Primer sueño de Korasihanna

Otra mañana mas el ruido de los madrugadores me ha vuelto a despertar. Adormilada en el sillón noto su calido y suave tacto, incluso percibo un cierto toque dulce en la tela. Abro mis ojos lentamente para sobresaltarme al ver las plumas que sobresalen del respaldo.

Son coloridas, bellas y finas pero no es lo unico que me llama la atención en cuanto abro los ojos. El,ahora colorido, techo hace que tenga que parpadear varias veces antes de incorporarme para quedar atónita ante la estancia. Todo ha cambiado, todo es bello ahora, nada huele mal y todos los muebles de la sala ahora eran de unos atractivos colores vivos. -¿Dhelian?-  Pregunto zarandeando al daeliciano pero al tocar con mis dedos la espalda del chico me obligo a dejar de mirar las paredes para observar a Dhelian.

Los ropajes del chico son diferentes, no son asperos ni descoloridos si no que ahora el chico podría pasar por un alto aristrocata que duerme placidamente. Cuando estoy a punto de intentar volver a espabilar al chico una armonica voz me sobresalta haciendo que gire mi cabeza para ver a Álvaro hablando realmente bien. -¿Qué?- Pregunto extrañada ante las palabras del humano mientras salgo del sillón.

Cuando me levanto mis ojos se posan tanto en el daeliciano dormido como en el humano pero de pronto algo llama poderosamente mi atención. Desde una ventana colocada enfrente mía puedo ver el fondo de la calle. Todo son formas redondeadas, coloridas y armonicamente agradables que casan a la perfección con el maravilloso cielo anaranjado que corona la zona. -¿Qué es todo esto?- Pregunto mirando por la ventana pero de pronto un apetecible olor dulzón inunda mis fosas nasales haciendo que pierda mi interés por el cambio radical de la zona y me centre en esa colorida cocina y su hipnotizante olor.

La suave voz de Alice sale de la cocina entre los olores dulces mientras me acerco a la puerta. El roce de mi ropa es diferente, calido, suave. Al mirarme puedo ver las finas telas que conforman los ropajes que visto, dignos de la mejor familia de la Ciudad del Mar con sus comodisimas botas iridiscentes a juego.

La cocina tambien ha cambiado pero al ver las delicias repartidas por toda la mesa me acerco y respiro inundando mis pulmones con todos los dulces olores provenientes de la comida. Sin preguntar cojo una de las frutas rosadas cubiertas de miel que me encantan y de un bocado la devoro. Al principio tiene un extraño sabor que no reconozco pero no lo tomo como algo raro y me meto otra pieza en la boca.

Este golpe sabe algo peor, es como las bolas esas que comen Ozzchreanos y Akasha pero saben mas secas y acidas. Miro a Alice extrañada pero trago sin rechistar mientras cojo un vaso de agua naranja y le doy un trago largo. De pronto mis papilas gustativas se encogen y sufren. El agua tiene la misma consistencia que la daeliciana pero el sabor era realmente repulsivo por lo que me acerco a la pila y escupo todo el contenido de mi boca.

-¿Alice me permites hacerte una pregunta?- Digo en un tono dulce y sosegado mientras escupo intentando quitarme ese sabor de la boca. -¿Has probado algo de lo que has hecho? Sabe un poco bastante extraño.- Digo volviendo a escupir en la pila.

Miro como Alice prueba los manjares de la mesa y ladeo la cabeza al escucharla hablar de mi reeducación del paladar. La humana sale de la cocina a la vez que Dhrlian hace acto de presencia con un vaso de agua.

-Dhrlian- Digo llamando la atención de mi compañero. -Toma, hazme el favor de probar un par de frutitas de estas. ¿No te sabe extraño? No se por que pero el segundo bocado me ha sabido a muerte.- Le digo mientras cojo el vaso y le doy un trago para enjuagarme la boca.

La boca se me inunda de un sabor fresco con un toque extrañamente dulce pero no me disgusta. Le doy un trago largo al vaso pudiendo notar como el dulzor se ha intensificado. El sabor me es familiar, no logro identificar la procedencia pero este agua es mucho mejor que el insipido liquido que estoy acostumbrada a beber. -¿Y que es lo que habeis hecho con el agua? Sabe como a algo extraño.-

Al darle el últmo trago el sabor dulzón se ha intensificado muchisimo mas. Al pasar por mis papilas gustativas con tal intensidad al fin llega a mi mente donde había saboreado antes esas tonalidades de dulce. Escupiendo de nuevo el contenido del vaso en su interior miro a Dhelian arugando la expresión. -Dhelian, ¿Soy yo o esto sabe a sangre?- Tras preguntarle esto meto mis dedos en mi boca por si la sangre procede de mi misma.

Perdona la derppedad del post Gini, estoy cogieendo el ritmo poco a poco xD

Arqueo una ceja ante la nueva respuesta de Dhelian. "¿Como puede ser que solo me sepa tan mal la comida solo a mi?" Ante su ofrecimiento asiento y acompaño al daeliciano hasta el sillón. Cuando me invita a tomar asiento observo mas detenidamente la mullida piel del sillón y las plumas del sofá.

Había visto antes esas plumas, no sabia recordar muy bien donde, pero me resultan familiares. Cuando Dhelian habla, de pronto, todo me cuadra. -¿Como dices?- Pregunto extrañada dando un paso atras. Si las palabras del chico eran ciertas, los sillones estarían forrados de nuestros compañeros. Me cuesta creer que, de ser cierto, Dhelian hubiese accedido a semejante aberración.

Escucho las palabras de Dhelian extrañada. No recordaba haber hecho nada parecido y con la seguridad con la que habla mi compañero me esta haciendo dudar de mis propios recuerdos. Esucho la cantinela del hechizo mientras permanezco en silencio jurando en mi interior que el chico estaba equivocado. "No.. no puede ser.. No recuerdo haber hecho nada parecido. ¿Como puede Dhelian decir algo parecido? ¿Podría ser cierto?

Mientras rebusco en mis turbios recuerdos un profundo dolor azota todo mi cuerpo haciendo que caiga de rodillas soltando un grito de sorpresa para mirar con los ojos muy abiertos al daeliciano. -¡¿Que es lo que estas conjurando?!- Le grito apretando entre mis manos la cabeza notando como hasta las falanges se resienten por el hechizo. -¡Detén esto de inmediato! ¡HAZ ALGO DHELIAN!- Le grito incorporándome del suelo y le propino un puñetazo en el hombro al chico para que haga algo.

El dolor se intensifica, lenguas de fuego invisible pasan por todos y cada uno de los rincones de mi cuerpo. El chico se levanta de pronto mientras grito ahogadamente rascandome los brazos. Me quema, todo el aire a mi alrdedor pugna por hacerme daño. Escucho al chico hablar de fondo y cuando le busco con la mirada mi reapiración se corta de golpe.

Las paredes supuran sangre, un fuerte olor a sangre daelicina coagulada inunda mis fosas nasales produciéndome una arcada. La pared del fondo, cubierta de rojo, comiemza a soltar sangre humana, ese color carmesí oscuro y ese desagradable hedor a hierro me hace volver a tener una arcada, pero este golpe no puedo reprimir vomitar mi escaso desayuno.

Necesito escapar, necesito salir de aqui, casi sin dejar terminar de hablar al extraño Dhelian intento respirar lo minimo mientras me encamino hacia el patio. El dolor y el mareo me hacen arrastrar los pies hasta que me topo con el afeizar del porton que hace que mi cuerpo se desastibilice y caiga a plomo sobre la tierra del patio.