Torreón Maciel (Archivo VII)
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Torreón Maciel (Archivo VII)
05/08/13, 03:48 am
Recuerdo del primer mensaje :
Torreón de cuatro plantas de piedra azulada, cuya azotea y última planta fueron destrozadas por una ballena, de la que ya solo queda el esqueleto. Allí anidan las estirges. Se accede por un puende levadizo y un portón. El corredor de la entrada está plagado de pintadas y mensajes y termina en una reja llena de púas. El patio, donde se reparten algunas vértebras del animal del techo, está rodeado de un muro coronado con cristales, y en el centro de éste hay una estatua de gran pájaro negro con el pico serrado en cuya base está apoyado el reloj robado del torreón Margalar.
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- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 03:15 am
¿Jace nervioso? Qué va.
La primera mitad del trayecto la pasó en absoluto silencio, algo perturbador tratándose de él, sin dirigir siquiera miradas a nadie y especialmente pendiente de tener el libro de mapas en las manos y su cuchillo bien guardado en uno de sus bolsillos. Le daba la sensación de que en cualquier instante el libro podría desaparecer de allí, y él cargaría con toda la culpa de perderlo. Le costaba mucho no emparanoiarse. Durante la otra mitad su comportamiento pasó a ser similar al de un suricato vigilando el terreno. Miraba a todos lados, atento a cada dato, ruido o esquina poco convencionales, pero aún sin decir nada. Finalmente, al tener el torreón en frente suya, notó como un nudo se creaba en su garganta con cuerdas de acero. Iba a conocer a más gente, y le daba miedo caerles mal.
Resultaba irónico que el mismo tío extrovertido que tendía a emborracharse todas las noches de conciertos, a gritarle a todo pulmón a sus amigos que había comprado calzoncillos de Pocoyó y solía meterse patatas fritas en la nariz para hacer reir a su novia estuviese tan nervioso por conocer a un puñado de gente. Miró a su alrededor, a su propio grupo de Letargo, pero seguía sintiéndose fuera de lugar. Ellos al menos ya los conocían de antes, aunque fuera solo de vista. Él y Ziack eran los más nuevos, y el segundo no estaba presente, lo que le dejaba a él como el rockie.
"JOODER!! PERO QUÉ HIJOS DE PUTA!"
Sólo una estupidez como esa podía hacer que Jace volviera a ser el de siempre. La cara se le desconfiguró del todo, sin poder evitar soltar una carcajada tremenda al escuchar semejante jerga. Después de haber pasado tanto tiempo con extraterrestres había olvidado lo bien que se sentía volver a escuchar palabras tan simples como esas.
Otro humano, y por las pintas que tenía Jace le reconocía automáticamente como "otro idiota como él". Le recordaba espantosamente a su mejor amigo, el bajista de su banda, creando en él un popurrí diverso de sensaciones que iban desde la melancolía a la máxima felicidad. No dijo ni mú en lo que entraron todos, y pronto volvió a sentirse atacado por los nervios. Algunos ya se conocían, pero otros empezaron a presentarse de nuevo, y por reacción se dedicó a apretar el lomo del libro hasta tener los nudillos rojos. El moreno se limitaba a mirar a su alrededor, más curioso que un cuervo delante de un espejo roto que brilla con sol, con una sonrisa de pura emoción.
El tío que les llamó hijo de puta se llevaba toda su atención. Después, una tía realmente llamativa que por alguna incómoda razón le recordaba a su novia (exceptuando el pecho tan grande y el ser tan alta) que le miraba cada rato, un chico de pelo lila y otra de pelo rosa, un muchacho de piel pálida y flacucho, una chica y un chico que parecían totalmente normales y humanos... y por supuesto el bichito planta.
«Sami, Emmit, Ergot, Hal... demasiados nombres, macho, ni un jodido nombre normal o qué. Ya podían llamarse todos "John" o "John II".»
El momento en el que Irianna le mencionó fue casi tan incómodo como cuando un amigo te presenta a un grupo inmenso de gente nueva, aún sabiendo que vas a congeniar. Carraspeó y para su propia sorpresa, lo hizo con total normalidad.
—¡Qué hay! Yo soy Jace. —«muy bien capitán obvio, eso ya lo saben». Alzó un brazo para saludar. Con el otro, agarró el libro de mapas y lo apoyó en su cintura, para darse más aires despreocupados.— Norteamericano y... bueno, un humano normal y corriente hasta donde yo sé. Y a mí si me podéis llamar hijo de puta.
Sonrió una vez más, sintiendo que el nudo de acero pasaba a ser poco más que un lazo a medida que hablaba. Se mantuvo relativamente cerca de la idrina, y en lo que esta mencionó el objeto lo enseñó como si fuera un anuncio de la teletienda. Sería una bobada, pero le alegraba tener una especie de puesto importante como "mediador" al llevar el libro.
Entre el repoblador y la confusión generalizada por la palabra "puta" Jace no pudo evitar soltar varias risas, algunas nada disimuladas y bastante escandalosas. No lo hacía aposta, pero con suerte eso relajaría más el ambiente.
—Y a todo esto, ¿a quién debería darle esto? —silbó una melodía rápida a la vez que alzaba el libro para llamar la atención.— Lo único importante es que no le pase nada o si no me va a caer un castigo por daños, o alguna pollada así.
Se mordió la lengua al pronuncia la penúltima palabra. No quería causar más preguntas incómodas como lo que había sido con "puta" una vez más, por muy divertido que fuese.
La primera mitad del trayecto la pasó en absoluto silencio, algo perturbador tratándose de él, sin dirigir siquiera miradas a nadie y especialmente pendiente de tener el libro de mapas en las manos y su cuchillo bien guardado en uno de sus bolsillos. Le daba la sensación de que en cualquier instante el libro podría desaparecer de allí, y él cargaría con toda la culpa de perderlo. Le costaba mucho no emparanoiarse. Durante la otra mitad su comportamiento pasó a ser similar al de un suricato vigilando el terreno. Miraba a todos lados, atento a cada dato, ruido o esquina poco convencionales, pero aún sin decir nada. Finalmente, al tener el torreón en frente suya, notó como un nudo se creaba en su garganta con cuerdas de acero. Iba a conocer a más gente, y le daba miedo caerles mal.
Resultaba irónico que el mismo tío extrovertido que tendía a emborracharse todas las noches de conciertos, a gritarle a todo pulmón a sus amigos que había comprado calzoncillos de Pocoyó y solía meterse patatas fritas en la nariz para hacer reir a su novia estuviese tan nervioso por conocer a un puñado de gente. Miró a su alrededor, a su propio grupo de Letargo, pero seguía sintiéndose fuera de lugar. Ellos al menos ya los conocían de antes, aunque fuera solo de vista. Él y Ziack eran los más nuevos, y el segundo no estaba presente, lo que le dejaba a él como el rockie.
"JOODER!! PERO QUÉ HIJOS DE PUTA!"
Sólo una estupidez como esa podía hacer que Jace volviera a ser el de siempre. La cara se le desconfiguró del todo, sin poder evitar soltar una carcajada tremenda al escuchar semejante jerga. Después de haber pasado tanto tiempo con extraterrestres había olvidado lo bien que se sentía volver a escuchar palabras tan simples como esas.
Otro humano, y por las pintas que tenía Jace le reconocía automáticamente como "otro idiota como él". Le recordaba espantosamente a su mejor amigo, el bajista de su banda, creando en él un popurrí diverso de sensaciones que iban desde la melancolía a la máxima felicidad. No dijo ni mú en lo que entraron todos, y pronto volvió a sentirse atacado por los nervios. Algunos ya se conocían, pero otros empezaron a presentarse de nuevo, y por reacción se dedicó a apretar el lomo del libro hasta tener los nudillos rojos. El moreno se limitaba a mirar a su alrededor, más curioso que un cuervo delante de un espejo roto que brilla con sol, con una sonrisa de pura emoción.
El tío que les llamó hijo de puta se llevaba toda su atención. Después, una tía realmente llamativa que por alguna incómoda razón le recordaba a su novia (exceptuando el pecho tan grande y el ser tan alta) que le miraba cada rato, un chico de pelo lila y otra de pelo rosa, un muchacho de piel pálida y flacucho, una chica y un chico que parecían totalmente normales y humanos... y por supuesto el bichito planta.
«Sami, Emmit, Ergot, Hal... demasiados nombres, macho, ni un jodido nombre normal o qué. Ya podían llamarse todos "John" o "John II".»
El momento en el que Irianna le mencionó fue casi tan incómodo como cuando un amigo te presenta a un grupo inmenso de gente nueva, aún sabiendo que vas a congeniar. Carraspeó y para su propia sorpresa, lo hizo con total normalidad.
—¡Qué hay! Yo soy Jace. —«muy bien capitán obvio, eso ya lo saben». Alzó un brazo para saludar. Con el otro, agarró el libro de mapas y lo apoyó en su cintura, para darse más aires despreocupados.— Norteamericano y... bueno, un humano normal y corriente hasta donde yo sé. Y a mí si me podéis llamar hijo de puta.
Sonrió una vez más, sintiendo que el nudo de acero pasaba a ser poco más que un lazo a medida que hablaba. Se mantuvo relativamente cerca de la idrina, y en lo que esta mencionó el objeto lo enseñó como si fuera un anuncio de la teletienda. Sería una bobada, pero le alegraba tener una especie de puesto importante como "mediador" al llevar el libro.
