Barrio de los Mil Dioses
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Barrio de los Mil Dioses
02/08/11, 06:28 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Zona cercana al anfiteatro donde una buena parte de los escombros y edificios a medio derruir corresponden a viejos templos, tipo de edificación prolífica en aquel barrio a la que debe su nombre. Varios edificios mantienen milagrosamente medio en pie algunas habitaciones donde hay pertenencias de antiguos rocavarancoleses, de todo tipo. Las hienas han hecho de este lugar su territorio.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Barrio de los Mil Dioses
08/11/23, 02:00 pm
Por suerte la roquense sí podía ver a este nuevo atacante, y el hechizo de niebla delatora de Kimbra también parecía estar funcionando... La niebla que no funcionaba era la suya. La idrina se vio terriblemente frustrada no porque su treta fallase, que ya contaba con que era lo más probable, si no por verse completamente despojada de su mejor baza. Había algo extraño en aquel hecho, además… ¿Por qué Yukael y el tal Rodolfo parecían haberse preparado para evitar un fenómeno poco frecuente en la ciudad como lo era la niebla y en cambio la mayoría de hechizos y otras habilidades de detección sí estaban funcionando? ¿Es que acaso…?
Se lo preguntaría después, porque el tiempo apremiaba en ese instante. Estuvo a punto de responder a la pregunta de Tayron con un “no, tenemos que interrogarlo”, pero en realidad… el dullahan tenía razón. El interrogatorio se había terminado.
—Sacaremos las respuestas de su cadáver si es necesario —optó por decir mientras se lanzaba hacia él estoque por delante, dispuesta a cortarle cualquier posibilidad de huida acorralándole junto a sus amigos.
El extravagante cómplice invisible era sin duda una mayor amenaza, aunque Tayron parecía estar ocupándose bastante bien de él. No obstante, seguía dándoles problemas, y no solo eliminó la invisibilidad que cubría al lémur y la argos, si no que lanzó un potente hechizo peligrosamente cerca y rápido al dullahan.
—¡Jace!
La nebulomante se apresuró a actuar rápidamente: primero trazó alrededor de donde se encontraban Kimbra, Jace y ella rodeando al Krampus un hechizo de contención inversa con un refuerzo considerable, para evitar al menos algunos de los siguientes conjuros del otro atacante mientras se ocupaban de Yukael.
<<¡Cuando alce el estoque sobre mi cabeza cerrad todos los ojos un instante: voy a intentar cegarlos!>>
Confiaba que la contención la diese el tiempo que necesitaba para conjurar mentalmente un sortilegio de luz ochroria: incluso si el cómplice era capaz de soportarlo de algún modo, estaba bastante segura de que Yukael no estaba preparado para algo así. Alzó su arma en el momento que estaba a punto de finalizar la conjuración y aprovechó el propio impulso para dirigir una estocada hacia el krampus sin perder más tiempo, confiando en que se encontrase deslumbrado y confuso en ese momento.
Se lo preguntaría después, porque el tiempo apremiaba en ese instante. Estuvo a punto de responder a la pregunta de Tayron con un “no, tenemos que interrogarlo”, pero en realidad… el dullahan tenía razón. El interrogatorio se había terminado.
—Sacaremos las respuestas de su cadáver si es necesario —optó por decir mientras se lanzaba hacia él estoque por delante, dispuesta a cortarle cualquier posibilidad de huida acorralándole junto a sus amigos.
El extravagante cómplice invisible era sin duda una mayor amenaza, aunque Tayron parecía estar ocupándose bastante bien de él. No obstante, seguía dándoles problemas, y no solo eliminó la invisibilidad que cubría al lémur y la argos, si no que lanzó un potente hechizo peligrosamente cerca y rápido al dullahan.
—¡Jace!
La nebulomante se apresuró a actuar rápidamente: primero trazó alrededor de donde se encontraban Kimbra, Jace y ella rodeando al Krampus un hechizo de contención inversa con un refuerzo considerable, para evitar al menos algunos de los siguientes conjuros del otro atacante mientras se ocupaban de Yukael.
<<¡Cuando alce el estoque sobre mi cabeza cerrad todos los ojos un instante: voy a intentar cegarlos!>>
Confiaba que la contención la diese el tiempo que necesitaba para conjurar mentalmente un sortilegio de luz ochroria: incluso si el cómplice era capaz de soportarlo de algún modo, estaba bastante segura de que Yukael no estaba preparado para algo así. Alzó su arma en el momento que estaba a punto de finalizar la conjuración y aprovechó el propio impulso para dirigir una estocada hacia el krampus sin perder más tiempo, confiando en que se encontrase deslumbrado y confuso en ese momento.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Barrio de los Mil Dioses
11/11/23, 07:40 pm
"Pues no se hable más. Al turrón" respondió mentalmente a las palabras que le habían dedicado sus compañeros de armas. Lo cierto es que el ir todos a una solo hacía que el lémur se envalentonara más y que su cuerpo se encontrara inmerso en una adrenalina que de encontrarse en un concierto de rock, provocaría que estrellara su guitarra contra el suelo en un espectáculo bochornoso de cuerdas y astillas.
Sus dos lanzazos mágicos dieron en el blanco, formando un chisporroteo al golpear en un objetivo invisible y no perderse contra las paredes del fondo. La práctica de haber estado entrenando contra muñecos de paja o quizá el azar, quisieron que su relámpago negro y plata alcanzara también a su enemigo.
"WOOOOOOO. ¿HABÉIS VISTO ESO? MENUDO COMBO" se proyectaría en la mente de todos antes de que tuviera que frenar su propio frenesí al percatarse de que el hechicero no se había quedado atrás. Ahora Sinceridad y él eran perfectamente visibles. Además el descabezado parecía estar en problemas.
La boca de Tayron se torció a un lado, pero fueron sus puños apretados los que delataban la rabia que estaba sintiendo. Una vez bajado el telón necesitaba que cayeran todas las máscaras.
—Me toca —anunció hablando por primera vez y sin querer perder tiempo en comprobar que el dullahan se encontraba en buen estado. Sus dedos negros se movieron con rapidez, dirigiendo un hechizo de dispersión en dirección a donde la roquense dictaba en un intento de acabar con su invisibilidad. Era mucho más práctico para que atinaran todos, y estaba harto del anonimato.
Los demás parecían estar encargándose de Yukael mediante hachazos y conjuros de contención inversa, así que su objetivo seguiría siendo tocarle los huevos al segundo desgraciado que había aparecido en escena. Antes de observar si su primer sortilegio había tenido efecto o no se dispuso a maniobrar con un hechizo de impacto. El aire se enrareció los segundos en los que tardó en insuflar toda la fuerza de demolición de la que fue capaz, luego extendió las manos emitiendo un quejido por la pérdida de reservas repentina y el esfuerzo propio.
Solía darle igual porque de base tenía más gasolina que la mayoría de la gente. Pero no podía ir en segunda marcha, cuanto antes acabara el combate mejor. Y si terminaba estampándolo contra algún muro se daría con un canto en los dientes.
La respiración de Tay se entrecortó en un instante, pendiente de cerrar los ojos cuando Dama Enigma alzara su estoque.
Sus dos lanzazos mágicos dieron en el blanco, formando un chisporroteo al golpear en un objetivo invisible y no perderse contra las paredes del fondo. La práctica de haber estado entrenando contra muñecos de paja o quizá el azar, quisieron que su relámpago negro y plata alcanzara también a su enemigo.
"WOOOOOOO. ¿HABÉIS VISTO ESO? MENUDO COMBO" se proyectaría en la mente de todos antes de que tuviera que frenar su propio frenesí al percatarse de que el hechicero no se había quedado atrás. Ahora Sinceridad y él eran perfectamente visibles. Además el descabezado parecía estar en problemas.
La boca de Tayron se torció a un lado, pero fueron sus puños apretados los que delataban la rabia que estaba sintiendo. Una vez bajado el telón necesitaba que cayeran todas las máscaras.
—Me toca —anunció hablando por primera vez y sin querer perder tiempo en comprobar que el dullahan se encontraba en buen estado. Sus dedos negros se movieron con rapidez, dirigiendo un hechizo de dispersión en dirección a donde la roquense dictaba en un intento de acabar con su invisibilidad. Era mucho más práctico para que atinaran todos, y estaba harto del anonimato.
Los demás parecían estar encargándose de Yukael mediante hachazos y conjuros de contención inversa, así que su objetivo seguiría siendo tocarle los huevos al segundo desgraciado que había aparecido en escena. Antes de observar si su primer sortilegio había tenido efecto o no se dispuso a maniobrar con un hechizo de impacto. El aire se enrareció los segundos en los que tardó en insuflar toda la fuerza de demolición de la que fue capaz, luego extendió las manos emitiendo un quejido por la pérdida de reservas repentina y el esfuerzo propio.
Solía darle igual porque de base tenía más gasolina que la mayoría de la gente. Pero no podía ir en segunda marcha, cuanto antes acabara el combate mejor. Y si terminaba estampándolo contra algún muro se daría con un canto en los dientes.
