Subterráneos
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Rocavarancolia Rol
26 participantes
- Rocavarancolia Rol
Subterráneos
03/08/11, 11:04 am
Recuerdo del primer mensaje :
Los subterráneos ocupan todo el subsuelo de la ciudad y están plagados de horribles criaturas. Se puede entrar en ellos desde cualquier punto de la ciudad y puedes salir en cualquier sitio.
- Descripción más detallada sacada de la saga:
- Cientos de aberraciones se daban cita en las entrañas de la ciudad, algunas tan desconocidas para él como la fauna alienígena que podía poblar el planeta más lejano. Allí merodeaban los cadáveres pálidos que se alimentaban del tuétano de sus víctimas; los espectros errantes a la caza siempre de cuerpos que poseer… En las profundidades de Rocavarancolia todavía era posible encontrar a los descendientes de los seres humanos a los que Eradianalavela había injertado almas de bestias; o a los vampiros de Rádix, capaces de succionar la sangre, las vísceras y los huesos de sus víctimas con sólo tocarlas; y a criaturas aún más terroríficas que aquéllas. Y los peligros no se reducían sólo a monstruos:
bajo la ciudad había escapes de magia asesina, turbulentas nubes de humo venenoso procedentes de la combustión de residuos mágicos…
La inmensa gruta era de origen natural, un lugar húmedo y rebosante de ecos que avanzaba en
dirección oeste. No había más aportación visible de los moradores de Rocavarancolia que las columnas que aseguraban el techo. Las había a decenas, esparcidas sin pauta ni orden alguno, apiñadas en compactas manadas o velando solitarias por la integridad de la galería; eran de piedra negra, extraordinariamente finas. Se trataba a todas luces de columnas mágicas. A pesar de su número, su aspecto era demasiado frágil como para poder sostener por sí mismas el techo de la caverna y el peso de los edificios que se levantaban sobre ésta. Resultaba difícil concebir que Rocavarancolia quedara sobre sus cabezas.
El suelo estaba encharcado y chapoteaban a la carrera, salpicándose unos a otros.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Subterráneos
15/09/13, 03:37 am
Tras aceptar su petición y observar, divertido, como llenaba el dormitorio de runas, le conté el plan. Pero no me quedé a contarlo allí sino que se lo fui diciendo por el camino.
-Vamos a ir a cazar a un sitio donde siempre hay comida y es de noche: los Subterráneos. Y dicho sea de paso, donde habitan las criaturas más peligrosas. Hay creaciones nigrománticas que te atacan tanto con magia como a golpes... Pero empezaremos por lo fácil.-y cuando llegamos a la entrada, alzo las cejas y sonrío.-A alguien se le ocurrió mezclar humanoides con alma de criatura y creó lo que llamamos "hombres bestia". Exacto, sangre de la buena.
A continuación le conté todo lo que sabía de estos: cómo vivían, atacaban, y que no usaban magia (al menos que yo supiera). Luego me interné en el túnel hasta llegar a donde la luz no llegaba, donde me deshice del hechizo. Ya olía a las criaturas, no solo de las que le hablé. Pero estando conmigo no le pasaría nada remarcable. Y yo tampoco sabía a qué me enfrentaría en mi primera visita. <<Al cuerno, como si nos topamos con un poseído>>
Eso sí, al escuchar al chico moverse me disolví en humo, no sin "despedirme":
- Estaré pendiente. A ver ese lado animal cazador que tanto te gusta. Ah, más al fondo hay un par de bichos que usan magia y ataques físicos..-mentira, creo, pero era más por meterle miedo.- Y no te voy a ayudar por una chorrada, ¿eh? Como si yo no estuviera.
Luego me pegué al techo en forma de humo y "sonreí" al ver el grupito de hombres bestia que rondaban al novato. Y de camino venían nuestros primos: murciélagos como los que atacaron el burdel en mi cosecha. <<Mira que creer que me convertiría en algo así, tan feo y tan hecho polvo. A ver si este novato se apaña... Si no sobrevive a algo tan sencillo, que se lo coman>>
-Vamos a ir a cazar a un sitio donde siempre hay comida y es de noche: los Subterráneos. Y dicho sea de paso, donde habitan las criaturas más peligrosas. Hay creaciones nigrománticas que te atacan tanto con magia como a golpes... Pero empezaremos por lo fácil.-y cuando llegamos a la entrada, alzo las cejas y sonrío.-A alguien se le ocurrió mezclar humanoides con alma de criatura y creó lo que llamamos "hombres bestia". Exacto, sangre de la buena.
A continuación le conté todo lo que sabía de estos: cómo vivían, atacaban, y que no usaban magia (al menos que yo supiera). Luego me interné en el túnel hasta llegar a donde la luz no llegaba, donde me deshice del hechizo. Ya olía a las criaturas, no solo de las que le hablé. Pero estando conmigo no le pasaría nada remarcable. Y yo tampoco sabía a qué me enfrentaría en mi primera visita. <<Al cuerno, como si nos topamos con un poseído>>
Eso sí, al escuchar al chico moverse me disolví en humo, no sin "despedirme":
- Estaré pendiente. A ver ese lado animal cazador que tanto te gusta. Ah, más al fondo hay un par de bichos que usan magia y ataques físicos..-mentira, creo, pero era más por meterle miedo.- Y no te voy a ayudar por una chorrada, ¿eh? Como si yo no estuviera.
Luego me pegué al techo en forma de humo y "sonreí" al ver el grupito de hombres bestia que rondaban al novato. Y de camino venían nuestros primos: murciélagos como los que atacaron el burdel en mi cosecha. <<Mira que creer que me convertiría en algo así, tan feo y tan hecho polvo. A ver si este novato se apaña... Si no sobrevive a algo tan sencillo, que se lo coman>>
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Subterráneos
16/09/13, 02:37 am
Los subterráneos. Una zona que no conocía de la ciudad, pero a partir de ese día me alegraría de no haberla visto antes. Criaturas peligrosas, monstruos, creaciones que atacan con magia... desde luego no parecía un buen lugar para perderse.
Ya llegaba con cierta idea de los seres que podía encontrar allí. La noche de la luna había visto unos cuantos.
“Hombres bestia... Esos son los que me atacaron en la fuente aquel día” Sabía gran parte de lo que Jack me fue contando sobre ellos, pero no dije nada, solo escuché. La información, aunque repetida, nunca está demás cuando no tenerla puede matarte.
A diferencia del vampiro, yo no noté el olor de lo que se acercaba. Lo cierto era que no había practicado ni intentado perfeccionar las capacidades de mi transformación, salvo convertirme polvo, y ahora pagaba las consecuencias.
Cuando estuvieron lo bastante cerca como para oírlas, unas últimas palabras, seguidas de la aparición de un montón de humo que se alejó dejaron claro que no recibiría ayuda. Estaba solo.
Solo, sí, frente a un puñado de hombres bestia que ya eran perfectamente visibles, y más atrás se veía lo que parecían ser murciélagos gigantes. “Claro, como me gusta taaanto mi lado animal. Chorrada dice. A ver como salgo de esta”
Al menos solo eran cuatro. Con el arco ya en mano cargué flechas paralizantes, que fui disparando cuando me embistieron. Dos de ellos cayeron paralizados, pero para entonces los demás ya estaban demasiado cerca como para seguir disparando. “Mierda, siempre igual. Si tan solo pudiera disparar más deprisa...”
Ya los tenía encima. Podía hacerme polvo y así evitarlos fácilmente. “Pero si empiezo a hacer eso la sed me volvería más deprisa. ¿Merece la pena?”
Solo un instante estuve indeciso, pero bastó para que el entorno decidiera por mí. Para cuando decidí que mejor no arriesgarme el primer hombre bestia me cayó encima.
