío pero eso no le impidió a la irrense salir un rato todas las noches a mirar las estrellas y las auroras que aparecían de vez en cuando. Pudo recuperar su vieja ropa térmica y eso le ayudó a sobrellevar la ansiedad más de lo que le gustaba admitir, y es que esta parecía haberse instalado permanentemente en el torreón.

Zob les confesó un día el significado que su cultura le daba a la primera estrella que habían visto en el cielo. No solo eso, parecía que cada nueva estrella y cada cambio perceptible en el ambiente presagiaba la llegada de la Luna Roja. Rena no hablaba de ello, pero pensaba a menudo en lo que significaba que esa cosa del cielo pudiese convertirlos en ''dioses''; más que el cambio de aspecto (aunque eso también le daba miedo) era la parte psicológica lo que le helaba la sangre. La ciudad era cruel, su sistema era cruel y la gente que vivía allí se había revelado como unos hijos de mala leche. ¿Y si eran así por la influencia de la Luna Roja? Conforme pasaban los días ese pensamiento se hizo más recurrente. Había algo ominoso en el aire y sabía que no eran imaginaciones suyas pues lo había comentado con sus compañeros y todos lo sentían: algo horrible iba a ocurrir.

Lo peor era no saber exactamente cuándo. Le había preguntado a Zobriel alguna que otra vez y el nublino no podía darle una respuesta clara. Solo tenía historias de viejas, no datos. Aquello frustraba horriblemente a Rena. Tenía rachas de mal humor que apagaba quitándose de en medio y pegándole a algo para no pagarlo con los demás. Salvo estos arrebatos intentaba alejarse lo menos posible de sus compañeros. Se reunían en el salón a menudo para hacer cualquier cosa, aunque fuera estar mirando al techo cada uno por su lado. Los hechizos que se había traído del edificio chungo sirvieron un tiempo. Los hacedores de magia los probaron, salvo Milo, que por alguna razón se escaqueaba, y aunque no era un hechizo muy útil era perfecto para tener a los enanos entretenidos durante horas.

Ya no salían casi, salvo que fuera estrictamente necesario. Incluso cuando salían a por comida se aseguraban de tener suficiente para que les durase, pues sus queridos rataespines ya estaban creciditos y anormalmente agresivos. Era una ilusión bastante estúpida pero a Rena le decepcionó ver que no habían sido capaces de domesticarlos.

Ese día lo pasó como tantos otros: se levantó con mal cuerpo y sueño, desayunó algo, hizo sus ejercicios y luego se echó a dormir otra vez. No se levantó hasta que se requirió su ayuda para poner la mesa para el almuerzo. Disculpó su pereza mañanera fregando platos y luego se apoltronó en el sofá con un trozo de madera y una navaja. Talló la cosa más fea que había hecho en semanas, de hecho era tan feo que Rena se durmió para no tener que verlo, todavía con el reproductor de música encendido. Roncó como un oso hasta que la despertó el temblor.

-¡CARAJO!

No era una sorpresa, los habían tenido antes, pero no tan fuertes. La palabras de Zob le rondaron la cabeza y se le aceleró el corazón.

Todos estaban nerviosos. Rena hasta tuvo que cortar la música en un momento porque solo le crispaba los nervios a los demás. Con la caída de la tarde propuso algo rápido de merienda, algo de queso y fruta y pan con manteca. Hacía tiempo que no merendaban en condiciones y todos juntos en lugar de comisquear cada cual por su lado (vale que el sabor raruno de la comida tenía culpa, pero echaba de menos la costumbre)
Evanna
Evanna

Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia

Personajes :

Armas :

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02/08/18, 11:54 pm
Los días posteriores al entierro de Hiss no fueron los mejores para Pam, su luto se baso en autocompadecerse por un lado y mentalizarse por otro, que ella no había sido la que le había pedido a Hiss alejarse. Aquella batalla de emociones la dejo realmente agotada, física y mentalmente y las pesadillas que siguieron sucediendo y los evidentes los temblores que a veces la hacían despertar, sobresaltada al repasar que todo el torreón se le caería encima, no ayudaban mucho.

Pero al final, al igual que todas las veces anteriores se repuso, todo lo que podía dado el caso, no tenia otra mas, al igual que le ocurrió con Mike, se mentalizo en vivir con mas ganas aunque antes, un poco mas aun pues ahora debía sumar a Hiss. Pero eso no quitaba que su futuro no le resultara cada vez mas inquietante, sabiendo lo que venia,como el día del que tanto Zobriel había hablado aprecia acercarse a ellos con cuentagotas, moviendo la tierra, trayendo estrellas al cielo, cambiando poco a poco todo lo que habían conocido de esa ciudad hasta el momento.

