Burdel de dama Espasmo

01/08/11, 01:16 am

Recuerdo del primer mensaje :

Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.

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18/11/13, 05:01 pm

No borró el rubor de inmediato, todavía atrapada en la sensación de estar interrumpiendo algo privado. Mas privado que de costumbre, claro.
- Que manía con la palabra...- El recuerdo de Yrio, en la superficie de su subsconciente, la dejó seria rápidamente. La siguiente respuesta la dio bastante rápido.- Otra cosa. Por favor.
No sería a Jack a quien contara sus problemas de pareja. De hecho, lo mas triste era que hacia mucho habría sido Yrio quien fuera el depositario de ese tipo de confesiones, entre escudos y runas, segura de que él entendería realmente lo que suponía. Lo cierto es que de esa discusión en concreto no quería hablarle a nadie. Era algo privado, problemas que no había por qué compartir.

18/11/13, 05:19 pm

<<Vale, como yo, ganas cero de tratar el temita>> Lo de manía con la palabra... ¿Qué le pasa a la palabra? <<Somos monstruos, y yo precisamente no soy uno de los suaves... Y lo somos, sin más. ¿Tú no? Vale, pero eso no te hace ni peor ni mejor>>

Según reverberaba esa palabra en mi cabeza, se iban sucediendo imágenes de las más violentas en las que había estado implicado desde que me transformé. Eran borrosas, sí, pero la violencia y la sangre eran bien visibles.
-Es lo que soy... Pero no todo es así...
A esas le siguieron los mejores y más variados momentos con Erika, con mis amigos del Cuchitril, incluso los momentos felices de cosecha.
-Agh, esto es lo que pasa cuando pienso en "monstruos". Disculpa, pero no entiendo el término como algo tan negativo. Y... Querías hablar de otra cosa, y te has puesto muy seria con lo de antes... Y no sé qué hacer para animarte. Yo esto no lo domino apenas, ya ves lo borroso que está todo...

Bueno, no, había una figura que siempre lograba recrear al detalle, estuviera despierto o dormido. Y aunque no la traje a escena, sí que se hicieron palpables algunos de los sentimientos por ella.
-Agh, perdón, perdón, que tengo invitada de honor. No te quedes de pie... Siént... No sé hacer un puñetero sofá sin que sea de niebla, bravo.-reí, volviendo a la "realidad".-Mira, un tema: tú. ¿Qué vas a hacer de tu vida en la ciudad? ¿Tienes o tenéis algo pensado? ¿Alguna forma de ganarte la vida?

18/11/13, 05:39 pm

-Si, realmente eres terrible cambiando de tema.- dijo una Seon más suave y agradable.- ¿Cuánto crees que necesita un soñador para saber como de monstruosa puede ser la ciudad, Jack? A estas alturas, lo que eres y lo que haces no me impresiona ni me preocupa. Lo que no se me hace tan sencillo es ver a mis amigos romperse por dentro y usar esa palabra de escudo.
Suspiró y negó con la cabeza como si apartara algo molesto de ella. Después volvía a presentar toda su entereza.

- Hago lo que se hacer. Cambio pesadillas por sueños. O doy sueños específicos por encargo. La cuestión es hacerle el descanso más agradable a la gente.- Llevó la mano a su hombro, donde ahora descansaba Azazel, y le acarició el pecho.-Así por poco que cobre, me llevo algo más que dinero. A Rocavarancolia nunca le sobran las buenas noches.

18/11/13, 06:22 pm

<<Vale, he conseguido algo. Seguiré con ese rumbo de conversación...>> Mi mente divagó entonces por mi proyecto muy de futuro de echarme a la mar, garabateando un navío de madera, a la vieja usanza terrícola, surcando el mar de la ciudad.

-Mira, mis planes de futuro.-comenté, riendo, y volví a centrarme.-Ganarte la vida con eso es... Tiene que ser hermoso, de alguna manera... Para Erika, es una de las mejores transformaciones. Creo que dará botes si alguna noche la visitas. Es la bruja que me acomapañaba en la Taberna y mi pareja. Vive aquí también y es... Lo es todo.[/color]-ahí eché a reír.-Qué rápido pasa uno de estar cabreado a romanticoso en un sueño, diablos... Con que sueños... ¿Y este es uno de visita o uno de prueba para tantear al cliente o...?-volví a reír, adoptando un tono serio, de negocios.-Sea lo que sea, gracias.

