Torreón Maciel (Archivo IV)
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Administración
Xana
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Viktor Olbricht
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Red
23 participantes
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Torreón Maciel (Archivo IV)
10/09/12, 07:00 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
21/06/13, 06:36 pm
Por suerte, una vez bajaron Shizel y Karime, quedaron claras algunas cosas. Primera, que la libense no se iba a ir del torreón, un alivio teniendo en cuenta tanto las posibilidades de sobrevivir fuera como para las propias posibilidades del grupo. Y segundo, que no nos inmiscuiríamos en la guerra contra Sendar.
Desde entonces, el tiempo fue pasando de forma extraña. Shizel fortificó el torreón y comenzamos a entrenar más en serio. A veces, el idrino iba a visitar a RR y Timmy, en ocasiones acompañado de Karime o DL. No me agradaba que el foner siguiese con su plan de asaltar Sendar, pero tenía suficiente que lidiar con la muerte de Marina, no estallar por los recuerdos de Dahannei y superar el horror de la pesadilla.
Decidí refugiarme en los entrenamientos, no sólo para mejorar mis bajas aptitudes para la lucha y poder servir más al grupo, sino también para evitar pensar mucho en lo que me atormentaba. El cansancio físico que me producía entrenar hasta el límite de mis capacidades me quitaba de la cabeza cualquier rastro de Marina, Sendar o las dudas que había ido albergando durante la criba. Mi mente pasó a ser ocupada por un sólo objetivo: mejorar, porque daba igual mi nivel, siempre sería demasiado mediocre. La venida de RR para conseguir dejar las drogas no dejó de lado este objetivo. Fue así como, casi sin darme cuenta, llegó el día de la Luna.
Estaba en mi habitación cuando se alzó la Luna. Por unos momentos la miré ensimismado por su belleza. El cielo se había ido llenando de estrellas poco a poco, y la Luna roja, en contraste con ellas, era hermosa. Al instante, sentí que algo iba mal. «No siento nada, ni magia, ni fuerza, ni...»
Un momento después sentí un fuerte dolor en las manos. Siseando del escocor, me las miré, sólo para descubrir en cada una una herida vertical que me cruzaba las palmas, y a un extraño líquido negro saliendo de estas heridas. «Qué... Qué. Es. Esta. Cosa». Cerré los puños y me los metíentre los brazos, encorvándome, en un intento de paliar de alguna forma el dolor.
Pronto comencé a escuchar gritos repartidos por todo el torreón. Por un momento, temí que mis compañeros estuviesen sufriendo más, que su cuerpo estuviese torturándolos de otra forma. Fue entonces cuando empecé a escuchar una risa. Miré varias veces por toda la habitación, pero sólo estaba yo. La risa subió un de volumen, ayudando a identificarla como femenina, aunque perteneciente a una mujer que no me gustaría conocer. Me levanté de la cama y comencé a moverme frenético por la habitación.
-¡¿Dónde estás?! ¡¿Quién eres?! -la risa no se calló, ni me contestó. Lejanamente, identifiqué algunos gritos como los de Wintel, aunque concentrado en la escalofriante risa no me importó mucho. Sabía que la había escuchado otras veces, pero a pesar de ello no conseguía transmitirme menos horror ni miedo, sino que más bien los aumentaba.
Saliendo de la habitación, decidí encaminarme hacia abajo, cruzándome de camino con Saren, que debía subir a ayudar a Wintel. Las palmas seguían doliéndome, al igual que los huesos y las articulaciones. Fui frotándome los codos para ver si el dolor desaparecía de alguna manera manera, pero, a mitad de las escaleras, no pude aguantarlo más y me hice un ovillo. Perdiendo el pie, caí rodando hasta el piso de abajo.
Allí estaba DL, perdiendo cualquier rasgo reconocible de su apariencia. Mientras, yo lo único que podía hacer era retorcerme por el suelo y escuchar los gritos del resto del torreón y la risa de la mujer. Cerrando las manos en puños, para evitar que el líquido entrase por los oídos, me las puse en las orejas, intentando dejar de oír. Los gritos del torreón fueron algo aplacados, no así la risa extraña, que se seguía escuchando igual de bien.
-¡Cállate, maldita sea, cállate!
Desde entonces, el tiempo fue pasando de forma extraña. Shizel fortificó el torreón y comenzamos a entrenar más en serio. A veces, el idrino iba a visitar a RR y Timmy, en ocasiones acompañado de Karime o DL. No me agradaba que el foner siguiese con su plan de asaltar Sendar, pero tenía suficiente que lidiar con la muerte de Marina, no estallar por los recuerdos de Dahannei y superar el horror de la pesadilla.
Decidí refugiarme en los entrenamientos, no sólo para mejorar mis bajas aptitudes para la lucha y poder servir más al grupo, sino también para evitar pensar mucho en lo que me atormentaba. El cansancio físico que me producía entrenar hasta el límite de mis capacidades me quitaba de la cabeza cualquier rastro de Marina, Sendar o las dudas que había ido albergando durante la criba. Mi mente pasó a ser ocupada por un sólo objetivo: mejorar, porque daba igual mi nivel, siempre sería demasiado mediocre. La venida de RR para conseguir dejar las drogas no dejó de lado este objetivo. Fue así como, casi sin darme cuenta, llegó el día de la Luna.
Estaba en mi habitación cuando se alzó la Luna. Por unos momentos la miré ensimismado por su belleza. El cielo se había ido llenando de estrellas poco a poco, y la Luna roja, en contraste con ellas, era hermosa. Al instante, sentí que algo iba mal. «No siento nada, ni magia, ni fuerza, ni...»
Un momento después sentí un fuerte dolor en las manos. Siseando del escocor, me las miré, sólo para descubrir en cada una una herida vertical que me cruzaba las palmas, y a un extraño líquido negro saliendo de estas heridas. «Qué... Qué. Es. Esta. Cosa». Cerré los puños y me los metíentre los brazos, encorvándome, en un intento de paliar de alguna forma el dolor.
Pronto comencé a escuchar gritos repartidos por todo el torreón. Por un momento, temí que mis compañeros estuviesen sufriendo más, que su cuerpo estuviese torturándolos de otra forma. Fue entonces cuando empecé a escuchar una risa. Miré varias veces por toda la habitación, pero sólo estaba yo. La risa subió un de volumen, ayudando a identificarla como femenina, aunque perteneciente a una mujer que no me gustaría conocer. Me levanté de la cama y comencé a moverme frenético por la habitación.
-¡¿Dónde estás?! ¡¿Quién eres?! -la risa no se calló, ni me contestó. Lejanamente, identifiqué algunos gritos como los de Wintel, aunque concentrado en la escalofriante risa no me importó mucho. Sabía que la había escuchado otras veces, pero a pesar de ello no conseguía transmitirme menos horror ni miedo, sino que más bien los aumentaba.
Saliendo de la habitación, decidí encaminarme hacia abajo, cruzándome de camino con Saren, que debía subir a ayudar a Wintel. Las palmas seguían doliéndome, al igual que los huesos y las articulaciones. Fui frotándome los codos para ver si el dolor desaparecía de alguna manera manera, pero, a mitad de las escaleras, no pude aguantarlo más y me hice un ovillo. Perdiendo el pie, caí rodando hasta el piso de abajo.
Allí estaba DL, perdiendo cualquier rasgo reconocible de su apariencia. Mientras, yo lo único que podía hacer era retorcerme por el suelo y escuchar los gritos del resto del torreón y la risa de la mujer. Cerrando las manos en puños, para evitar que el líquido entrase por los oídos, me las puse en las orejas, intentando dejar de oír. Los gritos del torreón fueron algo aplacados, no así la risa extraña, que se seguía escuchando igual de bien.
-¡Cállate, maldita sea, cállate!
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
21/06/13, 06:40 pm
Willi vagaba por las calles de Rocavarancolia disfrutando de la visión de la Luna Roja. Se acercó a Maciel, torreón donde había pasado su criba sin saber que estaba muerto desde el principio y había pasado buenos y malos momentos con sus compañeros de cosecha. Nada más acercarse, sintió una extraña perturbación que se fue convirtiendo poco a poco en una irresistible atracción. Era como si algo tirase de él, algo que le hizo atravesar las paredes del torreón y dirigirse hacia una habitación en concreto. El fantasma no podía pensar en nada que no fuera acercarse a la fuente de aquella tentación inexplicable.
La cabeza incorpórea de Willi apareció frente a Ariv, justo al lado de la ventana por la que la sinhadre contemplaba la Luna en aquel momento.
-Hola... -la saludó el fantasma justo antes de atravesar por completo la pared y plantarse frente a ella-. No sé por qué estoy aquí, pero aquí estoy. ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? Parece que te pican los ojos, yo sé mucho de eso, ¿quieres que te ayude?
Las preguntas le salían solas al fantasmal muchacho, que pronto se encontró mirando a la niña fijamente a los ojos. Se sentía extraño al hacerlo, era como si algo se agitase en su interior cuando los contemplaba.
La cabeza incorpórea de Willi apareció frente a Ariv, justo al lado de la ventana por la que la sinhadre contemplaba la Luna en aquel momento.
-Hola... -la saludó el fantasma justo antes de atravesar por completo la pared y plantarse frente a ella-. No sé por qué estoy aquí, pero aquí estoy. ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? Parece que te pican los ojos, yo sé mucho de eso, ¿quieres que te ayude?
Las preguntas le salían solas al fantasmal muchacho, que pronto se encontró mirando a la niña fijamente a los ojos. Se sentía extraño al hacerlo, era como si algo se agitase en su interior cuando los contemplaba.
- Xana
Ficha de cosechado
Nombre: Ariv
Especie: Sinhadre
Habilidades: Memoria, reflejos, orientación.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
21/06/13, 07:34 pm
Ariv gritó al ver a aquel muchacho frente a ella. Jamás lo había visto. No esperaba que ningún desconocido se le apareciera de repente… Y más si eran como aquel.
Un chico incorpóreo. Como en su sueño. Eso sólo podía significar una cosa. Tal vez, las conclusiones que había sacado de su pesadilla no eran del todo acertadas… A lo mejor no eran sus compañeros de torreón los que morían. Ya no estaba segura de nada, sólo de que algo le estaba sucediendo, y no era agradable. En ese momento, escuchó que el chico le hacía preguntas. No tenía muchas ganas de responder. Sin embargo, cuando oyó que le ofrecía ayuda, la niña no se lo pensó dos veces.
—¡Ariv! —respondió, asustada—. Vengo… ¡vengo de muy lejos! ¡Ayúdame, por favor! ¡No sé qué me pasa!
El dolor era cada vez más intenso. Volvió a frotarse los ojos. Si aquel muchacho podía aliviarla un poco, sería estupendo. Quizás sus respuestas también consiguieran mitigar un poco su miedo.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
21/06/13, 07:53 pm
A lo largo de las siguientes semanas el grupo fue ganando unidad, y la convivencia se hizo mas llevadera. La defensa del torreón mantuvo bastante ocupado a Saren, ya que el norteño añadió al escudo de Shiz algunas detalles de su invención. Por otra parte, el puente de entrada al torreón le consumió bastantes horas de su tiempo. El idrino dedicó varios días a buscar materiales con los que arreglarlo, pero el implacable rapiñeo del foner rojo había dejado las inmediaciones de Maciel secas de chatarra, y pasaron muchos días de búsquedas infructuosas antes de que lograra encontrar una cadena que pudiera sustituir la que estaba estropeada. Esta en cuestión estaba cubierta de óxido, por lo que tuvo que dedicar todo un día a limpiarla y engrasarla, perdiendo otro mas en adecentar el mecanismo que accionaba el puente. Cuando todo estuvo listo y el idrino comprobó que el mecanismo funcionaba correctamente, estuvo a punto de ponerse a bailar de alegría, satisfecho con el trabajo bien hecho.
