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Torreón Maciel (Archivo V)

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Leonart
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Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :
Heridas:

Torreón Maciel (Archivo V) - Página 9 Empty Torreón Maciel (Archivo V)

06/08/13, 02:56 pm
Recuerdo del primer mensaje :

El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.

-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.

>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.

Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.

Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-

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す           争            基         ま
べ           は            づ         す
て           欺            い          。
の           瞞            て          
戦           に            い          

Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)

Leonart

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Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Torreón Maciel (Archivo V) - Página 9 Empty Re: Torreón Maciel (Archivo V)

20/08/13, 03:50 pm
El aprendiz retrocedia cada vez más ante las palabras del clinger. No se le pasaba por la mente en ningun momento que el alienigena no era capaz de entenderle en absoluto. Simplemente decidio que no era capaz de entender el corazón de las cartas y por lo tanto no era un duelista. Suspiró con dramatismo.
-No hay honor alguno en este duelo.-dijo casi en una exhasperación teatral. Abandonando definitivamente la voz grave.

Sin embargo, el insectoide insistio en que el aprendiz no seria capaz de aplastarle con tremenda facilidad si ambos combatieran. Como si fuera lo más obvio del mundo, el ruso intentó explicarselo, tomando largas pausas, como si no hablasen el mismo idioma.
-Es... el orden... de la vida...-dijo haciendo circulos con los brazos.-Estoy... por encima... de ti... en la cadena alimenticia...-

>> Es más, puede que me haya comido a alguno de tus primos en alguna ocasión.

Lo cual le recordó al gordo cabrón de la película de Austin Powers en el Miembro de Oro. Una escena en la cual el susodicho gordo cabrón se puso a perseguir al clon en miniatura del malvado doctor maligno, con intencion de devorarle ya que habia puesto la misma razón que él, al mencionar la cadena alimenticia. La escena de verse a si mismo representado como el gordo cabron, persiguiendo al clinger vestido de mini yo, con los brazos extendidos le arrancó una sonrisa tonta mientras su mirada vagó a través del infinito.
Volvió a la realidad al escuchar la respuesta del clinger. Tras esto, buscó a Talco con la mirada pero no le encontró en ninguna parte.

¡Talco salvaje escapó!

>> Thanks for the info, bro.

-Es un ciiiiiiiclo sin fiiiiiiiiiiiiiiiiiin~-canturreó, por lo bajo.

Parpadeó varias veces entonces, decidiendo dar a Xerath como un caso perdido y entrar de nuevo al torreón. Logró ver al Eduward Elric con gafas poniendo la mesa metódicamente, después de haber sido objeto de las explicaciones de Lara Croft sobre el procedimiento. Una pequeña risilla se escapó entre sus dientes mientras veia al chico actuar. Su estómago rugia y una vez se puso la mesa, fue el primero en saltar por encima del sofá para sentarse en su correspondiente silla.

Sin embargo, aquella vez se sentó de otra manera. Sin poner los pies sobre el suelo, ni tocar con su espalda el respaldo de la silla, el aprendiz se acuclilló subido en la silla, hasta que su trasero dió con sus talones. Relamiendose, cogió tenedor y cuchillo y comenzó a hacerlos repiquetear en el borde de la mesa varias veces mientras esperaba la comida hecha por Lara Croft.
Cuando llegó, una mirada escéptica afloró en el rostro del ruso. Contempló la carne, que parecia bastante normal, pero olisqueó el plato y sin duda detectó algo nuevo, algo que nunca antes habia olido con la carne nunca. Puso una mueca y se apartó un poco de la mesa, mirando con vacilación a los demás comensales mientras sus tripas rugian.
-¿He oido que hay planeada una salida?-comentó mucho más animado de no tener que ser el primero en probar aquel plato.-¿A dónde vamos?-su sonrisa volvió a él.
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.

Torreón Maciel (Archivo V) - Página 9 Empty Re: Torreón Maciel (Archivo V)

20/08/13, 05:53 pm
No sabría decir qué hora era, pero sí, todavía había mucha luz cuando las recogimos —respondió al chico—. Y estoy de acuerdo. Quedarnos aquí no va a ayudarnos con las provisiones ni a conocer el terreno.
En todo el día anterior el territorio no había parecido para nada hostil. Tal vez era la oscuridad de la noche lo peligroso, porque la negrura de aquella ciudad era igual que la de un túnel sin iluminación, salvo por aquellos animalejos en llamas. De hecho, empezó a pensar que los rezagados podían haber confundido las sombras, o quizá a algún animal autóctono, con un monstruo.

Al final todos se desbandaron y Cío hizo lo propio, tirándose a un sofá y volviendo a hacer sonar la música. Se estiró para desperezarse pero lejos de espabilarse se quedó adormilado hasta que el silbato le hizo despertar dando un respingo. No escuchó las palabras que lo acompañaron, pero su olfato le llevó a la cocina, donde Archi se afanaba en poner la mesa. Ayudó en la tarea sin decir una palabra, decepcionado porque la comida no era pescado, y se sentó en el mismo sitio que la noche anterior. Al llegar el pelirrojo se acuclilló en su silla como si aquello fuera una letrina. Cío apoyó los codos en la mesa y la cabeza en las manos para mirarlo fijamente. En realidad no escuchaba lo que decía, porque había olvidado quitar la música, pero en su casa las comidas del día a día también solían estar amenizadas por los sonidos chirriantes y atronadores que salían de sus auriculares.
Con vosotros es imposible aburrirse —murmuró sin quitarle los ojos de encima al humano.

La comida tenía un regusto extraño, y si la del día anterior tenía sal pero no azúcar, aquella era más bien dulzona. «Estaría bien que supieran encontrarle el punto». Pero a pesar de las quejas, no dejó nada en el plato. Cuando hubo terminado se columpió en la silla esperando a que los más lentos terminasen, ignorando los crujidos del mueble por culpa de no escucharlos.
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Torreón Maciel (Archivo V) - Página 9 Empty Re: Torreón Maciel (Archivo V)

20/08/13, 10:13 pm
Archime asintió mientras se daba la vuelta para salir de la cocina cuando Lara 37 confirmó que había comprendido su argumentación, pero la ordesa le planteó una nueva cuestión. El biomecánico observó las cestas fijamente unos segundos y después a uno de los niños de Lara 37 que asomaban la cabeza por el marsupio de su madre.
Con su pequeño tamaño no es probable que encuentren incómodo el reducido espacio en las cestas —anunció tras realizar unos cálculos—. Si lo que requieres es que el recipiente tenga la funcionalidad de balancearse, es muy probable que pueda realizarles una modificación con algunos restos de materiales —miró a la madre un par de segundos parpadeando y procedió a volver a salir de la sala. Su ofrecimiento no era precisamente desinteresado, el biomecánico vio en la pregunta de Lara 37 una oportunidad para mantener sus manos ocupadas con algún tipo de trabajo manual y no pensaba desperdiciarlo si se le presentaba la ocasión. Aunque se pasaba cas todo el día programando, empezaba a notar la falta de algo más manual con lo que mantenerse ocupado y había comenzado a ponerse ligeramente nervioso por momentos debido a ello.

