Torreón Letargo (Archivo III)
+20
Evanna
Xana
Muffie
Tak
Giniroryu
Leonart
Lops
Dal
Carmesí
Red
Reisha
Naeryan
Administración
LEC
Serokrai
Jack
Alicia
Yber
Poblo
Elliot
24 participantes
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Torreón Letargo (Archivo III)
09/09/12, 11:32 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
15/03/13, 10:52 am
Cuando la voz de Atol y su pregunta alcanzaron mi mente me levanté con el libro en las manos y subí las escaleras hasta el baño. Atol estaba en la bañera a punto de salir y cuando fijé mi vista en él la desvié algo incómodo, <<Creí que ya se estaría vistiendo>>.
Abrí la boca para contarle lo sucedido, es decir nada importante, pero Pablo se me adelantó desde abajo. Con un suspiro miré a Atol a la cara y me sonrojé levemente mientras le decía:
-Estamos todos bien, ya lo has oído, no hay nada por lo que preocuparse. Te hemos dejado las cestas en la cocina, si no tienes ánimos para cocinar dímelo y ya haremos algo.- mientras decía esto no sabía donde mirar, aunque de refilón tenía buen aspecto. El enrojecimiento fue en aumento mientras pensaba que me estaba comportando como un crío.- Bueno, baja cuando puedas, estamos casi todos en el salón.
Sin nada mas que añadir bajé de nuevo al salón sólo para ver como Yrio pasaba como una centella hacia el patio. Al poco rato volvió y se sentó en un sillón con una taza de syv en la mano, pude ver claramente el gesto de su cara y el movimiento de su mano hasta el estómago.
-¿Te duele el estómago Yrio?.- Pregunté con curiosidad, aunque la respuesta era claramente visible.- Y sí, mañana enterraremos a Macack, se supone que hay un cementerio no muy lejos de aquí, pero bueno, mejor esperar a mañana que no sabemos cuánto tiempo nos llevara.
-Por cierto y cambiando de tema, se me ha ocurrido una forma de que puedas usar las gafas de sol que te di, podrías pasar una cinta alrededor de la cabeza y así no se te caerían, ¿qué te parece?.
Seguí traduciendo el libro mientras veía por el rabillo del ojo como la gente iba y venía, sin embargo otra parte de mi mente estaba ocupada pensando en como ocultar los catalizadores mágicos que había en el torreón para usarlos, aunque tendría que esperar a que todos se fueran a dormir para obtenerlos sin que se dieran cuenta.
Abrí la boca para contarle lo sucedido, es decir nada importante, pero Pablo se me adelantó desde abajo. Con un suspiro miré a Atol a la cara y me sonrojé levemente mientras le decía:
-Estamos todos bien, ya lo has oído, no hay nada por lo que preocuparse. Te hemos dejado las cestas en la cocina, si no tienes ánimos para cocinar dímelo y ya haremos algo.- mientras decía esto no sabía donde mirar, aunque de refilón tenía buen aspecto. El enrojecimiento fue en aumento mientras pensaba que me estaba comportando como un crío.- Bueno, baja cuando puedas, estamos casi todos en el salón.
Sin nada mas que añadir bajé de nuevo al salón sólo para ver como Yrio pasaba como una centella hacia el patio. Al poco rato volvió y se sentó en un sillón con una taza de syv en la mano, pude ver claramente el gesto de su cara y el movimiento de su mano hasta el estómago.
-¿Te duele el estómago Yrio?.- Pregunté con curiosidad, aunque la respuesta era claramente visible.- Y sí, mañana enterraremos a Macack, se supone que hay un cementerio no muy lejos de aquí, pero bueno, mejor esperar a mañana que no sabemos cuánto tiempo nos llevara.
-Por cierto y cambiando de tema, se me ha ocurrido una forma de que puedas usar las gafas de sol que te di, podrías pasar una cinta alrededor de la cabeza y así no se te caerían, ¿qué te parece?.
Seguí traduciendo el libro mientras veía por el rabillo del ojo como la gente iba y venía, sin embargo otra parte de mi mente estaba ocupada pensando en como ocultar los catalizadores mágicos que había en el torreón para usarlos, aunque tendría que esperar a que todos se fueran a dormir para obtenerlos sin que se dieran cuenta.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
16/03/13, 11:33 pm
Al parecer habían vuelto sin problemas, así que pude terminar de lavarme. Lo que no esperaba era que apareciese Stefan por la puerta mientras me estaba secando, pero fue divertido. Él tampoco se esperaba verme desnudo? <<¿Qué espera, entrando sin llamar? ¿Acaso en su mundo son tabú los desnudos y por eso llevan tanta ropa siempre? Por poder... Mundos locos...>>
Le escuché tardando más de lo necesario en secarme ya que no tenía prisa y necesitaba reírme un poco, aunque fuese mentalmente. Ya me reiría más tarde de sus sonrojos. <<A la porra los tabúes y manías raras de esta gente>> No lo pensaba en serio, pero en este caso era algo suave.
-De acuerdo, ahora bajo.-respondí mientras ajustaba, casi diría apretaba, los arneses, buscando que al quitarlos dejen marca.
Tenía un mal presentimiento sobre la enfermedad de Macak, así que decidí hacer guardia en la armería esta noche y bajar vestido en contra de lo que planeaba. Cuando bajé y saludé, fui directo a la cocina para tener algo con lo que entretenerme: calenté la carne acompañada de algo de verdura y de postre fruta variada picada, repartiendo el nuevo syv para todos <<Mal no hace, si sirve como dijeron Yrio y Seon, mejor, y si no, lo dicho, mal no hace>> Al acabar lo sirvo todo en la mesa del salón y tras esperar un momento, me senté en una postura muy rígida.
-Plan de mañana. Vamos a ir al cementerio, puede venir quien quiera. Enterraremos a Macak y volvemos, sencillo.-luego lanzo uno de los cristales al techo y lo vuelvo a recoger.-Respecto a la magia...-dicho eso me incorporo y me voy a donde Seon, hablando mientras tanto.-Los hechizos pueden salir bien o mal, pero no ha de ser culpa nuestra. No sabemos todas las variantes de los hechizos que hacemos y ni siquiera sabemos cómo funcionan así que...-y reverencial y suplicando casi.-Mi Señora, no sois culpable de su muerte. No penséis en eso, no más, por favor.
Le doy un rato para responder* y luego vuelvo a mi sitio para comer en silencio. ¿Después? Después pasaré un rato practicando los hechizos que Seon hiciera, los que pueda que no requieran heridas graves. <<Necesito energías para mañana, a la vuelta seguiré con el experimento>> Y cuando caiga la noche me iré a la armería, a sentarme en los escalones con mis cimitarras y garras, a hacer guardia e intentar no sucumbir al sueño, pero sin mucho éxito...
*NfdR: "le doy un rato para responder" o no, dependiendo de Blue, ya editaré en consecuencia.
Le escuché tardando más de lo necesario en secarme ya que no tenía prisa y necesitaba reírme un poco, aunque fuese mentalmente. Ya me reiría más tarde de sus sonrojos. <<A la porra los tabúes y manías raras de esta gente>> No lo pensaba en serio, pero en este caso era algo suave.
-De acuerdo, ahora bajo.-respondí mientras ajustaba, casi diría apretaba, los arneses, buscando que al quitarlos dejen marca.
Tenía un mal presentimiento sobre la enfermedad de Macak, así que decidí hacer guardia en la armería esta noche y bajar vestido en contra de lo que planeaba. Cuando bajé y saludé, fui directo a la cocina para tener algo con lo que entretenerme: calenté la carne acompañada de algo de verdura y de postre fruta variada picada, repartiendo el nuevo syv para todos <<Mal no hace, si sirve como dijeron Yrio y Seon, mejor, y si no, lo dicho, mal no hace>> Al acabar lo sirvo todo en la mesa del salón y tras esperar un momento, me senté en una postura muy rígida.
-Plan de mañana. Vamos a ir al cementerio, puede venir quien quiera. Enterraremos a Macak y volvemos, sencillo.-luego lanzo uno de los cristales al techo y lo vuelvo a recoger.-Respecto a la magia...-dicho eso me incorporo y me voy a donde Seon, hablando mientras tanto.-Los hechizos pueden salir bien o mal, pero no ha de ser culpa nuestra. No sabemos todas las variantes de los hechizos que hacemos y ni siquiera sabemos cómo funcionan así que...-y reverencial y suplicando casi.-Mi Señora, no sois culpable de su muerte. No penséis en eso, no más, por favor.
Le doy un rato para responder* y luego vuelvo a mi sitio para comer en silencio. ¿Después? Después pasaré un rato practicando los hechizos que Seon hiciera, los que pueda que no requieran heridas graves. <<Necesito energías para mañana, a la vuelta seguiré con el experimento>> Y cuando caiga la noche me iré a la armería, a sentarme en los escalones con mis cimitarras y garras, a hacer guardia e intentar no sucumbir al sueño, pero sin mucho éxito...