Las relaciones con sus compañeros de criba ganaron en confianza, y poco a poco Saren fue sinténdose mas cómodo con ellos. Entrenó bastante con K en el uso de su hacha, y aunque el norteño era resistente y aguantaba bien los golpes, le costaba bastante seguir a la libense. También ayudo a sus compañeros en todo lo que pudo, y cuando K le pidió ayuda para fabricar unos dardos, ingenió unos con ayuda de unos huesos afilados, un poco de metal para darles peso y unas plumas para darles estabilidad. Siguió estudiando magia y cocinando para sus compañeros, y participo en varias de las salidas a la ciudad y las visitas a Letargo, aunque se abstuvo de visitar la base de operaciones de RR, ahorrándose el tener que ver a Timmy. En las visitas a Letargo conoció un poco mas a sus vecinos, presentándose a los que aun le eran desconocidos y manteniendo conversaciones interesantes con varios de ellos. Así cogió confianza con Pablo y con el pequeño repoblador que al parecer había adoptado el nombre que le dio tiempo atrás, Tap.
El dos días que RR pasó encerrado superando su adicción fueron algo sombríos para los habitantes de Maciel. Oír los gritos del foner sin poder hacer nada para ayudarle era bastante angustioso, y cuando por fin salio de aquella habitación completamente demacrado, el norteño no pudo menos que admirarle en silencio y ofrecerle un buen plato de comida, plato del que el pelirrojo dio buena cuenta.
Las semanas siguieron sucediéndose, y el norteño empezó a notar que el entrenamiento con la libense daba sus frutos; ya no era tan fácil alcanzarle, y de vez en cuando le devolvía uno de sus golpes a K, y aunque esto no ocurría con toda la frecuencia que desearía, el chico estaba satisfecho con sus progresos. Por otra parte no se volvió a repetir aquel día de lluvia, lo que Saren echó en falta durante todo aquel tiempo. El idrino echaba de menos la nieve de su tierra, y en mas de una ocasión se quedó abstraído observando el cielo, deseando con todas sus fuerzas que el día siguiente amaneciera nevado, cosa que nunca sucedió.
Estaba en uno de esos momentos de esparcimiento, apoyado en la ventana de su cuarto, cuando un destello rojo llamó su atención, haciéndole desviar la mirada hacia el horizonte. El tan mencionado Luna estaba haciendo acto de presencia, y la etérea belleza del astro rojo atrapó la atención del norteño, distrayéndole durante unos instantes.
Saren rompió el contacto visual con al Luna Roja al notar un tacto extraño bajo su mano. El chico miró confuso el plumaje negro que estaba empezando a aparecer sobre su cuerpo, como si de una segunda piel se tratara, pero apenas pudo pensar en ello porque los gritos de sus compañeros, que empezaron a hacerse eco en todo el torreón, atrajeron toda su atención. La evidente ausencia de molestias o dolores ante el fenómeno de su nuevo plumaje hizo que el norteño apartara el asunto de su mente por el momento, priorizando el ayudar a sus compañeros en su lista de tareas. Salió de la habitación como una exhalación, dirigiéndose hacia la azotea, donde Wintel parecía estar agonizando, cruzándose con Bran por el camino. El panorama que se encontró allí dejo paralizado al chico unos instantes, lo suficiente como para asimilar el estado del nublino y la aparente quietud del foner rojo.
Se apresuró a agacharse junto a Wintel, comprobando su estado con urgencia. El nublino había perdido aparentemente todo el cabello de su cuerpo, que se esparcía por el suelo rodeandole, y algo pugnaba por salir de su espalda, rasgándole la piel. Saren levantó la cabeza buscando a RR, que aun seguía en la misma postura.
-Haz el favor de moverte, camarada -le increpó con tono impaciente-. Me parece muy bien que la jodida Luna simpatice con tu casta de rojos, pero no es momento para quedarse mirándola como un pasmado, ayúdame a bajarle al salón. Si vamos a tener que correr por todo el torreón para ayudar a nuestros compañeros, sería inteligente ir juntandoles a todos en el mismo sitio, ¿no te parece? -le pregunto, empezando a levantar al nublino, echándose uno de sus brazos sobre los hombros.
Las relaciones con sus compañeros de criba ganaron en confianza, y poco a poco Saren fue sinténdose mas cómodo con ellos. Entrenó bastante con K en el uso de su hacha, y aunque el norteño era resistente y aguantaba bien los golpes, le costaba bastante seguir a la libense. También ayudo a sus compañeros en todo lo que pudo, y cuando K le pidió ayuda para fabricar unos dardos, ingenió unos con ayuda de unos huesos afilados, un poco de metal para darles peso y unas plumas para darles estabilidad. Siguió estudiando magia y cocinando para sus compañeros, y participo en varias de las salidas a la ciudad y las visitas a Letargo, aunque se abstuvo de visitar la base de operaciones de RR, ahorrándose el tener que ver a Timmy. En las visitas a Letargo conoció un poco mas a sus vecinos, presentándose a los que aun le eran desconocidos y manteniendo conversaciones interesantes con varios de ellos. Así cogió confianza con Pablo y con el pequeño repoblador que al parecer había adoptado el nombre que le dio tiempo atrás, Tap.
El dos días que RR pasó encerrado superando su adicción fueron algo sombríos para los habitantes de Maciel. Oír los gritos del foner sin poder hacer nada para ayudarle era bastante angustioso, y cuando por fin salio de aquella habitación completamente demacrado, el norteño no pudo menos que admirarle en silencio y ofrecerle un buen plato de comida, plato del que el pelirrojo dio buena cuenta.
Las semanas siguieron sucediéndose, y el norteño empezó a notar que el entrenamiento con la libense daba sus frutos; ya no era tan fácil alcanzarle, y de vez en cuando le devolvía uno de sus golpes a K, y aunque esto no ocurría con toda la frecuencia que desearía, el chico estaba satisfecho con sus progresos. Por otra parte no se volvió a repetir aquel día de lluvia, lo que Saren echó en falta durante todo aquel tiempo. El idrino echaba de menos la nieve de su tierra, y en mas de una ocasión se quedó abstraído observando el cielo, deseando con todas sus fuerzas que el día siguiente amaneciera nevado, cosa que nunca sucedió.
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Estaba en uno de esos momentos de esparcimiento, apoyado en la ventana de su cuarto, cuando un destello rojo llamó su atención, haciéndole desviar la mirada hacia el horizonte. El tan mencionado Luna estaba haciendo acto de presencia, y la etérea belleza del astro rojo atrapó la atención del norteño, distrayéndole durante unos instantes.
Saren rompió el contacto visual con al Luna Roja al notar un tacto extraño bajo su mano. El chico miró confuso el plumaje negro que estaba empezando a aparecer sobre su cuerpo, como si de una segunda piel se tratara, pero apenas pudo pensar en ello porque los gritos de sus compañeros, que empezaron a hacerse eco en todo el torreón, atrajeron toda su atención. La evidente ausencia de molestias o dolores ante el fenómeno de su nuevo plumaje hizo que el norteño apartara el asunto de su mente por el momento, priorizando el ayudar a sus compañeros en su lista de tareas. Salió de la habitación como una exhalación, dirigiéndose hacia la azotea, donde Wintel parecía estar agonizando, cruzándose con Bran por el camino. El panorama que se encontró allí dejo paralizado al chico unos instantes, lo suficiente como para asimilar el estado del nublino y la aparente quietud del foner rojo.
Se apresuró a agacharse junto a Wintel, comprobando su estado con urgencia. El nublino había perdido aparentemente todo el cabello de su cuerpo, que se esparcía por el suelo rodeandole, y algo pugnaba por salir de su espalda, rasgándole la piel. Saren levantó la cabeza buscando a RR, que aun seguía en la misma postura.
-Haz el favor de moverte, camarada -le increpó con tono impaciente-. Me parece muy bien que la jodida Luna simpatice con tu casta de rojos, pero no es momento para quedarse mirándola como un pasmado, ayúdame a bajarle al salón. Si vamos a tener que correr por todo el torreón para ayudar a nuestros compañeros, sería inteligente ir juntandoles a todos en el mismo sitio, ¿no te parece? -le pregunto, empezando a levantar al nublino, echándose uno de sus brazos sobre los hombros.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
21/06/13, 07:56 pm
Karime vió sonriente como sus compañeros se alegraban de que ella se quedara, incluso recibió un abrazo de Ariv y un presente de Saren, el cual aceptó con un “Perfecto, combina con mi ojo.” Y una sonrisa. Parecía que de ahí en adelante todo iba a ir mejor y así fue. Ese mismo día Shizel fue a informar a RR de la decisión que habían tomado. Karime, al enterarse de todo, se sintió decepcionada con Timmy, el cual los había engañado a todos, y no quiso participar en la particular cruzada de RR. Si se cruzaba con un sendario le plantaría cara, pero no quería declararles la guerra, la líbense prefería gastar su tiempo en volver a ser la guerrera que era antes. Tenía que acostumbrarse a la pérdida de su ojo y no iba a cejar en el empeño de recuperar su toque con el arco.
Durante los días siguientes, las relaciones con sus compañeros se hicieron más fuertes: se ayudaban y bromeaban, aunque todos parecían estar ocupados en alguna tarea siempre. Karime, por ejemplo, se pasaba los días entrenando en el patio, ayudando y siendo ayudada por quien lo requiriera, y el tiempo que pasaba dentro del torreón lo hacía imaginándose dianas imaginarias a las que intentaba acertar con los dardos que Saren le había ayudado a fabricar.
Aunque las relaciones con la mayoría se habían fortalecido, con algunos de sus compañeros había sido difícil y con otros, rechazada. Karime había intentado hablar más con Wintel y agradecerle las plumas y lo que simbolizaban, pero resultaba difícil dado su retraimiento. Por otro lado, la líbense había pasado a ignorar olímpicamente a Aleksei y todo lo que este hiciera, ya que no parecía arrepentido de haberlos abandonado. También habían visitado algunas veces a los letarguinos, tras la primera de las cuales Karime había salido bastante contenta ya que no le había decepcionado la reacción de Alder ante su falta de ojo.
El día de la lluvia, Karime había decidido enterrar el ojo malherido que, gracias a sus compañeros, se encontraba en un bote de cristal. Enterrarlo era su forma de homenajear lo que representaba: la valentía, el compañerismo y la cabezonería de no dejar nunca de luchar. Aunque realmente se trataba de una tontería, Karime quería hacerlo y sus compañeros no pusieron impedimento alguno en que, ese mismo día de lluvia, la líbense fuera al rio que se encontraba muy cerca del torreón a enterrarlo. El rio, con la lluvia, le había parecido un lugar precioso y puso todo su empeño en enterrar bien hondo el ojo en la linde del rio para que la erosión no se lo llevara. Cuando terminó, miró de nuevo el rio y un movimiento captó su atención: una serpiente alada gigante reptaba sobre el agua rio abajo. Aunque la líbense se puso alerta enseguida, no pudo dejar de apreciar la magnificencia de aquel ser: medía unos diez metros y era completamente negra a excepción de las alas, que eran grises. Karime se quedó ahí quieta hasta que perdió de vista a la serpiente y luego puso rumbo al torreón.
