Burdel de dama Espasmo

01/08/11, 01:16 am

Recuerdo del primer mensaje :

Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.

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30/09/11, 04:59 pm

Sigo mirando el mensaje, intentando encontrar otra explicación lógica a todo esto. Si es verdad que la Luna había transformado a alguien en vampiro, ¿Quién sería?
El silencio que había en los pasillos me ponía los pelos de punta, bien se podría decir que estaba algo asustado, todo esto podría ser el tema perfecto para una pesadilla. Un grito rompe el silencio, miro a ambos lados intentado averiguar de dónde procedía. Me fijo en algo puntiagudo que hay clavado en el suelo, al fondo del pasillo, cerca de la habitación. Me acerco y cuando soy capaz de distinguir la silueta de dos lanzas me estremezco, ambas estaban enfrente de la puerta que daba al cuarto del desuello. Temo lo peor si es verdad que el grito procede de la habitación, solo el nombre de una persona me viene a la cabeza. Me acerco a la puerta, ignorando las lanzas que parecían estar clavadas a modo de advertencia, me daba igual, alguien había gritado y quería saber quién. Abro la puerta con algo de miedo, se supone que todo era igual que antes, ¿Por qué ahora estaba asustada?, <<¡Bah, miedica!>> me digo a mi misma.
Finalmente y sin pensármelo de nuevo dos veces abro la puerta de par en par. Oscuro, así se podría definir al estado de la habitación, completamente sumida en la oscuridad. Doy un paso adelante, con cuidado de no tropezar con nada, distingo la cama y a alguien sobre ella. Me acerco poco a poco con los ojos entrecerrados intentando distinguir quién era. Cuando estoy al borde de la cama me guio con las manos, pero había algo raro, eran como correas, alguien estaba atado con correas, ¿Por qué? Me levanto de la cama y voy marcha atrás lentamente:
-¿Quién eres tú?- Pregunto en voz alta a la oscuridad.

30/09/11, 05:18 pm

Aún pensando en si me habrá escuchado o no, en buscar refugio y en lo mismo otra vez, distingo de nuevo su fragancia por el pasillo, pero en dirección a la puerta.
-¡No, no!-grito cuando escucho cómo entra.
En la oscuridad distingo su figura, aunque está un tanto cambiada. Si no fuera por las correas, uno de los dos ya estaría muerto... ¡No te acerques! Cierro los ojos con fuerza, como si al abrirlos no fuese a estar ahí, pero su olor me vuelve loco y lanzo dentelladas al aire, de forma inconsciente. ¡No te acerques! No la veo pero la huelo, no es como el olor de Cain ni ningún otro, ni siquiera todos los aromas que he saboreado podrían igualar a este ni aun todos a la vez. Se mueve por el cuarto a tientas hasta llegar a mi cama. ¡Es de locos! Todo mi cuerpo tiembla, una parte para contenerme y otra para devorar su sangre, emborracharme de ella. Pero cuando roza las correas, se retira de la cama y pregunta que quién soy. ¿Quién soy? Consigo controlar la boca, ansiosa, y tartamudeando, respondo:
-So...soy...¡No! ¡Yo e...era Jack! ¡Jack! Pero... soy un maldito vampiro... ¡Vampiro! ¿Comprendes? ¡Quiero tu sangre! Pero me estoy controlando... Por eso las correas, el mensaje, las lanzas en la puerta... ¡Para frenarme si me descontrolaba!-pierdo el control en la boca y se escucha cómo se cierra y se abre, entre chasquidos, pugnando por morderla, hasta que consigo seguir hablando.-Hu...hueles mejor que nadie... Te quiero y por eso hueles demasiado deliciosa... ¡Demasiado!-y ahora viene lo peor, pero saco fuerzas de no sé dónde y termino, llorando.-¡Márchate! ¡Vete de mi cuarto! ¡Fuera! ¡No quiero hacerte daño! ¡MÁRCHATE! ¡Jack ha muerto! ¡Ya nunca podrá besarte! ¡De Jack solo queda su recuerdo, su cuerpo y su amor! ¡VETE!-Digo entre gritos, fuera de mí, mientras todo el camastro tiembla junto con mi cuerpo, aunque está clavado en el suelo.
Pero no le digo que me iré esta noche, que buscaré un refugio y que aprenderé a controlarme para poder volver ... no puedo darle falsas esperanzas, ni yo mismo sé si podré controlarme en un futuro... Y otra cuestión es... No puedo seguir siendo "Jack". ¡Jack ha muerto! De él solo queda lo que mencioné antes...: nada. Pero no puedo abandonar mi pasado si quiero volver... ¡No puedo! Solo...enterrarlo...lo enterraré muy hondo, donde no me haga sufrir mientras aprendo a ser un vampiro... Eso...eso haré...
-¡VETE!-vuelvo a gritar tras un rato en silencio.

