Prisión (Archivo VII)
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Léthe0
Bellota
Neith2
Merodeador
Naeryan
Dal
Alicia
Leonart
Jack
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alpeca
LEC
Lops
Reifon
Aes
Jikan11
Seth
Manasard
Kial
Lathspell
Tak
Kanyum
Red
Evanna
Giniroryu
Yber
Muffie
31 participantes
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 09:06 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Fueron los temblores los que terminaron por despertarla. Abrió lentamente los ojos sintiendo un nuevo estremecimiento al tiempo que intentaba cubrirse aun mas con el poncho instintivamente, dándose cuenta que se encontraba sobre una cama. Soñolienta aun y con el frío calando su cuerpo desnudo bajo el poncho miró alrededor. Estaba en un cuarto sin mas luz que la que provenía del pasillo, pues la puerta estaba entre abierta, acostada en una cama que había tenido mejores tiempos, aunque para ella era un pequeño lujo.
Los recuerdos de su breve encuentro con Dama Aroma llegó a la mente de Pam. Frunció el ceño pues aquel sitio no tenia pinta alguna de ser magnifico, parecía un tugurio de mala muerte. Agarro el mango del cuchillo dentro de su delantal para conseguir seguridad antes de bajarse de la cama, sintiendo la piedra bajo sus pies.
<<Que lugar mas extraño>> pensó acercándose despacio a la puerta no habiendo NAda mas que ver allí salvo suelo sucio y una cama incomoda. Empezaba a temer el haberse equivocado por confiar en Dama Aroma ¿y si había sido llevada a otra granja? <<La suerte no puede ser tan cruel...>> inquieta, asomándose un poco por el orificio que permitía que entrara cierta luz en el cuarto. No había nadie fuera, solo un largo pasillo cubierto de piedra. No había ordes alguno fuera y aquello le era extraño. Las granjas siempre estaban cuidadas y vigiladas por los ordeses, pero allí no solo no había nadie sino que tenia un aspecto bastante decadente.
<<Incluso si lo hay, tengo mi cuchillo>> aseguro dándose confianza antes de empujar un poco la puerta con esfuerzo, pues era bastante pesada y abrir un hueco lo suficientemente grande para colar su menudo cuerpo. Ya afuera, vio que tanto a su derecha como a su izquierda el pasillo parecía no tener fin y solo era iluminado por la tenue luz de las antorchas. No solo eso, sino que todo era...grande, el techo, la puerta, la cama donde había despertado y aquello solo añadió otra duda mas a la mente de la mono del queso.
-¿Y ahora que? -se preguntó Pam confundida y frunciendo aun mas el ceño. Sin saber donde estaba ni por donde ir, solo le quedaba una opción: dejad que la suerte la guiara. Cogió una de las agujas de su pulsera y acuclilló en el suelo sintiendo un poco mas de calor llegando a ella al hacerlo, colocando la aguja en vertical sobre una de las losas de piedra, la aguja se mantuvo de pies apenas un par de milésimas de segundo después de que apartara el dedo, cayendo hacia un lado antes de rodar un poco y quedarse quieta- A la izquierda entonces - murmuro Pam, tomando la aguja de vuelta y devolviéndola a su lugar, para seguir el pasillo indicando sin dejar de restregarse un brazo para intentar calentarse un poco y con el cuchillo firmemente agarrado en el bolsillo.
Fueron los temblores los que terminaron por despertarla. Abrió lentamente los ojos sintiendo un nuevo estremecimiento al tiempo que intentaba cubrirse aun mas con el poncho instintivamente, dándose cuenta que se encontraba sobre una cama. Soñolienta aun y con el frío calando su cuerpo desnudo bajo el poncho miró alrededor. Estaba en un cuarto sin mas luz que la que provenía del pasillo, pues la puerta estaba entre abierta, acostada en una cama que había tenido mejores tiempos, aunque para ella era un pequeño lujo.
Los recuerdos de su breve encuentro con Dama Aroma llegó a la mente de Pam. Frunció el ceño pues aquel sitio no tenia pinta alguna de ser magnifico, parecía un tugurio de mala muerte. Agarro el mango del cuchillo dentro de su delantal para conseguir seguridad antes de bajarse de la cama, sintiendo la piedra bajo sus pies.
<<Que lugar mas extraño>> pensó acercándose despacio a la puerta no habiendo NAda mas que ver allí salvo suelo sucio y una cama incomoda. Empezaba a temer el haberse equivocado por confiar en Dama Aroma ¿y si había sido llevada a otra granja? <<La suerte no puede ser tan cruel...>> inquieta, asomándose un poco por el orificio que permitía que entrara cierta luz en el cuarto. No había nadie fuera, solo un largo pasillo cubierto de piedra. No había ordes alguno fuera y aquello le era extraño. Las granjas siempre estaban cuidadas y vigiladas por los ordeses, pero allí no solo no había nadie sino que tenia un aspecto bastante decadente.
<<Incluso si lo hay, tengo mi cuchillo>> aseguro dándose confianza antes de empujar un poco la puerta con esfuerzo, pues era bastante pesada y abrir un hueco lo suficientemente grande para colar su menudo cuerpo. Ya afuera, vio que tanto a su derecha como a su izquierda el pasillo parecía no tener fin y solo era iluminado por la tenue luz de las antorchas. No solo eso, sino que todo era...grande, el techo, la puerta, la cama donde había despertado y aquello solo añadió otra duda mas a la mente de la mono del queso.
-¿Y ahora que? -se preguntó Pam confundida y frunciendo aun mas el ceño. Sin saber donde estaba ni por donde ir, solo le quedaba una opción: dejad que la suerte la guiara. Cogió una de las agujas de su pulsera y acuclilló en el suelo sintiendo un poco mas de calor llegando a ella al hacerlo, colocando la aguja en vertical sobre una de las losas de piedra, la aguja se mantuvo de pies apenas un par de milésimas de segundo después de que apartara el dedo, cayendo hacia un lado antes de rodar un poco y quedarse quieta- A la izquierda entonces - murmuro Pam, tomando la aguja de vuelta y devolviéndola a su lugar, para seguir el pasillo indicando sin dejar de restregarse un brazo para intentar calentarse un poco y con el cuchillo firmemente agarrado en el bolsillo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Prisión (Archivo VII)
05/03/16, 11:29 pm
Tayron se alegró de que Dafne le recibiera de forma tan amable y más aún con el subidón que tenía ese día, así que la abrazó contra él y le devolvió el beso en la mejilla.
Cuando habló lo hizo tanto para el daeliciano como para ella.
-Pues sí, hemos encontrado un lugar nuevo, espera a verlo porque es la polla. ¡Y me alegra que quieras ser de los nuestros!- le dijo al chaval- pensábamos que ya ninguno iba a despertar pero es una alegría saber que no es del todo cierto.- le informó sonriente, cuando el chico habló de su aspecto se cruzó de brazos e hinchó el pecho orgulloso- ¿Te gusta?, en realidad mi color natural es el negro, lo que ves verde es solo un tinte- fijándose en Daerhien repasó mentalmente lo que le gustaba de él para decírselo en aquel momento- a mí me mola tu tatuaje en el cuello, yo también tengo uno- le habló mostrándoselo- es un escorpión, ¿Lo peta eh?.
Cuando habló lo hizo tanto para el daeliciano como para ella.
-Pues sí, hemos encontrado un lugar nuevo, espera a verlo porque es la polla. ¡Y me alegra que quieras ser de los nuestros!- le dijo al chaval- pensábamos que ya ninguno iba a despertar pero es una alegría saber que no es del todo cierto.- le informó sonriente, cuando el chico habló de su aspecto se cruzó de brazos e hinchó el pecho orgulloso- ¿Te gusta?, en realidad mi color natural es el negro, lo que ves verde es solo un tinte- fijándose en Daerhien repasó mentalmente lo que le gustaba de él para decírselo en aquel momento- a mí me mola tu tatuaje en el cuello, yo también tengo uno- le habló mostrándoselo- es un escorpión, ¿Lo peta eh?.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Prisión (Archivo VII)
06/03/16, 03:50 pm
Sox asistió al intercambio informal entre los demás con ojos distanciados. Cuando terminaron se dirigió por fin al recién llegado.
—¿Tienes más preguntas?
Informaría al recién llegado de todo lo que le quedara por saber, en su acostumbrado tono conciso y racional, una vez quedó claro que iba a unirse a su grupo. Sox no confería ningún matiz personal a aquella palabra. A los efectos eran un grupo de trabajo: gente unida para completar una tarea, por muy larga y difusa que se presentase en esta ocasión.
