Torre Serpentaria
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Torre Serpentaria
02/08/11, 06:42 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Refugio para neotransformados de cinco plantas. La torre culmina en una cúpula. Está situada junto a la plaza de la fuente y su puerta protegida por un hechizo que solo pueden desactivar los inquilinos. En las plantas inferiores se encuentran las habitaciones, dos salas comunes con dos chimeneas centrales interconectadas y una cocina comedor. En la planta superior, bajo la cúpula, hay una sala de entrenamiento mágico que cuenta con medidas de seguridad para no dañar el edificio. A esta planta se accede mediante una runa de presión que abre una trampilla en el techo yy de la que descienden escaleras. La mayoría de los muebles están hechizados y a algunos les gusta gastar bromas.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
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Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torre Serpentaria
03/11/15, 01:29 am
La llegada y posterior entrada a Serpentaria estaba siendo caótica por decir algo, aunque si se tenía en cuenta cómo estaba yendo todo desde que salió la luna… realmente era más de lo mismo. Kirés tenía sus propias opiniones de casi todo lo que estaba pasando, pero había preferido callar y observar tanto a serpentarios como al grupo de letargo antes de mostrar sus cartas.
Lo que sí destacó fue la pérdida de control de sekkeh. No había tenido mucha relación con el ulterano, pero estaba seguro que esa ira no era propia de él y lo confirmó de boca de alguno de los que ya vivían en aquella torre. En cualquier caso lo controlaron rápido, muy rápido, y no se le escapó que dos de los tres hechizos no habían usado voz ni gestos. Decidió que lo investigaría más adelante.
Escuchó lo de la salida a la biblioteca y se apuntó a ella inmediatamente. Salir de aquel edificio le permitiría ordenar sus ideas, pero no solo eso. No saber su transformación le molestaba y quería saber de una vez en qué se había convertido.
Sigue en la Biblioteca Mágica
Lo que sí destacó fue la pérdida de control de sekkeh. No había tenido mucha relación con el ulterano, pero estaba seguro que esa ira no era propia de él y lo confirmó de boca de alguno de los que ya vivían en aquella torre. En cualquier caso lo controlaron rápido, muy rápido, y no se le escapó que dos de los tres hechizos no habían usado voz ni gestos. Decidió que lo investigaría más adelante.
Escuchó lo de la salida a la biblioteca y se apuntó a ella inmediatamente. Salir de aquel edificio le permitiría ordenar sus ideas, pero no solo eso. No saber su transformación le molestaba y quería saber de una vez en qué se había convertido.
Sigue en la Biblioteca Mágica
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torre Serpentaria
03/11/15, 01:49 am
Irianna asistió al debate entre los veteranos acerca de lo sucedido, calmándose por completo al comprobar que la situación se relajaba. Parecían personas razonables después de todo y comprobarlo la alegró: a fin de cuentas tendría que convivir con ellos a partir de aquel momento. La explicación de Enredo acerca de por qué nadie les había ayudado no le cogió por sorpresa: recordaba perfectamente haber escuchado algo parecido de los estrafalarios ciudadanos que habían acudido a darles una suerte de discurso de bienvenida el día de su llegada a la ciudad.
Skarog se dirigió a ella para pedirle disculpas, y aunque había cierta insolencia en sus gestos, la idrina supo reconocer un verdadero arrepentimiento.
—No te preocupes, agradezco vuestra comprensión —aseguró con un cordial asentimiento de cabeza—. Me llevaré a Sekkeh, entonces —dijo antes de pronunciar un hechizo de levitación sobre el intara—. Volveré más tarde, todavía necesito saber cómo solucionar lo de la niebla al fin y al cabo —afirmó dirigiéndole una mirada al brujo de las enredaderas.
La idrina se perdió escaleras arriba llevando cuidadosamente a Sekkeh y seguida de Kimbra y Jace. En cuanto la lacustre puso un pie en la primera planta, su niebla se desplegó por la misma. Irianna volvió a sentirse terriblemente avergonzada por este hecho: podía percibir a las personas que se encontraban en su radio de acción y se sentía completamente como una intrusa. Su niebla también tuvo un uso práctico en aquel momento, no obstante, y gracias a ella supo cuáles eran los cuartos que se encontraban vacíos. Decidió dirigirse a uno contiguo a otro que tampoco tenía ningún ocupante, deduciendo por la cantidad de muebles que había en algunos de ellos en comparación con los que había elegido, que se encontraban muy poco equipados, que aquellas habitaciones en concreto no deberían tener dueño. Le indicó también al humano en qué habitaciones podía instalarse utilizando la misma deducción. Si resultaba que se equivocaba estaba segura de que se trataba de un error completamente disculpable, aunque nada la libraría de pasar un nuevo momento de apuro.
Poniéndose de acuerdo con Kimbra, decidieron dejar al berserker sobre la cama de uno de los cuartos y a continuación ambas chicas entraron en el contiguo. Allí tan solo había una cama, un escritorio y un armario, además de un baúl similar a los que tenían en Letargo. La idrina se sentó en la cama dejando escapar un suspiro de cansancio y se giró hacia la hija de lunas tras unos instantes.
—Resulta conveniente poder saber si Sekkeh continúa dormido, pero desearía que la niebla dejase de colarse bajo las puertas de los otros cuartos… Es terriblemente…
La lacustre abrió considerablemente los ojos con sorpresa y se detuvo abruptamente al notar un cambio en el banco de neblinoso: el radio de este se había reducido de pronto, pues la niebla se había compactado y retirado de algunos, aunque no de todos los cuartos por los que se había colado.
>>Creo que la niebla… ¿Me ha obedecido? —Le dijo a Kimbra dubitativa. No encontraba mejores palabras para expresar lo que acababa de suceder.
Si la engendro preguntaba al respecto, Irianna le explicaría a qué se refería.
Skarog se dirigió a ella para pedirle disculpas, y aunque había cierta insolencia en sus gestos, la idrina supo reconocer un verdadero arrepentimiento.
—No te preocupes, agradezco vuestra comprensión —aseguró con un cordial asentimiento de cabeza—. Me llevaré a Sekkeh, entonces —dijo antes de pronunciar un hechizo de levitación sobre el intara—. Volveré más tarde, todavía necesito saber cómo solucionar lo de la niebla al fin y al cabo —afirmó dirigiéndole una mirada al brujo de las enredaderas.
La idrina se perdió escaleras arriba llevando cuidadosamente a Sekkeh y seguida de Kimbra y Jace. En cuanto la lacustre puso un pie en la primera planta, su niebla se desplegó por la misma. Irianna volvió a sentirse terriblemente avergonzada por este hecho: podía percibir a las personas que se encontraban en su radio de acción y se sentía completamente como una intrusa. Su niebla también tuvo un uso práctico en aquel momento, no obstante, y gracias a ella supo cuáles eran los cuartos que se encontraban vacíos. Decidió dirigirse a uno contiguo a otro que tampoco tenía ningún ocupante, deduciendo por la cantidad de muebles que había en algunos de ellos en comparación con los que había elegido, que se encontraban muy poco equipados, que aquellas habitaciones en concreto no deberían tener dueño. Le indicó también al humano en qué habitaciones podía instalarse utilizando la misma deducción. Si resultaba que se equivocaba estaba segura de que se trataba de un error completamente disculpable, aunque nada la libraría de pasar un nuevo momento de apuro.
Poniéndose de acuerdo con Kimbra, decidieron dejar al berserker sobre la cama de uno de los cuartos y a continuación ambas chicas entraron en el contiguo. Allí tan solo había una cama, un escritorio y un armario, además de un baúl similar a los que tenían en Letargo. La idrina se sentó en la cama dejando escapar un suspiro de cansancio y se giró hacia la hija de lunas tras unos instantes.
—Resulta conveniente poder saber si Sekkeh continúa dormido, pero desearía que la niebla dejase de colarse bajo las puertas de los otros cuartos… Es terriblemente…
La lacustre abrió considerablemente los ojos con sorpresa y se detuvo abruptamente al notar un cambio en el banco de neblinoso: el radio de este se había reducido de pronto, pues la niebla se había compactado y retirado de algunos, aunque no de todos los cuartos por los que se había colado.