30/09/11, 06:44 pm

-Ja…Jack.- Me apoyo en la pared mirando el cuerpo que se retorcía en la cama.
Era cierto que lo único que podía hacer era dejarle solo, lo estaba pasando mal de verdad. Había sido por mi culpa, la curiosidad me podía. Sus gritos me asustaban, hacían que retrocediese poco a poco hacia la puerta, guiándome con las manos por culpa de la falta de luz. Intentaba decir algo, pero sólo andaba, chocándome con todo lo que encontraba a mi paso:
-Lo siento.- Murmuro continuamente.- N…no tendría qu..que haber entrado, ¡Lo siento soy una estúpida!- Las palabras se quiebran a medida que van saliendo de mi boca. Cuando me doy en la espalda con el picaporte de la puerta busco a tientas y con las manos temblorosas el manillar. Antes de abrir la puerta para abandonar la habitación pienso detenidamente que decir. Era un vampiro, la sangre le volvía loco, no podría volver a ser el de antes y en el caso de controlarse daría igual, nunca podría ser Jack de nuevo.- Supongo que esto es una despedida, aunque espero que no por mucho tiempo…Te quiero.- Antes de que pueda darme tiempo a llorar salgo de la habitación, cerrando la puerta tras de mí y quedándome plantada delante de ésta, mirándola. Y aunque he querido evitarlo no puedo, empiezo a llorar mientras miro con rabia el mensaje que había escrito en la pared. Estaba enfadada, triste…una mezcla que hacía que no me diese cuenta de que mi cuerpo se hinchaba poco a poco, como un enorme globo que a medida que más se hinchaba flotaba, chocándose contra las paredes y rebotando de un lado para otro. Me pongo nerviosa, ¡¿Qué estaba pasando?!, dejo de llorar aunque las últimas lágrimas caen de mis ojos. Ahora solo tenía miedo de esto, ¿Qué ha pasado? Cuando estoy a punto de chocarme contra el techo me desinflo repentinamente, cayendo al suelo de culo:
-¡Que daño!- Me llevo las manos al culo, ¿Qué diantres había pasado?

30/09/11, 07:15 pm

Vuelvo a cerrar los ojos, apretando los labios con todo el cuerpo en tensión mientras la escucho hablar. ¿Qué ha dicho? ¿Qué se ha llamado? No eres estúpida...Pero no lo digo, no quiero asustarla por los chasquidos de la boca y los colmillos. Sí, es una despedida... Pero no para siempre, espero... No para siempre, volveré...La escucho maniobrar con la puerta y se me escapa una últimaa lágrima cuando me dice que me quiere y se marcha...Sigo su olor al otro lado de la pared y lo "veo" agitándose por el pasillo. ¿Quizá se esté transformando? ¿Quizá vuele? No lo sé, no lo sabré hoy, pero volveré a verla, sin duda. ¿Qué hacer ahora? El sol sigue fuera, amenazante... Pero tengo que calmarme, distraerme, hacer algo. ¿Por qué sigo oliéndola a pesar de que apenas respiro? Sencillo: el vampiro inconsciente sigue olisqueando sin que yo pueda evitarlo, al igual que sigue luchando con las correas, contra mí. Pero no me vencerá, ah no, nada de eso. ¿Qué hacer? Memorizaré los hechizos que apunté ayer, sí. Podría convertirme en humo, pasar por el resquicio de la puerta y deleitarme con su cuerpo, con su sangre...
-¡Basta!-me grito a mí mismo, sacudiendo con fuerza la cabeza. <<Basta...>>
Miro mi brazo y leo y releo los hechizos, grabándolos en mi mente, intentando distraerme del aroma, mientras pienso en un refugio en la ciudad. ¿Dónde podría ir? Ningún lugar de los que conozco me serviría, quizá el barrio ese donde cacé a aquella bestia... Y había un túnel digno de ser explorado, bastante habitado por criaturas locales... Interesante. Y, además, siempre a oscuras, lejos de la luz. Hum...Esta noche iré a la Biblioteca a investigar más sobre mi raza y después examinaré ese túnel, buena idea. Pero ahora, a aprenderme los hechizos y por desgracia tendré que tomar prestados unos cuantos amuletos del burdel... Pero será por un bien común. Decidido...