Se marcharon al día siguiente.
Se llevaron consigo todo lo que pudiera resultarles útil: lo que habían recogido entre las ruinas y que no estaban seguros de si había en el torreón, también sábanas extra de las mazmorras que sería un desperdicio abandonar.
Además de lo que había propuesto Barael, Sox le encargó a Eorlir que dibujara unas instrucciones en las pared para que fuesen a la fuente, aparte de las otras. El nublino había propuesto dejar agua y comida, pero si los que despertasen tenían algo de sesera en la cabeza no beberían de un agua que llevase allí estancada en un cubo vete a saber cuánto tiempo.
Sox apenas tenía la sensación de que estuviesen avanzando hacia algo con aquella mudanza, pero se aferró a ella con todas sus fuerzas.
Sigue en el Torreón Maciel.
—¿Tienes más preguntas?
Informaría al recién llegado de todo lo que le quedara por saber, en su acostumbrado tono conciso y racional, una vez quedó claro que iba a unirse a su grupo. Sox no confería ningún matiz personal a aquella palabra. A los efectos eran un grupo de trabajo: gente unida para completar una tarea, por muy larga y difusa que se presentase en esta ocasión.
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Se marcharon al día siguiente.
Se llevaron consigo todo lo que pudiera resultarles útil: lo que habían recogido entre las ruinas y que no estaban seguros de si había en el torreón, también sábanas extra de las mazmorras que sería un desperdicio abandonar.
Además de lo que había propuesto Barael, Sox le encargó a Eorlir que dibujara unas instrucciones en las pared para que fuesen a la fuente, aparte de las otras. El nublino había propuesto dejar agua y comida, pero si los que despertasen tenían algo de sesera en la cabeza no beberían de un agua que llevase allí estancada en un cubo vete a saber cuánto tiempo.
Sox apenas tenía la sensación de que estuviesen avanzando hacia algo con aquella mudanza, pero se aferró a ella con todas sus fuerzas.
Sigue en el Torreón Maciel.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Prisión (Archivo VII)
06/03/16, 08:13 pm
Innadriel
La niña se había quedado en las mazmorras mientras el resto exploraba. Estaba siempre con Eorlir y era el único con quien hablaba, al menos al principio. Poco a poco había terminado por convencerse de que —por mucho que le disgustase— tenía que confiar en los compañeros que tenía. Poco a poco se fue soltando algo mas, interviniendo en alguna que otra conversación, aunque mayormente era con monosílabos o alguna frase de no más de cinco palabras. Cuando hablaba se refugiaba detrás de su edeel, como si tuviera miedo de que fueran a comérsela por sus palabras.
El encuentro con el nuevo fue extraño. Innadriel le miraba con desconfianza debido a su color de piel. Bien podía ser otro monstruo, se dijo, pero no le quedaba más remedio que convivir con él como hacía con el resto. Al menos Eorlir podría protegerla si pasaba algo. —Me llamo Ina —fue lo único que dijo, quedándose pensativa y en silencio, mirando los dibujos de su edeel en las paredes. Eran bonitos, aunque nada comparable con lo que le había visto hacer en Sihndro.
Recibió las noticias de la mudanza al nuevo refugio con una mezcla de ilusión y miedo. Por una parte, le alegraba saber que no tendría que quedarse a dormir en aquel sitio más —seguía sin fiarse de que no se colara nada pro las paredes derruidas—, pero salir y arriesgarse a encontrarse a un monstruo por la ciudad no le hacía ninguna gracia.
Cuando se fueron de las mazmorras, la niña apretó la mano de Eorlir, temblando como un flan. No le gustaba salir de día, mucho menos por un sitio que ni conocía. Tenía miedo, demasiado como para intentar ocultarlo siquiera. Iba mirando a todos lados, con miedo a que apareciera un monstruo que fuera a comérselos. «Si se apareciese Jack le exigiría que nos llevase a casa...»
La niña se había quedado en las mazmorras mientras el resto exploraba. Estaba siempre con Eorlir y era el único con quien hablaba, al menos al principio. Poco a poco había terminado por convencerse de que —por mucho que le disgustase— tenía que confiar en los compañeros que tenía. Poco a poco se fue soltando algo mas, interviniendo en alguna que otra conversación, aunque mayormente era con monosílabos o alguna frase de no más de cinco palabras. Cuando hablaba se refugiaba detrás de su edeel, como si tuviera miedo de que fueran a comérsela por sus palabras.
El encuentro con el nuevo fue extraño. Innadriel le miraba con desconfianza debido a su color de piel. Bien podía ser otro monstruo, se dijo, pero no le quedaba más remedio que convivir con él como hacía con el resto. Al menos Eorlir podría protegerla si pasaba algo. —Me llamo Ina —fue lo único que dijo, quedándose pensativa y en silencio, mirando los dibujos de su edeel en las paredes. Eran bonitos, aunque nada comparable con lo que le había visto hacer en Sihndro.
Recibió las noticias de la mudanza al nuevo refugio con una mezcla de ilusión y miedo. Por una parte, le alegraba saber que no tendría que quedarse a dormir en aquel sitio más —seguía sin fiarse de que no se colara nada pro las paredes derruidas—, pero salir y arriesgarse a encontrarse a un monstruo por la ciudad no le hacía ninguna gracia.
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Cuando se fueron de las mazmorras, la niña apretó la mano de Eorlir, temblando como un flan. No le gustaba salir de día, mucho menos por un sitio que ni conocía. Tenía miedo, demasiado como para intentar ocultarlo siquiera. Iba mirando a todos lados, con miedo a que apareciera un monstruo que fuera a comérselos. «Si se apareciese Jack le exigiría que nos llevase a casa...»
- InvitadoInvitado
Re: Prisión (Archivo VII)
06/03/16, 11:57 pm
Y por fin se marcharon. Fueron días largos y tediosos los que pasó Infecto esperando a que los cachorros despiertos dejasen las mazmorras. Habían tardado demasiado en encontrar su torreón, y eso había retrasado mucho sus tareas.
Una miríada de insectos varios se esparcieron por el edificio, entrando por puerta y ventanas, cubriendo las paredes hasta teñirlas de negro lacado. Inspeccionaron las habitaciones, una por una, y el brujo fue tomando nota mental de los cachorros que quedaban. Al menos no tendría que limpiar mucho, se dijo, agradeciendo mentalmente el trabajo que le habían ahorrado los niños. Entró tras su ejército con la intención de estudiar con sus propios ojos a los durmientes, pero aún no había llegado a la primera habitación cuando un grito resonó por toda la mazmorra. Era un grito de dolor, Infecto los conocía bien, un dolor físico mezclado con puro miedo.
Una miríada de insectos varios se esparcieron por el edificio, entrando por puerta y ventanas, cubriendo las paredes hasta teñirlas de negro lacado. Inspeccionaron las habitaciones, una por una, y el brujo fue tomando nota mental de los cachorros que quedaban. Al menos no tendría que limpiar mucho, se dijo, agradeciendo mentalmente el trabajo que le habían ahorrado los niños. Entró tras su ejército con la intención de estudiar con sus propios ojos a los durmientes, pero aún no había llegado a la primera habitación cuando un grito resonó por toda la mazmorra. Era un grito de dolor, Infecto los conocía bien, un dolor físico mezclado con puro miedo.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Prisión (Archivo VII)
30/09/16, 08:06 pm
—Pues… no —había contestado Sox a Eriel de camino hacia allí—. Sólo nos crece pelo. Lástima que no os crezcan los cuernos de jóvenes. Tuneárselos debe ser una pasada.
La charla intrascendente, intercalada con silencios similares, llenó el camino hasta que divisaron el familiar edificio de las mazmorras frente a ellos, y en consecuencia éste se le hizo corto a Sox. La ballesta todavía le pesaba, pero el carabés se había acostumbrado ya a cómo llevarla. No habían salido todos, pero algunos seguían la formación que Lorenzo les había estado inculcando a ritmo exprés a lo largo de aquella semana. Sox había procurado memorizar lo mejor posible el protocolo que iba a seguir todo el mundo, porque si iba a disparar más le valía saber en qué sitios era probable que se interpusiese alguien. Sin embargo, era escéptico respecto a los resultados. Como en los exámenes, los resultados sólidos se obtenían con mucho más tiempo y práctica.