Sin embargo, se vio obligado a girarse nuevamente ante la inesperada petición de la ordesa y dio un leve respingo al sentir los toques en el hombro. No estaba acostumbrado en absoluto a ningún tipo de contacto físico, y mucho menos tan inesperado como aquel. Que Cío le hubiese empujado por la espalda la tarde anterior había sido lógico, era necesario si querían ayudarlo a que se moviera, pero no terminaba de comprender el propósito de aquel gesto. Estaba casi seguro de que significaban que reclamaba su atención, pero estando a escasos centímetros de distancia habría bastado con enunciarlo en voz alta, tal y como había hecho a continuación.

Sin embargo, sus divagaciones se vieron interrumpidas ante un problema bastante mayor. El irrense cogió un plato, porque sabía que "poner la mesa" se refería a preparar la superficie estable alrededor de la cual iban a sentarse para comer con el propósito de colocar los utensilios necesarios para aquella simple pero necesaria rutina. Pero el biomecánico hacía demasiados años que comía completamente solo y tampoco se había parado a analizar la disposición de los utensilios en la mesa de la noche anterior. En su mente se imaginaba una pila de platos apilados para que cada uno cogiese lo que necesitase y los cubiertos dispuestos de forma similar, pero sabía que no era eso lo que quería la ordesa.
Hum... Lara 37 —le habló tras unos segundos mientras se quitaba y se volvía a poner las gafas con cierto nerviosismo—. ¿Cuál es el procedimiento que debo seguir para llevar a cabo correctamente tu petición?

Atendió observando los exagerados gestos de la ordesa como demostración, grabándolos en la mente para después comenzar a realizar mecánicamente aquella tarea. Colocó los platos exactamente a la misma distancia unos de otros, y lo mismo hizo con los cubiertos respecto a los platos. Había un tenedor, sin embargo, que era ligeramente más ancho que el resto y lo cambió por otro que encontró en el lugar donde se almacenaban que presentaba exactamente el mismo tamaño que los demás.

Cuando se sentaron a comer, observó las acciones de Taro con interés, así como prestó atención al tema de conversación que versaba sobre una exploración que por lo visto habían comenzado a planear. El carabés parecía querer irse sin comer previamente y se le notaba inquieto, puede que incluso molesto. El ingeniero tan solo hablaba cuando era estrictamente necesario, pero debido a que su estómago hacía rato que reclamaba su atención, consideró que esa era una de aquellas ocasiones.
Es lógico nutrirse adecuadamente antes de realizar esfuerzos para no desfallecer por una carencia de energía —le dijo a Taro tras dirigirle una breve mirada—. Desconozco si el organismo de tu especie funciona diferente a ese respecto o quizás el problema se encuentre en las dispares diferencias culturales entre nosotros.
Supuso que la explicación, aunque breve, bastaría para que el carabés se diera cuenta de lo que podría estar fallando. Si Taro no iba a comer lo lógico sería que mientras ellos mantenían sus bocas ocupadas con los alimentos, fuese él quien comenzase arrojando un poco de luz a ese respecto.
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Torreón Maciel (Archivo V) - Página 9 Empty Re: Torreón Maciel (Archivo V)

21/08/13, 02:15 am
Lara se sentó a la mesa junto con el resto de compañeros y dirigió una leve (y obvia) mirada de reproche a Taro por no acompañarles. El hecho de haber sido la chef en esta ocasión la obligó a ser la última en probar la comida. Estaba tan ciega por la emoción de ver las reacciones, que acabó interpretando que les estaba gustando a todos, incluso aunque hubiera gente que no probó bocado. Finalmente, y por respeto a sus compañeros, únicamente se pasó la lengua con un dedo para degustar la comida. La carne sabía rara, pero como la mayoría de ordeses, Lara interpretó esa rareza como algo positivo. Algo novedoso a lo que se podría acostumbrar. El caviar se le antojó aburrido al lado del filete y lo acabó apartando.

Mientras comió, los niños volvieron a berrear varias veces y, aunque Lara consiguió apaciguarlos rápido, la idea de la cuna y lo que le había comentado Archi al respecto volvieron a rondarle los pensamientos. Al final, se echó un eructo apresurado para que el resto de sus compañeros supieran que la comida le había parecido buena (no se paró a pensar en que pudiera ser un poco arrogante por su parte, después de que ella fue la cocinera) y se dedicó a trasladar los alimentos de la cesta que habían empleado estos días a las otras hasta que la vació y se la pudo llevar arriba.

En su habitación apenas dormía gente, por lo que no le pareció demasiado problemático coger un par de sábanas y almohadas para dejar la cesta lo más acomodada posible. Las patas de escarabajo que quedaron sin cama acabaron escondidas entre las ropas de la cesta. <<Esto os protegerá si no estoy cerca>>. Los sacó uno por uno y, tras depositarlos con un cuidado sumo en su cuna improvisada, repartió a los cinco sendos besos en la frente. Seguidamente, se quitó la falda para no estropeara y rebusco hasta que dio con lo único que necesitaría en la salida: un cinto. Tras ponérselo, agarró el asa de la cesta y bajó con ellos con la intención de dejarlos al cuidado de quienes se quedaran en el torreón (si le parecía que quedara alguien de confianza).

Una vez supo que Keiria se quedaba y evaluó al resto de los que permanecerían allí con una mirada que bien podría incomodarles, se los acabó dejando a la ulterana. Acto seguido, bajó corriendo a la armería y rebuscó en busca de algo manejable. La inmensa mayoría de armas eran demasiado grandes y pesadas para la madre, por lo que al final no le quedó otra que coger la daga que vio en mejores condiciones. La guardó en una funda de cuero vieja y se la enganchó al cinturón. Un gesto tan pequeño como ese fue suficiente para hacerle cosquillas a sus miedos e hizo sentir a Lara más poderosa de lo que se había sentido nunca en ninguna otra partida. <<Esta es la buena>> supo. Lo siguiente que hizo fue buscar entre los escudos y, en vistas de que no tenía ni idea de usar el arma, se enganchó uno en cada antebrazo; ponerse el segundo le costó bastante más que el primero, pero el esfuerzo le pareció merecer la pena. <<No sé cómo no se le ha ocurrido esto a nadie antes… La de vidas que se habrían salvado así>>. Por fin preparada para la excursión, salió hasta donde el resto se agrupaba para salir.

