Torre Serpentaria

Sonreí cuando el ángel se quedó quieto y me dejó hacer mi trabajo. Conjuré de nuevo el hechizo y cuidé de no pasarme para evitar malformaciones, en cuanto la herida se cerró suspiré y me estiré un poco.

-Bueno, está, aunque tengo que hacer unas últimas comprobaciones por si acaso. Nada importante - aclaré.- Crathos te llamas ¿no? Voy a retirar el hechizo de anestesia que tienes encima, necesito que me digas si te duele algún otro sitio por si se me ha pasado algo - le expliqué al ángel.- Y no necesitas agradecérmelo, cualquiera habría hecho lo mismo que yo - le sonreí tranquilizador.

Acto seguido anulé el hechizo de anestesia.

Asintió con seriedad.
—Lo entiendo —él mismo había hecho un cambio de nombre similar, aunque más bien por razones personales—. Aunque diría que RR está en más aprietos que tú. Él no puede cambiar de forma.

Sin embargo aquél no había sido el primer asunto que había esperado que tocara el foner, y las cosas volvieron a encajarle cuando éste volvió a sacarlo. La pregunta le hizo vacilar, pero consideró que le debía la verdad.
—No —la rotundidad de aquella sílaba le sonó mal, pero era la correcta—. Pero creo que eso ya lo sabías.



Demoleo toma la iniciativa y antes de las comprobaciones pertinentes que le quedan a Enredo le tiende la bolsa con sus honorarios, como un incentivo a esforzarse más.
—Confío en que sea suficiente.

Recoge la tarjeta que Enredo le tiende, y a cambio deposita en su mano otra moneda, no realmente pretendiendo constituir un pago extra significativo sino más bien como un símbolo. En caso de recibir una mirada inquisitiva o una pregunta, el brujo se encogería de hombros y diría con sencillez:
—Le llamaste Crathos.

El ángel nunca expresa sus preferencias en ese aspecto, pero Demoleo sabe que ha experimentado en sus propias carnes la diferencia entre el que su nombre se use en boca de otro para serle arrebatado, o para confirmar que es suyo.

Pronto el brujo y su comitiva abandonan Serpentaria.

Parpadeé sorprendido cuando Demoleo me puso la bolsa de dinero en la mano.

-Sí, es más que suficiente - lo cierto es que le habría cobrado menos de lo que me había dado, de hecho si me hubiera encontrado a Crathos por ahí lo habría curado sin pedir nada a cambio. Se me daba fatal eso de pedir dinero por mis servicios, así que intentaba cobrar lo mínimo. Terminé de hacer las comprobaciones pertinentes y en cuanto me cercioré de que todo estaba bien se lo dije.- Ah, esperad un segundo - busqué en mi mochila y le di al varmano una de mis nuevas tarjetas.- Si alguna necesitáis mis servicios y os pasa algo por estilo usad la tarjeta y yo iré a donde quiera que sea, de esa forma no tendréis que desplazar al herido.

Demoleo me puso otra moneda en la mano y lo miré sin comprender, iba a decirle que la tarjeta era gratuita pero antes de que pudiera abrir la boca me dio una explicación un tanto críptica. Los despedí y me quedé pensando un poco en lo que había dicho, sólo lo había llamado por su nombre, no me parecía que hubiera hecho gran cosa.

Sacudiendo la cabeza volví a mi habitación con todo, deposité mis cosas en su sitio y me dediqué a estudiar el resto del día.

Un par de días después y mientras estudiaba oí fuertes golpes provinientes de fuera, seguidos de la ristra de improperios más original que había oído en mi vida. Bajé rápido y abrí la puerta para encontrarme una asreniana con cara de malas pulgas.

-¿Necesitas algo? - pregunté dispuesto a dejarla pasar. Me apiadé de la persona a la que fuese a visitar.

Alcé las cejas en cuanto vi cómo tenía el brazo.

