Torreón Maciel (Archivo IV)
+19
Zarket
Leonart
Lops
Tak
Giniroryu
Serokrai
Jack
Alicia
Yber
Administración
Xana
Muffie
Viktor Olbricht
Carmesí
Álvar
Vlad
Evanna
Naeryan
Red
23 participantes
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Torreón Maciel (Archivo IV)
10/09/12, 07:00 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/11/12, 10:22 pm
-Tu cabeza sí que está hueca, Gordote-Tap dijo en un tono entre lo divertido y lo cansado mientras negaba con la cabeza. Acababa de perder la poca paciencia que había acumulado hoy-. Cuando salgas fuera y te encuentres en peligro, espero de verdad que vayas armado-era uno de los pocos pensamientos sinceros de Tap que no venía con insultos-. Eso o que la bestia que te quiera comer sea alérgica a los pollos-le palmeó desde la cabeza-. Sé inteligente, Gordote. Sé inteligente y deposita tu fe en algo menos hueco que una pluma. Lo mismo alguno de tus compañeros valdría, aunque no todos han dado muestras de inteligencia por ahora.
Tras eso, Tap se negó a coger la fruta que le ofrecía y escuchó con una sonrisa burlesca el increíble enlace de ideas que había conseguido desarrollar el gigante solo.
-Claro que crecen en algún sitio, es de tocón de madera de pino, pero ese sitio no está cerca-<< estos gigantes deben tener problemas para percibir las obviedades >>-. Un árbol es algo que se ve a lo lejos y en varios días lo más parecido que se me ha cruzado por delante ha sido la enredadera del panal Letargo. Lo mejor es que nos comamos los frutos mientras nos los sigan poniendo en bandeja y ya buscaremos, cuando seamos algo más que un intento cutre de colonia que no sabe coordinarse. Eso sí, si por casualidad encuentras algo, más te vale avisarme, Gordote. Y por las plumas no te preocupes, que llegarán a su sitio-acabó añadiendo.
La gente de ambos torreones parecía haber acabado ya de hacer las comparaciones mágicas para entonces y su grupo estaba preparado para salir. Tap se acercó al patio a por su avispa, montó en ella y se preparó para salir. Esta vez sí que utilizaría la puerta.
Tras eso, Tap se negó a coger la fruta que le ofrecía y escuchó con una sonrisa burlesca el increíble enlace de ideas que había conseguido desarrollar el gigante solo.
-Claro que crecen en algún sitio, es de tocón de madera de pino, pero ese sitio no está cerca-<< estos gigantes deben tener problemas para percibir las obviedades >>-. Un árbol es algo que se ve a lo lejos y en varios días lo más parecido que se me ha cruzado por delante ha sido la enredadera del panal Letargo. Lo mejor es que nos comamos los frutos mientras nos los sigan poniendo en bandeja y ya buscaremos, cuando seamos algo más que un intento cutre de colonia que no sabe coordinarse. Eso sí, si por casualidad encuentras algo, más te vale avisarme, Gordote. Y por las plumas no te preocupes, que llegarán a su sitio-acabó añadiendo.
La gente de ambos torreones parecía haber acabado ya de hacer las comparaciones mágicas para entonces y su grupo estaba preparado para salir. Tap se acercó al patio a por su avispa, montó en ella y se preparó para salir. Esta vez sí que utilizaría la puerta.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/11/12, 11:15 pm
K decidió no probar lo de la magia, así que no insistí. Pronto me respondieron que no, que no eran suyos, e incluso RR pareció molesto por lo que pregunté. Resoplé entonces y luego me acerqué a los que comparaban sus libros de magia, ya que era una buena idea. Apenas participé en las conversaciones sino que me limité a prestar atención y a observar los hechizos de ambos libros, para al menos memorizar con qué contábamos y qué podíamos hacer. En mitad de todo despertó Timmy, el cual vomitó de pronto y se fue, sintiéndose mal, al patio. No me dio tiempo a limpiarlo, ya se encargó otro, y luego seguí con la magia. La discusión con Tap también acabó, al rato largo, sin más males que lo que el enano dijera. <<Algún día le echaremos un cubo por encima, aunque luego se irá para siempre>>
Cuando íbamos acabando volvió Alder con uno de los chicos con aletitas en vez de orejas, Saren, hablando animadamente. <<Mundos diferentes, culturas diferentes, pero todos humanoides, pese a rasgos distintivos... Curioso>> Wintel es quien habla ahora con Tap, sobre la suerte y unas plumas <<Patrañas todo>> y K, en cuanto ve a Alder, empieza a decir un par de cosas que al rato me hacen reír, aunque en un primer momento me desconcertase lo de "me pertenecen".
-Por supuesto que tiene chicos guapos en su torreón, mi señora K, aunque menos que aquí.-apunto riendo mientras me alejo del grupo de los libros mirando más a los demás que a los mismos libros.-Chicos y chicas, claro.-añado rápidamente sin dejar de reír.
Es entonces cuando veo a Serok con armas nuevas, quien me explica que las cogió de aquí. Finalmente me acerco a Tap, que ya está montado en su avispa.
-Hey, ¿listo para volver? Iremos primero a por la comida y, si queréis, podríamos explorar la zona de alrededor. Quizá encuentres alguna zona verde o alguna planta que te sirva, oye.-le digo para animarle después de tanta bronca de antes.
Cuando los demás de mis compañeros se vayan acercando, habiendo terminado lo que estuviesen hablando, haciendo, lo que sea, tras una despedida agradable, pondremos rumbo hacia la Avenida de las Casas Carnivoras.
Cuando íbamos acabando volvió Alder con uno de los chicos con aletitas en vez de orejas, Saren, hablando animadamente. <<Mundos diferentes, culturas diferentes, pero todos humanoides, pese a rasgos distintivos... Curioso>> Wintel es quien habla ahora con Tap, sobre la suerte y unas plumas <<Patrañas todo>> y K, en cuanto ve a Alder, empieza a decir un par de cosas que al rato me hacen reír, aunque en un primer momento me desconcertase lo de "me pertenecen".
-Por supuesto que tiene chicos guapos en su torreón, mi señora K, aunque menos que aquí.-apunto riendo mientras me alejo del grupo de los libros mirando más a los demás que a los mismos libros.-Chicos y chicas, claro.-añado rápidamente sin dejar de reír.
Es entonces cuando veo a Serok con armas nuevas, quien me explica que las cogió de aquí. Finalmente me acerco a Tap, que ya está montado en su avispa.
-Hey, ¿listo para volver? Iremos primero a por la comida y, si queréis, podríamos explorar la zona de alrededor. Quizá encuentres alguna zona verde o alguna planta que te sirva, oye.-le digo para animarle después de tanta bronca de antes.
Cuando los demás de mis compañeros se vayan acercando, habiendo terminado lo que estuviesen hablando, haciendo, lo que sea, tras una despedida agradable, pondremos rumbo hacia la Avenida de las Casas Carnivoras.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
23/11/12, 07:35 pm
Alder sonrió relajada cuando escuchó la respuesta y la risa de Saren. Y lo dejó como una posibilidad para el futuro. Se cruzaron con DL, pero él iba de camino a alimentar a alguien a quien aun no conocia. "un tullido..." Le daba miedo preguntar.
Karime consiguió hacerla reir al verla. Y desvió un poco la mirada al oir lo de bañarse juntos... primero a Saren, y luego a K. "Así que Yrio hubiera acabado en la bañera de alguien, cayera donde cayera."
- Yo es que soy más del término compartir... Siempre puedes venir a visitarnos e intercambiamos rehenes. - le dijo con una sonrisilla. Le había caído bien enseguida. No solo no era de las que se ofendían, sino que parecía estar en su línea. - Además, por nada del mundo te privaría de "Burbujitas"- se le escapó un pequeño bufido entre dientes, para evitar una risa mayor. Eran un caos de motes socarrones. Y todos habían añadido el suyo propio.
Seon llegó a su lado alegremente, cuando la localizó. Saludó a Saren con un gesto de mano y una sonrisa, e hizo un esfuerzo por repetir el gesto con K, sin desviar su mirada de los ojos. Alder la besó con suavidad, y la atrapó en el cerco de los brazos.
- Nos vamos a ir, Al.
- hmm. - dijo ella de buen humor.
Se despidieron mientras Alder comentaba en voz alta:
- Y si nos llevamos unos cuantos a casa? Son la cosa más divertida del mundo..
- ¿Al, por qué hablas de ellos como si fueran un pájaro o una ardilla de ciudad?
- ¿como dices? Nunca haría tal cosa. Las ardillas no hablan. Y tienen demasiado pelo como para chuparles la cara...
Seon se detuvo en seco:
- ¿A quien has despertado así?
- A naaaadie.........., aún. Pero tengo permiso, creo, para el futuro.
- Espero que estes de broma.
- Y yo espero regresar con comida, y a una cama mullidita. Y luego quizás un baño. Esta vez no invitaré a extras, lo prometo. ¿ A que te tiento?
- Puede.- dijo medianamente entretenida.
Alder pegó su cara y susurró: no pienso usar el jabón~~ - y le chupó la mejilla, ganandose un manotazo de su aurva y risa para un rato.
Karime consiguió hacerla reir al verla. Y desvió un poco la mirada al oir lo de bañarse juntos... primero a Saren, y luego a K. "Así que Yrio hubiera acabado en la bañera de alguien, cayera donde cayera."
- Yo es que soy más del término compartir... Siempre puedes venir a visitarnos e intercambiamos rehenes. - le dijo con una sonrisilla. Le había caído bien enseguida. No solo no era de las que se ofendían, sino que parecía estar en su línea. - Además, por nada del mundo te privaría de "Burbujitas"- se le escapó un pequeño bufido entre dientes, para evitar una risa mayor. Eran un caos de motes socarrones. Y todos habían añadido el suyo propio.
