Luna Alta
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Rocavarancolia Rol
27 participantes
- Rocavarancolia Rol
Luna Alta
02/08/11, 06:35 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Barrio cercano a Rocavaragálago. Es una de las zonas de Rocavarancolia donde las calles están en mejor estado, generalmente con un aspecto casi lujoso. La mayoría de casas son grandes y están bien decoradas, en no pocos casos dignas de llamarse palacios, con pocas viviendas que sigan en ruinas. Cerca del centro del barrio se encuentra el famoso Palacete.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Luna Alta
23/07/17, 12:13 am
Demoleo no lo vio venir. No supo que aquella nueva remesa de esclavos había sido un completo error. Cundió el pánico entre los esclavos más antiguos, aquellos que el brujo había logrado ganar su confianza lo suficiente como para que hubiesen aceptado que servir a su amo era mucho mejor que el destino que les depararía intentar escapar o permanecer controlados mediante hechizos. Demoleo les concedía caprichos de tanto en cuanto, al fin y al cabo. Los recién llegados, no obstante, sonreían.
El íncubo de las pesadillas les había proporcionado la información necesaria para poder llevar a cabo aquel acto de rebeldía. El brujo había muerto durante el almuerzo, tras una violenta convulsión que le hizo derramar su engalanada copa sobre el caro mantel de la larga mesa del comedor de su mansión.
—Somos libres —anunció uno de los humanos—. Cuando volvamos a dormir esta noche, el tipo con cuernos nos explicará cómo regresar a la Tierra.
Varios de ellos no llegaron siquiera a la noche. Los que sí lo hicieron, no pasaron del amanecer. La próxima persona que accediese a la mansión encontraría un reguero de cadáveres desconcertante: signos de lucha en algunas partes de la casa, gente muerta en sus camas sin rastro alguno de violencia en otras.
Crathos, tras haber acabado con la vida de los que creía culpables, voló en dirección al puente del abismo y no regresó.
El íncubo de las pesadillas les había proporcionado la información necesaria para poder llevar a cabo aquel acto de rebeldía. El brujo había muerto durante el almuerzo, tras una violenta convulsión que le hizo derramar su engalanada copa sobre el caro mantel de la larga mesa del comedor de su mansión.
—Somos libres —anunció uno de los humanos—. Cuando volvamos a dormir esta noche, el tipo con cuernos nos explicará cómo regresar a la Tierra.
Varios de ellos no llegaron siquiera a la noche. Los que sí lo hicieron, no pasaron del amanecer. La próxima persona que accediese a la mansión encontraría un reguero de cadáveres desconcertante: signos de lucha en algunas partes de la casa, gente muerta en sus camas sin rastro alguno de violencia en otras.
Crathos, tras haber acabado con la vida de los que creía culpables, voló en dirección al puente del abismo y no regresó.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Luna Alta
19/08/17, 08:13 pm
—Deferentia...
—¿Qué? Creo que te has equivocado de persona, no conozco a ninguna Deferentia.
Era mentira, por supuesto, pero sabiendo lo paranoica que era su amiga prefería evitar dar cualquier dato.
—Deferentia...
La inesperada visitante nocturna insistía. Insensa estaba comenzando a perder la paciencia. Aquella persona no le daba buena espina para nada, y no solo por la forma en la que repetía el nombre de la otra ulterana.
>>¡¡Deferentia!!
---
Insensa se defendió con todo lo que tenía y su atacante terminó por huir, no sin herirla considerablemente. La ulterana no entendía qué acababa de pasar y había pedido a uno de sus demonios que fuese a avisar a Cordia por ella: pretendía tratar sus heridas mientras Cordia llegaba y le ayudaba a pensar cómo proceder. Estaba claro que debían advertir a Deferentia cuanto antes, pues por una vez sus paranoias podrían estar fundadas.
---
El diablillo volvió con terribles noticias: "no he podido entregar el mensaje a su destinataria, pues esta no se encuentra con vida". Insensa quería creer que por algún motivo el ser estaba tratando de desobedecerla y dañarla, tal vez por encontrarse tan débil, y reunió fuerzas para teletransportarse a la puerta de la casa de Cordia. La llamó desde fuera, sintiéndose muy ansiosa al no recibir respuesta, y todavía más cuando vio una ristra de talismanes desparramados por el suelo al abrir la puerta.
Un grito fue lo último que se oyó de la maga al descubrir el cadáver de Cordia, porque no tuvo tiempo de reraccionar: la atacante todavía se encontraba allí y esta vez Insensa no pudo defenderse. Los cadáveres de ambas magas ulteranas serían encontrados por algún vecino a la mañana siguiente al ver que la puerta de Cordia se encontraba abierta de par en par.
Malherida pero sin sentirse satisfecha, la atacante por su parte decidió regresar a su casa con el mismo pensamiento presente en la cabeza: Deferentia debía morir y todavía no había dado con ella. Lo sabía porque había registrado los cadáveres a conciencia y no había encontrado lo que buscaba.
—¿Qué? Creo que te has equivocado de persona, no conozco a ninguna Deferentia.
Era mentira, por supuesto, pero sabiendo lo paranoica que era su amiga prefería evitar dar cualquier dato.
—Deferentia...
La inesperada visitante nocturna insistía. Insensa estaba comenzando a perder la paciencia. Aquella persona no le daba buena espina para nada, y no solo por la forma en la que repetía el nombre de la otra ulterana.
>>¡¡Deferentia!!
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Insensa se defendió con todo lo que tenía y su atacante terminó por huir, no sin herirla considerablemente. La ulterana no entendía qué acababa de pasar y había pedido a uno de sus demonios que fuese a avisar a Cordia por ella: pretendía tratar sus heridas mientras Cordia llegaba y le ayudaba a pensar cómo proceder. Estaba claro que debían advertir a Deferentia cuanto antes, pues por una vez sus paranoias podrían estar fundadas.
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El diablillo volvió con terribles noticias: "no he podido entregar el mensaje a su destinataria, pues esta no se encuentra con vida". Insensa quería creer que por algún motivo el ser estaba tratando de desobedecerla y dañarla, tal vez por encontrarse tan débil, y reunió fuerzas para teletransportarse a la puerta de la casa de Cordia. La llamó desde fuera, sintiéndose muy ansiosa al no recibir respuesta, y todavía más cuando vio una ristra de talismanes desparramados por el suelo al abrir la puerta.
Un grito fue lo último que se oyó de la maga al descubrir el cadáver de Cordia, porque no tuvo tiempo de reraccionar: la atacante todavía se encontraba allí y esta vez Insensa no pudo defenderse. Los cadáveres de ambas magas ulteranas serían encontrados por algún vecino a la mañana siguiente al ver que la puerta de Cordia se encontraba abierta de par en par.
Malherida pero sin sentirse satisfecha, la atacante por su parte decidió regresar a su casa con el mismo pensamiento presente en la cabeza: Deferentia debía morir y todavía no había dado con ella. Lo sabía porque había registrado los cadáveres a conciencia y no había encontrado lo que buscaba.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Luna Alta
21/09/17, 12:41 am
En un instante todo había escapado a su control. Nunca en todos sus años como soñador se había visto indefenso en el mundo onírico. De pronto no podía manipular su preciado mundo y, aunque veía el sueño deshaciéndose poco a poco, tenía la sensación de haberse quedado ciego de repente, pues no podía asomarse al futuro de su subconsciente. Estaba desorientado y el apenas un segundo que transcurrió en aquel lugar que ya no era suyo se le hizo eterno. Observó como todo a su alrededor se distorsionaba y no habría sabido describir qué estaba sucediendo, atónito como se encontraba.
Melodes no se despertó a placer: fue expulsado violentamente de su propio subconsciente. El libense se incorporó en la cama, ganándose un súbito mareo mientras jadeaba y trataba de recuperar el control de sí mismo, pues aunque ahora se encontraba en el mundo de la vigilia la sensación de que alguien más había tomado los mandos permaneció durante los primeros instantes. El soñador se levantó y se dirigió al lavabo para sumergir su rostro en agua y a continuación tratar de reflexionar, inquiriendo silenciosamente a su reflejo en el espejo acerca del incidente. La única conclusión a la que llegó era que debía ponerse en contacto con alguien cuanto antes...
Melodes no se despertó a placer: fue expulsado violentamente de su propio subconsciente. El libense se incorporó en la cama, ganándose un súbito mareo mientras jadeaba y trataba de recuperar el control de sí mismo, pues aunque ahora se encontraba en el mundo de la vigilia la sensación de que alguien más había tomado los mandos permaneció durante los primeros instantes. El soñador se levantó y se dirigió al lavabo para sumergir su rostro en agua y a continuación tratar de reflexionar, inquiriendo silenciosamente a su reflejo en el espejo acerca del incidente. La única conclusión a la que llegó era que debía ponerse en contacto con alguien cuanto antes...
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Luna Alta
04/05/18, 03:18 pm
Los habitantes de Rocavarancolia, espoleados por una ominosa presencia que acechaba en su subconsciente, precipitaban la ciudad hacia el abismo debido a la privación del descanso, los miedos más profundos y las promesas de obtener aquello que tanto deseaban. No obstante, algunos no necesitaban ningún contrato para aportar su grano de arena a aquel caos generalizado que amenazaba cada vez más con transformar por completo las vidas de todos los habitantes de la ciudad.
