Barrio de los Mil Dioses
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Barrio de los Mil Dioses
02/08/11, 06:28 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Zona cercana al anfiteatro donde una buena parte de los escombros y edificios a medio derruir corresponden a viejos templos, tipo de edificación prolífica en aquel barrio a la que debe su nombre. Varios edificios mantienen milagrosamente medio en pie algunas habitaciones donde hay pertenencias de antiguos rocavarancoleses, de todo tipo. Las hienas han hecho de este lugar su territorio.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Barrio de los Mil Dioses
02/03/19, 05:29 pm
Trama de los Sueños
Devoss abrió los ojos con esfuerzo, iba a salir a cazar cuando se ha había desmayado en la puerta de la sede . No era algo que le ocurriera a menudo así que estaba algo alarmado. Pero lo explicó de manera muy rápida y dejó de darle importancia. <<Será el cansancio, llevo unos cuantos días que no duermo bien>>. Se encaminó hacia el Barrio de los Mil Dioses, deseoso de poder echarle el guante a unas cuantas hienas. Hacía tiempo que no las visitaba y creía que ya era hora de tener un reencuentro “divertido”.
Lo que encontró allí fue de todo menos divertido. Múltiples cuerpos yacían a sus pies, todos ellos destrozados, descuartizados y parcial o completamente devorados. A uno le faltaba la cabeza y el más alejado de todos carecía de extremidades, no era más que un torso sanguinoliento. Por el estado de los cuerpos el holandés pudo deducir que hacía poco que habían fallecido. No vio ningún rostro conocido, era gente que jamás había visto en la ciudad.
El licántropo se acercó a uno de los cadáveres, con los sentidos aumentados por si acaso. <<Una mordedura... Pero los dientes son humanos...>> Meditó mientras pasaba los dedos por las hendiduras. No era extraño ver escenas así en la ciudad. Al fin y al cabo no era el único que cazaba por allí, y muchos cazaban a otros ciudadanos. Lo raro era que las marcas fueran humanas. Lo normal era ver mordiscos y arañazos de vampiros, trasgos, ghouls, licántropos... Y un largo etcétera, pero aquello no era normal .Era como si un mago o un brujo se hubiera vuelto caníbal. La respuesta no tardó en venir en forma de un débil susurro, casi inaudible.
Devoss se giró rápidamente, con los ojos entrecerrados, a la vez que veía una pequeña figura ocultarse en los escombros. Su corazón latía sin ritmo alguno, veloz e incansable. Lo que fuera tenía miedo o estaba excitado. La criatura asomó la cabeza y Devoss dio un paso atrás del asombro. Era un niño, su piel era muy blanca, aunque era difícil de distinguir entre tanta mugre y suciedad. Su pelo largo y sucio caía en densas greñas sobre sus hombros. <<¿Un niño ha hecho todo esto? Imposible... A no ser...>> No le dio tiempo a pensar en nada más, algo lo empujó con gran fuerza por la espalda y el licántropo cayó al suelo. Se incorporó rápidamente, pero no vio nada, ni siquiera estaba el niño en su escondite.
El chico decidió que ese era el momento de picar billetes. Había ido a cazar, no a ser vapuleado por fuerzas invisibles. Muy a su pesar Devoss dio otro paso hacía atrás alarmado, el niño estaba ahí de nuevo. Justo por donde había llegado a esa zona, mirándolo fijamente y a cuatro patas como un animal. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. <<Hombres Bestia. ¿Cómo no se me ha ocurrido antes?>>. El niño no estaba solo, a su lado había aparecido otra figura, mucho más grande y corpulenta. Probablemente quien le había golpeado. Las venas de sus brazos se marcaban profundamente en la piel velluda del hombre, cuya cara era grotesca.
<<Ellos dos no han podido matar a todas esas personas. Tiene que haber más...>> Devoss se puso rápidamente a buscar más formas escondidas, y cada vez que posaba la vista en el hombre y el niño había más hombres bestia con ellos. Eran doce, todos ellos sosteniendose con sus brazos y piernas. No todos eran hombres, el chico pudo ver a unos cúantos niños y a cuatro mujeres, una de ellas con una gran barriga, de la que solo se puede tener estando embarazada.
-No quiero problemas, ¿vale? Iba a cazar hienas y me he encontrado con esto. No cazo a otras personas. No voy a pelearme por comida que no es mía y que no quiero-. Dijo, aunque dudaba que le entendieran. Lentamente empezó a transformar sus colmillos.
<<¿Por qué tengo miedo de esta gente? Me he peleado con cosas peores, joder... Quizás porque son humanos que cazan como yo...>> El hombre corpulento se acercó, arrastrando una larga barba canosa y habló de forma clara y concisa, para sorpresa del licántropo.
- Esa comida es nuestra, y todo lo que toque nuestra comida pasa a ser nuestra comida . Y tú has tocado nuestra comida-. Explicó con voz grave. Para recalcar lo que el líder quería decir el niño repitió susurrando:-Comida-.
-¿Cómo es que habláis? Pensaba que no podíais-. Preguntó Devoss retrocediendo y convirtiendo sus brazos en garras. Algo le impedía salir huyendo de ahí y le obligaba a seguir preguntando.
-Y nosotros pensábamos que tú eras como los demás. Pero eres como nosotros, te gusta la sangre, la carne. El sentir a tu presa agonizando, ¿verdad?-. El hombre estaba a pocos metros de él.
-No me tomes por gilipollas, capullo. Soy un licántropo, y sé que mientras parloteas tres de los tuyos están detrás mía. En algún lugar entre la casa de mi izquierda y los escombros de mi derecha. Y no soy como vosotros-. Concluyó transformando sus brazos en garras, su piel siendo sustituida por pelaje atigrado.- Y como des un paso más te rebano la garganta, jamás me comería a otra persona. Es inhumano y aberrante, pero no tengo ningún problema en matarlas si amenazan mi vida-.
El líder sonrió, mostrando unos dientes rotos y negros. Su mirada era dura y fría. Por alguna razón Devoss reconocía esa mirada, pese a las arrugas, a la mugre y a la sangre le resultaba familiar. Pero no lograba descubrir de quién era.
-Claro que eres como nosotros, solo que estás reprimido. Tienes más en común con nosotros que con esos amigos que crees tener. En realidad no son más que... presas. Si de verdad fueras distinto a nosotros ya nos habrías atacado, o al menos habrías huido. Pero aquí estás, haciendo preguntas y amenazas estúpidas. ¿Sabes lo que veo en tu mirada? Reconocimiento, nos ves como iguales-.
-¡Cállate de una puta vez!-. Gritó mientras su cara pasaba de humana a tigre simultáneamente. Devoss hizo un esfuerzo por controlarse y su cara volvió a ser humana.
-El día de la Luna fuiste como nosotros, y por mucho que te mientas a ti mismo eso no lo podrás cambiar.- El hombre bestia dio otro paso, ante la mirada temblorosa de Devoss. -Tranquilo, cachorro. Estoy aquí para que aceptes lo que eres o para devorarte si lo niegas. Traedla-. Los tres hombres bestia de su espalda pasaron por su lado, arrastrando un cuerpo inconsciente. Al principio no lo reconoció, hacía tiempo que no la veía con ese color de piel. Pero era ella. Ruth.Tal y como vino a la ciudad.
-¡DEJADLA EN PAZ!- Aulló con toda la rabia de la que fue capaz, corriendo hacia ellos pero el líder cogió a la israelita del cuello, amenazando con partírselo. Muy a su pesar Devoss se quedó inmóvil.
-Tienes dos opciones, cachorro. Tu vida o la de ella. Fácil, ¿no crees? Queremos que te la comas, aquí y delante de nosotros. Sabemos que tienes ganas, y no hay nada de malo en dejarse llevar-. Su expresión, hasta entonces altanera cambió a una siniestra y llena de odio.- Lo aberrante, como tú dices, es negar lo que eres y tratarnos como algo peor. Somos hermanos de cacería, ¿no lo ves?-
Para horror de Devoss, su boca empezaba a salivar y la piel de su amiga se le antojaba suculenta. Su estómago rugía de impaciencia, y una entidad que creía haber exiliado volvía de entre las sombras. La Bestia, la misma que había atacado a esa dullahan el día de la Luna, la misma que quiso matar a sus amigos estaba ahí de nuevo.
-Está bien-. Asumió Devoss, con temblores en todo su cuerpo, sudores fríos por la espalda y lágrimas en su rostro.-Haré lo que me pides-. El licántropo empezó a andar, y con cada paso su cuerpo cambiaba. No de manera lenta y torpe como lo hacía cuando se transformaba en tigre. Sino de manera rápida y fluida. Su ropa empezó a ensancharse y romperse, y todo su cuerpo estaba cubierto del pelaje atigrado tan familiar.
En cuestión de segundos había llegado hacia Ruth, en cuestión de segundos había terminado la transición a tigre, en cuestión de segundos Devoss estaba perdiendo el control. La cara de la chica era la expresión de la inocencia, completamente dormida y ajena a lo que estaba pasando a su alrededor. Mientras miraba el cuello latente de la israelita con placer una voz acudió a su cabeza, una desagradable y horrorosa, pero también acogedora.
-Me alegra estar de vuelta, humano... ¿Me echabas de menos?- Preguntó con sorna La Bestia.
Devoss abrió los ojos con esfuerzo, iba a salir a cazar cuando se ha había desmayado en la puerta de la sede . No era algo que le ocurriera a menudo así que estaba algo alarmado. Pero lo explicó de manera muy rápida y dejó de darle importancia. <<Será el cansancio, llevo unos cuantos días que no duermo bien>>. Se encaminó hacia el Barrio de los Mil Dioses, deseoso de poder echarle el guante a unas cuantas hienas. Hacía tiempo que no las visitaba y creía que ya era hora de tener un reencuentro “divertido”.
Lo que encontró allí fue de todo menos divertido. Múltiples cuerpos yacían a sus pies, todos ellos destrozados, descuartizados y parcial o completamente devorados. A uno le faltaba la cabeza y el más alejado de todos carecía de extremidades, no era más que un torso sanguinoliento. Por el estado de los cuerpos el holandés pudo deducir que hacía poco que habían fallecido. No vio ningún rostro conocido, era gente que jamás había visto en la ciudad.
El licántropo se acercó a uno de los cadáveres, con los sentidos aumentados por si acaso. <<Una mordedura... Pero los dientes son humanos...>> Meditó mientras pasaba los dedos por las hendiduras. No era extraño ver escenas así en la ciudad. Al fin y al cabo no era el único que cazaba por allí, y muchos cazaban a otros ciudadanos. Lo raro era que las marcas fueran humanas. Lo normal era ver mordiscos y arañazos de vampiros, trasgos, ghouls, licántropos... Y un largo etcétera, pero aquello no era normal .Era como si un mago o un brujo se hubiera vuelto caníbal. La respuesta no tardó en venir en forma de un débil susurro, casi inaudible.
Devoss se giró rápidamente, con los ojos entrecerrados, a la vez que veía una pequeña figura ocultarse en los escombros. Su corazón latía sin ritmo alguno, veloz e incansable. Lo que fuera tenía miedo o estaba excitado. La criatura asomó la cabeza y Devoss dio un paso atrás del asombro. Era un niño, su piel era muy blanca, aunque era difícil de distinguir entre tanta mugre y suciedad. Su pelo largo y sucio caía en densas greñas sobre sus hombros. <<¿Un niño ha hecho todo esto? Imposible... A no ser...>> No le dio tiempo a pensar en nada más, algo lo empujó con gran fuerza por la espalda y el licántropo cayó al suelo. Se incorporó rápidamente, pero no vio nada, ni siquiera estaba el niño en su escondite.