30/09/11, 11:15 pm

Durante unos instantes, me quedo sola, dudando que hacer.
¿Entro al burdel, o...?
Entonces, aunque algo alejada, sigo a Alex. Que, finalmente, acaba en el Castillo.
¿Por qué no ir?

(Continúa en el Castillo)

03/10/11, 10:28 pm

Caín llegó por fin al burdel cuando ya había anochecido. Tuvo que entrar por uno d elos pisos superiores ya que no había nadie que le abriese la puerta y nada más llegar dejó todas sus cosas en su habitación y se dispuso a preparar todo para el ritual, pero su estómago, acallado durante días, protestó de la forma más ençergica que pudo, y Cain cambió su plan por el de buscar algo de comer. Bajó hasta la cocina sin oír un alma en todo el burdel, era como si estuviese desierto y Cain dudó de si era algo conveniente o inquietante, no sabía lo que les había ocurrido a sus amigos... Llegó a la cocina y comprobó que aún quedaba carne congelada. Se hizo un chuletón sangrante y un revuelto de verduras y hasta que no se sentó a la mesa, no se percató realmente del hambre que tenía. Comió, o más bien, engulló casi con desesperación su cena, casi ahogándose en un par de ocasiones y luego lo rebajó todo con una jarra de agua. Se echó sobre un puff un rato para bajar la comida, luchando contra le sueño que tintentaba apoderarse de él. Estaba tan cansado... pero aún tenía cosas que hacer. Se levantó valiéndose de la spocas fuerzas que le quedaban y subió a buscar velas, para luego llevarlas a la habitación. Repasó todo le material y comprobó con decepción que aún le quedaba una importante tarea por realizar... Tumbó la espada en el suelo y tomó la lija. Empezó a pulir la hoja de la espada lo mejor que supo (que no era demasiado) concentrándose en sacarle el mayor brillo posible. Solo paró cuando dejó de sentir los dedos de la mano. Abrió y cerró oyendo crujir sus dedos y le lanzó una mirada al huevo, aún oculto en su bolsa. Por un instante, se olvidó del espadón y buscó kimonos viejos con los que hacer un nido, donde colocó el huevo negro. En un extraño arranque, se mordió el dedo hasta hacerse sangre y dibujó una carita sobre la cáscara. Después de un largo rato con la mirada fija en aquellos ojitos pintados, volvió a dedicarse a la espada, hasta que el agotamiento pudo con él y se quedó dormido sobre ella.

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Cain ya estaba aseado, había comido en abundancia y recuperado fuerzas, las iba a necesitar... El espadón, ahora tan reluciente que servía de espejo, flotaba junto a una esquina de la habitación. Cain maniobraba con ella, buscando el lugar adecuado donde colocarlo, cuando se decidió, lo clavó en el suelo, atravesando el tatami sin problemas y quedó allí, erguida, como emergiendo del suelo, perfectamente recta... Cain se aseguró de que estuviera realmente recta, colocó dos velas en la guarda, a ambos lados de la empuñadura y sacó una daga, en la que empezó a dibujar complejos símbolos y runas, completando algunas con su propia sangre. Cuando acabó, dibujó ocn la saangre un único y sencillo círculo en la hoja del espadón, puso un colaespina previamente dormido con droga delante de este, de forma que su reflejo cabía entero en la hoja, se arrodilló, y alzando la daga pronunció el nombre del demonio antes de dejarla caer sobre el cuerpo del animal, asestando un golpe letal
-Balan
Un viento venido de ninguna parte azotó la habitación y todo lo que se encontraba en ella. El colaespina se consumió casi al instante y la daga quedó clavada en la nada, una figura comenzó a materializarse en la hoja del espadón; un todo de tres cabezas
-¿Quién osa perturbar el sueño de un demonio?- preguntó una voz gutural multiplicada por tres
-Cain, hijo maldito de la Luna Roja, te invoca, y reclama tus servicios- respondió Cain con voz firme
El ser ladeó sus tres cabezas, inspeccionando al muchacho que le había invocado, mirando a través de él, a su alma...
-¿Y qué desea mi nuevo amo, si puede saberse?
-Información. Tengo dudas, muchas dudas y muchas preguntas, y tú vas a respondérmelas- ordenó Cain, paseando la mirada por los seis ojos de la bestia
-Pregunte, mi amo, y Balan responderá- accedió Balan tratando de poner un tono humilde y fallando estrepitosamente.Su propia curiosidad superaba la del chico, que hasta el momento estaba llevando muy bien el papel de amo, a pesar de que él podía leer el miedo en su alma, miedo a todo y miedo a nada... Recorrió sus recuerdos, su oscuro y horrible pasado, sus traumáticas vivencias, al mismo tiempo que escuchaba las preguntas que salían de los jóvenes y tiernos labios del muchacho, deleitándose con el dolor que percibía y que sabía que pronto se haría insoportable
Cain siguió preguntando, conversando con el demonio tratando de no exteriorizar el sufrimiento de su alma al desgarrarse y ser absorbida por Balan. Estigma, sin percatarse de ello, le había estado entrenando, entrenándole para soportar el dolor, un dolor inhumano con el que tendría que pagar por el poder y el conocimiento adquirido <<Pero merecerá la pena, y tanto que la merecerá...>>

