Torreón Letargo (Archivo III)
+20
Evanna
Xana
Muffie
Tak
Giniroryu
Leonart
Lops
Dal
Carmesí
Red
Reisha
Naeryan
Administración
LEC
Serokrai
Jack
Alicia
Yber
Poblo
Elliot
24 participantes
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Torreón Letargo (Archivo III)
09/09/12, 11:32 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
02/10/12, 12:30 am
<< Qué poco compañerismo hay en este panal >> Fue todo lo que alcanzó a pensar Tap después de ver como actuaban todos entre ellos. Le daban ganas de dar una colleja a Pablo por lo que dijo de la giganta de tallos verdes, pero entre que el propio repoblador ya había dicho cosas peores hoy y lo que ocurrió después, olvidó por completo dicha colleja. Cuando vio que el cristal se iluminaba al contacto con Pablo se quedó mirando al gigante con ojiplático. << ¿En serio? ¿Pablo es un dotado? >> Cualquiera lo diría. A pesar de lo sorprendente, Tap no podía negarlo, el cristal se había iluminado y eso solo podía ser algún tipo de don de la Flora. ¿Luz para las plantas incluso de noche? Se abrían tantas posibilidades para su huerto con esto, que no podía esperar por hablar con Pablo.
Sin embargo, de que se quiso dar cuenta, Pablo había bajado. Yrio también, sin embargo al ver que el cristal no se encendía en sus manos, centró su atención en el otro gigante. Salió corriendo en busca del resto, olvidando incluso a su propia avispa por unos segundos; rectificó el olvido a mitad de las escaleras llamándola de un silbido y trepando a su lomo, para acabar encontrándose al grupo sobre ella. Hizo revolotear a su montura alrededor de Pablo y saltó sobre él, interrumpiendo la conversación que se producía entre él e Yrio en estos momentos (de la cual no había entendido ni cardos). Sin ser consciente de lo molesto que podía resultar, comenzó a darle golpazos en la cabeza tan rápido como podía por la emoción, soltando notas aleatorias por la espalda.
-¡Eres dotado, Pablo!-gritó a su oído-¡Eres dotaaaaaado!-tener uno en el panal era algo increíble. Le ayudaría muchísimo con la repoblación del patio y era de agradecer. Se podría ahorrar los dones de riego gracias al agua del pozo y solo tendría que ayudarle con cosas más sencillas. Saltó sobre su cabeza, agarrándose de los pelos con cuidado, y se colgó bocabajo frente a su cara-¿A qué me vas a ayudaaaaaaaaaaaaaar?-era una pregunta retórica. Tap sabía que le ayudaría. Tenía que ayudarle. No podía ser de otra forma si era un dotado.
Sin embargo, de que se quiso dar cuenta, Pablo había bajado. Yrio también, sin embargo al ver que el cristal no se encendía en sus manos, centró su atención en el otro gigante. Salió corriendo en busca del resto, olvidando incluso a su propia avispa por unos segundos; rectificó el olvido a mitad de las escaleras llamándola de un silbido y trepando a su lomo, para acabar encontrándose al grupo sobre ella. Hizo revolotear a su montura alrededor de Pablo y saltó sobre él, interrumpiendo la conversación que se producía entre él e Yrio en estos momentos (de la cual no había entendido ni cardos). Sin ser consciente de lo molesto que podía resultar, comenzó a darle golpazos en la cabeza tan rápido como podía por la emoción, soltando notas aleatorias por la espalda.
-¡Eres dotado, Pablo!-gritó a su oído-¡Eres dotaaaaaado!-tener uno en el panal era algo increíble. Le ayudaría muchísimo con la repoblación del patio y era de agradecer. Se podría ahorrar los dones de riego gracias al agua del pozo y solo tendría que ayudarle con cosas más sencillas. Saltó sobre su cabeza, agarrándose de los pelos con cuidado, y se colgó bocabajo frente a su cara-¿A qué me vas a ayudaaaaaaaaaaaaaar?-era una pregunta retórica. Tap sabía que le ayudaría. Tenía que ayudarle. No podía ser de otra forma si era un dotado.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
02/10/12, 06:40 pm
Me arrepentí enseguida de haber preguntado. "Primero lo estropeas arriba insultando a Alder y ahora le haces una pregunta que le trae recuerdos dolorosos. Bravo Pablo." -Vaya... Lo siento-
Lo que también sentí, fueron los golpes que Tap me propinó tras aterrizar sobre mi cabeza.
-¡Ay! Para- Le dije mientras trataba de interponer mi mano sana entre sus brazos y mi cabeza. Acto seguido se colgó boca abajo frente a mi cara. El repoblador estaba convencido de que era un dotado, término que, por lo que me había contado antes, usaba para nombrar a los que en su mundo tenían habilidades mágicas. La idea de poder hacer magia me entusiasmaba, pero dudaba que hacer que una piedra se iluminara con un poquito de sangre significara que podía.
-Como si estuvieras en tu casa- Le dije con sorna. "Aunque en las casas lo único que normalmente cuelga del techo son las lámparas y no su inquilinos" Pienso después de que el repoblador se cuelgue boca abajo de mi pelo. Después de "acomodarse" me hizo una pregunta, aunque por su tono me daba que no era mas que una formalidad y que no aceptaría un no por respuesta. Puse los ojos en blanco y luego le miré con una sonrisa -¿Tengo elección?- Naturalmente le ayudaría en lo que quisiera, siempre que no fuera algo exagerado o estúpido.
Lo que también sentí, fueron los golpes que Tap me propinó tras aterrizar sobre mi cabeza.
-¡Ay! Para- Le dije mientras trataba de interponer mi mano sana entre sus brazos y mi cabeza. Acto seguido se colgó boca abajo frente a mi cara. El repoblador estaba convencido de que era un dotado, término que, por lo que me había contado antes, usaba para nombrar a los que en su mundo tenían habilidades mágicas. La idea de poder hacer magia me entusiasmaba, pero dudaba que hacer que una piedra se iluminara con un poquito de sangre significara que podía.