El chico decidió que ese era el momento de picar billetes. Había ido a cazar, no a ser vapuleado por fuerzas invisibles. Muy a su pesar Devoss dio otro paso hacía atrás alarmado, el niño estaba ahí de nuevo. Justo por donde había llegado a esa zona, mirándolo fijamente y a cuatro patas como un animal. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. <<Hombres Bestia. ¿Cómo no se me ha ocurrido antes?>>. El niño no estaba solo, a su lado había aparecido otra figura, mucho más grande y corpulenta. Probablemente quien le había golpeado. Las venas de sus brazos se marcaban profundamente en la piel velluda del hombre, cuya cara era grotesca.
<<Ellos dos no han podido matar a todas esas personas. Tiene que haber más...>> Devoss se puso rápidamente a buscar más formas escondidas, y cada vez que posaba la vista en el hombre y el niño había más hombres bestia con ellos. Eran doce, todos ellos sosteniendose con sus brazos y piernas. No todos eran hombres, el chico pudo ver a unos cúantos niños y a cuatro mujeres, una de ellas con una gran barriga, de la que solo se puede tener estando embarazada.
-No quiero problemas, ¿vale? Iba a cazar hienas y me he encontrado con esto. No cazo a otras personas. No voy a pelearme por comida que no es mía y que no quiero-. Dijo, aunque dudaba que le entendieran. Lentamente empezó a transformar sus colmillos.
<<¿Por qué tengo miedo de esta gente? Me he peleado con cosas peores, joder... Quizás porque son humanos que cazan como yo...>> El hombre corpulento se acercó, arrastrando una larga barba canosa y habló de forma clara y concisa, para sorpresa del licántropo.
- Esa comida es nuestra, y todo lo que toque nuestra comida pasa a ser nuestra comida . Y tú has tocado nuestra comida-. Explicó con voz grave. Para recalcar lo que el líder quería decir el niño repitió susurrando:-Comida-.
-¿Cómo es que habláis? Pensaba que no podíais-. Preguntó Devoss retrocediendo y convirtiendo sus brazos en garras. Algo le impedía salir huyendo de ahí y le obligaba a seguir preguntando.
-Y nosotros pensábamos que tú eras como los demás. Pero eres como nosotros, te gusta la sangre, la carne. El sentir a tu presa agonizando, ¿verdad?-. El hombre estaba a pocos metros de él.
-No me tomes por gilipollas, capullo. Soy un licántropo, y sé que mientras parloteas tres de los tuyos están detrás mía. En algún lugar entre la casa de mi izquierda y los escombros de mi derecha. Y no soy como vosotros-. Concluyó transformando sus brazos en garras, su piel siendo sustituida por pelaje atigrado.- Y como des un paso más te rebano la garganta, jamás me comería a otra persona. Es inhumano y aberrante, pero no tengo ningún problema en matarlas si amenazan mi vida-.
El líder sonrió, mostrando unos dientes rotos y negros. Su mirada era dura y fría. Por alguna razón Devoss reconocía esa mirada, pese a las arrugas, a la mugre y a la sangre le resultaba familiar. Pero no lograba descubrir de quién era.
-Claro que eres como nosotros, solo que estás reprimido. Tienes más en común con nosotros que con esos amigos que crees tener. En realidad no son más que... presas. Si de verdad fueras distinto a nosotros ya nos habrías atacado, o al menos habrías huido. Pero aquí estás, haciendo preguntas y amenazas estúpidas. ¿Sabes lo que veo en tu mirada? Reconocimiento, nos ves como iguales-.
-¡Cállate de una puta vez!-. Gritó mientras su cara pasaba de humana a tigre simultáneamente. Devoss hizo un esfuerzo por controlarse y su cara volvió a ser humana.
-El día de la Luna fuiste como nosotros, y por mucho que te mientas a ti mismo eso no lo podrás cambiar.- El hombre bestia dio otro paso, ante la mirada temblorosa de Devoss. -Tranquilo, cachorro. Estoy aquí para que aceptes lo que eres o para devorarte si lo niegas. Traedla-. Los tres hombres bestia de su espalda pasaron por su lado, arrastrando un cuerpo inconsciente. Al principio no lo reconoció, hacía tiempo que no la veía con ese color de piel. Pero era ella. Ruth.Tal y como vino a la ciudad.
-¡DEJADLA EN PAZ!- Aulló con toda la rabia de la que fue capaz, corriendo hacia ellos pero el líder cogió a la israelita del cuello, amenazando con partírselo. Muy a su pesar Devoss se quedó inmóvil.
-Tienes dos opciones, cachorro. Tu vida o la de ella. Fácil, ¿no crees? Queremos que te la comas, aquí y delante de nosotros. Sabemos que tienes ganas, y no hay nada de malo en dejarse llevar-. Su expresión, hasta entonces altanera cambió a una siniestra y llena de odio.- Lo aberrante, como tú dices, es negar lo que eres y tratarnos como algo peor. Somos hermanos de cacería, ¿no lo ves?-
Para horror de Devoss, su boca empezaba a salivar y la piel de su amiga se le antojaba suculenta. Su estómago rugía de impaciencia, y una entidad que creía haber exiliado volvía de entre las sombras. La Bestia, la misma que había atacado a esa dullahan el día de la Luna, la misma que quiso matar a sus amigos estaba ahí de nuevo.
-Está bien-. Asumió Devoss, con temblores en todo su cuerpo, sudores fríos por la espalda y lágrimas en su rostro.-Haré lo que me pides-. El licántropo empezó a andar, y con cada paso su cuerpo cambiaba. No de manera lenta y torpe como lo hacía cuando se transformaba en tigre. Sino de manera rápida y fluida. Su ropa empezó a ensancharse y romperse, y todo su cuerpo estaba cubierto del pelaje atigrado tan familiar.
En cuestión de segundos había llegado hacia Ruth, en cuestión de segundos había terminado la transición a tigre, en cuestión de segundos Devoss estaba perdiendo el control. La cara de la chica era la expresión de la inocencia, completamente dormida y ajena a lo que estaba pasando a su alrededor. Mientras miraba el cuello latente de la israelita con placer una voz acudió a su cabeza, una desagradable y horrorosa, pero también acogedora.
-Me alegra estar de vuelta, humano... ¿Me echabas de menos?- Preguntó con sorna La Bestia.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Barrio de los Mil Dioses
09/04/19, 11:35 pm
A medida que avanzaban los edificios y las calles de la ciudad se sucedían en un patrón borroso y cambiante que invitaba a la contemplación, pero Qwara no se detuvo en ningún momento para admirar el paisaje. El pulso rítmico en sus oídos la ayudaba a no pensar en nada, sumiéndola en una especie de trance en el que lo único que importaba era el siguiente paso de aquella carrera demencial, y el calor del esfuerzo físico mantenía a raya el frío y el miedo.
Mucho más tarde la sudafricana no sabría decir cuanto había durado aquella huida, pero en un momento dado empezó a bajar el ritmo y acabó deteniéndose en una calle cualquiera del Barrio de los Mil Dioses. Estaba sola, pero sabía que la seguían de cerca, y mientras los demás le daban alcance se dedicó a observar los alrededores con la cautela propia de quien se sabe perdido. A su alrededor se levantaban mucho templos en diversos estados de deterioro, pero lo que más llamó su atención fue la cantidad de restos animales (excrementos, huesecillos, etc... ) que había por la zona. «¿A dónde he ido a parar?» se preguntó inquieta, cambiando el peso de una pierna a otra en un gesto de nerviosismo.
Cuando el maniquí andante al que había adelantado llegó a su altura, la morena le dedicó un gesto de saludo.
—Hmm... ¿estás bien? —inquirió con tono dubitativo, extendiendo la pregunta a todo el que iba llegando en mayor o menor estado de agotamiento—. Me llamo Qwara, por cierto... —se presentó, no muy segura de si era el momento apropiado para aquel tipo de ceremonias. Aunque había perdido la noción del tiempo durante la carrera la sudafricana sabía que habían recorrido una distancia considerable gracias a la tensión de sus piernas, pero lo cierto es que aún no se sentía segura, y el aire que se respiraba en aquel barrio no le inspiraba confianza.
Mucho más tarde la sudafricana no sabría decir cuanto había durado aquella huida, pero en un momento dado empezó a bajar el ritmo y acabó deteniéndose en una calle cualquiera del Barrio de los Mil Dioses. Estaba sola, pero sabía que la seguían de cerca, y mientras los demás le daban alcance se dedicó a observar los alrededores con la cautela propia de quien se sabe perdido. A su alrededor se levantaban mucho templos en diversos estados de deterioro, pero lo que más llamó su atención fue la cantidad de restos animales (excrementos, huesecillos, etc... ) que había por la zona. «¿A dónde he ido a parar?» se preguntó inquieta, cambiando el peso de una pierna a otra en un gesto de nerviosismo.
Cuando el maniquí andante al que había adelantado llegó a su altura, la morena le dedicó un gesto de saludo.
—Hmm... ¿estás bien? —inquirió con tono dubitativo, extendiendo la pregunta a todo el que iba llegando en mayor o menor estado de agotamiento—. Me llamo Qwara, por cierto... —se presentó, no muy segura de si era el momento apropiado para aquel tipo de ceremonias. Aunque había perdido la noción del tiempo durante la carrera la sudafricana sabía que habían recorrido una distancia considerable gracias a la tensión de sus piernas, pero lo cierto es que aún no se sentía segura, y el aire que se respiraba en aquel barrio no le inspiraba confianza.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/04/19, 12:21 am
Cuando Iemai se dio cuenta de que eran un grupo más o menos nutrido que no tenía trazas de ir a separarse, soltó la mano de Ulmara. Aunque no supieran a dónde iban, corrían todos cerca unos de otros y era mejor que cada uno pudiese ir a su ritmo. Ella, además, quería sujetarse la mano derecha para que dejase de moverse tanto.
—No. Pero me llegó con lo que pude oír —le respondió a su compatriota, sin detenerse y sin poder evitar jadear. Iemai estuvo en mejor forma de la que estaba, pero creía que podía correr todo lo que hiciese falta. En aquel grupo había bastante gente que no tenía pinta de necesitar detenerse pronto, pero no se podía decir lo mismo de todos. Incluso escuchó a uno que se había caído a su espalda, aunque no se giró para mirar quién.
Recorrieron muchas calles en diferentes grados de ruina. Tantas, que era imposible que aquella criatura todavía les siguiese. La velocidad media empezaba a disminuir, y lo que marcó finalmente la pausa fue encontrar detenida a la persona que los había dejado atrás hacía rato. Probablemente tampoco quería alejarse sola.
Al detenerse, Iemai necesitó tomar aire profundamente varias veces. Tenía las piernas tensas y doloridas, y sabía que en cuanto se enfriasen le dolerían mucho, mucho más. Cuando recuperó algo la respiración buscó a Ulmara con la mirada. Prefería permanecer cerca de ella por el momento.
—No podemos volver —dijo a nadie en particular—. Pero aunque no podamos buscar al resto, nosotros no deberíamos separarnos a partir de ahora. Ni siquiera sabemos si hay más monstruos como los de antes.
Aquello le parecía incluso más importante que las presentaciones.
—No. Pero me llegó con lo que pude oír —le respondió a su compatriota, sin detenerse y sin poder evitar jadear. Iemai estuvo en mejor forma de la que estaba, pero creía que podía correr todo lo que hiciese falta. En aquel grupo había bastante gente que no tenía pinta de necesitar detenerse pronto, pero no se podía decir lo mismo de todos. Incluso escuchó a uno que se había caído a su espalda, aunque no se giró para mirar quién.
Recorrieron muchas calles en diferentes grados de ruina. Tantas, que era imposible que aquella criatura todavía les siguiese. La velocidad media empezaba a disminuir, y lo que marcó finalmente la pausa fue encontrar detenida a la persona que los había dejado atrás hacía rato. Probablemente tampoco quería alejarse sola.