09/10/11, 01:29 pm

En cuanto había perdido de vista al hombre de la clase de espada, sabía que no podía estar mas tiempo allí. Necesitaba salir de aquel castillo, alejarme de todo, huir durante un rato de lo que había sentido. Pensé en llamar a Vacuum, pero le había visto muy concentrado en las clases y no quería molestarle con mis tonterías mentales... Al principio había probado a hacer un hechizo de levitación y había estado sobrevolando las calles, aunque realmente no lo había disfrutado como yo esperaba. Aun podía notar la presión en el pecho y mis piernas temblando. Decidí volver a tierra de nuevo y, mientras andaba por las calles de la ciudad las imágenes del hombre sangrando se repetian una y otra vez, provocandome horror y un tremendo sentimiento de poder. Una parte dentro de mi se regocijaba en esa visión, y quería mas. La otra se estremecía, temiendome a mi misma. Sin saber cómo, mis pasos me habían llevado hasta la puerta del burdel. Por unos segundos había pensado en seguir adelante, y volver a letargo, pero hacía demasiado tiempo que no veia al rubio, y necesitaba su compañía un rato. Me acerqué a la puerta y llamé tres veces, a la espera de que abriese.

09/10/11, 02:12 pm

Cain retiró la daga hechizada de delante del espadón, rompiendo la conexión. Recogió los montones de pergaminos que había lenado de apuntes y anotaciones de todo lo que Blan le contaba. Llevaba días estudiando sin parar, anotando sus dudas y completando la información aprendida con la ayuda del demonio. Las conversaciones con la criatura habían resultado ser realmente entretenidas y, aunque Cain sabía que el demonio simplemente se alimentaba de él, había empezado a desarrollar cierta simpatía. Luego estaba el huevo, al que se llevaba a todas partes, siempre envuelto en su nidito de telas. Lo mantenía en su regazo mientras estudiaba, a la vista mientras cocinaba, en su bolsa cuando salía a por materiales y sacrificios y en sus brazos mientras dormía. El pequeño demonio en su interior estaba creciendo gracias a él y eso al mismo tiempo le agradaba y repugnaba, era una sensación realmente extraña... Cain se estiró, haciendo crujir su columna, y bajó a abrir la puerta. Ya casi no se ponía sus inseparables cascos, los llevaba siempre al cuello, por lo que había tenido que aocstumbrarse al silencio y a los sonidos a su alrededor.
Al abrir la puerta y encontrarse a De...Elliot le dió un vuelco al corazón. La abrazó con fuerza besándole el cuello con pasión y subiendo hasta el borde de su corte. El roce de la niebla emergiendo del corte en sus labios le provocó un escalofrío.
-Te he echado de menos- le dijo con dulzura sin despegarse de ella- ¿Vienes sola? ¿Y Vacuum? ¿Dónde habéis estado?- se avergonzó un poco del lamentable aspecto que presentaba; pálido, ojeroso, demasiado delgado y con el pelo ya bastante largo y enmarañado, pero sus ojos dorados no habían perdido su brillo, de hecho, ahora parecían refulgir más que nunca... Invitó a Elliot a entrar y corrió a preparar té- Ni se te ocurra rechazarlo, sé que puedes beber- rió. Sonreía como un niño, feliz de poder ver a Elliot de nuevo y añorando un tanto el poder perderse en sus ojos verdes...

