Torre Serpentaria (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Sepalian Xila se dirigió a los allí congregados y esperó a que se hiciera el silencio.
-Esta es la Torre Serpentaria, una de las más antiguas torres de hechicería de nuestra ciudad. Acogerá a magos, brujos y criaturas con mucha magia -decía desde su máscara sin rasgos pero con raíces cruzadas por todas partes-. Los hechiceros somos pocos pero podemos hacer muchas más cosas que otros. La magia no es sólo un arma que usar en la batalla sino que también puede ayudar a crear y conservar. Y no sólo eso, pues también puede torcer y engañar, ocultar y revelar, y puede hacer cosas para las cuales no existen verbos que las describan. Yo os animo, nuevos ciudadanos, no sólo a que bebáis de las maravillosas fuentes del conocimiento mágico, sino también a que contribuyáis a este noble saber capaz de elevar a quien lo comprende. Dentro de esta torre encontraréis todo lo básico para iniciar vuestro camino por la senda de la magia y estableceros en la ciudad y colaborar en vuestras investigaciones y aprendizajes -a Sepalian le estaba gustando su discurso. Le agradaba la imagen de importancia que debía estar proyectando sobre los recién transformados.
-Este es un lugar serio de trabajo, así que rogaré a los curiosos que os abstengáis de entrar. Por eso también os daré la contraseña para sortear el hechizo de la puerta.
Con un gesto de la mano del brujo, pequeños papiros salieron de un bolsillo de su túnica para ir a manos de los allí presentes.
"Por la puerta trasera he de entrar", podía leerse en ellos.
-¡Memorizadlos! ¡Ya! -exigió Sepalian. Y al momento, cerró la mano en un movimiento enérgico que acompañó de una sílaba distorsionada. Los papiros ardieron con un fogonazo que los hizo desaparecer sin quemar las manos de los hechiceros.
-Sed bienvenidos a la Torre Serpentaria -concluyó.

Ahora que escuchaba a Enredo, Lara recordó algunas cosas que les habían dicho los exletarguinos y que ahora cobraban más sentido. Lentamente, sus ideas se iban aclarando y la madre iba focalizando su odio en la dirección correcta. <<Entonces los que merecen morir son los que han creado estas leyes>>. Supo enseguida. Lara trató de aparcar aquel deseo de venganza para otro momento y acabó de escuchar a Enredo. Veía que era buena persona y quizás por eso le molestaba aún más haberle destrozado la comida. Pensar en ello provocó que el estómago le rugiera, apoyando aquel pensamiento.

—Gracias, Enredo —le dijo con sinceridad.

La ordesa cogió el libro y lo hojeó en busca de lo que necesitaba saber. Permaneció en silencio su buen tiempo, primero mientras leía y después, mientras asimilaba lo que había leído. <<Soy una mala sombra>>. Aquel nombre ya le venía que ni pintado, para su desgracia. <<Una mala sombra... ¿Ya no soy una ordesa o esto se acumula?>>. Lo primero que descubrió fue lo que podía hacer con la mala suerte y Lara se quedó con la boca a medio abrir y la expresión ausente.

—Entonces... ¿Es verdad que no estoy maldita? —preguntó en voz alta. Necesitaba que se lo volviera a confirmar para acabar de creérselo, aunque aquello no le restaría culpa con respecto al final trágico que había sufrido su camada de quintillizos. A cambio, si de verdad era cierto que podía aprender a controlarlo, tendría en sus manos el arma que necesitaba para remendar parte de sus errores.

Todavía le quedaba por leer, pero aquel mal fario mágico empezaba a labrar un nuevo camino para la madre, que había dejado de ser madre para convertirse en monstruo.

La imagen del torreón con aquellas sombras de la bruja pululando y las estirges posadas en algunos huecos dela torre era una imagen singular. Definitivamente aquel refugio se volvía imperdible a la vista con los nuevos inquilinos. DL observó sobretodo a las estirges con clara curiosidad, ya las había visto en letargo, así que loa tribuyo que era dominio de alguien pero no sabia aun de quien. Lo averiguar pronto igual.

-Casi que no hacia falta guiaros, con los dominios de vuestros compañeros pululando por aquí se vuelve evidente donde viven- comento acercándose a la torre y mirando a las chicas diciendo la contraseña lo bastante claro para que ambas la oyeran. No le dio tiempo a hacer mucho mas el aleteo sobre su cabeza se incremento y vio con sorpresa como las estirges alzaban el vuelo desde donde estaba posadas graznando amenazantes y lanzándose en picados hacia ellos...o mas concretamente sobre la naga[/color]- ¿Se puede saber que les hiciste? He vivido con ellas y no suelen atacar porque si- pregunto a la naga empujándola hacia dentro en cuanto Tsusu abrió y haciendo que Marsi también entrara antes de cerrar la puerta, alejándolas del graznido y aleteo ensordecedor de las aves, cuyo ruido atrajo al atención de las personas de las plantas de arriba.

