Torre Serpentaria (Archivo I)
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23 participantes
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Torre Serpentaria (Archivo I)
17/10/11, 03:13 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Sepalian Xila se dirigió a los allí congregados y esperó a que se hiciera el silencio.
-Esta es la Torre Serpentaria, una de las más antiguas torres de hechicería de nuestra ciudad. Acogerá a magos, brujos y criaturas con mucha magia -decía desde su máscara sin rasgos pero con raíces cruzadas por todas partes-. Los hechiceros somos pocos pero podemos hacer muchas más cosas que otros. La magia no es sólo un arma que usar en la batalla sino que también puede ayudar a crear y conservar. Y no sólo eso, pues también puede torcer y engañar, ocultar y revelar, y puede hacer cosas para las cuales no existen verbos que las describan. Yo os animo, nuevos ciudadanos, no sólo a que bebáis de las maravillosas fuentes del conocimiento mágico, sino también a que contribuyáis a este noble saber capaz de elevar a quien lo comprende. Dentro de esta torre encontraréis todo lo básico para iniciar vuestro camino por la senda de la magia y estableceros en la ciudad y colaborar en vuestras investigaciones y aprendizajes -a Sepalian le estaba gustando su discurso. Le agradaba la imagen de importancia que debía estar proyectando sobre los recién transformados.
-Este es un lugar serio de trabajo, así que rogaré a los curiosos que os abstengáis de entrar. Por eso también os daré la contraseña para sortear el hechizo de la puerta.
Con un gesto de la mano del brujo, pequeños papiros salieron de un bolsillo de su túnica para ir a manos de los allí presentes.
"Por la puerta trasera he de entrar", podía leerse en ellos.
-¡Memorizadlos! ¡Ya! -exigió Sepalian. Y al momento, cerró la mano en un movimiento enérgico que acompañó de una sílaba distorsionada. Los papiros ardieron con un fogonazo que los hizo desaparecer sin quemar las manos de los hechiceros.
-Sed bienvenidos a la Torre Serpentaria -concluyó.
Sepalian Xila se dirigió a los allí congregados y esperó a que se hiciera el silencio.
-Esta es la Torre Serpentaria, una de las más antiguas torres de hechicería de nuestra ciudad. Acogerá a magos, brujos y criaturas con mucha magia -decía desde su máscara sin rasgos pero con raíces cruzadas por todas partes-. Los hechiceros somos pocos pero podemos hacer muchas más cosas que otros. La magia no es sólo un arma que usar en la batalla sino que también puede ayudar a crear y conservar. Y no sólo eso, pues también puede torcer y engañar, ocultar y revelar, y puede hacer cosas para las cuales no existen verbos que las describan. Yo os animo, nuevos ciudadanos, no sólo a que bebáis de las maravillosas fuentes del conocimiento mágico, sino también a que contribuyáis a este noble saber capaz de elevar a quien lo comprende. Dentro de esta torre encontraréis todo lo básico para iniciar vuestro camino por la senda de la magia y estableceros en la ciudad y colaborar en vuestras investigaciones y aprendizajes -a Sepalian le estaba gustando su discurso. Le agradaba la imagen de importancia que debía estar proyectando sobre los recién transformados.
-Este es un lugar serio de trabajo, así que rogaré a los curiosos que os abstengáis de entrar. Por eso también os daré la contraseña para sortear el hechizo de la puerta.
Con un gesto de la mano del brujo, pequeños papiros salieron de un bolsillo de su túnica para ir a manos de los allí presentes.
"Por la puerta trasera he de entrar", podía leerse en ellos.
-¡Memorizadlos! ¡Ya! -exigió Sepalian. Y al momento, cerró la mano en un movimiento enérgico que acompañó de una sílaba distorsionada. Los papiros ardieron con un fogonazo que los hizo desaparecer sin quemar las manos de los hechiceros.
-Sed bienvenidos a la Torre Serpentaria -concluyó.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
08/08/14, 01:39 am
A la comitiva hacia serpentaria no solo se unió aquel chico que mas tarde se presentaría como Skarog, sino también Archi, Lara y Keiria. Dhelian les echo un amplio vistazo mientras andaban intentando descubrir algún cambio en ellos. Evidentemente lo que mas llamo su atención fueron los ojos de Lara, las colas de Keiria y aquella tonalidad de piel de Archi, como lo mas evidente. Aun así nada de eso le decía mucho porque si había algo así en el libro sobre transformaciones de la biblioteca no lo recordaba, libro que llevaba consigo junto a los otro dos tomados de la biblioteca y que le podría prestar a alguno de los tres si luego los necesitaban.
El trayecto hasta Serpentaria no fue largo, estaban relativamente cerca de la Sede en comparación al distancia que debían tomar en la cosecha para ir de Maciel a Letargo y ala inversa, lo que fue un alivio. Allí, al igual que en la Sede recibieron la charla de un hombre que se presento como Sepalian y tras indicarle los pormenores generales les entrego la contraseña, siendo adelantados por Skarog.
Nada mas entrar fueron acorralados por una especie de criaturilla que le recordaba mucho al muñeco de Mala Hierba, aunque tenía alitas, y no tardo en ofrecerse a ayudar en lo que fuera. Dhelian no le presto mucha atención observando el interior del torreón un poco cohibido y escuchando el graznido de alguna de las estirges a las que había ordenado permanecer fuera hasta que el dijera lo contrario. "Vale, ahora estamos aquí....¿ahora que?" se pregunto confundido e incomodo, viendo parecer a alguien conocido, el chico llamado Enredo del día anterior. Vio de reojo a Alice y su presentación por lo que junto valor para presentarse como ya lo habían hecho la humana y Archi
-Yo soy Dhelian, aunque tengo pensado cambiar de nombre pronto, intentare que las estirges de afuera no causen problemas- aviso no alzando mucho la voz y mirando detenidamente al chico que controlaba las enredaderas- Gracias por la ayuda que me diste en Letargo, me fue mas fácil encontrar lo que era tras los datos que me diste... - respondió aunque la parte de la comida le sentó un poco mal. ¿Comer un banquete tras toda la cosecha teniendo dificultades para ello? "A mi me llega un poco tarde el banquete" pensó Dhelian frunciendo el ceño un poco molesto y frustrado. No quería arriesgarse a comer algo mas que no fuera lo que su transformación requería sin documentarse primero. No le apetecía que su putrefacción se acelerase o alguna cosa similar por alimentarse de algo que era considerado normal para un vivo.
-Sobre la comida, es tarde para mi- respondió con una media sonrisa desganada y sin mucho humor observandolo y viendo de reojo a Lara y su reacción cuando escucho sobre la comida, viéndola incluso en peor estado que la ultima vez que la vio. ¿Que habría pasado?- Aunque suene desagradecido, no comeré, sabes lo que soy así que espero que puedas entender el motivo de mi rechazo- añadió sin querer dar muchos detalles pues se sentía un poco violentado aun sobre que se enterase los de Maciel con los que no poseía la misma confianza que con sus propios compañeros de torreón. Ademas, tal vez fuesen imaginaciones suyas, pero el ambiente estaba realmente tenso alrededor de Lara principalmente.
No pudo quedarse a decir mucho mas pues junto a Alice fueron a buscar las habitaciones, encontrando un par que por suerte estaban una junto a la otra. Dhelian tomo la mas cercana a las escaleras. Su interior era simple, una cama, la ventana, un baúl, un escritorio y una especie de lavamanos con su espejo. Muchas mas comodidades de las que podían encontrar como cosechado definitivamente. Ya les habían dicho que los muebles se movían a placer así que la parte del diseño de interiores seria mas fácil de realizar, por lo que Dhelian no se preocupo en inicio por eso, dejando los libros sobre la cama, de como no, sabanas blancas.
-Ahora dormir en una cama de sabanas blancas es adecuado-Dijo Dhelian con humor negro, suspirando y asomándose a la ventana del cuarto viendo a estirges revoloteando de aquí a allá y posándose donde pudieran. No es que fuesen muchas, aunque si que volvían a ser el numero máximo que el día anterior había ido a Letargo
-¿Cabréis todas en este minúsculo cuarto?- murmuro observando la habitación, no es que fuese muchas pero tener cerca de veinte pájaro de una envergadura considerable era un poco caótico. Tendría que buscar la forma de que convivieran con el en un numero reducido que fuese intercambiándose y no molestasen demasiado y sobretodo...importante....que no fuese problemático de limpiar."Tal vez debería buscar alguna magia sobre eso o preguntarle a Enredo si sabe algo del tema" pensó teniendo a ese chico como el mas "cercano" entre los transformados de otros años por el momento, aunque prefería buscar primero por su cuenta y sino le quedaba otra, preguntar. Ademas si averiguaba como anclarlo con runas la cosa seria incluso mas fácil...tiempo al tiempo- Si este cuarto realmente se adapta a todo este problema, sera un milagro- murmuro rascándose la nuca mirando a las estirges llamando a una de ellas a la ventana acariciando su cabeza. Se trataba de la estirge a la que el llamaba mentalmente orgullosa y que no le pico pero si le miró altiva, causando una risita en ghoul.
-Terminaremos llevándonos bien aunque sea por mero aburrimiento- le advirtió al ave que le soltó un graznido que apenas interpreto como un <Ya lo veremos, enano> y que le hizo alzar una ceja. No se acostumbraba aun a que su cerebro interpretase el 'idioma' de las estirges como buenamente podía. Al final ordeno a al estirge subirse en su hombro y no hacer sus necesidades sobre el (al parecer la parte de no atacarle había quedado por fin medio grabado en el cerebro de pájaro de esa estirge, por el momento) y salio al pasillo encotnrandose con Alice que llevaba a una de sus onyces al hombro.
-Espero que sea verdad que los muebles del cuarto se mueven solos, o ponerme a mover muebles para intentar hacer un diseño que me sirva va a ser agotador- rió un poco viendo a la humana aun incomodo observando a la estirge de su hombro-Parece obedecer sin mucha objeciones, esta de aquí y sus compañeras utilizan cualquier huequito en mi orden para atacarme o hacer lo que quieren-suspiró mirando de reojo a la estirge que tenía sus ojilllos negros clavándose en la onyce de Alice. Dhelian miro por el contrario a la bruja- No se muy bien que hacer ahora....meses teniendo que sobrevivir y ya termino todo. ¿Ahora que hacemos?
El trayecto hasta Serpentaria no fue largo, estaban relativamente cerca de la Sede en comparación al distancia que debían tomar en la cosecha para ir de Maciel a Letargo y ala inversa, lo que fue un alivio. Allí, al igual que en la Sede recibieron la charla de un hombre que se presento como Sepalian y tras indicarle los pormenores generales les entrego la contraseña, siendo adelantados por Skarog.