Pam había creído que estaba preparada para ese momento y lo estaba, de algún modo, llevaba mentalizada a aquello ocurría le gustase o no, pero no podía evitar la mezcla de miedo y ansiedad, cuando con cada día que despertaba se miraba a si misma esperando encontrar alguna muestra de que la luna se acercaba. Mirando noche tras noche aquel cielo plagado de mas y mas estrellas, como algún entidad burlona decidiera pegarla una a una en el cielo a cuentagotas, como si en cualquier momento fuese a aparecer en este por arte de magia la tan aclamada Luna Roja.

Intento no obsesionarse con eso aun así, aunque se sentía con los nervios de punta ante cada temblor, ante cada signo que sus compañeros dieran de algún tipo de cambio, por lo que notando que empezaba a ponerse demasiado nerviosa, decidió que necesitaba calmarse, recuperar el control de si misma y de su rutina antes de acabar perdiendo lo estribos.  << Va ocurrir, diga lo que diga,, tema cuanto tema...y no va a servir de nada ponerme histérica ahora. Mente clara o no vas a soportarlo y acabaras volviéndote loca>> era los pensamientos que se decía una y otra vez, de variadas maneras para recuperar la compostura, como autosugestión. No sabía si cuerpo cambiaría, si su mente lo haría y necesitaba mantenerse lo mas serena que pudiera o correa realmente el riesgo de perderse.

Lo intento y con esfuerzo lo consiguió, los hechizos obtenido en aquella casa del demonio sirvieron bastante para recuperar el control y la rutina, no pensar únicamente en los temblores y en la tensión del ambiente de la ciudad, que esperaba agazapada, cual gato al acecho. El traducirlo y el enseñárselos al resto, le hizo sentir útil, le hizo pensar que todo era como antes, como si no tuvieran sobre sus cabezas una cuenta atrás invisible. No se acomplejo al notar que de nuevo era incapaz de hacer magia, sentía que algún día podría, mas tarde o temprano, estaba segura...incluso si ahora ya no confiaba tanto en la suerte desde que había notado esta les habida dado la espalda, aun confiaba ya no tanto en la suerte, sino en su propia capacidad.

El temblor de aquel día le despertó, de un salto como todos los anteriores y Pam estuvo gruñendo entre dientes durante un buen rato, con los nervios de punta. No sabia cuando pareciera la dichosa Luna pero al espera estaba siendo mas fastidiosa que el simple hecho de verla ya en el cielo. Lamentablemente Zobriel no sabia cuando aparecería por lo que solo les quedaba esperar.

Tras aquel mal despertar, su mañana fue de lo mas normal, a conciencia y con la llegada de la tarde, se apoltrono en el sillón en el que dormía durante las noches, al que había bautizado prácticamente como propio en las ultimas semanas, viendo a sus compañeros practicar con los últimos hechizos de magia de fuego que les había traducido, con algunas excepciones.

Vigilandolos, sin fiarse ni un pelo de que no fuesen a causar al destrozo, que ya solo les faltaría prendieran fuego a algo mientras admiraba sus intentos y los resultados conseguidos en aquel espectáculo de llamas.

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Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad

Spoiler:
Cuervo
Cuervo

Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Personajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora

Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala



Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

03/08/18, 12:20 am
Gracias a sus compañeros Guillermo consiguió relajarse. Los dias pasaron con tranquilidad dentro del torreón, una tranquilidad que contrastaba con la ciudad, que cada dia dabas mas muestras de vida, más ruidos más sensaciones.

Guillermo sabia lo que iba a pasar se lo habían dicho los mayores, saldría una luna roja, y los traformaría en dioses o en monstruos, que de alguna manera era lo mismo. Guillermo lo tenia claro, ocurriera lo que ocurriera el conocía a sus compañeros, ellos iban a ser iguales ocurriera lo que ocurriera, el exterior no importaba, y la prueba viviente era el pelo que se habian echo  jugando a ser peluqueros.

"Pero quizás cuando eso ocurra nos hará  lo suficientemente fuertes para que no muera nadie más" y quizas Guillermo tenía razón habia que ser verdaderamente fuerte en está ciudad para poder vivir tranquilamente riendo y jugando.

El dia de Guille habia sido como siempre, ya se habian acostumbrado a los pequeños terremotos, Guillermo se despertó tarde, corrio a desayunar y como siempre estuvo apunto de tropezar. Se paso la mañana buscando conversaciones aleatorias con el primero que pasaba sobre un tema también aleatorio. Tras la comida, se tiro en el sofá y bajo sus juguetes y se quedo jugando junto Eitne y Nime que se esforzaba por cambiar de color las llamas sin éxito, y felicitó a Rena por hacer la figura mas fea que habia visto, eso sin duda eso debia ser una habilidad y su obra debia ser expuesta en un museo, y le preguntó si se la podia quedar.