Al detenerse, Iemai necesitó tomar aire profundamente varias veces. Tenía las piernas tensas y doloridas, y sabía que en cuanto se enfriasen le dolerían mucho, mucho más. Cuando recuperó algo la respiración buscó a Ulmara con la mirada. Prefería permanecer cerca de ella por el momento.
—No podemos volver —dijo a nadie en particular—. Pero aunque no podamos buscar al resto, nosotros no deberíamos separarnos a partir de ahora. Ni siquiera sabemos si hay más monstruos como los de antes.
Aquello le parecía incluso más importante que las presentaciones.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/04/19, 12:30 am
La carrera le hizo lamentar todas sus decisiones desde que aceptara la tarea de ir a por ingredientes y hierbas varios días antes de la fiesta. Tuvo que bajar la velocidad y centrarse en mantenerse en movimiento, corriendo pero sin desgastarse, como cuando corría junto a Karane. Es más, aprovechó unos segundos de pausa para terminar de vestirse antes de seguir a la que iba en cabeza. Un nutrido grupo les seguía, pero ni rastro del kievek.
No sabría decir cuánto habían cubierto cuando le llegó un olor familiar: habían entrado en territorio de bestias. Alcanzó a la otra criatura, que se había detenido, pero antes de presentarse se deshizo de varias capas. A este paso de tanto quitárselas las acabaría perdiendo, pero estaba muy acalorado y le sobraba ropa. Resollaba. Podía continuar, pero necesitaba una pausa larga. E hidratarse, pero no parecía que fuera a ser posible de momento.
Le devolvió el saludo poco antes de calmar su respiración.
—Pef... Pefka. Estoy, estoy bien, aunque se nota que anoche...
Se interrumpió, principalmente por la confusión <<¿... Estuve de fiesta en mi... ¿En mi mundo? Esto es muy raro todavía...>> Pero tampoco tenía tiempo para ponerse a divagar o curiosear. Ese olor a excrementos, pelo, restos de criaturas... estaba por todas partes, y mirase donde mirase vería pruebas de esto en las ruinas. No tenía ni que acercarse y agacharse para confirmarlo. Definitivamente estaban en el territorio de alguna manada de depredadores. Se tensó cuando vio que el grupo llegaba. Eran demasiado llamativos, más aún ahora que una criatura había vomitado. Se dirigió a todos, preocupado.
—Debemos seguir, pero bajad la voz y sed discretos, por favor. Huele a bestia por todas partes.
No sabría decir cuánto habían cubierto cuando le llegó un olor familiar: habían entrado en territorio de bestias. Alcanzó a la otra criatura, que se había detenido, pero antes de presentarse se deshizo de varias capas. A este paso de tanto quitárselas las acabaría perdiendo, pero estaba muy acalorado y le sobraba ropa. Resollaba. Podía continuar, pero necesitaba una pausa larga. E hidratarse, pero no parecía que fuera a ser posible de momento.
Le devolvió el saludo poco antes de calmar su respiración.
—Pef... Pefka. Estoy, estoy bien, aunque se nota que anoche...
Se interrumpió, principalmente por la confusión <<¿... Estuve de fiesta en mi... ¿En mi mundo? Esto es muy raro todavía...>> Pero tampoco tenía tiempo para ponerse a divagar o curiosear. Ese olor a excrementos, pelo, restos de criaturas... estaba por todas partes, y mirase donde mirase vería pruebas de esto en las ruinas. No tenía ni que acercarse y agacharse para confirmarlo. Definitivamente estaban en el territorio de alguna manada de depredadores. Se tensó cuando vio que el grupo llegaba. Eran demasiado llamativos, más aún ahora que una criatura había vomitado. Se dirigió a todos, preocupado.
—Debemos seguir, pero bajad la voz y sed discretos, por favor. Huele a bestia por todas partes.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/04/19, 01:21 am
Sentía que se le saldrían los pulmones por la boca por la carrera. Y que para hacerle compañía por si se sentían muy sólitos fuera de su cuerpo, le seguiría todo el contenido de su estomago. Las piernas le pesaba y dolían pero Rua estaba a acostumbrada a correr incluso con tacones de aguja y lo que llevaba era plataformas mucho mas firmes que eso.
No era débil, estaba acostumbrada a mantenerse en cierta forma pero aquella loca carrera tras una resacaba estaba volviendo su estomago del revés. El aliento salio de sus pulmones en profundas bocanadas cuando se dieron un pequeño respiro y apenas paró, la sueca no pudo resistirlo mas apartándose apenas un poco del grupo, para darle la bienvenida al exterior a todo el contenido de su estomago. Casi sintió que se ahogaba cuando su faringe se vio obstruida por escasos segundos, impidiendo que sus pulmones volviera a tomar el ansiado oxigeno, irritando toda su garganta <<¡Que puto asco joder! ¡Me cago en la ostia con este sitio de mierda!>> pensó furiosa, sin mirar el contenido de su estomago sobre el suelo, sintiendo la cabeza un poco menos adolorida tras sacar de sus sistema buena parte del alcohol ingerido. Se limpio los labios con el dorso de la mano asqueada procurando no ensuciarse el abrigo, cosa que logro milagrosamente al igual que sus botas. La maestría de no ser la primera vez que vomitaba en la calle hacia el maestro para no ensuciarse.
Apretó seguidamente los puños recuperando el aliento, medio cuidándose de no clavarse la uñas de stiletto en las manos. Si antes sentía la boca pastosa ahora la sentía como si acabase de beber de una cañería sucia, se sentía profundamente asqueada. Escupió al suelo intentando librarse de aquel nauseabundo sabor todo lo que pudiera. <<¡Mataba por un chicle o pasta dental ! >> si la resaca se le había medio ido antes del susto con el lagarto, ahora definitivamente estaba ya prácticamente desaparecida de sus sistema.
Solo entonces se dio el lujo de mirar donde estaba, medio apoyando sus manos aun sobre sus muslos para recobrar el aire. Todos se veían mas o menos humanos como ella a excepción de el maniquí viviente al que había seguido y al que le faltaba un ojo, otro ser que se parecía mucho a la gata que había visto en la fuente, así como un par de extrañas criaturas con nariz con forma de pico y cabeza con plumas en vez de pelo << A a unas malas sino encontramos esas estúpidas bañeras o lo que sea, tendremos pollo para cenar >> pensó con cinismo y fastidio. Porque no, no era capaz de pensar en ese momento que podrían tratarse de seres inteligentes y pensantes. Estaba sin aliento, sintiendo asquerosa su boca y de una mala ostia impresionante. Y si tenía aun el miedo en el cuerpo aunque lo ocultase perfectamente.
Solo cuando logró recuperar el aire lo suficiente para que su corazón y pulmones dejaran de querer estallar en su pecho fue que recupero su postura altiva y segura de si misma, no importándole el haber acabado de vomitar, viendo desconfiada alrededor. No sabía si el lagarto les seguía pero no se sentía nada segura quedándose allí parados mucho tiempo y ver el suelo lleno de huesos y excrementos de algún tipo de animal no la tranquilizaba demasiado.
Sus ojos rojizos se posaron tras la gafas, sobre la chica morena que acababa de presentarse y preguntar como estaban y que prácticamente parecía estar como una rosa. <<¿Pero esta tía de que tiene hecho los pulmones?>> pensó Rua, antes de chasquear la lengua acercándose a ellos.
-Acabo de vomitar, si eso responde a tu pregunta – dijo Rua intentando sonar lo menos borde que podía pero no consiguiéndolo de todo. <<Seamos sociables a inteligentes Rua, tienes bastante con un lagarto homicida queriéndoos matar, no necesitas incentivar el asesinato de los no lagartos tan pronto>> pensó Rua buscando calmar su mal humor un poco para sonar un poco mas diplomática- Perdona por lo borde, sigo descompuesta por todo lo sucedido...Mi nombre es Rua- se presento mirando aun alrededor desconfiada. Fue ahí que escucho las palabras de unos de los pájaros diciendo que no era seguro separarse y del maniquí advirtiendo de que podría haber depredadores. Escucharle hablar le era tan extraño como todo lo que andaba sucediendo en general. Bajó la voz antes de hablar aunque igual no es que tuviera muchas energías para gritar, la garganta aun le ardía tras haber vomitado y las palabras del tal Pefka no salaban muy tranquilizadoras tampoco. <<Está claro que estos huesos no están aquí de adorno, no hace falta ni decirlo>> pensó viendolos con aprehensión, cuidando de no pisar ningún hueso ni excremento con sus preciosas botas o ningún dolor de garganta le libraría del grito que metería ante semejante sacrilegio.
Alguno de los huesos se veían incluso antiguos. no le gustaba un pelo que mucho de esos huesos no fuesen de pequeño tamaño. Quería irse de ahí pero era un hecho que no sabían donde estaban ni a donde dirigirse, salvo claro esta a cualquier sitio contrario por el que hubieran venido. Rua hecho un vistazo alrededor, viendo los edificios que rodeaban aquel lugar y que estaban en un estado de mierda, medio derruidos y con escombros por doquier. No muchos quedaban en pie e igual no se fiaba demasiado de como andarían sus cimientos. No eran lugares adecuados donde meterse para guarecerse. <<Y yo mínimo necesito un puto baño o agua potable, que ahora mismo mato con mi aliento >> pensó Rua con exasperación y frustración, maldiciendo de nuevo el momento en el que firmó ese condenado papel.
-Sigamos avanzando mientra vemos que podemos hacer...esa cosa sigue ahí atrás y lo que dice ¿Pefka? No suena bien tampoco. Necesitamos encontrar mínimo un techo que no se derrumbe, paredes intactas, agua potable...y si ya hay camas, ya es un lujo- enumeró Rua apenas hablando en un tono suave y bajo, pero siendo clara, pensando rápido lo que necesitaban por puro sentido común. No llegarían a ninguna lado sin agua que pudieran beber, menos cuando no podían volver a la fuente con ese lagarto por allí rondando. La cama era otro requisito indispensable, pero dudaba dieran fácilmente con algo así en un estado decente ¿Se suponía que había refugios esperándolos en alguna parte? <<¿¡Y y como damos con ellos panda de cerebros de mosquito!? ¿Que no somos un GPS, coño!? >> mantenerse tranquila y sin alzar la voz estaba siendo una prueba enorme de autocontrol. Empezó a contar hasta mil mentalmente.
No era débil, estaba acostumbrada a mantenerse en cierta forma pero aquella loca carrera tras una resacaba estaba volviendo su estomago del revés. El aliento salio de sus pulmones en profundas bocanadas cuando se dieron un pequeño respiro y apenas paró, la sueca no pudo resistirlo mas apartándose apenas un poco del grupo, para darle la bienvenida al exterior a todo el contenido de su estomago. Casi sintió que se ahogaba cuando su faringe se vio obstruida por escasos segundos, impidiendo que sus pulmones volviera a tomar el ansiado oxigeno, irritando toda su garganta <<¡Que puto asco joder! ¡Me cago en la ostia con este sitio de mierda!>> pensó furiosa, sin mirar el contenido de su estomago sobre el suelo, sintiendo la cabeza un poco menos adolorida tras sacar de sus sistema buena parte del alcohol ingerido. Se limpio los labios con el dorso de la mano asqueada procurando no ensuciarse el abrigo, cosa que logro milagrosamente al igual que sus botas. La maestría de no ser la primera vez que vomitaba en la calle hacia el maestro para no ensuciarse.
