Torre Serpentaria
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Torre Serpentaria
02/08/11, 06:42 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Refugio para neotransformados de cinco plantas. La torre culmina en una cúpula. Está situada junto a la plaza de la fuente y su puerta protegida por un hechizo que solo pueden desactivar los inquilinos. En las plantas inferiores se encuentran las habitaciones, dos salas comunes con dos chimeneas centrales interconectadas y una cocina comedor. En la planta superior, bajo la cúpula, hay una sala de entrenamiento mágico que cuenta con medidas de seguridad para no dañar el edificio. A esta planta se accede mediante una runa de presión que abre una trampilla en el techo yy de la que descienden escaleras. La mayoría de los muebles están hechizados y a algunos les gusta gastar bromas.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
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- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Torre Serpentaria
03/03/22, 12:31 am
La pequeña clinger no dudó en corresponder el abrazo, tanto por Lethe como por ella misma. Aunque se sintiera torpe con sus palabras, también sentía que había ayudado a la enderth. Se lo notó en la cara —aunque fuera bastante ajena a la que ella conocía— y el tono de su voz cuando se apartaron.
—¡Por supuesto Lethe! Ya se te nota en la cara que necesitas descansar, jo. —Todos lo necesitaban.
Se levantó de la cama de un salto y se marchó de la habitación, aunque no sin antes soltar un “descansa bien”. En cuanto al resto del día, lo pasó los que se quedaron en la planta baja.
El tiempo parecía transcurrir de forma atropellada durante los días siguientes, o al menos aquella era la impresión que le daba a Kradko. Con toda seguridad aquello era el fruto del ajetreo que experimentó ya solo con habituarse al nuevo lugar y a interactuar con nueva gente, algo para lo que ya había perdido la costumbre. Sin duda la torre estaba mucho más habitada de lo que vio durante su primer día.
Aunque no tardarían en despedir a uno de los suyos. Alec decidió marcharse al otro torreón. Aquello la entristeció un poco, aunque entendía que aquello no significaba para nada que se fueran a dejar de ver. No estaban ni siquiera lejos.
Algo en lo que pasó bastante de su tiempo fue en explorar sus nuevas posibilidades. En especial el hecho de que fuera capaz de volar. Supuestamente. En primer lugar, mover aquellas alas no era para nada como las anteriores. La memoria muscular que había desarrollado con los años no hacía más que entorpecerle ahora. Pero sospechaba que no todo el secreto se encontraba en mover las alas y ya.
Lo que sí logró en algunas ocasiones, en especial cuando alguien la ayudaba haciéndola levitar, es hacer algo de ese ruido que se describía los libros. Se ve que aquel ruido era peligroso, pero no sabía muy bien cómo iba a evitar emitirlo en el futuro. Aunque primero debía aprender a hacerlo.
Uno de eventos principales de aquellos días fue la reunión con los otros cosechados. O al menos con los de uno de los torreones. Lo cierto es que Kradko esperaba ese encuentro y tenía mucha curiosidad por preguntarles sobre sus propias transformaciones. Tenía el suficiente tacto para no insistir en la información que no le quisieran darle, aunque aquello supusiera en ocasiones un esfuerzo extra por su parte.
Por desgracia en aquel encuentro también supieron que sus compañeros de cosecha tampoco sabían nada sobre los del Torreón Maciel. Aquello la inquietó y no dudó en unirse a la búsqueda. Aunque lo de volar aún no se le diera muy bien y no podía hacerse levitar a ella misma, su capacidad para trepar por casi cualquier superficie resultaba muy práctica en ese entorno. Sin embargo, la búsqueda no dio ningún resultado. Era como si la proximidad de la Luna Roja los hubiera evaporado.
Como era habitual, Kradko fue de las primeras en despertar. Como aún no tenía hambre, decidió salir y tomar un poco el aire en las inmediaciones de la torre. Para su sorpresa, no tardó mucho en oír las voces de Chromsa y Adam viniendo del salón. Curiosa, asomó su cabeza por unas de las ventanas.
—¡Ey pescaditos! Qué raro veros despiertos tan pronto.
—¡Por supuesto Lethe! Ya se te nota en la cara que necesitas descansar, jo. —Todos lo necesitaban.
Se levantó de la cama de un salto y se marchó de la habitación, aunque no sin antes soltar un “descansa bien”. En cuanto al resto del día, lo pasó los que se quedaron en la planta baja.
***
El tiempo parecía transcurrir de forma atropellada durante los días siguientes, o al menos aquella era la impresión que le daba a Kradko. Con toda seguridad aquello era el fruto del ajetreo que experimentó ya solo con habituarse al nuevo lugar y a interactuar con nueva gente, algo para lo que ya había perdido la costumbre. Sin duda la torre estaba mucho más habitada de lo que vio durante su primer día.
Aunque no tardarían en despedir a uno de los suyos. Alec decidió marcharse al otro torreón. Aquello la entristeció un poco, aunque entendía que aquello no significaba para nada que se fueran a dejar de ver. No estaban ni siquiera lejos.
Algo en lo que pasó bastante de su tiempo fue en explorar sus nuevas posibilidades. En especial el hecho de que fuera capaz de volar. Supuestamente. En primer lugar, mover aquellas alas no era para nada como las anteriores. La memoria muscular que había desarrollado con los años no hacía más que entorpecerle ahora. Pero sospechaba que no todo el secreto se encontraba en mover las alas y ya.
Lo que sí logró en algunas ocasiones, en especial cuando alguien la ayudaba haciéndola levitar, es hacer algo de ese ruido que se describía los libros. Se ve que aquel ruido era peligroso, pero no sabía muy bien cómo iba a evitar emitirlo en el futuro. Aunque primero debía aprender a hacerlo.
Uno de eventos principales de aquellos días fue la reunión con los otros cosechados. O al menos con los de uno de los torreones. Lo cierto es que Kradko esperaba ese encuentro y tenía mucha curiosidad por preguntarles sobre sus propias transformaciones. Tenía el suficiente tacto para no insistir en la información que no le quisieran darle, aunque aquello supusiera en ocasiones un esfuerzo extra por su parte.
Por desgracia en aquel encuentro también supieron que sus compañeros de cosecha tampoco sabían nada sobre los del Torreón Maciel. Aquello la inquietó y no dudó en unirse a la búsqueda. Aunque lo de volar aún no se le diera muy bien y no podía hacerse levitar a ella misma, su capacidad para trepar por casi cualquier superficie resultaba muy práctica en ese entorno. Sin embargo, la búsqueda no dio ningún resultado. Era como si la proximidad de la Luna Roja los hubiera evaporado.
***
Como era habitual, Kradko fue de las primeras en despertar. Como aún no tenía hambre, decidió salir y tomar un poco el aire en las inmediaciones de la torre. Para su sorpresa, no tardó mucho en oír las voces de Chromsa y Adam viniendo del salón. Curiosa, asomó su cabeza por unas de las ventanas.
—¡Ey pescaditos! Qué raro veros despiertos tan pronto.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torre Serpentaria
03/03/22, 02:34 pm
Su investigación durante aquellos días le dejó dos cosas claras: que sí corría peligro incluso si no tanto como Adam o Rua, y que le iba a costar poder elaborar un plan con el que intentar proteger a sus amigos. Sus capacidades mágicas no eran de las más altas precisamente y, aunque tenía acceso igualmente a varios hechizos útiles que ya tenía en su punto de mira (juego de palabras inintencionado) no iba a ser ella quien pudiera llevar el mayor peso en aquel frente. Tenía claro que necesitaban aquel hechizo de traslocación, que suponía que era lo que había usado el tal Krono Rádem cuando los recibió en la Torre el primer día y les pidió a Kahlo y quien la acompañase si podían preguntarle al respecto. Al parecer el irrense no usaba magia si no que su transformación le permitía hacer una movida muy rara de comparar tempos en su cabeza para desplazarse de aquella manera, pero les dijo que estaba familiarizado con el hechizo y que podía enseñarles las bases. También les explicó que se podía anclar a “circuitos rúnicos” y utilizarlo incluso si no poseías la capacidad para lanzarlo, lo cual le pareció muy útil pero complejo a la enderth. Empezaban a ser demasiados conceptos nuevos y se sentía bastante abrumada.
Otra cosa que creía que debían solucionar pronto era el empezar a aprender a volar. Eran varios los que habían adquirido aquella capacidad y la horus preguntó a Kirés por el tema. Él le dirigió a la torre Doce, donde al parecer había otros veteranos que se ofrecían a ayudar a novatos como ellos e, irónicamente, parecía ser que su cosechador se contaba entre los maestros de vuelo. Cuando se enteró no supo si reír o suspirar profundamente. Optó por las dos al final. Iba a ser un encuentro… interesante ese, cuando se llevase a cabo.
Por lo de pronto estaban más ocupados intentando buscar al grupo de Maciel… y encima Reina también había desaparecido. La humana había dejado una nota, pero no era precisamente tranquilizador que no diese señales de vida por varios días. ¿Por qué se había marchado? No había dado razones ni especificado cuánto pensaba estar fuera. Tampoco le hizo especial gracia que Alec se mudase al otro refugio, pero entendía que el edificio complementario cubría mejor sus necesidades y respetaba su decisión. De todas formas, algunos de los del otro grupo se mudaron a Serpentaria y entre ellos varios le caían bastante bien, por lo que eso era algo positivo al menos.
Cuando no estaba intentando buscar a los chicos de Maciel o a Reina (el hechizo de localización que se apresuró en aprender no le ayudó en nada) se había dedicado sobre todo a entrenar físicamente, ya que parecía que ser una horus la había vuelto considerablemente más fuerte, veloz y otras cosas. No tanto como Alec ni de lejos, ni siquiera como Kirés, pero si tenía mayores capacidades pensaba aprovecharlas. Y durante su tiempo a solas practicaba magia. Empezó por aquellos hechizos que ya conocía pero que nunca había podido realizar antes de transformarse: tenía claro que debía armarse de paciencia con el aprendizaje mágico, por mucho que le hubiera gustado un atajo fácil para poder proteger más eficientemente a sus amigos.
Aquella mañana se despertó como de costumbre y se sorprendió de encontrarse ya a Chromsa y Adam en el salón. No tanto a Kradko, a quien sabía tan madrugadora como ella.