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Al final habían terminado en el cuarto de Ozzchreanos el cual les contó que no había podido encontrar sobre su transformación en el libro por lo que Alice le comento de ayudarle y Dhelian también se ofreció. Entre mas ojos buscando mas rápido seria, solo habría que hacer otra pronta visita a la biblioteca,a tal vez el fantasma de allí supiera algo.

Los graznidos de las estirges que sonaban molestas y sus aleteo furiosos desde fuera atrajeron la atención de Dhelian que rápidamente se asomo a la ventana del cuarto de Ozzchreanos, parándose  el entrenamiento del hechizo ala mitad. "¿Que les pasa? Yo no ordene nada" pensó sorprendido al ver a las estirges volando furiosas en dirección a la entrada del torreón.

- Parecen furiosas y volaban hacía la entrad de Serpentaria, bajare a ver que pasa y a calmarlas. Lo siento Ozzchreanos, sigamos luego- pidió mirando a Alice, por si quería bajar con el, saliendo del cuarto del ochorio para bajar a la sala encontrándose allí a Surasara y Mari acompañadas del chico de cabellos blancos del la luna. La presencia de Surasara allí y el graznido molesto de orgullosa sobre su hombro al verla, le confirmo un poco mejor a Dhelian porque habían reaccionado así las aves, parecían guardarle rencor o algo así a la naga por asesinarlas. ¿Acaso eso podía ser posible? No lo sabia, solo estaba claro que nada mas verla, querían atacarla. Las miro preocupado- ¿Estáis bien? No os llegaron atacar, cierto? Lo siento, aun no consigo que me obedezcan totalmente. Parecen haberte cogido manía Surasara.- Dijo haciendo que la estirge se quedase quieta sobre su hombro y sintiéndose observado por el chico de blanco, que en realidad mas que observarlo a el observaba al estirge con expresión pensativa.

-Así que por eso tenías magia...curiosa transformación- murmuro DL para si, alejándose de las chicas con intención de ir a buscar a Enredo y dejarles ponerse al día o lo que fuera, que ahí sobraba-Supongo ya sabéis todos lo que sois y todo eso, ¿no?- pregunto con curiosidad real.

Marsi había cogido un puñal de la armería de la Sede y un escudo, parecido al que usaba en Letargo. La bolsa con su cabeza seguía colgada de su cinturón, y botaba suavemente contra su muslo a cada paso. A pesar de ser de día, la Luna Roja seguía brillando en el cielo, asomando de tanto en tanto entre los nubarrones oscuros. No había llovido desde el día en que llegaron, ni una vez, pero las nubes no se habían alejado desde que se empezaron a transformar.

Llegaron a Serpentaria sin incidentes, pasando por la plaza en la que empezó todo, la de la fuente de las serpientes. Marsi observó el edificio, inspeccionando desde la base hasta la cúpula del final sin necesidad de ningún movimiento, tan solo una variación en su concentración. Escribió a Sura, pues tendría que se la naga la que llamase a los demás. La mano que no sujetaba la libreta tamborileaba sobre el cuero de su escudo, como forma de transmitir su impaciencia. Estaban siendo egoístas, apenas habían hablado con nadie fuera del grupo, ni con los de Maciel siquiera, pero había tantas cosas que hacer, tanto que atender, que a Marsi le habría estallado la cabeza si la tuviera. Las repetía cuando podía: telepatía, montura, armas, ejército, mágia o no magia, familia, compañeros.... << Alice>>

Pronto les abrieron.

Stefan

-Por supuesto que no estás maldita. No es una maldición, sólo es tu habilidad fuera de completo control - expliqué sonriendo.- Aprenderás a controlarlo, como todos.

Tuve una idea que quizá la animaría un poco. Busqué en mi cinturón y saqué una esfera de pequeño tamaño.

-Hace un año yo estaba tan perdido como tú - apreté la esfera hasta oír el chasquido de cristal roto.- Mira lo que se puede hacer con un poco de entrenamiento. No apartes la vista - la enredadera comenzó a crecer a mi alrededor, cuando era suficiente ordené flores y unas flores de color morado oscuro surgieron por toda la liana.- Y esto no es todo - con otra orden de una flor comenzó a crecer algo, una fruta, cuando estuvo madura la arranqué y se la tendí a la mala sombra. Era de color violeta claro, tenía una textura exterior parecida a la del melocotón y una forma parecida a la de una pera.- Puedes comértela, no es venenosa ni nada por el estilo e imagino que tendrás hambre, no puedes dejar de comer - le dije a la madre de forma seria.- Y ahora me voy a ir, tienes cosas que leer y más cosas en qué pensar. Te veo en la cena si quieres.

Dicho eso salí de la habitación y oí un revuelo en los pisos inferiores, poniendo los ojos en blanco bajo con cierta parsimonia para ver qué pasa.