Seon llegó a su lado alegremente, cuando la localizó. Saludó a Saren con un gesto de mano y una sonrisa, e hizo un esfuerzo por repetir el gesto con K, sin desviar su mirada de los ojos. Alder la besó con suavidad, y la atrapó en el cerco de los brazos.
- Nos vamos a ir, Al.
- hmm. - dijo ella de buen humor.
Se despidieron mientras Alder comentaba en voz alta:
- Y si nos llevamos unos cuantos a casa? Son la cosa más divertida del mundo..
- ¿Al, por qué hablas de ellos como si fueran un pájaro o una ardilla de ciudad?
- ¿como dices? Nunca haría tal cosa. Las ardillas no hablan. Y tienen demasiado pelo como para chuparles la cara...
Seon se detuvo en seco:
- ¿A quien has despertado así?
- A naaaadie.........., aún. Pero tengo permiso, creo, para el futuro.
- Espero que estes de broma.
- Y yo espero regresar con comida, y a una cama mullidita. Y luego quizás un baño. Esta vez no invitaré a extras, lo prometo. ¿ A que te tiento?
- Puede.- dijo medianamente entretenida.
Alder pegó su cara y susurró: no pienso usar el jabón~~ - y le chupó la mejilla, ganandose un manotazo de su aurva y risa para un rato.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
26/11/12, 07:00 pm
Shizel había estado distraído, dándole vueltas a lo que le había dicho Tap. Aunque dudaba que un somnífero fuese a servir de mucho frente a engendros como el pergamino del día anterior, quizá sí habría sueltas por la ciudad criaturas más "orgánicas" a las que sí pudiera hacérseles frente de esa manera. Sin embargo no tenía mucha experiencia en el tema y supuso que tendría que informarse más al respecto antes de empezar a diseñar planes de acción a lo loco.
Fue entonces cuando bajó Saren, y Shizel no pudo evitar soltar una risotada ante el comentario de Karime.
-Tiene razón, eso está muy feo- dijo con una sonrisa maliciosa-. ¿Dónde te habías metido, hombre?. No sé si lo sabes, pero tu libro está circulando por el torreón más que una bolsa de caramelos- se encogió de hombros con desenfado-. Yo de ti empezaba a cobrar préstamo.
Tenía curiosidad acerca de si Saren ya habría probado a escondidas lo que ya habían hecho sus compañeros, pero decidió esperar a que el tema saliese solo por temor a que la misma pregunta le fuese devuelta a él.
Volvió en sí justo a tiempo para despedirse normalmente de los letarguinos que ya se marchaban, antes de que nadie se diera cuenta de que se había quedado empanado. No obstante, cuando los visitantes hacía ya un par de minutos que habían desaparecido calle abajo se acordó de algo importante.
-Ostras- se llevó una mano a la frente, sin saber si echarse a reír o no-. Se nos ha olvidado avisarles del pergamino.
Se asomó a la ventana, pero ni aunque chillara a todo pulmón llegarían a oírle. La volvió a cerrar, esperando que si seguían el camino de vuelta por los callejones cogieran la indirecta del aviso en el muro y diesen un rodeo.
Una vez ya vacío el torreón de visitras, zigzagueó entre los muebles del salón en dirección a la mesa en la que los demás habían estado trabajando: Shizel había tomado nota de quiénes eran los dotados para la magia y una diminuta parte de su mente, a la que el resto de ella tachaba de infantil e insegura, empezaba a considerarlos rivales potenciales. Para su desencanto el libro había desaparecido, pero por suerte los apuntes seguían ahí y el idrino los hojeó detenidamente, disfrazando su avidez con un gesto de interés vago.
Fue entonces cuando bajó Saren, y Shizel no pudo evitar soltar una risotada ante el comentario de Karime.
-Tiene razón, eso está muy feo- dijo con una sonrisa maliciosa-. ¿Dónde te habías metido, hombre?. No sé si lo sabes, pero tu libro está circulando por el torreón más que una bolsa de caramelos- se encogió de hombros con desenfado-. Yo de ti empezaba a cobrar préstamo.
Tenía curiosidad acerca de si Saren ya habría probado a escondidas lo que ya habían hecho sus compañeros, pero decidió esperar a que el tema saliese solo por temor a que la misma pregunta le fuese devuelta a él.
Volvió en sí justo a tiempo para despedirse normalmente de los letarguinos que ya se marchaban, antes de que nadie se diera cuenta de que se había quedado empanado. No obstante, cuando los visitantes hacía ya un par de minutos que habían desaparecido calle abajo se acordó de algo importante.
-Ostras- se llevó una mano a la frente, sin saber si echarse a reír o no-. Se nos ha olvidado avisarles del pergamino.
Se asomó a la ventana, pero ni aunque chillara a todo pulmón llegarían a oírle. La volvió a cerrar, esperando que si seguían el camino de vuelta por los callejones cogieran la indirecta del aviso en el muro y diesen un rodeo.
Una vez ya vacío el torreón de visitras, zigzagueó entre los muebles del salón en dirección a la mesa en la que los demás habían estado trabajando: Shizel había tomado nota de quiénes eran los dotados para la magia y una diminuta parte de su mente, a la que el resto de ella tachaba de infantil e insegura, empezaba a considerarlos rivales potenciales. Para su desencanto el libro había desaparecido, pero por suerte los apuntes seguían ahí y el idrino los hojeó detenidamente, disfrazando su avidez con un gesto de interés vago.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
26/11/12, 07:31 pm
Después de darle de comer con cierto trabajo a YR y de cambiarle las vendas y asegurarse que estaba cómodo y limpio, se sentó en sillón junto ala cama ojeando el libro detenidamente algo ofuscado porque no pareciera salirle el estúpido hechizo. Había visto a Yrio realizar el mismo hechizo que el, sin fallos ni perdidas de control en ultimo segundo y eso le había tocado un poco la moral. "¿Que hago mal? Pronuncio las palabras tal y como viene y sin embargo sigue sin salirme correctamente" estaba decepcionado consigo mismo, tal vez se estaba exigiendo demasiado. "De que sirve hacer magia si pierdo el control de ella" pensó con leve puchero de frustración pasando las hojas del libro atentamente, encontrando tras algunos minutos de búsqueda un hechizo que atrajo su atención.
-Probemos esto...sera mejor aprendérmelo bien en un comienzo- dijo asegurándose dejando el libro sobre la cama y leyendo el hechizo lentamente para recordarlo, por suerte tenia buena memoria aunque era algo complicado de pronunciar se entretuvo en leerlo en voz baja en varias ocasiones intentando sentir de nuevo ese sensación de que algo estaba siendo extraído. Estuvo un buen rato intentando en un comienzo recordar el hechizo memorizarlo bien en su mente para ya luego poder practicarlo sin necesidad de tener que leerlo constantemente. Entretenido y centrado como estaba, apenas escucho como en el piso de bajo ya se hacia el silencio después de tanto alboroto, y no fue hasta unos minutos mas tarde que se percato que ya no tenia que cubrirse los oídos para poder pensar y concentrarse en lo que leía, levantando la vista del libro, cogiéndolo y bajando confundido.
-Vaya, ya se fueron -murmuro al no ver a ninguno de los del otro torreón allí, suspiro pasándose los dedos por el puente de la nariz, tanto había intentado concentrarse que en aprenderse el hechizo en esa condenada letra demoníaca que ahora sentía la vista algo ida. Viendo a Shizel ojeando los apuntes que habían tomado se acerco sentándose en el sofá- Shizel...¿estas interesado en la magia?- pregunto DL dejando el libro a un lado para observar al idrino con curiosidad- Recuerdo me dijiste que te hiciera una demostración, ¿porque no lo intentas?-pregunto mirándolo detenidamente suspirando, observando el libro y los apuntes sobre la mesa-No paro de mirarme el libro y repetir el condenado hechizo de levitación, pero sigue sin salirme...no lo entiendo, vi a Yrio realizarlo con total soltura y perfección, ¿porque a mi no me sale bien?-añadió fastidiado, expresando sus pensamientos en voz alta obviamente aun decepcionado de su propia capacidad y también molesto, porque sentía que por mas que se exigiera seguía sin funcionarle, era exasperante por completo. Ni siquiera sabia por que estaba diciéndole eso al otro, simplemente tenia la necesidad de sacar su frustración en voz alta antes de seguir dándole vueltas sin sentido en su cabeza, tal vez no solucionaría nada, pero al menos se desahogaría .
-Probemos esto...sera mejor aprendérmelo bien en un comienzo- dijo asegurándose dejando el libro sobre la cama y leyendo el hechizo lentamente para recordarlo, por suerte tenia buena memoria aunque era algo complicado de pronunciar se entretuvo en leerlo en voz baja en varias ocasiones intentando sentir de nuevo ese sensación de que algo estaba siendo extraído. Estuvo un buen rato intentando en un comienzo recordar el hechizo memorizarlo bien en su mente para ya luego poder practicarlo sin necesidad de tener que leerlo constantemente. Entretenido y centrado como estaba, apenas escucho como en el piso de bajo ya se hacia el silencio después de tanto alboroto, y no fue hasta unos minutos mas tarde que se percato que ya no tenia que cubrirse los oídos para poder pensar y concentrarse en lo que leía, levantando la vista del libro, cogiéndolo y bajando confundido.
