Torreón Maciel (Archivo VII)
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- Rocavarancolia Rol
Torreón Maciel (Archivo VII)
05/08/13, 03:48 am
Recuerdo del primer mensaje :
Torreón de cuatro plantas de piedra azulada, cuya azotea y última planta fueron destrozadas por una ballena, de la que ya solo queda el esqueleto. Allí anidan las estirges. Se accede por un puende levadizo y un portón. El corredor de la entrada está plagado de pintadas y mensajes y termina en una reja llena de púas. El patio, donde se reparten algunas vértebras del animal del techo, está rodeado de un muro coronado con cristales, y en el centro de éste hay una estatua de gran pájaro negro con el pico serrado en cuya base está apoyado el reloj robado del torreón Margalar.
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- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
23/01/15, 10:45 pm
En cuanto Varsai divisó el torreón se empezó a poner nerviosa. Todo tipo de pensamientos pesimistas le llenaron la cabeza, trataba de decirse a sí misma que estarían bien y para mentalizarse fue escribiendo en la libreta algunos saludos, casi todos los terminó tachando por que no le gustaban y acabó decantándose por lo más simple.
El vozarrón de Sekkeh la sorprendió, no es que en el torreón estuviese mudo, pero aquella potencia vocal le daba cierta envidia y la niña no pudo evitar preguntarse cómo sería su voz de poder hablar. Todos estos pensamientos se disiparon en cuanto se asomó Lemus. <<Están bien, están bien, están bien...>>.
La niña fue una de las primeras en entrar y en cuanto vio gente en el salón dio un par de saltos dando palmas. Se tiró a los brazos de la persona más cercana, que resultó ser Hal, para abrazarlo. Acto seguido le enseñó la libreta. Al pasar la vista por el salón vio también a las chicas que había visto el primer día y con los ojos llenos de lágrimas se acercó para abrazarlas. En cuanto lo hizo y vio a más gente en el salón rompió a llorar de verdad, estaba realmente feliz por que no le hubiese pasado nada a ninguno.
Varsai dejó las presentaciones a otra gente y se dedicó a arrimarse a la gente para que viesen la nota, una vez se hubo calmado. Lo que mas le llamó la atención fue un pequeño ser que parecía una planta, la niña se acercó a él y poniéndose a su altura escribió:
"Encantada de conocerte, yo me llamo Varsai."
El vozarrón de Sekkeh la sorprendió, no es que en el torreón estuviese mudo, pero aquella potencia vocal le daba cierta envidia y la niña no pudo evitar preguntarse cómo sería su voz de poder hablar. Todos estos pensamientos se disiparon en cuanto se asomó Lemus. <<Están bien, están bien, están bien...>>.
La niña fue una de las primeras en entrar y en cuanto vio gente en el salón dio un par de saltos dando palmas. Se tiró a los brazos de la persona más cercana, que resultó ser Hal, para abrazarlo. Acto seguido le enseñó la libreta. Al pasar la vista por el salón vio también a las chicas que había visto el primer día y con los ojos llenos de lágrimas se acercó para abrazarlas. En cuanto lo hizo y vio a más gente en el salón rompió a llorar de verdad, estaba realmente feliz por que no le hubiese pasado nada a ninguno.
Varsai dejó las presentaciones a otra gente y se dedicó a arrimarse a la gente para que viesen la nota, una vez se hubo calmado. Lo que mas le llamó la atención fue un pequeño ser que parecía una planta, la niña se acercó a él y poniéndose a su altura escribió:
"Encantada de conocerte, yo me llamo Varsai."
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
23/01/15, 11:17 pm
Estuvo de acuerdo con Irianna sobre las presentación, algo que agradecía que mencionase. Ella podría haberlo pedido pero creía que tal vez seria un poco cansina que siempre fuese ella la que pidiera al gente presentarse por lo que agradeció enormemente a la chica que hubiese tomado la iniciativa. Con eso al fin averiguo que el chico de cabello morado y hablar un poco pomposo y extraño era Roaxen,y que el rubio se llama Sekk. Todos realmente se presentaron peor solo una persona paso un poco desapercibida para Samika, que repentinamente se vio albarazada por un chiquilla que llevaba un cuaderno consigo y a la que sonrió levemente, respondiendo el abrazo efusivo.
-Mi nombre es Samika, podéis decirme Sami si lo preferís- añadió presentándose también a todos antes de observar a la niña y mas concretamente su cuaderno- Y perdona, no puedo leer lo que pone, mi visión no me lo permite- añadió un poco incomoda, entendiendo que si la chica no hablaba y se había presentado como todos, tal vez es que no podía y su único modo de comunicarse era a través del cuaderno. Por suerte la chica era imperdible pues el sonido que salia del cascabel que llevaba le hacia situarla en cualquier punto del cuarto sin necesidad de que emitiera palabra alguna.
Por suerte Irianna le ayudo a pasar el salto al decirle el nombre de Varsai, cosa que le agradeció con un gesto. Las voces de todos aun se confundían en su cabeza así que agradecía que todos estuviesen teniendo un orden al hablar y no fuese charlas por todos lados, o se volvería loca.
-Mi nombre es Samika, podéis decirme Sami si lo preferís- añadió presentándose también a todos antes de observar a la niña y mas concretamente su cuaderno- Y perdona, no puedo leer lo que pone, mi visión no me lo permite- añadió un poco incomoda, entendiendo que si la chica no hablaba y se había presentado como todos, tal vez es que no podía y su único modo de comunicarse era a través del cuaderno. Por suerte la chica era imperdible pues el sonido que salia del cascabel que llevaba le hacia situarla en cualquier punto del cuarto sin necesidad de que emitiera palabra alguna.
Por suerte Irianna le ayudo a pasar el salto al decirle el nombre de Varsai, cosa que le agradeció con un gesto. Las voces de todos aun se confundían en su cabeza así que agradecía que todos estuviesen teniendo un orden al hablar y no fuese charlas por todos lados, o se volvería loca.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
24/01/15, 12:55 am
Por suerte Roaxen había hecho una pregunta bastante lógica y sin rastro de desprecio en el contenido de sus palabras y se despreocupó del xolnita al menos por el momento. Cuando la chica que se presentó como Samika confirmó su problema de visión y pidió que le leyesen lo que le había escrito Varsai, la lacustre le hizo un gesto a la varmana para que le mostrase el cuaderno aunque ya se imaginaba lo que pondría, y se lo transmitió a la humana. Poco a poco se congregaba más gente en el salón y la idrina fue tomando nota mental de todos los nombres. Se dio cuenta de que Kimbra no decía nada, no obstante, y se acercó a ella.
—¿No te presentas? —le inquirió—. No sé si en Krabelin teníais la costumbre de decir vuestro nombre… o más bien vuestro número al conocer a alguien, pero es lo que se suele hacer aunque no te lo pidan —le explicó. Irianna ya había comenzado a comprender que era mejor intentar que la hija de lunas hiciese las cosas por su cuenta en lugar de “suplir” ella misma las grandes diferencias sociales de la chica.
Irianna siguió la mirada de la krabelinense para girarse hacia el pequeño Ergot, quien comenzó a hablarle y contrajo su gesto al escuchar la ordinaria expresión con la que se había referido a ellos el humano. También cruzó la mirada con Tesón cuando el repoblador lo presentó por él y se preguntó por qué parecía tan airado. El repoblador le confirmó con su intento de confidencia el mal humor del ave, a lo cual Irianna reaccionó esbozando una leve sonrisa nerviosa y apartándose instintivamente un paso hacia atrás de la pareja formada por Ergot y Tesón mientras se colocaba el pelo tras la oreja. Tampoco se le escapó el intercambio entre el ave y Sekkeh y comenzó a ponerse bastante nerviosa, pero trataba de evitar a toda costa que se le notase.
—No somos “hijos de puta”. —Decidió empezar por ahí, retomando su conversación con el ser procedente del Macetero—. Yo vengo de un mundo llamado Idris. Y todos nosotros estábamos aquí —dijo colocándose en una posición más centrada respecto a todos los presentes, abriendo el libro de mapas por la página adecuada—. Torreón Letargo. Ahora estamos aquí —recorrió el mapa con el dedo hasta llegar al marcado como torreón Maciel, lugar dónde se encontraban. Esperó unos instantes antes de seguir explicando, moviendo su dedo de nuevo hacia la zona norte, concretamente a otro edificio cercano a su refugio—. Y esto de aquí es una biblioteca. Está cerca de nuestro torreón y es de ahí de dónde hemos sacado este libro de mapas, entre otros. De hecho os hemos traído uno semejante para que podáis recorrer la ciudad y llegar hasta la biblioteca por vuestra cuenta, lo tiene Jace. Es un lugar enorme, hay miles de libros allí. —La idrina no era consciente del ligero tono de entusiasmo que se había colado en sus palabras al hablar sobre la biblioteca—. Aunque… la mayoría son ilegibles, están en idiomas desconocidos. Pero muchos tienen notas de traducción —se apresuró a añadir.
—¿No te presentas? —le inquirió—. No sé si en Krabelin teníais la costumbre de decir vuestro nombre… o más bien vuestro número al conocer a alguien, pero es lo que se suele hacer aunque no te lo pidan —le explicó. Irianna ya había comenzado a comprender que era mejor intentar que la hija de lunas hiciese las cosas por su cuenta en lugar de “suplir” ella misma las grandes diferencias sociales de la chica.