Sura

Por fin llegamos a la torre.

-Pues me gusta esa cúpula de ahí arriba, pero no tiene nada que hacer contra la sede - digo riendo y guiñándole un ojo a Marsi.

De pronto oigo un ruido de alas y graznidos y me pongo en tensión. Antes de saber qué pasa recibo un par de arañazo y cuando me quiero dar cuenta ya estoy dentro de la torre. Los arañazos escuecen un poco, nada que no pueda soportar.

-Dhelian, mantén a esos bichos lejos de mi o te quedas sin dominio - gruño mientras examino los cortes.- ¿Por qué han ido a por mí si nunca les he hecho nad...? Vale, sí, maté a un par de ellas, ¿acaso me guardan rencor? Sólo son pájaros.

Stefan y Sura

-Esos pájaros son más inteligente de lo que puedas suponer - dije bajando el último tramo de escaleras.- Me alegra ver que tu transformación se llevó a buen término.

-No me digas, tú eres el otro que nos visitó ayer - tampoco parece mala gente, pero a este par los voy a tener vigilados por si acaso.

-Sí, fui yo - me volví hacia DL.- Hoy te quedas sin comida, hemos tenido un pequeño percance que ya está solucionado. Por una vez vienes sin que haya comida, una pena que no tenga pirotecnia a mi alcance - me reí.

Lara atendió a Enredo y los ojos no tardaron en brillarle en cuanto la enredadera creció. <<¿Cómo?>>. No sabía qué más transformaciones existían, pero aquello que hacía se parecía demasiado a una de las pocas cosas que había querido ser desde antes de venir a esta ciudad de locos. Lara cogió la fruta y se la quedó mirando. <<Tiene buena pinta>> concedió mientras sus divagaciones seguían la senda de afinidades y brujería.

—Enredo, ¿qué te ha hecho la luna a ti? —preguntó con curiosidad, al tiempo que algo de envidia amenazaba con surgir.

La respuesta del brujo le llegó y Lara la intercambió por una despedida con un nuevo agradecimiento. <<Así que es la luna la que hace a los brujos…>> se dijo, con parte de la ilusión que había recuperado al leer lo que era perdida. <<No es justo…>>. Lo suyo había sido doble o triplemente desafortunado. Había sido como un castigo, aunque ahora supiera que podía tomar las riendas. <<Entonces… ¿Dhelian y Alice también son brujos?>>. Apenas había les había visto durante la mañana, pero recordaba los cuervos de uno y las sombras de otra. <<Normal que estén tan contentos…>>. Pensó, con cierto sabor agridulce en el paladar.

Enfadada y desganada a ratos alternos, la ordesa pasó el resto del día en solitario. Enfocando la vista en puntos de la habitación y apretando los ojos con la esperanza de aprender a exprimir la mala suerte que disparaban. Tras leer su apartado, supo lo que eran los números: porcentajes. Y ahora podía evitar que la mala suerte le cayera a ella alejándose de los más altos. A ratos, igual que su ánimo cambiaba, lo hacía su opinión sobre su nuevo ser. Se había visto la nueva cola y las orejas por fin y le parecía que le quedaban bien, sin más, pero lo que hacían (o habían hecho) sus ojos todavía le dolía. <<He matado a mis hijos>> se repetía cada pocos minutos. Los había matado por activa y por pasiva varias veces desde hacía siete meses, empezando por su decisión de traerlos y acabando por probablemente la última mirada que les había dedicado a los tres que sobrevivieron hasta la luna. A ratos, Lara también lloró y se sintió rota, tal y como estaba.

<<¿Por qué?>> fue su pregunta de aquella noche para absolutamente todo. La repetiría incluso en sueños y se despertaría saboreándola al día siguiente. <<¿Por qué?>>. Y por más que aquella pregunta pasara por su cabeza, la ordesa no tenía forma de responderla. Pero un nuevo día empezaba y la mala sombra había vuelto a tener un propósito, aunque fuera uno mediocre y a corto plazo. Lara no saldría de la habitación salvo para comer, y lo haría tan a ciegas como pudiera sin matarse. No pensaba cruzarse con nadie y, si no se gafaba a sí misma (o el infortunio coincidía con ella por las vías naturales), nadie vería a la mala sombra el segundo día después de la luna.

A mitad del rato que estuvimos con Ozz, las estirges del exterior empezaron a graznar más de lo normal y Dhelian se preocupó. Bajó y yo me quedé arriba, pensando que habrían visto alguna criatura o cualquier tontería, pero la onyce de la ventana empezó a reírse. Suspirando, me excusé con Ozz y bajé a ver qué pasaba.