>>Creo que la niebla… ¿Me ha obedecido? —Le dijo a Kimbra dubitativa. No encontraba mejores palabras para expresar lo que acababa de suceder.
Si la engendro preguntaba al respecto, Irianna le explicaría a qué se refería.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torre Serpentaria
03/11/15, 12:44 pm
El asunto de Sekk no tardó en estar solventado, discusiones incluidas. Los sinhadres se enteraron a medias, pero era evidente que el ambiente se estaba volviendo un tanto incómodo. Dado que aquellos veteranos no tenían respuestas para todos ellos solo tenían dos opciones: ir a la biblioteca como sugería Twix o buscar a Saren en la sede. Tal como estaban las cosas Ayne prefirió buscar por sí mismo primero y recurrir a pedir ayuda solo si lo demás fallaba. Asintió cuando Twix lo miró y Eara añadió que ella también salía. Más personas buscarían más rápido, y hasta donde sabía, la biblioteca era tremendamente caótica. Además, hacía mucho que deseaba poder verla.
Lo que dijo la aurva de pelo azul los dejó pensando a ambos. Que no tenían malas intenciones como tampoco las habían tenido las visitas de la noche anterior estaba claro, aunque el discurso no había sido muy tranquilizador. El ofrecimiento, en cambio, era de agradecer. Eara agachó la cabeza mientras murmuraba un agradecimiento y cogió ambas tazas de syv, tendiéndole una a Ayne. Él la miró un instante, dubitativo, pero alargó la mano y la cogió. Luego siguió guardando las distancias. Ninguno quería despreciar el gesto amistoso de la aurva, y además la caminata les había dado sed.
Mucha gente continuaba sin estar de humor para poner en común y con calma lo sucedido. Los sinhadres aún no se habían parado a escoger una habitación cuando ya se preparaban para salir, pero en parte se debía a las dudas de Ayne. ¿Sería mejor si ocupaban dos? Al final solo un pequeño grupo optó por dirigirse a la biblioteca. No tardaron en abandonar la torre tras despedirse de los demás compañeros y anfitriones.
Sigue en la biblioteca.
Lo que dijo la aurva de pelo azul los dejó pensando a ambos. Que no tenían malas intenciones como tampoco las habían tenido las visitas de la noche anterior estaba claro, aunque el discurso no había sido muy tranquilizador. El ofrecimiento, en cambio, era de agradecer. Eara agachó la cabeza mientras murmuraba un agradecimiento y cogió ambas tazas de syv, tendiéndole una a Ayne. Él la miró un instante, dubitativo, pero alargó la mano y la cogió. Luego siguió guardando las distancias. Ninguno quería despreciar el gesto amistoso de la aurva, y además la caminata les había dado sed.
Mucha gente continuaba sin estar de humor para poner en común y con calma lo sucedido. Los sinhadres aún no se habían parado a escoger una habitación cuando ya se preparaban para salir, pero en parte se debía a las dudas de Ayne. ¿Sería mejor si ocupaban dos? Al final solo un pequeño grupo optó por dirigirse a la biblioteca. No tardaron en abandonar la torre tras despedirse de los demás compañeros y anfitriones.
Sigue en la biblioteca.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torre Serpentaria
03/11/15, 04:40 pm
Rasqa dedicaba miradas desganadas a todos los que se estaban reuniendo ahí para regalarles los oídos. No les odiaba ni mucho menos, pero aquella cosa de invitarles a un desayuno simplemente le aburría. <<Ni siquiera hay carne cruda o suelta, qué manía tienen de ponerle cosas encima o debajo o dentro de ella>> se quejó mentalmente. Sin embargo, aunque le parecía una caradurez que les vinieran después de estos siete meses con una bienvenida, el parqio tenía hambre y se acercó a la mesa, mientras disfrutaba del pequeño caos que se formó con Sekkeh.
El moloch olisqueó los platos hasta que llegó a los bocadillos de carne. Estaba cocinada y hasta hace dos días habría huido de ella, pero tenía hambre y se había abierto a la experiencia con la luna. Rasqa revolvió el plato, separando el pan de la carne y se la metió a la boca de un solo trago. El sabor era incomparable. La carne sabía deliciosa, tanto que en cuanto la tragó, desmontó un segundo bocadillo. Y un tercero. Rasqa se sentía como si no hubiera comido nunca y, aun así, creía que la carne podría saber aún mejor si la tostaba más. <<Ya lo probaré por mi cuenta>> se dijo.
La situación con Sekkeh no fue a más y Rasqa sintió algo de pena porque lo durmieran tan fácilmente. <<Habría sido mucho mejor si le hubiera dado un puñetazo antes a alguno de estos>>. Estaba seguro de que habría sido un espectáculo digno. Lo único que le preocupaba era que Sekkeh estuviera pasándolo mal por aquello.
Una vez acabó de comer, supo que no pintaba mucho más allí y sintió una punzada de pena. Sabía la mayoría de sus amigos optaban por quedarse en Serpentaria, así como que no era su sitio en absoluto y, a pesar de que se encontraban a poco tiempo volando entre un edificio y otro, había algo de tristeza en el hecho de separarse. Le gustaban las conversaciones con Irianna, las cazas con Kimbra o las noches de historias con Sekkeh.
—Yo… Voy a salir ya hacia el otro sitio —avisó en voz alta, aunque el mensaje era solo para sus amigos. No recordaba el nombre de la Sede—. ¿Alguien me acompaña?
Junto a Devoss y Ruth, el parqio abandonaría el edificio y emprendería el vuelo hacia la Sede con la sensación de que dejaba atrás algo muy valioso.
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
El moloch olisqueó los platos hasta que llegó a los bocadillos de carne. Estaba cocinada y hasta hace dos días habría huido de ella, pero tenía hambre y se había abierto a la experiencia con la luna. Rasqa revolvió el plato, separando el pan de la carne y se la metió a la boca de un solo trago. El sabor era incomparable. La carne sabía deliciosa, tanto que en cuanto la tragó, desmontó un segundo bocadillo. Y un tercero. Rasqa se sentía como si no hubiera comido nunca y, aun así, creía que la carne podría saber aún mejor si la tostaba más. <<Ya lo probaré por mi cuenta>> se dijo.
La situación con Sekkeh no fue a más y Rasqa sintió algo de pena porque lo durmieran tan fácilmente. <<Habría sido mucho mejor si le hubiera dado un puñetazo antes a alguno de estos>>. Estaba seguro de que habría sido un espectáculo digno. Lo único que le preocupaba era que Sekkeh estuviera pasándolo mal por aquello.
Una vez acabó de comer, supo que no pintaba mucho más allí y sintió una punzada de pena. Sabía la mayoría de sus amigos optaban por quedarse en Serpentaria, así como que no era su sitio en absoluto y, a pesar de que se encontraban a poco tiempo volando entre un edificio y otro, había algo de tristeza en el hecho de separarse. Le gustaban las conversaciones con Irianna, las cazas con Kimbra o las noches de historias con Sekkeh.
—Yo… Voy a salir ya hacia el otro sitio —avisó en voz alta, aunque el mensaje era solo para sus amigos. No recordaba el nombre de la Sede—. ¿Alguien me acompaña?
Junto a Devoss y Ruth, el parqio abandonaría el edificio y emprendería el vuelo hacia la Sede con la sensación de que dejaba atrás algo muy valioso.
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
- InvitadoInvitado
Re: Torre Serpentaria
03/11/15, 08:53 pm
Marsi sintió una punzada de culpa. Estaba siendo una molestia para Alice. Se sentó en la cama apoyando la espalda en el cabecero y se abrazó las rodillas, cubriéndose las piernas con las sábanas.
-<< Tampoco es justo que tengas que echar a tu dominio por mi>>- tenía muchas dudas sobre lo que estaba a punto de decir- << Pero sé que me odian. Incluso si no las veo o no las oigo, sé que no les gusto, que no les gusta que esté contigo.>>
Se sentía completamente estúpida, como si hubiese soltado un montón de chorradas. Por suerte la voz mental no se quebraba, no había muestras de que pudiera estar llorando, pero se aferraba más y más a su propio cuerpo, con miedo a lo que pudiese responder su amiga.