Una vez dentro podrían comprobar que todavía había gente profundamente dormida. Gente que debería haber muerto hace semanas de sed y a la que cuyos rasgos sin embargo, aun desmejorados y hundidos, estaban lejos de estar desfigurados por el demacramiento.
—Los están manteniendo vivos con magia —musitó Sox—. No puede haber otra manera.
Otra persona tendría que sacarle de su trance momentáneo, el recelo manteniéndole clavado al mismo sitio mientras pensaba furiosamente. Si había gente ocupándose de mantenerles vivos, ¿quería decir que las mazmorras no eran un sitio tan seguro para ellos como creían?
La charla intrascendente, intercalada con silencios similares, llenó el camino hasta que divisaron el familiar edificio de las mazmorras frente a ellos, y en consecuencia éste se le hizo corto a Sox. La ballesta todavía le pesaba, pero el carabés se había acostumbrado ya a cómo llevarla. No habían salido todos, pero algunos seguían la formación que Lorenzo les había estado inculcando a ritmo exprés a lo largo de aquella semana. Sox había procurado memorizar lo mejor posible el protocolo que iba a seguir todo el mundo, porque si iba a disparar más le valía saber en qué sitios era probable que se interpusiese alguien. Sin embargo, era escéptico respecto a los resultados. Como en los exámenes, los resultados sólidos se obtenían con mucho más tiempo y práctica.
Una vez dentro podrían comprobar que todavía había gente profundamente dormida. Gente que debería haber muerto hace semanas de sed y a la que cuyos rasgos sin embargo, aun desmejorados y hundidos, estaban lejos de estar desfigurados por el demacramiento.
—Los están manteniendo vivos con magia —musitó Sox—. No puede haber otra manera.
Otra persona tendría que sacarle de su trance momentáneo, el recelo manteniéndole clavado al mismo sitio mientras pensaba furiosamente. Si había gente ocupándose de mantenerles vivos, ¿quería decir que las mazmorras no eran un sitio tan seguro para ellos como creían?
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Prisión (Archivo VII)
01/10/16, 06:26 pm
La reacción tan marcada de Sox junto a sus palabras llevó a Barael a una única conclusión. -<<Ponerse así solo por ver un sistema diferente, parece totalmente adoctrinado. Me recuerda a mi mundo... en fin, distintas maneras de doblegar a la gente.>> -Se limitó a escuchar y aprender sobre todo porque su hermano ya estaba contestándole y él no tenía mucho más que añadir.
Alzó una ceja ante la explicación de Mónica de que era un vampiro pero quitó la expresión rápido, había muchas posibilidades para ello. Conocía la risa que le dedicó de sobra pero no le dio peso, el que quería lidiar con ella era su hermano al fin y al cabo. <<Me pregunto que le verá.>>
Una vez más, le sorprendió la reacción de Sox ante el hecho de beber sangre. <<Ya veremos que don se te concede, puede que resulte gracioso.>>
Ni siquiera tuvo que mencionar la salida, a una frase de su hermano todos se pusieron en marcha, todos los que quisieron y estaban claro está, no sería él el que forzara a nadie a venir ni quien despertara a alguien para aquello.
Comió un poco de queso y un bollo rápidamente mientras se colocó la armadura y las armas y se puso en marcha, poniéndose delante en la posición que había entrenado con la lanza siempre entre las manos por si pasaba cualquier cosa.
-Tengo que admitir que si que lucen bien. -Le afirmó a Sox por el camino. -Pero siguen siendo muy poco prácticos.
No hubo ningún problema de ida, lo cual siempre se agradecía, pero esta vez Barael estaba alerta, no habló mucho más que eso durante el camino. Al llegar fueron inspeccionando a los durmientes.
-Totalmente de acuerdo con eso Sox. -Los elegidos dormidos, todo aquello le daba demasiada mala espina por diversas razones. No pudo evitar inspeccionar de cerca a alguno pero no por mucho, no podía distraerse de su labor como parte de la línea frontal. -<<Acabemos con esto cuanto antes, además no quiero que mi hermano vea a los otros dos nublinos.>>
-Cojamos si acaso algo más de lo necesario por si nos hiciera falta y vayámonos de aquí. -Dijo para todo el grupo. Seguía atento a cualquier cosa, a cualquier mínimo movimiento y sonido, no se podía permitir otro fallo como el de Nad.
Alzó una ceja ante la explicación de Mónica de que era un vampiro pero quitó la expresión rápido, había muchas posibilidades para ello. Conocía la risa que le dedicó de sobra pero no le dio peso, el que quería lidiar con ella era su hermano al fin y al cabo. <<Me pregunto que le verá.>>
Una vez más, le sorprendió la reacción de Sox ante el hecho de beber sangre. <<Ya veremos que don se te concede, puede que resulte gracioso.>>
Ni siquiera tuvo que mencionar la salida, a una frase de su hermano todos se pusieron en marcha, todos los que quisieron y estaban claro está, no sería él el que forzara a nadie a venir ni quien despertara a alguien para aquello.
Comió un poco de queso y un bollo rápidamente mientras se colocó la armadura y las armas y se puso en marcha, poniéndose delante en la posición que había entrenado con la lanza siempre entre las manos por si pasaba cualquier cosa.
-Tengo que admitir que si que lucen bien. -Le afirmó a Sox por el camino. -Pero siguen siendo muy poco prácticos.
No hubo ningún problema de ida, lo cual siempre se agradecía, pero esta vez Barael estaba alerta, no habló mucho más que eso durante el camino. Al llegar fueron inspeccionando a los durmientes.
-Totalmente de acuerdo con eso Sox. -Los elegidos dormidos, todo aquello le daba demasiada mala espina por diversas razones. No pudo evitar inspeccionar de cerca a alguno pero no por mucho, no podía distraerse de su labor como parte de la línea frontal. -<<Acabemos con esto cuanto antes, además no quiero que mi hermano vea a los otros dos nublinos.>>
-Cojamos si acaso algo más de lo necesario por si nos hiciera falta y vayámonos de aquí. -Dijo para todo el grupo. Seguía atento a cualquier cosa, a cualquier mínimo movimiento y sonido, no se podía permitir otro fallo como el de Nad.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Lumichen
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Síntomas :
Re: Prisión (Archivo VII)
02/10/16, 12:54 am
Gota a gota.
Un sonido monótono, silencioso como un susurro, habia evolucionado a algo más macabro, algo tan chocante que era dificil de describir.
Distante, pero cercano a la vez, ruidoso, pero dificil de apreciar, Fahran sentia como su cabeza se partía en dos. Un dolor apagado pero, dolor al fin de al cabo. No podia hablar, no podia moverse, su cuerpo, una cabeza que tan solo apenas podia emitir gritos mudos, sintiendose completamente fuera de si. Se hallaba en la oscuridad.
Gota a gota.
Las memorias de Fahran Xaorhalan eran vacuas e intangibles casi, pero la definida figura de la mujer-zorrro aun se hallaba presente en su cabeza como si fuera ayer.
Gotea y gotea. Cada gota y la otra.
Y así, de repente, algo le sacó de las tinieblas. Sus ojos púrpura intenso se abrieron, ella, ahogada tomó aire casi como si se hubiera estado ahogando. Seguia en las tinieblas, pero ya no eran tan oscuras aunque sus ojos tan solo podian percibir bien poco.
La siguiente cosa de la que se percató fue la dura superficie sobre la que estaba acostada, una cama supuestamente y muy dura para su gusto. Con un tembleque en la mano, que por algún motivo se le antojaba considerablemente pesada, fue a apartarse el pelo de la cara, que ahora pendia de esta gracias a su extraño y repentino despertar.
Tremendamente asqueroso.
Si habia algo que Fahran Xaorhalan podia llegar a respetar en alguien, esa era su higiene personal. "Se puede juzgar facilmente a una persona a primera vista." Se decia. "Aprecia la atencion que se dedica a sí misma y aprenderás más de lo que piensas."
Ya más despierta, comenzó a recorrerse la cara y piel con sus manos. Su nariz, sus facciones, su pristina piel, cubierta por una pegajosa fina pelicula de porquería.
Le dio un escalofrío.
Quizás demasiado rápido, la adolescente se alzó y se percató de la debilidad de sus piernas que ahora le temblaban y dolian. Dejando a un lado aquella debilidad repentina, inmediatamente procedió a arreglar su ropa, una falda larga, una blusa blanca y una chaqueta color lavanda.