*NfdR: "le doy un rato para responder" o no, dependiendo de Blue, ya editaré en consecuencia.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Ola ke ase, soi un pos de madruga o ke ase
17/03/13, 02:50 am
La noche había tardado en llegar más de tres semanas. O eso le había parecido a Tap, que llevaba en estado de shock desde que había decidido subir a las almenas. Tenía las palmas de los pies y las manos igual o peor que ayer, desolladas; le dolían horrores. Además, tenía agujetas por todo el cuerpo. Porque a pesar del dolor, la histeria, los nervios, el miedo y otros tantos sentimientos que se sucedían de forma aleatoria en su cabeza, no se permitió un solo respiro. Había recorrido las almenas de un lado a otro, varias veces y unas pocas más.
Esperaba que el cansancio lo aliviara, pero el cansancio no alivia la culpa y, a cada paso del repoblador, la muerte de Macak y la de su propia avispa le pesaban más. El estómago tampoco se lo puso fácil, pues parecía no contentarse con las hojas que había arrancado de las plantas del huerto (y no sin motivo, pues no eran lo que se dice agradables al paladar). Al final, llegó un momento en el que Tap no pudo echar el muerto fuera de su panal. Sentía la necesidad de hablar, de hacer ruido, de desahogarse. << Tengo que bajar. Tengo que bajar y hablar con alguien. Con Pablo. Tengo que hablar con Pablo. Sí >>. Nadie se le antojaba capaz de entenderle mejor que Pablo. Y no sabía muy bien por qué, pues Pablo no era tampoco la joya de la colonia.
Y aún así bajó en cuanto vio que no había cangrejos en la costa. Cargó con un par de semillas del huerto y entró sigilosamente al torreón. Lo primero que hizo fue esquivar la zona del sofá, donde dormía un Yrio enfermo, y probar un par de bayas de las cestas de comida. Trepar por la mesa le costó horrores, pero darse el festín apenas le llevó un par de minutos. Comió con avidez hasta que no quedó huella de su tentempié nocturno y volvió la marcha.
Lo siguiente que hizo fue bajar por el desnivel que llevaba hasta la habitación de las armas. Había oído que habían metido el cadáver de Orejones por ahí y sentía que tenía que acercarse. Metálico vigilaba el mueble en el que la habían encerrado, si es que se puede llamar vigilancia a dormir a pierna suelta. Tap se coló como pudo hasta que se puso frente al cajón y pasó la mano menos maltratada por la superficie. Ahora, con su cercanía, tenía claro que la había matado él, de alguna manera, y necesitaba pedir perdón aunque fuera a su cuerpo muerto y enlatado.
<<Lo siento, Orejo...>> negó con la cabeza, interrumpiendo su propio hilo de pensamientos. <<Tiene nombre>> se dijo. <<Tiene nombre>> e hizo memoria hasta que "Macak" le resonó en un recuerdo cercano, en el que la varmana se le había presentado y le había ofrecido su ayuda. <<Lo siento, Macak>>. Y lo que en un principio debía hacerle sentir ligeramente mejor, solo le hizo sentir peor todavía. <<¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho?>> casi no era consciente de que se estaba haciendo savia en los labios, ni de que estaba trepepando por el mueble, a pesar de las quejas que escalaban por los nervios de sus manos en carne viva.
Por una parte le hubiera gustado poder abrir el cajón para colocar las semillas que había traído en las manos de la propia Macak, pero le asustaba verla. Verla y que se convirtiera en uno de esos flotantes y le atormentara hasta que el propio Tap se marchitara de miedo o se volviera totalmente loco. Pero había oído las tradiciones de la varmana y, aunque no era lo mismo, Tap acabó soltando el par de semillas sobre la madera. Eran pequeñas y ni siquiera estaba seguro de que Atol las fuera a ver para llevárselas al cementerio ese, pero también eran un símbolo de que Tap se arrepentía de verdad de haber disparado cierto dardo a su tobillo. Y ahí se quedaron.
Finalmente, el repoblador desandó el camino, volviendo a esquivar al somnoliento Metálico, y subió hasta donde dormían todos para asegurarse de que, efectivamente, dormían. Buscó la cama de Pablo, la cual resultaba más difícil de localizar desde el suelo que a lomos de su avispa, y la escaló hasta colocarse sobre la almohada, junto a la cara del gigante. Dedicó un instante a disfrutar de la blanda superficie sobre la que pisaba, respiró hondo y subió sobre su cabeza, para pegarse a su oído.
-Pablooooo-susurró-Pabloooo, despiertaaaaa.
En vistas de que no lo hacía, Tap puso toda su fuerza en las mandíbulas y le pegó un buen mordisco en el lóbulo de la oreja. Rápidamente utilizó la cara del gigante para impulsarse y saltó hacia la cabecera de la cama, descolgándose por detrás para que no lo viera y le diera por gritar o algo. No se fiaba de las luces de Pablo para mantener el silencio por la noche y el buen despertar era una cualidad escasa en el panal. Sabía que estaba haciendo la mayor gilipollez en toda su vida, aparte de matar sin querer a Macak y a su avispa, pero por alguna razón, a pesar de todo, confiaba en que el gigante le escucharía.
Esperaba que el cansancio lo aliviara, pero el cansancio no alivia la culpa y, a cada paso del repoblador, la muerte de Macak y la de su propia avispa le pesaban más. El estómago tampoco se lo puso fácil, pues parecía no contentarse con las hojas que había arrancado de las plantas del huerto (y no sin motivo, pues no eran lo que se dice agradables al paladar). Al final, llegó un momento en el que Tap no pudo echar el muerto fuera de su panal. Sentía la necesidad de hablar, de hacer ruido, de desahogarse. << Tengo que bajar. Tengo que bajar y hablar con alguien. Con Pablo. Tengo que hablar con Pablo. Sí >>. Nadie se le antojaba capaz de entenderle mejor que Pablo. Y no sabía muy bien por qué, pues Pablo no era tampoco la joya de la colonia.
Y aún así bajó en cuanto vio que no había cangrejos en la costa. Cargó con un par de semillas del huerto y entró sigilosamente al torreón. Lo primero que hizo fue esquivar la zona del sofá, donde dormía un Yrio enfermo, y probar un par de bayas de las cestas de comida. Trepar por la mesa le costó horrores, pero darse el festín apenas le llevó un par de minutos. Comió con avidez hasta que no quedó huella de su tentempié nocturno y volvió la marcha.
Lo siguiente que hizo fue bajar por el desnivel que llevaba hasta la habitación de las armas. Había oído que habían metido el cadáver de Orejones por ahí y sentía que tenía que acercarse. Metálico vigilaba el mueble en el que la habían encerrado, si es que se puede llamar vigilancia a dormir a pierna suelta. Tap se coló como pudo hasta que se puso frente al cajón y pasó la mano menos maltratada por la superficie. Ahora, con su cercanía, tenía claro que la había matado él, de alguna manera, y necesitaba pedir perdón aunque fuera a su cuerpo muerto y enlatado.
<<Lo siento, Orejo...>> negó con la cabeza, interrumpiendo su propio hilo de pensamientos. <<Tiene nombre>> se dijo. <<Tiene nombre>> e hizo memoria hasta que "Macak" le resonó en un recuerdo cercano, en el que la varmana se le había presentado y le había ofrecido su ayuda. <<Lo siento, Macak>>. Y lo que en un principio debía hacerle sentir ligeramente mejor, solo le hizo sentir peor todavía. <<¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho?>> casi no era consciente de que se estaba haciendo savia en los labios, ni de que estaba trepepando por el mueble, a pesar de las quejas que escalaban por los nervios de sus manos en carne viva.
Por una parte le hubiera gustado poder abrir el cajón para colocar las semillas que había traído en las manos de la propia Macak, pero le asustaba verla. Verla y que se convirtiera en uno de esos flotantes y le atormentara hasta que el propio Tap se marchitara de miedo o se volviera totalmente loco. Pero había oído las tradiciones de la varmana y, aunque no era lo mismo, Tap acabó soltando el par de semillas sobre la madera. Eran pequeñas y ni siquiera estaba seguro de que Atol las fuera a ver para llevárselas al cementerio ese, pero también eran un símbolo de que Tap se arrepentía de verdad de haber disparado cierto dardo a su tobillo. Y ahí se quedaron.
Finalmente, el repoblador desandó el camino, volviendo a esquivar al somnoliento Metálico, y subió hasta donde dormían todos para asegurarse de que, efectivamente, dormían. Buscó la cama de Pablo, la cual resultaba más difícil de localizar desde el suelo que a lomos de su avispa, y la escaló hasta colocarse sobre la almohada, junto a la cara del gigante. Dedicó un instante a disfrutar de la blanda superficie sobre la que pisaba, respiró hondo y subió sobre su cabeza, para pegarse a su oído.
-Pablooooo-susurró-Pabloooo, despiertaaaaa.
En vistas de que no lo hacía, Tap puso toda su fuerza en las mandíbulas y le pegó un buen mordisco en el lóbulo de la oreja. Rápidamente utilizó la cara del gigante para impulsarse y saltó hacia la cabecera de la cama, descolgándose por detrás para que no lo viera y le diera por gritar o algo. No se fiaba de las luces de Pablo para mantener el silencio por la noche y el buen despertar era una cualidad escasa en el panal. Sabía que estaba haciendo la mayor gilipollez en toda su vida, aparte de matar sin querer a Macak y a su avispa, pero por alguna razón, a pesar de todo, confiaba en que el gigante le escucharía.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
17/03/13, 06:51 pm
Pasé el resto del día evitando a Atol, asegurándome de que no coincidiéramos en la misma habitación. Solo nos vimos durante la cena, donde nos expuso sus planes para el día siguiente.