-<< Tampoco es justo que tengas que echar a tu dominio por mi>>- tenía muchas dudas sobre lo que estaba a punto de decir- << Pero sé que me odian. Incluso si no las veo o no las oigo, sé que no les gusto, que no les gusta que esté contigo.>>
Se sentía completamente estúpida, como si hubiese soltado un montón de chorradas. Por suerte la voz mental no se quebraba, no había muestras de que pudiera estar llorando, pero se aferraba más y más a su propio cuerpo, con miedo a lo que pudiese responder su amiga.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torre Serpentaria
04/11/15, 01:38 pm
Kimbra se mantuvo a la defensiva, pero los habitantes del torreón enseguida solventaron la situación y durmieron a Sekkeh evitando que este estallara en ira como, parecía ser, había sucedido anteriormente.
La krabelinense se sentía terriblemente incomoda, además de que le había molestado bastante las palabras de uno de los habitantes del lugar. En cuanto Irianna dejó la habitación, Kimbra le siguió sin añadir nada a la conversación, ya que no solo no tenía nada que decir, sino que tampoco quería. La incomodidad que sentía le desagradaba, por lo que probablemente no podría deshacerse de dicha sensación hasta no estar o bien sola o únicamente rodeada de sus conocidos, ya fueran estos antiguos habitantes del torreón Letargo o del torreón Maciel.
Tras indicar una estancia vacía a Jace y recostar en la cama de otra a Sekkeh, la idrina y ella entraron a una estancia vacía contigua, donde Iranna resopló y comentó algo sobre la niebla, para luego sorprenderse por la supuesta reacción de esta.
- ¿A qué te refieres exactamente?- le preguntó esperando una explicación de lo ocurrido, ya que ella solo podía ver la niebla que les rodeaba.
Irianna le explicó que había sentido como la niebla se contraía y abandonaba alguna de las habitaciones. La Hija de Lunas reflexionó durante algunos segundos para luego hablar.
- Creo que sería conveniente que ambas buscáramos información sobre nuestras transformaciones. Está claro que tienes algún tipo de dominio sobre la niebla, al menos sobre la que nos rodea, pero posiblemente no serás consciente de todas tus habilidades hasta disponer de toda la información posible. Sé que, no hace mucho, un grupo de nuestros conocidos se ha trasladado hasta la llamada biblioteca en busca de información, pero si atendemos a la descripción del lugar que hizo la mujer de la entrada podemos deducir que en este refugio también cuentan con una bien surtida biblioteca. Quizás en ella podamos encontrar la información requerida- sugirió.
De conseguir llegar hasta la nombrada biblioteca y lograr encontrar documentación sobre sus transformaciones, no solo haría una búsqueda para ella, sino que también buscaría información sobre Sekkeh. “Posiblemente, al despertar, quiera saber en qué se ha transformado exactamente y cómo controlar los brotes de ira”.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
05/11/15, 12:04 am
Krono Rádem
En el tiempo que transcurrió desde aquella fiesta hasta la salida de la Luna Roja, el kairós no varió su rutina hasta pocas semanas de la víspera de la salida del astro rojo. Su día a día hasta entonces había consistido en aprender y mejorar con los nuevos hechizos que consideraba imprescindibles para sus frecuentes visitas a Irraria o en previsión para su uso en futuros mundos vinculados que pudiese tener la ocasión de visitar. Los sortilegios de ocultación y rastreo fueron su principal prioridad, así como la telepatía que consideraba importante por diversos motivos. Aunque siguió practicando con la magia de teletransporte ajena a su don, no le concedió prioridad y paulatinamente, una vez consideró que dominaba lo más básico de esta, el tiempo que antes ocupaba en ella fue cediendo terreno al aprendizaje de runas rocavarancolesas, en ocasiones en compañía de Kin, lenguaje que consideró que era el primero que debía dominar en vistas al futuro inmediato.
Cada cierto tiempo acudía a Irraria, cuando los médicos de implantes disponían de tiempo libre para instruirle en su campo. Para cuando el astro se alzaba en el cielo, el irrense ya contaba con nociones básicas con las que poder comenzar a trabajar, pero desde luego todavía necesitaría invertir mucho más horas en su instrucción. Necesitaba convencer a alguno de los doctores para que le acompañase a Rocavarancolia, aunque para ello primero debía de disponer de un local donde instalarse ya que su cuarto de Serpentaria era demasiado pequeño para albergar el aparejo que requería la disciplina en la que se estaba especializando.
Por ello decidió que debía hallar un edificio abandonado donde instalarse, ya que desconocía si existía alguien que se dedicase a la construcción en la ciudad, y de todos si algo sobraba en las calles de la ciudad era aquello. Solicitó la ayuda del demonio raigaurum y ambos irrenses recorrieron la ciudad en busca del edificio que mejor se ajustase a las pretensiones del kairós. La búsqueda no fue breve debido a que el irrense quería asegurarse de que no tomaba una decisión precipitada, pero finalmente halló un edificio semiderruido que con los arreglos adecuados se ajustaría a lo que necesitaba. Se hallaba en la zona norte de la ciudad y disponía de dos plantas además de un sótano, y el tamaño era aceptable.
El ingeniero decidió pedir ayuda a Giz, como era costumbre ya que el asreniano siempre había resultado ser un buen consejero y llevaba mayor tiempo como ciudadano que Saren, acerca de cómo podría restaurar el edificio que se convertiría en su negocio así como su hogar. Resultó que fue un gran acierto hablar con el genemante, ya que al parecer el grupo de mercenarios de la Brecha también aceptaba encargos de aquella índole y, teniendo cierta confianza con aquel grupo, el kairós consideró la mejor opción contratar sus servicios. Acordaron comenzar las obras en los meses venideros, pues además de que el grupo se encontraba ocupado con reformas en su propia casa, el irrense todavía no necesitaba mudarse.
Aquella mañana, Archime se disponía a acudir a la biblioteca de la torre como de costumbre y empleando la traslocación, pero algo le hizo cambiar de idea y salir al pasillo en su lugar: una niebla espesa había comenzado a colarse por debajo de su puerta y las voces que escuchó tras ella habían captado su atención.
En el tiempo que transcurrió desde aquella fiesta hasta la salida de la Luna Roja, el kairós no varió su rutina hasta pocas semanas de la víspera de la salida del astro rojo. Su día a día hasta entonces había consistido en aprender y mejorar con los nuevos hechizos que consideraba imprescindibles para sus frecuentes visitas a Irraria o en previsión para su uso en futuros mundos vinculados que pudiese tener la ocasión de visitar. Los sortilegios de ocultación y rastreo fueron su principal prioridad, así como la telepatía que consideraba importante por diversos motivos. Aunque siguió practicando con la magia de teletransporte ajena a su don, no le concedió prioridad y paulatinamente, una vez consideró que dominaba lo más básico de esta, el tiempo que antes ocupaba en ella fue cediendo terreno al aprendizaje de runas rocavarancolesas, en ocasiones en compañía de Kin, lenguaje que consideró que era el primero que debía dominar en vistas al futuro inmediato.
Cada cierto tiempo acudía a Irraria, cuando los médicos de implantes disponían de tiempo libre para instruirle en su campo. Para cuando el astro se alzaba en el cielo, el irrense ya contaba con nociones básicas con las que poder comenzar a trabajar, pero desde luego todavía necesitaría invertir mucho más horas en su instrucción. Necesitaba convencer a alguno de los doctores para que le acompañase a Rocavarancolia, aunque para ello primero debía de disponer de un local donde instalarse ya que su cuarto de Serpentaria era demasiado pequeño para albergar el aparejo que requería la disciplina en la que se estaba especializando.
Por ello decidió que debía hallar un edificio abandonado donde instalarse, ya que desconocía si existía alguien que se dedicase a la construcción en la ciudad, y de todos si algo sobraba en las calles de la ciudad era aquello. Solicitó la ayuda del demonio raigaurum y ambos irrenses recorrieron la ciudad en busca del edificio que mejor se ajustase a las pretensiones del kairós. La búsqueda no fue breve debido a que el irrense quería asegurarse de que no tomaba una decisión precipitada, pero finalmente halló un edificio semiderruido que con los arreglos adecuados se ajustaría a lo que necesitaba. Se hallaba en la zona norte de la ciudad y disponía de dos plantas además de un sótano, y el tamaño era aceptable.