Pero ese no era un día normal y Guillermo en el fondo ya lo sabia y el fuerte terremoto se lo recordó. ese pensamiento estaba latente en la cabeza de todos, se podia sentir en el ambiente. Guillermo encontró una respuesta rapida y sencilla debia ser porque llevaba mucho tiempo, por lo menos un dia, sin dar abrazos a sus amigos, asi que corrió a hacer una ronda de abrazos a cada uno, incluso si se negaban, los perseguiria dando gritos con las manos en alto.

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☽◯☾:
Yber
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Personajes :
Dirke/Ramas.
Giz.
Tap/Malahierba.
Lara 37/Saria Omen.
Rasqa: parqio transformado en moloch.
Eitne.


Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.

Torreón Letargo (Archivo VII) - Página 19 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo VII)

03/08/18, 12:39 am
Eitne acabó el día con muy pocos ánimos. Lloró mucho, a veces por el cúmulo de sentimientos a los que no sabía ponerles nombre; a veces porque pensaba que él podría ser el siguiente y otras, por contagio de sus amigos. Sin embargo, el entierro volvió a traerle algo de paz. Eitne llenó la tumba nueva de cristales, igual que la de Mike, y le mandó a Hiss un mensaje para que se lo llevara consigo y lo entregara a todos sus compañeros muertos. Aquel gesto, cada vez más alejado de sus creencias originales, le sirvió para aliviar la pena los días posteriores. Igual que le había ocurrido tras la pérdida de la pierna, puede que incluso más rápido, Eitne recuperó su buen humor, su curiosidad y sus ganas de jugar.

Como siempre, seguía aguardando al anochecer en el patio para mirar los colores del cielo y las estrellas nuevas. Se acostaba tarde, hablándose a sí mismo para poder dormir, y si tenía la suerte de sobrevivir a las pesadillas, se levantaba para desayunar tarde. Cuando no jugaban a cualquier cosa con Guille, Nime, Adru o incluso los mayores, Eitne retomó sus prácticas de magia. Sentía cierta envidia por todas las cosas que Neil era capaz de hacer y que el resto no, pero se decía a sí mismo que si el era pequeño, su magia también; tenían que crecer juntos.

El niño estaba aprendiendo a disfrutar de las pocas cosas que les daba la ciudad. A veces incluso charlaba con los murciélagos (aunque no le hacían caso nunca, ¡los maleducados!) o los bichos del jardín (un poco más agradables estos). Cuando Zob les explicó que la luna se acercaba, Eitne fue capaz de colocar el miedo en un segundo plano, su expectación por lo que venía solía ser más fuerte y el niño elucubraba con lo que tal vez sería o cómo se querría llamar. Este último tema salió a colación de los papeles que fotografiaron, a Eitne le había gustado mucho el ritual de cambio y solía hablar de que él quería tener un nombre dulce, para que los niños que vinieran después que él no le temieran.

Sin embargo, los días más tormentosos, más fríos o incluso de temblores, el miedo cobraba fuerza y Eitne volvía a pensar en lo que sería de ellos si las cosas no salían bien. No solo le preocupaba su propio aspecto, sino el de todos sus compañeros. Todos habían sobrevivido valientemente y se merecían tener algo bonito esa noche.

—————

El día pasó como todos, pues para Eitne no había diferencia entre los días de salir a por cestas de los que no. Remoloneó en la cama hasta que no le quedó más remedio que despertar y desayunó casi a mediodía, aunque eso no le impidió comer de nuevo a su hora con todos (y sin sabor). Por la tarde estuvo en el salón, junto a sus compañeros, practicando el hechizo para tintar las llamas. Se había puesto el reto de conseguir degradados chulos como los de Neil o, en el peor de los casos, conseguir que las llamas tuvieran el mismo color que su piel.

¡Mirad, mirad! —compartió su entusiasmo en cuanto vio que la llama sobre su mano mutaba a un morado oscuro.

Acercó la llama coloreada tanto como pudo a su cara, al ser tan oscura lucía mucho menos y podía ver más de cerca cómo bailaba el fuego. En ese instante, todo volvió a temblar y el susto deshizo el conjuro de Eitne, apagando la llama al instante.

¡Jope! —hizo un mohín breve y luego dio una palmada al suelo de piedra del torreón—. Yo creo que Rocavarancolia también está nerviosa… —le dijo en voz baja a los más pequeños.

Cuando Guille comenzó la ronda de abrazos, Eitne le respondió con un abrazo muy fuerte y muy, muy de verdad. Su abuela decía que los abrazos por compromiso se notaban y que eran una de las cosas más feas que los daelicianos pequeños podían hacer, así que se esforzó porque el de Guille fuera como los de papá y mamá y la yaya. Como los que le habría dado a uno de sus nueve hermanos de Rocavarancolia.

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No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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