La respiración de Tay se entrecortó en un instante, pendiente de cerrar los ojos cuando Dama Enigma alzara su estoque.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Barrio de los Mil Dioses
16/11/23, 08:30 pm
El krampus no dudó en defenderse de su ataque, así como el de Jace, pero el que dirigió hacia el otro contrincante al menos pareció dar en el blanco y bajar sus defensas. Kimbra se sintió bastante satisfecha con esto y, viendo que los ataques mágicos se estaban dirigiendo principalmente al tal Rodolfo, decidió centrarse principalmente en los físicos dirigidos a Yukael junto con Jace.
Si bien las frases que decían sus contrincantes parecían arbitrarias y carentes de lógica, la demonio decidió archivarlas mentalmente por si más adelante podían sacar algún tipo de utilidad a los aparentes delirios. Como qué era exactamente Ewa y qué tenía que ver con el agua y las manzanas.
Visionando perfectamente el enfoque tanto del krampus como del dullahan, la krabelinense coordinó sus ataques con los del humano en un intento de que todo lo que Yukael pudiera hacer sería enfocado en la defensa y que les resultara más fácil hacerle bajar la guardia para poder llegar a cortarle como ambos querían.
Por suerte, la petición de Irianna no perturbaba del todo sus planes, pues aunque para registrar dónde estaba el enfoque de su enemigo necesitaba la vista, su olfato fino y su oído le permitían determinar hacia dónde se movía con suficiente exactitud. Además, si estaba entendiendo bien las intenciones de la nebulomante, su hechizo sería de gran ayuda a continuación.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Barrio de los Mil Dioses
17/11/23, 03:57 pm
El satisfactorio sonido de acero contra acero (¿o acero contra humo?) le habría arrebatado una sonrisa de tener cómo. Deslizó el hacha contra el sable del krampus, arrastrando el filo hacia arriba brevemente antes de que el otro lo apartase en postura de defensa, complacido por un poco de guerra.
Ahora, un poco. Que le prendieran fuego no molaba tanto. El aliado invisible tocapelotas de Yogael le disparó y quebró sus defensas, pero peor aún, le tuvo apagando pequeñas llamas restantes de su chaqueta a manotazos.
"¡SERÁS HIJO DE Pu-" y un montón de ruido blanco, rápido, punzante y molesto en el que se entreveían maldiciones apiladas como en una sopa de letras.
"¡OYE mamahuevo, quiero verte la cara!"
Y como un niño que no valora que tras un hostión su madre le haya puesto una tirita y limpiado el polvo de su ropa -en este caso Irianna reconstruyendo sus defensas- volvió corriendo en dirección al peligro, dispuesto a meterse otra yoya. Fue espectador de los rayos que lanzó el mono verde y como atinaron, pues chocaron contra un muro invisible a metros de la pared más cercana. El dullahan compartió la victoria como suya.
"¡REVIÉNTALO!" le animó. "¡Sé donde estás cabrón!" giró el hacha en su dirección, a ciegas, pues en verdad no tenía ni puta idea de donde estaba, solo una aproximación. "¡QUE ALGUIEN ME DIGA DONDE COÑO ESTÁ!" confesó después en privado a sus aliados. Visto que el punk emo furry de los 2000s volvía a ser visible -algo que ni siquiera había procesado- se centró en pedírselo a él. "¿¡No puedes hacer eso con él, tío!?"
La petición de Irianna le llegó vaga, y quiso quejarse de su ausencia de ojos para cerrar cuando el blanco llenó la sala. Apagar un humo que te permite ver a 360 grados no es lo mismo que cerrar las cortinitas de piel y músculo que son los párpados, así que el americano se comió unos microsegundos de migraña.
La sopa de letras de maldiciones se volvió aún más confusa.
"Eso ha sido racista que flipas con quienes no tenemos ojos, japuta", pensó "entredientes".
Ahora, un poco. Que le prendieran fuego no molaba tanto. El aliado invisible tocapelotas de Yogael le disparó y quebró sus defensas, pero peor aún, le tuvo apagando pequeñas llamas restantes de su chaqueta a manotazos.
"¡SERÁS HIJO DE Pu-" y un montón de ruido blanco, rápido, punzante y molesto en el que se entreveían maldiciones apiladas como en una sopa de letras.
"¡OYE mamahuevo, quiero verte la cara!"
Y como un niño que no valora que tras un hostión su madre le haya puesto una tirita y limpiado el polvo de su ropa -en este caso Irianna reconstruyendo sus defensas- volvió corriendo en dirección al peligro, dispuesto a meterse otra yoya. Fue espectador de los rayos que lanzó el mono verde y como atinaron, pues chocaron contra un muro invisible a metros de la pared más cercana. El dullahan compartió la victoria como suya.
"¡REVIÉNTALO!" le animó. "¡Sé donde estás cabrón!" giró el hacha en su dirección, a ciegas, pues en verdad no tenía ni puta idea de donde estaba, solo una aproximación. "¡QUE ALGUIEN ME DIGA DONDE COÑO ESTÁ!" confesó después en privado a sus aliados. Visto que el punk emo furry de los 2000s volvía a ser visible -algo que ni siquiera había procesado- se centró en pedírselo a él. "¿¡No puedes hacer eso con él, tío!?"
La petición de Irianna le llegó vaga, y quiso quejarse de su ausencia de ojos para cerrar cuando el blanco llenó la sala. Apagar un humo que te permite ver a 360 grados no es lo mismo que cerrar las cortinitas de piel y músculo que son los párpados, así que el americano se comió unos microsegundos de migraña.
La sopa de letras de maldiciones se volvió aún más confusa.
"Eso ha sido racista que flipas con quienes no tenemos ojos, japuta", pensó "entredientes".
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Barrio de los Mil Dioses
23/11/23, 01:40 am
Yukael había logrado alejarse un poco hacia un flanco, pero tampoco se sentía seguro si el liche no estaba cerca de él. El viejo tarado ya se había deshecho de la niebla, y aunque estaba recibiendo más de un golpe, no le preocupó particularmente su salud. «Por Ewa, si ya está muerto, no puede morirse más» pensó. Por supuesto, para el krampus eran más importantes sus huesos hidratados.
Por otro lado, Yukael no tenía tiempo de preocuparse por la integridad de huesos ajenos. Entre la hija de lunas y el dullahan no le daban tregua. Podía esquivar o desviar ataques con su sable, que siempre recibía del otro lado. Por suerte sus cuernos contenían toda una red de hechizos grabada en diminutas runas, un truco que había aprendido que salvaba vidas con el tiempo, y que con un simple toque le permitió renovar sus defensas en pleno combate. Después buscó otro punto más cerca de la base de su cuerno completo, liberando con el contacto una maldición abrasiva que avanzó como una onda expansiva hacia sus atacantes.
Lo que no contaba el krampus era que, a la vez que él recurría a aquel truco, una luz cegadora lo dejó indefenso. Sus ojos sintieron dolor y su cerebro se paralizó por la sobrecarga repentina, pero lo peor fue la confusión. Comprendió enseguida qué habían usado contra él, y no se permitió perder el tiempo deseando que alguno de sus enemigos también hubiese picado, porque era improbable. No podía verlos mientras se recuperaban sus globos oculares, así que no importaba ni si eran visibles o no. Lo mejor que podía hacer era esconderse detrás de sus renovadas defensas y esperar que no cayesen rápido. Con suerte el liche se acordaría de él... ¿verdad? No podía ni pensar en ello con claridad.
Por otro lado, Yukael no tenía tiempo de preocuparse por la integridad de huesos ajenos. Entre la hija de lunas y el dullahan no le daban tregua. Podía esquivar o desviar ataques con su sable, que siempre recibía del otro lado. Por suerte sus cuernos contenían toda una red de hechizos grabada en diminutas runas, un truco que había aprendido que salvaba vidas con el tiempo, y que con un simple toque le permitió renovar sus defensas en pleno combate. Después buscó otro punto más cerca de la base de su cuerno completo, liberando con el contacto una maldición abrasiva que avanzó como una onda expansiva hacia sus atacantes.
Lo que no contaba el krampus era que, a la vez que él recurría a aquel truco, una luz cegadora lo dejó indefenso. Sus ojos sintieron dolor y su cerebro se paralizó por la sobrecarga repentina, pero lo peor fue la confusión. Comprendió enseguida qué habían usado contra él, y no se permitió perder el tiempo deseando que alguno de sus enemigos también hubiese picado, porque era improbable. No podía verlos mientras se recuperaban sus globos oculares, así que no importaba ni si eran visibles o no. Lo mejor que podía hacer era esconderse detrás de sus renovadas defensas y esperar que no cayesen rápido. Con suerte el liche se acordaría de él... ¿verdad? No podía ni pensar en ello con claridad.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Barrio de los Mil Dioses
26/11/23, 08:10 pm
Al esqueleto le ofende profusamente que lo llamen mamahuevos.
—Perdona, pero creo que me llamo Rigoberto —le dice al dullahan.
Mientras habla ocurren dos cosas. Primero, le alcanza el hechizo de Tayron y revela al mundo un esqueleto erguido pero despatarrado como en una pose de yoga; sus huesos amarillentos están cubiertos de runas de sangre y una corriente de energía titilante, translúcida y verdosa que bulle tras sus costillas con inquietud y lame las vértebras hasta llegar al cráneo. Ahí está su alma, al menos en parte.
Lo segundo es el tenue brillo de unas runas en la frente, gracias a las cuales renueva sus defensas mixtas.