Nada mas entrar fueron acorralados por una especie de criaturilla que le recordaba mucho al muñeco de Mala Hierba, aunque tenía alitas, y no tardo en ofrecerse a ayudar en lo que fuera. Dhelian no le presto mucha atención observando el interior del torreón un poco cohibido y escuchando el graznido de alguna de las estirges a las que había ordenado permanecer fuera hasta que el dijera lo contrario. "Vale, ahora estamos aquí....¿ahora que?" se pregunto confundido e incomodo, viendo parecer a alguien conocido, el chico llamado Enredo del día anterior. Vio de reojo a Alice y su presentación por lo que junto valor para presentarse como ya lo habían hecho la humana y Archi
-Yo soy Dhelian, aunque tengo pensado cambiar de nombre pronto, intentare que las estirges de afuera no causen problemas- aviso no alzando mucho la voz y mirando detenidamente al chico que controlaba las enredaderas- Gracias por la ayuda que me diste en Letargo, me fue mas fácil encontrar lo que era tras los datos que me diste... - respondió aunque la parte de la comida le sentó un poco mal. ¿Comer un banquete tras toda la cosecha teniendo dificultades para ello? "A mi me llega un poco tarde el banquete" pensó Dhelian frunciendo el ceño un poco molesto y frustrado. No quería arriesgarse a comer algo mas que no fuera lo que su transformación requería sin documentarse primero. No le apetecía que su putrefacción se acelerase o alguna cosa similar por alimentarse de algo que era considerado normal para un vivo.
-Sobre la comida, es tarde para mi- respondió con una media sonrisa desganada y sin mucho humor observandolo y viendo de reojo a Lara y su reacción cuando escucho sobre la comida, viéndola incluso en peor estado que la ultima vez que la vio. ¿Que habría pasado?- Aunque suene desagradecido, no comeré, sabes lo que soy así que espero que puedas entender el motivo de mi rechazo- añadió sin querer dar muchos detalles pues se sentía un poco violentado aun sobre que se enterase los de Maciel con los que no poseía la misma confianza que con sus propios compañeros de torreón. Ademas, tal vez fuesen imaginaciones suyas, pero el ambiente estaba realmente tenso alrededor de Lara principalmente.
No pudo quedarse a decir mucho mas pues junto a Alice fueron a buscar las habitaciones, encontrando un par que por suerte estaban una junto a la otra. Dhelian tomo la mas cercana a las escaleras. Su interior era simple, una cama, la ventana, un baúl, un escritorio y una especie de lavamanos con su espejo. Muchas mas comodidades de las que podían encontrar como cosechado definitivamente. Ya les habían dicho que los muebles se movían a placer así que la parte del diseño de interiores seria mas fácil de realizar, por lo que Dhelian no se preocupo en inicio por eso, dejando los libros sobre la cama, de como no, sabanas blancas.
-Ahora dormir en una cama de sabanas blancas es adecuado-Dijo Dhelian con humor negro, suspirando y asomándose a la ventana del cuarto viendo a estirges revoloteando de aquí a allá y posándose donde pudieran. No es que fuesen muchas, aunque si que volvían a ser el numero máximo que el día anterior había ido a Letargo
-¿Cabréis todas en este minúsculo cuarto?- murmuro observando la habitación, no es que fuese muchas pero tener cerca de veinte pájaro de una envergadura considerable era un poco caótico. Tendría que buscar la forma de que convivieran con el en un numero reducido que fuese intercambiándose y no molestasen demasiado y sobretodo...importante....que no fuese problemático de limpiar."Tal vez debería buscar alguna magia sobre eso o preguntarle a Enredo si sabe algo del tema" pensó teniendo a ese chico como el mas "cercano" entre los transformados de otros años por el momento, aunque prefería buscar primero por su cuenta y sino le quedaba otra, preguntar. Ademas si averiguaba como anclarlo con runas la cosa seria incluso mas fácil...tiempo al tiempo- Si este cuarto realmente se adapta a todo este problema, sera un milagro- murmuro rascándose la nuca mirando a las estirges llamando a una de ellas a la ventana acariciando su cabeza. Se trataba de la estirge a la que el llamaba mentalmente orgullosa y que no le pico pero si le miró altiva, causando una risita en ghoul.
-Terminaremos llevándonos bien aunque sea por mero aburrimiento- le advirtió al ave que le soltó un graznido que apenas interpreto como un <Ya lo veremos, enano> y que le hizo alzar una ceja. No se acostumbraba aun a que su cerebro interpretase el 'idioma' de las estirges como buenamente podía. Al final ordeno a al estirge subirse en su hombro y no hacer sus necesidades sobre el (al parecer la parte de no atacarle había quedado por fin medio grabado en el cerebro de pájaro de esa estirge, por el momento) y salio al pasillo encotnrandose con Alice que llevaba a una de sus onyces al hombro.
-Espero que sea verdad que los muebles del cuarto se mueven solos, o ponerme a mover muebles para intentar hacer un diseño que me sirva va a ser agotador- rió un poco viendo a la humana aun incomodo observando a la estirge de su hombro-Parece obedecer sin mucha objeciones, esta de aquí y sus compañeras utilizan cualquier huequito en mi orden para atacarme o hacer lo que quieren-suspiró mirando de reojo a la estirge que tenía sus ojilllos negros clavándose en la onyce de Alice. Dhelian miro por el contrario a la bruja- No se muy bien que hacer ahora....meses teniendo que sobrevivir y ya termino todo. ¿Ahora que hacemos?
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
08/08/14, 03:44 am
Keiria caminó junto sus compañeros en silencio, demasiado preocupada por el estado anímico de Lara como para prestar demasiada atención a los cambios de los letarguinos. La muerte de Ippon y de los pequeños ordeses había afectado a todo el mundo, pero la ordesa era la que peor lo estaba llevando, y la ulterana temía que aquello le superara. No sería de extrañar, por otra parte, pero la posibilidad de que la madre perdiera su cordura se le antojaba perturbadora, y no volver a ver la sonrisa de la mala sombra era una idea devastadora.
La torre Serpentaria no tardó en aparecer en la distancia, y en su entrada les esperaba un nuevo individuo del Consejo que, a efectos prácticos, les dio el mismo discurso que Cicatriz. El nuevo hogar de Archi y Lara resultaba increíble a primera vista, y lo que mas destacaba a ojos de la ibolense era la cúpula de cristal que coronaba la edificación de cuatro plantas. Keiria estaba ansiosa por echarle un vistazo a aquellos pasillos, pero ni siquiera sabía como era su propio nuevo hogar, así que creyó conveniente despedirse en aquel punto de sus amigos.
—Os veré pronto, ¿de acuerdo? —dijo, mirándolos a los ojos antes de darles un abrazo a cada uno, el de la ordesa algo mas prolongado— Tened cuidado.
La pelirroja había tenido la previsión de memorizar la contraseña para no tener problemas cuando volviera de visita.
Continúa en la Sede de los Taumaturgos.
La torre Serpentaria no tardó en aparecer en la distancia, y en su entrada les esperaba un nuevo individuo del Consejo que, a efectos prácticos, les dio el mismo discurso que Cicatriz. El nuevo hogar de Archi y Lara resultaba increíble a primera vista, y lo que mas destacaba a ojos de la ibolense era la cúpula de cristal que coronaba la edificación de cuatro plantas. Keiria estaba ansiosa por echarle un vistazo a aquellos pasillos, pero ni siquiera sabía como era su propio nuevo hogar, así que creyó conveniente despedirse en aquel punto de sus amigos.
—Os veré pronto, ¿de acuerdo? —dijo, mirándolos a los ojos antes de darles un abrazo a cada uno, el de la ordesa algo mas prolongado— Tened cuidado.
La pelirroja había tenido la previsión de memorizar la contraseña para no tener problemas cuando volviera de visita.
Continúa en la Sede de los Taumaturgos.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
08/08/14, 04:15 pm
Su despedida fue elegante, correcta, quien no le conociera podría verla como fría, sensación que se reforzaba por el medio escrito en que era transmitida. Si bien Ozzchreanos sentía sincero aprecio por los supervivientes que se quedaron en la Sede de los Taumaturgos, su habitual dificultad para expresar sus emociones condicionaba sus gestos, aunque no podía evitar el involuntario tic producido en su mano izquierda. Con el paso de los meses, el constante contacto, la ayuda y la confianza no defraudada que tuvo que depositar, intentar no sentir estima hubiera sido tarea harto complicada; inútil en realidad.
Finalizadas las despedidas, con las respectivas promesas de que no serían definitivas, se encaminó junto al resto de letarguinos y algunos macieleros hacia la Torre Serpentaria. Por el camino, se entretuvo en observar y cuestionar a todos sobre sus cambios, así como les escribía de forma escueta sobre sus propias experiencias. El medio escrito ralentizaba y hacía más difícil su comunicación. Aun le quedaba pendiente revisar en el tomo que le prestó Surásara si existía información que revelara en qué consistía la metamorfosis sufrida la noche anterior. Tal vez aún siguiera mutando, consideró.
Finalmente, llegaron a la edificación que les acogería durante los siguientes meses. Se encontraba muy cercana la fuente en la que todo empezó. Había transcurrido demasiado tiempo y Ozzchreanos, en multitud de aspectos, parecía otro ochrorio. En lo que más se semejaba al de aquel día era en sus ropajes, consistentes en la túnica con sobreveste tradicional de los novicios de la iglesia espiritual. Como extra a las prendas ochrorias, solo llevaba un calzado que pensaba devolver tarde o temprano a Letargo, pues no tenía otro.
Aunque la Sede era una construcción bonita a su manera, esta era para el sacerdote bastante más impresionante, sobre todo, por su cúpula cristalina. Quería subir allí y observarla, pero sabía ser paciente y conocía sus prioridades.
—Mi nombre es Ozzchreanos, ochrorio sacerdote de la Iglesia Espiritual Rocuo. —La primera era una presentación adecuada. Su rostro, aunque nuevo, era también inexpresivo—. Me complacería probar tu comida, Enredo, pero hemos desayunado bien y me gustaría primero instalarme —aunque no llevara ningún equipaje más que las ropas que vestía. Quería tener localizado el cuarto donde dormiría y saber dónde se encontraba lo básico. El resto, con el tiempo, lo aprendería por experiencia.
No se preocupó de qué cuarto escoger, así que entró en el primero que le pareció adecuado. Era sencillo, con cama, una mesita con su respectiva silla y una pequeña cómoda casi más parecida a un baúl con patas. Bueno, realmente sí que había algo remarcable: un pequeño espejo de pared en el que Ozzchreanos se pudo observar. Nada más había, mas de nada precisaba.