El Duende, llevando una bolsa rebosante de monedas y riéndose a carcajadas, salió de una casa modesta en tamaño para los estánderes del barrio, pero de aspecto lustroso y llena de detalles. Cualquiera podría pensar que pertenecía a algún reputado ciudadano sin necesidad de mucho espacio pero que no escatimaba en mostrar su opulencia. Pero unos metros más allá de la puerta que el jack-o'-lantern había dejado abierta de par en par, yacía en el suelo el cadáver de una anciana que había vivido como esclava la mayor parte de su estancia en la ciudad. Su golpe de suerte tras haber ganado aquella fortuna en apuestas se había terminado. Había muerto siendo desvalijada de su premio, incluso más aterrorizada por este hecho que por la presencia de la calavera llameante que había irrumpido en su casa y mancillado su exquisita residencia con su salvajismo y su histriónica risa.
—Un placer hacer negocios con la tercera edad. Ha sido una transacción sencilla y rentable.
El Duende saltó desde el tejado de la casa de Nanda hasta el siguiente. Su figura se alejó saltando hacia los barrios más ruinosos mientras sus carcajadas resonaban en toda Luna Alta.
El Duende, llevando una bolsa rebosante de monedas y riéndose a carcajadas, salió de una casa modesta en tamaño para los estánderes del barrio, pero de aspecto lustroso y llena de detalles. Cualquiera podría pensar que pertenecía a algún reputado ciudadano sin necesidad de mucho espacio pero que no escatimaba en mostrar su opulencia. Pero unos metros más allá de la puerta que el jack-o'-lantern había dejado abierta de par en par, yacía en el suelo el cadáver de una anciana que había vivido como esclava la mayor parte de su estancia en la ciudad. Su golpe de suerte tras haber ganado aquella fortuna en apuestas se había terminado. Había muerto siendo desvalijada de su premio, incluso más aterrorizada por este hecho que por la presencia de la calavera llameante que había irrumpido en su casa y mancillado su exquisita residencia con su salvajismo y su histriónica risa.
—Un placer hacer negocios con la tercera edad. Ha sido una transacción sencilla y rentable.
El Duende saltó desde el tejado de la casa de Nanda hasta el siguiente. Su figura se alejó saltando hacia los barrios más ruinosos mientras sus carcajadas resonaban en toda Luna Alta.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Luna Alta
06/05/18, 08:31 pm
El trasgo se sentaba indolentemente en la mesa del comedor, esperando con impaciencia a terminar aquello. La casa estaba con pocas defensas, fáciles de romper, tal y como le había dicho aquel desconocido. Ahora, por tanto, solo quedaba esperar a que su víctima apareciera por la puerta.
Había investigado la casa al entrar. Todo lo que había visto había subrayado lo que el otro le había dicho: aquella mujer era una licántropa zorra, anónima y anódina. Aquello, no obstante, le hacía fruncir el ceño. ¿Por qué le pedía algo tan prosaico como quitar de en medio a aquel insecto a cambio de devolver y aumentar la gloria a Rocavarancolia?
Bastel empezaba a sospechar que todo aquello era parte de alguna conspiración para destronar al rey, quizás para poner a alguien más decidido o beligerante al mando. Aquello, sin embargo, no le convencía: ¿por qué hacerlo cuando era el Trono Real el que decidía quién era coronado y quién no? Y si lo que quería aquel supuesto desconocido era la regencia... bueno, solo dos personas en toda Rocavarancolia podían optar a aquel puesto una vez el rey muriese.
Unos pasos lo sacaron de sus elucubraciones. El trasgo sonrió de medio lado cuando vio a la licántropa contemplarlo con indignación, desconfianza y un miedo mal disimulado. Provocar terror en transformados era una cosa en extremo difícil y poco frecuente (si no se contaba, al menos, con la mayoría de lamentables drogadictos que formaban la Secta), y el mal humor que comenzaba a sufrir de forma crónica no le movía a la misericordia. El trasgo se relamió, disfrutando de aquel sentimiento.
—¿Quién eres tú y qué haces en mi casa? —la licántropa tenía la cabeza ridículamente erguida y una voz rabiosa. También, juzgó Bastel por sus siguientes palabras, una estupidez orgullosa de considerable tamaño—. Responde rápido y te dejaré ir sin daño.
—Bastel, Sexto Sacerdote de Ewa, Hija y Consorte de la Luna Roja —había dado un salto al suelo y hecho una burla de reverencia, disfrutando sobremanera de la inquietud que provocaba aquel tono místico; sin duda alguna lo mejor que tenía el falso fervor que debía fingir cuando no estaba con los sacerdotes—. ¿Eres Grader, verdad?
—Sí —la mención ímplicita de la Secta había aumentado el miedo de aquella cadáver. Según la opinión del trasgo a aquellas alturas ya se la podía considerar muerta, que andara y respirara eran matices a punto de solucionarse—. ¿Qué quieren los Hijos de Ewa de mí?
—Los Hijos de Ewa no quieren nada de ti. El que me ha enviado, sin embargo, quiere tu cabeza —paladeó el terror súbito que se plasmó en su cara antes de soltar unas últimas palabras—. Yo, por otra parte, quiero todo el resto de tu carne.
La licántropo no esperó ni un segundo más para transforarse, aunque el trasgo se esperaba aquello. Le cogió de sorpresa, sin embargo, que se lanzará sobre él: creía que huiría, comprobado ya que, con gran probabilidad, no sobreviviría a un enfrentamiento directo.
Grader era más inteligente de lo que parecía, no obstante, y sabía que la única oportunidad de huida era herir lo suficiente al trasgo. Una dentellada estuvo a punto de costarle la mano, aunque Bastel consiguió apartarla lo suficiente de un manotazo. El mordisco se lo llevó el hombro, lo cual provocó un rugido más indignado que dolorido. Una finta y una sacudida le sirvieron para que la zorra le provocara profundos surcos en hombro y espalda y saltara sobre la mesa. El trasgo se giró con rabia, lanzándose sobre ella, quien logró esquivarlo.
La licántropo salió escopetada hacia las escaleras, buscando algún lugar de su amplia casa que fuera lo suficientemente estrecho para obstaculizar a la mole endemoniada que la perseguía. Por desgracia tal lugar no existía: su orgullo le había llevado a adquirir un espacio amplio fácilmente disfrazable de lujosa, y de forma paradójica aquella amplitud se convirtía ahora, aunque solo para ella, en una jaula estrecha.
A su paso por la segunda planta comenzó a tirar trastos tras de sí: relojes de carrillones que había robado, mesitas, sillas... Sus intentos de obstaculizar a Bastel, sin embargo, solo la enlentecieron: el trasgo había entrenado con obstáculos así en los bajos fondos, así que no supusieron ningún freno. Saltó por encima, los esquivó, redujo la distancia. Cuando el último reloj del pasillo dio en el suelo el sacerdote lo usó como trampolín para adelantar a Grader. Se giró con un rugido y a punto estuvo de atraparla si ella misma no hubiera reculado en el último momento para colarse en una habitación.
El trasgo gruñó y se tocó el hombro, dolorido. Tras la puerta cerrada escuchó lo que era, sin duda, ruido de muebles. Bufó y se dirigió hacia allí, con un paso decidido que no auguraba nada bueno para la zorra.
—Abre por las buenas y te mataré rápido —avisó. Grader se encontraba arrastrando la cama cuando el trasgo empezó a hablar. No había terminado de amontonar muebles: apenas había podido pegar contra la puerta una cómoda y poner encima una mesita, pero decidió que darle una patada a la cama que la pegara al intento de barricada era la mejor opción. Solo necesitaba suficiente tiempo para tirarse por la ventana y desaparecer—. Hazme esperar y sabrás lo agradable que es que te devoren con vida.
Unos segundos después el trasgo empezó a empujar contra la puerta. Esta se astilló pronto y, de un empujón, Bastel alejó la cómoda y saltó a la cama, a tiempo de ver a Grader convirtiéndose en zorra para saltar por el balcón.
Esta vez su mano consiguió agarrar la cola. Hizo una parábola en el aire mientras la criatura aullaba, golpeándola con fuerza contra el armario. El chillido de dolor taladró sus oídos, pero al trasgo le era indiferente mientras la seguía golpeando.
Finalmente la zorra, en un intento de liberarse, hizo lo que él deseaba: volver a su forma original. El trasgo no desperdició un momento en enviarla al otro rincón de la habitación mientras tejía un hechizo de inmovilización.
—Diría que lo lamento, pero no es así. Tengo más capacidad para contemplar el dolor en caras no animales —una sonrisa perversa se extendió por su cara conforme se acercaba a su desayuno de aquel día. La licántropa tenía rota la nariz, sangre por toda su cara y, Bastel estaba seguro, más de un hueso roto.
—Por... favor...
—No gastes fuerzas, tu muerte es inevitable —entrecerró los ojos mientras se relamía, empezando a acariciar aquella carne. Lo que para muchos habría sido algo sexual para él carecía por completo de aquella connotación: aquello era, a su entender, mucho más placentero. Gastronómicamente placentero, en concreto—. Me van a pagar demasiado bien —cogió una silla cercana y se sentó, con un brillo delirante en sus ojos al recordar la promesa que le había hecho alguien que el trasgo no sabía que conocía—. Felicidades: tu muerte contribuirá al resurgir, a la superación de la vieja gloria de Rocavarancolia. En cuando a lo de comerte viva, bueno —ya había empezado a lamer partes de la piel, comenzando a degustar la parte más exterior de aquella carne. Ahora solo quedaba degustar la interior—, eso es culpa tuya. Enteramente culpa tuya.