Irianna siguió la mirada de la krabelinense para girarse hacia el pequeño Ergot, quien comenzó a hablarle y contrajo su gesto al escuchar la ordinaria expresión con la que se había referido a ellos el humano. También cruzó la mirada con Tesón cuando el repoblador lo presentó por él y se preguntó por qué parecía tan airado. El repoblador le confirmó con su intento de confidencia el mal humor del ave, a lo cual Irianna reaccionó esbozando una leve sonrisa nerviosa y apartándose instintivamente un paso hacia atrás de la pareja formada por Ergot y Tesón mientras se colocaba el pelo tras la oreja. Tampoco se le escapó el intercambio entre el ave y Sekkeh y comenzó a ponerse bastante nerviosa, pero trataba de evitar a toda costa que se le notase.
—No somos “hijos de puta”. —Decidió empezar por ahí, retomando su conversación con el ser procedente del Macetero—. Yo vengo de un mundo llamado Idris. Y todos nosotros estábamos aquí —dijo colocándose en una posición más centrada respecto a todos los presentes, abriendo el libro de mapas por la página adecuada—. Torreón Letargo. Ahora estamos aquí —recorrió el mapa con el dedo hasta llegar al marcado como torreón Maciel, lugar dónde se encontraban. Esperó unos instantes antes de seguir explicando, moviendo su dedo de nuevo hacia la zona norte, concretamente a otro edificio cercano a su refugio—. Y esto de aquí es una biblioteca. Está cerca de nuestro torreón y es de ahí de dónde hemos sacado este libro de mapas, entre otros. De hecho os hemos traído uno semejante para que podáis recorrer la ciudad y llegar hasta la biblioteca por vuestra cuenta, lo tiene Jace. Es un lugar enorme, hay miles de libros allí. —La idrina no era consciente del ligero tono de entusiasmo que se había colado en sus palabras al hablar sobre la biblioteca—. Aunque… la mayoría son ilegibles, están en idiomas desconocidos. Pero muchos tienen notas de traducción —se apresuró a añadir.
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
24/01/15, 02:04 am
Ergot estaba expectante, como un perro que espera alrededor de la mesa de su amo para ver si le cae comida. Todos los recién llegados le parecieron simpatiquísimos al repoblador que los observaba en silencio con sumo interés.
Y aunque uno no puede fiarse de las primeras impresiones sin duda el ser que más le había conmovido fue Roaxen Tenvrai de la familia Viil Ordante, el pequeño bicho podía sentirse identificado con el deseo de querer buscar a los suyos ¿acaso no estaba él perdidamente desesperado por ver plantas de verdad? Por lo que Ergot estaba deseando conocer a la maravillosa y agradable persona que debía de ser Roaxen según sus expectativas y ensoñaciones, que fueron abruptamente cortadas de su mente por dos hechos:
Lo primero, un ser con una piel muy curiosa (la cual quería tocar con ansias), lo estaba analizando de un modo muy extraño, como si fuese comida, y eso le estaba poniendo nervioso. El repoblador intentaba evitar su mirada por todos los medios.
Lo segundo fue que se le acerco otro ser muy silencioso y de orejas picudas, que le mostraba unos garabatos, y estaba claro que esperaba una respuesta de él. Giro el rostro en todas direcciones observando a los que tenía a su alrededor en busca de respuestas pero solo le prestaba atención la criatura que le ponía nervioso. Por lo que estaba solo en esto, sabía que tenía que decir algo, su primer instinto fue comentar: “No me gustan, son feos.” Pero se contuvo ya que había visto como había repetido el proceso de enseñar los garabatos a todos los de su alrededor, por lo que debía de significar que estaba ante un ser de inteligencia limitada por lo que había que ser amable. Ergot había escuchado como Irianna le decía a Samika que se llamaba Varsai por lo que le dijo con su voz más dulce:
-Varsai, son muuuuy bonitos, pronto podrás dibujar cosas como flores, ya veras, no desesperes.- le dedico una sonrisa al tiempo que se giraba para prestar atención a Irianna que le volvió a hablar y le corrigió de su error al tiempo que sacaba una cosa con dibujos la cual llamo libro de mapas. “Ese ser nombrado Varsai podría aprender a dibujar viendo estas cosas…” pensó mientras Irianna les mostraba un dibujo de lo que era claramente el lugar donde estaban, Rocavarancolia. Les estaba explicando a todos los presentes de dónde venían y de donde habían sacado los libros. Y aunque el repoblador entendía los dibujos a la perfección muy a su pesar no había sido capaz de entender ni la mitad de lo que le había contado la idrina por lo que se lo hizo saber del modo más inocente posible, se puso sobre sus pies, le dio un pequeño tirón en el pantalón para llamar su atención y le pregunto:
-¿Qué es una biblioteca? ¿Todas estas... eehh… cosas llamadas libros tienen dibujitos de Rocavarancolia? ¿Qué significa ilegible? ¿Y por qué os ha llamado Lemus hijos de puta si no lo soy? ¿Y qué significan hijos? ¿Y puta? Tranquilo el “de” lo comprendo…- y se quedó tan pancho mirándola desde abajo a la espera de respuestas.
Y aunque uno no puede fiarse de las primeras impresiones sin duda el ser que más le había conmovido fue Roaxen Tenvrai de la familia Viil Ordante, el pequeño bicho podía sentirse identificado con el deseo de querer buscar a los suyos ¿acaso no estaba él perdidamente desesperado por ver plantas de verdad? Por lo que Ergot estaba deseando conocer a la maravillosa y agradable persona que debía de ser Roaxen según sus expectativas y ensoñaciones, que fueron abruptamente cortadas de su mente por dos hechos:
Lo primero, un ser con una piel muy curiosa (la cual quería tocar con ansias), lo estaba analizando de un modo muy extraño, como si fuese comida, y eso le estaba poniendo nervioso. El repoblador intentaba evitar su mirada por todos los medios.
Lo segundo fue que se le acerco otro ser muy silencioso y de orejas picudas, que le mostraba unos garabatos, y estaba claro que esperaba una respuesta de él. Giro el rostro en todas direcciones observando a los que tenía a su alrededor en busca de respuestas pero solo le prestaba atención la criatura que le ponía nervioso. Por lo que estaba solo en esto, sabía que tenía que decir algo, su primer instinto fue comentar: “No me gustan, son feos.” Pero se contuvo ya que había visto como había repetido el proceso de enseñar los garabatos a todos los de su alrededor, por lo que debía de significar que estaba ante un ser de inteligencia limitada por lo que había que ser amable. Ergot había escuchado como Irianna le decía a Samika que se llamaba Varsai por lo que le dijo con su voz más dulce:
-Varsai, son muuuuy bonitos, pronto podrás dibujar cosas como flores, ya veras, no desesperes.- le dedico una sonrisa al tiempo que se giraba para prestar atención a Irianna que le volvió a hablar y le corrigió de su error al tiempo que sacaba una cosa con dibujos la cual llamo libro de mapas. “Ese ser nombrado Varsai podría aprender a dibujar viendo estas cosas…” pensó mientras Irianna les mostraba un dibujo de lo que era claramente el lugar donde estaban, Rocavarancolia. Les estaba explicando a todos los presentes de dónde venían y de donde habían sacado los libros. Y aunque el repoblador entendía los dibujos a la perfección muy a su pesar no había sido capaz de entender ni la mitad de lo que le había contado la idrina por lo que se lo hizo saber del modo más inocente posible, se puso sobre sus pies, le dio un pequeño tirón en el pantalón para llamar su atención y le pregunto:
-¿Qué es una biblioteca? ¿Todas estas... eehh… cosas llamadas libros tienen dibujitos de Rocavarancolia? ¿Qué significa ilegible? ¿Y por qué os ha llamado Lemus hijos de puta si no lo soy? ¿Y qué significan hijos? ¿Y puta? Tranquilo el “de” lo comprendo…- y se quedó tan pancho mirándola desde abajo a la espera de respuestas.
- Shiogen
Ficha de cosechado
Nombre: Emmit
Especie: Humano
Habilidades: Planificación, habilidad mental, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
24/01/15, 04:02 am
Cuando dio el tercer golpe a la puerta, un grito que anunciaba la llegada de intrusos o visitantes lleno el aire. Emmit se sorprendió bastante ya que en Rocavarancolia las sorpresas y las apariciones repentinas siempre estaban ligadas a problemas; por lo que se quedo paralizado sin saber que hacer. Su reacción fue interrumpida por la salida de Ergot a toda velocidad. Ver a su amigo lo saco del trance y después de esperar unos minutos para recomponerse decidió seguirlo y ver quienes eran los recién llegados, la ausencia de ruidos de batalla le indicaba que no eran malos.
Al bajar se encontró con un grupo de visitantes, ya varios de sus compañeros se habían presentado y al llegar junto a su grupo se ubico detrás de Tesón y Ergot, como siempre el Repoblador acaparaba la atención con sus preguntas y llego a tiempo para escuchar a la que respondía al nombre de Irianna, explicarle a Ergot la ubicación de los refugios; pero la palabra que capto su atención fue biblioteca. Sin importar que pensaran paso en medio de Tesón y Ergot para poder ver el mapa que prometía conocimientos. Por fin alguien les indicaba el camino a seguir para encontrar algún tipo de respuestas, la biblioteca seria un lugar aburridor para mucho, pero para el joven poder obtener conocimientos lo calmaba, entender Rocavarancolia era el primer paso para sobrevivir a ese inhóspito lugar.
Cuando Irianna termino su explicación, Emmit tomo la palabra.
