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Torreón Letargo (Archivo II)

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Caillech
Caillech

Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Torreón Letargo (Archivo II)

09/11/11, 08:05 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Oía pasos detras de mi, pero en ningún momento miré atras para comprobar si eran los humanos o el ser quien me perseguía. Tampoco me quité la mano de la nariz, el intenso hedor me habría frenado al instante. Hacer cualquiera de las dos cosas solo haría que perdiera unos valiosos segundos que podrían ser la diferencia entre mi vida o mi muerte a manos de aquel apestoso ser. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Solo la imagen de él comiendo mi cuerpo inerte me ponía enferma. Esa era, en definitiva, la peor final para alguien como yo, terminar anclada a alguien como eso. No había ni peor muerte ni peor destino, estaba segura. Era un destino que no le esperaba ni a mi peor enemigo, ni siquiera a un Ranta.

Mientras corría más de una vez maldecí a mi suerte. No podía haber sido un ser que no poseyera olor, no debía ser el engendro que peor olía de toda la ciudad quien nos debía de perseguir. Las estrellas no debían de estar muy contentas conmigo para hacerme tal cosa. Ciertamente, no era de su agrado. Eso era algo que había descubierto hace mucho tiempo, el mismo día que me expulsaron de la tribu por un crimen que no era mío.

A mitad del recorrido mis pulmones empezaron a pedirme más aire de la que le facilitaba por la mordaza que tenía por mano alrededor de ellos. Debía encontrar un lugar pronto donde el aire fuera minimamente respirable o perder al engendro de vista, sino no sabía lo que podría llegar a pasar. Y lo cierto era que prefería no pensar en ello. Esas imagenes o pensamientos no me ayudarían en nada a salir de esta. No me servían de nada más que para ponerme peor y como tal los expulsé de mi mente, encerrándolos bajo llabe en algún rincón oscuro de la que no pudiera salir.

Nadie puede describir, entonces, mi dicha y alegría cuando vi como se alzaba una torre no a muchos metros de mí. ¡Si!, grité para mis adentros, esa debía ser la otra torre de la que nos habían hablado aquella pareja, la torre que nos mantendría a salvo. Debía llegar allí a toda costa, no podría aguantar mucho más de la forma que estaba.

Reuní todas las fuerzas que aún tenía y los empleé para alargar aún más las zancadas. Mientras más cerca veía la torre más esfuerzo hacía yo para acortar aún más la distancia hasta que desapareció dicha distancia. Entré como una exalación, de la misma forma que había entrado en la otra torre, aunque esta vez no me impulsaba el enfado sino las ganas de sobrevivir. Nada más transpasar el umbral di una gran bocanada de aire mientras me quitaba la mano de la cara.

- Si, esto es otra cosa - dije mientras me hacía con cuanto aire podía almacenar mis pulmones, parecía que quisiera succionarlo. Ciertamente, no deseaba pasar por aquella esperiencia jamás. Ya podía aprender muchas cosas que no pensaba pasar por semejante dolor sensorial nuevamente. - Por, Nasandra, esto duele... - me doilían la nariz. Me volvía a llevar las manos a esta con la esperanza de que así disminuyese el dolor punzante. Hasta ahora no me había permitido sentir nada, pero en estos momentos me venía la factura por haber pasado tanto tiempo con aquel ser de olor tan penetrante.

_________________________________________

Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.

Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar

Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

16/02/12, 07:59 pm
Alicia me escuchó atentamente y después de un breve momento de silencio sacó su moneda. A continuación hizo un comentario bastante brusco que me descolocó y lanzó la moneda al aire. Casi dejo escapar un suspiro de alivio al darme cuenta de que estaba bromeando. Eso demostraba el estado en el que me encontraba, en otro momento me habría reído de la ocurrencia al momento. Aún así sonreí tímidamente.
-Gracias, Alicia... ojalá supiésemos algún hechizo para dormirse, es cierto -suspiré pensando en lo fácil que sería de ese modo, al menos para poder descansar; necesitaba descansar.
Ante la sugerencia del jarrón no pude evitar reírme un poco.
-Creo que... con eso puede que si no estoy mal de la cabeza pase a estarlo inmediatamente -paré un momento para comprobar que las voces seguían ahi. Seguían, aunque ahora parecían escucharse con menos frecuencia y menor intensidad-. Creo que... quizás deje de escuchar las voces pronto, las otras veces dejé de oírlas al cabo de un rato. Estoy bastante agotado, a lo mejor si me acuesto cuando tenga silencio consigo dormirme... tengo que intentarlo al menos.
Me acerqué a la chica, le estaba agradecido porque haber hablado con ella me había ayudado a calmarme. Puede que mi estado de nervios influyera en los ecos que oía, que me molestase más de lo debería. Al fin y al cabo hasta ahora siempre había dejado de escucharlos al cabo de un rato.
-Aunque ya me bañé antes voy a volver a hacerlo, si me voy a dormir así sí que no podré conciliar el sueño de la incomodidad -anuncié.
A continuación vacilé. Iba a darle un abrazo pero no sabía como se lo tomaría. Además a mí me daba vergüenza por lo que había contemplado en la cocina aquella tarde... << No importa, es solo un abrazo>>.
Sin pensarlo más, le di un corto abrazo a Alicia mientras musitaba un "gracias" y, antes de que pudiera reaccionar salí de la habitación.