“El cementerio... ¿Debería ir, o sería mejor que no?”
Continué pensando en mis cosas hasta que acabó la cena. Planeaba ponerme a leer algún libro, pero un sueño y un cansancio algo inesperados me hicieron cambiar de opinión.
“Curioso, no creo que haya entrenado tanto como para estar así de cansado”
Al final le resté importancia. Habían pasado demasiadas cosas, así que estar cansado tampoco era tan extraño. Una vez en el dormitorio, me acosté esperando poder dormir mejor que la noche anterior.
El sueño me vino enseguida, pero no duró tanto como me hubiera gustado, y el despertar tampoco fue tranquilito precisamente.
-¡Ay!- Fue lo único que dije. Venía seguido por una serie de insultos, pero no llegué a decirlos, en parte porque no era buena idea despertar (y cabrear) a los demás, pero sobre todo por la sorpresa de quién había sido el responsable de mi despertar.
Sí, lo cierto es que no era tan raro que fuera Tap el responsable, pero se suponía que aun no había vuelto. Lo que sí era raro era la pinta que tenía, y más aun, su silencio.
-¿Q.. qué? ¿Cuándo has vuelto?-
“El cementerio... ¿Debería ir, o sería mejor que no?”
Continué pensando en mis cosas hasta que acabó la cena. Planeaba ponerme a leer algún libro, pero un sueño y un cansancio algo inesperados me hicieron cambiar de opinión.
“Curioso, no creo que haya entrenado tanto como para estar así de cansado”
Al final le resté importancia. Habían pasado demasiadas cosas, así que estar cansado tampoco era tan extraño. Una vez en el dormitorio, me acosté esperando poder dormir mejor que la noche anterior.
El sueño me vino enseguida, pero no duró tanto como me hubiera gustado, y el despertar tampoco fue tranquilito precisamente.
-¡Ay!- Fue lo único que dije. Venía seguido por una serie de insultos, pero no llegué a decirlos, en parte porque no era buena idea despertar (y cabrear) a los demás, pero sobre todo por la sorpresa de quién había sido el responsable de mi despertar.
Sí, lo cierto es que no era tan raro que fuera Tap el responsable, pero se suponía que aun no había vuelto. Lo que sí era raro era la pinta que tenía, y más aun, su silencio.
-¿Q.. qué? ¿Cuándo has vuelto?-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
17/03/13, 07:30 pm
-SHHHHH-¿No podía guardarse las preguntas?-. Vamos al patio.
Tap saltó sobre su hombro, feliz de no tener que recorrer el camino hacia abajo por sí mismo, y ambos bajaron y salieron fuera. Tap le pidió que no se quedara cerca de la puerta, pues Yrio estaba lo suficientemente cerca como para oírles si hablaban demasiado alto. Cogió aire y comenzó a hablar.
-Ayer... cuando me fui, encontré un sitio con un montón de flores y bajé allí con la avispa para olvidarme del estúpido metálico y sus fueguecitos. Pero no había nada que cojer, eran plantas inútiles, de adornopero también había voces, muchas; era como si el suelo hablara y... me distraje-cogió aire y siguió hablando con la voz entrecortada-. Fue solo un segundo, de verdad. Un segundo solo... Y apareció uno como vosotros, un gigante, pero con cuatro brazos y pintas de lagartijón. Me agarró y me sacudió y...-recordarlo le revolvía las tripas. Inconscientemente, agarró la camiseta de Pablo por una arruga que se había formado en el hombro y tiró de ella apretándola con fuerza-. Se la comió. Se comió a la avispa y se olvidó de mí de milagro. Me escapé de pura suerte... y corrí tan rápido como pude.
>>Tardé una eternidad en llegar al panal y otra en treparlo para colarme dentro y escuché lo que pasó con Macak y a Atol hablando de ti y de mi y me asusté. ¡Me había amenazado con fuego!-como no iba a darle miedo, ese comportamiento era de locos-. Me escondí y pasé la noche entre el huerto y las enredaderas y llegó el día y estabais todos aquí en el patio y...-se le quebró la voz y lo siguiente fueron lloros-. ¡Te prometo que no quería que muriera! Pero yo también estaba mal y quería comer y pensé que si se desmayaba de sueño nadie sospecharía nada y podría colarme... No quería que muriera, no quería... No tenía que pasar así...-el repoblador dejó de hablar y comenzó a golpear el hombro de Pablo con impotencia.
Tap saltó sobre su hombro, feliz de no tener que recorrer el camino hacia abajo por sí mismo, y ambos bajaron y salieron fuera. Tap le pidió que no se quedara cerca de la puerta, pues Yrio estaba lo suficientemente cerca como para oírles si hablaban demasiado alto. Cogió aire y comenzó a hablar.
-Ayer... cuando me fui, encontré un sitio con un montón de flores y bajé allí con la avispa para olvidarme del estúpido metálico y sus fueguecitos. Pero no había nada que cojer, eran plantas inútiles, de adornopero también había voces, muchas; era como si el suelo hablara y... me distraje-cogió aire y siguió hablando con la voz entrecortada-. Fue solo un segundo, de verdad. Un segundo solo... Y apareció uno como vosotros, un gigante, pero con cuatro brazos y pintas de lagartijón. Me agarró y me sacudió y...-recordarlo le revolvía las tripas. Inconscientemente, agarró la camiseta de Pablo por una arruga que se había formado en el hombro y tiró de ella apretándola con fuerza-. Se la comió. Se comió a la avispa y se olvidó de mí de milagro. Me escapé de pura suerte... y corrí tan rápido como pude.
>>Tardé una eternidad en llegar al panal y otra en treparlo para colarme dentro y escuché lo que pasó con Macak y a Atol hablando de ti y de mi y me asusté. ¡Me había amenazado con fuego!-como no iba a darle miedo, ese comportamiento era de locos-. Me escondí y pasé la noche entre el huerto y las enredaderas y llegó el día y estabais todos aquí en el patio y...-se le quebró la voz y lo siguiente fueron lloros-. ¡Te prometo que no quería que muriera! Pero yo también estaba mal y quería comer y pensé que si se desmayaba de sueño nadie sospecharía nada y podría colarme... No quería que muriera, no quería... No tenía que pasar así...-el repoblador dejó de hablar y comenzó a golpear el hombro de Pablo con impotencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
17/03/13, 09:05 pm
El repoblador me pidió que bajáramos al patio. Al parecer tenía algo que contarme, pero ¿por qué tanto secretismo? Ni siquiera quería que estuviéramos cerca de la puerta por si Yrio escuchaba.
-Bien ya estamos fuera y lejos de todo el mundo. ¿Que es eso tan importante que nadie más puede oír?-
Lo que empezó a contarme fue lo que le había pasado durante su salida en solitario. Al parecer había encontrado un sitio con plantas. Eso llamó mi atención, ya que aparte del huerto y d ellas enredaderas no había visto una sola planta desde que había llegado a la ciudad. Lo de que el suelo hablara me dio mala espina. Y con razón. Algo le había atacado y se había comido a su avispa.
-Vaya, yo...-
Iba a decir “lo siento”, pero, aunque sentía algo de lástima por Tap, él se lo había buscado al irse por su cuenta. Y ni siquiera era la primera vez que lo hacía. Al final callé, y no dije nada
No pareció escucharme y siguió hablando, narrando su vuelta al torreón y lo de Macak, hasta que llegó al final.
Fue como una bofetada. “No, tiene que haber sido casualidad ¿no?” Pero todo encajaba. Macak se había desmayado... y Tap era el que tenía dardos somníferos. “Joder”
Lo normal debería ser odiarle, cabrearme... Una muerte era una muerte, accidental o no matar no tenía escusa, pero...
Pero yo también había hecho lo mismo ¿Cómo podía juzgarle?
-Déjalo. Tú lo has dicho, no querías. Además, piensa que si no te hubiera despertado con el cubo esto tal vez...
Me callé. Cuanto más hablaba más me acordaba de lo que había hecho antes de venir a la ciudad. Y, aunque quería contárselo a alguien, sabía que no era una buena idea.
-Creo que no necesito decirte esto, ya debes de saberlo de sobra pero, esto no debe salir de aquí. Lo sabes ¿no?-
Me quedé un rato en silencio, y tras pensármelo un rato decidí que, si Tap se había atrevido a contarme lo de Macak, podía confiar en él lo suficiente como para intentar contárselo.
-Déjame preguntarte una cosa. ¿Si pudieras volver a tu mundo, lo harías?- Hice una pausa, algo inseguro de si continuar, pero al final lo hice.
-Yo... creo que yo no-
-Bien ya estamos fuera y lejos de todo el mundo. ¿Que es eso tan importante que nadie más puede oír?-
Lo que empezó a contarme fue lo que le había pasado durante su salida en solitario. Al parecer había encontrado un sitio con plantas. Eso llamó mi atención, ya que aparte del huerto y d ellas enredaderas no había visto una sola planta desde que había llegado a la ciudad. Lo de que el suelo hablara me dio mala espina. Y con razón. Algo le había atacado y se había comido a su avispa.
