Torreón Maciel (Archivo IV)
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Evanna
Naeryan
Red
23 participantes
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Torreón Maciel (Archivo IV)
10/09/12, 07:00 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
15/06/13, 01:17 am
La vuelta a Maciel se le hizo increíblemente larga, se sentía totalmente agotado le pesaban incluso los parpados y a su vez el tener que cargar con medio peso de Karime lo agotaba. gracias a la libense que comenzó a hablar fue que no perdió las fuerzas que le restaban y se mantuvo caminando sin parar, le sirvió de apoyo.
-Hubiera preferido que no acabases herida, debí ser mas rápido -dijo un poco molesto consigo mismo por no haber sido mas rápido al formular el hechizo bastante agotado en todo sentido, sonrió sarcásticamente con cierto humor negro que era realmente útil en el estado de mierda en el que se encontraban para no desfallecer. De algún modo el agradecimiento de la libense lo relajo un poco y sus siguientes palabras le hicieron reírse sin muchas fuerzas, realmente todo era demasiado hilarante, no estaba ni de humor para reírse pero se encontraba aun medio en estado de shock o simplemente era su modo se sobrellevar la situación, no lo tenia claro. No dijo nada ante el comentario de Karime, lo comprendía, si hasta el mismo no se entendía. Pronto llegaron al torreón y DL no perdió tiempo en acercarse al sofá antes de perder la fuerza que le restaban para mantenerse de pie, sintiendo algo de mareo mientras escuchaba las palabras de Karime y de Shizel casi de fondo. Las preguntas de Shizel no tardaron en llegar pidiendo explicación y DL tras algunos segundos de descanso intentando reordenar sus pensamientos hablo.
-Karime quería ir donde RR y yo fui con ella para evitar que fuese sola, Aleksei y Marina vinieron con nosotros por a saber que motivo- comento intentando resumir lo máximo posible, aunque era difícil habían pasado muchas cosas en unas horas- En el camino nos encontramos un extraño edificio...acabamos entrando, el edificio tenia magia que te cambia el sexo, estuvimos largo rato allí perdidos hasta que conseguimos salir-no dijo mas ni menciono lo del cambio de Karime ni su reacción ni a Yrio, aun sentía la cabeza embotada para tanto detalle- A la vuelta, en la cicatriz nos ataco una criatura, atrapo a Marina y Aleksei huyo- dijo mirando al humano con una mirada fija e irritada por su acción antes de volver su mirada hacia Shizel- Fue todo realmente rápido, apenas hubo tiempo de reaccionar. Era una criatura de mas de dos metros de piel gris y gruesa, con colmillos afilados y enloquecida. Karime le disparo pero no hizo efecto y esta le ataco...conseguí frenarla lo suficiente para que no la decapitara o le dejara sin cara, pero no fui lo suficientemente rápido- añadió bajando la voz y mirando el rostro de la libense antes de volver a mirar a Shizel suspirando- La criatura decidió volver por Marina y bueno...- empezó a sentir nauseas al recordar la mirada horrorizada de la varmana justo segundos antes de morir, no pudo seguir y decidió continuar con lo que contaba sin mencionar el triste fin de Marina. Para alguien tan perceptivo como Shizel o Saren no seria muy difícil averiguar que había pasado con la varmana con solo verles, así que no hacia falta decirlo- Karime disparo una flecha de nuevo, fallo, estaba herida y sangrando, la noquee, paralice a la criatura que parecía ser resistente a la magia y eche a correr, pero a mitad de camino escuchamos unos gritos y me pare. Y si, decidme estúpido, imbécil retrasado o lo que queráis, pero esa voz no provenía de esa criatura, ¡os lo puedo asegurar! - añadió rápidamente mirando a sus compañeros de torreón presentes- Allí había un tipo bastante extraño, se había encargado de matar a la criatura, trasgo lo llamo. El dijo que había sido una intervención y que por eso estaba ahora muerto y también menciono que ese trasgo fue una vez...alguien como nosotros, un cosechado-añadió sintiendo como ya la cabeza le daba vueltas ante la falta de magia necesitaba descansar un poco. Habia intentado explicar lo mas resumidamente posible toda la salida ya solo quedaban las preguntas de rigor que esperaba tardasen un poco mientras el descansaba unos segundo antes de recibir el regaño.
-Hubiera preferido que no acabases herida, debí ser mas rápido -dijo un poco molesto consigo mismo por no haber sido mas rápido al formular el hechizo bastante agotado en todo sentido, sonrió sarcásticamente con cierto humor negro que era realmente útil en el estado de mierda en el que se encontraban para no desfallecer. De algún modo el agradecimiento de la libense lo relajo un poco y sus siguientes palabras le hicieron reírse sin muchas fuerzas, realmente todo era demasiado hilarante, no estaba ni de humor para reírse pero se encontraba aun medio en estado de shock o simplemente era su modo se sobrellevar la situación, no lo tenia claro. No dijo nada ante el comentario de Karime, lo comprendía, si hasta el mismo no se entendía. Pronto llegaron al torreón y DL no perdió tiempo en acercarse al sofá antes de perder la fuerza que le restaban para mantenerse de pie, sintiendo algo de mareo mientras escuchaba las palabras de Karime y de Shizel casi de fondo. Las preguntas de Shizel no tardaron en llegar pidiendo explicación y DL tras algunos segundos de descanso intentando reordenar sus pensamientos hablo.
-Karime quería ir donde RR y yo fui con ella para evitar que fuese sola, Aleksei y Marina vinieron con nosotros por a saber que motivo- comento intentando resumir lo máximo posible, aunque era difícil habían pasado muchas cosas en unas horas- En el camino nos encontramos un extraño edificio...acabamos entrando, el edificio tenia magia que te cambia el sexo, estuvimos largo rato allí perdidos hasta que conseguimos salir-no dijo mas ni menciono lo del cambio de Karime ni su reacción ni a Yrio, aun sentía la cabeza embotada para tanto detalle- A la vuelta, en la cicatriz nos ataco una criatura, atrapo a Marina y Aleksei huyo- dijo mirando al humano con una mirada fija e irritada por su acción antes de volver su mirada hacia Shizel- Fue todo realmente rápido, apenas hubo tiempo de reaccionar. Era una criatura de mas de dos metros de piel gris y gruesa, con colmillos afilados y enloquecida. Karime le disparo pero no hizo efecto y esta le ataco...conseguí frenarla lo suficiente para que no la decapitara o le dejara sin cara, pero no fui lo suficientemente rápido- añadió bajando la voz y mirando el rostro de la libense antes de volver a mirar a Shizel suspirando- La criatura decidió volver por Marina y bueno...- empezó a sentir nauseas al recordar la mirada horrorizada de la varmana justo segundos antes de morir, no pudo seguir y decidió continuar con lo que contaba sin mencionar el triste fin de Marina. Para alguien tan perceptivo como Shizel o Saren no seria muy difícil averiguar que había pasado con la varmana con solo verles, así que no hacia falta decirlo- Karime disparo una flecha de nuevo, fallo, estaba herida y sangrando, la noquee, paralice a la criatura que parecía ser resistente a la magia y eche a correr, pero a mitad de camino escuchamos unos gritos y me pare. Y si, decidme estúpido, imbécil retrasado o lo que queráis, pero esa voz no provenía de esa criatura, ¡os lo puedo asegurar! - añadió rápidamente mirando a sus compañeros de torreón presentes- Allí había un tipo bastante extraño, se había encargado de matar a la criatura, trasgo lo llamo. El dijo que había sido una intervención y que por eso estaba ahora muerto y también menciono que ese trasgo fue una vez...alguien como nosotros, un cosechado-añadió sintiendo como ya la cabeza le daba vueltas ante la falta de magia necesitaba descansar un poco. Habia intentado explicar lo mas resumidamente posible toda la salida ya solo quedaban las preguntas de rigor que esperaba tardasen un poco mientras el descansaba unos segundo antes de recibir el regaño.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
16/06/13, 02:04 am
Después de entrenar un rato con Bran el norteño consiguió apartar de su mente las preocupaciones, pero estas no tardaron en asolarle de nuevo cuando sus compañeros empezaron a llegar. Shiz fue el primero, pero no salió al patio, y el idrino tuvo que seguir a su compañero de entrenamiento al interior del torreón para asistir de espectador a la conversación que tuvieron este y el lacustre. Saren no llegó a enterarse de la opinión de Shiz al respecto, porque en ese momento aporrearon la puerta con urgencia. Ariv fue a abrir, seguida de cerca por el peliblanco, y el norteño se quedó algo rezagado, observando la escena que se desarrollaba ante él con la espada apoyada en una columna y los brazos cruzados.
El primero en llegar fue Aleksei, entrando en el torreón a toda prisa. Parecía aterrorizado, y su respiración agitada dejaba claro el esfuerzo que había hecho por llegar lo mas rápido posible a lugar seguro. Los gritos desquiciados de K precedieron a la llegada de esta y de DL, que venían apoyados el uno en el otro. El norteño tensó todo su cuerpo al ver el estado en el que llegaban, pero no movió un dedo para ayudarles, y las palabras de la libense no sirvieron para poner en marcha su buena voluntad. Las palabras de Shiz reflejaban a la perfección su propia postura, no actuaría hasta que los intrépidos exploradores se hubieran explicado.
Karime se sentó en una silla y aun tuvo el coraje de bromear sobre su ojo, lo que encrespó aun mas los nervios del norteño. DL, por su parte, se acercó al sofá y se dejo caer visiblemente agotado, pero el tiempo que se tomó para responder a las preguntas de Shiz fue demasiado prolongado para el cada vez mas exigente gusto de Saren. El chico escuchó las palabras del foner en silencio, sin interrumpirle, aunque estuvo a punto de replicarle un par de veces; pero logro contenerse y esperó a que terminara de hablar. No se le pasó por alto la velada afirmación sobre la situación de Marina, lo que contribuyó a aumentar el depósito de recriminaciones ácidas que amenazaban con escaparsele de un momento a otro.
La tensión en la sala era palpable, y Saren era sobre todo consciente del enfado de Shiz, que amenazaba con desbordarle. También se percató de la mirada que DL le echó a Aleksei al decir que había huido, así como del temblor de este. El idrino estaba hasta las narices y tenía ganas de escupir en el suelo y largarse, pero se contuvo, apreciaba demasiado la pulcritud del torreón. Hablo de todos modos, conteniendo parte la hiel que pugnaba por salirle por la boca.
-Y aquí estamos, un cobarde que resulto ser el mas listo, una suicida con aires de superioridad y un inconsciente que habla con desconocidos peligrosos, si añadimos a cuatro gatos que esperan en un torreón y a un mago que se cree mejor que los demás empezamos a tener material para un chiste, ¿no os parece? -comenzó el norteño, apartándose de la columna y descruzando los brazos- Un crío llama a nuestra puerta a las tantas de la madrugada diciendo que sabe donde esta nuestro drogadicto fumado y a nuestro mago se le ocurre la genial idea de ir "solo" -prosiguió, asegurándose de recalcar bien la última palabra- a valorar la situación dejando una simple nota como excusa, seguido unas horas después por un grupo guiado por la persona con peor sentido de la orientación de todo el maldito torreón. Y además, el único superviviente del incendio de ayer a desaparecido. ¿Resultado? Una mierda de día. Hemos perdido una compañera y un ojo, pero podría haber sido peor, ¿no creéis? -preguntó con un tono sarcástico cargado de acidez-. Ahora podéis continuar con la conversación, incluso puedes estallar si te da la gana -concluyó, dirigiéndose en última estancia al lacustre-, yo voy a por agua y trapos limpios para curar a la suicida, avisadme cuando estéis dispuestos.
Saren salió al patio pisando fuerte, sin mirar a nadie mas. El norteño estaba que echaba chispas y la primera piedra con la que se cruzó mientras se dirigía al pozo pagó su rabia, recibiendo una patada que la mando directa al foso. El poco buen humor que había logrado atesorar a lo largo del día se había desechó como un castillo de arena expuesto al viento.
El primero en llegar fue Aleksei, entrando en el torreón a toda prisa. Parecía aterrorizado, y su respiración agitada dejaba claro el esfuerzo que había hecho por llegar lo mas rápido posible a lugar seguro. Los gritos desquiciados de K precedieron a la llegada de esta y de DL, que venían apoyados el uno en el otro. El norteño tensó todo su cuerpo al ver el estado en el que llegaban, pero no movió un dedo para ayudarles, y las palabras de la libense no sirvieron para poner en marcha su buena voluntad. Las palabras de Shiz reflejaban a la perfección su propia postura, no actuaría hasta que los intrépidos exploradores se hubieran explicado.
Karime se sentó en una silla y aun tuvo el coraje de bromear sobre su ojo, lo que encrespó aun mas los nervios del norteño. DL, por su parte, se acercó al sofá y se dejo caer visiblemente agotado, pero el tiempo que se tomó para responder a las preguntas de Shiz fue demasiado prolongado para el cada vez mas exigente gusto de Saren. El chico escuchó las palabras del foner en silencio, sin interrumpirle, aunque estuvo a punto de replicarle un par de veces; pero logro contenerse y esperó a que terminara de hablar. No se le pasó por alto la velada afirmación sobre la situación de Marina, lo que contribuyó a aumentar el depósito de recriminaciones ácidas que amenazaban con escaparsele de un momento a otro.
La tensión en la sala era palpable, y Saren era sobre todo consciente del enfado de Shiz, que amenazaba con desbordarle. También se percató de la mirada que DL le echó a Aleksei al decir que había huido, así como del temblor de este. El idrino estaba hasta las narices y tenía ganas de escupir en el suelo y largarse, pero se contuvo, apreciaba demasiado la pulcritud del torreón. Hablo de todos modos, conteniendo parte la hiel que pugnaba por salirle por la boca.
-Y aquí estamos, un cobarde que resulto ser el mas listo, una suicida con aires de superioridad y un inconsciente que habla con desconocidos peligrosos, si añadimos a cuatro gatos que esperan en un torreón y a un mago que se cree mejor que los demás empezamos a tener material para un chiste, ¿no os parece? -comenzó el norteño, apartándose de la columna y descruzando los brazos- Un crío llama a nuestra puerta a las tantas de la madrugada diciendo que sabe donde esta nuestro drogadicto fumado y a nuestro mago se le ocurre la genial idea de ir "solo" -prosiguió, asegurándose de recalcar bien la última palabra- a valorar la situación dejando una simple nota como excusa, seguido unas horas después por un grupo guiado por la persona con peor sentido de la orientación de todo el maldito torreón. Y además, el único superviviente del incendio de ayer a desaparecido. ¿Resultado? Una mierda de día. Hemos perdido una compañera y un ojo, pero podría haber sido peor, ¿no creéis? -preguntó con un tono sarcástico cargado de acidez-. Ahora podéis continuar con la conversación, incluso puedes estallar si te da la gana -concluyó, dirigiéndose en última estancia al lacustre-, yo voy a por agua y trapos limpios para curar a la suicida, avisadme cuando estéis dispuestos.