09/10/11, 02:44 pm

Sonaron unos pasos tras la puerta y casi pude notar como el corazón se me aceleraba, aunque eso no sucediese realmente. Cain abrió la puerta, pero me costó un poco reconocerle. Estaba mal. Se le notaba. Tenía el pelo rubio mas largo y bastante revuelto. También había adelgazado varios kilos, y se le notaba cada hueso. Unas ojeras recorrían su cara... ¿Cuantos días llevaba sin dormir este chico? Quizá tantos como los que nosotros llevábamos lejos de él... Cain se abalanzó hacia mi, abrazándome. Noté como todo el miedo que me recorría se esfumaba mientras le devolvía el abrazo. Si pudiese llorar, en ese momento lo habría hecho. No me había dado cuenta de lo sola que me había sentido estos últimos días, tan solo viendo a Vacuum en alguna clase. Le apreté mas contra mi como respuesta a todas sus preguntas, mientras sentía sus labios recorriendo mi cuello, y notando un escalofrío con cada beso. Mis manos acariciaban su espalda con un deseo demasiado pronunciado. Se apartó de mi para invitarme a entrar. Pasé dentro del burdel y me senté en los cojines. El chico fue a la cocina y regresó con dos tazas de té. Dejé la mía sobre la mesa, no tenía nada de hambre, ni de sed, mientras miraba fijamente a Cain. ¿Que le habría pasado estos días? Su cambio me daba incluso mas miedo que el mio o el de Vacuum... algo me decía que la Luna también le transformaba, pero solo por dentro... Le abracé de nuevo, echando de menos poderle dar un beso de verdad.

09/10/11, 03:09 pm

Cain notó la... mirada? de Elliot mientras miraba ensimismado sus manos.. tan blancas... como de porcelana... Las acarició con ternura pero sus pensamientos se desviaron al huevo... su huevo. Llevaba la daga de Balan en el cinto, nunca ses eparaba de ella pero le huevo seguía en la habitación... Un abrazo le sacó de sus pensamientos y Cain volvió a centrarse en el calor de Elliot, en su olor, el tacto de su cuerpo... Parecía preocupada y era algo lógico teniendo en cuenta lo desmejorado que estaba... Auque tal vez fuera otra cosa... Permanecieron así largo rato, sumidos en el silencio, solo centrados el uno en el otro...
-He... estado estudiando estos días...- dijo Cain tratando de explicarse- He mejorado bastante en magia y estoy aprendiendo muchas cosas útiles. La Luna me ha hecho más hábil y... -un repentino sentimiento de urgencia le hizo separarse de Elliot y correr escaleras arriba. Vio con alivio cómo el huevo estaba intacto, lo cogió con delicadeza envolviéndolo bien en las telas, y bajó con él. También cogió una libreta y una pluma para que Elliot pudiese comunicarse. Al regresar, se sentó con el huevo sobre el regazo- Un tipo me lo dió... al parecer es muy valioso... Y sabes que es también valioso? El polvo de las alas de Vacuum- un destello inquietante destacó en sus ojos- El algo increíblemente claro. Bal... digo, he leído sobre ello... - el miedo cruzó su mente momentáneamente- ¿¿Y si van a por él??

09/10/11, 04:16 pm

Durante unos segundos todo a mi alrededor desapareció y solo estaba Cain. Todo lo que me había sucedido en los últimos días me parecía demasiado lejano y lo único real era él. Podía notar los latidos de su corazón, su calor invadiéndome. Me aferre a él, con fuerza, aun que con cuidado. Después de ver lo que le había hecho al hombre ese sin proponermelo... (demasiado) no quería sustos... Echaba de menos a Vacuum tambien a mi lado, hacía bastante que no estábamos los tres jutos... La verdad es que nunca había pensado que pudiese sentirme así con Cain. Al principio él solo había sido un añadido a lo que sentía por Vacumm... pero ahora... después de todo lo que habíamos vivido... Cain era tan parte de mi como el griego. Dibujé un "te quiero" con mis dedos en su espalda. Arg... quería poder hablar, quería poder decírselo... El chico me cuenta que había estado estudiando estos días, pero se cortó en mitad de la frase y se separó de mi con rapidez, como si se acabase de acordar de algo muy importante. Subió las escaleras dejándome allí sola. Quería ir tras él, pero algo me decía que era mejor esperar. Me quedé mirando la esquina en la que tantas veces me había tumbado a reflexionar. Ahora todos esos miedos y preguntas me parecían soberanas estupideces. Ya no era débil, eso estaba claro, ya no estaba sola, les tenía a ellos dos... Cain bajó de nuevo, sacándome de mis pensamientos, con una libreta y un huevo en la mano, agarrado mas como si fuese un hijo. El rubio comenzó a hablar sobre el huevo y sobre Vacuum. ¿El polvo de sus alas? Noté el miedo en la cara de Cain incluso antes de que pronunciase las palabras. ¿A por Vacuum? Tan solo pensarlo me hizo arder por dentro. No. ¡Antes de que nadie le tocase un solo pelo de la cabeza tendrían que matarme a mi! Y, tras la demostración de antes, no creo que eso fuese fácil. Con una sonrisa interna, mi mano trazó una linea por delante de mi cuello, como si estuviese cortándolo, indicando claramente mi opinión al respecto. Si alguien se atrevía a tocar a alguno de los dos... pobre de quien fuese, pues en ese momento estaba segura de que Elliot moriría para siempre, y Deatach clamaría venganza. Estos pensamientos hacían que me estremeciese. Me acerqué de nuevo a Cain, sentándome a su lado y pasándole un brazo por los hombros. Miré el huevo que tenía encima de él y fui a tocarlo, pero me eché atrás, temerosa de que le molestase.