-¡Os acompaño!-agitó su naricilla en un tic nervioso, consciente de que se le olvidaba algo, y segundos después su cara se iluminó por completo-. No le he puesto nombre a la daga. Usar un arma sin nombre da una mala suerte horrible… Menos mal que me he acordado ahora-pensó en voz alta, más para sí misma que para nadie más. Tras barajar varias opciones, al final tuvo claro cómo llamarla-. ¡Será Despellejadora 1010!-explicó al resto antes de suspirar con su seguridad renovada. Había tenido una sensación extraña al pensar ese nombre y eso solo podía significar algo bueno. <<Seguro que ha sido cosa de la herencia adivinadora de mi madre>> quiso creer. Fuera como fuera, Lara estaba lista.
Naeryan

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Torreón Maciel (Archivo V) - Página 9 Empty Re: Torreón Maciel (Archivo V)

21/08/13, 04:25 am
"Qué lerdos son para comer", se desesperaba Taro. Apoyado contra la pared, había acabado poniéndose música y empezado a removerse en el sitio, inquieto. El puente mecánico estaba subido y no podía salir, un inconveniente que aquellos que funcionaban por levitación en Carabás no tenían, y el chico empezaba a darse cuenta de forma desasosegante, comparando el nivel de avance mágico de Rocavarancolia con Vora, de qué pinta tenía que ofrecer su expediente médico al lado del de un tipo A frente a cualquier evaluador.
-A por más comida- para una vez que Shaco había dicho algo que él podía comprender en su totalidad valía la pena salir de su mutismo para responder-. No sé dónde, pero supongo que vosotros sí.

Lara le miró mal cuando no le vio a la mesa, pero Taro no supo por qué y se rebulló incómodo bajo su escrutinio. En circunstancias normales habría empezado a comer de inmediato, pero antes le echó un vistazo disimuladamente al contenido del bocadillo. Lara había cocinado a mano como solía hacer él cuando le sobraban créditos y podía permitirse comer algo aparte de lo del comedor, pero el resultado no se parecía a la comida de sobre a la que estaba acostumbrado y Taro no estaba muy seguro de si eso era bueno o malo. Sopesándolo estaba cuando Archi le dirigió la palabra, y mientras bajaba el volumen de la música se perdió la mitad de lo que dijo.

Miró al irrense unos segundos. "¿Se está riendo de mí?" No sería la primera vez que alguien de una clase para adelantados trataba de dárselas de listillo usando palabras largas delante de los demás. Pero Archi lo decía todo con idéntica cara de póker, así que no lo parecía.
-No sé, solo tardáis mucho- masculló tironeando de una de las cintas de cuero-. Y lo agotáis todo ahora, sin guardaros nada para el camino luego. No sé, uno puede comer mientras hace sus cosas igualmente, y se ahorra tiempo y hambre luego- sin tener la sensación de que realmente le hubieran comprendido se subió el cuello del jersey para que le tapase la barbilla y se calló de forma un poco huraña.

Finalmente el sabihondo involuntario terminó de comer y acabó bajando el puente. No demasiado acostumbrado a darles cuentas a nadie de sus idas y venidas, a Taro no se le ocurrió decir algo sobre las líneas de "me voy adelantando", y fue el primero en cruzar el puente. Planeaba ir probando las ruinas más cercanas mientras los más tardones espabilaban.


Última edición por Naeryan el 22/08/13, 10:34 pm, editado 1 vez
Leonart
Leonart

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21/08/13, 04:39 pm
Debido a que nadie corrigió al aprendiz en su forma de sentarse, inconscientemente, algo en su mente se quebró, algo que habia llevado meses de duro entrenamiento debido a años de una costumbre poco apreciada en la sociedad. En efecto, el aprendiz se habia olvidado entonces a sentarse como un humano, pero no parecio ni notarlo.

Aunque muchos no le hicieran ascos a la carne, el ruso nunca habia tenido especial predilección por la comida que no le oliera especialmente apetitosa, pues su olfato casi nunca le engañaba. Miró nerviosamente por la sala hasta que localizó al falso!yoshi y le enseñó el plato con la carne por debajo de la mesa y, llamandole como un perro, le dejó el susodicho en las manos y le revolvio el pelo socarronamente. Fue entonces a la cocina. Tras pillarse otro jugoso melocotón e hincar los dientes sobre su rosada superficie, volvió a reunirse con los demás del grupo mientras se acababa la fruta con gusto.

Listos para salir, algunos se pertrecharon en la armeria, como Lara Croft, que además bautizó su arma insitu. Aquello arrancó una risotada ruidosa del aprendiz quien llamó la atención a la ordesa mientras sujetaba su recien bautizada arma.
-Luego, si llegamos a encontrar la magia apropiada, podriamos hechizarla y hacer que ignorase tiradas de salvación por armadura.-comentó con una sonrisa bromista, pero amable.

No tardó en impacientarse. Tazo explicó muy por encima porque el hecho de sentarse a la mesa le parecia inutil o un gasto de tiempo. Aunque su lógica era impecable, el ruso se rascó la cabeza, dándole vueltas para hallar una manera de explicarle al carabés la razón de aquello. Él tampoco lo entendia muy bien asi que lo intentó explicar diciendo lo primero que se pasó por su mente.
-¿No se hace por algún motivo de socialización?-sonó muy inseguro y se reafirmó, explicandose.-Quiero decir, en mi mundo, se hace porque es una forma de pasar el tiempo con personas y establecer vínculos...-se rascó la barbilla, pensativo.

>> Y flags, y eventos, y convinientes manchas de vino y heart points by the face...
>> Y de masturbaciones con los pies por debajo de la mesa...

>>... Ulooka, pls

Todos listos y preparados para salir, fue Taro el que le arrancó el liderar al grupo, seguido de cerca por el clinger que ya le daba como un caso perdido.

>> IS IT BUT A CHALLENGE TO YA!?
>> BUT... SHISHOU
>> NO BUTTS, NO CRY. ¡Ve trás él!

>> Hai, sir

El aprendiz rompio en una pequeña carrera hasta alcanzar al carabés por detrás. Tras palmearle los hombros por detrás para llamarle la atención. Cuando el chico se giró, el aprendiz se esforzó por girar al mismo ritmo alrededor de él, intentando llegar a su punto ciego en el campo visual, tras unos segundos de mareo, finalmente le consiguio ver. La reacción del humano fue partirse la caja, con su típica sonrisa de mono.
-¿Qué haces mirando los edificios tan de cerca? ¿Es que tambien piensas escalar tú tambien?-dijo, mientras comenzaba a hacerlo, mirándo al carabés más abajo. Canturreaba la canción de SpiderCerdo mientras trepaba.

>> I will show you my L1 - R1 techinique...

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す           争            基         ま
べ           は            づ         す
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の           瞞            て          
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Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
Alicia
Alicia

Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos

Personajes :
  • Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
  • Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
  • Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
  • Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.


Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.