Apretó seguidamente los puños recuperando el aliento, medio cuidándose de no clavarse la uñas de stiletto en las manos. Si antes sentía la boca pastosa ahora la sentía como si acabase de beber de una cañería sucia, se sentía profundamente asqueada. Escupió al suelo intentando librarse de aquel nauseabundo sabor todo lo que pudiera. <<¡Mataba por un chicle o pasta dental ! >> si la resaca se le había medio ido antes del susto con el lagarto, ahora definitivamente estaba ya prácticamente desaparecida de sus sistema.
Solo entonces se dio el lujo de mirar donde estaba, medio apoyando sus manos aun sobre sus muslos para recobrar el aire. Todos se veían mas o menos humanos como ella a excepción de el maniquí viviente al que había seguido y al que le faltaba un ojo, otro ser que se parecía mucho a la gata que había visto en la fuente, así como un par de extrañas criaturas con nariz con forma de pico y cabeza con plumas en vez de pelo << A a unas malas sino encontramos esas estúpidas bañeras o lo que sea, tendremos pollo para cenar >> pensó con cinismo y fastidio. Porque no, no era capaz de pensar en ese momento que podrían tratarse de seres inteligentes y pensantes. Estaba sin aliento, sintiendo asquerosa su boca y de una mala ostia impresionante. Y si tenía aun el miedo en el cuerpo aunque lo ocultase perfectamente.
Solo cuando logró recuperar el aire lo suficiente para que su corazón y pulmones dejaran de querer estallar en su pecho fue que recupero su postura altiva y segura de si misma, no importándole el haber acabado de vomitar, viendo desconfiada alrededor. No sabía si el lagarto les seguía pero no se sentía nada segura quedándose allí parados mucho tiempo y ver el suelo lleno de huesos y excrementos de algún tipo de animal no la tranquilizaba demasiado.
Sus ojos rojizos se posaron tras la gafas, sobre la chica morena que acababa de presentarse y preguntar como estaban y que prácticamente parecía estar como una rosa. <<¿Pero esta tía de que tiene hecho los pulmones?>> pensó Rua, antes de chasquear la lengua acercándose a ellos.
-Acabo de vomitar, si eso responde a tu pregunta – dijo Rua intentando sonar lo menos borde que podía pero no consiguiéndolo de todo. <<Seamos sociables a inteligentes Rua, tienes bastante con un lagarto homicida queriéndoos matar, no necesitas incentivar el asesinato de los no lagartos tan pronto>> pensó Rua buscando calmar su mal humor un poco para sonar un poco mas diplomática- Perdona por lo borde, sigo descompuesta por todo lo sucedido...Mi nombre es Rua- se presento mirando aun alrededor desconfiada. Fue ahí que escucho las palabras de unos de los pájaros diciendo que no era seguro separarse y del maniquí advirtiendo de que podría haber depredadores. Escucharle hablar le era tan extraño como todo lo que andaba sucediendo en general. Bajó la voz antes de hablar aunque igual no es que tuviera muchas energías para gritar, la garganta aun le ardía tras haber vomitado y las palabras del tal Pefka no salaban muy tranquilizadoras tampoco. <<Está claro que estos huesos no están aquí de adorno, no hace falta ni decirlo>> pensó viendolos con aprehensión, cuidando de no pisar ningún hueso ni excremento con sus preciosas botas o ningún dolor de garganta le libraría del grito que metería ante semejante sacrilegio.
Alguno de los huesos se veían incluso antiguos. no le gustaba un pelo que mucho de esos huesos no fuesen de pequeño tamaño. Quería irse de ahí pero era un hecho que no sabían donde estaban ni a donde dirigirse, salvo claro esta a cualquier sitio contrario por el que hubieran venido. Rua hecho un vistazo alrededor, viendo los edificios que rodeaban aquel lugar y que estaban en un estado de mierda, medio derruidos y con escombros por doquier. No muchos quedaban en pie e igual no se fiaba demasiado de como andarían sus cimientos. No eran lugares adecuados donde meterse para guarecerse. <<Y yo mínimo necesito un puto baño o agua potable, que ahora mismo mato con mi aliento >> pensó Rua con exasperación y frustración, maldiciendo de nuevo el momento en el que firmó ese condenado papel.
-Sigamos avanzando mientra vemos que podemos hacer...esa cosa sigue ahí atrás y lo que dice ¿Pefka? No suena bien tampoco. Necesitamos encontrar mínimo un techo que no se derrumbe, paredes intactas, agua potable...y si ya hay camas, ya es un lujo- enumeró Rua apenas hablando en un tono suave y bajo, pero siendo clara, pensando rápido lo que necesitaban por puro sentido común. No llegarían a ninguna lado sin agua que pudieran beber, menos cuando no podían volver a la fuente con ese lagarto por allí rondando. La cama era otro requisito indispensable, pero dudaba dieran fácilmente con algo así en un estado decente ¿Se suponía que había refugios esperándolos en alguna parte? <<¿¡Y y como damos con ellos panda de cerebros de mosquito!? ¿Que no somos un GPS, coño!? >> mantenerse tranquila y sin alzar la voz estaba siendo una prueba enorme de autocontrol. Empezó a contar hasta mil mentalmente.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/04/19, 02:20 am
Creo que acabo de esquivar una marca de Étrame, ¿verdad, Aramara?
Mantengo la carrera a medio fuelle para no separarme de Iemai incluso cuando me suelta. Ella ve tan poco como yo y me preocupa que se tropiece y empeore lo que sea que la lleva a sujetarse el brazo. Y la verdad, también prefiero tener cerca a alguien de mi plano. La mayoría de gente que distingo no tiene pico, sus narices cubiertas de piel me recuerdan más a animales. Supongo que será algo mutuo.
En cuanto paramos junto a un pequeño grupo cojo aire. La gente comienza a presentarse y trato de mantenerme atenta a sus palabras, pues no nos dicen sus pronombres y tengo que pescarlos entre ellas. Uno de los seres extraplanares, sin embargo, decide que es un buen momento para echar la raba. En otra ocasión me habría hecho gracia y le habría preguntado si bebió anoche, tal vez incluso le habría ayudado, pero no sé qué costumbres tienen en su plano, podría molestarle.
Por suerte se limpia y se levanta con bastante dignidad. Puedo seguir escuchando. Rua, la del vómito, es ella. Qwara y Pefka… No tengo ni idea, Aramara. Qwara recuerda a los cercanos por su piel y resulta el doble de rara la ausencia de pico y plumas. Pefka es… ¿un poco marisco? Es la criatura más extraña del grupo, con diferencia, y la única de su plano, junto al mamífero con hocico y orejas puntiagudas. Y aun con todo, a Pefka no le falta razón en lo que dice.
—Yo soy Ulmara, ella. ¿Cuales son vuestros pronombres? —pregunto, sin alzar demasiado la voz.
Acepto la idea del ser-marisco de seguir andando y pongo mi visión deficiente en el suelo, intentando mantenerme siempre cerca de Iemai. Está lleno de mugre y ya he pisado algo que cruje en más de una ocasión. ¿Huesos? También hay caca, aunque no la viera la huelo. Este sitio no me gusta un pelo y deseo con toda mi fuerza que lo crucemos pronto. Pero, ¿cruzarlo en dirección a qué? Los cretinos esos nos han abandonado a nuestra suerte. Bien podríamos adentrarnos en el territorio de un titán estepario.
Si lo piensas, debemos de dar pena. Un puñado de desconocidos secuestrados por la misma entidad gobernante, caminando entre mierda y restos de comida de los dioses sabréis qué animal. Y aun así… Creo que me alegro, dentro de lo que me permite la situación. Me alegro de no estar sola y en el fondo, tú lo sabes, siento curiosidad. Tal vez me muera en media hora, pero me moriré sabiendo mucho más que todos los cercanos y lejanos que conozco. Quién sabe a dónde iría después.
—Espero que no os moleste la pregunta, pero ¿de qué plano venís? Iemai y yo somos de la Cercanía. —Tal vez les suene, o bien de alguna historia o bien de planos que se solapen.
Mantengo la mano izquierda a modo de visera y continúo andando.
¿Sabes, Aramara? Entre el terror hay una pizca de orgullo. Mis sandalias no solo se están manchando de mierda, también están pisando Lo Desconocido.
Mantengo la carrera a medio fuelle para no separarme de Iemai incluso cuando me suelta. Ella ve tan poco como yo y me preocupa que se tropiece y empeore lo que sea que la lleva a sujetarse el brazo. Y la verdad, también prefiero tener cerca a alguien de mi plano. La mayoría de gente que distingo no tiene pico, sus narices cubiertas de piel me recuerdan más a animales. Supongo que será algo mutuo.
En cuanto paramos junto a un pequeño grupo cojo aire. La gente comienza a presentarse y trato de mantenerme atenta a sus palabras, pues no nos dicen sus pronombres y tengo que pescarlos entre ellas. Uno de los seres extraplanares, sin embargo, decide que es un buen momento para echar la raba. En otra ocasión me habría hecho gracia y le habría preguntado si bebió anoche, tal vez incluso le habría ayudado, pero no sé qué costumbres tienen en su plano, podría molestarle.
Por suerte se limpia y se levanta con bastante dignidad. Puedo seguir escuchando. Rua, la del vómito, es ella. Qwara y Pefka… No tengo ni idea, Aramara. Qwara recuerda a los cercanos por su piel y resulta el doble de rara la ausencia de pico y plumas. Pefka es… ¿un poco marisco? Es la criatura más extraña del grupo, con diferencia, y la única de su plano, junto al mamífero con hocico y orejas puntiagudas. Y aun con todo, a Pefka no le falta razón en lo que dice.
—Yo soy Ulmara, ella. ¿Cuales son vuestros pronombres? —pregunto, sin alzar demasiado la voz.
Acepto la idea del ser-marisco de seguir andando y pongo mi visión deficiente en el suelo, intentando mantenerme siempre cerca de Iemai. Está lleno de mugre y ya he pisado algo que cruje en más de una ocasión. ¿Huesos? También hay caca, aunque no la viera la huelo. Este sitio no me gusta un pelo y deseo con toda mi fuerza que lo crucemos pronto. Pero, ¿cruzarlo en dirección a qué? Los cretinos esos nos han abandonado a nuestra suerte. Bien podríamos adentrarnos en el territorio de un titán estepario.
Si lo piensas, debemos de dar pena. Un puñado de desconocidos secuestrados por la misma entidad gobernante, caminando entre mierda y restos de comida de los dioses sabréis qué animal. Y aun así… Creo que me alegro, dentro de lo que me permite la situación. Me alegro de no estar sola y en el fondo, tú lo sabes, siento curiosidad. Tal vez me muera en media hora, pero me moriré sabiendo mucho más que todos los cercanos y lejanos que conozco. Quién sabe a dónde iría después.
—Espero que no os moleste la pregunta, pero ¿de qué plano venís? Iemai y yo somos de la Cercanía. —Tal vez les suene, o bien de alguna historia o bien de planos que se solapen.
Mantengo la mano izquierda a modo de visera y continúo andando.
¿Sabes, Aramara? Entre el terror hay una pizca de orgullo. Mis sandalias no solo se están manchando de mierda, también están pisando Lo Desconocido.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/04/19, 01:36 pm
-¡N-no lo sé!- Dijo como respuesta al frivy echándole un vistazo rápido mientras huían.-¡Corred! Gritó con el miedo dentro de su cuerpo como un parásito. Maila corría tan rápido cómo se lo permitían las piernas, a su alrededor pasaban calles y calles. Y solo entonces se dio cuenta de lo maltrecha que estaba la ciudad. <<Rocavarancolia no es la ciudad de los milagros, Akeyo. Son unas malditas ruinas>> Pensó mientras escuchaba los pasos de Fleur detrás suya. Ahora si era más consciente de quiénes estaban a su alrededor y pudo distinguir a varios humanos entre otros seres más dispares. Como dos chicas con pico y plumón de pájaro o uno que parecía un maniquí. El muchacho musculoso y alto que les había hablado no parecía de otro planeta a simple vista, a excepción de su pelo platino que Maila intuyó como un tinte.