-Vaya, ya se fueron -murmuro al no ver a ninguno de los del otro torreón allí, suspiro pasándose los dedos por el puente de la nariz, tanto había intentado concentrarse que en aprenderse el hechizo en esa condenada letra demoníaca que ahora sentía la vista algo ida. Viendo a Shizel ojeando los apuntes que habían tomado se acerco sentándose en el sofá- Shizel...¿estas interesado en la magia?- pregunto DL dejando el libro a un lado para observar al idrino con curiosidad- Recuerdo me dijiste que te hiciera una demostración, ¿porque no lo intentas?-pregunto mirándolo detenidamente suspirando, observando el libro y los apuntes sobre la mesa-No paro de mirarme el libro y repetir el condenado hechizo de levitación, pero sigue sin salirme...no lo entiendo, vi a Yrio realizarlo con total soltura y perfección, ¿porque a mi no me sale bien?-añadió fastidiado, expresando sus pensamientos en voz alta obviamente aun decepcionado de su propia capacidad y también molesto, porque sentía que por mas que se exigiera seguía sin funcionarle, era exasperante por completo. Ni siquiera sabia por que estaba diciéndole eso al otro, simplemente tenia la necesidad de sacar su frustración en voz alta antes de seguir dándole vueltas sin sentido en su cabeza, tal vez no solucionaría nada, pero al menos se desahogaría .
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
26/11/12, 08:02 pm
El idrino no apartó la mirada de Karime durante el discurso, aunque sus ojos no es que estuvieran muy enfocados. El chico se terminó la pieza de fruta de forma mecánica, y se despidió de los letargunis con gesto ausente. Mientras Shiz correteaba hacia la ventana, Saren se acercó a la mesa dirigiéndose por fin a la libense, a la que aun no había dado una respuesta a sus pullas.
-Si tantas ganas tenias de disfrutar de mi compañía, haber puesto mas empeño a la hora de buscarme, Alfiletero –le sonrió con descaro-, así me podrías responder tu a la pregunta, porque si te soy sincero no recuerdo mucho del día de ayer –concluyó, riendo suavemente, mientras sus ojos volvían a desenfocarse-. Por cierto, no se si ya te lo había dicho antes, pero te favorece la ausencia de maquillaje –comentó en un tono ausente, retirando de la cara de la chica un mechón de cabello que se le había escapado de una de las coletas y colocándoselo tras la oreja, de la que pasaba a su lado-. En cualquier caso, dudo que tú, yo y tu ego cupieramos en esa bañera tan pequeña, Alfiletero –dijo en un tono mas jocoso cuando se alejó, sin dar muestras de haberse dado cuenta de lo que acababa de hacer.
El idrino tomó asiento en la mesa y se masajeó las sienes, tratando de despejar sus ideas, sin mucho éxito. Shiz estaba en el otro extremo de la mesa, ojeando unos papeles con un gesto de vago interés, aunque no engañaba a Saren. El norteño no tenía ni idea de que era, pero captaba el fuerte interés del lacustre. En ese momento recordó las palabras que Shiz había dicho acerca del libro que había traído de la biblioteca.
-¿Cómo que mi libro esta circulando de mano en mano?, ¿cuándo habéis pedido permiso? –exclamó, medio incorporándose enfadado, aunque el repentino gesto hizo que le sobreviniera un fuerte mareo-. Ugh... cuando este al cien por cien de mis capacidades, esto tendrá consecuencias... -masculló, enterrando la cara entre los brazos, mientras su respiración se hacia mas profunda.
Entre la niebla del sueño, el idrino oyó a DL entrar en la estancia y entablar conversación con Shiz, al que hizo una pregunta que le resultó tremendamente graciosa al norteño. Saren rió mentalmente, sin fuerzas para hacerlo en voz alta, pero si acertó a decir algo, que solo Shiz, por su proximidad, pudo llegar a oír.
-Interesado es poco, esta más ansioso que un costero privado de agua durante un día entero –murmuró en sueños, con una pequeña sonrisa en el rostro, escondido entre los brazos.
-Si tantas ganas tenias de disfrutar de mi compañía, haber puesto mas empeño a la hora de buscarme, Alfiletero –le sonrió con descaro-, así me podrías responder tu a la pregunta, porque si te soy sincero no recuerdo mucho del día de ayer –concluyó, riendo suavemente, mientras sus ojos volvían a desenfocarse-. Por cierto, no se si ya te lo había dicho antes, pero te favorece la ausencia de maquillaje –comentó en un tono ausente, retirando de la cara de la chica un mechón de cabello que se le había escapado de una de las coletas y colocándoselo tras la oreja, de la que pasaba a su lado-. En cualquier caso, dudo que tú, yo y tu ego cupieramos en esa bañera tan pequeña, Alfiletero –dijo en un tono mas jocoso cuando se alejó, sin dar muestras de haberse dado cuenta de lo que acababa de hacer.
El idrino tomó asiento en la mesa y se masajeó las sienes, tratando de despejar sus ideas, sin mucho éxito. Shiz estaba en el otro extremo de la mesa, ojeando unos papeles con un gesto de vago interés, aunque no engañaba a Saren. El norteño no tenía ni idea de que era, pero captaba el fuerte interés del lacustre. En ese momento recordó las palabras que Shiz había dicho acerca del libro que había traído de la biblioteca.
-¿Cómo que mi libro esta circulando de mano en mano?, ¿cuándo habéis pedido permiso? –exclamó, medio incorporándose enfadado, aunque el repentino gesto hizo que le sobreviniera un fuerte mareo-. Ugh... cuando este al cien por cien de mis capacidades, esto tendrá consecuencias... -masculló, enterrando la cara entre los brazos, mientras su respiración se hacia mas profunda.
Entre la niebla del sueño, el idrino oyó a DL entrar en la estancia y entablar conversación con Shiz, al que hizo una pregunta que le resultó tremendamente graciosa al norteño. Saren rió mentalmente, sin fuerzas para hacerlo en voz alta, pero si acertó a decir algo, que solo Shiz, por su proximidad, pudo llegar a oír.
-Interesado es poco, esta más ansioso que un costero privado de agua durante un día entero –murmuró en sueños, con una pequeña sonrisa en el rostro, escondido entre los brazos.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
26/11/12, 09:42 pm
Casi dio un bote ante la pregunta de DL. De hecho, dio un respingo que no habría salido de su mente de no haber estado enfrascado en el análisis de aquella letra jeroglífica.
-Eh... no, ahora mismo no...- dijo Shizel vacilante. Por suerte la parte de su mente que sufría vergüenza ajena por lo que salía de su boca tomó rápidamente las riendas y el resto de la respuesta sonó completamente natural-. Estás ocupado tú con el libro, ya le echaré un ojo luego si eso.
"Cuando no haya nadie mirando", añadió mentalmente.
Tuvo que contener un suspiro de alivio. Por poco: la reacción había sido lo bastante rápida como para que los presentes no se dieran cuenta de aquella pobre salida. El que no fuesen idrinos, aunque para ciertos aspectos los hacía tan receptivos como una pared de hormigón, le facilitaba enormemente la vida en algunas cosas.
Notó la creciente frustración de DL y le venía de perlas, por lo que Shizel no hizo ningún comentario y guardó silencio mientras que el foner se desahogaba a gusto, dejando que el tema discurriese por otros derroteros.
-Ten en cuenta que traían dos libros- fue lo único que dijo-. Puede que Yrio haya tenido más medios a su disposición para practicar.
Shizel alzó las manos ante el enfado de Saren como diciendo "a mí que me registren", aunque no pudo evitar sonreír de nuevo con malicia ante la contraofensiva del norteño a Karime. Entre unos y otros, pegar la oreja a las conversaciones en aquel torreón era notablemente más entretenido que en Idris.
Sin embargo ante el siguiente comentario del norteño sintió que se le subía el calor a la cara al darse cuenta de que probablemente no estaba siendo tan disimulado como creía. Con la presencia de tanto cuerpo extraño tendía a olvidarse de que no era el único idrino en el torreón, y era evidente que el descuido, aunque breve, había sido extremadamente obvio para Saren.
-Vigila lo que dices, Burbujita- murmuró con falso tono amenazador, tratando de enarbolar como una bandera la poca dignidad que podía salvar a aquellas alturas. Ya iba a continuar con una réplica mordaz aunque carente de malicia cuando vio que el norteño se había quedado sopa inclinado sobre la mesa del salón.
-¿Se ha quedado dormido?- Shizel se levantó a comprobarlo con incredulidad-. Desde luego este chaval no gana para siestas...
Volvió al sofá con un suspiro. Estaba molesto consigo mismo, pero al fin y al cabo el desliz no había sido grave. Lo que sí le había sorprendido era que el norteño no explotase el punto débil que Shizel había dejado abierto.
"Es norteño", recordó. "Por ahí arriba las cosas funcionan de otra manera..."
Dicha noción le dejó pensativo y se dedicó a observar las evoluciones de DL en silencio tratando de familiarizarse con los gestos. Se notaba a la legua que no estaba acostumbrado a usar gestos deliberados de forma habitual, y el hecho de que estuviera abiertamente nervioso al respecto no le hacía ningún bien. Shizel tuvo que contener el impulso de decirle con delicadeza "si relajas la muñeca, no te quedarás corto en ese arco", "practica primero con los dedos, no todo a la vez", "a la izquierda, no a la derecha, guíate por el movimiento del brazo".
Sin embargo Shizel sabía perfectamente que interrumpir a alguien en mitad de una faena frustrante, aunque fuese con consejos bienintencionados y fruto de toda una vida, no era buena idea. Así las cosas continuó hojeando los apuntes, vigilando al foner por el rabillo del ojo con la suficiente discreción como para no molestarlo.
-Eh... no, ahora mismo no...- dijo Shizel vacilante. Por suerte la parte de su mente que sufría vergüenza ajena por lo que salía de su boca tomó rápidamente las riendas y el resto de la respuesta sonó completamente natural-. Estás ocupado tú con el libro, ya le echaré un ojo luego si eso.
"Cuando no haya nadie mirando", añadió mentalmente.
Tuvo que contener un suspiro de alivio. Por poco: la reacción había sido lo bastante rápida como para que los presentes no se dieran cuenta de aquella pobre salida. El que no fuesen idrinos, aunque para ciertos aspectos los hacía tan receptivos como una pared de hormigón, le facilitaba enormemente la vida en algunas cosas.