Entonces pegó el primer mordisco. Los alaridos de la licántropo, mientras masticaba, pusieron una agradable melodía a aquel desayuno rodeado de lujos destrozados.
Unas horas después apareció en la calle uno de los monstruos que poblaban Rocavarancolia. De lejos le pareció que había un bulto clavado en la verja de la casa de aquella a la que llamaba "zorra ingrata". Se acercó dando casi saltos de alegría, que aumentaron al ver que, efectivamente, era la cabeza de la maldita licántropo, además coronada con una tremendamente agradable (para él) expresión de dolor extremo.
Parecía que el desconocido que le había visitado en sueños para ofrecerle un trato suculento había cumplido con su palabra.
Había investigado la casa al entrar. Todo lo que había visto había subrayado lo que el otro le había dicho: aquella mujer era una licántropa zorra, anónima y anódina. Aquello, no obstante, le hacía fruncir el ceño. ¿Por qué le pedía algo tan prosaico como quitar de en medio a aquel insecto a cambio de devolver y aumentar la gloria a Rocavarancolia?
Bastel empezaba a sospechar que todo aquello era parte de alguna conspiración para destronar al rey, quizás para poner a alguien más decidido o beligerante al mando. Aquello, sin embargo, no le convencía: ¿por qué hacerlo cuando era el Trono Real el que decidía quién era coronado y quién no? Y si lo que quería aquel supuesto desconocido era la regencia... bueno, solo dos personas en toda Rocavarancolia podían optar a aquel puesto una vez el rey muriese.
Unos pasos lo sacaron de sus elucubraciones. El trasgo sonrió de medio lado cuando vio a la licántropa contemplarlo con indignación, desconfianza y un miedo mal disimulado. Provocar terror en transformados era una cosa en extremo difícil y poco frecuente (si no se contaba, al menos, con la mayoría de lamentables drogadictos que formaban la Secta), y el mal humor que comenzaba a sufrir de forma crónica no le movía a la misericordia. El trasgo se relamió, disfrutando de aquel sentimiento.
—¿Quién eres tú y qué haces en mi casa? —la licántropa tenía la cabeza ridículamente erguida y una voz rabiosa. También, juzgó Bastel por sus siguientes palabras, una estupidez orgullosa de considerable tamaño—. Responde rápido y te dejaré ir sin daño.
—Bastel, Sexto Sacerdote de Ewa, Hija y Consorte de la Luna Roja —había dado un salto al suelo y hecho una burla de reverencia, disfrutando sobremanera de la inquietud que provocaba aquel tono místico; sin duda alguna lo mejor que tenía el falso fervor que debía fingir cuando no estaba con los sacerdotes—. ¿Eres Grader, verdad?
—Sí —la mención ímplicita de la Secta había aumentado el miedo de aquella cadáver. Según la opinión del trasgo a aquellas alturas ya se la podía considerar muerta, que andara y respirara eran matices a punto de solucionarse—. ¿Qué quieren los Hijos de Ewa de mí?
—Los Hijos de Ewa no quieren nada de ti. El que me ha enviado, sin embargo, quiere tu cabeza —paladeó el terror súbito que se plasmó en su cara antes de soltar unas últimas palabras—. Yo, por otra parte, quiero todo el resto de tu carne.
La licántropo no esperó ni un segundo más para transforarse, aunque el trasgo se esperaba aquello. Le cogió de sorpresa, sin embargo, que se lanzará sobre él: creía que huiría, comprobado ya que, con gran probabilidad, no sobreviviría a un enfrentamiento directo.
Grader era más inteligente de lo que parecía, no obstante, y sabía que la única oportunidad de huida era herir lo suficiente al trasgo. Una dentellada estuvo a punto de costarle la mano, aunque Bastel consiguió apartarla lo suficiente de un manotazo. El mordisco se lo llevó el hombro, lo cual provocó un rugido más indignado que dolorido. Una finta y una sacudida le sirvieron para que la zorra le provocara profundos surcos en hombro y espalda y saltara sobre la mesa. El trasgo se giró con rabia, lanzándose sobre ella, quien logró esquivarlo.
La licántropo salió escopetada hacia las escaleras, buscando algún lugar de su amplia casa que fuera lo suficientemente estrecho para obstaculizar a la mole endemoniada que la perseguía. Por desgracia tal lugar no existía: su orgullo le había llevado a adquirir un espacio amplio fácilmente disfrazable de lujosa, y de forma paradójica aquella amplitud se convirtía ahora, aunque solo para ella, en una jaula estrecha.
A su paso por la segunda planta comenzó a tirar trastos tras de sí: relojes de carrillones que había robado, mesitas, sillas... Sus intentos de obstaculizar a Bastel, sin embargo, solo la enlentecieron: el trasgo había entrenado con obstáculos así en los bajos fondos, así que no supusieron ningún freno. Saltó por encima, los esquivó, redujo la distancia. Cuando el último reloj del pasillo dio en el suelo el sacerdote lo usó como trampolín para adelantar a Grader. Se giró con un rugido y a punto estuvo de atraparla si ella misma no hubiera reculado en el último momento para colarse en una habitación.
El trasgo gruñó y se tocó el hombro, dolorido. Tras la puerta cerrada escuchó lo que era, sin duda, ruido de muebles. Bufó y se dirigió hacia allí, con un paso decidido que no auguraba nada bueno para la zorra.
—Abre por las buenas y te mataré rápido —avisó. Grader se encontraba arrastrando la cama cuando el trasgo empezó a hablar. No había terminado de amontonar muebles: apenas había podido pegar contra la puerta una cómoda y poner encima una mesita, pero decidió que darle una patada a la cama que la pegara al intento de barricada era la mejor opción. Solo necesitaba suficiente tiempo para tirarse por la ventana y desaparecer—. Hazme esperar y sabrás lo agradable que es que te devoren con vida.
Unos segundos después el trasgo empezó a empujar contra la puerta. Esta se astilló pronto y, de un empujón, Bastel alejó la cómoda y saltó a la cama, a tiempo de ver a Grader convirtiéndose en zorra para saltar por el balcón.
Esta vez su mano consiguió agarrar la cola. Hizo una parábola en el aire mientras la criatura aullaba, golpeándola con fuerza contra el armario. El chillido de dolor taladró sus oídos, pero al trasgo le era indiferente mientras la seguía golpeando.
Finalmente la zorra, en un intento de liberarse, hizo lo que él deseaba: volver a su forma original. El trasgo no desperdició un momento en enviarla al otro rincón de la habitación mientras tejía un hechizo de inmovilización.
—Diría que lo lamento, pero no es así. Tengo más capacidad para contemplar el dolor en caras no animales —una sonrisa perversa se extendió por su cara conforme se acercaba a su desayuno de aquel día. La licántropa tenía rota la nariz, sangre por toda su cara y, Bastel estaba seguro, más de un hueso roto.
—Por... favor...
—No gastes fuerzas, tu muerte es inevitable —entrecerró los ojos mientras se relamía, empezando a acariciar aquella carne. Lo que para muchos habría sido algo sexual para él carecía por completo de aquella connotación: aquello era, a su entender, mucho más placentero. Gastronómicamente placentero, en concreto—. Me van a pagar demasiado bien —cogió una silla cercana y se sentó, con un brillo delirante en sus ojos al recordar la promesa que le había hecho alguien que el trasgo no sabía que conocía—. Felicidades: tu muerte contribuirá al resurgir, a la superación de la vieja gloria de Rocavarancolia. En cuando a lo de comerte viva, bueno —ya había empezado a lamer partes de la piel, comenzando a degustar la parte más exterior de aquella carne. Ahora solo quedaba degustar la interior—, eso es culpa tuya. Enteramente culpa tuya.
Entonces pegó el primer mordisco. Los alaridos de la licántropo, mientras masticaba, pusieron una agradable melodía a aquel desayuno rodeado de lujos destrozados.
Unas horas después apareció en la calle uno de los monstruos que poblaban Rocavarancolia. De lejos le pareció que había un bulto clavado en la verja de la casa de aquella a la que llamaba "zorra ingrata". Se acercó dando casi saltos de alegría, que aumentaron al ver que, efectivamente, era la cabeza de la maldita licántropo, además coronada con una tremendamente agradable (para él) expresión de dolor extremo.
Parecía que el desconocido que le había visitado en sueños para ofrecerle un trato suculento había cumplido con su palabra.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Luna Alta
08/05/18, 05:41 pm
Unos días antes de la operación de Xiandra...
La vampira creía que aquel sería un trato sencillo. ¿Robar algo de la casa de una muerta? Bueno, seguro que el talismán se encontraba bien protegido, y muy oculto probablemente, o alguien se lo habría llevado ya. No le cabía ninguna duda de que la casa de Cordia habría sido desvalijada varias veces ya tras su muerte, pero aquella pieza en especial, un talismán altamente poderoso que al parecer deseaba algún traficante de rarezas de los bajos fondos, todavía continuaba allí. Eso era lo que el íncubo le había dicho, y había sido muy específico en sus instrucciones: debía obtenerlo ella misma y entregárselo a la persona indicada lo antes posible, o su contrato se anularía. No había hecho falta que le explicase qué pasaría si eso sucedía. Pero Xiandra, de cualquier forma, no pensaba fallar.