Los días pasaron casi tranquilos, entre idas y venidas a la guarida de RR, entrenamientos y demás actividades una vez el pelirrojo volvió. Parecía que la vida se iba a convertir en rutina en ese torreón, hasta que el día llegó.
Karime se encontraba recostada perezosamente en un sillón, con una perna apoyada en el suelo y otra colgando del reposabrazos, mientras lanzaba dardos a la diana imaginaria de la pared, que eran recogidos por la magia de DL, ya que Karime lo había convencido de ello con un “Así los dos practicamos, que yo perdono, pero no olvido, ¿eh, Tirachinas?” En ese momento, Wintel gritó en el piso superior y, inmediatamente, DL intentó levantarse para caer enseguida al suelo como un fardo.
- ¡Wintel! ¡DL! ¿qué te pasa?- preguntó alarmada sonando más ronca que de normal. Muchas cosas extrañas solían pasar en Rocavarancolia, pero que un compañero pareciera de repente libre de esqueleto no era una de ellas. Karime se aclaró la voz antes de volver a hablar de nuevo, en vano.- ¿Qué pasa, DL?- preguntó más roncamente que antes. Sus palabras comenzaban a no entenderse y, de repente, vió su mano, aun con un dardo en ella, llenándose a velocidad alarmante de vello negro como su cabello.- ¿¡Qué me está pasando!?- se preguntó, aunque lo más probable era que DL solo hubiera entendido tres palabras entre gruñidos.
La líbense no tardó en agacharse a recoger a DL y subirlo de nuevo al sofá donde lo recostó. La postura, levemente incomoda de normal, de repente le resultó increíblemente agradable. Intentó enderezarse, pero su postura habitual le resultaba en ese momento molesta y le producía leves dolores en la columna.
- ¿Soy un animal?- gruñó más que preguntó y en seguida oyó los gritos de Branniel coreando los de Wintel.
La líbense tenía que hacer algo. Ella sola no podía curar a DL y sus manos peludas estaban a punto de tocar el suelo. Había oído a Branniel, a Wintel y a RR, pero todavía no sabía nada de Shizel ni de…
- Ariv.- gruñó.- DL, llama a Shizel y a Saren, algún tipo de magia podrá curarte. Yo voy a ver dónde está Ariv.- dijo, aunque DL solo pudo oir una sucesión de gruñidos con acento líbense.
Karime se encorvó algo más hasta encontrar su comodidad y subió corriendo a su habitación en busca de su amiga, llamándola a gritos que se volvían gruñidos al no ser capaz de articular. Cuando entró a la habitación donde había dormido junto con Ariv todo el tiempo que llevaban ahí, la encontró recostada en la cama, hablando con la cabeza de un fantasma que salía de la pared y mirando por la ventana. Entonces la luz roja lo iluminó todo y Karime no pudo más que observarla embelesada. Ese astro estaba haciendo que sus compañeros gritaran, hablaran con fantasmas y perdieran los huesos, estaba haciendo que a ella le creciera pelo, se encorvara y no pudiera hablar; pero, teniéndola de esa manera delante, la líbense le hubiera dado la vida. Era la visión más hermosa que había visto jamás.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
21/06/13, 08:19 pm
Cuando Saren puso un pie en la última planta del torreón, las estirges habían comenzado a revolucionarse. Frenéticos aleteos y graznidos inundaron la estancia. Mientras el idrino intentaba levantar a Wintel, media docena de estos pájaros se lanzaron hacia él y revolotearon a su alrededor, clavando sus afilados picos y garras en su cabeza o brazos si el norteño intentaba cubrirse. Aquella planta era un completo caos de plumas negras e irritados graznidos que parecían estar dirigidos exclusiamente al idrino.
Y mientras sucedía esto, otros animales habían empezado a congregarse en la misma azotea. De entre los restos de la ballena y agujeros en las paredes, surgieron un puñado de ratas y ratones que habitaban clandestinamente Maciel. Los roedores, en cambio, no tenían interés en Saren como las estirges. Se congregaron en torno a RR emitiendo sus agudos chillidos que enseguida se sumaron al caos sonoro producido por los animales. Algunos intentaron reptar por las piernas de RR y el foner recibió algún que otro mordisco ratonil.
Y fuera las cosas no estaban precisamente más tranquilas. Varias docenas de colaespinas se habían ido desplazando desde sus refugios hacia el torreón y ahora rodeaban Maciel intentando buscar la forma de sortear el foso. Algún imprudente colaespina ya había acabado en el fondo de este intentando saltar al otro lado. La vista desde arriba daría la impresión de que los colaespinas estaban sitiando el torreón y se podía ver como constantemente alzaban sus cabezas hacia arriba mientras gruñían.
Y mientras sucedía esto, otros animales habían empezado a congregarse en la misma azotea. De entre los restos de la ballena y agujeros en las paredes, surgieron un puñado de ratas y ratones que habitaban clandestinamente Maciel. Los roedores, en cambio, no tenían interés en Saren como las estirges. Se congregaron en torno a RR emitiendo sus agudos chillidos que enseguida se sumaron al caos sonoro producido por los animales. Algunos intentaron reptar por las piernas de RR y el foner recibió algún que otro mordisco ratonil.
Y fuera las cosas no estaban precisamente más tranquilas. Varias docenas de colaespinas se habían ido desplazando desde sus refugios hacia el torreón y ahora rodeaban Maciel intentando buscar la forma de sortear el foso. Algún imprudente colaespina ya había acabado en el fondo de este intentando saltar al otro lado. La vista desde arriba daría la impresión de que los colaespinas estaban sitiando el torreón y se podía ver como constantemente alzaban sus cabezas hacia arriba mientras gruñían.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
21/06/13, 08:35 pm
Todo aquello era un caos, gritos, movimiento y el sin poder moverse, ni siquiera fue capaz de ponerse completamente en piel cuando su otra pierna decidió perder también la capacidad de mantenerse unida a su pelvis y cayo de bruces de nuevo al suelo. No sentía dolor alguno pero sus extremidades y sus huesos en general parecían querer dejar formar parte de un todo convirtiéndolo en una maldita marioneta sin hilos- ¡Joder, maldita luna! -maldijo teniendo que ser ayudado por Karime para subirse al sofá, la cual para su sorpresa y algo de susto empezaba encorvarse mas y mas, con pelo creciéndole en las manos y hablándole entre gruñidos inentendibles. No capto del todo lo que le dijo, solo entendiendo un "llamar Shizel....Saren" y un "Ariv" alarmado antes de verla correr en esa extraña postura encorvada hacia el piso de arriba.
-¿Y como leches lo llamo? ¡No me puedo mover de aquí -exclamo molesto sintiendo como si sus huesos, cada uno de sus putos huesos, quisieran tener vida propia en libertad sin mantenerse unido a ningún otro. Y aunque gritara, sus palabras se verían anuladas por lo gritos de dolor de Wintel y mas en concreto por el tumulto que comenzaba a ocurrir en lo alto del torreón - ¿Que pasa allí arriba? -se pregunto DL incrédulo al escuchar un ruido tan fuerte en lo alto del torreón que incluso desde allí abajo algunas cosas llegaban a oírse. Vio aun con cierta sorpresa varias ratas atravesando el salón y subiendo las escaleras a toda velocidad, sorprendiéndole pues esos bichos apenas se dejaban ver por el torreón.
Intento moverse, necesitaba saber que pasaba y no seguir allí postrado pero apenas había terminado de pensar aquello cuando su muñeca izquierda dejo de responderle con los dedos totalmente en posturas imposibles al igual que su brazo que pronto quedo en una postura, que aunque no le dolía, le estaba causando un verdadero malestar visual. Pronto empezó a notar como todo su cuerpo perdía entereza, como si cada hueso estuviera deformándose y separándose de los demás, postrado sobre el sofá como estaba, igual que un muñeco sin vida, ni siquiera tenia capacidad apenas para mantener la postura erguida.
-No...no...ya para -murmuro asustado al notar como cada vez perdía mas y mas su fisonomía humana pareciéndose cada vez mas a un cuerpo deformado con una mutación extraña, en donde ninguna articulación se mantenía correctamente en su lugar.
Horrorizado solo con verse de aquella forma, totalmente espantado ante la posibilidad de que aquella condenada luna lo dejara así, prácticamente como si fuese un vegetal que balanceaba sus brazos como si fueran látigos de goma con huesos dentro. Incluso el intentar moverse y mantener cierto control de su cuerpo le era difícil, sus músculos respondía pero sus huesos estaban totalmente descuajaringados, dándole a su cuerpo posturas imposibles y que probablemente ni el humano mas flexible podría conseguir. "Puta luna...no quiero quedarme asi por los restos, ¡Para ya esto!"
-¿Y como leches lo llamo? ¡No me puedo mover de aquí -exclamo molesto sintiendo como si sus huesos, cada uno de sus putos huesos, quisieran tener vida propia en libertad sin mantenerse unido a ningún otro. Y aunque gritara, sus palabras se verían anuladas por lo gritos de dolor de Wintel y mas en concreto por el tumulto que comenzaba a ocurrir en lo alto del torreón - ¿Que pasa allí arriba? -se pregunto DL incrédulo al escuchar un ruido tan fuerte en lo alto del torreón que incluso desde allí abajo algunas cosas llegaban a oírse. Vio aun con cierta sorpresa varias ratas atravesando el salón y subiendo las escaleras a toda velocidad, sorprendiéndole pues esos bichos apenas se dejaban ver por el torreón.
Intento moverse, necesitaba saber que pasaba y no seguir allí postrado pero apenas había terminado de pensar aquello cuando su muñeca izquierda dejo de responderle con los dedos totalmente en posturas imposibles al igual que su brazo que pronto quedo en una postura, que aunque no le dolía, le estaba causando un verdadero malestar visual. Pronto empezó a notar como todo su cuerpo perdía entereza, como si cada hueso estuviera deformándose y separándose de los demás, postrado sobre el sofá como estaba, igual que un muñeco sin vida, ni siquiera tenia capacidad apenas para mantener la postura erguida.
-No...no...ya para -murmuro asustado al notar como cada vez perdía mas y mas su fisonomía humana pareciéndose cada vez mas a un cuerpo deformado con una mutación extraña, en donde ninguna articulación se mantenía correctamente en su lugar.
Horrorizado solo con verse de aquella forma, totalmente espantado ante la posibilidad de que aquella condenada luna lo dejara así, prácticamente como si fuese un vegetal que balanceaba sus brazos como si fueran látigos de goma con huesos dentro. Incluso el intentar moverse y mantener cierto control de su cuerpo le era difícil, sus músculos respondía pero sus huesos estaban totalmente descuajaringados, dándole a su cuerpo posturas imposibles y que probablemente ni el humano mas flexible podría conseguir. "Puta luna...no quiero quedarme asi por los restos, ¡Para ya esto!"