El ingeniero decidió pedir ayuda a Giz, como era costumbre ya que el asreniano siempre había resultado ser un buen consejero y llevaba mayor tiempo como ciudadano que Saren, acerca de cómo podría restaurar el edificio que se convertiría en su negocio así como su hogar. Resultó que fue un gran acierto hablar con el genemante, ya que al parecer el grupo de mercenarios de la Brecha también aceptaba encargos de aquella índole y, teniendo cierta confianza con aquel grupo, el kairós consideró la mejor opción contratar sus servicios. Acordaron comenzar las obras en los meses venideros, pues además de que el grupo se encontraba ocupado con reformas en su propia casa, el irrense todavía no necesitaba mudarse.
Aquella mañana, Archime se disponía a acudir a la biblioteca de la torre como de costumbre y empleando la traslocación, pero algo le hizo cambiar de idea y salir al pasillo en su lugar: una niebla espesa había comenzado a colarse por debajo de su puerta y las voces que escuchó tras ella habían captado su atención.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
05/11/15, 12:09 am
Irianna
La lacustre se mostró completamente de acuerdo con Kimbra cuando esta sugirió dirigirse a la biblioteca con la que les habían dicho que estaba equipada la propia torre. En otras circunstancias se habría reunido con el grupo de Maciel en la biblioteca que ya conocían, pero prefería no abandonar la torre. A pesar de que el principal motivo por el que no quería hacerlo era Sekkeh y si tenían que moverse de planta ya no podría vigilar si el berserker continuaba dormido, se convenció a sí misma de que probablemente no volvería a despertar por bastante tiempo: necesitaba ocupar su mente y respuestas; y no tenía muy claro de cuál era la prioridad.
—Veamos… En esta planta solo parece haber cuartos, lo comprobé cuando la niebla se coló por la mayoría de ellos al fin y al cabo. Seguramente la biblioteca se distinga desde fuera, teniendo una indicación, una puerta diferente o algo por el estilo —razonó mientras se dirigía hacia las escaleras—. Vamos a echar un vistazo en las plantas superiores.
Ambas chicas se dispusieron entonces a registrar la torre, con la niebla, que ahora había reducido considerablemente su extensión siguiéndolas allá a donde iban, o más concretamente siguiendo a la lacustre. Aún más compactada como estaba, siguió colándose por algunos de los cuartos y la idrina agradeció que muchos de ellos estuviesen vacíos. En la segunda planta, de hecho, tan solo encontró una presencia en uno de ellos y además se trataba de alguien que conocía: Samika se encontraba descansando en una cama allí dentro. Esperaba no haber asustado a la humana si se encontraba despierta, pero no parecía ser el caso pues esta no se movió cuando la niebla invadió su cuarto.
Finalmente, llegaron al último piso de la torre y, aunque descubrieron la ubicación de los baños, no hallaron rastro de la biblioteca. Irianna se detuvo en el pasillo de la última planta mientras su niebla comenzaba a colarse en un cuarto cercano y se dirigió a Kimbra.
—Tal vez deberíamos volver a la cocina y preguntarles… Quizás la biblioteca se encuentra en alguna parte de la planta baja por la que no hemos pasado —sugirió pensativa.
Fue entonces cuando notó que el dueño del cuarto se movía en dirección a la puerta y comenzaba a abrirla. La idrina, nerviosa y avergonzada una vez más, se preparó para disculparse, pensando que probablemente su niebla habría molestado al habitante de la torre en cuestión.
Krono Rádem
El kairós observó a la idrina y a la demonio rakshasa que no supo distinguir de qué mundo provenía para después dirigir su mirada hacia el pasillo cubierto de niebla. El biomecánico creía saber por qué aquel elemento había invadido la torre, aunque no podía confirmarlo sin preguntar, cosa para la cual no halló motivo para realizar por aquel momento.
—Disculpad. He oído que estáis buscando la biblioteca, ¿no es así?
La lacustre se mostró completamente de acuerdo con Kimbra cuando esta sugirió dirigirse a la biblioteca con la que les habían dicho que estaba equipada la propia torre. En otras circunstancias se habría reunido con el grupo de Maciel en la biblioteca que ya conocían, pero prefería no abandonar la torre. A pesar de que el principal motivo por el que no quería hacerlo era Sekkeh y si tenían que moverse de planta ya no podría vigilar si el berserker continuaba dormido, se convenció a sí misma de que probablemente no volvería a despertar por bastante tiempo: necesitaba ocupar su mente y respuestas; y no tenía muy claro de cuál era la prioridad.
—Veamos… En esta planta solo parece haber cuartos, lo comprobé cuando la niebla se coló por la mayoría de ellos al fin y al cabo. Seguramente la biblioteca se distinga desde fuera, teniendo una indicación, una puerta diferente o algo por el estilo —razonó mientras se dirigía hacia las escaleras—. Vamos a echar un vistazo en las plantas superiores.
Ambas chicas se dispusieron entonces a registrar la torre, con la niebla, que ahora había reducido considerablemente su extensión siguiéndolas allá a donde iban, o más concretamente siguiendo a la lacustre. Aún más compactada como estaba, siguió colándose por algunos de los cuartos y la idrina agradeció que muchos de ellos estuviesen vacíos. En la segunda planta, de hecho, tan solo encontró una presencia en uno de ellos y además se trataba de alguien que conocía: Samika se encontraba descansando en una cama allí dentro. Esperaba no haber asustado a la humana si se encontraba despierta, pero no parecía ser el caso pues esta no se movió cuando la niebla invadió su cuarto.
Finalmente, llegaron al último piso de la torre y, aunque descubrieron la ubicación de los baños, no hallaron rastro de la biblioteca. Irianna se detuvo en el pasillo de la última planta mientras su niebla comenzaba a colarse en un cuarto cercano y se dirigió a Kimbra.
—Tal vez deberíamos volver a la cocina y preguntarles… Quizás la biblioteca se encuentra en alguna parte de la planta baja por la que no hemos pasado —sugirió pensativa.
Fue entonces cuando notó que el dueño del cuarto se movía en dirección a la puerta y comenzaba a abrirla. La idrina, nerviosa y avergonzada una vez más, se preparó para disculparse, pensando que probablemente su niebla habría molestado al habitante de la torre en cuestión.
Krono Rádem
El kairós observó a la idrina y a la demonio rakshasa que no supo distinguir de qué mundo provenía para después dirigir su mirada hacia el pasillo cubierto de niebla. El biomecánico creía saber por qué aquel elemento había invadido la torre, aunque no podía confirmarlo sin preguntar, cosa para la cual no halló motivo para realizar por aquel momento.
—Disculpad. He oído que estáis buscando la biblioteca, ¿no es así?
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torre Serpentaria
05/11/15, 01:55 pm
La idrina estuvo de acuerdo con la krabelinense y en seguida comenzaron la búsqueda de la estancia que albergaba la biblioteca del lugar. Al no dar con ella, incluso habiendo revisado la última planta, Irianna sugirió consultar a los habitantes del lugar que se encontraban en la planta baja.
En aquel momento uno de los inquilinos del lugar salió de una de las habitaciones y les preguntó por su búsqueda de la biblioteca.
Así es- comenzó contestando y procedió a informarle de su situación-. Formamos parte del grupo que habitaba en el torreón Letargo y que actualmente han sido modificados física y psíquicamente por la influencia de la llamada Luna Roja y nos gustaría conocer la naturaleza y características específicas de estas transformaciones que hemos sufrido. En la entrada nos ha recibido una mujer draconiana y nos ha indicado que esta podría ser nuestro nuevo refugio, por lo que ahora nosotras y algunos individuos de nuestro grupo hemos empezado a vivir aquí. Ella nos habló de la existencia de una biblioteca en este refugio, pero no logramos dar con ella. Habíamos planeado preguntar sobre la susodicha a los otros habitantes de este lugar, que sospecho son tus compañeros, pero supongo que tu también conoces la situación de dicha estancia, ¿podrías guiarnos hasta ella?