Salió de la habitación sin depositar ninguna pertenencia, pues no tenía, y se reunió con Alice y Dhelian cuando dejaban sus respectivos dormitorios. Esperó, en silencio, por una respuesta a la pregunta del daeliciano.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
08/08/14, 08:01 pm
-Claro, permíteme guiarte - le dije a la ordesa con una sonrisa, el resto al parecer prefería instalarse primero y comer después. Salvo el ghoul claro que no iba a poder comer, lo cierto es que nadie había pensado en poner carne de muerto en la despensa de la torre ya que hasta ahora ningún ghoul tenía magia. <<Quizá deba decirle donde puede conseguir para que no se pudra. Luego si eso>>.
Acompañé a la ordesa hasta la cocina que estaba repleta de bandejas con comida y había una tarta de limón en el centro para el que le apeteciera tomar postre. Atol apareció segundos después.
-Puedes comer cuanto quieras - le dije a la chica.- Si necesitas alguna otra cosa o lo que hay no te gusta te puedo preparar lo que quieras - terminé con una sonrisa amable y escuché lo que me decía el libense.- ¿Cómo? ¿Una explosión? - me sorprendí.- Madre de dios, tendré que ir a hacerle una visita a Urticaria uno de estos días, pero a saber como estará su humor. Yo estaría igual claro, no sólo ha perdido de golpe y porrazo su negocio si no también su casa. Ojalá pudiera hacer algo más por ella y no sólo darle ánimos. Está claro que la Luna no trae nada bueno últimamente, en la nuestra casi nos matan todos los monstruos de los subterráneos y ahora esto - terminé diciendo mientras negaba con la cabeza apesadumbrado.
Acompañé a la ordesa hasta la cocina que estaba repleta de bandejas con comida y había una tarta de limón en el centro para el que le apeteciera tomar postre. Atol apareció segundos después.
-Puedes comer cuanto quieras - le dije a la chica.- Si necesitas alguna otra cosa o lo que hay no te gusta te puedo preparar lo que quieras - terminé con una sonrisa amable y escuché lo que me decía el libense.- ¿Cómo? ¿Una explosión? - me sorprendí.- Madre de dios, tendré que ir a hacerle una visita a Urticaria uno de estos días, pero a saber como estará su humor. Yo estaría igual claro, no sólo ha perdido de golpe y porrazo su negocio si no también su casa. Ojalá pudiera hacer algo más por ella y no sólo darle ánimos. Está claro que la Luna no trae nada bueno últimamente, en la nuestra casi nos matan todos los monstruos de los subterráneos y ahora esto - terminé diciendo mientras negaba con la cabeza apesadumbrado.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
09/08/14, 02:20 am
Casi al momento salió Dhelian al pasillo, hablando animadamente y con una estirge en su hombro. Oz también salió poco después.
Qué bicho más feo, de verdad. Y su dueño, mira qué pinta de muerto—dijo, haciéndose entender, como si el chico no estuviera presente. Y yo le seguí el rollo.
—Yo creo que pegan, ¿eh? Parecen cuervos y él es casi un cadáver andante... —bromeé.
Quizá... un poco.
A continuación, me reí de la situación y luego seguí, respondiendo al chico:
—Las mías obedecen casi siempre... Si les pido que me hagan la cama, seguramente la tirarán por la ventana, pero si les digo que..., no sé, que desordenen tu dormitorio, lo harán cantando y bailando—bromeé. Pero sabía que era muy cierto—. Anoche me llevaron volando... ¡Puedo hacer con ellas casi cualquier cosa! ¿Ya estáis asentados los dos? Bien. ¿Hacer ahora, dices? Pues... aprender y aprender, ya nos lo han dicho. Y hacer amigos, y conocer más cosas, y visitar vuestros mundos... ¡Y magia! ¡Hay un montón de cosas por hacer!—exclamé ilusionada.
¿Y los planes de conquista?—inquirió sin hacerse entender.
Me pilló por sorpresa, pero le seguí el rollo.
—Shh, eso es secreto. ¿No querrás que se enteren?—respondí en tono serio.
Oh... No, claro que no queremos que se enteren...—respondió, y ahí sí que se hizo entender.
Luego seguí como si nada.
—Y como iba diciendo... Ahora creo que podríamos bajar a comer, ¿no creéis?—respondí, empezando a bajar.
Qué bicho más feo, de verdad. Y su dueño, mira qué pinta de muerto—dijo, haciéndose entender, como si el chico no estuviera presente. Y yo le seguí el rollo.
—Yo creo que pegan, ¿eh? Parecen cuervos y él es casi un cadáver andante... —bromeé.
Quizá... un poco.
A continuación, me reí de la situación y luego seguí, respondiendo al chico:
—Las mías obedecen casi siempre... Si les pido que me hagan la cama, seguramente la tirarán por la ventana, pero si les digo que..., no sé, que desordenen tu dormitorio, lo harán cantando y bailando—bromeé. Pero sabía que era muy cierto—. Anoche me llevaron volando... ¡Puedo hacer con ellas casi cualquier cosa! ¿Ya estáis asentados los dos? Bien. ¿Hacer ahora, dices? Pues... aprender y aprender, ya nos lo han dicho. Y hacer amigos, y conocer más cosas, y visitar vuestros mundos... ¡Y magia! ¡Hay un montón de cosas por hacer!—exclamé ilusionada.
¿Y los planes de conquista?—inquirió sin hacerse entender.
Me pilló por sorpresa, pero le seguí el rollo.
—Shh, eso es secreto. ¿No querrás que se enteren?—respondí en tono serio.
Oh... No, claro que no queremos que se enteren...—respondió, y ahí sí que se hizo entender.
Luego seguí como si nada.
—Y como iba diciendo... Ahora creo que podríamos bajar a comer, ¿no creéis?—respondí, empezando a bajar.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
09/08/14, 05:24 pm
El biomecánico atendió en la medida que el tic-tac se lo permitió a lo que sucedía a su alrededor, poniendo especial interés en las explicaciones de Enredo y Tsusu acerca de la configuración interna de la torre y el equipamiento del que esta disponía. En cuanto el humano mencionó la biblioteca, Archime supo cuál sería su primera parada en Serpentaria, aunque oír hablar a Alice y Dhelian acerca de escoger un cuarto le hizo priorizar aquello ya que realmente podría ser una buena idea asentarse primero para poder leer completamente aislado de cualquier posible sonido.
El biomecánico subió las escaleras una vez agradeció la información con un asentimiento de cabeza y permaneció observando en la distancia cómo los del grupo de Letargo elegían sus habitaciones. El ingeniero se rascó la cabeza, indeciso, ya que no tenía forma de saber qué lado del pasillo estaba más desocupado, pues no le importaba cuál cuarto escoger pero sí prefería equilibrar los números que probablemente estuviesen descompensados. Tras exactamente cinco segundos de duda, finalmente abrió el cuarto cuya puerta no se encontraba bloqueada que tenía más cerca, ya que no entraba en sus planes realizar una encuesta sobre qué cuartos se encontraban ocupados y cuáles no ni emplear la niebla mágica para saberlo. Ninguna de las dos cosas eran adecuadas.
La habitación no tenía nada de especial, pero el irrense se preguntaba cómo se adaptaría a él en cuanto dicha circunstancia se produjese. No obstante, por el momento no había mucho más que hacer salvo inspeccionar los escasos muebles con los que estaba equipado que, para su decepción, ninguno dio señales de moverse. Aunque la lógica le decía que era más conveniente de aquella manera. Probablemente podría analizar dichos muebles en cualquier otra parte del edificio y el hecho de que los suyos fuesen completamente normales y no contasen con funciones motoras probablemente carentes de un propósito fijo y, por tanto, de auténtica utilidad, era simplemente adecuado.
Había preguntado a Tsusu acerca de la ubicación exacta de la biblioteca y así fue como supo que debía subir hasta el último piso y volverse intangible para atravesar el techo. No queriendo perder tiempo, ni aliento, el ingeniero se aplicó dicho sortilegio además del de levitación y atravesó todos los pisos de esta manera hasta alcanzar la mencionada biblioteca. No había nadie allí arriba, por lo que, tras examinar la estancia y su disposición enfocando con su vista las diferentes partes de la habitación al ritmo de tic-tac cada vez, comenzó a revisar los títulos de los manuscritos que descansaban en los estantes. Lo primero que buscaría sería si había algún tomo en el que explicase qué había hecho la Luna con su cabeza. Con su cuerpo también, ya que como mínimo los tonos de su piel y pelo habían cambiado, pero era prioritario comprender el tic-tac. Así que a ritmo de este, comenzó a examinar los lomos de los libros. Si no hallaba lo que necesitaba, saldría hacia la biblioteca de la ciudad.
El biomecánico subió las escaleras una vez agradeció la información con un asentimiento de cabeza y permaneció observando en la distancia cómo los del grupo de Letargo elegían sus habitaciones. El ingeniero se rascó la cabeza, indeciso, ya que no tenía forma de saber qué lado del pasillo estaba más desocupado, pues no le importaba cuál cuarto escoger pero sí prefería equilibrar los números que probablemente estuviesen descompensados. Tras exactamente cinco segundos de duda, finalmente abrió el cuarto cuya puerta no se encontraba bloqueada que tenía más cerca, ya que no entraba en sus planes realizar una encuesta sobre qué cuartos se encontraban ocupados y cuáles no ni emplear la niebla mágica para saberlo. Ninguna de las dos cosas eran adecuadas.
La habitación no tenía nada de especial, pero el irrense se preguntaba cómo se adaptaría a él en cuanto dicha circunstancia se produjese. No obstante, por el momento no había mucho más que hacer salvo inspeccionar los escasos muebles con los que estaba equipado que, para su decepción, ninguno dio señales de moverse. Aunque la lógica le decía que era más conveniente de aquella manera. Probablemente podría analizar dichos muebles en cualquier otra parte del edificio y el hecho de que los suyos fuesen completamente normales y no contasen con funciones motoras probablemente carentes de un propósito fijo y, por tanto, de auténtica utilidad, era simplemente adecuado.