Saren salió al patio pisando fuerte, sin mirar a nadie mas. El norteño estaba que echaba chispas y la primera piedra con la que se cruzó mientras se dirigía al pozo pagó su rabia, recibiendo una patada que la mando directa al foso. El poco buen humor que había logrado atesorar a lo largo del día se había desechó como un castillo de arena expuesto al viento.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
17/06/13, 02:04 am
Las primeras palabras de DL condenaron al grupo entero a ojos de Shizel. Si hubieran salido a por cestas, o a explorar aunque fuese, el idrino no estaría experimentando la tentación que sentía en ese momento de dejarles sin curar como premio a su estupidez.
-Enhorabuena, Aleksei. Has sido el más listo de los cuatro- fue el único comentario que intercaló con sequedad en el relato del foner. Por lo demás escuchó en silencio con los brazos cruzados.
Habían llegado a salir grupos más pequeños incluso que el de ese día para cosas rutinarias como salir a por comida; no era nada fuera de lo común. Lo que había activado el sensor de cabreo en el cerebro de Shizel había sido que habían salido por un motivo completamente inútil, y por su impaciencia había muerto una persona.
"¿Por qué me molesto siquiera?", se preguntó con cierta amargura al recordar las barreras que tenía pensado instalar esa misma tarde. "No va nada a por ellos, se suicidan solos."
Las palabras de Siloco fueron un jarro de agua fría, y tuvo que hacer un gran esfuerzo de voluntad para que no se le notase la conmoción en la cara.
"No pienses en eso ahora", se dijo aturdido. Las implicaciones de aquello daban mucho miedo, y Shizel no quería caer en la cuenta de que si Wintel tenía razón en que la magia agravaba las cosas, él probablemente era el que estaba más jodido de los presentes.
No obstante algo no tardó en distraerle, concretamente la intervención de Saren.
"¡¿Yo?! ¡¿Qué he hecho yo ahora?!", Shizel no se lo podía creer. "¿Me rompo los cuernos buscando maneras de fortificar el torreón, les curo cuando vienen así, hago lo que puedo por mejorar por si nos ataca algo y les doy medios para que me llamen si eso sucede y estoy lejos, y ahora resulta que me lo tengo muy creído?"
Había una parte de verdad en lo que había dicho Saren: Shizel sí había estado interiormente muy pagado de sí mismo los primeros días, al descubrir que la magia acudía a él con mayor facilidad que a sus compañeros. Pero entonces no era ahora, y que le acusasen de eso en ese momento se le antojó increíblemente injusto. Sabía que el norteño estaba preocupado; se le notaba de forma subyacente, pero a aquellas formas de decir las cosas Shizel no estaba nada acostumbrado, y le sentaron aún peor teniendo en cuenta que empezaba a sentirse culpable por haberse quedado sentado esperándolos en lugar de salir a buscarlos.
"Ahógate en el pozo", siseó mentalmente al ver al norteño salir al patio. "Ya que no haces más que cocinar la comida que traemos los demás que somos material de chiste, ni nos daremos ni cuenta."
Con el rencor aún pulsándole en las sienes, y sin pararse a pensar en si lo que había acabado de pensar era sólo fruto del cabreo o no, volvió a centrarse en los que habían vuelto.
-A ti te puede dar igual perder un ojo- le dijo a Karime con voz neutra-. Pero Marina ha perdido más. Felicidades por la incursión, comandante- añadió con amargura. Le había seguido el juego en broma muchas veces al respecto de ser la chica líder del torreón, pero aquello ya no tenía gracia. Ella había guiado la incursión ese día, y les había costado caro-. Para qué pedir ayuda o escapar a tiempo cuando se le pueden enchufar un par de flechazos más al enemigo. Y para qué esperar a que el que sea vuelva con la información cuando puedes salir a buscarla sin tener la más mínima idea de nada, a ver si tienes suerte. ¿Os costaba tanto esperar? ¿O tragaros un poco el orgullo y darle al botoncito?- aquella vez miró a los tres; no sabía cuál llevaba consigo el amuleto de alarma.
-Enhorabuena, Aleksei. Has sido el más listo de los cuatro- fue el único comentario que intercaló con sequedad en el relato del foner. Por lo demás escuchó en silencio con los brazos cruzados.
Habían llegado a salir grupos más pequeños incluso que el de ese día para cosas rutinarias como salir a por comida; no era nada fuera de lo común. Lo que había activado el sensor de cabreo en el cerebro de Shizel había sido que habían salido por un motivo completamente inútil, y por su impaciencia había muerto una persona.
"¿Por qué me molesto siquiera?", se preguntó con cierta amargura al recordar las barreras que tenía pensado instalar esa misma tarde. "No va nada a por ellos, se suicidan solos."
Las palabras de Siloco fueron un jarro de agua fría, y tuvo que hacer un gran esfuerzo de voluntad para que no se le notase la conmoción en la cara.
"No pienses en eso ahora", se dijo aturdido. Las implicaciones de aquello daban mucho miedo, y Shizel no quería caer en la cuenta de que si Wintel tenía razón en que la magia agravaba las cosas, él probablemente era el que estaba más jodido de los presentes.
No obstante algo no tardó en distraerle, concretamente la intervención de Saren.
"¡¿Yo?! ¡¿Qué he hecho yo ahora?!", Shizel no se lo podía creer. "¿Me rompo los cuernos buscando maneras de fortificar el torreón, les curo cuando vienen así, hago lo que puedo por mejorar por si nos ataca algo y les doy medios para que me llamen si eso sucede y estoy lejos, y ahora resulta que me lo tengo muy creído?"
Había una parte de verdad en lo que había dicho Saren: Shizel sí había estado interiormente muy pagado de sí mismo los primeros días, al descubrir que la magia acudía a él con mayor facilidad que a sus compañeros. Pero entonces no era ahora, y que le acusasen de eso en ese momento se le antojó increíblemente injusto. Sabía que el norteño estaba preocupado; se le notaba de forma subyacente, pero a aquellas formas de decir las cosas Shizel no estaba nada acostumbrado, y le sentaron aún peor teniendo en cuenta que empezaba a sentirse culpable por haberse quedado sentado esperándolos en lugar de salir a buscarlos.
"Ahógate en el pozo", siseó mentalmente al ver al norteño salir al patio. "Ya que no haces más que cocinar la comida que traemos los demás que somos material de chiste, ni nos daremos ni cuenta."
Con el rencor aún pulsándole en las sienes, y sin pararse a pensar en si lo que había acabado de pensar era sólo fruto del cabreo o no, volvió a centrarse en los que habían vuelto.
-A ti te puede dar igual perder un ojo- le dijo a Karime con voz neutra-. Pero Marina ha perdido más. Felicidades por la incursión, comandante- añadió con amargura. Le había seguido el juego en broma muchas veces al respecto de ser la chica líder del torreón, pero aquello ya no tenía gracia. Ella había guiado la incursión ese día, y les había costado caro-. Para qué pedir ayuda o escapar a tiempo cuando se le pueden enchufar un par de flechazos más al enemigo. Y para qué esperar a que el que sea vuelva con la información cuando puedes salir a buscarla sin tener la más mínima idea de nada, a ver si tienes suerte. ¿Os costaba tanto esperar? ¿O tragaros un poco el orgullo y darle al botoncito?- aquella vez miró a los tres; no sabía cuál llevaba consigo el amuleto de alarma.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
17/06/13, 02:29 am
El estar sentada ayudó a que el mareo redujera, pero nadie le daba de comer ni de beber ni la curaban, en lugar de ello Shizel, que se había pasado el día jugando con RR a saber a qué cosas, le exigía saber donde habían estado. Karime no pudo más y explotó.
- ¿¡Estas de coña!? ¿¡Con que derecho me exiges decirte donde hemos estado!?- le espetó levantándose como un resorte, arrastrando la silla en su camino, que cayó contra el suelo.- ¿¡Con que derecho cuando te has pasado la tarde correteando por la ciudad con el pelirrojo!? Oh, no, claro, ya no me acordaba, Shizel todo poderoso no se necesita justificar por nada ni a nadie, él es sabio y los simples mortales deberíamos sentirnos agradecidos porque nos dedicara unas palabras en un trozo de papel. ¿Para qué quieres compañeros, eh? ¿Para qué si al final solo somos un estorbo para ti y terminas siendo el papá de todos? ¿No sería mejor emplear tu magnificencia en cuidar de ti mismo y dejarnos a los demás en paz?- terminó respirando fuertemente y agarrándose a la mesa firmemente por culpa del mareo.- Intenté salvarla, ¿vale? No he perdido el ojo porque me apeteciera cambiar de vistas y, ante la imposibilidad de cambiar el paisaje, decidiera cambiar mi forma de verlo. ¿Qué hubieras hecho tú, oh gran Señor, si tuvieras que salvar a una compañera contra una bestia que es superior a ti en todos los aspectos y, además, casi inmune a la magia? No, claro, para ti la respuesta correcta sería huir, como no. Si muere un compañero que muera, una boca menos que alimentar y una existencia menos con la que el bueno y altruista Shizel tiene que cargar sobre su espalda. Y lo de darle al dichoso aparatito ese de mierda, para empezar yo no lo tenía, así que no pude llamar al héroe y para seguir yo quería que se quedara en el torreón protegiendo a los que aquí quedaban, pero, por lo visto, no puedo tomar esas decisiones porque todos habéis determinado silenciosamente que estoy loca y que cualquier cosa que yo haga es un suicidio. No salir solo a recorrer la ciudad o dejar sin protección el torreón, no, eso no, lo que yo hago si.- ante las palabras de Saren, la líbense casi le escupió a la cara.- Otro que tal. Parece que los idrinos lleváis en la sangre la prepotencia. Habla el niño que no sale nunca del torreón. ¿qué sabrás tú de lo que yo hago o dejo de hacer, eh? ¿Suicida? En fin, no tengo ganas de contestarte a ti también y no necesito de tus cuidados sin van a ser un enorme peso sobre tus hombros.- la líbense respiró hondo intentando mitigar el dolor de cabeza, estaba a punto de desmayarse.- Da igual, ya todo me da igual. Intento ser una buena mujer y protegeros a todos, pero parece ser que en vuestro mundo eso se interpreta como locura, además que el egoísmo encaja mucho mejor aquí. Hoy estoy agotada, pero mañana mismo me iré. Total, me encanta perder ojos y dislocarme hombros por proteger a mis compañeros y no os conviene tener a alguien así aquí, ¿verdad? No, a la gente de aquí le va más el ir cada uno por su parte y luego exigir a los demás. Parece impresionante que, al final, el único que de verdad tenga algo de cabeza de este torreón sea Wintel.
La líbense se apartó de la mesa como si le asqueara estar cerca del resto y se dio la vuelta rápidamente. Un mareo le vino de sopetón junto a un episodio de calor asfixiante, lo que hizo que se viera en la necesidad de buscar apoyo. La pérdida de su ojo le hizo calcular mal las distancias y, en vez de agarrarse al respaldo de una silla, acabó cayendo al suelo. Aunque, antes de tocarlo, todo se había vuelto negro.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
17/06/13, 04:19 am
Shizel se puso blanco de ira en cuanto Karime empezó a gritarle. Las respuestas se fueron acumulando en su cabeza todas a la vez, pero el cabreo fue tan grande que se quedó momentáneamente mudo. Sin embargo se le pasó enseguida, y lo que salió lo hizo de tal manera, y con una cantidad tal de rabia acumulada, que el idrino perdió completamente los estribos.
-¡YO CUANDO SALGO NO MATO A NADIE!- rugió en cuanto la libense tomó aire suficiente entre frase y frase-.¡Y según tú, si hay una amenaza desconocida ahí fuera lo más sensato es exponer al mayor número posible de gente a ella!- tenía la cara completamente encendida a aquellas alturas-. ¿Y tú ibas a ser capitana? ¡Mis felicitaciones a quien te cosechara, acaba de librar a toda tu futura escuadra del suicidio involuntario!- a aquellas alturas Shizel ya no pensaba. Sólo disparaba lo más ofensivo que se le ocurría a medida que iba aflorando a su mente.
-¿Y sabes por qué no me arrepiento de no haber esperado a nadie?- sus gritos se solapaban con los de Karime-. ¡Porque creía que me iba a encontrar un pelirrojo suicida, pero me encontré a dos, A DOS! Porque ah, claro, se me había olvidado comentártelo- soltó una risotada completamente despreocupada y completamente falsa-. ¡Tu niño bonito, sí, ése que se ha escapado, fue el que se cargó el piso de abajo!
>>¡Quizá haga eso!- fue lo que dijo a continuación, completamente desquiciado-. ¡Sí, es un plan maravilloso ahora que lo dices! ¡No me voy a gastar esa jodida magnificencia mía en una niñata que juega a la guerra! ¡Voy a usar la magia para lavar los platos mientras os desangráis, ¿qué te parece?! Tú querrás a tus compañeros para jugar a los soldaditos, pero al todopoderoso Shizel le basta con quererlos vivos- escupió-. Pero eh, si sus invencibles compañeros no quieren que algo de ayuda les contamine, ¿quién es Shizel para intentarlo?
Aquella parte en general quizá había sido la que más le había dolido, pero no iba a dejar que eso trasluciera ahora.
-¡PONER UNA PUTA BARRERA!- vociferó cuando Karime le interpeló sobre qué habría hecho él en su lugar-. ¡Haceros levitar, porque supongo que no se os habrá olvidado comentarme por casualidad que la cosa esa tenía alas, ¿verdad?! ¡CUALQUIER COSA EN LUGAR DE QUEDARME A DEFENDER TRES CADÁVERES EN LUGAR DE UNO!
-¿Ah, de repente te importa perder el ojo?- Shizel soltó una carcajada seca y llena de desdén-. ¡Pobrecita Karime! Pero no creo que te haga falta recurrir a Shizel todopoderoso ahora, ¿verdad?
Para aquel entonces el idrino temblaba de pura rabia, y fue en ese momento cuando Karime cayó al suelo.
Irracionalmente se le heló la sangre de miedo, como si sus palabras hubieran bastado para matar a la libense. El empuje que le había estado guiando hasta entonces vaciló, y se encontró paralizado en mitad del salón, siendo consciente de lo que acababa de hacer.
RR se había largado, Timmy había hecho otro tanto después de volverse completamente loco, YR había sido asesinado, Marina había muerto también... El torreón se iba vaciando a cuentagotas. Cuanto más pensaba en evitar aquellas cosas, más pasaban.
Por alguna razón se acordó entonces de la sugerencia de RR de organizar a los macieleros de forma semimarcial, y de no sentirse tan agotado de repente quizá los restos de tensión que aún sentía hubiesen aflorado en forma de risa floja. Era todo demasiado absurdo.
Se agachó junto a Karime. La pérdida de sangre le había sentado mal, y quizá se había infectado por el camino... ¿Por qué no se había ocupado de eso primero, y luego preguntado?