No, ni siquiera cuando la vio a ella ya dentro de la casa, buscando algo. ¿Podría ser...?
—¿Dama Dibujo? —Llamó la atención de su antigua compañera de criba—. No pensaba encontrarte aquí, a ti de entre todas las personas.
La bruja se dio la vuelta con cautela y se encaró a la vampiro, su expresión estaba a medio camino entre la sorpresa y el desasosiego. No parecía contenta de verla allí.
—Debo encontrar algo. Me lo han pedido —respondió la bruja de forma vaga—. No es un asunto del que te pueda dar más detalles. ¿Qué haces tú aquí, de todas formas?
La vampira guardó silencio unos instantes, sus sospechas comenzaban a resultar cada vez más plausible.
—Yo también estoy buscando algo que me han pedido. Y debo obtenerlo sea como sea.
Ambas se observaron durante eternos segundos. Las dos habían comprendido que tenían exactamente el mismo encargo sin necesidad de proporcionar más información. Y ninguna de ellas podía permitirse dejar que la otra se le adelantase.
—Mierda... —musitó Xiandra—. Esto no entraba en mis planes.
—Lo lamento, pero debo detenerte aquí y ahora. No puedo fallar.
—Yo tampoco.
Y dio comienzo una lucha encarnizada entre antiguas compañeras de criba.
---
Xiandra abandonó la antigua casa de Cordia sujetándose el muñón del brazo que dama Dibujo le había arrancado y el talismán de su encargo en el bolsillo. El cadáver de la bruja yacía en el salón de la casa. La vampira se había obligado a pasar por su lado sin mirarlo. No podía permitirse remordimientos en aquel momento.
La vampira creía que aquel sería un trato sencillo. ¿Robar algo de la casa de una muerta? Bueno, seguro que el talismán se encontraba bien protegido, y muy oculto probablemente, o alguien se lo habría llevado ya. No le cabía ninguna duda de que la casa de Cordia habría sido desvalijada varias veces ya tras su muerte, pero aquella pieza en especial, un talismán altamente poderoso que al parecer deseaba algún traficante de rarezas de los bajos fondos, todavía continuaba allí. Eso era lo que el íncubo le había dicho, y había sido muy específico en sus instrucciones: debía obtenerlo ella misma y entregárselo a la persona indicada lo antes posible, o su contrato se anularía. No había hecho falta que le explicase qué pasaría si eso sucedía. Pero Xiandra, de cualquier forma, no pensaba fallar.
No, ni siquiera cuando la vio a ella ya dentro de la casa, buscando algo. ¿Podría ser...?
—¿Dama Dibujo? —Llamó la atención de su antigua compañera de criba—. No pensaba encontrarte aquí, a ti de entre todas las personas.
La bruja se dio la vuelta con cautela y se encaró a la vampiro, su expresión estaba a medio camino entre la sorpresa y el desasosiego. No parecía contenta de verla allí.
—Debo encontrar algo. Me lo han pedido —respondió la bruja de forma vaga—. No es un asunto del que te pueda dar más detalles. ¿Qué haces tú aquí, de todas formas?
La vampira guardó silencio unos instantes, sus sospechas comenzaban a resultar cada vez más plausible.
—Yo también estoy buscando algo que me han pedido. Y debo obtenerlo sea como sea.
Ambas se observaron durante eternos segundos. Las dos habían comprendido que tenían exactamente el mismo encargo sin necesidad de proporcionar más información. Y ninguna de ellas podía permitirse dejar que la otra se le adelantase.
—Mierda... —musitó Xiandra—. Esto no entraba en mis planes.
—Lo lamento, pero debo detenerte aquí y ahora. No puedo fallar.
—Yo tampoco.
Y dio comienzo una lucha encarnizada entre antiguas compañeras de criba.
---
Xiandra abandonó la antigua casa de Cordia sujetándose el muñón del brazo que dama Dibujo le había arrancado y el talismán de su encargo en el bolsillo. El cadáver de la bruja yacía en el salón de la casa. La vampira se había obligado a pasar por su lado sin mirarlo. No podía permitirse remordimientos en aquel momento.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Luna Alta
19/06/18, 05:42 pm
Melodes y Jack se encontraron en el lugar acordado y el soñador condujo al vampiro hacia la casa de Trazo. Le había asegurado el día anterior que podía estar presente siempre y cuando sus intenciones fuesen únicamente hablar, al menos en su presencia. El soñador sabía que si la situación terminaba mal no le quedaba otra que hacerse a un lado y dejar que la situación se resolviese como los implicados creyesen convenientes, pero él no quería verse involucrado en aquello.
Llamó a la puerta de forma firme y esperaron varios segundos a que el brujo abriese.
—Melodes y... Jack, ¿no es cierto? —Preguntó mirando hacia el vampiro—. ¿Qué... queréis?
—Saludos, Trazo. Ha pasado un tiempo desde la última vez que hablamos, pero... Debo haceros una pregunta.
—Adelante.
—¿Qué sabéis acerca de la muerte de dama Dibujo y Xiandra?
El soñador no pretendía comenzar la conversación acusando al brujo pues, aunque todo indicaba que el asesino de la vampira había sido él, no dejaba de ser una conjetura y no hubiese sido nada caballeroso acusarlo directamente. Trazo los observó en silencio unos instantes antes de hacerles un gesto para que pasasen al interior.
Una vez dentro de la casa, el brujo les ofreció tomar asiento en unos sillones y, agradeciéndolo, Melodes se sentó. El brujo hizo lo mismo.
—Imagino que si estáis aquí es porque creéis que yo asesiné a Xiandra, ¿no es así?
—Bueno, digamos que la información de la que disponemos nos ha traído hasta aquí, como mínimo... —comenzó Melodes, diplomático.
—Fui yo —le interrumpió Trazo—. Yo lo hice.
El tono del brujo había sido calmado en todo momento, aunque evitaba el contacto visual.
El soñador no supo que decir de inmediato y miró hacia el vampiro con expresión un tanto preocupada.
Llamó a la puerta de forma firme y esperaron varios segundos a que el brujo abriese.
—Melodes y... Jack, ¿no es cierto? —Preguntó mirando hacia el vampiro—. ¿Qué... queréis?
—Saludos, Trazo. Ha pasado un tiempo desde la última vez que hablamos, pero... Debo haceros una pregunta.
—Adelante.
—¿Qué sabéis acerca de la muerte de dama Dibujo y Xiandra?
El soñador no pretendía comenzar la conversación acusando al brujo pues, aunque todo indicaba que el asesino de la vampira había sido él, no dejaba de ser una conjetura y no hubiese sido nada caballeroso acusarlo directamente. Trazo los observó en silencio unos instantes antes de hacerles un gesto para que pasasen al interior.
Una vez dentro de la casa, el brujo les ofreció tomar asiento en unos sillones y, agradeciéndolo, Melodes se sentó. El brujo hizo lo mismo.
—Imagino que si estáis aquí es porque creéis que yo asesiné a Xiandra, ¿no es así?
—Bueno, digamos que la información de la que disponemos nos ha traído hasta aquí, como mínimo... —comenzó Melodes, diplomático.
—Fui yo —le interrumpió Trazo—. Yo lo hice.
El tono del brujo había sido calmado en todo momento, aunque evitaba el contacto visual.
El soñador no supo que decir de inmediato y miró hacia el vampiro con expresión un tanto preocupada.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Luna Alta
19/06/18, 10:18 pm
Jack
El vampiro solo tenía intención de entenderlo todo. La juerga y el cansancio se encargarían, respectivamente, de que hubiese desahogado parte de la frustración y la rabia, así como de que no pensase en nada más que aclarar aquello y volver a su casa.
Dejó hablar a Melodes cuando llegaron. Saludó y asintió cuando este preguntó por su nombre, pero no esperaba que pasaran al interior. Pero entraron y se sentó donde les indicó. Trazo finalmente dijo lo que era obvio y el soñador le respondió, pero cuando Jack pensaba intervenir, aunque fuera interrumpiéndole, lo hizo el brujo. Se encogió de hombros cuando el oniromante le miró. Le tocaba.
—Lo imaginábamos, pero no hemos... No he venido por eso. Está claro que tenías un buen motivo... Entiendo que érais cercanos —no le miró mientras hablaba, porque el cuerpo en la nevera le recordaba que no iba a vengarla. Suspiró antes de seguir—. Pero no entiendo por qué dos ex compañeras de cosecha acaban así sin que aparentemente haya nada por medio. Y créeme que lo siento y lo entiendo —dijo mirando a Trazo, por fin. La familia, esa familia forjada en la criba y en lazos posteriores, esa familia era sagrada.
>>Antes de hablar con Melodes, me esperaba cualquier cosa. Me esperaba tener que pegarme con algún pirado, a saber, no esto. Así que si tienes alguna idea de por qué acabaron así nuestras amigas... Y si no, dejaré de molestarte.
Era todo tan civilizado y tan absurdo que se sentía incluso mal por cuestionar al brujo después de haber perdido a un ser querido. Pero debía hacerlo, en algún momento. Bastantes muertes estaban habiendo ya en la ciudad. ¿Por qué demonios se habían visto envueltas en aquello? La oleada de asesinatos y "accidentes" era ya demasiado. Y al final la maldita ciudad parecía querer empujarle a meter los morros en qué estaba pasando.