—Buenos días —les dijo.
Pensaba continuar hacia la cocina para desayunar algo rápido antes de volver junto a ellos y preguntarles si tenían algún plan para ese día, ya que habían madrugado tanto.
Otra cosa que creía que debían solucionar pronto era el empezar a aprender a volar. Eran varios los que habían adquirido aquella capacidad y la horus preguntó a Kirés por el tema. Él le dirigió a la torre Doce, donde al parecer había otros veteranos que se ofrecían a ayudar a novatos como ellos e, irónicamente, parecía ser que su cosechador se contaba entre los maestros de vuelo. Cuando se enteró no supo si reír o suspirar profundamente. Optó por las dos al final. Iba a ser un encuentro… interesante ese, cuando se llevase a cabo.
Por lo de pronto estaban más ocupados intentando buscar al grupo de Maciel… y encima Reina también había desaparecido. La humana había dejado una nota, pero no era precisamente tranquilizador que no diese señales de vida por varios días. ¿Por qué se había marchado? No había dado razones ni especificado cuánto pensaba estar fuera. Tampoco le hizo especial gracia que Alec se mudase al otro refugio, pero entendía que el edificio complementario cubría mejor sus necesidades y respetaba su decisión. De todas formas, algunos de los del otro grupo se mudaron a Serpentaria y entre ellos varios le caían bastante bien, por lo que eso era algo positivo al menos.
Cuando no estaba intentando buscar a los chicos de Maciel o a Reina (el hechizo de localización que se apresuró en aprender no le ayudó en nada) se había dedicado sobre todo a entrenar físicamente, ya que parecía que ser una horus la había vuelto considerablemente más fuerte, veloz y otras cosas. No tanto como Alec ni de lejos, ni siquiera como Kirés, pero si tenía mayores capacidades pensaba aprovecharlas. Y durante su tiempo a solas practicaba magia. Empezó por aquellos hechizos que ya conocía pero que nunca había podido realizar antes de transformarse: tenía claro que debía armarse de paciencia con el aprendizaje mágico, por mucho que le hubiera gustado un atajo fácil para poder proteger más eficientemente a sus amigos.
Aquella mañana se despertó como de costumbre y se sorprendió de encontrarse ya a Chromsa y Adam en el salón. No tanto a Kradko, a quien sabía tan madrugadora como ella.
—Buenos días —les dijo.
Pensaba continuar hacia la cocina para desayunar algo rápido antes de volver junto a ellos y preguntarles si tenían algún plan para ese día, ya que habían madrugado tanto.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Re: Torre Serpentaria
04/03/22, 10:45 pm
Kolja se quedó un tiempo estudiando con Amira, hasta que su propia naturaleza le impidió seguir centrado en el libro, lo de estudiar de verdad que no era lo suyo, necesitaba movimiento y ejemplos prácticos para aprender las cosas. Se llevó los libros consigo a su cuarto para echarles otro vistazo otro día y se acostó temprano, cansado por todos los sucesos de la pasada noche.
Al día siguiente de camino a visitar a los sendarios en la sede le pusieron al día con los sucesos del día anterior. Se mostró muy interesado con lo que habían visto en el mercado y alegre de que al parecer hubiese transformados amables, aunque aquel chaval italiano le parecía algo excéntrico. En cuanto a lo de Alec Kolja empezó a menear la cabeza incrédulo de lo descuidado que había sido el escocés, hasta que se dio cuenta de que él, hace unos meses y en la misma situación, tampoco hubiese dudado en ir solo. Hoy en día no lo hubiese hecho, pero decidió que no era la persona adecuada para decirle nada al granjero y con un encogimiento de hombros dio por aparcado el tema.
Durante la reunión con sus compañeros cosechados se mostró alegre de que todos pareciesen estar bien, dentro de lo que era estar bien al haber vivido tal cambio. A los que le preguntaron les contó en lo que se había transformado, por supuesto haciendo primero el chiste de que la luna le había transformado en la encarnación de su oficio. No se mostró demasiado preocupado por los macieleros, si habían dejado Sendar en grupo lo más seguro es que siguieran juntos en algún sitio y que necesitasen tiempo para procesar sus cambios y mostrarlos al mundo. También se dijo que no le preocupaba que había sido de Reina y que había sido su propia decisión alejarse del grupo e ir por su cuenta, aunque él mismo sabia que si que sentía algo de preocupación.
Al principio de la reunión se mantuvo alejado de Nea por la impresión que le causó, una sensación que al parecer formaba parte de la transformación de ángel, pero cuando se acostumbró se acercó a él, bromeando sobre el hecho del estirón que había pegado el frivy y que si antes le parecía que no chocaba suficientes veces con los marcos de las puertas.
Durante las siguientes semanas Kolja se dedicó a estudiar los libros que había sacado del estudio, un día mientras estudiaba frente a la chimenea tuvo un encuentro descabellado con un transformado y la que, descubrió, era su novia. Sintió que era un tío con el que podría hacer buenas migas, pero decidió centrarse en sus estudios antes de ir haciendo contactos. Sus progresos con la ceniza ferrea no avanzaban tan rápido como pensaba que irían en un principio y eso le frustraba.
Fue también aquel entonces cuando Alec les comunicó que se iba a mudar a la Sede de los Taumaturgos. Le apenaba que no fuesen a vivir todos juntos en Serpentaria, pero entendía que aquel no fuese el lugar adecuado para que el tremor perfeccionase sus habilidades. Despidió al granjerito (ahora era más alto que él, podía seguir usando el diminutivo?) con una palmada en el hombro y palabras de ánimo y hermandad.
Durante aquellas semanas también decidió cual sería su nuevo nombre de cara a la ciudad. Como en un principio solo lo iba a utilizar con otros transformados que conociese a partir de entonces no se molestó en comentárselo a sus compañeros, si no que fue solo a aquella catedral espeluznante para seguir los pasos de la tradición que venía descrita en el libro que había leído.
Pocos días antes Alec le había dicho que buscando alguien con su transformación había descubierto de una pareja de veteranos del ejercito, él era un tremor y ella una minotaura que trabajaba de herrera. Cuando el escocés le había preguntado si quería ir con el a conocerlos el alemán se había apuntado al segundo.
Aquella mañana se despertó temprano por los nervios, pero estando descansado decidió levantarse e irse preparando, quizás estudiar un poco más si le daba tiempo antes de la hora a la que había quedado con el tremor.
Al día siguiente de camino a visitar a los sendarios en la sede le pusieron al día con los sucesos del día anterior. Se mostró muy interesado con lo que habían visto en el mercado y alegre de que al parecer hubiese transformados amables, aunque aquel chaval italiano le parecía algo excéntrico. En cuanto a lo de Alec Kolja empezó a menear la cabeza incrédulo de lo descuidado que había sido el escocés, hasta que se dio cuenta de que él, hace unos meses y en la misma situación, tampoco hubiese dudado en ir solo. Hoy en día no lo hubiese hecho, pero decidió que no era la persona adecuada para decirle nada al granjero y con un encogimiento de hombros dio por aparcado el tema.
Durante la reunión con sus compañeros cosechados se mostró alegre de que todos pareciesen estar bien, dentro de lo que era estar bien al haber vivido tal cambio. A los que le preguntaron les contó en lo que se había transformado, por supuesto haciendo primero el chiste de que la luna le había transformado en la encarnación de su oficio. No se mostró demasiado preocupado por los macieleros, si habían dejado Sendar en grupo lo más seguro es que siguieran juntos en algún sitio y que necesitasen tiempo para procesar sus cambios y mostrarlos al mundo. También se dijo que no le preocupaba que había sido de Reina y que había sido su propia decisión alejarse del grupo e ir por su cuenta, aunque él mismo sabia que si que sentía algo de preocupación.
Al principio de la reunión se mantuvo alejado de Nea por la impresión que le causó, una sensación que al parecer formaba parte de la transformación de ángel, pero cuando se acostumbró se acercó a él, bromeando sobre el hecho del estirón que había pegado el frivy y que si antes le parecía que no chocaba suficientes veces con los marcos de las puertas.
Durante las siguientes semanas Kolja se dedicó a estudiar los libros que había sacado del estudio, un día mientras estudiaba frente a la chimenea tuvo un encuentro descabellado con un transformado y la que, descubrió, era su novia. Sintió que era un tío con el que podría hacer buenas migas, pero decidió centrarse en sus estudios antes de ir haciendo contactos. Sus progresos con la ceniza ferrea no avanzaban tan rápido como pensaba que irían en un principio y eso le frustraba.
Fue también aquel entonces cuando Alec les comunicó que se iba a mudar a la Sede de los Taumaturgos. Le apenaba que no fuesen a vivir todos juntos en Serpentaria, pero entendía que aquel no fuese el lugar adecuado para que el tremor perfeccionase sus habilidades. Despidió al granjerito (ahora era más alto que él, podía seguir usando el diminutivo?) con una palmada en el hombro y palabras de ánimo y hermandad.
Durante aquellas semanas también decidió cual sería su nuevo nombre de cara a la ciudad. Como en un principio solo lo iba a utilizar con otros transformados que conociese a partir de entonces no se molestó en comentárselo a sus compañeros, si no que fue solo a aquella catedral espeluznante para seguir los pasos de la tradición que venía descrita en el libro que había leído.
Pocos días antes Alec le había dicho que buscando alguien con su transformación había descubierto de una pareja de veteranos del ejercito, él era un tremor y ella una minotaura que trabajaba de herrera. Cuando el escocés le había preguntado si quería ir con el a conocerlos el alemán se había apuntado al segundo.
Aquella mañana se despertó temprano por los nervios, pero estando descansado decidió levantarse e irse preparando, quizás estudiar un poco más si le daba tiempo antes de la hora a la que había quedado con el tremor.
- InvitadoInvitado
Re: Torre Serpentaria
07/03/22, 12:55 am
Al día siguiente fueron a visitar el otro refugio, como habían planeado. Allí parecían haber acabado el resto de cosechados, pero no los de Maciel, ni Reina, de la que no sabían nada desde antes de la Luna. Aunque fue un verdadero alivio ver a salvo a los habitantes de Sendar, Luci pasó el reencuentro pegado a Lethe y manteniéndose al margen. Evitó especialmente a Neariel (antes Nerys) justo porque parecía el más interesado en su transformación debido a las similitudes que compartían, y también porque su presencia le causaba pavor. Esquivó todas las preguntas respecto a los dones que le había dado la Luna y por cortesía no preguntó a nadie sobre ello. Eso sí, puso la oreja como el que más. Al final del día Alec les comunicó que prefería quedarse en ese refugio y a Luci no le hizo ni pizca de gracia, pero no dijo nada al respecto.