Había preguntado a Tsusu acerca de la ubicación exacta de la biblioteca y así fue como supo que debía subir hasta el último piso y volverse intangible para atravesar el techo. No queriendo perder tiempo, ni aliento, el ingeniero se aplicó dicho sortilegio además del de levitación y atravesó todos los pisos de esta manera hasta alcanzar la mencionada biblioteca. No había nadie allí arriba, por lo que, tras examinar la estancia y su disposición enfocando con su vista las diferentes partes de la habitación al ritmo de tic-tac cada vez, comenzó a revisar los títulos de los manuscritos que descansaban en los estantes. Lo primero que buscaría sería si había algún tomo en el que explicase qué había hecho la Luna con su cabeza. Con su cuerpo también, ya que como mínimo los tonos de su piel y pelo habían cambiado, pero era prioritario comprender el tic-tac. Así que a ritmo de este, comenzó a examinar los lomos de los libros. Si no hallaba lo que necesitaba, saldría hacia la biblioteca de la ciudad.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
09/08/14, 11:12 pm
Ozzchreanos se unió al pequeño grupo del pasillo aun no dijo nada. Aun le extrañaba ver un rostro diferente en el cuerpo ya conocido del ochorio, por lo que el niño tuvo que mirar primero ala ropa de este antes que a su rostro para asegurarse que no se estaba confundiendo.
Al final su atención fue recuperada por Alice, o mas concretamente por su onyce cuyas palabras, extrañamente entendibles para el brujo le hicieron sentir un poco mal. El tono bromista con el que Alice le siguió el rollo a su su nueva sombra no mejoro su animo, por lo que desvió la mirada y concentro su atención en su estirge hasta que la humana cambio de tema. Era un poco idiota, pero aun estaba un poco sensible con el tema de su muerte. Apenas había pasado unas horas desde que todo eso había ocurrido y por mas entero que se viera, había sido un golpe repentino.
-Pues...yo aun no se bien que pueden hacer ellas, aunque si que parecen bastante rencorosas y parecen ser bastante listas-dijo mirando de reojo a la estirge que por ahora si que se estaba comportando y que parecía mirara la onyce de Alice con inquina y con bastante ganas de darle un picotazo. ¿Había podido acaso también entender las palabras de la onyce y se había sentido ofendida? A saber...no sabia hasta que punto esas aves podían comprender.
La repentina ilusión de la humana le hizo onreir un poco.
-Yo quiero ver si encuentro algún hechizo de limpieza para el cuarto...no quiero pasarme toda mi vi....existencia, limpiando- dijo frunciendo un poco la la nariz y cortando lo que iba a decir a tempo, pues no era correcto siendo que no estaba vivo. Aunque no le gustase debía repetírselo y mentalizarse poco a poco- Pero magia...si quiero aprender mas magia y runas, yver como usar a estas aves...¿sabes que no es común que siendo ghoul pueda hacer magia? ¡Es un arma que nadie se esperaría que tuviese!- dijo sonriendo mas ampliamente, hablando casi de carrerilla con cierta ilusión en su voz.
Alice volvió a hablarle a su onyce y sus palabras confundieron a Dhelian aun mas al ver que entendía de nuevo parte de lo que la onyce decía.
-Mantienes conversaciones con ella como si lo hicieras conmigo, aunque hay veces que desde aquí pareces que hablas sola- dijo mirando a la chica riéndose pues era algo que también notaba le ocurría a el con las estirges cuando había mas gente alrededor- Supongo que para lo demás todos los brujos debemos parece un poco raros cuando hablamos con nuestro dominio.- añadió andando por el pasillo y viendo a Ozzchreanos que no había participado en la conversación.
-¿Pudiste averiguar lo que eras al fin? Debe a ver algo en el libro de transformaciones sino podríamos echarte una mano par buscar -añadió mirando directamente al ochrorio antes de responder a la pregunta de Alice- Yo no comeré, pero veamos que han preparado- añadió sonriendo un poco mientras bajaban.
Al final su atención fue recuperada por Alice, o mas concretamente por su onyce cuyas palabras, extrañamente entendibles para el brujo le hicieron sentir un poco mal. El tono bromista con el que Alice le siguió el rollo a su su nueva sombra no mejoro su animo, por lo que desvió la mirada y concentro su atención en su estirge hasta que la humana cambio de tema. Era un poco idiota, pero aun estaba un poco sensible con el tema de su muerte. Apenas había pasado unas horas desde que todo eso había ocurrido y por mas entero que se viera, había sido un golpe repentino.
-Pues...yo aun no se bien que pueden hacer ellas, aunque si que parecen bastante rencorosas y parecen ser bastante listas-dijo mirando de reojo a la estirge que por ahora si que se estaba comportando y que parecía mirara la onyce de Alice con inquina y con bastante ganas de darle un picotazo. ¿Había podido acaso también entender las palabras de la onyce y se había sentido ofendida? A saber...no sabia hasta que punto esas aves podían comprender.
La repentina ilusión de la humana le hizo onreir un poco.
-Yo quiero ver si encuentro algún hechizo de limpieza para el cuarto...no quiero pasarme toda mi vi....existencia, limpiando- dijo frunciendo un poco la la nariz y cortando lo que iba a decir a tempo, pues no era correcto siendo que no estaba vivo. Aunque no le gustase debía repetírselo y mentalizarse poco a poco- Pero magia...si quiero aprender mas magia y runas, yver como usar a estas aves...¿sabes que no es común que siendo ghoul pueda hacer magia? ¡Es un arma que nadie se esperaría que tuviese!- dijo sonriendo mas ampliamente, hablando casi de carrerilla con cierta ilusión en su voz.
Alice volvió a hablarle a su onyce y sus palabras confundieron a Dhelian aun mas al ver que entendía de nuevo parte de lo que la onyce decía.
-Mantienes conversaciones con ella como si lo hicieras conmigo, aunque hay veces que desde aquí pareces que hablas sola- dijo mirando a la chica riéndose pues era algo que también notaba le ocurría a el con las estirges cuando había mas gente alrededor- Supongo que para lo demás todos los brujos debemos parece un poco raros cuando hablamos con nuestro dominio.- añadió andando por el pasillo y viendo a Ozzchreanos que no había participado en la conversación.
-¿Pudiste averiguar lo que eras al fin? Debe a ver algo en el libro de transformaciones sino podríamos echarte una mano par buscar -añadió mirando directamente al ochrorio antes de responder a la pregunta de Alice- Yo no comeré, pero veamos que han preparado- añadió sonriendo un poco mientras bajaban.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
09/08/14, 11:51 pm
Lara bufó cada vez más cabreada y entró a la cocina dando zancadas largas. Frenó frente a la mesa y miró la comida durante unos segundos. Olía demasiado bien y su estómago le pedía que parara, pero el enfado que sentía hacia todo aquel paripé que les habían montado era más fuerte que su apetito.
—CUANTA AMABILIDAD —dijo con desprecio ante el ofrecimiento de Enredo. Él no tenía la culpa de que aquel banquete hubiera tardado siete meses y cinco hijos muertos en llegar, pero por desgracia Lara no estaba al tanto. Se escupió en la mano y exageró lo que en Ordesta habrían sido buenos modales, metiendo la mano con fuerza dentro del pastel. Las papilas gustativas de sus manos le dieron un pequeño regalo antes de que Lara agitara el brazo con violencia y los restos de la tarta viajaran por el aire—. Esto le habría encantado a mis niños si no estuvieran muertos —echó en cara a nadie en concreto, había dejado de dirigirse a Enredo para hablarle al aire; se quejaba a todos y a nadie. En cuanto el bizcocho voló, Lara empezó a llorar ruidosamente, pero no perdió el ánimo de hablar—. Y al pequeño Ippon y a Baurus y a todos los que se han muerto durante estos meses ¡Malditos desgraciados! ¡Todo esto es por vuestra culpa! —Lara agarró los bordes de la mesa y la volcó, dejando que el resto de bandejas cayeran al suelo formando un gran estrépito— ¡Vuestra! ¡Vuestra! ¡Vuestra!
Al mismo tiempo que la ira de Lara se desataba y arremetía contra todo lo que se encontraba a su paso, su nuevo cuerpo le quitó el cerrojo de forma inconsciente a la mala suerte que la ordesa provocaba, dejando que este se vertiera sobre todo y todos en la habitación. Lara cortó un insulto a la mitad al ver que los números volvían a moverse y ahogó un grito. Todavía no sabía qué significaban, pero estaba segura que cada vez que se modificaban tan rápido era porque su maldición volvía a funcionar. Cualquier rastro del enfado se había perdido en su rostro y ahora la ordesa dirigía una mirada de auxilio y cargada de preocupación a todos los que permanecían en la cocina con ella.
La mala sombra se abrazó a sí misma y se encogió poco a poco en su sitio; de la misma manera, la mala suerte se propagó.
—CUANTA AMABILIDAD —dijo con desprecio ante el ofrecimiento de Enredo. Él no tenía la culpa de que aquel banquete hubiera tardado siete meses y cinco hijos muertos en llegar, pero por desgracia Lara no estaba al tanto. Se escupió en la mano y exageró lo que en Ordesta habrían sido buenos modales, metiendo la mano con fuerza dentro del pastel. Las papilas gustativas de sus manos le dieron un pequeño regalo antes de que Lara agitara el brazo con violencia y los restos de la tarta viajaran por el aire—. Esto le habría encantado a mis niños si no estuvieran muertos —echó en cara a nadie en concreto, había dejado de dirigirse a Enredo para hablarle al aire; se quejaba a todos y a nadie. En cuanto el bizcocho voló, Lara empezó a llorar ruidosamente, pero no perdió el ánimo de hablar—. Y al pequeño Ippon y a Baurus y a todos los que se han muerto durante estos meses ¡Malditos desgraciados! ¡Todo esto es por vuestra culpa! —Lara agarró los bordes de la mesa y la volcó, dejando que el resto de bandejas cayeran al suelo formando un gran estrépito— ¡Vuestra! ¡Vuestra! ¡Vuestra!
Al mismo tiempo que la ira de Lara se desataba y arremetía contra todo lo que se encontraba a su paso, su nuevo cuerpo le quitó el cerrojo de forma inconsciente a la mala suerte que la ordesa provocaba, dejando que este se vertiera sobre todo y todos en la habitación. Lara cortó un insulto a la mitad al ver que los números volvían a moverse y ahogó un grito. Todavía no sabía qué significaban, pero estaba segura que cada vez que se modificaban tan rápido era porque su maldición volvía a funcionar. Cualquier rastro del enfado se había perdido en su rostro y ahora la ordesa dirigía una mirada de auxilio y cargada de preocupación a todos los que permanecían en la cocina con ella.