-Como si estuvieras en tu casa- Le dije con sorna. "Aunque en las casas lo único que normalmente cuelga del techo son las lámparas y no su inquilinos" Pienso después de que el repoblador se cuelgue boca abajo de mi pelo. Después de "acomodarse" me hizo una pregunta, aunque por su tono me daba que no era mas que una formalidad y que no aceptaría un no por respuesta. Puse los ojos en blanco y luego le miré con una sonrisa -¿Tengo elección?- Naturalmente le ayudaría en lo que quisiera, siempre que no fuera algo exagerado o estúpido.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/10/12, 12:56 am
A los pies de la estatua de la ninfa, un musgo azulado protegía un nido de cienpiés. Eran cienpiés del grosor de un anillo, color canela con patitas rojas, y correteaban entre las malas hierbas protegidos de miradas y pasando completamente desapercibidos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/10/12, 01:34 am
Tap paró de golpearle a regañadientes y, después de descolgarse, saltó felizmente sobre su cabeza para sentarse. Había creído que se las vería a solas con su tarea y tener a Pablo colaborando, con su gigantez, que eso también era una ventaja a veces, le haría esto muchísimo más sencillo. Inconscientemente, volvía a golpear la cabeza de Pablo con las manos..
-¡Oye! ¡Que no es una elección! Si eres dotado, estás obligado a ayudar. Las cosas son así y yo no las he inventado, lo siento-dijo mientras silbaba por la espalda al mismo ritmo con que daba los golpes en la cabeza-. Pero eso es bueno, serás útil dentro del grupo. ¡El más útil!-saltó a su hombro y bajó trepando por sus ropas hasta el suelo-. Y claro que me comporto como si estuviera en casa, eso es lo que es el panal este ahora, cabeza-caduca-negó con la cabeza. << Anda que no darse cuenta... >>
>>Por cierto, vas a tener que ser un poco autodidacta-dijo algo preocupado-. Yo apenas tengo ni idea de cómo hacen los dotados uso de los dones de Flora. Solo sé que agitaban mucho los brazos y hablaban en idiomas raros-comenzó a hacer el tonto, exagerando las pautas que acababa de dar a Pablo, tratando de imitar a los dotados de su bosque-. Pero da iguaaaaal, seguro que te sale-no podía no salirle. O eso, o la Flora acababa de desperdiciar sus dones en Pablo y eso sí que no era posible.
Trepó por la mesa de la cocina tras acabar con su imitación burda a sus compañeros de la antigua colonia y se agenció un par de bayas de esas amargas, partiéndolas en cuatro cachos más pequeños para hacer malabares con ellas antes de comérselas.
-¡Oye! ¡Que no es una elección! Si eres dotado, estás obligado a ayudar. Las cosas son así y yo no las he inventado, lo siento-dijo mientras silbaba por la espalda al mismo ritmo con que daba los golpes en la cabeza-. Pero eso es bueno, serás útil dentro del grupo. ¡El más útil!-saltó a su hombro y bajó trepando por sus ropas hasta el suelo-. Y claro que me comporto como si estuviera en casa, eso es lo que es el panal este ahora, cabeza-caduca-negó con la cabeza. << Anda que no darse cuenta... >>
>>Por cierto, vas a tener que ser un poco autodidacta-dijo algo preocupado-. Yo apenas tengo ni idea de cómo hacen los dotados uso de los dones de Flora. Solo sé que agitaban mucho los brazos y hablaban en idiomas raros-comenzó a hacer el tonto, exagerando las pautas que acababa de dar a Pablo, tratando de imitar a los dotados de su bosque-. Pero da iguaaaaal, seguro que te sale-no podía no salirle. O eso, o la Flora acababa de desperdiciar sus dones en Pablo y eso sí que no era posible.
Trepó por la mesa de la cocina tras acabar con su imitación burda a sus compañeros de la antigua colonia y se agenció un par de bayas de esas amargas, partiéndolas en cuatro cachos más pequeños para hacer malabares con ellas antes de comérselas.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/10/12, 02:34 pm
Tras una marcha un tanto acelerada, el pequeño grupo no tardó en llegar al barrio en el que se hallaba el torreón cubierto de vegetación que habían divisado desde la biblioteca. La estructura estaba cubierta de enredaderas y era bastante similar al torreón en el que se refugiaban, obviando que no había una ballena en el cuarto piso y que la vegetación era bastante mas frondosa. Saren observó con detenimiento el edificio mientras se acercaban a el, deduciendo que si el patrón era similar al de su propio torreón, debería haber un patio tras el muro y el foso, un patio en el que tendrían que buscar los ingredientes para el cataplasma. Estaban a punto de llegar cuando el norteño recodo algo que había oído el día anterior en la biblioteca, cuando se encontraron con el otro grupo.
-¿No es posible que este sea el torreón de los otros cosechados? -le pregunto a sus compañeros-. Dijeron que tenían un refugio cerca de la biblioteca, quizás tengamos suerte y sea este -añadió, empezando a buscar la puerta al comprobar que no había ninguna forma de salvar el foso y saltar el muro.
Si era el torreón de los otros chicos podían llamarles en voz alta para que les abriesen, pero no era recomendable ponerse a gritar en aquella ciudad. El acceso al torreón se resistía a aparecer, y la impaciencia de los chicos empezaba a ser palpable, no tenían tiempo que perder, RR necesitaba el remedio ya. Al final la puerta apareció tras la cortina de enredaderas y Saren llamó con fuerza, esperando que hubiera suerte.
-¿No es posible que este sea el torreón de los otros cosechados? -le pregunto a sus compañeros-. Dijeron que tenían un refugio cerca de la biblioteca, quizás tengamos suerte y sea este -añadió, empezando a buscar la puerta al comprobar que no había ninguna forma de salvar el foso y saltar el muro.