Entre el repoblador y la confusión generalizada por la palabra "puta" Jace no pudo evitar soltar varias risas, algunas nada disimuladas y bastante escandalosas. No lo hacía aposta, pero con suerte eso relajaría más el ambiente.
—Y a todo esto, ¿a quién debería darle esto? —silbó una melodía rápida a la vez que alzaba el libro para llamar la atención.— Lo único importante es que no le pase nada o si no me va a caer un castigo por daños, o alguna pollada así.
Se mordió la lengua al pronuncia la penúltima palabra. No quería causar más preguntas incómodas como lo que había sido con "puta" una vez más, por muy divertido que fuese.
- Shiogen
Ficha de cosechado
Nombre: Emmit
Especie: Humano
Habilidades: Planificación, habilidad mental, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 03:42 am
La conversación paso a temas muchos más importantes como la magia. Era obvio que si el conocimiento les daría una pequeña seguridad en este mundo de locos, la magia les brindaba un sinfín de oportunidades, aquella información que les acababan de dar era la entrada a recuperar algo de seguridad y normalidad en ese mundo. Estaría agradecido siempre con los venidos de letargo y en especial con Irianna por ser la portavoz de las oportunidades.
Otro humano acompañaba a la Idrina, su presentación fue algo más informal, pero Emmit se sentía agradecido al comprobar que su especie tenia más representantes en Rocavarancolia. Twyxy´s y Hal mostraban una expresión casi de fervor hacia el libro que traía Jace, una expresión que estaba más que seguro el tenia también. Su atención se vio acaparada al sentir el familiar peso en su espalda y a su pequeño amigo susurrar una preguntas que por más que eran chistosas, Emmit sabía eran totalmente validas para Ergot.
—Amigo, cuando todo pase, nos sentaremos a hablar de lo que me preguntas, y tu también me responderás muchas cosas, por el momento te pido que guardes tu curiosidad y nos dejes ubicar bien aquella biblioteca— le contesto en voz baja el joven al Repoblador.
Para luego mirar a Hal y esperar a que el chico siguiera preguntando sobre magia, y a la vez que en su mente comenzaba la preparación de la excursión a esa biblioteca.
Otro humano acompañaba a la Idrina, su presentación fue algo más informal, pero Emmit se sentía agradecido al comprobar que su especie tenia más representantes en Rocavarancolia. Twyxy´s y Hal mostraban una expresión casi de fervor hacia el libro que traía Jace, una expresión que estaba más que seguro el tenia también. Su atención se vio acaparada al sentir el familiar peso en su espalda y a su pequeño amigo susurrar una preguntas que por más que eran chistosas, Emmit sabía eran totalmente validas para Ergot.
—Amigo, cuando todo pase, nos sentaremos a hablar de lo que me preguntas, y tu también me responderás muchas cosas, por el momento te pido que guardes tu curiosidad y nos dejes ubicar bien aquella biblioteca— le contesto en voz baja el joven al Repoblador.
Para luego mirar a Hal y esperar a que el chico siguiera preguntando sobre magia, y a la vez que en su mente comenzaba la preparación de la excursión a esa biblioteca.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 06:30 pm
Mientras seguimos caminando me preocupo por no haberme traído un poco de agua, mi lengua se ha secado demasiado, no es que esté cansado ni nada, pero me muero por beber un poco de esa fuente divina....
Inesperada y afortunadamente llegamos al torreón, su estructura es similar a Letargo, aunque la cuarta planta está desaparecida. Sekk grita si hay alguien, ojalá sea así, si estuviera vacío.... todo seria para nada y encima la tristeza nos inundaría a todos.
Alguien protesta, una voz que no conozco...¿ Alguien nuevo de allí tal y como lo son Jace y Ziack? Nos bajan el puente e inmediatamente me siento seguro y protegido por el torreón.
Nos reciben con entusiasmo y alegres de que hayamos sobrevividos.
-Me alegro de que todos esteis bien, yo me llamo Devoss-. Me río a carcajadas cuando el ser chiquitín no sabe lo que es hijos de puta.- No nos llamamos así hombre, es una broma... más o menos-.
Después encuentro un sillón libre y con gran alivio me dejo caer. Estoy totalmente emocionado de que estén todos tan sanos. Aunque parece imposible, todos hemos podido sobrevivir estos días.
Así que …. ¿ Porqué no poder conseguirlo todo un año? Si seguimos así de organizados podríamos hasta darles una buena patada a esos raros cabrones de la plaza.
Inesperada y afortunadamente llegamos al torreón, su estructura es similar a Letargo, aunque la cuarta planta está desaparecida. Sekk grita si hay alguien, ojalá sea así, si estuviera vacío.... todo seria para nada y encima la tristeza nos inundaría a todos.
Alguien protesta, una voz que no conozco...¿ Alguien nuevo de allí tal y como lo son Jace y Ziack? Nos bajan el puente e inmediatamente me siento seguro y protegido por el torreón.
Nos reciben con entusiasmo y alegres de que hayamos sobrevividos.
-Me alegro de que todos esteis bien, yo me llamo Devoss-. Me río a carcajadas cuando el ser chiquitín no sabe lo que es hijos de puta.- No nos llamamos así hombre, es una broma... más o menos-.
Después encuentro un sillón libre y con gran alivio me dejo caer. Estoy totalmente emocionado de que estén todos tan sanos. Aunque parece imposible, todos hemos podido sobrevivir estos días.
Así que …. ¿ Porqué no poder conseguirlo todo un año? Si seguimos así de organizados podríamos hasta darles una buena patada a esos raros cabrones de la plaza.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 08:08 pm
Bastante antes de que el grupo al que consideraban desaparecido, y tal vez muerto, llamara a sus puertas Kirés se había apartado del resto con agua y jabón. La razón: el enderth tenía una necesidad casi obsesiva de limpiarse todas sus plumas, una a una, al menos una vez al día y en ello estaba cuando empezó a escuchar las voces de gente que no conocía. Había parado un segundo para identificar si había peligro, y al escuchar que no había ni alarma ni hostilidades continuó con la siguiente pluma que le tocaba limpiar. Su higiene tenía prioridad ahora, ya iría a ver al resto luego. Así no fue hasta ahora mismo que el ave apareció donde se encontraban los demás, limpio y con su ballesta enganchada en el brazo, apropiadamente escondida bajo su capa de agua, solo por si acaso.
La marabunta de voces y diferentes temas de conversación golpeó sus tímpanos de forma que lo que tenía delante solo lo pudo describir como “caos”. Ante tanta información a la vez lo que acabó haciendo fue apoyarse de brazos cruzados en una pared sin decir nada y escuchar para ir aislando cada tema por separado. Había de todo: malentendidos por diferencias culturales y cosas más importantes como la mención de mapas, libros… ¡Hasta una biblioteca entera! Eso último fue lo que acabó haciendo que se moviera hacia el lugar donde se encontraba el mapa.
Su expresión iba variando entre una más bien neutra a otra más curiosa cuando se cruzaba con gente que le parecía interesante, en un momento concreto pasó por su campo de visión alguien con pelo morado que se tapaba la boca, cosa que divirtió al enderth por lo ridículo e inútil que era, hasta el punto de que pasó por alto las miradas hostiles que dirigía a todo el mundo. Por otro lado también tenía curiosidad por saber qué era esa “puta” de la que algunos hablaban pero no era importante ahora mismo y si nadie respondía pues lo preguntaría él mismo más tarde.
Se metió en el grupito que rodeaba lo de los mapas y centró toda su atención en quién lo estaba explicando, un ser plateado que parecía una hembra y que recordaba vagamente del primer día.
La marabunta de voces y diferentes temas de conversación golpeó sus tímpanos de forma que lo que tenía delante solo lo pudo describir como “caos”. Ante tanta información a la vez lo que acabó haciendo fue apoyarse de brazos cruzados en una pared sin decir nada y escuchar para ir aislando cada tema por separado. Había de todo: malentendidos por diferencias culturales y cosas más importantes como la mención de mapas, libros… ¡Hasta una biblioteca entera! Eso último fue lo que acabó haciendo que se moviera hacia el lugar donde se encontraba el mapa.
Su expresión iba variando entre una más bien neutra a otra más curiosa cuando se cruzaba con gente que le parecía interesante, en un momento concreto pasó por su campo de visión alguien con pelo morado que se tapaba la boca, cosa que divirtió al enderth por lo ridículo e inútil que era, hasta el punto de que pasó por alto las miradas hostiles que dirigía a todo el mundo. Por otro lado también tenía curiosidad por saber qué era esa “puta” de la que algunos hablaban pero no era importante ahora mismo y si nadie respondía pues lo preguntaría él mismo más tarde.
Se metió en el grupito que rodeaba lo de los mapas y centró toda su atención en quién lo estaba explicando, un ser plateado que parecía una hembra y que recordaba vagamente del primer día.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 09:36 pm
No podía decirse que Rasqa hubiera llegado cansado de esa travesía, pero agradeció poder aterrizar en suelo amigo. Mientras el resto señalaba la obviedad de que seguían vivos y se alegraban los unos por los otros, el parqio se agarró al suelo y arqueó la espalda y el cuello para estirar los músculos. Acto seguido plegó las alas y siguió a su grupo con cuidado de que no le pisaran la cola. Como siempre, apenas abrió la boca para dejar caer un “Pues yo soy Rasqa” y dedicó el resto del tiempo a observar con atención y escuchar en silencio.