09/10/11, 04:34 pm

Cain rió de forma extraña, macabra, cuando vió el gesto de Elliot. Esperaba una reacción así por parte de la chica, era su carácter, su forma de ser, y Caín lo adoraba.
-Eso es, no dejaremos que le pongan un dedo encima, y ya creo que sé la forma de que no se aprovechen de él... - aquello era algo un poco absurdo, Vacuum sabía cuidarse solito, era fuerte <<Pero no el más fuerte>> Aquello que los hacía destacar como cosechados podía perfectamente quedarse en nada ahora que habían pasado a ser ciudadanos oficiales. Se habían convertido en parte de la ciudad maldita, eran un horror más al que los futuros cosechados tendrían que enfrentarse, y ellos mismos tendrían que aprender a abrirse paso...
Elliot hizo amago de ir a acariciar el huevo, pero no se atrevió, así que Cain le tomó la mano y la llevó a la negra superficie, aun con la cara de sangre dibujada. Emitía un calor eléctrico y a su vez provocaba la extraña sensación de una ventosa... SE movía, el ser de su interior se movía...- Ya tengo el nombre pensado... Me va a ser de gran ayuda- <<Él será mi fuerza, junto con todos los demás...>> SE encorvó y posó los labios sobre el hombro de Elliot- Ya hemos dejado de ser niños, y tenemos que movernos en un mundo corrupto y cruento... Quiero que vivamos los tres juntos, que no nos volvamos a separar. Lo tenemos todo para abrirnos paso en esta ciudad, podemos alcanzar la cima, los tres... - A pesar de su tono meloso y suave, la mente de Cain trabajaba sin descanso, los oscuros pensamientos se apoderaban de él, dando forma a algo que antes no existía para él... Ambición. Planes, muchos planes se formaban y destruían, creando el camino a un suelo que aun no estaba decidido- Todo podría ser perfecto....- susurró entrelazando sus dedos con lso de Elliot.

09/10/11, 09:55 pm

Cain se ríe cuando hago el gesto, y me uno a sus risas internamente, aunque hay algo en su risa que hace que tiemble... Escucho las palabras del chico mientras enredo una de mis manos en su pelo. Cain me coge la otra mano y hace que toque el huevo negro. Lo primero que noté fue un calor extraño. No desagradable... pero raro. Después pude notar como algo dentro se movía. Estaba vivo sin duda... fuese lo que fuese ahí había algo con vida. Me quedé con la mano ahí puesta observando a parte iguales al huevo y a los ojos de Cain, que brillaban como si fuese su hijo al que miraba. Me besó un hombro y yo acaricié su pelo y su cara, pasando después por sus labios. Estaba claro que no eramos niños ya. Habíamos visto, oído y hecho demasiado... la inocencia de todos nosotros había ido marchitándose y muriéndose desde que habíamos puesto los pies en esta ciudad, pero realmente yo no la echaba de menos. Me gustaba mas ahora. Habíamos sufrido quizá mas que nadie en la tierra... pero también habíamos vivido maravillas... maravillas que allí jamas serían posibles, cosas con las que nadie podría soñar siquiera. Su voz era tan dulce mientras hablaba de nosotros, de nuestro futuro... Vivir los tres juntos... sonaba casi... como a una familia. Una familia un poco extraña, no solo por que se tratase de un trío viviendo juntos, sino también por nuestro aspecto, nuestro carácter y nuestra historia. De nuevo sentí la necesidad de poderle besar de verdad. Entrelazó sus manos con las mías y me acerqué a él mas. Juntos. Esa palabra resonaba entre mis pensamientos una y otra vez. Solté una de mis manos para apartar el huevo de encima suyo, poniéndolo en la mesa con cuidado. Cogí la pluma que había traído y me senté encima del chico rodeándole con las piernas, le agarré de la muñeca, escribí "juntos" en su piel, con una sonrisa interna. Volví a abrazarle, haciendo dibujos en su espalda con mis manos. Luego otra vez me aparté un poco para escribir con la pluma sobre su pecho "Quiero hablar... te quiero"

