Primer sueño de Dhelian

30/03/14, 04:09 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Dhelian se despertó en el sofá, como de costumbre. Korasihanna ya no se encontraba a su lado, pero pudo escuchar una voz cantarina en la cocina que sin duda pertenecía a su congénere.
—¿Ya te has despertado, marmota? —El canturreo se detuvo para increpar al daeliciano. La chica parecía haberle oído levantarse—. Ven a desayunar, que he preparado algo especial y se va a poner malo si no te das prisa.

De la cocina llegaba un olor intenso a carne quemada.

30/03/14, 10:36 pm

Sintió un enorme alivio al ver a Alice en la habitación entrando rápidamente.

-¡Alice, por el demiurgo, escúchame! Korasihanna...Alvaro...¡Se volvieron locos! -exclamo intentando recuperar el aliento ante la carrera que se había dado para llegar casi volando a la habitación de la humana y que compartía con Marsi, a la que no veía por ningún lado. Algo a lo que no le dio importancia por el momento-Korasihanna le...le corto el brazo a Alvaro ¡y se lo esta comiendo! Alvaro también...la mano...¿que esta pasando? ¡Debemos pararlos o encerrarlos en los calabozos antes de que no hagan algo! -estaba tan nervioso que decir las frases completas era difícil, casi parecían atravesarse en su garganta. los había escuchado reírse de el al salir de la cocina ¿como podían reírse? ¡Su reacción era la de toda persona con cierta cordura! peor estaba nervioso y asustado, ¿como no estarlo en esa situación? -¡Venga levántate y ayúdame! Hay que avisar a Surasara también...no podemos dejarlos libres por el torreón -añadió intentando serenarse lo máximo posible para pensar una solución, agarrado su brazo para tirar de ella y levantarla de la cama, con toda la intención de hacer lo dicho y encerrarlos. Si eso no funcionaba habría que echarlos del torreón "No pienso dejar que me coman,...antes dejo que la ciudad se los coma a ellos" pensó sintiéndose asqueado de si mismo por ser prácticamente capaz de pensar en matar a sus compañeros. Pues dejarlos en la ciudad era sentenciarlos "Ellos iniciaron...con ese juego de comerse entre si...ellos ya no son nuestros compañeros" se repitió convenciéndose que su decisión de echarlos no era algo erróneo ni debería sentirse culpable, era supervivencia.

30/03/14, 10:55 pm

Alice se había seguido desperezando tranquilamente mientras Dhelian hablaba, aunque el desconcierto se fue abriendo paso en su expresión a medida que el daeliciano expresaba sus temores.
—Qué cosas tienes... ¿Estás tratando de gastarme alguna clase de broma? Deberías saber que no es tan fácil cogerme por sorpresa —le respondió finalmente mientras le frotaba uno de sus puños contra la cabeza y esbozaba una sonrisa divertida—. ¿O es que te estás jactando de que todavía no has perdido en ninguna ocasión? Anda, sal del cuarto que me tengo que vestir.

La humana se levantó poco a poco de la cama, con marcada dificultad. En cuanto retiró la ropa de cama, Dhelian pudo ver por qué. A Alice le faltaba la pierna izquierda y parte del muñón de su mulso, el cual tenía una pinta espantosa, asomaba bajo el pantalón corto que llevaba puesto.

30/03/14, 11:31 pm

La reacción de Alice no fue como esperaba para nada. Esperaba sorpresa nerviosismo que se levantara de golpe y comenzara a pensar en que harían. No que se tomase sus palabras como broma.

-¡Claro que no es una broma!- exclamó antes de escuchar aquellas benditas apalabras de boca de la humana diciendo que no había perdido en ningún ocasión. ¿Perder? Aquella pregunta fue resulta en segundos al notar por primera vez que bajo las sabanas de la cama que cubrían a la chica ¿porque estaba tan vacía la zona de sus piernas? La propia Alice le dio la respuesta al descubriese, mostrando el lugar vació donde debía estar su pierna y el muñón de su muslo, haciendo que Dhelian abriera de golpe los ojos horrorizado alejándose de ella instintivamente. Su estomago ya estaba lo suficientemente revuelto a para esos momento, pero vació como estaba solo tuvo arcadas que casi lo pusieron del revés. No podía ser ¿verdad? Ella solo había sido víctima de alguno de los de la cocina...ella no podía estar también arrancando miembros y comiéndoselos-¿Tu...estás participando este juego enfermo? ¿Todos estáis jugando?...-preguntó casi sin voz, sintiendo un escalofrío recorrerlo ante el pensamiento que todo el torreón estuviera cometiendo canibalismo por algún extraño y estúpido juego, donde por ahora el parecía ser el único entero. Debía pensar algo,, aquello era una locura pero debía saber que es lo que pasaba.