Si era el torreón de los otros chicos podían llamarles en voz alta para que les abriesen, pero no era recomendable ponerse a gritar en aquella ciudad. El acceso al torreón se resistía a aparecer, y la impaciencia de los chicos empezaba a ser palpable, no tenían tiempo que perder, RR necesitaba el remedio ya. Al final la puerta apareció tras la cortina de enredaderas y Saren llamó con fuerza, esperando que hubiera suerte.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/10/12, 03:02 pm
Después de la reveladora charla con las chicas y toda la resolución de dudas sobre su relación, me despedí por un rato de todos los allí presentes, visiblemente complacido y tras agradecerles su tiempo.
Serok me andaba buscando para practicar con él, así que fui a su encuentro armado con dos espadas de entrenamiento. No se parecían a mis dos cimitarras pero servirían de momento para recordar lo básico. Él también llevaba dos espadas, además de la armadura con la que vino el otro día. Armadura con cuyos guanteletes lograba bloquear algunos de mis veloces golpes, con mi estilo de correr, rodar, saltar y dañar antes que dar golpes demoledores como los suyos. ¿Bloquear? Poco, yo prefiero las fintas y esquivar pero como último recurso puedo usar el lado no afilado de mis cimitarras, inexistente en estas de madera.
En un principio estuvimos igualados, pero su experiencia continua y mis largas horas en la biblioteca surtieron efecto, consiguiendo que al final yo me llevase más golpes. Pero eso no me frenaba, ya que los notaba como caricias sobre mi piel y, en todo caso, me daban mayor velocidad y ferocidad. El ulterano no parecía cansarse, midiendo sus fuerzas y sus movimientos con ojo experto, pero yo no iba a quedarme atrás pese a la diferencia física y de estilos. Sí, ambos manejábamos dos espadas de madera, él con sus guanteletes y yo con mi resistencia al dolor, pero el final fue una pequeña locura, acabando extenuados. Cualquiera diría que ganó él, por los moratones que recorrían mi cuerpo, pero él también se llevó lo suyo y yo no me sentía mal, simplemente fue un entrenamiento. Muy dispar de lo que sería con el resto del torreón, por supuesto, pero entrenamiento al fin y al cabo. ¿Las espadas de madera? Otro par de sesiones así y quedarían inútiles.
Tras acabar, nos refrescamos con agua del pozo y cuando fui a comer un poco de fruta para recuperar nutrientes, justo llaman a la puerta.
-El que sea tiene ganas de que le demos una paliza a espadazos de madera.-gruñí riendo, cambiando las susodichas por las cimitarras.
Y fui a abrir, para descubrir que eran los del otro grupo: Saren, Wintel y Shizel. Me asomo para ver si venían sólo ellos y comprobar el camino y luego les dejé pasar, guardando las armas en sus viejas fundas (la diestra en el hombro derecho y la zurda colgando de la cintura a la izquierda).
-¿Qué os trae por aquí? Bienvenidos y alegría por estar vivos, aún.-digo, tomando aire.-Disculpad pero entrenamiento recién acabado. Cansancio.
Serok me andaba buscando para practicar con él, así que fui a su encuentro armado con dos espadas de entrenamiento. No se parecían a mis dos cimitarras pero servirían de momento para recordar lo básico. Él también llevaba dos espadas, además de la armadura con la que vino el otro día. Armadura con cuyos guanteletes lograba bloquear algunos de mis veloces golpes, con mi estilo de correr, rodar, saltar y dañar antes que dar golpes demoledores como los suyos. ¿Bloquear? Poco, yo prefiero las fintas y esquivar pero como último recurso puedo usar el lado no afilado de mis cimitarras, inexistente en estas de madera.
En un principio estuvimos igualados, pero su experiencia continua y mis largas horas en la biblioteca surtieron efecto, consiguiendo que al final yo me llevase más golpes. Pero eso no me frenaba, ya que los notaba como caricias sobre mi piel y, en todo caso, me daban mayor velocidad y ferocidad. El ulterano no parecía cansarse, midiendo sus fuerzas y sus movimientos con ojo experto, pero yo no iba a quedarme atrás pese a la diferencia física y de estilos. Sí, ambos manejábamos dos espadas de madera, él con sus guanteletes y yo con mi resistencia al dolor, pero el final fue una pequeña locura, acabando extenuados. Cualquiera diría que ganó él, por los moratones que recorrían mi cuerpo, pero él también se llevó lo suyo y yo no me sentía mal, simplemente fue un entrenamiento. Muy dispar de lo que sería con el resto del torreón, por supuesto, pero entrenamiento al fin y al cabo. ¿Las espadas de madera? Otro par de sesiones así y quedarían inútiles.
Tras acabar, nos refrescamos con agua del pozo y cuando fui a comer un poco de fruta para recuperar nutrientes, justo llaman a la puerta.
-El que sea tiene ganas de que le demos una paliza a espadazos de madera.-gruñí riendo, cambiando las susodichas por las cimitarras.
Y fui a abrir, para descubrir que eran los del otro grupo: Saren, Wintel y Shizel. Me asomo para ver si venían sólo ellos y comprobar el camino y luego les dejé pasar, guardando las armas en sus viejas fundas (la diestra en el hombro derecho y la zurda colgando de la cintura a la izquierda).
-¿Qué os trae por aquí? Bienvenidos y alegría por estar vivos, aún.-digo, tomando aire.-Disculpad pero entrenamiento recién acabado. Cansancio.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/10/12, 04:59 pm
A pesar de ser el único punto verde que habían visto hasta entonces en Rocavarancolia, tampoco parecía demasiado lucido. El idrino podía ver claramente que ni siquiera las enredaderas eran muy vistosas.
Saren pronto se había hartado de tratar de hallar una entrada y había llamado enérgicamente a la puerta, sin resultado aparente durante un rato. Shizel estaba a punto de sugerir que mirasen a ver si el acceso era más fácil desde un barrio aledaño cuando por fin Atol abrió la puerta, con gesto cordial pero cansado.
Leyó fácilmente en Saren que el norteño no iba a entretenerse demasiado con cortesías y pronto empezaría a revolver el torreón en busca del musgo, y optó por explicar la situación lo más sucintamente posible, empezando por el que les había abierto. En la biblioteca había parecido el más dispuesto a entenderse con razones, y con suerte conseguiría que los demás habitantes del torreón colaborasen.