Lo más rápido que pude, llené la bañera con el agua del pozo y me lavé solo para quitarme el sudor. Me concentré en lavarme para evitar prestar demasiada atención a las voces. Dejé la ropa en una esquina del baño, mañana tendría que lavarla. Salí de la bañera y me puse ropa limpia. Mientras me vestía, me di cuenta de algo. Había dejado de escuchar los ecos. << Por fin >>, pensé con gran alivio. Estaba realmente cansado y se me cerraban los ojos mientras me dirigía a la habitación. Necesitaba descansar, casi desde que me había levantado lo necesitaba. Evité con todas mis fuerzas pensar en nada de lo que había sucedido y, al poco tiempo, el cansancio finalmente me venció y pude conciliar el sueño.


Última edición por Giniroryu el 16/02/12, 10:08 pm, editado 1 vez
Invitado
Invitado

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

16/02/12, 08:09 pm
Al conde se le había puesto cara de idiota. O esa era la impresión que le había dado a Mánia... Además, la explicación que le había dado se le antojaba tan... absurda. ¿Rendir culto a los muertos? Cierto que en Libo se adoraba a las reinas de la antigüedad pero ¿a cadáveres?
- Los humanos sois extraños...- comentó buscó una silla y la acercó, tratando de estar un poco más alta que el conde... en vano por supuesto- Nosotros hacemos estatuas en recuerdo o guardamos cosas que les pertenecían. Los cuerpos se tiran a una fosa o por un precipicio... Aunque algunos tienen el honor de servir de alimento a los Felinos Sagrados- se le hacía raro contar la historia de su mundo a alguien como Vlad, aun así le seguía gustando la idea de poder enseñar algo a alguien. Se cruzó de piernas e hizo levitar una pequeña pieza de fruta hasta ella.- Pero solo guardamos recuerdos, no lloramos por ellos ni nada... Morir es normal, mucha gente muere diariamente, y ya nos dijeron que íbamos a morir aquí, ¿no?- preguntó, ladeando la cabeza.
Había tenido tiempo de sobra para pensar todo aquello. En Libo no le tenía miedo a la muerte, ¿por qué iba a tenérlo en Rocavarancolia? Quería creer que la muerte era igual aquí que allí. Le dio un buen bocado a la fruta, con cuidado de no arruinarse el maquillaje.
Vlad

Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

16/02/12, 08:31 pm
Vlad se fue relajando poco a poco. Se recostó contra la silla y miró más tranquilamente a la muchacha mientras le daba una leve explicación de la cultura funeraria (por llamarla de alguna forma) de su mundo. Cuando terminó de hablar, suspiró y elevó la mirada al techo, pensando en qué contestarle a la muchacha. Entonces recordó que le quedaba una manzana por comer. La extrajo de su bolsillo, la frotó con desgana contra su capa (sin darse cuenta de que tampoco estaba especialmente limpia) y le dio un bocado con ganas. Ciertamente tenía hambre y estaba cansado, así que el dulce néctar fue bien recibido por su paladar.

Pensó durante unos segundos en qué decir a continuación, mientras su boca llena le daba un motivo para mantenerse en silencio. Cuando finalmente tragó, dijo:

-Supongo que en su mundo, señorita, son más prácticos que en el nuestro. Pero de dónde venimos tampoco nos importa demasiado que nadie muera. Nuestros cultos son simple y llana hipocresía. Realmente hay poca gente que de verdad llore a los muertos.

>>En el lugar de dónde yo vengo, señorita, también mueren miles de personas. Al día. Y todos lo sabíamos. Y que yo sepa, nunca hicimos nada por solucionarlo, excepto una minoría. La razón obvia, claro, es que realmente nos importaba más bien poco que murieran a montones, siempre y cuando nosotros estuviéramos cómodos. Luego moría alguna niña de familia bien porque su pareja era una desequilibrada y cientos de personas se manifestaban para pedir justicia a la misma gente que estaba apilando cadáveres en la otra punta del mundo… Ah, no, desde luego, hoy no es mi día.


Y para interrumpir aquellas funestas cavilaciones, Vlad le dio un nuevo bocado a la manzana.

Invitado
Invitado

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

17/02/12, 12:17 am
Era algo curioso... Mánia fue a ladear la cabeza meditando la información que Vlad acababa de proporcionarle, pero no pudo mover un músculo. El pánico se fue apoderando de ella al intentar mover las piernas, los brazos... ¡¡Ni siquiera podía parpadear!!! Podía notar el corazón acelerarse en su pecho, pero era lo único activo en ese momento, ni siquiera estaba segura de que fuese capaz de respirar. De pronto, un hormigueo ya familiar se extendió por su cuerpo y con una sacudida logró echarse hacia delante, tomando una gran bocanada de aire y cayéndose de la silla por la brusquedad del movimiendo. Se movía casi por espásmos, luchando por que la parálisis que parecía abordarle no se apoderase de ella. No quería estarse quieta, no podía estarse quieta. Trató de ponerse en pie y casi lo consiguió, pero volvió a quedarse paralizada; luego consiguió correr una distancia corta hasta que le fallaron las piernas. Mientras bufaba, rugía y se retorcía luchando contra algo que ni podía ver, ni podía realmente combatir. Fue la voz terrorífica que invadió su mente lo que acabó con sus fuerzas. ¿Quién era? ¿De qué hablaba? Decía que pronto serían monstruos como los que habían visto en la ciudad ¿Era eso verdad? ¿Como ocurriría? Tantas preguntas marearon Mánia. Había vuelto a levantarse, y arañaba la superficie de la mesa de forma compulsiva, con gruesos lagrimones corriendo por sus mejillas y una mueca de pura rabia. Trató de correr otra vez.
Vlad

Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

17/02/12, 12:53 am
Vlad contempló de nuevo a la joven muchacha con expresión seria, pero con un inquietante brillo de fascinación insana en la mirada. Aquellos pensamientos enfermizos volvían a acariciar su mente desde las profundidades de su subconsciente. Una sensación de calor comenzó a ascender por su espina dorsal y a apoderarse de su cuerpo a la par que recorría con la mirada cada curva y cada línea del de Mánia, aprovechando que ella estaba demasiado abstraída cómo para percatarse. Nunca se había sentido así. Una parte de sí se comenzaba a asustarse. Estaba convirtiéndose en algo desagradable, sí, y eso le daba miedo. Pero lo que más lo aterrorizaba era que no quería luchar contra ello, que se estaba entregando voluntariamente y de buena gana a todo aquello que le habían enseñado que era incorrecto, enfermizo y perverso. Aunque, bien pensado… Que les dieran a todos ellos. Sus padres, el padre Popescu… Todos estaban muertos para él. Lo lógico sería que su moral retrógrada y casposa se fuera al infierno con ellos.

Mientras el calor aumentaba y comenzaba a notar unas molestias en la frente y en el cóxis, contempló cómo Mánia comenzaba a convulsionarse. Aquello fue cómo un jarro de agua fría que lo devolvió a la realidad. Ante todo, seguía siendo un caballero. Y quizás sería adecuado, bien pensado, mantener las partes más positivas de su dura pero en muchos puntos interesante educación. No podía pecar del pragmatismo que repudiaba. Esa era la trampa, ¿no?

Se apresuró a tomar a Mánia con seguridad en brazos y a alzarla en volandas.

-Mis más sinceras disculpas, señorita, pero quizás esté de acuerdo en que quizás estaría usted, dada la situación, en su habitación. No he podido evitar percatarme de que esto podría ocasionarle unas cuantas complicaciones técnicas…-comenzó a decir Vlad, algo más deprisa de lo normal. Estaba acalorado en más de un sentido, cansado, dolorido y confuso. Le estaba costando mantener la compostura.

Así que decidió apresurarse a subir las escaleras con la muchacha en brazos, sin esperar contestación por su parte, puesto que no sabía si quiera si estaría en condiciones de darla.

Ya en el piso de las habitaciones, escuchó la voz en su cabeza, clara y aterciopelada, susurrándole incoherencias preocupantes al odio. Joder, menudo día…

Sin pararse a meditar aquellas palabras, queriendo atribuirlas al cansancio y extenuación mental y física, llevó a Mánia a su habitación, concentrándose sólo en mantener las manos en lugares socialmente aceptables.

Cuando finalmente llegó al lugar adecuado, dejó con cuidado a la muchacha sobre el lecho, cómo temiendo que se pudiera romper cómo una muñeca de la más fina porcelana. Tras esto, cerró la puerta tras de sí y, aun dándole la espalda a la chiquilla, se apoyó contra esta y dio un largo suspiro. El calor era cuanto menos insoportable.

Se quitó la capa y se soltó todos los arneses de mala manera, dejándolos en el suelo, suspirando de nuevo, aliviado, al verse libre del peso. Había sido una jornada dura…
Giniroryu
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Personajes :
Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.

Armas :
Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
Rägjynn: jō.
Naeleth: arco, sai y báculo.


Status : Gin: do the windy thing.

Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

17/02/12, 01:24 am
Algo hizo que me despertase bruscamente en medio de la noche. Un dolor punzante. La cabeza me dolía horrores, al igual que la espalda y las extremidades... aunque eso último no me sorprendió, llevaba toda la tarde con el cuerpo dolorido tras haberme caído por las escaleras. Sin embargo el dolor era ahora más intenso, y la cabeza hacía tiempo que no me dolía de aquella manera. Había tenido un sueño... una pesadilla. Era el sueño más extraño que había tenido en mi vida y en él Giz se había vuelto completamente loco... Los había matado a todos... Dejé de pensar en la pesadilla, el dolor me impedía acordarme de los detalles con claridad. Me llevé las manos a la cabeza, no sin esfuerzo pues estas también me dolían. Las retiré lentamente, y cuando lo hice me di cuenta de que tenía un mechón de pelo en la mano. Y entonces, de repente, escuché algo. ¿Las voces? ¿Habían vuelto? No... no era eso... esto era diferente. Alguien me hablaba, no había dudas, pero era muy diferente a los ecos que había estado escuchando. Las palabras que se colaron en mi mente estaban en un idioma comprensible, el único que podía entender desde que había llegado a la ciudad, y las comprendí. Las comprendí pero al mismo tiempo tardé en captar su significado. ¿Quién me estaba hablando? El dolor de cabeza me hacía pensar con lentitud. Estaba hablando en plural, ¿nos estaría hablando a todos los cosechados? Parecía lo más probable. Dijo algo sobre la luna roja... la luna... había leído algo sobre ella en los libros de la biblioteca... quizás, me costaba demasiado recordar nada. << ¿Qué acaba de decir? >> Había dicho que pronto seríamos iguales que las bestias que nos habían atormentado. Habíamos visto seres de todo tipo desde que llegamos a la ciudad. Zombis, Serpientes aladas, seres negros con alas rojas.... Y los dos que nos habían dado la "bienvenida a la ciudad" que tampoco encajaban en la descripción de "humano". Tan sólo el bibliotecario parecía humano de todos los habitantes de la ciudad que habíamos conocido. Los demás... Una idea me asaltó de repente, cuando conseguí conectar aquel hilo de pensamientos con lo que acababa de decir la voz en mi cabeza. << Pronto seremos iguales a ellos... >> Observé el mechón de pelo que se me había caído y a continación me fijé en que la cama estaba llena de pelos. Y no sólo pelos de la cabeza, también había pelos cortos que sin duda era vello de distintas partes del cuerpo. Se me estaba cayendo el pelo de forma brusca y repentina. Todo el pelo. Lentamente me senté en la cama, con los ojos abietos como platos y sin saber qué hacer. Algo estaba sucediendo con mi cuerpo. El dolor en las extremidades y la espalda no era igual al de las magulladuras por los golpes que había recibido. Parecía como... como si algo estuviese sucediendo bajo la piel, lo mismo ocurría en la cabeza. Sentí miedo al darme cuenta de ello. No podía evitar pensar en como había muerto Mark o el chico que maté la tarde anterior y eso acrecentaba mi terror. Pero... la mujer que me habló a la mente había dicho aquello... No me estaba muriendo, me estaba convirtiendo en un monstruo. Todo encajaba. Me levanté de un salto, o eso pretendía, pues el dolor era insoportable y me hizo trastabillar. Me agarré a la ropa de la cama con toda la fuerza que podía hacer de pura ansiedad. Tenía ganas de gritar pero no acababa de salirme ningún sonido de la garganta. Me levanté a trompicones. Más pelo se me fue cayendo durante el proceso. Y entonces empecé a notar que algo cálido me caía por la cabeza. Se me escurrió por la cara y una gota cayó al suelo. Era sangre. Me sangraba la cabeza. El darme cuenta de este hecho pareció desbloquear mi voz. Grité de puro terror y dolor. Me doblé sobre mi mismo en el suelo, con las manos en la cabeza, incapaz de incorporarme de nuevo.
Lops
Lops

Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.

Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

17/02/12, 05:34 pm
Me acerco volando al Torreón Letargo, aquel en que viví durante los meses como cosechada... ¡Cuánto he cambiado desde entonces! Se nota que no me he tenido que espabilar hasta salir de él, aunque tampoco es que hiciera nada. Este año sobreviviendo, los cambios que he tenido... todo me ha cambiado. Y puedo asegurar que estoy mejor que nunca, no he dejado nada atrás que quiera recuperar. Por primera vez desde que llegué a esta ciudad, siento la libertad. Me invade una sensación de dicha, no quiero dejar nunca esta ciudad. Aunque sea duro, aunque sea peligroso... soy libre. Y quiero ver en qué se transforman ellos, quiero ver cómo se presenta su esencia ante el poder de la Luna Roja.

Vuelo alrededor del torreón y observo a sus habitantes. Un chico grita mientras derrama sangre por distintos puntos de su cuerpo (yo también grité, a mi también me cayó mucha sangre); otro está desorientado, confuso, parece como si pasara mucho calor; una niña que casi no puede moverse, pero que a la vez parece estar muy inquieta, provoca una sensación extraña el verla. No logro ver a los demás, pero sé que están ahí, sé que sufren. Pero pronto serán libres.
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Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

17/02/12, 10:42 pm
Mánia había tratado de morder, arañar y destrozar a Vlad mientras este la llevaba a su habitación. Los espasmos que sifría habían hecho realmente dificil el viaje y a punto estuvo de caer de sus brazos en un par de ocasiones. Ya en la cama los espasmos continuaron. Se retorcía, chillaba, y cuando la parálisis avanzaba lo suficiente, su cara quedaba congelada en una expresión de terror y furia. Llevaba un rato hiperventilando y el oxígeno le estaba embotando el cerebro, además notaba junto al hormigueo la sensación propia de las agujetas, una sensación carente de dolor, pues parecía que su cuerpo se había vuelto uncluso más insensible.
Frustrada, las oportunidades que tenía para moverse las usaba para dañarse a sí misma. Se hizo arañazoss y cortes en lso brazos y en als piernas con sus propias uñas, se mordía los labios de forma que casi se arrancó los piercings que llevaba, y se golpeaba cada vez que tenía oportunidad. Una sensación de euforia y pánico absoluto se apoderó de ella, a medida que la habitación quedaba iluminada por una luz rojiza.
En una sacudida especialmente violenta echó la cabeza hacia atrás y se dio un golpe que la dejó inconsciente. Cayó al suelo como un peso muerto y su cuerpo vibró unos segundos hasta quedar totalmente inmóvil.
Leonart
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :
Heridas:

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

18/02/12, 12:08 am
Toima encaminó el largo trayecto distrayendose mientras no paraba de descubrir nuevos ojos que salian en alguna parte. Sin embargo, los ojos que estaban en la parte inferior de su cuerpo estaban tardando en abrirse. Quizas por los pantalones o porque Toima no estaba motivado a hacerlo. Una cosa habia clara, Toima estaba agradeciendo aquel cambio. Se digo cuenta, además de que notaba una sensación extraña, como que le permitia ver, notar o sentir, no sabria como explicar, otras presencias y, gracias a ello pudo asegurar que aquella ciudad destartalada y en ruinas estaba más viva que nunca. La Luna Roja. Ella habia causando todo. Toima se subio a una columna derribada y le hizo una ligera reverencia para retomar su paseo trotando, como un niño pequeño. Ya no le dolia nada. Se moria de ganas de saber en que portentos se estaban convirtiendo sus compañeros. Por desgracia solo podria aliviar el dolor a seis de ellos, pero seria suficiente, puesto era imposble que todos hubieran sobrevivirdo.
Divisó de lejos el torreón. Un ser volador lo estaba sobrevolando por encima, en circulos. ¿Como lo sabia? Pues gracias a sus nuevos globos oculares. No debia meterse con aquel pajarraco, algo se lo decia a Toima, asi que intentó que no le viera, pegandose a las paredes de la calle. Llegó al muró del torreón letargo. Cruzó el foso sin mucha dificultad y llegó al patio, tras saltar el muro. Se notaba extremadamente más fuerte y agil. Quizas por su cambio radical. Cruzó el patio a toda prisa y irrumpio en torreón en silencio. Silencio que reinaba. Solo un grito rompio el ambiente.
-Ese es uno de los críos...-dijo Toima y corrio con en botecito de píldoras resonando en sus bolsillos. Siguio los gritos a un cuarto y abrío la puerta en un instante. Uno de los crios, el que era osado y pelicorto estaba en el suelo, llorando, con sangre resbalandose por su cabeza y, sobretodo, perdiendo pelo. Toima abrio varios ojos en direcciones aleatorias, como rastreando todo el cuarto a la vez. Se dio cuenta de que esto podia perturbar al crío asi que cerrró todos los ojos menos los de los pectorales.
-Soy yo, el Kaiser.-dijo en un tono raro en él, un tono amable.-¿Estás bien?-obviamente no lo estaba, pero tenia que preguntar. Sacó el botecito de píldoras y, llendo a agacharse junto al crío le ofrecio una píldora.
-Tomate esto. No cambiará en lo que estás transformando pero al menos te dolerá menos y no pensarás tanto en ello.-las piernas todavia le temblaban un poco. Sin un descanso, se levantó y mirando en todas direccciones le preguntó:
-¿Donde está Vlad? ¿Y los demás?-aún tenia muchos a los que darle una píldora de las suyas. Si habia alguien que le importaba en algo, era Vlad. Estaba seguro que se habia transformado en algo poderoso y se moria de ganas de verlo.

_________________________________________

す           争            基         ま
べ           は            づ         す
て           欺            い          。
の           瞞            て          
戦           に            い          

Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
Vlad
Vlad

Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

18/02/12, 01:15 am
Vlad aún estaba de espaldas a Mánia, con el brazo contra la puerta y la frente sobre esta. Sabía que si se daba la vuelta iba a mirar a la muchacha de forma muy incorrecta, y aquello, dada la situación, podía inducirle a hacer cosas que no debía. Además, ya bastante acalorado estaba.

Mientras el calor continuaba, comenzó a boquear en busca de aire. ¿Qué demonios le sucedía? Si bien era cierto que llevaba todo el día desvariando, todo aquello lo estaba sobrepasando. Estaba comenzando a sudar. Siguió jadeando mientras se pegaba más a la puerta, intentando alejarse de la chiquilla. Comenzó a tirarse de la camiseta de lino con violencia, intentando zafarse de aquel calor sofocante, consiguiendo así rasgar la tela y dejando a la vista su blanco torso cubierto de cicatrices y de brillantes gotas de sudor que recorrían lentamente su piel.

Notaba que el dolor de la frente y el cóxis incrementaba, pero aquello le era indiferente. Se dio media vuelta, apoyó la espalda contra la puerta y se dejó caer hasta quedar sentado en el suelo, con la vista puesta en el techo. Entre sofocos, jadeos y sudor, fue notando cómo sus dientes se transformaban en colmillos mientras se los relamía con una lengua cada vez más larga. Sus pensamientos se retorcían en su cerebro cómo acalorados cuerpos contorsionados en el placer de la orgía. Una parte de sí le decía que estaba perdiendo el control sobre su persona; “Cállate de una jodida vez, maldito aguafiestas.”, contestaba la otra.

Mientras jugueteaba con su erección, notaba cómo algo comenzaba a brotar de las heridas del cóxis y de la frente, dejando caer así unos hilos de sangre por su cara. Rápidamente se quitó el pantalón para comenzar a masturbarse. Tras los primeros movimientos observó al fin que era aquello que le estaba surgiendo del cóxis. Con cada nueva agitación rápida y violenta contemplaba aquel rabo con punta de flecha ensangrentado crecer a una velocidad inusitada. No necesitó mucha inventiva para deducir qué era lo que surgía de su frente. Igualmente, tenía ocupada la imaginación en otros temas.

La velocidad fue aumentando gradualmente hasta que, finalmente, envuelto en un fogonazo de luz roja que entraba por la ventana, eyaculó. Echó la cabeza hacia atrás, notando su nueva cornamenta con ligera forma de S tocar la madera de la puerta. Una enfermiza sonrisa llena de colmillos se dibujó en su rostro, asomando de ella la nueva lengua entre ellos.

Tras unos instantes de descanso, se incorporó lentamente, retirándose los últimos jirones de camiseta que le quedaban puestos. Se limpió las manos, ahora provistas de largas uñas semejantes a garras, en la parte interior de la capa, y se echó los arneses de mala gana por el cuerpo, tomando sólo la cimitarra y las hoces. Sin preocuparse de tomar todo lo demás, se dispuso a salir de la habitación.

Justo entonces se percató de la presencia de Mánia, postrada en la cama inconsciente. Se acercó a ella a paso tranquilo y la examinó de cerca, relamiéndose, observando cómo su cuerpo de porcelana subía y bajaba rítmicamente al son de su tranquila respiración, a penas protegida por sus escasos y sugestivos ropajes…

Fue entonces cuando una reminiscencia de su espíritu caballeresco decidió tomar una piedra de considerable tamaño, sopesarla con ojo crítico en la mano durante unos instantes, y lanzarla con ganas contra las ventanas de su mente. El sonido de los cristales rotos hizo a Vlad despertar. ¿Qué estaba haciendo? No podía aprovecharse de una señorita desvanecida.