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
21/06/13, 09:05 pm
Wili parpadeó varias veces, como procesando lo que le había dicho la sinhadre antes de volver a hablar.
-¡Sí, claro, te ayudaré!
El fantasma comenzó a realizar unos gestos que probablemente eran familiares para la niña. Utilizó una variante del hechizo vigorizante para eliminar el picor de los ojos de la niña. Ariv sintió sin duda un alivio inmediato aunque el picor no se desvaneció por completo.
-Mmmm... Juraría haber imprimido más poder en ese hechizo -murmuró el fantasma mirándose las manos-. Deja que lo intente otra vez...
En ese momento llegó Karime y Willi la saludó distraídamente, su atención completamente puesta en Ariv.
-No sale -volvió a decir de pronto el incorpóreo-. ¿Por qué no me sale el hechizo? Lo siento, Ariv... Creo que no puedo ayudarte más con eso.
A continuación el fantasma siguió mirando a la niña fijamente a los ojos sin tener intención de moverse de allí.
Pero no parecía ser el único visitante traslúcido de Ariv aquella noche. Al cabo de unos segundos otras dos presencias incorpóreas entraron en la habitación. Una era el fantasma de una varmana que preguntó qué estaba haciendo allí y acto seguido se sentó en la cama para mirar a la sinhadre sin volver a abrir la boca.
El otro fantasma tenía la apariencia de un simio vestido con una especie de túnica y unos pantalones anchos. Observó con desconfianza toda la habitación, aunque sin dejar de mirar a Ariv de reojo cada tanto.
-Vosotros lo habéis querido invocando mi presencia -habló el fantasma del mono en un tono que intentaba sonar ameanzante pero fracasando estrepitosamente-. Dadme vuestros nombres. Dádmelos ya o lo lamentaréis.
-¡Sí, claro, te ayudaré!
El fantasma comenzó a realizar unos gestos que probablemente eran familiares para la niña. Utilizó una variante del hechizo vigorizante para eliminar el picor de los ojos de la niña. Ariv sintió sin duda un alivio inmediato aunque el picor no se desvaneció por completo.
-Mmmm... Juraría haber imprimido más poder en ese hechizo -murmuró el fantasma mirándose las manos-. Deja que lo intente otra vez...
En ese momento llegó Karime y Willi la saludó distraídamente, su atención completamente puesta en Ariv.
-No sale -volvió a decir de pronto el incorpóreo-. ¿Por qué no me sale el hechizo? Lo siento, Ariv... Creo que no puedo ayudarte más con eso.
A continuación el fantasma siguió mirando a la niña fijamente a los ojos sin tener intención de moverse de allí.
Pero no parecía ser el único visitante traslúcido de Ariv aquella noche. Al cabo de unos segundos otras dos presencias incorpóreas entraron en la habitación. Una era el fantasma de una varmana que preguntó qué estaba haciendo allí y acto seguido se sentó en la cama para mirar a la sinhadre sin volver a abrir la boca.
El otro fantasma tenía la apariencia de un simio vestido con una especie de túnica y unos pantalones anchos. Observó con desconfianza toda la habitación, aunque sin dejar de mirar a Ariv de reojo cada tanto.
-Vosotros lo habéis querido invocando mi presencia -habló el fantasma del mono en un tono que intentaba sonar ameanzante pero fracasando estrepitosamente-. Dadme vuestros nombres. Dádmelos ya o lo lamentaréis.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
21/06/13, 09:11 pm
A pesar de estar tapándome los oídos no dejaba de escuchar la risa de la mujer. Vi a una Karime cada vez más peluda y encorvada dejar a DL en el sofá y decir-gruñir algo, para a continuación irse a la planta superior, mientras lo único que yo podía hacer era recorcerme por el suelo. Intentando controlarme un poco, me puse gatas, temblando, mientras miraba a la Luna. «No era esto lo que debías traer, tus dones no deberían consistir en dolor para todos». Conseguí levantarme mientras gemía por el dolor de mis huesos y articulaciones. Nuevamente me miré las manos, que seguían con esas heridas, y con el líquido negro saliendo de ellas.
Me acerqué a DL sin parar de quejarme, hasta que pude verlo. Su aspecto era horrible: sus huesos parecían haberse soltado de cualquier otros y moverse libremente por su cuerpo, lo cual le quitaba cualquier forma mínimamente humana. Sólo los huesos del cráneo seguían en su sitio, protegiendo su cabeza, porque ni siquiera su mandíbula estaba bien colocada.
—DL, qué... —volví a soltar un gemido al notar un pico de dolor en los codos—. Qué te ha pasado. Cómo... —le acerqué la mano, sin saber bien para qué, pero la alejé con rapidez antes de que el líquido negro pudiese mojarlo, pues no sabía si era venenoso. Volví a sisear de dolor, mientras miraba a aquella masa informe—. No era esto lo que debía pasar, no... —se me cortó la voz por el dolor, mientras mi vista se fijaba en el líquido negro que mis manos expulsaban. No sabía en qué me transformaría, pero no parecía que fuese a ser una criatura agradable—. No sé qué hacer, esto es un caos. Si necesitas algo... —ante mis palabras, no pude dejar de mezclar un gemido de dolor con una risita algo histérica. «Pedazo de cazurro, tiene los huesos descuajaringados, hasta la mandíbula, ¿en serio crees que te va a decir algo?»—.
Me acerqué a DL sin parar de quejarme, hasta que pude verlo. Su aspecto era horrible: sus huesos parecían haberse soltado de cualquier otros y moverse libremente por su cuerpo, lo cual le quitaba cualquier forma mínimamente humana. Sólo los huesos del cráneo seguían en su sitio, protegiendo su cabeza, porque ni siquiera su mandíbula estaba bien colocada.
—DL, qué... —volví a soltar un gemido al notar un pico de dolor en los codos—. Qué te ha pasado. Cómo... —le acerqué la mano, sin saber bien para qué, pero la alejé con rapidez antes de que el líquido negro pudiese mojarlo, pues no sabía si era venenoso. Volví a sisear de dolor, mientras miraba a aquella masa informe—. No era esto lo que debía pasar, no... —se me cortó la voz por el dolor, mientras mi vista se fijaba en el líquido negro que mis manos expulsaban. No sabía en qué me transformaría, pero no parecía que fuese a ser una criatura agradable—. No sé qué hacer, esto es un caos. Si necesitas algo... —ante mis palabras, no pude dejar de mezclar un gemido de dolor con una risita algo histérica. «Pedazo de cazurro, tiene los huesos descuajaringados, hasta la mandíbula, ¿en serio crees que te va a decir algo?»—.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 01:44 am
"No", pensó Shizel desesperado. "No ahora, necesitábamos más tiempo..."
Habían aplazado el problema de la Luna Roja, y ahora estaban pagando caro su error. El gran astro rojo pendía de las alturas como riéndose de él, y a sus espaldas sus compañeros gritaban.
Shizel se levantó de un salto. El mero movimiento le costó más de lo habitual, pero lo atribuyó a que había estado demasiado tiempo en la misma posición. Salió de la habitación con tanta precipitación que el violento portazo que dio chocó contra la pared.
Alcanzó a entrever ratas que correteaban hacia la azotea, pero por una vez no les hizo caso. Subió a todo correr al último piso.
-¡Saren, RR, ¿qué pasa?!- preguntó alarmado nada más llegar a la azotea. Una vez allí vio que ninguno de sus compañeros estaba en condiciones de responder.
Sin perder un segundo trazó un hechizo de impacto en dirección a la bandada de estirges, lo más acertadamente que se atrevió a apuntar sin el riesgo de dañar a Saren, y éstas salieron despedidas en dirección opuesta. Inmediatamente después desplegó un campo de fuerza en torno a la azotea, dejando a lo que creía que era la mayor parte de las estirges fuera.
Notó la locura de las ratas que iban a por RR, y vio el ejército de colaespinas que se estaba agrupando fuera.
"Reflejo...", pensó impresionado. "La ciudad se está volviendo loca."
Convocó una bola de fuego que fue desplegando por el suelo a sus pies para apartar a las ratas de su camino. La mantuvo girando en torno a RR una vez llegó a su lado para proporcionarle un respiro en la medida que era posible.
El estado de Wintel le conmocionó, pero comprendió que Saren ya estaba en ello y que debía ir a echar una mano a los demás.
-Lo dejo en vuestras manos- dijo con la mente trabajando a toda velocidad. A la luz de la Luna Roja todos los presentes parecían tener el cabello tan rojo como el de RR, dándole un tinte extraño a la escena-. Voy a encargarme de los de abajo. Salid de la azotea con Wintel en cuanto podáis, el campo de fuerza no va a durar eternamente.
Acto seguido bajó las escaleras para comprobar los otros pisos. Sentía una pesadez extraña en el cuerpo, y en algún momento perdió la coordinación y creyó que iba a caerse por las escaleras. Iba a comprobar a continuación los dormitorios, pero una serie de gritos provenientes del salón atrajeron su atención y Shizel decidió que tenían prioridad.
Allí le esperaba una escena dantesca. Shizel se puso blanco como la cal cuando vio la antinatural posición en la que estaba DL. Un golpe igual de malo fue descubrir de dónde procedía la sustancia negruzca que manchaba el suelo.
Acortó la distancia que le quedaba a tal velocidad que le pareció que volaba, y se puso a trabajar durante lo que le parecieron horas.
Ver a un amigo prácticamente desmontándose por dentro y a otro prácticamente incapaz de hablar por el dolor fue demasiado para el idrino, porque nada de lo que hacía daba resultado. Los cortes de las manos de Branniel se reabrían cada vez que él lanzaba un hechizo de curación, y los ensalmos de traslocación que aplicaba con rapidez mecánica a DL, aunque funcionaban, no daban ningún resultado pues los huesos que desplazaba a su sitio se apresuraban a volver a su posición informe, empeñándose en seguir dislocándose. Shizel tenía ganas de llorar de rabia.
Sentía los dedos cada vez más entumecidos, pero no les hizo caso hasta que cierta vez se notó ya incapaz de moverlos. Fue cuando bajó la vista para mirar sus manos cuando Shizel se dio cuenta de que le cubría una fina capa de escarcha. Por más que trató de retirarla el hielo seguía creciendo como si naciese de su propia piel.
-¿Qué me está pasando?- susurró con una nota de pánico en la voz. La voz le temblaba, y se dio cuenta de que estaba tiritando de frío.
"No, no, no, no, no...¡Basta! ¡No quiero cambiar!"
La mente de Shizel había cambiado a circuito de pánico, y éste fue a más cuando se dio cuenta de que no era capaz de levantarse de nuevo. La rigidez se extendió a más partes de su cuerpo, y poco a poco notó que incluso su cara perdía movimiento.
"No me puedo mover. ¡No me puedo mover!", pensó aterrado. El hielo iba a seguir creciendo a su alrededor como la prisión del sueño, y no saldría de allí. Jamás.
Se descubrió incapaz de hablar o de moverse en absoluto, como un muñeco desmadejado apoyado en el suelo y el sofá, pero sus ojos azules hablaban por sí solos.
"Ayuda."
Habían aplazado el problema de la Luna Roja, y ahora estaban pagando caro su error. El gran astro rojo pendía de las alturas como riéndose de él, y a sus espaldas sus compañeros gritaban.