No habría imagen o palabra que explicase ese gracias final, sin embargo. Si todo salía bien, ese tipo de "gracias" no lo oirían los cosechados que trajera en el futuro.
-¿Y tu compañero? ¿Tiene nombre?-inquirí, acercándome aunque guardando las distancias, para observar al pájaro.

<<Eso me recuerda... ¿Habrá hecho Giz algo al respecto del gato aquel?>>

18/11/13, 06:45 pm

Seon asintió como única respuesta a aquella declaración romántica. Nadie como un sinhadre para entender de vínculos.
- Azazel. Es mi escudo, y mi arma.- dijo criptica.- Esta era una visita cordial. Pero ponme a prueba, vampiro. Los retos mejor entre amigos. ¿Que quieres soñar? No soy un monstruo, pero si es a favor de una historia, puedo prentender un tiempo.- Mientras hablaba, el pelo crecía hasta su cintura, poniéndose blanco del todo. Las uñas se hacían largas y negras, igual que el color de sus labios. Esta Seon era más estilizada, y vesía un ghagra de color granate, como la sangre seca. Azazel había alagado cuello y cola y tomaba un aspecto reptilineo: el pico eran fauces, los ojos negros como el carbón soltaban destellos rojos, y su cuerpo ahora escamoso se deslizó bajo su ama para hacer de montura. La ilusión apenas duró unos segundos. La soñadora volvía a ser inocua, casi infantil. Vestía como Brina en cualquier sueño. Con un vestido como el de una muñeca humana. Pomposo, abultado y con volantes. Dio dos pasos y una vuelta dejada, pisando en el aire.- Todo es imaginar...Asi pues, ¿tienes alguna propuesta intersante?

Donde había estado, ya no estaba. La seon de siempre, en ropas normales, colgaba bocabajo de una rama que salía de la bruma. Azazel seguía por ahí.

18/11/13, 07:15 pm

Matt acompañó a Wen hasta el burdel y quedaron al día siguiente por la tarde ya que a la vouivre se le había ocurrido una forma divertida y entretenida para los dos de entrenar a Ornlu. La británica y el estadounidense habían quedado al día siguiente para ir a pasar la tarde al desierto donde Matt crearía varias de sus figuras con las que entrenar al lobezno.

Al día siguiente, luego de terminar su turno, la vouivre se preparó para ir al desierto, poniéndose su propia ropa de entrenamiento ya que seguro que caía una peleíta con Matt en la que, por supuesto, tenía las de perder. Llenó su mochila con algo de comida para ellos y el lobo y bajó en seguida, ya que Vivia le había avisado de que Matt ya la estaba esperando.

- Ya estoy. - informó al llegar a la sala.- Vámonos, Yankiee, a ver cómo se las gasta tu arenita.

Como el día anterior, Wen se negó a ir montada sobre el dragón de arena y ofreció que ambos fueran volando cada uno con sus medios, pero decidieron hacer el camino tranquilamente andando.

Sigue en Luna Alta.

18/11/13, 07:32 pm

Su primera respuesta me pasó casi desapercibida por lo que dijo a continuación. <<¿Soñar, yo? ¡Caos, muerte, esta o cualquier otra ciudad bañada en sangre, con la Luna en el cielo!>> pensé, logrando materializar algo familiar también en mis sueños: mis armas y mi armadura completa. Seon también cambió de ropas, mejorando aún más su aspecto. Azazel se volvió una especie de lagarto gigante.
-¿Algo interesante? He acabado en la cama de gente con tu aspecto tanto antes como después de una buena matanza...-dije, sin remilgos, mientras me atusaba el bigote.

Tenía bien claro lo que quería: una población que arrasar, conquistar, subyugar bajo mi magia y mis colmillos, reducirlo todo a escombros y esclavos... Pero todo eso entraba en conflicto con menciones de lo de quemar Sinhdro y el problema de Yoel... Ahí la miré, dubitativo. Pero... <<Basta>> Entonces dejé de mover las dagas y las monté en los guanteletes, en clara posición de combate <<¡Es mi jodido sueño! ¡Ha tenido tiempo de irse si no quería nada de eso! Siempre puede rechazarlo, ¿no? Y si le molesta, que se joda. No soy ni su padre ni su familia ni nada, joder>> En parte me dolía pensar así pero... No había otra manera. Y vigila esa boquita, un respeto, <<Vale, que se fastidie>>

Para colmo, la muchacha había desaparecido para reaparecer, primero, con un aspecto distinto, casi como de muñeca, y luego con sus ropas normales, lo que empeoraba mi situación. Verla vestida de otra forma, como antes, me había animado... Pero no me iba a retractar ahora por algo tan absurdo. <<Además, quiere dedicarse a esto de forma profesional, no? Pues al lío>>