Abajo, resultó que Marsi y Sura se habían presentado por sorpresa y que las estirges habían reaccionado mal ante la naga... ¡Tenía varios cortes! También había un chico de pelo plateado... <<Ay, sí, el que vino con Enredo la noche anterior>> Skarog también se había asomado a la escalera, con su ceño fruncido, pero en cuanto Dhelian se explicó, volvió a su dormitorio. Había personajes muy curiosos en Serpentaria... Pero lo dejé de lado y volqué mi atención sobre las chicas.

—¡Bienvenidas!—acto seguido abracé a Marsi brevemente y luego casi lo hago con Sura, pero me fijé en los arañazos—¿Puedo curarte, Sura? Y luego te doy tu abrazo, ¿trato?

No le di tiempo a decir sí o no, intuyendo que me diría algo despreocupado al respecto de las heridas.
Menudo desperdicio de magia. Podrías haber aprovechado y matarla, sería lo mejor para todos.
—Qué, ¿qué tal en la Sede? ¿Todo bien? Podemos pasar al salón y sentarnos—dije una vez terminé de curarla y cumplí el trato, cómo no.

Dhelian

Vio Alice bajar al poco y mientras el dejaba quieta al estirge, ella e encargo de curar a Surasara y darle un abrazo, no sin antes darle un abrazo a Marsi como si llevaba década sin verse y no unas horas. "No recuerdo que hicieran estos actos afectuosos cuando salíamos durante la cosecha y una de las dos no venía" pensó encogiéndose un poco de hombros, no dándole mas vueltas que ese pensamiento. Habían pasado muchas cosas, verse vivos día a día podía considerarse a esas alturas casi una bendición.

El chico de cabello blanco pregunto algo sobre si todos ellos sabían lo que eran y Dhelian asintió tras un segundo de dudas no sabiendo realmente si decir lo de Ozzchreanos. A pesar de que se viesen amables y todo, no podía terminar aun de fiarse de ellos por lo que mantuvo silencio.

-Tenemos muchas cosas que contaros a ambas, vayamos al salón - dijo Dhelian manteniendo quieta al estirge y agradeciéndole al peliblanco la ayuda al acompañarlas no pudiendo evitar recordar a Puntada con ese pelo blanco. Ya en el salón y tomando asiento, lejos de la mirada de los dos veteranos que se fueron al poco sin prestarles mayor atención que la ya recibida, habló.

- ¿Como es todo en la Sede?- les pregunto interesado por como había sido recibidas- A nosotros nos recibieron bastante bien, con comida y todo aunque hubo un percance con Lara. El tal Enredo....hasta ahora parece amable pero no se...¿intento algo el de blanco?- añadió mirando las chicas no pudiendo evitar recordar las palabras de Malahierba, del que tampoco podían confiar del todo pero que nunca estaba de mas. No dijo nada mas de lo de Lara, con incomodidad mirando a Alice de reojo y cambio de tema, mejor contarlo en otro momento tal vez antes quería ver que todo estuviese bien por el lado de sus anteriores compañeras de torreón-La cosa parece extras y diferente de antes, supongo que queda acostumbrarse. Y Surasara, lo siento...sobre lo de que te ataquen las estirges...son bastante listas, así que les dejare claro luego a todas que eres amiga- no quería que siguieran atacando a la naga cada vez que la vieran así que debía empezar a tener un poco de voz de mando con las estirges aunque fuese empezando con eso. La estirge sobre su hombro grazno sonoramente ante sus palabras y le miro con ojos fijos antes de levantar una pata y comenzar a  a limpiándosela con el pico, igual a cuando alguien afila un cuchillo,  con mirada amenazante en una sutil advertencia. "Si que le tienen inquina, si" dijo al notar como la estirge miraba a Surasara mientras hacia aquello.

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DL

-Lo dices como si solo viniera para comer- se quejo DL con cierto humor acercándose al brujo y dejando a los novatillos juntarse, demasiada gente reunida en un pequeño espacio. Le recordaba a cuando se mudaron ellos mismos el años anterior y le resultaban adorablemente desconfiados.

-Yo iba a la biblioteca, ¿me acompañas? Quería preguntarte si ya conseguiste algo con todo eso de la magia que evita curar- le comento a preguntar mientras subía las escaleras en dirección a la biblioteca pues llevaba algo de tiempo queriendo preguntarle al brujo como iba con aquel tema dado que el andaba practicando sobre cerrar sus propias heridas quería enterarse un poco mas sobre aquello.

A Marsi no le dio tiempo a sacar su arma para defenderse de las estirges, y solo pudo apartar a un par con el escudo. El tipo del pelo blanco las condujo dentro de la torre, y allí estuvieron en cierto modo a salvo. Dhelian llegó y puso algo de orden entre los pájaros, y con él Alice y el otro tipo que les fue a visitar en Letargo. Recibió el abrazo un poco cortada, pero prefirió esperar a llegar al salón antes de reponder a ninguna pergunta. Escribir sentada y quieta era más sencillo.