-Vaya, yo...-
Iba a decir “lo siento”, pero, aunque sentía algo de lástima por Tap, él se lo había buscado al irse por su cuenta. Y ni siquiera era la primera vez que lo hacía. Al final callé, y no dije nada
No pareció escucharme y siguió hablando, narrando su vuelta al torreón y lo de Macak, hasta que llegó al final.
Fue como una bofetada. “No, tiene que haber sido casualidad ¿no?” Pero todo encajaba. Macak se había desmayado... y Tap era el que tenía dardos somníferos. “Joder”
Lo normal debería ser odiarle, cabrearme... Una muerte era una muerte, accidental o no matar no tenía escusa, pero...
Pero yo también había hecho lo mismo ¿Cómo podía juzgarle?
-Déjalo. Tú lo has dicho, no querías. Además, piensa que si no te hubiera despertado con el cubo esto tal vez...
Me callé. Cuanto más hablaba más me acordaba de lo que había hecho antes de venir a la ciudad. Y, aunque quería contárselo a alguien, sabía que no era una buena idea.
-Creo que no necesito decirte esto, ya debes de saberlo de sobra pero, esto no debe salir de aquí. Lo sabes ¿no?-
Me quedé un rato en silencio, y tras pensármelo un rato decidí que, si Tap se había atrevido a contarme lo de Macak, podía confiar en él lo suficiente como para intentar contárselo.
-Déjame preguntarte una cosa. ¿Si pudieras volver a tu mundo, lo harías?- Hice una pausa, algo inseguro de si continuar, pero al final lo hice.
-Yo... creo que yo no-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
18/03/13, 12:59 am
Tap esperaba cualquier reacción por parte de Pablo, especialmente aquellas que acababan con él en el suelo o con algún brazo roto. Cualquier reacción excepto la que tuvo. <<¿Ya está? ¿Ya está todo arreglado?>>. No es que prefiriera que le hicieran daño, pero ¿eso era todo de verdad? A Tap le supo a poco y realmente tampoco se sentía mucho mejor después de haberlo soltado. <<La maté... Maté a Macak>> debía haberse imaginado que no sería tan fácil deshacerse de la culpa y los remordimientos.
Por supuesto, Tap sabía de buena mano que esto tenía que quedarse entre ellos, no necesitaba que se lo recordara el gigante y así se lo demostró, regalándole una mueca de falso desprecio tras su aclaración y negando la cabeza de forma exagerada.
-Claro que lo sé...-sino no lo habría llamado a él y lo habría ido escribiendo en letras grandes por las paredes directamente-. Y lo del cubo... Olvídalo. O eso o piensa entonces que la culpa no la tienes tú, sino quien la trajo aquí.
Sabía que las cosas no funcionaban así. Él mismo había intentado deshacerse del cargo de conciencia y ahora solo le pesaba más. Pero tal vez a Pablo le sirviera mejor. Tras eso, el silencio se prolongó durante un rato, hasta que el gigante volvió a hablar.
-Claro que volvería...-pensar en su bosque le produjo algo de nostalgia, aunque sabía de sobra que si volviera ahora, las cosas no serían igual para él. No sabía qué había pasado en su colonia, ni quién se habría ocupado de su puesto. Ni qué dotados habría al cargo, ni cómo lo tratarían tras desaparecer tanto tiempo. <<Tal vez...>>-. No, en realidad no creo que volviera. ¿Y tú...-<<¿Cómo se llamaba su hogar?>>. Tap no solo no sabía el nombre, sino que tampoco tenía ni idea de cómo era. Por una parte era normal, pues el repoblador no se había interesado mucho por los gigantes; pero ahora mismo le supo mal-¿Por qué no volverías? ¿Qué tienes allí?
Por supuesto, Tap sabía de buena mano que esto tenía que quedarse entre ellos, no necesitaba que se lo recordara el gigante y así se lo demostró, regalándole una mueca de falso desprecio tras su aclaración y negando la cabeza de forma exagerada.
-Claro que lo sé...-sino no lo habría llamado a él y lo habría ido escribiendo en letras grandes por las paredes directamente-. Y lo del cubo... Olvídalo. O eso o piensa entonces que la culpa no la tienes tú, sino quien la trajo aquí.
Sabía que las cosas no funcionaban así. Él mismo había intentado deshacerse del cargo de conciencia y ahora solo le pesaba más. Pero tal vez a Pablo le sirviera mejor. Tras eso, el silencio se prolongó durante un rato, hasta que el gigante volvió a hablar.
-Claro que volvería...-pensar en su bosque le produjo algo de nostalgia, aunque sabía de sobra que si volviera ahora, las cosas no serían igual para él. No sabía qué había pasado en su colonia, ni quién se habría ocupado de su puesto. Ni qué dotados habría al cargo, ni cómo lo tratarían tras desaparecer tanto tiempo. <<Tal vez...>>-. No, en realidad no creo que volviera. ¿Y tú...-<<¿Cómo se llamaba su hogar?>>. Tap no solo no sabía el nombre, sino que tampoco tenía ni idea de cómo era. Por una parte era normal, pues el repoblador no se había interesado mucho por los gigantes; pero ahora mismo le supo mal-¿Por qué no volverías? ¿Qué tienes allí?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
19/03/13, 11:43 pm
-Porque allí ya no me queda nada, nada bueno al menos-
La conversación estaba llegando a un punto de no retorno, y cuanto más cerca estaba de contárselo menos quería hacerlo.
-Tras lo que ha pasado con Macak, creo que sabes ya lo que es cagarla de tal forma que no haya posibilidad de arreglarlo. Eso fue lo que hice en mi mundo. Yo...-
De nuevo vuelvo a dudar. ¿De verdad quiero decir esto? Ya era tarde para echarme atrás, había hablado demasiado como para poder retractarme sin más, así que solté la bomba.
-Yo... maté a alguien.- Ya está, lo había dicho. Ahora quedaba ver cómo se lo tomaba.
-Fue poco antes de venir. No se como será en tu mundo, pero en el mío matar no se tolera para nada-
Me callé. No sabía si debía seguir hablando, tal vez no quisiera oírlo, pero como no dijo nada seguí.
-Y fue entonces cuando me ofrecieron venir aquí, a un lugar donde nadie lo sabía, donde podría empezar de nuevo. Me ofrecieron una oferta que simplemente no podía rechazar, era eso o... bueno, ya sabes. Desde luego esto no era lo que tenía en mente cuando firmé, pero sigue siendo mejor. Pero ahora con lo de Macak...-
Se me quebró la voz. Cuanto más hablaba más lo recordaba todo, y no quería. Lo que quería era olvidarlo todo.
-Creía que lo había dejado todo atrás, pero parece que la muerte me ha seguido hasta aquí-
La conversación estaba llegando a un punto de no retorno, y cuanto más cerca estaba de contárselo menos quería hacerlo.
-Tras lo que ha pasado con Macak, creo que sabes ya lo que es cagarla de tal forma que no haya posibilidad de arreglarlo. Eso fue lo que hice en mi mundo. Yo...-
De nuevo vuelvo a dudar. ¿De verdad quiero decir esto? Ya era tarde para echarme atrás, había hablado demasiado como para poder retractarme sin más, así que solté la bomba.
-Yo... maté a alguien.- Ya está, lo había dicho. Ahora quedaba ver cómo se lo tomaba.
-Fue poco antes de venir. No se como será en tu mundo, pero en el mío matar no se tolera para nada-
Me callé. No sabía si debía seguir hablando, tal vez no quisiera oírlo, pero como no dijo nada seguí.
-Y fue entonces cuando me ofrecieron venir aquí, a un lugar donde nadie lo sabía, donde podría empezar de nuevo. Me ofrecieron una oferta que simplemente no podía rechazar, era eso o... bueno, ya sabes. Desde luego esto no era lo que tenía en mente cuando firmé, pero sigue siendo mejor. Pero ahora con lo de Macak...-
Se me quebró la voz. Cuanto más hablaba más lo recordaba todo, y no quería. Lo que quería era olvidarlo todo.
-Creía que lo había dejado todo atrás, pero parece que la muerte me ha seguido hasta aquí-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
20/03/13, 03:55 pm
-Vaya...-Tap no supo qué más decir en un principio. No esperaba una confesión así.
Esto le hacía replantearse casi enteramente la idea que había tenido desde el principio sobre el gigante. No sabía por qué razón había matado a quien hubiera matado, pero por la forma en que lo contaba parecía arrepentido, o algo similar a eso. <<Tal vez le pasó como a mí y calculó mal lo que podría ocurrir>>. O tal vez se aburriera, fuera lo que fuese, Tap no estaba en posición de juzgarlo. <<Quizá no le falten agallas al gigante...>>. Otra cosa era su torpeza natural, que quedaba más que confirmada con ver uno de sus entrenamientos.
Pero al caso, lo último que dijo no tenía cabida aquí, estaba fuera de lugar.
-No seas idiota, no eres tan especial como para que la muerte tenga ningún tipo de curiosidad por ti. La mierda ocurre y nosotros nos hemos manchado las manos, pero ya está-sonaba serio, pero extrañamente, más tranquilo. Simplemente no quería creer que había algún tipo de predestinación en esto. No quería obsesionarse, lo de Macak había sido un fallo irreparable, sí, pero solo un fallo y nada más-¿Qué te parece si hacemos abono de todo esto y lo dejamos estar?