-Ya que voy vestido para la ocasión... Aunque echo de menos la ropa de antes.-dije guiñando, pícaro.-Alguien habrá al otro lado de la oscuridad que me tema. Una ciudad, por ejemplo, atestada de criaturas repletas de sangre... Y paladines, por supuesto. ¿Qué mayor placer que matar a una pobre presa desarmada que matar a una a tu nivel?-me relamí al decir eso, riendo, aunque no como quien ríe por un chiste. Entonces miré a la soñadora.-¿Qué me dices?

18/11/13, 08:16 pm

-Lamento decir que entre vender sueños y venderme hay una diferencia. Si quieres a alguien en tu cama después de matanzas, tendrás que apañártelas con una ilusión. El sexo seria una terrible falta de inventiva por tu parte, que conste.- dijo todavía bocaabajo, con simpatía.- Además, ¿insinuas que no soy única?- la Seon clara reapareció por detrás, perfilando la barba del vampiro con una uña negra. La real seguía colgada de su árbol sin tronco, sonriendo divertida. – Que desfachatez.- Opinó una versión de madera, un metro más adelante. Ambas imágenes falsas desaparecieron sin más.
- Matemos algo bonito para cenar, entonces.- dijo ahora situada junto a él. Azazel se dehizo en humo antes de formar una maza de un tamaño considerable. La ciudad se tejió también en humo negro. Seon usaba parte de su estética sinhadre con la que había adquirido en los sueños de otros. Si la ciudad recordaba lejanamente a las adaptaciones de Tolkien al cine, no sería de extrañar. Hombres, mujeres y quimeras paseaban por las calles en paz, siguiendo con sus vidas imaginarias, cambiando monedas por productos en el mercado. La soñadora vestía sentimientos que no eran suyos como un escudo. Recordaba sensaciones que había visto en otros. Así, reapareció su versión albina, esta vez vestida para pelear. –Juguemos a un juego. Si mueren sin más, un punto.- Una flecha negra atravesó el cuello de un transeúnte, disparada presumiblemente por la soñadora. La gente a su alrededor desarrolló la pantomima de espanto que le correspondía.- Si te atacan, dos.- dijo golpeando con la maza a dos que se lanzaron a por ella.- las quimeras son diez puntos, pero no creas que te lo he puesto fácil. Tiro de tu memoria para recrear el sabor a sangre, asi que encontraras variedad.- dicho eso, hundió un puñal en uno de los atacantes, que aun respiraba, y se chupó un par de dedos teñidos de rojo.

18/11/13, 09:18 pm

-Hay muchas formas de innovar con el se...-pero me corté con la aparición de su doble claro a mi espalda.-No, preciosa, el único aquí soy yo.

Dicho eso me desvanecí en humo, alejándome de sus dobles, para volver a solidificarme justo cuando la de "verdad" volvía. Asentí levemente ante sus palabras y contemplé la escena que cobraba vida a nuestros pies. Una aldea... con sus pueblerinos, ignorantes de la que les iba a caer, <<Y quimeras paseando entre ellos... ¿Habrá visto Seon algún engendro poseído en la ciudad o en algún sueño?>> Atendí a las "normas" y esperé a que diera el pistoletazo de salida.
-Bien, bien. Buena puntería, como cierto vampiro novato.-dije riendo.-¿No me lo has puesto fácil? Permíteme discrepar.

Tras decir eso, me volatilicé para lanzarme en forma de humo a por un lancero. Este, confuso, intentó atravesarme pero solo encontró aire y humo. Tras unos segundos, aparecí a su espalda y con la zurda le clavé la daga por la espalda a la vez que le echaba la cabeza hacia atrás y le "besaba". El resultado fue un torrente de sangre directo a mis labios. Me desprendí de su cuerpo mientras buscaba a la sinhadre con la mirada. Chasqueé la lengua al ver lo que hizo tras acuchillar a uno.
-Ay... Hacer eso con un vampiro cachondo delante y en mitad de una matanza y que no pueda ponerte una mano encima..., ¿cómo osas?-iba medio en serio medio en broma, pero la carcajada me la pegué.