''Un tipo reptil llamado Nasher nos enseñó todo el edificio. Parece muy acogedor, tenemos agua caliente, salas de entrenamiento, armerías repletas, y habitaciones individuales'' escribió, sin darse cuenta de lo mucho que se estaba emocionando. ''Tenemos un manantial en la habitación''

También mencionó a Saren y a Valek, y a los macieleros que habían visto.

''Cío tiene cuernos ahora, pero ni idea de lo que puede ser. ¿Sabéis algo de los demás?''

Sura Y Stefan

-No tienes que molestarte, ya se curarán...- pero Alice no me hace caso y cura los cortes dándome después un abrazo. Le devuelvo el gesto apretando un poco y levantándola del suelo para volver a dejarla un par de segundos después.- Ahora todos sois más pequeños que yo - comento riendo.

-Podéis usar el salón que queráis, dudo que nadie os moleste - me volví hacia el cambiante.- Ah, ¿pero vienes a más cosas que eso? Cada vez que vienes acabas atacando la despensa - respondí sacándole la lengua en plan burla.

Sura

-La sede es increíble, la armería está muy bien abastecida y la sala de entrenamiento muy completa. Y lo mejor de todo son las duchas, nos dimos una antes de venir y ya comimos algo - las palabras de Dhelian me hacen pensar un poco.- Pues no, no intentó nada, fue muy amable al enseñarnos algunas cosas y también me presentó a una chica que está en el ejército y me dio algunos consejos. No sé, en general fue bien - me callo un momento y luego pregunto.- ¿Qué dices que ha pasado con Lara?

Stefan

-Claro, tú delante - dije señalando las escaleras. Su pregunta me hizo pararme a pensar un par de segundos.- ¿No os lo dije? Lo terminé hace como dos meses. Quizá me centré demasiado en aprender a volar - me encogí de hombros restándole importancia.- Demasiada planificación para el viaje a la Tierra.

Subí a la biblioteca y una vez dentro le pregunté:

-¿Qué buscas? Ya sabes que te puedo echar una mano con lo que sea.

Fuimos a sentarnos al salón, donde yo me senté en el suelo con un cojín, y allí las chicas nos contaron. Casi que me fijé más en cómo nos hablaron que en las descripciones, ya que se las veía contentas y emocionadas y valoraba más eso que cualquier detalle de su torreón. No obstante, también atendí a estos y por ello pensé en explorar los baños cuando anocheciera. Lo que me sorprendió fue lo que Dhelian dijo sobre el "del pelo blanco", pero Sura no dijo nada malo al respecto así que no le di mayor importancia.

—De los demás... Ozz sigue buscando, ya sabéis que no encontró un libro para él en la biblio, y en el de transformaciones varias de momento no encontró nada... Pero le ayudaremos, no os preocupéis. De los macieleros... ni idea de Archi o Lara. Es más, a Archi casi que ni le hemos visto.

Eso último lo dije casi automáticamente. No sabía si contarles lo poco que sabía de su transformación, ya que lo consideraba algo privado, pero lo peor era que no sabía cómo decirles lo de los hijos de Lara... No, eso no era lo peor. Lo peor era que no me había afectado tanto como debía. Ni siquiera había vuelto a pensar en el tema sino que me había centrado más en mí misma. Estaba siendo egoísta hasta el punto de que no quería hablar del tema por no enturbiar el rato con mis amigos. Pero como no me gustaba darme cuenta de esto o pensar en esto, seguí hablando, esta vez del sitio en que estábamos.

>>Y sobre la torre... Resulta que para entrar a la biblioteca necesitamos un hechizo de los que solo Ozz podía hacer, así que hasta dentro de un tiempo nada. No es plan pedírselo a los demás inquilinos, tampoco... Las habitaciones nos han dicho que se adaptarán a nosotros con el tiempo, los muebles están encantados y a veces se chocan con nosotros o se mueven y... No he explorado mucho más, la verdad. Lo que sí he descubierto es que las onyces pueden entregar mensajes... Así que puedo usarlas para avisaros de cositas cuando estéis en la Sede si no encontramos otra forma.

Mientras hablaba, la onyce que en ese momento me acompañaba, iba y venía por la sala, de mueble en mueble, tentando con incordiar a los demás pero varias miradas bastaron para pararla. Esta tenía forma de escorpión... o bueno, de algo ligeramente cercano a un escorpión terrícola, pero con dos colas. Lo más llamativo que hizo fue plantarse delante de mi cara cuando terminé de hablar, pero dándome la espalda. Definitivamente no era un escorpión, ya que antes de hablar, remodeló la figura y le dio la apariencia de dicho animal, sí, pero con una figura femenina de torso para arriba saliendo del cuerpo del escorpión.

Más os vale encontrar otro medio de enviaros mensajes o nos cansaremos y empezaremos a contar lo que no es—dijo, haciéndose entender por todos.
—Eso lo decidiré yo, no vosotras. Aparta, que no veo—y, cuando se fue de vuelta a algún mueble, añadí—¿Tenéis algún plan para lo que queda de día?