—Un gusto conocerlos, Soy Emmit y estoy muy agradecido por la información— dijo el chico dirigiendo una fran sonrisa a la chica.
Al bajar se encontró con un grupo de visitantes, ya varios de sus compañeros se habían presentado y al llegar junto a su grupo se ubico detrás de Tesón y Ergot, como siempre el Repoblador acaparaba la atención con sus preguntas y llego a tiempo para escuchar a la que respondía al nombre de Irianna, explicarle a Ergot la ubicación de los refugios; pero la palabra que capto su atención fue biblioteca. Sin importar que pensaran paso en medio de Tesón y Ergot para poder ver el mapa que prometía conocimientos. Por fin alguien les indicaba el camino a seguir para encontrar algún tipo de respuestas, la biblioteca seria un lugar aburridor para mucho, pero para el joven poder obtener conocimientos lo calmaba, entender Rocavarancolia era el primer paso para sobrevivir a ese inhóspito lugar.
Cuando Irianna termino su explicación, Emmit tomo la palabra.
—Un gusto conocerlos, Soy Emmit y estoy muy agradecido por la información— dijo el chico dirigiendo una fran sonrisa a la chica.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
24/01/15, 04:47 pm
Se creó un revuelo como no se veía en días, de voces y movimiento. Twix desapareció durante un rato, una niña orejona se deshizo en abrazos y lágrimas, y otros, en cambio, se mantenían quietos y atentos. Entre los que llegaron estaban las dos muchachas con las que se habían topado primero en las mazmorras. Mientras Ayne les dirigió una amplia sonrisa, Eara solamente mostró una tímida, pero eso no quería decir que estuviera menos aliviada al verlas sanas y salvas. La blancuzca, sin embargo, no reaccionó cuando todos volvieron a presentarse, y los sinhadres solo recordaban el nombre de Irianna. No sabían precisar quiénes faltaban entre los recién llegados, pero pronto supieron que estaban todos bien y, a pesar de no conocerlos, era un alivio saberlo. Entre todos hacían un grupo grande y habían pasado días. Tal vez no había tantos peligros como creyeron en un primer momento.
Llegado el momento de las presentaciones, aurva y edeel repitieron sus nombres en alto, y aunque Ayne ya creía haber olviado casi todos según los oía, confiaba en Eara para recordarlos por él. Como pasaba con Jace, la cara de Roaxen también era nueva, pero había sido sencillo reconocerle de todos modos por aquel pelo tan llamativo. Y por su forma de expresarse. Lamentablemente allí nadie podía ayudarle a encontrar compatriotas.
—Los únicos que hemos conocido en la ciudad después del primer día son estos dos. No hemos visto a nadie más que a ellos —«Nada que sea… normal» pensó al recordar al monstruo parlante. Mientras respondía, señaló vagamente a Ergot y Emmit.
Enseguida se fueron terminando presentaciones y reencuentros, porque Irianna empezó a contar cómo habían llegado con la excusa de explicarle a Ergot su error, «se nota que aquí ya no hacemos demasiado caso a sus tonterías» pensó Ayne. La información que traían era más que jugosa. El edeel intentó hacerse hueco para ver el mapa y, Eara, en cambio, prefirió esperar a que le llegara el turno de verlo. No era solo un mapa, era una biblioteca entera lo que habían encontrado. «Así que los torreones tienen nombre…». Eara también pensó que eran muy buenos chicos por haber sacado uno para ellos. Habían tenido fe en encontrarlos vivos, mientras que en su torreón ya no sabían ni qué pensar del otro grupo.
Por supuesto, la respuesta de Ergot a todo aquello delataba que lo más interesante no era precisamente lo que le interesaba a él. Para Ayne era un simple cabezahueca y, para Eara, alguien que todavía necesitaba aprender demasiadas cosas de mundos tremendamente diferentes al suyo. El edeel entonces palmeó el hombro de Irianna, aún riendo.
—Suerte y paciencia, este pequeño es así de serie.
Estaba deseando escuchar cómo le explicaba todo aquello, iba a ser inesperadamente divertido.
Llegado el momento de las presentaciones, aurva y edeel repitieron sus nombres en alto, y aunque Ayne ya creía haber olviado casi todos según los oía, confiaba en Eara para recordarlos por él. Como pasaba con Jace, la cara de Roaxen también era nueva, pero había sido sencillo reconocerle de todos modos por aquel pelo tan llamativo. Y por su forma de expresarse. Lamentablemente allí nadie podía ayudarle a encontrar compatriotas.
—Los únicos que hemos conocido en la ciudad después del primer día son estos dos. No hemos visto a nadie más que a ellos —«Nada que sea… normal» pensó al recordar al monstruo parlante. Mientras respondía, señaló vagamente a Ergot y Emmit.
Enseguida se fueron terminando presentaciones y reencuentros, porque Irianna empezó a contar cómo habían llegado con la excusa de explicarle a Ergot su error, «se nota que aquí ya no hacemos demasiado caso a sus tonterías» pensó Ayne. La información que traían era más que jugosa. El edeel intentó hacerse hueco para ver el mapa y, Eara, en cambio, prefirió esperar a que le llegara el turno de verlo. No era solo un mapa, era una biblioteca entera lo que habían encontrado. «Así que los torreones tienen nombre…». Eara también pensó que eran muy buenos chicos por haber sacado uno para ellos. Habían tenido fe en encontrarlos vivos, mientras que en su torreón ya no sabían ni qué pensar del otro grupo.
Por supuesto, la respuesta de Ergot a todo aquello delataba que lo más interesante no era precisamente lo que le interesaba a él. Para Ayne era un simple cabezahueca y, para Eara, alguien que todavía necesitaba aprender demasiadas cosas de mundos tremendamente diferentes al suyo. El edeel entonces palmeó el hombro de Irianna, aún riendo.
—Suerte y paciencia, este pequeño es así de serie.
Estaba deseando escuchar cómo le explicaba todo aquello, iba a ser inesperadamente divertido.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
24/01/15, 06:56 pm
Agacho la mirada al suelo y sonrío. Lo hemos conseguido, si esto era una prueba sin duda la hemos pasado, nos hemos separado sí, pero cada grupo por su cuenta ha conseguido sobrevivir, y luego nos hemos encontrado. No sé que vamos a hacer ahora, si permaneceremos como grupo entero, o nos dividiremos por torreones, pero, al menos, me siento más segura. Somos más de veinte, no sé el resto, pero pienso que juntos, podemos sobrevivir un año entero. Ellos también han encontrado a dos integrantes más, justo el mismo número que nosotros. Aún no sé si eso significa algo o no, pero por el momento me alegro de habernos topado con Ziack y Jace, no habrían sobrevivido muchos días allí fuera, y menos el enderth, que todavía se encuentra en un estado lamentable, a pesar de haber sido recogido.
Alzo la cabeza impresionada.
Mi nombre es pronunciado por una voz femenina, quizás por la voz que más preocupación me ha dado.
-¿Samika?.-pregunto alzando las cejas con impresión, suspiro aliviada llevándome la mano a la frente.
El abrazo me deja aturdida, no esperaba tanto afecto tan rápido, pero con entusiasmo se lo correspondo.
Escucho las palabras con atención. Me alegro bastante de oír que fueron a buscarnos a las mazmorras y todo, quizás hicieron más esfuerzo incluso que nosotros.
Asiento ante su pregunta sobre nuestro estado. Lo cierto es que la suerte nos ha acompañado desde que despertamos, esperemos que siga de nuestro lado.
-Yo soy Ruth. Un placer.- le digo al chico de pelo castaño, al parecer uno de los nuevos de Maciel.
Otro humano. Pensar en que puede haber más gente perdida por ahí es un incordio, cabe la posibilidad de que más gente haya despertado, pero en caso de que así fuera, los que nos trajeron aquí no deben de haberles dejado muy lejos. Al fin y al cabo nos han “ayudado” desde el principio, no creo que su fin sea vernos morir. Pero de momento he de celebrar la victoria.
Aumento el volumen de voz para aquellos que no pueden ver el mapa que ha sacado Irianna, debido al tumulto de personas que se han acercado.
-Este lugar, donde imagino que habéis pasado los recientes días, se llama Maciel. El nuestro, en cambio, es Letargo. No parecen tener muchas diferencias el uno del otro.- explico observando al repoblador, y aguantando una sonrisa ante la pequeña descripción de Ayne sobre el pequeño Ergot, en cierto modo me resulta similar a Rasqa, ambos son pequeños, y son muy graciosos. Tienen una pizca de algo, que te porvoca cogerles afecto muy rápido. Si no se lo he cogido aún a mi compañero, es por mi personalidad, pero por lo general, parece que los dos dan buena impresión.
Lo cierto es que me siento feliz. No puedo dejarme llevar tampoco por este sentimiento, pero no puedo sumergirme en mi mente, si lo hago, me volveré loca, cuanto menos piense mejor, haber estado varios días en Letargo me ha hecho darle al coco mucho, y he comprobado que no se me da muy bien, y no me conviene. Ya se verá como salir de aquí. Como volver.
Alzo la cabeza impresionada.
Mi nombre es pronunciado por una voz femenina, quizás por la voz que más preocupación me ha dado.
-¿Samika?.-pregunto alzando las cejas con impresión, suspiro aliviada llevándome la mano a la frente.
El abrazo me deja aturdida, no esperaba tanto afecto tan rápido, pero con entusiasmo se lo correspondo.