En el instante siguiente, una quimera humanoide con cuatro brazos se me abalanzó por la espalda. Consiguió sujetarme, arañando las placas de los brazos, ¿pero quién atrapa al humo con garras? Me revolví y sin decoro ninguno, clavé una daga sobre cada grupo de costillas, retorcí y desmonté la diestra (que seguía aún clavada). Luego, con la mano libre, destrocé el esternón con un hechizo y rebusqué hasta encontrar el acelerado corazón.
-¿No puede uno comer tranquilo?-me quejé.

No por gusto: una quimera con cuernos cargaba por mi derecha, por lo que saqué la mano de la criatura y, con el corazón en esta, me volví humo justo cuando iba a impactarme. En su lugar, lo hizo con las dagas, llevándose dos buenos cortes en el cuello y el hombro. Tranquilamente, volví a aparecer mordisqueando el corazón mientras recuperaba mis armas y las montaba. La quimera cornuda agonizaba.
-Veneno. ¿Te gusta?-y tras eso puse fin a su neblinosa existencia.

A continuación me deshice a lanzazos de magia y fuego con un grupo, destrozándolos. Para rematar, les tiré encima una construcción tras varios hechizos. Y luego busqué a Seon.
-Hey, soñadora, ¿dónde andas? No te preocupes que no muerdo, no quisiera que Alder me matara tan pronto.-bromeé, usando las propias venas del corazón para sorber su sangre.

Este por suerte era de una quimera mayor que dos hombres, así que tendría para rato.

18/11/13, 09:58 pm

Seon dejaba que viniesen a ella, cambiando de arma de uno a otro. Los mataba sin contemplaciones, y Brina atrás apuntaba sus calificaciones con aire distraído. Los golpes a la muñeca eran detenidos por una bruma negra. A la llamada del vampiro, Seon apareció a su espalda, dibujando una x con la uña sobre el omoplato.
- Quien ha dicho nada de morder. ¿Cuántos puntos llevas, Jack?- la soñadora se desperezó como un gato, rodando por una superficie invisible. El aroma a sangre los envolvía a los dos – ¿O perdiste la cuenta después de “muchos”?
Algo salió entonces entre los escombros. Triplicaba en tamaño al vampiro, pero solo parecía un conejo blanco. Tenía dos ojillos rojos y brillantes. Olfateó a Jack, y abrió la boca. Era demasiado ancha, con varias hileras de dientes serrados. Emitió un grito sordo y grave que hablaba de hambre.
-Te voy a contar un secreto.- susurró con evidente diversión.- Este vale cien puntos.
Y se esfumó en el aire.

18/11/13, 11:00 pm

Al llamarla, apareció a mi espalda con algo que no me esperaba: su tacto en mi piel. ¿A dónde había ido la armadura de esa zona? <<Porras... Es un sueño, aquí no resiste tanto como ahí fuera>> Me habría girado entonces con cierta intención de no haber escuchado un ruido proveniente del "suelo". Si hubiera sido Erika o Xiandra me habría importado dos pimientos lo que salió entre los escombros, pero...

-Creo que ahora nos entendemos.-y ahora sí que completé el giro, ignorando a la criatura, pero Seon ya no estaba.-¿Ni un beso de despedida? ¡Tsk!-y volví a encarar a la bestia.-¿Cien puntos? Creo que no los vale... Bueno, veremos. Hey, conejito, ¿qué te cuentas?-reí, esquivando un zarpazo sin convertirme en humo.-¿Sabes? Los de tu especie me gustan más empapaditos en sangre.-y esquivé otro zarpazo aunque me pasó rozando.-Eh, que me vas a despeinar, bonito. Demasiado bonito para convertirte en un montón de filetes que luego no tocaré... Aunque... si la sangre sale de mis recuerdos, ¡puedo comerte!-seguí riendo, esquivando zarpazos a cada pausa.

En cuanto me callé, me deshice en humo y ascendí por su cuerpo hasta casi la cabeza, donde me solidifiqué y me dejé caer clavando ambas dagas en su espalda. No llegué hasta el final, pues una zarpa salida de no sé dónde me lanzó a volar hasta que me recompuse y volví a la forma de humo. Bajé al suelo y volví a hablar por última vez. O eso creía:
-Hey, blanquito, ¿qué tal si te volvemos quemadito?

No sólo esquivé el zarpazo, sino que contraataqué con una llamarada que, sorprendentemente, no prendió en su pelaje. <<No fastidies>>
-No fastidies. Un conejo blanco titánico inmune a la magia. ¡Como si la necesitase!