-Pasa - le di la contraseña.- Vete al salón, recogeré mis cosas y te atenderé enseguida pero antes... - anestesié a la asreniana.- ¿Mejor? - pregunté.

Subí a mi habitación, recogí lo que pensé que necesitaría y fui al salón indicado. Tendría que hacer algo con lo de que me llamaran curandero, ya era la segunda vez, ¿es que la gente de Rocavarancolia no conocía la palabra médico?

Bajando estaba cuando oí el rugido de la asreniana, sorprendido aceleré el paso y llegué al salón. Ella estaba prácticamente de rodillas y mi mente estaba funcionando a toda prisa. No tenía que dolerle, no podía dolerle, estaba cien por cien seguro de haber hecho bien el hechizo de anestesia y no había forma de invalidarlo salvo... Abrí los ojos de forma desmedida al darme cuenta que lo único que sabía que producía ese efecto lo había estudiado bien.

-Vale, espera, creo que ya sé lo que ocurre - solté mis cosas sobre uno de los sillones.- Intenta aguantar un poco, conseguiré que te deje de doler - me acerqué con cautela.- Por favor, déjame ayudarte.

Empecé a entonar el hechizo que deshacía la maldición que creía que llevaba la chica encima. Acto seguido hice una comprobacion mínima para ver si lo había hecho bien y si todo salía bien esperaba poder anestesiarla con éxito.

No quiso ahondar en el peligro que corría RR, al fin y al cabo, estaba hablando de la persona más paranoica que había conocido en su vida. Si algo era el foner rojo, era ser tan esquivo como las ratas que estaban bajo su dominio.

Por otro lado la respuesta de Shizel a su última pregunta fue la que esperaba. Se había dado cuenta evidentemente, tal vez no fuese muy entendido en aquel tema pero eran tan obvio que hasta un niño se daría cuenta. Tan solo quería que el mismo idrino se lo confirmara. Aunque igual oír un no tan rotundo, sin una mínima vacilación era doloroso, y empezaba a preguntarse si la habría alguna vez. No es como si existiera un interruptor que apagara o encendiera lo sentimientos de la gente, ni que fuese tan simple. Podría aceptar salir con él, pero sabía que el único que entregaría ahí, a nivel emocional al menos, seria él,  igual que había estado haciendo durante todo ese tiempo. Y aquello podía ser desgastante.

Shizel no sentía nada por él y nadie le confirmaba que lo haría en el futuro. Pero maldita sea, realmente le gustaba y posiblemente seria la única vez que Shizel daría su brazo a torcer en ese tema, por mínimo que fuera. Aun así, no encontraba el sentido a que le hubiese hecho aquella oferta. ¿Para qué demonios quería que intentaran salir sino le gustaba? No tenía claro si estaba perdiéndose algo o si las cosas eran normalmente así y el no tenía idea, pero de ser así le parecía un poco absurdo. ¿Qué clase de relación es esa donde solo una de las partes está metida totalmente? De verdad estaba perdido. Porque aquello tenía toda la pinta de ser una relación simplemente física por parte de Shizel, y aunque no se quejaba por ello, en su caso no podría quedarse solo con eso. No podía simplemente aunque quisiera.