Escucho las palabras con atención. Me alegro bastante de oír que fueron a buscarnos a las mazmorras y todo, quizás hicieron más esfuerzo incluso que nosotros.
Asiento ante su pregunta sobre nuestro estado. Lo cierto es que la suerte nos ha acompañado desde que despertamos, esperemos que siga de nuestro lado.
-Yo soy Ruth. Un placer.- le digo al chico de pelo castaño, al parecer uno de los nuevos de Maciel.
Otro humano. Pensar en que puede haber más gente perdida por ahí es un incordio, cabe la posibilidad de que más gente haya despertado, pero en caso de que así fuera, los que nos trajeron aquí no deben de haberles dejado muy lejos. Al fin y al cabo nos han “ayudado” desde el principio, no creo que su fin sea vernos morir. Pero de momento he de celebrar la victoria.
Aumento el volumen de voz para aquellos que no pueden ver el mapa que ha sacado Irianna, debido al tumulto de personas que se han acercado.
-Este lugar, donde imagino que habéis pasado los recientes días, se llama Maciel. El nuestro, en cambio, es Letargo. No parecen tener muchas diferencias el uno del otro.- explico observando al repoblador, y aguantando una sonrisa ante la pequeña descripción de Ayne sobre el pequeño Ergot, en cierto modo me resulta similar a Rasqa, ambos son pequeños, y son muy graciosos. Tienen una pizca de algo, que te porvoca cogerles afecto muy rápido. Si no se lo he cogido aún a mi compañero, es por mi personalidad, pero por lo general, parece que los dos dan buena impresión.
Lo cierto es que me siento feliz. No puedo dejarme llevar tampoco por este sentimiento, pero no puedo sumergirme en mi mente, si lo hago, me volveré loca, cuanto menos piense mejor, haber estado varios días en Letargo me ha hecho darle al coco mucho, y he comprobado que no se me da muy bien, y no me conviene. Ya se verá como salir de aquí. Como volver.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
24/01/15, 07:15 pm
Irianna mostró entonces algo que Hal no había visto que llevaban. Arqueó levemente las cejas de la sorpresa, no había esperado ver algo como un libro de pergamino allí. Se acercó un par de pasos, entreviendo al libro entre las personas que estaban delante suya. Los ojos le brillaron cuando escuchó lo de la biblioteca, y con suma rapidez su mente comenzó a pensar en diversas posibilidades. Recordó su teoría sobre la forma de actuar de Rocavarancolia, y poco a poco fue rellenando el pzule con sus eculubraciones.
«Tiene que haber libros de hechizos. Tiene que haberlos» se decía, permitiendo al ánimo hacerse un minúsculo lugar en él. El dato de la biblioteca lo reafirmó en lo que él pensaba que era la teoría correcta. Los habitantes de Rocavarancolia los habían secuestrado y los habían dejado sin nada, pero con un montón de herramientas de supervivencia a su alcance, que ellos debían buscar y encontrar por su cuenta y riesgo. «¿Pero por qué lo hacen?» se preguntó, con el ceño algo fruncido. «¿Es simplemente una forma que tienen de divertirse? ¿Nos espían mientras realizamos estos agotadores intentos de sobrevivir, en su hogar, cómodamente, riéndose? ¿O hay algo más?». En caso de ser la primera opción los rocavarancolenses eran, a ojos del carabés, los seres más infames y aborrecibles del universo. En el segundo caso... No tenía ni idea de qué pensar. No se le ocurría absolutamente nada por lo que quienes habitaban aquel lugar podrían querer hacerles pasar por eso que no fuese divertirse como unos sádicos.
Aun así no podía evitar cierto entusiasmo al pensar en la biblioteca, por muchos motivos. Estaba seguro de que aquello parecería un gigantesco museo, pero sería un museo lleno de información. Podrían descubrir la historia de Rocavarancolia, cómo había llegado a aquel estado («seguro que la nigromancia tuvo algo que ver» penso, girando algo el gesto), quizás incluso qué deseaban de ellos... Y magia. Podría volver a hacer magia, lo cual, entre otras muchísimas cosas, significaba bañarse con agua caliente. Casi se sentía flotar del gusto. «Tenemos que ir hoy. Yo no me vuelvo a bañar sin hechizo térmico a mano» se dijo, algo serio.
Salió de su mente a tiempo para escuchar las palabras del repoblador, que casi hicieron que resoplase de diversión. Sin embargo, tras un par de segundos lo miró de reojo, algo más curioso. Parecía que el mundo de su compañero era muy distinto al de muchos, y empezaba a despertarle cierta curiosidad académica. Aunque lo poco que sabía del mismo apuntaba que no viviría allí ni por estar eternamente en la primera posición de las listas.
«Tiene que haber libros de hechizos. Tiene que haberlos» se decía, permitiendo al ánimo hacerse un minúsculo lugar en él. El dato de la biblioteca lo reafirmó en lo que él pensaba que era la teoría correcta. Los habitantes de Rocavarancolia los habían secuestrado y los habían dejado sin nada, pero con un montón de herramientas de supervivencia a su alcance, que ellos debían buscar y encontrar por su cuenta y riesgo. «¿Pero por qué lo hacen?» se preguntó, con el ceño algo fruncido. «¿Es simplemente una forma que tienen de divertirse? ¿Nos espían mientras realizamos estos agotadores intentos de sobrevivir, en su hogar, cómodamente, riéndose? ¿O hay algo más?». En caso de ser la primera opción los rocavarancolenses eran, a ojos del carabés, los seres más infames y aborrecibles del universo. En el segundo caso... No tenía ni idea de qué pensar. No se le ocurría absolutamente nada por lo que quienes habitaban aquel lugar podrían querer hacerles pasar por eso que no fuese divertirse como unos sádicos.
Aun así no podía evitar cierto entusiasmo al pensar en la biblioteca, por muchos motivos. Estaba seguro de que aquello parecería un gigantesco museo, pero sería un museo lleno de información. Podrían descubrir la historia de Rocavarancolia, cómo había llegado a aquel estado («seguro que la nigromancia tuvo algo que ver» penso, girando algo el gesto), quizás incluso qué deseaban de ellos... Y magia. Podría volver a hacer magia, lo cual, entre otras muchísimas cosas, significaba bañarse con agua caliente. Casi se sentía flotar del gusto. «Tenemos que ir hoy. Yo no me vuelvo a bañar sin hechizo térmico a mano» se dijo, algo serio.
Salió de su mente a tiempo para escuchar las palabras del repoblador, que casi hicieron que resoplase de diversión. Sin embargo, tras un par de segundos lo miró de reojo, algo más curioso. Parecía que el mundo de su compañero era muy distinto al de muchos, y empezaba a despertarle cierta curiosidad académica. Aunque lo poco que sabía del mismo apuntaba que no viviría allí ni por estar eternamente en la primera posición de las listas.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
24/01/15, 09:19 pm
La pregunta de Irianna le hizo abandonar el razonamiento que su mente llevaba a cabo sobre cómo el ser que se encontraba ante ella podía beneficiar en su proyecto de reconstrucción del huerto. La engendro miró a Irianna para luego volver a mirar al resto del grupo y, aunque no contestó las palabras de la idrina con la información sobre el protocolo de presentaciones krabelinense, sí que procedió a presentarse.
- El nombre que escogí para mí fue Kimbra- contestó simplemente.
En ese momento, oyó la calificación de “hijos de puta” que le habían hecho a sus compañeros y a ella. Al desconocer el concepto “puta”, le resultaba imposible discernir si el concepto “hijo” estaba utilizado en el contexto krabelinense o en el idrino que días atrás le había explicado Irianna.
- Yo soy una Hija de Lunas y no conozco a ninguna diosa denominada Puta- le explicó al ser vegetal, aunque no añadió que quizás se tratara de un dios terrestre, pues había sido uno de los seres denominados humanos el que los había llamado así.
Kimbra pensó en contestar la pregunta del llamado Ergot sobre la definición del concepto hijo, pero en el último momento dudo. “¿Cuál sería la definición que él buscaba? ¿La idrina o la krabelinense? ¿O quizás había otras que desconocía?” Ante tamaña duda, la engendro decidió, como ya era común en ella, a guardar silencio.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 12:07 am
Estaba claro que Ergot tampoco compartía muchas de las cosas que otras culturas a las que pertenecían buena parte de los presentes daban por hecho. Con lo que le dijo a Varsai supo que no sabía leer, aunque las preguntas subsiguientes a su explicación le indicaron que había mucho más que el repoblador desconocía.
—Varsai no te ha mostrado dibujos, Ergot. Son palabras. Es su forma de comunicarse ya que no puede hablar, se estaba presentando. En realidad ella ya es una gran dibujante, pídele que te enseñe uno de sus dibujos si quieres comprobarlo por ti mismo.
Había decidido empezar por lo fácil, pues todavía se estaba haciendo mentalmente a la idea para responderle al resto de sus preguntas. El humano llamado Emmit se acercó para presentarse y no mucho después fue cuando Ayne le palmeó la espalda mientras le dedicaba unas palabras de ánimo. Por muy buena que fuese la intención del sinhadre, lo único que el gesto consiguió infundirle fue nerviosismo. Especialmente porque no pudo evitar encogerse ante el contacto instintivamente y porque había demasiados hombres congregados a su alrededor en aquel momento. Especialmente teniendo en cuenta que para ella más de uno ya eran "demasiados". Tal vez debió haber dejado que fuese Jace quien les mostrase los mapas.