Lo siguiente que pude comprobar tras el repertorio de cortes, apareciendo y desapareciendo como una exhalación en el aire a su alrededor, fue que el bicho regeneraba las heridas con rapidez. <<Habrá que cortar. A ver si regeneras eso>> Y, para empezar, me dirigí hacia una de las orejas, lanzado como una flecha levitando, formando un escudo al girar las dagas a mi alrededor. Qué digo, todo mi cuerpo giraba, prácticamente. Si intentaba arrearme un zarpazo, perdería la maldita garra en el proceso. O al menos un par de dedos.

18/11/13, 11:13 pm

El conejo estaba furioso para cuando Jack trató de herirlo convertido en un tornado con dagas. Pero no le dio un zarpazo, en cambio, derribo todo un edificio sobre él. Aun de hacerse humo, el golpe se lo había llevado. Su ruido particular atronó al vampiro en la cara, antes de intentar despellejarlo con las garras de nuevo. Solo entonces se daría cuenta de algo en particular. Vestida como una princesa sinhadre, Seon estaba sentada en el lomo del conejo y se reía. Cuando cruzaron miradas, la chica le tiró un beso con un gesto burlón.
-tatadata tá... Y el vampiro marca gol!- en la breve distracción, el conejo lo había mandado contra la pared de un edificio en ruinas. Apoyada sobre la misma, recien materializada, Seon hacia rizos en su pelo blanco.- Sabes, cien puntos no se ganan solos.

19/11/13, 12:06 am

Mira tú qué copión el bicho, tirándome edificios encima como yo hiciera antes. Vaya golpetazo. Lo que sí pude esquivar fue el resto del edificio, aunque luego quedé desperdigado por ahí . <<Quién habla... No fastidies. ¡Seon! ¡Maldita su sombra!>> Sombras, ¡eso!

Logré reunir todo el humo que componía mi cuerpo y me alejé, subiendo a otro edificio, donde me hice sólido.
-¡Sigue riendo, bruja, que quien ríe el último, ríe mejor!
La magia no le afectaría, pero si le cubría los ojos con algo sólido, tendría que afectarle por narices. La criatura cargó contra mí y yo le imité, cogiendo carrerilla y saltando en su dirección con el hechizo apuntando a sus ojos. No sirvió, en cuanto el manto negro rozó su pelaje, desapareció. Pero aún en el aire, esquivé un zarpazo en forma de humo y luego me encaramé a su cabeza, luego alcancé su ojo derecho y lo destrocé a cortes.
-Regenera esto, escoria.

Acto seguido, la emprendí a golpes con la cuenca de hueso, abriéndome paso a través del material. Otro inoportuno zarpazo me mandó de vuelta al suelo, aunque la propia criatura se encargó de recogerme en mitad del trayecto. El conejo empezó a aplastarme, machacando la armadura y, consecuentemente, arañándome con los trozos.
-Anda, hola. Oh, ¿me das un abrazo? ¡Qué mono!

Volví a hacerme humo, callándome cualquier gesto de dolor, para luego volver a lanzarme al ojo que ataqué antes. La magia no le haría efecto, pero ¿qué me dices del veneno corrosivo que acaba de envolver mis armas? Tenía un propósito: excavar hasta el cerebro, a ver si tenía narices de...

Zarpazo. A hacer puñetas contra... Zas. Atravesé una ventana cerrada... <<Me he puesto perdido de cristales, diablos>>
-Me estás jodiendo, ¿eh? ¿Sabes lo que cuesta arreglar esta armadura?

No me curé, el dolor incrementaba mi furia al luchar. Incluso dejé que la bestia derribase las plantas inmediatamente superiores sobre mí, total. Me cubrí con magia, eso sí. La campana física resistió más o menos, aunque eso no impidió que atravesase el suelo hacia abajo. Otro golpe, a la porra la armadura de la espalda. Me levanté sin mucho problema, sacudiéndome el polvo. Al otro lado de los escombros, el bichito rugía. Me saqué una esquirla de algo del costado y lo curé mientras salía del edificio destrozado.

-¿No te cansas? Mira, hagamos un descanso, tú no me...-esquivé un pisotón y resoplé.-Chica, ¿tu bicho tiene algún tipo de extraño fetiche conmigo? Vale que me gusten los conejos, pero este es muy grande...

Justo cuando lanzó otro zarpazo, hice una finta y luego me agarré a su brazo con mis guantes, clavando las manos en la piel. Me buscó con su otra zarpa, y aunque me llevé el golpe, sólo tuve que levitar y saltar para volver a caer en su nuca. Seon había desaparecido, por supuesto. Una vez ahí, clavé una de las dagas hasta la mitad y luego empecé a preparar el hechizo, saltando entre los hombros y la cabeza para esquivarle...