Me derribó, y en el suelo me lanzó una dentellada a la cabeza que logré detener con un brazo, al precio de llevarme el mordisco en este. El dolor me sacudió como un baño de agua helada, pero también me dio una claridad de pensamiento que hasta ahora habían empañado mis constantes dudas, todo unido a una agresividad dormida y reprimida que, ahora, comenzaba a desperezarse.
Enseñé los dientes con un gruñido, y al mismo tiempo desenfundé la daga y se la clavé entre las costillas una, dos, tres veces, hasta que mi adversario se desplomó sobre mí, sin vida.
Sobre mi, sí. Impidiéndome levantarme e inmovilizándome el brazo de la daga, con el cuarto y último de los hombres bestia a punto de terminar lo que el otro había empezado.
Esta vez ya no había dudas. Apenas vi que me atacaba me convertí en polvo liberándome por muy poco. Luego, en los segundos que mi adversario tardaba en entender lo que había pasado, aparecí por detrás y le rajé la garganta.
El olor de la sangre, unido al combate, el dolor y el haberme convertido en polvo empezaban a actuar como un despertador para mis instintos dormidos, que iban apareciendo poco a poco. El aumento de mi agresividad ya era un claro síntoma.
Busqué a los murciélagos. Eran dos, y hasta ahora no se habían acercado porque Jack había descendido y los había mantenido alejados con hechizos. “¿No se suponía que no iba a intervenir? ¡Bah! ¿Qué importa? Ya se aleja de nuevo, así que podré machacarlos a gusto, luego me pondré morado con la sangre de los cuatro de antes”
Cada vez pensaba menos como un humano y más como un vampiro, y el "lado animal" que tanto decía el otro que me gustaba comenzaba a mostrarse, sediento de más muertes.
Ya llegaba con cierta idea de los seres que podía encontrar allí. La noche de la luna había visto unos cuantos.
“Hombres bestia... Esos son los que me atacaron en la fuente aquel día” Sabía gran parte de lo que Jack me fue contando sobre ellos, pero no dije nada, solo escuché. La información, aunque repetida, nunca está demás cuando no tenerla puede matarte.
A diferencia del vampiro, yo no noté el olor de lo que se acercaba. Lo cierto era que no había practicado ni intentado perfeccionar las capacidades de mi transformación, salvo convertirme polvo, y ahora pagaba las consecuencias.
Cuando estuvieron lo bastante cerca como para oírlas, unas últimas palabras, seguidas de la aparición de un montón de humo que se alejó dejaron claro que no recibiría ayuda. Estaba solo.
Solo, sí, frente a un puñado de hombres bestia que ya eran perfectamente visibles, y más atrás se veía lo que parecían ser murciélagos gigantes. “Claro, como me gusta taaanto mi lado animal. Chorrada dice. A ver como salgo de esta”
Al menos solo eran cuatro. Con el arco ya en mano cargué flechas paralizantes, que fui disparando cuando me embistieron. Dos de ellos cayeron paralizados, pero para entonces los demás ya estaban demasiado cerca como para seguir disparando. “Mierda, siempre igual. Si tan solo pudiera disparar más deprisa...”
Ya los tenía encima. Podía hacerme polvo y así evitarlos fácilmente. “Pero si empiezo a hacer eso la sed me volvería más deprisa. ¿Merece la pena?”
Solo un instante estuve indeciso, pero bastó para que el entorno decidiera por mí. Para cuando decidí que mejor no arriesgarme el primer hombre bestia me cayó encima.
Me derribó, y en el suelo me lanzó una dentellada a la cabeza que logré detener con un brazo, al precio de llevarme el mordisco en este. El dolor me sacudió como un baño de agua helada, pero también me dio una claridad de pensamiento que hasta ahora habían empañado mis constantes dudas, todo unido a una agresividad dormida y reprimida que, ahora, comenzaba a desperezarse.
Enseñé los dientes con un gruñido, y al mismo tiempo desenfundé la daga y se la clavé entre las costillas una, dos, tres veces, hasta que mi adversario se desplomó sobre mí, sin vida.
Sobre mi, sí. Impidiéndome levantarme e inmovilizándome el brazo de la daga, con el cuarto y último de los hombres bestia a punto de terminar lo que el otro había empezado.
Esta vez ya no había dudas. Apenas vi que me atacaba me convertí en polvo liberándome por muy poco. Luego, en los segundos que mi adversario tardaba en entender lo que había pasado, aparecí por detrás y le rajé la garganta.
El olor de la sangre, unido al combate, el dolor y el haberme convertido en polvo empezaban a actuar como un despertador para mis instintos dormidos, que iban apareciendo poco a poco. El aumento de mi agresividad ya era un claro síntoma.
Busqué a los murciélagos. Eran dos, y hasta ahora no se habían acercado porque Jack había descendido y los había mantenido alejados con hechizos. “¿No se suponía que no iba a intervenir? ¡Bah! ¿Qué importa? Ya se aleja de nuevo, así que podré machacarlos a gusto, luego me pondré morado con la sangre de los cuatro de antes”
Cada vez pensaba menos como un humano y más como un vampiro, y el "lado animal" que tanto decía el otro que me gustaba comenzaba a mostrarse, sediento de más muertes.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Subterráneos
16/09/13, 05:18 pm
El muchacho se apañó como buenamente pudo, aunque si pensaba mantener ese "estilo" (arco y luego luchar a la desesperada con un par de dagas) duraría poco <<Pero como es tan cerrado con sus cosas quizá no quiera modificarlo a mejor>>
Estuve un rato observando hasta que los murciélagos se acercaron al "límite". En ese momento me materialicé unos minutos para rechazarlos con hechizos de impulso. Y así hasta que Pablo estaba a punto de acabar con sus atacantes. En forma de humo pasé de largo de los murciélagos y recupere la forma solida.
-¿Puedo recomendarte un estilo de lucha menos suicida?-y entonces las criaturas me miraron, como si fueran a atacarme.- Eh, atendedle a él.-dije riendo y volví a desaparecer.
<<Esto será fácil... Pero si seguimos adelante a por grupos mayores..., una de dos, o aprende a disparar más rápido con más flechas a la vez o se lo comen. O mejora con las runas. ¿Y la magia? Sólo con runas no se vive>> pensaba mientras vigilaba el resto del pasaje. Más adelante había una encrucijada en la que había un camino, si mal no recordaba, que llevaba directo a una guarida de hombres bestia. <<¿Cómo se apañará sin apenas sitio ni tiempo para el arco?>>
Estuve un rato observando hasta que los murciélagos se acercaron al "límite". En ese momento me materialicé unos minutos para rechazarlos con hechizos de impulso. Y así hasta que Pablo estaba a punto de acabar con sus atacantes. En forma de humo pasé de largo de los murciélagos y recupere la forma solida.
-¿Puedo recomendarte un estilo de lucha menos suicida?-y entonces las criaturas me miraron, como si fueran a atacarme.- Eh, atendedle a él.-dije riendo y volví a desaparecer.
<<Esto será fácil... Pero si seguimos adelante a por grupos mayores..., una de dos, o aprende a disparar más rápido con más flechas a la vez o se lo comen. O mejora con las runas. ¿Y la magia? Sólo con runas no se vive>> pensaba mientras vigilaba el resto del pasaje. Más adelante había una encrucijada en la que había un camino, si mal no recordaba, que llevaba directo a una guarida de hombres bestia. <<¿Cómo se apañará sin apenas sitio ni tiempo para el arco?>>
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Subterráneos
18/09/13, 02:34 am
La pelea se había detenido momentáneamente, debido a la intervención de Jack para mantener alejados a los dos murciélagos, momento que aprovechó para criticar mi estilo de lucha. “¡Ya lo sé! Como si no llevara todo este tiempo buscando una alternativa.”