Daba asco el contacto con su ropa, tan sudada y llena de porqueria. Pero, tristemente, siendo una dama de su calibre, Fahran no podia si quiera contemplar el permitirse ir a cualquier lado sin estar cubierta al menos en un ochenta por ciento, o eso consideraba según sus propios gustos de moda y estilistica y el desnudarse no era una opción.
Su cara se torcia con frustración cuando de pronto, llegó a escuchar un ruido. Voces. Aunque Fahran tenia poco o ningún interes de interactuar con otros, considerando especialmente el estado en el que se encontraba, voces significaba gente. Y gente significaba una fuente de agua. Y a su vez aquello significaba un buen baño caliente donde deshacerse del desastre que estaba hecha.
Se aclaró la garganta y sacandose de un bolsillo de su falda un par de guantes blancos, y tan solo despues de haberse puesto el primero, se limpió la cara como pudo con ello.
Despues, se giró para seguir el rastro de aquellas voces y así encontrar su origen.
Un sonido monótono, silencioso como un susurro, habia evolucionado a algo más macabro, algo tan chocante que era dificil de describir.
Distante, pero cercano a la vez, ruidoso, pero dificil de apreciar, Fahran sentia como su cabeza se partía en dos. Un dolor apagado pero, dolor al fin de al cabo. No podia hablar, no podia moverse, su cuerpo, una cabeza que tan solo apenas podia emitir gritos mudos, sintiendose completamente fuera de si. Se hallaba en la oscuridad.
Gota a gota.
Las memorias de Fahran Xaorhalan eran vacuas e intangibles casi, pero la definida figura de la mujer-zorrro aun se hallaba presente en su cabeza como si fuera ayer.
Gotea y gotea. Cada gota y la otra.
Y así, de repente, algo le sacó de las tinieblas. Sus ojos púrpura intenso se abrieron, ella, ahogada tomó aire casi como si se hubiera estado ahogando. Seguia en las tinieblas, pero ya no eran tan oscuras aunque sus ojos tan solo podian percibir bien poco.
La siguiente cosa de la que se percató fue la dura superficie sobre la que estaba acostada, una cama supuestamente y muy dura para su gusto. Con un tembleque en la mano, que por algún motivo se le antojaba considerablemente pesada, fue a apartarse el pelo de la cara, que ahora pendia de esta gracias a su extraño y repentino despertar.
Tremendamente asqueroso.
Si habia algo que Fahran Xaorhalan podia llegar a respetar en alguien, esa era su higiene personal. "Se puede juzgar facilmente a una persona a primera vista." Se decia. "Aprecia la atencion que se dedica a sí misma y aprenderás más de lo que piensas."
Ya más despierta, comenzó a recorrerse la cara y piel con sus manos. Su nariz, sus facciones, su pristina piel, cubierta por una pegajosa fina pelicula de porquería.
Le dio un escalofrío.
Quizás demasiado rápido, la adolescente se alzó y se percató de la debilidad de sus piernas que ahora le temblaban y dolian. Dejando a un lado aquella debilidad repentina, inmediatamente procedió a arreglar su ropa, una falda larga, una blusa blanca y una chaqueta color lavanda.
Daba asco el contacto con su ropa, tan sudada y llena de porqueria. Pero, tristemente, siendo una dama de su calibre, Fahran no podia si quiera contemplar el permitirse ir a cualquier lado sin estar cubierta al menos en un ochenta por ciento, o eso consideraba según sus propios gustos de moda y estilistica y el desnudarse no era una opción.
Su cara se torcia con frustración cuando de pronto, llegó a escuchar un ruido. Voces. Aunque Fahran tenia poco o ningún interes de interactuar con otros, considerando especialmente el estado en el que se encontraba, voces significaba gente. Y gente significaba una fuente de agua. Y a su vez aquello significaba un buen baño caliente donde deshacerse del desastre que estaba hecha.
Se aclaró la garganta y sacandose de un bolsillo de su falda un par de guantes blancos, y tan solo despues de haberse puesto el primero, se limpió la cara como pudo con ello.
Despues, se giró para seguir el rastro de aquellas voces y así encontrar su origen.
- Bellota
Ficha de cosechado
Nombre: Mónica Gutiérrez.
Especie: Humana (Española, madrileña de las afueras).
Habilidades: Espontaneidad, automotivación, imaginación.
Personajes : ● Mónica: Bruja de los espejos. Terrícola.
Heridas/enfermedades : ● Mónica: Pequeñas cicatrices por el cuerpo.
Manos heridas, chichón en la cabeza.
Armas : ●Mónica: Bolsito de pompones rosa multiusos.
Cuchillo del pan.
Espejos.
Status : «En busca de 12.: el romance».
Humor : No.
Re: Prisión (Archivo VII)
03/10/16, 12:40 am
-Ya sé, ya sé que no bebes sangre- dijo la chica tratando de calmar los ánimos. –Es simplemente cómo funciona mi cerebro a la hora de poner motes… Cuando te vea más natural se me ocurrirá otro mote. Es así.
Sus compañeros parecían ansiosos de dejar el torreón. Mónica se asomó a la puerta con aprensión, mirando hacia afuera. Parecía tranquilo, pero… peligros podían estar acechando en cualquier rincón. Con un escalofrío recordó una de las escenas de su sueño, uno de sus reflejos muriendo, y se agarró las manos con fuerza. No quería salir.
Los demás fueron saliendo, hablando tranquilamente, pero ella no podía escucharles. La sangre le atronaba en los oídos. Tampoco quería quedarse allí. Hoy quería compañía. Al final, cuando apenas ya no los divisiva, la chica se decidió. Iría. Agarrando a toda velocidad un cuchillo corrió detrás de ellos sin hacer ningún ruido, poniéndose detrás y mirando a todos lados. Así hizo todo el camino, pálida, asustada y despeinada. Sin embargo nada salió a por ellos, y al divisar la chica la familiar silueta de las mazmorras, no pudo evitar suspirar de alivio.
En ese momento pudo dedicarle un pensamiento a lo que Roño le había dicho, todavía dándole vueltas: algo del comentario se le había quedado clavado como una espinita. “Es cierto. La verdad es que no es justo que tenga el mote que le he puesto, al final siempre se ha portado bien conmigo y ha sido generoso, no puedo seguirle llamando Roñoso. No es justo. Tiene razón” se dijo, sintiéndose bastante avergonzada de pronto. “Pero cambiar un mote es tan difícil…”. Aún no habían entrado a las mazmorras cuando Mónica se acercó al nublino.
-¿Sabes? Tienes razón- le dijo en voz baja. –Creo que necesitas otro mote- su actitud estaba clara: estaba avergonzada por algo, pero sólo ella sabía por qué. –Pero necesito saber cosas de ti para poder hacerlo, ya que por aspecto no se me ocurren nuevos… Hace un tiempo comenzaste a contarme cosas, si quieres contarme más...- esbozó una sonrisa temblorosa.
Mientras entraban a las mazmorras, si alguien se fijaba en ella, vería la tremenda tensión sobre su cara ojerosa y la fuerza con la que sujetaba el cuchillo, los nudillos blancos, las facciones asustadas y los ojos grandes y abiertos. Al ver a los durmientes aspiró con fuerza y se acercó más al grupo, casi chocando con Vampy.
Sus compañeros parecían ansiosos de dejar el torreón. Mónica se asomó a la puerta con aprensión, mirando hacia afuera. Parecía tranquilo, pero… peligros podían estar acechando en cualquier rincón. Con un escalofrío recordó una de las escenas de su sueño, uno de sus reflejos muriendo, y se agarró las manos con fuerza. No quería salir.
Los demás fueron saliendo, hablando tranquilamente, pero ella no podía escucharles. La sangre le atronaba en los oídos. Tampoco quería quedarse allí. Hoy quería compañía. Al final, cuando apenas ya no los divisiva, la chica se decidió. Iría. Agarrando a toda velocidad un cuchillo corrió detrás de ellos sin hacer ningún ruido, poniéndose detrás y mirando a todos lados. Así hizo todo el camino, pálida, asustada y despeinada. Sin embargo nada salió a por ellos, y al divisar la chica la familiar silueta de las mazmorras, no pudo evitar suspirar de alivio.
En ese momento pudo dedicarle un pensamiento a lo que Roño le había dicho, todavía dándole vueltas: algo del comentario se le había quedado clavado como una espinita. “Es cierto. La verdad es que no es justo que tenga el mote que le he puesto, al final siempre se ha portado bien conmigo y ha sido generoso, no puedo seguirle llamando Roñoso. No es justo. Tiene razón” se dijo, sintiéndose bastante avergonzada de pronto. “Pero cambiar un mote es tan difícil…”. Aún no habían entrado a las mazmorras cuando Mónica se acercó al nublino.