Torreón Maciel (Archivo V) - Página 9 Empty Re: Torreón Maciel (Archivo V)

22/08/13, 12:01 am
Mientras Lara cocinaba, Ri se estaba colocando las garras en las manos, creyendo que ya salían. Observó poco convencida los procedimientos en la cocina de la ordesa, que parecía estar eligiendo los ingredientes al azar. Sin embargo terminó haciendo una versión simplificada de una receta que ella conocía. Cuando el chico bestia impidió que echara la miel torció el gesto:
- Es una lastima. Con miel, mantequilla y ajo eso sabría mucho mejor. Nero, acabas de desayunar
- Es mi segundo desayuno - repuso Nero comiendo de su plato con una sonrida. El ritmo al que comía, por lo general rápido, decayó mucho en cuanto fur obvio que Taro estaba impaciente, y Ri, que no comía también. La chica albina fue a la armería por segunda vez para buscarle algo, evitando excusas para futuros retrasos. Subió varios cuchillos, una daga, una espada corta y una maza.
- Para que elijas. - dijo plantandoselo delante, y subió en busca de algo con lo que cubrir el torso aun desnudo de su edeel.
- Prisa por salir de día, Ri?- Nero estaba entretenido jugueteando con el último pedazo de carne. No perdía de vista a Anriel, que no varió la expresión en absoluto. Ambos sabían que los lugares luminosos la intranquilizaban, pero también aue Ri preferia cortarse una mano a demostrarle que estaba asustada. La pregunta quedó sin respuesta.
Vistiendose con gracia felina y cogiendo una daga y un par de cuchillos, Nero salió de los primeros por la puerta. Alcanzó a Taro y Shaco cuando el ultimo empezaba a escalar un muro.
- Y no creeis que esperar a los que saben donde esta la comida os facilitaría mucho el trabajo?- dijo esgrimiendo su sonrisa habitual. Ri le había seguido y miraba a Shaco tratando de descifrar que luces ocurría en su cabeza.



Sigue en el Barrio de los callejones sin salida

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Naeryan
Naeryan

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Nombre:
Especie:
Habilidades:

Personajes :
CLICK:

Unidades mágicas : DENIED
Armas :
CLICK:

Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)

Torreón Maciel (Archivo V) - Página 9 Empty Re: Torreón Maciel (Archivo V)

22/08/13, 10:53 pm
Taro iba con la música puesta y dio un respingo cuando Shaco se le acercó por detrás.
-Justo- respondió sorprendido, quitándose los auriculares-. ¿Cómo lo...?
Su pregunta quedó contestada cuando el propio ruso se le adelantó y escaló la fachada. Tras un segundo inicial de desconcierto Taro esbozó una sonrisa incrédula y se preparó para subir tras él. Hacía más de un año que no tenía un pique amistoso a ese respecto, desde que Renen había muerto; y ahora que se había acostumbrado a ello se le iba a hacer raro volver a ir por los tejados en compañía.

Cuando Nero les habló, por toda respuesta Taro se limitó a señalar con el dedo a Xalkoth. Mientras ellos se habían detenido el clinger se había encaramado a un edificio más atrás para orientarse, tras lo cual había descendido al suelo y guiaba la marcha en dirección a las cestas. Mientras no fuesen demasiado rápido y no lo perdiesen de vista no había peligro de perderse.

Le dio el último mordisco al bocadillo que se había hecho con la comida de Lara, y aún masticando siguió a Shaco edificio arriba. No conocía el terreno así que sus maniobras por los tejados fueron a paso de trote, sin arrancar a correr en ningún momento a menos que necesitase carrerilla, con el objetivo de reducir al mínimo cualquier tropiezo accidental. Tendría que cuidarse más a partir de entonces: ahora ya no estaba en Vora, y eso significaba que ya no había estaciones sanitarias a las que arrastrar sus cojeras y su orgullo cuando se caía.

Aprovechó esa circunstancia para fijarse bien en dónde había asideros firmes, zonas despejadas, sitios por donde descolgarse o puntos de impulso para recorridos futuros. Asimismo observaba con curiosidad las evoluciones de Shaco. Dejaba un amplio margen de espacio de maniobra entre el ruso y él, y poniendo especial cuidado, el que no había tenido y que había pagado caro en su momento, en no cubrir ambos un mismo salto a la vez.

Sigue en el Barrio de los Callejones Sin Salida.

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"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
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Durante el transcurso del evento... (CLICK):
Tak
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GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
Kin: demonio raigaurum irrense.
Ayne: anima sinhadre.
Eara: sinhadre sin esencia.
Nime: demonio mineral libense.
Iemai: cercana, fallecida.
Airi: sanaí.


Unidades mágicas : 8/8

Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.


Armas :
Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
Kin: alfanje y guan dao.
Ayne: sable.
Eara: ballesta de repetición.
Nime: dagas.
Airi: vara y arco.


Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧

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23/08/13, 01:05 am
La gente empezó a levantarse para preparar la salida. Varios se surtieron en la armería, cosa que él no tenía pensado hacer en un principio. Reconoció que, si estaba cambiando de opinión, era porque un arma en la mano daba cierta seguridad, «¿pero de qué sirve tenerla cuando no sabes ni usarla?». No tardó en recordar el alfanje que le había enseñado a Archi, un arma ligera de poco más de un kilo de peso. Como si salir con el sable fuese la travesura de un criajo, cedió a la ilusión y se escurrió al sótano a recuperar el arma, que cruzó en su cinturón con una sonrisa estúpidamente triunfal. Al regresar a la cocina hizo que la música dejara de sonar y se cruzó de brazos esperando a que se pusieran todos en marcha. El trío que trepaba a los edificios siguió haciendo las cosas a su particular manera, algo que en realidad consideraba todo un logro, mientras los demás se conformaban con el suelo.
Digo yo que hoy no hará falta ir corriendo, ¿no? —preguntó como quien no quiere la cosa, aunque esperanzado.

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Giniroryu
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Personajes :
Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.

Armas :
Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
Rägjynn: jō.
Naeleth: arco, sai y báculo.


Status : Gin: do the windy thing.

Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.

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23/08/13, 03:44 am
Archime observó a Taro fijamente un segundo cuando este le respondió. Su información había sido muy escueta y poco precisa, pero había sido suficiente como para intuír que las costumbres carabesas en cuanto al procedimiento de ingesta de alimentos difería de los puntos en común que parecían tener el resto de mundos cuyos representantes se encontraban ahora sentados para comer. Realmente, el ingeniero nunca se había parado a pensar por qué existía aquella costumbre, prácticamente solo existente en los pueblos en Irraria, de reunirse para almorzar de aquella manera, pero la intervención de Shaco le hizo pensar que probablemente tuviese algo de razón en lo que decía. De todos modos, a Archime le resultaba lógico dedicar una pequeña porción de tiempo exclusivamente a comer, él siempre realizaba trabajos más reposados inmediatamente después de haber comido pues sentía el estómago demasiado pesado como para moverse mucho. Que de vez en cuando se olvidase de que debía parar para realizar la debida ingesta de nutrientes se trataba de un efecto de la pérdida de la noción del tiempo mientras se encontraba absorto en algún trabajo especialmemte interesante, pero no por ello era incapaz de ver la lógica tras aquella acción denominada "pausa para comer".