—¿O era Alfalfa? En fin, hola a todas mis amigas y también a Ayahuascael —el liche se rie y acompaña el sonido con un tembleque innecesario de su mandíbula inferior.
Con un giro de muñeca, desvía el proyectil de Tayron de vuelta hacia él. Decide de inmediato que es más peligroso de lo que había valorado en un principio y, listo para matar, Ataulfo activa otra runa para contraatacar al lémur con un potente hechizo de consunción negra, que sale disparado tras el hechizo de impacto redirigido sin necesidad de que el liche pierda el tiempo conjurando. Su siguiente objetivo habría sido disipar la barrera que contiene a Yandel con tres atacantes, pero el hechizo de luz ochroria de la nebulomante le impide llevarlo a cabo y lo deja tonto durante un instante, inundando su visión mágica con chiribitas. <<Yogurel a proteger falta pero sin juntos... ¿qué digo?>>, sus pensamientos se descomponen y recomponen brevemente.
—¡UGH, SE ME HA VUELTO A METER UN OJO EN LA CUENCA! —se queja, gritando como si en realidad fuese un viejo desvalido y no un hechicero bien armado—. ¡Un trapo, un trapo! Espera, ya…
En su fuero interno (tuétano más que nada), siente que acaba de perder un tiempo valioso. Tal vez sea hora de jugar en serio, por el bien de Yolandael y por el suyo propio.
—Perdona, pero creo que me llamo Rigoberto —le dice al dullahan.
Mientras habla ocurren dos cosas. Primero, le alcanza el hechizo de Tayron y revela al mundo un esqueleto erguido pero despatarrado como en una pose de yoga; sus huesos amarillentos están cubiertos de runas de sangre y una corriente de energía titilante, translúcida y verdosa que bulle tras sus costillas con inquietud y lame las vértebras hasta llegar al cráneo. Ahí está su alma, al menos en parte.
Lo segundo es el tenue brillo de unas runas en la frente, gracias a las cuales renueva sus defensas mixtas.
—¿O era Alfalfa? En fin, hola a todas mis amigas y también a Ayahuascael —el liche se rie y acompaña el sonido con un tembleque innecesario de su mandíbula inferior.
Con un giro de muñeca, desvía el proyectil de Tayron de vuelta hacia él. Decide de inmediato que es más peligroso de lo que había valorado en un principio y, listo para matar, Ataulfo activa otra runa para contraatacar al lémur con un potente hechizo de consunción negra, que sale disparado tras el hechizo de impacto redirigido sin necesidad de que el liche pierda el tiempo conjurando. Su siguiente objetivo habría sido disipar la barrera que contiene a Yandel con tres atacantes, pero el hechizo de luz ochroria de la nebulomante le impide llevarlo a cabo y lo deja tonto durante un instante, inundando su visión mágica con chiribitas. <<Yogurel a proteger falta pero sin juntos... ¿qué digo?>>, sus pensamientos se descomponen y recomponen brevemente.
—¡UGH, SE ME HA VUELTO A METER UN OJO EN LA CUENCA! —se queja, gritando como si en realidad fuese un viejo desvalido y no un hechicero bien armado—. ¡Un trapo, un trapo! Espera, ya…
En su fuero interno (tuétano más que nada), siente que acaba de perder un tiempo valioso. Tal vez sea hora de jugar en serio, por el bien de Yolandael y por el suyo propio.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio de los Mil Dioses
27/11/23, 12:46 pm
Su hechizo tuvo el efecto deseado y sus compañeros parecían haberle hecho caso… Aunque no había contado con que a Jace le costaría mucho más acceder a su petición incluso estando sobre aviso. Era consciente de que para el dullahan era más complicado “cerrar los ojos” debido a las características de su transformación, pero no sabía hasta qué punto y sabía que sí podía hacerlo. Había ido con la idea que se le había ocurrido y el tiempo apremiaba, pero no pudo evitar sentirse culpable.
<<¡Lo siento mucho!, espero que esto sea suficiente>> le diría al humano mientras le lanzaba un hechizo despejante. Aparte de eso, la disculpa más larga tendría que esperar, pues primaba en ese momento que el dullahan estuviese en condiciones de seguir luchando.
Una parte de ella se alegraba de los comentarios de los humanos, que parecían estar disfrutando del combate, pero como mucho les enviaba alguna sensación telepática de diversión: necesitaba concentrarse en sus oponentes. Especialmente, porque el liche que finalmente apareció ante sus ojos gracias a Tayron estaba resultando tan peligroso como extravagante era. No sabía si se trataba de una actuación para confundirlos, su humor habitual o si de verdad era así de olvidadizo, pero estaba claro que no era un igual a Yukael y que este ni siquiera parecía importarle demasiado. Que no colaborasen demasiado bien entre ellos era una ventaja, sin duda.
<<Te lo dejo a ti>> le diría a Kimbra refiriéndose al krampus. Tenía bastante claro que en el estado en el que estaba no supondría un problema real para la hija de lunas. Igualmente estaría atenta por si la demonio raksasha necesitaba ayuda, pero sin duda el auténtico enemigo era Rodolfo-Rigoberto o como se llamase. En principio, la luz ochroria también debería haberle alcanzado a él, ya que hasta donde sabía no tenía forma de cerrar los ojos debido a sus características. Un pequeño golpe de suerte.
De hecho, siendo completamente un esqueleto…
<<Creo que está afectado por la confusión. Si aprovechamos para romperle las defensas entre todos, quizás pueda intentar rebajar su capacidad de lanzar hechizos>>, les comunicaría a todos los presentes salvo a Kimbra.
Contaba con que entre la argos y el dullahan podrían romper sus defensas físicas, mientras que el lémur y ella harían lo propio con las mágicas. La temperatura de la habitación ya había subido considerablemente con el hechizo de disipación y sentía que le estaba afectando, por lo que por su parte optaría por disparar un lanzazo mágico con bastante potencia.
Si lograban su objetivo, la nebulomante conjuraría a continuación un hechizo de moldear materia orgánica centrándose particularmente en las manos del liche: buscaba deformarle los huesos en esa zona de tal forma que no pudiese lanzar hechizos complejos que no le fuese posible conjurar mentalmente. Si le daba tiempo seguiría empleando el hechizo con el resto de su esqueleto, haciendo todo el daño que pudiera a su cuerpo hecho de huesos.
<<¡Lo siento mucho!, espero que esto sea suficiente>> le diría al humano mientras le lanzaba un hechizo despejante. Aparte de eso, la disculpa más larga tendría que esperar, pues primaba en ese momento que el dullahan estuviese en condiciones de seguir luchando.
Una parte de ella se alegraba de los comentarios de los humanos, que parecían estar disfrutando del combate, pero como mucho les enviaba alguna sensación telepática de diversión: necesitaba concentrarse en sus oponentes. Especialmente, porque el liche que finalmente apareció ante sus ojos gracias a Tayron estaba resultando tan peligroso como extravagante era. No sabía si se trataba de una actuación para confundirlos, su humor habitual o si de verdad era así de olvidadizo, pero estaba claro que no era un igual a Yukael y que este ni siquiera parecía importarle demasiado. Que no colaborasen demasiado bien entre ellos era una ventaja, sin duda.
<<Te lo dejo a ti>> le diría a Kimbra refiriéndose al krampus. Tenía bastante claro que en el estado en el que estaba no supondría un problema real para la hija de lunas. Igualmente estaría atenta por si la demonio raksasha necesitaba ayuda, pero sin duda el auténtico enemigo era Rodolfo-Rigoberto o como se llamase. En principio, la luz ochroria también debería haberle alcanzado a él, ya que hasta donde sabía no tenía forma de cerrar los ojos debido a sus características. Un pequeño golpe de suerte.
De hecho, siendo completamente un esqueleto…
<<Creo que está afectado por la confusión. Si aprovechamos para romperle las defensas entre todos, quizás pueda intentar rebajar su capacidad de lanzar hechizos>>, les comunicaría a todos los presentes salvo a Kimbra.
Contaba con que entre la argos y el dullahan podrían romper sus defensas físicas, mientras que el lémur y ella harían lo propio con las mágicas. La temperatura de la habitación ya había subido considerablemente con el hechizo de disipación y sentía que le estaba afectando, por lo que por su parte optaría por disparar un lanzazo mágico con bastante potencia.
Si lograban su objetivo, la nebulomante conjuraría a continuación un hechizo de moldear materia orgánica centrándose particularmente en las manos del liche: buscaba deformarle los huesos en esa zona de tal forma que no pudiese lanzar hechizos complejos que no le fuese posible conjurar mentalmente. Si le daba tiempo seguiría empleando el hechizo con el resto de su esqueleto, haciendo todo el daño que pudiera a su cuerpo hecho de huesos.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Barrio de los Mil Dioses
27/11/23, 09:00 pm
—¡Eh! ¿¡Es que no puedes hacerlo tú!? —bramó en dirección al descabezado—. Que yo sepa los dullahan tenéis magia, pedazo de vago —Por suerte el lémur ya había lanzado un hechizo de disipación segundos antes y pudo comprobar que había tenido el suficiente éxito como para revelar a un esqueleto viviente imbuido en una energía translúcida y de color verdosa.