09/10/11, 11:14 pm

Frotó su cabeza contra la mano de Elliot, disfrutando de su tacto suave. Cuando llegó a los labios lamió sus dedos y dejó besos en las yemas, pasando a la palma, luego a la muñeca y continuando por el antebrazo. Elliot le quitó el huevo y Cain sufrió un instante de pánico, pero se calmó rápidamente al ver que solo lo dejaba sobre la mesa... Se centró en sus caricias, volviendo a su cuello, mordisqueando sus clavículas mientras bajaba las manos a sus muslos al sentarse ella en su regazo. Su pulso se aceleró ligeramente. Tan cerca, después de tanto tiempo. Elliot empezó a escribir en su piel, en su muñeca y su pecho.
-Juntos- susurró, deshaciéndose del kimono que llevaba puesto- Te quiero... te adoro...
Atrajo el cuerpo de Elliot contra el suyo casi con ansia, entrando las manos bajo su ropa, recrriendo su fina piel, trazando un camino sibuoso con la lengua por su escote. <<¿Y Vacuum?>> Quería que el grigo también estuviese allí, no era lo mismo sin él... Pero le costaba tanto contenerse... Llegando ya al ombligo de la chica oyó algo... rompiéndose... Alzó la mirada con fastidio para ver el huevo negro moviéndose con brusquedad entre las telas, agrietándose la cáscara. Algo pugnaba por salir. Se separó lentamente de Elliot, mirando con los ojos muy abiertos a la diminuta criatura que se habría paso a través de la cáscara ya rota. Se aproximó a la mesa, y como tenía planeado, Cain fue lo primero que el pequeño pollo negro vió al salir del cascarón. Sin perder un instante, Cain se hizo un corte en el dedo y se lo presentó al pollo para cerrar el vínculo definitivamente, y cuando este bebió de su sangre, pronunció en tono claro el nombre que había elegido para él.
-Fresser
El pollo pió enérgicamente aceptando su nombre y Cain sonrió emocionado. Se giró hacia Elliot tomando el pollo entre sus manos con cuidado. Era bastante feo, pero a Cain eso parecía darle igual
-Mira, es mi primer demonio
No era verdad, Balan fue el primer demonio que invocó, pero aquel era especial... Era solo suyo. Le acarició su cabecita calva y el pollo pió demandando comida.

10/10/11, 07:33 am

Cain pareció asustarse cuando le quité el huevo para ponerlo encima de la mesa, pero pronto se le pasó cuando me senté sobre él. Sus manos bajaron por mi espalda mientras me mordía. Me acerqué aun mas a él, ansiosa, mientras se quitaba el kimono y me decía que me quería. Me apretó contra él. Noté sus manos por debajo de mi ropa, acariciando mi piel. Me gustaba el cariz que estaba tomando la situación, aunque una parte de mi se encontraba muy lejos de aquel burdel, gritando que nos faltaba algo... alguien. Cain iba deslizando su lengua por mi cuerpo, mientras yo me echaba un poco para atrás, facilitándole el camino. Pero por lo que se ve, la mala suerte está en mi contra y justo cuando iba llegando por el ombligo, un ruido le hizo detenerse. ¿Pero que demonios...? El chico alzó la mirada a la misma vez que yo y, efectivamente de un demonio se trataba... ¡Venga ya! ¿No podía elegir otro momento mejor para nacer el asqueroso bicharraco ese? ¡Que oportuno! Cain se separó de mi para ir hacia el huevo, que se movía con brusquedad. Poco a poco se rompió dejando ver una especie de pollo negro... ¡Maldito pollo cabrón! ¡Mas le vale merecer la pena o me lo comeré en pepitoria! Pero al mirar a Cain, el enfado se esfumó. Parecía hipnotizado con el bicho, que bebía de su sangre. Luego pronunció un nombre en voz alta. El rubio cogió al pollo entre las manos y lo acercó a mi. Me quedé mirándolo con una mezcla de curiosidad y frustración. Era feo, calvo y negro, pero Cain lo miraba como si se tratase de un monumento a la belleza universal, hablando de él casi con adulación. Lo acarició y el pollo comenzó a piar... parecía que tenia hambre... ¿Que comerán estos bichos? Me acerqué a Cain, pasando por detrás suya y abrazándole a la altura del estómago mientras miraba por encima de su hombro al pollo.