-Si tan poco te gusta estoy abierto a sugerencias- Le respondí de mala gana antes de que se esfumara de nuevo. Tras dudar un instante entre si atacarle a él o a mí se lanzaron los dos en mi dirección.
Disparé varias flechas con la intención de terminar esto rápido, pero los muy escurridizos las esquivaron todas sin dificultad.
Se lanzaron sobre mí, y me convertí en polvo una vez más para evitarlos, con la intención de acabar con esto como lo había echo antes con el hombre bestia. No funcionó; Conscientes de lo que había hecho aguardaron a que me recompusiera de nuevo, y entonces el sorprendido fui yo.
Sentí los mordiscos por todo el cuerpo, como si alguien estuviera salpicándome con metal fundido y quemándome por todas partes. Solo mi cabeza se libro de la acometida y por la sencilla razón de que me había protegido con los brazos.
Dolorido y furioso actué por instinto, y con una agresividad creciente comencé a devolverles los golpes a cuchilladas. Muchos de los tajos se los llevaron en las alas, dejándolas inservibles, pero aun estando heridos todavía seguían siendo dos contra uno, y la ventaja era suya.
A estas alturas, con las heridas, el dolor, la creciente sed por convertirme tantas veces seguidas en polvo, y el olor de la sangre de los hombres bestia aun fresco ya actuaba mucho más instintivamente de lo normal, y ya ni siquiera me paraba a pensar en las consecuencias de lo que hacía. El dolor de los constantes ataques que recibía cesó en cuanto me hube convertido polvo una vez más. Esta vez no intenté sorprenderlos por detrás, sino que me limité a alejarme de ellos. Heridos como estaban ya no podían seguirme, ni mucho menos esquivar. contaba con ello.
En forma humana de nuevo volví a recurrir al arco. Flecha tras flecha, esta vez no lograron evitarlas, y siguieron recibiéndolas incluso después de muertos, fruto de una ira desmedida que nunca antes había sentido. Habría gastado todo el carcaj, sino fuera porque el dolor de las heridas de los brazos acabó por obligarme a parar.
Heridas, si. Tenía mordiscos y tajos por todo el cuerpo. Las ropas estaban rasgadas y prácticamente rojas por la sangre, tanto la mía como la suya. Las superficiales ya comenzaban a sanar, pero a las otras les llevaría más tiempo. Ninguna parecía especialmente grave, pero cuando comencé a moverme se hizo evidente que cojeaba.
Lentamente y entre tropiezos me fui acercando a los hombres bestia, pero cuando alcancé a los que estaban muertos pasé de largo. No eran los que me interesaban. Buscaba a los dos que había paralizado con flechas, aun vivos.
Cuando llegué hasta ellos no hubo contemplaciones ni ceremonias. Llegué hasta el más cercano, le tomé el pulso para comprobar que seguía vivo y luego acabé con su vida alimentándome. Lo mismo hice con el otro.
Saciado, busqué el lugar donde debía encontrarse el vampiro y le dirigí una sonrisa ensangrentada, acompañada de una mirada sádica.
-Tenías razón. Es más fácil cuando están vivos. No tienes que succionar, sus corazones hacen el trabajo por ti-
Tal vez fuera por la sensación de sentirme saciado y victorioso, o simplemente por la libertad de poder cometer libremente las atrocidades que mi propia transformación me pedía libremente, sin recibir reprobación y sin consecuencias, o incluso por las dos cosas. En cualquier caso fue como si toda la tensión acumulada se hubiera ido, y sin previo aviso empecé a reírme a carcajadas, como si acabara de escuchar el chiste más gracioso del mundo.
Era una risa macabra, la risa de un loco, o simplemente las risas de un monstruo que ya no lamenta lo que es.
-Si tan poco te gusta estoy abierto a sugerencias- Le respondí de mala gana antes de que se esfumara de nuevo. Tras dudar un instante entre si atacarle a él o a mí se lanzaron los dos en mi dirección.
Disparé varias flechas con la intención de terminar esto rápido, pero los muy escurridizos las esquivaron todas sin dificultad.
Se lanzaron sobre mí, y me convertí en polvo una vez más para evitarlos, con la intención de acabar con esto como lo había echo antes con el hombre bestia. No funcionó; Conscientes de lo que había hecho aguardaron a que me recompusiera de nuevo, y entonces el sorprendido fui yo.
Sentí los mordiscos por todo el cuerpo, como si alguien estuviera salpicándome con metal fundido y quemándome por todas partes. Solo mi cabeza se libro de la acometida y por la sencilla razón de que me había protegido con los brazos.
Dolorido y furioso actué por instinto, y con una agresividad creciente comencé a devolverles los golpes a cuchilladas. Muchos de los tajos se los llevaron en las alas, dejándolas inservibles, pero aun estando heridos todavía seguían siendo dos contra uno, y la ventaja era suya.
A estas alturas, con las heridas, el dolor, la creciente sed por convertirme tantas veces seguidas en polvo, y el olor de la sangre de los hombres bestia aun fresco ya actuaba mucho más instintivamente de lo normal, y ya ni siquiera me paraba a pensar en las consecuencias de lo que hacía. El dolor de los constantes ataques que recibía cesó en cuanto me hube convertido polvo una vez más. Esta vez no intenté sorprenderlos por detrás, sino que me limité a alejarme de ellos. Heridos como estaban ya no podían seguirme, ni mucho menos esquivar. contaba con ello.
En forma humana de nuevo volví a recurrir al arco. Flecha tras flecha, esta vez no lograron evitarlas, y siguieron recibiéndolas incluso después de muertos, fruto de una ira desmedida que nunca antes había sentido. Habría gastado todo el carcaj, sino fuera porque el dolor de las heridas de los brazos acabó por obligarme a parar.
Heridas, si. Tenía mordiscos y tajos por todo el cuerpo. Las ropas estaban rasgadas y prácticamente rojas por la sangre, tanto la mía como la suya. Las superficiales ya comenzaban a sanar, pero a las otras les llevaría más tiempo. Ninguna parecía especialmente grave, pero cuando comencé a moverme se hizo evidente que cojeaba.
Lentamente y entre tropiezos me fui acercando a los hombres bestia, pero cuando alcancé a los que estaban muertos pasé de largo. No eran los que me interesaban. Buscaba a los dos que había paralizado con flechas, aun vivos.
Cuando llegué hasta ellos no hubo contemplaciones ni ceremonias. Llegué hasta el más cercano, le tomé el pulso para comprobar que seguía vivo y luego acabé con su vida alimentándome. Lo mismo hice con el otro.
Saciado, busqué el lugar donde debía encontrarse el vampiro y le dirigí una sonrisa ensangrentada, acompañada de una mirada sádica.
-Tenías razón. Es más fácil cuando están vivos. No tienes que succionar, sus corazones hacen el trabajo por ti-
Tal vez fuera por la sensación de sentirme saciado y victorioso, o simplemente por la libertad de poder cometer libremente las atrocidades que mi propia transformación me pedía libremente, sin recibir reprobación y sin consecuencias, o incluso por las dos cosas. En cualquier caso fue como si toda la tensión acumulada se hubiera ido, y sin previo aviso empecé a reírme a carcajadas, como si acabara de escuchar el chiste más gracioso del mundo.
Era una risa macabra, la risa de un loco, o simplemente las risas de un monstruo que ya no lamenta lo que es.
- Jack
Ficha de cosechado
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Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Subterráneos
19/09/13, 12:50 am
El chaval pronto pasó del arco a la daga, valiéndose de su instinto. Se estaba dejando llevar por este, el cual aumentaba con los mordiscos y golpes de los murciélagos, así como por convertirse en polvo, <<eh... Se llama Pablo, se hace polvo... ¿Polblo, Polbo?>> Pero tenía a su favor la agilidad y la regeneración propias de la transformación, por lo que la balanza fue equilibrándose a su favor hasta lograr vencerles. Eso sí, su ira no le supuso un obstáculo al retomar el arco para acabar con ellos. Y como era la primera caza de este tipo, entendí lo de seguir disparándoles ya muertos, <<pero tiene que controlar eso. Y el instinto, no puede dejarse llevar, tiene que dominarlo y usarlo a su favor>> Pero ya habría tiempo para decirle esto.