>>No hay de qué, Emmit —respondió tratando de forzar una sonrisa en la que desesperadamente intentaba ocultar la turbación que sentía en aquel momento—. Gracias, Ayne, haré lo que pueda —añadió girándose lo mínimo que pudo hacia el sinhadre. Todavía temía cómo había interpretado el gesto que no había podido reprimir, aunque por suerte ya había comprobado que las habilidades interpretativas de los demás no eran equiparables a las de los idrinos.
La chica trató de ignorar el hecho de que se encontraba rodeada de hombres, manteniéndose siempre cerca de Kimbra, Ruth o Varsai, y de otros detalles como la hostilidad que emanaba de Tesón. La idrina no tenía claro si aquel mensaje lo enviaba a propósito o simplemente nunca mantenía a raya sus emociones, tal y como había comprobado que era el caso de varios de sus compañeros. Se pasó una mano por el pelo como para desenredar un nudo que no estaba allí y decidió centrar su mirada en el repoblador para responderle.
—Un libro suele tener esta forma, pero su contenido es muy variable. Normalmente hay textos en ellos, cuyo contenido puede ser de cualquier cosa que te puedas imaginar y probablemente más. El propósito de cada libro también es diferente, aunque por lo general son una fuente de conocimiento muy valiosa. Imagínate que le cuentas una historia a alguien, pero en lugar de emplear tu voz lo plasmas sobre una superficie para que perdure y pueda leerlo cuando quiera. Se utiliza la escritura para ello, que consiste en trazar una serie de símbolos unificados bajo un mismo significado, para que todos los que hablen el mismo idioma los puedan comprender. Legible significa que dicha escritura se puede comprender porque cumple con esas características para quien la ve.
Irianna volvió a apartarse el pelo tras la oreja cuando finalizó la explicación, insegura de si la había elaborado de tal forma que alguien que desconocía ciertos conceptos básicos para ella pudiera comprenderla.
—En cuanto a lo otro... Pregúntaselo a Lemus, ya que es quien te puede decir cuál era el significado exacto de sus palabras.
Irianna no pensaba responder a aquella pregunta, no en aquel momento desde luego y ciertamente no era su culpa el que el repoblador estuviese cuestionando una y otra vez qué era un "hijo de puta". La aportación de Kimbra al respecto, no obstante, hizo que dejase escapar una leve risa.
>>Y por cierto, soy una chica... O una hembra —añadió para el repoblador, recordando que había utilizado el masculino para dirigirse a ella.
—Varsai no te ha mostrado dibujos, Ergot. Son palabras. Es su forma de comunicarse ya que no puede hablar, se estaba presentando. En realidad ella ya es una gran dibujante, pídele que te enseñe uno de sus dibujos si quieres comprobarlo por ti mismo.
Había decidido empezar por lo fácil, pues todavía se estaba haciendo mentalmente a la idea para responderle al resto de sus preguntas. El humano llamado Emmit se acercó para presentarse y no mucho después fue cuando Ayne le palmeó la espalda mientras le dedicaba unas palabras de ánimo. Por muy buena que fuese la intención del sinhadre, lo único que el gesto consiguió infundirle fue nerviosismo. Especialmente porque no pudo evitar encogerse ante el contacto instintivamente y porque había demasiados hombres congregados a su alrededor en aquel momento. Especialmente teniendo en cuenta que para ella más de uno ya eran "demasiados". Tal vez debió haber dejado que fuese Jace quien les mostrase los mapas.
>>No hay de qué, Emmit —respondió tratando de forzar una sonrisa en la que desesperadamente intentaba ocultar la turbación que sentía en aquel momento—. Gracias, Ayne, haré lo que pueda —añadió girándose lo mínimo que pudo hacia el sinhadre. Todavía temía cómo había interpretado el gesto que no había podido reprimir, aunque por suerte ya había comprobado que las habilidades interpretativas de los demás no eran equiparables a las de los idrinos.
La chica trató de ignorar el hecho de que se encontraba rodeada de hombres, manteniéndose siempre cerca de Kimbra, Ruth o Varsai, y de otros detalles como la hostilidad que emanaba de Tesón. La idrina no tenía claro si aquel mensaje lo enviaba a propósito o simplemente nunca mantenía a raya sus emociones, tal y como había comprobado que era el caso de varios de sus compañeros. Se pasó una mano por el pelo como para desenredar un nudo que no estaba allí y decidió centrar su mirada en el repoblador para responderle.
—Un libro suele tener esta forma, pero su contenido es muy variable. Normalmente hay textos en ellos, cuyo contenido puede ser de cualquier cosa que te puedas imaginar y probablemente más. El propósito de cada libro también es diferente, aunque por lo general son una fuente de conocimiento muy valiosa. Imagínate que le cuentas una historia a alguien, pero en lugar de emplear tu voz lo plasmas sobre una superficie para que perdure y pueda leerlo cuando quiera. Se utiliza la escritura para ello, que consiste en trazar una serie de símbolos unificados bajo un mismo significado, para que todos los que hablen el mismo idioma los puedan comprender. Legible significa que dicha escritura se puede comprender porque cumple con esas características para quien la ve.
Irianna volvió a apartarse el pelo tras la oreja cuando finalizó la explicación, insegura de si la había elaborado de tal forma que alguien que desconocía ciertos conceptos básicos para ella pudiera comprenderla.
—En cuanto a lo otro... Pregúntaselo a Lemus, ya que es quien te puede decir cuál era el significado exacto de sus palabras.
Irianna no pensaba responder a aquella pregunta, no en aquel momento desde luego y ciertamente no era su culpa el que el repoblador estuviese cuestionando una y otra vez qué era un "hijo de puta". La aportación de Kimbra al respecto, no obstante, hizo que dejase escapar una leve risa.
>>Y por cierto, soy una chica... O una hembra —añadió para el repoblador, recordando que había utilizado el masculino para dirigirse a ella.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 01:24 am
La reacción del rubio fue del agrado de Twixy's, visible admiración sin caer en el babosismo y manteniendo la dignidad. A modo de apreciación por su reconocimiento, le guiñó un ojo. Quiso mantenerse cerca de él, pasando entre tanto una Varsai emocionada por sus brazos, a la cual saludó con efusividad aprovechando que su nombre iba escrito en su libreta, pues no lo recordaba.
Iriana, la divina chica pez, empezó a contarles detalladamente todas las novedades desde que se separaron, pero una visión hizo que casi dejase de escucharla. Aparte del buenorro rubio, el otro grupo había conseguido una interesante adquisición, a la que al parecer llamaban Jace. Tuvo una buena excusa para poder admirarlo de cerca cuando les mostraron el mapa, indicándoles localizaciones conocidas, y la de la biblioteca de la que habían hablado antes. Para Twixy's, las bibliotecas estaban en ordenadores y demás aparatejos, pero sabía de sobra lo que era un libro. Tenía varios de patrones, ediciones recopilatorias de revistas de moda, fotografía marina y una enciclopedia de zapatos. Lo cierto es que la idea de poder recopilar información en la ciudad, sobre la ciudad, y no andar dando palos de ciego, le hizo centrarse en la situación, y olvidarse momentáneamente de sus posibles futuras presas.
-¿Y no superhabría, por un casual... no sé... libry'x de magia?
Sus ojos se desviaron hacia Hal, buscando su reacción. Él había dicho que si encontraban hechizos podrían aprenderlos, y Twixy's temblaba de emoción ante la oportunidad.
Iriana, la divina chica pez, empezó a contarles detalladamente todas las novedades desde que se separaron, pero una visión hizo que casi dejase de escucharla. Aparte del buenorro rubio, el otro grupo había conseguido una interesante adquisición, a la que al parecer llamaban Jace. Tuvo una buena excusa para poder admirarlo de cerca cuando les mostraron el mapa, indicándoles localizaciones conocidas, y la de la biblioteca de la que habían hablado antes. Para Twixy's, las bibliotecas estaban en ordenadores y demás aparatejos, pero sabía de sobra lo que era un libro. Tenía varios de patrones, ediciones recopilatorias de revistas de moda, fotografía marina y una enciclopedia de zapatos. Lo cierto es que la idea de poder recopilar información en la ciudad, sobre la ciudad, y no andar dando palos de ciego, le hizo centrarse en la situación, y olvidarse momentáneamente de sus posibles futuras presas.
-¿Y no superhabría, por un casual... no sé... libry'x de magia?
Sus ojos se desviaron hacia Hal, buscando su reacción. Él había dicho que si encontraban hechizos podrían aprenderlos, y Twixy's temblaba de emoción ante la oportunidad.
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.
Personajes :- ● Ergot: -Véspido Soldado Repobladoril-
● Nadzieja: -Escoria Cosechada HomoSapiens-
Status : Las dudas son como los muertos, siempre acaban saliendo a flote.
Humor : Epístola de San Pablo a los adefesios: "Sois feos de cojones."
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 01:45 am
Ergot se sintió tremendamente culpable y estúpido tras la explicación de Irianna sobre los garabatos de Varsai, y a lo último que tenía ánimos era a pedirle un dibujo después de todo lo que había pensado sobre aquel ser. Los remordimientos le hicieron desear que Tesón lo hubiese matado en las escaleras de una forma lenta y cruel. Pero no pudo regocijarse demasiado en su auto-tortura, los acontecimientos a su alrededor reclamaban su atención.