Dejó un suave beso sobre la frente de la chiquilla y la sonrisa volvió a su rostro.

-Ya hablaremos usted y yo... – susurró con un nuevo tono de voz aterciopelado.

Y sin decir más, salió por la puerta, con un dedo en el labio saboreando la sangre que le caía por la cara y jugueteando con su cola, moviéndola de un lado a otro de forma serpenteante y seductora. Había oído a Toima llegar y preguntar por él, y fue en su busca.

No le costó verlo. Había crecido bastante. Y… bueno, a él era evidente que no le había costado mucho verle. Estaba recubierto por completo de ojos rojos que se movían de un lado a otro. Le resultaban enfermizamente atractivos. Observó su torso desnudo con gran interés.

-Oh, señor Káiser, qué grata sorpresa verlo… ¿Cómo usted por aquí? Parece que su aspecto se ha visto mejorado en el transcurso de la noche...



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¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?

Matarlo con la tapa abierta.
Leonart
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Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :
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18/02/12, 01:32 am
La pregunta de Toima pronto fue contestada cuando los ojos en sus omóplatos percibieron movimiento a su espalda. Una sacudida en su pelo hizo que su cabellera se partiera en dos y mostrara un último ojo, alargado y rojizo como los demás. Examinó al conde de arriba a abajo y tras revolverle el pelo y sonreir a Noel se giró hacia el íncubo. Gran fue su sorpresa al contemplar al cambiado conde. Tanto, que múltiples de sus ojos que estaban cerrados se abrieron de par en par, como platos contemplando su figura, no, escaneandolo es mejor dicho. Finalmente algunos se pararon en los rasgos que más llamaron la atención al ulterano. Los cuernos, los colmillos, la cola y...la entrepierna. No sabia si debia preguntar y Toima vaciló en ese momento. Todos los ojos parpadearon a la vez y se abrieron los que estaban en los pectorales, con la mirada seria y mirandole a los ojos.
-Se te ve..cambiado, conde.-le llegó un olor a almizcle que le hizo pestañear los ojos de los pectorales.-¡Nos transforma!-dijo, algo más animado.-¿Quién lo podria pensar?-Toima sacó otra píldora del frasco y se la tendío a Vlad.
-Ten. Yo ya no las necesito y te aliviará el dolor...si es que tienes alguno...-los ojos de Toima apuntaron a la entrepierna del conde pero al instante se volvieron a dirigir a los ojos del conde. Habia algo más. Podia notarlo con sus ojos, algo más que habia cambiado en el conde que él conocia.

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べ           は            づ         す
て           欺            い          。
の           瞞            て          
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18/02/12, 01:55 am
Un tic en la pierna despertó a Mánia y algo ligeramente semejante a dolor le presionaba las sienes. Se llevó la mano a la cabeza y al retirarla vio que estaba llena de sangre. Buscó a tientas uno de sus amuletos y pronunció un hechizo de curación. Para su sorpresa la herida se cerró a una velocidad increíble haciéndo desaparecer también cualquier síntoma que la acompañase... Era la Luna... Caminó, o más bine casi bailó hasta la ventana desde donde se colaba la luz roja y mágica que parecía elevarla en el aire... Notaba chispas en el ambiente y sus músculos vivbraban; se sentía tan ligera... Dió varios saltitos apoyada en el alféizar y de pronto sintió ganas de correr.
Tan solo fueron dos pasos, pero fue como si se teletransfortase. Recorió la habitación de parte a parte en apenas segundos, y la sorpresa fue tal que se olvidó de frenar. En un último acto reflejo puso el pie por delante para amortiguar el golpe y no volver a quedarse inconsciente y pudo oír perfectamente cómo se quebraba contra el muro con un crujido. Mánia se miró el pie roto y pronunció de nuevo el hechizo de curación, y a pesar de que su nivel no era suficiente para soldar huesos, su pie estuvo como nuevo al instante. Era algo increíble! Podía hacer mágia del nivel de Giz o de Alicia... y sin necesidad de talismanes. Además... ¿qué había sido lo de antes? Trató de andar despacio y todo lo que consiguió fue un trotecillo nervioso, animado por el ritmo acelerado de su corazón. Tenía que intentar relajarse pero no podía... Volvió a atravesar la habitación y esta vez se las arregló para girar y correr en círculos. No duró más de unas vueltas pues las náuseas se apoderaron rápido de ella, pero al menos pudo frenar dando volteretas y sin romperse nada... demasiado.
Al acercarse a la puerta notó un olor muy rico. Era reciente o eso le parecía a ella, y le resultaba familiar en algo. Abrió la puerta de la habitación y se asomó a la escalera, en la dirección de donde venía el olor. Podía oír voces abajo. Fue pasando el peso de un pie a otro, casi saltando en el sitio, decidiendo si bajar o no a ver a quien pertenecían esas voces. Acabó bajando pero solo a mitad del tramo de la escalera, y siempre a gatas para no ser descubierta.
Vlad
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Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.

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18/02/12, 02:29 am
Vlad llevó sus ojos a la pastilla que brillaba entre los dedos de Toima. La observó con mirada pícara mientras se mordía el labio inferior. Pocos instantes después observó de nuevo los ojos del torso desnudo del muchacho, y una leve sonrisa se dibujó en su rostro al comprobar dónde habían estado mirando hacía unos segundos. Tomó la mano de Toima y la cerró en un puño con la suya, haciendo que guardase la pastilla.

-Oh, se lo agradezco señor Káiser, pero me encuentro perfectamente.- dijo mientras se llevaba un dedo al hilo de sangre que brotaba del nacimiento de uno de sus cuernos para luego metérselo con delicadeza en la boca, saboreando su propia sangre.