"No dejo de hacer cosas mal", pensó, agotado de repente. Ya no tenía las cosas tan claras como antes.
"Duérmela bien, o si no mientras la curáis puede despertarse y arrancarte la cara", le dijo una voz imperativa en su cabeza, y Shizel le hizo caso.
-Ea, ea- dijo con suavidad mientras acariciaba el cabello de Karime con los dedos envueltos en magia. El tono pretendía ser festivo para aligerar un poco lo que acababa de pasar, pero lo que le salió fue únicamente cansancio. Estuvo así unos minutos hasta que la respiración de la libense se hizo pesada, y un silencio extraño impregnó el salón.
-Que alguien llame a Saren y ya nos ocupamos los dos de Karime- dijo entonces Shizel con voz neutra, sin mirar a nadie-. Esta discusión se nos ha ido de las manos.
Alguien abrió la puerta en ese momento, pero no se enteró de quién fue. El "lo siento" no llegó a escapar de sus labios.
-¡YO CUANDO SALGO NO MATO A NADIE!- rugió en cuanto la libense tomó aire suficiente entre frase y frase-.¡Y según tú, si hay una amenaza desconocida ahí fuera lo más sensato es exponer al mayor número posible de gente a ella!- tenía la cara completamente encendida a aquellas alturas-. ¿Y tú ibas a ser capitana? ¡Mis felicitaciones a quien te cosechara, acaba de librar a toda tu futura escuadra del suicidio involuntario!- a aquellas alturas Shizel ya no pensaba. Sólo disparaba lo más ofensivo que se le ocurría a medida que iba aflorando a su mente.
-¿Y sabes por qué no me arrepiento de no haber esperado a nadie?- sus gritos se solapaban con los de Karime-. ¡Porque creía que me iba a encontrar un pelirrojo suicida, pero me encontré a dos, A DOS! Porque ah, claro, se me había olvidado comentártelo- soltó una risotada completamente despreocupada y completamente falsa-. ¡Tu niño bonito, sí, ése que se ha escapado, fue el que se cargó el piso de abajo!
>>¡Quizá haga eso!- fue lo que dijo a continuación, completamente desquiciado-. ¡Sí, es un plan maravilloso ahora que lo dices! ¡No me voy a gastar esa jodida magnificencia mía en una niñata que juega a la guerra! ¡Voy a usar la magia para lavar los platos mientras os desangráis, ¿qué te parece?! Tú querrás a tus compañeros para jugar a los soldaditos, pero al todopoderoso Shizel le basta con quererlos vivos- escupió-. Pero eh, si sus invencibles compañeros no quieren que algo de ayuda les contamine, ¿quién es Shizel para intentarlo?
Aquella parte en general quizá había sido la que más le había dolido, pero no iba a dejar que eso trasluciera ahora.
-¡PONER UNA PUTA BARRERA!- vociferó cuando Karime le interpeló sobre qué habría hecho él en su lugar-. ¡Haceros levitar, porque supongo que no se os habrá olvidado comentarme por casualidad que la cosa esa tenía alas, ¿verdad?! ¡CUALQUIER COSA EN LUGAR DE QUEDARME A DEFENDER TRES CADÁVERES EN LUGAR DE UNO!
-¿Ah, de repente te importa perder el ojo?- Shizel soltó una carcajada seca y llena de desdén-. ¡Pobrecita Karime! Pero no creo que te haga falta recurrir a Shizel todopoderoso ahora, ¿verdad?
Para aquel entonces el idrino temblaba de pura rabia, y fue en ese momento cuando Karime cayó al suelo.
Irracionalmente se le heló la sangre de miedo, como si sus palabras hubieran bastado para matar a la libense. El empuje que le había estado guiando hasta entonces vaciló, y se encontró paralizado en mitad del salón, siendo consciente de lo que acababa de hacer.
RR se había largado, Timmy había hecho otro tanto después de volverse completamente loco, YR había sido asesinado, Marina había muerto también... El torreón se iba vaciando a cuentagotas. Cuanto más pensaba en evitar aquellas cosas, más pasaban.
Por alguna razón se acordó entonces de la sugerencia de RR de organizar a los macieleros de forma semimarcial, y de no sentirse tan agotado de repente quizá los restos de tensión que aún sentía hubiesen aflorado en forma de risa floja. Era todo demasiado absurdo.
Se agachó junto a Karime. La pérdida de sangre le había sentado mal, y quizá se había infectado por el camino... ¿Por qué no se había ocupado de eso primero, y luego preguntado?
"No dejo de hacer cosas mal", pensó, agotado de repente. Ya no tenía las cosas tan claras como antes.
"Duérmela bien, o si no mientras la curáis puede despertarse y arrancarte la cara", le dijo una voz imperativa en su cabeza, y Shizel le hizo caso.
-Ea, ea- dijo con suavidad mientras acariciaba el cabello de Karime con los dedos envueltos en magia. El tono pretendía ser festivo para aligerar un poco lo que acababa de pasar, pero lo que le salió fue únicamente cansancio. Estuvo así unos minutos hasta que la respiración de la libense se hizo pesada, y un silencio extraño impregnó el salón.
-Que alguien llame a Saren y ya nos ocupamos los dos de Karime- dijo entonces Shizel con voz neutra, sin mirar a nadie-. Esta discusión se nos ha ido de las manos.
Alguien abrió la puerta en ese momento, pero no se enteró de quién fue. El "lo siento" no llegó a escapar de sus labios.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
17/06/13, 12:22 pm
En un momento el torreón había pasado de ser un sitio mas o menos tranquilo a ser un lugar donde cada persona que hablaba subía aun mas el tono de voz y donde nadie se libraba de recibir palabras asesinas, venenosas y malintencionadas. Escucho toda la discusión, las palabras de Saren bastante ciertas en realidad aunque le disgustara admitirlo, las de Karime, sintiéndose culpable en cierta forma porque el había sido el que mas había provocado con sus comentarios y acciones, aunque no hubiese sido con esa intención, que la libense creyera que todos la trataban como loca suicida. Y por supuesto el estallido de Shizel, el cual de algún modo se esperaba ya de antemano, lo que no se espero es que el por lo general educado, nervioso y hasta cierto punto sarcástico idrino estallara de esa forma, donde solo palabras hirientes salían.
DL no dijo nada mientras toda esa discusión comenzaba, debía de luchar contra el agotamiento que sentía para no dormirse, era la primera vez que gastaba tanta magia y el agotamiento no sabia llevarlo demasiado bien. E que todo el mundo estuviera prácticamente gritándose no es que ayudara a que el se durmiera, así que cuando finalmente de un momento a otro la discusión termino, no por gusto sino porque Karime finalmente ya su perdida de sangre y cansancio pudo mas que su tozudez y termino derrumbándose, sobresaltando un tanto al foner. Miro a Shizel al ver como este intentaba dormirle para poder curarla y como Aleksei iba por Saren, tal vez intentando así escapar un rato de la situación. DL suspiro cansado pero juntando fuerzas para levantarse y coger a la libense para recostarla en el sofá donde al menos estuviese algo mas cómoda, dejando la cabeza de esta sobre su regazo, estaba cansado si pero eso no evito que dijera algunas cosas. No quería seguir la discusión evidentemente, pero tenia que decir algunas cosas antes de que finalmente terminara quedándose dormido.
-No quiero discutir, solo quiero añadir algo a todo este intercambio de palabras hirientes -murmuro DL con un tono bastante suave y cansado observando a Shizel- Todos tenemos la culpa, en menor o mayor medida, tu te fuiste dejando una simple nota y sí ya explicaste el porque, pero precisamente eso no es tranquilizador. Hemos dicho un millón de veces que no se puede ir solo afuera y aunque fueras con Yrio pero el podría haber vuelto a Letargo en cualquier instante y tu habrias quedado solo con tu magia y dos locos, donde uno de ellos exploto nuestro salón y se ha cargado a uno de nosotros y el otro ha bombardeado el torreon de los sendarios-respondió DL que en esos momentos su cerebro no es que estuviera muy coherente, mirando fijamente al idrino. Esa información sobre Timmy ya la había supuesto cuando ocurrió todo aquello, peor el confirmarlo solo le producía mas malestar. Intento volver al punto su cabeza o daba para dar muchas vueltas a todo aquel asunto, debía ser rápido hablando- Nosotros fuimos a buscarte, Karime quería ir, quería ser de ayuda y como dije la acompañe tanto para que no se metiese en líos, y no por eso la considera loca que conste, sino porque no quiero que nadie salga solo da igual si es el mas experto en batalla o el que mas magia tiene, que si, que no sabíamos donde cojones estabais, pero ¿y que? no es como si pudiéramos dejar a un compañero solo ante el peligro ¿no?- murmuro el foner con cierta sonrisa sarcástica, recordando lo que ocurrió con Marina. No es que sintiera pena, pues no la había conocido apenas, pero le resultaba aun un poco traumatico y pesado el no poder verla mas rondando por el torreón y que hubiese recibido un final tan trágico.
-El que tenia el aparato que nos dejaste era yo, pero no lo use, no pensé en ello solo pensaba en salvar a Marina en ese instante y en luego escapar, lo explique ya...todo ocurrió muy rápido, las reacciones fueron mas de intentar salvarnos que otra cosa y aunque hubiese llamado jamas habrías llegado a tiempo y quien sabe si cuando tu llegases ya estaríamos muertos o habríamos huido, o tal vez seguiríamos allí y tu solo serias una parte mas del almuerzo ya que ese trasgo era resistente a la maldita magia. Podría haber ocurrido miles de cosas si te avisaba, y en ese momento no pensé en ninguna solo en ayudar a una compañera y correr, lo intentamos, realmente intentamos salvarla pero ese trasgo estaba completamente fuera de nuestras posibilidades- añadió con un tono cada vez mas cansado empezaba sumirse en un estado cercano al sueño peor aun aguantaba por pura cabezoneria sin dejar de ver fijamente al idrino pues hablaba muy en serio
-Marina salio por que quiso nadie la obligo y cuando sales debes estar preparado para lo que pueda ocurrir y ella no lo estaba, no se le puede cargar toda la culpa a una sola persona cuando la mayoría a hecho algo mal. Y otra cosa, deja de decir estupideces, necesitamos tanto tu magia como la fuerza de Karime, la sensatez de Saren, las locuras de Wintel, la calma de Ariv, la información de nuestro posible futuro que nos da Branniel o incluso la cobardía que presenta Aleksei, joder...con que faltase uno de nosotros, incluso el loco de RR incluido, no mencionare a Timmy porque ahora mismo no me es de ninguna confianza tras saber lo que hizo, ya la hemos cagado -añadió masajeandose las sienes para mantenerse despierto observando a a sus compañeros presentes con agotamiento- Dejad de echaros la culpa unos a otros y asumir la culpa que tengáis cada uno y ya, yo tengo claro las insensateces que hice y que a muerto una compañera en parte por mi causa, pero esto es Rocavarancolia, no un viaje de placer. Cada vez que sale debes atenerte a que puedes ser atacado y estar preparado para ello en la medida de tus posibilidades, hay peligros incluso en el propio torreón y el que comencemos a discutir intentando herirnos unos a otros solo solo conseguirá que nos alejemos, tengamos desconfianza, nos volvamos unos paranoicos solitarios y que nos de cualquier día por intentar matarnos entre nosotros o el salir allí afuera solo, al modo suicida.- añadió y luego ya sin mucho mas que añadir observo a la libense y luego al idrino con mirada fija, harto de toda aquella situación suspiro con fuerza la cabeza ya le daba vueltas a esas alturas había hablado mucho y el cansancio ya era tanto que no podía no mantenerse apenas con los ojos abiertos. Solo le quedaba algo mas que añadir, no sabia si le harían mucho caos o lo tomarían como palabras de un loco adormilado del que no debían confiar, pero sabia que lo que decía era cierto y eso no le haría cambiar de idea
-Estoy agotado y ahora solo quiero dormir un poco, mañana hablamos todo esto con mas calma o lo dejamos pasar, lo que prefiráis me da igual, pero intentar situaros ya. Lo pasado no se puede cambiar y tenemos temas que atender aun, como lo de RR, la llegada de la luna o lo de Timmy. Así que centrémonos en eso antes de que nos desgarremos la garganta unos a otros...- murmuro ya mas dormido que despierto, en realidad los últimos segundos apenas había estado consciente, su cuerpo pedía a gritos una recarga y descanso y al final tras que hubiese dicho todo lo que quería a fuerza de voluntad y cabezoneria se sumió completamente en el sueño, no importándole del todo la incomoda posición en la que estaba.
DL no dijo nada mientras toda esa discusión comenzaba, debía de luchar contra el agotamiento que sentía para no dormirse, era la primera vez que gastaba tanta magia y el agotamiento no sabia llevarlo demasiado bien. E que todo el mundo estuviera prácticamente gritándose no es que ayudara a que el se durmiera, así que cuando finalmente de un momento a otro la discusión termino, no por gusto sino porque Karime finalmente ya su perdida de sangre y cansancio pudo mas que su tozudez y termino derrumbándose, sobresaltando un tanto al foner. Miro a Shizel al ver como este intentaba dormirle para poder curarla y como Aleksei iba por Saren, tal vez intentando así escapar un rato de la situación. DL suspiro cansado pero juntando fuerzas para levantarse y coger a la libense para recostarla en el sofá donde al menos estuviese algo mas cómoda, dejando la cabeza de esta sobre su regazo, estaba cansado si pero eso no evito que dijera algunas cosas. No quería seguir la discusión evidentemente, pero tenia que decir algunas cosas antes de que finalmente terminara quedándose dormido.
-No quiero discutir, solo quiero añadir algo a todo este intercambio de palabras hirientes -murmuro DL con un tono bastante suave y cansado observando a Shizel- Todos tenemos la culpa, en menor o mayor medida, tu te fuiste dejando una simple nota y sí ya explicaste el porque, pero precisamente eso no es tranquilizador. Hemos dicho un millón de veces que no se puede ir solo afuera y aunque fueras con Yrio pero el podría haber vuelto a Letargo en cualquier instante y tu habrias quedado solo con tu magia y dos locos, donde uno de ellos exploto nuestro salón y se ha cargado a uno de nosotros y el otro ha bombardeado el torreon de los sendarios-respondió DL que en esos momentos su cerebro no es que estuviera muy coherente, mirando fijamente al idrino. Esa información sobre Timmy ya la había supuesto cuando ocurrió todo aquello, peor el confirmarlo solo le producía mas malestar. Intento volver al punto su cabeza o daba para dar muchas vueltas a todo aquel asunto, debía ser rápido hablando- Nosotros fuimos a buscarte, Karime quería ir, quería ser de ayuda y como dije la acompañe tanto para que no se metiese en líos, y no por eso la considera loca que conste, sino porque no quiero que nadie salga solo da igual si es el mas experto en batalla o el que mas magia tiene, que si, que no sabíamos donde cojones estabais, pero ¿y que? no es como si pudiéramos dejar a un compañero solo ante el peligro ¿no?- murmuro el foner con cierta sonrisa sarcástica, recordando lo que ocurrió con Marina. No es que sintiera pena, pues no la había conocido apenas, pero le resultaba aun un poco traumatico y pesado el no poder verla mas rondando por el torreón y que hubiese recibido un final tan trágico.