El primer pensamiento que se le cruzo por la mente al repoblador cuando vio acercarse a su humano favorito fue “¡¡Emmit menos mal que has llegado!! ¿Dónde te habías metido?” pero sus palabras murieron en su garganta al ver los leves signos de incomodidad en el rostro de la idrina, parecía nerviosa y el repoblador no pudo evitar preguntarse si era culpa suya, más aun cuando Ayne se acercó para darle ánimos y los gestos de desasosiego crecieron considerablemente. Estaba a punto de decirle que daba igual que no hacía falta que respondiese cuando el ser de piel reluciente y hermosa cuya mirada le crispaba se presentó como Kimbra e hija de Lunas mencionando algo de una diosa puta, Ergot tenía dos cosas claras: Lo que era una luna y que diosas solo había una y esa era la Naturaleza. Y casi se lo hizo saber pero se mordió la lengua cuando Irianna volvió a hablar y Ergot escucho sin interrumpir, intentando comprender todo lo que le contaba, después de todo el mal trago que parecía estar pasando por su culpa, era lo mínimo que podía hacer. De lo culpable que se sentía hacia los dos seres recién conocidos, el repoblador tenía ganas de esconderse debajo del sofá, rodearse de sus pelusas favoritas y no salir nunca más excepto para hacer la fotosíntesis, pero esperaría a que todo estuviese mucho más calmado.
Una vez terminada la explicación, el repoblador asintió de forma contundente y repitió todo aquello que había comprendido de las palabras de la idrina:
-Los libros son cosas donde se guardan historias y conocimientos sobre muchas otras cosas dibujados con garabatos que normalmente los seres comprenden. ¿Es eso verdad?- El repoblador estuvo a punto de preguntar por qué él no podía comprenderlo, por qué para él no era legible pero estaba convencido de que a eso no tenía por qué tener respuesta la criatura que le hacía frente. Por lo que se calló, al pequeño bicho-planta no le costó mucho asimilar la petición de la idrina de preguntarle a Lemus sobre los hijos de puta, después de todo era lógico preguntarle a un humano ya que parecía ser que era una expresión humana, lo que no comprendió fue el términos chica pero si el de hembra, supuso que serian términos equivalentes:
-Vale, tranquila lo tendré en cuenta hembra Irianna, eres una buena ser chica por haber contestado a mis preguntas. Gracias.- Y con eso en un par de saltos se alejó de ella para caer sobre el hombro de Varsai y comenzó a disculparse todo lo mejor que pudo, teniendo en cuenta que comenzó a hablar a la velocidad del rayo, con cosas del estilo: “Perdóname, no sabía lo que me mostrabas, Irianna, ella me lo ha explicado, no son legibles para mi esos escritura, no los comprendo, perdóname si te he ofendido, me he comportado como un cactus en mitad de un cenagal. Lo siento mucho Varsai, me han dicho que dibujas muy bien, yo no lo sabía, no sabía que esos garabatos tenían significado. No sabía. No sabía. No sé. Perdón.” Y tan rápido como había llegado al hombro de Varsai escapo de el sin escuchar la respuesta de lo avergonzado que se encontraba.
De un salto con mortal incluido acabo agarrado a la espalda de Emmit. Nunca tuvo la intención de preguntarle a Lemus, no iba a arriesgarse a contrariar a nadie más por lo que su mejor opción era Emmit. Una vez asomado sobre su hombro, le saludo con un “Emmit no vuelvas a permitir que me aleje de ti.” Y se puso a escuchar las palabras de la Frivy, lo que le dieron una preocupación nueva, él no entendía los garabatos de los libros, y si eso no tenía remedio, no podría hacer eso que llamaban magia, lo que viendo el rostro de Twixy’s debía de ser bueno. El repoblador no pudo evitar resoplar. Aparto los pelos que cubrían la oreja de Emmit y le susurro de tal modo que solo el pudiese escucharlo:
-Emmit, tenemos que hablar, tienes que explicarme que son los hijos y no sé qué diosas putas, además no sé por qué la escritura no es legible para mí y dime sois todos hembras o hay alguno macho… ¿No hay ninguno como yo, osea... que no es nada de esas cosas?- Debía de haberlo sabido, si alguien podía escuchar sus preocupaciones, ese era Emmit.
El primer pensamiento que se le cruzo por la mente al repoblador cuando vio acercarse a su humano favorito fue “¡¡Emmit menos mal que has llegado!! ¿Dónde te habías metido?” pero sus palabras murieron en su garganta al ver los leves signos de incomodidad en el rostro de la idrina, parecía nerviosa y el repoblador no pudo evitar preguntarse si era culpa suya, más aun cuando Ayne se acercó para darle ánimos y los gestos de desasosiego crecieron considerablemente. Estaba a punto de decirle que daba igual que no hacía falta que respondiese cuando el ser de piel reluciente y hermosa cuya mirada le crispaba se presentó como Kimbra e hija de Lunas mencionando algo de una diosa puta, Ergot tenía dos cosas claras: Lo que era una luna y que diosas solo había una y esa era la Naturaleza. Y casi se lo hizo saber pero se mordió la lengua cuando Irianna volvió a hablar y Ergot escucho sin interrumpir, intentando comprender todo lo que le contaba, después de todo el mal trago que parecía estar pasando por su culpa, era lo mínimo que podía hacer. De lo culpable que se sentía hacia los dos seres recién conocidos, el repoblador tenía ganas de esconderse debajo del sofá, rodearse de sus pelusas favoritas y no salir nunca más excepto para hacer la fotosíntesis, pero esperaría a que todo estuviese mucho más calmado.
Una vez terminada la explicación, el repoblador asintió de forma contundente y repitió todo aquello que había comprendido de las palabras de la idrina:
-Los libros son cosas donde se guardan historias y conocimientos sobre muchas otras cosas dibujados con garabatos que normalmente los seres comprenden. ¿Es eso verdad?- El repoblador estuvo a punto de preguntar por qué él no podía comprenderlo, por qué para él no era legible pero estaba convencido de que a eso no tenía por qué tener respuesta la criatura que le hacía frente. Por lo que se calló, al pequeño bicho-planta no le costó mucho asimilar la petición de la idrina de preguntarle a Lemus sobre los hijos de puta, después de todo era lógico preguntarle a un humano ya que parecía ser que era una expresión humana, lo que no comprendió fue el términos chica pero si el de hembra, supuso que serian términos equivalentes:
-Vale, tranquila lo tendré en cuenta hembra Irianna, eres una buena ser chica por haber contestado a mis preguntas. Gracias.- Y con eso en un par de saltos se alejó de ella para caer sobre el hombro de Varsai y comenzó a disculparse todo lo mejor que pudo, teniendo en cuenta que comenzó a hablar a la velocidad del rayo, con cosas del estilo: “Perdóname, no sabía lo que me mostrabas, Irianna, ella me lo ha explicado, no son legibles para mi esos escritura, no los comprendo, perdóname si te he ofendido, me he comportado como un cactus en mitad de un cenagal. Lo siento mucho Varsai, me han dicho que dibujas muy bien, yo no lo sabía, no sabía que esos garabatos tenían significado. No sabía. No sabía. No sé. Perdón.” Y tan rápido como había llegado al hombro de Varsai escapo de el sin escuchar la respuesta de lo avergonzado que se encontraba.
De un salto con mortal incluido acabo agarrado a la espalda de Emmit. Nunca tuvo la intención de preguntarle a Lemus, no iba a arriesgarse a contrariar a nadie más por lo que su mejor opción era Emmit. Una vez asomado sobre su hombro, le saludo con un “Emmit no vuelvas a permitir que me aleje de ti.” Y se puso a escuchar las palabras de la Frivy, lo que le dieron una preocupación nueva, él no entendía los garabatos de los libros, y si eso no tenía remedio, no podría hacer eso que llamaban magia, lo que viendo el rostro de Twixy’s debía de ser bueno. El repoblador no pudo evitar resoplar. Aparto los pelos que cubrían la oreja de Emmit y le susurro de tal modo que solo el pudiese escucharlo:
-Emmit, tenemos que hablar, tienes que explicarme que son los hijos y no sé qué diosas putas, además no sé por qué la escritura no es legible para mí y dime sois todos hembras o hay alguno macho… ¿No hay ninguno como yo, osea... que no es nada de esas cosas?- Debía de haberlo sabido, si alguien podía escuchar sus preocupaciones, ese era Emmit.
"Mientras no tengan conciencia de su fuerza no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado no serán conscientes. Éste es el problema." G.O.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 03:15 am
¿Jace nervioso? Qué va.
La primera mitad del trayecto la pasó en absoluto silencio, algo perturbador tratándose de él, sin dirigir siquiera miradas a nadie y especialmente pendiente de tener el libro de mapas en las manos y su cuchillo bien guardado en uno de sus bolsillos. Le daba la sensación de que en cualquier instante el libro podría desaparecer de allí, y él cargaría con toda la culpa de perderlo. Le costaba mucho no emparanoiarse. Durante la otra mitad su comportamiento pasó a ser similar al de un suricato vigilando el terreno. Miraba a todos lados, atento a cada dato, ruido o esquina poco convencionales, pero aún sin decir nada. Finalmente, al tener el torreón en frente suya, notó como un nudo se creaba en su garganta con cuerdas de acero. Iba a conocer a más gente, y le daba miedo caerles mal.
Resultaba irónico que el mismo tío extrovertido que tendía a emborracharse todas las noches de conciertos, a gritarle a todo pulmón a sus amigos que había comprado calzoncillos de Pocoyó y solía meterse patatas fritas en la nariz para hacer reir a su novia estuviese tan nervioso por conocer a un puñado de gente. Miró a su alrededor, a su propio grupo de Letargo, pero seguía sintiéndose fuera de lugar. Ellos al menos ya los conocían de antes, aunque fuera solo de vista. Él y Ziack eran los más nuevos, y el segundo no estaba presente, lo que le dejaba a él como el rockie.