Dhelian

Verlas contentas mientras hablaban sobre la Sede fue suficiente explicación para Dhelian, estaban juntas, se hacían compañía y podían apoyarse si cualquier cosa surgía y Alice Ozz o el mismo no estaban cerca. Porque a pesar de que vivieran en diferentes torreones para Dhelian el apoyarse mutuamente seria igual que cuando vivían juntos. Las palabras sobre el chico de blanco también lo tranquilizaron un poco, por que no volvió a decir algo al respecto.

-Alice jo, no acapares toda la conversación-la miro pinchandole suavemente con un dedo en el brazo, pues ella había contado prácticamente todo dejandole sin tema de conversación. Lo único que no había mencionado era lo que habían descubierto de Lara, de forma parcial y no sabia si decirlo pues no tenían tampoco toda la información.

-Sobre Lara, bueno, ha perdido a todos sus pequeños así que esta mal como comprenderéis. Así que cuando llego y vio la comida, las comodidades y eso, reaccionó bruscamente. Ahora esta en su cuarto y no quiere ver a nadie- dijo  con cierto pesar no diciendo nada sobra lo que la onyces les había dicho sobre la supuesta maldición de la ordesa.

>>-Yo aun tengo que leer los libros que cogí dela biblioteca, pero si tengo claro que estas aves son mucho mas inteligente que una ave promedio y que entiendo lo que graznan...mas o menos. -añadió rascándose la nuca nerviosamente escuchando a la estirge graznar y bajar dando saltitos por su brazo hasta posarse en el suelo mirando fijamente a la onyce-escorpión, manteniéndose cerca de Dhelian extrañamente protectora- Y sobre mi otra parte, pues...supongo que lo mas difícil sera encontrar comida- dijo con incomodidad aun acariciando el lomo de la estirge que le miro con ojos fijo pero no hizo nada salvo mirar a las tres chicas de forma atenta. Las palabras de Alice sobre lo que debería hacer durante ese día los sacaron de su mutismo temporal mirando atentamente a las chicas, esperando a ver lo que dirían.

DL

- Podrías haber avisado Enredo, ya sabes que estaba interesado en esa magia- dijo mirando al brujo con reproche mientras buscaba sobre magia logomante que aunque no estaba a su nivel ni por asomo quería enterarse un poco mas de como iba el asunto.

-¿Como te van tus preparativos para la Tierra. ¿Solo se abre una vez al año durante un día, cierto? ¿Va a darte tiempo a hacer todo lo que quieres allí en tan poco tiempo? Según tengo entendido la dimensión de tu mundo es bastante extensa y con mucha gente- dijo con curiosidad mientras miraba en la estantería donde recordaba haber dejado el libro hacia ya un tiempo.

-Tengo pensado aprender algún idioma así que quería buscar un poco sobre magia logomantica. Ya hable con Dama Puente sobre posibles precios, bastante superiores a mi dinero actual, pero solo quería buscar algo de información- dijo encogiéndose un poco de hombros porque no era especialmente importante, solo era enterarse un poco de como iba aquella magia de forma mas especifica- A todo esto...¿ya tienes pensado lo que harás con esa casa la que querias mudarte futuramente? Digo si ya estas empezando los preparativos

Marsi escuchó las descripciones de Serpentaria, que avivaban su entusiasmo. Parecía que el resto del grupo también estaría más cómodo, y que tendrían buena compañía. Sin embargo, cuando Dhelian dejó caer la bomba que era la noticia sobre Lara, notó cómo se le caía el alma a los pies. Empezó a revolverse nerviosa en el asiento; quería ver a Lara, pero le habían dicho que la ordesa no estaba para nadie. Se levantó bruscamente cuando la onyce de Alice se les acercó, y dió un par de vueltas cerca de donde sus compañeros estaban sentados.

''Pensaba ir a la taberna, tengo algunas preguntas para el violinista. Pero no quiero ir muy tarde o se llenará de gente rara'' informó, dejando que se pasasen el cuaderno para leer lo que había escrito. Cuando lo recuperó, añadió ''También quiero dejarle un mensaje a Lara, no puedo dejarla así''

Preguntó por la habitación de la ordesa, y cuando la tuvo subió a buscarla. No llamó a la puerta ni nada, sino que le pasó una nota por debajo de la puerta.

''Sé que prefieres estar sola, así que no te molestaré. Vengo a darte el pésame y a decirte que estoy en la Sede, y que puedes venir a hablar si quieres, cuando te sientas con fuerzas. Tienes que ser fuerte. Un abrazo,

Marsi.''

Se sentía algo insegura entregando el mensaje, pues sentía que no pintaba nada en aquella situación, y que Lara no querría hablar con ella ni en ese momento ni en ningún otro después. Aguardó unos segundos delante de la puerta y luego regresó con los demás, lista para ponerse en marcha hacia la taberna.