-El que tenia el aparato que nos dejaste era yo, pero no lo use, no pensé en ello solo pensaba en salvar a Marina en ese instante y en luego escapar, lo explique ya...todo ocurrió muy rápido, las reacciones fueron mas de intentar salvarnos que otra cosa y aunque hubiese llamado jamas habrías llegado a tiempo y quien sabe si cuando tu llegases ya estaríamos muertos o habríamos huido, o tal vez seguiríamos allí y tu solo serias una parte mas del almuerzo ya que ese trasgo era resistente a la maldita magia. Podría haber ocurrido miles de cosas si te avisaba, y en ese momento no pensé en ninguna solo en ayudar a una compañera y correr, lo intentamos, realmente intentamos salvarla pero ese trasgo estaba completamente fuera de nuestras posibilidades- añadió con un tono cada vez mas cansado empezaba sumirse en un estado cercano al sueño peor aun aguantaba por pura cabezoneria sin dejar de ver fijamente al idrino pues hablaba muy en serio
-Marina salio por que quiso nadie la obligo y cuando sales debes estar preparado para lo que pueda ocurrir y ella no lo estaba, no se le puede cargar toda la culpa a una sola persona cuando la mayoría a hecho algo mal. Y otra cosa, deja de decir estupideces, necesitamos tanto tu magia como la fuerza de Karime, la sensatez de Saren, las locuras de Wintel, la calma de Ariv, la información de nuestro posible futuro que nos da Branniel o incluso la cobardía que presenta Aleksei, joder...con que faltase uno de nosotros, incluso el loco de RR incluido, no mencionare a Timmy porque ahora mismo no me es de ninguna confianza tras saber lo que hizo, ya la hemos cagado -añadió masajeandose las sienes para mantenerse despierto observando a a sus compañeros presentes con agotamiento- Dejad de echaros la culpa unos a otros y asumir la culpa que tengáis cada uno y ya, yo tengo claro las insensateces que hice y que a muerto una compañera en parte por mi causa, pero esto es Rocavarancolia, no un viaje de placer. Cada vez que sale debes atenerte a que puedes ser atacado y estar preparado para ello en la medida de tus posibilidades, hay peligros incluso en el propio torreón y el que comencemos a discutir intentando herirnos unos a otros solo solo conseguirá que nos alejemos, tengamos desconfianza, nos volvamos unos paranoicos solitarios y que nos de cualquier día por intentar matarnos entre nosotros o el salir allí afuera solo, al modo suicida.- añadió y luego ya sin mucho mas que añadir observo a la libense y luego al idrino con mirada fija, harto de toda aquella situación suspiro con fuerza la cabeza ya le daba vueltas a esas alturas había hablado mucho y el cansancio ya era tanto que no podía no mantenerse apenas con los ojos abiertos. Solo le quedaba algo mas que añadir, no sabia si le harían mucho caos o lo tomarían como palabras de un loco adormilado del que no debían confiar, pero sabia que lo que decía era cierto y eso no le haría cambiar de idea
-Estoy agotado y ahora solo quiero dormir un poco, mañana hablamos todo esto con mas calma o lo dejamos pasar, lo que prefiráis me da igual, pero intentar situaros ya. Lo pasado no se puede cambiar y tenemos temas que atender aun, como lo de RR, la llegada de la luna o lo de Timmy. Así que centrémonos en eso antes de que nos desgarremos la garganta unos a otros...- murmuro ya mas dormido que despierto, en realidad los últimos segundos apenas había estado consciente, su cuerpo pedía a gritos una recarga y descanso y al final tras que hubiese dicho todo lo que quería a fuerza de voluntad y cabezoneria se sumió completamente en el sueño, no importándole del todo la incomoda posición en la que estaba.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
17/06/13, 04:16 pm
Antes de que Shiz pudiera decir nada sobre mi información un apresurado aporreamiento de la puerta nos interrumpió. Ariv se adelantó a abrir y Aleksei entró rápidamente, con una cara que no auguraba nada bueno. «Por la Luna, que no haya pasado nada, que Aleksei simplemente...». No obstantes, unos momentos después entraron dos personas más. Sentí cómo me quedaba lívido al ver aparecer a DL y Karime en las condiciones en las que estaban... Y al no ver aparecer a Marina por ningún lado. «Se ha quedado en Letargo, se ha quedado en Letargo, se ha quedado en Letargo». Sabía que mi afirmación era completamente absurda, pero necesitaba convencerme de que no había habido otra muerte para no desfallecer.
Antes de que pudiese decir nada, Shiz tomó la palabra, con un tono que no presagiaba nada bueno. Una parte de mí quiso decirle que se dejase de tonterías y se apresurara a evitar que Karime perdiera más sangre todavía, pero la acallé rápidamente al escuchar lo último que dijo el idrino. «Que no haya sido por una temeridad absurda de enfrentarse a monstruos diez veces mayores que ellos, por favor» me dije apretando las manos, con un inicio de furia, comenzando a aceptar inconscientemente la evidente verdad. «Que esto no sea una muestra más de la clara estupidez de la que a veces hacen gala, que...».
Las palabras de DL confirmaron mis temores. Me sentí culpable, al recordar las palabras que le dirigí a Marina cuando nos conocimos. «"No te preocupes, seguro que no nos pasará nada en este refugio y somos bendecidos por la Luna". Gilipollas, pero qué gilipollas fuiste...» No tenía ganas de escuchar más, y lo que dijo acerca del trasgo no contribuyó a mejorar mi estado de ánimo. «Estaba loco, pero no quiere decir que por culpa de la Luna. Es más, no nos pueden matar, no son monstruos, porque no nos pueden matar». Escondí la cara entre en las manos y comencé a contar lentamente, intentando no hiperventilar. No era justo lo que había pasado, y esperaba que al menos hubiese metido un mensaje en la cabeza de Karime. «¿Por qué cojones luchar contra cosechados si ya luchamos contra las alimañas?»
Ante las palabras de Saren le eché una mirada de pura rabia a Aleksei. Con su huída había demostrado no solo una cobardía pasmosa, sino una falta de compañerismo brutal. «Qué pena que no se lo comiese una alimaña por el camino», me sorendí pensando con cierto veneno, «pero que pena».
No podía evitar sorprenderme la discusión acalorada que se formó entre Shizel y Karime. Aunque estaba de parte de Shizel y seguía pensando que la salida había sido un acto absurdo que se había pagado con la muerte de la compañera que menos lo merecía, me enfurecía que estuviesen gritándose quién era peor y qué cosas cosas se habían hecho mal cuando una compañera había muerto y ni la que había perdido un ojo ni el que había salido casi sin compañía a la aventura admitían sus errores. «Joder, y ahora se une el psicópata pelirrojo pirómano al psicópata pelirrojo decapitador. Como monten una guerra absurda contra Sendar me limpio las manos y que se jodan, no haberse puesto a matar a otros por diversión, cojones». Los gritos seguían y no podía callarlos, las imágenes se agolpaban en mi cabeza: Marina siendo devorada por un monstruo horrible, Sendar siendo bombardeado, los sendarios asaltando Maciel y matándonos a todos por creernos compinches de los psicópatas...
—Callaos de una puta vez —siseé venenosamente. Sólo Aeksei me escuchó y por su mirada, parece que se había sorprendido.
Ante las últimas palabras de Karime la miré con la ceja alzada. «¿En serio estamos más locos que Wintel por creer que salir a hacer cosas inútiles en vez de esperar a que llegase Shizel? De verdad, chica, creo que se te ha terminado de reblandecer el cerebro». Al instante cayó al suelo y pegué un salto por instinto. Por un momento temí que hubiese otra muerte en el torreón, pero por suerte sólo se había desmayado.
Al comenzar a hablar DL, cansado, me fui hacia el patio, cruzándome en el camino con Saren. Había sido una mierda de día, para todos nosotros, y sólo quería terminarlo ya, meterme en la cama y olvidar lo que había pasado. Acercándome al pozo, terminé por descargar un puñetazo ante la furia y la impotencia que había pasado.
—Menuda mierda de día... —susurré, abatido, sin ganas de otra cosa más que hacerme un ovillo y llorar por la muerte de la primera persona que había conocido en Rocavarancolia—. Menuda mierda. Los sendarios nos ofrecen un tratado de paz que RR y Timmy están dispuestos a destruir por tener la necesidad de matar al menos media docenas de personas al día, Yrio desaparece tan rápido como reaparece, Ka pierde un ojo, Marina muere... Aunque bueno —me corregí mirando a Aleksei, que estaba allí. Elevé mi voz hasta que me escuchase—, al menos el gran e ilustre Aleksei pudo escapar y sobrevivir a tiempo, total, sólo ha muerto la insignificante varmana, ¿qué es ella comparada con el rey de los barrenderos? —dije con voz grandilocuente. Pronto el terrícola volvió hacia dentro, aunque yo preferí quedarme allí. Volví a apretar, dolorido, los puños al recordar que había prometido a Marina que llegaría a la Luna Roja sin ningún problema. «Idiota...»
Pasé un rato casi sin darme cuenta de lo que hacía. Al entrar en el torreón cogí algo de comida de las cestas y me lo comí a toda prisa, sin prestar mucha atención a lo que hacían los demas, y posteriormente subí arriba para dormirme. Tras dar varias vueltas en la cama sin poder dejar de imaginarme a una bestia horrible comiéndose a cada uno de nosotros de un bocado, y ya casi dormido, me pareció escuchar a una mujer riéndose, tras lo que me sumí en una horrible pesadilla.
Antes de que pudiese decir nada, Shiz tomó la palabra, con un tono que no presagiaba nada bueno. Una parte de mí quiso decirle que se dejase de tonterías y se apresurara a evitar que Karime perdiera más sangre todavía, pero la acallé rápidamente al escuchar lo último que dijo el idrino. «Que no haya sido por una temeridad absurda de enfrentarse a monstruos diez veces mayores que ellos, por favor» me dije apretando las manos, con un inicio de furia, comenzando a aceptar inconscientemente la evidente verdad. «Que esto no sea una muestra más de la clara estupidez de la que a veces hacen gala, que...».
Las palabras de DL confirmaron mis temores. Me sentí culpable, al recordar las palabras que le dirigí a Marina cuando nos conocimos. «"No te preocupes, seguro que no nos pasará nada en este refugio y somos bendecidos por la Luna". Gilipollas, pero qué gilipollas fuiste...» No tenía ganas de escuchar más, y lo que dijo acerca del trasgo no contribuyó a mejorar mi estado de ánimo. «Estaba loco, pero no quiere decir que por culpa de la Luna. Es más, no nos pueden matar, no son monstruos, porque no nos pueden matar». Escondí la cara entre en las manos y comencé a contar lentamente, intentando no hiperventilar. No era justo lo que había pasado, y esperaba que al menos hubiese metido un mensaje en la cabeza de Karime. «¿Por qué cojones luchar contra cosechados si ya luchamos contra las alimañas?»
Ante las palabras de Saren le eché una mirada de pura rabia a Aleksei. Con su huída había demostrado no solo una cobardía pasmosa, sino una falta de compañerismo brutal. «Qué pena que no se lo comiese una alimaña por el camino», me sorendí pensando con cierto veneno, «pero que pena».
No podía evitar sorprenderme la discusión acalorada que se formó entre Shizel y Karime. Aunque estaba de parte de Shizel y seguía pensando que la salida había sido un acto absurdo que se había pagado con la muerte de la compañera que menos lo merecía, me enfurecía que estuviesen gritándose quién era peor y qué cosas cosas se habían hecho mal cuando una compañera había muerto y ni la que había perdido un ojo ni el que había salido casi sin compañía a la aventura admitían sus errores. «Joder, y ahora se une el psicópata pelirrojo pirómano al psicópata pelirrojo decapitador. Como monten una guerra absurda contra Sendar me limpio las manos y que se jodan, no haberse puesto a matar a otros por diversión, cojones». Los gritos seguían y no podía callarlos, las imágenes se agolpaban en mi cabeza: Marina siendo devorada por un monstruo horrible, Sendar siendo bombardeado, los sendarios asaltando Maciel y matándonos a todos por creernos compinches de los psicópatas...
—Callaos de una puta vez —siseé venenosamente. Sólo Aeksei me escuchó y por su mirada, parece que se había sorprendido.
Ante las últimas palabras de Karime la miré con la ceja alzada. «¿En serio estamos más locos que Wintel por creer que salir a hacer cosas inútiles en vez de esperar a que llegase Shizel? De verdad, chica, creo que se te ha terminado de reblandecer el cerebro». Al instante cayó al suelo y pegué un salto por instinto. Por un momento temí que hubiese otra muerte en el torreón, pero por suerte sólo se había desmayado.
Al comenzar a hablar DL, cansado, me fui hacia el patio, cruzándome en el camino con Saren. Había sido una mierda de día, para todos nosotros, y sólo quería terminarlo ya, meterme en la cama y olvidar lo que había pasado. Acercándome al pozo, terminé por descargar un puñetazo ante la furia y la impotencia que había pasado.
—Menuda mierda de día... —susurré, abatido, sin ganas de otra cosa más que hacerme un ovillo y llorar por la muerte de la primera persona que había conocido en Rocavarancolia—. Menuda mierda. Los sendarios nos ofrecen un tratado de paz que RR y Timmy están dispuestos a destruir por tener la necesidad de matar al menos media docenas de personas al día, Yrio desaparece tan rápido como reaparece, Ka pierde un ojo, Marina muere... Aunque bueno —me corregí mirando a Aleksei, que estaba allí. Elevé mi voz hasta que me escuchase—, al menos el gran e ilustre Aleksei pudo escapar y sobrevivir a tiempo, total, sólo ha muerto la insignificante varmana, ¿qué es ella comparada con el rey de los barrenderos? —dije con voz grandilocuente. Pronto el terrícola volvió hacia dentro, aunque yo preferí quedarme allí. Volví a apretar, dolorido, los puños al recordar que había prometido a Marina que llegaría a la Luna Roja sin ningún problema. «Idiota...»