Después pasó a alimentarse de los paralizados de antes, sirviéndose de sus propios latidos. <<Algo es algo>> pensé, aunque luego -ya sólido- me sorprendó bastante su carcajada. Me crucé de brazos y alcé las cejas, sonriente. Esto habría sido la mitad de un aperitivo para mí, estaba ávido de avanzar en el túnel y luchar aún más. Pero el chico no podía seguir con esa daga tan cutre. Ni con esas heridas, por lo que le curé las más graves. Luego invoqué mis viejas dagas serradas, diseñadas para destrozar con velocidad, con las que empecé en su momento, y que de vez en cuando usaba aquí abajo. Tenían doble hoja y una empuñadura sólida en medio, aunque una de las hojas era más corta que la otra. Y por ese extremo se la tendí tras darles varias vueltas en mis manos.
-¿Qué tal? Ten, anda. Pruébalas y si te van bien, ya te buscamos otras. Consejo: no te dejes llevar por el instinto ni la sed, úsalos a tu favor. Conoce tu ira y explótala. Y mejor aún, conoce tus límites para no verte superado. Y sí, es fácil decirlo pero cuesta mucho tiempo acostumbrarse. Pero tiempo precisamente nos sobra.-dije optimista, sonriente.-Más adelante hay madrigueras de hombres bestia. Se nos echarán encima. Muévete rápido, transfórmate cuando haga falta, esquiva si puedes, y siembra el caos. Si lo haces bien quizá puedas incluso atrapar manchurrones de sangre en el aire.-rematé riendo.
Después me encaminé hacia donde había dicho, invocando a la vez mis armas. Él, por su parte, terminó de familiarizarse con sus nuevas armas y luego nos lanzamos al ataque. Entre gritos y golpes fui dándole indicaciones para que mejorase esto u aquello. Y tras un rato, ambos nos alimentamos y salimos, evaluando los "resultados": tenía que, o bien mejorar con el arco, o bien dedicarse a la lucha con dagas. Y, también, con magia. Quedamos en eso, en entrenar dagas y magia, aunque magia sobre todo la de protección diurna y los hechizos que empleaban en la criba.
Cuando cayó la noche, sin embargo, no quiso ir a la playa. Pero eso no iba a evitar que yo fuera, aunque fuese de incógnito, a echar un vistazo...
Después pasó a alimentarse de los paralizados de antes, sirviéndose de sus propios latidos. <<Algo es algo>> pensé, aunque luego -ya sólido- me sorprendó bastante su carcajada. Me crucé de brazos y alcé las cejas, sonriente. Esto habría sido la mitad de un aperitivo para mí, estaba ávido de avanzar en el túnel y luchar aún más. Pero el chico no podía seguir con esa daga tan cutre. Ni con esas heridas, por lo que le curé las más graves. Luego invoqué mis viejas dagas serradas, diseñadas para destrozar con velocidad, con las que empecé en su momento, y que de vez en cuando usaba aquí abajo. Tenían doble hoja y una empuñadura sólida en medio, aunque una de las hojas era más corta que la otra. Y por ese extremo se la tendí tras darles varias vueltas en mis manos.
-¿Qué tal? Ten, anda. Pruébalas y si te van bien, ya te buscamos otras. Consejo: no te dejes llevar por el instinto ni la sed, úsalos a tu favor. Conoce tu ira y explótala. Y mejor aún, conoce tus límites para no verte superado. Y sí, es fácil decirlo pero cuesta mucho tiempo acostumbrarse. Pero tiempo precisamente nos sobra.-dije optimista, sonriente.-Más adelante hay madrigueras de hombres bestia. Se nos echarán encima. Muévete rápido, transfórmate cuando haga falta, esquiva si puedes, y siembra el caos. Si lo haces bien quizá puedas incluso atrapar manchurrones de sangre en el aire.-rematé riendo.
Después me encaminé hacia donde había dicho, invocando a la vez mis armas. Él, por su parte, terminó de familiarizarse con sus nuevas armas y luego nos lanzamos al ataque. Entre gritos y golpes fui dándole indicaciones para que mejorase esto u aquello. Y tras un rato, ambos nos alimentamos y salimos, evaluando los "resultados": tenía que, o bien mejorar con el arco, o bien dedicarse a la lucha con dagas. Y, también, con magia. Quedamos en eso, en entrenar dagas y magia, aunque magia sobre todo la de protección diurna y los hechizos que empleaban en la criba.
Cuando cayó la noche, sin embargo, no quiso ir a la playa. Pero eso no iba a evitar que yo fuera, aunque fuese de incógnito, a echar un vistazo...
Re: Subterráneos
23/10/13, 01:48 am
Había pasado por la sede para recoger mis armas. No me había cruzado con nadie en ese tiempo, a pesar de que al menos Yrio debería estar allí. De todas formas lo prefería así. Compañía era lo ultimo que quería ahora.
A medida que me adentraba en los subterráneos comenzaban a escucharse los sonidos característicos de diferentes criaturas que observaban. La mayoría alimañas no muy peligrosas que ni siquiera se atrevían a acercarse. Los primeros hombres bestia, en cambio, embistieron nada mas verme.
Eran seis, dos mas que los que había tenido que enfrentarme en mi primera visita, hace ya meses, y además buenos adversarios con los que probar los guanteletes.
La superioridad de estos con respecto a un arco corriente quedó demostrada casi al instante. Solo tuve que alzar los brazos, apretar los gatillos y, antes de que los hombres bestia lograran siquiera recorrer la mitad de la distancia que nos separaba, cuatro de los seis ya habían caído.
Los otros dos no tardaron en sufrir la misma suerte. Sin tiempo para recargar ataqué con la daga, recurriendo a una sencilla táctica de “esquiva y corta” para acabar con los dos de dos tajos. A diferencia de Jack, que peleaba con dos dagas, yo era más partidario de hacerlo solo con una, dejando la otra mano libre para lanzar hechizos cuando la situación lo requiriese. No obstante llevaba una segunda daga al cinto por si las moscas.
Fura de lo que cabría esperar, teniendo en cuenta el cabreo y el casi-descontrol de la taberna, en vez de atacar ciegamente y de forma fiera lo había hecho con una calma y frialdad que casi parecían ser profesionales.
En parte, esto se debía a que la ira que sentía la tenía puesta en lo que había pasado, y no en la pelea. Un cabreo que iba evolucionando poco a poco a convertirse en arrepentimiento, a medida que me iba dando cuenta de que había reaccionado de forma muy exagerada. “Realmente nadie me ha hecho nada como para que me pusiera así. En cualquier caso ya es tarde para volver”
Recargué los brazaletes y observé los cadáveres mientras iba extrayéndoles sangre y almacenándola en la petaca. Ya que bajaba aquí al menos podía aprovechar para reabastecerme.
“Y pensar que la primera vez solo cuatro de estos me habían puesto en un apuro...”
Terminadas ambas cosas seguí avanzando, adentrándome más y más en busca de nuevas presas.
A medida que me adentraba en los subterráneos comenzaban a escucharse los sonidos característicos de diferentes criaturas que observaban. La mayoría alimañas no muy peligrosas que ni siquiera se atrevían a acercarse. Los primeros hombres bestia, en cambio, embistieron nada mas verme.
Eran seis, dos mas que los que había tenido que enfrentarme en mi primera visita, hace ya meses, y además buenos adversarios con los que probar los guanteletes.