Por suerte pararon de correr, y la hawaiana puso los brazos en jarras descansando, mientras apartaba la vista de la humana que acaba de empezar a vomitar. Maila escuchó con atención los nombres de aquellas personas, sin creerse del todo lo que estaba ocurriendo todavía. <<Esto es demasiado surrealista, joder.>> Se dijo mientras se daba la vuelta para ver cómo estaba Fleur.
-¿Estás bien?-. Le preguntó a la francesa antes de contestarle al resto.- Yo soy Maila... eh... -. A la hawaiana le estaba costando asimilar toda aquella situación y se pasó la mano por el pelo, visiblemente aturdida.-No sé bien del todo a qué te refieres con lo de los planos y sobre los pronombres soy chica si te refieres a eso-. Le respondió a la muchacha llamada Ulmara.- Ella y yo somos...eh... del planeta Tierra. Igual que otros de aquí presentes.- Maila miró de forma rápida al resto de humanos , y se sintió en cierta forma acogida por ver algo familiar entre tanto desconocimiento.
La hawaiana no tardó en fijarse en los trozos de hueso que había esparcidos, sintiendo un estremecimiento por toda la espalda. El comentario del chico maniquí, Pefka, solo hizo ponerla más nerviosa. <<¿Bestias como las de antes?>> Pensó rascándose el brazo con insistencia y nerviosismo.
-Deberíamos salir de aquí y permanecer unidos, sí.- Secundó a la humana llamada Rua y a la que parecía de la misma especie que la otra chica-pájaro.- Sí aquí hay bestias lo mejor será salir de aquí cuanto antes-. Maila estaba asustada, bastante, pero sentirse dentro de un grupo como aquel la ayudaba a no perder los nervios del todo.
Por suerte pararon de correr, y la hawaiana puso los brazos en jarras descansando, mientras apartaba la vista de la humana que acaba de empezar a vomitar. Maila escuchó con atención los nombres de aquellas personas, sin creerse del todo lo que estaba ocurriendo todavía. <<Esto es demasiado surrealista, joder.>> Se dijo mientras se daba la vuelta para ver cómo estaba Fleur.
-¿Estás bien?-. Le preguntó a la francesa antes de contestarle al resto.- Yo soy Maila... eh... -. A la hawaiana le estaba costando asimilar toda aquella situación y se pasó la mano por el pelo, visiblemente aturdida.-No sé bien del todo a qué te refieres con lo de los planos y sobre los pronombres soy chica si te refieres a eso-. Le respondió a la muchacha llamada Ulmara.- Ella y yo somos...eh... del planeta Tierra. Igual que otros de aquí presentes.- Maila miró de forma rápida al resto de humanos , y se sintió en cierta forma acogida por ver algo familiar entre tanto desconocimiento.
La hawaiana no tardó en fijarse en los trozos de hueso que había esparcidos, sintiendo un estremecimiento por toda la espalda. El comentario del chico maniquí, Pefka, solo hizo ponerla más nerviosa. <<¿Bestias como las de antes?>> Pensó rascándose el brazo con insistencia y nerviosismo.
-Deberíamos salir de aquí y permanecer unidos, sí.- Secundó a la humana llamada Rua y a la que parecía de la misma especie que la otra chica-pájaro.- Sí aquí hay bestias lo mejor será salir de aquí cuanto antes-. Maila estaba asustada, bastante, pero sentirse dentro de un grupo como aquel la ayudaba a no perder los nervios del todo.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/04/19, 03:02 pm
Fleur continuó corriendo todo lo rápido que podía con la vista clavada en los talones de Maila, no quería retrasarla, no quería quedarse sola por más que la hawaiana no tuviera intención de abandonarla, si volvía a tropezar y al girarse resulta que les perseguía esa cosa... el reptil tendría banquete gratis, pues se le pararía el corazón.
Al poco una voz la sorprendió a su espalda y la francesa solo tuvo tiempo para pegar un brinco y un pequeño chillido, giró la cabeza un milisegundo, lo necesario para trastabillar y casi perder el equilibrio otra vez. >>Me van a comer, estoy muerta<<. Pensaba. El extraño de pelo blanco no recibiría más que una respuesta ahogada que parecía decir “estoy bien, gracias”, aunque claramente habría agredecido cualquier ayuda en esos momentos.
El parar en un sitio aleatorio le sentó como un pedazo de cielo porque tampoco es que pudiera correr mucho más tiempo, la francesa se detuvo encorvándose rápidamente y apoyando sus manos en las rodillas, el aliento parecía salírsele por la boca y un leve martilleo cercano a las costillas le recordaba el carrerón que se habían pegado.
-No- le contestó a su amiga. >>Necesito respirar<<. Pensó, quitándose el pañuelo blanco que llevaba alrededor del cuello y que ahora mismo sentía como una soga. Después de su estado se daba cuenta lo mucho que le había perjudicado un año sin sus clases de baile, aunque no estaba tan mal como la chica que potaba.
Fleur se tapó la boca con el dorso de las manos, conteniendo sus propias arcadas por la escenita.
Tomar unos segundos para respirar la hizo consciente del entorno en el que se encontraba y como consecuencia, que quisiera salir corriendo de nuevo a pesar de no poder hacerlo al ritmo anterior. Las conversaciones a su alrededor la agobiaban (si estaban en peligro por qué seguían parados) y las ruinas más aún. Descubrió que el grupo que corría era más grande de lo que pensaba y la muchacha se ocultó algo detrás del hombro moreno de su amiga para hablar, no le gustaba llamar la atención.
-Fleur- sus ojos azules volvieron a recobrar un brillo dudoso y se los restregó con la mano para no llorar de nuevo- me llamo Fleur- esta vez sin apellidos. Se acercó un poco más a su amiga, rozando su muñeca y casi pidiendo un abrazo, pero había demasiada gente. Le susurró- tengo mucho miedo... quiero irme a casa.
>>Señor. Mantenme con vida y obraré tus milagros<<. Echó un vistazo a el resto con miedo y por último a la multitud de calles que se abrían ante ellos y que parecían advertir que morirían en cualquiera de ellas. >>Ayúdanos<<.
Al poco una voz la sorprendió a su espalda y la francesa solo tuvo tiempo para pegar un brinco y un pequeño chillido, giró la cabeza un milisegundo, lo necesario para trastabillar y casi perder el equilibrio otra vez. >>Me van a comer, estoy muerta<<. Pensaba. El extraño de pelo blanco no recibiría más que una respuesta ahogada que parecía decir “estoy bien, gracias”, aunque claramente habría agredecido cualquier ayuda en esos momentos.
El parar en un sitio aleatorio le sentó como un pedazo de cielo porque tampoco es que pudiera correr mucho más tiempo, la francesa se detuvo encorvándose rápidamente y apoyando sus manos en las rodillas, el aliento parecía salírsele por la boca y un leve martilleo cercano a las costillas le recordaba el carrerón que se habían pegado.
-No- le contestó a su amiga. >>Necesito respirar<<. Pensó, quitándose el pañuelo blanco que llevaba alrededor del cuello y que ahora mismo sentía como una soga. Después de su estado se daba cuenta lo mucho que le había perjudicado un año sin sus clases de baile, aunque no estaba tan mal como la chica que potaba.
Fleur se tapó la boca con el dorso de las manos, conteniendo sus propias arcadas por la escenita.
Tomar unos segundos para respirar la hizo consciente del entorno en el que se encontraba y como consecuencia, que quisiera salir corriendo de nuevo a pesar de no poder hacerlo al ritmo anterior. Las conversaciones a su alrededor la agobiaban (si estaban en peligro por qué seguían parados) y las ruinas más aún. Descubrió que el grupo que corría era más grande de lo que pensaba y la muchacha se ocultó algo detrás del hombro moreno de su amiga para hablar, no le gustaba llamar la atención.
-Fleur- sus ojos azules volvieron a recobrar un brillo dudoso y se los restregó con la mano para no llorar de nuevo- me llamo Fleur- esta vez sin apellidos. Se acercó un poco más a su amiga, rozando su muñeca y casi pidiendo un abrazo, pero había demasiada gente. Le susurró- tengo mucho miedo... quiero irme a casa.
>>Señor. Mantenme con vida y obraré tus milagros<<. Echó un vistazo a el resto con miedo y por último a la multitud de calles que se abrían ante ellos y que parecían advertir que morirían en cualquiera de ellas. >>Ayúdanos<<.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/04/19, 09:21 pm
Sarah se paró junto al grupo, continúo respirando profundamente, todo su cuerpo palpitaba sentía el latir de su corazón en su cabeza. La emoción de estar viva de vivir la reconfortaba como un torrente de emociones. En su exterior nada cambiaba, aunque cansada su rostro no mostraba el cansancio mostraba una profunda indiferencia, pronto miro a sus compañeros, sus ojos los escudriño, analizando su actitud, sus posturas, sus gestos, la voz, el tono y las palabras que usaban. Pensó que le vendría bien hacer compañeros, todo parecía demasiado peligroso para ir sola además la comida sería un problema. Cuando recupero el aliento comenzó a hablar.
-Soy Sarah, de la Tierra- su rostro había cambiado una dulce sonrisa enmarcaba su cara, los ojos ahora tenían brillo, parecía calmada y serena, y hablaba en un tono bajo para que las bestias no los detectaran- todo saldrá bien, no os preocupéis- dijo con todo dulce y agradable- creo que deberíamos centrarnos en buscar uno de esos refugios y podremos hablar ahí, Pefka tiene razón este sitio no parece seguro- comenzó a buscar a lo lejos-Supongo que un refugio tiene que ser algún edificio que no esté derruido, quizás pueda tener una muralla o foso alrededor si esto esta lleno de bestias ¿Veis algo así?
Debajo de su convincente mascara, Sarah se sorprendía de ellos “Ellos deben haber firmado como yo, esa mujer no me mintió, si vinieron es porque realmente querían salir de sus vidas, en vez de asustarse deberían empezar a pensar en soluciones” realmente le daban igual, pero si nadie les iba a ayudar, tenia que juntarse con esa gente, cuando antes se quitasen las dudas antes empezarían a ser competentes. “Esta es vuestra vida ahora empezar a aceptarlo, no hay camino de vuelta, ni lo deseo” Pensó fríamente.
-Soy Sarah, de la Tierra- su rostro había cambiado una dulce sonrisa enmarcaba su cara, los ojos ahora tenían brillo, parecía calmada y serena, y hablaba en un tono bajo para que las bestias no los detectaran- todo saldrá bien, no os preocupéis- dijo con todo dulce y agradable- creo que deberíamos centrarnos en buscar uno de esos refugios y podremos hablar ahí, Pefka tiene razón este sitio no parece seguro- comenzó a buscar a lo lejos-Supongo que un refugio tiene que ser algún edificio que no esté derruido, quizás pueda tener una muralla o foso alrededor si esto esta lleno de bestias ¿Veis algo así?
Debajo de su convincente mascara, Sarah se sorprendía de ellos “Ellos deben haber firmado como yo, esa mujer no me mintió, si vinieron es porque realmente querían salir de sus vidas, en vez de asustarse deberían empezar a pensar en soluciones” realmente le daban igual, pero si nadie les iba a ayudar, tenia que juntarse con esa gente, cuando antes se quitasen las dudas antes empezarían a ser competentes. “Esta es vuestra vida ahora empezar a aceptarlo, no hay camino de vuelta, ni lo deseo” Pensó fríamente.