Pasé un rato casi sin darme cuenta de lo que hacía. Al entrar en el torreón cogí algo de comida de las cestas y me lo comí a toda prisa, sin prestar mucha atención a lo que hacían los demas, y posteriormente subí arriba para dormirme. Tras dar varias vueltas en la cama sin poder dejar de imaginarme a una bestia horrible comiéndose a cada uno de nosotros de un bocado, y ya casi dormido, me pareció escuchar a una mujer riéndose, tras lo que me sumí en una horrible pesadilla.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
17/06/13, 08:49 pm
Mientras Saren sacaba agua del pozo la discusión que se había iniciado en el interior del torreón tomo tintes bastante acalorados. En parte el norteño odiaba haber sido el detonante de dicha gresca, pero no se arrepentía de lo que había dicho, porque era todo verdad. Él no odiaba a sus compañeros ni mucho menos, el idrino solo estaba preocupado, y lo único que había hecho era exponerles lo que habían hecho mal a todos ellos, sin ánimo de ofender. Después de la parrafada que había soltado se había quedado a gusto, pero sus compañeros habían estallado. Incluso Shiz, tan amanerado, muy al estilo de la capital, había perdido las formas. El norteño no comprendía como sus compañeros podían engañarse a si mismos de aquella forma, como podían decir cosas que en realidad no pensaban ni eran ciertas. Aquella red de engaños que tejían entorno a si mismos se le hacía al chico completamente antinatural, pero empezaba a entender porque estallaban de aquella manera cuando se topaban con su sinceridad.
Negando con la cabeza, el muchacho se dirigió de nuevo hacia el salón, cruzándose con Bran y Aleksei en el camino. El nublino parecía traumatizado por la muerte de su compañera, y el idrino se prometió que hablaría en algún momento con él. Era cierto que no tenía el mismo punto de vista que sus compañeros en aquel tema, de eso se había dado cuenta hacía tiempo, pero aquello no quería decir que no sintiera empatia con ellos. Cuando entró en el salón, llegó justo para escuchar el inició del discurso de DL. El norteño dejo los cubos de agua junto a la mesa, en silencio, y se encaminó a la cocina sin hacer ruido, pendiente de las palabras del foner mientras preparaba el resto de cosas para la curación de la libense. Mientras el peliblanco hablaba una sonrisa cansada fue dibujándose en el rostro del norteño, al parecer DL era mas perspicaz de lo que daba a entender.
Cuando estuvo todo medianamente, el idrino invocó a un lacayo grotesco al que envió a por un par de mantas al piso de arriba, petición que la criatura no tardó en cumplir. Saren lo despidió con un gesto y se encaminó hacia el sofá, donde el peliblanco ya se había quedado dormido.
-Oye Shiz, ¿podrías mover a K hasta la mesa? -le pregunto en voz baja-, allí la podemos curar mas cómodamente.
El lacustre accedió, y mientras este movía a la libense, el norteño procedió a colocar a DL en una postura mas cómoda, con cuidad de no despertarle. Lo tumbo cuan largo era sobre el sofá y le tapo con una de las mantas, asegurándose de que estaba bien cubierto. Luego se acercó a la mesa y acomodó la cabeza de K con una almohada.
-No estoy de acuerdo con DL, ¿sabes? -le comentó al lacustre en tono normal, por su parte no le guardaba rencor a nadie-, creo que él es mas sensato.
El chico procedió a limpiar la cuenca de K en silencio, asegurándose de que no quedaba ningún tipo de tejido ínutil. Al chico no le suponía mucho problema, porque no le daban asco aquellas cosas. La curación mágica propiamente dicha se la dejaría a Shiz, ya que el lacustre tenía mejor mano para aquellas cosas.
Negando con la cabeza, el muchacho se dirigió de nuevo hacia el salón, cruzándose con Bran y Aleksei en el camino. El nublino parecía traumatizado por la muerte de su compañera, y el idrino se prometió que hablaría en algún momento con él. Era cierto que no tenía el mismo punto de vista que sus compañeros en aquel tema, de eso se había dado cuenta hacía tiempo, pero aquello no quería decir que no sintiera empatia con ellos. Cuando entró en el salón, llegó justo para escuchar el inició del discurso de DL. El norteño dejo los cubos de agua junto a la mesa, en silencio, y se encaminó a la cocina sin hacer ruido, pendiente de las palabras del foner mientras preparaba el resto de cosas para la curación de la libense. Mientras el peliblanco hablaba una sonrisa cansada fue dibujándose en el rostro del norteño, al parecer DL era mas perspicaz de lo que daba a entender.
Cuando estuvo todo medianamente, el idrino invocó a un lacayo grotesco al que envió a por un par de mantas al piso de arriba, petición que la criatura no tardó en cumplir. Saren lo despidió con un gesto y se encaminó hacia el sofá, donde el peliblanco ya se había quedado dormido.
-Oye Shiz, ¿podrías mover a K hasta la mesa? -le pregunto en voz baja-, allí la podemos curar mas cómodamente.
El lacustre accedió, y mientras este movía a la libense, el norteño procedió a colocar a DL en una postura mas cómoda, con cuidad de no despertarle. Lo tumbo cuan largo era sobre el sofá y le tapo con una de las mantas, asegurándose de que estaba bien cubierto. Luego se acercó a la mesa y acomodó la cabeza de K con una almohada.
-No estoy de acuerdo con DL, ¿sabes? -le comentó al lacustre en tono normal, por su parte no le guardaba rencor a nadie-, creo que él es mas sensato.
El chico procedió a limpiar la cuenca de K en silencio, asegurándose de que no quedaba ningún tipo de tejido ínutil. Al chico no le suponía mucho problema, porque no le daban asco aquellas cosas. La curación mágica propiamente dicha se la dejaría a Shiz, ya que el lacustre tenía mejor mano para aquellas cosas.
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valorPersonajes : Norou, Wintelgy y Lemus
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
18/06/13, 12:43 am
Aun estaba asustado con lo que había pasado con las estirges. Intentaba quitarle importancia pensando que por qué no podían hablar aquellas aves en un mundo donde todo rezumaba magia, pero no servía de nada… llevaba desde que había llegado al torreón con ellas, incluso hablaba con ellas era imposible que no lo hubieran hecho hasta ahora, aunque claro nunca antes había intentado suicidarme…
Un leve tamborileo comenzó a sonar sobre mi cabeza, algo estaba cayendo sobre el techo del escondrijo. Tardé varios segundos en reconocer aquel sonido, fue entonces cuando comenzó a apretar; Estaba lluviendo.
No había llovido desde que llegué, incluso había olvidado de la posibilidad de que lloviera del tiempo que había pasado sin hacerlo. El sonido de la lluvia me tranquilizaba, si cerraba los ojos parecía que estuviese en casa porque la ultima vez que escuché este sonido lo estaba. Al cabo del rato el escondrijo comenzó a inundarse, el agua entraba por el suelo y se filtraba por el techo, no tuve más remedio que salir pero antes puse a salvo las cosas que podían estropearse con el agua.
Al salir la lluvia me golpeó en la cara y entrecerré los ojos para poder ver al menos por donde pisaba, aunque ya era casi de noche y estaba oscuro podía ver con la luz que salía del torreón.
Cuando entré en el torreón me encontré con que los dos pieles plateadas estaban alrededor de la mesa, al fijarme mejor pude ver que sobre la mesa se hallaba tumbada Karime. Estaban haciéndole algo, me acerque cuidadosamente y al mirar la cara de Karime no pude evitar hacer una mueca. Tenía una herida horrorosa en el lado izquierdo de la cara y había perdido un ojo. A pesar que no sabia nada de lo que había pasado no dije nada, me limite a observar en silencio, noté que Shizel parecia bastante estresado. Cuando Shizel comenzó a curar la herida con magia me aparte mirándolo con recelo.
Un leve tamborileo comenzó a sonar sobre mi cabeza, algo estaba cayendo sobre el techo del escondrijo. Tardé varios segundos en reconocer aquel sonido, fue entonces cuando comenzó a apretar; Estaba lluviendo.
No había llovido desde que llegué, incluso había olvidado de la posibilidad de que lloviera del tiempo que había pasado sin hacerlo. El sonido de la lluvia me tranquilizaba, si cerraba los ojos parecía que estuviese en casa porque la ultima vez que escuché este sonido lo estaba. Al cabo del rato el escondrijo comenzó a inundarse, el agua entraba por el suelo y se filtraba por el techo, no tuve más remedio que salir pero antes puse a salvo las cosas que podían estropearse con el agua.
Al salir la lluvia me golpeó en la cara y entrecerré los ojos para poder ver al menos por donde pisaba, aunque ya era casi de noche y estaba oscuro podía ver con la luz que salía del torreón.
Cuando entré en el torreón me encontré con que los dos pieles plateadas estaban alrededor de la mesa, al fijarme mejor pude ver que sobre la mesa se hallaba tumbada Karime. Estaban haciéndole algo, me acerque cuidadosamente y al mirar la cara de Karime no pude evitar hacer una mueca. Tenía una herida horrorosa en el lado izquierdo de la cara y había perdido un ojo. A pesar que no sabia nada de lo que había pasado no dije nada, me limite a observar en silencio, noté que Shizel parecia bastante estresado. Cuando Shizel comenzó a curar la herida con magia me aparte mirándolo con recelo.
-Tsuki Tsuki Tsuki♥♫♪-
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
19/06/13, 01:21 am
Shizel dejó hablar a DL sin decir nada. Temía de forma inconsciente que si volvía a despegar los labios su garganta decidiese gritar de nuevo sin pedirle permiso.
Simplemente no se había parado a pensarlo; había dado por hecho que si Yrio y él se encontraban con algo por el camino la magia se encargaría de sacarles del apuro. No se había planteado la posibilidad de que lo que les saliese al paso fuese algo por encima de sus capacidades.
Pero si así fuera, ¿no habría sido más afortunado que la carnicería se extendiese solo a él, y no al grupo que hubiera traído consigo? Aquello con lo que su magia no pudiera no caería porque los demás llevasen espadas... ¿verdad? ¿Qué sentido tenía exponerlos entonces?
-No quise arriesgar a más gente- fue lo único que murmuró-. ¿Hice mal?
No era un reproche: era una pregunta sincera. Pero DL ya estaba dormido y no respondió.
Se dio cuenta de que el de la puerta había sido Saren, y asintió cuando le propuso mover a Karime.
Dejó que el norteño limpiara la herida primero, sin tocar nada por si acaso estropeaba alguna parte delicada. Cuando su compañero le dejó a él que hiciera su parte Shizel miró el mapeado de desgarros que ocupaba el lado izquierdo de la cara de Karime y se sintió perdido. ¿Por dónde empezaba? ¿Cómo se reparaba una cosa así?
El idrino hacía lo que podía cuando se trataba de curar, pero era consciente de que usaba meros parches, sin tener acceso a lo que le permitiría descifrar de qué estaban compuestos esos hechizos. Los libros de curación mágica que había visto en la biblioteca eran muy complejos, y ni Shizel, quien estaba acostumbrado a que se lo dieran todo hecho, era tan ingenuo como para creer que si lo intentaba sin más a la libense le saldría un ojo nuevo. Si intentaba hacer crecer tejido nuevo en la cuenca de Karime, probablemente acabaría con una masa indiferenciada de esclerótica. Era un proceso artificial a fin de cuentas...
-Le curaré la cara- dijo en voz baja-. El ojo... creo que voy a cauterizarle el nervio, o como se diga. No puedo hacer más.
Pasaron unos largos minutos de silencio mientras el tejido desgarrado poco a poco volvía a su lugar, recomponiendo el mosaico que era la zona cercana al ojo de Karime. Finalmente Shizel convocó una diminuta llama en la punta de su dedo índice e hizo una mueca al acercarla a la cuenca vacía de la libense a pesar de que sabía que no podía dolerle. Después oyó el siseo de la carne quemada.
Tardó un rato en darse cuenta de que Wintel estaba detrás de ellos, y rezó con todas sus fuerzas porque no empezase otra diatriba contra la magia. No se veía con ánimos para replicarle en ese momento. Le zumbaba la cabeza a causa del uso continuado de magia de aquel día y se sentía un poco mareado cuando se levantó.
-Se va a poner mejor- fue todo lo que le dijo al nublino después de que hubieron acostado de nuevo a la libense, y posteriormente subió a su habitación. Justo antes de doblar el rellano de la escalera se detuvo y miró hacia atrás un momento.
-Saren- llamó con unas trazas de duda en la voz-. ¿Karime tenía razón?
Conocía lo bastante las costumbres de norteño como para saber que sus palabras no eran un instrumento más de su habla; simplemente el reflejo de lo que sentía. Las soltaba con todo su peso, pero así se libraba de tener que cargar con ellas en sus pensamientos. Shizel le envidió de verdad en ese momento, pero también tuvo mucho miedo de lo que pudiera responder.
Antes de que el silencio se alargase demasiado volvió a subir los peldaños hasta su habitación y se echó cuan largo era en la cama. Fugazmente se le ocurrió que debería levantarse temprano para vigilar el estado de Karime, pero el pensamiento se le olvidó entre todo lo demás tan rápido como vino.
Si simplemente le hubieran echado la bronca habría sido más fácil decidir cómo sentirse. La habría descartado con el mismo desdén con el que había desechado todas las regañinas de su vida y ya está.
Pero no había sido así; había perdido los papeles por completo. Shizel no se tenía demasiado aprecio a sí mismo en esos momentos, y en su línea de pensamiento actual se le hizo perfectamente lógico que sus compañeros no confiasen en él para que los protegiese de nada.
Con tanta información en la cabeza en ningún momento se dio cuenta de que el sonsonete que repiqueteaba sobre su cabeza era lluvia.
Simplemente no se había parado a pensarlo; había dado por hecho que si Yrio y él se encontraban con algo por el camino la magia se encargaría de sacarles del apuro. No se había planteado la posibilidad de que lo que les saliese al paso fuese algo por encima de sus capacidades.
Pero si así fuera, ¿no habría sido más afortunado que la carnicería se extendiese solo a él, y no al grupo que hubiera traído consigo? Aquello con lo que su magia no pudiera no caería porque los demás llevasen espadas... ¿verdad? ¿Qué sentido tenía exponerlos entonces?
-No quise arriesgar a más gente- fue lo único que murmuró-. ¿Hice mal?
No era un reproche: era una pregunta sincera. Pero DL ya estaba dormido y no respondió.
Se dio cuenta de que el de la puerta había sido Saren, y asintió cuando le propuso mover a Karime.
Dejó que el norteño limpiara la herida primero, sin tocar nada por si acaso estropeaba alguna parte delicada. Cuando su compañero le dejó a él que hiciera su parte Shizel miró el mapeado de desgarros que ocupaba el lado izquierdo de la cara de Karime y se sintió perdido. ¿Por dónde empezaba? ¿Cómo se reparaba una cosa así?
El idrino hacía lo que podía cuando se trataba de curar, pero era consciente de que usaba meros parches, sin tener acceso a lo que le permitiría descifrar de qué estaban compuestos esos hechizos. Los libros de curación mágica que había visto en la biblioteca eran muy complejos, y ni Shizel, quien estaba acostumbrado a que se lo dieran todo hecho, era tan ingenuo como para creer que si lo intentaba sin más a la libense le saldría un ojo nuevo. Si intentaba hacer crecer tejido nuevo en la cuenca de Karime, probablemente acabaría con una masa indiferenciada de esclerótica. Era un proceso artificial a fin de cuentas...