Notó la creciente frustración de DL y le venía de perlas, por lo que Shizel no hizo ningún comentario y guardó silencio mientras que el foner se desahogaba a gusto, dejando que el tema discurriese por otros derroteros.
-Ten en cuenta que traían dos libros- fue lo único que dijo-. Puede que Yrio haya tenido más medios a su disposición para practicar.
Shizel alzó las manos ante el enfado de Saren como diciendo "a mí que me registren", aunque no pudo evitar sonreír de nuevo con malicia ante la contraofensiva del norteño a Karime. Entre unos y otros, pegar la oreja a las conversaciones en aquel torreón era notablemente más entretenido que en Idris.
Sin embargo ante el siguiente comentario del norteño sintió que se le subía el calor a la cara al darse cuenta de que probablemente no estaba siendo tan disimulado como creía. Con la presencia de tanto cuerpo extraño tendía a olvidarse de que no era el único idrino en el torreón, y era evidente que el descuido, aunque breve, había sido extremadamente obvio para Saren.
-Vigila lo que dices, Burbujita- murmuró con falso tono amenazador, tratando de enarbolar como una bandera la poca dignidad que podía salvar a aquellas alturas. Ya iba a continuar con una réplica mordaz aunque carente de malicia cuando vio que el norteño se había quedado sopa inclinado sobre la mesa del salón.
-¿Se ha quedado dormido?- Shizel se levantó a comprobarlo con incredulidad-. Desde luego este chaval no gana para siestas...
Volvió al sofá con un suspiro. Estaba molesto consigo mismo, pero al fin y al cabo el desliz no había sido grave. Lo que sí le había sorprendido era que el norteño no explotase el punto débil que Shizel había dejado abierto.
"Es norteño", recordó. "Por ahí arriba las cosas funcionan de otra manera..."
Dicha noción le dejó pensativo y se dedicó a observar las evoluciones de DL en silencio tratando de familiarizarse con los gestos. Se notaba a la legua que no estaba acostumbrado a usar gestos deliberados de forma habitual, y el hecho de que estuviera abiertamente nervioso al respecto no le hacía ningún bien. Shizel tuvo que contener el impulso de decirle con delicadeza "si relajas la muñeca, no te quedarás corto en ese arco", "practica primero con los dedos, no todo a la vez", "a la izquierda, no a la derecha, guíate por el movimiento del brazo".
Sin embargo Shizel sabía perfectamente que interrumpir a alguien en mitad de una faena frustrante, aunque fuese con consejos bienintencionados y fruto de toda una vida, no era buena idea. Así las cosas continuó hojeando los apuntes, vigilando al foner por el rabillo del ojo con la suficiente discreción como para no molestarlo.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Xana
Ficha de cosechado
Nombre: Ariv
Especie: Sinhadre
Habilidades: Memoria, reflejos, orientación.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
26/11/12, 11:06 pm
Ariv asintió ante la pregunta de la sinhadre. Claro que conocía la ciudad, aunque sólo de oídas. No fue capaz de articular palabra, aún no sabía cómo se sentía tras encontrarse con gente de su mundo. Por otro lado, la conversación sobre aurvas y edeels y los rituales de unión la incomodó un tanto, aunque procuró que no se notara. No quería que nadie le hiciera preguntas.
No obstante, enseguida todos se pusieron a cotejar los libros de magia que los del otro torreón habían traído con el suyo, y eso le permitió distraerse un poco. Escuchó con atención todo lo que allí se dijo al respecto. Enseguida tendría que ponerse a practicar… Aquello le llamaba la atención y estaba decidida a intentarlo y triunfar fuera como fuera.
“Eso depende de tu capacidad”, se dijo, pero sonrió. Estaba segura de que tenía que tenerla, ¡así debía ser! En cuanto se marcharan, probaría suerte. Eso la animó un poco. Saludó a Saren cuando bajó, al lado de Alder, y siguió prestando atención como si nada.
Cuando terminaron, los chicos del otro torreón se despidieron, dispuestos a volver a su hogar. Ariv les dijo adiós.
- ¡Son simpáticos! – le dijo a K. – Espero que volvamos a verlos pronto…
En ese momento, DL, Saren y Shizel empezaron a hablar de magia y a hacer bromas sobre el libro de Saren. Ariv sonrió, divertida. Una vez el idrino se quedó dormido, como los otros dos habían mencionado algo de una demostración, la niña vio su oportunidad. Se acercó a ambos y preguntó:
- ¿Puedo probar yo? Algún hechizo que sea fácil…
Se moría de ganas. Aunque siempre había peligro de llevarse una decepción, Ariv no paraba de repetirse que le saldría bien.
No obstante, enseguida todos se pusieron a cotejar los libros de magia que los del otro torreón habían traído con el suyo, y eso le permitió distraerse un poco. Escuchó con atención todo lo que allí se dijo al respecto. Enseguida tendría que ponerse a practicar… Aquello le llamaba la atención y estaba decidida a intentarlo y triunfar fuera como fuera.
“Eso depende de tu capacidad”, se dijo, pero sonrió. Estaba segura de que tenía que tenerla, ¡así debía ser! En cuanto se marcharan, probaría suerte. Eso la animó un poco. Saludó a Saren cuando bajó, al lado de Alder, y siguió prestando atención como si nada.
Cuando terminaron, los chicos del otro torreón se despidieron, dispuestos a volver a su hogar. Ariv les dijo adiós.
- ¡Son simpáticos! – le dijo a K. – Espero que volvamos a verlos pronto…
En ese momento, DL, Saren y Shizel empezaron a hablar de magia y a hacer bromas sobre el libro de Saren. Ariv sonrió, divertida. Una vez el idrino se quedó dormido, como los otros dos habían mencionado algo de una demostración, la niña vio su oportunidad. Se acercó a ambos y preguntó:
- ¿Puedo probar yo? Algún hechizo que sea fácil…
Se moría de ganas. Aunque siempre había peligro de llevarse una decepción, Ariv no paraba de repetirse que le saldría bien.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
29/11/12, 12:22 am
RR estuvo meditando en una esquina, apoyado contra una pared, cavilando ensimismado en nada en especial mientras el resto del grupo se dedicaba a hacer pruebas con la magia. Ya se encontraba notablemente mejor, y tenía claro que era hora de volver a tentar a la muerte. No podría quedarse en aquel antro sin nada más que hacer que planear próximos artificios y engordar su paranoia. No, eso sí que no. Debería salir ahí fuera, jugarse el pellejo y volver a casa con un gran saco lleno hasta los topes de baratijas y de chatarra inservible. Y entonces podría dedicarse a construir los artificios que tenía pensados y engordar su paranoia, eso sí, de forma mucho más llevadera y amena. Finalmente se dirigió a la cocina y tomó el saco que había confeccionado y un filete, se lo guardó y se dirigió hacia sus compañeros de torreón, con la ballesta reposando al hombro y con la cara tapada de la forma habitual.
-Bueno camaradas… Podéis seguir probando vuestras habilidades cuanto queráis. Por el momento yo me voy a explorar la ciudad. K, si quieres venir conmigo es el momento. Y si alguien más se apunta, todos felices. Eso sí, espero que pueda correr cómo un cabrón cuando llegue el momento.
Y, a sabiendas de que no había mucho más que decir, salió por la puerta del torreón con aire tranquilo. Cuando estuvo fuera de su hogar, empuñó como era debido su arma y se puso en estado de alerta, poniendo de nuevo sus cinco sentidos en la ciudad. Antes de seguir avanzando, le pasó el saco a Wintel, que había decidido por lo visto seguirles. Lo lanzó hacia atrás, apuntando mentalmente a la zona donde suponía que estaría en un par de segundos, tomando como referencia los pasos del muchacho que oía tras de sí.
-Carga con ello, ¿quieres? Creo que por el momento no será un gran esfuerzo, y yo ya voy muy cargado. Cuando vaya lleno, ya nos preocuparemos de turnárnoslo…
Sigue en el Anfiteatro.
-Bueno camaradas… Podéis seguir probando vuestras habilidades cuanto queráis. Por el momento yo me voy a explorar la ciudad. K, si quieres venir conmigo es el momento. Y si alguien más se apunta, todos felices. Eso sí, espero que pueda correr cómo un cabrón cuando llegue el momento.
Y, a sabiendas de que no había mucho más que decir, salió por la puerta del torreón con aire tranquilo. Cuando estuvo fuera de su hogar, empuñó como era debido su arma y se puso en estado de alerta, poniendo de nuevo sus cinco sentidos en la ciudad. Antes de seguir avanzando, le pasó el saco a Wintel, que había decidido por lo visto seguirles. Lo lanzó hacia atrás, apuntando mentalmente a la zona donde suponía que estaría en un par de segundos, tomando como referencia los pasos del muchacho que oía tras de sí.
-Carga con ello, ¿quieres? Creo que por el momento no será un gran esfuerzo, y yo ya voy muy cargado. Cuando vaya lleno, ya nos preocuparemos de turnárnoslo…
Sigue en el Anfiteatro.
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
30/11/12, 12:16 am
No estaba muy al pendiente de alrededor, más consciente de su propia tortura mental que en lo que ocurría a su alrededor, con el libro nuevamente abierto sobre su regazo, aprendiéndose el hechizo térmico de memoria, porque dada la suerte que estaba teniendo para realizar el de levitación prefería practicarlo cuando estuviese solo.
-Como quieras- respondió a las palabras de Shizel suspirando, cabezota como el solo en aprenderse algo- Tal vez tengas razón en lo que dices, pero igual es frustrante…supongo necesito practicar mas y desesperarme menos- murmuro rascándose la nuca un poco antes de volver su atención al hechizo. Por ello cuando Ariv se acerco pidiendo el libro tardo unos segundos en salir del medio trance en el que había entrado intentando concentrarse de nuevo.