De entre todo lo que se había dicho, para Rasqa cabía destacar el hecho de que ya no era el aventurero más pequeño de la ciudad, lo que le dejó cierto alivio infantil, y la desinformación reinante en cuanto al término puta. Como aquello no satisfacía su curiosidad, el dragoncillo esperó al momento en que Ergot saltó sobre Emmit y, de otro salto, ocupó el respaldo en el que había estado el repoblador.
Con absolutamente ninguna discreción, Rasqa olfateó el sitio para identificar el olor de aquella criatura. El morro se le torció enseguida y soltó un gruñido de indignación. <<¿Pero qué come ese bicho?>>. No es que con su tamaño diera para mucho más que un aperitivo (ni que pensara comérselo realmente), pero uno nunca sabía.
Aburrido de nuevo, el parqio se hizo un ovillo tanto como pudo sobre el respaldo y volvió a abrir el oído. <<Vaya chasco>>. Ya podía pasar algo realmente interesante para que el parqio se sintiera complacido con aquella visita.
De entre todo lo que se había dicho, para Rasqa cabía destacar el hecho de que ya no era el aventurero más pequeño de la ciudad, lo que le dejó cierto alivio infantil, y la desinformación reinante en cuanto al término puta. Como aquello no satisfacía su curiosidad, el dragoncillo esperó al momento en que Ergot saltó sobre Emmit y, de otro salto, ocupó el respaldo en el que había estado el repoblador.
Con absolutamente ninguna discreción, Rasqa olfateó el sitio para identificar el olor de aquella criatura. El morro se le torció enseguida y soltó un gruñido de indignación. <<¿Pero qué come ese bicho?>>. No es que con su tamaño diera para mucho más que un aperitivo (ni que pensara comérselo realmente), pero uno nunca sabía.
Aburrido de nuevo, el parqio se hizo un ovillo tanto como pudo sobre el respaldo y volvió a abrir el oído. <<Vaya chasco>>. Ya podía pasar algo realmente interesante para que el parqio se sintiera complacido con aquella visita.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
26/01/15, 01:40 am
Sekk no se esperaba el guiño que le dedicó Twixy’s, pero por suerte supo mantener la compostura y le respondió con una tenue sonrisa sin volver a sonrojarse. No tardó en distanciarse de la conversación que mantenían sus compañeros, sin embargo, y poco a poco sus pensamientos empezaron a divagar sin seguir una línea en concreto. Siendo sincero empezaba a aburrirse un poco. Los temas de conversación parecían interesantes, él también estaba ansioso por visitar la biblioteca y sentía curiosidad por lo que habían estado haciendo los macieleros hasta el momento, pero las multitudes no eran lo suyo y no tenía demasiada confianza con la mayoría de los presentes, por lo que había terminado apoyado contra una pared mientras daba buena cuenta de una de las manzanas que se había traído.
Su mirada recorrió la cocina y el salón con aire ausente, deteniéndose en los detalles de la ausencia de alacenas en la primera y en el brasero instalado en el segundo. Este último le dio una idea para su propio torreón, pero dejó su desarrollo para otro momento y volvió a distraerse. Tenía que hacer un esfuerzo para no mirar en la dirección de Tesón, sin embargo, pues de vez en cuando sentía los ojos desdeñosos del roquense clavados en su persona y se le hinchaba una vena del cuello. No poder responder adecuadamente a semejante señal de desprecio le ponía de los nervios, y de haber estado en otro lugar ya le habría partido la cara.
La situación de Irianna, de la que se percató cuando la idrina salió del corrillo de gente que la rodeaba, le devolvió a la realidad, y haciéndole una seña llamó su atención.
—¿Estás bien? —preguntó en voz baja, solo para ella—. Te noto algo agobiada… ¿necesitas salir a tomar el aire? —inquirió, señalando la puerta que llevaba al patio. De responder afirmativamente el intara la acompañaría a no ser que la lacustre le indicara lo contrario.
Su mirada recorrió la cocina y el salón con aire ausente, deteniéndose en los detalles de la ausencia de alacenas en la primera y en el brasero instalado en el segundo. Este último le dio una idea para su propio torreón, pero dejó su desarrollo para otro momento y volvió a distraerse. Tenía que hacer un esfuerzo para no mirar en la dirección de Tesón, sin embargo, pues de vez en cuando sentía los ojos desdeñosos del roquense clavados en su persona y se le hinchaba una vena del cuello. No poder responder adecuadamente a semejante señal de desprecio le ponía de los nervios, y de haber estado en otro lugar ya le habría partido la cara.
La situación de Irianna, de la que se percató cuando la idrina salió del corrillo de gente que la rodeaba, le devolvió a la realidad, y haciéndole una seña llamó su atención.
—¿Estás bien? —preguntó en voz baja, solo para ella—. Te noto algo agobiada… ¿necesitas salir a tomar el aire? —inquirió, señalando la puerta que llevaba al patio. De responder afirmativamente el intara la acompañaría a no ser que la lacustre le indicara lo contrario.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
26/01/15, 08:13 pm
La niña se desconcertó con la contestación del repoblador y parpadeó varias veces rápidamente. <<Pero si yo ya sé dibujar>> pensó con el ceño ligeramente fruncido. Por suerte para ella Irianna solucionó el entuerto explicándole al ser vegetal lo que era la escritura y que era la única forma en que Varsai se podía comunicar.
Cuando Ergot se fue de su hombro y terminó de disculparse la pequeña varmana le dirigió una sonrisa queriendo dejar claro que no le daba importancia a lo que había pasado. Se acercó a la idrina para darle las gracias por la ayuda y se quedó a su lado mientras explicaba lo de la biblioteca. Se le pasó por alto que Irianna estaba un poco incómoda hasta que Sekkeh lo comentó.
"Si quieres yo te acompaño."
La chica era su amiga y si estaba mal quería ayudarla como pudiese.
Cuando Ergot se fue de su hombro y terminó de disculparse la pequeña varmana le dirigió una sonrisa queriendo dejar claro que no le daba importancia a lo que había pasado. Se acercó a la idrina para darle las gracias por la ayuda y se quedó a su lado mientras explicaba lo de la biblioteca. Se le pasó por alto que Irianna estaba un poco incómoda hasta que Sekkeh lo comentó.
"Si quieres yo te acompaño."
La chica era su amiga y si estaba mal quería ayudarla como pudiese.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.Personajes :- ● Ergot: -Véspido Soldado Repobladoril-
● Nadzieja: -Escoria Cosechada HomoSapiens-
Status : Las dudas son como los muertos, siempre acaban saliendo a flote.
Humor : Epístola de San Pablo a los adefesios: "Sois feos de cojones."
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
26/01/15, 11:07 pm
Hasta que no vio al parqio moverse al que momentos antes había sido su sitio, el repoblador no recapacito sobre lo que estaban observando sus ojos de insecto. Si, lo había mirado antes al llegar, pero lo había pasado por alto como un signo de puntuación mal colocado el que somos incapaces de corregir hasta que nos lo señalan. Y mientras el ser escamoso olfateaba con rostro disgustado lo que quedaba de él en el sofá, Ergot lo observaba con un interés prácticamente sobrenatural. Nunca había visto una criatura como esa y aunque seguía siendo el más pequeño ya no se sentía el más raro, después de todo, este ni siquiera poseía una forma humanoide “¿Y ahora te das cuenta de lo que tienes ante ti? ¿Y te llamas a ti mismo guerrero del Macetero? Muy bien, ya está... Deshonra sobre toda tu especie, deshonra sobre ti, deshonra sobre tu sofá... Un momento… ¿eso son alas? ¿Puede volar?... ¿un momento ha torcido el gesto al olerme? ¡Eeeeeh!” Siguió observándolo y a pesar de que seguían revoloteando por su cabeza las preguntas sobre los que son “hijos de puta” como ese tal Jace y los que no… y no sé qué “polladas”, pero ya se había hecho a la idea de que sus preguntas tendrían que esperar a otro momento, ahora lo que le interesaba era el parqio y pronto se lo haría saber al protagonista.
Escaló hasta colocarse completamente sobre el hombro de Emmit y desde allí saltó para caer justo al lado del dragoncillo con un movimiento silencioso, este se había hecho un ovillo, parecía estar tomando una siesta. Así colocado a Ergot le recordaba a los animales con los que había compartido madriguera en lo que otro tiempo fue su hogar pero de eso parecía que hubiesen pasado milenios, aun así el sentimiento de nostalgia estaba presente. Y aunque en un principio su intención había sido la de pedirle que le llevase volando si es que podía. En vez de eso le acaricio la cabeza un par de veces, con lentitud, saboreando la textura de las escamas que en ese momento le parecieron preciosas. Para después acurrucarse a su lado mientras su ser batallaba con el deseo de volver a su bosque, a su madriguera, con sus animalitos gigantescos. Se quedó mirando los rostros de sus compañeros alternándolos uno detrás de otro, sus caras de agobio, de enfado, de alegría, de aburrimiento... Y lo supo mientras volvía a acariciar al parqio sin pausa: “No voy a volver.” No pudo evitar sonreír. Y le dijo a la criatura a su lado:
-Si sabes volar, algún día cuando te apetezca, deberías llevarme, seguro que es divertido, nos lo pasaremos bien.