-Le curaré la cara- dijo en voz baja-. El ojo... creo que voy a cauterizarle el nervio, o como se diga. No puedo hacer más.
Pasaron unos largos minutos de silencio mientras el tejido desgarrado poco a poco volvía a su lugar, recomponiendo el mosaico que era la zona cercana al ojo de Karime. Finalmente Shizel convocó una diminuta llama en la punta de su dedo índice e hizo una mueca al acercarla a la cuenca vacía de la libense a pesar de que sabía que no podía dolerle. Después oyó el siseo de la carne quemada.
Tardó un rato en darse cuenta de que Wintel estaba detrás de ellos, y rezó con todas sus fuerzas porque no empezase otra diatriba contra la magia. No se veía con ánimos para replicarle en ese momento. Le zumbaba la cabeza a causa del uso continuado de magia de aquel día y se sentía un poco mareado cuando se levantó.
-Se va a poner mejor- fue todo lo que le dijo al nublino después de que hubieron acostado de nuevo a la libense, y posteriormente subió a su habitación. Justo antes de doblar el rellano de la escalera se detuvo y miró hacia atrás un momento.
-Saren- llamó con unas trazas de duda en la voz-. ¿Karime tenía razón?
Conocía lo bastante las costumbres de norteño como para saber que sus palabras no eran un instrumento más de su habla; simplemente el reflejo de lo que sentía. Las soltaba con todo su peso, pero así se libraba de tener que cargar con ellas en sus pensamientos. Shizel le envidió de verdad en ese momento, pero también tuvo mucho miedo de lo que pudiera responder.
Antes de que el silencio se alargase demasiado volvió a subir los peldaños hasta su habitación y se echó cuan largo era en la cama. Fugazmente se le ocurrió que debería levantarse temprano para vigilar el estado de Karime, pero el pensamiento se le olvidó entre todo lo demás tan rápido como vino.
Si simplemente le hubieran echado la bronca habría sido más fácil decidir cómo sentirse. La habría descartado con el mismo desdén con el que había desechado todas las regañinas de su vida y ya está.
Pero no había sido así; había perdido los papeles por completo. Shizel no se tenía demasiado aprecio a sí mismo en esos momentos, y en su línea de pensamiento actual se le hizo perfectamente lógico que sus compañeros no confiasen en él para que los protegiese de nada.
Con tanta información en la cabeza en ningún momento se dio cuenta de que el sonsonete que repiqueteaba sobre su cabeza era lluvia.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
19/06/13, 04:53 pm
Al norteño no le dio tiempo a responder antes de que Shiz desapareciera escaleras arriba. Le había dejado con la palabra en la boca, pero tampoco era que le importase sobremanera, estaba demasiado cansado como para molestarse por eso. La respuesta a la pregunta era sencilla, de todos modos. Saren había percibido claramente el tono en el que se lanzaban aquellas pullas cargadas de veneno, y estaba casi seguro de que la mayoría de ellas solo pretendían ser hirientes, no tenían una base sincera y no resultaban creíbles. El chico seguía sin entender esa faceta de sus compañeros, esa faceta que les empujaba a decir cosas que no sentían, cosas que no eran verdad; tenían una facilidad pasmosa para mentir que el chico no llegaba a comprender.
Y ahora todo se había tambaleado peligrosamente, todo lo que habían construido en aquellos meses de convivencia había estado a punto de derrumbarse, y el norteño estaba seguro de que aquella ausencia de la sinceridad a la que estaba acostumbrado era el mayor detonante de todos. Se había confirmado que el pequeño Timmy era en realidad un psicópata peligroso y el pelirrojo drogadicto se había atrincherado con él, dispuesto a mantener una guerra absurda contra otro torreón, una guerra que al parecer había iniciado el propio RR. No sabía que pensar de todo aquello y tampoco tenía ganas de darle muchas vueltas en aquel momento.
Se aseguró por última vez de que todo estaba en orden y se sentó en uno de los sillones con una manta sobre el regazo, dispuesto a distraerse leyendo un rato; pero apenas su cabeza rozó el respaldo el chico se durmió profundamente, ajeno a la lluvia que limpiaba la ciudad.
Y ahora todo se había tambaleado peligrosamente, todo lo que habían construido en aquellos meses de convivencia había estado a punto de derrumbarse, y el norteño estaba seguro de que aquella ausencia de la sinceridad a la que estaba acostumbrado era el mayor detonante de todos. Se había confirmado que el pequeño Timmy era en realidad un psicópata peligroso y el pelirrojo drogadicto se había atrincherado con él, dispuesto a mantener una guerra absurda contra otro torreón, una guerra que al parecer había iniciado el propio RR. No sabía que pensar de todo aquello y tampoco tenía ganas de darle muchas vueltas en aquel momento.
Se aseguró por última vez de que todo estaba en orden y se sentó en uno de los sillones con una manta sobre el regazo, dispuesto a distraerse leyendo un rato; pero apenas su cabeza rozó el respaldo el chico se durmió profundamente, ajeno a la lluvia que limpiaba la ciudad.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
19/06/13, 07:28 pm
Me levanté de un salto, agitado y todavía sintiendo cómo era digerido. La pesadilla había sido horriblemente real, y se me revolvía el estómago al recordar cómo fui "engordado" por Wintel y el nublino desconocido. El estómago me dio un vuelco y, ante el peligro de vomitar lo poco que tenía en él en mitad de la habitación, decidí salir y bajar.
Sentía que la mente me iba a estallar. No era sólo la horripilante y enfermiza naturaleza de la pesadilla lo que me mareaba, sino la cantidad de datos que había obtenido con el sueño. «Cómo es posible, cómo puedo saber tantas cosas de ellos...». Mi mente repetía los acontecimientos del sueño a la par que sus nombres y algunos rasgos de sus personalidades. «Brina, Thras... Parece que ayer fue un día de mierda para todos los cosechados».
Estaba sólo en el torreón, al parecer nadie se había despertado todavía, normal teniendo en cuenta que prácticamente no había amanecido. Cuando llegué al piso de abajo, observé que Wintel y Saren se habían quedado dormidos allí, y que DL seguía en el sofá donde lo vi dormido la noche anterior. Recordé entonces sus distintas apariciones en el sueño. DL calvo y asado, la cabeza de Saren servida y Wintel... «Wintel engordándome como si fuese un animal», pensé furioso mientras recordaba los acontecimientos del sueño. Me llevé la mano a la boca al sentir ganas de vomitar, aunque al final pude contenerlas, al igual que conseguí contener las ganas de sacudir a Wintel y llamarlo de múltiples y ofensivos nombres. «Sólo ha sido un sueño, él no lo haría de verdad, dudo que se manchase las manos para tocar a un "contaminado" por la magia, aunque no sea capaz ni de hacerla». Fue entonces cuando me di cuenta de algo bastante raro.
«Está lloviendo. Por primera vez desde que estamos en Rocavarancolia, está lloviendo». Era un suceso extraño, pero no podía pensar en lo raro que era debido a la cantidad de información que mantenía a mi cerebro al borde del precipicio. Escuché en silencio el sonido de la lluvia, sin darme cuenta de lo que la había echado de menos desde que llegué a esta ciudad, con un clima tan distinto de Nubla.
Recordé la muerte de Marina, también asesinada y devorada en el sueño, y cerré los ojos dispuesto a no llorar. Todavía no había procesado la pesadilla, shockeado con la muerte de la varmana y con el conocimiento adquirido acerca de nuestros nuevos vecinos, aunque no cabía duda de que me derrumbaría cuando comenzase a pensar sobre ello. Por un momento, vacilante, me toqué los brazos y las piernas, observándolos. «No hay cicatrices, ni dolor, no ha sido real...». Aunque este pensamiento era normal, el sueño había sido demasiado realista, los dientes del monstruo los había sentido como si de verdad me hubiesen masticado, y ya no digamos de aquellas aspas que me trituraron. Reprimí un escalofrío al recordar la sensación de ser despedazado, como si moverme demasiado me fuese a partir en pedazos y matarme. «O no, porque sobrevivía de alguna manera».
Sintiendo un tirón del hambre, debido a la paupérrima cena que tomé el día anterior, decidí encaminarme hacia las cestas en silencio para no despertar a Saren ni a DL. En cuanto abrí una y fui a comer algo me asaltó todo el olor de la comida que había allí, produciéndome unas fuertes nauseas. Asqueado, recordé el dolor de ser triturado, el aspecto de DL siendo servido, las cabezas de Saren y Shiz, los platos con comida, de cada uno de los demás cosechados. No pude aguantar más las ganas de vomitar y tuve que salir corriendo hasta el patio para acabar vomitando en la base del pozo. Sólo expulsé bilis, y cuando había terminado sentí cómo mi estómago siguió sufriendo espasmos, a pesar de no poseer nada en su interior. Durante unos momentos estuve así, sintiendo los espamos y las arcadas sin expulsar nada, hasta que pude controlarme y parar.
Chorreado hasta los huesos, me dirigí hacia el torreón, mientras Marina, el sueño y los sendarios daban vueltas una y otra vez por mi cabeza. Al llegar a la fachada del edificio me apoyé contra ella. Sentí temblar mis manos, algo que ya me había sucedido otras veces, y me tapé la cara, intentando detenerlo. A la vez que me iba deslizando hacia el suelo me iba derrumbando mentalmente: «Temblores de manos, risas de mujeres al levantarme y acostarme, dudas cada vez más grandes sobre todo lo que me han enseñado siempre, pesadillas horribles, muertes, guerra entre torreones y psicópatas, datos de personas a las que no conozco y que han salido en mi cabeza a saber cómo...». Recordé furioso las palabras del monstruo con cuyo cumpleaños soñé, ¿qué sabría ella de lo que necesitaba la ciudad? «¡Lo que esto necesita es a alguien que le devuelva su gloria, su esplendor, su... su...!». Comencé a sollozar en silencio, incapaz de soportar la tensión de todo lo que había pasado desde que perdí a mi familia y vine a una ciudad que no se parecía nada a las historias de Nubla, que lo único que me provocaba eran dudas, miedos, pesadillas, temblores y alucionaciones. «¿Qué me está pasando, pero qué me está pasando...?»
Las lágrimas eran la única manera que tenía para expulsar todo lo que había ido sumando a lo largo de los meses. Me hice un ovillo mientras recordaba todo una y otra vez: la llegada a una ciudad que no se parecía en nada a las historias de Nubla, las semanas que Marina y yo pasamos solos, hambrientos y con miedo en las mazmorras, lo que había vivido con los macieleros, los sucesos del día anterior. «Tendría que haber salido, tendría que haberla protegido, sólo era una niña inocente, una niña que no sabía los horrores que existían en las calles porque casi nunca salía», me dijé. Pronto sumé a esta diatriba los recuerdos de los sendarios, desde ambos puntos de vista, y el horror de la pesadilla. «Si Dahannei y yo hemos compartido recuerdos, ¿quién me dice que aquel monstruo no era real? ¿Acaso no sería posible que ese comedor existiese de verdad?», me dije mientras recordaba las palabras que había dicho DL: que el que se comió a Marina había sido una vez alguien como nosotros. «No, no, no, no.», me repetí. «Yo no me convertiré en eso, yo jamás haré daño a los demas con mi transformación, y mucho menos me comeré a nadie. No».
Seguí sollozando un rato mientras me calaba con la lluvia. Las lágrimas me ayudaban a expulsar la tristeza de la muerte de Marina, a la que tenía que añadir parcialmente sentimientos borrosos que me había transferido Dahannei de alguna forma acerca de Brina. «Es increíble cómo puede cambiar la visión acerca de otra persona cuando te metes en su cabeza», se me ocurrió, recordando la sensación de perder mi personalidad y mi mente y mezclarme con aquella sustancia. Al recordar la sensación de ser devorado me volvieron a dar arcadas hasta que solté algunas lágrimas. «¿Podré volver a comer alguna vez sin recordar a Marina, Thras, Brina y la pesadilla?» Reprimí un escalofrío al pensar lo horrible que había pasado, y la enorme coincidencia de que, el día después de que Brina y Marina hubiesen sido devoradas, yo y Dahannei soñásemos con ese destino. «Aunque más bien hay que preguntarse cómo hemos podido compartir un sueño», pensé, soltando una risita histérica.
«Si yo sé lo de Brina, ¿ellos sabrán lo de Marina», me pregunté, levantando un poco la cabeza, que la había tenido escondida entre los brazos. «Más aún, ¿sabrán lo de RR y Timmy?». Una parte de mí deseaba que sí, que lo supiesen. Si bien RR me caía mejor, Timmy me producía una desconfiaza enorme, y por lo menos no existían psicópatas en Sendar. «Bueno, más o menos», pensé al recordar al tal Corann, que no había coincidido nunca con ninguno de nosotros.
Extendí las piernas y los brazos mirando hacia el cielo nuboso, dejando que la lluvia me mojase por completo. «Marina, Thras, Brina...». Estos tres nombres se repetían incesantemente en mi cabeza, mientras pensaba con cierto humor negro que, al parecer, el día anterior había sido una delicia para unas cuantas alimañas de la ciudad, además de un día de mierda para todos y cada uno de los cosechados. «Bueno, quizás para el Dúo Exterminador no».
Suspiré cansado, y en parte frustrado conmigo mismo. La muerte de Brina me afectaba más de lo que debería afectarme la muerte de una completa desconocida, aunque quizás venía provocado por el hecho de que había sido precisamente la mente de Dahannei con la que me había "fusionado". Me pregunté cual sería la reacción de la daeliciana a los recuerdos que, previsiblemente, había obtenido de mí, así como lo que haría con ellos, si contárselo al resto del toreón o no. «Sería interesante ver la reacción de todos ellos, especialmente la de Flanbly's» pensé con una media sonrisa. Fue en ese momento cuando lo que había pasado cayó sobre mí como una losa.
Comencé a reírme en voz baja, con tintes seriamente histéricos, mientras daba vueltas a los hechos que habían ¿sucedido? por la noche.
—Veamos, enumeremos. He soñado que me trituraban y me comían vivo. Mi mente se ha mezclado con la de otra cosechada que está a media ciudad de distancia. Tengo recuerdos de sendarios, sé cómo son, sé cuántos son, sé sus nombres, sé lo que pasó ayer, he descubierto que Brina ha muerto, y una parte de mí lo siente como si fuese Dahannei —la risa nerviosa había estado subiendo de volumen y las manos me volvían a temblar, por lo que volví a cubrirme la cara con ellas—. Que alguien me explique esta locura, por favor. Que alguien me explique cómo puedo saber cosas de esos tíos sin inmiscuir a una pesadilla horrible y absurda.
Sentía que la mente me iba a estallar. No era sólo la horripilante y enfermiza naturaleza de la pesadilla lo que me mareaba, sino la cantidad de datos que había obtenido con el sueño. «Cómo es posible, cómo puedo saber tantas cosas de ellos...». Mi mente repetía los acontecimientos del sueño a la par que sus nombres y algunos rasgos de sus personalidades. «Brina, Thras... Parece que ayer fue un día de mierda para todos los cosechados».