La extraña combinación de Lara 37 tenía un sabor algo extraño, diferente a lo que estaba acostumbrado, pero tampoco resultaba desagradable. Aunque el biomecánico estaba seguro de que no había suficiente aporte energético en aquella elección de alimentos, por lo que dedujo que, como mínimo, los ordeses no necesitaban consumir tantas calorías como su especie, cosa que era completamente lógica ya que carecían de órgano bioeléctrico. Es por ello que, cuando terminaron de comer y se disponían a irse, con las palabras y las acciones del carabés en mente, recogió de las cestas un par de bollos de aspecto calórico. Tal vez en Rocavarancolia el método de Taro podría ser eficiente como complementación a almuerzos como el que Lara 37 les había preparado.

Archime analizó cuidadosamente los preparativos de sus compañeros, llamando especialmente su atención el que la mayoría hubiese decidido pertrecharse con armas. Ninguno parecía tener conocimientos reales a la hora de utilizarlas, salvo tal vez Xalkoth, y Archime estaba convencido de que era una imprudencia empuñar una herramienta peligrosa sin poseer la habilidad necesaria. Conocía la clase de accidentes que podrían ocurrir por el mal uso del instrumental que utilizaba a diario para su trabajo y tratándose de armas, fabricadas con el exclusivo propósito de dañar, el riesgo era mucho mayor. También se preguntó si en Ordesta existían los videojuegos a pesar de que lo que intuía acerca del mundo de Lara 37 se le antojaba bastante atrasado tecnológicamente hablando, pero aquella costumbre de poner nombres a las armas era algo que el irrense tan solo había observando en las aventuras virtuales.

El irrense no dudó en anunciar escuetamente que procedía a hacer descender el puente levadizo para que pudieran salir al exterior, pues tras haber sido testigo del peligro que había corrido el mecanismo en manos del insecto, no se fiaba de que algún otro contase con la habilidad necesaria para controlarlo. Aunque subconscientemente, a Archime le habría encantado que alguien lo rompiese para poder dedicarse a arreglarlo, pero en aquel instante este hecho resultaba contraproducente ya que la idea era realizar una exploración en las calles.

Archime casi se estremeció cuando escuchó a Cío hablar sobre correr, deseando en su fuero interno que efectivamente no sintiesen la necesidad de desplazarse con tanta premura. Pero sabía que era poco probable que el ritmo de desplazamiento fuese pausado, pues tanto Xalkoth como Shaco habían presentado una tendencía desmesurada a realizar toda clase de acrobacias y carreras a través de las calles. El biomecánico había estado demasiado ocupado tratando de no ahogarse como para prestar toda su atención a los movimientos de sus compañeros, pero le resultaba del todo increíble observar de lo que eran capaces aquellos seres. Su asombro no hizo sino aumentar al comprobar el panorama una vez salieron del torreón, sumando a Taro a la anterior lista y certificando que había dicho la verdad acerca de como había accedido al torreón la noche anterior.

En algún momento que tuvo a Shaco cerca, se acercó todo lo apresuradamente a él que sus desentrenadas piernas le permitieron antes de que el pelinaranja desapareciese en lo alto de algún edificio, para cuestionarle de una vez por todas lo que ya había pospuesto demasiado.
Shaco, ¿podrías proporcionar el nombre del planeta del que procedes y la especie a la que perteneces?
Con eso bastaría por el momento, pero todavía quería saber mucho más acerca de los mundos de procedencia de cada uno de sus compañeros. Sin embargo, para Archime, las preguntas directas tan solo debían realizarse cuando era esctrictamente necesario y la deducción y el análisis dejaban demasiado espacio para las dudas o el desconocimiento.

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Naeryan
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24/08/13, 10:41 pm
Taro fue el primero en llegar, y aporreó la puerta todo lo que hizo falta hasta que alguien por fin les abrió. Pasó adentro a toda prisa, respirando agitadamente, y lo primero que hizo fue comprobar si aquellas... cosas les habían seguido. Uno tras otro fueron entrando los demás, en distintos grados de deterioro, y en cierto momento el carabés se dio cuenta de algo importante.
-Hostias- dijo a media voz una vez el revuelo de voces iniciales de alarma remitió un poco-. Las cestas. ¿Alguien ha traído algo?
"Aunque sea una servilleta..." Si no, habían salido para nada.
Taro volvió a sacar la barrita energética que había dejado a la mitad en los callejones y se la terminó. Tenía el estómago cerrado a causa de la tensión que se negaba a abandonarle, pero sabía que si no lo hacía pasaría hambre luego.

Había sido con diferencia el mejor parado de los excursionistas, con la notable excepción de Xalkoth quien se había quitado de en medio en cuanto había podido. La pareja colorida eran los dos que habían acabado peor, pero prácticamente todos los demás tenían como mínimo alguna herida abierta. No obstante la voz cantante definitivamente se la llevó Archi, quien en ese momento entró renqueando al salón en pleno ataque de asma. Les habían contado en clase que algunos desajustes genemágicos a veces dejaban esa clase de enfermedades intactas, y Taro reconoció vagamente los síntomas.
A consecuencia de su nulo nivel de magia el carabés había aprendido a fuerza de costumbre a tratarse lesiones de todo tipo al hacer ejercicio, pero aquello... Con aquellas cosas sí que había que aplicarse un parche comercial, o se llevaba al afectado a una estación curativa, o le curaba uno mismo con magia si había cogido "primeros auxilios" como optativa. Ninguna de las tres opciones estaba disponible en ese momento, y el carabés no conocía ninguna otra.

-¿Alguno se sabe algún hechizo de esos respiratorios?- preguntó en derredor-. ¿Nadie?- dijo frustrado ante las caras de póker generales-. ¿Ninguno tenéis un parche, un inyector o algo?- miró a Archi. Por lógica tenía más probabilidades de llevar algo de eso encima que los otros. Si no...

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Giniroryu
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Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Personajes :
Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.

Armas :
Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
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25/08/13, 04:51 pm
Archime se estaba ahogando. No merecía la pena establecer una sentencia más precisa al respecto, pues lo único en lo que podía ocupar su mente en aquellos momentos era en sus dificultosas y escandalosas bocanadas con las que intentaba que el aire llegase a sus pulmones. Entró el último en el torreón, siendo arrastrado por Cío. Los jadeos interrumpían fatídicamente sus afanosos intentos por regular su respiración. En cuanto se soltó del agarre del otro irrense, el biomecánico avanzó a trompicones hacia el interior del salón, completamente doblado sobre sí mismo.