Los días siguientes los dedicaron a una infructuosa búsqueda de sus compañeros perdidos a la que también se apuntó el nuevo amigo raro de Adam y Chromsa. No parecía mala persona, pero a Luci le atacaba los nervios.
Estaba claro que la Luna Roja traía más cambios de los que había imaginado, y estos se sucedían sin importar si al ángel recién nacido le daba tiempo a asimilarlos o no. Los bultos de su frente se transformaron en dos cuernos negros que odiaba con toda su alma. Permitió que sus compañeros supieran de ellos pero los mantenía casi siempre ocultos bajo el gorro. Permanecer encerrado en su habitación ocultando su fealdad no era una opción: no podía dejar de servir de apoyo a sus amigos. Acompañó a Kahlo a la clínica y estaría con ella para lo que necesitase. Intentaba pasar tiempo con sus amigos mientras estudiaban y trató de no perderse ninguna comida en grupo o salida. Adam, Chromsa y él fueron a ver a ese brujo médico que había salvado a Alec y este aceptó a Adam y a él como aprendices, aliviando una espinita que tenía clavada desde hace mucho. Avanzaba por pura cabezonería, pues en realidad se sentía como una auténtica mierda. Nada de lo que encontraba sobre su transformación hacía que le gustase, ni siquiera comparándola con otras mucho menos afortunadas, y saber de su precio le hizo hiperconsciente de todas las pequeñas mentiras que contaba en su día a día. En una de esas búsquedas de información se encontró con Neariel en la biblioteca y se armó de valor para hablar con él y excusarse por su comportamiento en la Sede.
Kolja se cambió el nombre. Parecía realmente orgulloso de su nueva naturaleza. Luci se planteó si cambiar el suyo, no por las razones de su amigo si no más bien por lo diferente que se veía a como era en Daelicia. Diferente para mal. No sabía si merecía el hermoso nombre que habían elegido para él sus padres. Y hablando de padres, los echaba terriblemente de menos.
Tener tanta comida a su disposición se había vuelto más una maldición que una bendición. Todavía no se había atrevido a cocinarse nada, agarraba cualquier cosa dulce que tuviera a mano y la devoraba con ansia, solo para vomitarla poco después. Era algo absurdo, como un miedo primario a volver a tener que racionar el azúcar de su dieta, a pesar de que las despensas de la torre nunca estaban vacías. No consideró pertinente molestar a sus amigos con nada de esto.
Esa mañana despertó en el estudio de la torre sin recordar en qué momento se había quedado dormido. Le gustaba estar allí, por alguna razón la visión del cielo bestial de Rocavarancolia y la luz de la luna le tranquilizaban cuando antes le habían dado miedo. Cerró su libro, recogió sus apuntes y fue a darse una ducha (le había cogido el gusto a eso de las duchas). Bajó ya limpio y refrescado en busca de su desayuno y oyó la voz excitada de Chromsa en el salón, por lo que se devió a ver qué ocurría.
-Buenos días -dijo asomando por la puerta. Alzó las cejas desconcertado al ver a Kradko encaramada a una ventana -¿Pasa algo?
Los días siguientes los dedicaron a una infructuosa búsqueda de sus compañeros perdidos a la que también se apuntó el nuevo amigo raro de Adam y Chromsa. No parecía mala persona, pero a Luci le atacaba los nervios.
Estaba claro que la Luna Roja traía más cambios de los que había imaginado, y estos se sucedían sin importar si al ángel recién nacido le daba tiempo a asimilarlos o no. Los bultos de su frente se transformaron en dos cuernos negros que odiaba con toda su alma. Permitió que sus compañeros supieran de ellos pero los mantenía casi siempre ocultos bajo el gorro. Permanecer encerrado en su habitación ocultando su fealdad no era una opción: no podía dejar de servir de apoyo a sus amigos. Acompañó a Kahlo a la clínica y estaría con ella para lo que necesitase. Intentaba pasar tiempo con sus amigos mientras estudiaban y trató de no perderse ninguna comida en grupo o salida. Adam, Chromsa y él fueron a ver a ese brujo médico que había salvado a Alec y este aceptó a Adam y a él como aprendices, aliviando una espinita que tenía clavada desde hace mucho. Avanzaba por pura cabezonería, pues en realidad se sentía como una auténtica mierda. Nada de lo que encontraba sobre su transformación hacía que le gustase, ni siquiera comparándola con otras mucho menos afortunadas, y saber de su precio le hizo hiperconsciente de todas las pequeñas mentiras que contaba en su día a día. En una de esas búsquedas de información se encontró con Neariel en la biblioteca y se armó de valor para hablar con él y excusarse por su comportamiento en la Sede.
Kolja se cambió el nombre. Parecía realmente orgulloso de su nueva naturaleza. Luci se planteó si cambiar el suyo, no por las razones de su amigo si no más bien por lo diferente que se veía a como era en Daelicia. Diferente para mal. No sabía si merecía el hermoso nombre que habían elegido para él sus padres. Y hablando de padres, los echaba terriblemente de menos.
Tener tanta comida a su disposición se había vuelto más una maldición que una bendición. Todavía no se había atrevido a cocinarse nada, agarraba cualquier cosa dulce que tuviera a mano y la devoraba con ansia, solo para vomitarla poco después. Era algo absurdo, como un miedo primario a volver a tener que racionar el azúcar de su dieta, a pesar de que las despensas de la torre nunca estaban vacías. No consideró pertinente molestar a sus amigos con nada de esto.
Esa mañana despertó en el estudio de la torre sin recordar en qué momento se había quedado dormido. Le gustaba estar allí, por alguna razón la visión del cielo bestial de Rocavarancolia y la luz de la luna le tranquilizaban cuando antes le habían dado miedo. Cerró su libro, recogió sus apuntes y fue a darse una ducha (le había cogido el gusto a eso de las duchas). Bajó ya limpio y refrescado en busca de su desayuno y oyó la voz excitada de Chromsa en el salón, por lo que se devió a ver qué ocurría.
-Buenos días -dijo asomando por la puerta. Alzó las cejas desconcertado al ver a Kradko encaramada a una ventana -¿Pasa algo?
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torre Serpentaria
27/03/22, 04:18 pm
Las semanas se sucedieron a un ritmo vertiginoso, tras el encuentro entre los dos grupos la joven decidió internarse en la Torre Serpentaria, refugio escogido por ser el que albergaba mayor número de sus amigos y por contar con salas de entrenamiento mágico. Desde que llegó a la ciudad había sido dotada de magia, y Fleur no tuvo motivos para pensar que la Luna Roja la había privado de ella. No tardó en darse cuenta de que su elección fue la correcta, podía seguir lanzando hechizos y ahora con mucho más aguante y soltura, aunque intuía que había diferencias al entender el concepto del precio. En algunos de sus amigos se traducía al tiempo, otros como Maila o Toni debían estar en presencia de su dominio. Pero ella no conocía el suyo, como tampoco su verdadera naturaleza. No parecía ser una licántropa o animorfa como pensaron en la biblioteca en un principio, ya que estos seres eran incapaces de conjurar nada. Pero entonces... ¿De qué se trataba?.
Sufría transformaciones repentinas, y daba igual en qué lugar se encontrara que de un plumazo acababa convertida en un mero cisne, en ocasiones incluso se veía obligada a dormir como ave, y a las luces del alba volvía a poseer brazos y piernas en lugar de alas y pico. Quitando aquello, no parecía tener otro don especial y no tardaron en llegar las dudas de si estaba a la altura de sus amigos no porque tuviera complejos de inferioridad si no por no ser capaz de defenderlos. No se atrevió a volar tampoco, pues algunos de los veteranos se ofrecieron a enseñarles y la muchacha esperaba con ansias el encuentro.
Su estado emocional fue variado, los primeros días los pasó sumida en una tranquilidad pasajera, producto de tener la habitación contigua a la hawaiana y del éxito de continuar con vida. Pero una vez se acostumbró los temores acudieron a la llamada y su preocupación por los macieleros y la relación con su amiga aumentó. Dejó de temer en exceso por los primeros, eran poco probable que les hubiera pasado algo horrible a todos y quizás quisieran mantenerse ocultos. Pero Maila en cambio... debía hacer algo, y pronto. Se habían unido con la llegada del astro rojo pero Fleur sabía que debía agradecerle a la urgencia del peligro. Ahora que la tormenta había pasado la bruja seguía mereciendo una disculpa. Y sencillamente... no podía vivir sin ella.
Esa mañana Fleur bajaba con un par de tomos en las manos, había tomado una buena ducha refrescante (tras tantos meses de podredumbre casi lo hacía dos veces al día) y le había servido para deshacerse del sueño matutino. Creía haber encontrado algo, ciertas leyendas de Europa que hablaban de mujeres que se transformaban en cisnes con la magia de los lagos. Eso se parecía mucho más a ella que las imágenes de hombres lobo sedientos de sangre.
—Buenos días a todos —murmuró en voz queda con su fina voz, quedándose a medio camino entre prepararse algo para desayunar y continuar con su lectura, ya que parecía ocurrir algo. Esperaba que nada malo. Tomó asiento mientras pasaba los dedos por una de las plumas de su cabeza distraída y miró de reojo a Lethe, siempre se preguntaba si a la enderth le resultaría tan raro como a ella que pudiera tomar la forma de un ave, siendo ella uno de otro mundo.
Sufría transformaciones repentinas, y daba igual en qué lugar se encontrara que de un plumazo acababa convertida en un mero cisne, en ocasiones incluso se veía obligada a dormir como ave, y a las luces del alba volvía a poseer brazos y piernas en lugar de alas y pico. Quitando aquello, no parecía tener otro don especial y no tardaron en llegar las dudas de si estaba a la altura de sus amigos no porque tuviera complejos de inferioridad si no por no ser capaz de defenderlos. No se atrevió a volar tampoco, pues algunos de los veteranos se ofrecieron a enseñarles y la muchacha esperaba con ansias el encuentro.