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Barrio de los Mil Dioses
11/04/19, 02:03 am
Kiki había corrido fuerte antes por motivos diversos, pero ninguno tan apremiante como el de ahora. Desde hacia un rato le estaban quemando los músculos, pero prefería eso a un cuchillo, o a sentir las garras de una de esas cosas. Se obligaba a abrir los ojos y seguir a las chicas que estaban delante de ella y no perderles de vista aunque estaba ya con lagrimas en los ojos. Cuando se detuvieron llevo rápidamente su chalina a la boca tratando de aspirar, a través de ella, bocanadas de aire que no le congelaran los pulmones. No fue muy consciente de los demas. solo sentia cansancio y dolor. Cayo de rodillas aun tratando de respirar mas y mas rápido mientras que milagrosamente su cerebro se concentraba en que no desfalleciera y olvidaba cualquier pensamiento de los que estaba acostumbrada.
Cuando empezó a calmarse pudo ir algunas de las palabras. No le parecía absurdo presentarse, pero como se encontraran con otra de esas cosas los nombres solo servirían para poner en tumbas. Quería levantarse pero le dolía el pecho, los costados, y las piernas las sentía de gelatina aun cuando ya no estaba de pie.
- Al menos.....al menos.....esa...co...cosa no nos...sigue...si nos siguiera ya se habría oído porque no parece que es del tipo que camina en silencio para atacar....pe..........pero...pero...si, creo que debemos buscar algún edi....ficio grande - trataba de respirar despacio, tal como le habían aconsejado mil veces, pero aun así su manía de hablar cosas extra hacia que gastara su aire en detalles superfluos.
Habia pensado mas cosas pero esta vez no las dijo porque estaba respirando y porque en su cabeza también había pasado la idea de regresar. Obviamente se contradijo ella misma, después de todo un grupo de secuestradores interplanetarios no iba a llevarte a un sitio así para que cuando tu pidieras regresar te sellaran unos papeles y te devolvieran sin mas. Estaba calculando sus chances de levantarse sin tener que pedir ayuda cuando su garganta seca le hizo dar cuenta de algo importante que ya había mencionado la chica de las botas altas "como pudo correr con eso,que si yo debía de hacerlo hubiera acabado de comida de esas cosas, y las botas como adornitos de los que se les pone a las aves al horno" - penso sin quitarle los ojos al atuendo de Rua.
- Debe....deberíamos recordar por donde vinimos...y no es que quiera ver de nuevo a esa cosa horrible, pero si no encontramos agua tendremos que regresar a esa fuente mágica, y ojala que al volver a tomar de ella no se nos olviden mas cosas aparte de nuestros idiomas - termino diciendo mientras se arrastraba un poco, ensuciando su ropa, para tratar de apoyarse en algún muro y poder levantarse.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Barrio de los Mil Dioses
11/04/19, 02:57 am
El chillido y que casi se cayera Fleur le hizo dar una zancada en la que acercó sus manos a la cadera de ella por si se caía, por suerte no lo hizo. El miedo le apremiaba a acelerar el paso pero algo mayor a este le hizo permanecer al ritmo de ellas, aquella muchacha agobiada que casi no pudo ni contestarle. Incluso si ese bicho les perseguía a ellos se encararía a él y lo distraería para que pudieran escapar a gusto, estaba más que seguro de poder dejarle atrás de todas maneras.
Aún así ultraestoy actuando como un idiota. Superdebería correr pero de la total. -Pero no lo hizo.
Los edificios y las calles pasaron rápido y finalmente solo unos pocos de los elegidos quedaban por allí. Algo alertó al frivy, pero no fueron las asquerosidades que se desperdigaban por el suelo y que se negaba a mirar si no era para esquivarlas, fueron los propios edificios.
Hiperes como si... como si un rary´s los hubiera diseñado en vez de un leinchy´s. Todo en la ciudad era un caos pero este cacho especialmente estaba plagando de estructuras poco útiles y símbolos en los diseños allá donde mirase.
Pararon allí y se sorprendió al ver a varios casi colapsar y algunos incluso hacerlo. Era como los de su especie que decidían saltar del woopanchy´x a su rutina en el nivel al que lo hacía él y acababan teniendo que ser asistidos con toallitas frías y tónicas minerales de restitución. Él por su parte expiró e inspiró un par de veces largas para regular la respiración y notó su corazón volver despacio a la calma. Evitó eso si mirar a los desagradables fluidos que expulsaron sus nuevos compañeros de grupo, no tenía TANTA curiosidad por saber que comida había en otros mundos.
Las presentaciones se mezclaron con los comentarios de apurarse para irse pues al parecer según maniquí, iría poniéndoles nombres así de momento que era más fácil, esto era lugar de depredadores salvajes. Tenía mil preguntas que hacerle sobre sus mundos y tradiciones y cuerpos pero desde luego eso tendría que esperar a vista de que un reptil gigante podría aparecerles en el culo a matarlos a todos. Eso sí todos hablaban de manera totalmente aburrida y sin gracia, pobres mundos sin estilo.
Fleur. -Ese fue el único nombre que no variaría.
-Me hiperllamo Nery´s, el, supersoy de Frivowaldanny. -Pronunció todo aquello de manera seria con cierto toque de dramatismo y un gestó que dejaba lucirse a su maquillaje y accesorios, ni siquiera lo hacía a propósito, simplemente la actuación era ya tan parte de su día a día que le salía sola.
Vió a aquella chica palida hablar con esfuerzo preocupado pues parecía a punto de desmallarse y cuando empezó a hacer fuerza para intentar levantarse se acercó a ella con rapidez. -Nooonononono, supertienes razón pero supervas a acabar vomitando tú también. -Evitar otra potada se volvió casi una prioridad. -Ultrarelájate y céntrate en respirar aire fresquis. ¿Te superllevo yo un rato vale? -Nieve, así la llamaría en su cabeza, asintió fuertemente con la cabeza y se llevó las manos a la cara, lo que a Nery´s le pareció adorable. La levantó con delicadeza y sin esfuerzo, acomodándola contra su pecho para que fuera cómodo para ambos, no podía ni contar la de veces que había hecho eso para llevar a sus parejas hacia un lugar más divertido y a las cansadas hacia uno más cómodo.
Observó a Fleur, parecía aterrada y triste y aquello no le gustaba nada aunque al menos paercía confiar en la nofrivy. -Sary-Paró por el error producto de la costumbre. -Sarah ultratiene razón de la total, todo saldrá que ni de zyxy´s. -Dijo intentando animarla un poco. -Superes inútil de la total megaintentar orientarnos sin nisiquiera un mapi´zz así que, ¿por que hiperno seguimos hacia allí y ya?.
Se puso en marcha junto al resto esperando encontrar un refugio caliente antes de el calor de la carrera remitiese, al menos tenía a alguien pegado.
Aún así ultraestoy actuando como un idiota. Superdebería correr pero de la total. -Pero no lo hizo.
Los edificios y las calles pasaron rápido y finalmente solo unos pocos de los elegidos quedaban por allí. Algo alertó al frivy, pero no fueron las asquerosidades que se desperdigaban por el suelo y que se negaba a mirar si no era para esquivarlas, fueron los propios edificios.
Hiperes como si... como si un rary´s los hubiera diseñado en vez de un leinchy´s. Todo en la ciudad era un caos pero este cacho especialmente estaba plagando de estructuras poco útiles y símbolos en los diseños allá donde mirase.
Pararon allí y se sorprendió al ver a varios casi colapsar y algunos incluso hacerlo. Era como los de su especie que decidían saltar del woopanchy´x a su rutina en el nivel al que lo hacía él y acababan teniendo que ser asistidos con toallitas frías y tónicas minerales de restitución. Él por su parte expiró e inspiró un par de veces largas para regular la respiración y notó su corazón volver despacio a la calma. Evitó eso si mirar a los desagradables fluidos que expulsaron sus nuevos compañeros de grupo, no tenía TANTA curiosidad por saber que comida había en otros mundos.
Las presentaciones se mezclaron con los comentarios de apurarse para irse pues al parecer según maniquí, iría poniéndoles nombres así de momento que era más fácil, esto era lugar de depredadores salvajes. Tenía mil preguntas que hacerle sobre sus mundos y tradiciones y cuerpos pero desde luego eso tendría que esperar a vista de que un reptil gigante podría aparecerles en el culo a matarlos a todos. Eso sí todos hablaban de manera totalmente aburrida y sin gracia, pobres mundos sin estilo.
Fleur. -Ese fue el único nombre que no variaría.
-Me hiperllamo Nery´s, el, supersoy de Frivowaldanny. -Pronunció todo aquello de manera seria con cierto toque de dramatismo y un gestó que dejaba lucirse a su maquillaje y accesorios, ni siquiera lo hacía a propósito, simplemente la actuación era ya tan parte de su día a día que le salía sola.
Vió a aquella chica palida hablar con esfuerzo preocupado pues parecía a punto de desmallarse y cuando empezó a hacer fuerza para intentar levantarse se acercó a ella con rapidez. -Nooonononono, supertienes razón pero supervas a acabar vomitando tú también. -Evitar otra potada se volvió casi una prioridad. -Ultrarelájate y céntrate en respirar aire fresquis. ¿Te superllevo yo un rato vale? -Nieve, así la llamaría en su cabeza, asintió fuertemente con la cabeza y se llevó las manos a la cara, lo que a Nery´s le pareció adorable. La levantó con delicadeza y sin esfuerzo, acomodándola contra su pecho para que fuera cómodo para ambos, no podía ni contar la de veces que había hecho eso para llevar a sus parejas hacia un lugar más divertido y a las cansadas hacia uno más cómodo.
Observó a Fleur, parecía aterrada y triste y aquello no le gustaba nada aunque al menos paercía confiar en la nofrivy. -Sary-Paró por el error producto de la costumbre. -Sarah ultratiene razón de la total, todo saldrá que ni de zyxy´s. -Dijo intentando animarla un poco. -Superes inútil de la total megaintentar orientarnos sin nisiquiera un mapi´zz así que, ¿por que hiperno seguimos hacia allí y ya?.
Se puso en marcha junto al resto esperando encontrar un refugio caliente antes de el calor de la carrera remitiese, al menos tenía a alguien pegado.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- PePo
Ficha de cosechado
Nombre: Jose Antonio De Arnaiz y La Vega Lopez (Toni)
Especie: Humano andaluz
Habilidades: habilidad mental, rapidez mental, reflejosPersonajes : Toni
Armas : Caída de ojos.
Re: Barrio de los Mil Dioses
11/04/19, 09:31 pm
En mitad de la carrera, Toni comenzó a rememorar el momento en el que la mujer le había hecho firmar aquel contrato con su propia sangre. Aquella misma sangre brotaba entre los dedos mientras intentaba por presión que se parara la hemorragia. Posiblemente no era tan aparatoso como él lo sentía, pero cuando estas corriendo en mitad de una ciudad desconocida, con criaturas desconocidas, en pijama, cualquier hemorragia de nada parece un mundo.
Cuando a su alrededor pararon Toni les imitó.
La chica sueca que había visto en la fuente estaba vomitando con una elegancia que a Toni le sorprendió. Nadie era elegante mientras descomía, nadie salvo aquella chica. Otra chica rubia se quitaba un pañuelo blanco que llevaba alrededor del cuello. Parecía desesperada, como si aquel pañuelo le quemase la piel.
Una humana, o eso aparentaba almenos, se dirigió al grupo intentando ordenarlo un poco. —Yo voy donde vaya ella— dijo Toni.
Toni no entendía nada pero se iría con quien hiciera falta si con eso podía mantenerse con vida. La realidad había dejado de existir. En ese punto, cualquier cosa que le hubiera dicho, habría dicho que sí.
Cuando a su alrededor pararon Toni les imitó.
La chica sueca que había visto en la fuente estaba vomitando con una elegancia que a Toni le sorprendió. Nadie era elegante mientras descomía, nadie salvo aquella chica. Otra chica rubia se quitaba un pañuelo blanco que llevaba alrededor del cuello. Parecía desesperada, como si aquel pañuelo le quemase la piel.