La mala sombra se abrazó a sí misma y se encogió poco a poco en su sitio; de la misma manera, la mala suerte se propagó.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
10/08/14, 12:32 am
No entendía por qué la ordesa hizo lo que hizo en ese momento, pero no tardé en entenderlo cuando oí sus palabras. Había perdido a sus hijos en la ciudad, no me extrañaba que estuviese así. Al principio casi me enfado pero después de sus palabras lo único que sentía era un vacío profundo en el pecho. Nos culpaba y no era de extrañar, es algo horrible y cruel que un padre tenga que enterrar a su hijo, más si es en plural. El entierro de mis padre me vino a la mente y sentí mucha pena por la chica.
Avancé hacia ella pero a medio camino resbalé con un trozo de la tarta y di con mi rodilla en el suelo. Una punzada de dolor se extendió por la zona, apreté la mandíbula no dispuesto a dejar que me venciese el dolor. Me acerqué a la ordesa y a punto estuve de caerme más veces. Cuando llegué a ella la abracé con fuerza y dije las dos palabras más sinceras que había dicho en mis poco años de vida:
-Lo siento - dije transmitiendo también mi tristeza, no sólo por sus hijos o por sus compañeros de criba sino también por mis padres y mis compañeros. Yo también rompí a llorar.
Avancé hacia ella pero a medio camino resbalé con un trozo de la tarta y di con mi rodilla en el suelo. Una punzada de dolor se extendió por la zona, apreté la mandíbula no dispuesto a dejar que me venciese el dolor. Me acerqué a la ordesa y a punto estuve de caerme más veces. Cuando llegué a ella la abracé con fuerza y dije las dos palabras más sinceras que había dicho en mis poco años de vida:
-Lo siento - dije transmitiendo también mi tristeza, no sólo por sus hijos o por sus compañeros de criba sino también por mis padres y mis compañeros. Yo también rompí a llorar.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
10/08/14, 05:40 pm
Atol
Me encogí de hombros ante las palabras de Enredo mientras me servía. Por un lado, porque todo lo que dijo sobre su pérdida era obvio e innecesario: todos lo sabíamos. Por otro, porque lo más sencillo que podía hacer era preguntar directamente a Dama Urticaria cómo ayudarla, no quedarse aquí pensando en qué hacer. Pero allá él. Luego, ya sentado a la mesa, me dispuse a empezar a comer.
Pero no pude. La ordesa —de nombre desconocido— hizo gala de unos malos humos muy... peligrosos. En cuanto sacó la mano del pastel, dejé el cubierto en el plato, lo cogí, me levanté lentamente y me disparé un hechizo de intangibilidad por si intentaba atacarnos. Sin embargo, por algún motivo me falló la puntería y acertó en una cacerola. <<Qué... Hace mucho que no fallo...>> Al segundo intento sí acerté, más que nada porque me aseguré de que uña y carne estuvieran en contacto. Y menos mal, porque pronto a los restos de pastel le acompañaron la mesa y todo lo que había encima.
¿Y por qué? Porque había perdido gente querida durante la criba <<Vaya, qué pena, nosotros también y no hicimos locura alguna. Vale que fueran sus hijos... ¿pero por qué demonios se los trajo? ¿Es que acaso les dan a elegir o al Consejo le da igual? Pf... seguramente les de igual... Pero no justifica nada. Igual que con Urticaria: no se puede culpar a los que no han tenido que ver>> No obstante, no dejaba de ser una gran pérdida... <<Y, por otro lado, si se desahoga ahora y nadie le da más motivos, habrá buena convivencia...>> No quería otra parejita de locos peleándose constantemente.
Así que me limité a fruncir el entrecejo durante toda la escenita mientras comía con rapidez, haciendo caso omiso. Ignoré a los novatos cuando entraron, también. Cuando Enredo la abrazó, deshice la intangibilidad propia y la de la cacerola de antes, y empecé a limpiar la cocina.
Alice
—Estamos en una torre de hechicería, en una ciudad que rebosa magia... ¿Y te preguntas por un hechizo de limpieza? ¡Los habrá a cientos!—exclamé, fingiendo indignación—. Sobre las onyces... a veces creo que se hacen entender, pero normalmente no suelen. Y sí que puede parecer raro... pero se acostumbrarán, digo yo. Y sobre qué hacer con tus estirges... Te pueden servir de mensajeras, por ejemplo, o puedes echar a levitar, atarte las manos a varias de ellas, y volar. Échale imaginación, no me seas vago, señorito.
Bajando, bajando, escuchamos ruido y gritos viniendo de más abajo, así que echamos a correr. Llegamos al comedor... Y menudo panorama: toda la comida que habían preparado para nosotros estaba por los suelos, así como la mesa. Lara estaba llorando y Enredo la abrazaba, mientras en un segundo plano Skarog recogía parte del estropicio. No lo habíamos oído todo, pero había bastado para saber qué había pasado. Y me sentí estúpida, pues no me había fijado en que Lara estaba sin sus hijos cuando les vimos en la Sede. Así que me acerqué a la chica, pero debí pisar algo de comida pues tropecé. A medio camino del suelo noté un ligero tirón en el pelo que de nada sirvió. Pero no fue para tanto el golpe.
¡Pesas demasiado!
Dolorida y con el suelo resbaladizo, me quedé sentada en el sitio. Quería consolarla, pero el otro ya la estaba abrazando y no quería aplastarla... y tampoco sabía qué hacer o decir más allá de eso. Así que me limpié con un hechizo y procedí a limpiar el suelo de igual forma mientras esperaba a que Lara dijera o hiciera algo y ya me acercaría.
Me encogí de hombros ante las palabras de Enredo mientras me servía. Por un lado, porque todo lo que dijo sobre su pérdida era obvio e innecesario: todos lo sabíamos. Por otro, porque lo más sencillo que podía hacer era preguntar directamente a Dama Urticaria cómo ayudarla, no quedarse aquí pensando en qué hacer. Pero allá él. Luego, ya sentado a la mesa, me dispuse a empezar a comer.
Pero no pude. La ordesa —de nombre desconocido— hizo gala de unos malos humos muy... peligrosos. En cuanto sacó la mano del pastel, dejé el cubierto en el plato, lo cogí, me levanté lentamente y me disparé un hechizo de intangibilidad por si intentaba atacarnos. Sin embargo, por algún motivo me falló la puntería y acertó en una cacerola. <<Qué... Hace mucho que no fallo...>> Al segundo intento sí acerté, más que nada porque me aseguré de que uña y carne estuvieran en contacto. Y menos mal, porque pronto a los restos de pastel le acompañaron la mesa y todo lo que había encima.
¿Y por qué? Porque había perdido gente querida durante la criba <<Vaya, qué pena, nosotros también y no hicimos locura alguna. Vale que fueran sus hijos... ¿pero por qué demonios se los trajo? ¿Es que acaso les dan a elegir o al Consejo le da igual? Pf... seguramente les de igual... Pero no justifica nada. Igual que con Urticaria: no se puede culpar a los que no han tenido que ver>> No obstante, no dejaba de ser una gran pérdida... <<Y, por otro lado, si se desahoga ahora y nadie le da más motivos, habrá buena convivencia...>> No quería otra parejita de locos peleándose constantemente.
Así que me limité a fruncir el entrecejo durante toda la escenita mientras comía con rapidez, haciendo caso omiso. Ignoré a los novatos cuando entraron, también. Cuando Enredo la abrazó, deshice la intangibilidad propia y la de la cacerola de antes, y empecé a limpiar la cocina.
Alice
—Estamos en una torre de hechicería, en una ciudad que rebosa magia... ¿Y te preguntas por un hechizo de limpieza? ¡Los habrá a cientos!—exclamé, fingiendo indignación—. Sobre las onyces... a veces creo que se hacen entender, pero normalmente no suelen. Y sí que puede parecer raro... pero se acostumbrarán, digo yo. Y sobre qué hacer con tus estirges... Te pueden servir de mensajeras, por ejemplo, o puedes echar a levitar, atarte las manos a varias de ellas, y volar. Échale imaginación, no me seas vago, señorito.
Bajando, bajando, escuchamos ruido y gritos viniendo de más abajo, así que echamos a correr. Llegamos al comedor... Y menudo panorama: toda la comida que habían preparado para nosotros estaba por los suelos, así como la mesa. Lara estaba llorando y Enredo la abrazaba, mientras en un segundo plano Skarog recogía parte del estropicio. No lo habíamos oído todo, pero había bastado para saber qué había pasado. Y me sentí estúpida, pues no me había fijado en que Lara estaba sin sus hijos cuando les vimos en la Sede. Así que me acerqué a la chica, pero debí pisar algo de comida pues tropecé. A medio camino del suelo noté un ligero tirón en el pelo que de nada sirvió. Pero no fue para tanto el golpe.
¡Pesas demasiado!
Dolorida y con el suelo resbaladizo, me quedé sentada en el sitio. Quería consolarla, pero el otro ya la estaba abrazando y no quería aplastarla... y tampoco sabía qué hacer o decir más allá de eso. Así que me limpié con un hechizo y procedí a limpiar el suelo de igual forma mientras esperaba a que Lara dijera o hiciera algo y ya me acercaría.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
11/08/14, 12:08 am
No había sido sencillo, había tenido que abrir muchos libros y perder mucho tiempo debido a su problema con la desconcentración, pero finalmente había dado con ello. El tempo que marcaba el paso del tiempo del lugar en el que se encontraba. Eso significaba el tic-tac de su cabeza. Aunque aquello no era ninguna revelación para Archime, pues resultaba bastante evidente. No obstante, lo que ya no podría haber adivinado era la habilidad que al parecer aquel constante marcar de ritmo le reportaba. Teletransporte o, lo que era lo mismo, la capacidad de viajar instantáneamente a un lugar. Al parecer gracias a lo que hasta ese instante se le antojaba poco más que una molestia, de utilidad similar a la del reloj que podía consultar cuando quisiera en la pantalla de su ordenador, podría llevar a cabo la hazaña que suponía la aparición instantánea en otra localización. Por supuesto había unas reglas, unos límites y no era sencillo. Pero los ojos del biomecánico destellaron tras los cristales de sus gafas a medida que leía y se empapaba con la información, con las pautas que distinguían al kairós. Pues en eso se había convertido el ingeniero. Era un kairós, una criatura con la capacidad de sentir en su cabeza el tempo de los lugares y teletransportarse a ellos.
Pero al parecer eso no era lo único que había cambiado en él. No. Para empezar, a partir de aquel momento su capacidad para realizar magia se hallaba condicionada por algo que el libro describía como “precio”. El ingeniero investigaría más tarde acerca de aquel nuevo concepto, pero no dudó en leer toda la información que había acerca del suyo. Al parecer debía presenciar acontecimientos, cuanto más importantes mejor sería su “recarga mágica”. Se mencionaba allí como ejemplo que la noche de Luna, debido a su propia transformación, a la de los que tenía a su alrededor y a la propia salida del astro rojo, era un momento idóneo para conseguir una recarga grande. Por ello, el irrense decidió que tal vez debería priorizar otras cosas por el momento.