>>Así es, nos transforma.-prosiguió, cambiando de tema mientras comenzaba a girar lentamente alrededor del muchacho, acortando distancias, bajo la atenta mirada de todo su cuerpo.- Es curioso, yo en el fondo esperaba que nos matara a todos pero… bueno, parece que nos ha mejorado en muchos aspectos, al menos a usted…

La voz de Vlad definitivamente había cambiado. Ahora sonaba mucho más aterciopelada, sugestiva y erótica. Era consciente de que podía usar su tono de siempre, seco, educado pero frío, incluso autoritario, pero ahora aquel era el más adecuado para conjuntar con su fuero interno. Así que, haciendo uso de su conocimiento práctico del lenguaje aplicado, estaba convirtiendo su voz en un ronroneo, que se volvía cada vez más sugerente conforme se acercaba a Toima.

Finalmente se encontró a la espalda del muchacho, a una distancia tan escasa que podía echarle el aliento en la nuca, pero lo suficientemente lejos cómo para que no lo considerara una agresión. Observó con curiosidad entonces uno de los ojos de la espalda, que lo miraba fijamente, mientras una media sonrisa perversa se dibujaba se su rostro. Pasó con el dedo índice por entre la piel que separaba los globos oculares del muchacho, acariciándolo desde el cuello, bajando por la espalda, con gesto ligeramente absorto.

-Y… dígame señor Toima… ¿Cómo es ver cuanto le rodea a uno…? Debe de ser una experiencia cuanto menos… enriquecedora.

Con velocidad pero delicadeza, lamió la superficie de uno de los ojos con su novedosa y larga lengua, notando durante un instante la textura suave y viscosa de la esclerótica, así como su regusto salado.


Última edición por Vlad el 18/02/12, 11:41 pm, editado 1 vez

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18/02/12, 02:46 am
Los ojos de Toima notaron más movimiento dentro del torreón. Alguna presencia mágica fuerte estaba cerca de ellos, escuchandolo todo. A continuación toda su atención se volcó en Vlad. El conde rechazó la pastilla y se la devolvio. En el momento que entró en contacto con su piel notó un pequeño calambrazo extraño. Un calambrazo que nunca antes habia sentido. Vlad comenzó a cercarle, cada vez más invadiendo su espacio personal. Toima no dijo nada, tan solo le siguio con los múltiples ojos que, incansables, rastreaban hasta su último movimiento. No sabia que intenciones se traia el conde. Estaba actuando de una manera diferente a lo habitual. No era el mismo conde frio que mantenia el espacio, este, este era bastante cálido. Y Toima sabia que el conde de ahora no tramaba nada bueno. Puede que fuera por su cambio de cuerpo, pero salvo el estado en que se encontraba de pantalones para abajo, no habia nada con lo que poder relacionarlo.
Entonces, el conde lo tocó. Toima no hizo otra cosa que estremcerse. Alguno de los ojos se pusieron en blanco unos intantes, para centrar otra vez la mirada sobre el incubo. Toima jadeó, se sentia algo acalorado además de una presión creciente en los pantalones. No sabia que decir, tan solo, esperaba y fue en el momento en el que la larga e inatural lengua del incubo le lamio un ojo en el momento en que reaccionó.
Toima dio un salto, alejandose del incubo. Muchos de sus ojos se encontraban abiertos y miraba en direcciones aleatorias, con un rumbo perdido. Tan solo unos poco mantuvieron la vista sobre el incubo.
-¿¡A que...¿¡A que ha venido eso!?-gritó mientras su cara cogia color. Su voz se volvio estridente durante unos instantes. Aquello no era un calor normal. Toima creia haber dado con la respuesta de la transformación del conde y, segun lo que indicaba su ropa interior, no era nada bueno. Jadeante, Toima esperó a la respuesta del conde, alejandose de él como quien se prohibe acercarse a sus vicios rutinarios para no desconcentrarse.

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Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
Caillech
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Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

18/02/12, 12:36 pm
Después de que el Conde enterrase a Mark todos empezaron a hablar en grupos o a irse. Yo no, yo no me acerqué a nadie pues algo extraño me sucedía. Mi miraba se perdía en el cuerpo de los demás, empezaba oler un sabroso olor en ellos, mi estomago empezaba a dolerme horrores y mi cuerpo y la boca comenzaba a dolerme también. ¿Que me estaba pas...? Ethan... Perdí el ilo de mis pensamientos al ver a Ethan pasando ante mi. Me relamíi los labios. Empecé a dar un paso hacia él con la intención de hacer algo con él que no sabía que era, solo lo sabía mi cuerpo y no se lo quería decir a mi mente. Intenté apartar la mirada de él, para fijarme en cualquier otra cosa, como en el dolor que empezaba a tener en el estomago. ¿Por Nassandra, que me pasaba?

No esperé que me llegase una respuesta, corrí. Empecé a correr pues para ese momento mi cuerpo se había convertido en mi enemigo, no podía confiar en él. Lo mejor sería... Dolor... ¿Qué estaba pensando?... ah si, lo mejor sería encerrarme en alguna parte hasta que esto pasara. Cabría suponer que fuera una enfermedad de este mundo, tenía que serlo, que si no ¿que más podría ser?

En ese momento, a unos metros de mi habitación, mi estomago me dio una sacudida. Dolía, el cuerpo me dolía, necesitaba... Me avalancé a por una rata que pasaba por delante mio y lo decapité de un mordisco. No me di cuenta en como uno de mis dientes se cayó al suelo a mis pies. Así seguí hasta devorar su pequeño y peludo cuerpo tal y como estaba para terminar con sangre en la boca y las manos, pero eso no alejó el dolor. Yo necesitaba...