Aquella horrible visión provocó que todos sus órganos se estremecieran y perdiera un tiempo valioso para ver como su bola de demolición mágica había virado en su dirección con un simple movimiento de muñeca. No fue lo suficiente audaz como para actuar en consecuencia y su contrincante se salió en parte con la suya cuando a pesar de sus protecciones mágicas el belga salió despedido hacia atrás, cayendo de culo en el suelo y casi golpeándose la cabeza contra el pavimento.
Tuvo pocos segundos de respiro para alzar la mirada y lograr desviar el conjuro de consunción negra, solo una cuarta parte de éste impactó sobre su hombro izquierdo en un roce mucho más violento de lo que habría ocasionado una bala perdida. El dolor lo envolvió, pero el saberse vivo de milagro le supo mucho mejor.
—Mierda mierda mierda, tíos, que ha intentando matarme —su piel se tornó pálida al tiempo que lograba incorporarse, empezaba a tener náuseas, y no solo porque se estuviera acumulando el cansancio mágico. La tela de su ropa estaba desgarrada, su hombro sangraba ahora débilmente y sobre la herida se acumulaba una coloración púrpura y oscura debido al radio de explosión que no logró desechar.
Magia Negra, no pintaba bien, y sus defensas estaban bajo rotas. La puta hostia.
—Ha intentado... matar...
Pero se interrumpió en cuanto las palabras de la bruja resonaron en su mente, trazando un plan de acción que pretendía hostigar a lo que solo podía ser un Liche para finalizar el combate de una vez por todas. ¿Cómo se acababa con una criatura así? ¿Sería un constructo nigromántico y por eso no cesaba de decir gilipolleces?
En cualquier caso no tuvo más remedio que ponerse manos a la obra, dejando que Sinceridad y el dullahan pasaran a la parte de cortar, mientras él se encargaba de mover los labios y las manos lo más rápido posible en pos de desencadenar un hechizo cargado de toda la mala baba.
—¡Revienta a la puta Alfafa! —le dedicaría al americano, aunque poco quedaba ya del Tayron envalentonado eso no significaba que no pudiera alentar a su compañero de armas, y de paso, disfrutar del resultado con la seguridad de que la demonio Rakshasa enfrentaba al krampus.
El lémur gruñó por el dolor lacerante que sentía en su hombro, no quería imaginar que hubiera pasado si le hubiera acertado de lleno. Rápidamente volvió a conjurar protecciones mágicas y sus dedos negros trazaron gestos antiguos para lanzar un hechizo de consunción ámbar.
Las explosiones comenzaron a desencadenarse a través de las palmas de sus manos, dejando una estela impredecible de reflejos dorados y vórtices que aunque pequeños, viajarían con mucha más violencia hacia Ataulfo.
Si la cosa iba en serio él también iría con todo. Pensó, apretando los dientes para que no se le saltasen las lágrimas.
Aquella horrible visión provocó que todos sus órganos se estremecieran y perdiera un tiempo valioso para ver como su bola de demolición mágica había virado en su dirección con un simple movimiento de muñeca. No fue lo suficiente audaz como para actuar en consecuencia y su contrincante se salió en parte con la suya cuando a pesar de sus protecciones mágicas el belga salió despedido hacia atrás, cayendo de culo en el suelo y casi golpeándose la cabeza contra el pavimento.
Tuvo pocos segundos de respiro para alzar la mirada y lograr desviar el conjuro de consunción negra, solo una cuarta parte de éste impactó sobre su hombro izquierdo en un roce mucho más violento de lo que habría ocasionado una bala perdida. El dolor lo envolvió, pero el saberse vivo de milagro le supo mucho mejor.
—Mierda mierda mierda, tíos, que ha intentando matarme —su piel se tornó pálida al tiempo que lograba incorporarse, empezaba a tener náuseas, y no solo porque se estuviera acumulando el cansancio mágico. La tela de su ropa estaba desgarrada, su hombro sangraba ahora débilmente y sobre la herida se acumulaba una coloración púrpura y oscura debido al radio de explosión que no logró desechar.
Magia Negra, no pintaba bien, y sus defensas estaban bajo rotas. La puta hostia.
—Ha intentado... matar...
Pero se interrumpió en cuanto las palabras de la bruja resonaron en su mente, trazando un plan de acción que pretendía hostigar a lo que solo podía ser un Liche para finalizar el combate de una vez por todas. ¿Cómo se acababa con una criatura así? ¿Sería un constructo nigromántico y por eso no cesaba de decir gilipolleces?
En cualquier caso no tuvo más remedio que ponerse manos a la obra, dejando que Sinceridad y el dullahan pasaran a la parte de cortar, mientras él se encargaba de mover los labios y las manos lo más rápido posible en pos de desencadenar un hechizo cargado de toda la mala baba.
—¡Revienta a la puta Alfafa! —le dedicaría al americano, aunque poco quedaba ya del Tayron envalentonado eso no significaba que no pudiera alentar a su compañero de armas, y de paso, disfrutar del resultado con la seguridad de que la demonio Rakshasa enfrentaba al krampus.
El lémur gruñó por el dolor lacerante que sentía en su hombro, no quería imaginar que hubiera pasado si le hubiera acertado de lleno. Rápidamente volvió a conjurar protecciones mágicas y sus dedos negros trazaron gestos antiguos para lanzar un hechizo de consunción ámbar.
Las explosiones comenzaron a desencadenarse a través de las palmas de sus manos, dejando una estela impredecible de reflejos dorados y vórtices que aunque pequeños, viajarían con mucha más violencia hacia Ataulfo.
Si la cosa iba en serio él también iría con todo. Pensó, apretando los dientes para que no se le saltasen las lágrimas.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Barrio de los Mil Dioses
30/11/23, 04:31 pm
El hechizo de Irianna cegó y aturdió efectivamente a Yukael y al tal Rodolfo, que se había hecho visible por fin gracias a Tayron. Incluso Jace quedó brevemente cegado, aunque pareció recuperarse rápidamente.
Para su desgracia, antes de que esto ocurriera, al krampus le dio tiempo a lanzarle una maldición abrasiva antes de ser cegado, lo que supuso la destrucción de las defensas que la idrina había rehecho en ella. Kimbra frunció el ceño ante esto, molesta por haber perdido las protecciones, ya que no podía volver a levantarlas sin abandonar el hostigamiento a su enemigo ni podía pretender que Irianna volviera a hacerlo.
Rápidamente, la demonio decidió que podía permitirse ser vulnerable por la falta de defensa siempre que esto significara no darle ni una oportunidad a Yukael de que hiciera ningún movimiento más, aprovechándose del estado en el que había caído tras el hechizo de la nebulomante.
Mientras la engendro no cesaba en sus ataques para destrozar las defensas de su contrincante, simplemente asintió a la indicación de la idrina, entendiendo que la amenaza del esqueleto merecía más activos que la que suponía el krampus casi derrotado. Por ello, cuando la krabelinense quedó sola en sus ataques, decidió que no era conveniente alargar ese combate más de lo debido y focalizó sus ataques, no en romper sus defensas al completo, sino solo en las físicas, al menos el tiempo suficiente como para que una de sus garras alcanzara piel blanda antes de que tuviera la oportunidad de volver a levantarlas. Solo le bastó un pequeño, pero significativo, arañazo y su veneno tendría vía libre para entrar en su sistema provocándole una aguda sensación de dolor, momento que aprovecharía para lanzar un potente hechizo de drenaje que haría fluir su sangre poco a poco a través de su herida hacia sí misma. Así, un hijo rojo y cálido comenzó a impregnar su coraza recorriendo primero las runas talladas por todo su cuerpo y finalmente cubriendo cualquier parte de blanco que hubiera descubierto, mientras la demonio sentía la carga mágica como una dosis revitalizante de energía.
-Jace, pienso que te gustaría hacer los honores -comentó a sus espaldas sin apartar la vista del hipnotizante cordón de sangre que salía del interior de Yukael.
Si bien disfrutaba de desangrar a su presa, no pretendía ser quien lo matara, puesto que no habría ninguna diferencia para ella siempre que drenara el resto de sus fluidos una vez el krampus dejara de respirar. Además, sabía que Jace apreciaría la oportunidad.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Barrio de los Mil Dioses
02/12/23, 05:51 pm
Su cabeza -o bueno, lo que supliera el concepto de cabeza en su caso- se despejó tras el hechizo de Irianna, a la cual dedicó un breve pulgar para indicar conformidad. Estaban en paz y veía, que era lo importante, aunque su enemigo no fuera exactamente visible.
“¿Cómo?” su hacha bajó hasta el suelo, rayándolo, apenas unos segundos antes de volver a alzarla; hacer el tonto en un combate podía salirle caro y no iba a arriesgarse, pero… el peliverde le había respondido. Le había llamado vago. A él, un tiarraco sin cabeza con un hacha en las manos. Podía defenderse diciendo que estaba ocupado peleando a melee, pero no, solo le salió reírse. “Qué huevos tienes” su humo salió expulsado hacia arriba, el resoplido burlón de un toro bravo. “¡Si me dejas cargar magia contigo, claro!”
Pero con queja y todo el emo cumplió. Rigoberto el invisible dejó de serlo y- bueno, era difícil imaginarse algo que nunca habías visto, pero que fuese un esqueleto mohoso distaba de ser lo que se esperaba.