Escaló hasta colocarse completamente sobre el hombro de Emmit y desde allí saltó para caer justo al lado del dragoncillo con un movimiento silencioso, este se había hecho un ovillo, parecía estar tomando una siesta. Así colocado a Ergot le recordaba a los animales con los que había compartido madriguera en lo que otro tiempo fue su hogar pero de eso parecía que hubiesen pasado milenios, aun así el sentimiento de nostalgia estaba presente. Y aunque en un principio su intención había sido la de pedirle que le llevase volando si es que podía. En vez de eso le acaricio la cabeza un par de veces, con lentitud, saboreando la textura de las escamas que en ese momento le parecieron preciosas. Para después acurrucarse a su lado mientras su ser batallaba con el deseo de volver a su bosque, a su madriguera, con sus animalitos gigantescos. Se quedó mirando los rostros de sus compañeros alternándolos uno detrás de otro, sus caras de agobio, de enfado, de alegría, de aburrimiento... Y lo supo mientras volvía a acariciar al parqio sin pausa: “No voy a volver.” No pudo evitar sonreír. Y le dijo a la criatura a su lado:
-Si sabes volar, algún día cuando te apetezca, deberías llevarme, seguro que es divertido, nos lo pasaremos bien.
"Mientras no tengan conciencia de su fuerza no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado no serán conscientes. Éste es el problema." G.O.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
27/01/15, 12:23 am
Ayne pudo notar la inquietud de Irianna, pero por suerte para ella no atinó con el origen de esta. Empezando a estar de sobra acostumbrado a que cada mundo era una caja de sorpresas, dedujo que tal vez se había saltado más de un protocolo para su especie, y reculó de nuevo hasta donde estaba inicialmente. Empezó atendiendo a la explicación, pero la parte más divertida quedó obviada, por lo que terminó buscando conversaciones más interesantes con los demás recién llegados. Fue él quien se acercó a coger el mapa que tendía Jace.
—Lo trataremos como si fuera un bebé, descuida —respondió riendo. Pero al tener el libro en sus manos recuperó la seriedad—. ¿Habéis encontrado habitantes de la ciudad en esa biblioteca?
En ese momento la pregunta de Twix le hizo dividir su atención.
Algo parecido le había sucedido a Eara, que no encontrando demasiado interés en la respuesta que se le daba a Ergot se había pasado a atender a otras conversaciones en busca de la más interesante. La mención de la magia le llamó la atención tanto como a su edeel, pero también lo hizo que los compañeros de Irianna se percataran de que no estaba del todo bien.
Se acercó a ella también, para escuchar mejor lo que decían. No tenía claro si pasaba algo o no, pero por si acaso preguntó con tacto.
—¿Necesitas alguna cosa…? —Implícito quedaba que si la respuesta era negativa no iba a hacer más preguntas. Solo quería asegurarse antes de que salieran al patio para no interrumpir cuando ya estuvieran fuera.
—Lo trataremos como si fuera un bebé, descuida —respondió riendo. Pero al tener el libro en sus manos recuperó la seriedad—. ¿Habéis encontrado habitantes de la ciudad en esa biblioteca?
En ese momento la pregunta de Twix le hizo dividir su atención.
Algo parecido le había sucedido a Eara, que no encontrando demasiado interés en la respuesta que se le daba a Ergot se había pasado a atender a otras conversaciones en busca de la más interesante. La mención de la magia le llamó la atención tanto como a su edeel, pero también lo hizo que los compañeros de Irianna se percataran de que no estaba del todo bien.
Se acercó a ella también, para escuchar mejor lo que decían. No tenía claro si pasaba algo o no, pero por si acaso preguntó con tacto.
—¿Necesitas alguna cosa…? —Implícito quedaba que si la respuesta era negativa no iba a hacer más preguntas. Solo quería asegurarse antes de que salieran al patio para no interrumpir cuando ya estuvieran fuera.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
27/01/15, 01:19 am
Sonrió con el resumen de Ergot a su explicación.
—Sí, en esencia eso es —le confirmó al pequeño repoblador, contenta por haber logrado explicarlo adecuadamente.
La alegría no le duró mucho, no obstante, ya que una vez Ergot se dirigió hacia Varsai se quedó momentáneamente sin nada en lo que pudiera centrarse para tratar de ignorar el hecho de que cada vez más personas la rodeaban. Y el número de integrantes del género masculino no dejaba de aumentar. Kirés, el enderth que por fin se había presentado, no habría representado especialmente un problema en ese sentido de no ser porque había decidido mirarla fijamente. Cada vez se ponía más nerviosa y le estaba costando ocultar la ansiedad que sentía, por ello apenas fue consciente de las entrañables escenas protagonizadas por el repoblador con Varsai y Rasqa.
El corazón le dio un vuelco y su pulso comenzó a acelerarse cuando Sekkeh se acercó a preguntarle si estaba bien. Se agobió todavía más cuando primero Varsai y después Eara corearon el ofrecimiento del intara. Aquello indicaba dos cosas, y ninguna buena. La primera era que iba a tener que idear rápidamente y bajo presión una excusa para explicar su comportamiento y, lo peor, era llanamente que se había notado. Se recriminó a sí misma el no haber sido más capaz de mantener la compostura, segura de que la opinión de los demás sobre ella misma no debía de ser muy buena en aquel momento. Le había recriminado a Devoss su falta de autocontrol en otras ocasiones, pero en aquellos momentos su educación lacustre no le hacía verse mucho mejor que él a sus propios ojos.
—N… no. —Hizo una pausa durante la cual se dio una bofetada mental por haber tartamudeado al hablar—. Es que me encuentro algo indispuesta, creo que me sentó mal el desayuno. Pero no es nada grave, no os preocupéis —se apresuró a añadir riendo con nerviosismo—. Gracias por vuestro interés.
La idrina hizo acopio de toda la voluntad que pudo reunir para tratar de disimular mejor de lo que lo había hecho hasta ese momento la creciente ansiedad. Necesitaba poner su atención en algo para conseguirlo y, sobre todo, necesitaba dejar de ser el centro de atención. Lo complicado era hacer las dos cosas a la vez, aunque por suerte ya nadie más se acercaría a observar el libro de mapas porque Jace ya había ofrecido el suyo a los macieleros. Probablemente lo que iba a hacer a continuación volviera a suscitar que se dirigiesen a ella, pero al menos no tendrían por qué acercarse tanto. De todos modos Twixy’s había hecho una pregunta que estaba claro que ella misma debía responder, dadas las circunstancias. A pesar de que tampoco era la persona a la que más se quería acercar debido a lo sucedido el primer día, Irianna en aquel momento se apresuró a aproximarse a la frivy.
—Sí, de hecho yo he sacado un libro sobre magia. Anoche descubrí gracias a él algo acerca de los cristales cargadores. A lo mejor vosotros también tenéis… Son unos cristales que caben en la palma de la mano, de bordes muy afilados y que al menos en nuestro torreón se encontraban en la armería. ¿Habéis visto algo así aquí? —Se interesó.
<<Céntrate en la conversación, céntrate en la conversación...>> se instaba mientras tanto. Trató de mantener una expresión y de no transmitir nada con su lenguaje corporal, procurando observar o la cara de la frivy o algún punto de la sala que no estuviese ocupado por nadie.
—Sí, en esencia eso es —le confirmó al pequeño repoblador, contenta por haber logrado explicarlo adecuadamente.
La alegría no le duró mucho, no obstante, ya que una vez Ergot se dirigió hacia Varsai se quedó momentáneamente sin nada en lo que pudiera centrarse para tratar de ignorar el hecho de que cada vez más personas la rodeaban. Y el número de integrantes del género masculino no dejaba de aumentar. Kirés, el enderth que por fin se había presentado, no habría representado especialmente un problema en ese sentido de no ser porque había decidido mirarla fijamente. Cada vez se ponía más nerviosa y le estaba costando ocultar la ansiedad que sentía, por ello apenas fue consciente de las entrañables escenas protagonizadas por el repoblador con Varsai y Rasqa.
El corazón le dio un vuelco y su pulso comenzó a acelerarse cuando Sekkeh se acercó a preguntarle si estaba bien. Se agobió todavía más cuando primero Varsai y después Eara corearon el ofrecimiento del intara. Aquello indicaba dos cosas, y ninguna buena. La primera era que iba a tener que idear rápidamente y bajo presión una excusa para explicar su comportamiento y, lo peor, era llanamente que se había notado. Se recriminó a sí misma el no haber sido más capaz de mantener la compostura, segura de que la opinión de los demás sobre ella misma no debía de ser muy buena en aquel momento. Le había recriminado a Devoss su falta de autocontrol en otras ocasiones, pero en aquellos momentos su educación lacustre no le hacía verse mucho mejor que él a sus propios ojos.
—N… no. —Hizo una pausa durante la cual se dio una bofetada mental por haber tartamudeado al hablar—. Es que me encuentro algo indispuesta, creo que me sentó mal el desayuno. Pero no es nada grave, no os preocupéis —se apresuró a añadir riendo con nerviosismo—. Gracias por vuestro interés.