El vampiro solo tenía intención de entenderlo todo. La juerga y el cansancio se encargarían, respectivamente, de que hubiese desahogado parte de la frustración y la rabia, así como de que no pensase en nada más que aclarar aquello y volver a su casa.
Dejó hablar a Melodes cuando llegaron. Saludó y asintió cuando este preguntó por su nombre, pero no esperaba que pasaran al interior. Pero entraron y se sentó donde les indicó. Trazo finalmente dijo lo que era obvio y el soñador le respondió, pero cuando Jack pensaba intervenir, aunque fuera interrumpiéndole, lo hizo el brujo. Se encogió de hombros cuando el oniromante le miró. Le tocaba.
—Lo imaginábamos, pero no hemos... No he venido por eso. Está claro que tenías un buen motivo... Entiendo que érais cercanos —no le miró mientras hablaba, porque el cuerpo en la nevera le recordaba que no iba a vengarla. Suspiró antes de seguir—. Pero no entiendo por qué dos ex compañeras de cosecha acaban así sin que aparentemente haya nada por medio. Y créeme que lo siento y lo entiendo —dijo mirando a Trazo, por fin. La familia, esa familia forjada en la criba y en lazos posteriores, esa familia era sagrada.
>>Antes de hablar con Melodes, me esperaba cualquier cosa. Me esperaba tener que pegarme con algún pirado, a saber, no esto. Así que si tienes alguna idea de por qué acabaron así nuestras amigas... Y si no, dejaré de molestarte.
Era todo tan civilizado y tan absurdo que se sentía incluso mal por cuestionar al brujo después de haber perdido a un ser querido. Pero debía hacerlo, en algún momento. Bastantes muertes estaban habiendo ya en la ciudad. ¿Por qué demonios se habían visto envueltas en aquello? La oleada de asesinatos y "accidentes" era ya demasiado. Y al final la maldita ciudad parecía querer empujarle a meter los morros en qué estaba pasando.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Luna Alta
19/06/18, 10:57 pm
Trazo alzó la mirada hacia Jack, una mirada agotada pero en la que se podía entrever agradecimiento.
—Gracias... Yo... No actué de la forma más adecuada. No me arrepiento: sentiría que dama Dibujo no podría descansar en paz si no acababa con su asesina. Pero ni siquiera hablé con Xiandra de esto —el brujo suspiró y se dejó caer en su asiento—. La vi completamente sedada en aquella clínica y simplemente no pensé. La rabia por lo que sabía que había hecho me cegó. No es propio de mí —negó con la cabeza.
Les refirió brevemente a continuación que sabía que había sido la vampira porque su brazo todavía se encontraba cerca del cadáver de dama Dibujo. Lo había comprobado mediante localización por genoma.
>>Yo tampoco lo entendí. De hecho, esperaba que quizás Melodes tuviese alguna respuesta —miró hacia el soñador significativamente—. Xiandra siempre ha actuado por cuenta propia y no se puede decir que a día de hoy fuésemos amigos, pero tampoco existía ningún motivo por el que pudiese guardarnos rencor. O al menos hasta donde llega mi conocimiento. Pero me gustaría pensar que Dibujo no me ocultaba cosas...
—No puedo afirmarlo con seguridad, pero es probable que vuestras suposiciones sean ciertas y no existiese rivalidad entre ambas —Melodes habló al cabo de unos segundos, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Sin duda habréis notado que algo está sucediendo en la ciudad... y que concierne sobre todo al mundo onírico.
Trazo asintió.
—La falta de sueño ha afectado sin duda a mi modo de actuar, y conozco varios rumores acerca de sucesos insólitos, no muy diferentes del que nos atañe... Por eso creía que tú tendrías alguna respuesta.
El soñador le devolvió una mirada exhausta y la desvió hacia Jack a continuación.
—No tengo una respuesta concreta a lo que ambos deseais saber. Pero las... circunstancias, la alteración que está sufriendo el mundo de los sueños en la ciudad pueden hacer posible lo imposible. Es... complicado. Y peligroso, muy peligroso. No deseo involucrar a nadie sin que sea absolutamente necesario, pero creo que os debo al menos una explicación que arroje un poco de luz sobre lo que creo que puede haber ocurrido.
Melodes relató entonces lo que sabía acerca de la presencia insidiosa de Corann, explicó que se había hecho muy poderoso y que se dedicaba a realizar contratos cargados de desesperación y muerte.
—Tal vez alguna de ellas, o ambas, había hecho un pacto con Corann. Me temo que los detalles de lo que ocurrió no puedo saberlos: no ahora, cuando mi poder sobre el mundo onírico está tan mermado. Pero os aconsejo encarecidamente evitar inmiscuiros en todo este asunto dentro de lo posible. Y que durmáis fuera de la ciudad.
Trazo se inclinó hacia delante en la silla. No había dicho una sola palabra durante el relato de Melodes, sumido en sus pensamientos.
—Ella tampoco actuaba como de costumbre. Era normal, me dije, con tanto sueño acumulado. Pero ahora veo que debí haber sido mucho más precavido.
—No os torturéis, Trazo. No podiáis imaginar el mal que acechaba su subconsciente. Este poder... nos supera a todos. Pero los que tenemos alguna oportunidad de hacer algo, lo haremos. Os lo prometo.
—Gracias... Yo... No actué de la forma más adecuada. No me arrepiento: sentiría que dama Dibujo no podría descansar en paz si no acababa con su asesina. Pero ni siquiera hablé con Xiandra de esto —el brujo suspiró y se dejó caer en su asiento—. La vi completamente sedada en aquella clínica y simplemente no pensé. La rabia por lo que sabía que había hecho me cegó. No es propio de mí —negó con la cabeza.
Les refirió brevemente a continuación que sabía que había sido la vampira porque su brazo todavía se encontraba cerca del cadáver de dama Dibujo. Lo había comprobado mediante localización por genoma.
>>Yo tampoco lo entendí. De hecho, esperaba que quizás Melodes tuviese alguna respuesta —miró hacia el soñador significativamente—. Xiandra siempre ha actuado por cuenta propia y no se puede decir que a día de hoy fuésemos amigos, pero tampoco existía ningún motivo por el que pudiese guardarnos rencor. O al menos hasta donde llega mi conocimiento. Pero me gustaría pensar que Dibujo no me ocultaba cosas...
—No puedo afirmarlo con seguridad, pero es probable que vuestras suposiciones sean ciertas y no existiese rivalidad entre ambas —Melodes habló al cabo de unos segundos, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Sin duda habréis notado que algo está sucediendo en la ciudad... y que concierne sobre todo al mundo onírico.
Trazo asintió.
—La falta de sueño ha afectado sin duda a mi modo de actuar, y conozco varios rumores acerca de sucesos insólitos, no muy diferentes del que nos atañe... Por eso creía que tú tendrías alguna respuesta.
El soñador le devolvió una mirada exhausta y la desvió hacia Jack a continuación.
—No tengo una respuesta concreta a lo que ambos deseais saber. Pero las... circunstancias, la alteración que está sufriendo el mundo de los sueños en la ciudad pueden hacer posible lo imposible. Es... complicado. Y peligroso, muy peligroso. No deseo involucrar a nadie sin que sea absolutamente necesario, pero creo que os debo al menos una explicación que arroje un poco de luz sobre lo que creo que puede haber ocurrido.
Melodes relató entonces lo que sabía acerca de la presencia insidiosa de Corann, explicó que se había hecho muy poderoso y que se dedicaba a realizar contratos cargados de desesperación y muerte.
—Tal vez alguna de ellas, o ambas, había hecho un pacto con Corann. Me temo que los detalles de lo que ocurrió no puedo saberlos: no ahora, cuando mi poder sobre el mundo onírico está tan mermado. Pero os aconsejo encarecidamente evitar inmiscuiros en todo este asunto dentro de lo posible. Y que durmáis fuera de la ciudad.
Trazo se inclinó hacia delante en la silla. No había dicho una sola palabra durante el relato de Melodes, sumido en sus pensamientos.
—Ella tampoco actuaba como de costumbre. Era normal, me dije, con tanto sueño acumulado. Pero ahora veo que debí haber sido mucho más precavido.
—No os torturéis, Trazo. No podiáis imaginar el mal que acechaba su subconsciente. Este poder... nos supera a todos. Pero los que tenemos alguna oportunidad de hacer algo, lo haremos. Os lo prometo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Luna Alta
20/06/18, 04:28 pm
Jack
<<¡¡Pero no me des las gracias!!>> Le entendía, obviamente, pero no pudo evitar sentirse peor... No. La cosa empeoró cuando dijo que Dibujo "no podría descansar en paz" <<¿Pero cómo se le ocurre decir eso si es lo que estoy pensan... Vale, cegado... Joder, esto es absurdo>> Volvía a entenderlo. Pero más de lo mismo.
No intervino, solo hizo un gesto con la mano como diciendo "déjalo correr". Prefería centrarse en las motivaciones de ambas. Pero ahí se acababa lo que sabía el brujo. Estaba como él. Así que sumó su mirada hacia Melodes. Y atendió tanto a sus palabras que si no le hubiera mirado más tarde, se habría olvidado de parpadear.