"JOODER!! PERO QUÉ HIJOS DE PUTA!"
Sólo una estupidez como esa podía hacer que Jace volviera a ser el de siempre. La cara se le desconfiguró del todo, sin poder evitar soltar una carcajada tremenda al escuchar semejante jerga. Después de haber pasado tanto tiempo con extraterrestres había olvidado lo bien que se sentía volver a escuchar palabras tan simples como esas.
Otro humano, y por las pintas que tenía Jace le reconocía automáticamente como "otro idiota como él". Le recordaba espantosamente a su mejor amigo, el bajista de su banda, creando en él un popurrí diverso de sensaciones que iban desde la melancolía a la máxima felicidad. No dijo ni mú en lo que entraron todos, y pronto volvió a sentirse atacado por los nervios. Algunos ya se conocían, pero otros empezaron a presentarse de nuevo, y por reacción se dedicó a apretar el lomo del libro hasta tener los nudillos rojos. El moreno se limitaba a mirar a su alrededor, más curioso que un cuervo delante de un espejo roto que brilla con sol, con una sonrisa de pura emoción.
El tío que les llamó hijo de puta se llevaba toda su atención. Después, una tía realmente llamativa que por alguna incómoda razón le recordaba a su novia (exceptuando el pecho tan grande y el ser tan alta) que le miraba cada rato, un chico de pelo lila y otra de pelo rosa, un muchacho de piel pálida y flacucho, una chica y un chico que parecían totalmente normales y humanos... y por supuesto el bichito planta.
«Sami, Emmit, Ergot, Hal... demasiados nombres, macho, ni un jodido nombre normal o qué. Ya podían llamarse todos "John" o "John II".»
El momento en el que Irianna le mencionó fue casi tan incómodo como cuando un amigo te presenta a un grupo inmenso de gente nueva, aún sabiendo que vas a congeniar. Carraspeó y para su propia sorpresa, lo hizo con total normalidad.
—¡Qué hay! Yo soy Jace. —«muy bien capitán obvio, eso ya lo saben». Alzó un brazo para saludar. Con el otro, agarró el libro de mapas y lo apoyó en su cintura, para darse más aires despreocupados.— Norteamericano y... bueno, un humano normal y corriente hasta donde yo sé. Y a mí si me podéis llamar hijo de puta.
Sonrió una vez más, sintiendo que el nudo de acero pasaba a ser poco más que un lazo a medida que hablaba. Se mantuvo relativamente cerca de la idrina, y en lo que esta mencionó el objeto lo enseñó como si fuera un anuncio de la teletienda. Sería una bobada, pero le alegraba tener una especie de puesto importante como "mediador" al llevar el libro.
Entre el repoblador y la confusión generalizada por la palabra "puta" Jace no pudo evitar soltar varias risas, algunas nada disimuladas y bastante escandalosas. No lo hacía aposta, pero con suerte eso relajaría más el ambiente.
—Y a todo esto, ¿a quién debería darle esto? —silbó una melodía rápida a la vez que alzaba el libro para llamar la atención.— Lo único importante es que no le pase nada o si no me va a caer un castigo por daños, o alguna pollada así.
Se mordió la lengua al pronuncia la penúltima palabra. No quería causar más preguntas incómodas como lo que había sido con "puta" una vez más, por muy divertido que fuese.
La primera mitad del trayecto la pasó en absoluto silencio, algo perturbador tratándose de él, sin dirigir siquiera miradas a nadie y especialmente pendiente de tener el libro de mapas en las manos y su cuchillo bien guardado en uno de sus bolsillos. Le daba la sensación de que en cualquier instante el libro podría desaparecer de allí, y él cargaría con toda la culpa de perderlo. Le costaba mucho no emparanoiarse. Durante la otra mitad su comportamiento pasó a ser similar al de un suricato vigilando el terreno. Miraba a todos lados, atento a cada dato, ruido o esquina poco convencionales, pero aún sin decir nada. Finalmente, al tener el torreón en frente suya, notó como un nudo se creaba en su garganta con cuerdas de acero. Iba a conocer a más gente, y le daba miedo caerles mal.
Resultaba irónico que el mismo tío extrovertido que tendía a emborracharse todas las noches de conciertos, a gritarle a todo pulmón a sus amigos que había comprado calzoncillos de Pocoyó y solía meterse patatas fritas en la nariz para hacer reir a su novia estuviese tan nervioso por conocer a un puñado de gente. Miró a su alrededor, a su propio grupo de Letargo, pero seguía sintiéndose fuera de lugar. Ellos al menos ya los conocían de antes, aunque fuera solo de vista. Él y Ziack eran los más nuevos, y el segundo no estaba presente, lo que le dejaba a él como el rockie.
"JOODER!! PERO QUÉ HIJOS DE PUTA!"
Sólo una estupidez como esa podía hacer que Jace volviera a ser el de siempre. La cara se le desconfiguró del todo, sin poder evitar soltar una carcajada tremenda al escuchar semejante jerga. Después de haber pasado tanto tiempo con extraterrestres había olvidado lo bien que se sentía volver a escuchar palabras tan simples como esas.
Otro humano, y por las pintas que tenía Jace le reconocía automáticamente como "otro idiota como él". Le recordaba espantosamente a su mejor amigo, el bajista de su banda, creando en él un popurrí diverso de sensaciones que iban desde la melancolía a la máxima felicidad. No dijo ni mú en lo que entraron todos, y pronto volvió a sentirse atacado por los nervios. Algunos ya se conocían, pero otros empezaron a presentarse de nuevo, y por reacción se dedicó a apretar el lomo del libro hasta tener los nudillos rojos. El moreno se limitaba a mirar a su alrededor, más curioso que un cuervo delante de un espejo roto que brilla con sol, con una sonrisa de pura emoción.
El tío que les llamó hijo de puta se llevaba toda su atención. Después, una tía realmente llamativa que por alguna incómoda razón le recordaba a su novia (exceptuando el pecho tan grande y el ser tan alta) que le miraba cada rato, un chico de pelo lila y otra de pelo rosa, un muchacho de piel pálida y flacucho, una chica y un chico que parecían totalmente normales y humanos... y por supuesto el bichito planta.
«Sami, Emmit, Ergot, Hal... demasiados nombres, macho, ni un jodido nombre normal o qué. Ya podían llamarse todos "John" o "John II".»
El momento en el que Irianna le mencionó fue casi tan incómodo como cuando un amigo te presenta a un grupo inmenso de gente nueva, aún sabiendo que vas a congeniar. Carraspeó y para su propia sorpresa, lo hizo con total normalidad.
—¡Qué hay! Yo soy Jace. —«muy bien capitán obvio, eso ya lo saben». Alzó un brazo para saludar. Con el otro, agarró el libro de mapas y lo apoyó en su cintura, para darse más aires despreocupados.— Norteamericano y... bueno, un humano normal y corriente hasta donde yo sé. Y a mí si me podéis llamar hijo de puta.
Sonrió una vez más, sintiendo que el nudo de acero pasaba a ser poco más que un lazo a medida que hablaba. Se mantuvo relativamente cerca de la idrina, y en lo que esta mencionó el objeto lo enseñó como si fuera un anuncio de la teletienda. Sería una bobada, pero le alegraba tener una especie de puesto importante como "mediador" al llevar el libro.
Entre el repoblador y la confusión generalizada por la palabra "puta" Jace no pudo evitar soltar varias risas, algunas nada disimuladas y bastante escandalosas. No lo hacía aposta, pero con suerte eso relajaría más el ambiente.
—Y a todo esto, ¿a quién debería darle esto? —silbó una melodía rápida a la vez que alzaba el libro para llamar la atención.— Lo único importante es que no le pase nada o si no me va a caer un castigo por daños, o alguna pollada así.
Se mordió la lengua al pronuncia la penúltima palabra. No quería causar más preguntas incómodas como lo que había sido con "puta" una vez más, por muy divertido que fuese.
- ♪♫♬:
- Shiogen
Ficha de cosechado
Nombre: Emmit
Especie: Humano
Habilidades: Planificación, habilidad mental, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 03:42 am
La conversación paso a temas muchos más importantes como la magia. Era obvio que si el conocimiento les daría una pequeña seguridad en este mundo de locos, la magia les brindaba un sinfín de oportunidades, aquella información que les acababan de dar era la entrada a recuperar algo de seguridad y normalidad en ese mundo. Estaría agradecido siempre con los venidos de letargo y en especial con Irianna por ser la portavoz de las oportunidades.
Otro humano acompañaba a la Idrina, su presentación fue algo más informal, pero Emmit se sentía agradecido al comprobar que su especie tenia más representantes en Rocavarancolia. Twyxy´s y Hal mostraban una expresión casi de fervor hacia el libro que traía Jace, una expresión que estaba más que seguro el tenia también. Su atención se vio acaparada al sentir el familiar peso en su espalda y a su pequeño amigo susurrar una preguntas que por más que eran chistosas, Emmit sabía eran totalmente validas para Ergot.
—Amigo, cuando todo pase, nos sentaremos a hablar de lo que me preguntas, y tu también me responderás muchas cosas, por el momento te pido que guardes tu curiosidad y nos dejes ubicar bien aquella biblioteca— le contesto en voz baja el joven al Repoblador.