La superioridad de estos con respecto a un arco corriente quedó demostrada casi al instante. Solo tuve que alzar los brazos, apretar los gatillos y, antes de que los hombres bestia lograran siquiera recorrer la mitad de la distancia que nos separaba, cuatro de los seis ya habían caído.
Los otros dos no tardaron en sufrir la misma suerte. Sin tiempo para recargar ataqué con la daga, recurriendo a una sencilla táctica de “esquiva y corta” para acabar con los dos de dos tajos. A diferencia de Jack, que peleaba con dos dagas, yo era más partidario de hacerlo solo con una, dejando la otra mano libre para lanzar hechizos cuando la situación lo requiriese. No obstante llevaba una segunda daga al cinto por si las moscas.
Fura de lo que cabría esperar, teniendo en cuenta el cabreo y el casi-descontrol de la taberna, en vez de atacar ciegamente y de forma fiera lo había hecho con una calma y frialdad que casi parecían ser profesionales.
En parte, esto se debía a que la ira que sentía la tenía puesta en lo que había pasado, y no en la pelea. Un cabreo que iba evolucionando poco a poco a convertirse en arrepentimiento, a medida que me iba dando cuenta de que había reaccionado de forma muy exagerada. “Realmente nadie me ha hecho nada como para que me pusiera así. En cualquier caso ya es tarde para volver”
Recargué los brazaletes y observé los cadáveres mientras iba extrayéndoles sangre y almacenándola en la petaca. Ya que bajaba aquí al menos podía aprovechar para reabastecerme.
“Y pensar que la primera vez solo cuatro de estos me habían puesto en un apuro...”
Terminadas ambas cosas seguí avanzando, adentrándome más y más en busca de nuevas presas.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Subterráneos
25/10/13, 01:18 am
Sin embargo, algunos seres de los subterráneos no se consideraban precisamente presas. La presencia de Pablo y el rastro de cadáveres que iba dejando tras él y especialmente el olor de la sangre proveniente de estos así como del propio vampiro, atrajeron la atención de un producto de la genemagia que se daba la casualidad de que compartía ciertas características con el español: se trataba de un vlakai que se alimentaba de sangre y cuyo tamaño era algo mayor que el de sus congéneres sin modificar, además de contar con una resistente armadura de escamas en casi todo el cuerpo.
El vlakai se descolgó del techo de una galería cercana a la que recorría el vampiro en ese momento y se lanzó directo hacia Pablo, dispuesto a clavar sus colmillos en la primera parte del cuerpo del español que se le pusiera por delante, como si tratase de buscar alguna clase de justicia poética.
El vlakai se descolgó del techo de una galería cercana a la que recorría el vampiro en ese momento y se lanzó directo hacia Pablo, dispuesto a clavar sus colmillos en la primera parte del cuerpo del español que se le pusiera por delante, como si tratase de buscar alguna clase de justicia poética.
Re: Subterráneos
25/10/13, 02:03 am
Con el olor de los cadáveres aun fresco no había notado que había algo más que hombres bestia en los alrededores y la única advertencia que tuve de que se me echaba algo encima fue la aparición de una sombra repentina en el borde de mi campo de visión.
Una de las primeras cosas que había aprendido con los entrenamientos de Jack, a base de llevarme golpes golpes y mas golpes, era a hacerme polvo y cambiar de posición instintivamente ante cualquier amenaza indefinida. Gracias a eso esquivé a la criatura sin sufrir daños, haciéndole morder el polvo.... literalmente.
Mientras me alejaba del lugar observé a mi atacante. “¿Un Vlakai? No, es algo distinto” Era algo más grande, pero lo que más me llamaba la atención y a la vez de lo que menos me fiaba eran las escamas. “A ver como respondes a esto”
Recuperé mi forma y disparé dos flechas. Una era normal, la otra paralizante. Casi al mismo tiempo empecé a preparar un hechizo de intangibilidad. De este modo si la cosa se torcía tendría varias opciones.
Una de las primeras cosas que había aprendido con los entrenamientos de Jack, a base de llevarme golpes golpes y mas golpes, era a hacerme polvo y cambiar de posición instintivamente ante cualquier amenaza indefinida. Gracias a eso esquivé a la criatura sin sufrir daños, haciéndole morder el polvo.... literalmente.
Mientras me alejaba del lugar observé a mi atacante. “¿Un Vlakai? No, es algo distinto” Era algo más grande, pero lo que más me llamaba la atención y a la vez de lo que menos me fiaba eran las escamas. “A ver como respondes a esto”
Recuperé mi forma y disparé dos flechas. Una era normal, la otra paralizante. Casi al mismo tiempo empecé a preparar un hechizo de intangibilidad. De este modo si la cosa se torcía tendría varias opciones.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Subterráneos
25/10/13, 11:49 am
El vlakai gruñó de frustración al cerrarse su boca en el vacío. Se giró en dirección al vampiro en cuanto este se recompuso, pero las flechas detuvieron su avance. La primera se le clavó en una pata y la segunda no logró atravesar sus duras escamas, aunque el hechizo se activó antes de que el proyectil cayese al suelo. Sin embargo, las escamas de la criatura no solo eran duras, también contaban con una composición que les permitía impedir la expansión de un hechizo de contacto directo como aquel y el efecto de la parálisis no se extendió por todo su cuerpo sino tan solo en la zona circundante al punto del impacto, provocándole, sin embargo, la pérdida de cierta maniobrabilidad.
Sin previo aviso, la criatura partió la flecha clavada con un rápido movimiento de su mandíbula y se lanzó con esta entre los dientes contra el vampiro a continuación, haciendo que la madera astillada se clavase en uno de los brazos de Pablo y acompañando de intereses su devolución, ya que sus patas habían arañado con saña la mejilla derecha de su adversario.
Sin previo aviso, la criatura partió la flecha clavada con un rápido movimiento de su mandíbula y se lanzó con esta entre los dientes contra el vampiro a continuación, haciendo que la madera astillada se clavase en uno de los brazos de Pablo y acompañando de intereses su devolución, ya que sus patas habían arañado con saña la mejilla derecha de su adversario.
Re: Subterráneos
25/10/13, 01:45 pm
En mi cabeza había ido elaborando esbozos de un par de planes para reaccionar rápidamente en función de cómo se comportara ante la flecha, pero al final no tuve tiempo de poner ninguno en práctica.
La criatura reaccionó mucho mas rápido de lo que esperaba, y para cuando me di cuenta ya la tenía encima. Al mordisco que me llevé en el brazo se le unieron de propina las astillas de mi propia flecha, y también un zarpazo en la cara. Casi a la vez terminé el hechizo de intangibilidad, por lo que me libré del mordisco, pero las heridas ya estaban hechas.
La expresión de mi cara fue cambiando durante todo el proceso; desde la sorpresa inicial, pasando por una expresión de dolor cuando recibí los golpes... hasta el momento en el que probé en mis labios mi propia sangre que caía por la mejilla.
Fue como si el sabor de mi propia sangre actuara como un interruptor, poniendo fin a cualquier tipo de autocontrol que tuviera hasta el momento, y sacando a la luz mis instintos más sanguinarios. “Me has mordido... ¿TÚ A MI? ¿TE CREES EL CAZADOR AQUÍ? ¡DE ESO NADA!”
No había estrategia, ni evaluación del rival, ni nada que implicara usar la cabeza. Ahora solo importaba matar. Actuaba por instinto, y el instinto decía que si una flecha normal no atravesaba esa piel entonces se atacaba con algo más bestia.
Con una expresión de pura rabia, y un comportamiento más propio de un animal que de una persona, saqué una flecha bomba del carcaj, y empuñándola como si fuera un cuchillo embestí.