-Ah sí….toma, prueba- añadió pasandole el libro observando a la chica con cierto interés, pues realmente magia solo había visto realizar a RR aparte de a sí mismo y no tenía muy claro si los demás tendrían también la habilidad o si serian como Alder del otro torreón, que no había sido capaz de hacerla. Por primera vez presto un poco de atención viendo a Saren dormido, de nuevo para variar y como RR decidía marcharse a alguna parte en compañía obvio, si fuera solo estaría loco. Pensó en unos segundos en irse con los viajantes, pero prefirió negarse en el último segundo, acomodándose en el sofá ojeando los escritos que había tomado del otro libro.
-Tal vez suene absurdo, pero puede que mi poca habilidad con la magia tenga que ver porque en mi mundo no existe, no de este modo al menos- dijo DL pensativamente, recordando los rumores que alguna vez había escuchado sobre la supuesta magia que realizaban algunos auros. Sus propias palabras le sonaban absurdas incluso para él, pero teniendo en cuenta que esa ciudad era muy diferente a la que el conocía, se esperaba cualquier cosa-¿En los vuestros existe algo similar?- pregunto mirando a Shizel y a Ariv, ya que estaba cerca y según sabia, ambos eran de mundos diferentes, mostrándose un poco curioso al respecto pues en realidad, lo único que conocía de sus compañeros de torreón era sus nombres y poco más.
-Como quieras- respondió a las palabras de Shizel suspirando, cabezota como el solo en aprenderse algo- Tal vez tengas razón en lo que dices, pero igual es frustrante…supongo necesito practicar mas y desesperarme menos- murmuro rascándose la nuca un poco antes de volver su atención al hechizo. Por ello cuando Ariv se acerco pidiendo el libro tardo unos segundos en salir del medio trance en el que había entrado intentando concentrarse de nuevo.
-Ah sí….toma, prueba- añadió pasandole el libro observando a la chica con cierto interés, pues realmente magia solo había visto realizar a RR aparte de a sí mismo y no tenía muy claro si los demás tendrían también la habilidad o si serian como Alder del otro torreón, que no había sido capaz de hacerla. Por primera vez presto un poco de atención viendo a Saren dormido, de nuevo para variar y como RR decidía marcharse a alguna parte en compañía obvio, si fuera solo estaría loco. Pensó en unos segundos en irse con los viajantes, pero prefirió negarse en el último segundo, acomodándose en el sofá ojeando los escritos que había tomado del otro libro.
-Tal vez suene absurdo, pero puede que mi poca habilidad con la magia tenga que ver porque en mi mundo no existe, no de este modo al menos- dijo DL pensativamente, recordando los rumores que alguna vez había escuchado sobre la supuesta magia que realizaban algunos auros. Sus propias palabras le sonaban absurdas incluso para él, pero teniendo en cuenta que esa ciudad era muy diferente a la que el conocía, se esperaba cualquier cosa-¿En los vuestros existe algo similar?- pregunto mirando a Shizel y a Ariv, ya que estaba cerca y según sabia, ambos eran de mundos diferentes, mostrándose un poco curioso al respecto pues en realidad, lo único que conocía de sus compañeros de torreón era sus nombres y poco más.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
02/12/12, 01:20 am
A Shizel le sorprendió el espíritu del pelirrojo: en lugar de arrastrar el periodo de descanso lo máximo posible no había tardado en salir de nuevo. El idrino no las tenía todas consigo, pero al fin y al cabo Karime y Wintel iban con él. Les despidió pero decidió no acompañarles, no cuando el tema por fin se había desviado a la magia.
Repasó los apuntes distraídamente. "Hechizo térmico", "Ensalmo de levitación", "Embrujo reconstituyente"... Ante sus ojos desfilaron muchas palabras. Eligió uno de los hechizos más sencillos y empezó a desmenuzar los caracteres, tratando de encontrar un patrón común, una base sobre la que establecer la relación entre caracteres y efectos. Por muy bizarra que fuera, aquello tenía que seguir alguna suerte de lógica. No obstante, la presencia de una guía de pronunciación y de gestos elevaba demasiado la complejidad del intento. Dándose cuenta de que para lograr algún avance tendría que echar mano de la práctica, el idrino se conformó con rebuscar un hechizo entre aquella marabunta de papel y dedicarse a memorizarlo para facilitarse la tarea cuando lo intentara más tarde, oculto a los ojos de los demás.
-Adelante- dijo con curiosidad al oír la petición de Ariv, y se apartó en el sofá para dejarle sitio.
Shizel empezó a salivar mentalmente ante los temas que DL sacó a colación, y sintió cómo el férreo autocontrol que le habían inculcado desde pequeño iba perdiendo prioridad a pasos agigantados en favor de la curiosidad. "Da mucho trabajo y con esta gente ni siquiera hace falta", se excusó interiormente, como pidiéndose permiso a sí mismo. "Solo un momentito..."
Por muchas justificaciones que se dio aún se sentía incómodamente expuesto cuando se atrevió a dejar salir la curiosidad ante los demás, como si estuviera dejando un flanco descubierto. Tenía la impresión subliminal de que le iban a mirar con la burla en los labios, como seguramente pasaría de hacerlo ante cualquiera de sus camarillas en Idris.
"Si no preguntas nunca sabrás nada", zanjó el tema mentalmente. "Y el tema lo ha sacado él, no yo, así que en todo caso le mirarían mal a él y no a mí. No hay riesgo."
-No lo tengo muy claro- empezó con un tono de interés controlado-. Estamos en un mundo distinto, así que aunque lo que dices fuera verdad, ¿por qué no íbamos a adaptarnos todos a las normas de aquí? Aunque igual sí tienes razón y cada raza tiene una sensibilidad distinta por eso de haber estado más o menos expuesto- caviló, considerando las implicaciones de la teoría del foner-. Aunque por esa lógica Ariv no debería poder hacer magia ya que Alder no podía, pero ya hemos visto que Seon sí, lo que descarta incluso que la discriminación vaya por sexos. Quizá vaya por individuos y algunos sintonizan más que otros...- le encantaban las discusiones de ese tipo, y era consciente vagamente de que se había embalado. Exponer en voz alta sus ideas le ayudaba a organizarlas. Volvió a la realidad y se acordó de la segunda parte de la pregunta de DL. Lamentó entonces que Saren estuviera dormido: lo que había oído de los norteños había sido de eso, de oídas, y tenía ganas de saber más.
-En Idris hay magia- dijo con seguridad-. Pero es algo que se hace en laboratorios: no conozco los detalles, aunque no sea por falta de ganas- añadió apenado-. Se dice que en otras partes del continente hay variantes en forma de hechizos de verdad, no experimentos, pero no me lo creía hasta que, bueno, llegué aquí- se encogió de hombros. Había tenido que dejar de lado su postura escéptica a fuerza de las circunstancias-. De todas formas, ¿cómo es la magia de tu mundo?- la voz se le teñía progresivamente de entusiasmo a medida que hablaba-. ¿Cómo es FONERA? ¿Por qué hay insectos gigantes? ¿Es como una selva acaso? Tú y RR parecéis bastante de ciudad, pero YR no...
Repasó los apuntes distraídamente. "Hechizo térmico", "Ensalmo de levitación", "Embrujo reconstituyente"... Ante sus ojos desfilaron muchas palabras. Eligió uno de los hechizos más sencillos y empezó a desmenuzar los caracteres, tratando de encontrar un patrón común, una base sobre la que establecer la relación entre caracteres y efectos. Por muy bizarra que fuera, aquello tenía que seguir alguna suerte de lógica. No obstante, la presencia de una guía de pronunciación y de gestos elevaba demasiado la complejidad del intento. Dándose cuenta de que para lograr algún avance tendría que echar mano de la práctica, el idrino se conformó con rebuscar un hechizo entre aquella marabunta de papel y dedicarse a memorizarlo para facilitarse la tarea cuando lo intentara más tarde, oculto a los ojos de los demás.
-Adelante- dijo con curiosidad al oír la petición de Ariv, y se apartó en el sofá para dejarle sitio.
Shizel empezó a salivar mentalmente ante los temas que DL sacó a colación, y sintió cómo el férreo autocontrol que le habían inculcado desde pequeño iba perdiendo prioridad a pasos agigantados en favor de la curiosidad. "Da mucho trabajo y con esta gente ni siquiera hace falta", se excusó interiormente, como pidiéndose permiso a sí mismo. "Solo un momentito..."
Por muchas justificaciones que se dio aún se sentía incómodamente expuesto cuando se atrevió a dejar salir la curiosidad ante los demás, como si estuviera dejando un flanco descubierto. Tenía la impresión subliminal de que le iban a mirar con la burla en los labios, como seguramente pasaría de hacerlo ante cualquiera de sus camarillas en Idris.
"Si no preguntas nunca sabrás nada", zanjó el tema mentalmente. "Y el tema lo ha sacado él, no yo, así que en todo caso le mirarían mal a él y no a mí. No hay riesgo."
-No lo tengo muy claro- empezó con un tono de interés controlado-. Estamos en un mundo distinto, así que aunque lo que dices fuera verdad, ¿por qué no íbamos a adaptarnos todos a las normas de aquí? Aunque igual sí tienes razón y cada raza tiene una sensibilidad distinta por eso de haber estado más o menos expuesto- caviló, considerando las implicaciones de la teoría del foner-. Aunque por esa lógica Ariv no debería poder hacer magia ya que Alder no podía, pero ya hemos visto que Seon sí, lo que descarta incluso que la discriminación vaya por sexos. Quizá vaya por individuos y algunos sintonizan más que otros...- le encantaban las discusiones de ese tipo, y era consciente vagamente de que se había embalado. Exponer en voz alta sus ideas le ayudaba a organizarlas. Volvió a la realidad y se acordó de la segunda parte de la pregunta de DL. Lamentó entonces que Saren estuviera dormido: lo que había oído de los norteños había sido de eso, de oídas, y tenía ganas de saber más.