Shizel se levantó de un salto. El mero movimiento le costó más de lo habitual, pero lo atribuyó a que había estado demasiado tiempo en la misma posición. Salió de la habitación con tanta precipitación que el violento portazo que dio chocó contra la pared.
Alcanzó a entrever ratas que correteaban hacia la azotea, pero por una vez no les hizo caso. Subió a todo correr al último piso.
-¡Saren, RR, ¿qué pasa?!- preguntó alarmado nada más llegar a la azotea. Una vez allí vio que ninguno de sus compañeros estaba en condiciones de responder.
Sin perder un segundo trazó un hechizo de impacto en dirección a la bandada de estirges, lo más acertadamente que se atrevió a apuntar sin el riesgo de dañar a Saren, y éstas salieron despedidas en dirección opuesta. Inmediatamente después desplegó un campo de fuerza en torno a la azotea, dejando a lo que creía que era la mayor parte de las estirges fuera.
Notó la locura de las ratas que iban a por RR, y vio el ejército de colaespinas que se estaba agrupando fuera.
"Reflejo...", pensó impresionado. "La ciudad se está volviendo loca."
Convocó una bola de fuego que fue desplegando por el suelo a sus pies para apartar a las ratas de su camino. La mantuvo girando en torno a RR una vez llegó a su lado para proporcionarle un respiro en la medida que era posible.
El estado de Wintel le conmocionó, pero comprendió que Saren ya estaba en ello y que debía ir a echar una mano a los demás.
-Lo dejo en vuestras manos- dijo con la mente trabajando a toda velocidad. A la luz de la Luna Roja todos los presentes parecían tener el cabello tan rojo como el de RR, dándole un tinte extraño a la escena-. Voy a encargarme de los de abajo. Salid de la azotea con Wintel en cuanto podáis, el campo de fuerza no va a durar eternamente.
Acto seguido bajó las escaleras para comprobar los otros pisos. Sentía una pesadez extraña en el cuerpo, y en algún momento perdió la coordinación y creyó que iba a caerse por las escaleras. Iba a comprobar a continuación los dormitorios, pero una serie de gritos provenientes del salón atrajeron su atención y Shizel decidió que tenían prioridad.
Allí le esperaba una escena dantesca. Shizel se puso blanco como la cal cuando vio la antinatural posición en la que estaba DL. Un golpe igual de malo fue descubrir de dónde procedía la sustancia negruzca que manchaba el suelo.
Acortó la distancia que le quedaba a tal velocidad que le pareció que volaba, y se puso a trabajar durante lo que le parecieron horas.
Ver a un amigo prácticamente desmontándose por dentro y a otro prácticamente incapaz de hablar por el dolor fue demasiado para el idrino, porque nada de lo que hacía daba resultado. Los cortes de las manos de Branniel se reabrían cada vez que él lanzaba un hechizo de curación, y los ensalmos de traslocación que aplicaba con rapidez mecánica a DL, aunque funcionaban, no daban ningún resultado pues los huesos que desplazaba a su sitio se apresuraban a volver a su posición informe, empeñándose en seguir dislocándose. Shizel tenía ganas de llorar de rabia.
Sentía los dedos cada vez más entumecidos, pero no les hizo caso hasta que cierta vez se notó ya incapaz de moverlos. Fue cuando bajó la vista para mirar sus manos cuando Shizel se dio cuenta de que le cubría una fina capa de escarcha. Por más que trató de retirarla el hielo seguía creciendo como si naciese de su propia piel.
-¿Qué me está pasando?- susurró con una nota de pánico en la voz. La voz le temblaba, y se dio cuenta de que estaba tiritando de frío.
"No, no, no, no, no...¡Basta! ¡No quiero cambiar!"
La mente de Shizel había cambiado a circuito de pánico, y éste fue a más cuando se dio cuenta de que no era capaz de levantarse de nuevo. La rigidez se extendió a más partes de su cuerpo, y poco a poco notó que incluso su cara perdía movimiento.
"No me puedo mover. ¡No me puedo mover!", pensó aterrado. El hielo iba a seguir creciendo a su alrededor como la prisión del sueño, y no saldría de allí. Jamás.
Se descubrió incapaz de hablar o de moverse en absoluto, como un muñeco desmadejado apoyado en el suelo y el sofá, pero sus ojos azules hablaban por sí solos.
"Ayuda."
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 02:36 am
Aquello era desesperante, y ni siquiera podía quejarse y en voz alta pues hasta su mandíbula se había dislocado. Apenas si pudo mover ligeramente la cabeza cuando vio llegar a Shizel y la cara de horror de este, junto con al frustración que se acumulaba mientras intentaba curarlos a el y Branniel sin éxito. "Mierda no funciona...¿me voy a quedar así por siempre?" pensó el foner asustado por completo moviendo los ojos de un lado a otro nerviosos y asustado viendo como Shizel que intentaba curarlo empezaba ponerse cada vez mas y mas quieto. Pero no pudo darle muchas vueltas al estado de idrino porque su cuerpo, ahora completamente inservible en ese estado, empezó a deshacerse, como si una enorme madeja hubiera comenzado a funcionar sobre su cuerpo.
Empezando por las pies, desmenuzandose bajo la ropa y subiendo por todo su cuerpo comenzó a descomponerse en finas hebras ante lo ojos horrorizados del foner que aunque no sentía dolor alguno, el dolor emocional de ver su cuerpo convirtiéndose en hilitos con apariencia de pierna estaba traumatizandolo. "No...para...¡maldita luna, para!" exclamaba en su mente con toda sus fuerzas, sin que sirviera de anda pues conforme su cuerpo iba deshinchando como si fuese una camisa rota, su mente se quedaba mas y mas en blanco ante el horror de ver su cuerpo desaparecer. No sentía ni una pizca de dolor pero podía sentir el cosquilleo de como su cuerpo cambiaba para convertirse en esa especie de forma creada con hilos trenzados que ahora era sus piernas y torso. DL no lo soporto mas cerrando los ojos con fuerza "Esto es una pesadilla...si lo es...la luna aun no salio, estoy soñando, estoy soñando venga ¡despierta! ¡despierta!" se repetía una y otra vez intentando así salir de aquella maldita escena, notando ese cosquilleo recorriéndole cada fibra del cuerpo, sentía sus pulmones apretándose con fuerza robandole el aire pues sentía el cambio no solo exterior sino interior de alguna forma, diferente, su corazón palpitaba a un ritmo acelerado y temía que en cualquier momento fuese a estallarle. Aquello era surrealista intento concentrarse en otra cosa y no en eso que estaba sufriendo "Que pare ya...pesadilla es una pesadilla pronto despertaras DL" se autoconvencia DL con los ojos fuertes cerrados única parte del cuerpo que podía controlar. No supo cuanto duro aquel cambio, aquel espanto cambio que le había despojado totalmente de su cuerpo, que lo había convertido en un maldita cosa hecha de hilos, pero cuando abrió los ojos. Si se le podía llamar así a lo que ahora era dos rajitas con forma de ojo en una cabeza completamente hecha de hilos fue espantoso para el foner, que sintió que ahora era capaz de moverse a duras penas pero la visión de su cuerpo convertido en una especie de monigote de hilos de tamaño real. A duras penas movió los brazos extraños temblando, aunque dada la situación podría decir que le estaba dando un viento fuerte porque ese cuerpo...ese cuerpo no tenia consistencia apenas.
No era capaz de hablar, lo que antes había sido su boca, lo sentía como una cosa extraña constituida de filamentos delgados con la misma consistencia del resto de su cuerpo y apenas estaba intentando reconocer su cuerpo moviendo aquellos extraños dedos. "Soy....un...¡puto muñeco de hilos!" se grito en su mente, donde quiera que esta estuviese en esos instantes, mientras alzaba aquellos nuevos brazos y se cogía la cabeza con horror, temiendo el deshacerse o que esta se le cayese en cualquier momento intentando descubrir que mas había cambiado. Mientras miraba alrededor con sus nuevos ojos con susto mas al notar que no era el solo el que estaba sufriendo lo horribles estragos de la luna. Sino que Zarket se encontraba prácticamente muriéndose de dolor en el suelo soltando aquella extraña mezcla negra y Shizel parecía mas y mas una estatua de hielo, pero no e dio mayor atención en esos instantes, no por amigo peor el mismo tenia un problema bien gordo...o finito y en cantidad. "A ver...DL respira hondo, ¿pero que digo? ¿¡tengo pulmones siquiera!?espera...no..no pienses en ello, céntrate, tiene que a ver alguna forma de controlar...este...este, muñeco o lo que sea, en lo que te convertiste, si debe haber" se decía una y otra vez con un ataque de nervios e histeria, mientras ese cuerpo se movía apenas controlado por el como si se tratase de un títere que intentaba moverse por si solo con ayuda de un titiritero novato. "Hablar, primero intentar hablar...ah, espera ¿tengo boca?" a duras penas y de forma totalmente descoordinada intentaba mover los brazos par tocarse la cara que no era mas que dos hendiduras por ojos y una por boca. En medio de su inspección no prestaba ciento por ciento atención a SHizel y Branniel que andaban sufriendo cambios también en esos momentos, mas interesado en averiguar como demonios se hablaba en ese cuerpo.
Empezando por las pies, desmenuzandose bajo la ropa y subiendo por todo su cuerpo comenzó a descomponerse en finas hebras ante lo ojos horrorizados del foner que aunque no sentía dolor alguno, el dolor emocional de ver su cuerpo convirtiéndose en hilitos con apariencia de pierna estaba traumatizandolo. "No...para...¡maldita luna, para!" exclamaba en su mente con toda sus fuerzas, sin que sirviera de anda pues conforme su cuerpo iba deshinchando como si fuese una camisa rota, su mente se quedaba mas y mas en blanco ante el horror de ver su cuerpo desaparecer. No sentía ni una pizca de dolor pero podía sentir el cosquilleo de como su cuerpo cambiaba para convertirse en esa especie de forma creada con hilos trenzados que ahora era sus piernas y torso. DL no lo soporto mas cerrando los ojos con fuerza "Esto es una pesadilla...si lo es...la luna aun no salio, estoy soñando, estoy soñando venga ¡despierta! ¡despierta!" se repetía una y otra vez intentando así salir de aquella maldita escena, notando ese cosquilleo recorriéndole cada fibra del cuerpo, sentía sus pulmones apretándose con fuerza robandole el aire pues sentía el cambio no solo exterior sino interior de alguna forma, diferente, su corazón palpitaba a un ritmo acelerado y temía que en cualquier momento fuese a estallarle. Aquello era surrealista intento concentrarse en otra cosa y no en eso que estaba sufriendo "Que pare ya...pesadilla es una pesadilla pronto despertaras DL" se autoconvencia DL con los ojos fuertes cerrados única parte del cuerpo que podía controlar. No supo cuanto duro aquel cambio, aquel espanto cambio que le había despojado totalmente de su cuerpo, que lo había convertido en un maldita cosa hecha de hilos, pero cuando abrió los ojos. Si se le podía llamar así a lo que ahora era dos rajitas con forma de ojo en una cabeza completamente hecha de hilos fue espantoso para el foner, que sintió que ahora era capaz de moverse a duras penas pero la visión de su cuerpo convertido en una especie de monigote de hilos de tamaño real. A duras penas movió los brazos extraños temblando, aunque dada la situación podría decir que le estaba dando un viento fuerte porque ese cuerpo...ese cuerpo no tenia consistencia apenas.