19/11/13, 12:31 am

-Es tu encanto irresistible, Jack. – replicó Seon socarrona, para deshacerse de nuevo en el aire, mientras el conejo atacaba. El ultimo movimiento del vampiro tuvo el resultado que esperaba, y un rayo fulminó a su bestia particular. Caminando por el aire, la soñadora bajó dándole al vampiro un aplauso lento. Bajo sus pies, el humo del que se hacían sus armas iba formando cada nuevo peldaño suspendido en el aire.- Felicidades, cien puntos.

Había algo más allá de su aspecto, del pelo largo y blanco y el tono de sus labios. No era la falda granate de bordados de plata, ni la tela vaporosa de su ropa. Eran las ausencias lo que la hacían distinta. Porque Seon vestía de crueldad y lujuria, y su ternura habitual estaba retorcida en el placer del poder y la sangre. Todo lo que no le correspondía como tal, pero podía fingir porque había visto cientos de veces. Replicaba esas sensaciones en ella, dejándose llevar por la diversión que le ofrecía ser alguien distinto. En los sueños, ser un monstruo no tenía consecuencias.
La soñadora se deslizó al lado de Jack, dibujando con el filo de las uñas una caricia que descendió a la yugular. Separando las manos, preguntó con una sonrisa: - ¿Era esto lo que pedias? O quizás...- se marchó quedando en un punto ciego, pero había dejado en las manos del vampiro las telas que formaban su vestido hasta entonces. Al girarse él vería a Seon, todavía albina, que vestía de nuevo de guerra y estaba sentada en una butaca.- O quizás puedes venir otro día y pagarme otro sueño.

19/11/13, 01:20 am

La danza sirvió y logré hacer el hechizo, anclándolo a mi daga. En cuanto el rayo surcó las nubes en mi dirección, salté bien lejos de la criatura. Mi daga desapareció, fulminada junto al conejo, mientras atendía a Seon. Me aplaudió, incluso. Y no iba a ser menos, así que respondí como si fuera un actor de teatro.
-Gracias, gracias, no fue para tanto. ¿Cien? Bah, bah.

Tuve que callarme. Si la miraba bien, no quedaba más remedio. Por un lado, estaba esa forma de verla como cosechada, con orgullo por las nubes por el hueco en la ciudad que se estaba haciendo y por lo que era capaz de hacer con su dominio. Por otro, sin embargo, estaba la mirada lujuriosa con la que la miraba que no había perdido en ningún momento del sueño. Y para más inri, ahora estaba deslumbrante. Ahí fuera, despierto, nunca la había mirado con deseo.

Y tenía que tocarme el cuello. El maldito cuello. Y con las malditas uñas. <<Adivina quién está ahora irresistible>> No hice intento alguno de responder con algún gesto, pues en parte sabía que todo quedaría ahí. <<Está tan condenadamente cerca...>> Pero no me moví. Desaparecería como antes, seguro.
-Ha estado genial, sin duda. Creo que soy un cosechador feliz. ¿Quizás?

<<No...>> Desapareció, sí, pero dejando en mis manos su vestido. Pensé que se habría ido <<Será... ¡Maldita bruja, esto no se hace!>> pensé, riendo mentalmente. Sin embargo, volvió a aparecer, detrás, sentada con su traje de guerra. <<Sigue hablando>> Esta vez fui yo el que apareció a mílimetros de su cara, justo cuando terminaba de hablar, saboreando sus labios con los míos. Luego me separé rápidamente, con una mirada juguetona, para sentarme de espaldas a sus pies, reposando la cabeza en el borde de la butaca, buscando su mirada.

-Vendré, vendré. Si no me gustase tanto estar despierto, lo cambiaría por esto eternamente. Pero tendrías que compartirme con Erika, tsk.-dije riendo.-Gracias, insisto. Ha sido genial. Aunque quizá la próxima vez sea de otro tipo... Ya veré.

19/11/13, 01:56 am

Seon se dejó besar, aunque se sintió muy tentada de jugársela de nuevo. Reprimió una sonrisa, pensando en la tendecia que tenía la gente de agradecerle cosas con besos. Pero al igual que con Vac, no le dio importancia. Aun no se había desecho del todo de su fachada, y cedió al impulso de jugar un poco mas. Abrazó el torso de Jack con las piernas.

- Pero que clase de sueños crees que te voy a dar, vampiro.- dijo escondiendo notas burlonas en lo meloso de su voz. – Para lo que hacías cuando vine, no necesitas ayuda mía en absoluto.