-Hace no mucho si me hubieses dicho de intentar salir, no lo habría pensado y te habría dicho que si  de inmediato- admitió mirando al idrino con tranquilidad, no es como si la respuesta de Shizel le pillara por sorpresa, más que consciente de lo patético que se escuchaba y que le producía cierta incomodidad contra sí mismo- Tengo miedo. Pero no el que tú imaginas. No es miedo a que terceros me ataquen por estar contigo, contra eso puedo enfrentarme en mayor o menor medida –añadió pensando detenidamente sus palabras y estando más estable de lo que creía, tal vez porque estaba mostrando realmente como se sentía y lo que pasaba por su mente- Es miedo a que tu no cambies, que salgamos, me involucre aun más de lo que ya lo estoy y tu no consigas corresponderme. Porque puede pasar. Y aunque también puede ocurrir lo contrario, no puedo ser positivo en una situación donde  tengo todas las desventajas desde el inicio – continuo rascándose la nuca porque aquello era un poco agobiante para él, así que decidió terminar pronto con lo que quería decir- El hecho de no entender porque quieres salir conmigo cuando no sientes lo mismo también me confunde. Yo tengo clara las cosas y sé lo que quiero, pero ¿y tú? ¿Por qué quieres intentar salir conmigo?- pregunto mirándolo y sonriendo ligeramente un poco cansado, levantándose de la silla para acercarse a el. Sabía que estaba dándole que pensar, pero cabía la posibilidad que sus palabras no surtieran efecto alguno y tan solo fuesen pasadas como el aire.

- Necesito tiempo para pensarlo, han sido demasiadas cosas de golpe y siento mi cabeza como si fuese a estallar. Y creo que también deberías pensar seriamente por una vez que es lo que quieres. No puedo obligarte a que me quieras o a gustarte, evidentemente…pero supongo tu sabrás mejor que nadie si crees que eso podría ser posible o no -añadió mirando directamente al skrymir, hablando tranquilo y sin incomodidad, por una vez estaba siendo realmente honesto consigo mismo y se sentía orgulloso por ello. Se la estaba jugando y lo sabia, pero era preferible jugársela antes de ilusionarse mas, que cuando ya no tuviera como salir y estuviera hasta el cuello.

Aguardó con la paciencia que le confería el tiempo recién ganado. Y comprendió la respuesta de DL, porque él era el primero en no querer apostar si no era sobre seguro. No era capaz de concebirse en la misma situación que el foner, y ya había admirado su valor en el pasado: un valor que, aun siendo incapaz de ponerse en su lugar, el idrino intuía de forma abstracta que él no habría tenido en circunstancias similares.

—Ya me gustas, DL —le explicó con calma. No le ponía nervioso decir aquello, porque hasta el momento había creído que ambos lo daban por sabido—. No habría aceptado tener un rollo contigo cuando me lo propusiste si no fuera así. Ya sabes que no soy tan buena persona como para salir con nadie por caridad.

>>Te he dicho de hacerlo como pareja porque creía que era lo que tú querías, y ahora que me quedo estoy en condiciones de considerarlo. Si prefieres algo sin compromiso, o simplemente olvidarte de mí, no me va a importar —se encogió de hombros—. Según lo entiendo, si no hay chispa mutua al principio no va a surgir con el tiempo. O se hace algo al respecto o las cosas siguen igual.
Su experiencia previa saliendo con alguien con quien tenía amistad había terminado en desastre. Pero Shizel le debía aquella oportunidad, o así lo entendía. Y darle las riendas al propio DL para decidir era lo máximo que podía hacer para asegurarse de que no le hacía daño.

Sonrió para quitarle hierro al asunto.
—Desde luego que te dejo tiempo para darle vueltas. Ahora me sobra, ¿recuerdas?

La respuesta de Shizel le desconcertó por un momento, pues si le gustaba definitivamente lo escondía de lujo, siendo que apenas un rato antes no parecía del todo a gusto con que le abrazara o besara. El concepto que tenía los idrinos de aquello seguía escapando un poco a su comprensión.
 
-Pues créeme que no lo parece, yo acabo de enterarme -aseguró DL bastante sorprendido por lo oído, tal vez por el hecho en si de escuchar que lo decía en voz alta. Ahora se sentía en parte estúpido por las osas que le había dicho, aunque seguía manteniendo gran parte de sus palabras- Tienes una forma un poco extraña de demostrarlo Shiz, en serio....una muy confusa para un pobre foner novato. Es difícil de creer cuando siempre soy el que toma las iniciativas - aseguro mirándolo con unan ceja alzada aun incrédulo. Y es que aunque le veía cierto sentido a sus palabras sobre que no habría aceptado aquello de no gustarle, seguía sin poder ver aquella sentimiento o emoción, como se prefiriese llamar, por ningún lado. Luego recordó un pequeño detalle que se le había estado escapando durante todo ese tiempo, nimio y simple pero que ahí estaba. Era un skrymir y no solo era frío por fuera, su propia personalidad y actitud, todo él en general también se volvía más serio y parco, mas frió y menos emocional. "Venga, otra dificultad encontrada para la lista..." pensó sarcástico y un poco frustrado. No podía haberse enamorado de alguien más simple, no, el iba directamente a por el jefe final del juego.
 