Para luego mirar a Hal y esperar a que el chico siguiera preguntando sobre magia, y a la vez que en su mente comenzaba la preparación de la excursión a esa biblioteca.
Otro humano acompañaba a la Idrina, su presentación fue algo más informal, pero Emmit se sentía agradecido al comprobar que su especie tenia más representantes en Rocavarancolia. Twyxy´s y Hal mostraban una expresión casi de fervor hacia el libro que traía Jace, una expresión que estaba más que seguro el tenia también. Su atención se vio acaparada al sentir el familiar peso en su espalda y a su pequeño amigo susurrar una preguntas que por más que eran chistosas, Emmit sabía eran totalmente validas para Ergot.
—Amigo, cuando todo pase, nos sentaremos a hablar de lo que me preguntas, y tu también me responderás muchas cosas, por el momento te pido que guardes tu curiosidad y nos dejes ubicar bien aquella biblioteca— le contesto en voz baja el joven al Repoblador.
Para luego mirar a Hal y esperar a que el chico siguiera preguntando sobre magia, y a la vez que en su mente comenzaba la preparación de la excursión a esa biblioteca.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 06:30 pm
Mientras seguimos caminando me preocupo por no haberme traído un poco de agua, mi lengua se ha secado demasiado, no es que esté cansado ni nada, pero me muero por beber un poco de esa fuente divina....
Inesperada y afortunadamente llegamos al torreón, su estructura es similar a Letargo, aunque la cuarta planta está desaparecida. Sekk grita si hay alguien, ojalá sea así, si estuviera vacío.... todo seria para nada y encima la tristeza nos inundaría a todos.
Alguien protesta, una voz que no conozco...¿ Alguien nuevo de allí tal y como lo son Jace y Ziack? Nos bajan el puente e inmediatamente me siento seguro y protegido por el torreón.
Nos reciben con entusiasmo y alegres de que hayamos sobrevividos.
-Me alegro de que todos esteis bien, yo me llamo Devoss-. Me río a carcajadas cuando el ser chiquitín no sabe lo que es hijos de puta.- No nos llamamos así hombre, es una broma... más o menos-.
Después encuentro un sillón libre y con gran alivio me dejo caer. Estoy totalmente emocionado de que estén todos tan sanos. Aunque parece imposible, todos hemos podido sobrevivir estos días.
Así que …. ¿ Porqué no poder conseguirlo todo un año? Si seguimos así de organizados podríamos hasta darles una buena patada a esos raros cabrones de la plaza.
Inesperada y afortunadamente llegamos al torreón, su estructura es similar a Letargo, aunque la cuarta planta está desaparecida. Sekk grita si hay alguien, ojalá sea así, si estuviera vacío.... todo seria para nada y encima la tristeza nos inundaría a todos.
Alguien protesta, una voz que no conozco...¿ Alguien nuevo de allí tal y como lo son Jace y Ziack? Nos bajan el puente e inmediatamente me siento seguro y protegido por el torreón.
Nos reciben con entusiasmo y alegres de que hayamos sobrevividos.
-Me alegro de que todos esteis bien, yo me llamo Devoss-. Me río a carcajadas cuando el ser chiquitín no sabe lo que es hijos de puta.- No nos llamamos así hombre, es una broma... más o menos-.
Después encuentro un sillón libre y con gran alivio me dejo caer. Estoy totalmente emocionado de que estén todos tan sanos. Aunque parece imposible, todos hemos podido sobrevivir estos días.
Así que …. ¿ Porqué no poder conseguirlo todo un año? Si seguimos así de organizados podríamos hasta darles una buena patada a esos raros cabrones de la plaza.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 08:08 pm
Bastante antes de que el grupo al que consideraban desaparecido, y tal vez muerto, llamara a sus puertas Kirés se había apartado del resto con agua y jabón. La razón: el enderth tenía una necesidad casi obsesiva de limpiarse todas sus plumas, una a una, al menos una vez al día y en ello estaba cuando empezó a escuchar las voces de gente que no conocía. Había parado un segundo para identificar si había peligro, y al escuchar que no había ni alarma ni hostilidades continuó con la siguiente pluma que le tocaba limpiar. Su higiene tenía prioridad ahora, ya iría a ver al resto luego. Así no fue hasta ahora mismo que el ave apareció donde se encontraban los demás, limpio y con su ballesta enganchada en el brazo, apropiadamente escondida bajo su capa de agua, solo por si acaso.
La marabunta de voces y diferentes temas de conversación golpeó sus tímpanos de forma que lo que tenía delante solo lo pudo describir como “caos”. Ante tanta información a la vez lo que acabó haciendo fue apoyarse de brazos cruzados en una pared sin decir nada y escuchar para ir aislando cada tema por separado. Había de todo: malentendidos por diferencias culturales y cosas más importantes como la mención de mapas, libros… ¡Hasta una biblioteca entera! Eso último fue lo que acabó haciendo que se moviera hacia el lugar donde se encontraba el mapa.
Su expresión iba variando entre una más bien neutra a otra más curiosa cuando se cruzaba con gente que le parecía interesante, en un momento concreto pasó por su campo de visión alguien con pelo morado que se tapaba la boca, cosa que divirtió al enderth por lo ridículo e inútil que era, hasta el punto de que pasó por alto las miradas hostiles que dirigía a todo el mundo. Por otro lado también tenía curiosidad por saber qué era esa “puta” de la que algunos hablaban pero no era importante ahora mismo y si nadie respondía pues lo preguntaría él mismo más tarde.
Se metió en el grupito que rodeaba lo de los mapas y centró toda su atención en quién lo estaba explicando, un ser plateado que parecía una hembra y que recordaba vagamente del primer día.
La marabunta de voces y diferentes temas de conversación golpeó sus tímpanos de forma que lo que tenía delante solo lo pudo describir como “caos”. Ante tanta información a la vez lo que acabó haciendo fue apoyarse de brazos cruzados en una pared sin decir nada y escuchar para ir aislando cada tema por separado. Había de todo: malentendidos por diferencias culturales y cosas más importantes como la mención de mapas, libros… ¡Hasta una biblioteca entera! Eso último fue lo que acabó haciendo que se moviera hacia el lugar donde se encontraba el mapa.
Su expresión iba variando entre una más bien neutra a otra más curiosa cuando se cruzaba con gente que le parecía interesante, en un momento concreto pasó por su campo de visión alguien con pelo morado que se tapaba la boca, cosa que divirtió al enderth por lo ridículo e inútil que era, hasta el punto de que pasó por alto las miradas hostiles que dirigía a todo el mundo. Por otro lado también tenía curiosidad por saber qué era esa “puta” de la que algunos hablaban pero no era importante ahora mismo y si nadie respondía pues lo preguntaría él mismo más tarde.
Se metió en el grupito que rodeaba lo de los mapas y centró toda su atención en quién lo estaba explicando, un ser plateado que parecía una hembra y que recordaba vagamente del primer día.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
25/01/15, 09:36 pm
No podía decirse que Rasqa hubiera llegado cansado de esa travesía, pero agradeció poder aterrizar en suelo amigo. Mientras el resto señalaba la obviedad de que seguían vivos y se alegraban los unos por los otros, el parqio se agarró al suelo y arqueó la espalda y el cuello para estirar los músculos. Acto seguido plegó las alas y siguió a su grupo con cuidado de que no le pisaran la cola. Como siempre, apenas abrió la boca para dejar caer un “Pues yo soy Rasqa” y dedicó el resto del tiempo a observar con atención y escuchar en silencio.
De entre todo lo que se había dicho, para Rasqa cabía destacar el hecho de que ya no era el aventurero más pequeño de la ciudad, lo que le dejó cierto alivio infantil, y la desinformación reinante en cuanto al término puta. Como aquello no satisfacía su curiosidad, el dragoncillo esperó al momento en que Ergot saltó sobre Emmit y, de otro salto, ocupó el respaldo en el que había estado el repoblador.
Con absolutamente ninguna discreción, Rasqa olfateó el sitio para identificar el olor de aquella criatura. El morro se le torció enseguida y soltó un gruñido de indignación. <<¿Pero qué come ese bicho?>>. No es que con su tamaño diera para mucho más que un aperitivo (ni que pensara comérselo realmente), pero uno nunca sabía.
Aburrido de nuevo, el parqio se hizo un ovillo tanto como pudo sobre el respaldo y volvió a abrir el oído. <<Vaya chasco>>. Ya podía pasar algo realmente interesante para que el parqio se sintiera complacido con aquella visita.
De entre todo lo que se había dicho, para Rasqa cabía destacar el hecho de que ya no era el aventurero más pequeño de la ciudad, lo que le dejó cierto alivio infantil, y la desinformación reinante en cuanto al término puta. Como aquello no satisfacía su curiosidad, el dragoncillo esperó al momento en que Ergot saltó sobre Emmit y, de otro salto, ocupó el respaldo en el que había estado el repoblador.
Con absolutamente ninguna discreción, Rasqa olfateó el sitio para identificar el olor de aquella criatura. El morro se le torció enseguida y soltó un gruñido de indignación. <<¿Pero qué come ese bicho?>>. No es que con su tamaño diera para mucho más que un aperitivo (ni que pensara comérselo realmente), pero uno nunca sabía.
Aburrido de nuevo, el parqio se hizo un ovillo tanto como pudo sobre el respaldo y volvió a abrir el oído. <<Vaya chasco>>. Ya podía pasar algo realmente interesante para que el parqio se sintiera complacido con aquella visita.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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