Porque además había algo más acerca de la naturaleza del kairós que le impulsó a querer comenzar cuanto antes a solucionar el problema grave de salud de Cío. El suyo, al parecer, se había solucionado. Para comprobarlo, Archime, tras dudar durante exactamente cinco segundos mientras observaba el otro extremo del cuarto, de pie al lado de una de las paredes, echó a correr a través de la estancia. Frenó torpemente al llegar al otro extremo, pero cuando consiguió darse la vuelta, regresó también corriendo, o lo que él hacía y que se acercaba a algo que podría llamarse correr, al punto de partida. Volvió a permanecer quedo unos instantes, jadeando a un ritmo constante pero agitado debido al esfuerzo. Y luego volvió a correr. Y otra vez. Y otra. Tras la quinta vuelta, ya no podía más. No podía más porque estaba cansando ya que su forma física no le permitía continuar. Su respiración agitada, como no podía ser de otra manera. Pero no se ahogaba. Archime permaneció exactamente quince segundos jadeando y respirando fuertamente, quieto en la pared que había sido su “línea de salida”. No se ahogaba. Había realizado un esfuerzo físico considerable y no se estaba ahogando.
Y no era justo que para Cío hubiese sido al revés. Por ello, lo siguiente que buscó Archime en el libro, el cual se llevó con él a su cuarto descendiendo de la misma forma que había subido, fue la transformación del otro irrense. En aquel momento no podía hacer mucho más, pero tomó también la determinación, mientras pasaba las páginas en busca de la información. Al día siguiente acudiría a la sede, constató en su cabeza mientras sacaba un objeto de uno de los bolsillos de su bata. No parecía que fuese a volver a necesitarlo, pero el biomecánico no era partidario de tirar con nada sin más. El inhalador descansó sobre la mesilla, la cual tenía tres cajones y el central estaba abierto. Tras cerrarlo, el irrense volvió a sumergirse en el libro. Fuera ya hacía tiempo que solo la luz de la Luna Roja bañaba las calles de la ciudad, pero el ingeniero no le había prestado demasiada atención a este hecho. Un kairós que perdía la noción del tiempo podría resultar paradójico, casi cómico, pero Archime sabía que tiempo era lo que necesitaba para que aquel tic-tac dejase de constituir una molestia y se convirtiese en una parte de sí mismo. Pero sabiendo lo que ahora conocía, ya no se le antojaba tan terrible el hecho de que no fuese a desaparecer. Lo que no comprendía, no obstante, era el propósito de haberse desteñido, pues no parecía tener ninguno. No obstante, al ingeniero aquel detalle no le importaba en lo más mínimo.
Pero al parecer eso no era lo único que había cambiado en él. No. Para empezar, a partir de aquel momento su capacidad para realizar magia se hallaba condicionada por algo que el libro describía como “precio”. El ingeniero investigaría más tarde acerca de aquel nuevo concepto, pero no dudó en leer toda la información que había acerca del suyo. Al parecer debía presenciar acontecimientos, cuanto más importantes mejor sería su “recarga mágica”. Se mencionaba allí como ejemplo que la noche de Luna, debido a su propia transformación, a la de los que tenía a su alrededor y a la propia salida del astro rojo, era un momento idóneo para conseguir una recarga grande. Por ello, el irrense decidió que tal vez debería priorizar otras cosas por el momento.
Porque además había algo más acerca de la naturaleza del kairós que le impulsó a querer comenzar cuanto antes a solucionar el problema grave de salud de Cío. El suyo, al parecer, se había solucionado. Para comprobarlo, Archime, tras dudar durante exactamente cinco segundos mientras observaba el otro extremo del cuarto, de pie al lado de una de las paredes, echó a correr a través de la estancia. Frenó torpemente al llegar al otro extremo, pero cuando consiguió darse la vuelta, regresó también corriendo, o lo que él hacía y que se acercaba a algo que podría llamarse correr, al punto de partida. Volvió a permanecer quedo unos instantes, jadeando a un ritmo constante pero agitado debido al esfuerzo. Y luego volvió a correr. Y otra vez. Y otra. Tras la quinta vuelta, ya no podía más. No podía más porque estaba cansando ya que su forma física no le permitía continuar. Su respiración agitada, como no podía ser de otra manera. Pero no se ahogaba. Archime permaneció exactamente quince segundos jadeando y respirando fuertamente, quieto en la pared que había sido su “línea de salida”. No se ahogaba. Había realizado un esfuerzo físico considerable y no se estaba ahogando.
Y no era justo que para Cío hubiese sido al revés. Por ello, lo siguiente que buscó Archime en el libro, el cual se llevó con él a su cuarto descendiendo de la misma forma que había subido, fue la transformación del otro irrense. En aquel momento no podía hacer mucho más, pero tomó también la determinación, mientras pasaba las páginas en busca de la información. Al día siguiente acudiría a la sede, constató en su cabeza mientras sacaba un objeto de uno de los bolsillos de su bata. No parecía que fuese a volver a necesitarlo, pero el biomecánico no era partidario de tirar con nada sin más. El inhalador descansó sobre la mesilla, la cual tenía tres cajones y el central estaba abierto. Tras cerrarlo, el irrense volvió a sumergirse en el libro. Fuera ya hacía tiempo que solo la luz de la Luna Roja bañaba las calles de la ciudad, pero el ingeniero no le había prestado demasiada atención a este hecho. Un kairós que perdía la noción del tiempo podría resultar paradójico, casi cómico, pero Archime sabía que tiempo era lo que necesitaba para que aquel tic-tac dejase de constituir una molestia y se convirtiese en una parte de sí mismo. Pero sabiendo lo que ahora conocía, ya no se le antojaba tan terrible el hecho de que no fuese a desaparecer. Lo que no comprendía, no obstante, era el propósito de haberse desteñido, pues no parecía tener ninguno. No obstante, al ingeniero aquel detalle no le importaba en lo más mínimo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
11/08/14, 12:30 am
El miedo a su mal fario creció cuando Lara vio al primero de los presnetes caerse y se tapó la boca con las manos. Ella tenía miedo de moverse, porque los números a su alrededor eran más altos y estaba segura de que era por su culpa. Temblando de forma repentina y totalmente paralizada, Lara no pudo hacer sino dejarse abrazar por el humano. Lo miró con la extrañeza que se suele mirar a los desconocidos que te vienen a dar el pésame por gente que ni conocían. Probablemente él ni conociera su nombre, de hecho, pero a Lara le dio muy igual. Era la primera persona que se había acercado a decirle que lo sentía y era el primer abrazo que recibía desde que la luna le había escupido en los ojos. Lo necesitaba fuera de quien fuese.
—No. Nononono... —el mismo miedo que la había paralizado espoleó un pánico apremiante y la ordesa trató de retirarse con brusquedad, empujando al brujo y tratando de echarse ella hacia el lado contrario—. ¡Estoy maldita! ¡Podrías morir si me tocas! —gritó justo antes.
Así, Lara pisó los restos de la tarta y cayó hacia atrás con tan mala suerte que el golpe le vació los pulmones y por un momento creyó que se ahogaba. Sin esforzarse si quiera en reincorporarse, la ordesa respiró de manera exagerada para recuperarse de la falta de aliento. Rebozada en pastel, Lara no tenía manera ni de sentarse; los escurrizones se habían apoderado de ella.
—No. Nononono... —el mismo miedo que la había paralizado espoleó un pánico apremiante y la ordesa trató de retirarse con brusquedad, empujando al brujo y tratando de echarse ella hacia el lado contrario—. ¡Estoy maldita! ¡Podrías morir si me tocas! —gritó justo antes.
Así, Lara pisó los restos de la tarta y cayó hacia atrás con tan mala suerte que el golpe le vació los pulmones y por un momento creyó que se ahogaba. Sin esforzarse si quiera en reincorporarse, la ordesa respiró de manera exagerada para recuperarse de la falta de aliento. Rebozada en pastel, Lara no tenía manera ni de sentarse; los escurrizones se habían apoderado de ella.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
11/08/14, 01:14 am
La indignación fingida de la humana le hizo un poco de gracia pero no tuvo tiempo de responderle. El ruido de abajo les alerto y preocupados bajaron rápidamente las escaleras encontrándose con un estropicio en el comedor. Restos de tarta por el suelo a Lara llorando...llorando. Dhelian se sintió idiota y temeroso, busco con la mirada a alguien mas de Maciel ¿donde estaban sus hijos? Era cierto que los pequeños rara vez se veían fueran del marsupio de su madre, pero cuando estaban allí Lara se encargaba de mostrar su afecto con suaves caricias.
Pero desde la sede la había visto decaída con un rostro que parecía estar sumido en el dolor...al principio lo atribuyo a algo de su tranformacion, pero...¿Podía ser algo mas? ¿Habia pasado algo con sus tres pequeños? Aquellos llantos de la ordesa eran cargados de un dolor que posiblemente ninguno allí había sentido antes y Dhelian no sabiendo que hacer intento acercarse.
Y a pesar de saber que el suelo estaba enterrado de los restos de la comida y ver que la propia Alice caía de pronto al suelo se resbalo al intentar acercarse al Lara, aferrándose a la mesa para intentar no darse de bruces contra el suelo. La estirge de su hombro soltó un graznido alarmado ante el bamboleo e intento alzar el vuelo, con tan mala suerte de que una de su garras se quedo enganchadas en la ropa de Dhelian. En un intento de recuperar el equilibrio el pobre ave se aferro a lo que tenia mas cerca, el brazo del daeliciano que acabo recibiendo un profundo arañazo de la estirge antes de que esta se cayese a plomo al suelo en una bola de plumas enfurruñada.
Todo el tropezón ocurrió en pocos segundos, dejando confundido a Dhelian, que apenas se dio cuenta de que había recibido una buena cortada hasta que no vio la manga de su sudadera cubriéndose lentamente de sangre.
Aun así no dijo nada e incorporando vio a la ordesa, mucho mas pequeña y frágil de como la recordaba. Se acerco a ella sin dejar de agarrarse a la mesa, que parecía que sus pies se deslizaran sobre huelo y acabo arrodillándose frente a ella. Al escuchar sus gritos no pudo evitar por fin hablar. ¿Cuanto había sufrido aquella madre como para decirse aquello?