“¿¡Qué cojones es-!?” había cierto pánico en su voz, “¡es un puto esqueleto del Dark Souls!”
Pero mucho más chungo. Muchísimo más chungo. Huesitos Rigoberto Alfalfa devolvió el hechizo que Tayron lanzó como si tal puta cosa, junto otro de cosecha propia. El dullahan no era tan estúpido como para meterse en medio a riesgos de que le alcanzara a él, pero sí cortó las distancias cuando vio hueco, entre que el chaval salía volando y el otro terminaba de castear. Bueno, el enano estaba vivo, suficiente.
“¡Pues claro que ha intentato matarte, es la puta idea!” respondió a Tayron “¡Y la nuestra cargárnoslo a él!” levantó el hacha y golpeó con ella al esqueleto en la caja torácica, reventando una de las barreras defensivas tal como había pedido Irianna. “¿¡Cuánta mierda tienes encima!?”
Aunque su concentración estaba en Huesitos era fácil cambiar su punto de vista a otro. No tuvo ni que girarse cuando Kimbra llamó su nombre para ver como estaba yendo su pelea. O más bien, como estaba acabando.
“Hostia puta.”
Se alejó del Alfalfa con un creciente nervio en el pecho. Por mucho que pudiera ver en casi cualquier ángulo no quería darle la espalda al de los huesos con moco, a riesgos de dejar un trabajo a medias o recibir un hechizo de golpe, pero… “El krampus”, pensó. Su primera recarga real, una persona pensante, consciente. Un capullo. “Joder, mierda”.
Su corazón latía a toda prisa y su tronco se tensó. Cortar cabezas era para él una ansiada calada de tabaco, aire ponzoñoso y adictivo que llenaba sus pulmones, a la larga posiblemente igual de nocivo o más. No tenía tiempo para pensar en su decadente moralidad, para acobardarse y demostrar ser más ruido que nueces, tampoco para quedarse congelado como un pasmarote: o lo hacía o terminaría recibiendo. Por eso arrancó.
“Ayúdame colega” susurró con nervio para alguien allí no presente. Aún.
Y mientras él echaba a correr hacia el krampus, su montura entraba rauda a la llamada, entreabriendo las alas para parecer mayor en cuanto el espacio de la sala se lo permitiera. El pájaro buscó a su amo con la mirada, después… Después no quitó ojo a su almuerzo.
Que buena cosa, tener un quebrantahuesos.
Jace no pensó (alguna ventaja tenía ser un chorlito), tan solo el leve alivio de que si no lo mataba él lo haría Kimbra igualmente, alzó el hacha por encima de donde tendría que ir su cabeza, apuntó y la hoja cayó con todo el peso de sus brazos, fuerza bruta y ángulo hacia el cuello de Yukael. Un “gracias” se mezcló con un “lo siento”, palabras fugaces para el secuestrador y su amiga, qué para quién, a saber. Había pasado por eso suficientes veces para advertir que no siempre eran cortes limpios, que no siempre caía de una, pero el hacha pasó con tanta violencia que su filo se clavó en el suelo de madera… con la cabeza de Yukael detrás.
Rodó un par de centímetros, hasta que los cuernos -o más bien, el cuerno- detuvieron su trayectoria. Él lo observó con las manos aún firmemente pegadas al mango de su arma incrustada en el suelo, ahora teñido de rojo. Era asqueroso. Horrible. Su pecho tembló con un suspiro, una única carcajada sorda e histérica, y aunque su pulso era tan estable como un yunque, por dentro se sentía temblar entero. Bendita y confusa adrenalina.
Ares debió sentir parte de la emoción de Jace bullir, porque aleteó frenético antes de lanzarse contra el liche, ímpetu y pico por delante.
“¿Cómo?” su hacha bajó hasta el suelo, rayándolo, apenas unos segundos antes de volver a alzarla; hacer el tonto en un combate podía salirle caro y no iba a arriesgarse, pero… el peliverde le había respondido. Le había llamado vago. A él, un tiarraco sin cabeza con un hacha en las manos. Podía defenderse diciendo que estaba ocupado peleando a melee, pero no, solo le salió reírse. “Qué huevos tienes” su humo salió expulsado hacia arriba, el resoplido burlón de un toro bravo. “¡Si me dejas cargar magia contigo, claro!”
Pero con queja y todo el emo cumplió. Rigoberto el invisible dejó de serlo y- bueno, era difícil imaginarse algo que nunca habías visto, pero que fuese un esqueleto mohoso distaba de ser lo que se esperaba.
“¿¡Qué cojones es-!?” había cierto pánico en su voz, “¡es un puto esqueleto del Dark Souls!”
Pero mucho más chungo. Muchísimo más chungo. Huesitos Rigoberto Alfalfa devolvió el hechizo que Tayron lanzó como si tal puta cosa, junto otro de cosecha propia. El dullahan no era tan estúpido como para meterse en medio a riesgos de que le alcanzara a él, pero sí cortó las distancias cuando vio hueco, entre que el chaval salía volando y el otro terminaba de castear. Bueno, el enano estaba vivo, suficiente.
“¡Pues claro que ha intentato matarte, es la puta idea!” respondió a Tayron “¡Y la nuestra cargárnoslo a él!” levantó el hacha y golpeó con ella al esqueleto en la caja torácica, reventando una de las barreras defensivas tal como había pedido Irianna. “¿¡Cuánta mierda tienes encima!?”
Aunque su concentración estaba en Huesitos era fácil cambiar su punto de vista a otro. No tuvo ni que girarse cuando Kimbra llamó su nombre para ver como estaba yendo su pelea. O más bien, como estaba acabando.
“Hostia puta.”
Se alejó del Alfalfa con un creciente nervio en el pecho. Por mucho que pudiera ver en casi cualquier ángulo no quería darle la espalda al de los huesos con moco, a riesgos de dejar un trabajo a medias o recibir un hechizo de golpe, pero… “El krampus”, pensó. Su primera recarga real, una persona pensante, consciente. Un capullo. “Joder, mierda”.
Su corazón latía a toda prisa y su tronco se tensó. Cortar cabezas era para él una ansiada calada de tabaco, aire ponzoñoso y adictivo que llenaba sus pulmones, a la larga posiblemente igual de nocivo o más. No tenía tiempo para pensar en su decadente moralidad, para acobardarse y demostrar ser más ruido que nueces, tampoco para quedarse congelado como un pasmarote: o lo hacía o terminaría recibiendo. Por eso arrancó.
“Ayúdame colega” susurró con nervio para alguien allí no presente. Aún.
Y mientras él echaba a correr hacia el krampus, su montura entraba rauda a la llamada, entreabriendo las alas para parecer mayor en cuanto el espacio de la sala se lo permitiera. El pájaro buscó a su amo con la mirada, después… Después no quitó ojo a su almuerzo.
Que buena cosa, tener un quebrantahuesos.
Jace no pensó (alguna ventaja tenía ser un chorlito), tan solo el leve alivio de que si no lo mataba él lo haría Kimbra igualmente, alzó el hacha por encima de donde tendría que ir su cabeza, apuntó y la hoja cayó con todo el peso de sus brazos, fuerza bruta y ángulo hacia el cuello de Yukael. Un “gracias” se mezcló con un “lo siento”, palabras fugaces para el secuestrador y su amiga, qué para quién, a saber. Había pasado por eso suficientes veces para advertir que no siempre eran cortes limpios, que no siempre caía de una, pero el hacha pasó con tanta violencia que su filo se clavó en el suelo de madera… con la cabeza de Yukael detrás.
Rodó un par de centímetros, hasta que los cuernos -o más bien, el cuerno- detuvieron su trayectoria. Él lo observó con las manos aún firmemente pegadas al mango de su arma incrustada en el suelo, ahora teñido de rojo. Era asqueroso. Horrible. Su pecho tembló con un suspiro, una única carcajada sorda e histérica, y aunque su pulso era tan estable como un yunque, por dentro se sentía temblar entero. Bendita y confusa adrenalina.
Ares debió sentir parte de la emoción de Jace bullir, porque aleteó frenético antes de lanzarse contra el liche, ímpetu y pico por delante.
- ♪♫♬:
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Barrio de los Mil Dioses
11/12/23, 01:14 pm
Yukael escuchaba los sonidos de la refriega, la voz del liche… Pero su mente se negaba a colaborar a la hora de estimar sus localizaciones por el sonido, o deducir qué estaba ocurriendo. Se frotaba los ojos con compulsión, esperando que la blancura fantasmal desapareciesen rápido, dejándole ver más allá.
Podía sentir los golpes en sus defensas, y no sabía cuánto les quedaba para subsistir. Era cuestión de tiempo que cayeran, y no tenía ni idea de qué le estaba ocurriendo a su compañero.
—¡Saco de huesos, no te olvides de mí! —gritó desesperado. Demonios, ¿por qué se fiaba de él? Ni siquiera sabía su nombre. Aunque, en su defensa por ese dato, el liche tampoco parecía saberlo.
Yukael trató de encontrar otro hechizo ofensivo entre la maraña grabada en sus cuernos, pero hacerlo en ese momento se parecía demasiado a lo que sintió la última vez que lo intentó en medio de una pelea de taberna, borracho como una cuba. «Venga, venga, dónde demonios está…» pensaba a la vez que palmeaba su superficie.