Su estado emocional fue variado, los primeros días los pasó sumida en una tranquilidad pasajera, producto de tener la habitación contigua a la hawaiana y del éxito de continuar con vida. Pero una vez se acostumbró los temores acudieron a la llamada y su preocupación por los macieleros y la relación con su amiga aumentó. Dejó de temer en exceso por los primeros, eran poco probable que les hubiera pasado algo horrible a todos y quizás quisieran mantenerse ocultos. Pero Maila en cambio... debía hacer algo, y pronto. Se habían unido con la llegada del astro rojo pero Fleur sabía que debía agradecerle a la urgencia del peligro. Ahora que la tormenta había pasado la bruja seguía mereciendo una disculpa. Y sencillamente... no podía vivir sin ella.
—
Esa mañana Fleur bajaba con un par de tomos en las manos, había tomado una buena ducha refrescante (tras tantos meses de podredumbre casi lo hacía dos veces al día) y le había servido para deshacerse del sueño matutino. Creía haber encontrado algo, ciertas leyendas de Europa que hablaban de mujeres que se transformaban en cisnes con la magia de los lagos. Eso se parecía mucho más a ella que las imágenes de hombres lobo sedientos de sangre.
—Buenos días a todos —murmuró en voz queda con su fina voz, quedándose a medio camino entre prepararse algo para desayunar y continuar con su lectura, ya que parecía ocurrir algo. Esperaba que nada malo. Tomó asiento mientras pasaba los dedos por una de las plumas de su cabeza distraída y miró de reojo a Lethe, siempre se preguntaba si a la enderth le resultaría tan raro como a ella que pudiera tomar la forma de un ave, siendo ella uno de otro mundo.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torre Serpentaria
31/03/22, 09:02 pm
Las semanas pasaron, y a pesar de que la cosecha había terminado los siguientes días no fueron nada tranquilos. Para empezar la mayoría se mudaron a la Torre Serpentaria, de los dos refugios para transformados era el más especializado para las transformaciones mágicas. Así que esta fue una razón de bastante peso para la chica. A menudo pudo vérsela cargada de libros mágicos, entrenando con los hechizos o envuelta en arena mientras iba de un lugar para otro. Era un sitio enorme, lleno de vida y de buena gente. Un hecho algo chocante para ella, acostumbrada a las ruinas de las otras partes de la ciudad.
Pronto, Maila pudo perder el miedo a convertirse en un monstruo. Las ilustraciones del libro que encontró Toni parecieron ser solo eso: ilustraciones absurdas. La hawaiana no sufrió ningún cambio físico, al igual que Toni o Ulmara. Lo único que parecía haber cambiado en ella es que ahora tenía la capacidad de hacer mucha más magia antes de cansarse y aprender hechizos más complejos. Bueno, eso y su dominio, claro está.
Había acabado por acostumbrarse a llamarlo por su nombre, aunque se le seguía haciendo raro aceptar su naturaleza. Y no porque no le gustara, le estaba empezando a gustar de hecho y a sentirse orgullosa de lo que era, simplemente le costaba llamarse así misma "bruja de la arena". Le seguía pareciendo un poco surrealista cuando lo decía en voz alta. Conforme pasaron los días Maila adquirió más control sobre su dominio, no lo suficiente para evitar que la persiguiera , y además surgía arena de los lugares más insospechados para atosigarla. Pronto descubrió que era un dominio que podía encontrar en casi cualquier parte y que fácilmente podía atraer como un imán. Pero sin lugar a dudas la chica había logrado imponer su voluntad en ese tiempo. O al menos un poco. Danzaba alrededor de ella como siempre, sin embargo cuando Maila ordenaba que la dejara en paz actuaba en seguida y tardaba mucho más tiempo en volver a arremolinarse. Algunas pocas veces incluso se dirigía a la dirección que deseaba. <<Es un avance, tú puedes...>> Se decía así misma cuando la arena la sacaba de sus casillas.
También investigó más sobre los brujos, por medio de libros o preguntando a los veteranos de la torre. Por lo visto eran bastante comunes, aunque los dominios variaban mucho. Literalmente cualquier cosa podía ser la fuente de poder de un brujo: sentimientos, conceptos abstractos, seres vivos o elementos de la naturaleza como era el caso de ella misma. Y la palabra "fuente" también era literal. Maila descubrió que si quería recargar magia más le valía tener su dominio cerca. En cierta forma todo aquello le resultaba irónico, siempre había estado conectada al mar y a la arena. Había vivido toda su vida a pie de playa, y no podía decir el número exacto de veces que se había recostado sobre una duna con sus amigos, o la de ocasiones en las que había enterrado los pies en arena mientras charlaba con Fleur. Su tacto ya le era familiar desde mucho antes de que llegara a Rocavarancolia.
Se sorprendió muchas veces así misma pensando en que a su madre le habría encantado verla ahora. Envuelta en arena, llena de magia. Estaba segura de que le empezaría a contar cualquier mito hawaiano para hacer referencia sobre su transformación y le diría a sus hermanos que ahora era una hija de las olas y del mar. Pero hacía mucho que no estaba entre los vivos, pero sus hermanos sí seguían en casa. Esperándola. Tenía que volver, necesitaba volver. Sin embargo el portal a la Tierra aún no se había abierto de nuevo, así que Maila esperaba los días con cierta impaciencia mientras se perdía entre los libros de hechizos o en averiguar adónde podían haber ido los macieleros. Esperaba que no les hubiera ocurrido nada grave.
Por otro lado la relación con Fleur no siguió mejorando como pudo parecerlo en un principio. La Luna Roja y la amenaza del peligro apaciguó en su momento a Maila, pero sentía que aún había una conversación pendiente y no estaba dispuesta a ser ella quien la iniciara. Se merecía una disculpa. Aunque aún sentía cosas cuando observaba la francesa, sobre todo cuando sus miradas se cruzaban.
Aquella mañana Maila bajó más contenta de lo normal. Había aprendido un nuevo hechizo y no se había despertado con arena en la cara. De hecho no estaba siendo perseguida por ella, suponía que había dado un paso más en el aprendizaje.
-Buenos días-. Saludó con la mano mientras se sentaba a escuchar lo que fuera que iba a contarse.
Pronto, Maila pudo perder el miedo a convertirse en un monstruo. Las ilustraciones del libro que encontró Toni parecieron ser solo eso: ilustraciones absurdas. La hawaiana no sufrió ningún cambio físico, al igual que Toni o Ulmara. Lo único que parecía haber cambiado en ella es que ahora tenía la capacidad de hacer mucha más magia antes de cansarse y aprender hechizos más complejos. Bueno, eso y su dominio, claro está.
Había acabado por acostumbrarse a llamarlo por su nombre, aunque se le seguía haciendo raro aceptar su naturaleza. Y no porque no le gustara, le estaba empezando a gustar de hecho y a sentirse orgullosa de lo que era, simplemente le costaba llamarse así misma "bruja de la arena". Le seguía pareciendo un poco surrealista cuando lo decía en voz alta. Conforme pasaron los días Maila adquirió más control sobre su dominio, no lo suficiente para evitar que la persiguiera , y además surgía arena de los lugares más insospechados para atosigarla. Pronto descubrió que era un dominio que podía encontrar en casi cualquier parte y que fácilmente podía atraer como un imán. Pero sin lugar a dudas la chica había logrado imponer su voluntad en ese tiempo. O al menos un poco. Danzaba alrededor de ella como siempre, sin embargo cuando Maila ordenaba que la dejara en paz actuaba en seguida y tardaba mucho más tiempo en volver a arremolinarse. Algunas pocas veces incluso se dirigía a la dirección que deseaba. <<Es un avance, tú puedes...>> Se decía así misma cuando la arena la sacaba de sus casillas.
También investigó más sobre los brujos, por medio de libros o preguntando a los veteranos de la torre. Por lo visto eran bastante comunes, aunque los dominios variaban mucho. Literalmente cualquier cosa podía ser la fuente de poder de un brujo: sentimientos, conceptos abstractos, seres vivos o elementos de la naturaleza como era el caso de ella misma. Y la palabra "fuente" también era literal. Maila descubrió que si quería recargar magia más le valía tener su dominio cerca. En cierta forma todo aquello le resultaba irónico, siempre había estado conectada al mar y a la arena. Había vivido toda su vida a pie de playa, y no podía decir el número exacto de veces que se había recostado sobre una duna con sus amigos, o la de ocasiones en las que había enterrado los pies en arena mientras charlaba con Fleur. Su tacto ya le era familiar desde mucho antes de que llegara a Rocavarancolia.
Se sorprendió muchas veces así misma pensando en que a su madre le habría encantado verla ahora. Envuelta en arena, llena de magia. Estaba segura de que le empezaría a contar cualquier mito hawaiano para hacer referencia sobre su transformación y le diría a sus hermanos que ahora era una hija de las olas y del mar. Pero hacía mucho que no estaba entre los vivos, pero sus hermanos sí seguían en casa. Esperándola. Tenía que volver, necesitaba volver. Sin embargo el portal a la Tierra aún no se había abierto de nuevo, así que Maila esperaba los días con cierta impaciencia mientras se perdía entre los libros de hechizos o en averiguar adónde podían haber ido los macieleros. Esperaba que no les hubiera ocurrido nada grave.
Por otro lado la relación con Fleur no siguió mejorando como pudo parecerlo en un principio. La Luna Roja y la amenaza del peligro apaciguó en su momento a Maila, pero sentía que aún había una conversación pendiente y no estaba dispuesta a ser ella quien la iniciara. Se merecía una disculpa. Aunque aún sentía cosas cuando observaba la francesa, sobre todo cuando sus miradas se cruzaban.
Aquella mañana Maila bajó más contenta de lo normal. Había aprendido un nuevo hechizo y no se había despertado con arena en la cara. De hecho no estaba siendo perseguida por ella, suponía que había dado un paso más en el aprendizaje.