Estaba sólo en el torreón, al parecer nadie se había despertado todavía, normal teniendo en cuenta que prácticamente no había amanecido. Cuando llegué al piso de abajo, observé que Wintel y Saren se habían quedado dormidos allí, y que DL seguía en el sofá donde lo vi dormido la noche anterior. Recordé entonces sus distintas apariciones en el sueño. DL calvo y asado, la cabeza de Saren servida y Wintel... «Wintel engordándome como si fuese un animal», pensé furioso mientras recordaba los acontecimientos del sueño. Me llevé la mano a la boca al sentir ganas de vomitar, aunque al final pude contenerlas, al igual que conseguí contener las ganas de sacudir a Wintel y llamarlo de múltiples y ofensivos nombres. «Sólo ha sido un sueño, él no lo haría de verdad, dudo que se manchase las manos para tocar a un "contaminado" por la magia, aunque no sea capaz ni de hacerla». Fue entonces cuando me di cuenta de algo bastante raro.
«Está lloviendo. Por primera vez desde que estamos en Rocavarancolia, está lloviendo». Era un suceso extraño, pero no podía pensar en lo raro que era debido a la cantidad de información que mantenía a mi cerebro al borde del precipicio. Escuché en silencio el sonido de la lluvia, sin darme cuenta de lo que la había echado de menos desde que llegué a esta ciudad, con un clima tan distinto de Nubla.
Recordé la muerte de Marina, también asesinada y devorada en el sueño, y cerré los ojos dispuesto a no llorar. Todavía no había procesado la pesadilla, shockeado con la muerte de la varmana y con el conocimiento adquirido acerca de nuestros nuevos vecinos, aunque no cabía duda de que me derrumbaría cuando comenzase a pensar sobre ello. Por un momento, vacilante, me toqué los brazos y las piernas, observándolos. «No hay cicatrices, ni dolor, no ha sido real...». Aunque este pensamiento era normal, el sueño había sido demasiado realista, los dientes del monstruo los había sentido como si de verdad me hubiesen masticado, y ya no digamos de aquellas aspas que me trituraron. Reprimí un escalofrío al recordar la sensación de ser despedazado, como si moverme demasiado me fuese a partir en pedazos y matarme. «O no, porque sobrevivía de alguna manera».
Sintiendo un tirón del hambre, debido a la paupérrima cena que tomé el día anterior, decidí encaminarme hacia las cestas en silencio para no despertar a Saren ni a DL. En cuanto abrí una y fui a comer algo me asaltó todo el olor de la comida que había allí, produciéndome unas fuertes nauseas. Asqueado, recordé el dolor de ser triturado, el aspecto de DL siendo servido, las cabezas de Saren y Shiz, los platos con comida, de cada uno de los demás cosechados. No pude aguantar más las ganas de vomitar y tuve que salir corriendo hasta el patio para acabar vomitando en la base del pozo. Sólo expulsé bilis, y cuando había terminado sentí cómo mi estómago siguió sufriendo espasmos, a pesar de no poseer nada en su interior. Durante unos momentos estuve así, sintiendo los espamos y las arcadas sin expulsar nada, hasta que pude controlarme y parar.
Chorreado hasta los huesos, me dirigí hacia el torreón, mientras Marina, el sueño y los sendarios daban vueltas una y otra vez por mi cabeza. Al llegar a la fachada del edificio me apoyé contra ella. Sentí temblar mis manos, algo que ya me había sucedido otras veces, y me tapé la cara, intentando detenerlo. A la vez que me iba deslizando hacia el suelo me iba derrumbando mentalmente: «Temblores de manos, risas de mujeres al levantarme y acostarme, dudas cada vez más grandes sobre todo lo que me han enseñado siempre, pesadillas horribles, muertes, guerra entre torreones y psicópatas, datos de personas a las que no conozco y que han salido en mi cabeza a saber cómo...». Recordé furioso las palabras del monstruo con cuyo cumpleaños soñé, ¿qué sabría ella de lo que necesitaba la ciudad? «¡Lo que esto necesita es a alguien que le devuelva su gloria, su esplendor, su... su...!». Comencé a sollozar en silencio, incapaz de soportar la tensión de todo lo que había pasado desde que perdí a mi familia y vine a una ciudad que no se parecía nada a las historias de Nubla, que lo único que me provocaba eran dudas, miedos, pesadillas, temblores y alucionaciones. «¿Qué me está pasando, pero qué me está pasando...?»
Las lágrimas eran la única manera que tenía para expulsar todo lo que había ido sumando a lo largo de los meses. Me hice un ovillo mientras recordaba todo una y otra vez: la llegada a una ciudad que no se parecía en nada a las historias de Nubla, las semanas que Marina y yo pasamos solos, hambrientos y con miedo en las mazmorras, lo que había vivido con los macieleros, los sucesos del día anterior. «Tendría que haber salido, tendría que haberla protegido, sólo era una niña inocente, una niña que no sabía los horrores que existían en las calles porque casi nunca salía», me dijé. Pronto sumé a esta diatriba los recuerdos de los sendarios, desde ambos puntos de vista, y el horror de la pesadilla. «Si Dahannei y yo hemos compartido recuerdos, ¿quién me dice que aquel monstruo no era real? ¿Acaso no sería posible que ese comedor existiese de verdad?», me dije mientras recordaba las palabras que había dicho DL: que el que se comió a Marina había sido una vez alguien como nosotros. «No, no, no, no.», me repetí. «Yo no me convertiré en eso, yo jamás haré daño a los demas con mi transformación, y mucho menos me comeré a nadie. No».
Seguí sollozando un rato mientras me calaba con la lluvia. Las lágrimas me ayudaban a expulsar la tristeza de la muerte de Marina, a la que tenía que añadir parcialmente sentimientos borrosos que me había transferido Dahannei de alguna forma acerca de Brina. «Es increíble cómo puede cambiar la visión acerca de otra persona cuando te metes en su cabeza», se me ocurrió, recordando la sensación de perder mi personalidad y mi mente y mezclarme con aquella sustancia. Al recordar la sensación de ser devorado me volvieron a dar arcadas hasta que solté algunas lágrimas. «¿Podré volver a comer alguna vez sin recordar a Marina, Thras, Brina y la pesadilla?» Reprimí un escalofrío al pensar lo horrible que había pasado, y la enorme coincidencia de que, el día después de que Brina y Marina hubiesen sido devoradas, yo y Dahannei soñásemos con ese destino. «Aunque más bien hay que preguntarse cómo hemos podido compartir un sueño», pensé, soltando una risita histérica.
«Si yo sé lo de Brina, ¿ellos sabrán lo de Marina», me pregunté, levantando un poco la cabeza, que la había tenido escondida entre los brazos. «Más aún, ¿sabrán lo de RR y Timmy?». Una parte de mí deseaba que sí, que lo supiesen. Si bien RR me caía mejor, Timmy me producía una desconfiaza enorme, y por lo menos no existían psicópatas en Sendar. «Bueno, más o menos», pensé al recordar al tal Corann, que no había coincidido nunca con ninguno de nosotros.
Extendí las piernas y los brazos mirando hacia el cielo nuboso, dejando que la lluvia me mojase por completo. «Marina, Thras, Brina...». Estos tres nombres se repetían incesantemente en mi cabeza, mientras pensaba con cierto humor negro que, al parecer, el día anterior había sido una delicia para unas cuantas alimañas de la ciudad, además de un día de mierda para todos y cada uno de los cosechados. «Bueno, quizás para el Dúo Exterminador no».
Suspiré cansado, y en parte frustrado conmigo mismo. La muerte de Brina me afectaba más de lo que debería afectarme la muerte de una completa desconocida, aunque quizás venía provocado por el hecho de que había sido precisamente la mente de Dahannei con la que me había "fusionado". Me pregunté cual sería la reacción de la daeliciana a los recuerdos que, previsiblemente, había obtenido de mí, así como lo que haría con ellos, si contárselo al resto del toreón o no. «Sería interesante ver la reacción de todos ellos, especialmente la de Flanbly's» pensé con una media sonrisa. Fue en ese momento cuando lo que había pasado cayó sobre mí como una losa.
Comencé a reírme en voz baja, con tintes seriamente histéricos, mientras daba vueltas a los hechos que habían ¿sucedido? por la noche.
—Veamos, enumeremos. He soñado que me trituraban y me comían vivo. Mi mente se ha mezclado con la de otra cosechada que está a media ciudad de distancia. Tengo recuerdos de sendarios, sé cómo son, sé cuántos son, sé sus nombres, sé lo que pasó ayer, he descubierto que Brina ha muerto, y una parte de mí lo siente como si fuese Dahannei —la risa nerviosa había estado subiendo de volumen y las manos me volvían a temblar, por lo que volví a cubrirme la cara con ellas—. Que alguien me explique esta locura, por favor. Que alguien me explique cómo puedo saber cosas de esos tíos sin inmiscuir a una pesadilla horrible y absurda.
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valorPersonajes : Norou, Wintelgy y Lemus
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
20/06/13, 12:37 am
Cuando se apartaron Saren y Shizel de la mesa después de atender a Karime me acerque a esta. Miré el trabajo que habían realizado, la verdad es que era excelente aunque la magia había jugado un papel importante en él. Un tanto más para la lista de utilidades de la magia, si seguía aumentando debería pensarme en vender mi alma…
Aparte un mechón del negro pelo de Karime de su cara colocándoselo detrás de la oreja. Parecía dormir plácidamente, como ajena a todo lo que los pieles plateadas le habían hecho, incluso tenia cara de buena, dormida no daba tanto miedo. Quizás nunca me había acercado tanto a ella, ni tampoco sabría, ya que nunca había hablado con ella, que era una de las personas del torreón a las que más apreciaba ya que era una de las pocas personas que no usaba la magia y aun así era fuerte como la que más… Y ahora también le faltaba uno de sus ojos como una de las estirges alfas del tejado, “Unojo”.
Me quité uno de los collares de plumas de estirges y con sumo cuidado se lo coloqué en uno de sus muñecas dándole varias vueltas sobre ella y cerrándole la mano dejando el sobrante dentro de su puño para luego colocarle su mano en el pecho. La miré por ultima vez y me retiré a una de las paredes de la sala donde me escurrí resoplando para quedarme sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared. Vi que Saren estaba en un sillón leyendo un libro y que por un momento levanto la vista para mirarme desinteresado para volver a sumergirse en su libro. No tardé mucho en caer dormido.
Unas voces me despertaron y me levanté entumecido. Me asomé al patio y seguía lloviendo, por desgracia. Cogí algo que comer y me puse a comerlo en el salón. Hacia tanto que no comía allí que me resultaba raro, aunque más raro debía ser para los demás.
Aparte un mechón del negro pelo de Karime de su cara colocándoselo detrás de la oreja. Parecía dormir plácidamente, como ajena a todo lo que los pieles plateadas le habían hecho, incluso tenia cara de buena, dormida no daba tanto miedo. Quizás nunca me había acercado tanto a ella, ni tampoco sabría, ya que nunca había hablado con ella, que era una de las personas del torreón a las que más apreciaba ya que era una de las pocas personas que no usaba la magia y aun así era fuerte como la que más… Y ahora también le faltaba uno de sus ojos como una de las estirges alfas del tejado, “Unojo”.
Me quité uno de los collares de plumas de estirges y con sumo cuidado se lo coloqué en uno de sus muñecas dándole varias vueltas sobre ella y cerrándole la mano dejando el sobrante dentro de su puño para luego colocarle su mano en el pecho. La miré por ultima vez y me retiré a una de las paredes de la sala donde me escurrí resoplando para quedarme sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared. Vi que Saren estaba en un sillón leyendo un libro y que por un momento levanto la vista para mirarme desinteresado para volver a sumergirse en su libro. No tardé mucho en caer dormido.
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Unas voces me despertaron y me levanté entumecido. Me asomé al patio y seguía lloviendo, por desgracia. Cogí algo que comer y me puse a comerlo en el salón. Hacia tanto que no comía allí que me resultaba raro, aunque más raro debía ser para los demás.
-Tsuki Tsuki Tsuki♥♫♪-
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
20/06/13, 02:57 pm
Despertándose con cierta pereza y mas repuesto tras ese sueño reparador, intento situarse por unos momentos recordando todo lo acontecido el día anterior y como se había quedado profundamente dormido tras terminar de hablar. "Espera....¿donde esta Karime?" se pregunto rápidamente recordando que había colocado ala libense sobre su regazo antes de acostarse, viendo que la habían dejado sobre la mesa del salón lo mas cómodamente posible. Junto a ella uno de los tantos amuletos de Wintel. "Tiene mejor aspecto comparándola con ayer" pensó observando a la libense y descubriendo en un rincón de la habitación a Branniel encogido sobre si mismo y hablando solo como si hubiese sufrido un ataque de locura y a Wintel comiendo en otra parte del salón atrayendo su atención, extrañándose de verlo dentro.
-Bran, ¿estas bien? ¿paso algo en la noche? -pregunto rápidamente DL al ver a Branniel en ese estado, entendía que debía estar shoqueado por la muerte de Marina el día anterior, habían pasado meses juntos al fin de cuentas, pero las escasas palabras sueltas que logro escuchar en su monologo le resultaban realmente extrañas. Intento encontrar una explicación alas palabras sueltas que había escuchado del nublino pero aquel repiqueteo contante que escuchaba y que aprecia provenir de fuera estaban desconcentrandolo- ¿Pero que pasa? - se pregunto el foner sin entender y pensando que tal vez seria algunos de los de los cuartos haciendo a saber que se dispuso a salir al patio por agua. Obviamente no dio ni un paso afuera cuando sintió el agua caerle encima, se erizo como si fuese un gato por el susto, si supiese lo que era un gato claro, y quitandole todo posible rastro de sueño de encima viendo con horror como del cielo aquel caía agua. Entro de golpe al torreón alejándose de la entrada al patio y sentándose en el sofá cogiendo la manta con la había sido atrapado para echársela encima, cualquiera que lo viera en esos instantes creería que habría enloquecido cubierto con la manta como se cubriese de la muerte o como si esta se tratase de un salvavidas que impediría que el agua entrase al torreón y terminara ahogándolos a todos. Por suerte para DL antes de que le diese un ataque de de nervios paranoicos de niveles insospechados Wintel vino al rescate, explicándole al pobre foner porque demonios caía agua del cielo, que no era dañina al parecer y corroborandole en varias ocasiones que el torreón no iba a ser inundado como DL insistía que podría pasar.
Evidentemente DL no acepto las palabras del nublino hasta largo rato después, peor ni aun así estuvo dispuesto a salir al patio, desconfiado y se mantuvo sentado en el sofá cubierto con la manta ya que tenia la ropa algo mojada. Con la manta y todo cubriéndole fue ala cocina preparase algo de comer antes de volver al salón viendo a Branniel, preguntándose aun que le ocurría exactamente mientras comía haciendo tiempo hasta que todo el mundo despertara y se pudieran poner de acuerdo en lo que les esperaba con la luna en un futuro próximo y lo que harían con RR.