No era capaz de hablar, lo que antes había sido su boca, lo sentía como una cosa extraña constituida de filamentos delgados con la misma consistencia del resto de su cuerpo y apenas estaba intentando reconocer su cuerpo moviendo aquellos extraños dedos. "Soy....un...¡puto muñeco de hilos!" se grito en su mente, donde quiera que esta estuviese en esos instantes, mientras alzaba aquellos nuevos brazos y se cogía la cabeza con horror, temiendo el deshacerse o que esta se le cayese en cualquier momento intentando descubrir que mas había cambiado. Mientras miraba alrededor con sus nuevos ojos con susto mas al notar que no era el solo el que estaba sufriendo lo horribles estragos de la luna. Sino que Zarket se encontraba prácticamente muriéndose de dolor en el suelo soltando aquella extraña mezcla negra y Shizel parecía mas y mas una estatua de hielo, pero no e dio mayor atención en esos instantes, no por amigo peor el mismo tenia un problema bien gordo...o finito y en cantidad. "A ver...DL respira hondo, ¿pero que digo? ¿¡tengo pulmones siquiera!?espera...no..no pienses en ello, céntrate, tiene que a ver alguna forma de controlar...este...este, muñeco o lo que sea, en lo que te convertiste, si debe haber" se decía una y otra vez con un ataque de nervios e histeria, mientras ese cuerpo se movía apenas controlado por el como si se tratase de un títere que intentaba moverse por si solo con ayuda de un titiritero novato. "Hablar, primero intentar hablar...ah, espera ¿tengo boca?" a duras penas y de forma totalmente descoordinada intentaba mover los brazos par tocarse la cara que no era mas que dos hendiduras por ojos y una por boca. En medio de su inspección no prestaba ciento por ciento atención a SHizel y Branniel que andaban sufriendo cambios también en esos momentos, mas interesado en averiguar como demonios se hablaba en ese cuerpo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 01:21 pm
Cuando el dolor de huesos alcanzó un nuevo pico fue cuando bajó Shizel. Sin poder hacer práctcamente nada salvo gemir de dolor, observé como el idrino intentaba curarnos a mí y a DL, sin mucho éxito, y como, posteriormente, iba quedándose quieto, con una capa de escarcha recubriéndole. Por el rabillo del ojo vi como el foner se iba deshaciendo pero, al dar un paso para ayudar a alguno de los dos, el dolor aumentó otra vez, haciéndome caer al suelo entre gritos.
Esta el dolor lo provocaban tanto mis huesos como mis músculos. Era como si me clavasen miles de pequeños alfileres en cada punto de mi cuerpo, y mientras lo único que pude hacer fue retorcerme y gritar en el suelo con todas mis fuerzas. La risa seguía persiguiéndome pero ya no me importaba, porque lo único que quería era librarme del infernal dolor que se extendía por mi cuerpo. Comencé a patalear contra el suelo con los puños cerrados, intentando librarme de alguna forma del dolor, pero no servía para nada. Pronto sentí una cosa extraña en los dedos y, entre lágrimas, me miré las manos.
Me quedé en shock al ver que las rajas se habían convertido en bocas, que seguían salibando la sustancia negra. Durante unos segundos me miré las manos, pero el dolor volvió muy rápidamente y noté unas extrañas presiones en brazos, piernas y espalda.
Entre gritos, me pareció ver que las manos se alejaban algo de mí, aunque lo achaqué a alguna clase de alucinación. Me intenté levantar para ayudar en algo, pero, debido al dolor y a unos extraños temblores en las piernas, volví a caer entre gritos. Esta vez, el dolor aumentó con unas extrañas presiones en la cabeza y la parte baja de la espalda.
—¡AYUDA! ¡AYUDA AQUÍ ABAJO! ¡JODER, AYUDA! —lo único que podía hacer era patalear, gritar y llorar, sin poder hacer nada para aliviar la tortura que me provocaba mi propio cuerpo cuerpo—. ¡HACED QUE PARE, HACED QUE PARE ESTE DOLOR!
Pude ver como DL se levantaba, convertido en alguna clase de muñeco, y por un momento pensé en lo maravilloso que sería intercambiarme con él, dejar de sentir este dolor. Pronto comencé a sentir también una extraña y dolorosa molestia en los ojos y, ante la impotencia, me hice un ovillo, temblando, deseando que pasase ya la tortura que estaba sufriendo.
Esta el dolor lo provocaban tanto mis huesos como mis músculos. Era como si me clavasen miles de pequeños alfileres en cada punto de mi cuerpo, y mientras lo único que pude hacer fue retorcerme y gritar en el suelo con todas mis fuerzas. La risa seguía persiguiéndome pero ya no me importaba, porque lo único que quería era librarme del infernal dolor que se extendía por mi cuerpo. Comencé a patalear contra el suelo con los puños cerrados, intentando librarme de alguna forma del dolor, pero no servía para nada. Pronto sentí una cosa extraña en los dedos y, entre lágrimas, me miré las manos.
Me quedé en shock al ver que las rajas se habían convertido en bocas, que seguían salibando la sustancia negra. Durante unos segundos me miré las manos, pero el dolor volvió muy rápidamente y noté unas extrañas presiones en brazos, piernas y espalda.
Entre gritos, me pareció ver que las manos se alejaban algo de mí, aunque lo achaqué a alguna clase de alucinación. Me intenté levantar para ayudar en algo, pero, debido al dolor y a unos extraños temblores en las piernas, volví a caer entre gritos. Esta vez, el dolor aumentó con unas extrañas presiones en la cabeza y la parte baja de la espalda.
—¡AYUDA! ¡AYUDA AQUÍ ABAJO! ¡JODER, AYUDA! —lo único que podía hacer era patalear, gritar y llorar, sin poder hacer nada para aliviar la tortura que me provocaba mi propio cuerpo cuerpo—. ¡HACED QUE PARE, HACED QUE PARE ESTE DOLOR!
Pude ver como DL se levantaba, convertido en alguna clase de muñeco, y por un momento pensé en lo maravilloso que sería intercambiarme con él, dejar de sentir este dolor. Pronto comencé a sentir también una extraña y dolorosa molestia en los ojos y, ante la impotencia, me hice un ovillo, temblando, deseando que pasase ya la tortura que estaba sufriendo.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 05:05 pm
Saren no se esperaba aquel ataque por parte de las stirges, lo que pilló totalmente desprevenido. El norteño se mordió la lengua al sentir el dolor punzante de los primeros picotazos, pero hizo acopió de todo su autocontrol y se obligó a no soltar al nublino, al que las aves parecían ignorar. En la postura en la que se encontraba le era imposible efectuar un hechizo de barrera, por lo que se vió obligado a sujetar a Wintel simplemente con su propio cuerpo para poder extender los brazos y efectuar el hechizo que le daría un respiro, pero Shiz se le adelantó. Cuando la vorágine de plumas negras se disipó en su mayoría, el norteño vio al lacustre en el inicio de las escaleras, preparando ya un hechizo que libraría a RR de las ratas que se estaban cebando con él. Parecía que todas las alimañas del torreón y alrededores se habían organizado para atacar todas a la vez, como si las molestias de la Luna no fueran suficiente.
El chico atendió a las palabras del lacustre mientras escupía alguna que otra pluma de stirge, asintiendo antes de que se marchara. La barrera parecía estar conteniendo a los condenados pajarracos, que luchaban por romperla y darle alcanza de nuevo. Saren las observó confundido, sin saber porque se comportaban asi, pero la actividad entorno al edificio captó toda su atención. Muchos colaspinas habían aparecido en las inmediaciones de Maciel, y desde aquella posición parecía que un pequeño ejército de alimañas asediaba el torreón.
-¡Reflejo! -maldijo, asegurandose a Wintel sobre los hombros y dirigiéndose a las escaleras-, ¿qué va a ser lo siguiente?. Bloquea las escaleras cuando me sigas, RR -le pidió sin esperar al pelirrojo, suponiendo que el foner sería lo bastante inteligente como para seguirle.
Bajo las escaleras con cierta dificultad, luchando contra un Wintel que se retorcía de dolor, dificultándole el paso, por lo que tardó casi veinte minutos en alcanzar el salón. La escena que se encontró allí le dejó nuevamente paralizado, superado por lo que veía. DL, o lo que creía que era DL, se había convertido en una especie de muñeco hecho enteramente de hilos, lo que le daba un aspecto ciertamente extraño, y aquella cosa pugnaba por moverse de forma coordinada. Bran se retorcía entre gritos mas allá, manchando el suelo con aquella sustancia que le salía de las manos, y no supo decir si era la luz, pero al norteño le pareció que todo su cuerpo parecía crecer de tamaño. Shiz, a su vez, estaba junto al sofá, cubierto de escarcha, y aparentemente no se podía mover. No había lenguaje corporal que el norteño pudiera leer, pero solo tuvo que mirarle a los ojo para saber que estaba aterrorizado.
-Reflejo, reflejo, reflejo -empezó a mascullar, tendiendo a Wintel en el sofá-. ¡Condenado Reflejo! -casi grito, empezando a agobiarse de verdad.
El chico procedió a aplicar un hechizo de anestesia sobre el nublino postrado, pero no le salió. Saren probó una y otra vez, pero no lo conseguía, e incluso cambio de objetivo acercándose a Bran y a Shiz, entonando distintos hechizos de curación y calor, pero no obtuvo resultados. El norteño no sabía si era culpa de su estado alterado o había algo mas, pero necesitaba otra solución.
-Voy a por agua -le dijo a Shiz mirándole a los ojos-, tal vez si la caliento en la cocina pueda derretir esta capa de escarcha. No tardare -aseguró, antes de salir al patio como una exhalación.
Hasta aquel momento no había prestado demasiada atención a sus heridas, pero las garras y los picos de las stirges le habían dejado una bonita colección de heridas que habían ido dejando un reguero de gotas carmesíes por todo el torreón. Mientras sacaba un cubo de agua del pozo empezó a notar el escozor bajo su piel de plumas, y tratando de distraer su mente se preguntó donde estarían el resto de sus compañeros. La luz roja del gran astro que pendía del cielo le daba un tinte irreal al patio que le rodeaba, y las sombras de las vertebras que sembraban el patio se el antojaron al norteño inquietantes.
El chico atendió a las palabras del lacustre mientras escupía alguna que otra pluma de stirge, asintiendo antes de que se marchara. La barrera parecía estar conteniendo a los condenados pajarracos, que luchaban por romperla y darle alcanza de nuevo. Saren las observó confundido, sin saber porque se comportaban asi, pero la actividad entorno al edificio captó toda su atención. Muchos colaspinas habían aparecido en las inmediaciones de Maciel, y desde aquella posición parecía que un pequeño ejército de alimañas asediaba el torreón.
-¡Reflejo! -maldijo, asegurandose a Wintel sobre los hombros y dirigiéndose a las escaleras-, ¿qué va a ser lo siguiente?. Bloquea las escaleras cuando me sigas, RR -le pidió sin esperar al pelirrojo, suponiendo que el foner sería lo bastante inteligente como para seguirle.