-Buenos días-. Saludó con la mano mientras se sentaba a escuchar lo que fuera que iba a contarse.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torre Serpentaria
02/04/22, 08:38 pm
En aquel momento un cúmulo de emociones se arremolinaban en la cabeza de Chromsa. Por supuesto, los nervios y la emoción es lo que más continuaba, pero había algunas más. Las palabras de Adam consiguieron calmarle por unos momentos de nuevo y le despejó la vergüenza que tenía de haberse dejado llevar otra vez. Con las mejillas encendidas y llevándose las manos a la espalda le respondió: -Pues sí. Tal vez no supimos toda la verdad, pero desde luego los que nos trajeron no se equivocaban con que todos éramos especiales.- Tras una breve pausa, terminó: -Muchas gracias, Adam. Me alegro de que lo entiendas.- Mientras había estado hablando, algunas de sus hojas se contagiaron de sus sentimientos de afecto y al pasar cerca del ruso lo "acariciaban" con cariño, incluida la que éste tenía en la mano.
Tal vez por suerte o por designios de la Acromía, varios de sus compañeros bajaron en ese momento y el ochrorio no pudo más que alegrarse de verlos. -¡Buenos días Kradko! ¡Buenos días Lethe!- saludaba con ánimo acercándose a cada uno según llegaban. Ante las preguntas de la clinger y Luci no tardó en responder: -Sí, perdón si he despertado a alguien. Es que tengo algo muy importante que contar y os estaba esperando.- Seguía nervioso y sin quedarse quieto, pero ya se había dado cuenta con Adam que el resto tal vez no estuviera tan despierto como él. -Por supuesto podemos ir desayunando mientras, no hay problema en ello. Vamos a preparar todo y os digo.- añadió en un tono comprensivo.
En unos minutos la mayoría ya estaba sentado a la mesa con su desayuno. Chromsa por su parte se limitó a coger una pieza de fruta. Con todo lo de la revelación, los nervios le habían quitado el hambre y ni siquiera se había sentado todavía. Seguramente hasta que no soltara las nuevas noticias no conseguiría calmarse del todo, y aún así no tenía claro si eso ocurriría.
Cuando vio que estaban atentos a él, se obligó a quedarse en el sitio y empezó a hablar: -Sé que es muy temprano, pero hay algo que necesito contaros.- Tomó aliento para calmarse y continuó: -Cuando salió la Luna entendí muchos de los motivos por los que me habían traído aquí. Creo que la mayoría sabéis que vine en busca de respuestas a la Fe y os puedo decir que al ver la Luna Roja algo cambió en mí, y no me refiero a la transformación. Sin embargo, aun con eso había cosas que no conseguía entender desde entonces.- Miró a todos antes de seguir, tomando aire de nuevo para evitar moverse demasiado: -Estos días he estado pensando en ello sin obtener nada y no podía quitarme de la cabeza un sueño del que no recordaba nada al despertar. Me estaba atormentando... Pero hoy he tenido una revelación justo antes de despertarme. Esta vez vi el sueño y entendí lo que la Acromía me ha designado.-
El ochrorio se llevó una mano al pecho y miró con total convicción a sus amigos. Ese era el camino que la Acromía le estaba dando, el que desde pequeño buscaba y había acabado encontrando en este instante. Su nueva vida empezó con las siguientes palabras:
Tal vez por suerte o por designios de la Acromía, varios de sus compañeros bajaron en ese momento y el ochrorio no pudo más que alegrarse de verlos. -¡Buenos días Kradko! ¡Buenos días Lethe!- saludaba con ánimo acercándose a cada uno según llegaban. Ante las preguntas de la clinger y Luci no tardó en responder: -Sí, perdón si he despertado a alguien. Es que tengo algo muy importante que contar y os estaba esperando.- Seguía nervioso y sin quedarse quieto, pero ya se había dado cuenta con Adam que el resto tal vez no estuviera tan despierto como él. -Por supuesto podemos ir desayunando mientras, no hay problema en ello. Vamos a preparar todo y os digo.- añadió en un tono comprensivo.
En unos minutos la mayoría ya estaba sentado a la mesa con su desayuno. Chromsa por su parte se limitó a coger una pieza de fruta. Con todo lo de la revelación, los nervios le habían quitado el hambre y ni siquiera se había sentado todavía. Seguramente hasta que no soltara las nuevas noticias no conseguiría calmarse del todo, y aún así no tenía claro si eso ocurriría.
Cuando vio que estaban atentos a él, se obligó a quedarse en el sitio y empezó a hablar: -Sé que es muy temprano, pero hay algo que necesito contaros.- Tomó aliento para calmarse y continuó: -Cuando salió la Luna entendí muchos de los motivos por los que me habían traído aquí. Creo que la mayoría sabéis que vine en busca de respuestas a la Fe y os puedo decir que al ver la Luna Roja algo cambió en mí, y no me refiero a la transformación. Sin embargo, aun con eso había cosas que no conseguía entender desde entonces.- Miró a todos antes de seguir, tomando aire de nuevo para evitar moverse demasiado: -Estos días he estado pensando en ello sin obtener nada y no podía quitarme de la cabeza un sueño del que no recordaba nada al despertar. Me estaba atormentando... Pero hoy he tenido una revelación justo antes de despertarme. Esta vez vi el sueño y entendí lo que la Acromía me ha designado.-
El ochrorio se llevó una mano al pecho y miró con total convicción a sus amigos. Ese era el camino que la Acromía le estaba dando, el que desde pequeño buscaba y había acabado encontrando en este instante. Su nueva vida empezó con las siguientes palabras:
-A partir de ahora, si estamos entre desconocidos, me gustaría que me llamarais Padre Foresta-
- Posdata:
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torre Serpentaria
03/04/22, 11:33 am
Poco a poco el pegaso se iba despertando del todo durante la conversación y estar atento a las palabras de su pareja hizo que su yo adormilado se fuese yendo de una vez. Sobre todo cuando Chromsa agradeció las palabras de Adam las hojas del fauno parecían transmitir sus sentimientos de nuevo, reflejados por ligeras caricias en la cara del ruso y en la mano por la que que tuvo agarrada. El ochrorio logró sacar una sonrisilla a Adam, muy ruborizado por esto.
Los demás vinieron poco a poco, saludando con la mano a quien aparecía por las escaleras. Cualquiera diría que Adam recién despertó por su rostro cuando en realidad se despertó algo más temprano que el resto. Se animó a desayunar con todos, el ruso en concreto un trozo de pan con mantequilla y mermelada acompañado con un gran vaso de leche.
Con la boca llena escuchó con mucho interés lo que Chromsa tuvo que decir con respecto a sus visiones. Él tenía razón, la luna traía cambios, cambios demasiado radicales para que solo fuesen físicos. Una parte de él le preocupaba que su pareja estuviese pasándolo mal con ello pero conforme fue escuchando la revelación de Chromsa fue abriendo más y más los ojos de la curiosidad hasta que manifestó el cambio del que hablaba.
—Padre Foresta… —dijo para sí mismo, confundido por ello. ¿Qué sueños tuvo Chromsa para decidir tener ese otro nombre? ¿Acaso eran sueños como los que todos tuvieron durante la criba?— Y… ¿Por qué Padre Foresta? ¿Puedes hablarnos de ese sueño? —preguntó con el ceño fruncido por la confusión, genuinamente curioso por saber más acerca de ello. No le pareció mal nombre pero ese cambio, así de pronto, le costará al pegaso asimilarlo al menos un tiempo o por lo menos acostumbrarse.
Los demás vinieron poco a poco, saludando con la mano a quien aparecía por las escaleras. Cualquiera diría que Adam recién despertó por su rostro cuando en realidad se despertó algo más temprano que el resto. Se animó a desayunar con todos, el ruso en concreto un trozo de pan con mantequilla y mermelada acompañado con un gran vaso de leche.
Con la boca llena escuchó con mucho interés lo que Chromsa tuvo que decir con respecto a sus visiones. Él tenía razón, la luna traía cambios, cambios demasiado radicales para que solo fuesen físicos. Una parte de él le preocupaba que su pareja estuviese pasándolo mal con ello pero conforme fue escuchando la revelación de Chromsa fue abriendo más y más los ojos de la curiosidad hasta que manifestó el cambio del que hablaba.
—Padre Foresta… —dijo para sí mismo, confundido por ello. ¿Qué sueños tuvo Chromsa para decidir tener ese otro nombre? ¿Acaso eran sueños como los que todos tuvieron durante la criba?— Y… ¿Por qué Padre Foresta? ¿Puedes hablarnos de ese sueño? —preguntó con el ceño fruncido por la confusión, genuinamente curioso por saber más acerca de ello. No le pareció mal nombre pero ese cambio, así de pronto, le costará al pegaso asimilarlo al menos un tiempo o por lo menos acostumbrarse.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torre Serpentaria
04/04/22, 10:36 pm
Parecía que los “pescaditos” no fueron los únicos madrugadores aquel día. No creía que hubieran despertado a nadie, pero casi parecía que lo hubieran hecho. Pero nadie se quejó así que no creía. «La luna o algo así. Supongo.»
—¿Eh? —Se extrañó un poco ante la pregunta de Luci—. ¡Ah, no pasa nada! Estaba fuera y quería asomarme a mirar quién había madrugado.
Hubiera querido entrar de un salto para adentro, pero sus alas actuales no hacían la tarea precisamente sencilla. Por supuesto podría haber entrado por la puerta, pero su orgullo como… trepadora o lo que fuera le impelía a entrar por la ventana. Al final, aunque de forma un poco incómoda, consiguió colarse por el hueco.
—No ha ido perfecto, pero se puede mejorar —murmuró para sí misma.
Con la logística para entrar por ventanas siendo un insecto de alas voluminosas aún rondando por la cabeza, se dispuso a colaborar en preparar algo de desayuno. Aunque, a pesar de tratarse de un tema de suma importancia —al menos para la clinger—, desapareció de su cabeza en cuanto Chromsa les dijo que debía contarles algo importante.
—Vaya, ¿y por qué no ahora? —Soltó antes de pensar. No entendió a tiempo que hay cosas que se cuentan mejor sentado con una taza en mano.