Una humana, o eso aparentaba almenos, se dirigió al grupo intentando ordenarlo un poco. —Yo voy donde vaya ella— dijo Toni.
Toni no entendía nada pero se iría con quien hiciera falta si con eso podía mantenerse con vida. La realidad había dejado de existir. En ese punto, cualquier cosa que le hubiera dicho, habría dicho que sí.
No lo sabes, Invitado, pero te quiero.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Barrio de los Mil Dioses
12/04/19, 10:11 pm
Mientras los demás iban llegando Qwara empezó a juguetear con sus pulseras nerviosa, observando los alrededores con ojos llenos de inquietud a la espera de que algo se les echara encima. Pefka tenía razón, aquello debía ser el territorio de alguna manada de animales y ellos se estaban paseando tan tranquilos, así que debían avanzar en silencio y salir de allí cuanto antes. Casi todos parecían agotados, sin embargo, y al menos dos tuvieron que aligerar el estómago antes de pensar en continuar. Ante el penetrante olor de la bilis la morena arrugó la nariz ligeramente asqueada, pero fue la respuesta borde de la sueca a su pregunta lo que en verdad le molestó.
Aquello no llegó a mas, no obstante, pues Rua se disculpó por sus formas alegando estar aún afectada y la muchacha le quitó importancia con un gesto de la mano mientras los otros les iban dando sus nombres.
—Ella, disculpa —le respondió a Ulmara en voz baja cuando esta les pidió sus pronombres, tratando de que su sorpresa inicial no se reflejara en su tono. Debía ser una costumbre de su mundo el presentarse de ese modo y en cierta manera comprendía su utilidad—. Vengo del mismo sitio que ellos. —añadió, señalando a las otros seis terrícolas. «Somos muchísimos humanos... » pensó para si, contando rápidamente a los integrantes del grupo que aquella desgracia había terminado juntando.
Las circunstancias habían querido que se reuniera un grupo de personas bastante dispar, cada uno con sus propias manías y peculiaridades, pero aquel no parecía el momento indicado para analizarlo todo y Qwara trató de centrarse en lo que realmente importaba en aquellos instantes: salir de allí con vida. «Cuando demos con uno de esos refugios seguros ya habrá tiempo para socializar» se dijo, obligándose a pensar de forma positiva e impidiendo que la angustia volviera a dominarla.
La sudafricana, tras el pequeño debate al respecto, dio por zanjado el tema de empezar a moverse y abrió la marcha en la dirección que había indicado el tipo guapo que hablaba raro: la que iban siguiendo desde que habían salido en estampida de la plaza de la fuente. Mientras caminaba a paso ligero iba esquivando los excrementos que le salían al paso con elegancia, pero no perdía de vista los alrededores y mantenía en todo momento parte de su atención en el grupo junto al que viajaba.
—¿Tu estás bien? —se dirigió al español al percatarse de la sangre que se le escurría entre los dedos—. Eso tiene mala pinta... ten. —añadió tras unos instantes, llevándose la manos al bolsillo del pantalón y ofreciéndole un pañuelo de papel sin usar. Le quedaban tres más en el paquete empezado con el que había salido de casa.
Aquello no llegó a mas, no obstante, pues Rua se disculpó por sus formas alegando estar aún afectada y la muchacha le quitó importancia con un gesto de la mano mientras los otros les iban dando sus nombres.
—Ella, disculpa —le respondió a Ulmara en voz baja cuando esta les pidió sus pronombres, tratando de que su sorpresa inicial no se reflejara en su tono. Debía ser una costumbre de su mundo el presentarse de ese modo y en cierta manera comprendía su utilidad—. Vengo del mismo sitio que ellos. —añadió, señalando a las otros seis terrícolas. «Somos muchísimos humanos... » pensó para si, contando rápidamente a los integrantes del grupo que aquella desgracia había terminado juntando.
Las circunstancias habían querido que se reuniera un grupo de personas bastante dispar, cada uno con sus propias manías y peculiaridades, pero aquel no parecía el momento indicado para analizarlo todo y Qwara trató de centrarse en lo que realmente importaba en aquellos instantes: salir de allí con vida. «Cuando demos con uno de esos refugios seguros ya habrá tiempo para socializar» se dijo, obligándose a pensar de forma positiva e impidiendo que la angustia volviera a dominarla.
La sudafricana, tras el pequeño debate al respecto, dio por zanjado el tema de empezar a moverse y abrió la marcha en la dirección que había indicado el tipo guapo que hablaba raro: la que iban siguiendo desde que habían salido en estampida de la plaza de la fuente. Mientras caminaba a paso ligero iba esquivando los excrementos que le salían al paso con elegancia, pero no perdía de vista los alrededores y mantenía en todo momento parte de su atención en el grupo junto al que viajaba.
—¿Tu estás bien? —se dirigió al español al percatarse de la sangre que se le escurría entre los dedos—. Eso tiene mala pinta... ten. —añadió tras unos instantes, llevándose la manos al bolsillo del pantalón y ofreciéndole un pañuelo de papel sin usar. Le quedaban tres más en el paquete empezado con el que había salido de casa.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Barrio de los Mil Dioses
12/04/19, 10:36 pm
Escuchó a varios presentarse, entre ellos la otra ave, cuya pregunta le descolocó al igual que el sitio de donde provenía, y la persona con rasgos felinos, los que junto a Iemai y Pefka , eran los que mas llamaban la atención por ser claramente distintos.
-También soy de la Tierra y soy “ella”, es decir una chica- respondió a Ulmara, en un voz suave sin apenas alzarla, tras escuchar a la chica llamada Maila y a Qwara hacer lo mismo. Tal vez alguna peculiaridad de su mundo así que suponía que contra antes corrigiese eso mas fácil seria comunicarse luego. Todos los demás parecían humanos a excepción e esos cuatros. Aunque uno de ellos, ¿Nery's? hablaba de forma que Rua como mucho había escuchado en películas de pijerio absurdo y comedia barata <<¡Ultra me estas estresando de la total! ¿Siempre habla así? Es extrañisimo >> le parecía incluso agotador en pensar hablar así todo el tiempo. Ver confirmado que no era de la Tierra sino de un mundo que sonaba a chuchería, le dio ya mas sentido. En serio dudaba que ningún humano pudiera hablar así todo el tiempo sin acabar todo nervioso.
Igual Rua andaba hipersentitiva y de mal humor, así que todo lo procesaba con mas mala leche de lo habitual. Morderse la lengua para no ser excesivamente borde estaba costándole, por ello agradecía en el fondo que Qwara no hubiera entrada a la gresca por su borderio. Estaba demasiado en tensión y malhumorada para ser muy tratable, se conocía bastante bien. Tal vez mas tarde y mas tranquila, todo el asunto le hiciera gracia y se lo tomase de forma mas calmada, con humor ácido sin ser borde, pero no en ese momento.
Al menos algo rescatable de todo eso fueron las palabras de Sarah y el ver a Nery's apuntando a una dirección cualquiera, opuesta al lugar por donde habían venido. Era mejor que nada, igual no es como supieran orientarse en ese lugar. << En serio tanto nombre, no me voy a acordar ni de la mitad en un rato >> daba gracias que por ahora andaba medio acordándose de todos, pero estaba segura que se le iban a ir olvidando varias veces hasta acostumbrarse. Algunos eran demasiados extraños.
-No perdemos nada yendo por allí, igualmente no sabemos a donde dirigirnos -añadió con un tono suave, era mejor eso que quedarse allí parados. Comenzó avanzar por donde Nery's había indicado con paso ágil y esquivando las minas en forma de huesos y excrementos, no fijándose en el humano con pijama de cuerpo completo hasta que Qwara se percató de que andaba sangrando. Ante eso, elevo rápidamente las cejas, mirando alrededor aun mas impaciente y desconfiada, con una nueva alarma resonando en su cabeza. Ya no era una cuestión de simplemente no hacer mucho ruido. Si había animales por ahí cerca, una manada, bichos sueltos, lo que fuera, olerían seguramente la sangre. Si antes había prisas por irse de ahí, Rua sentía que ahora había incluso mas prioridad en largarse cagando leches.
- Sera mejor ir algo mas rápido...esta sangrando. Y si hasta yo pienso que luce como una señal de 'aviso para comer', no tengo muchas ganas de ver que tipo de comensales hay en este lugar. Sigamos hablando luego- indico Rua con un tono suave pero claro, directo y casi decisivo, de que no podían seguir de cháchara, no al menos en ese lugar. Ya tendrían luego tiempo para presentaciones, quejas, maldiciones, orientarse y todo lo demás. Pues teniendo entre ellos a alguien que gritaba a los cuatro vientos “carne fresca” con su sangre, la prioridad era salir por patas de allí lo mas rápido y silenciosamente que pudieran. Nada mas que eso.
-También soy de la Tierra y soy “ella”, es decir una chica- respondió a Ulmara, en un voz suave sin apenas alzarla, tras escuchar a la chica llamada Maila y a Qwara hacer lo mismo. Tal vez alguna peculiaridad de su mundo así que suponía que contra antes corrigiese eso mas fácil seria comunicarse luego. Todos los demás parecían humanos a excepción e esos cuatros. Aunque uno de ellos, ¿Nery's? hablaba de forma que Rua como mucho había escuchado en películas de pijerio absurdo y comedia barata <<¡Ultra me estas estresando de la total! ¿Siempre habla así? Es extrañisimo >> le parecía incluso agotador en pensar hablar así todo el tiempo. Ver confirmado que no era de la Tierra sino de un mundo que sonaba a chuchería, le dio ya mas sentido. En serio dudaba que ningún humano pudiera hablar así todo el tiempo sin acabar todo nervioso.
Igual Rua andaba hipersentitiva y de mal humor, así que todo lo procesaba con mas mala leche de lo habitual. Morderse la lengua para no ser excesivamente borde estaba costándole, por ello agradecía en el fondo que Qwara no hubiera entrada a la gresca por su borderio. Estaba demasiado en tensión y malhumorada para ser muy tratable, se conocía bastante bien. Tal vez mas tarde y mas tranquila, todo el asunto le hiciera gracia y se lo tomase de forma mas calmada, con humor ácido sin ser borde, pero no en ese momento.
Al menos algo rescatable de todo eso fueron las palabras de Sarah y el ver a Nery's apuntando a una dirección cualquiera, opuesta al lugar por donde habían venido. Era mejor que nada, igual no es como supieran orientarse en ese lugar. << En serio tanto nombre, no me voy a acordar ni de la mitad en un rato >> daba gracias que por ahora andaba medio acordándose de todos, pero estaba segura que se le iban a ir olvidando varias veces hasta acostumbrarse. Algunos eran demasiados extraños.
-No perdemos nada yendo por allí, igualmente no sabemos a donde dirigirnos -añadió con un tono suave, era mejor eso que quedarse allí parados. Comenzó avanzar por donde Nery's había indicado con paso ágil y esquivando las minas en forma de huesos y excrementos, no fijándose en el humano con pijama de cuerpo completo hasta que Qwara se percató de que andaba sangrando. Ante eso, elevo rápidamente las cejas, mirando alrededor aun mas impaciente y desconfiada, con una nueva alarma resonando en su cabeza. Ya no era una cuestión de simplemente no hacer mucho ruido. Si había animales por ahí cerca, una manada, bichos sueltos, lo que fuera, olerían seguramente la sangre. Si antes había prisas por irse de ahí, Rua sentía que ahora había incluso mas prioridad en largarse cagando leches.