Olvidando por completo que seguía intangible no llegué a tocar a mi adversario, atravesándolo limpiamente. Por un momento una expresión interrogante se dibujó en mi rostro, sin comprender qué había pasado, pero tras entenderlo una idea peligrosa cobro vida.
Tan rápido como pude me dí la vuelta y arremetí de nuevo, pero en este caso frené en el ultimo segundo, introduciendo la flecha en el cuerpo de la criatura a tanta profundidad como me fue posible sin llegar a meter la mano. Por último esbocé una sonrisa macabra, y puse fin al hechizo para volverme sólido. “Que te aproveche”
En ningún momento pensé en el hecho de que la explosión me la iba a llevar en plena cara.
La criatura reaccionó mucho mas rápido de lo que esperaba, y para cuando me di cuenta ya la tenía encima. Al mordisco que me llevé en el brazo se le unieron de propina las astillas de mi propia flecha, y también un zarpazo en la cara. Casi a la vez terminé el hechizo de intangibilidad, por lo que me libré del mordisco, pero las heridas ya estaban hechas.
La expresión de mi cara fue cambiando durante todo el proceso; desde la sorpresa inicial, pasando por una expresión de dolor cuando recibí los golpes... hasta el momento en el que probé en mis labios mi propia sangre que caía por la mejilla.
Fue como si el sabor de mi propia sangre actuara como un interruptor, poniendo fin a cualquier tipo de autocontrol que tuviera hasta el momento, y sacando a la luz mis instintos más sanguinarios. “Me has mordido... ¿TÚ A MI? ¿TE CREES EL CAZADOR AQUÍ? ¡DE ESO NADA!”
No había estrategia, ni evaluación del rival, ni nada que implicara usar la cabeza. Ahora solo importaba matar. Actuaba por instinto, y el instinto decía que si una flecha normal no atravesaba esa piel entonces se atacaba con algo más bestia.
Con una expresión de pura rabia, y un comportamiento más propio de un animal que de una persona, saqué una flecha bomba del carcaj, y empuñándola como si fuera un cuchillo embestí.
Olvidando por completo que seguía intangible no llegué a tocar a mi adversario, atravesándolo limpiamente. Por un momento una expresión interrogante se dibujó en mi rostro, sin comprender qué había pasado, pero tras entenderlo una idea peligrosa cobro vida.
Tan rápido como pude me dí la vuelta y arremetí de nuevo, pero en este caso frené en el ultimo segundo, introduciendo la flecha en el cuerpo de la criatura a tanta profundidad como me fue posible sin llegar a meter la mano. Por último esbocé una sonrisa macabra, y puse fin al hechizo para volverme sólido. “Que te aproveche”
En ningún momento pensé en el hecho de que la explosión me la iba a llevar en plena cara.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Subterráneos
25/10/13, 02:43 pm
El vlakai se alimentó ávidamente de Pablo mientras pudo, emitiendo un chillido de enfado cuando, una vez más, sus colmillos rasgaron el aire. Veía la imagen atenuada de su adversario e intentaba golpearle sin éxito, frustrándose cada vez más. Hasta que la flecha se hizo tangible dentro de su cuerpo. El contacto con las entrañas del vlakai activó la runa y se produjo la explosión.
La criatura estalló en cientos de pedazos y la onda de choque derribó violentamente al vampiro a la par que lo cubría por completo de fluídos y trozos de entrañas supervivientes a la desintegración que era todo lo que quedaba de su atacante.
La criatura estalló en cientos de pedazos y la onda de choque derribó violentamente al vampiro a la par que lo cubría por completo de fluídos y trozos de entrañas supervivientes a la desintegración que era todo lo que quedaba de su atacante.
Re: Subterráneos
29/10/13, 11:19 pm
Conseguí lo que quería: hacer volar a la maldita alimaña por los aires, pero una salvajada como la que acababa de hacer no podía salirme sin daños.
La onda de choque resultante me mandó despedido contra la pared mas cercana, a mi y a una buena parte de la criatura, gentilmente separada en montones de pedacitos.
Ya fuera por el golpe, porque el vlakai ya estaba muerto, o por las dos cosas a la vez, mis ansias asesinas estaban desapareciendo, y en buen momento.
No era la primera vez que llamaban al espejo, ni tampoco sería la ultima. Era simple, me decían un lugar y me presentaba allí. “Medianoche... mejor me doy prisa”
Dolorido, me despegué de la pared mientras preparaba un hechizo de limpieza. Ya me curaría por el camino.
Sigue en el Pub Muerto.
La onda de choque resultante me mandó despedido contra la pared mas cercana, a mi y a una buena parte de la criatura, gentilmente separada en montones de pedacitos.
Ya fuera por el golpe, porque el vlakai ya estaba muerto, o por las dos cosas a la vez, mis ansias asesinas estaban desapareciendo, y en buen momento.
No era la primera vez que llamaban al espejo, ni tampoco sería la ultima. Era simple, me decían un lugar y me presentaba allí. “Medianoche... mejor me doy prisa”
Dolorido, me despegué de la pared mientras preparaba un hechizo de limpieza. Ya me curaría por el camino.
Sigue en el Pub Muerto.
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Subterráneos
15/12/13, 07:26 pm
Camino al lado del vampiro mientras intento no tropezarme en la oscuridad. Escucho sus preocupaciones y rio mientras niego con la cabeza.-¿Luchar? ¿Te refieres cuerpo a cuerpo? ¿Que pereza no?- Mientras hablo con él mis chanclas resuenan por toda la zona. Mis zapatos no son los mas adecuados para este tipo de terrenos. Al segundo tropezón sonrio y hago que la arena que me recubre me alze sobre el suelo para deslizarme por el sin problemas.
-Jack. No estaria nada mal poder verme los pies. Ademas, un consejo. Nunca lleves chanclas por esta zona. Andar en chanclas es complicado con las aceras de arriba pero aqui ya se hace super discreto y comodísimo.- Digo en un tono de burla.- A si que con tu permiso voy a hacerme un par de lamparas.- En el momento que le explico mis intenciones dos esferas de arena salen de mi bolsa y de un chasquido aumentan su tamaño ahuecandose su interior dejando espacios en su superficie. Al mismo tiempo comienzo a tejer un hechizo de luz y lo anclo al interior de la esfera pudiendo comprobar la inmensidad de la sala donde nos emcontramos.
Al adentrarnos en la profundidad multiples formas nos esquivan y murmuran. Yo miro al rededor. Nunca he estado en este lugar por lo que no se muy bien que podemos encontrarnos. El vampiro señala a la negrura y me indica que hay una cueva cerca por lo que haciendo una señal le indico que le sigo.
Al entrar en la cueva detecto movimiento al fondo por lo que e paro en seco y le señalo mientras atenuo la luz de mis esferas. El vampiro me dice que ya los habia visto antes y que queria probar a las figuras con ellos. Me encojo de hombros y con un gesto solemne le indico que puede comenzar. -A ver que ordenas a tus muñecos. Si quieres mi consejo yo mandaria a la araña en primer lugar, que vaya por el techo. Es silenciosa y puede comenzar con un poco de guerra quimica. Puedes mover a los perros para que se acentue un poco el poder del repelente y despues echarle la araña encima desde el techo y ver como juegan. Despues yo mandaria a los golems. Recuerda que en modo ataque la chica saca sus espadas de arena.... Pero bueno, son tuyos, harán lo que tu odenes que hagan.- Digo alzando las manos.