El biomecánico captó la mención a la magia que enunció el carabés e hizo un amago de alzar la cabeza en su dirección, como intentando realizar una pregunta muda, pero se vio obligado a desistir en favor de continuar la ardua tarea que en ese momento le suponía poner sus pulmones en funcionamiento. Cuando escuchó las sugerencias de Taro acerca de métodos alternativos para paliar aquella situación, a la memoria de Archime acudió de súbito un recuerdo.

Los médicos le habían dicho que lo llevase siempre encima por si alguna vez le sucedía aquella eventualidad. El avanzado tratamiento que tomaba en Irraria, junto con su pasividad en lo que a esfuerzo físico se refiere, habían impedido que se viese jamás en la tesitura. Pero Archime no se había planteado desoír la advertencia del médico, y comenzó a rebuscar en sus bolsillos con visible esfuerzo, hasta que su brazo no mecánico topó con el recipiente alargado que buscaba.

Se llevó el inhalador a la boca y se suministró dos dosis, posología que recordaba haberle sido indicada. Tras unas cuantas escandalosas bocanadas más, la respiración del irrense comenzó por fin a normalizarse mientras el ingeniero se prácticamente arrastraba hacia un lugar donde sentarse. Alcanzó un sillón y se sentó, con la mirada fija en las manchas de sangre de su bata, todavía jadeando por el supremo esfuerzo que le había supuesto cualquier movimiento desde que aquellos seres habían comenzado a atacarlos.
Disculpa, Taro... —comenzó a decir a pesar de no haber recuperado el aliento por completo—. ¿Debe entenderse que sois.. conocedores de... la hechicería en... Carabás?
Alicia
Alicia

Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :
  • Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
  • Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
  • Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
  • Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.


Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.

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25/08/13, 07:23 pm
Nero había apuñalado también a lo que se le había enganchado en la cara, llevandose una nariz rota y lineas rojas y sangrantes en una de las mejillas y en la clavicula. Se había dirigido a Shaco y Ri, hundiendo los cuchillos en cabezas y cuellos de reptil. Coincidía en la opinión de que no debían prolongar aquello mucho más, así que iba simplemente para sacar a su aurva del apuro. No había sido necesario, unos escombros despejaron el camino, cortesía de la ardilla, y ambos llegaron a Maciel más o menos enteros.
Se sentó sin apoyar la espalda en el respaldo, ensangrentado y jadeante. Ri seguía cogida a Shaco y temblaba un poco. Quería detenerlo, pero era incapaz. Al menos no iba a llorar. Le gustaría decir que Nero ya no sonreía, pero eso solo fue así hasta el final del ataque de asma del mediobestia, cuando este usó el primer aliento para preguntarle a Taro por magia. La risa de Nero sonó cristalina, con verdadera diversión.
- Es una gran pregunta.- dijo, esperando la respuesta del aurva. Sabían bastante poco de sus compañeros de torreón, incluyendo al trepamuros de ojos chillones.
- Shaco, necesito que me eches una mano, debería vendarme la herida y detener el sangrado.- dijo en voz baja Anriel, realmente mareada.

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Leonart
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :
Heridas:

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25/08/13, 09:05 pm
El aprendiz llegó trotando los últimos pasos al torreón, con la chica cogida a él. No parpadeó y casi parecia que no respiraba. Estaba concentrado en otra cosa, como en el supurante dolor del brazo, el sabor de la derrota en la boca o directamente cualquier otra cosa que no fuera en sentir en demasia el contacto con la chica. Si empezaba a darle vueltas, no habria fin para él.
La sentó en una silla con cierta torpeza y le trajo otra silla más pequeña para que apoyara el pie herido. Entonces, la chica habló. Al oir su voz dirigiendose a él, todo se hizo por algún motivo, más real. Las orejas se tornaron coloradas al hablarle ella y el clavó la mirada en el suelo, agarrandose el brazo herido. Algo vacilante y con la voz tomada, la contestó.
-...ahora lo traigo...-contestó casi en un susurro. Si no se hubiera dado la vuelta entonces, se podria haber apreciado el color sonrosado que adquirió sus mejillas.

>> Espera, espera, espera. ¡Me esta hablando una chica! ¡Una chica de verdad!

>> Asi es Pinnocchio.
>> Grandes habilidades de detecitve.

>> ¡Y aún más! ¡La he tocado! ¡Ella me ha tocado a mi! ¡Le he sido útil a una chica de verdad!
>> Oye, como alguien te oyese ahora mismo probablemente te malinpretarian y ni te volverian a dirigir la palabra. Lo sabes, ¿no?

Ignoró las hirientes palabras de Aluqa. Las manos le sudaban y la cabeza le daba vueltas, por la perdida de sangre, el dolor y porque estaba hiperventilandose. En un intento de calmarse se apoyó contra la pared mientras subia las escaleras, sonrojandose cada vez más.
Finalmente llegó a la planta donde antes habia encontrado ropa, pero por supuesto no la habia llegado a ponersela. Él estaba muy contento con la suya y no queria romperla, bastante que uno de los costados estuviera manchado de su propia sangre, tiñiendo el azul de rojo.

>> Pero la historia se escribe con sangre.
>> Tengo otro dicho para ti: Con sangre entra y con sangre sale.
>> ºAº
>> Hoy estas especialmente borde, ¿eh? ¿Estas en esos dias del mes? Ku ku ku
>> Vete a la mierda, payaso.
- Risas -
>> Ahora, chavalín. Tu trabajo no ha terminado, tienes que bajar y ayudarla a curar la herida y una vez- ¡EH! ¿¡Me estas oyendo!?

El aprendiz estaba ocupado en esos instantes intentando lamerse la herida inutilmente. Estiraba la lengua, cuello y brazo todo lo que podia pero no llegaba a alcanzar los surcos por los que manaba su sangre deslizandose a través de su piel. Finalmente derrotado decidió dejarlo.

>> ...

-Que sí, que si... Ya voy...-dijo por debajo de su aliento.

Rebuscó entre los montones de ropa un par de camisetas de diferente dureza y materiales, pues no sabia exactamente lo que necesitaba buscar y, reemprendió el viaje de vuelta, rasgando las camisetas por el camino con su mente muy ocupada en varios asuntos. No fue hasta que tuvo que enfrentarse a la realidad de nuevo, cuando vió a la chica sentada en la silla esperandole. Sin contar con la ayuda de Aluqa, el aprendiz volvió a clavar la mirada al suelo y andó hacia ella, tendiendole los diferentes jirones de camiseta a la chica.
-esto ha sido lo mejor que he encontrado... espero que sirva...-volvió a decir casi en un susurro. Algo titubeante, continuó hablando.
-n-no se como puedo vendarte... n-nunca lo he hecho... pero si me indicas c-como, quizas pueda ayudarte...-

Sus ojos vagaron entonces. Habian traido muy pocas cestas aquella vez, fruto del ataque de las criaturas. Podia ver como el edward elric estaba sufriendo un importante ataque de asma. Aunque no lo reconoció como tal, simplemente la escena le indicó que tenia que ver con que no estaba respirando del todo correctamente. Vaciló sobre si ir a ayudarle pero entonces se sacó una especie de aparato y, tras inhalar un par de veces, consiguio recuperar poco a poco el aliento.