Impaciente por saber, se dio prisa en acabar con el desayuno. De hecho, con tanta prisa ni siquiera se fijó en los nervios aparentes de su amigo. Al terminar con la tarea simplemente se sentó y, bocado en mano, escuchó las palabras de su amigo. Y este sin duda tenía una historia que contar. Una historia sobre sueños y sus creencias sobre la Acromía, un concepto que no lograba entender por muchas vueltas que le diera. Sin embargo, lo que estaba claro que sí era importante fueron tanto el estado de ánimo de su amigo como el hecho de que quisiera ser conocido con otro nombre. Al menos entre desconocidos.
—Padre Foresta… Vale, no hay problema. ¿Pero por qué “Padre”? ¿Padre de quién? —preguntó claramente confusa.
—¿Eh? —Se extrañó un poco ante la pregunta de Luci—. ¡Ah, no pasa nada! Estaba fuera y quería asomarme a mirar quién había madrugado.
Hubiera querido entrar de un salto para adentro, pero sus alas actuales no hacían la tarea precisamente sencilla. Por supuesto podría haber entrado por la puerta, pero su orgullo como… trepadora o lo que fuera le impelía a entrar por la ventana. Al final, aunque de forma un poco incómoda, consiguió colarse por el hueco.
—No ha ido perfecto, pero se puede mejorar —murmuró para sí misma.
Con la logística para entrar por ventanas siendo un insecto de alas voluminosas aún rondando por la cabeza, se dispuso a colaborar en preparar algo de desayuno. Aunque, a pesar de tratarse de un tema de suma importancia —al menos para la clinger—, desapareció de su cabeza en cuanto Chromsa les dijo que debía contarles algo importante.
—Vaya, ¿y por qué no ahora? —Soltó antes de pensar. No entendió a tiempo que hay cosas que se cuentan mejor sentado con una taza en mano.
Impaciente por saber, se dio prisa en acabar con el desayuno. De hecho, con tanta prisa ni siquiera se fijó en los nervios aparentes de su amigo. Al terminar con la tarea simplemente se sentó y, bocado en mano, escuchó las palabras de su amigo. Y este sin duda tenía una historia que contar. Una historia sobre sueños y sus creencias sobre la Acromía, un concepto que no lograba entender por muchas vueltas que le diera. Sin embargo, lo que estaba claro que sí era importante fueron tanto el estado de ánimo de su amigo como el hecho de que quisiera ser conocido con otro nombre. Al menos entre desconocidos.
—Padre Foresta… Vale, no hay problema. ¿Pero por qué “Padre”? ¿Padre de quién? —preguntó claramente confusa.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
07/04/22, 12:27 pm
La enderth desde luego se había despertado sola, a una hora similar a la de siempre y solo se encogió de hombros ante la disculpa de Chromsa. De hecho, fueron apareciendo más de sus compañeros, saludándoles de vuelta según aparecían, y ninguno parecía querer reprocharle nada al fauno, por lo que probablemente este había magnificado en su cabeza el supuesto ruido que había hecho. Pero sí que parecía ciertamente muy emocionado por algo que quería contarles.
Como dijo que lo haría mientras desayunaban, la horus se dirigió con premura a la cocina y eligió un almuerzo muy parecido al del brujo de las hojas: una pieza de fruta, probablemente varmana, que se había convertido en su desayuno favorito desde que las descubrió entre los suministros que les dejaban las bañeras voladoras. Como no tenía mucho que preparar simplemente se sentó a esperar, mientras contemplaba con diversión a Kradko, que había decidido que las puertas no eran para ellas y se afanaba por utilizar las ventanas siempre que era posible. Estaba atenta por si se hacía daño, ya que con aquellas aparatosas alas temía que se las rompiese en cualquier momento, pero la lëpani consiguió su objetivo sin desperfectos que lamentar.
Finalmente el ochrorio les reveló la noticia. La enderth no dijo nada en un primer momento, tan solo suspirando interiormente. ¿Por qué tanta manía con cambiarse el nombre? Ella no entendía aquello de que era “una tradición”. ¿Qué percas importaba eso? ¿Para qué iba a querer cambiarse el nombre cuando el suyo era perfectamente normal y funcional? No podía ser que hubiese tantas personas a las que no les gustase el nombre que le habían puesto sus padres. Solo era confuso, en su opinión, y daba gracias por no tener mala memoria. Pero hablando de padres… Estaba de acuerdo con Kradko. Eso tampoco lo comprendía. Los mamíferos eran muy particulares con el tema de las familias, por lo que había aprendido de sus compañeros, por lo que creía que aquel término debía significar algo. Se le pasó por la cabeza preguntar si Adam y él pensaban buscar a un humanito o un ocrhrorito que criar juntos, pero juzgó que no era el ambiente adecuado para soltar una tontería. Le tuviese sentido o no, estaba claro que era importante para Chromsa. Al menos había especificado que quería que le llamasen así ante desconocidos.
—Entonces… ¿Seguirás siendo Chromsa para nosotros? —quiso confirmar.
Las otras dudas que tenía ya las habían planteado Adam y Kradko.
Como dijo que lo haría mientras desayunaban, la horus se dirigió con premura a la cocina y eligió un almuerzo muy parecido al del brujo de las hojas: una pieza de fruta, probablemente varmana, que se había convertido en su desayuno favorito desde que las descubrió entre los suministros que les dejaban las bañeras voladoras. Como no tenía mucho que preparar simplemente se sentó a esperar, mientras contemplaba con diversión a Kradko, que había decidido que las puertas no eran para ellas y se afanaba por utilizar las ventanas siempre que era posible. Estaba atenta por si se hacía daño, ya que con aquellas aparatosas alas temía que se las rompiese en cualquier momento, pero la lëpani consiguió su objetivo sin desperfectos que lamentar.
Finalmente el ochrorio les reveló la noticia. La enderth no dijo nada en un primer momento, tan solo suspirando interiormente. ¿Por qué tanta manía con cambiarse el nombre? Ella no entendía aquello de que era “una tradición”. ¿Qué percas importaba eso? ¿Para qué iba a querer cambiarse el nombre cuando el suyo era perfectamente normal y funcional? No podía ser que hubiese tantas personas a las que no les gustase el nombre que le habían puesto sus padres. Solo era confuso, en su opinión, y daba gracias por no tener mala memoria. Pero hablando de padres… Estaba de acuerdo con Kradko. Eso tampoco lo comprendía. Los mamíferos eran muy particulares con el tema de las familias, por lo que había aprendido de sus compañeros, por lo que creía que aquel término debía significar algo. Se le pasó por la cabeza preguntar si Adam y él pensaban buscar a un humanito o un ocrhrorito que criar juntos, pero juzgó que no era el ambiente adecuado para soltar una tontería. Le tuviese sentido o no, estaba claro que era importante para Chromsa. Al menos había especificado que quería que le llamasen así ante desconocidos.
—Entonces… ¿Seguirás siendo Chromsa para nosotros? —quiso confirmar.
Las otras dudas que tenía ya las habían planteado Adam y Kradko.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torre Serpentaria
14/04/22, 03:41 pm
Fleur comenzó a tomar su desayuno con tranquilidad y sin quitar la mirada del ochrorio, quien le despertaba una genuina curiosidad. El silencio se hizo y toda la atención se dirigió hacia el brujo cuando este comenzó a hablar. En un inicio sus palabras no despertaban mayor interés en ella que escucharle por educación, además no le costaba nada llamarle de la manera que deseaba. Al fin y al cabo la francesa no conocía su historia, no había convivido con él en el torreón y por supuesto no tenía que desacostumbrarse tanto a asociarle por otro apodo como la mayoría de los allí presentes.
Pero tras contener una sonrisa por la pregunta de krako la joven alzó las cejas un segundo antes de desatar sus propias preguntas personales.
—¿La parte de padre es... con motivo religioso? —formuló de manera amable y limpiándose la boca con disimulo de trocitos de manzana. Había escuchado antes que vino en buscas de respuestas a la fe y aunque no conocía las creencias del fauno sintió que el concepto de un cura o sacerdote podría parecérsele mucho.
Pero tras contener una sonrisa por la pregunta de krako la joven alzó las cejas un segundo antes de desatar sus propias preguntas personales.
—¿La parte de padre es... con motivo religioso? —formuló de manera amable y limpiándose la boca con disimulo de trocitos de manzana. Había escuchado antes que vino en buscas de respuestas a la fe y aunque no conocía las creencias del fauno sintió que el concepto de un cura o sacerdote podría parecérsele mucho.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torre Serpentaria
16/04/22, 12:51 pm
La hawaiana escuchó con interés el discurso de Chromsa, mirando de vez en cuando al resto de personas que se encontraban ahí. Sin embargo no esperó aquella presentación oficial a su nuevo nombre, y Maila abrió los ojos como platos muy sorprendida.
No es que lo viera mal ni nada parecido, al contrario, creía que era una buena forma de empezar una nueva vida. Pero ella personalmente no se veía cambiándose de nombre, en sus planes estaba volver a su casa con su familia y lo iba a hacer llamándose "Maila". Por otro lado Fleur se le adelantó con la misma pregunta que ella quería hacer. Parecía claramente un motivo religioso todo aquello y la verdad es que esa elección le pegaba mucho al ochrorio.
-Me encanta el nombre, Chromsa.- Dijo con una gran sonrisa y asintiendo con la cabeza. Después esperó a que respondiera a todas esas preguntas que le habían hecho. Se guardó para sí misma la duda sobre si aquel sueño que había tenido varias veces sería tan real como el que había tenido Lethe o ella misma.
No es que lo viera mal ni nada parecido, al contrario, creía que era una buena forma de empezar una nueva vida. Pero ella personalmente no se veía cambiándose de nombre, en sus planes estaba volver a su casa con su familia y lo iba a hacer llamándose "Maila". Por otro lado Fleur se le adelantó con la misma pregunta que ella quería hacer. Parecía claramente un motivo religioso todo aquello y la verdad es que esa elección le pegaba mucho al ochrorio.
-Me encanta el nombre, Chromsa.- Dijo con una gran sonrisa y asintiendo con la cabeza. Después esperó a que respondiera a todas esas preguntas que le habían hecho. Se guardó para sí misma la duda sobre si aquel sueño que había tenido varias veces sería tan real como el que había tenido Lethe o ella misma.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torre Serpentaria
16/04/22, 06:46 pm
La noticia sorprendió a la mayoría y Chromsa lo notó enseguida. Por supuesto esperaba preguntas, pero a medida que cada uno de sus compañeros hacía una distinta a continuación de la anterior lo desestabilizó un poco y los nervios volvieron contraatacaron a la solemnidad que había conseguido unos segundos atrás.