-En Idris hay magia- dijo con seguridad-. Pero es algo que se hace en laboratorios: no conozco los detalles, aunque no sea por falta de ganas- añadió apenado-. Se dice que en otras partes del continente hay variantes en forma de hechizos de verdad, no experimentos, pero no me lo creía hasta que, bueno, llegué aquí- se encogió de hombros. Había tenido que dejar de lado su postura escéptica a fuerza de las circunstancias-. De todas formas, ¿cómo es la magia de tu mundo?- la voz se le teñía progresivamente de entusiasmo a medida que hablaba-. ¿Cómo es FONERA? ¿Por qué hay insectos gigantes? ¿Es como una selva acaso? Tú y RR parecéis bastante de ciudad, pero YR no...
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Álvar
Ficha de cosechado
Nombre: Timothy “Timmy” O’ Connors
Especie: Humano
Habilidades: Habilidad mental, astucia, planificación
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
02/12/12, 01:45 am
“Magia”. Esa era la palabra que Timmy no dejaba de repetirse en su cabeza. Aún después de que los otros chicos hubieran vuelto a su torreón seguía asombrado por la idea.
-¿Y si yo pudiera hacer magia?-Pensó para sus adentros.-No, a quien intento engañar. Un inútil como yo jamás sería capaz de hacer algo semejante. Yo no valgo para nada…
-Eso es cierto. No vales para nada. Pero para eso estoy yo aquí ¿cierto? ¡JA!- Le respondió aquella voz en su cabeza.
Timmy apretó los ojos con fuerza y deseó que aquella voz que solo le había traido problemas desapareciera.
-Que ni se te pase por la cabeza que vas a librarte de mí, pequeño saco de carne. Eso solo ocurrirá por encima de tu cadáver ¡JIA! Ahora en serio, me intriga eso de la magia, aunque no quisiera depender de ella. Soy de la mentalidad de que la ciencia es mas poderosa que cualquier poder etéreo. No obstante… sería interesante emplearla en alquimia. Me gustaría ver que es capaz de hacerles a nuestros juguetitos… ¡JIA JIA JIAAAA!
Metió la mano en su zurrón y acarició subconscientemente sus artilugios. Fue pasando la mano por cada uno de ellos hasta llegar al último. Fue entonces cuando se dio cuenta. Faltaba uno.
En ese instante su expresión cambió por una mezcla de furia y locura. Miró a su alrededor hasta que se hizo una idea de lo que podía haber pasado. El pelirrojo. Solo él sería tan curioso y estúpido como para coger uno de sus juguetes. Juró que lo pagaría caro.
Entonces Timmy vio como RR se disponía a salir del torreón. No supo bien por qué, pero al verlo se acercó y se ofreció voluntario para acompañarle.
-Quiero ir. Sé que no soy de gran ayuda, pe… pero quiero hacerme más fuerte y creo que os podría ayudar.
Parecía que las palabras salían solas de su boca. No podía controlarse.
-Además, quisiera hablar contigo cuando tengas un momento…
-Y más vale que sea con el menor número de testigos posibles- Esto último solo lo oyó el joven irlandés en su mente, e hizo que un sudor frio recorriera su espinazo. Temía lo que estaba a punto de ocurrir.
Sigue en el Anfiteatro.
-¿Y si yo pudiera hacer magia?-Pensó para sus adentros.-No, a quien intento engañar. Un inútil como yo jamás sería capaz de hacer algo semejante. Yo no valgo para nada…
-Eso es cierto. No vales para nada. Pero para eso estoy yo aquí ¿cierto? ¡JA!- Le respondió aquella voz en su cabeza.
Timmy apretó los ojos con fuerza y deseó que aquella voz que solo le había traido problemas desapareciera.
-Que ni se te pase por la cabeza que vas a librarte de mí, pequeño saco de carne. Eso solo ocurrirá por encima de tu cadáver ¡JIA! Ahora en serio, me intriga eso de la magia, aunque no quisiera depender de ella. Soy de la mentalidad de que la ciencia es mas poderosa que cualquier poder etéreo. No obstante… sería interesante emplearla en alquimia. Me gustaría ver que es capaz de hacerles a nuestros juguetitos… ¡JIA JIA JIAAAA!
Metió la mano en su zurrón y acarició subconscientemente sus artilugios. Fue pasando la mano por cada uno de ellos hasta llegar al último. Fue entonces cuando se dio cuenta. Faltaba uno.
En ese instante su expresión cambió por una mezcla de furia y locura. Miró a su alrededor hasta que se hizo una idea de lo que podía haber pasado. El pelirrojo. Solo él sería tan curioso y estúpido como para coger uno de sus juguetes. Juró que lo pagaría caro.
Entonces Timmy vio como RR se disponía a salir del torreón. No supo bien por qué, pero al verlo se acercó y se ofreció voluntario para acompañarle.
-Quiero ir. Sé que no soy de gran ayuda, pe… pero quiero hacerme más fuerte y creo que os podría ayudar.
Parecía que las palabras salían solas de su boca. No podía controlarse.
-Además, quisiera hablar contigo cuando tengas un momento…
-Y más vale que sea con el menor número de testigos posibles- Esto último solo lo oyó el joven irlandés en su mente, e hizo que un sudor frio recorriera su espinazo. Temía lo que estaba a punto de ocurrir.
Sigue en el Anfiteatro.
Piensa en verde: pon un Duende en tu vida
O, en su defecto, deja que uno te la arrebate
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
02/12/12, 05:00 pm
Escuchar a Shizel lo relajo y le hizo plantearse mejor las cosas. “Solo tengo que practicar mas y dejad de complicarme, es estúpido darme ya por caso perdido porque no me salga bien a la primera…” protesto en su mente por su actitud de berrinche de niño que no le sale algo bien a la primera. Su atención fue tomada nuevamente por Shizel cuando respondió a su pregunta sobre la existencia de magia en su mundo, olvidándose por completo de sus complicaciones atendió al idrino con mirada expectante y curiosa.
-Así que tenéis cierto avance científico en tu mundo también- comento al escuchar lo de que la magia se fabricaba, pensando en ello tal vez la “magia” en Idris era para DL algo cotidiano, dado los avances en FONERA-Eso es interesante, esa magia que mencionas me suena…a algo que leí una vez ¿cómo era?¡ah sí, alquimia!... No sé si en Idris se definiría así- añadió mirando al Idrino totalmente interesado, definitivamente sus mundos eran opuestos, pues a pesar de lo que decía Shizel de que esa variante parecía ser de una zona que él no conocía, implicaba que existía de una forma que DL solo había conocido en libros.
-En FONERA la única magia que existe, y no tengo comprobado realmente, solo son rumores, proviene de los Auros, son como roedores más grandes que una persona - añadió mirando a Shizel pues era extraño de explicar- Hacen sacrificios a su Dios y nigromancia…o eso se dice al menos- añadió encogiéndose de hombros pues no sabía eso a ciencia cierta. Las siguientes preguntas de Shizel, todas una detrás de otras hicieron reír a DL, que le puso un alto entretenido.
-Eres muy curioso, te pareces a mi- rio mirándolo, aunque no como queja más bien le resultaba relajante eso, ya que el también era así- Te diré donde vivo, es una ciudad que ocupa un continente, cubierta por una cúpula que impide ver eso que llamáis cielo…afuera solo hay radiación y contaminación no se puede vivir allí, salvo algunas plantas- dijo encogiéndose de hombros, estaba acostumbrado a ello y no había indagado mucho en el tema- La ciudad está dividida por castas según el color de cabello y ojos, es una diferencia de status, en la zonas más bajas viven los Auros, los Blattas, que son esos insectos que vimos cuando llegamos pero dos veces más grande que una persona, los adultos al menos; y los Saurios que son reptiles. Hay mas variantes, pero yo solo conozco personalmente a estas tres- dijo DL mirándole risueñamente entretenido con su explicación, seguramente sonaba muy rara a oídos de cualquiera, pero era su mundo- RR y yo provenimos de castas diferentes, YR también y debió pasar una vida bastante dura, no lo tengo claro. En fin esto donde yo vivo, pues fuera de la cúpula no se si hay mas vida- respondió algo avergonzado pues no se le daba muy bien explicar esas cosas, era más de mantenerlas en su mente y darle vueltas a decirlas en voz alta al menos referente a su mundo, dada su contrariedad contra la forma elitista que existía y a que no le veía mucha importancia dada la situación, pero intento explicarse lo mejor posible-Seguramente nuestros mundos no se parezcan en nada, solo hay que ver nuestro aspecto- añadió observando interesado las aletas que tenia donde supuestamente debían ir las orejas- Espero que no te resulte insultante….¿pero para que sirven exactamente?¿puedo?- pregunto refiriéndose a tocarlas observándolo atentamente todo curioso en realidad pero si atreverse hacerlo sin pedir permiso antes no fuera a ser de algún modo un insulto en su mundo lo cual no era su intención.
-Así que tenéis cierto avance científico en tu mundo también- comento al escuchar lo de que la magia se fabricaba, pensando en ello tal vez la “magia” en Idris era para DL algo cotidiano, dado los avances en FONERA-Eso es interesante, esa magia que mencionas me suena…a algo que leí una vez ¿cómo era?¡ah sí, alquimia!... No sé si en Idris se definiría así- añadió mirando al Idrino totalmente interesado, definitivamente sus mundos eran opuestos, pues a pesar de lo que decía Shizel de que esa variante parecía ser de una zona que él no conocía, implicaba que existía de una forma que DL solo había conocido en libros.