10/10/11, 08:45 am

El pollo continuó piando sin descanso, pidiendo comida. Su pico gris se abría de forma antinatural y exagerada, dando la impresión de querer tragarse al propio Cain. El rubio acarició los brazos de Elliot que le rodeaban, pensando ya algo nervioso en qué podría darle... Ni loco le iba a dar comida normal por mucho que lo quisiese, acabaría con ella en poco tiempo.
-Esta es la parte complicada- dijo Cain.
Desde hacía algunos días, la nevera se había ampliado a una habitación entera, y Cain la había ido llenando poco a poco de animales para sacrificios y otras utilidades. Algunos los había congelado vivos, pero en este caso no era necesario que lo estuviesen. Eligió una hiena especialmente grande y la arrastró hacia el pollo. La hizo levitar y la dejó caer sobre el diminuto animal que, en lugar de quedar aplastado como cabía esperar, engulló la hiena entera en un abrir y cerrar de ojos. Cain repitió la operación varias veces hasta que en la nevera solo quedaron un par de colaespinas vivos reservados para Balan. <<Si dejo a Balan sin sacrificios seguro que se enfada...>> pensó. Luego volvió a sentarse junto a Elliot, estrechándola entre sus brazos. El pollo miraba en todas direcciones estirando su cuello como si buscase una presa. Cain se echó a reír.
-Lo bueno de estos bichos es que no tienes que preocuparte demasiado de qué darle, comen de todo... Eso sí, ahora está en fase depredadora y es preferible darle carne, y en la última fase tendré que acostumbrarle el estómago a los hechizos- apoyó la cabeza en el hombro de Elliot- Come magia, hechizos ofensivos de cualquier tipo y algunos ataques directos de bestias... si no son demasiado grandes... -explicó mirando fijamente los ojos del pollo, rojos y redondos como la mismísima Luna

10/10/11, 04:51 pm

El pollo piaba mas y mas, sin descanso, reclamando la comida, con un pico demasiado grande para un bicho tan pequeñito. Cain me acariciaba los brazos, pero le noté ausente mientras miraba al pollo. Me apreté contra él de nuevo y después le solté, para que pudiese ir a la nevera, que se había extendido a toda una habitación. Le seguí hasta allí y vi como cogía una hiena congelada y la hacía levitar para dejarla caer sobre el pollo. ¡Pero que hacía! Se lo había cargado sin duda... un bicho tan pequeño no podía aguantar tal golpe... miré a Cain, paralizada, esperando alguna explicación, pero cuando volví mirar al bicho, no quedaba ni rastro de carne. ¿Pero que...? ¿Como podía haberse comido todo eso en tan poco tiempo? Imposible... Otra hiena cayó sobre el bicho y volvió a comérsela en menos de un minuto. El bicho comió tanto que perdí la cuenta al quinto trozo... A este paso acabaría con las reservas de comida de toda Rocavarancolia en menos de una semana... volvimos al salón y Cain se sentó a mi lado, abrazándome, mientras el bicho correteaba, buscando mas comida. Cain se rió y pude notar como su cuerpo vibraba. Me acurruqué aun mas contra él mientras le escuchaba hablar. ¿Come magia? ¿Como se podía comer la magia? Arg... tenía demasiadas preguntas... y no podía decírselas. No podía quedarme así, muda para siempre... tenía que haber alguna solución... ¿No podría la magia solucionar esto? Si podía curar heridas mortales... ¿porque no iba a poder devolverme la voz? Me levanté a por la pluma, para decirle que me iba a la biblioteca a buscar algo de información... pero una idea maligna cruzó mis pensamientos al verle allí sentado casi sin ropa. Con una sonrisa interna me senté sobre él, como antes, rodeándole con las piernas, y tan pegada a su cuerpo como podía. Mis manos recorrieron su espalda descendiendo hasta llegar a sus nalgas donde se detuvieron para volver a subir, acariciando su pecho y bajando hasta la goma de sus calzoncillos de nuevo, mientras lentamente me movía sobre él trazando círculos con mis caderas, alimentando su ansia. Tuve que concentrarme bastante para poder parar. Mis manos, que descansaban sobre su vientre, agarraron la pluma, y con un gesto rápido le escribí justo debajo del te quiero: "Pero lo de antes ha estado mal, y tenía que devolvértelo. Me voy a la biblioteca. Que te aproveche el calentón." Por ultimo dibujé una cara sonriente justo por encima de su ombligo. Me levanté sin mas y, acariciándole los labios con las manos, me di la vuelta y salí del burdel en dirección a la biblioteca, aun algo agitada.

Continua en la Biblioteca.

Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Burdel de dama Espasmo

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