-¡Ah! Eh, gracias.- contestó a los halagos intentando no dejarse llevar por el nerviosismo. Con una postura más "relajada" y gesticulando más que al revelar su otro nombre, empezó a responder a las dudas enlazando la explicación de todas y mirando en el momento de su respuesta a quien había formulado cada una: -Veréis, lo del nombre es justo como ha dicho Fleur. Alguna vez me ha parecido escuchar que en otros mundos pasa algo similar, pero en Ochroria a los miembros de la Iglesia normalmente se les suele hablar con otra palabra que denote su cargo en vez de su nombre. Por ejemplo, a un sacerdote normalmente se le trata de "Padre". No es porque sea padre de nadie en principio, es algo más... figurado, sí.- Dudó un momento al buscar la palabra exacta, momento en el que bajó la guardia y casi comenzó a caminar de más por el salón. Por suerte, lo pudo controlar a tiempo y continuó: -Y claro, por supuesto que podéis seguir llamándome Chromsa. Quiero decir, es mi nombre y nunca voy a quitármelo. Padre Foresta es solo mi... eh... nombre religioso, por así decirlo. Prefiero que me conozcan por él el resto de habitantes con los que no hayamos tenido trato, nos podría ahorrar algunos problemas por si acaso.-
Habiendo terminado la mayor parte de la explicación, se acercó a la mesa pero sin llegar a sentarse por si tenían alguna duda más. Centrando la mirada en Adam (cosa que le ayudó a calmarse), les habló de su sueño: -Sobre el sueño... Era de un día antes de que llegara a la ciudad. Estaba paseando por el bosque con mi hermana Chrille y me preguntó por qué solo crecían árboles cerca del río. Al principio le di la explicación correcta, aunque como la vi un tanto decepcionada se me ocurrió una historia algo más fantasiosa. Le dije que un miembro de la Iglesia muy antiguo llamado Padre Foresta protegió un bosque de un gran incendio y los dioses le dieron poderes para que siguiera cuidando de ellos. Hasta ahora solo era un cuento que se me había ocurrido en el momento, pero después de que saliera la Luna y ver mis nuevas capacidades... estoy seguro de que era una señal de la Acromía. Aún no lo sabía, pero me estaba mostrando lo que me deparaba el futuro.. Durante ese rato las hojas se le habían acercado e, inconscientemente, se habían juntado creando lo que podría parecer un manto a medio formar.
-¡Ah! Eh, gracias.- contestó a los halagos intentando no dejarse llevar por el nerviosismo. Con una postura más "relajada" y gesticulando más que al revelar su otro nombre, empezó a responder a las dudas enlazando la explicación de todas y mirando en el momento de su respuesta a quien había formulado cada una: -Veréis, lo del nombre es justo como ha dicho Fleur. Alguna vez me ha parecido escuchar que en otros mundos pasa algo similar, pero en Ochroria a los miembros de la Iglesia normalmente se les suele hablar con otra palabra que denote su cargo en vez de su nombre. Por ejemplo, a un sacerdote normalmente se le trata de "Padre". No es porque sea padre de nadie en principio, es algo más... figurado, sí.- Dudó un momento al buscar la palabra exacta, momento en el que bajó la guardia y casi comenzó a caminar de más por el salón. Por suerte, lo pudo controlar a tiempo y continuó: -Y claro, por supuesto que podéis seguir llamándome Chromsa. Quiero decir, es mi nombre y nunca voy a quitármelo. Padre Foresta es solo mi... eh... nombre religioso, por así decirlo. Prefiero que me conozcan por él el resto de habitantes con los que no hayamos tenido trato, nos podría ahorrar algunos problemas por si acaso.-
Habiendo terminado la mayor parte de la explicación, se acercó a la mesa pero sin llegar a sentarse por si tenían alguna duda más. Centrando la mirada en Adam (cosa que le ayudó a calmarse), les habló de su sueño: -Sobre el sueño... Era de un día antes de que llegara a la ciudad. Estaba paseando por el bosque con mi hermana Chrille y me preguntó por qué solo crecían árboles cerca del río. Al principio le di la explicación correcta, aunque como la vi un tanto decepcionada se me ocurrió una historia algo más fantasiosa. Le dije que un miembro de la Iglesia muy antiguo llamado Padre Foresta protegió un bosque de un gran incendio y los dioses le dieron poderes para que siguiera cuidando de ellos. Hasta ahora solo era un cuento que se me había ocurrido en el momento, pero después de que saliera la Luna y ver mis nuevas capacidades... estoy seguro de que era una señal de la Acromía. Aún no lo sabía, pero me estaba mostrando lo que me deparaba el futuro.. Durante ese rato las hojas se le habían acercado e, inconscientemente, se habían juntado creando lo que podría parecer un manto a medio formar.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torre Serpentaria
17/04/22, 01:12 am
El propio Adam pensó que lo mismo hizo demasiadas preguntas pero sumado al resto formuladas por sus compañeros y la ligera perdida de compostura de Chromsa hicieron que el pegaso sonriese a pesar de sus dudas con el cambio abrupto en el nombre de su pareja y el cansancio. Quizás el fauno no estaba acostumbrado a tanta atención y se le notaba por breves momentos nervioso.
De todas las preguntas esperó con ganas la respuesta de la de Lethe y Fleur. Esta última, de hecho, era bastante lógica dada la religión inculcada en el fauno y todo lo que rodea a Ochroria. Quizás su pareja haya dado algunos pasos con respecto a sus dudas pertenecientes a la Acromía. Pero lo que más le tenía intrigado era si tenía que llamarle “Padre” todo el rato. En el caso de que sí a Adam no le importaría respetar la opinión de su pareja pero si hay alternativa… sería mejor para su propio gusto.
Escuchó la respuesta y, de mientras, le dio vueltas a cambiarse su propio nombre. ¿Se daría el caso? No sabría decir que clase de nombre se pondría pero puede que sea un paso más a cambiar, ser alguien nuevo. La ciudad lo cambió mucho por dentro y por fuera, y además contaba con muchos amigos, una familia como tal e incluso alguien a quien amar. ¿Quizás sería un tostón para el resto? Ya sus propios pensamientos sobre el lio de llamar a su pareja “Foresta” o “Padre Foresta” lo impulsaron a pensar así. Ellos conocen a un chaval llamado Adam… al menos lo suficiente.
Lo del nombre se quedó en un “título” o algo similar. Quiere que lo conozcan a partir de ahora el resto de desconocidos por su nuevo nombre y Adam asintió a ello, de acuerdo con lo que el ochrorio dijo.
Finalmente Chromsa o ya el recién nombrado Foresta se impulsó a hablar de su sueño. Mientras hablaba Chromsa miró a Adam el último le devolvió la mirada, sereno, buscando trasmitir en él que podía hablar sin el peso del nerviosismo. Su sonrisa se dibujó aun más cuando mencionó a su hermana y la ligó a una historia que el denominó fantástica. No podía ser de otra manera, se puso el nombre de un miembro eclesiástico que se inventó. Lo relacionó a una revelación de la Acromía pero Adam lo interpretó como algo muy tierno por el detalle de su hermana y la historia que se le ocurrió.
—Eso es mucha casualidad, desde luego —aderezó Adam sonriendo con calidez, con las mejillas algo encendidas por lo que pensó antes y la mirada constante de su pareja—. Verás lo contenta que se pone Chrille cuando sepa de lo que eres capaz. ¿Y no tienes muchas hojas encima a todo esto? —señaló las hojas que se posaban en su cabeza y hombros, no sabiendo si lo hacía a consciencia o no.
De todas las preguntas esperó con ganas la respuesta de la de Lethe y Fleur. Esta última, de hecho, era bastante lógica dada la religión inculcada en el fauno y todo lo que rodea a Ochroria. Quizás su pareja haya dado algunos pasos con respecto a sus dudas pertenecientes a la Acromía. Pero lo que más le tenía intrigado era si tenía que llamarle “Padre” todo el rato. En el caso de que sí a Adam no le importaría respetar la opinión de su pareja pero si hay alternativa… sería mejor para su propio gusto.
Escuchó la respuesta y, de mientras, le dio vueltas a cambiarse su propio nombre. ¿Se daría el caso? No sabría decir que clase de nombre se pondría pero puede que sea un paso más a cambiar, ser alguien nuevo. La ciudad lo cambió mucho por dentro y por fuera, y además contaba con muchos amigos, una familia como tal e incluso alguien a quien amar. ¿Quizás sería un tostón para el resto? Ya sus propios pensamientos sobre el lio de llamar a su pareja “Foresta” o “Padre Foresta” lo impulsaron a pensar así. Ellos conocen a un chaval llamado Adam… al menos lo suficiente.
Lo del nombre se quedó en un “título” o algo similar. Quiere que lo conozcan a partir de ahora el resto de desconocidos por su nuevo nombre y Adam asintió a ello, de acuerdo con lo que el ochrorio dijo.
Finalmente Chromsa o ya el recién nombrado Foresta se impulsó a hablar de su sueño. Mientras hablaba Chromsa miró a Adam el último le devolvió la mirada, sereno, buscando trasmitir en él que podía hablar sin el peso del nerviosismo. Su sonrisa se dibujó aun más cuando mencionó a su hermana y la ligó a una historia que el denominó fantástica. No podía ser de otra manera, se puso el nombre de un miembro eclesiástico que se inventó. Lo relacionó a una revelación de la Acromía pero Adam lo interpretó como algo muy tierno por el detalle de su hermana y la historia que se le ocurrió.
—Eso es mucha casualidad, desde luego —aderezó Adam sonriendo con calidez, con las mejillas algo encendidas por lo que pensó antes y la mirada constante de su pareja—. Verás lo contenta que se pone Chrille cuando sepa de lo que eres capaz. ¿Y no tienes muchas hojas encima a todo esto? —señaló las hojas que se posaban en su cabeza y hombros, no sabiendo si lo hacía a consciencia o no.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torre Serpentaria
18/04/22, 04:32 pm
Heraldo Rocuo casi nunca descuidaba sus rutinas mañaneras.