La idrina hizo acopio de toda la voluntad que pudo reunir para tratar de disimular mejor de lo que lo había hecho hasta ese momento la creciente ansiedad. Necesitaba poner su atención en algo para conseguirlo y, sobre todo, necesitaba dejar de ser el centro de atención. Lo complicado era hacer las dos cosas a la vez, aunque por suerte ya nadie más se acercaría a observar el libro de mapas porque Jace ya había ofrecido el suyo a los macieleros. Probablemente lo que iba a hacer a continuación volviera a suscitar que se dirigiesen a ella, pero al menos no tendrían por qué acercarse tanto. De todos modos Twixy’s había hecho una pregunta que estaba claro que ella misma debía responder, dadas las circunstancias. A pesar de que tampoco era la persona a la que más se quería acercar debido a lo sucedido el primer día, Irianna en aquel momento se apresuró a aproximarse a la frivy.
—Sí, de hecho yo he sacado un libro sobre magia. Anoche descubrí gracias a él algo acerca de los cristales cargadores. A lo mejor vosotros también tenéis… Son unos cristales que caben en la palma de la mano, de bordes muy afilados y que al menos en nuestro torreón se encontraban en la armería. ¿Habéis visto algo así aquí? —Se interesó.
<<Céntrate en la conversación, céntrate en la conversación...>> se instaba mientras tanto. Trató de mantener una expresión y de no transmitir nada con su lenguaje corporal, procurando observar o la cara de la frivy o algún punto de la sala que no estuviese ocupado por nadie.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
27/01/15, 02:15 am
Varsai y Eara también se acercaron al percatarse del estado de Irianna, pero al final la idrina respondió que no sucedía nada y le resto importancia riendo con nerviosismo. Sekk no estaba convencido y en cierto modo no la creía, pero él no era nadie para rebatir sus palabras, y con un ligero suspiro se apartó de nuevo de la albina.
—Tsk —masculló para sí, cerrando los ojos y revolviéndose el pelo con gesto incómodo—. Creo que yo si que saldré a tomar un poco el aire —comentó en voz baja, hablando consigo mismo.
Salió por la puerta que daba al patio bostezando y se encaminó hacia el pozo, observando con curiosidad la disposición de las enormes vertebras sobre el suelo de piedra. Allí no había ni una pizca de vegetación, lo cual se le antojaba un poco extraño, pero lo que más llamaba su atención era la estatua que se alzaba entre los huesos. Representaba a un pájaro negro de pico serrado, similar a los que revoloteaban sobre el torreón, y en su base estaba apoyado un curioso reloj que no indicaba precisamente la hora. El dibujo de una luna roja destacaba en su esfera, y en cuanto el ulterano lo vió el discurso de los miembros del Consejo acudió a su mente, pero al no tener forma de confirmar si tenían relación descartó el pensamiento.
En cuanto el rubio alcanzó su objetivo asió la cuerda y sacó un cubo lleno de agua, dando un buen trago antes de sentarse en el suelo con la espalda apoyada contra el pozo. Apenas era mediodía y el sol estaba en su punto más alto, pero el cielo estaba igual de apagado que de costumbre, nada que ver con la luminosidad del de su mundo. El color era una de las cosas que más echaba de menos de su hogar, pues las notas discordantes no abundaban en aquella ciudad dominada por el gris, y al estar acostumbrado a navegar por mares cromáticos el cambio había sido un poco chocante. <<¿De verdad estas pensando en eso? Eres patético, Sekk>>, pensó para sí, recostándose contra la piedra con la intención de descansar unos minutos antes de regresar con los demás.
—Tsk —masculló para sí, cerrando los ojos y revolviéndose el pelo con gesto incómodo—. Creo que yo si que saldré a tomar un poco el aire —comentó en voz baja, hablando consigo mismo.
Salió por la puerta que daba al patio bostezando y se encaminó hacia el pozo, observando con curiosidad la disposición de las enormes vertebras sobre el suelo de piedra. Allí no había ni una pizca de vegetación, lo cual se le antojaba un poco extraño, pero lo que más llamaba su atención era la estatua que se alzaba entre los huesos. Representaba a un pájaro negro de pico serrado, similar a los que revoloteaban sobre el torreón, y en su base estaba apoyado un curioso reloj que no indicaba precisamente la hora. El dibujo de una luna roja destacaba en su esfera, y en cuanto el ulterano lo vió el discurso de los miembros del Consejo acudió a su mente, pero al no tener forma de confirmar si tenían relación descartó el pensamiento.
En cuanto el rubio alcanzó su objetivo asió la cuerda y sacó un cubo lleno de agua, dando un buen trago antes de sentarse en el suelo con la espalda apoyada contra el pozo. Apenas era mediodía y el sol estaba en su punto más alto, pero el cielo estaba igual de apagado que de costumbre, nada que ver con la luminosidad del de su mundo. El color era una de las cosas que más echaba de menos de su hogar, pues las notas discordantes no abundaban en aquella ciudad dominada por el gris, y al estar acostumbrado a navegar por mares cromáticos el cambio había sido un poco chocante. <<¿De verdad estas pensando en eso? Eres patético, Sekk>>, pensó para sí, recostándose contra la piedra con la intención de descansar unos minutos antes de regresar con los demás.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
27/01/15, 12:26 pm
El roquense no sintió las interrupciones como tales hasta que oyó a Lemus gritando. No solo oyó sino que pudo escuchar sus palabras e inmediatamente su ánimo se nubló. Hizo caso omiso a Ergot y luego a Emmit cuando salió del dormitorio. Escaleras abajo escuchó el chirriar del puente y, pronto, las voces. De haberle dicho alguien la noche anterior que el día iba a ser tan horrible no le habría creído.
Les reconoció al momento, igual que un constructor sus herramientas. Ahí estaban los culpables de que casi los mataran por salir a buscarles. Ahí estaban, tan alegres y para nada en peligro. Ya podían haber perdido ojos o extremidades que les arreglaran esa fealdad. A sus compañeros les necesitaba absolutamente funcionales, pero los perdidos-y-ahora-aparecidos le importaban menos incluso que el color de sus ropas o sus nombres. Para él todos eran herejes, bárbaros de nombres que bien servirían para nombrar venenos o insectos, de aspectos infames. Y de modales peores. Por la Voz, ¿a qué habían venido?
Por su propio bien y el de sus compañeros, decidió sentarse en un sofá y ponerse a tallar. Así tendría sus manos ocupadas y podría desahogarse con el cuchillo como si la madera fueran los nuevos. <<Os haré caras nuevas y decentes, no esas cosas que lleváis>>
Se tomó su tarea como una misión sagrada, como si pudiera conjurar un hechizo que les cambiara realmente. Era una herejía pensarlo, pero era por el bien mayor y, en calidad de profeta, sabía que la Voz le perdonaría.
¿Pero quién le iba a decir que aquel día podría ser tan aciago? Mapas con nombres, menuda ridiculez. ¿Por qué perpetrar semejante infamia con lo fácil que era hacer mapas sin nombres? Pero no era eso lo peor. Libros. Había escritura. Y la hecatombe: un edificio abarrotado de libros llamado biblioteca. Por algún motivo, esas palabras causaron revuelo entre sus compañeros. ¿Qué podían verles de especial? No podía... ¿Permitirlo? ¿Y cómo evitarlo? Si le daba otro uso a sus cuchillos, aquí y ahora, dudaba mucho que sus compañeros entendieran sus nobles motivos y le ayudaran o defendieran. Por ello siguió tallando formas sin nombre, clavando el cuchillo más que dibujando con este mientras dirigía miradas cargadas de odio a cualquiera que entrara en su campo de visión. Sus compañeros se salvaban, por supuesto.
Pero no, oh, no. Si aguantar eso se volvía más insufrible a cada segundo, la palabra "magia" llegó a sus oídos como si le hubieran atravesado los tímpanos con acero al rojo vivo. ¿Cómo osaban hablar de esos malditos cristales como si sirvieran para encerrar la Magia de la Voz? ¿De veras tenía que aguantar todo lo que estaba pasando? Armonía se había quedado en silencio como si nada. ¿Cómo era capaz? Quizá había aceptado que estaban perdidos entre tanto loco... Encajaría con su reciente apatía. Pero él debía saber hasta dónde eran capaces de llegar. Y lo estaba presenciando, vaya que sí. No pudo contenerse con este nuevo problema.
-Esos "cargadores" no sirven. La magia de la Voz no funciona así. La magia se cantaba y se sigue cantando en mi mundo, así que dejad de desangraros con esos cristales y dejaos de cuentos -gruñó en uno de sus tonos más graves a la par que retorcía con saña el cuchillo dentro del trozo de madera-. Tenemos varios por cierto, pero nuestro "experto-en-magia-Hal" no pudo hacerlos funcionar, qué curioso. Inútiles, como dije.
Esta vez sí que miraba a alguien en concreto: la hembra que había hecho la maldita pregunta sobre si tenían esos cristales. Y a Twix por preguntar por la maldita magia. No cesó en mirarles furibundo ni en destrozar el trozo de madera mientras respondía a lo de los cargadores.
Solo le faltaba al día el broche de una discusión mágica como aquella inicial con Hal. Y ahora quizá hubiera otra por culpa de Twix y esa nueva hembra. Si estaba indispuesta que se hubiera quedado en su torreón o que al menos hubiera guardado su lengua pozoñosa en lugar de mancillar su refugio con tanta herejía. Que se atrevieran a llevarle la contra o decirle algo.