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torre Serpentaria
05/11/15, 02:16 pm
El autoproclamado sacerdote espiritual no estuvo precisamente quieto durante esos meses. Su intención prioritaria fue mejorar el talento concedido por los dioses tanto a nivel de reservas como en conocimientos. Así, sus visitas a Ochroria se fueron sucediendo y en ellas obtuvo un éxito moderado. Incluso para el eclesiástico era un arte complicado el de provocar un terror tan delimitado sin, por supuesto, caer en la tortura gratuita que atentaría contra la voluntad de los dioses. Su tarea, como siempre, era la de conducir a los fieles.
Pero, al contrario de lo que pasaba en las sedes de la Iglesia Espiritual, su santa misión no le cegaba de la realidad que le rodeaba. Siendo consciente, dedicó buena parte de su estancia en la Torre Serpentaria al perfeccionamiento de las artes mágicas que ya conocía, a lograr un dominio fluido de su voz fragmentada y a introducirse y adquirir práctica en nuevas gracias divinas, ya lo hiciera solo o acompañado. En especial le llamaron la atención los hechizos que tenían que ver con el espectro visual y la modificación de la luz. Algunos incluso, leyó, eran dones que procedían de su misma tierra.
Entre los conjuros que tenían que ver con este sentido, encontró algunos que le fueron de mucha utilidad en sus incursiones a Ochroria y posibles futuras a otros mundos vinculados. Estos poderes, que puso en común con Krono Rádem, incluían algunos de ocultación. También añadieron sortilegios de rastreo que, en conjunto, le facilitaron en gran medida sus obligaciones monacales. Además, el intercambio de ideas y puntos de vista con el irrense fue muy enriquecedor y le ayudó a afianzar de forma más completa sus conocimientos.
Aparte de estas tareas, Heraldo Rocuo también empezó a buscar contactos por la ciudad para enterarse sobre trabajos remunerados. Comenzó, por supuesto, desde sus más allegados de la Torre Serpentaria y la Sede de los Taumaturgos. A través de ellos fue extendiendo su red con el fin de dar con un puesto para él. Sus resultados le habían llevado a algunos sitios interesantes, pero nada que se ajustara de momento a lo que desearía. Los guardaba en la reserva por si no hallaba nada más, pero de momento no tenía ninguna prisa y prefería no precipitarse.
*********
No fue aquella una mañana distinta, o al menos eso pensaba hasta que oyó las voces, indudablemente nuevas, en el pasillo. En su inercia diaria había olvidado que aquel día seguramente iban a venir los nuevos transformados a los refugios. Normal, por otro lado, pues aunque sentía cierta curiosidad no era algo que le quitara el sueño.
Eso sí, al menos iba a ser educado. Estaba en su naturaleza y era siempre la forma correcta de proceder, según el corpulento ochrorio. Salió al pasillo y lo primero que vio fue a una de las nuevas, indudablemente un demonio rakshasa, cuestionando a Krono sobre cómo acceder a la biblioteca del edificio. Dejó que este respondiera y, posteriormente, le saludó y se presentó a las dos nuevas.
—Bienvenidas a la Torre, soy Heraldo Rocuo. Encantado —dijo de forma protocolaria. A continuación, añadió un breve comentario más amigable—. Yo también habité durante mi cosecha en Letargo.
Pero, al contrario de lo que pasaba en las sedes de la Iglesia Espiritual, su santa misión no le cegaba de la realidad que le rodeaba. Siendo consciente, dedicó buena parte de su estancia en la Torre Serpentaria al perfeccionamiento de las artes mágicas que ya conocía, a lograr un dominio fluido de su voz fragmentada y a introducirse y adquirir práctica en nuevas gracias divinas, ya lo hiciera solo o acompañado. En especial le llamaron la atención los hechizos que tenían que ver con el espectro visual y la modificación de la luz. Algunos incluso, leyó, eran dones que procedían de su misma tierra.
Entre los conjuros que tenían que ver con este sentido, encontró algunos que le fueron de mucha utilidad en sus incursiones a Ochroria y posibles futuras a otros mundos vinculados. Estos poderes, que puso en común con Krono Rádem, incluían algunos de ocultación. También añadieron sortilegios de rastreo que, en conjunto, le facilitaron en gran medida sus obligaciones monacales. Además, el intercambio de ideas y puntos de vista con el irrense fue muy enriquecedor y le ayudó a afianzar de forma más completa sus conocimientos.
Aparte de estas tareas, Heraldo Rocuo también empezó a buscar contactos por la ciudad para enterarse sobre trabajos remunerados. Comenzó, por supuesto, desde sus más allegados de la Torre Serpentaria y la Sede de los Taumaturgos. A través de ellos fue extendiendo su red con el fin de dar con un puesto para él. Sus resultados le habían llevado a algunos sitios interesantes, pero nada que se ajustara de momento a lo que desearía. Los guardaba en la reserva por si no hallaba nada más, pero de momento no tenía ninguna prisa y prefería no precipitarse.
*********
No fue aquella una mañana distinta, o al menos eso pensaba hasta que oyó las voces, indudablemente nuevas, en el pasillo. En su inercia diaria había olvidado que aquel día seguramente iban a venir los nuevos transformados a los refugios. Normal, por otro lado, pues aunque sentía cierta curiosidad no era algo que le quitara el sueño.
Eso sí, al menos iba a ser educado. Estaba en su naturaleza y era siempre la forma correcta de proceder, según el corpulento ochrorio. Salió al pasillo y lo primero que vio fue a una de las nuevas, indudablemente un demonio rakshasa, cuestionando a Krono sobre cómo acceder a la biblioteca del edificio. Dejó que este respondiera y, posteriormente, le saludó y se presentó a las dos nuevas.
—Bienvenidas a la Torre, soy Heraldo Rocuo. Encantado —dijo de forma protocolaria. A continuación, añadió un breve comentario más amigable—. Yo también habité durante mi cosecha en Letargo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
05/11/15, 04:08 pm
Krono Rádem
El kairós atendió a la exposición de la demonio rakshasa, reparando en el hecho de que hacía uso de precisión al hablar al igual que él, detalle que le había granjeado varias regañinas por parte de sus allegados en diversas ocasiones. El biomecánico había modificado ligeramente debido a ello su forma de expresarse habitualmente, pero el escuchar a otra persona emplear el mismo registro funcionaba como un botón que revertía en cierta medida su progreso en aquella materia social. Antes de que comenzase a responderle, observó cómo Heraldo Rocuo se acercaba al grupo y le dedicó una mirada fugaz antes de volver a posar su vista sobre la recién transformada. Probablemente el ominario también se dirigiría a llevar a cabo las prácticas de hechizos habituales.
—Desconozco a quién te refieres pero cualquier ocupante de la torre os podría indicar la ubicación de la biblioteca. No obstante, así es: yo mismo puedo mostraros cómo se accede, pues de hecho me dirigía en este instante a ella.
Hizo una pausa durante la cual el ochrorio se presentó ante las nuevas transformadas por la Luna y se rascó la nuca, indeciso sobre cómo proceder.
—Yo soy Krono Rádem, kairós —se presentó, recordando además que debería haberlo hecho antes—. Compartí el proceso de criba con Heraldo Rocuo, aunque yo me alojaba en el torreón Maciel —añadió a título informativo siguiendo el ejemplo marcado por el ochrorio.
Irianna
La lacustre sintió un enorme alivio al comprobar que el chico no parecía enfadado sino que solamente pretendía prestarles su ayuda. Cuando Kimbra explicó minuciosamente lo que se disponían a hacer, la idrina tuvo que contener su sorpresa al comprobar que el desconocido, quien vestía una especie de bata de laboratorio de color gris oscuro, hablaba de la misma forma monocorde que la krabelinense. La idrina habría pensado que se estaba burlando de ella de no ser porque su lenguaje corporal no transmitía mucho más que una ligera curiosidad y, además, aquella elección de vestuario le confería un aire serio. Estaba a punto de hablar cuando alguien más se adentró en la niebla y comprobó que se dirigía hacia allí. Otro habitante de la torre y uno que resultaba bastante intimidante debido a su tamaño y el aura que le rodeaba, la cual le resultó lejanamente familiar, como si ya le hubiera visto en algún sitio. Cuando se presentó y el coro de voces resonó en el pasillo, la lacustre entendió por qué.
<<Miseria Nombre…>> pensó mientras el chico bajito se presentaba. Tal vez Heraldo Rocuo se había transformado en lo mismo que su cosechador, dedujo.