Era curioso que fuera Tap el que estuviera dando palabras de apoyo a Pablo al final. Había estado desesperado por hablar con él hacía apenas un rato y ahora estaba más tranquilo, a pesar de que la culpa por lo de Macak seguía ahí, lastrándolo. Puede que fuera por haber puesto sus miedos en voz alta, o puede que por la confesión del gigante y pensar que le comprendía de alguna manera.
-Por cierto... Gracias, Pablo-fue de las pocas veces que no se le atragantaba el corresponder a alguien y lo sentía de verdad. El gigante le estaba haciendo un favor enorme y hasta Tap, con todo lo obtuso que podía ser para estas cosas, se dio cuenta de eso.
Esto le hacía replantearse casi enteramente la idea que había tenido desde el principio sobre el gigante. No sabía por qué razón había matado a quien hubiera matado, pero por la forma en que lo contaba parecía arrepentido, o algo similar a eso. <<Tal vez le pasó como a mí y calculó mal lo que podría ocurrir>>. O tal vez se aburriera, fuera lo que fuese, Tap no estaba en posición de juzgarlo. <<Quizá no le falten agallas al gigante...>>. Otra cosa era su torpeza natural, que quedaba más que confirmada con ver uno de sus entrenamientos.
Pero al caso, lo último que dijo no tenía cabida aquí, estaba fuera de lugar.
-No seas idiota, no eres tan especial como para que la muerte tenga ningún tipo de curiosidad por ti. La mierda ocurre y nosotros nos hemos manchado las manos, pero ya está-sonaba serio, pero extrañamente, más tranquilo. Simplemente no quería creer que había algún tipo de predestinación en esto. No quería obsesionarse, lo de Macak había sido un fallo irreparable, sí, pero solo un fallo y nada más-¿Qué te parece si hacemos abono de todo esto y lo dejamos estar?
Era curioso que fuera Tap el que estuviera dando palabras de apoyo a Pablo al final. Había estado desesperado por hablar con él hacía apenas un rato y ahora estaba más tranquilo, a pesar de que la culpa por lo de Macak seguía ahí, lastrándolo. Puede que fuera por haber puesto sus miedos en voz alta, o puede que por la confesión del gigante y pensar que le comprendía de alguna manera.
-Por cierto... Gracias, Pablo-fue de las pocas veces que no se le atragantaba el corresponder a alguien y lo sentía de verdad. El gigante le estaba haciendo un favor enorme y hasta Tap, con todo lo obtuso que podía ser para estas cosas, se dio cuenta de eso.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
20/03/13, 11:55 pm
“Gracias... ¡Me está dando las gracias!”
Era lo último que me esperaba del repoblador. Ni que decir tiene que me dejó perplejo.
-Yo ehmm... de nada. Y gracias a ti también. Nunca pensé que pudiera contarle esto a alguien. Al menos no sin que quisiera despellejarme.-
La conversación había hecho que me sintiera mucho mejor, no estaba seguro del por qué, pero tampoco me importaba.
-Supongo que volverás a desaparecer ¿no? Seguramente es mejor que no te vean por un tiempo, hasta que se calmen las cosas.-
Debería pensar en volver. Mañana era el entierro, y mejor estar despierto y despejado aunque decida no ir al final.
-Bueno, creo que vuelvo dentro. Ya nos veremos.-
Pude ver como Tap saltaba a las enredaderas, mientras me decía que estaría por allí. Me dispuse a volver dentro, pero algo llamó mi atención.
Había luz en el tercer piso. “¿Alguien despierto a estas horas? ¿Quién?” Decidí subir a comprobarlo.
Una vez arriba no entré directamente en la habitación, sino que me asomé con cautela. No sabía quien estaba dentro, y si Era Atol seguro que sospecharía al verme levantado a estas horas. Aunque Atol debería estar en la armería vigilando el cuerpo de Macak, pero nunca está de más asegurarse.
Quien en realidad estaba dentro era Stefan. Estaba cargando cristales, y había trozos de ropa desgarrados por el suelo. “¿Qué está haciendo aquí a estas horas?”
Mis dudas quedaron resueltas cuando le vi hacer levitar una piedra. Me quedé atónito. “¿Puede hacer magia? Pero si dijo que no podía.”
La tranquilidad que sentía fue desapareciendo mientras la mala leche ocupaba su lugar.
“¿Podía hacer magia y se lo ha callado? ¿Lo ha estado manteniendo en secreto?”
En silencio, fui entrando en la habitación. Concentrado como estaba en hacer levitar la piedra Stefan no se dio cuenta de que estaba allí.
-Vaya, bien callado que te lo tenías-
Era lo último que me esperaba del repoblador. Ni que decir tiene que me dejó perplejo.
-Yo ehmm... de nada. Y gracias a ti también. Nunca pensé que pudiera contarle esto a alguien. Al menos no sin que quisiera despellejarme.-
La conversación había hecho que me sintiera mucho mejor, no estaba seguro del por qué, pero tampoco me importaba.
-Supongo que volverás a desaparecer ¿no? Seguramente es mejor que no te vean por un tiempo, hasta que se calmen las cosas.-
Debería pensar en volver. Mañana era el entierro, y mejor estar despierto y despejado aunque decida no ir al final.
-Bueno, creo que vuelvo dentro. Ya nos veremos.-
Pude ver como Tap saltaba a las enredaderas, mientras me decía que estaría por allí. Me dispuse a volver dentro, pero algo llamó mi atención.
Había luz en el tercer piso. “¿Alguien despierto a estas horas? ¿Quién?” Decidí subir a comprobarlo.
Una vez arriba no entré directamente en la habitación, sino que me asomé con cautela. No sabía quien estaba dentro, y si Era Atol seguro que sospecharía al verme levantado a estas horas. Aunque Atol debería estar en la armería vigilando el cuerpo de Macak, pero nunca está de más asegurarse.
Quien en realidad estaba dentro era Stefan. Estaba cargando cristales, y había trozos de ropa desgarrados por el suelo. “¿Qué está haciendo aquí a estas horas?”
Mis dudas quedaron resueltas cuando le vi hacer levitar una piedra. Me quedé atónito. “¿Puede hacer magia? Pero si dijo que no podía.”
La tranquilidad que sentía fue desapareciendo mientras la mala leche ocupaba su lugar.
“¿Podía hacer magia y se lo ha callado? ¿Lo ha estado manteniendo en secreto?”
En silencio, fui entrando en la habitación. Concentrado como estaba en hacer levitar la piedra Stefan no se dio cuenta de que estaba allí.
-Vaya, bien callado que te lo tenías-
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
21/03/13, 07:36 pm
La tarde se me pasó rápido mientras descifraba el libro y por fin llegó la noche para poner en marcha mi plan.
Cené algo rápido y frugal y me fui a la cama, esperé a que todos estuviesen acostados en sus respectivas camas, todos salvo Atol que se había quedado con Macack e Yrio que se había quedado en el salón. Me levanté y silenciosamente y sin las botas bajé al salón, donde comprobé que Yrio dormía y me acerqué al cofrecillo en el que estaban los catalizadores mágicos agarré un par de ellos y unos cuantos cristales al azar y subí con el libro de magia hacia el estudio.
Empecé por mirar que llevaba en las manos y bolsillos, vi seis cristales, cada uno de un color distinto, también vi dos colgantes que me puse por dentro de la ropa y alrededor del cuello, había visto a Erin cargar los cristales y no me hacia especial gracia pero si era lo que debía hacer...., pero antes de eso necesitaba ocultar que los llevaba, y si necesitaba combatir tenia que imaginar una forma de llevarlos pegados a la piel que me dejase las manos libres.
Se me encendió la bombilla por decirlo de alguna manera y bajé de nuevo al dormitorio, rebusqué dentro de un armario y saqué un par de camisetas, volví a subir y probé a ponerlas como vendas alrededor de los brazos, tuve que rasgarlas para que se acoplaran bien pero no me importó mucho.
Cuando hube comprobado que funcionaba me dispuse a cargar los cristales, agarré uno al azar y deslicé mi dedo por una de las caras haciéndome un pequeño corte en el dedo, casi al instante el cristal comenzó a brillar con una luz anaranjada, me alumbré con él y tomé el libro abriéndolo por el principio, me dediqué a buscar un hechizo en concreto, lo encontré y me puse a practicarlo hasta que unos minutos después por fin me salió.
Vi originarse en mi mano una esfera de luz a la vez que se drenaba mi energía, bueno no necesitaría más la luz del cristal para leer, dejé la luz flotando en el aire y me dediqué a memorizar aquel hechizo hasta aprendérmelo.
Un tiempo después cuando ya había pasado al hechizo de levitación el cristal se apagó y recogí otro dándole mi sangre también, éste brilló con un tono azul. El hechizo se me resistía, y cuando creí que estaba consiguiendo algo oí unos chirridos provenir del patio, preguntándome que seria aquello me levanté sin soltar el cristal y me acerqué a la ventana para mirar por ella, no veía nada, sin embargo oí un par de voces, una la reconocí como la de Pablo, pero no ubicaba la otra, hasta que sentí un chirrido más alto que otro y me di cuenta de que solo podía ser Tap.