Les reconoció al momento, igual que un constructor sus herramientas. Ahí estaban los culpables de que casi los mataran por salir a buscarles. Ahí estaban, tan alegres y para nada en peligro. Ya podían haber perdido ojos o extremidades que les arreglaran esa fealdad. A sus compañeros les necesitaba absolutamente funcionales, pero los perdidos-y-ahora-aparecidos le importaban menos incluso que el color de sus ropas o sus nombres. Para él todos eran herejes, bárbaros de nombres que bien servirían para nombrar venenos o insectos, de aspectos infames. Y de modales peores. Por la Voz, ¿a qué habían venido?
Por su propio bien y el de sus compañeros, decidió sentarse en un sofá y ponerse a tallar. Así tendría sus manos ocupadas y podría desahogarse con el cuchillo como si la madera fueran los nuevos. <<Os haré caras nuevas y decentes, no esas cosas que lleváis>>
Se tomó su tarea como una misión sagrada, como si pudiera conjurar un hechizo que les cambiara realmente. Era una herejía pensarlo, pero era por el bien mayor y, en calidad de profeta, sabía que la Voz le perdonaría.
¿Pero quién le iba a decir que aquel día podría ser tan aciago? Mapas con nombres, menuda ridiculez. ¿Por qué perpetrar semejante infamia con lo fácil que era hacer mapas sin nombres? Pero no era eso lo peor. Libros. Había escritura. Y la hecatombe: un edificio abarrotado de libros llamado biblioteca. Por algún motivo, esas palabras causaron revuelo entre sus compañeros. ¿Qué podían verles de especial? No podía... ¿Permitirlo? ¿Y cómo evitarlo? Si le daba otro uso a sus cuchillos, aquí y ahora, dudaba mucho que sus compañeros entendieran sus nobles motivos y le ayudaran o defendieran. Por ello siguió tallando formas sin nombre, clavando el cuchillo más que dibujando con este mientras dirigía miradas cargadas de odio a cualquiera que entrara en su campo de visión. Sus compañeros se salvaban, por supuesto.
Pero no, oh, no. Si aguantar eso se volvía más insufrible a cada segundo, la palabra "magia" llegó a sus oídos como si le hubieran atravesado los tímpanos con acero al rojo vivo. ¿Cómo osaban hablar de esos malditos cristales como si sirvieran para encerrar la Magia de la Voz? ¿De veras tenía que aguantar todo lo que estaba pasando? Armonía se había quedado en silencio como si nada. ¿Cómo era capaz? Quizá había aceptado que estaban perdidos entre tanto loco... Encajaría con su reciente apatía. Pero él debía saber hasta dónde eran capaces de llegar. Y lo estaba presenciando, vaya que sí. No pudo contenerse con este nuevo problema.
-Esos "cargadores" no sirven. La magia de la Voz no funciona así. La magia se cantaba y se sigue cantando en mi mundo, así que dejad de desangraros con esos cristales y dejaos de cuentos -gruñó en uno de sus tonos más graves a la par que retorcía con saña el cuchillo dentro del trozo de madera-. Tenemos varios por cierto, pero nuestro "experto-en-magia-Hal" no pudo hacerlos funcionar, qué curioso. Inútiles, como dije.
Esta vez sí que miraba a alguien en concreto: la hembra que había hecho la maldita pregunta sobre si tenían esos cristales. Y a Twix por preguntar por la maldita magia. No cesó en mirarles furibundo ni en destrozar el trozo de madera mientras respondía a lo de los cargadores.
Solo le faltaba al día el broche de una discusión mágica como aquella inicial con Hal. Y ahora quizá hubiera otra por culpa de Twix y esa nueva hembra. Si estaba indispuesta que se hubiera quedado en su torreón o que al menos hubiera guardado su lengua pozoñosa en lugar de mancillar su refugio con tanta herejía. Que se atrevieran a llevarle la contra o decirle algo.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
27/01/15, 01:17 pm
La definitiva confirmación de que podrían hacer magia captó su atención y no dejó espacio para nada más. La alegría al escuchar las palabras de Irianna se reflejó a la perfección en su cara. Tuvo que contenerse para no ponerse a dar saltitos de alegría por toda la habitación, pero aun así el entusiasmo de Hal era casi palpable. Ni siquiera la mención de los cargadores gore le aguó la euforia, aunque sí giró algo la cara al recordarlos.
Por desgracia la inteligencia no parecía ser el punto fuerte del roquense, que volvió a cargar con su fanatismo. Lo que instantes antes había sido felicidad desbocada se convirtió, en cuestión de segundos, en irritación, frustración y tensión.
—Si en tu mundo lo hacéis de otra manera bien por vosotros —escupió—, pero llevó años usando los malditos cargadores, así que no vengas ahora a decirme que resulta que no sirven porque te salga de tu santo pico —no había querido saltar, pero escucharlo hablar así cuando estaba a punto de volver a tener unas condiciones de vida semidecentes gracias al retorno de la magia a su vida lo había puesto de los nervios—. ¡Y ya expliqué eso, si la fuente hizo que olvidara el carabés evidentemente también olvidé los hechizos! ¡Es de cajón!
Sólo cuando terminó su diatriba se dio cuenta de lo que acababa de pasar. La sangre se fue agolpando en su cara conforme la vergüenza lo invadía. En su mente sólo había lugar para un pensamiento. «Tierra, trágame»
Por desgracia la inteligencia no parecía ser el punto fuerte del roquense, que volvió a cargar con su fanatismo. Lo que instantes antes había sido felicidad desbocada se convirtió, en cuestión de segundos, en irritación, frustración y tensión.
—Si en tu mundo lo hacéis de otra manera bien por vosotros —escupió—, pero llevó años usando los malditos cargadores, así que no vengas ahora a decirme que resulta que no sirven porque te salga de tu santo pico —no había querido saltar, pero escucharlo hablar así cuando estaba a punto de volver a tener unas condiciones de vida semidecentes gracias al retorno de la magia a su vida lo había puesto de los nervios—. ¡Y ya expliqué eso, si la fuente hizo que olvidara el carabés evidentemente también olvidé los hechizos! ¡Es de cajón!
Sólo cuando terminó su diatriba se dio cuenta de lo que acababa de pasar. La sangre se fue agolpando en su cara conforme la vergüenza lo invadía. En su mente sólo había lugar para un pensamiento. «Tierra, trágame»
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
27/01/15, 06:22 pm
Kirés consideraba las explicaciones que recibía como si fuera una clase, y como tal trataba de comportarse de forma ejemplar, dedicando su total y absoluta atención a la persona que explicaba, y así fue hasta que necesitó retirarse. El ave no fue capaz de comprender lo que pasaba o por qué se iba, de modo que su reacción ante lo que fue sucediendo alrededor de Irianna fue una mirada interrogante silenciosa y general.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que se estaba mencionando la magia, lo que oscureció su rostro y le hizo fruncir el ceño. Aquel era un tema del que apenas había tenido que hablar con nadie a lo largo de toda su vida. La había visto, e incluso había llegado a investigar sobre ella en las ruinas de su mundo, pero hablar de ella apenas. Aun así era un tema de conversación que le producía sentimientos conflictivos y las razones para ello eran algo largas de explicar. Los clingers habían experimentado muy poco con la magia, y dado sus escasos resultados era considerada inútil, especialmente por los arbóreos. Los nómadas eran algo más abiertos a ella pero incluso allí era algo que pasaba desapercibido.
Los clingers se equivocaban, eso Kirés lo había sabido desde la primera vez que tuvo que pasar varios días entre ruinas. Enseguida había notado que los Enderth habían utilizado la magia para mucho más que simple iluminación y entretenimiento, y esto había emocionado bastante al ave al principio, de hecho enseguida empezó a aprovechar sus cacerías para investigar, y aquí fue cuando empezó el problema. A medida que descubría cosas de su raza poco a poco empezó a ser capaz de reconstruir fragmentos de su historia, y a medida que lo hacía las piezas de un puzle poco agradable comenzaron a encajar en su cabeza. Los Enderth habían desaparecido en un periodo de tiempo anormalmente corto, y no solo eso, sino que coincidía con los primeros registros que había de prácticamente todos los grandes reptiles voladores, y luego estaba la grieta… esa gigantesca grieta que dividía el continente en dos y que justo atravesaba la ciudad más grande que se conservaba de sus antepasados. No importaba como hiciera las cuentas, la ciudad no llevaba allí tanto tiempo como para que un continente se hubiera dividido de forma natural. Algo lo había partido en dos, y ese algo solo podía ser la magia. Conclusión: Probablemente el uso abusivo de esta magia era lo que había destruido a los Enderth.
Ese era el problema que tenía Kirés: Por un lado quería la magia, esa fuerza que había vuelto tan poderosos a sus antepasados, pero al mismo tiempo tenía miedo de que eso acabara destruyéndole o algo por el estilo.
Las palabras de Tesón fue lo que sacó al cazador de sus reflexiones, y le bastó un vistazo para darse cuenta de la hostilidad que estaba mostrando su compañero emplumado. Eso unido a la respuesta de Hal le hizo ver que podría escalar a algo más que un simple intercambio de opiniones. “Esto en Dryfus jamás me habría pasado, llevarse mal por una simple opinión... por favor. ¿De qué sirve discutir en algo que no va a tener ningún efecto positivo ahora?