-¿Sabes? Tienes razón- le dijo en voz baja. –Creo que necesitas otro mote- su actitud estaba clara: estaba avergonzada por algo, pero sólo ella sabía por qué. –Pero necesito saber cosas de ti para poder hacerlo, ya que por aspecto no se me ocurren nuevos… Hace un tiempo comenzaste a contarme cosas, si quieres contarme más...- esbozó una sonrisa temblorosa.
Mientras entraban a las mazmorras, si alguien se fijaba en ella, vería la tremenda tensión sobre su cara ojerosa y la fuerza con la que sujetaba el cuchillo, los nudillos blancos, las facciones asustadas y los ojos grandes y abiertos. Al ver a los durmientes aspiró con fuerza y se acercó más al grupo, casi chocando con Vampy.
- Los motes:
Por ahora aquí están los motes que Mónica ha ido poniendo a la gente, aún quedan algunos personajes por tener el suyo. (A ver si se le ocurren pronto, leches).
-Barael: Roño.
-Daerhien: Gominola.
-Dafne: Lerdafne.
-Eorlir: ¿?
-Eriel: Cenizo.
-Innadriel: ¿?
-Lorenzo: Íñigo Montoya.
-Nad: Zanahoria/Zana.
-Rádar: ¿?
-Sakrilt: Krit.
-Siete: Tritón.
-Sinceridad: Doña Plumitas.
-Sox: Vampy.
-Tayron: T-fichas.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Prisión (Archivo VII)
04/10/16, 01:19 pm
Rad salió al patio alcanzando a escuchar lo último que había escuchado de Eriel. Tras decirle que esperaran un momento bajó a la armería. Escocgió una espada de mano y media, la misma con la que había estado practicando. Cuando iba a subir lanzó un último vistazo a los escudos. Originalmente no iba a usarlos (no en aquella salida) porque ni siquiera había cogido nunca uno, pero ahora le entraba la duda. Con rapidez, más por impulso que pensándolo de verdad, acabó decidiendo usar uno pequeño y ligero. No debía ser demasiado difícil manejar ese, y si le podía proteger aunque fuera de una cosa bien iría.
En el camino estuvo tenso y alerta. Aquella ciudad ya había demostrado ser un lugar de todo menos seguro, por lo que no pensaba dejarle nada de cuartel. Él no seguía la formación, pero había prestado atención a esta. Si había problemas tendría que asegurarse de no estorbar con aquella.
«Magia» lo pensó prácticamente a la vez que Sox lo decía. Tenía el ceño levemente fruncido por lo que significaba aquello. Los rocavaranoleses mantenían vivos a aquellos durmientes, y probablemente también los mantenían dormidos.
—La pregunta es por qué —replicó al mago—. Y qué y por qué los mantiene dormidos.
El matiz del qué en vez del quién era importante. Rádar carecía del más básico respeto hacia quienes los habían llevado allí, y no pretendía dignificarlos tratándolos deindividuos. A pesar de ello el matiz era inconsciente: a menos que alguien le preguntará sobre aquello no se daría cuenta de que se había referido a los rocavaranoleses como objetos, no como personas.
Echó un vistazo al durmiente más cercano. Aquellas personas, ellos, la ciudad... Todo, en realidad. Había muchas incógnitas, y el carabés quería resolverlas cuanto antes.
En el camino estuvo tenso y alerta. Aquella ciudad ya había demostrado ser un lugar de todo menos seguro, por lo que no pensaba dejarle nada de cuartel. Él no seguía la formación, pero había prestado atención a esta. Si había problemas tendría que asegurarse de no estorbar con aquella.
«Magia» lo pensó prácticamente a la vez que Sox lo decía. Tenía el ceño levemente fruncido por lo que significaba aquello. Los rocavaranoleses mantenían vivos a aquellos durmientes, y probablemente también los mantenían dormidos.
—La pregunta es por qué —replicó al mago—. Y qué y por qué los mantiene dormidos.
El matiz del qué en vez del quién era importante. Rádar carecía del más básico respeto hacia quienes los habían llevado allí, y no pretendía dignificarlos tratándolos deindividuos. A pesar de ello el matiz era inconsciente: a menos que alguien le preguntará sobre aquello no se daría cuenta de que se había referido a los rocavaranoleses como objetos, no como personas.
Echó un vistazo al durmiente más cercano. Aquellas personas, ellos, la ciudad... Todo, en realidad. Había muchas incógnitas, y el carabés quería resolverlas cuanto antes.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Prisión (Archivo VII)
05/10/16, 12:20 am
Mónica casi chocó con él y la cercanía le hizo volver bruscamente a la realidad. Sox contuvo un respingo y parpadeó rápido, reprendiéndose por haberse quedado en la parra. Habían venido a hacer una tarea simple, no a entretenerse. Barael dijo de ponerse en marcha y el carabés estuvo de acuerdo.
—Mejor revisar primero las camas vacías —añadió parpadeando el trance aún fuera de su mente. Si los secuestradores encargados de aquello les estaban manteniendo con vida de forma similar a un hospital en Carabás, no necesitarían ropa de cama para mantenerse cómodos y sin frío de más. Pero había algo antinatural en aquello, aún así, y el carabés se resistía a quitarles lo suyo aunque tal vez llevárselo todo fuese la opción más sensata estrictamente hablando. Tal vez porque Sox recordaba todavía a éste, y a éste, y al de más allá, cuando les había visto semanas antes. Los rasgos mucho menos hundidos, pero igualmente comatosos. Había llegado incluso a preguntarse si ellos también habrían despertado tarde, tal vez semanas o tal vez días; pero lo había descartado al recordar que no se habían despertado demasiado débiles. De haber hurgado más allá, Sox habría tenido que admitir que le ponía profundamente incómodo porque se asemejaba a rapiñar un cadáver.
Sacudió la cabeza, sin saber qué pensar, al oír el comentario final de Rádar antes de que se pusieran en marcha. Escapaba a su entendimiento. Los que les habían traído allí claramente se desentendían de ellos. Y si pasaban de los que estaban despiertos hasta el punto de no importarles que murieran, ¿qué estaban haciendo los dormidos para estar resultando tan cruciales de repente?
La chica con la que se toparon en el pasillo, en algún momento entre dispersarse y volverse a juntar y reunir sábanas, le dio la inmediata impresión de ser carabesa. La ropa elaborada, el pelo y los ojos llamativos. Un segundo vistazo más detenido le sacó de su error, y Sox de nuevo se reprendió a sí mismo, en menos de media hora, por haber albergado la esperanza de que más gente de su especie le ayudase a entender mejor lo que estaba pasando.
—¿Quién eres tú? —preguntó tras el exabrupto inicial de sorpresa.
—Mejor revisar primero las camas vacías —añadió parpadeando el trance aún fuera de su mente. Si los secuestradores encargados de aquello les estaban manteniendo con vida de forma similar a un hospital en Carabás, no necesitarían ropa de cama para mantenerse cómodos y sin frío de más. Pero había algo antinatural en aquello, aún así, y el carabés se resistía a quitarles lo suyo aunque tal vez llevárselo todo fuese la opción más sensata estrictamente hablando. Tal vez porque Sox recordaba todavía a éste, y a éste, y al de más allá, cuando les había visto semanas antes. Los rasgos mucho menos hundidos, pero igualmente comatosos. Había llegado incluso a preguntarse si ellos también habrían despertado tarde, tal vez semanas o tal vez días; pero lo había descartado al recordar que no se habían despertado demasiado débiles. De haber hurgado más allá, Sox habría tenido que admitir que le ponía profundamente incómodo porque se asemejaba a rapiñar un cadáver.
Sacudió la cabeza, sin saber qué pensar, al oír el comentario final de Rádar antes de que se pusieran en marcha. Escapaba a su entendimiento. Los que les habían traído allí claramente se desentendían de ellos. Y si pasaban de los que estaban despiertos hasta el punto de no importarles que murieran, ¿qué estaban haciendo los dormidos para estar resultando tan cruciales de repente?
-
La chica con la que se toparon en el pasillo, en algún momento entre dispersarse y volverse a juntar y reunir sábanas, le dio la inmediata impresión de ser carabesa. La ropa elaborada, el pelo y los ojos llamativos. Un segundo vistazo más detenido le sacó de su error, y Sox de nuevo se reprendió a sí mismo, en menos de media hora, por haber albergado la esperanza de que más gente de su especie le ayudase a entender mejor lo que estaba pasando.