- ¿Porque...porque os coméis? ¡Reglas., eso...cuáles son las reglas! Esta mañana me caí del sofá y me golpee por eso estoy confundido...no recuerdo las reglas del juego -añadió torpemente un pensamiento en voz alta desesperado haciéndose el tonto a ver si sacaba algo de información que le sirviera de algo. Necesitaba saberlo, porque estaban haciendo todo eso, que era ese juego y como terminarlo. Porque si todo el torreón estaba metido en este y el era el único entero, tarde o temprano irían a por él. Debía impedirlo, porque todas contra el...saldrían perdiendo. "¡No quiero que me coman!" pensó con desesperación, intentando mantenerse lo más racional posible o perdería el control y acabaría con un severo ataque de ansiedad que lo haría salir corriendo del torreón para que la propia ciudad lo matara. Irónico, o moría comido dentro o comido afuera. ¿Cómo procesaba uno todo eso sin desquiciarse? De la noche a la mañana sus compañeros había pasado de molestarse, bromear y ayudarse a comerse entre si...era para volverse loco. "¿Y si el loco soy yo?" pensó ya sintiendo que aquello se le estaba yendo de las manos y la cabeza iba a estallarle. No, centrarse, debía intentar mantener la cordura y ver si sacaba algo en claro para parar todo eso. O al menos salir vivo y con todos los miembros en su lugar.

31/03/14, 04:28 pm

Alice se había girado hacia él con una expresión de extrañeza en el rostro cuando empezó a hablar para después enarcar una ceja con cierta diversión.
—¿En serio? Hoy estás muy raro, Dhelian, pero bueno... No pasa nada por recordar las reglas de vez en cuando. Es muy simple, la carne de cosechado es altamente deliciosa y codiciada. Obviamente, no hay mejor forma de conseguirla que de tus propios compañeros. —La chica enarbolaba una sonrisa alegre, como si estuviese bromeando tranquilamente. Pero para el daeliciano aquella alegría tan solo podría resultar completamente chocante, pues sabía que la humana hablaba completamente en serio. Lo había visto, al fin y al cabo—. Por eso hemos establecido esta competición. Como es lógico, si nos cortásemos en pedacitos sin ton ni son se acabaría enseguida, pero para eso están las reglas. Solo se puede cortar una porción pequeña cada vez, como manos y pies, aunque de vez en cuando nos permitimos un trozo un poco más grande. Y solo se puede intentar una vez por la mañana y otra por la noche, tras elegir a una única víctima... —Alice permaneció pensativa unos instantes antes de seguir—. Creo que eso es todo. Y por si no lo recuerdas, tú hasta ahora has sido intocable. El enano escurridizo —irrumpió en carcajadas—. Fue increíble cuando conseguiste arrancarle nada menos que la cabeza entera a Akasha, menudo banquete esa noche.

El tono de la humana no había variado en ningún momento, salvo para dejar entrever la evidente diversión que sentía con todo aquello. Pero lo más escalofriante era el velo de completa normalidad con el que sus compañeros cubrían aquel juego macabro.

31/03/14, 08:24 pm

La cara de Dhelian era digna de fotografiar cuando Alice empezó a hablar. En su cabeza no cabía que ese fuese la explicación y el motivo para que estuvieran cometiendo canibalismo, que de por si era algo que no debía ser explicable. Había esperado algo sustancial, como que estaba siendo hechizados o amenazados,...cualquiera cosa...no que realmente estuvieran haciendo eso, ¿por qué? ¿Porque la carne de cosechado era deliciosa? "¿Pero en qué cabeza cabe? Ah si...en la de locos psicópatas ¿cómo no me di cuenta antes?" pensó con ironía y cinismo que no podía evitar sentir, estaba perdiendo la cabeza. Quien no lo haría con semejante escenario de horror e incoherencia junta. Y lo peor, si había algo peor que el canibalismo, es que se lo tomaban tan normal, como si ese juego fuese pura diversión y no tuviese nada malo, como si todo eso fuese tan natural como respirar. Pero si hubo algo de toda la parrafada de Alice que termino con su razón fueron sus últimas palabras, refiriéndose expresamente a él. El miedo lo atenazo.