La verdad: Estaba acostumbrado a hacer las cosas en solitario, y calmar a la gente no era su fuerte, pero se consideraba responsable del grupo y como mínimo tenía que intentarlo. Con calma se puso en algún punto entre los dos, y tras dirigirles una fría mirada de desaprobación a ambos habló: –Ya hemos tenido esta conversación, y repetirla no cambiará nada. Tenga razón quien la tenga ahora da lo mismo. Centrémonos en lo que importa, como que ahora tenemos mapas y la posición de una biblioteca donde podríamos encontrar información útil.
No era el mejor discurso que le había salido, pero nadie podría decir que no lo intentó.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que se estaba mencionando la magia, lo que oscureció su rostro y le hizo fruncir el ceño. Aquel era un tema del que apenas había tenido que hablar con nadie a lo largo de toda su vida. La había visto, e incluso había llegado a investigar sobre ella en las ruinas de su mundo, pero hablar de ella apenas. Aun así era un tema de conversación que le producía sentimientos conflictivos y las razones para ello eran algo largas de explicar. Los clingers habían experimentado muy poco con la magia, y dado sus escasos resultados era considerada inútil, especialmente por los arbóreos. Los nómadas eran algo más abiertos a ella pero incluso allí era algo que pasaba desapercibido.
Los clingers se equivocaban, eso Kirés lo había sabido desde la primera vez que tuvo que pasar varios días entre ruinas. Enseguida había notado que los Enderth habían utilizado la magia para mucho más que simple iluminación y entretenimiento, y esto había emocionado bastante al ave al principio, de hecho enseguida empezó a aprovechar sus cacerías para investigar, y aquí fue cuando empezó el problema. A medida que descubría cosas de su raza poco a poco empezó a ser capaz de reconstruir fragmentos de su historia, y a medida que lo hacía las piezas de un puzle poco agradable comenzaron a encajar en su cabeza. Los Enderth habían desaparecido en un periodo de tiempo anormalmente corto, y no solo eso, sino que coincidía con los primeros registros que había de prácticamente todos los grandes reptiles voladores, y luego estaba la grieta… esa gigantesca grieta que dividía el continente en dos y que justo atravesaba la ciudad más grande que se conservaba de sus antepasados. No importaba como hiciera las cuentas, la ciudad no llevaba allí tanto tiempo como para que un continente se hubiera dividido de forma natural. Algo lo había partido en dos, y ese algo solo podía ser la magia. Conclusión: Probablemente el uso abusivo de esta magia era lo que había destruido a los Enderth.
Ese era el problema que tenía Kirés: Por un lado quería la magia, esa fuerza que había vuelto tan poderosos a sus antepasados, pero al mismo tiempo tenía miedo de que eso acabara destruyéndole o algo por el estilo.
Las palabras de Tesón fue lo que sacó al cazador de sus reflexiones, y le bastó un vistazo para darse cuenta de la hostilidad que estaba mostrando su compañero emplumado. Eso unido a la respuesta de Hal le hizo ver que podría escalar a algo más que un simple intercambio de opiniones. “Esto en Dryfus jamás me habría pasado, llevarse mal por una simple opinión... por favor. ¿De qué sirve discutir en algo que no va a tener ningún efecto positivo ahora?
La verdad: Estaba acostumbrado a hacer las cosas en solitario, y calmar a la gente no era su fuerte, pero se consideraba responsable del grupo y como mínimo tenía que intentarlo. Con calma se puso en algún punto entre los dos, y tras dirigirles una fría mirada de desaprobación a ambos habló: –Ya hemos tenido esta conversación, y repetirla no cambiará nada. Tenga razón quien la tenga ahora da lo mismo. Centrémonos en lo que importa, como que ahora tenemos mapas y la posición de una biblioteca donde podríamos encontrar información útil.
No era el mejor discurso que le había salido, pero nadie podría decir que no lo intentó.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
27/01/15, 06:41 pm
Los temas a su alrededor se volvieron tan diversos tras las presentaciones de todo el mundo, entre ellas una que le llamo la atención al tratarse de otro humano y del pequeño dragoncillo llamado Rasqa, Samika intento prestar mayor atención a aquellas que mas atrayentes le resultaran. Por ello lo referente a intentar explicar a Ergot el significado de las palabra de Lemus prefirió dejárselo a alguien mas y centro primeramente su atención en las explicación de Irianna sobre el mapa. A pesar de que su curiosidad le incitaba a acercarse, no lo hizo, pues mucha gente empezó a aglomerarse alrededor de la chica y de todos modos su visión solo le daría suficiente claridad para ve los trazos mas profundos pero no los nombres. Aun así descubrir que el torreón que casualmente había encontrado como refugio tenía nombre fue un poco sorpresivo. "Y el hecho de que ellos hayan encontrado justamente el otro refugio es muy casual. Sino fuera porque es poco probable diría que estamos siendo guiados por una mano invisible...pero eso seria pensar mucho"
Al final aquella visita no fue únicamente para descubrir que estaban todos vivos, sino para recibir el libro de mapas o de Jace algo que Samika le agradeció. Con este el encontrar el torreón de sus compañeros y también la biblioteca se haría mas fácil. Mas cuando se menciono la magia y las ansias de saber de Samika se incrementaron. Tal vez los libros de la biblioteca no fueran algo practico para ella pues de todos modos no le seria fácil leer aquellos libros, pues dudaba mucho que hubiera algo escrito en braille o e letras con trazos suficientemente profundos o grandes para que ella pudiera verlos. Pero el saber que había libros de magia y que no eran los únicos que habían encontrado los cristales le daba mas esperanzas de pudieran realmente a aprender a realizar esos hechizos.
Por ello y como si hubiese sido invocada, se acerco al pequeño grupito que se había formado y que hablaban sobre la magia, entre los que estaban Twixy's, Hal y Irianna. Tan entusiasmada estaba al respecto por preguntar sobre el tema, que olvido el pequeño detalle que tenia un se emplumado algo nazi cuando se hablaba de la magia. Las palabras de Tesón, como siempre expresaban únicamente su opinión sin importarle como podría ser en otros mundos y la explosión de Hal fue comprensible, aun así sorprenderte y dejaron sin habla a Samika.
"¡Maldita, sea, que susto! Si que ha tenido que termina totalmente con su paciencia como para reaccionar así" pensó, pues aquella reacción se la hubiese esperado de Twixy's, de ella misma o de cualquiera del grupo conocido, pero nunca de Hal que parecía siempre una tumba alla donde estuviera. Al parecer la seguridad de poder recuperar aquella magia que había perdido le daba fuerzas suficientes como para alzar la voz y encararse a alguien. tras la sorpresa inicial sonrió ampliamente, pues teniéndolos a todos en su rango visual pudo ver el momento en que la peculiar piel de su compañero tomaba un tono mas oscuro en su rostro.
-Wow, escucharte explotar así es nuevo. Deberías intentar expresar mas a menudo tus opiniones-añadió Samika un poco admirada, pues a la gente tímida no le era fácil hacer esas cosas, pues era evidente con solo ver a Hal que no era propenso a ello. Tesón era muy tozudo y no parecía ver nada que no fuera lo que conocía, tratar con gente así era complicado. Aun así las palabras dichas al final por Kires tenia sus motivos: parar la posible pelea- Pero Kires tiene razón, empezar otra discusión de algo hablado sería entrar en un bucle. Ya nos quedo claro que cada cual tiene una visión diferente de lo mismo así que...Irianna, mencionaste que tomaste un libro de magia ¿Es uno por persona o se puede tomar mas de uno? Si hay algún tipo de limite, seria bueno ponerse de acuerdo para no repetir-añadió interesada en aquella cuestión. SI eran mas de un libro por persa no se debían preocupar, pero sino no era el caso ya eso era otro cantar. Estaba claro que visitar la biblioteca seria lo próximo que hicieran y que el plan de dibujar el mapa serie eliminado, pues ya tenia uno- Digo, nos vendría bien algo mas que magia, como algo sobre armas o de bichos raros de este sitio, si es que hay algo así...
Al final aquella visita no fue únicamente para descubrir que estaban todos vivos, sino para recibir el libro de mapas o de Jace algo que Samika le agradeció. Con este el encontrar el torreón de sus compañeros y también la biblioteca se haría mas fácil. Mas cuando se menciono la magia y las ansias de saber de Samika se incrementaron. Tal vez los libros de la biblioteca no fueran algo practico para ella pues de todos modos no le seria fácil leer aquellos libros, pues dudaba mucho que hubiera algo escrito en braille o e letras con trazos suficientemente profundos o grandes para que ella pudiera verlos. Pero el saber que había libros de magia y que no eran los únicos que habían encontrado los cristales le daba mas esperanzas de pudieran realmente a aprender a realizar esos hechizos.
Por ello y como si hubiese sido invocada, se acerco al pequeño grupito que se había formado y que hablaban sobre la magia, entre los que estaban Twixy's, Hal y Irianna. Tan entusiasmada estaba al respecto por preguntar sobre el tema, que olvido el pequeño detalle que tenia un se emplumado algo nazi cuando se hablaba de la magia. Las palabras de Tesón, como siempre expresaban únicamente su opinión sin importarle como podría ser en otros mundos y la explosión de Hal fue comprensible, aun así sorprenderte y dejaron sin habla a Samika.