—¿Quién eres tú? —preguntó tras el exabrupto inicial de sorpresa.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Prisión (Archivo VII)
07/10/16, 12:36 am
Eorlir, con Ina cerca, se apresuraba a alcanzar a sus compañeros. Se habían quedado algo rezagados al haber salido algo más tarde que ellos. Por suerte, no se habían alejado mucho y pudieron alcanzarles fácilmente.
Se había acostumbrado a llevar el estoque siempre. De hecho, no lo mantenía lejos ni cuando dormía. Sin embargo, eso no quería decir que se hubiera relajado por costumbre. Al contrario, avanzaba con una mano lista para desenvainar, por mucho que considerara ese recorrido seguro. Ina también se esforzaba. Él esperaba que los demás le reconocieran el esfuerzo tarde o temprano.
Pasaron al lado de los durmientes. La antinaturalidad de esos cuerpos, en la misma posición desde hacía ya varios días, le daba escalofríos. Sox propuso revisar primero las camas sin ocupante, y él no podía estar más de acuerdo. Cuanto más lejos de ellos, mejor. No quería llevarse una sorpresa desagradable si, por alguna razón, uno de ellos se levantaba mientras se llevaba las sábanas de su camastro. Miró a Rádar cuando habló.
-No sé si merece la pena hacernos estas preguntas. De momento, centrémonos en coger lo que hemos venido a coger. De todas maneras… incluso si supiéramos qué los mantiene en este estado, dudo que podamos hacer nada.
Al salir, justo detrás de Sox, y al ver a la chica del pasillo, se quedó helado. ¿Era una de las durmientes? Si era así, ¿por qué había despertado precisamente en ese momento? No se fiaba del todo, pero aguardó a que la muchacha se explicara antes de hacer siquiera el movimiento de sacar el estoque.
Se había acostumbrado a llevar el estoque siempre. De hecho, no lo mantenía lejos ni cuando dormía. Sin embargo, eso no quería decir que se hubiera relajado por costumbre. Al contrario, avanzaba con una mano lista para desenvainar, por mucho que considerara ese recorrido seguro. Ina también se esforzaba. Él esperaba que los demás le reconocieran el esfuerzo tarde o temprano.
Pasaron al lado de los durmientes. La antinaturalidad de esos cuerpos, en la misma posición desde hacía ya varios días, le daba escalofríos. Sox propuso revisar primero las camas sin ocupante, y él no podía estar más de acuerdo. Cuanto más lejos de ellos, mejor. No quería llevarse una sorpresa desagradable si, por alguna razón, uno de ellos se levantaba mientras se llevaba las sábanas de su camastro. Miró a Rádar cuando habló.
-No sé si merece la pena hacernos estas preguntas. De momento, centrémonos en coger lo que hemos venido a coger. De todas maneras… incluso si supiéramos qué los mantiene en este estado, dudo que podamos hacer nada.
Al salir, justo detrás de Sox, y al ver a la chica del pasillo, se quedó helado. ¿Era una de las durmientes? Si era así, ¿por qué había despertado precisamente en ese momento? No se fiaba del todo, pero aguardó a que la muchacha se explicara antes de hacer siquiera el movimiento de sacar el estoque.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Prisión (Archivo VII)
07/10/16, 07:25 pm
Eriel hizo el camino con el arco en la mano pero de forma relajada, conocían bien el camino y sabían que no había trampas. De encontrarse con un ciudadano el arma sería completamente inútil pero para cualquier otra cosa quizá le serviría.
No se alejó de Mónica en ningún momento cuando ésta se incorporó a la marcha, pero tampocó se acercó tanto como para que pareciese incómodo. Simplemente quería echarle un ojo por si pasaba cualquier cosa.
Las mazmorras estaban tranquilas como de costumbre y los dormidos seguían como los habían dejado.
-Es evidente quién los tiene así y cómo - matizó Eriel a las palabras de Rádar.- Lo que yo me pregunto es por qué algunos hemos despertado y otros no. Las historias no decían nada de ésto.
Acompañó a Sox y pronto se encontraron con una chica que al nublino le parecía excesivamente colorida. Y eso que a él le gustaban los colores. Se puso de puntillas y le susurró al carabés:
-Ésta es de tu mundo ¿no? - para el nublino aquel color de pelo y ojos era algo totalmente antinatural, por eso dedujo que provenía del mundo de Sox.
No se alejó de Mónica en ningún momento cuando ésta se incorporó a la marcha, pero tampocó se acercó tanto como para que pareciese incómodo. Simplemente quería echarle un ojo por si pasaba cualquier cosa.
Las mazmorras estaban tranquilas como de costumbre y los dormidos seguían como los habían dejado.
-Es evidente quién los tiene así y cómo - matizó Eriel a las palabras de Rádar.- Lo que yo me pregunto es por qué algunos hemos despertado y otros no. Las historias no decían nada de ésto.
Acompañó a Sox y pronto se encontraron con una chica que al nublino le parecía excesivamente colorida. Y eso que a él le gustaban los colores. Se puso de puntillas y le susurró al carabés:
-Ésta es de tu mundo ¿no? - para el nublino aquel color de pelo y ojos era algo totalmente antinatural, por eso dedujo que provenía del mundo de Sox.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Prisión (Archivo VII)
08/10/16, 11:54 am
Se secó el rostro con su propia camiseta pero prefirió dejarse el pelo mojado para ir más fresco. Encajó con una sonrisa las muecas de repugnancia de la española y por respuesta le guiñó un ojo al carabés antes de coger el hilo de la conversación. Tayron no intervino en ningún momento hasta que Eriel propuso salir, genial, aunque no hablaran mucho el belga estaba seguro de que ambos compartían más de lo que pensaban.
-Vamos entonces.
No fue largo el camino, ni tampoco pesado, fue la sensación de constante alarma y la propia formación lo que le fastidiaba un poco, además, era la primera vez que salía sin la noruega y ya estaba preocupado por si debería haberle dejado una nota o algo. En cualquier caso se alegró de ver la figura de las mazmorras a lo lejos y aunque el torreón fuera infinitamente mejor le llegó una punzada de nostalgia.
Rozando las paredes con la yema de los dedos como la primera vez que despertó se adentró en lo que había sido su hogar los primeros días. Nada había cambiado y no le sorprendió demasiado encontrar a la gente dormida aún en su estado y con vida, era evidente que alguien no quería que murieran pero hacía lo necesario para que ellos mismos se ganaran su supervivencia. Si nadie quería sus muertes... ¿Por qué no se intervino con Nad? ¿Por qué no se les avisó de los peligros de una forma más concretas? Y lo peor de todo... ¿Por qué esa gente no había despertado nunca, tenían que hacer algo con ellos?.
-¿Nos escucharán? -preguntó con voz ronca al que tenía más cerca- sería una putada.
Tayron comenzó junto con el resto a ocuparse de aquellas camas vacías, le parecía muy buena idea y se encargó de hacerlo con energía pues aunque las mazmorras no le era un problema sí que le inquietaba los dormidos. Sin embargo algo le llamó la atención no muy lejos de allí al poco tiempo de trabajo, el belga aferró la lanza con fuerza casi de manera inconsciente y pensó que se sentiría estúpido si avisaba al grupo por una tontería como un ruido cualquiera, podría ser una imaginación suya. De modo que se levantó solo, con la frente perlada de sudor y el pelo ya seco y alborotado. Si alguien le preguntaba su respuesta sería que buscaría sábanas en la habitación de al lado, cosa que no era mentira del todo si resultaba ser una tontería.
No fue así, y el humano pegó un respingo cuando encontró a un muchacho de pie en la otra punta de la habitación. Contuvo la respiración , notó que le resbalaban las manos y se aceleró su pulso. A duras penas consiguió no avisar al resto incluso cuando escuchó que sus compañeros levantaban algo la voz como si hubieran encontrado algo.
El miedo le duró poco pues lo que parecía ser un humano como él estaba mucho más confuso.