Confirmó lo que, por mucho que pareciera obvio, no había querido pensar, pues le evitaría verse inmiscuido. Es más, pese a que el soñador les estaba pidiendo que no se metieran, arrugó el ceño. Si tan mal estaban las cosas, ¿por qué tenían que quedarse al margen?
—Duermo fuera casi siempre por trabajo. Pero no me gusta esto. O sea, que ese tipejo nos está liquidando poco a poco... y tenemos que quedarnos al margen. ¿No se puede localizar a ese bastardo en este plano, mientras sueña..., o algo? —se pasó las manos por la cara, frustrado, y le pudieron escuchar suspirar antes de seguir—. Confío en ti al igual que mucha gente, pero ¿no podemos ayudaros de alguna forma?
>>O... ¿qué puede suponer que avisemos a nuestros vecinos? Si todos están alerta en la ciudad, si todos sabemos de la existencia de esos contratos... No voy a proponer que todo el mundo evacúe la ciudad para dormir, aunque yo podría alojar a un buen montón de gente en el Macetero y tengo contactos alquimistas. A lo que quiero llegar es que no tenéis por qué hacer todo esto solos.
Si Corann era el verdadero causante de la muerte de Xiandra, Dibujo, y tantos otros ciudadanos, conocidos, vecinos, colegas, socios... De él sí podía vengarse. Y no por venganza sin más. Es que estaba exterminando a media ciudad. Debían acabar con él. Aunque fuera colaborando mínimamente. Y, por supuesto, avisaría a todas sus amistades. Si el soñador estaba tan preocupado... debían saberlo.
<<¡¡Pero no me des las gracias!!>> Le entendía, obviamente, pero no pudo evitar sentirse peor... No. La cosa empeoró cuando dijo que Dibujo "no podría descansar en paz" <<¿Pero cómo se le ocurre decir eso si es lo que estoy pensan... Vale, cegado... Joder, esto es absurdo>> Volvía a entenderlo. Pero más de lo mismo.
No intervino, solo hizo un gesto con la mano como diciendo "déjalo correr". Prefería centrarse en las motivaciones de ambas. Pero ahí se acababa lo que sabía el brujo. Estaba como él. Así que sumó su mirada hacia Melodes. Y atendió tanto a sus palabras que si no le hubiera mirado más tarde, se habría olvidado de parpadear.
Confirmó lo que, por mucho que pareciera obvio, no había querido pensar, pues le evitaría verse inmiscuido. Es más, pese a que el soñador les estaba pidiendo que no se metieran, arrugó el ceño. Si tan mal estaban las cosas, ¿por qué tenían que quedarse al margen?
—Duermo fuera casi siempre por trabajo. Pero no me gusta esto. O sea, que ese tipejo nos está liquidando poco a poco... y tenemos que quedarnos al margen. ¿No se puede localizar a ese bastardo en este plano, mientras sueña..., o algo? —se pasó las manos por la cara, frustrado, y le pudieron escuchar suspirar antes de seguir—. Confío en ti al igual que mucha gente, pero ¿no podemos ayudaros de alguna forma?
>>O... ¿qué puede suponer que avisemos a nuestros vecinos? Si todos están alerta en la ciudad, si todos sabemos de la existencia de esos contratos... No voy a proponer que todo el mundo evacúe la ciudad para dormir, aunque yo podría alojar a un buen montón de gente en el Macetero y tengo contactos alquimistas. A lo que quiero llegar es que no tenéis por qué hacer todo esto solos.
Si Corann era el verdadero causante de la muerte de Xiandra, Dibujo, y tantos otros ciudadanos, conocidos, vecinos, colegas, socios... De él sí podía vengarse. Y no por venganza sin más. Es que estaba exterminando a media ciudad. Debían acabar con él. Aunque fuera colaborando mínimamente. Y, por supuesto, avisaría a todas sus amistades. Si el soñador estaba tan preocupado... debían saberlo.
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Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
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Re: Luna Alta
20/06/18, 04:50 pm
Melodes había suspirado ante las palabras del vampiro. No podía decir que no se esperaba algo así.
—Comprendo como os sentís, Jack. Comprendo la impotencia de conocer al culpable y no poder detenerlo de inmediato. Pero no es un asunto como para precipitarse. Podéis alertar a vuestros conocidos, desde luego, pero debéis entender una cosa: el íncubo maneja un poder que nos supera a la gran mayoría de habitantes de esta ciudad. Como soñdor mi poder en el mundo onírico debería ser absoluto y, en cambio, Corann ha logrado expulsarme de él en varias ocasiones y me he encontrado en peligro dentro del mismo. ¿Entendéis el alcance de todo esto? Si Corann sospecha que demasiada gente está al tanto, sus próximos movimientos podrían ser impredecibles. Podría precipitar cuales quieran que sean sus planes y entonces ni yo ni nadie podríamos detenerle.
Trazo había permanecido en silencio durante todo aquel tiempo, sumido en sus propias cavilaciones, pero interrumpió al soñador antes de que continuase.
—Nos pides que actuemos pero de forma sutil, entonces.
—Sí: es de suma importancia. No es extraño que mucha gente se vaya a dormir fuera teniendo en cuenta las circunstancias, pero si se extienden demasiados rumores acerca de los contratos, por ejemplo, Corann podría verse arrinconado e intentar algo desesperado. ¿Comprendéis?
El brujo asintió y Melodes dirigió su mirada hacia Jack.
—Comprendo como os sentís, Jack. Comprendo la impotencia de conocer al culpable y no poder detenerlo de inmediato. Pero no es un asunto como para precipitarse. Podéis alertar a vuestros conocidos, desde luego, pero debéis entender una cosa: el íncubo maneja un poder que nos supera a la gran mayoría de habitantes de esta ciudad. Como soñdor mi poder en el mundo onírico debería ser absoluto y, en cambio, Corann ha logrado expulsarme de él en varias ocasiones y me he encontrado en peligro dentro del mismo. ¿Entendéis el alcance de todo esto? Si Corann sospecha que demasiada gente está al tanto, sus próximos movimientos podrían ser impredecibles. Podría precipitar cuales quieran que sean sus planes y entonces ni yo ni nadie podríamos detenerle.
Trazo había permanecido en silencio durante todo aquel tiempo, sumido en sus propias cavilaciones, pero interrumpió al soñador antes de que continuase.
—Nos pides que actuemos pero de forma sutil, entonces.
—Sí: es de suma importancia. No es extraño que mucha gente se vaya a dormir fuera teniendo en cuenta las circunstancias, pero si se extienden demasiados rumores acerca de los contratos, por ejemplo, Corann podría verse arrinconado e intentar algo desesperado. ¿Comprendéis?
El brujo asintió y Melodes dirigió su mirada hacia Jack.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
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Re: Luna Alta
20/06/18, 05:17 pm
Se había precipitado al juzgar aquello, entonces. Justificable, pero erróneo. Al menos se había precipitado allí dentro, entre muros, sin consecuencias. Asintió varias veces, lentamente, mientras ambos hablaban, cavilando y reconociendo mentalmente que lo entendía y que podría haber provocado algo peor. Lo peor es que lo entendía. No se esperaba que estuviera todo tan, pero tan realmente mal. Ni de lejos.
—Olvidad lo que dije antes. No había considerado el alcance de esto... Disculpa, juzgué mal tu preocupación —miraba al soñador al decir esto. Luego resopló y les miró a ambos—. Uno suele pensar que esta ciudad es invencible, ¿sabéis? Pero... Vale, sutileza. Tendré cuidado. Mi gente lo entenderá.
Por dentro estaba hecho un desastre. Había estado a un paso de fastidiar los planes que tuvieran Melodes y compañía, y había infravalorado la situación, subestimado al tal Corann... <<¿Es que acaso eres idiota?>> Y, para colmo, había estado tentado de bromear con todo aquello. Algo en la línea de "qué pena que no seais humanos, pero esto da para una película de mafiosos". <<Solo espero que no acabe igual>> Pero no tenía ni pizca de gracia ni era el mejor momento para bromitas. Pero no solo eso, sino que, además, le costó, le costaba y le costaría reconocer y asimilar que no podía hacer mucho contra el íncubo. ¿De veras no podía hacer nada más que protegerse entre ellos? No era poco, no, pero cortarle las alas al bicho no remediaba el problema.
—De acuerdo, comprendido. Pero si lo necesitas, mi gente y yo ayudaremos, con lo que sea —le aseguró.
—Olvidad lo que dije antes. No había considerado el alcance de esto... Disculpa, juzgué mal tu preocupación —miraba al soñador al decir esto. Luego resopló y les miró a ambos—. Uno suele pensar que esta ciudad es invencible, ¿sabéis? Pero... Vale, sutileza. Tendré cuidado. Mi gente lo entenderá.
Por dentro estaba hecho un desastre. Había estado a un paso de fastidiar los planes que tuvieran Melodes y compañía, y había infravalorado la situación, subestimado al tal Corann... <<¿Es que acaso eres idiota?>> Y, para colmo, había estado tentado de bromear con todo aquello. Algo en la línea de "qué pena que no seais humanos, pero esto da para una película de mafiosos". <<Solo espero que no acabe igual>> Pero no tenía ni pizca de gracia ni era el mejor momento para bromitas. Pero no solo eso, sino que, además, le costó, le costaba y le costaría reconocer y asimilar que no podía hacer mucho contra el íncubo. ¿De veras no podía hacer nada más que protegerse entre ellos? No era poco, no, pero cortarle las alas al bicho no remediaba el problema.