-Bran, ¿estas bien? ¿paso algo en la noche? -pregunto rápidamente DL al ver a Branniel en ese estado, entendía que debía estar shoqueado por la muerte de Marina el día anterior, habían pasado meses juntos al fin de cuentas, pero las escasas palabras sueltas que logro escuchar en su monologo le resultaban realmente extrañas. Intento encontrar una explicación alas palabras sueltas que había escuchado del nublino pero aquel repiqueteo contante que escuchaba y que aprecia provenir de fuera estaban desconcentrandolo- ¿Pero que pasa? - se pregunto el foner sin entender y pensando que tal vez seria algunos de los de los cuartos haciendo a saber que se dispuso a salir al patio por agua. Obviamente no dio ni un paso afuera cuando sintió el agua caerle encima, se erizo como si fuese un gato por el susto, si supiese lo que era un gato claro, y quitandole todo posible rastro de sueño de encima viendo con horror como del cielo aquel caía agua. Entro de golpe al torreón alejándose de la entrada al patio y sentándose en el sofá cogiendo la manta con la había sido atrapado para echársela encima, cualquiera que lo viera en esos instantes creería que habría enloquecido cubierto con la manta como se cubriese de la muerte o como si esta se tratase de un salvavidas que impediría que el agua entrase al torreón y terminara ahogándolos a todos. Por suerte para DL antes de que le diese un ataque de de nervios paranoicos de niveles insospechados Wintel vino al rescate, explicándole al pobre foner porque demonios caía agua del cielo, que no era dañina al parecer y corroborandole en varias ocasiones que el torreón no iba a ser inundado como DL insistía que podría pasar.
Evidentemente DL no acepto las palabras del nublino hasta largo rato después, peor ni aun así estuvo dispuesto a salir al patio, desconfiado y se mantuvo sentado en el sofá cubierto con la manta ya que tenia la ropa algo mojada. Con la manta y todo cubriéndole fue ala cocina preparase algo de comer antes de volver al salón viendo a Branniel, preguntándose aun que le ocurría exactamente mientras comía haciendo tiempo hasta que todo el mundo despertara y se pudieran poner de acuerdo en lo que les esperaba con la luna en un futuro próximo y lo que harían con RR.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
20/06/13, 08:38 pm
Solté una risita histérica antes de levantarme bajo la caída incesante de la lluvia. Estaba totalmente empapado, aunque el día ya estaba clareando, por lo que decidí meterme dentro. «Qué lástima no saber magia, voy a enfermarme así», pensé, aunque realmente me importaba muy poco aquello. Todo me daba vueltas desde el día anterior en la cabeza y sentía que no podría aguantar mucho más.
Cuando entré en el torreón vi a wintel trasteando con algo. Me apoyé en un rincón y erré los ojos, dispuesto a no dejar pasar a los recuerdos del sueño. Me volvió a pasar todo delante de mí: los cosechados servidos, Wintel obligándome a comer, yo siendo triturado, el monstruo devorándome, los múltiples recuerdos de Sendar. Al recordar los sentimientos d eDahannei cuando vio caer a Brina y escuchar cómo la devoraban no pude sino recordar el destino de Marina. Casi sin darme cuenta, comencé a soltar pequeños golpes en el suelo.
—No se lo merecían joder. Ni Marina ni Brina, no eran más que niñas, no merecían ser devoradas... Ni ninguno se merece sentir eso, ni lo que les va a pasar —me dije, sin darme cuenta en voz alta, al recordar lo que se había juntado para exterminar a los sendarios—. No es justo que tengan que aguantar a esos dos locos, no es justo que unas niñas sufriesen lo que sufrieron, no es justo que...
Sentí unas paabras cercanas, pero no pude decir nada. Me había mordido el labio, intentando no volver a sollozar ni hacer nada impulsivo, como meter a Wintel en un fuego. Tras unos momentos, al levantar la cabeza, vi a DL cerca. Igual que antes, comencé a reír histéricamente, aunque esta vez con un volumen mayor.
—¿Qué me dirías si te dijese que he tenido una pesadilla horrible? No, esa no es la pregunta —dije, pensando en cómo librarme de esta extraña carga—. Más bien, que me dirías si te dijese que he mezclado mi mente con la de una sendaria y... —volví a reír, esta vez bastante más alto. No tenía ningún sentido, nada de esto tenía ningún sentido. Cuando pude controlarme, lo miré, bastante más serio—. No sé cómo, pero tengo algunos de sus recuerdos. No se merecen lo que RR está preparando, DL, puede que nos robasen, que se metiesen con nosotros, que prácticamente nos obligasen a aceptar su paz, como dijo Karime, pero... —aparté la mirada, dubitativo, a la par que me mordía el labio-. Visto desde la otra óptica, entiendo mejor lo que hicieron... No hemos tenido una criba fácil, pero ha sido un paseo de rosas comparado con lo de ellos. Y ayer... Bueno, ya no hay preocuparse por la nublina que nos "amenazó". Digamos que ayer fue un día de provecho para todos los monstruos de la ciudad —otra vez, al igual que cada vez que pensaba en Brina, me llegó un remalazo de dolor, no tan intenso como los propios que sentía por Marina, pero de una naturaleza inconfundiblemente parecida. «No te conozco, Dahannei, pero espero que puedas sobrellevarlo. De verdad»
Cuando entré en el torreón vi a wintel trasteando con algo. Me apoyé en un rincón y erré los ojos, dispuesto a no dejar pasar a los recuerdos del sueño. Me volvió a pasar todo delante de mí: los cosechados servidos, Wintel obligándome a comer, yo siendo triturado, el monstruo devorándome, los múltiples recuerdos de Sendar. Al recordar los sentimientos d eDahannei cuando vio caer a Brina y escuchar cómo la devoraban no pude sino recordar el destino de Marina. Casi sin darme cuenta, comencé a soltar pequeños golpes en el suelo.
—No se lo merecían joder. Ni Marina ni Brina, no eran más que niñas, no merecían ser devoradas... Ni ninguno se merece sentir eso, ni lo que les va a pasar —me dije, sin darme cuenta en voz alta, al recordar lo que se había juntado para exterminar a los sendarios—. No es justo que tengan que aguantar a esos dos locos, no es justo que unas niñas sufriesen lo que sufrieron, no es justo que...
Sentí unas paabras cercanas, pero no pude decir nada. Me había mordido el labio, intentando no volver a sollozar ni hacer nada impulsivo, como meter a Wintel en un fuego. Tras unos momentos, al levantar la cabeza, vi a DL cerca. Igual que antes, comencé a reír histéricamente, aunque esta vez con un volumen mayor.
—¿Qué me dirías si te dijese que he tenido una pesadilla horrible? No, esa no es la pregunta —dije, pensando en cómo librarme de esta extraña carga—. Más bien, que me dirías si te dijese que he mezclado mi mente con la de una sendaria y... —volví a reír, esta vez bastante más alto. No tenía ningún sentido, nada de esto tenía ningún sentido. Cuando pude controlarme, lo miré, bastante más serio—. No sé cómo, pero tengo algunos de sus recuerdos. No se merecen lo que RR está preparando, DL, puede que nos robasen, que se metiesen con nosotros, que prácticamente nos obligasen a aceptar su paz, como dijo Karime, pero... —aparté la mirada, dubitativo, a la par que me mordía el labio-. Visto desde la otra óptica, entiendo mejor lo que hicieron... No hemos tenido una criba fácil, pero ha sido un paseo de rosas comparado con lo de ellos. Y ayer... Bueno, ya no hay preocuparse por la nublina que nos "amenazó". Digamos que ayer fue un día de provecho para todos los monstruos de la ciudad —otra vez, al igual que cada vez que pensaba en Brina, me llegó un remalazo de dolor, no tan intenso como los propios que sentía por Marina, pero de una naturaleza inconfundiblemente parecida. «No te conozco, Dahannei, pero espero que puedas sobrellevarlo. De verdad»
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
20/06/13, 09:05 pm
La explicación que le dio Branniel del porque de su estado cogió un poco desprevenido a DL, que se esperaba algo así como que estaba dolido por la muerte de Marina o que no había dormido muy bien. Pero cuando este menciono lo de una pesadilla le miro con curiosidad, recordando por pura reacción instintiva aquella ocasión en la que el despertó de aquella horrible pesadilla y entendiendo de alguna forma a Bran. Aunque claro al escuchar la siguientes palabras del nublino entendió que esas "pesadillas" de ambos era radicalmente diferentes.
-Espera, espera...a ver si entendí -dijo procesando las palabras de Branniel antes de que lo tomase por loco o el mismo sintiera que su cerebro quería salirse por sus orejas ante lo ridículo y anormal de lo que el nublino le contaba- Has tenido una pesadilla y de algún modo ehm...esa pesadilla se ha mezclado con una de las chicas de Sendar, ¿hasta ahí bien, no?- dijo intentando encontrarle coherencia a aquello, ese lugar se trataba de una ciudad de magia, desgracias y milagros, pero aun así le resultaba medio surrealista el compartir sueños con otra persona que se encontraba a saber donde en que ella ciudad. Por mas que intentaba buscarle una explicación no conseguía encontrarla- Mierda, no lo entiendo ¿me estas diciendo que has "visto" lo que esa chica ha visto y pasado durante su tiempo en la ciudad?- pregunto sin esperar realmente una respuesta pues el mismo se lo había confirmado con sus palabras minutos antes al decirle todo eso de que habían tenido una criba difícil y sobre lo de que no deberían preocuparse por Brina- Bran estabas soñando, ¿no puede ser solo imaginaciones tuyas? No parecías dispuesto del todo a iniciar un enfrentamiento ¿no serán tus deseos de evitar una confrontación Y sino lo es, dime algo que nosotros no deberíamos saber y se supone los de Sendar si...entiéndeme, no es que desconfié, pero me resulta incomprensible que esto pueda pasar, la magia es una cosa ¿pero compartir sueños y vivencias? Eso no puede ser -respondió DL sacudiendo la cabeza rápidamente, solo de pensar que ni siquiera podría tener un sueño tranquilo sin que vete a saber quien hurgara en sus cabezas o compartiera sus pensamientos o sueños con el, le resultaba realmente incomodo. Estaban todos muy nerviosos y con lo ocurrido el día anterior con Marina tal vez el subsconciente de Branniel le jugaba una mala pasada, o algo así, era la única explicación normal que conseguía encontrar. Eso o lo que decía el nublino era verdad, y esa opción era un tanto aterradora. Porque en el caos de que fuera así, quienes le decía a ello que en esa "conexión de pesadillas" la chica de Sendar no hubiese obtenido información de ellos también.
-Espera, espera...a ver si entendí -dijo procesando las palabras de Branniel antes de que lo tomase por loco o el mismo sintiera que su cerebro quería salirse por sus orejas ante lo ridículo y anormal de lo que el nublino le contaba- Has tenido una pesadilla y de algún modo ehm...esa pesadilla se ha mezclado con una de las chicas de Sendar, ¿hasta ahí bien, no?- dijo intentando encontrarle coherencia a aquello, ese lugar se trataba de una ciudad de magia, desgracias y milagros, pero aun así le resultaba medio surrealista el compartir sueños con otra persona que se encontraba a saber donde en que ella ciudad. Por mas que intentaba buscarle una explicación no conseguía encontrarla- Mierda, no lo entiendo ¿me estas diciendo que has "visto" lo que esa chica ha visto y pasado durante su tiempo en la ciudad?- pregunto sin esperar realmente una respuesta pues el mismo se lo había confirmado con sus palabras minutos antes al decirle todo eso de que habían tenido una criba difícil y sobre lo de que no deberían preocuparse por Brina- Bran estabas soñando, ¿no puede ser solo imaginaciones tuyas? No parecías dispuesto del todo a iniciar un enfrentamiento ¿no serán tus deseos de evitar una confrontación Y sino lo es, dime algo que nosotros no deberíamos saber y se supone los de Sendar si...entiéndeme, no es que desconfié, pero me resulta incomprensible que esto pueda pasar, la magia es una cosa ¿pero compartir sueños y vivencias? Eso no puede ser -respondió DL sacudiendo la cabeza rápidamente, solo de pensar que ni siquiera podría tener un sueño tranquilo sin que vete a saber quien hurgara en sus cabezas o compartiera sus pensamientos o sueños con el, le resultaba realmente incomodo. Estaban todos muy nerviosos y con lo ocurrido el día anterior con Marina tal vez el subsconciente de Branniel le jugaba una mala pasada, o algo así, era la única explicación normal que conseguía encontrar. Eso o lo que decía el nublino era verdad, y esa opción era un tanto aterradora. Porque en el caos de que fuera así, quienes le decía a ello que en esa "conexión de pesadillas" la chica de Sendar no hubiese obtenido información de ellos también.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
20/06/13, 09:29 pm
Rápidamente DL comenzó a responder, bastante sorprendido. Sonreí levemente al ver su cara, ciertamente debía estar teniendo problemas para procesarlo todo. Suspirando al ver que no se lo creía, me levanté cansado. Debería indignarme que me tachase casi de loco, pero con todo lo que tenía en ese momento en la cabeza me daba bastante igual. Al pedirme una prueba de lo que había dicho me quedé parado, pensando en algo, hasta que di con la tecla ideal.
-Sólo tengo fragmentos, pero ayer, de alguna forma, los letarguinos y los sendarios acabaron en algún tipo de trampa mágica, con plataformas estrechas, en cada una había un grupo y estaban suspendidos en el vacío -suspiré al recordar difusos momentos de la caída de Brina y Thras al vacío-. Murieron Thras, por parte de los letarguinos, y Brina, por parte de los sendarios, aunque el resto logró salir sin demasiados problemas -«Bueno, relativamente, porque prácticamente todos los momentos que tengo son de gritos»-. Ahora está lloviendo, pero cuando pare, o cuando sea, puedes ir a Letargo y preguntar por una trampa mágica, por Thras, por Brina y por los sendarios. A ver cómo reaccionan.
-Sólo tengo fragmentos, pero ayer, de alguna forma, los letarguinos y los sendarios acabaron en algún tipo de trampa mágica, con plataformas estrechas, en cada una había un grupo y estaban suspendidos en el vacío -suspiré al recordar difusos momentos de la caída de Brina y Thras al vacío-. Murieron Thras, por parte de los letarguinos, y Brina, por parte de los sendarios, aunque el resto logró salir sin demasiados problemas -«Bueno, relativamente, porque prácticamente todos los momentos que tengo son de gritos»-. Ahora está lloviendo, pero cuando pare, o cuando sea, puedes ir a Letargo y preguntar por una trampa mágica, por Thras, por Brina y por los sendarios. A ver cómo reaccionan.
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