Bajo las escaleras con cierta dificultad, luchando contra un Wintel que se retorcía de dolor, dificultándole el paso, por lo que tardó casi veinte minutos en alcanzar el salón. La escena que se encontró allí le dejó nuevamente paralizado, superado por lo que veía. DL, o lo que creía que era DL, se había convertido en una especie de muñeco hecho enteramente de hilos, lo que le daba un aspecto ciertamente extraño, y aquella cosa pugnaba por moverse de forma coordinada. Bran se retorcía entre gritos mas allá, manchando el suelo con aquella sustancia que le salía de las manos, y no supo decir si era la luz, pero al norteño le pareció que todo su cuerpo parecía crecer de tamaño. Shiz, a su vez, estaba junto al sofá, cubierto de escarcha, y aparentemente no se podía mover. No había lenguaje corporal que el norteño pudiera leer, pero solo tuvo que mirarle a los ojo para saber que estaba aterrorizado.
-Reflejo, reflejo, reflejo -empezó a mascullar, tendiendo a Wintel en el sofá-. ¡Condenado Reflejo! -casi grito, empezando a agobiarse de verdad.
El chico procedió a aplicar un hechizo de anestesia sobre el nublino postrado, pero no le salió. Saren probó una y otra vez, pero no lo conseguía, e incluso cambio de objetivo acercándose a Bran y a Shiz, entonando distintos hechizos de curación y calor, pero no obtuvo resultados. El norteño no sabía si era culpa de su estado alterado o había algo mas, pero necesitaba otra solución.
-Voy a por agua -le dijo a Shiz mirándole a los ojos-, tal vez si la caliento en la cocina pueda derretir esta capa de escarcha. No tardare -aseguró, antes de salir al patio como una exhalación.
Hasta aquel momento no había prestado demasiada atención a sus heridas, pero las garras y los picos de las stirges le habían dejado una bonita colección de heridas que habían ido dejando un reguero de gotas carmesíes por todo el torreón. Mientras sacaba un cubo de agua del pozo empezó a notar el escozor bajo su piel de plumas, y tratando de distraer su mente se preguntó donde estarían el resto de sus compañeros. La luz roja del gran astro que pendía del cielo le daba un tinte irreal al patio que le rodeaba, y las sombras de las vertebras que sembraban el patio se el antojaron al norteño inquietantes.
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valorPersonajes : Norou, Wintelgy y Lemus
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 06:25 pm
El dolor era tan intenso que no me permitía abrir los ojos, escuché voces familiares una de ellas parecía la de Saren, el cual parecía querer ayudarme. Era consciente de que alguien me llevaba y que al cabo del rato me soltó en otro lugar.
Escuchaba otros gritos, voces y ruidos. Caí al suelo de donde estuviera y pude ver de reojo que me encontraba en el salón, posiblemente alguien me había dejado en el sofá. El dolor fue disminuyendo y convirtiéndose mas bien en un escozor, me mire los brazos y vi como de mi piel comenzaba a brotar una especie de plumón de color blanco. Forzosamente me incorpore y de rodillas sobre el suelo y empecé saborear sangre en la boca acompañado de un dolor agudo en esta. Los dientes se me estaban desprendiendo, me llevé la mano a la boca. Notaba como si temblara o palpitara intensamente. Al notar todos los dientes suelto en la boca, opte por dejarlos caer al suelo en vez de tragarlos. Los escupí y escuché como sonaron al chocar contra el suelo de piedra acompañados de hilos de sangre espesa. Sentía que me asfixiaba que cada vez me costaba mas respirar como si tuviera la nariz taponada. Mi boca y mi nariz parecía estar creciendo hacia delante causando cientos de crujidos en los huesos de mi cara. También sentía como se me entumecían los pies causándome también bastante dolor, aun así nada comparado con el dolor y quemazón que sentía en mi espalda que cada vez era mas intenso, como si, fuese lo que fuera, lo que tuviera ahí dentro intentando salir iba a hacerlo en cualquier momento.
“AAAAHGGG ¡! –comencé a gritar de nuevo al sentir el dolor en la espalda- AAAAGGGGgggg – se ahogaban mis gritos por un momento quedando en un gorgoteo sordo mientras estiraba mi cuello hacia arriba como si aullara de dolor, terminándome de crecer el gran pico de buitre en medio de mi cara- GROOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAKK!!! – Resurgió de repente un fuerte graznido de mi garganta, a la vez que la piel de mi espalda se desgarró abriéndose paso tras ella de golpe a un par de grandes alas blancas teñidas de sangre, abriéndose esplendorosamente tras mí llevandose por medio varios objetos tirandolos al suelo-“
El dolor parecía ir disminuyendo progresivamente, solo sentía escozor por todo el cuerpo. Intenté levantarme pero descubrí que me era casi imposible ponerme en pie porque sentía algo raro en los pies. Al mirar descubrí un par de grandes garras rapaces con largas garras curvas, al igual que la parte de mi tibia hasta la rodilla eran escamosa y fina recordando también al de un ave rapaz.
Como pude anduve por el suelo, sentía el peso de las alas y al no poder pisar como antes parecía resbalarme en cada paso. Así fui de resbalón a trompicón acompañado de un desagradable sonido de las garras contra el suelo a sujetarme a la pared como pude y por un momento me di cuenta en el caos que estaba sumido el torreón. Pero no podía parar de pensar… en que me habida convertido en un monstruo… quedándome en shock sin poder hacer nada…
Escuchaba otros gritos, voces y ruidos. Caí al suelo de donde estuviera y pude ver de reojo que me encontraba en el salón, posiblemente alguien me había dejado en el sofá. El dolor fue disminuyendo y convirtiéndose mas bien en un escozor, me mire los brazos y vi como de mi piel comenzaba a brotar una especie de plumón de color blanco. Forzosamente me incorpore y de rodillas sobre el suelo y empecé saborear sangre en la boca acompañado de un dolor agudo en esta. Los dientes se me estaban desprendiendo, me llevé la mano a la boca. Notaba como si temblara o palpitara intensamente. Al notar todos los dientes suelto en la boca, opte por dejarlos caer al suelo en vez de tragarlos. Los escupí y escuché como sonaron al chocar contra el suelo de piedra acompañados de hilos de sangre espesa. Sentía que me asfixiaba que cada vez me costaba mas respirar como si tuviera la nariz taponada. Mi boca y mi nariz parecía estar creciendo hacia delante causando cientos de crujidos en los huesos de mi cara. También sentía como se me entumecían los pies causándome también bastante dolor, aun así nada comparado con el dolor y quemazón que sentía en mi espalda que cada vez era mas intenso, como si, fuese lo que fuera, lo que tuviera ahí dentro intentando salir iba a hacerlo en cualquier momento.
“AAAAHGGG ¡! –comencé a gritar de nuevo al sentir el dolor en la espalda- AAAAGGGGgggg – se ahogaban mis gritos por un momento quedando en un gorgoteo sordo mientras estiraba mi cuello hacia arriba como si aullara de dolor, terminándome de crecer el gran pico de buitre en medio de mi cara- GROOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAKK!!! – Resurgió de repente un fuerte graznido de mi garganta, a la vez que la piel de mi espalda se desgarró abriéndose paso tras ella de golpe a un par de grandes alas blancas teñidas de sangre, abriéndose esplendorosamente tras mí llevandose por medio varios objetos tirandolos al suelo-“
El dolor parecía ir disminuyendo progresivamente, solo sentía escozor por todo el cuerpo. Intenté levantarme pero descubrí que me era casi imposible ponerme en pie porque sentía algo raro en los pies. Al mirar descubrí un par de grandes garras rapaces con largas garras curvas, al igual que la parte de mi tibia hasta la rodilla eran escamosa y fina recordando también al de un ave rapaz.
Como pude anduve por el suelo, sentía el peso de las alas y al no poder pisar como antes parecía resbalarme en cada paso. Así fui de resbalón a trompicón acompañado de un desagradable sonido de las garras contra el suelo a sujetarme a la pared como pude y por un momento me di cuenta en el caos que estaba sumido el torreón. Pero no podía parar de pensar… en que me habida convertido en un monstruo… quedándome en shock sin poder hacer nada…
-Tsuki Tsuki Tsuki♥♫♪-
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 06:35 pm
-Hooola
Una criatura apareció frente a los ojos de Branniel. Tenía aspecto femenino, de piel olivácea y con cuerpo de puma de seis patas de cintura para abajo. Tenía el cabello largo y sucio de color castaño oscuro, y unos penetrantes ojos verdes. Miraba a Branniel fijamente, echada en el suelo y con la cabeza a la misma altura que el nublino.
-Menuda fiesta teneis montada
Nadie en el torreón, salvo Branniel, podía verla.
Una criatura apareció frente a los ojos de Branniel. Tenía aspecto femenino, de piel olivácea y con cuerpo de puma de seis patas de cintura para abajo. Tenía el cabello largo y sucio de color castaño oscuro, y unos penetrantes ojos verdes. Miraba a Branniel fijamente, echada en el suelo y con la cabeza a la misma altura que el nublino.
-Menuda fiesta teneis montada
Nadie en el torreón, salvo Branniel, podía verla.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 07:21 pm
Junto al dolor que me provocaban mis huesos y músculos, además de las extrañas, molestas y dolorosas presiones en los ojos, en la parte baja de la espalda y en la cabeza, aparecieron ahora dos sensaciones nuevas. Por una parte, sentí una sensación extraña en la nariz, como si estuviese moviéndose como le daba la gana, y por otra, sentí dolorosos pinchazos en la boca. Presioné con la lengua y me di cuenta que eran unos nuevos dientes bastante afilados, que salían detrás de los que ya tenía. «Por favor, maldita sea, que dejen de aparecer nuevas molestias, nuevos dolores ni nuevas torturas».
Cuando volví a sentir un nuevo empujón en los huesos y músculos bajó Saren con Wintel. Un pinchazo anormalmente fuerte en la espalda me hizo volver a gritar a la vez que el idrino intentaba curarnos a todos, sin ningún éxito. La presión en la cabeza también aumentó y, por un momento, sentí que iba a estallar. Mientras, la risa de la mujer seguía sonando como si nadie estuviese gritando en todo el torreón. «¡Maldita sea, deja de reírte y haz que pare este dolor!». Fue ese momento el que Wintel decidió que era bueno para empezar a graznar.
—¡MALDITO FUY, DEJA DE HACER EL GILIPOLLAS Y PONTE A AYUDAR SI TIENES TIEMPO PARA GRAZNAR!
Un nuevo empujón vino simutáneamente de mis huesos, cabeza y espalda, a la vez que me aparecía un repentino dolor en la barriga. Grité cuando todos los dolores de la transformación alcanzaron el mayor punto desde que había comenzado y, a la vez, sentí un súbito desgarro tanto en la cabeza como en la parte baja de la espalda. Un instante después, todos los dolores descendieron bruscamente hasta casi desaparecer.
Temblando y respirando entrecortadamente, me puse en pie lentamente, mientras me fijaba en los cambios de mi cuerpo. Era más grande y musculoso, mi mandíbula había crecido, tenía una segunda fila de dientes bastante afilados, mis ojos eran más pequeños y mi nariz se había convertido, más bien, en un hocico. Me fijé en que mi piel tenía otro color, un poco más morado, aunque no demasiado. Al tocar en la frente y girar la vista hacia atrás me di cuenta de qué era lo que me había molestado en la cabeza y la espalda. «¿Tengo cola? ¿Y cuernos?». Tenía cuatro cuernos en la cabeza, agrupados en dos a un lado y dos al otro, y una cola que se dividía en dos, rematadas con puntas de flechas. Justo en ese momento apareció lo último que deseaba ver.