Conocía naturalmente que podía reemplazar muchas de sus actividades con el don y este sin duda le facilitaba la vida en múltiples ocasiones. Sin embargo, siempre había valorado el mantenerse en buena forma física. Por ello, en aquel momento se hallaba corriendo, como hacía cada mañana. Una actividad que a esas alturas necesitaba más mentalmente por puro hábito. Además, le suponía una oportunidad excelente para organizar sus pensamientos y prepararse para el resto del día.
Aquella mañana en específico se hallaba pensando en la que potencialmente fuera a ser su futura vivienda. Entre las múltiples edificaciones abandonadas de la ciudad, encontró una que satisfacía sus expectativas. La casa era extremadamente sencilla, como si intentara activamente no destacar al lado de un jardín que se encontraba ya completamente asalvajado. Este último era realmente lo que le importaba. Tenía planes.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando iba a entrar en Serpentaria. Oía voces desconocidas procediendo de uno de los salones, las cuales dedujo que debían pertenecer de los nuevos bendecidos. La ropa deportiva con la que vestía en aquel momento no era cómo prefería presentarse, pero tampoco encontraba ningún motivo para evitar el encuentro. Entró justo cuando una clinger hablaba al resto.
—Ualaaa… ¿Qué sueño más raro, no? —sus alas no eran claramente las habituales en un clinger. Parte de sus cambios, supuso.
El ochrorio no pudo evitar notar que el ochrorio que cosechó se encontraba en el salón. Se alegraba, pero también era consciente de que la situación podría tensarse. También tenía la sensación de haber llegado en medio de algo. Aunque, por otro lado, ya era tarde para volverse atrás. Aun así, prefirió preguntar.
—¿Interrumpo algo?
Conocía naturalmente que podía reemplazar muchas de sus actividades con el don y este sin duda le facilitaba la vida en múltiples ocasiones. Sin embargo, siempre había valorado el mantenerse en buena forma física. Por ello, en aquel momento se hallaba corriendo, como hacía cada mañana. Una actividad que a esas alturas necesitaba más mentalmente por puro hábito. Además, le suponía una oportunidad excelente para organizar sus pensamientos y prepararse para el resto del día.
Aquella mañana en específico se hallaba pensando en la que potencialmente fuera a ser su futura vivienda. Entre las múltiples edificaciones abandonadas de la ciudad, encontró una que satisfacía sus expectativas. La casa era extremadamente sencilla, como si intentara activamente no destacar al lado de un jardín que se encontraba ya completamente asalvajado. Este último era realmente lo que le importaba. Tenía planes.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando iba a entrar en Serpentaria. Oía voces desconocidas procediendo de uno de los salones, las cuales dedujo que debían pertenecer de los nuevos bendecidos. La ropa deportiva con la que vestía en aquel momento no era cómo prefería presentarse, pero tampoco encontraba ningún motivo para evitar el encuentro. Entró justo cuando una clinger hablaba al resto.
—Ualaaa… ¿Qué sueño más raro, no? —sus alas no eran claramente las habituales en un clinger. Parte de sus cambios, supuso.
El ochrorio no pudo evitar notar que el ochrorio que cosechó se encontraba en el salón. Se alegraba, pero también era consciente de que la situación podría tensarse. También tenía la sensación de haber llegado en medio de algo. Aunque, por otro lado, ya era tarde para volverse atrás. Aun así, prefirió preguntar.
—¿Interrumpo algo?
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
18/04/22, 04:53 pm
Incluso para alguien poco perceptivo como la enderth era evidente que Chromsa estaba nervioso. Probablemente porque ya estaba acostumbrada a los manierismos de sus compañeros y ya no le costaba tanto leer el lenguaje corporal de otras especies tan distintas. El comentario de Fleur le hizo fruncir el ceño para sí. Si la humana creía que se trataba de una pregunta pertinente, había una probabilidad bastante alta de que sí se tratase de algo relacionado con las creencias del ochrorio. Si no fuese porque no tenía forma de asociar el término “padre” con nada más que el único significado que conocía, de hecho posiblemente ella misma lo hubiera supuesto. A Lethe le levantaba dolor de cabeza intentar comprender las diversas movidas religiosas de sus compañeros, pero había aprendido que para algunos eran realmente importantes y simplemente había optado por no opinar al respecto. Más raro que el extraño apego que parecían sentir algunos por los cadáveres no podía ser, en cualquier caso.
<<En qué percales se meten estos mamíferos>> no pudo evitar pensar, no obstante, al escuchar la explicación del fauno acerca del significado de su nombre. Le alivió saber que podía seguir llamándole Chromsa y realmente era lo único que le importaba: si el brujo era feliz con su “revelación”, era asunto suyo. El tema del sueño le resultó, irónicamente, más fácil de comprender, pues ella misma había tenido un sueño que había predicho cosas. Por ese motivo miró brevemente a Maila de forma un tanto disimulada, antes de volver a centrar su atención en su compañero.
—Está bien, lo comprendo —dijo únicamente una vez finalizó su explicación—. Prometo tratar de no olvidarme de emplear tu nuevo nombre ante desconocidos.
Pero entonces, como si de una invocación se tratase, un habitante de la torre al que apenas había visto irrumpió en la cocina. Se le podía reconocer como ochrorio, pero su rostro y su voz eran extraños. Producía, además, una sensación difícil de describir para la horus y por ello nunca se había acercado a él las pocas ocasiones que lo había avistado de lejos. Estaba segura de que si se hubiese topado con él antes de ser convertida por la Luna habría salido corriendo en dirección opuesta con las plumas erizadas y escalofríos por todo el cuerpo.
—Eh… Creo que… ¿no? —respondió a su pregunta con un interrogante, mirando en dirección a Chromsa.
<<En qué percales se meten estos mamíferos>> no pudo evitar pensar, no obstante, al escuchar la explicación del fauno acerca del significado de su nombre. Le alivió saber que podía seguir llamándole Chromsa y realmente era lo único que le importaba: si el brujo era feliz con su “revelación”, era asunto suyo. El tema del sueño le resultó, irónicamente, más fácil de comprender, pues ella misma había tenido un sueño que había predicho cosas. Por ese motivo miró brevemente a Maila de forma un tanto disimulada, antes de volver a centrar su atención en su compañero.
—Está bien, lo comprendo —dijo únicamente una vez finalizó su explicación—. Prometo tratar de no olvidarme de emplear tu nuevo nombre ante desconocidos.
Pero entonces, como si de una invocación se tratase, un habitante de la torre al que apenas había visto irrumpió en la cocina. Se le podía reconocer como ochrorio, pero su rostro y su voz eran extraños. Producía, además, una sensación difícil de describir para la horus y por ello nunca se había acercado a él las pocas ocasiones que lo había avistado de lejos. Estaba segura de que si se hubiese topado con él antes de ser convertida por la Luna habría salido corriendo en dirección opuesta con las plumas erizadas y escalofríos por todo el cuerpo.
—Eh… Creo que… ¿no? —respondió a su pregunta con un interrogante, mirando en dirección a Chromsa.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torre Serpentaria
18/04/22, 05:46 pm
Fleur asintió, complacida. En efecto, tal y como decía el ochrorio en otros mundos la palabra "Padre" denotaba un cargo superior de carácter religioso. Sin ir más lejos el suyo propio, aún recordaba al cura de su convento o la formalidad y sumisión con la que debía dirigirse a la madre superiora. El hecho de que Chromsa hubiera incluido algo así dentro de su nombre le resultó pretencioso a la par que agradable, probablemente por la nostalgia de recordar a aquella chica tan devota y pura que la ciudad se había encargado de matar lentamente, como un veneno.
Con escucha activa y mirada atenta la francesa prestó atención al sueño del brujo, el cual parecía profetizar algo de lo que un día sería su don. Aquello le hizo reflexionar. ¿Había algo de su transformación antes de salir de la cáscara? Bueno, lo cierto es que nunca había tenido ganas de volar por muy acostumbrada a los aviones y vuelos que debía coger por su familia. Lo que sí se encargó su entorno de hacerla sentir era atrapada, pero la ciudad le gritó durante meses a los cuatro vientos que ella no pertenecía a ningún sitio. Tampoco a Rocavarancolia, ni Francia o Lyon. Ella sería de donde quisiera ser, era libre. Solo tenía que encontrar a qué lugar quería pertenecer.
Sí, Fleur Camus había muerto, la mató Akeyo Kau con promesas de un mundo mejor. ¿Por qué llevar el nombre de un cadáver, entonces?
Mientras sus pensamientos divagaban por las callejuelas más oscuras de su mente un desconocido irrumpió la conversación, tenía un aspecto muy extraño y en ella surgió una sensación desconcertante. Un picor leve acarició su nuca, recordándole el recelo que sentiría siempre ante cualquiera que no hubiera compartido criba. Se quedó en silencio, tras las palabras de Lethe. Únicamente se recordó que si se dirigía a Chromsa en presencia del hombre debía ser como Padre Foresta.
Con escucha activa y mirada atenta la francesa prestó atención al sueño del brujo, el cual parecía profetizar algo de lo que un día sería su don. Aquello le hizo reflexionar. ¿Había algo de su transformación antes de salir de la cáscara? Bueno, lo cierto es que nunca había tenido ganas de volar por muy acostumbrada a los aviones y vuelos que debía coger por su familia. Lo que sí se encargó su entorno de hacerla sentir era atrapada, pero la ciudad le gritó durante meses a los cuatro vientos que ella no pertenecía a ningún sitio. Tampoco a Rocavarancolia, ni Francia o Lyon. Ella sería de donde quisiera ser, era libre. Solo tenía que encontrar a qué lugar quería pertenecer.
Sí, Fleur Camus había muerto, la mató Akeyo Kau con promesas de un mundo mejor. ¿Por qué llevar el nombre de un cadáver, entonces?
Mientras sus pensamientos divagaban por las callejuelas más oscuras de su mente un desconocido irrumpió la conversación, tenía un aspecto muy extraño y en ella surgió una sensación desconcertante. Un picor leve acarició su nuca, recordándole el recelo que sentiría siempre ante cualquiera que no hubiera compartido criba. Se quedó en silencio, tras las palabras de Lethe. Únicamente se recordó que si se dirigía a Chromsa en presencia del hombre debía ser como Padre Foresta.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
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