Nada más entrar a la planta baja fue reconociendo a algunos a los que había visto en la biblioteca y antes en la plaza, y correspondió a sus miradas con un gesto de cabeza.
-Buenas- saludó, respondiendo a la pregunta de Atol pero con el volumen y la intención de dirigirse a todos los presentes-. No nos quedaremos mucho, de hecho no planeábamos pasarnos por aquí tan pronto. Pero resulta que tenemos a un compañero envenenado, y necesitamos algunas plantas para apañar una cura. Hemos visto verde y decidimos probar suerte aquí.
Esperaba que no hubiesen tenido tiempo de cogerles aprecio a las hierbas de su torreón. Si se mostraban reacios a compartirlas siempre podrían acordar un trato a cambio, pero aquél no era el momento ni tenían nada con lo que negociar. Consciente de la dosis de estrategia de la que había que hacer gala muchas veces en la esfera de la banca, decidió actuar como si no contase con que hubiese ningún problema por su parte en ayudarles.
>>Saren os podrá decir mejor que yo qué necesitamos. Quizá el hombrecillo pueda ayudarnos en algo, parecía que sabía algo del tema...- añadió a la explicación, dirigiendo una mirada en círculo en torno a la sala para ver si se hallaba allí. Había empezado inconscientemente a recrear el gesto equivalente al nombre del repoblador cuando recordó oportunamente el nombre sonoro con el que lo había bautizado Saren-. Respondía al nombre de Tap cuando hablamos con él, no sé si vosotros lo conocéis con otro distinto. El caso es que esto nos corre bastante prisa, así que si podéis ayudarnos a agilizar la búsqueda mejor que mejor; en el peor de los casos nos marcharemos a buscar en otro lugar- no tenía manera de saber si la condición de RR había empeorado a lo largo de las horas, pero no era muy optimista al respecto.
Saren pronto se había hartado de tratar de hallar una entrada y había llamado enérgicamente a la puerta, sin resultado aparente durante un rato. Shizel estaba a punto de sugerir que mirasen a ver si el acceso era más fácil desde un barrio aledaño cuando por fin Atol abrió la puerta, con gesto cordial pero cansado.
Leyó fácilmente en Saren que el norteño no iba a entretenerse demasiado con cortesías y pronto empezaría a revolver el torreón en busca del musgo, y optó por explicar la situación lo más sucintamente posible, empezando por el que les había abierto. En la biblioteca había parecido el más dispuesto a entenderse con razones, y con suerte conseguiría que los demás habitantes del torreón colaborasen.
Nada más entrar a la planta baja fue reconociendo a algunos a los que había visto en la biblioteca y antes en la plaza, y correspondió a sus miradas con un gesto de cabeza.
-Buenas- saludó, respondiendo a la pregunta de Atol pero con el volumen y la intención de dirigirse a todos los presentes-. No nos quedaremos mucho, de hecho no planeábamos pasarnos por aquí tan pronto. Pero resulta que tenemos a un compañero envenenado, y necesitamos algunas plantas para apañar una cura. Hemos visto verde y decidimos probar suerte aquí.
Esperaba que no hubiesen tenido tiempo de cogerles aprecio a las hierbas de su torreón. Si se mostraban reacios a compartirlas siempre podrían acordar un trato a cambio, pero aquél no era el momento ni tenían nada con lo que negociar. Consciente de la dosis de estrategia de la que había que hacer gala muchas veces en la esfera de la banca, decidió actuar como si no contase con que hubiese ningún problema por su parte en ayudarles.
>>Saren os podrá decir mejor que yo qué necesitamos. Quizá el hombrecillo pueda ayudarnos en algo, parecía que sabía algo del tema...- añadió a la explicación, dirigiendo una mirada en círculo en torno a la sala para ver si se hallaba allí. Había empezado inconscientemente a recrear el gesto equivalente al nombre del repoblador cuando recordó oportunamente el nombre sonoro con el que lo había bautizado Saren-. Respondía al nombre de Tap cuando hablamos con él, no sé si vosotros lo conocéis con otro distinto. El caso es que esto nos corre bastante prisa, así que si podéis ayudarnos a agilizar la búsqueda mejor que mejor; en el peor de los casos nos marcharemos a buscar en otro lugar- no tenía manera de saber si la condición de RR había empeorado a lo largo de las horas, pero no era muy optimista al respecto.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valorPersonajes : Norou, Wintelgy y Lemus
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/10/12, 05:41 pm
Wintelgy
Al fin llegamos al torreón cuyos muros estaban cubiertos por enredaderas llenas de hojas secas en su mayoría. Saren encontró la entrada entre tata maraña seca y llamo fuertemente a la puerto. Hasta que finalmente abrieron. Abrió uno de los chicos que estuvo a mi lado antes de desmayarme en la fuente. Shizel le explico el por qué de nuestra presencia mientras nos adentrábamos al torreón donde muchos más cosechados esperaban, a los que no eche mucha cuenta porque miraba la página del libro mirando los ingredientes necesarios.
“Usnea barbata hieronymii y lithobius variegatus- pronuncie como puede- según esto son sus nombres, dice que el musgo es azulado y los cienpies son pequeños con las patitas rojas, pero no especifica nada más, ni lugar de crecimiento del musgo ni donde crían los cienpies…- termine mirando los dibujos esquemáticos del libro-“
-Tsuki Tsuki Tsuki♥♫♪-
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/10/12, 06:48 pm
La llegada de Sharen, Shizel y Wintel sorprendió a las chicas. Alder hubiera bromeado, pero traían cara de circunstancias, y ella tampoco sonrió cuando se enteró.
- Pasad entonces.- dijo practicamente empujandolos al interior. Los guió hasta el patio y señaló en un gesto el pobre jardincillo que tenían.- ¿Quien es el herido?
- ¿Es grave?- dijo Seon con angustia. Todos los miedos del principio habían reaparecido.