-En FONERA la única magia que existe, y no tengo comprobado realmente, solo son rumores, proviene de los Auros, son como roedores más grandes que una persona - añadió mirando a Shizel pues era extraño de explicar- Hacen sacrificios a su Dios y nigromancia…o eso se dice al menos- añadió encogiéndose de hombros pues no sabía eso a ciencia cierta. Las siguientes preguntas de Shizel, todas una detrás de otras hicieron reír a DL, que le puso un alto entretenido.
-Eres muy curioso, te pareces a mi- rio mirándolo, aunque no como queja más bien le resultaba relajante eso, ya que el también era así- Te diré donde vivo, es una ciudad que ocupa un continente, cubierta por una cúpula que impide ver eso que llamáis cielo…afuera solo hay radiación y contaminación no se puede vivir allí, salvo algunas plantas- dijo encogiéndose de hombros, estaba acostumbrado a ello y no había indagado mucho en el tema- La ciudad está dividida por castas según el color de cabello y ojos, es una diferencia de status, en la zonas más bajas viven los Auros, los Blattas, que son esos insectos que vimos cuando llegamos pero dos veces más grande que una persona, los adultos al menos; y los Saurios que son reptiles. Hay mas variantes, pero yo solo conozco personalmente a estas tres- dijo DL mirándole risueñamente entretenido con su explicación, seguramente sonaba muy rara a oídos de cualquiera, pero era su mundo- RR y yo provenimos de castas diferentes, YR también y debió pasar una vida bastante dura, no lo tengo claro. En fin esto donde yo vivo, pues fuera de la cúpula no se si hay mas vida- respondió algo avergonzado pues no se le daba muy bien explicar esas cosas, era más de mantenerlas en su mente y darle vueltas a decirlas en voz alta al menos referente a su mundo, dada su contrariedad contra la forma elitista que existía y a que no le veía mucha importancia dada la situación, pero intento explicarse lo mejor posible-Seguramente nuestros mundos no se parezcan en nada, solo hay que ver nuestro aspecto- añadió observando interesado las aletas que tenia donde supuestamente debían ir las orejas- Espero que no te resulte insultante….¿pero para que sirven exactamente?¿puedo?- pregunto refiriéndose a tocarlas observándolo atentamente todo curioso en realidad pero si atreverse hacerlo sin pedir permiso antes no fuera a ser de algún modo un insulto en su mundo lo cual no era su intención.
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
02/12/12, 06:01 pm
-Pregón-
- Xana
Ficha de cosechado
Nombre: Ariv
Especie: Sinhadre
Habilidades: Memoria, reflejos, orientación.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
02/12/12, 10:07 pm
Ariv ladeó la cabeza cuando escuchó la pregunta de DL.
- Sí, bueno… Tenemos magia en Sinhdro – respondió, refiriéndose a la multitud de rituales que había en su mundo. Realmente no estaba segura de en qué consistían muchos de ellos, pero sabía de su existencia. – Aunque no tienen nada que ver con esto.
Shizel enseguida tomó la palabra y expuso sus dudas sobre las limitaciones que tenía la magia. Por lo pronto, parecía que la capacidad de hacerla o no dependía de otros factores que nada tenían que ver con la procedencia de cada uno de ellos. Suspiró, aliviada. Si las cosas fueran así, quizás estaría privada de ello, y eso la desilusionaría sobremanera. Después, mientras RR, K, Wintel y Timmy se marchaban de expedición – Ariv no entendía por qué tenían tantas ganas de arriesgarse otra vez después de lo sucedido en los últimos días – los demás se pusieron a hablar sobre sus respectivos mundos. La niña no quiso dar muchos más detalles, así que se limitó a escuchar con curiosidad, y después cogió el libro de hechizos. Lo hojeó, fascinada. Aquello era tan increíble que le parecía imposible que existiera de verdad.
Escogió uno de los hechizos, uno que parecía sencillo. No sabía exactamente lo que debía hacer, pero no estaba dispuesta a abandonar hasta que algo sucediese. Se concentró y trató de leerlo en voz alta. Esperaba que funcionase. No obstante, nada ocurrió. Ariv frunció el ceño. ¿Qué demonios pasaba? Se suponía que, si tenía capacidad para la magia, ésta debía surgir de inmediato. ¡Tenía que ser así de sencillo!
“Pues parece que no”, pensó, resignada. Volvió a leer el hechizo y a realizar los gestos pertinentes, tal y como venía en el libro, pero tampoco ocurrió nada la segunda vez. Tuvo que intentarlo unas cuantas más antes de que comenzara a surgir una pequeña lucecita, una llamita que ni quemaba ni daba calor, que tan sólo iluminaba. Ariv empezaba a notarse cansada después de lograr aquello, pero continuó pronunciando el hechizo para ver hasta dónde podía llegar.
Entonces algo la interrumpió. Empezó a oír algo, una especie de pregón que parecía proceder de ninguna parte, y su lucecita desapareció tan rápido que apenas fue consciente de haber conseguido su propósito. Había perdido la concentración, y eso hizo que se enfadara. ¿Quién se había atrevido a molestarla con aquellas cosas que no le interesaban lo más mínimo?
Fue en ese momento cuando oyó que mencionaban su mundo… Una noticia sobre las expediciones del rey. Ariv pasó del enfado a la sorpresa enseguida. Sintió un pequeño ramalazo de nostalgia. Era extraño: a veces no quería ni oír hablar de Sinhdro y otras veces lo echaba de menos. En esta ocasión, le ocurría lo segundo.
- ¿Ha… habéis escuchado eso? – les preguntó a los demás. A lo mejor sólo había sonado en su cabeza. Tal vez lo había imaginado. - ¿Qué es?
El único resto que quedaba de su intento era ese cansancio que ahora la dominaba. No era excesivo, pero se notaba más débil que antes… La magia tenía un precio.
- Sí, bueno… Tenemos magia en Sinhdro – respondió, refiriéndose a la multitud de rituales que había en su mundo. Realmente no estaba segura de en qué consistían muchos de ellos, pero sabía de su existencia. – Aunque no tienen nada que ver con esto.
Shizel enseguida tomó la palabra y expuso sus dudas sobre las limitaciones que tenía la magia. Por lo pronto, parecía que la capacidad de hacerla o no dependía de otros factores que nada tenían que ver con la procedencia de cada uno de ellos. Suspiró, aliviada. Si las cosas fueran así, quizás estaría privada de ello, y eso la desilusionaría sobremanera. Después, mientras RR, K, Wintel y Timmy se marchaban de expedición – Ariv no entendía por qué tenían tantas ganas de arriesgarse otra vez después de lo sucedido en los últimos días – los demás se pusieron a hablar sobre sus respectivos mundos. La niña no quiso dar muchos más detalles, así que se limitó a escuchar con curiosidad, y después cogió el libro de hechizos. Lo hojeó, fascinada. Aquello era tan increíble que le parecía imposible que existiera de verdad.
Escogió uno de los hechizos, uno que parecía sencillo. No sabía exactamente lo que debía hacer, pero no estaba dispuesta a abandonar hasta que algo sucediese. Se concentró y trató de leerlo en voz alta. Esperaba que funcionase. No obstante, nada ocurrió. Ariv frunció el ceño. ¿Qué demonios pasaba? Se suponía que, si tenía capacidad para la magia, ésta debía surgir de inmediato. ¡Tenía que ser así de sencillo!
“Pues parece que no”, pensó, resignada. Volvió a leer el hechizo y a realizar los gestos pertinentes, tal y como venía en el libro, pero tampoco ocurrió nada la segunda vez. Tuvo que intentarlo unas cuantas más antes de que comenzara a surgir una pequeña lucecita, una llamita que ni quemaba ni daba calor, que tan sólo iluminaba. Ariv empezaba a notarse cansada después de lograr aquello, pero continuó pronunciando el hechizo para ver hasta dónde podía llegar.
Entonces algo la interrumpió. Empezó a oír algo, una especie de pregón que parecía proceder de ninguna parte, y su lucecita desapareció tan rápido que apenas fue consciente de haber conseguido su propósito. Había perdido la concentración, y eso hizo que se enfadara. ¿Quién se había atrevido a molestarla con aquellas cosas que no le interesaban lo más mínimo?
Fue en ese momento cuando oyó que mencionaban su mundo… Una noticia sobre las expediciones del rey. Ariv pasó del enfado a la sorpresa enseguida. Sintió un pequeño ramalazo de nostalgia. Era extraño: a veces no quería ni oír hablar de Sinhdro y otras veces lo echaba de menos. En esta ocasión, le ocurría lo segundo.
- ¿Ha… habéis escuchado eso? – les preguntó a los demás. A lo mejor sólo había sonado en su cabeza. Tal vez lo había imaginado. - ¿Qué es?
El único resto que quedaba de su intento era ese cansancio que ahora la dominaba. No era excesivo, pero se notaba más débil que antes… La magia tenía un precio.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
02/12/12, 11:24 pm
El idrino escuchó las palabras de DL con avidez. A cada frase una nueva pregunta parecía surgir en su cabeza.
-No exactamente... La alquimia de la que hablas me suena a mezclar botes de cosas a ver qué pasa... En los laboratorios se miden todas las condiciones que se pueden, es algo más sistemático- se rascó la cabeza un poco avergonzado cuando DL le señaló su curiosidad-. Por el norte y la costa se supone que los hechizos esos se guardan por saber popular y esas cosas, pero por lo general se niegan a soltarnos prenda a los demás- volvió a echar una mirada envidiosa a Saren, arrepintiéndose de haber descartado tan pronto las creencias que habían resultado tener un fondo de verdad. ¿Qué clase de cosas habría visto?
Frunció un poco el ceño cuando el foner habló de la magia que conocía. ¿Sacrificios a un dios? ¿Y aquel concepto tan primitivo funcionaba? Primero insectos gigantes, luego roedores... Aquel mundo debía ser diametralmente distinto de Idris. La mente del idrino daba vueltas, saturada de nueva información. Le era completamente imposible imaginarse un mundo completamente contaminado, no ver el cielo por las mañanas, el aire sucio, que toda el agua tuviera que ser filtrada...