-¿Hola? ¿Me entiendes? -era evidente que no, cuando Tayron se acercó pudo ver más su aspecto, el chico debía tener su edad más o menos pero era un pelín mas alto que él. Estaba en buena forma pero saltaba a la vista por sus ojeras bajo unos diminutos ojos que tendría que estar cansado. Advirtió que dio dos pasos atrás cuando Tay hizo intento de acercarse más aún, no había caído en que probablemente era la primera vez que había a alguien allí y que llevaba una lanza- Ah, no... amigo -dijo apartándose- no soy peligroso- el belga apoyó la lanza en la pared lo suficiente cerca como para tomarla si aquel chaval se ponía agresivo. Hizo un gesto con las manos como si estuviese acaparando agua para beber, quizás así vendría con él aunque no le inspirara demasiada confianza. Había un lenguaje que todos entendían independientemente del mundo o país al que pertenezcas, el de la supervivencia.
-Vamos entonces.
No fue largo el camino, ni tampoco pesado, fue la sensación de constante alarma y la propia formación lo que le fastidiaba un poco, además, era la primera vez que salía sin la noruega y ya estaba preocupado por si debería haberle dejado una nota o algo. En cualquier caso se alegró de ver la figura de las mazmorras a lo lejos y aunque el torreón fuera infinitamente mejor le llegó una punzada de nostalgia.
Rozando las paredes con la yema de los dedos como la primera vez que despertó se adentró en lo que había sido su hogar los primeros días. Nada había cambiado y no le sorprendió demasiado encontrar a la gente dormida aún en su estado y con vida, era evidente que alguien no quería que murieran pero hacía lo necesario para que ellos mismos se ganaran su supervivencia. Si nadie quería sus muertes... ¿Por qué no se intervino con Nad? ¿Por qué no se les avisó de los peligros de una forma más concretas? Y lo peor de todo... ¿Por qué esa gente no había despertado nunca, tenían que hacer algo con ellos?.
-¿Nos escucharán? -preguntó con voz ronca al que tenía más cerca- sería una putada.
Tayron comenzó junto con el resto a ocuparse de aquellas camas vacías, le parecía muy buena idea y se encargó de hacerlo con energía pues aunque las mazmorras no le era un problema sí que le inquietaba los dormidos. Sin embargo algo le llamó la atención no muy lejos de allí al poco tiempo de trabajo, el belga aferró la lanza con fuerza casi de manera inconsciente y pensó que se sentiría estúpido si avisaba al grupo por una tontería como un ruido cualquiera, podría ser una imaginación suya. De modo que se levantó solo, con la frente perlada de sudor y el pelo ya seco y alborotado. Si alguien le preguntaba su respuesta sería que buscaría sábanas en la habitación de al lado, cosa que no era mentira del todo si resultaba ser una tontería.
No fue así, y el humano pegó un respingo cuando encontró a un muchacho de pie en la otra punta de la habitación. Contuvo la respiración , notó que le resbalaban las manos y se aceleró su pulso. A duras penas consiguió no avisar al resto incluso cuando escuchó que sus compañeros levantaban algo la voz como si hubieran encontrado algo.
El miedo le duró poco pues lo que parecía ser un humano como él estaba mucho más confuso.
-¿Hola? ¿Me entiendes? -era evidente que no, cuando Tayron se acercó pudo ver más su aspecto, el chico debía tener su edad más o menos pero era un pelín mas alto que él. Estaba en buena forma pero saltaba a la vista por sus ojeras bajo unos diminutos ojos que tendría que estar cansado. Advirtió que dio dos pasos atrás cuando Tay hizo intento de acercarse más aún, no había caído en que probablemente era la primera vez que había a alguien allí y que llevaba una lanza- Ah, no... amigo -dijo apartándose- no soy peligroso- el belga apoyó la lanza en la pared lo suficiente cerca como para tomarla si aquel chaval se ponía agresivo. Hizo un gesto con las manos como si estuviese acaparando agua para beber, quizás así vendría con él aunque no le inspirara demasiada confianza. Había un lenguaje que todos entendían independientemente del mundo o país al que pertenezcas, el de la supervivencia.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Lumichen
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Síntomas :
Re: Prisión (Archivo VII)
09/10/16, 01:40 am
Casi inmediatamente de aquella gente acercandosele, la cara de la chica se torció con desagado. Especialmente por aquel que habia osado deferirse a ella con una lengua tan alienigena como insulsa. Su mano, casi subconscientemente, se dirigió a sus mechones de pelo, reflejandose el dolor que veia. Todos tenian el pelo cortado, mutilado a falta de una palaba mejor y mientras que Fahran sentia ganas de vomitar, seguia siendo una señorita y tenia que mantener apariencias. Aquello era obvio, no podia entender su incensante chachara y ellos no la iban a entende tampoco.
Tomó un paso hacia atrás, alejandose de aquellos salvajes mientras alzaba uno de sus dedos enguantados para llamar su atención. Una vez lo logró procedió a explicarles mediante gestos, como si estuviese tratando bebes, así como cogia una barra de jabón imaginaria y se la pasaba por el brazo.
Y no fue hasta entonces que se sintió estúpida por hacer aquello y se aclaró la garganta, algo desesperada. Tras dar un pisotón con sus botas, dejó marcada su impaciencia.
Tomó un paso hacia atrás, alejandose de aquellos salvajes mientras alzaba uno de sus dedos enguantados para llamar su atención. Una vez lo logró procedió a explicarles mediante gestos, como si estuviese tratando bebes, así como cogia una barra de jabón imaginaria y se la pasaba por el brazo.
Y no fue hasta entonces que se sintió estúpida por hacer aquello y se aclaró la garganta, algo desesperada. Tras dar un pisotón con sus botas, dejó marcada su impaciencia.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Prisión (Archivo VII)
10/10/16, 12:53 am
Permanecía alerta por lo que no le costó nada escuchar la voz de Mónica detrás suya aun sin voltear hacia atrás la cabeza, aunque lo acabó haciendo al final, por cómo le hablaba parecida incluso avergonzada de algo.
-Gracias. Y comprendo. Cuando volvamos al torreón podemos hablar a gusto si quieres. -Le sonrió de vuelta. -<<Bueno, alguien tenía que introducirla a la familia.>>
________________________________________________________________________________________________
La pregunta estaba en el aire, en la mente do todos y cada uno de ellos. -<<¿Por qué?>> -Barael era consciente de ello cosa que no tardó en confirmarle Rad aunque con una formulación ingenua después de lo que les habían hablado ya, pero a estas alturas eso no le sorprendía.
No participó en la conversación, no tenían información para hallar una respuesta clara, ni más ni menos y tampoco en la recogida de materiales. Estaba tenso rememorando el silbido del virote en su cabeza, no podía volver a dejarlo pasar. toda su atención se centró en vigilar constantemente a todo y a todos, sobre todo nunca perdía de vista a su hermano.
Cuando aquella hembra se les planto delante la cabeza de Barael arranco como un motor. -<<Número ocho ha despertado...>> -No se esperaba que a estas alturas uno de ellos levantara cabeza.
-Quizás.... quizás los mantengan así aún para darles la posibilidad de pasar la prueba. -Comento en alto para todos. -Parece impaciente. -Dijo encogiéndose de hombros. Entonces se percató de algo, había perdido de vista a Tayron. -Tay, ¿pasa algo? -Alzo algo la voz sin gritar, no quería alertar a nada cercano.
-Gracias. Y comprendo. Cuando volvamos al torreón podemos hablar a gusto si quieres. -Le sonrió de vuelta. -<<Bueno, alguien tenía que introducirla a la familia.>>
________________________________________________________________________________________________
La pregunta estaba en el aire, en la mente do todos y cada uno de ellos. -<<¿Por qué?>> -Barael era consciente de ello cosa que no tardó en confirmarle Rad aunque con una formulación ingenua después de lo que les habían hablado ya, pero a estas alturas eso no le sorprendía.
No participó en la conversación, no tenían información para hallar una respuesta clara, ni más ni menos y tampoco en la recogida de materiales. Estaba tenso rememorando el silbido del virote en su cabeza, no podía volver a dejarlo pasar. toda su atención se centró en vigilar constantemente a todo y a todos, sobre todo nunca perdía de vista a su hermano.
Cuando aquella hembra se les planto delante la cabeza de Barael arranco como un motor. -<<Número ocho ha despertado...>> -No se esperaba que a estas alturas uno de ellos levantara cabeza.
-Quizás.... quizás los mantengan así aún para darles la posibilidad de pasar la prueba. -Comento en alto para todos. -Parece impaciente. -Dijo encogiéndose de hombros. Entonces se percató de algo, había perdido de vista a Tayron. -Tay, ¿pasa algo? -Alzo algo la voz sin gritar, no quería alertar a nada cercano.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Prisión (Archivo VII)
11/10/16, 12:01 am
Ya casi se había olvidado que no podrían entenderla. Y, por lo que parecía, los demás se habían olvidado momentáneamente de lo mismo. Esbozó una medio sonrisa, sintiéndose idiota.