- Pasad entonces.- dijo practicamente empujandolos al interior. Los guió hasta el patio y señaló en un gesto el pobre jardincillo que tenían.- ¿Quien es el herido?
- ¿Es grave?- dijo Seon con angustia. Todos los miedos del principio habían reaparecido.
-
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/10/12, 07:38 pm
Estaba pensando en qué contestarle a Tap cuando llamaron a la puerta. "¿Otra vez? Pues si que está solicitado este torreón" Atol fue a abrir la puerta, lleno de moratones. "¿Cuándo se hizo eso?" No parecían dolerle así que no les dí importancia. Me acerqué con curiosidad al ver que los que llamaban eran los del otro grupo. -Hola. No esperaba que nos visitarais tan pronto- Nada más decir el motivo de su visita me puse serio.
-¿Veneno? ¿Quién fue envenenado, y como?- Escuché también que necesitaban algún tipo de planta para preparar un remedio, y algo sobre ciempiés. -No se nada de ciempiés, pero si buscáis plantas las únicas que hay aquí están en el patio.
-¿Veneno? ¿Quién fue envenenado, y como?- Escuché también que necesitaban algún tipo de planta para preparar un remedio, y algo sobre ciempiés. -No se nada de ciempiés, pero si buscáis plantas las únicas que hay aquí están en el patio.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/10/12, 10:51 pm
Tuvieron suerte, ya que fue Atol el que les abrió la puerta. Los tres chicos entraron al torreón apresuradamente, cerrando detrás de si. Mientras el lacustre exponía la situación y el nublino les enseñaba lo que buscaban, Saren observaba atentamente lo que le rodeaba, fijándose en todos los detalles: la relativa limpieza, el ambiente cálido, y la luz verdosa que entraba a través de las ventanas cubiertas de enredaderas, que le daba un cierto aire onírico. El idrino centro su atención en los presentes, a punto de intervenir por la impaciencia, pero la chica de pelo verde se le adelanto, conduciéndoles al patio, el único sitio que podría contener aquello que buscaban.
-Una criatura ataco al grupo que salió a por las cestas de comida -respondió, colgando el abrigo de la mano extendida de la extraña estatua del patio-, pilló a RR, el pelirrojo, y le inoculo alguna especie de veneno -prosiguió, arremangándose y empezando a hurgar entre las piedras del patio-. Nosotros tres nos acercamos hasta la biblioteca, buscando algún remedio, y lo encontramos, pero necesitamos los ingredientes -concluyó, para luego mirar a Seón-. La verdad es que no lo sabemos, pero cuando nos fuimos estaba casi completamente paralizado, así que nos tenemos que dar prisa.
Mientras hablaba había continuado buscando, y aunque estaba muy concentrado en la tarea, no se le había pasado por alto el vestuario de Alder, que iba mas bien ligera de ropa. Parecía que esa costumbre se iba extendiendo poco a poco por los torreones, por que K también la practicaba. La sinhadre llevaba una camiseta negra de manga larga que le llegaba únicamente hasta el ombligo, ademas de unas braguitas rojas con cadenitas de oro y trozos de seda semitransparentes colgando a los lados.
-Por cierto peliverde, bonitas braguitas. Te sientan bien -alagó Saren con una media sonrisa apenas perceptible, continuando su búsqueda, sin rastro de burla o sarcasmo en su voz, era un cumplido sincero.
Si no hubiera estado tan preocupado por el foner, quizás hubiera pensado un cumplido mas elaborado y ceremonioso, con algún toque cómico, pero no estaba para bromas, así que fue sincero en sus palabras. A los pies de la estatua encontró por fin el musgo azul y por un golpe de suerte, resulto que bajo el vivía una colonia de los ciempiés que necesitaban, pero ahí se acababa la racha. Los condenados miriapodos eran muy difíciles de atrapar, y por su tamaño tenia toda la pinta de que iban a necesitar una buena cantidad.
-¡Joder! -maldijo en voz alta, persiguiendo a uno-, esto va a llevar un rato largo -aclaró, cada vez mas cabreado.
-Una criatura ataco al grupo que salió a por las cestas de comida -respondió, colgando el abrigo de la mano extendida de la extraña estatua del patio-, pilló a RR, el pelirrojo, y le inoculo alguna especie de veneno -prosiguió, arremangándose y empezando a hurgar entre las piedras del patio-. Nosotros tres nos acercamos hasta la biblioteca, buscando algún remedio, y lo encontramos, pero necesitamos los ingredientes -concluyó, para luego mirar a Seón-. La verdad es que no lo sabemos, pero cuando nos fuimos estaba casi completamente paralizado, así que nos tenemos que dar prisa.
Mientras hablaba había continuado buscando, y aunque estaba muy concentrado en la tarea, no se le había pasado por alto el vestuario de Alder, que iba mas bien ligera de ropa. Parecía que esa costumbre se iba extendiendo poco a poco por los torreones, por que K también la practicaba. La sinhadre llevaba una camiseta negra de manga larga que le llegaba únicamente hasta el ombligo, ademas de unas braguitas rojas con cadenitas de oro y trozos de seda semitransparentes colgando a los lados.
-Por cierto peliverde, bonitas braguitas. Te sientan bien -alagó Saren con una media sonrisa apenas perceptible, continuando su búsqueda, sin rastro de burla o sarcasmo en su voz, era un cumplido sincero.
Si no hubiera estado tan preocupado por el foner, quizás hubiera pensado un cumplido mas elaborado y ceremonioso, con algún toque cómico, pero no estaba para bromas, así que fue sincero en sus palabras. A los pies de la estatua encontró por fin el musgo azul y por un golpe de suerte, resulto que bajo el vivía una colonia de los ciempiés que necesitaban, pero ahí se acababa la racha. Los condenados miriapodos eran muy difíciles de atrapar, y por su tamaño tenia toda la pinta de que iban a necesitar una buena cantidad.