<< Así que ha vuelto>>, iba a retirarme de la ventana pues aquello no era cosa mía cuando oí que Tap comenzaba a disculparse. Traté de aguzar lo más que pude el oído y conseguí escuchar como se disculpaba por la muerte de la varmana, pues él había disparado un dardo somnífero a la chica. Sentí como la sangre se me retiraba del rostro al oír aquella confesión, no me moví del sitio y escuché que había sido un accidente. <<¿Un accidente? Maldita sea, entonces no ha sido culpa de ninguno de nosotros, y estábamos lamentándonos por ello>>. Una furia irracional surgió en mi interior contra el pequeño repoblador, pero mi parte racional se empeñó en mantener el control,<<No, él tampoco ha tenido la culpa, era solo cuestión de tiempo, al menos así ella no ha sufrido>>.
Me calmé poco a poco y luego la confesión de Pablo me golpeó como una losa, <<¿Ha matado a alguien?>>, otro accidente más, <<Dios, no soy quién para juzgarlos, pero esto....., es demasiado, quizás si les doy tiempo para explicarse me lo cuenten, pero de momento no les sacaré los ojos de encima>>.
Sentí como Pablo y el repoblador se despedían y volví a meterme por la ventana, decidí preocuparme por aquello cuando hubiésemos enterrado a Macack. Volví a cambiar el cristal por otro y me dediqué al hechizo. Cuando por fin me salió no cabía en mi de gozo, la piedra estaba a un par de palmos del suelo, en ese momento una voz rompió mi concentración causando que la piedra saliera despedida hacia el techo, donde golpeó para caer al suelo con un sonido sordo.
Me levanté como impulsado por un resorte y vi a Pablo en la entrada, <<¿Cómo es que no le he oído entrar?>>, y le dije casi en susurros:
-Shhhhhhhh, maldita sea, con esas voces acabaras por despertar a todo el torreón.- Cerré la puerta suavemente y me encaré a él.- ¿Te refieres a la magia?, no me lo tenia callado, pensaba decirlo después del entrenamiento de esta mañana, pero tú mismo viste lo que ocurrió, ¿cómo iba a dar ese tipo de noticias con lo que pasó?, además lo descubrí esta mañana antes del entrenamiento.
No quería que nadie más se enterase de esto, pero tampoco quería llevarme mal con Pablo, así que propuse:
-No se lo dirás a nadie ¿verdad?.- Prácticamente contuve la respiración.
Cené algo rápido y frugal y me fui a la cama, esperé a que todos estuviesen acostados en sus respectivas camas, todos salvo Atol que se había quedado con Macack e Yrio que se había quedado en el salón. Me levanté y silenciosamente y sin las botas bajé al salón, donde comprobé que Yrio dormía y me acerqué al cofrecillo en el que estaban los catalizadores mágicos agarré un par de ellos y unos cuantos cristales al azar y subí con el libro de magia hacia el estudio.
Empecé por mirar que llevaba en las manos y bolsillos, vi seis cristales, cada uno de un color distinto, también vi dos colgantes que me puse por dentro de la ropa y alrededor del cuello, había visto a Erin cargar los cristales y no me hacia especial gracia pero si era lo que debía hacer...., pero antes de eso necesitaba ocultar que los llevaba, y si necesitaba combatir tenia que imaginar una forma de llevarlos pegados a la piel que me dejase las manos libres.
Se me encendió la bombilla por decirlo de alguna manera y bajé de nuevo al dormitorio, rebusqué dentro de un armario y saqué un par de camisetas, volví a subir y probé a ponerlas como vendas alrededor de los brazos, tuve que rasgarlas para que se acoplaran bien pero no me importó mucho.
Cuando hube comprobado que funcionaba me dispuse a cargar los cristales, agarré uno al azar y deslicé mi dedo por una de las caras haciéndome un pequeño corte en el dedo, casi al instante el cristal comenzó a brillar con una luz anaranjada, me alumbré con él y tomé el libro abriéndolo por el principio, me dediqué a buscar un hechizo en concreto, lo encontré y me puse a practicarlo hasta que unos minutos después por fin me salió.
Vi originarse en mi mano una esfera de luz a la vez que se drenaba mi energía, bueno no necesitaría más la luz del cristal para leer, dejé la luz flotando en el aire y me dediqué a memorizar aquel hechizo hasta aprendérmelo.
Un tiempo después cuando ya había pasado al hechizo de levitación el cristal se apagó y recogí otro dándole mi sangre también, éste brilló con un tono azul. El hechizo se me resistía, y cuando creí que estaba consiguiendo algo oí unos chirridos provenir del patio, preguntándome que seria aquello me levanté sin soltar el cristal y me acerqué a la ventana para mirar por ella, no veía nada, sin embargo oí un par de voces, una la reconocí como la de Pablo, pero no ubicaba la otra, hasta que sentí un chirrido más alto que otro y me di cuenta de que solo podía ser Tap.
<< Así que ha vuelto>>, iba a retirarme de la ventana pues aquello no era cosa mía cuando oí que Tap comenzaba a disculparse. Traté de aguzar lo más que pude el oído y conseguí escuchar como se disculpaba por la muerte de la varmana, pues él había disparado un dardo somnífero a la chica. Sentí como la sangre se me retiraba del rostro al oír aquella confesión, no me moví del sitio y escuché que había sido un accidente. <<¿Un accidente? Maldita sea, entonces no ha sido culpa de ninguno de nosotros, y estábamos lamentándonos por ello>>. Una furia irracional surgió en mi interior contra el pequeño repoblador, pero mi parte racional se empeñó en mantener el control,<<No, él tampoco ha tenido la culpa, era solo cuestión de tiempo, al menos así ella no ha sufrido>>.
Me calmé poco a poco y luego la confesión de Pablo me golpeó como una losa, <<¿Ha matado a alguien?>>, otro accidente más, <<Dios, no soy quién para juzgarlos, pero esto....., es demasiado, quizás si les doy tiempo para explicarse me lo cuenten, pero de momento no les sacaré los ojos de encima>>.
Sentí como Pablo y el repoblador se despedían y volví a meterme por la ventana, decidí preocuparme por aquello cuando hubiésemos enterrado a Macack. Volví a cambiar el cristal por otro y me dediqué al hechizo. Cuando por fin me salió no cabía en mi de gozo, la piedra estaba a un par de palmos del suelo, en ese momento una voz rompió mi concentración causando que la piedra saliera despedida hacia el techo, donde golpeó para caer al suelo con un sonido sordo.
Me levanté como impulsado por un resorte y vi a Pablo en la entrada, <<¿Cómo es que no le he oído entrar?>>, y le dije casi en susurros:
-Shhhhhhhh, maldita sea, con esas voces acabaras por despertar a todo el torreón.- Cerré la puerta suavemente y me encaré a él.- ¿Te refieres a la magia?, no me lo tenia callado, pensaba decirlo después del entrenamiento de esta mañana, pero tú mismo viste lo que ocurrió, ¿cómo iba a dar ese tipo de noticias con lo que pasó?, además lo descubrí esta mañana antes del entrenamiento.
No quería que nadie más se enterase de esto, pero tampoco quería llevarme mal con Pablo, así que propuse:
-No se lo dirás a nadie ¿verdad?.- Prácticamente contuve la respiración.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
21/03/13, 09:33 pm
Mi llegada pilló por sorpresa a Stefan, lo que hizo que la piedra que hacía levitar saliera disparada hacia el techo. Tras el sobresalto, lo primero que me pide es que baje la voz, para luego ir a cerrar la puerta. Luego empieza a explicarse.
Escuché sin decir nada todo lo que me contaba. El hecho de que hubiera descubierto que podía hacer magia hace nada hizo que me calmara. Si no había tenido tiempo para decírselo a nadie por lo que había pasado podía entenderlo. Sin embargo, lo que me dijo después contradecía su propia explicación.
-A ver si lo entiendo. Dices que lo descubriste esta mañana, y que pensabas contarlo después del entrenamiento de esta mañana. Vale, eso puedo entenderlo-
Hice una pausa, para ordenar mis pensamientos, y seguí.
-¿Entonces a qué viene lo de entrenar por las noches a escondidas? ¿Y lo de pedirme que mantenga el secreto?-
Mientras hablaba fui avanzando, acercándome a Stefan poco a poco.
-Dices que piensas decirlo, y justo después no quieres que lo sepa nadie. ¿En qué quedamos? Además.¿y si pasa algo y por no haberlo dicho tenemos otro problema? Por ejemplo que nos ataque algo y distraigas a la gente al lanzar hechizos, y que por la sorpresa de que puedes hacer magia hieran a alguno, o algo peor. ¿Entonces qué? -
Puede que no fuera la persona más indicada para decirle que hacer al respecto, pero ahora estaba demasiado molesto con Stefan como para pensar en ello.
-Puede que eh hecho de decir a los demás o no que puedes hacer magia parezca una tontería sin importancia, pero fíjate en cómo murió Macak. Las tonterías sin importancia también te matan-
Escuché sin decir nada todo lo que me contaba. El hecho de que hubiera descubierto que podía hacer magia hace nada hizo que me calmara. Si no había tenido tiempo para decírselo a nadie por lo que había pasado podía entenderlo. Sin embargo, lo que me dijo después contradecía su propia explicación.
-A ver si lo entiendo. Dices que lo descubriste esta mañana, y que pensabas contarlo después del entrenamiento de esta mañana. Vale, eso puedo entenderlo-
Hice una pausa, para ordenar mis pensamientos, y seguí.