Las siguientes palabras del idrino llegaron a sus oídos, escuchándolas atentamente. Y de alguna forma le dolieron y molestaron casi a partes iguales a pesar de no dejarlo entrever, haciendo que se preguntara de nuevo donde estaba el gustar en todo aquello. Lo dicho sonaba tal mal que casi podía leerse como lastima o al menos así lo interpretaba el. Al fin de cuentas no parecía que su respuesta, ya fuese afirmativa o no, fuese a dolerle demasiado a juzgar por lo dicho. Y a pesar de todo eso tenía cierta razón en lo último, cabía la posibilidad que las chispas saltaran si salían. Pero también podía ser lo contrario y era lo que le preocupaba, primero debía pensarlo todo con calma y no dejarse llevar por emociones que podría pasarle factura.
 
- ¿Sabes que siempre me terminas dejando todas los problemas mentales a mi? -preguntó DL alzando una ceja con sorna acercándose al idrino se inclino sobre su rostro- Aquí viene un próximo dolor de cabeza... te odio -gruño por lo bajo con frustración, porque sabía bien qué pensaría seriamente en ello aunque intentara obviarlo. Era desesperante y queriendo dejar claro esto, agarró las mejillas del skrymir con sus manos para pellizcar sus mofletes, sonriendo a medias con cierta saña y burla- Cuando le digas a todos que te quedas, reunámonos, celebremos un poco variar, con suerte ese día ya tendré mi nuevo nombre  añadió sonriendo tomando las cosas con bastante parsimonia ya a esas alturas. Pensaría en ello pero no dejaría que eso condicionara todo sus días, lo haría con tranquilidad.

Shizel escuchó con tranquilidad. Ahora que lo estaba haciendo se daba cuenta con claridad de que el uno hablaba en términos que el otro desconocía. DL no sabía cómo orientarse con cómo funcionaban las relaciones normalmente; él no sabía cómo funcionaba el enamorarse de nadie. Era una conversación en la que ambos iban a tientas, y por eso no llegaban a ninguna parte.

—Cuando digo "gustar" me refiero... a eso, sin más —intentó explicar—. A que tal como eres puedes atraerme sin problemas. Eres mi amigo, estoy cómodo contigo. Para mi gusto estás de buen ver, y aun si no fuera así enseguida podrías ponerle solución —sonrió con humor.
Pero nada más, era el subtexto. Shizel no se consideraba una persona de gustos difíciles, y precisamente por eso encontrarse con alguien que le agradara en ese sentido no era difícil. Con DL tenía matices diferentes, a la vez porque había confianza entre ambos y porque los sentimientos del foner cambiaban mucho la manera en que el idrino manejaba la situación.
Era diferente a sentirse atraído: faltaba la chispa del principio. También a estar enamorado de él, y también a quererle.
Pero eso DL ya lo sabía.

—Lo siento —su sonrisa de disculpa por ser un dolor de cabeza tenía algo de travieso, y fue castigado enseguida por ello. Movió la cabeza para liberar sus mejillas de la pinza a la que estaban sometidas y le dedicó una mirada de reproche—. No pensaba demorarme en ello. Creo que celebrarlo es exagerar, pero sí que sería una buena idea una fiesta. La mayoría de nosotros ya tenemos trabajo y nos podemos costear algo propio... Y la anterior me la perdí —a causa de otro viaje a Idris, justamente.