—De acuerdo, comprendido. Pero si lo necesitas, mi gente y yo ayudaremos, con lo que sea —le aseguró.
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● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
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● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
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● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Luna Alta
20/06/18, 05:29 pm
Melodes sonrió levemente y asintió, aliviado de saber que ambos habían comprendido su explicación.
—Lo comprendo perfectamente, os lo aseguro —respondió a Jack ante sus disculpas—. Y os agradezco vuestro apoyo. Os prometo también que si encontrase alguna forma de que pudieseis ayudarme os lo haría saber enseguida. No pretendo de ninguna manera hacerme el héroe: tan solo actúo de la única forma posible.
Y el soñador tenía claro que no era ningún héroe. No estaba dispuesto a morir sin más.
El encuentro concluyó y salieron de la casa de Trazo. El soñador se despidió de Jack a medio camino en dirección hacia su propia casa. Pronto tendría que reunirse con Nihil de nuevo y, posiblemente, con el Consejo.
—Lo comprendo perfectamente, os lo aseguro —respondió a Jack ante sus disculpas—. Y os agradezco vuestro apoyo. Os prometo también que si encontrase alguna forma de que pudieseis ayudarme os lo haría saber enseguida. No pretendo de ninguna manera hacerme el héroe: tan solo actúo de la única forma posible.
Y el soñador tenía claro que no era ningún héroe. No estaba dispuesto a morir sin más.
El encuentro concluyó y salieron de la casa de Trazo. El soñador se despidió de Jack a medio camino en dirección hacia su propia casa. Pronto tendría que reunirse con Nihil de nuevo y, posiblemente, con el Consejo.
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Luna Alta
07/08/18, 04:46 pm
El último caldero de dama Liviana fueron diez anillos concéntricos de brisas imbuidas.
Un montón de espigas verdosas ardía en su centro, en el centro de la azotea. La bruja contempló la Luna en su cénit y retuvo el recuerdo como primer ingrediente.
Licor de las tres. Ingrediente versátil, todo lo reflejado en sus charcos es más real que lo reflejado en un charco normal. Dama Liviana interpuso el frasco entre su mirada y la Luna. La imagen atravesó el líquido, transformándolo.
Ebullidor infragalvánico. Mezclar con cualquier sustancia para conseguir una vaporización rápida. No suele dejar trazas de contaminante. Con esto, el círculo externo quedaba completo.
El siguiente sería de elixir superlativo. Propiedades adecuadas, rareza arrebatadora. Tan sólo agitar y se expandiría sin necesitar encontrarse en estado gaseoso. Segundo círculo completo.
Vapores de mercurio. Cantidades ingentes. Claridad, visión. El grito de la palabra “¡espadas!”. Tercer círculo completo.
Pétalos de rosa. Nada más. La brisa los mantendría a flote. Cuarto círculo completo.
Una esfera de diez gramos de oro. Para suspenderla, lixiviador de cristal seco VI. Los polvos mágicos trituraron el metal en una espesa nube dorada, completando así el quinto círculo.
De alguna forma, un coral perfectamente vivo y a la vez perfectamente licuado contenido en una copa de Plutonia. Bastó con romperla contra el suelo (una sonrisa de satisfacción iluminó la boca de la bruja) para completar el sexto círculo.
Orgánico de luz XVII con orgánico de clamor II con tres gotas de orgánico de exaltación de Clémora II. Serrín y flemas de nautilo. Sofisticado, tremendo. Una impresión aguda completó el séptimo círculo.
Una batería de mil brisas, todas suaves, superpuestas, abrumadoramente ligeras. Sinceras, de una sinceridad muy difícil y muy espontánea. Posiblemente el ingrediente más costoso de no ser por el exorbitado precio del elixir superlativo. Transparente y comprometido. Octavo círculo completo.
Sangre de dama Liviana, evaporada sobre una última brisa. El hogar orgulloso de la divina esencia. Noveno cículo completo.
Finalmente, polvo de Luna Roja para el círculo central. La luz absoluta de magia pura, la corona cósmica. Caldero completo.
Las espigas terminaron de arder y la bruja se colocó sobre sus restos. Alzó la mirada al astro una vez más y tomó aire. Los círculos se movían al ritmo de su respiración, el viento arrastraba las cenizas y, como a virutas de hierro un campo magnético, las distribuía en forma de decaestrella.
Una botella minúscula reposaba en sus manos extendidas hacia el cielo. Las brisas concéntricas se contraían sobre su cuello. Liviana cerró los ojos.
Cuando los abrió, un instante después, todo se había difuminado en el aire.
Pero ahí estaba el destilado definitivo. Apenas una gota, una gotita transparente. Cualquiera que no estuviera versado en alquimia la tomaría por agua o alcohol, pero su resonancia mística era como cien orquestas sinfónicas en clímax. Un enorme mantófago que sobrevolaba un edificio cercano reventó en hebras de néctar fantasmal al mirar el frasco.
Dama Liviana rió y dejó caer la gota sobre su lengua.
Sabía a-
(…)
Incluso sus ropajes de seda fueron transmutados. Oro macizo de pureza absoluta. Mucho más valiosa era la expresión inmortalizada en el rostro de la bruja. Era la sonrisa de la apoteosis, la mirada penetrante de una verdadera diosa.
Un montón de espigas verdosas ardía en su centro, en el centro de la azotea. La bruja contempló la Luna en su cénit y retuvo el recuerdo como primer ingrediente.
Licor de las tres. Ingrediente versátil, todo lo reflejado en sus charcos es más real que lo reflejado en un charco normal. Dama Liviana interpuso el frasco entre su mirada y la Luna. La imagen atravesó el líquido, transformándolo.
Ebullidor infragalvánico. Mezclar con cualquier sustancia para conseguir una vaporización rápida. No suele dejar trazas de contaminante. Con esto, el círculo externo quedaba completo.
El siguiente sería de elixir superlativo. Propiedades adecuadas, rareza arrebatadora. Tan sólo agitar y se expandiría sin necesitar encontrarse en estado gaseoso. Segundo círculo completo.
Vapores de mercurio. Cantidades ingentes. Claridad, visión. El grito de la palabra “¡espadas!”. Tercer círculo completo.
Pétalos de rosa. Nada más. La brisa los mantendría a flote. Cuarto círculo completo.
Una esfera de diez gramos de oro. Para suspenderla, lixiviador de cristal seco VI. Los polvos mágicos trituraron el metal en una espesa nube dorada, completando así el quinto círculo.
De alguna forma, un coral perfectamente vivo y a la vez perfectamente licuado contenido en una copa de Plutonia. Bastó con romperla contra el suelo (una sonrisa de satisfacción iluminó la boca de la bruja) para completar el sexto círculo.
Orgánico de luz XVII con orgánico de clamor II con tres gotas de orgánico de exaltación de Clémora II. Serrín y flemas de nautilo. Sofisticado, tremendo. Una impresión aguda completó el séptimo círculo.
Una batería de mil brisas, todas suaves, superpuestas, abrumadoramente ligeras. Sinceras, de una sinceridad muy difícil y muy espontánea. Posiblemente el ingrediente más costoso de no ser por el exorbitado precio del elixir superlativo. Transparente y comprometido. Octavo círculo completo.
Sangre de dama Liviana, evaporada sobre una última brisa. El hogar orgulloso de la divina esencia. Noveno cículo completo.
Finalmente, polvo de Luna Roja para el círculo central. La luz absoluta de magia pura, la corona cósmica. Caldero completo.
Las espigas terminaron de arder y la bruja se colocó sobre sus restos. Alzó la mirada al astro una vez más y tomó aire. Los círculos se movían al ritmo de su respiración, el viento arrastraba las cenizas y, como a virutas de hierro un campo magnético, las distribuía en forma de decaestrella.
Una botella minúscula reposaba en sus manos extendidas hacia el cielo. Las brisas concéntricas se contraían sobre su cuello. Liviana cerró los ojos.
Cuando los abrió, un instante después, todo se había difuminado en el aire.
Pero ahí estaba el destilado definitivo. Apenas una gota, una gotita transparente. Cualquiera que no estuviera versado en alquimia la tomaría por agua o alcohol, pero su resonancia mística era como cien orquestas sinfónicas en clímax. Un enorme mantófago que sobrevolaba un edificio cercano reventó en hebras de néctar fantasmal al mirar el frasco.
Dama Liviana rió y dejó caer la gota sobre su lengua.
Sabía a-
(…)
Incluso sus ropajes de seda fueron transmutados. Oro macizo de pureza absoluta. Mucho más valiosa era la expresión inmortalizada en el rostro de la bruja. Era la sonrisa de la apoteosis, la mirada penetrante de una verdadera diosa.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Luna Alta
23/10/18, 06:01 pm
Silente era atacado por las cosas que había visto, por la locura que había sentido, por los delirios que le habían sometido. La complicada trayectoria al interior de la Torre de los Soñadores había resultado infernal, pero mucho peor había sido la aventura para salir. Su mente había sido atacada por la amalgama de ilusiones oníricas que existían allí dentro, y apenas había soportado aquel envite.
Su cuerpo apenas contenía las brutales heridas que aquellas cosas habían perpetrado a su subsconciente. Solo el ansia de buscar, de encontrar, de advertir lo mantenía vivo. Solo el deseo de salvar a Rocavarancolia postergaba su muerte.