Pero Brina apareció entonces en el sueño, con una bandeja que se apresuró a dejar en una mesa de cristal surgida de la nada.
- Dama Seon, pierde la cordura por momentos. Escucha vampiro Jack, como que me llamo Brina que te arreo como te propases con mi señorita.
-Solo bromeaba, mujer.- dijo Seon haciendo una cabriola antes de ponerse a su lado. El pelo azul, la dulzura aniñada, todo volvió a sus rasgos como si hubiera roto el hechizo. –Bueno, nos vemos entonces en el otro lado. Ha sido muy divertido.
Lo decía de corazón.

Sigue en el Cuchitril.

23/11/13, 11:45 pm

Mi intención con lo último no había sido tanto pícara como otra cosa, pero esa se daba casi siempre por hecho así que, ya que la chica me seguía el juego, decidí corresponderle. Lo que sí que no esperaba fue el movimiento de sus piernas. Respondí mientras pasaba las uñas por su piel, igual que hiciera ella antes.
-No sé, no sé, quizá tengas razón, quizá no...-y la chica de madera volvió a aparecer, advirtiéndome.-¿Sobrepasarme? Tsk, no me ofendáis, señorita; sólo lo haría con permiso.-dije riendo.

Luego la soñadora se colocó junto a la otra mientras yo aún seguía en el suelo. Había vuelto a cambiar, volviendo a ser la Seon de siempre. Se habría roto el hechizo de su disfraz, sí, pero tampoco estaba tan mal. Me levanté para despedirme, aunque duré poco de pie: en cuanto di un paso hacia ella, me incliné para tomarle y besarle la mano. Apenas un roce. Asentí para luego despedirme, mientras me hacía con una de las copas de la bandeja.
-Nos vemos, sí. Divertido es poco, con sueños como este, menudo negocio, chica. Bueno, buenas noches.-incluso acompañé el gesto de mover la mano.

Cuando se fue... Me quedé un rato con la mente en blanco, consciente, pero sin mucho ánimo de despertar... No tardé mucho en recrear el primer sueño, sin embargo, así que... Al lío.

Horas después...
Oía una voz, ni idea de si era en mi cabeza o a saber de dónde venía. Ahora bien, la sensación al oírla me invitaba a seguir en ese estado de sueño raro. El contacto con la sábana me devolvió la consciencia, pero me tapé con esta hasta la cabeza y volví a buscar el sueño. La voz, dulce y cálida, seguía hablándome, meciéndome. En mi cabeza sonaba como "duerme", pero realmente decía otra cosa:

-Eh, dormilón, despierta.

Me apretujé más en las mantas, escondiendo la cabeza. En vano, ya que la dueña de la voz volvió a destaparme. Esta vez su voz no me llegó cálida sino que algo lejana, con el añadido de peso extra cerca de mis piernas, en la cama.

-¿Sabes qué hora es ya? Está atardeciendo, dormilón.-dijo, acompañado de un par de palmadas en mis piernas.
Solté un gruñido, girándome para darle la espalda.

-No te escondas, vampirito resacoso. Mira que irte de juerga sin avisarme... ¿Y antes de ayer dónde estuviste? Fuiste a repartir pociones y luego desapareciste.
-No te avisé porque fui al Pub... Y no tengo resaca...-respondí, aún de espaldas, pero la voz denotaba lo contrario. Y el dolor de cabeza también.-Lo de desaparecer... No tengo ganas de explicarlo.
-Bueno, ya hablaremos... ¿El Pub? Eso te salva. ¿Pero tan demoledora fue la juerga que no quieres salir de ahí?-inquirió, tirando de las sábanas que me cubrían.
-No fue solo eso... Luego estuve soñando...

El problema era ese: que recordaba tan bien el sueño, que el rato que llevaba medio despierto no había hecho otra cosa que rememorar tanto las partes de Seon como las mías.

-Así que por eso tanto cansancio... ¿Conmigo entonces, no?
-Eso para otro día...

Tras eso me gané un cachete y otro tirón de mantas que acabó por destaparme.