Sigue en la Taberna del Mago Tuerto

-Perdona perdona, se me ha pasado -dije disculpándome.- No te preocupes, ya actualizaré tu colgante con las runas adecuadas para que repelan el hechizo en cuestión. Bien pensado tras estudiarlo no es tan complicado, aunque mágicamente hablando sí que lo es.

Rebusco un poco por la biblioteca y le tiendo un libro al foner.

-Toma, he recolocado esto un poco para que sea más sencillo encontrar cosas. Y hablando de libros les voy a bajar estos a los novatos para que puedan ir tirando - comenté recordando como Tsusu había hecho eso mismo conmigo. Los dejé apilados sobre el suelo.- Mis preparativos van bien, pero tú vas a venir ¿no? A Shiz lo invité a venir ¿se me pasó decírtelo acaso? Ya no me acuerdo la verdad, he estado atareado ya sabes.

Dicho lo cual me acerqué al arcón del rincón y saqué unos cuantos amuletos y me los puse.

-Necesito que se carguen para la salida a la Tierra, me vendrá bien el suplemento mágico - expliqué aunque el foner no me hubiese preguntado nada.- Respecto a lo demás bien, he hecho cálculos y podré hacer lo que tengo que hacer allí, aunque me llevará casi todo el día. Si pudiera teletransportame todo sería infinitamente más fácil, pero por desgracia ese hechizo está fuera de mis posibilidades - respondí con un tinte de voz amargo.

-Yo también quiero aprender algún idioma, pero lo dejaré para más adelante, cuando me sobre el dinero vamos - comenté riendo pensando que quizá eso sería nunca.- La casa... no, aún no he empezado a hacer nada. Es posible que antes de la cosecha le ponga protecciones para evitar que entren alimañas y después de la visita a la Tierra será cuando me ponga a remodelarla, ¿por qué lo preguntas?

Acepto a actualización del colgante con las nuevas runas, no le vendría mal el hechizo pues aunque el podía curar a si mismo contra la magia que impedía que te curaras no podía hacer mucho y no le convenía.

-¿Como se han portado tus novatillos? Un gran numero ha ido a la Sede esta vez, prácticamente todo el grupo de Maciel salvo un par - suspiro cogiendo el libro que le tendió el brujo abriéndolo y comenzando a buscar lo que le interesaba, aunque antes para decir lo que quería, jamas se fiaría de los oídos de nadie lanzo un hechizo de burbuja de silencio para los dos antes de hablar. Las paredes tenían ojos y oídos en esa condenada ciudad, se había vuelto bastante desconfiado y pasaba de líos- ¿Y sabes lo gracioso? Necesito conseguir las muestras que me faltan para Giz ¿Como me acerco a una bruja con miles de ojos pululando alrededor y a un ghoul con aves vengativas? Ya ni hablar del clinger-cangrejo o de la ordesa, cuya transformación ni se aun porque en Maciel no pude verla.Y ese chico de rostro raro de Letargo también me falta y a Marsi directamente no puedo tocarla, siendo dullahan.- dijo mirándolo con frustración ojeando el libro con pesadez. Era un problema que debía solucionar relativamente pronto

-¿Se te ocurre algo sobre como conseguirlas? No quiero discusiones, paso de enemistarme con todo dios por eso, solo quiero hacer mi trabajo en paz y ya- dijo dejandole claro al brujo de que no dijera nada al respecto sobre lo que le estaba hablando fuera de aquella burbuja. Prefería que de sus negocios, fuesen cuales fuesen, solo se enteraran quienes le interesaba, por lo que espero que respondiera lo que fuera antes de deshacer la burbuja de silencio y volver a hablar normal. Realmente se complicaba mucho la existencia, era demasiado blando con los novatos o directamente demasiado precavido para su propia supervivencia futura. Era para darse de cabezazos contra la mesa.

<<- Eso de viajar a la Tierra ¿Es para la siguiente cosecha cierto?¿Como iras?¿Levitando? Tendrías que informarme mas si voy -pregunto mirándolo curioso sobre lo que tenía planeado y preguntando si podría apuntarse tras lo que dijo de que el estaba invitado a ir si quería al igual que Shizel.

-Sobre la casa es para echarte una mano, ya me dijiste de si quería podía irme a vivir contigo, al menos ayudarte ¿no?- dijo mirándolo con diversión. Estaba apunto de preguntarle si al menos había hablado con Per sobre que le ayudara con su dominio, cuando el pregón interrumpió lo que iba a decir. La mención de F.ON.E.R.A y le de dejo un sabor amargo ¿Se había cerrado el portal hacia su mundo de forma definitiva? ¿Ya no podría volver? No es como si lo hubiese deseado pero hasta ahora la opción estaba ahí, "Esto si es una forma de borrar toda tu vida anterior, ni borrado de memorias ni ostias...portal cerrado y adiós. ¿Supongo no pasara nada si olvido todo lo que era ser foner, cierto? Total, ahora solo estamos RR y yo y el ya anda mas que ido también" pensó vagamente mirando distraído el libro, ahora si podía considerarse totalmente un rocavarancoles.