-No estas maldita...lo siento mucho Lara, por todo-susurro mirándola sintiendo un tirón en la herida al tomar la mano de la ordesa, a la que agarro con fuerza apoyando su frente sobre ella no importándole estar cubriéndose aun mas de tarta. No lloro, pero su voz expresaba cuanto lo sentía mas allá de cualquier llanto y aunque ella se decía maldita el no lo creía así- Te sacare de aquí...-añadió mirándola hablando con un tono suave en un mudo pedido antes de con cuidado de no resbalarse, alzarla del suelo con suavidad y sin aparente esfuerzo (aunque poniendo el mayor peso de la ordesa en su brazo no herido). Con un cuidado que hasta a el mismo le sorprendió, la llevo en brazos apoyándose en la mesa para avanzar y en el ultimo tramo para salir del comedor pego una pequeña zancada apara evitar un buen trozo de tarta en el suelo, apoyándose en la pared para no caerse pero no salvándose de un buen golpe contra la misma. Fue seguido por la estirge que parecía haberse convertido en un ave hecha de dulce y que parecía estar de muy mala leche por no poder moverse con libertad por lo pegajosa que estaba.
-Auch...mi cabeza...mi pobre craneo- pequeñas lagrimillas asomaron en sus ojos ante el golpazo en su cabeza, primero su brazo, ahora su frente, de verdad que no daba una- Lo siento Lara ¿estas bien?- dijo preocupado pues siendo que la cargaba no había podido frenar el tonto tropezón con el aire ¿Como se podía ser tan torpe? Por suerte, y sin saberlo, acababa de salir por fin del rango de mala suerte de la ordesa, por el momento.
Pero desde la sede la había visto decaída con un rostro que parecía estar sumido en el dolor...al principio lo atribuyo a algo de su tranformacion, pero...¿Podía ser algo mas? ¿Habia pasado algo con sus tres pequeños? Aquellos llantos de la ordesa eran cargados de un dolor que posiblemente ninguno allí había sentido antes y Dhelian no sabiendo que hacer intento acercarse.
Y a pesar de saber que el suelo estaba enterrado de los restos de la comida y ver que la propia Alice caía de pronto al suelo se resbalo al intentar acercarse al Lara, aferrándose a la mesa para intentar no darse de bruces contra el suelo. La estirge de su hombro soltó un graznido alarmado ante el bamboleo e intento alzar el vuelo, con tan mala suerte de que una de su garras se quedo enganchadas en la ropa de Dhelian. En un intento de recuperar el equilibrio el pobre ave se aferro a lo que tenia mas cerca, el brazo del daeliciano que acabo recibiendo un profundo arañazo de la estirge antes de que esta se cayese a plomo al suelo en una bola de plumas enfurruñada.
Todo el tropezón ocurrió en pocos segundos, dejando confundido a Dhelian, que apenas se dio cuenta de que había recibido una buena cortada hasta que no vio la manga de su sudadera cubriéndose lentamente de sangre.
Aun así no dijo nada e incorporando vio a la ordesa, mucho mas pequeña y frágil de como la recordaba. Se acerco a ella sin dejar de agarrarse a la mesa, que parecía que sus pies se deslizaran sobre huelo y acabo arrodillándose frente a ella. Al escuchar sus gritos no pudo evitar por fin hablar. ¿Cuanto había sufrido aquella madre como para decirse aquello?
-No estas maldita...lo siento mucho Lara, por todo-susurro mirándola sintiendo un tirón en la herida al tomar la mano de la ordesa, a la que agarro con fuerza apoyando su frente sobre ella no importándole estar cubriéndose aun mas de tarta. No lloro, pero su voz expresaba cuanto lo sentía mas allá de cualquier llanto y aunque ella se decía maldita el no lo creía así- Te sacare de aquí...-añadió mirándola hablando con un tono suave en un mudo pedido antes de con cuidado de no resbalarse, alzarla del suelo con suavidad y sin aparente esfuerzo (aunque poniendo el mayor peso de la ordesa en su brazo no herido). Con un cuidado que hasta a el mismo le sorprendió, la llevo en brazos apoyándose en la mesa para avanzar y en el ultimo tramo para salir del comedor pego una pequeña zancada apara evitar un buen trozo de tarta en el suelo, apoyándose en la pared para no caerse pero no salvándose de un buen golpe contra la misma. Fue seguido por la estirge que parecía haberse convertido en un ave hecha de dulce y que parecía estar de muy mala leche por no poder moverse con libertad por lo pegajosa que estaba.
-Auch...mi cabeza...mi pobre craneo- pequeñas lagrimillas asomaron en sus ojos ante el golpazo en su cabeza, primero su brazo, ahora su frente, de verdad que no daba una- Lo siento Lara ¿estas bien?- dijo preocupado pues siendo que la cargaba no había podido frenar el tonto tropezón con el aire ¿Como se podía ser tan torpe? Por suerte, y sin saberlo, acababa de salir por fin del rango de mala suerte de la ordesa, por el momento.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
11/08/14, 12:46 pm
Si bien nunca fue un ochrorio hablador, al nuevo Ozzchreanos se le estaba haciendo más difícil no poder ni abrir el pico que cualquier palabra que hubiera emitido en el pasado. Ni siquiera le pareció en aquel momento tan dura la prueba para ingresar en la Iglesia Espiritual Rocuo. Bien era cierto que podía comunicarse por medio escrito, pero tal carecía de la inmediatez y la espontaneidad básicas del lenguaje oral. No poder reaccionar a tiempo al diálogo de sus compañeros, o intentar consolar a Lara adecuadamente, eran algunas consecuencias. No estaba siendo fácil, sentía que debía solucionar el problema deprisa o dejaría de ser un enviado útil para sus dioses, pues la palabra es el principal medio de difusión de la verdad. Debía descubrir qué era, debía superar la prueba que le había sido impuesta.
En un gesto nervioso bien extraño en el ochrorio, se distanció del problema, de la mesa derribada y de los monstruos bañados en comida, heridas y magulladuras. Ni siquiera pensó en los extraños accidentes casuales, tan solo estaba centrado en su estado, autoanalizar sus cambios visibles para luego encontrarlos en el libro.
Cuando entró en la habitación que se agenció unos minutos antes, se percató de los cambios en los muebles. Habiendo sido avisado, no les prestó mucha atención y se encaminó directo a la mesa. Allí posó el libro que recogió en la biblioteca sobre transformaciones, que según el bibliotecario contenía información sobre sus cambios, se acercó la silla que ahora estaba cercana a la cama y empezó a revisarlo. Su búsqueda era concienzuda, racional, analítica; pero la maldición que había caído de refilón sobre él hizo efecto en el instante. Sin percatarse en lo más mínimo, se saltó las páginas que contenían información sobre la transformación denominada como Ominario.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
12/08/14, 07:45 pm
Lara no llegó a decirle que no a Dhelian a tiempo, y se arrepintió. <<¿Es que no ve que se están pegando hostias todos? ¿No le ha parecido una buena prueba?>>. Necesitó comerse la pared junto a Dhelian para saber que el miedo que había surgido con la vuelta del mal de ojo se disipara y dejara paso de nuevo al cabreo, su estado de ánimo se había vuelto voluble.
—¡Dhelian, sueltame! ¡Por toda la suerte que no tenemos! —Si bien habían logrado salir del mal fario que se había instaurado en la cocina, no quitaba que Lara se hubiera gafado también así misma. Ese pequeño reducto de mala fortuna fue suficiente para que Lara forcejeara de tal manera que cayó de boca al suelo. Un fuerte calambrazo de dolor le recorrió la dentadura comenzando por las paletas—. ¡JODER! —gritó con cierto sabor a sangre molestándole. Logró ponerse en pie y llevarse las manos a la boca para comprobar que tenía todos los dientes. Sin ningún tipo de reparo, escupió en el suelo y se sacudió para quitarse la crema que se le había pegado de encima.
No tardó en rendirse, pues no había manos que limpiaran aquel desastre, y clavarle una mirada de odio pasajero a Dhelian, por el dolor que sufría en boca y cabeza.
—Si os digo que no os acerquéis y que no me toquéis es por algo, joder, que parece que...—la comparación que casi le sale inconscientemente devolvió a primera plana detalles de la noche anterior. Respiró hondo varias veces, tratando de calmarse—. Voy a buscar una habitación y me voy a encerrar en ella hasta que se me pase esta mierda. Haced el favor de guardar las distancias—<<que bastante me pesa ya la conciencia>>.
—¡Dhelian, sueltame! ¡Por toda la suerte que no tenemos! —Si bien habían logrado salir del mal fario que se había instaurado en la cocina, no quitaba que Lara se hubiera gafado también así misma. Ese pequeño reducto de mala fortuna fue suficiente para que Lara forcejeara de tal manera que cayó de boca al suelo. Un fuerte calambrazo de dolor le recorrió la dentadura comenzando por las paletas—. ¡JODER! —gritó con cierto sabor a sangre molestándole. Logró ponerse en pie y llevarse las manos a la boca para comprobar que tenía todos los dientes. Sin ningún tipo de reparo, escupió en el suelo y se sacudió para quitarse la crema que se le había pegado de encima.
No tardó en rendirse, pues no había manos que limpiaran aquel desastre, y clavarle una mirada de odio pasajero a Dhelian, por el dolor que sufría en boca y cabeza.
—Si os digo que no os acerquéis y que no me toquéis es por algo, joder, que parece que...—la comparación que casi le sale inconscientemente devolvió a primera plana detalles de la noche anterior. Respiró hondo varias veces, tratando de calmarse—. Voy a buscar una habitación y me voy a encerrar en ella hasta que se me pase esta mierda. Haced el favor de guardar las distancias—<<que bastante me pesa ya la conciencia>>.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
14/08/14, 11:22 pm
Observé al ghoul llevarse a la ordesa y sin levantarme del suelo me limpié las lágrimas, era hora de poner un poco de orden. Tuve que empezar el hechizo cinco veces por que inexplicablemente fallé las cuatro anteriores, algo que no me había pasado desde el día que aprendí a hacerlo. Por fin el salón estuvo completamente limpio y ordenado.
-Lo siento por lo de la comida, otro día os prepararé algo - dije mientras salía de cocina tropezando cada dos por tres, aquello no era normal, yo no era un patoso, tenía que haber algo por en medio.- Si aún tenéis hambre la despensa está allí, servíos vosotros mismos.
Dicho eso tenía un misterio que solventar. Subí a la biblioteca y tras rebuscar en unos cuantos libros encontré la transformación de la chica, se empeñaba en que estaba maldita, y aunque no era eso sí que era un cúmulo de mala suerte. <<Esto no le va a hacer ni pizca de gracia>>. Encontré su habitación con un hechizo de búsqueda y golpeé la puerta.