-Sox… no creo que nos entienda. Si acaba de despertar, no habrá bebido de la fuente aún.
Aún sin poder entenderla, entendió perfectamente el gesto que hizo la chica, pero decidió dejarlo pasar por el momento. No les conocía y, seguramente, encontrarse con seres de mundos distintos debía provocarle rechazo. Sin embargo, había algo en su forma de explicar las cosas que le crispaba los nervios. Le recordaba demasiado a los eventos sociales entre nobles a los que tenía que asistir y que tanto odiaba por robarle tiempo de pintar en su casa, con Ina. “No tendrá esta actitud todo el rato… ¿verdad?”
De todas maneras, por sus gestos aventuró lo que quería la chica.
-¿Baño? ¿Es lo que quieres? –Miró a los demás- Deberíamos llevarla a la fuente. Que se remoje y beba. Al menos así podrá entendernos…
Algo llamó su atención al mirar a sus compañeros. Tay no estaba con ellos. Aunque consideraba las mazmorras como zona segura, no pudo evitar llevar una mano al estoque, alarmado y recordando a Nad una vez más.
-Sox, intenta averiguar si la chica quiere algo más. Voy a la habitación de al lado a ver si veo a Tayron. Barael, ¿vienes? Quizás sólo ha ido a echar un vistazo, pero es mejor ir con cuidado…
-Sox… no creo que nos entienda. Si acaba de despertar, no habrá bebido de la fuente aún.
Aún sin poder entenderla, entendió perfectamente el gesto que hizo la chica, pero decidió dejarlo pasar por el momento. No les conocía y, seguramente, encontrarse con seres de mundos distintos debía provocarle rechazo. Sin embargo, había algo en su forma de explicar las cosas que le crispaba los nervios. Le recordaba demasiado a los eventos sociales entre nobles a los que tenía que asistir y que tanto odiaba por robarle tiempo de pintar en su casa, con Ina. “No tendrá esta actitud todo el rato… ¿verdad?”
De todas maneras, por sus gestos aventuró lo que quería la chica.
-¿Baño? ¿Es lo que quieres? –Miró a los demás- Deberíamos llevarla a la fuente. Que se remoje y beba. Al menos así podrá entendernos…
Algo llamó su atención al mirar a sus compañeros. Tay no estaba con ellos. Aunque consideraba las mazmorras como zona segura, no pudo evitar llevar una mano al estoque, alarmado y recordando a Nad una vez más.
-Sox, intenta averiguar si la chica quiere algo más. Voy a la habitación de al lado a ver si veo a Tayron. Barael, ¿vienes? Quizás sólo ha ido a echar un vistazo, pero es mejor ir con cuidado…
- Bellota
Ficha de cosechado
Nombre: Mónica Gutiérrez.
Especie: Humana (Española, madrileña de las afueras).
Habilidades: Espontaneidad, automotivación, imaginación.
Personajes : ● Mónica: Bruja de los espejos. Terrícola.
Heridas/enfermedades : ● Mónica: Pequeñas cicatrices por el cuerpo.
Manos heridas, chichón en la cabeza.
Armas : ●Mónica: Bolsito de pompones rosa multiusos.
Cuchillo del pan.
Espejos.
Status : «En busca de 12.: el romance».
Humor : No.
Re: Prisión (Archivo VII)
11/10/16, 12:56 pm
Mon sonrió ampliamente ante la respuesta de Roño. Luego se dio la vuelta y vio que alguien había despertado. Alguien más que evidentemente femenino, con el pelo largo y la piel cubierta de porquería. La madrileña se estremeció del asco al pensar que eso le pudiera pasar a ella.
Uno de sus compañeros se dirigió hacia ella y acto seguido la recién llegada puso cara de asco, algo que hizo que Mónica se molestara. “Encima de que es ella la que está llena de mierda, no te jode”. Imitando el gesto de la chica nueva se llevó la mano al pelo, que se le había soltado de la coleta, y comenzó a juguetear con las puntas, que ya le llegaban bastante por debajo del pecho.
La nueva comenzó a hacer gestos, pero Mónica sólo prestó atención a medias: T-fichas se había alejado y uno de los de pelo de colorines, el peliazul (a quien Mónica se estaba planteando seriamente llamar “Picasso” por su afición a las artes) se fue a ver si estaba bien. Involuntariamente se tensó, mirando a su alrededor en busca de peligro.
Sin embargo, antes de eso, uno de los gestos de la nueva le llamó la atención: imitaba los gestos de alguien que se lavaba. Una sonrisa se abrió paso por los labios de Mon, quien se adelantó firmemente quedando enfrente de la chica, y rebuscando en su amado bolsito, sacó una pastilla de jabón ya desgastada pero reconocible a pesar de todo, mostrándosela. La patadita que la chica pegó no le pasó inadvertida, pero decidió ignorarla. Al menos por el momento.
-¿Esto es lo que quieres? ¿Jabón?- miró hacia sus compañeros y decidió poner en práctica de nuevo sus dotes de mímica. Gesticulando ampliamente y creciéndose más y más trató de hacerle entender que tenía que beber al tiempo que hablaba lento y claro, como si la chavala fuera sorda. Haciendo caminar dos de sus dedos sobre la palma de su mano y señalando al grupo le dijo que tenía que acompañarles a la fuente. Por un momento había olvidado sus pesadillas, y la emoción había vuelto a brillar en sus ojos.
Después se apartó el pelo de la frente y resopló. —Olvidaba lo difícil que es esto— sonrió de lado mientras miraba a sus compañeros, pero sus ojos se apagaron un poco al no ver a Nad entre ellos.
Uno de sus compañeros se dirigió hacia ella y acto seguido la recién llegada puso cara de asco, algo que hizo que Mónica se molestara. “Encima de que es ella la que está llena de mierda, no te jode”. Imitando el gesto de la chica nueva se llevó la mano al pelo, que se le había soltado de la coleta, y comenzó a juguetear con las puntas, que ya le llegaban bastante por debajo del pecho.
La nueva comenzó a hacer gestos, pero Mónica sólo prestó atención a medias: T-fichas se había alejado y uno de los de pelo de colorines, el peliazul (a quien Mónica se estaba planteando seriamente llamar “Picasso” por su afición a las artes) se fue a ver si estaba bien. Involuntariamente se tensó, mirando a su alrededor en busca de peligro.
Sin embargo, antes de eso, uno de los gestos de la nueva le llamó la atención: imitaba los gestos de alguien que se lavaba. Una sonrisa se abrió paso por los labios de Mon, quien se adelantó firmemente quedando enfrente de la chica, y rebuscando en su amado bolsito, sacó una pastilla de jabón ya desgastada pero reconocible a pesar de todo, mostrándosela. La patadita que la chica pegó no le pasó inadvertida, pero decidió ignorarla. Al menos por el momento.
-¿Esto es lo que quieres? ¿Jabón?- miró hacia sus compañeros y decidió poner en práctica de nuevo sus dotes de mímica. Gesticulando ampliamente y creciéndose más y más trató de hacerle entender que tenía que beber al tiempo que hablaba lento y claro, como si la chavala fuera sorda. Haciendo caminar dos de sus dedos sobre la palma de su mano y señalando al grupo le dijo que tenía que acompañarles a la fuente. Por un momento había olvidado sus pesadillas, y la emoción había vuelto a brillar en sus ojos.
Después se apartó el pelo de la frente y resopló. —Olvidaba lo difícil que es esto— sonrió de lado mientras miraba a sus compañeros, pero sus ojos se apagaron un poco al no ver a Nad entre ellos.
- Los motes:
Por ahora aquí están los motes que Mónica ha ido poniendo a la gente, aún quedan algunos personajes por tener el suyo. (A ver si se le ocurren pronto, leches).
-Barael: Roño.
-Daerhien: Gominola.
-Dafne: Lerdafne.
-Eorlir: ¿Picasso?
-Eriel: Cenizo.
-Innadriel: ¿?
-Lorenzo: Íñigo Montoya.
-Nad: Zanahoria/Zana.
-Rádar: Mandón.
-Sakrilt: Krit.
-Siete: Tritón.
-Sinceridad: Doña Plumitas.
-Sox: Vampy.
-Tayron: T-fichas.
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