-¡Joder! -maldijo en voz alta, persiguiendo a uno-, esto va a llevar un rato largo -aclaró, cada vez mas cabreado.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/10/12, 11:38 pm
Por fortuna el otro grupo pareció hacerse cargo rápidamente de la situación. Shizel no podía acabar de creerse que hubieran accedido tan rápido, pero el misterio quedó rápidamente explicado cuando Alder les llevó al patio. Si aquel huerto marchito era todo lo que tenían, no le extrañaba que no les importara que rebuscaran por allí.
Sonrió socarrón ante el comentario de Saren, pero no añadió nada. Dejó que el norteño les informara más a fondo sobre el incidente y suspiró tristón. ¿Dónde estaban los canales, los árboles y los parterres verdes en aquella ciudad?
Varios ya se habían puesto en marcha, la mayoría tratando de atrapar a los ciempiés. Shizel escurrió el bulto discretamente y trató en su lugar de identificar los musgos que debían recoger. Sin embargo se vio obligado a desistir de su objetivo una vez le hubo quedado claro que no sabía distinguir un musgo de una miserable capa de moho en la pared.
-Yo no soy de campo- se quejó, a medio camino entre la diversión y la frustración genuina-. Para mí todo esto son hierbas.
Su siguiente objetivo fueron los escurridizos miriápodos. Creía que iba a ser tarea fácil y al principio usó una de las mangas de la camisa para evitar tener que tocarlos directamente, pero los ciempiés eran pequeños y se le escapaban constantemente. Se vio obligado a superar sus reparos tratando de pillarlos con los dedos, pero se arrastraban fuera de su alcance a una velocidad desesperante. Al cabo de un tiempo estaba correteando por el patio y mascullando maldiciones en voz baja igual que el resto de los presentes.
Al cabo de innumerables intentos por fin atrapó uno, al que se apresuró a tirar a un cubo cercano como si tuviera la peste.
-Qué asco- musitó limpiándose las manos. No tenía pánico a los bichos ni nada parecido, pero le desagradaba enormemente tener que tocar a mano desnuda aquellas cosas que vete a saber dónde habrían estado. Se prometió a sí mismo que si RR osaba quejarse de que habían tardado mucho, él mismo se encargaría de guardarse una de aquellas cosas para hacérsela tragar a la fuerza.
Sonrió socarrón ante el comentario de Saren, pero no añadió nada. Dejó que el norteño les informara más a fondo sobre el incidente y suspiró tristón. ¿Dónde estaban los canales, los árboles y los parterres verdes en aquella ciudad?
Varios ya se habían puesto en marcha, la mayoría tratando de atrapar a los ciempiés. Shizel escurrió el bulto discretamente y trató en su lugar de identificar los musgos que debían recoger. Sin embargo se vio obligado a desistir de su objetivo una vez le hubo quedado claro que no sabía distinguir un musgo de una miserable capa de moho en la pared.
-Yo no soy de campo- se quejó, a medio camino entre la diversión y la frustración genuina-. Para mí todo esto son hierbas.
Su siguiente objetivo fueron los escurridizos miriápodos. Creía que iba a ser tarea fácil y al principio usó una de las mangas de la camisa para evitar tener que tocarlos directamente, pero los ciempiés eran pequeños y se le escapaban constantemente. Se vio obligado a superar sus reparos tratando de pillarlos con los dedos, pero se arrastraban fuera de su alcance a una velocidad desesperante. Al cabo de un tiempo estaba correteando por el patio y mascullando maldiciones en voz baja igual que el resto de los presentes.
Al cabo de innumerables intentos por fin atrapó uno, al que se apresuró a tirar a un cubo cercano como si tuviera la peste.
-Qué asco- musitó limpiándose las manos. No tenía pánico a los bichos ni nada parecido, pero le desagradaba enormemente tener que tocar a mano desnuda aquellas cosas que vete a saber dónde habrían estado. Se prometió a sí mismo que si RR osaba quejarse de que habían tardado mucho, él mismo se encargaría de guardarse una de aquellas cosas para hacérsela tragar a la fuerza.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
04/10/12, 12:40 am
- Me las dio Atol- contestó con media sonrisa- es ropa de Libo. Me pareció que lo propio era vestirlas, ya que me las ofrecía.
Observó como se dedicaban a la inútil caza de los ciempiés. Eran más pequeños que los que ella solía ver, pero aun así se agachó a intentar ayudar. Si tan mal estaba el pelirrojo, era mejor ir deprisa. Agarró el cubo y lo acercó todo lo posible.
- ¿tienen que estar vivos?- ante la respuesta afrimativa, dejó escapar un pequeño juramento. - es una lástima, sería todo mucho mas sencillo.
Ahuecó ambas manos sin remilgos por tocar a los bichos. Las cerró una primera vez, atrapando a dos y medio. El que estaba en medio empezó a colear, y los dos de las manos treparon fuera en un despiste y cayeron al suelo antes de que ella pudiese soltarlos en un lugar mas conveniente. Asi que en e momento en que separaba las manos en un gesto instintivo, el tercero cayó y huyó.
Persiguió casi tan infructusamente como los dos idrinos a los ciempies, pero en cuanto puso la mano sobre uno, cerró la mano alrededor de la pobre tierra del huertillo y de parte del musgo, y tiró al cubo un puñado de tierra, musgo sucio y un ejemplar sorprendentemente vivo de ciempiés.
Iba probando cosas. A veces dejaba la mano quieta cerca de los ciempies, y esto era lo que mejor funcionaba, cuando se le subian a la palma, la llevaba a toda velocidad al cubo y la sacudía para que cayera. Un par de veces uno comenzó a subirle el brazo, y aquello si le dio repelús, pero contribuyó todo lo que pudo. Otras veces se caían en el traslado, pero pudo resultar mas o menos útil.
Observó como se dedicaban a la inútil caza de los ciempiés. Eran más pequeños que los que ella solía ver, pero aun así se agachó a intentar ayudar. Si tan mal estaba el pelirrojo, era mejor ir deprisa. Agarró el cubo y lo acercó todo lo posible.
- ¿tienen que estar vivos?- ante la respuesta afrimativa, dejó escapar un pequeño juramento. - es una lástima, sería todo mucho mas sencillo.