—Qué coincidencia —le dijo al ominario con una leve sonrisa cuando consiguió sobreponerse a la extraño de la situación—. Yo soy Irianna, encantada de conoceros. — Se giró entonces hacia Krono Rádem—. Te estaremos muy agradecidas si nos indicas el camino.
La idrina quería hacer más preguntas, como por ejemplo de qué mundo procedían aquellos dos desconocidos, por qué había usado la palabra “criba” o qué era un kairós; pero no era el momento para hacerlo.
El kairós atendió a la exposición de la demonio rakshasa, reparando en el hecho de que hacía uso de precisión al hablar al igual que él, detalle que le había granjeado varias regañinas por parte de sus allegados en diversas ocasiones. El biomecánico había modificado ligeramente debido a ello su forma de expresarse habitualmente, pero el escuchar a otra persona emplear el mismo registro funcionaba como un botón que revertía en cierta medida su progreso en aquella materia social. Antes de que comenzase a responderle, observó cómo Heraldo Rocuo se acercaba al grupo y le dedicó una mirada fugaz antes de volver a posar su vista sobre la recién transformada. Probablemente el ominario también se dirigiría a llevar a cabo las prácticas de hechizos habituales.
—Desconozco a quién te refieres pero cualquier ocupante de la torre os podría indicar la ubicación de la biblioteca. No obstante, así es: yo mismo puedo mostraros cómo se accede, pues de hecho me dirigía en este instante a ella.
Hizo una pausa durante la cual el ochrorio se presentó ante las nuevas transformadas por la Luna y se rascó la nuca, indeciso sobre cómo proceder.
—Yo soy Krono Rádem, kairós —se presentó, recordando además que debería haberlo hecho antes—. Compartí el proceso de criba con Heraldo Rocuo, aunque yo me alojaba en el torreón Maciel —añadió a título informativo siguiendo el ejemplo marcado por el ochrorio.
Irianna
La lacustre sintió un enorme alivio al comprobar que el chico no parecía enfadado sino que solamente pretendía prestarles su ayuda. Cuando Kimbra explicó minuciosamente lo que se disponían a hacer, la idrina tuvo que contener su sorpresa al comprobar que el desconocido, quien vestía una especie de bata de laboratorio de color gris oscuro, hablaba de la misma forma monocorde que la krabelinense. La idrina habría pensado que se estaba burlando de ella de no ser porque su lenguaje corporal no transmitía mucho más que una ligera curiosidad y, además, aquella elección de vestuario le confería un aire serio. Estaba a punto de hablar cuando alguien más se adentró en la niebla y comprobó que se dirigía hacia allí. Otro habitante de la torre y uno que resultaba bastante intimidante debido a su tamaño y el aura que le rodeaba, la cual le resultó lejanamente familiar, como si ya le hubiera visto en algún sitio. Cuando se presentó y el coro de voces resonó en el pasillo, la lacustre entendió por qué.
<<Miseria Nombre…>> pensó mientras el chico bajito se presentaba. Tal vez Heraldo Rocuo se había transformado en lo mismo que su cosechador, dedujo.
—Qué coincidencia —le dijo al ominario con una leve sonrisa cuando consiguió sobreponerse a la extraño de la situación—. Yo soy Irianna, encantada de conoceros. — Se giró entonces hacia Krono Rádem—. Te estaremos muy agradecidas si nos indicas el camino.
La idrina quería hacer más preguntas, como por ejemplo de qué mundo procedían aquellos dos desconocidos, por qué había usado la palabra “criba” o qué era un kairós; pero no era el momento para hacerlo.
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.Personajes :- ● Ergot: -Véspido Soldado Repobladoril-
● Nadzieja: -Escoria Cosechada HomoSapiens-
Status : Las dudas son como los muertos, siempre acaban saliendo a flote.
Humor : Epístola de San Pablo a los adefesios: "Sois feos de cojones."
Re: Torre Serpentaria
05/11/15, 08:35 pm
El véspido soldado escuchó las respuestas a sus preguntas con gran interés y aunque le desilusionó el saber que Skarog no tenía ni idea sobre en que se había convertido, se alegró al averiguar que había más repobladores como él en esa imprevisible ciudad.
A punto estuvo de preguntarle sobre el tal “Malahierba” al helión cuando las astillas de silla con las que les obsequio Sek le alcanzaron y le hicieron callar. Ergot se apartó todo lo que pudo de la vía de paso de los presentes al ver como se caldeaba el ambiente, no quería perder una pata después de haber sobrevivido entero durante toda una cosecha. Observó en silencio el intercambio entre los presentes y cuando Skarog se enfadó por no apreciar la bienvenida el repoblador se sintió en la obligación de agarrar uno de los bollitos de la mesa pero estaba tan cohibido por la conversación que ocurría a su alrededor, igual que un niño escuchando una discusión entre sus padres, que se quedó quieto todo el rato mirado el suelo como si fuese lo más interesante de este mundo.
Intentando no entrar en la discusión y empeorarla aún más, el bicho-planta se quedó pensando en sus cosas: Emmit, sus nuevas alas, el aguijón, la próxima visita a Emmit, las plantas de la ciudad, la transformación y la luna roja, Dama Poda y Emmit, los repobladores desconocidos, Tesón, Malahierba, sus compañeros y que le debía una vista urgente a Emmit. Tan ensimismado estaba en sus cosas que no se dio cuenta del paso del tiempo ni de como poco a poco la sala había perdido en número de seres presentes. Cuando capto el extraño vacío ya era demasiado tarde, ya estaba él solo con los veteranos. Ergot se sintió completamente fuera de lugar “¿Donde están los demás?” gimió mentalmente, mientras hacia una de sus prioridades el buscarles una vez tuviese algo más de movilidad. Miró a los ojos a todos los presentes antes de incorporarse, con todas las dificultades que aquello le conllevaba, y hablarles con el tono más normal que pudo transmitir con su aguda voz:
-Ehmmmm… Bueno, yo… voy a buscarme un cuarto… hasta la próxima, supongo. Creo. Eso. Eh… adiós.- Su despedida final consistió en un gesto de cabeza antes de cruzar el umbral y salir definitivamente de la cocina. Arrastraba consigo su improvisada bolsa de recuerdos.
El repoblador trepó las escaleras hacia el primer piso con el cansancio acumulado de la caminata de la mañana, por lo que subir cada escalón le resulto igual de laborioso que a los ratoncitos de la cenicienta con la endemoniada llave.
Una vez arriba él y su paño repleto de cosas. El repoblador se apoyó contra la pared y visualizó el pasillo que le quedaba por recorrer. Lo que vio le hizo maldecir para sus adentros y para fuera:
-¡Por todos los demonios florales y jornos infernales! ¿¡Como champiñones voy a entrar!?- El pequeño se sentó de desesperación y cansancio, no tenía fuerzas para bajar a pedir ayuda ni de buscar a nadie en aquel piso, se quedaría esperando a que pasase quien fuese que estuviese dispuesto a ayudarle. Ergot volvía a enfrentarse a uno de sus enemigos durante la cosecha: Las puertas cerradas.
A punto estuvo de preguntarle sobre el tal “Malahierba” al helión cuando las astillas de silla con las que les obsequio Sek le alcanzaron y le hicieron callar. Ergot se apartó todo lo que pudo de la vía de paso de los presentes al ver como se caldeaba el ambiente, no quería perder una pata después de haber sobrevivido entero durante toda una cosecha. Observó en silencio el intercambio entre los presentes y cuando Skarog se enfadó por no apreciar la bienvenida el repoblador se sintió en la obligación de agarrar uno de los bollitos de la mesa pero estaba tan cohibido por la conversación que ocurría a su alrededor, igual que un niño escuchando una discusión entre sus padres, que se quedó quieto todo el rato mirado el suelo como si fuese lo más interesante de este mundo.