- Eso no puede ser ¡yo no haría eso! -exclamo Dhelian aterrado negando con la cabeza firmemente. El no había hecho eso, el no estaba jugando a ese estúpido juego. "No, no, no" se repitió negando con la cabeza con fuerza, sintiendo que la pesadez en su estomago se incrementaba y sus ojos picaban ante el pensamiento de que él pudiera haber cometido esa atrocidad. El no sería capaz de hacer eso, jamás- ¡Yo no puedo estar participando! ¡Yo nunca mataría a Akasha! No recuerdo nada ¿cuándo inicio esto? Antes no era así -murmuro con los nervios y su control rompiéndose poco a poco en pedazos, mientras sus dedos nerviosamente se enterraban en su pelo con desesperación, buscando la calma. ¿Podría haber sido capaz de hacer eso? ¿De verdad estaba apartidando en el juego? Quería que terminara, quería volver a la normalidad, a su verdadera vida en el torreón y no en esa pesadilla en la que se había vuelto su realidad–¿Cómo le doy fin al juego? – dijo con apenas voz y con una fuerza que no sentía, intentando fingir a duras penas que estaba de acuerdo con todo ese macabro juego. No sabía como había permanecido imbatible hasta ahora, siendo que había gente más capacitada para ello en el torreón, pero su racha no iba a durar eternamente: el podría ser el siguiente. Y aunque no quisiera participar, no quería morir tampoco.

31/03/14, 10:55 pm

—Huy que no, dice... No seas modesto, fue una victoria perfecta. No era una parte del cuerpo fácil de arrancar y fuiste a por todas —respondió Alice mientras ponía los brazos en jarras y sonreía.

Dhelian no lo había notado hasta el momento, pero poco a poco todos los habitantes del torreón se habían ido congregando en el pasillo, cerca de la puerta de la habitación. El daeliciano podía notar su presencia como un mal presagio. Había algo en ellos, así como en Alice, que resultaba perturbante. De repente parecía como si en lugar de un puñado de personas, Letargo estuviese habitado por cientos, quizás miles. La humana en frente de él no era una. Era múltiples seres. Y Dhelian no comprendía por qué tenía aquella certeza que no se correspondía con la información que su cerebro recibía a través de su nervio óptico. Pero también sabía que tratase de lo que se tratase, tenían la atención completamente fija en él.

—¿Tan pronto quieres terminar el juego, Dhelian? —Replicó Alice por toda respuesta a su pregunta. Su tono y su expresión habían transmitido decepción, pero de pronto volvió a sonreír. Era una sonrisa amable y cálida. No podía estar más fuera de lugar—. Bueno, si es lo que quieres hay una forma muy fácil de solucionarlo.
Su voz de pronto sonaba cascada, rasposa y tenía un eco ominoso que no presagiaba nada bueno.

—Sí, Dhelian, ya es suficiente de que siempre te salgas con la tuya.
Apenas se podía distinguir el tono de voz de una Marsi que entró al cuarto cojeando porque le faltaba el pie derecho entre aquella amalgama de voces perturbadoras.

—El Equilibrio será restaurado.
Anunció un Ozzcreanos con la mitad izquierda de la cara arrancada.

Y así, de uno en uno, todos los letarguinos fueron rodeando a Dhelian. Todos ellos tenían la misma voz que resonaba en el cuarto como si el daeliciano estuviese ante una multitud de seres cuyas palabras se le antojaban el prólogo de algo terrible. Todos estaban mutilados de alguna manera y todos sonreían. Todos ellos enarbolaban la misma sonrisa afectuosa que Alice.

Incluso Aksaha sonreía.

Algo había entrado en el cuarto produciendo un sonido seco al rebotar contra la madera. La irrupción de la cabeza de Akasha, atravesando el cerco que habían formado alrededor de Dhelian y aterrizando justo a los pies de este, fue como una señal. Todos a una, se abalanzaron sobre el daeliciano.

31/03/14, 11:58 pm

No lo noto hasta ese momento, pero cuando por fin se dio cuenta que no estaba solo en la habitación con Alice sino que el resto del torreón estaba en la puerta, sintió como todo se le revolvía. "Esto no se ve bien de ningún modo" pensó de inmediato poniéndose en total tensión.No es como...no hubiera solo cinco o seis personas allí aparte de el mismo...era como si todos se hubieran duplicado o triplicado y el torreón entero estuviera lleno de presencias que tenia sus ojos puestos sobre el.