Las criaturas elegidas por el vampiro son tres suertes de quimeras. Una grande, de unos dos metros y medio, con cabeza de toro y cuerpo de gorila con musculos marcados y varias cicatrices. El cuerpo de la bestia esta sin pelo, completamente calvo. La mediana tiene un cuerpo fino parecido al de un leopardo grande con cola de serpiente y cabeza partida a la mitad en dos hemisferios repleto de dientes quedando desproporcionada al resto del cuerpo. La última tiene cuerpo de caballo con seis garras, la cabeza esta deforme, una fila de dientes serrados y dos pares de ojos forman parte de la cabeza con forma de ofidio sin escamas. Los tres parecen no percatarse de nuestra presencia, el hedor de la muerte nueva se respira en el ambiente mientras los tres engendros disfrutan de su pieza recien cazada. Sonriendo le doy un toque con el codo al vampiro mientras saco dos torrentes de arena que forman dos sillones orejeros orientados a las bestias. -Sientate y disfruta de tus lacayos. Luchar uno mismo es algo que cansa demasiado. Deja que se luzcan los nuevos. ¿Tienes alguna copita por ahi?- Digo tras sentarme y dar unos toquecitos en el brazo del sillón.
-Jack. No estaria nada mal poder verme los pies. Ademas, un consejo. Nunca lleves chanclas por esta zona. Andar en chanclas es complicado con las aceras de arriba pero aqui ya se hace super discreto y comodísimo.- Digo en un tono de burla.- A si que con tu permiso voy a hacerme un par de lamparas.- En el momento que le explico mis intenciones dos esferas de arena salen de mi bolsa y de un chasquido aumentan su tamaño ahuecandose su interior dejando espacios en su superficie. Al mismo tiempo comienzo a tejer un hechizo de luz y lo anclo al interior de la esfera pudiendo comprobar la inmensidad de la sala donde nos emcontramos.
Al adentrarnos en la profundidad multiples formas nos esquivan y murmuran. Yo miro al rededor. Nunca he estado en este lugar por lo que no se muy bien que podemos encontrarnos. El vampiro señala a la negrura y me indica que hay una cueva cerca por lo que haciendo una señal le indico que le sigo.
Al entrar en la cueva detecto movimiento al fondo por lo que e paro en seco y le señalo mientras atenuo la luz de mis esferas. El vampiro me dice que ya los habia visto antes y que queria probar a las figuras con ellos. Me encojo de hombros y con un gesto solemne le indico que puede comenzar. -A ver que ordenas a tus muñecos. Si quieres mi consejo yo mandaria a la araña en primer lugar, que vaya por el techo. Es silenciosa y puede comenzar con un poco de guerra quimica. Puedes mover a los perros para que se acentue un poco el poder del repelente y despues echarle la araña encima desde el techo y ver como juegan. Despues yo mandaria a los golems. Recuerda que en modo ataque la chica saca sus espadas de arena.... Pero bueno, son tuyos, harán lo que tu odenes que hagan.- Digo alzando las manos.
Las criaturas elegidas por el vampiro son tres suertes de quimeras. Una grande, de unos dos metros y medio, con cabeza de toro y cuerpo de gorila con musculos marcados y varias cicatrices. El cuerpo de la bestia esta sin pelo, completamente calvo. La mediana tiene un cuerpo fino parecido al de un leopardo grande con cola de serpiente y cabeza partida a la mitad en dos hemisferios repleto de dientes quedando desproporcionada al resto del cuerpo. La última tiene cuerpo de caballo con seis garras, la cabeza esta deforme, una fila de dientes serrados y dos pares de ojos forman parte de la cabeza con forma de ofidio sin escamas. Los tres parecen no percatarse de nuestra presencia, el hedor de la muerte nueva se respira en el ambiente mientras los tres engendros disfrutan de su pieza recien cazada. Sonriendo le doy un toque con el codo al vampiro mientras saco dos torrentes de arena que forman dos sillones orejeros orientados a las bestias. -Sientate y disfruta de tus lacayos. Luchar uno mismo es algo que cansa demasiado. Deja que se luzcan los nuevos. ¿Tienes alguna copita por ahi?- Digo tras sentarme y dar unos toquecitos en el brazo del sillón.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Subterráneos
15/12/13, 11:11 pm
<<¿Pereza? Qué tío...>> pensé, contrariado, aunque no dije nada en respuesta. No era necesario ya que había montado mis dagas, cosa que no habría hecho si pensase como él. <<Por favor... Pereza da quedarse quieto>> En cuanto a lo de la luz, lo habría solucionado yo de no haber dicho lo de la pereza<<Ahora te buscas la vida, señor vago. Encima va con chanclas... ¿De verdad que no lucha? Pff...>>
La situación mejoró en cuanto habló sobre las criaturas. Asentí y coloqué a la araña delante, por el techo.
-Anda, quimeritas. Vamos al lío... ¿Espera, qué dices?
Había hecho dos malditos sillones y, para colmo, me invitaba a sentarme. No, para colmo que me pidiera bebida aquí fuera. En los Subterráneos. <<Este tío... Ahora te vas a reír>>
-¿Una copita, dices? Voy a ver.
Me giré y me acerqué a la puerta. Luego desandé el camino en silencio mientras preparaba un hechizo de olor falso bastante potente y después lo lancé al brujo. Al momento volví a hablar:
-Lo lamento, pero si vuelvo a entrar, los hechizos trampa se lanzarían contra ti. Sólo tengo sangre, ¿quieres?.-abrí una petaca y le di un trago en sus narices. Luego me encogí de hombros.-Que luchen ellos, entonces.
Ordené a la araña que dispersara el repelente sobre las quimeras y luego lancé a los perros a por la más rezagada. No me senté sino que me mantuve rígido, de pie, observando a los guardianes hacer su trabajo. A la par, el olor a sangre de Matt fue inundando el túnel <<Espero que le gusten los mosquitos>> Quizá él no los viera, pero en la "retaguardia" de las quimeras empezaban a amontonarse unos mosquitos de tamaño considerable en comparación con los terrícolas. La primera quimera en caer lo hizo rápido, acosada por los tres perros. Las dos siguientes tardaron más, pero en cuanto añadí a la chica con sus cuchillas y al grandullón, fue cosa sencilla. Y entre tanto, el zumbido se fue acercando. La araña hizo retroceder a algunos, los gólems a otros, pero los más pequeños sí que llegaron, lanzándose en picado a por el brujo.
-Van a por ti, chaval. ¿Qué les has hecho? ¡Sálvese quien pueda!
Tras decir eso, me desvanecí en humo para luego internarme en la oscuridad del túnel, lejos de las esferas de arena del brujo. <<Pereza da verte luchar. Podría hacerse armas de todo tipo y monturas de todo tipo y luchar con ellas... Vago>>
La situación mejoró en cuanto habló sobre las criaturas. Asentí y coloqué a la araña delante, por el techo.
-Anda, quimeritas. Vamos al lío... ¿Espera, qué dices?
Había hecho dos malditos sillones y, para colmo, me invitaba a sentarme. No, para colmo que me pidiera bebida aquí fuera. En los Subterráneos. <<Este tío... Ahora te vas a reír>>
-¿Una copita, dices? Voy a ver.
Me giré y me acerqué a la puerta. Luego desandé el camino en silencio mientras preparaba un hechizo de olor falso bastante potente y después lo lancé al brujo. Al momento volví a hablar:
-Lo lamento, pero si vuelvo a entrar, los hechizos trampa se lanzarían contra ti. Sólo tengo sangre, ¿quieres?.-abrí una petaca y le di un trago en sus narices. Luego me encogí de hombros.-Que luchen ellos, entonces.
Ordené a la araña que dispersara el repelente sobre las quimeras y luego lancé a los perros a por la más rezagada. No me senté sino que me mantuve rígido, de pie, observando a los guardianes hacer su trabajo. A la par, el olor a sangre de Matt fue inundando el túnel <<Espero que le gusten los mosquitos>> Quizá él no los viera, pero en la "retaguardia" de las quimeras empezaban a amontonarse unos mosquitos de tamaño considerable en comparación con los terrícolas. La primera quimera en caer lo hizo rápido, acosada por los tres perros. Las dos siguientes tardaron más, pero en cuanto añadí a la chica con sus cuchillas y al grandullón, fue cosa sencilla. Y entre tanto, el zumbido se fue acercando. La araña hizo retroceder a algunos, los gólems a otros, pero los más pequeños sí que llegaron, lanzándose en picado a por el brujo.