Una garra alcanzó su piel, marcando el momento en que sus defensas se hacían trizas. Entre las esquirlas de luz grabadas en sus retinas pudo ver los rasgos de la hija de lunas, y de pronto un dolor agudo le obligó de nuevo a cerrar los ojos mientras profería un grito. Se negó a detenerse ahí, tratando de huir con un traspiés, pero solo logró caerse al suelo. Podía sentir el mareo de la pérdida de sangre, aunque no creía que la herida debiera ser tan grave. Trató de levantarse, trató de correr, se arrepintió de estar allí e incluso de tratar de traer a Ewa al plano material. ¿De qué servía nada de eso si perdía la vida?
Estaba seguro de que era así, porque cuando volvió a abrir los ojos pudo entrever su propio cuerpo en el suelo, con el cuello cercenado. Si no era eso, lo que acababa de ver no terminaba de cobrar sentido.
«Esta es la peor humillación desde lo del cuerno…» alcanzó a pensar cuando se lo llevó la negrura.
Podía sentir los golpes en sus defensas, y no sabía cuánto les quedaba para subsistir. Era cuestión de tiempo que cayeran, y no tenía ni idea de qué le estaba ocurriendo a su compañero.
—¡Saco de huesos, no te olvides de mí! —gritó desesperado. Demonios, ¿por qué se fiaba de él? Ni siquiera sabía su nombre. Aunque, en su defensa por ese dato, el liche tampoco parecía saberlo.
Yukael trató de encontrar otro hechizo ofensivo entre la maraña grabada en sus cuernos, pero hacerlo en ese momento se parecía demasiado a lo que sintió la última vez que lo intentó en medio de una pelea de taberna, borracho como una cuba. «Venga, venga, dónde demonios está…» pensaba a la vez que palmeaba su superficie.
Una garra alcanzó su piel, marcando el momento en que sus defensas se hacían trizas. Entre las esquirlas de luz grabadas en sus retinas pudo ver los rasgos de la hija de lunas, y de pronto un dolor agudo le obligó de nuevo a cerrar los ojos mientras profería un grito. Se negó a detenerse ahí, tratando de huir con un traspiés, pero solo logró caerse al suelo. Podía sentir el mareo de la pérdida de sangre, aunque no creía que la herida debiera ser tan grave. Trató de levantarse, trató de correr, se arrepintió de estar allí e incluso de tratar de traer a Ewa al plano material. ¿De qué servía nada de eso si perdía la vida?
Estaba seguro de que era así, porque cuando volvió a abrir los ojos pudo entrever su propio cuerpo en el suelo, con el cuello cercenado. Si no era eso, lo que acababa de ver no terminaba de cobrar sentido.
«Esta es la peor humillación desde lo del cuerno…» alcanzó a pensar cuando se lo llevó la negrura.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Barrio de los Mil Dioses
18/12/23, 12:09 am
Ataulfo pierde demasiado tiempo, su mente convertida en una nebulosa. <<Uno, dos, cuatro, tres, ocho, cien, cinco…>>. Intenta pensar con claridad, pero las palabras se convierten en números, el orden en desorden y el valor en miedo. <<Un perro, un armario y un bastón, un pájaro feo y un pato, necesito cuatro de tres, ahora es nunca, Dora mía>> se dice a sí mismo mientras mira a sus contrincantes con una perplejidad indescifrable entre sus huesos vacíos de expresividad. Más confuso que nunca, el liche sucumbe al pánico por primera vez en… ¿años? ¿Siglos? ¿Fue ayer la última vez que sintió ese pavor? <<¿Qué pasó ayer?>> logra pensar con claridad poco a poco, su claridad marciana, al menos, pero no con el tiempo suficiente para evitar lo que se le viene encima.
El lanzazo de Irianna desgasta sus defensas mágicas y la consunción ambar de Tayron acaba de romperlas y lo expulsa contra la pared. Se abre una grieta en su cráneo, la luz verde que serpentea entre sus huesos tiembla. Después recibe un hachazo que rompe tres de sus costillas y, cuando espera un último ataque que acabe con él y relegue su existencia a otro lugar, allá donde esté su filacteria, lo que recibe es un breve respiro. Un segundo o dos, un cambio de objetivo. Un ramalazo del miedo más sereno y claro.
—Qué perro más bonito —farfulla al ver al quebrantahuesos abalanzándose sobre él.
Sin ningún tipo de pensamiento detrás, activa a la vez varias runas de su esqueleto, sin saber cuáles son ni a quién apuntan; decide desatar la locura y dejar que el azar se haga cargo mientras él se recupera. En un mismo instante, sus huesos se envuelven en una red de relámpagos plata; una barrera mística aparece en una esquina donde no es útil para nadie; varios proyectiles salen disparados (un hechizo fulminante, un lanzazo púrpura, una quemadura negra, una llamarada oscura y una segunda consunción negra); su esqueleto comienza a flotar poseído por un hechizo de vuelo.
Los relámpagos de plata dañarán a Ares y le repelerán, permitiendo al liche alzarse ligeramente sobre el suelo y llevarse la mano a la fractura del cráneo.
—Vosotros sabéis que los liches nunca mueren del todo, ¿no? —se jacta, ya más en sí. Su voz no tiene el cariz jocoso que había mantenido hasta ahora, aunque el chisporroteo de sus huesos le haga parecer la mecha de una bengala. <<No si son listos, claro>> añade mentalmente, a la vez que se plantea si él mismo pertenece a ese grupo de liches o al otro—. Bueno, casi nunca.
Sus defensas vuelven a estar alzadas.
…..
El lanzazo de Irianna desgasta sus defensas mágicas y la consunción ambar de Tayron acaba de romperlas y lo expulsa contra la pared. Se abre una grieta en su cráneo, la luz verde que serpentea entre sus huesos tiembla. Después recibe un hachazo que rompe tres de sus costillas y, cuando espera un último ataque que acabe con él y relegue su existencia a otro lugar, allá donde esté su filacteria, lo que recibe es un breve respiro. Un segundo o dos, un cambio de objetivo. Un ramalazo del miedo más sereno y claro.
—Qué perro más bonito —farfulla al ver al quebrantahuesos abalanzándose sobre él.
Sin ningún tipo de pensamiento detrás, activa a la vez varias runas de su esqueleto, sin saber cuáles son ni a quién apuntan; decide desatar la locura y dejar que el azar se haga cargo mientras él se recupera. En un mismo instante, sus huesos se envuelven en una red de relámpagos plata; una barrera mística aparece en una esquina donde no es útil para nadie; varios proyectiles salen disparados (un hechizo fulminante, un lanzazo púrpura, una quemadura negra, una llamarada oscura y una segunda consunción negra); su esqueleto comienza a flotar poseído por un hechizo de vuelo.
Los relámpagos de plata dañarán a Ares y le repelerán, permitiendo al liche alzarse ligeramente sobre el suelo y llevarse la mano a la fractura del cráneo.
—Vosotros sabéis que los liches nunca mueren del todo, ¿no? —se jacta, ya más en sí. Su voz no tiene el cariz jocoso que había mantenido hasta ahora, aunque el chisporroteo de sus huesos le haga parecer la mecha de una bengala. <<No si son listos, claro>> añade mentalmente, a la vez que se plantea si él mismo pertenece a ese grupo de liches o al otro—. Bueno, casi nunca.
Sus defensas vuelven a estar alzadas.
…..
- Dados y probabilidades:
Se lanzarán cinco dados. En orden: hechizo fulminante, lanzazo púrpura, quemadura negra, llamarada oscura y consunción negra.
1-30: el hechizo falla.
31-50: el hechizo acierta a Ares, que está frente al liche.
51-60: el hechizo surge en dirección a Irianna*.
61-70: el hechizo surge en dirección a Jace*.
71-80: el hechizo surge en dirección a Kimbra*.
81-90: el hechizo surge en dirección a Tayron.
91-100: el hechizo surge en dirección a Sinceridad.
*La cúpula que creó Irianna puede absorber uno de los golpes solo para los personajes que se encuentren bajo esta. Después se romperá, por lo que el resto de los hechizos posteriores podrían hacer daño a cualquiera de los que se refugiaban allí (no quiere decir que lo hagan, pero sí que tendrán que lidiar con ellos y protegerse de alguna forma).
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Rocavarancolia Rol
Re: Barrio de los Mil Dioses
18/12/23, 12:09 am
El miembro 'Yber' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
#1 'Dado de 100 caras' : 37
--------------------------------
#2 'Dado de 100 caras' : 7
--------------------------------
#3 'Dado de 100 caras' : 94
--------------------------------
#4 'Dado de 100 caras' : 82
--------------------------------
#5 'Dado de 100 caras' : 42
#1 'Dado de 100 caras' : 37
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#2 'Dado de 100 caras' : 7
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#3 'Dado de 100 caras' : 94
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#4 'Dado de 100 caras' : 82
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#5 'Dado de 100 caras' : 42
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio de los Mil Dioses
20/12/23, 07:40 pm
Le hubiese respondido a Tayron si no fuera porque Jace se le adelantó, diciéndole básicamente lo mismo que le hubiese dicho ella misma exceptuando la elección de palabras. Seguramente el lémur no estuviese acostumbrado a una situación como aquella, y la nebulomante se preocupó por el impacto que podría tener en él si había reaccionado así. Pero, una vez más, era algo que iba a tener que esperar.