Ahuecó ambas manos sin remilgos por tocar a los bichos. Las cerró una primera vez, atrapando a dos y medio. El que estaba en medio empezó a colear, y los dos de las manos treparon fuera en un despiste y cayeron al suelo antes de que ella pudiese soltarlos en un lugar mas conveniente. Asi que en e momento en que separaba las manos en un gesto instintivo, el tercero cayó y huyó.
Persiguió casi tan infructusamente como los dos idrinos a los ciempies, pero en cuanto puso la mano sobre uno, cerró la mano alrededor de la pobre tierra del huertillo y de parte del musgo, y tiró al cubo un puñado de tierra, musgo sucio y un ejemplar sorprendentemente vivo de ciempiés.
Iba probando cosas. A veces dejaba la mano quieta cerca de los ciempies, y esto era lo que mejor funcionaba, cuando se le subian a la palma, la llevaba a toda velocidad al cubo y la sacudía para que cayera. Un par de veces uno comenzó a subirle el brazo, y aquello si le dio repelús, pero contribuyó todo lo que pudo. Otras veces se caían en el traslado, pero pudo resultar mas o menos útil.
-
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
04/10/12, 12:17 pm
Yrio no tenía muy claro qué significaba eso de ser dotado, y tampoco tuvo tiempo de preguntarlo pues al poco llamaron a la puerta. Tres chicos del otro grupo entraron con cara de apuro y muchas prisas. Yrio les siguió al patio con la esperanza de que explicasen a qué se debía tanta urgencia, y cuando lo hicieron se puso completamente blanco.
-¿Qué criatura? ¿Está muy grave?- preguntó. Luego se dio una colleja mental, era una pregunta muy estúpida.
Necesitaban un musgo extraño y cienpiés. Esos cienpiés pequeñitos que se metían por tus pantalones cuando pisabas su nido sin querer. Yrio señaló uno de los nidos, pero no se atrevió a participar en la caza porque tenía miedo de estorbar. Seguramente se tropezaría con todo el mundo. Le daba bastante rabia porque quería ayudar, así que fue a la cocina y cogió una olla vieja con tapa para meter los cienpiés. Sería mucho más facil transportarlos y no se escaparían como en el cubo, de donde de hecho yua se estaban saliendo unos pocos. Yrio los metió como pudo en la olla y trató de volver a capturar a los escapistas.
-¡Arg! Son muy rápidos...- se quejó por lo bajo.
-¿Qué criatura? ¿Está muy grave?- preguntó. Luego se dio una colleja mental, era una pregunta muy estúpida.
Necesitaban un musgo extraño y cienpiés. Esos cienpiés pequeñitos que se metían por tus pantalones cuando pisabas su nido sin querer. Yrio señaló uno de los nidos, pero no se atrevió a participar en la caza porque tenía miedo de estorbar. Seguramente se tropezaría con todo el mundo. Le daba bastante rabia porque quería ayudar, así que fue a la cocina y cogió una olla vieja con tapa para meter los cienpiés. Sería mucho más facil transportarlos y no se escaparían como en el cubo, de donde de hecho yua se estaban saliendo unos pocos. Yrio los metió como pudo en la olla y trató de volver a capturar a los escapistas.
-¡Arg! Son muy rápidos...- se quejó por lo bajo.
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valor
Personajes : Norou, Wintelgy y Lemus
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
04/10/12, 12:53 pm
Wintelgy
Estaba tan atento al libro y a intentar descifrar sus extraños símbolos que no me habían percatado de que Pablo se encontraba allí.
“¿Pablo?¿eres tú? Si, si, ¡SII! ¡Eres tú!- me respondí a mi mismo emocionado- No sabía nada de ti desde que me desmaye en la fuente -dije apenado- me alegro de que estés vivo, eh no.. Quiero decir bien… uhm bueno las dos cosas- me reí avergonzado por el pequeño lio mental- “
La chica Peliverde nos guío hasta el patio, mientras la seguíamos intentaba mirar a otro lado que no fuera su trasero embutido en unas estrechas braguitas rojas. Una vez en el Patio todo el mundo comenzó a buscar. Fue Saren el afortunado que encontró el musgo, o eso parecía pues reunía todas las características que reflejaba el libro. Además el musgo azul debía tener una estrecha relación con los cienpies ya que parecían anidar junto a él.Seguramente esto vendria explicado en los pequeños esquemas que estaban escrito al margen de los dibujos pero no los entendia. Una vez identificado también los cienpies me guarde el libro y me uní a los demás a intentar cazar esos condenados bichos.
Mientras intentaba darle caza a un cienpies correteando casi a cuatro patas detrás suya le pregunté a Pablo.
“¿entonces ahora vives aquí? ¿Parece un bonito lugar? Además que tus compañeros parecen buenas personas-me sonrojo al levantar la vista y encontrarme el trasero de la Paliverde justo delante de mi cara- ¡! wow ¡!-Exclame cayendo de culo-“
-Tsuki Tsuki Tsuki♥♫♪-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
04/10/12, 05:02 pm
La llegada repentina de los dos gigantes Sociales y uno que parecía estar hinchado (al que instantáneamente decidió que llamaría Gordote) acabó repentinamente con el buen humor de Tap. Por lo visto el chico Rojo que había visto en la bliblioteca el otro día ahora estaba envenenado y parecía ser algo grave. << Estos gigantes... deben de haberlos malcriado si no saben cuándo es o no momento de salir pitando >> se dijo << Habrán vivido en el mundo de las rosas, dónde todos son felices y lo peor que te puede pasar es que te revolotee una mariposa y te ciegue con sus estúpidamente llamativos colores. Normal que se los coman>>. Negó con la cabeza y escuchó lo que requerían para realizar el antídoto, ingredientes que resultarían estar todos dentro de Letargo.