Corrí a mi habitación y cerré la puerta antes de terminar esa frase, a tiempo para que una oleada de dolor me tumbara. Grité, grité con una voz que casi no parecía ni mia. El dolor, el dolor era... era superior a mi. Estuve horas así, o eso creo, en algún momento perdí la cuenta del tiempo por la lucha que estaba sucediendo en mi cuerpo. ¿Que era todo esto? Me levanté del suelo, ¿eran esos mis dientes, los que había esparcidos por el suelo a mi alrededor junto con ese carco de sangre? ¿Se me habían caido en medio de dolor? Cogí uno en mis manos y empecé a contemplarla mientras con la otra mano me tocaba la sangreante boca y los nuevos dientes que en él había. Se veía diferente, no se veía como la mia... Dolor... Volvió el dolor en el estomago con un intensidad brutal, un gruñido que más se parecía al de una bestia salvaje salió de mi cuerpo. Necesito... Agité la cabeza para centrarme en algo más.

Salir, debía salir de aqui, no podía estar allí para siempre encerrada. Me fui a por los otros, quería saber lo que estaba pasando. Puede que ellos supieran algo. Me dirigí hacia las escaleras, ellos estarían allí, ellos... Mánia... La pequeña estaba allí y podría responderme a mis muchas preguntas o eso esperaba.

- Que demonios pasa aqui - le espeté bruscamente por el dolor - ¿Por que andas a gatas por aquí y por que derrepente tengo estos dolores? ¿Qué nos está pasando? Contesta - le cogí de su camiseta y la levanté para que estuviera en una posición más erguida, sin apartar el contacto con su cuerpo seguí hablando - ¿Tu sabes algo que yo no se?

Entonces perdí toda concentración. Una voz, una voz me hablaba en mi cabeza, lo oía, lo entendía. ¿Eso era entonces, me estaba convirtiendo de lo que había estado escondiendome y protegiendome desde que llegamos aqui? ¿Pero en que monstruo me estaba convirtiendo? ¿Qué pasaría despu...? Un gruñido de dolor salió de mis labios mientras soltaba a la pequeña Manía y me apoyaba con una mano en la pared y la otra en el estomago, doblándome casi de dolor. ¿Que me estaba haciendo la Luna Roja?

- ¿Un monstruo? ¿Eso somos ahora todos nosotros? - jadeé entre una oleada de dolor y otro.


Última edición por Caillech el 18/02/12, 02:01 pm, editado 3 veces

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Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.

Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar
Lops
Lops

Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual

Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.

Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

18/02/12, 12:43 pm
Veo llegar a un chico extraño rodeado de ojos. Aunque se mueve extraño, como si... ¿Otro nuevo transformado? Seguramente. Entra en el torreón y yo, sin dudarlo, le sigo. Parece que está hablando con alguien más dentro, así que decido no entrar. Me acerco a una ventana y escucho lo que dicen.

El chico del torreón (que yo diría que es el acalorado, el que le salieron los cuernos) está provocando al otro con una voz sensual. Lo cierto es que le funciona y muy bien, lo que unido a lo que vi antes me lleva a pensar... ¿podría tratarse de un ser similar a un íncubo? O tal vez se trate de un íncubo en sí. Habrá que tener cuidado y hacer uso de todo mi autocontrol en caso de encontrarme con él.
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Torreón Letargo (Archivo II) - Página 14 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

18/02/12, 01:56 pm
Mánia asistía atentamente a la escena. Era... inquietante, y a la vez entretenido. ¿Era Vlad el que desprendía aquel olor tan delicioso? De alguna forma deseaba poder olerlo de cerca... Sus movimientos eran hipnotizantes, tanto que prácticamente ignoró la cola y los cuernos que le habían salido, y la presencia del chico del pelo blanco, que ahora estaba cubierto de... ¿ojos? Mánia respiraba contra la piedra del muro que la ocultaba, con la vista clavada en el conde y en lo que le estaba haciendo al peliblanco. Un escalofrío le recorió la columna cuando su lengua rozó el ojo de Toima...
-¿Pero qué coño???
Alguien la había descubierto. Caillech. Había empezado a gritarle pidiendo explicaciones que Mánia no tenía y estaba revelando su posición a los demás. Por un instante Mánia sintió miedo, pero cuando la lagarta la alzó del suelo y empezó a amenazarle tan solo sintió ira. Soltó un bufizo más semejante al rugido de una pantera a modo de única respuesta y se enganchó con las uñas a las manos que la sujetaban para coger impulso y darle una patada en el costado herido. El movimiento fue rápido, reforzado por un hechizo de impulso del que se valió para soltarse y saltar. De nuevo otro hechizo y más golpes, todos en los puntos de los que Mánia veía manar sangre. Un destello blanco le hizo fijarse en los dientes nuevos de la lagarta y por instinto soltó un hechizo de parálisis. Se alejó un par de pasos de Cail, jadeando, y cayó de rodillas al suelo agotada. Tenía las piernas llenas de sangre y la camisa desgarrada, el talismán que llevaba de colgante había caído al suelo y ahora estaba hecho añicos. Mánia se levantó, con el corazón desbocado, y se acercó de nuevo a Cail con desconfianza. Estaba bien petrificada, pero no sabía cuanto iba a durarle el hechizo así que hundió las garras en sus heridas para abrirlas aún más y así asegurarse de que cuando despertase no tendría fuerzas para ir a buscarla.
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