-¿A-Alguno necesita ayuda con algo?-dijo, ligeramente mareado por la perdida de sangre.
El aprendiz no pudo sino, sentirse tristemente inutil e inferior. No podia hacer nada para ayudar a los heridos, no podia proteger al grupo y ni si quiera podia hablar decentemente con algunos miembros de este. ¿A quién pretendia engañar?

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す           争            基         ま
べ           は            づ         す
て           欺            い          。
の           瞞            て          
戦           に            い          

Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
Yber
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Personajes :
Dirke/Ramas.
Giz.
Tap/Malahierba.
Lara 37/Saria Omen.
Rasqa: parqio transformado en moloch.
Eitne.


Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.

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26/08/13, 12:11 am
Por suerte para Lara, no tuvo que prescindir de su cesta y todo su contenido salvo la carne llegó al torreón con ella. Llegó con su pelaje medio emplastado por el sudor y, en las zonas en que le habían mordido, por la sangre. Cojeaba levemente, pero no había queja que saliera de su boca, porque era terca y no permitiría mostrar debilidad ante sus compañeros. Era una elegida para lo bueno y para lo malo. Y además había varias personas en peores condiciones que ella misma. No había obviado la ausencia de Xalkoth.

En cuanto llegó a Maciel, soltó la cesta frente a la puerta y tuvo como principal prioridad asegurarse de que los pequeños estaban bien. Aún con todo lo que les había ocurrido, Lara tuvo tiempo para hacerles un par de carantoñas y saludarles como se merecían. Dio las gracias a Keiria y supo muy bien que era lo que debía hacer ahora. Era la única madre de la torre y debía dar buen ejemplo. Subió a por un par de prendas viejas y las bajó al salón justo a tiempo de escuchar a Cio sugerir hervir las vendas. Intuyó que tenía conocimientos curativos y no puso ni una sola pega a su sugerencia. El sonido brusco de Archi respirando con dificultad sonó menos grave a oídos de la muchacha, por lo que supuso que se le estaba pasando y decidió centrar su atención en buscar al bicho, al que no tardó en encontrar.

-Tú, langosto, andando al pozo. Ve llevando cubos de agua dentro-le ordenó con una expresión que daba pie a pocas dudas sobre la opinión de la muchacha ante la huida de Xalkoth-. Y si te intentas escaquear igual que lo has hecho ahí fuera contra esos monstruos, yo misma me encargo de que hoy no cenes.

El bicho ayudó a regañadientes y Lara se tuvo que poner (más) seria con él para que lo hiciera, pero con paciencia y saliva todo entraba, y en este caso fueron los cubos cargados de agua. A pesar de la insistencia de la ordesa, Keiria no le dejó hervirla a ella. Lara desistió sin mucha convicción y, de hecho, no supo estarse quieta. En lugar de sentarse, se acercó a la pareja que llegó ayer tarde y le pidió los trapos que iban a usar como vendas para que Keiria los limpiara también. Conforme fueron saliendo limpios, Lara los fue repartiendo a todos los heridos. Cuando acabaron con el trajín de las vendas y tuvo las heridas limpias y bien tapadas, volvió hasta la cesta e hizo lo que más ganas tenía de hacer desde que había llegado. Se agachó para que los niños la vieran y acarició a uno de ellos en la barriga.

-Hoy mamá ha sido muy valiente-les susurró en un tono de voz que era todo afecto, salvo por una pizca de miedo que se dejó entrever en el temblor de sus palabras.

Los sacó uno por uno, dándoles el beso de turno, y los fue depositando en su marsupio. Acarició la bolsa cuando estuvieron todos dentro y Lara no pudo sentirse más reconfortada. <<Ha merecido la pena volver>>. Todos los dolores pasaron a un segundo plano y Lara no tardó en encaminarse de nuevo hasta el salón donde estaban todos, con el ánimo renovado de forma casi mágica.

-Creo, y digo creo aunque no tengo ninguna duda, que deberíamos sentarnos a hablar sobre lo que ha ocurrido-dijo en un tono de voz lo suficientemente alto como para que la oyera todo el mundo y se fueran acercando.

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No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Tak
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GM

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26/08/13, 01:03 am
Para abrirse camino tuvo que continuar blandiendo a lo loco el afanje, cosa que pasó a ser inútil e hizo que se ganase algún mordisco más hasta que por fin dejaron atrás el círculo de criaturas que les cortaba el paso. Solo fue consciente a medias de la ayuda que prestó Archi a Lara, de cómo los demás salían también de la plaza y eran ayudados por Taro. Él solamente podía pensar en continuar corriendo, sin soltar a Archi, que ofrecía resistencia al igual que la cesta. Las piernas le dolían, por las heridas, por el esfuerzo, por todo, pero no se permitió relajar el paso hasta que se habían alejado varias calles. Habiendo dejado de sacudir el arma utilizó la mano para algo más útil, como era sujetarse el pantalón para no dejarlo atrás con la carrera. Jadeaba ruidosamente y escuchaba al biomecánico hacer lo propio, pero cada vez de forma más exagerada, parecía asfixiarse.
Aguanta un poco más  —le dijo entrecortadamente. «Flojo» añadió para sí mismo. Aunque era cierto que tampoco podía decir gran cosa de sí mismo, ya que se rezagaron como los que más.

Cuando por fin atraversaron la entrada al torreón se detuvo soltando a Archi y dejando caer el alfanje. Se apoyó en una pared para tomar aire ruidosamente. Encendió la pantalla de su ordenador y consultó casi con miedo su frecuencia cardíaca, acelerada convenientemente por su marcapasos. Escuchó la pregunta de Taro y como única respuesta alzó la cesta que llevaba pendida del brazo. Un poco más allá, el otro irrense se dejaba caer en el sofá, y Cío se dio cuenta al fin de que lo de su respiración no era normal. Ya suponía que era asma cuando le vio utilizar un inhalador. «La genética nos sonríe que te cagas a los dos, ¿eh, flojucho?».

Le escamó el hecho de que en el mundo del saltimbanqui también hubiese magia, y de hecho estaba harto de oír referencias, como si todos aquellos personajes, o mejor dicho, sus mundos, fuesen más dignos de recibir magia que el suyo propio. Pero no era el momento de pensar en eso, aunque Archi opinase lo contrario. Habiendo recuperado algo el aliento, aunque todavía mareado, examinó los mordiscos de sus piernas. Del más profundo todavía manaba sangre, mientras que otros más superficiales empezaban a coagular. El pelirrojo y la peludita trajeron trapos viejos que poder usar de vendas, sacados seguramente de los baúles atestados de polvo del piso de arriba.
¿No habría que hervir agua para desinfectar eso? Están llenos de mierda.  —Mientras hablaba, se puso a hacer un nudo en el cinturón y aflojar la hebilla para cubrir el pedazo perdido—. Habrá que limpiar las heridas con jabón a falta de otra cosa.