Sí, le gustaba mucho la idea.

Conseguí que todo saliese bien y le quité la maldición a la asreniana.

-Perdona - me disculpé cuando la chica me interpeló.- No supuse que estarías bajo ese tipo de hechizos, fallo mío.

Escuché la perorata de la asreniana y sólo asentí por toda respuesta cuando me dijo su nombre y supe que ya sabía el mío.

-No te preocupes - saqué mis gafas y me las puse.- Extiende el brazo por favor - pedí con tranquilidad mientras me acercaba más.- ¿Puedes contarme cómo te hiciste esto? Puede serme útil para averiguar qué te pasa en realidad - pregunté mientras que con las gafas examinaba su brazo buscando rastros mágicos.

Notaba claramente que cada cual hablaba un idioma diferente, o mas concretamente diferente puntos de vista, de pensar y de sentir. Pero bueno, eso era normal. Ya solo en el simple hecho de la base cultural y personal de cada uno lo hacia que fuesen, literalmente, un universo de diferencias. La única solución para ello era relacionándose, así cada cual entendería poco a poco al otro. Pero no había prisas así que lo pensaría con tranquilidad para no cometer pasos en falso. Eso no le evitaba tentar el terreno.

-Se agradece el halago, aunque hacerlo poniendo en base mi apariencia resulta un poco irónico. -alzo una ceja divertido por aquello, un poco mas tranquilo tras empezar a entender un poco su punto de vista, al menos lo suficiente para hacerse a una idea a lo que se iba enfrentando- Pero dado que te da tanto apuro hablarme con otra apariencia me pregunto si harías uso de ese extra y de hacerlo, como lo harías...seria entretenido poder averiguarlo -añadió burlón, encogiéndose de hombros.

Sacudió la cabeza al escucharle decirle ese 'lo siento' traviesamente, obviamente no lo sentía mucho, pero que mas daba, la mirada de reproche en la cara de este era digna de enmarcar. Incluso se le habían quedado las mejillas coloradas por los pellizcos.

- Entonces te ayudare a informar a todos, que somos bastantes -añadió DL sonriendo pues la posibilidad de un poco de esta tras escuchar tantos disgusto seguido sonaba genial. Ademas había alguno de sus compañeros que llevaba algo de tiempo sin ver- Supongo le diremos a los que tuvieron la cosecha con nosotros. Y sonara estúpido, pero podríamos invitar a los novatillos y que vengan si quieren-pregunto pensativo, pues había tratado con alguno de estos y aunque no era cercano a ninguno en especial, si que sabia un poco de cada uno. Formaban un grupo singular y realmente unido. Y aparte de ellos estaba otro grupo mas, aquellos que habían hecho lo mismo que el quería hacer con los novatos y con los que si había tenido mas trato. Invitarles al menos se les debía- También podríamos decirle a los chicos de la Brecha, por si quieren venir. Contra mas gente mejor, mientras no haya malos rollos. ¿Como ves la idea?- preguntó, esperando que Shizel estuviera de acuerdo con aquello y poder organizarse con tranquilidad, que eran muchos. La cosa era relacionarse, comer, beber y divertirse un poco.

Empecé a buscar los signos de magia en su brazo mientras atendía a sus palabras, con la descripción que me dio no me costó demasiado unir las piezas. Cuando me di cuenta de a quién se refería apreté inconscientemente su brazo, cuando me fijé di gracias mentalmente por que no tuviese sensibilidad, aflojé y la miré.

-¿La mujer que te encontraste se llamaría por casualidad Azahar? - por dentro rezaba por equivocarme.- Pobre hombre - me reí nerviosamente cuando dijo lo que le iba a hacer al otro curandero, esperaba que no me pusiese en su lista.

-Debo hacer una comprobación, te devolveré la sensibilidad en todo el cuerpo salvo en el brazo ¿de acuerdo? - le pregunté.