—¡TÚ! —bramé, temblando de rabia, al ver aparecer a la criatura que me había devorado en mi sueño—. ¡Tú has sido la que me has hecho esto! ¡Quítame estos "añadidos" que me has dejado! —el hambré me asaltó en ese momento, haciendo que soltase un quejido. Olfatee un poco al oler alguna comida tan buena que, indudablemente, tenía que estar deliciosa. «¿Qué es lo que huele tan bien? Recuerda lejanamente al pollo...». La criatura decidió bromear sobre la "fiesta" que había en el salón en ese momento, por lo que la fulminé con la mirada—. Que gracia me hace. Por cierto, estaría bien que me dijeses cómo dejar de manchar el torreón con baba negra. O mejor, que me quitases las manos estas que no me hacen ni caso. Porque que yo recuerde la cosa era convertirse en dioses, no en monstruos con la habilidad especial de pasar hambre
Cuando volví a sentir un nuevo empujón en los huesos y músculos bajó Saren con Wintel. Un pinchazo anormalmente fuerte en la espalda me hizo volver a gritar a la vez que el idrino intentaba curarnos a todos, sin ningún éxito. La presión en la cabeza también aumentó y, por un momento, sentí que iba a estallar. Mientras, la risa de la mujer seguía sonando como si nadie estuviese gritando en todo el torreón. «¡Maldita sea, deja de reírte y haz que pare este dolor!». Fue ese momento el que Wintel decidió que era bueno para empezar a graznar.
—¡MALDITO FUY, DEJA DE HACER EL GILIPOLLAS Y PONTE A AYUDAR SI TIENES TIEMPO PARA GRAZNAR!
Un nuevo empujón vino simutáneamente de mis huesos, cabeza y espalda, a la vez que me aparecía un repentino dolor en la barriga. Grité cuando todos los dolores de la transformación alcanzaron el mayor punto desde que había comenzado y, a la vez, sentí un súbito desgarro tanto en la cabeza como en la parte baja de la espalda. Un instante después, todos los dolores descendieron bruscamente hasta casi desaparecer.
Temblando y respirando entrecortadamente, me puse en pie lentamente, mientras me fijaba en los cambios de mi cuerpo. Era más grande y musculoso, mi mandíbula había crecido, tenía una segunda fila de dientes bastante afilados, mis ojos eran más pequeños y mi nariz se había convertido, más bien, en un hocico. Me fijé en que mi piel tenía otro color, un poco más morado, aunque no demasiado. Al tocar en la frente y girar la vista hacia atrás me di cuenta de qué era lo que me había molestado en la cabeza y la espalda. «¿Tengo cola? ¿Y cuernos?». Tenía cuatro cuernos en la cabeza, agrupados en dos a un lado y dos al otro, y una cola que se dividía en dos, rematadas con puntas de flechas. Justo en ese momento apareció lo último que deseaba ver.
—¡TÚ! —bramé, temblando de rabia, al ver aparecer a la criatura que me había devorado en mi sueño—. ¡Tú has sido la que me has hecho esto! ¡Quítame estos "añadidos" que me has dejado! —el hambré me asaltó en ese momento, haciendo que soltase un quejido. Olfatee un poco al oler alguna comida tan buena que, indudablemente, tenía que estar deliciosa. «¿Qué es lo que huele tan bien? Recuerda lejanamente al pollo...». La criatura decidió bromear sobre la "fiesta" que había en el salón en ese momento, por lo que la fulminé con la mirada—. Que gracia me hace. Por cierto, estaría bien que me dijeses cómo dejar de manchar el torreón con baba negra. O mejor, que me quitases las manos estas que no me hacen ni caso. Porque que yo recuerde la cosa era convertirse en dioses, no en monstruos con la habilidad especial de pasar hambre
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 08:06 pm
Todos lo que ocurrió a su alrededor podía tacharse de locura, de un locura terrible , llena de gritos, dolor, músculos destrozándose y miembros nuevos saliendo de la carne. DL no podía evitar como asombro como lo gritos de Wintel aumentaban de volumen, como dos enormes alas salían de su espalda salpicando sangre por todos lados, esas patas extrañas acabadas en garras y ese...ese pico. "¿Pero...que cojones es eso?" se pregunto al ver como el nublino aprecia haberse convertido en una especie de pajarraco gigante con forma homanoide aun. Su sorpresa y no pudo parar se allí al ver frente a sus ojos una pesadilla cumpliéndose, allí retorciéndose entre dolores inimaginables con todo su cuerpo sufriendo una horrible transformación se encontraba Branniel adquiriendo poco a poco un aspecto que le recordaba por momentos mas y mas a aquel trasgo que había acabado con la vida de Marina. "Es... ¡es un trasgo! ¡No jodas!" Por un momento la imagen de Marina siendo asesinada por aquella bestia nublaron sus sentidos endureciendo las facciones en ese extraño cuerpo que ahora era propio. "No, no...es Branniel ¿y que hace hablando solo?" dijo al ver al nublino discutir con la nada "No, mierda se volvió loco...¡nos va a matar!" pensaba un histérico DL que durante ese tiempo había conseguido recuperar la coordinaicon de aquel nuevo cuerpo adquirido y había conseguido crea "No, no tengo que avisarles, ayudar a Wintel, sacar a Shizel de aquí...¿donde cojones están todos los demás?" se repetía una y otra vez en una crisis nerviosa mientras se levantaba de sofá bamboleándose como un muñeco de trapo al viento, en un intento de mantener el equilibrio hasta conseguir cierto control de sus extremidades "A ver, es tu cuerpo tus brazos, tus piernas, tu columna, tu cabeza, es tuyo...no piense que son hilos, son tus miembros" Con cierta dificultad consiguió mantener el equilibrio dando algunos pasos sin caerse cogiéndole el truco, mientras intentaba que esa cosa que tenia por boca se moviera como el quería, costandole controlar uno segundos mas los hilos que formaba el orificio de su boca para hablar, saliendo poco a poco cada vez mas natural como si su cuerpo o alma o lo que fuera empezase a adaptarse a ese cuerpo, asustandolo bastante.
-Por fin puedo controlar esta cosa mas o menos -se escucho su propia voz sintiendo como menos agradecido de tener al fin cierto control de los hilos moviéndose por la habitación tras notar que al menos ya se mantenía en pie adecuadamente, aunque fuese una imagen bastante fuera de lugar ver una especie de muñeco de vudú tamaño humano andando y hablando- Branniel,....estas hablando solo- murmuro el foner al verlo encolerizado hablando a la nada sin dejar de emitir esa mezcla negra por sus manos ahora adornadas con dos bocas. Temiendo que pudiera darle un repentino ataque de agresividad y atacarlos, ya había visto lo que una de esas criaturas podía hacer, fue rápidamente donde Wintel que era el en peor estado estaba ignorando las posibles quejas de este le lanzo un hechizo de curación para cerrar las heridas de sus espalda abiertas por las salidas de las alas- ¡Hey, los que estáis arriba bajad de un puñetera vez, tenemos un buen lío aquí abajo! - grito llamando a los que aun se encontraban arriba esperando que estos pudieran moverse para bajar por si mismos, la situación era tan caótica aun con todos hecho mierda tras transformarse que aun no podía pensar con claridad y recapacitar en el hecho obvio que esa transformación suya no era para nada normal. Aquel cuerpo era algo difícil de utilizar y por sobretodo no se sentía cómodo en lo mas minio al ver su cuerpo e aquella forma "Mierda, quiero mi cuerpo" se repitió maldiciendo el hecho de que la luna le hubiera hecho aquello.
Los hilos comenzaron a moverse enrollándose y creando formas sobre su su propia "piel" por llamar de algún modo ala capa de hilos superficial que lo cubría, adquiriendo un tono claro y mas físico, como el de la carne. DL vio con sorpresa como si los hilos iban a adquiriendo forma cada vez mas humana mas el, pero supo que algo había fallado cuando sintió los brazos en unas posturas extrañas, mas largo de los normal y con dedos mas chiquitos y deformes. De cintura para abajo seguían viéndose los hilos dando una imagen bastante grotesca. "¿Que pasa ahora? No mas" Asustado por todo aquello, se toco el rostro notar que su cara entera estaba completamente fuera de lugar, como si un niño hubiese querido cambiar la disposición de la boca, ojos y nariz de lugar. Ahora era un puñetero monigote humanoide con el rostro al revés y brazos deformes con medio cuerpo de muñeco- Genial....- se dijo con sarcasmo al punto de la histeria y de un enorme ataque de nervios mientras se cagaba en todo.
-Por fin puedo controlar esta cosa mas o menos -se escucho su propia voz sintiendo como menos agradecido de tener al fin cierto control de los hilos moviéndose por la habitación tras notar que al menos ya se mantenía en pie adecuadamente, aunque fuese una imagen bastante fuera de lugar ver una especie de muñeco de vudú tamaño humano andando y hablando- Branniel,....estas hablando solo- murmuro el foner al verlo encolerizado hablando a la nada sin dejar de emitir esa mezcla negra por sus manos ahora adornadas con dos bocas. Temiendo que pudiera darle un repentino ataque de agresividad y atacarlos, ya había visto lo que una de esas criaturas podía hacer, fue rápidamente donde Wintel que era el en peor estado estaba ignorando las posibles quejas de este le lanzo un hechizo de curación para cerrar las heridas de sus espalda abiertas por las salidas de las alas- ¡Hey, los que estáis arriba bajad de un puñetera vez, tenemos un buen lío aquí abajo! - grito llamando a los que aun se encontraban arriba esperando que estos pudieran moverse para bajar por si mismos, la situación era tan caótica aun con todos hecho mierda tras transformarse que aun no podía pensar con claridad y recapacitar en el hecho obvio que esa transformación suya no era para nada normal. Aquel cuerpo era algo difícil de utilizar y por sobretodo no se sentía cómodo en lo mas minio al ver su cuerpo e aquella forma "Mierda, quiero mi cuerpo" se repitió maldiciendo el hecho de que la luna le hubiera hecho aquello.
Los hilos comenzaron a moverse enrollándose y creando formas sobre su su propia "piel" por llamar de algún modo ala capa de hilos superficial que lo cubría, adquiriendo un tono claro y mas físico, como el de la carne. DL vio con sorpresa como si los hilos iban a adquiriendo forma cada vez mas humana mas el, pero supo que algo había fallado cuando sintió los brazos en unas posturas extrañas, mas largo de los normal y con dedos mas chiquitos y deformes. De cintura para abajo seguían viéndose los hilos dando una imagen bastante grotesca. "¿Que pasa ahora? No mas" Asustado por todo aquello, se toco el rostro notar que su cara entera estaba completamente fuera de lugar, como si un niño hubiese querido cambiar la disposición de la boca, ojos y nariz de lugar. Ahora era un puñetero monigote humanoide con el rostro al revés y brazos deformes con medio cuerpo de muñeco- Genial....- se dijo con sarcasmo al punto de la histeria y de un enorme ataque de nervios mientras se cagaba en todo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
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