"¿Por eso ni él ni RR querían salir de las mazmorras? ¿Tenían miedo del exterior?"
Cuando DL le habló del sistema de castas Shizel no se lo podía creer.
-¿Me estás tomando el pelo?- protestó-. ¿Por el color del pelo y de los ojos? Eso es completamente arbitrario... ¿En qué os basáis para aceptar eso sin más?
Se dio cuenta inmediatamente después de que lo había dicho podía ser insensible culturalmente, pero la falta de sentido de aquello no le entraba en la cabeza. Además DL había mencionado que YR había tenido una vida dura... ¿Significaba eso que el pelo blanco era la casta más baja? A raíz de aquello otra cosa le llamó la atención.
-YR y tú tenéis el pelo blanco...- señaló-. Pero sois de castas distintas, dices...- le miró interrogante.
Asintió en respuesta a la petición de DL. Tres habían sido las personas que le habían interrogado acerca de sus orejas, pero ésta había sido la primera en pedirle permiso.
-Pues sirven para proteger los oídos... Como esos rebordes redondos que tenéis los demás, imagino- pidió permiso con la mirada para curiosearlos cuando DL hubo terminado, y ante el asentimiento del foner se acercó a verlos más de cerca. Rozó dicho reborde con los dedos con curiosidad. Eran más blanditos y parecía llegar más sangre que a sus propias orejas.
-Qué raro- comentó volviendo a su sitio-. También tenéis la piel muy clarita, como si fuerais bebés- dijo sonriendo con diversión.
-Bueno, parece que tenemos otro mago- comentó reclinándose con despreocupación en el sofá cuando vio los resultados de Ariv-. Felicidades.
Fue entonces cuando por las ventanas retumbó el pregón de la plaza. Shizel saltó del sofá como impulsado por un resorte y se asomó a la ventana a todo correr.
-¡Joder, es Miseria!
El sonido de aquellas mil voces a la vez era inconfundible, y parecía provenir de algún lugar no muy lejano. Shizel sintió una excitación creciente.
Tenía que salir y preguntarle, tenía que encontrar una explicación a qué hacían todos allí, algo más allá del críptico discurso que les habían dado hacía unos días... Echarle en cara que les había engañado a él y a Saren, y quién sabe a quién más, con promesas falsas.
-¿Qué hacéis ahí parados?- preguntó a los demás, muy agitado-. ¡Tenemos que seguirle! ¡Es un cosechador, tiene que tener respuestas!
-No exactamente... La alquimia de la que hablas me suena a mezclar botes de cosas a ver qué pasa... En los laboratorios se miden todas las condiciones que se pueden, es algo más sistemático- se rascó la cabeza un poco avergonzado cuando DL le señaló su curiosidad-. Por el norte y la costa se supone que los hechizos esos se guardan por saber popular y esas cosas, pero por lo general se niegan a soltarnos prenda a los demás- volvió a echar una mirada envidiosa a Saren, arrepintiéndose de haber descartado tan pronto las creencias que habían resultado tener un fondo de verdad. ¿Qué clase de cosas habría visto?
Frunció un poco el ceño cuando el foner habló de la magia que conocía. ¿Sacrificios a un dios? ¿Y aquel concepto tan primitivo funcionaba? Primero insectos gigantes, luego roedores... Aquel mundo debía ser diametralmente distinto de Idris. La mente del idrino daba vueltas, saturada de nueva información. Le era completamente imposible imaginarse un mundo completamente contaminado, no ver el cielo por las mañanas, el aire sucio, que toda el agua tuviera que ser filtrada...
"¿Por eso ni él ni RR querían salir de las mazmorras? ¿Tenían miedo del exterior?"
Cuando DL le habló del sistema de castas Shizel no se lo podía creer.
-¿Me estás tomando el pelo?- protestó-. ¿Por el color del pelo y de los ojos? Eso es completamente arbitrario... ¿En qué os basáis para aceptar eso sin más?
Se dio cuenta inmediatamente después de que lo había dicho podía ser insensible culturalmente, pero la falta de sentido de aquello no le entraba en la cabeza. Además DL había mencionado que YR había tenido una vida dura... ¿Significaba eso que el pelo blanco era la casta más baja? A raíz de aquello otra cosa le llamó la atención.
-YR y tú tenéis el pelo blanco...- señaló-. Pero sois de castas distintas, dices...- le miró interrogante.
Asintió en respuesta a la petición de DL. Tres habían sido las personas que le habían interrogado acerca de sus orejas, pero ésta había sido la primera en pedirle permiso.
-Pues sirven para proteger los oídos... Como esos rebordes redondos que tenéis los demás, imagino- pidió permiso con la mirada para curiosearlos cuando DL hubo terminado, y ante el asentimiento del foner se acercó a verlos más de cerca. Rozó dicho reborde con los dedos con curiosidad. Eran más blanditos y parecía llegar más sangre que a sus propias orejas.
-Qué raro- comentó volviendo a su sitio-. También tenéis la piel muy clarita, como si fuerais bebés- dijo sonriendo con diversión.
-Bueno, parece que tenemos otro mago- comentó reclinándose con despreocupación en el sofá cuando vio los resultados de Ariv-. Felicidades.
Fue entonces cuando por las ventanas retumbó el pregón de la plaza. Shizel saltó del sofá como impulsado por un resorte y se asomó a la ventana a todo correr.
-¡Joder, es Miseria!
El sonido de aquellas mil voces a la vez era inconfundible, y parecía provenir de algún lugar no muy lejano. Shizel sintió una excitación creciente.
Tenía que salir y preguntarle, tenía que encontrar una explicación a qué hacían todos allí, algo más allá del críptico discurso que les habían dado hacía unos días... Echarle en cara que les había engañado a él y a Saren, y quién sabe a quién más, con promesas falsas.
-¿Qué hacéis ahí parados?- preguntó a los demás, muy agitado-. ¡Tenemos que seguirle! ¡Es un cosechador, tiene que tener respuestas!
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
02/12/12, 11:59 pm
Karime rió sin tapujos ante el comentario de Alder. “Esta chica es de las mías.” Pensó.
- Tranquila, Der. No estoy en contra del intercambio de género.- bromeó.
Cuando los invitados decidieron irse, Karime los despidió alegremente asegurando que la próxima “fiesta loca” sería en su torreón. Cuando el idrino comenzó a hablar, Karime se acercó a él esperando la diversión que le ofrecía una posible batalla de pullas y, al principio, Saren no la decepcionó, pero la descolocó un poco con el comentario del maquillaje y el gesto del pelo. “Otro mundo, otra cultura. En mi mundo, sin maquillaje, solo soy una niña.” Se dijo. Aunque no le gustaba verse sin maquillaje y nunca lo reconocería, su rostro limpio era una imagen bastante agradable y diferente para ella y, en el fondo, le gustaba.
- Tranquilo, Burbujita, mi ego y yo somos flexibles y versátiles. Cabemos donde haga falta.- contestó Karime a las últimas palabras de Saren con una sonrisa picara y una clara insinuación.
Tras guiñarle el ojo descaradamente, se dio la vuelta hacia RR, que llegaba con una proposición para ella.
- ¡oh, Pelirrojo, tienes celos! Tranquilo, te regalo una tarde en mi compañía para que no te sientas desbancado por la Burbujita.- comentó exageradamente emocionada.- Vamos, doble R, no hagamos esperar a las bestias y monstruos que allá afuera nos esperan.- dijo teatralmente la libense mientras le hacía una reverencia al foner y le seguía fuera del torreón.
Ya afuera, y al ver que Timmy les acompañaba, rodeó sus hombros con un brazo y le revolvió fuertemente el pelo.
- Vamos, enano, a ver qué tal te dé da esta vez.- le dijo alegremente.- Pero no me acabes como la ultima vez, ¿eh? No querría tener que acabar viendo como salen de tu cuerpo cosas que deberían mantenerse dentro, no es agradable.
Sigue en el Anfiteatro.
- Tranquila, Der. No estoy en contra del intercambio de género.- bromeó.
Cuando los invitados decidieron irse, Karime los despidió alegremente asegurando que la próxima “fiesta loca” sería en su torreón. Cuando el idrino comenzó a hablar, Karime se acercó a él esperando la diversión que le ofrecía una posible batalla de pullas y, al principio, Saren no la decepcionó, pero la descolocó un poco con el comentario del maquillaje y el gesto del pelo. “Otro mundo, otra cultura. En mi mundo, sin maquillaje, solo soy una niña.” Se dijo. Aunque no le gustaba verse sin maquillaje y nunca lo reconocería, su rostro limpio era una imagen bastante agradable y diferente para ella y, en el fondo, le gustaba.
- Tranquilo, Burbujita, mi ego y yo somos flexibles y versátiles. Cabemos donde haga falta.- contestó Karime a las últimas palabras de Saren con una sonrisa picara y una clara insinuación.
Tras guiñarle el ojo descaradamente, se dio la vuelta hacia RR, que llegaba con una proposición para ella.
- ¡oh, Pelirrojo, tienes celos! Tranquilo, te regalo una tarde en mi compañía para que no te sientas desbancado por la Burbujita.- comentó exageradamente emocionada.- Vamos, doble R, no hagamos esperar a las bestias y monstruos que allá afuera nos esperan.- dijo teatralmente la libense mientras le hacía una reverencia al foner y le seguía fuera del torreón.
Ya afuera, y al ver que Timmy les acompañaba, rodeó sus hombros con un brazo y le revolvió fuertemente el pelo.
- Vamos, enano, a ver qué tal te dé da esta vez.- le dijo alegremente.- Pero no me acabes como la ultima vez, ¿eh? No querría tener que acabar viendo como salen de tu cuerpo cosas que deberían mantenerse dentro, no es agradable.
Sigue en el Anfiteatro.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.