-Lara, te traigo información. No estás maldita - dije a través de ella.- No hace falta que pase pero en este libro se te explicará todo, por favor abre. En cuanto te lo de me iré y no te molestaré más.
-Lo siento por lo de la comida, otro día os prepararé algo - dije mientras salía de cocina tropezando cada dos por tres, aquello no era normal, yo no era un patoso, tenía que haber algo por en medio.- Si aún tenéis hambre la despensa está allí, servíos vosotros mismos.
Dicho eso tenía un misterio que solventar. Subí a la biblioteca y tras rebuscar en unos cuantos libros encontré la transformación de la chica, se empeñaba en que estaba maldita, y aunque no era eso sí que era un cúmulo de mala suerte. <<Esto no le va a hacer ni pizca de gracia>>. Encontré su habitación con un hechizo de búsqueda y golpeé la puerta.
-Lara, te traigo información. No estás maldita - dije a través de ella.- No hace falta que pase pero en este libro se te explicará todo, por favor abre. En cuanto te lo de me iré y no te molestaré más.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
15/08/14, 04:25 pm
Esperaba que el abrazo de Enredo le hiciera bien, pero Lara empezó a actuar de forma muy extraña y dejé de limpiar, preocupada. Oía a la onyce diciendo que saliera de allí cuanto antes y veía a dos más asomadas a la cocina, urgiéndome a lo mismo, pero las ignoré. Si hubiera sido uno de los "veteranos" el que reaccionara de esa forma, me habría ido del comedor. Pero era Lara la que estaba gritando que estaba maldita y cosas que... asustaban. ¿En qué se había transformado? Estaba cambiada físicamente, sí, pero ¿por qué suponía un peligro para nosotros? ¿Qué le había pasado a sus hijos?
Casi me acerqué a ella cuando se cayó, pero me quedé en el sitio recordando sus palabras. Ni siquiera me atrevía a pensar en curarla, vista su reacción hacia Dhelian y el acercarnos.
—Lara... —empecé cuando dijo de marcharse, pero no seguí.
¿A qué se refería con lo último? ¿Acaso su transformación tenía algo más que meros cambios físicos y ese algo era peligroso? Esa era la impresión que daba... y no me gustaba ni un pelo. A las onyces tampoco, por lo visto, pues a las dos del techo se les habían sumado varios pares más.
Te lo dijimos, mira que lo hicimos... No deberías acercarte a ella. Nunca más.
Eso mismo, niña tonta. ¿Acaso no sabes lo que es? Os matará a todos.
—Siempre decís lo mismo...
¡Pero es verdad! Y lo peor es que cuando lo haga no será a propósito ni disfrutará con ello como tus otros amigos.
A no ser que aprenda a manejar su transformación...
—¿Y me vais a decir qué es o no?—inquirí, mosqueada y cruzada de brazos. Temía que no me dijeran todo lo que sabían.
Si me das a elegir, prefiero irme a cazar algo—murmuró una y tras decirlo salió de la cocina mientras la fulminaba con la mirada. Otras se rieron.
Es el peligro andante. Todo lo que hagas cuando ella esté cerca te saldrá mal.
Por eso todos tropezábais, ¡no porque seais torpes, que lo sois, sino por ella!
—Qué demonios... ¿Está realmente maldita, entonces? ¿Cómo se llama su transformación?
Las onyces se miraron y algunas hicieron gestos de aburrimiento.
No lo...
—¡Decídmelo!—exclamé, descruzando los brazos con fuerza, cabreada.
¡Tranquila, fiera!—exclamó la de mi hombro, que había vuelto a sentarse ahí—. Es una Mala Sombra.
—Hm... Seguramente... Seguramente pueda aprender a controlar sus poderes...—dije a la par que asimilaba toda la información—. Sí, lo contrario no tendría sentido. Aprenderá. Como todos, ¿no?
Si tú lo dices...
Suspiré. Por un lado estaba convencida, quería estarlo, pero las onyces sabían mucho más de lo que decían y no me fiaba de mi convencimiento... De lo que sí estaba segura era de que no podía dejar que las ocupas del techo camparan a sus anchas.
—Salid del torreón. Ya sabéis que podéis turnaros y entrar en mi dormitorio, pero el resto del torreón os está vetado.
Entretanto, Skarog y Enredo habían terminado de limpiar y el primero me miraba con el ceño fruncido.
—Espero que obedezcan esa orden a rajatabla. No he salido de un torreón de locos para tener que lidiar con otros—y, dicho eso, se marchó escaleras arriba. La onyce del hombro le hizo burlas pero el otro no reaccionó, así que le ignoró.
Qué gallito. ¡Nos ha llamado locas! ¡Seguro que no lo hace si vamos todas a por él!
—¿Y? No es malo. Esta ciudad es de locos. Aquí lo raro sería estar tan cuerdo como en el mundo del que vengo—bromeé.
Luego me acerqué a Dhelian
—¿Estás bien? ¿Tienes algo pensado para hacer por la tarde? Podemos explorar la biblioteca de arriba, si quieres... Hay muchas cosas que podemos hacer.
<<Necesito hacerme con otra libreta. Necesito un diario, una especie de agenda de lo que tengo pendiente y lo que ya he conseguido... ¡Quiero hacer demasiadas cosas!>> Estaba aprender hechizos nuevos, leer todo el libro que Biblios me había prestado sobre mi transformación y experimentar con las onyces, dedicar tiempo al aprendizaje de mis amigos, ayudar a Marsi con la telepatía, adecentar mi dormitorio, conocer a los demás inquilinos y llevarme bien con ellos, explorar toda la ciudad y... algo importante cuando conociera más hechizos y me manejara mejor con las onyces: valerme de forma independiente en las calles de la ciudad, lidiar yo sola con los peligros que había. Estaba claro que no era como subir niveles en los juegos, los monstruos y peligros con que nos topamos de cosechados no iban a ser más fáciles por haber "subido al nivel de transformados", así que había que dedicarle tiempo a eso también. <<Y, no menos importante, ropa. No puedo ir por ahí con vaqueritos o falditas siendo una bruja con un ejército de onyces a mis pies...>> Y el nombre, también. Pero para el nombre necesitaba calma y una cama, así que lo pensaría a la noche.
Casi me acerqué a ella cuando se cayó, pero me quedé en el sitio recordando sus palabras. Ni siquiera me atrevía a pensar en curarla, vista su reacción hacia Dhelian y el acercarnos.
—Lara... —empecé cuando dijo de marcharse, pero no seguí.
¿A qué se refería con lo último? ¿Acaso su transformación tenía algo más que meros cambios físicos y ese algo era peligroso? Esa era la impresión que daba... y no me gustaba ni un pelo. A las onyces tampoco, por lo visto, pues a las dos del techo se les habían sumado varios pares más.
Te lo dijimos, mira que lo hicimos... No deberías acercarte a ella. Nunca más.
Eso mismo, niña tonta. ¿Acaso no sabes lo que es? Os matará a todos.
—Siempre decís lo mismo...
¡Pero es verdad! Y lo peor es que cuando lo haga no será a propósito ni disfrutará con ello como tus otros amigos.
A no ser que aprenda a manejar su transformación...
—¿Y me vais a decir qué es o no?—inquirí, mosqueada y cruzada de brazos. Temía que no me dijeran todo lo que sabían.
Si me das a elegir, prefiero irme a cazar algo—murmuró una y tras decirlo salió de la cocina mientras la fulminaba con la mirada. Otras se rieron.
Es el peligro andante. Todo lo que hagas cuando ella esté cerca te saldrá mal.
Por eso todos tropezábais, ¡no porque seais torpes, que lo sois, sino por ella!
—Qué demonios... ¿Está realmente maldita, entonces? ¿Cómo se llama su transformación?
Las onyces se miraron y algunas hicieron gestos de aburrimiento.
No lo...
—¡Decídmelo!—exclamé, descruzando los brazos con fuerza, cabreada.
¡Tranquila, fiera!—exclamó la de mi hombro, que había vuelto a sentarse ahí—. Es una Mala Sombra.
—Hm... Seguramente... Seguramente pueda aprender a controlar sus poderes...—dije a la par que asimilaba toda la información—. Sí, lo contrario no tendría sentido. Aprenderá. Como todos, ¿no?
Si tú lo dices...
Suspiré. Por un lado estaba convencida, quería estarlo, pero las onyces sabían mucho más de lo que decían y no me fiaba de mi convencimiento... De lo que sí estaba segura era de que no podía dejar que las ocupas del techo camparan a sus anchas.
—Salid del torreón. Ya sabéis que podéis turnaros y entrar en mi dormitorio, pero el resto del torreón os está vetado.
Entretanto, Skarog y Enredo habían terminado de limpiar y el primero me miraba con el ceño fruncido.
—Espero que obedezcan esa orden a rajatabla. No he salido de un torreón de locos para tener que lidiar con otros—y, dicho eso, se marchó escaleras arriba. La onyce del hombro le hizo burlas pero el otro no reaccionó, así que le ignoró.
Qué gallito. ¡Nos ha llamado locas! ¡Seguro que no lo hace si vamos todas a por él!
—¿Y? No es malo. Esta ciudad es de locos. Aquí lo raro sería estar tan cuerdo como en el mundo del que vengo—bromeé.
Luego me acerqué a Dhelian
—¿Estás bien? ¿Tienes algo pensado para hacer por la tarde? Podemos explorar la biblioteca de arriba, si quieres... Hay muchas cosas que podemos hacer.
<<Necesito hacerme con otra libreta. Necesito un diario, una especie de agenda de lo que tengo pendiente y lo que ya he conseguido... ¡Quiero hacer demasiadas cosas!>> Estaba aprender hechizos nuevos, leer todo el libro que Biblios me había prestado sobre mi transformación y experimentar con las onyces, dedicar tiempo al aprendizaje de mis amigos, ayudar a Marsi con la telepatía, adecentar mi dormitorio, conocer a los demás inquilinos y llevarme bien con ellos, explorar toda la ciudad y... algo importante cuando conociera más hechizos y me manejara mejor con las onyces: valerme de forma independiente en las calles de la ciudad, lidiar yo sola con los peligros que había. Estaba claro que no era como subir niveles en los juegos, los monstruos y peligros con que nos topamos de cosechados no iban a ser más fáciles por haber "subido al nivel de transformados", así que había que dedicarle tiempo a eso también. <<Y, no menos importante, ropa. No puedo ir por ahí con vaqueritos o falditas siendo una bruja con un ejército de onyces a mis pies...>> Y el nombre, también. Pero para el nombre necesitaba calma y una cama, así que lo pensaría a la noche.
No Hope. No Dreams. No Love.
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