Todo sucedió muy rápido. Por una parte, Kimbra y Jace se habían encargado por completo de Yukael. Un incordio menos. Era una lástima no poder interrogarlo, pues no es que pudiese llevar a cabo así como así el hechizo de resurrección breve para hacerlo, pero estaba claro que la situación no podía terminar de otra manera. Por otro lado, su plan había tenido bastante éxito y vio con satisfacción como dañaba los huesos del liche, aunque no se podía decir que fuese una victoria.
Rodolfo-Rigoberto parecía tener muchos hechizos listos para ser lanzados inmediatamente y, aunque parecían haber sido hechos a la desesperada, las cosas podían ponerse verdaderamente feas.
Un hechizo fulminante alcanzó a Ares de lleno, mientras que otro impactaba contra las defensas de Sinceridad. La argos se libró de recibir daños, pero no se podía decir lo mismo de la montura del dullahan, quien no tardó en ser alcanzado por otro de los peligrosos hechizos que había desatado el liche en un instante. Otro de ellos parecía dirigirse hacia el lémur… <<Reflejo>> maldijo. ¿Qué debería hacer? El quebrantahuesos parecía en auténtico peligro en ese momento, pero tampoco podía ignorar a Tayron.
Por desgracia, Ares se encontraba demasiado cerca de su atacante como para poder evitar ninguno de los impactos, y por otro lado… A lo mejor deberían enfocarse en terminar también con el liche cuanto antes. Lo cierto era que en ese momento que no contaba con defensas y no parecía disponer de nada para reponérselas con inmediatez…
La nebulomante conjuró rápidamente un rápido hechizo de inmovilización hacia el liche, seguido de uno de parálisis. Confiaba en que con la velocidad del primero pudiera permitirse lanzar el segundo, mucho más efectivo.
<<Tal vez no seamos capaces de matarte, pero no has dicho nada sobre detenerte>>.
Esperaba que pudiesen centrarse en atender a Ares si lograba paralizarlo. Probablemente con la ayuda de los mercenarios de la Brecha y su mayor conocimiento en magia curativa… El lémur también pasaría a ser su preocupación una vez hubiese terminado de conjurar.
Todo sucedió muy rápido. Por una parte, Kimbra y Jace se habían encargado por completo de Yukael. Un incordio menos. Era una lástima no poder interrogarlo, pues no es que pudiese llevar a cabo así como así el hechizo de resurrección breve para hacerlo, pero estaba claro que la situación no podía terminar de otra manera. Por otro lado, su plan había tenido bastante éxito y vio con satisfacción como dañaba los huesos del liche, aunque no se podía decir que fuese una victoria.
Rodolfo-Rigoberto parecía tener muchos hechizos listos para ser lanzados inmediatamente y, aunque parecían haber sido hechos a la desesperada, las cosas podían ponerse verdaderamente feas.
Un hechizo fulminante alcanzó a Ares de lleno, mientras que otro impactaba contra las defensas de Sinceridad. La argos se libró de recibir daños, pero no se podía decir lo mismo de la montura del dullahan, quien no tardó en ser alcanzado por otro de los peligrosos hechizos que había desatado el liche en un instante. Otro de ellos parecía dirigirse hacia el lémur… <<Reflejo>> maldijo. ¿Qué debería hacer? El quebrantahuesos parecía en auténtico peligro en ese momento, pero tampoco podía ignorar a Tayron.
Por desgracia, Ares se encontraba demasiado cerca de su atacante como para poder evitar ninguno de los impactos, y por otro lado… A lo mejor deberían enfocarse en terminar también con el liche cuanto antes. Lo cierto era que en ese momento que no contaba con defensas y no parecía disponer de nada para reponérselas con inmediatez…
La nebulomante conjuró rápidamente un rápido hechizo de inmovilización hacia el liche, seguido de uno de parálisis. Confiaba en que con la velocidad del primero pudiera permitirse lanzar el segundo, mucho más efectivo.
<<Tal vez no seamos capaces de matarte, pero no has dicho nada sobre detenerte>>.
Esperaba que pudiesen centrarse en atender a Ares si lograba paralizarlo. Probablemente con la ayuda de los mercenarios de la Brecha y su mayor conocimiento en magia curativa… El lémur también pasaría a ser su preocupación una vez hubiese terminado de conjurar.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Barrio de los Mil Dioses
23/12/23, 07:51 pm
Al lémur le habría encantado responder al dullahan con alguna frase ingeniosa y sarcástica para enmascarar que en realidad no tenía ni puta idea de muchas de las transformaciones que se daban en la ciudad. Pero la batalla le llamaba a filas. Y alguien (puede que el descabezado) pareció llamar también a un pájaro gigante hecho de humo.
—¡Hostia puta! —su primer instinto fue agacharse y colocar las manos por encima de la cabeza mientras sus rodillas le traicionaban con un temblor muy lejano al producido por el ansia de venganza con el que se había presentado allí—. Imagina el tamaño del cigarro para que haya salido fumado ese bicho —sin embargo, no parecía hostil, no contra él al menos. Aquella especie de Quebrantahuesos terrestre se desquitaba con el esqueleto de lo lindo. De hecho, fue su consunción ámbar lo que terminó por expulsar al hechicero contra la pared creando una grieta en su cráneo.
No se creía la chorra que tenía encima ese día. Y lo habría celebrado. De no ser por Yukael.
La demonio y el chico del hacha habían reducido al krampus a la perfección. Tanto que sus ojos amarillos contemplaron el momento exacto en que la cabeza fue decapitada con un golpe seco que no tardó en esparcir un reguero de sangre a su paso. No supo exactamente muy bien por qué no apartó la vista segundos antes de saber qué es lo que iba a pasar. Tal vez fue el morbo, o la adrenalina creciente. Pero se arrepentiría toda su vida. En más de un sentido.
Si sobrevivía a aquello diría que fue su afán por proteger a Sinceridad a toda costa. Pero en lo más profundo de su ser siempre escondería que fueron las náuseas y el tener que llevarse las manos a la boca para no potar allí mismo lo que le distrajo. Para cuando distinguió con ojos llorosos por las arcadas la red de relámpagos plateados de Ataulfo fue demasiado tarde. Los hechizos volaron, algunos contra la montura improvisada. Y uno en su dirección.
Por desgracia Tayron solo veía sangre. Sangre y gritos. El llanto de Dafne. El fuerte olor a hierro en el aire producido por el aroma de la cabeza de Charlie reventada como una sandía en el suelo.
Lo siguiente que sintió fue una luz púrpura y vibrante que se acercaba y el tufo del fuego oscuro atravesar el aire como la promesa de una muerta anunciada. Sus manos no trabajaron a tiempo para desviar la mayor parte del conjuro. Sus protecciones mágicas a construir no fueron suficientes. Así que el mayor radio de la llamarada oscura impactó en su pecho, aminorado solo en parte por el instinto de supervivencia que tuvo al echarse hacia atrás. El belga cayó con un grito tras el dolor lacerante. La ropa se le pegaba a la piel y la piel se abría con velocidad para buscar carne y hueso.
Se retorció en el sitio, pateando el cemento con los talones por la desesperación y el dolor de aquellas lamidas lentas e incesantes. Sus manos también se estaban achicharrando por tratar de apagar la magia negra que buscaba su fin. Volvió a gritar.
—¡Hostia puta! —su primer instinto fue agacharse y colocar las manos por encima de la cabeza mientras sus rodillas le traicionaban con un temblor muy lejano al producido por el ansia de venganza con el que se había presentado allí—. Imagina el tamaño del cigarro para que haya salido fumado ese bicho —sin embargo, no parecía hostil, no contra él al menos. Aquella especie de Quebrantahuesos terrestre se desquitaba con el esqueleto de lo lindo. De hecho, fue su consunción ámbar lo que terminó por expulsar al hechicero contra la pared creando una grieta en su cráneo.
No se creía la chorra que tenía encima ese día. Y lo habría celebrado. De no ser por Yukael.
La demonio y el chico del hacha habían reducido al krampus a la perfección. Tanto que sus ojos amarillos contemplaron el momento exacto en que la cabeza fue decapitada con un golpe seco que no tardó en esparcir un reguero de sangre a su paso. No supo exactamente muy bien por qué no apartó la vista segundos antes de saber qué es lo que iba a pasar. Tal vez fue el morbo, o la adrenalina creciente. Pero se arrepentiría toda su vida. En más de un sentido.
Si sobrevivía a aquello diría que fue su afán por proteger a Sinceridad a toda costa. Pero en lo más profundo de su ser siempre escondería que fueron las náuseas y el tener que llevarse las manos a la boca para no potar allí mismo lo que le distrajo. Para cuando distinguió con ojos llorosos por las arcadas la red de relámpagos plateados de Ataulfo fue demasiado tarde. Los hechizos volaron, algunos contra la montura improvisada. Y uno en su dirección.
Por desgracia Tayron solo veía sangre. Sangre y gritos. El llanto de Dafne. El fuerte olor a hierro en el aire producido por el aroma de la cabeza de Charlie reventada como una sandía en el suelo.