Por una vez desde que toda esa pesadilla comenzó, no le importo que partes del cuerpo le faltara a cada cual. Estaba muerto de miedo y con la total seguridad que esos no era sus compañeros....estaban como poseídos. Las palabras de Alice dichas en aquel tono que no era suyo le confirmaron sus peores temores hasta el momento. No hizo falta oír las palabras de Ozzchreanos y Marsi para confirmarlo, cada uno con sus partes faltantes, ya no podían asustarlo mas de lo que estaba. "Soy el siguiente" pensó horrorizado mientras su mente iba a toda velocidad y sus manos se movían con los gestos de un hechizo, recitándolo por lo bajo por mera supervivencia, al ver como el resto se adentraba en la habitación.

Miro alrededor nervioso y asustado, sintiéndose totalmente acorralado y con la inminente seguridad que no iban a quedar de el ni los huesos si lo cogían. Un golpe seco a sus pies casi hicieron añicos el hechizo. La cabeza de Akasha le sonreía desde el suelo. Con eso y al tiempo que se le echaban encima, Dhelian soltó el hechizo de impacto con toda la fuerza que pudo sobre sus compañeros a la altura de las piernas, con intención de abrir el cerco y poder escabullirse. No espero a ver si funcionaba, nada mas lanzarlo desenvaino sus dagas para clavarla en cuanto cuerpo le tocara. Ya le daba igual si los dañaba, lo primero era su vida.

-¡Sois unos tramposos! -grito desesperado y con un enojo salido de la frustración.

01/04/14, 01:16 am

De poco le sirvió a Dhelian realizar un hechizo. El mismo fue completamente desviado con magia por todos los capacitados para ella del torreón Letargo a la vez. También con más hechizos lo desarmaron por completo casi al mismo tiempo que sacaba las armas. El daeliciano escuchó el sonido del metal repiquetear contra el suelo a cámara lenta mientras todos sus compañeros se lanzaban a atacarle sin que él pudiera hacer nada por evitarlo.

Incontables manos lo sujetaron y comenzaron a partirle las extremidades. Las uñas se le clavaban con saña en la piel y se la desgarraban, mientras que algunos no parecían querer esperar y clavaron directamente los dientes en la carne violácea del daeliciano.

Dhelian, sufriendo un dolor insoportable mientras era literamente desgarrado sin piedad, pronto quedó reducido a una suerte de cabeza y torso con muñones sangrantes, grotescos, deformados y cubiertos de sangre cián.

De pronto se retiraron. El chico pudo verlos a todos observándole, todavía sonriendo con aquella escalofriante benevolencia y llenos de su sangre en sus ropas, su pelo, derramándose por la comisura de sus labios.
—Ya está muerto —anunció Surásara con aquella voz de múltiples tonos.
No era cierto, seguía vivo y de hecho continuaba gritando.
—Sí, acabemos ya —apostilló Korasihanna.

De pronto, los letarguinos se abrieron por la mitad. Fue como si tuvieran una cremallera invisible que juntase ambas mitadas de su cuerpo y esta se hubiera abierto de repente, cayendo al suelo al unísono. De su interior comenzaron a brotar centenares de pájaros blancos que cubrieron todo el cuarto en un instante. Pájaros cuyas plumas portaban el color de la muerte. Sus picos eran largos y afilados y había algo siniestro en sus miradas negras. Graznaban todos a la vez formando un concierto enloquecedor y al principio no se podía distinguir nada entre aquellos sonidos animalescos.

Pero poco a poco Dhelian pudo entender, de alguna manera, lo que decían.
"Sus ojos, sus ojos". "Queremos sus ojos". "Quitémosle los ojos al cadáver". Y se reían. Se reían con sus voces gorjeantes que presagiaban la misma muerte tanto como su ominoso color blanco. Todos a una se lanzaron hacia lo que quedaba del daeliciano, clavando sus picos unos en otros en una suerte de brutal competición por ver quién conseguía alcanzar el pequeño cadáver primero.

Solo que Dhelian no era un cadáver. Dos de los pájaros no tardaron en alcanzar su objetivo y comenzaron a clavar sin piedad sus afilados picos en sus globos oculares, escarbando en su cuenca buscando arrancárselos enteros, lo cual consiguieron en perfecta sincronización mientras el daeliciano no dejaba de gritar.

En cuanto el mundo se volvió negro y Dhelian encontró un extraño consuelo en no poder seguir observando el color de la muerte, su mente se precipitó hacia la consciencia.

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