"¡Maldita, sea, que susto! Si que ha tenido que termina totalmente con su paciencia como para reaccionar así" pensó, pues aquella reacción se la hubiese esperado de Twixy's, de ella misma o de cualquiera del grupo conocido, pero nunca de Hal que parecía siempre una tumba alla donde estuviera. Al parecer la seguridad de poder recuperar aquella magia que había perdido le daba fuerzas suficientes como para alzar la voz y encararse a alguien. tras la sorpresa inicial sonrió ampliamente, pues teniéndolos a todos en su rango visual pudo ver el momento en que la peculiar piel de su compañero tomaba un tono mas oscuro en su rostro.
-Wow, escucharte explotar así es nuevo. Deberías intentar expresar mas a menudo tus opiniones-añadió Samika un poco admirada, pues a la gente tímida no le era fácil hacer esas cosas, pues era evidente con solo ver a Hal que no era propenso a ello. Tesón era muy tozudo y no parecía ver nada que no fuera lo que conocía, tratar con gente así era complicado. Aun así las palabras dichas al final por Kires tenia sus motivos: parar la posible pelea- Pero Kires tiene razón, empezar otra discusión de algo hablado sería entrar en un bucle. Ya nos quedo claro que cada cual tiene una visión diferente de lo mismo así que...Irianna, mencionaste que tomaste un libro de magia ¿Es uno por persona o se puede tomar mas de uno? Si hay algún tipo de limite, seria bueno ponerse de acuerdo para no repetir-añadió interesada en aquella cuestión. SI eran mas de un libro por persa no se debían preocupar, pero sino no era el caso ya eso era otro cantar. Estaba claro que visitar la biblioteca seria lo próximo que hicieran y que el plan de dibujar el mapa serie eliminado, pues ya tenia uno- Digo, nos vendría bien algo mas que magia, como algo sobre armas o de bichos raros de este sitio, si es que hay algo así...
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
27/01/15, 07:39 pm
Un par de días atrás tomé la decisión de no fiarme, de permanecer en Letargo por la única razón de sobrevivir, de conservar la vida. Pero no puede ser así, parece ser que esta prueba, misión, juego o aventura, como se llame, se juega en equipo.
He de confiar, por mucho que cueste, por mucho que mi intuición declare alarmante lo contrario. Maciel y Letargo deben apoyarse, eso está claro, pero la unión debe de nacer desde dentro. >>¿Cómo es que confío más en Samika que en la mayoría de compañeros que ha pasado estos días conmigo?. Podría ser por nuestro planeta de origen, pero no puedo pensar en eso.<<
Sí, de ahora en adelante me prestaré más a colaborar, a ...confiar en la gente, hasta que se solucione.
>>Y también a decidirte de una vez por todas<<.
Muchas conversaciones surgen sin previo aviso. Me esfuerzo por estar en varias a la vez y no perder el hilo de las cosas.
Giro la cabeza hacia Ayne, aquel extraño chico que suele encontrarse siempre al lado de Eara, me pregunto que les unirá tanto, ojalá todos tuviésemos la misma facilidad para permanecer a la vera de alguien.
El muchacho me hace recordar de nuevo al hombre mágico de la Biblioteca. Y para tomar la iniciativa de mi nuevo propósito, soy yo la que resuelve su pregunta, más o menos.
-Pues la verdad es que sí Ayne, apareció sin más, como por arte de magia- digo sonriendo, y señalando con la vista al grupo que habla de eso en esos momentos, incluyendo al irritable Tesón, que cada vez se me asemeja a nuestro querido Roaxen.- era una persona, no me pude fijar bien si era de mi mundo o no. Pero dictó varias normas básicas de la Biblioteca sin dejar tiempo a preguntas, despareció tal como vino. Sino mal recuerdo solo se permite un libro por persona, uno por cada año, y debe devolverse sin desperfectos, sino sufriremos las consecuencias- termino encogiéndome de hombros. Espero haberle dejado satisfecho, y que mi tono rojizo de piel no se note mucho.
Me alegro por Hal, aún siendo uno de los que menos conozco. Me cae bien. >>Mejor dicho, todo aquel que conteste así a quien debe, me va a caer pero que muy bien.<<
Pienso en explicar sobre que trata mi libro escogido, pero descarto la idea, no pienso que a Maciel le interese mucho, y además, eso conlleva volver a hablar, y no me hace ni pizca de gracia tener que volver a hacerlo. Ha sido suficiente. Ya mejoraré.
Al escuchar a Sami caigo en la cuenta de que de eso trata precisamente el libro de Devoss, y con vergüenza le pregunto en voz baja.
-Oye Devoss. ¿No trataba de armas tu libro.?- me enrojezco más aún al pensar de que quizás me he adelantado, y que a él ya se le hubiese ocurrido compartirlo.
Supongo que ahora, no le he dado mucha opción.
>>Bien. Tú ahí metiendo presión.<<
He de confiar, por mucho que cueste, por mucho que mi intuición declare alarmante lo contrario. Maciel y Letargo deben apoyarse, eso está claro, pero la unión debe de nacer desde dentro. >>¿Cómo es que confío más en Samika que en la mayoría de compañeros que ha pasado estos días conmigo?. Podría ser por nuestro planeta de origen, pero no puedo pensar en eso.<<
Sí, de ahora en adelante me prestaré más a colaborar, a ...confiar en la gente, hasta que se solucione.
>>Y también a decidirte de una vez por todas<<.
Muchas conversaciones surgen sin previo aviso. Me esfuerzo por estar en varias a la vez y no perder el hilo de las cosas.
Giro la cabeza hacia Ayne, aquel extraño chico que suele encontrarse siempre al lado de Eara, me pregunto que les unirá tanto, ojalá todos tuviésemos la misma facilidad para permanecer a la vera de alguien.
El muchacho me hace recordar de nuevo al hombre mágico de la Biblioteca. Y para tomar la iniciativa de mi nuevo propósito, soy yo la que resuelve su pregunta, más o menos.
-Pues la verdad es que sí Ayne, apareció sin más, como por arte de magia- digo sonriendo, y señalando con la vista al grupo que habla de eso en esos momentos, incluyendo al irritable Tesón, que cada vez se me asemeja a nuestro querido Roaxen.- era una persona, no me pude fijar bien si era de mi mundo o no. Pero dictó varias normas básicas de la Biblioteca sin dejar tiempo a preguntas, despareció tal como vino. Sino mal recuerdo solo se permite un libro por persona, uno por cada año, y debe devolverse sin desperfectos, sino sufriremos las consecuencias- termino encogiéndome de hombros. Espero haberle dejado satisfecho, y que mi tono rojizo de piel no se note mucho.
Me alegro por Hal, aún siendo uno de los que menos conozco. Me cae bien. >>Mejor dicho, todo aquel que conteste así a quien debe, me va a caer pero que muy bien.<<
Pienso en explicar sobre que trata mi libro escogido, pero descarto la idea, no pienso que a Maciel le interese mucho, y además, eso conlleva volver a hablar, y no me hace ni pizca de gracia tener que volver a hacerlo. Ha sido suficiente. Ya mejoraré.
Al escuchar a Sami caigo en la cuenta de que de eso trata precisamente el libro de Devoss, y con vergüenza le pregunto en voz baja.
-Oye Devoss. ¿No trataba de armas tu libro.?- me enrojezco más aún al pensar de que quizás me he adelantado, y que a él ya se le hubiese ocurrido compartirlo.
Supongo que ahora, no le he dado mucha opción.
>>Bien. Tú ahí metiendo presión.<<
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
27/01/15, 08:08 pm
Por lo que empiezo a observar Irianna le pasa algo. Normal no dejan de acosarla. Yo en su lugar me quitaría de en medio cuando menos se diesen cuenta. Me acerco lentamente al coro que rodea a la idrina, que habla sobre la magia. Y de repente me embarga un enfado igual que el que me entro con Roaxen. Unos de los desaparecidos, le recrimina a Irianna cosas sobre la magia.
No es propio en mí defender tan pronto a alguien, pero me ha enrabietado tanto con sus frasecitas mientras juega con el cuchillo.... Que me dispongo a gritarle cuatro cosas. Pero justo cuando le iba a decir de todo, un chico llamado Hal se lo dice por mí. << Ja, te jodes tio, por chulo e imbécil>>
Entonces escucho algo sobre libro de armas. Y Ruth me dice que si trataba de armas mi libro.
-Ajá, mi libro trata de armas, encontré uno en la biblioteca, llego a saberlo y me lo traigo para que lo vierais. De todas maneras seguro que hay otro igual que el que tengo Sami-. Le respondo.
No es propio en mí defender tan pronto a alguien, pero me ha enrabietado tanto con sus frasecitas mientras juega con el cuchillo.... Que me dispongo a gritarle cuatro cosas. Pero justo cuando le iba a decir de todo, un chico llamado Hal se lo dice por mí. << Ja, te jodes tio, por chulo e imbécil>>
Entonces escucho algo sobre libro de armas. Y Ruth me dice que si trataba de armas mi libro.
-Ajá, mi libro trata de armas, encontré uno en la biblioteca, llego a saberlo y me lo traigo para que lo vierais. De todas maneras seguro que hay otro igual que el que tengo Sami-. Le respondo.
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