Intentando no entrar en la discusión y empeorarla aún más, el bicho-planta se quedó pensando en sus cosas: Emmit, sus nuevas alas, el aguijón, la próxima visita a Emmit, las plantas de la ciudad, la transformación y la luna roja, Dama Poda y Emmit, los repobladores desconocidos, Tesón, Malahierba, sus compañeros y que le debía una vista urgente a Emmit. Tan ensimismado estaba en sus cosas que no se dio cuenta del paso del tiempo ni de como poco a poco la sala había perdido en número de seres presentes. Cuando capto el extraño vacío ya era demasiado tarde, ya estaba él solo con los veteranos. Ergot se sintió completamente fuera de lugar “¿Donde están los demás?” gimió mentalmente, mientras hacia una de sus prioridades el buscarles una vez tuviese algo más de movilidad. Miró a los ojos a todos los presentes antes de incorporarse, con todas las dificultades que aquello le conllevaba, y hablarles con el tono más normal que pudo transmitir con su aguda voz:
-Ehmmmm… Bueno, yo… voy a buscarme un cuarto… hasta la próxima, supongo. Creo. Eso. Eh… adiós.- Su despedida final consistió en un gesto de cabeza antes de cruzar el umbral y salir definitivamente de la cocina. Arrastraba consigo su improvisada bolsa de recuerdos.
El repoblador trepó las escaleras hacia el primer piso con el cansancio acumulado de la caminata de la mañana, por lo que subir cada escalón le resulto igual de laborioso que a los ratoncitos de la cenicienta con la endemoniada llave.
Una vez arriba él y su paño repleto de cosas. El repoblador se apoyó contra la pared y visualizó el pasillo que le quedaba por recorrer. Lo que vio le hizo maldecir para sus adentros y para fuera:
-¡Por todos los demonios florales y jornos infernales! ¿¡Como champiñones voy a entrar!?- El pequeño se sentó de desesperación y cansancio, no tenía fuerzas para bajar a pedir ayuda ni de buscar a nadie en aquel piso, se quedaría esperando a que pasase quien fuese que estuviese dispuesto a ayudarle. Ergot volvía a enfrentarse a uno de sus enemigos durante la cosecha: Las puertas cerradas.
"Mientras no tengan conciencia de su fuerza no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado no serán conscientes. Éste es el problema." G.O.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Serpentaria
06/11/15, 01:57 am
Aquello le pilló de sorpresa. Ni se esperaba ni se había imaginado que pensara aquello... ni que la atormentase. <<Joder, eso es culpa mía, ¡debería haberme dado cuenta antes!>> pensó, pero se esforzó para que no se filtrara. Terminó de escucharle y le imitó, aunque a medias. Se sentó, sí, pero frente a ella y con ambas piernas a un lado, para poder mirarle directamente. No lo necesitaba con la telepatía, pero lo prefería. Podía parecer raro mirarle a la abertura del cuello y al humo, pero se había acostumbrado y le salía de forma natural.
—<<Hum... No te... A ver... Están piradas. Dicen muchas chorradas, mucha basura y mucha mierda sobre todo el mundo. Si les hiciera caso, estaría viviendo sola y medio muerta en algún edificio en ruinas. Pero he aprendido a verlo así: cuanto más odien algo, mejor será eso para mí (a no ser que ese algo intente matarme)... Y lo siento. No es culpa mía, pero lo siento. Y no te preocupes. No las necesito tanto y prefiero estar con vosotros antes que con ellas. Por ejemplo, este momento es n-nuestro y a ellas no les incumbe...>>
Al llegar ahí, aprovechó que las manos de la varmana estaban cerca y las cogió con suavidad. Con la telepatía al menos no se trababa la lengua... y aquello no estaba en ningún plan, al menos no pensado a propósito... Pero le salía tan fácil pensarlo y enviárselo...
—<<Marsi, pueden decir lo que quieran, pero no va a cambiar lo que siento por ti. No les gusta que esté contigo, que estés conmigo, pero yo quiero estar contigo...>>— empezó a sonrojarse bastante, sobre todo las orejas, pero qué demonios— <<Que se jodan, Marsi. Unas sombras de nada no van a cambiar que te quiero y quiero estar contigo>>
Y ahí se quedó en blanco. ¿De verdad había dicho aquello? Tragó saliva. Si las onyces estaban locas, ella estaba peor (o eso pensó). Pero ni le soltó ni dejó de mirarle, aunque estaba visiblemente nerviosa. Aquello era nuevo y no quería ni pensar que podía haber metido la pata hasta el fondo... Pensó que, en situaciones así, la telepatía era un arma de doble filo, porque se había explayado, se había quedado a gusto, pero a la vez había hablado demasiado y ni siquiera sabía si aquello se hacía "así".
—<<Hum... No te... A ver... Están piradas. Dicen muchas chorradas, mucha basura y mucha mierda sobre todo el mundo. Si les hiciera caso, estaría viviendo sola y medio muerta en algún edificio en ruinas. Pero he aprendido a verlo así: cuanto más odien algo, mejor será eso para mí (a no ser que ese algo intente matarme)... Y lo siento. No es culpa mía, pero lo siento. Y no te preocupes. No las necesito tanto y prefiero estar con vosotros antes que con ellas. Por ejemplo, este momento es n-nuestro y a ellas no les incumbe...>>
Al llegar ahí, aprovechó que las manos de la varmana estaban cerca y las cogió con suavidad. Con la telepatía al menos no se trababa la lengua... y aquello no estaba en ningún plan, al menos no pensado a propósito... Pero le salía tan fácil pensarlo y enviárselo...
—<<Marsi, pueden decir lo que quieran, pero no va a cambiar lo que siento por ti. No les gusta que esté contigo, que estés conmigo, pero yo quiero estar contigo...>>— empezó a sonrojarse bastante, sobre todo las orejas, pero qué demonios— <<Que se jodan, Marsi. Unas sombras de nada no van a cambiar que te quiero y quiero estar contigo>>
Y ahí se quedó en blanco. ¿De verdad había dicho aquello? Tragó saliva. Si las onyces estaban locas, ella estaba peor (o eso pensó). Pero ni le soltó ni dejó de mirarle, aunque estaba visiblemente nerviosa. Aquello era nuevo y no quería ni pensar que podía haber metido la pata hasta el fondo... Pensó que, en situaciones así, la telepatía era un arma de doble filo, porque se había explayado, se había quedado a gusto, pero a la vez había hablado demasiado y ni siquiera sabía si aquello se hacía "así".
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- InvitadoInvitado
Re: Torre Serpentaria
08/11/15, 12:01 am
Marsi se quedó de piedra.
-<< ¿...Qué?>>
No podía creer lo que Alice había dicho, no podía creérselo. Por un momento pensó que su imaginación le estaba jugando una mala pasada, o que simplemente había entendido mal, pero le era dificil olvidar esas palabras. De hecho, aún resonaban en su mente. ''Te quiero, y quiero estar contigo''. El humo que salía de su cuello aumentó sin que pudiera evitarlo, y Marsi estuvo apunto de soltar las manos de la bruja pues le habían empezado a sudar. Estaba tan tensa, tan nerviosa, que si tuviera boca seguramente el corazón se le habría salido por ella. Pero en su interior algo ardía, algo que le llenaba de valor y que la impulsó a responder.
-<< Y-yo también quiero estar contigo. P-por eso tenía miedo, de que las onyces me separasen, o de que te dieses cuenta de lo... torpe y aburrida que soy. Pero ya me da igual serlo o que lo sepas, de verdad no quiero que te vayas>>- había transmitido su discurso de forma tan atropellada que temió que algunas palabras se hubiesen superpuestp- << Me gustas mucho, Alice>>
-<< ¿...Qué?>>
No podía creer lo que Alice había dicho, no podía creérselo. Por un momento pensó que su imaginación le estaba jugando una mala pasada, o que simplemente había entendido mal, pero le era dificil olvidar esas palabras. De hecho, aún resonaban en su mente. ''Te quiero, y quiero estar contigo''. El humo que salía de su cuello aumentó sin que pudiera evitarlo, y Marsi estuvo apunto de soltar las manos de la bruja pues le habían empezado a sudar. Estaba tan tensa, tan nerviosa, que si tuviera boca seguramente el corazón se le habría salido por ella. Pero en su interior algo ardía, algo que le llenaba de valor y que la impulsó a responder.