Cuando Pablo les indicó dónde estaba el patio, trepó sobre él y gritó a los visitantes:
-Coged lo que necesiteis, pero cuidad las plantas que crecen ahí fuera igual que cuidaríais vuestros genitales, en dónde quiera que los llevéis-les indicó en tono serio, a pesar de que internamente no se trataba más que de una broma. La Flora dejaba todos sus recursos al servicio de quien los necesitara, el trabajo de Tap era recolectar semillas y replantarlas para evitar que los recursos desaparecieran para siempre. No había ningún problema en aprovecharlos.
No tardaron en descubrir el musgo azul y los bichitos que querían. A su vista, debían de parecer mucho más grandes que para los gigantes, que una vez empezaron a intentar atraparlos comenzaron a acuclillarse y moverse de formas ridículas, graciosamente ridículas. Algunos incluso se quejaban de asco por los bichejos << Lo dicho, malcriados todos >>.
Tap se acercó a la zona dónde se encontraban el musgo y la entrada al nido de los bichitos y se quedó esperando a que los gigantes hicieran el trabajo sucio, desde una posición segura para no morir espachurrado en un accidente doméstico. Mientras los gigantes perseguían a los ciempiés como posesos, Tap se limitó a esperar a los que corrían de vuelta al interior de su nidillo para abalanzarse sobre ellos con lo que viene a ser todo su cuerpo. Pero después de varios intentos fallidos, pues los ciempiés eran más rápidos que él, recogió su ego y decidió que haría una labor más eficiente recogiendo el musgo. Se colgó boca abajo desde el borde de la base de la estatua y comenzó a raspar con ayuda de su flecha, depositando lo que iba sacando a su lado. Mientras, silboteaba imitando el canto de los pájaros de su bosque al tiempo que trataba de recordar las especies, una por una.
Cuando Pablo les indicó dónde estaba el patio, trepó sobre él y gritó a los visitantes:
-Coged lo que necesiteis, pero cuidad las plantas que crecen ahí fuera igual que cuidaríais vuestros genitales, en dónde quiera que los llevéis-les indicó en tono serio, a pesar de que internamente no se trataba más que de una broma. La Flora dejaba todos sus recursos al servicio de quien los necesitara, el trabajo de Tap era recolectar semillas y replantarlas para evitar que los recursos desaparecieran para siempre. No había ningún problema en aprovecharlos.
No tardaron en descubrir el musgo azul y los bichitos que querían. A su vista, debían de parecer mucho más grandes que para los gigantes, que una vez empezaron a intentar atraparlos comenzaron a acuclillarse y moverse de formas ridículas, graciosamente ridículas. Algunos incluso se quejaban de asco por los bichejos << Lo dicho, malcriados todos >>.
Tap se acercó a la zona dónde se encontraban el musgo y la entrada al nido de los bichitos y se quedó esperando a que los gigantes hicieran el trabajo sucio, desde una posición segura para no morir espachurrado en un accidente doméstico. Mientras los gigantes perseguían a los ciempiés como posesos, Tap se limitó a esperar a los que corrían de vuelta al interior de su nidillo para abalanzarse sobre ellos con lo que viene a ser todo su cuerpo. Pero después de varios intentos fallidos, pues los ciempiés eran más rápidos que él, recogió su ego y decidió que haría una labor más eficiente recogiendo el musgo. Se colgó boca abajo desde el borde de la base de la estatua y comenzó a raspar con ayuda de su flecha, depositando lo que iba sacando a su lado. Mientras, silboteaba imitando el canto de los pájaros de su bosque al tiempo que trataba de recordar las especies, una por una.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
04/10/12, 11:11 pm
Me alegró volver a ver a Wintelgy. No le conocía apenas, pero había sido la primera persona con la que había hablado en esa ciudad y no parecía una persona desagradable. -Yo también me alegro de ver que estás bien- En realidad no me había preocupado demasiado por él. Tras el encuentro en la biblioteca estaba bastante seguro de que no le había pasado nada, "Si le hubiera pasado algo los demás no habrían estado tan tranquilos, con la excepción del pelirrojo, pero ese era un caso... especial".
Volví a la realidad. El último pensamiento me había recordado que ahora RR estaba en peligro. Apenas había visto al pelirrojo un par de veces y lo cierto era que no me caía muy bien, pero tampoco iba a dejarle morir.
El patio no podía estar más animado. Todos correteaban persiguiendo los ciempiés, con escasos resultados. A este paso no terminarían nunca. Me quedé un rato pensativo buscando algún modo de poder atraparlos con más facilidad, hasta que se me ocurrió algo. Volví a la cocina y cogí un mantel. Una vez de regreso al patio lo extendí por el suelo y esperé, hasta que tres ciempiés empezaron a corretear sobre él, momento en el que lo agarré por las esquinas y lo alcé antes de que pudieran escabullirse. Rápidamente lo sacudí sobre la olla y los insectos cayeron al interior.
Me puse a repetir el proceso mientras Wintelgy me hablaba, a la vez que perseguía a varios ciempiés a cuatro patas.
-Sí, vivo aquí. No es el mejor sitio del mundo pero está bien. En cuanto a los demás... Bueno, a veces hay discusiones, pero nos las apañamos.
Volví a la realidad. El último pensamiento me había recordado que ahora RR estaba en peligro. Apenas había visto al pelirrojo un par de veces y lo cierto era que no me caía muy bien, pero tampoco iba a dejarle morir.
El patio no podía estar más animado. Todos correteaban persiguiendo los ciempiés, con escasos resultados. A este paso no terminarían nunca. Me quedé un rato pensativo buscando algún modo de poder atraparlos con más facilidad, hasta que se me ocurrió algo. Volví a la cocina y cogí un mantel. Una vez de regreso al patio lo extendí por el suelo y esperé, hasta que tres ciempiés empezaron a corretear sobre él, momento en el que lo agarré por las esquinas y lo alcé antes de que pudieran escabullirse. Rápidamente lo sacudí sobre la olla y los insectos cayeron al interior.
Me puse a repetir el proceso mientras Wintelgy me hablaba, a la vez que perseguía a varios ciempiés a cuatro patas.
-Sí, vivo aquí. No es el mejor sitio del mundo pero está bien. En cuanto a los demás... Bueno, a veces hay discusiones, pero nos las apañamos.
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