- Sera mejor ir algo mas rápido...esta sangrando. Y si hasta yo pienso que luce como una señal de 'aviso para comer', no tengo muchas ganas de ver que tipo de comensales hay en este lugar. Sigamos hablando luego- indico Rua con un tono suave pero claro, directo y casi decisivo, de que no podían seguir de cháchara, no al menos en ese lugar. Ya tendrían luego tiempo para presentaciones, quejas, maldiciones, orientarse y todo lo demás. Pues teniendo entre ellos a alguien que gritaba a los cuatro vientos “carne fresca” con su sangre, la prioridad era salir por patas de allí lo mas rápido y silenciosamente que pudieran. Nada mas que eso.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Barrio de los Mil Dioses
13/04/19, 12:53 pm
-Yo también Fleur... yo también. Saldremos de esta... tenemos que hacerlo.- Le contestó a la francesa con un estremecimiento y un más que evidente miedo en su ser, mientras le cogía la mano por unos instantes. En parte para tranquilizarla y por otra parte porque ella misma lo necesitaba. Más personas del grupo empezaron a presentarse. La chica iba a ayudar a aquella humana a levantarse pero se le adelantó el chico musculoso, Nery´s. Usaba expresiones que se parecían a las que usaban algunas personas pijas y ricas en la Tierra, y para la hawaiana era una forma de expresarse un tanto ridícula y algo forzada. Aunque Maila salió de dudas sobre si era de esos pijos cuando el chico dijo que venia de Frivowaldanny. <<¿Frivowaldanny? ¿Cómo se les ha ocurrido un nombre así de complicado?>> Pensó la hawaiana dándose cuenta de lo sencillo y cutre que era el nombre de su mundo.
La serenidad de Sarah también le sorprendió, lo que le hizo pensar a Maila si aquella chica tenía sangre en las venas.<<¿Cómo puede estar así de tranquila?>> Pensó mientras cambiaba el peso del cuerpo de una pierna a otra, visiblemente nerviosa y con ganas de largarse de ahí.
La sangre del español y el comentario de Rua le pusieron los pelos de punta, quizás el reptil ese podía oler la sangre, si. <<Pero que estoy diciendo, seguro que ese cabrón puede oler cualquier cosa>>. Se dijo con pesar y mirando instintivamente a todos lados. El gesto de Qwara ayudando al español le gustó, y Maila decidió que ya le caía bien. Algunos del grupo empezaron a caminar y la hawaiana miró a la francesa con miedo y algo de decisión.
-Vayamos con ellos, ¿vale? Parecen buenas personas, y será mejor que estemos acompañadas-. Le dijo al oído mientras la abrazaba fuerte. Maila sentía miedo, claro, y dudaba de que se le fuera a pasar pronto o de que se le fuera a pasar alguna vez. Pero al menos no estaban solas, y en la lista de deseos que tenía en su cabeza desde que había llegado a la ciudad ese era el primer requisito.
La serenidad de Sarah también le sorprendió, lo que le hizo pensar a Maila si aquella chica tenía sangre en las venas.<<¿Cómo puede estar así de tranquila?>> Pensó mientras cambiaba el peso del cuerpo de una pierna a otra, visiblemente nerviosa y con ganas de largarse de ahí.
La sangre del español y el comentario de Rua le pusieron los pelos de punta, quizás el reptil ese podía oler la sangre, si. <<Pero que estoy diciendo, seguro que ese cabrón puede oler cualquier cosa>>. Se dijo con pesar y mirando instintivamente a todos lados. El gesto de Qwara ayudando al español le gustó, y Maila decidió que ya le caía bien. Algunos del grupo empezaron a caminar y la hawaiana miró a la francesa con miedo y algo de decisión.
-Vayamos con ellos, ¿vale? Parecen buenas personas, y será mejor que estemos acompañadas-. Le dijo al oído mientras la abrazaba fuerte. Maila sentía miedo, claro, y dudaba de que se le fuera a pasar pronto o de que se le fuera a pasar alguna vez. Pero al menos no estaban solas, y en la lista de deseos que tenía en su cabeza desde que había llegado a la ciudad ese era el primer requisito.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Barrio de los Mil Dioses
13/04/19, 04:15 pm
El hijo de lunas esperaba junto al resto, echando miradas furtivas hacia los lados y hacia atrás de vez en cuando. Tomaba nota mental de sus nombres... y de sus rasgos y sus formas de hablar. Se tendría que acostumbrar a tratar con ellos, pero no dejaba de ser como si tratase con bestias nuevas. Eran de lo más extraños, por supuesto, pero eso cobró sentido en cuanto aprendió que venían de mundos o planos distintos. En seguida, su tren mental se lanzó a intentar averiguar cómo lunas estarían unidos esos mundos, o dónde estaban colocados, entre otras mil preguntas. Pero consiguió centrarse en el presente, en Rocavarancolia. En el grupo. Y en lo que hablaban.
—Yo... no tengo buenas noticias. Todos venís de uno u otro mundo... Y yo vengo del mismo que esas dos moles de violencia que habéis visto en la fuente. Espero que no hayan traído a más Hijos de Bakaiar a la ciudad.
Sobre los pronombres... Para los suyos no era tan importante, pero entendía que fuera necesario saberlo, por ejemplo, para hablarse entre ellos o referirse a los otros. Le pilló de nuevas la cuestión, no obstante, tan acostumbrado a que todos se reconocieran sin problemas en la ciudad de los Seguidores.
—A mí tratadme como "él", aunque el género para nosotros es mínimo porque principalmente nos distinguimos por la luna bajo la que nacemos, que nos da unos rasgos distintos —dijo, pensativo.
Nunca había tenido que hablar de aquello, ni cuestionárselo. Ahora lo hacía, porque la división por género debería tener algún motivo de peso, y en el suyo en cambio eran infértiles así que ya daba igual.
—Propongo que sigamos mientras hablamos. Si esto es una ciudad, debe tener puntos de interés aquí y allá para orientarnos o saber a dónde ir, digo yo. O siempre podemos trepar a una de esas moles de piedra y otear desde las alturas —señaló a los edificios más altos que les rodeaban.
Sabía que no era buena idea si tenía en cuenta que había bestias en la zona, depredadoras además. Pero si avanzaba el día y se perdían, no les quedaría otra. O eso pensaba. Así que en cuanto se movieran, les acompañaría. Iría vigilando y, para desagrado del resto, inspeccionando los excrementosde la zona. Pero había demasiados, algunos recientes, otros no tanto, y no podía pararse a averiguar mucho así que lo haría en pocas ocasiones.
—Yo... no tengo buenas noticias. Todos venís de uno u otro mundo... Y yo vengo del mismo que esas dos moles de violencia que habéis visto en la fuente. Espero que no hayan traído a más Hijos de Bakaiar a la ciudad.
Sobre los pronombres... Para los suyos no era tan importante, pero entendía que fuera necesario saberlo, por ejemplo, para hablarse entre ellos o referirse a los otros. Le pilló de nuevas la cuestión, no obstante, tan acostumbrado a que todos se reconocieran sin problemas en la ciudad de los Seguidores.
—A mí tratadme como "él", aunque el género para nosotros es mínimo porque principalmente nos distinguimos por la luna bajo la que nacemos, que nos da unos rasgos distintos —dijo, pensativo.
Nunca había tenido que hablar de aquello, ni cuestionárselo. Ahora lo hacía, porque la división por género debería tener algún motivo de peso, y en el suyo en cambio eran infértiles así que ya daba igual.
—Propongo que sigamos mientras hablamos. Si esto es una ciudad, debe tener puntos de interés aquí y allá para orientarnos o saber a dónde ir, digo yo. O siempre podemos trepar a una de esas moles de piedra y otear desde las alturas —señaló a los edificios más altos que les rodeaban.
Sabía que no era buena idea si tenía en cuenta que había bestias en la zona, depredadoras además. Pero si avanzaba el día y se perdían, no les quedaría otra. O eso pensaba. Así que en cuanto se movieran, les acompañaría. Iría vigilando y, para desagrado del resto, inspeccionando los excrementosde la zona. Pero había demasiados, algunos recientes, otros no tanto, y no podía pararse a averiguar mucho así que lo haría en pocas ocasiones.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Barrio de los Mil Dioses
13/04/19, 05:41 pm
Maila no paraba de repetirle que todo saldría bien y que compartía su miedo pero aquello no relajaba a la francesa, que inquieta, se dedicaba avanzar al tiempo que fijaba su atención en unos y otros. No sabía que pensar sobre la mayoría de ellos pero empezaba a notar mayor comodidad con el muchacho de pelo blanco que le había hablado de manera amable dos veces, también la chica que cargaba y que había vomitado la segunda parecía simpática, aunque no sabía su nombre. En cambio no terminó de encajar la facilidad de Rua para hablar de "avisos de comida" pero Fleur ya conocía a un par de chicas así en el convento y no había tenido problemas. Aunque aquella muchacha parecía todo lo contrario a una nodriza, estaba segura de que si tía Célestine la viera así vestida le echaría agua bendita en la cara. Observó su elegancia incluso en un momento tan vulnerable como el vómito, ¿habría vestido ella así de tener oportunidad?.
-Ella- les dijo a los seres de otro mundo, intentando no intercambiar miradas por vergüenza, aún no estaba preparada para entablar conversaciones mayores y prefería mantenerse entre las humanas y el chico que sangraba por el labio. Sin embargo, Pefka dijo información relevante y Fleur se vio obligada a hablar para salir de horribles dudas.
Tras las últimas palabras de consuelo de la hawaiana se separó de ella con una caricia en la mano y esquivando a los demás hasta llegar a aquel tipo extraño.
-Disculpa- dijo a su lado con un hilillo de voz y los ojos disparatados mirando de un lado a otro- has dicho que provienes de su mundo, ¿Sabrías decir si es capaz de seguirnos?- miró atrás, buscando quizás consuelo por sentirse fuera de lugar al participar de manera tan activa por primera vez, pero sus ojos se dirigieron al chico que hablaba pijo, le sonrió tímidamente antes de volver a sus preguntas y que notara su enrojecimiento en las mejillas, aunque lo disimulaba con los parches que le había salido en la piel por el esfuerzo de la carrera- ¿o como evitarle?- esperaba fervientemente que así fuera, pues agradecería a Dios más que nunca que sus caminos se hubieran cruzado con el desconocido- si es capaz de olernos, estoy dispuesta a dejar mi pañuelo en una dirección equivocada- se le ocurrió aunque con pena- podríamos despistarle.- dijo, no sin alarma en su voz.
-Ella- les dijo a los seres de otro mundo, intentando no intercambiar miradas por vergüenza, aún no estaba preparada para entablar conversaciones mayores y prefería mantenerse entre las humanas y el chico que sangraba por el labio. Sin embargo, Pefka dijo información relevante y Fleur se vio obligada a hablar para salir de horribles dudas.
Tras las últimas palabras de consuelo de la hawaiana se separó de ella con una caricia en la mano y esquivando a los demás hasta llegar a aquel tipo extraño.
-Disculpa- dijo a su lado con un hilillo de voz y los ojos disparatados mirando de un lado a otro- has dicho que provienes de su mundo, ¿Sabrías decir si es capaz de seguirnos?- miró atrás, buscando quizás consuelo por sentirse fuera de lugar al participar de manera tan activa por primera vez, pero sus ojos se dirigieron al chico que hablaba pijo, le sonrió tímidamente antes de volver a sus preguntas y que notara su enrojecimiento en las mejillas, aunque lo disimulaba con los parches que le había salido en la piel por el esfuerzo de la carrera- ¿o como evitarle?- esperaba fervientemente que así fuera, pues agradecería a Dios más que nunca que sus caminos se hubieran cruzado con el desconocido- si es capaz de olernos, estoy dispuesta a dejar mi pañuelo en una dirección equivocada- se le ocurrió aunque con pena- podríamos despistarle.- dijo, no sin alarma en su voz.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
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