-¿Entonces a qué viene lo de entrenar por las noches a escondidas? ¿Y lo de pedirme que mantenga el secreto?-
Mientras hablaba fui avanzando, acercándome a Stefan poco a poco.
-Dices que piensas decirlo, y justo después no quieres que lo sepa nadie. ¿En qué quedamos? Además.¿y si pasa algo y por no haberlo dicho tenemos otro problema? Por ejemplo que nos ataque algo y distraigas a la gente al lanzar hechizos, y que por la sorpresa de que puedes hacer magia hieran a alguno, o algo peor. ¿Entonces qué? -
Puede que no fuera la persona más indicada para decirle que hacer al respecto, pero ahora estaba demasiado molesto con Stefan como para pensar en ello.
-Puede que eh hecho de decir a los demás o no que puedes hacer magia parezca una tontería sin importancia, pero fíjate en cómo murió Macak. Las tonterías sin importancia también te matan-
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
21/03/13, 09:53 pm
Pablo comienza a hacerme preguntas, demasiadas preguntas y muy poco tiempo para responder. En cuanto me deja hablar en un hueco le digo:
-No quiero que nadie se entere por que no trabajo bien bajo presión, y precisamente tu estas haciendo justo eso. Iba a decir que podía hacer magia, pero en cuanto Macack murió me lo pensé mejor, aun soy un principiante en esto, y trato de entrenar por las noches para ponerme al mismo nivel que los demás, y sinceramente, no conozco magia suficiente para usarla en combate, dudo poder sorprender a nadie, y si te pido que lo mantengas en secreto es precisamente para que la gente no me agobie, bastante mal lo hemos pasado todos en el día de hoy.- Tuve que detenerme a respirar por que había dicho todo esto de carrerilla.
Ese lapso de tiempo que tarde en recuperar la respiración Pablo dijo algo acerca de la muerte de Macack, la furia que había sentido cuando lo había dicho Tap afloro a la superficie y en comparación con mi tono de voz de ese momento el polo norte habría sido un horno:
-Oh, así que tengo que fijarme en como murió Macack ¿no es cierto?, si lo prefieres busco en su cuerpo algún dardo con veneno somnífero.- En el momento en que dije esto empalidecí, había dicho demasiado, y trate de disculparme como mejor pude,- l....lo siento, no era mi intención.... yo no quise.... maldita sea, si he oído vuestra conversación, no he podido evitarlo.- Llegados a este punto era inútil negarlo.- Entiéndeme Pablo, aun no estoy listo para decirlo, quizás mas adelante cuando haya mejorado algo pero desde luego no ahora.
Esperaba que no se enfadase mucho, aunque quizás la esperanza era en vano.
-No quiero que nadie se entere por que no trabajo bien bajo presión, y precisamente tu estas haciendo justo eso. Iba a decir que podía hacer magia, pero en cuanto Macack murió me lo pensé mejor, aun soy un principiante en esto, y trato de entrenar por las noches para ponerme al mismo nivel que los demás, y sinceramente, no conozco magia suficiente para usarla en combate, dudo poder sorprender a nadie, y si te pido que lo mantengas en secreto es precisamente para que la gente no me agobie, bastante mal lo hemos pasado todos en el día de hoy.- Tuve que detenerme a respirar por que había dicho todo esto de carrerilla.
Ese lapso de tiempo que tarde en recuperar la respiración Pablo dijo algo acerca de la muerte de Macack, la furia que había sentido cuando lo había dicho Tap afloro a la superficie y en comparación con mi tono de voz de ese momento el polo norte habría sido un horno:
-Oh, así que tengo que fijarme en como murió Macack ¿no es cierto?, si lo prefieres busco en su cuerpo algún dardo con veneno somnífero.- En el momento en que dije esto empalidecí, había dicho demasiado, y trate de disculparme como mejor pude,- l....lo siento, no era mi intención.... yo no quise.... maldita sea, si he oído vuestra conversación, no he podido evitarlo.- Llegados a este punto era inútil negarlo.- Entiéndeme Pablo, aun no estoy listo para decirlo, quizás mas adelante cuando haya mejorado algo pero desde luego no ahora.
Esperaba que no se enfadase mucho, aunque quizás la esperanza era en vano.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
21/03/13, 10:58 pm
Al principio casi no presté atención a lo que estaba diciendo Stefan... al principio.
Cuando mencionó lo del dardo me quedé de piedra. “Lo sabe” Tenía que habernos escuchado, no había otra forma de que lo supiera. ¿Pero cómo?
Miré la ventana. Tenía que haber estado asomado mientras hablábamos, así lo habría oído. Pero si había oído lo de Macak, ¿también habría oído lo otro?
Stefan había empezado a disculparse, y confesó que había escuchado la conversación entre Tap y yo, pero en ningún momento mencionó nada que pudiera confirmar o negar, que supiera lo que le había contado acerca de mi pasado. Ante la duda lo mejor era presuponer que no lo había oído, y no mencionar nada al respecto.
Mis siguientes palabras sonaron con frialdad y carentes de emoción, y puede que un poco amenazantes.
-Tú sabrás lo que haces. Cuéntalo o no lo cuentes, pero si luego pasa algo no digas que no te he avisado-
Me di la vuelta y me dirigí a la salida, pero me paré justo antes de abrir la puerta.
-Guarda mi secreto, y yo guardaré el tuyo-
Dicho esto salí hacia el dormitorio, y dormí durante lo que quedaba de la noche.
Cuando mencionó lo del dardo me quedé de piedra. “Lo sabe” Tenía que habernos escuchado, no había otra forma de que lo supiera. ¿Pero cómo?
Miré la ventana. Tenía que haber estado asomado mientras hablábamos, así lo habría oído. Pero si había oído lo de Macak, ¿también habría oído lo otro?
Stefan había empezado a disculparse, y confesó que había escuchado la conversación entre Tap y yo, pero en ningún momento mencionó nada que pudiera confirmar o negar, que supiera lo que le había contado acerca de mi pasado. Ante la duda lo mejor era presuponer que no lo había oído, y no mencionar nada al respecto.
Mis siguientes palabras sonaron con frialdad y carentes de emoción, y puede que un poco amenazantes.
-Tú sabrás lo que haces. Cuéntalo o no lo cuentes, pero si luego pasa algo no digas que no te he avisado-
Me di la vuelta y me dirigí a la salida, pero me paré justo antes de abrir la puerta.
-Guarda mi secreto, y yo guardaré el tuyo-
Dicho esto salí hacia el dormitorio, y dormí durante lo que quedaba de la noche.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
23/03/13, 09:08 pm
Seon se había fabricado un dormitorio en una de las plantas superiores, alejado del resto. No quería ver a nadie y no quería que nadie le dijese que no era culpa suya. Sabía que no lo era del todo. Había revisado sus actos uno por uno desde que Alder se había ido. Veía demasiados errores tontos y aunque sabía que no era ella la única que podría haber hecho las cosas de una manera distinta, los errores de los demás siempre se le hacían más faciles de justificar.
Ya había llorado mucho, y no sentía ganas ni fuerzas para seguir. Por eso había empezado a dibujar. Pintaba cosas de su mundo de memoria. pajaros pequeños, flores. Pero inevitablemente acababa pintando caras. No eran gente conocida. Solo eran caras tristes y vacías. Pintarlas se le hacía de alguna manera relajante. Como si desde su dibujo, ellos le entendiesen. Y sin darse cuenta, le daba vueltas a las cosas, y había comenzado a tener una conversación consigo misma. La luz empezaba a despuntar por la ventana.
Había todavía un vacío de culpabilidad y pena en algun punto inconcreto cerca de su pecho. No se sentía muy unida a Macack, pero le guardaba simpatía. Realmente era el hecho de ver la muerta tan cerca y la sensacion de que ella la había llamado con sus errores.
"Pero tu no eres la unica a la que la muerte le da miedo. Y la de Macack ya es irremediable."
- Igual de irremediable que yo.- musitó mientras se encogía un poco. Había empezado dibujando una chica dormida, en su mente tenía el pelo blanco. Y luego le había dibujado una herida en el pecho. Y estaba rodeandola de sangre igual que a macack. era sangre negra, como el carboncillo que usaba. Había empezado a añadir una cosa más cuando volvió a oirse decir:
"Debería levantarme y ser fuerte. Debería hacerlo. Y ayudar a los que todavia estan vivos. Ser util, no alguien a quien cuidar."
- Ayudar es lo que dejo a Macack el brazo negro.- pero se levantó. Se secó unas lagrimas inexistentes y miró el dibujo que sostenía todavía con aire ausente. En el pecho de la chica había un árbol creciendo.
Lo abandonó allí.
Todas las ganas de llorar le volvieron de sopetón cuando cruzó la puerta, como si recordase de repente que no podía soportarlo, pero se obligó a seguir bajando.
Preparó el desayuno con la mente en blanco.
"Por lo menos voy a seguir viviendo. Porque si no habría matado a dos personas en vez de una"
Seguía encontrandose terriblemente mal.
Ya había llorado mucho, y no sentía ganas ni fuerzas para seguir. Por eso había empezado a dibujar. Pintaba cosas de su mundo de memoria. pajaros pequeños, flores. Pero inevitablemente acababa pintando caras. No eran gente conocida. Solo eran caras tristes y vacías. Pintarlas se le hacía de alguna manera relajante. Como si desde su dibujo, ellos le entendiesen. Y sin darse cuenta, le daba vueltas a las cosas, y había comenzado a tener una conversación consigo misma. La luz empezaba a despuntar por la ventana.