Cuando Lara puso al bicho a recoger agua del pozo fue cuando por fin se dio cuenta de quién faltaba cuando huían apresuradamente. «Pequeño hijo de puta» pensó mientras miraba fijamente su nuca «mucho alardear y al final lo que sabías hacer era salir por patas». Después, simplemente se sentó a esperar a que empezasen a repartir los trapos. Se subió el pantalón y quitó las botas antes de limpiar la sangre con agua y jabón, apretando los dientes cada vez que presionaba. Por último anudó una venda alrededor del corte más profundo. Ahora que su cuerpo se iba enfriando, empezó a cojear levemente. «Espero que esto se cure pronto».

Cuando Lara pidió atención cogió la misma silla en la que había estado y la arrastró a la zona de los sillones, sentándose en ella del revés y apoyando la cabeza en el respaldo. No había dado más vueltas de las necesarias al asunto, pero la sensación de tranquilidad con que había llegado a la ciudad se había desvanecido por fin completamente.
Pues ya conocemos a nuestra competencia por la comida. Reptiles más raros que el morro de un irrqin, que atacan en manada y muerden que da gusto. Por no hablar de la bestia misteriosa de ayer. — «Y yo quiero saber dónde cojones estamos realmente».


Última edición por Tak el 26/08/13, 03:10 am, editado 1 vez
Red
Red

Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
Saren: Selkie roc idrino.
Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
Sekk: Berserker ulterano.
Remilo: Brujo del cobre irrense.
Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.

Torreón Maciel (Archivo V) - Página 9 Empty Re: Torreón Maciel (Archivo V)

26/08/13, 03:01 am
Cuando sus compañeros salieron por la puerta, la ulterana se sentó con la cesta que le había dejado Lara en frente, no muy segura sobre lo que debería hacer. Así permaneció unos minutos, y sus dedos tamborileaban suavemente sobre la superficie de la mesa mientras se preguntaba si los cachorros estarían bien allí dentro. Algo titubeante, la muchacha alzó levemente una de las tapas de la cesta, asomándose a la oscuridad de su interior con precaución y, forzando la vista, Keiria logró distinguir las cinco formas de los niños de la ordesa, que parecían dormir plácidamente abrigados por la falta de luz. Con una pequeña sonrisa en el rostro, la pelirroja volvió a cerrar la cesta con sumo cuidado y se puso en pie, acercándose a la cocina con un ojo puesto siempre en la improvisada cuna.
-¿Habrá algo parecido a una infusión en estas cestas? -se preguntó en voz alta, revolviendo un poco en ellas. No tardó en toparse con varias botellas de aquel liquido que Lara había usado para cocinar, y abriendo una, olisqueo el contenido con cuidado. Parecía té negro, así que sin pensárselo demasiado la ulterana encendió el fuego y puso un cazó a calentar, llevando a ebullición la infusión y buscando una tetera para llenarla. Chasqueó la lengua con desaprobación al no encontrar ninguna, y resignándose, se dirigió a la mesa con el cazo y un vaso, no había mucho donde elegir en lo que a vajilla se refería.

Se sirvió un vaso de té y se sentó junto a la cesta-cuna, dando pequeños sorbos a la infusión con la mente puesta en otra cosa. Sus manos no tardaron demasiado en hurgar en sus bolsillos inquietas, incapaz de estarse demasiado tiempo sin hacer nada. Sus dedos toparon con un reloj estropeado que había encontrado aquella mañana mientras limpiaba, y sacándolo a la luz, lo examinó con atención. A primera vista la chica no sabía cual podía ser la avería que impedía el avance de las agujas, así que golpeo suavemente la esfera del reloj con la uña, sin resultados satisfactorios. Hurgando de nuevo en sus bolsillos, sacó un pañuelo de tela clara y un pequeño destornillador de estrella, que por suerte coincidía con los tornillos del objeto que sopesaba entre las manos. Keiria extendió el artilugio sobre la tela con cuidado y abrió la parte posterior, asegurándose de contar las piezas que iba soltando. Las entrañas del reloj estaban plagadas de engranajes, y en el centro, estaba la pila que debería poner en funcionamiento todo el mecanismo. La pelirroja la retiro con cuidado y la apartó sobre el pañuelo, acercando la vista para ver si había alguna pieza suelta, pero no vio nada.

El tiempo pasó mientras la infusión iba desapareciendo y aunque los avances de Keiria eran inexistentes, la muchacha parecía entretenida. Una sonrisa apenas visible se dibujaba en su rostro, y sus ojos tenían la misma chispa de entusiasmo que habían reflejado cuando había visto los brazos mecánicos de Archi y Cío. Los niños de la pequeña ordesa no se despertaron en todo el tiempo que el grupo estuvo ausente, y cuando Xalk llamó a la puerta, la ulterana se guardó su pequeño proyecto en uno de los bolsillos de la camisola, envuelto en el pañuelo. Cargó con la cesta hasta el portón y abrió, dejando entrar a un clinger sumamente alterado. La muchacha se extraño de que el resto no entrara detrás, asi que le preguntó al bicho que había pasado, y cuando este le respondió, Keiria le miró incrédula.
-¿Y les has dejado atrás? -le pregunto, conteniendo el tono de su voz para no despertar a los cachorros-, ¿en qué estabas pensando, insensato? -le increpó, en su voz se reflejaban la preocupación y el cabreo. La ulterana estaba tensa, y estaba apunto de soltarle un bofetón al clinger para acallar sus patéticas excusas cuando volvieron a golpear la puerta. Keiria se apresuró a abrir de nuevo, y esta vez si que entró el grupo al completo.

Estaban bastante magullados, y alguno parecía herido de gravedad. Sin decir nada, la muchacha esperó a que entrara el último y cerró tras él, asegurando la puerta con los cerrojos. Se acercó a Lara y le dejó la cesta con sus retoños al lado, dedicando luego unos instantes a evaluar la situación. Todos los que habían salido habían resultado heridos, todos menos Xalk y Taro. Del primero ya sabía el porqué, de Taro tendría que esperar para conocer la respuesta. Antes de pudiera ponerse en movimiento, a su alrededor empezaron a sugerir cursos de acción para tratar las heridas de los presentes. La peludita quería ponerse a hervir agua, pero la ulterana se negó en redondo, y haciendo oídos sordos a sus quejas, Keiria se puso a calentar el agua que le trajeron y se dedicó a desinfectar todos los vendajes que pudieron reunir. Una vez terminada esta tarea, la muchacha ayudó a quien le solicitó asistencia para vendarse, y después se puso a preparar mas cantidad de aquel té negro para sus compañeros, pendiente a la explicación de porque habían vuelto de aquella manera.
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