Y solo dos personas en todos los mundos que conocía podían, quizás, socorrer a la ciudad de los milagros y los espantos en su hora de mayor necesidad. Porque, después de lo que había visto, Silente tenía algo claro: los seres de la vigilia nada podían hacer contra los entes de lo onírico.
La suerte quiso que se los encontrara cuando la bruta determinación que lo mantenía vivo comenzaba a agotarse.
Melodes y Nihil verían un estado deplorable en Silente. Sudoroso, con la cara desencaja y la respiración irregular. El horror y la desesperación tiznaban su expresión, como si hubiera visto la fuente de la locura, como si hubiera contemplado lo que se escondía en el fondo del Abismo.
—¡Cabalgad delirios! ¡Cumplid con vuestra obligación! —sus graznidos surgían de un profundo pozo de angustia. El jefe de los espías cayó de rodillas, alzando una mano hacia el dúo, aunque no era a soñador y súcubo de las pesadillas a quienes veía—. ¡El caos llega, y si no se le detiene nada escapará de él! ¿Acaso no lo veis? ¡Nada importa, sino la infección de nuestra alma!
Su mente se hallaba ante el dragón muerto, ante la Torre que abarcaba toda la infinitud del tiempo y el espacio, ante ciudades de belleza incomparable que convivían con fuentes de sangre, ante catedrales en nubes presididas por altares de sacrificios humanos. Ante mil Lunas Rojas, ante mil Rocavaragálagos. Ante un demonio que se negaba a aceptar la verdad.
—Hay que detenerle —su voz se había quebrado, las lágrimas acudieron a sus ojos, y tras ellas llegaba la oscuridad. Y, aun así, todavía encontró fuerzas para decir una cosa más—, porque si gana, ninguna diferencia habrá entre vivos y muertos.
Su cuerpo apenas contenía las brutales heridas que aquellas cosas habían perpetrado a su subsconciente. Solo el ansia de buscar, de encontrar, de advertir lo mantenía vivo. Solo el deseo de salvar a Rocavarancolia postergaba su muerte.
Y solo dos personas en todos los mundos que conocía podían, quizás, socorrer a la ciudad de los milagros y los espantos en su hora de mayor necesidad. Porque, después de lo que había visto, Silente tenía algo claro: los seres de la vigilia nada podían hacer contra los entes de lo onírico.
La suerte quiso que se los encontrara cuando la bruta determinación que lo mantenía vivo comenzaba a agotarse.
Melodes y Nihil verían un estado deplorable en Silente. Sudoroso, con la cara desencaja y la respiración irregular. El horror y la desesperación tiznaban su expresión, como si hubiera visto la fuente de la locura, como si hubiera contemplado lo que se escondía en el fondo del Abismo.
—¡Cabalgad delirios! ¡Cumplid con vuestra obligación! —sus graznidos surgían de un profundo pozo de angustia. El jefe de los espías cayó de rodillas, alzando una mano hacia el dúo, aunque no era a soñador y súcubo de las pesadillas a quienes veía—. ¡El caos llega, y si no se le detiene nada escapará de él! ¿Acaso no lo veis? ¡Nada importa, sino la infección de nuestra alma!
Su mente se hallaba ante el dragón muerto, ante la Torre que abarcaba toda la infinitud del tiempo y el espacio, ante ciudades de belleza incomparable que convivían con fuentes de sangre, ante catedrales en nubes presididas por altares de sacrificios humanos. Ante mil Lunas Rojas, ante mil Rocavaragálagos. Ante un demonio que se negaba a aceptar la verdad.
—Hay que detenerle —su voz se había quebrado, las lágrimas acudieron a sus ojos, y tras ellas llegaba la oscuridad. Y, aun así, todavía encontró fuerzas para decir una cosa más—, porque si gana, ninguna diferencia habrá entre vivos y muertos.
- InvitadoInvitado
Re: Luna Alta
24/10/18, 05:21 pm
Nihil había trabajado junto a Siloco y en poco tiempo habían llegado a una conclusión. A la súcubo no le hacía gracia pues la dejaría expuesta, pero no podía volver a permitir que su orgullo acabase perjudicando a la ciudad. Debía hacerse.
El soñador la citó en su propia casa. A Nihil le hizo tanta gracia que confiase en dejarla entrar a ella en domicilio como el que no se fiase de verse en el de la súcubo. Llegó puntual, con una carpeta bien sellada bajo el brazo y la cola moviéndose de forma nerviosa tras de sí. Melodes salió a recibirla a la puerta, como buen caballero que era, sin embargo no tuvieron tiempo ni para intercambiar saludos de cortesía; una figura se acercaba renqueante por la avenida, gritando incoherencias. Lo reconocieron al instante: un miembro del consejo, el mismísimo Silente, expuesto a los ojos de todos como no lo había estado en décadas, demacrado y loco. Nihil temió lo peor, y en cuanto el jefe de espías cayó a sus pies todos sus temores se confirmaron. Se arrodilló y se inclinó sobre él para oir sus últimas palabras. El corazón se le encogió en el pecho de forma tan dolorosa que podría pensar que acababan de apuñalarla.
-Vamos dentro -apremió.
Hizo levitar el cadáver y lo cubrió con un hechizo de preservación para ocultar su muerte a la ciudad y otro para retener los últimos retazos de la mente del paladín. Habían tenido suerte de presenciar su muerte.
En cuanto estuvieron bajo techo, dejó el cuerpo donde le indicase Melodes para poder examinarlo. Lo primero que buscó fue, evidentemente, trazas de su propio hechizo parásito. Era muy improbable, no se podía engañar así a un miembro del Consejo, pero no sabía cuánto tiempo llevaba el pobre Silente fuera de sus cabales.
El soñador la citó en su propia casa. A Nihil le hizo tanta gracia que confiase en dejarla entrar a ella en domicilio como el que no se fiase de verse en el de la súcubo. Llegó puntual, con una carpeta bien sellada bajo el brazo y la cola moviéndose de forma nerviosa tras de sí. Melodes salió a recibirla a la puerta, como buen caballero que era, sin embargo no tuvieron tiempo ni para intercambiar saludos de cortesía; una figura se acercaba renqueante por la avenida, gritando incoherencias. Lo reconocieron al instante: un miembro del consejo, el mismísimo Silente, expuesto a los ojos de todos como no lo había estado en décadas, demacrado y loco. Nihil temió lo peor, y en cuanto el jefe de espías cayó a sus pies todos sus temores se confirmaron. Se arrodilló y se inclinó sobre él para oir sus últimas palabras. El corazón se le encogió en el pecho de forma tan dolorosa que podría pensar que acababan de apuñalarla.
-Vamos dentro -apremió.
Hizo levitar el cadáver y lo cubrió con un hechizo de preservación para ocultar su muerte a la ciudad y otro para retener los últimos retazos de la mente del paladín. Habían tenido suerte de presenciar su muerte.
En cuanto estuvieron bajo techo, dejó el cuerpo donde le indicase Melodes para poder examinarlo. Lo primero que buscó fue, evidentemente, trazas de su propio hechizo parásito. Era muy improbable, no se podía engañar así a un miembro del Consejo, pero no sabía cuánto tiempo llevaba el pobre Silente fuera de sus cabales.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Luna Alta
24/10/18, 08:05 pm
El soñador se encontraba visiblemente agotado. Melodes había tenido que lidiar con ya varios intentos de asesinato hacia su persona en poco tiempo y se había visto obligado a reforzar considerablemente las defensas de su casa en varias ocasiones. El libense no pensaba ponérselo fácil al íncubo de las pesadillas, pero sentía que el tiempo se agotaba y que debían actuar cuanto antes, por eso había quedado con Nihil aquel día.
A pesar de todo, se esforzó por tratar de esbozar una sonrisa para recibir a la súcubo de las pesadillas, pero apenas compuso una mueca impropia de él cuando su vano intento fue interrumpido por la voz de alguien conocido. Siguió a Nihil en dirección al jefe de espías, justo para escuchar aquellas ominosas palabras que durante un instante lo dejaron paralizado. El mundo a su alrededor parecía haberse difuminado de pronto. La voz de la súcubo le hizo salir de su breve episodio de despersonalización y asintió, apresurándose a volver al interior de su casa y sacar una sábana que extendió en el suelo para que pudiera colocar el cadáver sobre ella.
—Creo que ha entrado en la torre —dijo tras un largo silencio mientras Nihil examinaba el cadáver—. ¿Halláis alguna pista en su cadáver?
A pesar de todo, se esforzó por tratar de esbozar una sonrisa para recibir a la súcubo de las pesadillas, pero apenas compuso una mueca impropia de él cuando su vano intento fue interrumpido por la voz de alguien conocido. Siguió a Nihil en dirección al jefe de espías, justo para escuchar aquellas ominosas palabras que durante un instante lo dejaron paralizado. El mundo a su alrededor parecía haberse difuminado de pronto. La voz de la súcubo le hizo salir de su breve episodio de despersonalización y asintió, apresurándose a volver al interior de su casa y sacar una sábana que extendió en el suelo para que pudiera colocar el cadáver sobre ella.
—Creo que ha entrado en la torre —dijo tras un largo silencio mientras Nihil examinaba el cadáver—. ¿Halláis alguna pista en su cadáver?
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