Fase 1, Ronda 3: Koval vs Enredo

Iba con su propio cuerpo a ese combate, y la ausencia del peso de un arma le daba una sensación de inseguridad importante. Salió allí tratando de repasar mentalmente lo que sabía, como si aquello fuese una suerte de examen de colegio, y en la arena estaba Enredo, el brujo novato.
—Espero que te hayas estado entrenando duro —le dijo con una sonrisa. Tenía curiosidad por ver cuánta guerra podía dar el chico.

Se moría de ganas de levantar protecciones, pero tan pronto sonó el gong, el hechizo que hiló el fuego fatuo fue el de luz ochroria, rápidamente y esperando que su oponente su hubiese decantado primero por construir sus protecciones que por atacar. De ser así, se pondría a convocar una barrera mística mientras el chico estaba confuso.

Y el que salió a la arena era Koval, sencillamente genial.

-Sí bueno, entrenar he entrenado, pero que quieres que te diga, esperaba un rival más fácil.

Cuando sonó el gong empecé a levantar una barrera mágica, estaba atento a los movimientos del fuego fatuo por eso cuando vi lo que se proponía abrí los ojos desmesuradamente antes de cerrarlos por completo, interrumpí el hechizo bruscamente y me cubrí hasta que la luz se fue. Por suerte el chico no había decidido atacar, así que yo también me protegí con una barrera.

Era hora de pasar a la acción, invoqué un lanzazo de magia y se lo arrojé al fuego fatuo, era una ofensiva tosca y apresurada, pero el hechizo se podía hacer rápido y ya había perdido el tiempo antes.

Nia y Toima

La ulterana se sintió notablemente intrigada al oir los nombres de los competidores. Nunca habia sido muy fan de la violencia, pero sin duda esperaba bastante de los duelos mágicos. Deseaba ver combinaciones de hechizos tan raras como extraordinarias y al oir aquel emparejamiento, no pudo sino evitar sonreir. Cierto era que deseaba que su alumno ganase, pero Koval era una persona más cercana a ella, empezando porque compartieron torreón y cosecha. Sin embargo, ni dio señas en querer externalizar la voluntad de que Gael ganase la ronda, aunque tampoco es que pensase que Enredo tuviese mucho que hacer contra él.
Por otra parte, Toima tuvo una reacción mucho más simple, demostrado su profundo apoyo hacia Gael.
-¡Pateale los dientes!-le gritó a Gael.
-Toima este es el enfrentamiento mágico.-le indicó la ulterana con cansancio.
-¿Eh?-replicó el ulterano, algo confuso cuando vio la magia volar.-Oh... ¡Quemale... las cejas?-acabó por berrear, algo inseguro de que eso se pudiera hacer con magia.

El chico reaccionó rápido, porque cuando Gael volvió a abrir los ojos él empezó a levantar una barrera. El fuego fatuo hizo lo mismo con la barrera mística que tenía planeada, aunque había perdido esa ventaja, al menos podía conjurarla a la vez que Enredo. El lanzazo de magia llegó y, como era de esperar, le fue devuelto, seguido de uno de parálisis recién convocado por si el primero lograba hacer caer las defensas del brujo.

El lanzazo volvió rebotado en mi dirección. Impactó contra mi escudo y lo dejó temblando, cuando llegó el hechizo lanzado por el fuego fatuo terminó por romperse del todo. <<¿Qué demonios fue eso? ¿Una magia espejo? Quiero agenciarme ese truco>>. Rechice mis defensas y como vi que no servían los hechizos decidí tirarle piedras, hice levitar piedras que había por el estadio, las impulsé hacia él y a ver que pasaba.

La barrera mística aún no había caído, pero tenía mucho cuidado con eso. Mientras el chico rehacía sus protecciones invocó un hechizo de llama que prendiera en el suelo al su alrededor y mermase el hechizo que lo cubría poco a poco. Algunas piedras del suelo empezaron a levitar y, previendo que vendrían hacia él, dio una patada contra el suelo para ascender más rápido de lo que lo haría de forma normal, avivando sus llamas y teniendo cuidado de levantar los pies. Sintió una pedrada, aun así, en el derecho, pero por suerte no iba a necesitar apoyarse en él. Apretando los dientes conjuró un hechizo de impacto como respuesta a las pedradas.

El hechizo de impacto dio contra mi escudo y aunque éste resistió la fuerza del hechizo me sacó volando un par de metros. Caí de culo, estaba claro que la diferencia de experiencia en esto era grande, pero no pensaba rendirme. El chico ahora estaba levitando, <<Qué suerte tener cosas así gratis oye>>. No tenía ni idea de si la magia espejo se le había acabado o no, así que preferí no usar magia directa contra él. Lancé un hechizo de constricción esperando oír una barrera rompiéndose.

El chico recibió el impacto a pesar de las protecciones, y eso consiguió distraerlo un poco. Gael aprovechó ese tiempo para levantar un campo de fuerza anclado a sí mismo, preocupado por no tener ese campo cubierto. Cuando terminó, otro hechizo se le venía encima, y se elevó para tratar de evitarlo. Lo recibió a la altura de las piernas sin poder esquivarlo totalmente. La barrera aguantó, pero podría caer al siguiente. Se dio prisa en invocar algo rápido, creyendo que ahora las llamas podrían haber mermado las protecciones mágicas. Volvió a probar con la parálisis.

Una vez lanzado el hechizo y al no oír nada no me paré a mirar lo que hacía el fuego fatuo. Reforcé mi defensa que estaba muy débil debido a los maltratos de las llamas y al hechizo de impacto. La reacción del otro no se hizo esperar, pronto vi una luz azulada rodear mi escudo y deshacerse al no haber podido penetrar. <<Uff, un hechizo de parálisis, si hubiera mantenido las defensas de antes ya podría dar el combate por finalizado>>. Tejí un hechizo de impacto en su dirección, no quería gastar más magia por el momento, tenía una idea en mente e iba a necesitar toda la que pudiese.

Las barreras del otro, una vez reforzadas, aguantaron, y ahí lamentó no haber dirigido algo más fuerte. «El tiempo ha avanzado bastante, es el momento de empezar a usar artillería pesada». Enredo fue rápido conjurando lo siguiente, pero Gael pudo identificar el hechizo y gracias a eso pudo empezar a reaccionar con rapidez. Trató de esquivar moviéndose de nuevo, pero sus defensas físicas cayeron al recibir aun así el impacto. Sin embargo, el fuego fatuo ya estaba en movimiento. Desde el primer momento señalaba al brujo para dirigir hacia él un lanzazo de magia. Y después, otro más. Necesitaba que cayeran sus defensas.

El hechizo dio en el blanco, lo que no esperaba era lo que venía a continuación. El primer lanzazo se estrelló contra mi barrera que retembló y se agrietó, abrí los ojos de forma desmesurada y vi como el fuego fatuo lanzaba otro. Me tiré hacia un lado para apartarme ya que el escudo no iba a resistir otro golpe como el anterior. No fui lo bastante rápido. La magia impactó contra el escudo a la altura de la pierna y lo atravesó, el hechizo se amortiguó, pero no me esperaba aquello. Algo parecido a una corriente se extendió a lo largo de la pierna, solté un grito de dolor y caí al suelo.

No tardé en levantarme sabedor de lo que estaba en juego, apoyé el peso sobre la otra pierna y lo único que hice fue erigir una barrera magica reforzada alrededor mío, las defensas físicas aún aguantaban. Lo peor es que no podía tomarla con Koval por que había sido culpa mía, con una barrera más fuerte habría aguantado. Por eso ahora decidí no atacar hasta ver el siguiente paso del chico.