-Supongo que ahora si lo que me quedaba de foner ha sido totalmente eliminado -añadió ojeando el libro sobre la magia logomantica- Adoptame que ahora no tenga mundo de origen al cual volver.- añadió con una media sonrisa divertida, aunque no muy feliz, sintiéndose un poco incomodo al respecto. No es como si ya fuera parte de su mundo, pero igual resultaba un poco extraño que el único foner de origen que iba a ver aparte de el mismo en la ciudad, fuese RR, al menos que el supiera.

-Hummm, si te soy sincero yo lo dejaría estar. Dale a Giz las que ya tienes y dile que el resto las consiga él, tú lo tienes bastante complicado. Hablando de lo cual... imagino que de nosotros también cogió muestras - fruncí el ceño.- Bueno, ya da igual.

No mencioné la transformación de Lara, eso era cosa suya aunque cualquiera un poco vivo lo sabría enseguida.

-¿Levitando? - enarqué una ceja.- Si voy levitando llegaría el año que viene. No, he aprendido el hechizo de vuelo únicamente para poder ir. Magia complicada donde las haya pero no te preocupes, puedo cargar con más hechizos.

-Ah, quizá si me venga bien una mano con algunas cosas pero de momento no hace falta - mi rostro mudó la expresión por una sonrisa abierta y luego pregunté.- ¿Entonces te vendrás a vivir conmigo? - la perspectiva era agradable, no quería quedarme solo en una casa tan grande. La voz de Miseria se abrió paso entonces. Fruncí el ceño al oír el discurso.- ¿Habrá pasado algo? Igual se han dado cuenta o algo - resoplé ante las palabras del cambiante.- No me querrías como padre créeme. Por cierto ¿cómo te va todo con Shiz? - pregunté cambiando el tema un poco con intenciones de animar al foner.

Enredo no sirvió de mucha ayuda aunque su opción también era viable dudaba que Giz fuese a volver a "contratarlo" si le llevaba el trabajo a medias. Ya pensaría en algo y sino tenia mas opciones le quedaba esa.

-¿Vuelo, eh? Yo estoy practicando el como formar las alas y ahuecarlas, los músculos son un dolor por lo que aun no intente volar. Si consigo empezar con eso antes de la siguiente cosecha tal vez solo necesitaría un empujoncito con tu magia-añadió pensativo pues dudaba que fuese a darle tiempo a aprender a volar correctamente, pero al menos algo conseguiría.

-Y sobre vivir contigo, si supongo aunque sea largo plazo....el próximo año vendrá mas gente de la siguiente cosecha y la sede se llenara aun mas ¿cierto?. Me gusta la compañía hasta cierto punto, ya sabes.- comento leyendo el libro de forma distraída al notar como Enredo prefería tratar otro tema para no hacerle dar muchas vueltas al pregón que habían oído, junto con el siguiente que escucho y que no le intereso demasiado.

-Creo que soy mayor que tu- dijo con una sonrisa ante lo del padre aunque puso un poco de mala cara al respecto, tendría que quitarse poco a poco todo eso de rechazo al nacimiento normal.Que dado el caos poco importaba-Tampoco es como si tuviese mucha idea de lo que es tener padre, así que mas malo que no haberlo tenido nunca no creo que fuese- dijo mirándolo con distracción jugando con su pelo cambiándolo de color de forma intermitente hasta dejarlo de un tono negro azulado. La mención de Shizel hizo que mirara al brujo con reproche, pues realmente era otro problema que llevaba tiempo teniendo y ni siquiera tenia claro cual era.

-¿Ir? ¿Ir el que? Esta un poco extraño conmigo últimamente. Es tan sutil su comportamiento que me resulta incluso inquietante el haberme dado cuenta....me siento como un acosador- murmuro frustrado apoyando la frente sobre la mesa, casi recostándose sobre esta con pesadez, realmente aquello estaba incomodandole y por mas vueltas que le daba al tema no entendía nada- Últimamente me doy cuenta al instante de cuando meto la pata hasta el fondo, cosa que intento evitar de antemano, y no recuerdo haber hecho nada que pudiera molestarle. Tengo que hablar con el, pero por un motivo u otro aun no he podido.- añadió DL pasándose las manos por el pelo despeinándose aun mas antes de sentarse derecho mirando al brujo- Soy un inepto total en estos temas-gruño contra el idrino y contra el mismo. No tenia idea de quien tenia la culpa exactamente pero contra antes lo solucionara ante se sacaría esa espinita torturante.