Había todavía un vacío de culpabilidad y pena en algun punto inconcreto cerca de su pecho. No se sentía muy unida a Macack, pero le guardaba simpatía. Realmente era el hecho de ver la muerta tan cerca y la sensacion de que ella la había llamado con sus errores.
"Pero tu no eres la unica a la que la muerte le da miedo. Y la de Macack ya es irremediable."
- Igual de irremediable que yo.- musitó mientras se encogía un poco. Había empezado dibujando una chica dormida, en su mente tenía el pelo blanco. Y luego le había dibujado una herida en el pecho. Y estaba rodeandola de sangre igual que a macack. era sangre negra, como el carboncillo que usaba. Había empezado a añadir una cosa más cuando volvió a oirse decir:
"Debería levantarme y ser fuerte. Debería hacerlo. Y ayudar a los que todavia estan vivos. Ser util, no alguien a quien cuidar."
- Ayudar es lo que dejo a Macack el brazo negro.- pero se levantó. Se secó unas lagrimas inexistentes y miró el dibujo que sostenía todavía con aire ausente. En el pecho de la chica había un árbol creciendo.
Lo abandonó allí.
Todas las ganas de llorar le volvieron de sopetón cuando cruzó la puerta, como si recordase de repente que no podía soportarlo, pero se obligó a seguir bajando.
Preparó el desayuno con la mente en blanco.
"Por lo menos voy a seguir viviendo. Porque si no habría matado a dos personas en vez de una"
Seguía encontrandose terriblemente mal.
-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
23/03/13, 10:41 pm
Decir que Tap había podido descansar aquella noche era concederle al repoblador un alto margen de beneficio. Poco después de hablar con Pablo, y gracias a la cierta tranquilidad que le había conferido aquello, había conseguido cerrar los ojos y dormir. Sin embargo no había sueños felices para el diminuto asesino de varmanas y pronto se vio asaltado por un cocktail de recuerdos peligrosa y mentalmente tóxicos. Un viaje a lomos de su avispa se había convertido en una vertiginosa caída al interior de la grieta oscura y los zumbidos de las alas de su montura, en el susurro mezquino de dos voces en una. La voz de Macak, mezclada con la de la brecha en el suelo que había visitado semanas atrás. Un "Te lo dije" en un tono perversamente triunfal que acababa con el crujido del repoblador estampándose mortalmente contra el suelo. Y despertando.
Lo hizo de golpe, justo a tiempo para ahogar un chirrido que probablemente le hubiera puesto en un apuro. Se mordió el labio con fuerza, en un intento fútil de darle un buen pellizco a su subconsciente, y respiró varias veces, hasta que sus pulsaciones se refrenaron y el susto de la caída pasó a un segundo plano. <<Sigo vivo>> se dijo aliviado, utilizando un pensamiento tan obvio como era ese a modo de flotador para el sentido común. <<Era un sueño>> se repitió. <<Necesito distraerme y comer algo>>.
El sol no debía llevar mucho tiempo fuera cuando el repoblador aprovechó para trepar por las enredaderas y mirar una por una en todas las ventanas del panal, averiguando si los gigantes dormían o no. Esperaba encontrar alguna oportunidad para colarse hasta las cestas, pero no hubo suerte. Tap se tuvo que conformar con subir hasta las almenas y esperar a que el sol se alzara sobre él para paliar el hambre.
Se tumbó bocarriba y extendió sobre la piedra todos los brazos menos uno, con cuya mano se dedicó a acariciarse la tripa. Dibujó su nombre una y otra vez sobre su piel, tratando de no pensar, y así dejó pasar el tiempo, ausente de todo lo que se pudiera cocer abajo.
Lo hizo de golpe, justo a tiempo para ahogar un chirrido que probablemente le hubiera puesto en un apuro. Se mordió el labio con fuerza, en un intento fútil de darle un buen pellizco a su subconsciente, y respiró varias veces, hasta que sus pulsaciones se refrenaron y el susto de la caída pasó a un segundo plano. <<Sigo vivo>> se dijo aliviado, utilizando un pensamiento tan obvio como era ese a modo de flotador para el sentido común. <<Era un sueño>> se repitió. <<Necesito distraerme y comer algo>>.
El sol no debía llevar mucho tiempo fuera cuando el repoblador aprovechó para trepar por las enredaderas y mirar una por una en todas las ventanas del panal, averiguando si los gigantes dormían o no. Esperaba encontrar alguna oportunidad para colarse hasta las cestas, pero no hubo suerte. Tap se tuvo que conformar con subir hasta las almenas y esperar a que el sol se alzara sobre él para paliar el hambre.
Se tumbó bocarriba y extendió sobre la piedra todos los brazos menos uno, con cuya mano se dedicó a acariciarse la tripa. Dibujó su nombre una y otra vez sobre su piel, tratando de no pensar, y así dejó pasar el tiempo, ausente de todo lo que se pudiera cocer abajo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
24/03/13, 05:02 pm
Pablo se fue dejándome con algo de preocupación en el cuerpo, si de verdad había matado a alguien y lo había hecho a propósito entonces yo podía estar en peligro, <<Pero entonces ¿por qué no me ha amenazado más que verbalmente?>>.
Me quedé un rato pensando en ello, pero al final decidí que no haría más que vigilarlo por si acaso, y ahora ya no me apetecía seguir practicando magia así que me dediqué a cargar los cristales que restaban.
Al cabo de un tiempo de estar cargando los cristales y no hacer nada más me di cuenta de que estaba cansándome, no entendía por que hasta que me fijé en la luz que había encendido hacia un tiempo. <<¿Sera que este tipo de magia consume energía mientras este activa?>>, mirándolo bien era obvio y evidente, sin embargo no había caído en eso. Apagué la luz mágica y me hice con una vela para poder ver mientras.
Cuando los cristales quedaron cargados puse tres en mi antebrazo de manera que no me cortaran, y que estuviesen en contacto con mi piel para poder usar su energía. Con una de las camisetas fui envolviendo mi antebrazo hasta ocultar por completo los cristales y que no se notara casi el relieve. Con el otro brazo hice la misma operación. Comprobé que no se moviera de su sitio y lo deje estar.
Me acosté y tuve sueños raros sobre muertes y amenazas de muerte. Debía de ser tarde cuando me dormí, pues aunque era media mañana cuando me levante aun tenia sueño.
Baje al salón y mientras bajaba elabore una excusa para cuando preguntaran por los brazos. También me cerciore de que los colgantes estuviesen ambos ocultos. Me lave la cara para despejarme y desee fervientemente que hubiese algo de café en las cestas, pero por desgracia para mi no debían de conocer esas cosas por aquí.
Fui a la cesta y busque en vano el café, así que tuve que conformarme con un par de manzanas, me prepare bien para la salida al cementerio con mis cosas y agarre una de las palas que había por ahí.
-Bueno chicos que os parece si nos vamos moviendo hacia el cementerio?.-Dije con una mirada triste.- Es hora de darle una sepultura digna a Macack.
Espere a que el resto se preparara con lo que tuvieran que llevarse y con el resto salí del torreón habiendo consultado los planos un poco.
Sigue en el Cementerio.
Me quedé un rato pensando en ello, pero al final decidí que no haría más que vigilarlo por si acaso, y ahora ya no me apetecía seguir practicando magia así que me dediqué a cargar los cristales que restaban.
Al cabo de un tiempo de estar cargando los cristales y no hacer nada más me di cuenta de que estaba cansándome, no entendía por que hasta que me fijé en la luz que había encendido hacia un tiempo. <<¿Sera que este tipo de magia consume energía mientras este activa?>>, mirándolo bien era obvio y evidente, sin embargo no había caído en eso. Apagué la luz mágica y me hice con una vela para poder ver mientras.
Cuando los cristales quedaron cargados puse tres en mi antebrazo de manera que no me cortaran, y que estuviesen en contacto con mi piel para poder usar su energía. Con una de las camisetas fui envolviendo mi antebrazo hasta ocultar por completo los cristales y que no se notara casi el relieve. Con el otro brazo hice la misma operación. Comprobé que no se moviera de su sitio y lo deje estar.
Me acosté y tuve sueños raros sobre muertes y amenazas de muerte. Debía de ser tarde cuando me dormí, pues aunque era media mañana cuando me levante aun tenia sueño.
Baje al salón y mientras bajaba elabore una excusa para cuando preguntaran por los brazos. También me cerciore de que los colgantes estuviesen ambos ocultos. Me lave la cara para despejarme y desee fervientemente que hubiese algo de café en las cestas, pero por desgracia para mi no debían de conocer esas cosas por aquí.
Fui a la cesta y busque en vano el café, así que tuve que conformarme con un par de manzanas, me prepare bien para la salida al cementerio con mis cosas y agarre una de las palas que había por ahí.
-Bueno chicos que os parece si nos vamos moviendo hacia el cementerio?.-Dije con una mirada triste.- Es hora de darle una sepultura digna a Macack.
Espere a que el resto se preparara con lo que tuvieran que llevarse y con el resto salí del torreón habiendo consultado los planos un poco.
Sigue en el Cementerio.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
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