-¡Eh, que hace frío!
Sin embargo, se echó a mi lado y volvió a taparnos.
-¿Mejor así? ¿Qué has soñado, a ver?
-Lo típico... Pero es que vino Seon. Se va a ganar la vida vendiendo sueños. Le dije que te visitara alguna vez, además.
-¿Sueños a mi medida? Vaya... Me gusta la idea. Pero tú... anda que pedirle lo mismo de siempre... ¿Podría pedirle de ir a la Tierra a algún sitio que sepa describirle bien?
-No sé... Creo que dijo que se valía de recuerdos, así que si lo recuerdas bien, lo hará con todo detalle. Y yo... No estaba de ánimo para ir a la Tierra. Ni para soñar contigo.
-¿Por eso no pasaste por casa el otro día?

Asentí levemente y tomé impulso para sentarme contra el cabecero. Entonces me di cuenta de un detalle y la miré frunciendo el ceño.

-Eh... No es por la tarde. Si lo llego a saber, no me levanto.
-No me cambies el tema. Si no quieres hablarlo, al menos di dónde estuviste todo ese tiempo.
-Vaaaale. Pero antes, buenos días. O lo que sean.-dije riendo.
-Y tómate la poción que hay en la mesa, anda. No quiero que te me duermas a mitad del relato.

Luego del beso de buenos días, me tomé la poción. A continuación, sacudí la cabeza y le conté todo lo que había pasado desde que salí hacia Serpentaria y la Sede la otra mañana. Entendió el problema a la primera mención, sin casi necesidad de que siguiera contando.

-Tú y tus cosechados. No tienes remedio.-dijo al acabar mi relato, negando con la cabeza mientras yo suspiraba.
-Ya... No debería implicarme tanto, ¿no?
-Está visto que no. Pero ni para lo bueno ni para lo malo; sus errores y logros son suyos y de nadie más. Tú solo les trajiste, ni siquiera es un logro tuyo que sobrevivan o lo contrario. Ni sentirte orgulloso ni defraudado.
-Ya... Si en parte pienso así, pero cuesta...
-Claro que cuesta. Te implicaste con ellos desde que los conociste. Pero ¿y los de ahora? No has hecho lo mismo, ¿no?
-No. Es un progreso... Sólo tengo que alejarme emocionalmente de estos...
-Aunque cueste, sí, es lo que te conviene. Ellos tienen su vida y tú la tuya, ellos deciden por ellos y tú por ti. Decidan lo que decidan, no es cosa tuya.
-Vale, vale... Lo haré. Bueno, lo intentaré, pero acabaré lográndolo... Ay. Sí es cierto... Si suficiente tengo con mi vida, contigo, la Bodega, nuestros amigos... Para encima estar pendiente de cada cosechado que traiga... Pero como fueron los primeros...-me encogí de hombros.-Vale. De acuerdo. ¿Gracias?
-De gracias nada, tenías que hablar y ¿quién mejor que esta pesada?
-¡No eres pesada! Tenaz, diría yo.-dije riendo.
-¿Mejor ahora?-y tras el beso que fue mi respuesta, siguió-Me alegro.
-Oye... Que digo yo, que deje de implicarme tanto no significa que no pueda darles trabajo, ¿no?
-Obviamente no, so tonto. Si no, ¿qué me dices de tu vampiro novato y el de las enredaderas? Pero... ¿En quién piensas ahora?
-Cierto... Disculpa, pero a este tonto lo acabas de despertar y está atontado.-dije riendo.-Pues por ejemplo en Alder: tiene carisma para la Bodega. Un paleto estuvo mareando al helión el otro día, el pobre solo quería hablar con Melodes y el tipo se hizo el tonto y... A la calle. No entiendo esa manía de mirar mal a los novatos, ya son ciudadanos, ¿qué más dará, mientras no den problemas?
-Hay novatos y novatos, claro... Pero si no hizo nada... Bueno, si la chica lo ve bien, ¿por qué no?
-¡Vale! Y... y... ¿Ahora qué? ¿Hacemos algo productivo?-inquirí, empezando a planificar lo que me quedaba de día.

La chica me miró ladeando la cabeza, con una sonrisa pícara.
-¿En serio? Recién salido de semejante sueño... ¿En serio?
-Eh, eh, malpensada, oye. Lo decía en serio... No, eh, eso no, no me mires así. Creo que había quedado para hoy con Matt... Aunque aún debe de quedar un par de horas para eso... Hay que llenar ese tiempo entonces.
-Ajá. ¿Alguna idea?
-Tengo varias... Pero... ¿Recuerdas lo de que le dije a Seon que te visitara? ¿Te imaginas que pudiéramos soñar algo juntos?
-Si se pudiera... Creo que no querríamos despertar nunca.-respondió riendo.

El resto de horas, en efecto, pasó describiendo sueños que nos gustasen a ambos, y otras cosas.

Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

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