Lo siguiente que sintió fue una luz púrpura y vibrante que se acercaba y el tufo del fuego oscuro atravesar el aire como la promesa de una muerta anunciada. Sus manos no trabajaron a tiempo para desviar la mayor parte del conjuro. Sus protecciones mágicas a construir no fueron suficientes. Así que el mayor radio de la llamarada oscura impactó en su pecho, aminorado solo en parte por el instinto de supervivencia que tuvo al echarse hacia atrás. El belga cayó con un grito tras el dolor lacerante. La ropa se le pegaba a la piel y la piel se abría con velocidad para buscar carne y hueso.
Se retorció en el sitio, pateando el cemento con los talones por la desesperación y el dolor de aquellas lamidas lentas e incesantes. Sus manos también se estaban achicharrando por tratar de apagar la magia negra que buscaba su fin. Volvió a gritar.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Barrio de los Mil Dioses
23/12/23, 10:01 pm
Kimbra no cesó en ningún momento de extraer sangre del krampus de forma lenta, pero constante, asegurándose de que quedara vida suficiente en él para que el ataque de Jace, que vino directo en cuanto la demonio le llamó, no fuera en vano. Y no lo fue. Con una caída limpia y certera de su hacha, Jace separó la cabeza de Yukael de su cuerpo y la krabelinense pudo sentir en sus entrañas más que ver cómo la vida se escapaba de su cuerpo. Pero que su mente se hubiera apagado no significaba que su cuerpo no estuviera todavía caliente y todos sus fluidos frescos. No había tiempo que perder.
Percibiendo la presencia de Ares de fondo y pensando, como una nota a pie de página, que Ámarok se sentiría algo solo al haber perdido a su compañero de espera, Kimbra no perdió el tiempo en acelerar su drenaje de sangre mientras poco a poco quedaba menos de su piel blanca al descubierto. Pero no era suficiente. Incluso su ya todo su cuerpo estaba cubierto de rojo y ya no quedaba nada de sangre en el cuerpo del krampus, la demonio siguió drenando cualquier líquido que quedara en su maltrecho cadáver, dirigiendo el fluido esta vez hacia los pequeños recipientes de cristal que solía llevar colgados del cinturón, protegidos con hechizos que los mantendrían frescos durante más tiempo. Como en cualquier otra cacería, no pretendía desaprovechar nada.
Centrada como estaba en su labor, no se percató del ataque del tan Rodolfo hasta que este fue lanzado y hubo alcanzando tanto a la montura de su amigo como al lémur. Tras una rápida evaluación de la situación, Kimbra llegó, sin saberlo, a la misma conclusión que Irianna, y decidió que era prioritario acabar con la amenaza para poder centrarse en curar a los heridos.
Dada su distancia, la demonio prefirió hacer uso del arco para poder optimizar el tiempo de ataque y, apuntando directamente hacia el cráneo del liche, no perdió el tiempo en disparar una ráfaga de flechas.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Barrio de los Mil Dioses
28/12/23, 08:05 pm
El pecho del dullahan subía y bajaba lento y profundo, con los sentidos taponados como si estuviera dentro de una cápsula de cristal durante el breve lapso de tiempo en el que la magia llenó su esencia. No sabía si la carga había sido realmente más profunda, si había una diferencia entre los casi-zombies que habituaba a cazar o solamente estaba nervioso porque Yukael había sido su primera persona pensante y consciente, pero psicológico o no ahora se sentía capaz de matar a un dios.
Claro que no esperaba que el dios en cuestión fuese uno de aspecto tan lamentable como Huesitos, y mucho menos que este fuera TAL nivel de amenaza. Igual que Ares estaba conectado a él y sabía cuando algo le afligía, Jace pudo notar el peligro antes de verlo. El enorme pájaro se protegió con las alas como pudo, alarmado en su silencioso lenguaje por tal cantidad de luces, sonidos y sobre todo, ataques dirigidos hacia él. Un hechizo fulminante y el animal, aún hecho de humo, sintió perder todas las plumas. Agitó las alas como si así pudiera huir del dolor, más en su último instinto buscó aplastar con la garra al culpable de la ofensa, como si ya aguijoneado por un escorpión mínimo quisiera llevarle consigo a la tumba. No obstante la consunción negra fue demasiado para su aguante. La explosiones rompieron su forma, literalmente, y si Jace alguna vez había cuestionado la mortalidad de su montura (spoiler, no) ahora bien podría comprobar que ni siquiera las sombras eran inmunes.
Ares desapareció, dejando una densa y oscura niebla a su paso que nada tenía que ver con la de Irianna, el humo de un incendio que no tiene por donde escapar. En el suelo, su silla de montar y las alforjas como recuerdo. Estupefacto por el caos mágico, el grito del emo y el fortísimo olor a plata y hierro que impregnaba el aire, arrancó el hacha del suelo, pensando en todo y nada a la vez, hecho de pura adrenalina, un cúmulo de maldiciones y miedos que nadie escucharía.
“¡¡HIJO DE PUTA!!”
O a lo mejor sí que se le escucharía, sí.
Con ambas manos y la fuerza de quien acaba de esnifar cocaína llevando cafeína en vena (o lo que es menos lógico, de quien acaba guillotinar a alguien) le lanzó el hacha de guerra al liche. No paró ahí: materializó su bate con puas, se lo lanzó, materializó su bajo, se lo lanzó, materializó su kukri y- no, no se lo lanzó, se lanzó con él por delante, dispuesto a apuñalar, cortar y romper su hueso favorito a riesgos de acabar tan posiblemente muerto como Tayron. Se la sudaba. De entre todas las cosas lógicas podría haber lanzado un hechizo aprovechando la enorme cantidad de magia nueva que tenía, se supone que en el ejército le habían enseñado a pelear con cabeza, el puto problema es que acababan de volatilizar a su pollo y la cabeza hacía años que le faltaba. Más en un momento así.
Y aún así lo sentía. El humo negro que se expandía a la altura de sus rodillas por la sala como agua derramada en una mesa palpitaba como un segundo pulso en su interior, débil pero vivo, así que o Ares seguía con él o los efectos secundarios de la recarga y la adrenalina estaban siendo un puto tripi. No estaba ni de coña para procesar la muerte de su pájaro ahora mismo.
Los viejos proyectiles, impactasen o no, volverían a su cuello deshechos en humo, listos para su uso si reventarle el cráneo con un machete gordo no era suficiente.
Claro que no esperaba que el dios en cuestión fuese uno de aspecto tan lamentable como Huesitos, y mucho menos que este fuera TAL nivel de amenaza. Igual que Ares estaba conectado a él y sabía cuando algo le afligía, Jace pudo notar el peligro antes de verlo. El enorme pájaro se protegió con las alas como pudo, alarmado en su silencioso lenguaje por tal cantidad de luces, sonidos y sobre todo, ataques dirigidos hacia él. Un hechizo fulminante y el animal, aún hecho de humo, sintió perder todas las plumas. Agitó las alas como si así pudiera huir del dolor, más en su último instinto buscó aplastar con la garra al culpable de la ofensa, como si ya aguijoneado por un escorpión mínimo quisiera llevarle consigo a la tumba. No obstante la consunción negra fue demasiado para su aguante. La explosiones rompieron su forma, literalmente, y si Jace alguna vez había cuestionado la mortalidad de su montura (spoiler, no) ahora bien podría comprobar que ni siquiera las sombras eran inmunes.
Ares desapareció, dejando una densa y oscura niebla a su paso que nada tenía que ver con la de Irianna, el humo de un incendio que no tiene por donde escapar. En el suelo, su silla de montar y las alforjas como recuerdo. Estupefacto por el caos mágico, el grito del emo y el fortísimo olor a plata y hierro que impregnaba el aire, arrancó el hacha del suelo, pensando en todo y nada a la vez, hecho de pura adrenalina, un cúmulo de maldiciones y miedos que nadie escucharía.
“¡¡HIJO DE PUTA!!”
O a lo mejor sí que se le escucharía, sí.
Con ambas manos y la fuerza de quien acaba de esnifar cocaína llevando cafeína en vena (o lo que es menos lógico, de quien acaba guillotinar a alguien) le lanzó el hacha de guerra al liche. No paró ahí: materializó su bate con puas, se lo lanzó, materializó su bajo, se lo lanzó, materializó su kukri y- no, no se lo lanzó, se lanzó con él por delante, dispuesto a apuñalar, cortar y romper su hueso favorito a riesgos de acabar tan posiblemente muerto como Tayron. Se la sudaba. De entre todas las cosas lógicas podría haber lanzado un hechizo aprovechando la enorme cantidad de magia nueva que tenía, se supone que en el ejército le habían enseñado a pelear con cabeza, el puto problema es que acababan de volatilizar a su pollo y la cabeza hacía años que le faltaba. Más en un momento así.
Y aún así lo sentía. El humo negro que se expandía a la altura de sus rodillas por la sala como agua derramada en una mesa palpitaba como un segundo pulso en su interior, débil pero vivo, así que o Ares seguía con él o los efectos secundarios de la recarga y la adrenalina estaban siendo un puto tripi. No estaba ni de coña para procesar la muerte de su pájaro ahora mismo.
Los viejos proyectiles, impactasen o no, volverían a su cuello deshechos en humo, listos para su uso si reventarle el cráneo con un machete gordo no era suficiente.
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