-Van a por ti, chaval. ¿Qué les has hecho? ¡Sálvese quien pueda!
Tras decir eso, me desvanecí en humo para luego internarme en la oscuridad del túnel, lejos de las esferas de arena del brujo. <<Pereza da verte luchar. Podría hacerse armas de todo tipo y monturas de todo tipo y luchar con ellas... Vago>>
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Subterráneos
18/12/13, 12:31 am
Me acomodo a mirar como mis creaciones destrozan el grupo de quimeras. Un fuerte olor a sangre comienda a inundar la zona. Arrugo la nariz ante ello olfateando y lo achaco a la carniceria de mas adelante.
Cuando ha acabado el show comienzo a percatarme de un ligero zumbido en el ambiente pero no es al escuchar gritar al vampiro cuando me fijo en la marabunta que se avalanza sobre mi. Respiro hondo y me levanto rapidamente mientras noto como mi interior comienza a vibrar extendiendo el hormigueo hacia cada grano de mi cuerpo. De pronto el hormigueo cesa de golpe a la par que todos los mosquitos ven ralentizado su vuelo como, si de pronto, hubiesen llegado a una zona donde el tiempo mismo se negase a trascurrir.
Intento localizar al vampiro pero no logro localizarlo cerca -¿Jack?- Pregunto a la nada. -Ten cuidado ahora- Digo en voz alta. Tras decir esto y de manera casi automatica los sillones salen despedidos deformandose y cubriendo a la mayor parte de los insectos. Tengo que sacar mas arena para terminar la cúpula que, al cerrarse, comienza a girar mientras recito el hechizo térmico alzando la temperatura del interior.
Un pinchazo en lo profundo de mi cerebro me hace retroceder como señal indicadora de que mi influjo sobre el tiempo habia dado a su fin. Comienzo a notar como los murcielagos impactan en la pared giratoria mientras que comienza a soltar un extraño humillo en señal de que los malditos bichos comienzan a achicharrarse.
Los mosquitos restantes no tardan en llegar bordeando el horno improvisado pero acaban rindiendo cuentas a la araña y la golem. Tras seccionar de un par de tajos a dos mosquitos bastante grande consigo localizar al vampiro. -¿Que pasa? ¿Que como sois primos no puedes hacerles daño?- Digo intentando sonar gracioso pero, con el dolor en mi cabeza, acaba sonando como una realidad aplastante.
Cuando ha acabado el show comienzo a percatarme de un ligero zumbido en el ambiente pero no es al escuchar gritar al vampiro cuando me fijo en la marabunta que se avalanza sobre mi. Respiro hondo y me levanto rapidamente mientras noto como mi interior comienza a vibrar extendiendo el hormigueo hacia cada grano de mi cuerpo. De pronto el hormigueo cesa de golpe a la par que todos los mosquitos ven ralentizado su vuelo como, si de pronto, hubiesen llegado a una zona donde el tiempo mismo se negase a trascurrir.
Intento localizar al vampiro pero no logro localizarlo cerca -¿Jack?- Pregunto a la nada. -Ten cuidado ahora- Digo en voz alta. Tras decir esto y de manera casi automatica los sillones salen despedidos deformandose y cubriendo a la mayor parte de los insectos. Tengo que sacar mas arena para terminar la cúpula que, al cerrarse, comienza a girar mientras recito el hechizo térmico alzando la temperatura del interior.
Un pinchazo en lo profundo de mi cerebro me hace retroceder como señal indicadora de que mi influjo sobre el tiempo habia dado a su fin. Comienzo a notar como los murcielagos impactan en la pared giratoria mientras que comienza a soltar un extraño humillo en señal de que los malditos bichos comienzan a achicharrarse.
Los mosquitos restantes no tardan en llegar bordeando el horno improvisado pero acaban rindiendo cuentas a la araña y la golem. Tras seccionar de un par de tajos a dos mosquitos bastante grande consigo localizar al vampiro. -¿Que pasa? ¿Que como sois primos no puedes hacerles daño?- Digo intentando sonar gracioso pero, con el dolor en mi cabeza, acaba sonando como una realidad aplastante.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Subterráneos
18/12/13, 05:11 pm
<<¿Que tenga cuidado? Anda, anda>> pensé, divertido, mientras le observaba, bien oculto y protegido. La forma de luchar del brujo era peculiar. Había anegado a los mosquitos en arena, sí, y los había calcinado luego sin despeinarse lo más mínimo, pero... Era muy aburrido.
En cuanto acabó, me acerqué en forma sólida de nuevo.
—¿Primos? Qué va, esos no tienen ni la clase ni la figura que tengo yo. A mí no me atacan, eso sí, a no ser que estén desesperados... Mi sangre no les sirve, creo. Pero deja, anda, que con tanto pringue van a venir más.
Lo último lo dije señalándole los restos de sangre de mosquito de la ropa. Le limpié con un hechizo, sí, pero también le limpié el olor falso de antes.
—Como nuevo. Bueno, ¿quieres profundizar más o te invito a esa copita?
En cuanto dio su respuesta, dejé a los guardianes con órdenes de proteger el portón y volvimos al interior. Recogí la jaula del gato, quien se revolvía furioso en su interior, y volvimos a la planta principal. De nuevo tras la barra, dejé que Matt escogiera.
—Entre vinos y cervezas, su majestad escoja.
En cuanto acabó, me acerqué en forma sólida de nuevo.
—¿Primos? Qué va, esos no tienen ni la clase ni la figura que tengo yo. A mí no me atacan, eso sí, a no ser que estén desesperados... Mi sangre no les sirve, creo. Pero deja, anda, que con tanto pringue van a venir más.
Lo último lo dije señalándole los restos de sangre de mosquito de la ropa. Le limpié con un hechizo, sí, pero también le limpié el olor falso de antes.
—Como nuevo. Bueno, ¿quieres profundizar más o te invito a esa copita?
En cuanto dio su respuesta, dejé a los guardianes con órdenes de proteger el portón y volvimos al interior. Recogí la jaula del gato, quien se revolvía furioso en su interior, y volvimos a la planta principal. De nuevo tras la barra, dejé que Matt escogiera.
—Entre vinos y cervezas, su majestad escoja.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Subterráneos
18/12/13, 07:54 pm
-Pues no se que decirte. La arena tampoco deberia ser de su gusto. Pero en fin, ya no creo que le importe mucho ahora alimentarse.- Digo dándole una patada a un mosquito que se deshace al contacto con mi chancla.
Acompaño al vampiro siguiendo sus pasos mientras levito. Al poco tiempo llegamos al portón de entrada que, cuando lo atravieso, dejo de levitar para volver a pisar sobre sólido. La propuesta del chico me hace sonreir y le contesto dandole una palmada en la espalda. -Sabes que soy de gustos refinados. Por eso elige el mejor agua de fregona que tengas y celebremos el contrato.- Digo sonriendo para dejar paso al vampiro y subir de nuevo a la bodega.
Acompaño al vampiro siguiendo sus pasos mientras levito. Al poco tiempo llegamos al portón de entrada que, cuando lo atravieso, dejo de levitar para volver a pisar sobre sólido. La propuesta del chico me hace sonreir y le contesto dandole una palmada en la espalda. -Sabes que soy de gustos refinados. Por eso elige el mejor agua de fregona que tengas y celebremos el contrato.- Digo sonriendo para dejar paso al vampiro y subir de nuevo a la bodega.
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