-<< Y-yo también quiero estar contigo. P-por eso tenía miedo, de que las onyces me separasen, o de que te dieses cuenta de lo... torpe y aburrida que soy. Pero ya me da igual serlo o que lo sepas, de verdad no quiero que te vayas>>- había transmitido su discurso de forma tan atropellada que temió que algunas palabras se hubiesen superpuestp- << Me gustas mucho, Alice>>
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torre Serpentaria
09/11/15, 04:51 am
El segundo individuo que apareció por el pasillo resultó muy curioso para la krabelinense, pero no quiso dedicarle muchos pensamientos, pues en aquel momento la prioridad era encontrar la biblioteca y la información que ésta ofrecía. Más adelante, cuando se hubiera asentado, podría cuestionar a sus nuevos compañeros de refugio sobre sus habilidades y características.
- Mi nombre es Kimbra- se presentó a ambos individuos imitando a la idrina y luego se giró hacia el kairós-. Agradezco la información y tu disposición a mostrarnos el acceso, aunque he de informar de que desconozco los significados de los términos criba y kairós, por lo que posiblemente surjan malentendidos en un futuro por culpa de estas fallas en mi léxico.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torre Serpentaria
09/11/15, 03:48 pm
Si bien una de las dudas era evidentemente más adecuada para Krono Rádem, sí podía resolver la de la demonio. De paso, los acompañaría hasta la biblioteca, pues ese también era su destino.
—La criba es el nombre que se le da al proceso que pasamos desde que despertamos en esta ciudad hasta el día en que se alza la Luna Roja y los dones concedidos por los dioses despiertan y nos cambian —explicó para resolver la primera cuestión—. En cuanto a kairós, es como se le denomina a la transformación que experimentó Krono Rádem. Él os lo sabrá detallar mejor que yo.
—La criba es el nombre que se le da al proceso que pasamos desde que despertamos en esta ciudad hasta el día en que se alza la Luna Roja y los dones concedidos por los dioses despiertan y nos cambian —explicó para resolver la primera cuestión—. En cuanto a kairós, es como se le denomina a la transformación que experimentó Krono Rádem. Él os lo sabrá detallar mejor que yo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
09/11/15, 05:19 pm
Krono Rádem
—La biblioteca se halla en el piso superior, justo bajo la cúpula —informó a las novatas tras la petición de Irianna—. Para llegar a ella es preciso emplear el sortilegio de intangibilidad y ascender mediante levitación en nuestro caso, ya que ninguno disponemos de un método propio para ello.
Heraldo Rocuo se adelantó en responder a las preguntas realizadas por Kimbra, aunque le cedió la explicación a fondo acerca de sus dones de Luna.
>>Así es, se trata del nombre por el que se conoce al conjunto de cambios y habilidades que me confirió la Luna Roja. Poseo la capacidad de medir el tempo rítmico de cualquier lugar, representado en forma de un sonido de “tic-tac” en mi mente y mediante la comparación de tempos conocidos previamente puedo traslocarme a ellos por coincidencia. Existen otros detalles acerca de la naturaleza del kairós, pero esta es, sin duda, la característica más relevante —concluyó.
El Archime de hacía un año habría desgranado lo que era un kairós lo más minuciosamente posible, pero por suerte para Kimbra e Irianna aquel irrense ya no era el mismo que había llegado a la ciudad y a base de observación y de ser llamado la atención por parte de sus allegados, había comprendido que no siempre resultaba adecuado proveer la información con mayor precisión posible. Excepto tal vez cuando consumía alcohol.
—Respecto a la biblioteca, ¿alguna de vosotras conoce los sortilegios necesarios o requerís de nuestra ayuda? —Añadió unos cuantos parpadeos silenciosos después mientras clavaba su vista en el techo sobre el que se encontraba su destino.
Irianna
<<¿En dónde me he metido?>> fue lo primero que cruzó por su mente cuando comprobó que la versión grande de Miseria Nombre también se expresaba de aquella forma tan excesivamente formal. Al menos el ominario era menos limitado en su expresión corporal, pero cuando Krono Rádem volvió a hablar la idrina tuvo la sensación de que estaba escuchando una enciclopedia. A pesar de eso, Heraldo Rocuo era quien le producía la mayor inquietud, ya que el otro habitante de la torre más que de amenaza, parecía estar envuelto en un aura de monotonía absoluta.
En cualquier caso, gracias a Kimbra había resulto algunas de las preguntas que tenía y, si bien no estaba segura de haber comprendido del todo la explicación de Krono Rádem, llamó su atención su descripción sobre lo que era un kairós y el hecho de que hubiera añadido aquella información a su presentación. No había sido el único, recordó. Le surgieron dos nuevas preguntas debido a ello, pero decidió priorizar el objetivo original de aquella conversación.
Alzó la vista hacia el techo cuando les explicaron cómo se accedía a la biblioteca, cobrando sentido el hecho de que no pareciese encontrarse en ningún lado.
—Conozco ambos hechizos, pero tan solo puedo usar el de levitación —le respondió a Krono Rádem—. Kimbra también, pero ella no puede hacer levitar cosas tan pesadas como una persona. Queremos buscar información sobre nuestras transformaciones… Que, a propósito, ¿todas tienen un nombre por el que se la conoce popularmente? —Añadió no pudiendo evitar buscar satisfacer su curiosidad sobre aquello al mencionar el tema.
—La biblioteca se halla en el piso superior, justo bajo la cúpula —informó a las novatas tras la petición de Irianna—. Para llegar a ella es preciso emplear el sortilegio de intangibilidad y ascender mediante levitación en nuestro caso, ya que ninguno disponemos de un método propio para ello.
Heraldo Rocuo se adelantó en responder a las preguntas realizadas por Kimbra, aunque le cedió la explicación a fondo acerca de sus dones de Luna.
>>Así es, se trata del nombre por el que se conoce al conjunto de cambios y habilidades que me confirió la Luna Roja. Poseo la capacidad de medir el tempo rítmico de cualquier lugar, representado en forma de un sonido de “tic-tac” en mi mente y mediante la comparación de tempos conocidos previamente puedo traslocarme a ellos por coincidencia. Existen otros detalles acerca de la naturaleza del kairós, pero esta es, sin duda, la característica más relevante —concluyó.
El Archime de hacía un año habría desgranado lo que era un kairós lo más minuciosamente posible, pero por suerte para Kimbra e Irianna aquel irrense ya no era el mismo que había llegado a la ciudad y a base de observación y de ser llamado la atención por parte de sus allegados, había comprendido que no siempre resultaba adecuado proveer la información con mayor precisión posible. Excepto tal vez cuando consumía alcohol.
—Respecto a la biblioteca, ¿alguna de vosotras conoce los sortilegios necesarios o requerís de nuestra ayuda? —Añadió unos cuantos parpadeos silenciosos después mientras clavaba su vista en el techo sobre el que se encontraba su destino.
Irianna
<<¿En dónde me he metido?>> fue lo primero que cruzó por su mente cuando comprobó que la versión grande de Miseria Nombre también se expresaba de aquella forma tan excesivamente formal. Al menos el ominario era menos limitado en su expresión corporal, pero cuando Krono Rádem volvió a hablar la idrina tuvo la sensación de que estaba escuchando una enciclopedia. A pesar de eso, Heraldo Rocuo era quien le producía la mayor inquietud, ya que el otro habitante de la torre más que de amenaza, parecía estar envuelto en un aura de monotonía absoluta.
En cualquier caso, gracias a Kimbra había resulto algunas de las preguntas que tenía y, si bien no estaba segura de haber comprendido del todo la explicación de Krono Rádem, llamó su atención su descripción sobre lo que era un kairós y el hecho de que hubiera añadido aquella información a su presentación. No había sido el único, recordó. Le surgieron dos nuevas preguntas debido a ello, pero decidió priorizar el objetivo original de aquella conversación.
Alzó la vista hacia el techo cuando les explicaron cómo se accedía a la biblioteca, cobrando sentido el hecho de que no pareciese encontrarse en ningún lado.
—Conozco ambos hechizos, pero tan solo puedo usar el de levitación —le respondió a Krono Rádem—. Kimbra también, pero ella no puede hacer levitar cosas tan pesadas como una persona. Queremos buscar información sobre nuestras transformaciones… Que, a propósito, ¿todas tienen un nombre por el que se la conoce popularmente? —Añadió no pudiendo evitar buscar satisfacer su curiosidad sobre aquello al mencionar el tema.
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