Barrio de los Mil Dioses
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Barrio de los Mil Dioses
02/08/11, 06:28 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Zona cercana al anfiteatro donde una buena parte de los escombros y edificios a medio derruir corresponden a viejos templos, tipo de edificación prolífica en aquel barrio a la que debe su nombre. Varios edificios mantienen milagrosamente medio en pie algunas habitaciones donde hay pertenencias de antiguos rocavarancoleses, de todo tipo. Las hienas han hecho de este lugar su territorio.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Re: Barrio de los Mil Dioses
28/07/18, 04:15 pm
Zob se habia quedado en la puerta, su paranoia era mucho mas fuerte que la curiosidad. Miraba las calles, y miraba dentro de aquel lugar, miraba las ruinas de donde podia salir cualquier cosa, y miraba dentro tratando de encontrar algo importanto. La palabra Rocavaragalago, que salio al intento milesimo de la capitana, lo hizo girar rapido. Era....no era el sitio para contarlo, ni siquiera el momento para recordar las cosas que habia oido de Varanubliagálago. Fue en ese giro cuando vio los cadaberes que estaban alli. ¿Por que la ciudad se empecinaba en mostrarle "dioses" con colas, cuernos y alas? Sacudio la cabeza mirando de nuevo hacia afuera, tratando de parecer calmado y vigilante a pesar que su garganta hacia esfuerzos por pasar un poco de saliva de mal sabor.
La reprimenda de Rena y Pam, prefirio no verla. No estaba Hiss alli y eso ya era suficientemente malo como apra añadir alguna frase mas. Cuando comenzaron a salir, los siguio nuevamente a mitad del grupo dando un ultimo vistaso a aquel lugar. La idea de cambiar nombres le daba un par de vueltas en la cabeza. Tener un nombre que no haya sido de alguien mas, tener uno nuevo para el...con alas y cola... Dio un par de pasos acercandose a la capitana señalando el camino de regreso.
- Si.....si regresamos directamente al torreon, tendriamos que salir despues a buscar a Hiss, debriamos probar dando un rodeo, asi ahorramos tiempo y quizas l-la encontremos escondida...siempre y cuando no sea demasiado peligroso para Guille podriamos probar regresando por alli.... - añadio esto ultimo sin pensarlo y señalando con el arco hacia un camino que llevaba al barranco de huesos. Era cierto que el pequeño humano trataba de ser prudente, pero era un pequeño de todas maneras y si salia corriendo a recoger algo como ya habia hecho, no queria que le pasara nada ni que se pusieran a gritarle en plena ciudad.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
La reprimenda de Rena y Pam, prefirio no verla. No estaba Hiss alli y eso ya era suficientemente malo como apra añadir alguna frase mas. Cuando comenzaron a salir, los siguio nuevamente a mitad del grupo dando un ultimo vistaso a aquel lugar. La idea de cambiar nombres le daba un par de vueltas en la cabeza. Tener un nombre que no haya sido de alguien mas, tener uno nuevo para el...con alas y cola... Dio un par de pasos acercandose a la capitana señalando el camino de regreso.
- Si.....si regresamos directamente al torreon, tendriamos que salir despues a buscar a Hiss, debriamos probar dando un rodeo, asi ahorramos tiempo y quizas l-la encontremos escondida...siempre y cuando no sea demasiado peligroso para Guille podriamos probar regresando por alli.... - añadio esto ultimo sin pensarlo y señalando con el arco hacia un camino que llevaba al barranco de huesos. Era cierto que el pequeño humano trataba de ser prudente, pero era un pequeño de todas maneras y si salia corriendo a recoger algo como ya habia hecho, no queria que le pasara nada ni que se pusieran a gritarle en plena ciudad.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Mil Dioses
29/07/18, 12:17 am
Nihil había restaurado varios cadáveres en sus años de aprendiz, pero nunca nada como aquello. Colocaba cada pequeña pieza de cráneo como en un rompecabezas macabro, con una delicadeza que nunca había demostrado por nadie más. Se conocía de memoria el rostro en el que estaba trabajando y confiaba en su habilidad para dejarlo exactamente como había sido. Unió los huesos con cola de oro, recompuso las hebras de músculo con magia, usó injertos para el cuero cabelludo, posiblemente robados a algún pobre cosechado muerto. Le dedicó todo el tiempo que no estaba en el templo. Sin dormir. Sin comer.
Cuando terminó pintó con cuidado los glifos del hechizo de reanimación con un tinte que mezclaba su sangre con la de su querido niño. El cadáver de Lil’ Zombie abrió los ojos y la miró con expresión vacía. Nihil lo tomó de la mano para que se levantase y se quedó mirándolo, primero embelesada, luego frustrada y por último rabiosa. Chilló y lloró y rompió cosas, avergonzada por el descubrimiento de sus propios sentimientos. Había sido una estúpida por pensar que la nigromancia iba a devolverle a su Lil’. La mirada vacía del ghoul no era la misma que le había dedicado en su no-vida,no había ni punto de comparación, y en esa ocasión no había sangre de vampiro ni pacto que lo trajera de vuelta. Nihil lloró largo rato arrodillada a los pies del maniquí de carne que había creado, odiádolo con toda su alma y sabedora de que era incapaz de deshacerse de él.
Cuando terminó pintó con cuidado los glifos del hechizo de reanimación con un tinte que mezclaba su sangre con la de su querido niño. El cadáver de Lil’ Zombie abrió los ojos y la miró con expresión vacía. Nihil lo tomó de la mano para que se levantase y se quedó mirándolo, primero embelesada, luego frustrada y por último rabiosa. Chilló y lloró y rompió cosas, avergonzada por el descubrimiento de sus propios sentimientos. Había sido una estúpida por pensar que la nigromancia iba a devolverle a su Lil’. La mirada vacía del ghoul no era la misma que le había dedicado en su no-vida,no había ni punto de comparación, y en esa ocasión no había sangre de vampiro ni pacto que lo trajera de vuelta. Nihil lloró largo rato arrodillada a los pies del maniquí de carne que había creado, odiádolo con toda su alma y sabedora de que era incapaz de deshacerse de él.
- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Mil Dioses
19/08/18, 02:41 am
La Luna Roja brillaba desde hacía horas sobre el firmamento y Siloco, por primera vez en años, estaba sobrio. No solo eso, estaba bastante lejos de cualquier bar o taberna removiendo un caldero de chocolate caliente con aroma de naranja. El mandil rosa que llevaba estaba lleno de churretones. El nigromante no era una persona torpe pero la cocina no se encontraba entre sus habilidades, a pesar de todo el chocolate por fin tenía la consistencia y el sabor que buscaba. Dejó el cucharón removiendo solo, bajó el fuego y sirvió dos tazones grandes. Subió las escaleras con uno en cada mano.
Cuando llegó toda la casa estaba hecha un asco, con polvo y desperdicios acumulados . Solo tuvo que usar un par de hechizos sencillos de limpieza para dejarla como nueva, pero eso era lo mismo que le habría costado a su dueña. Su preocupación por Nihil había alcanzado un nivel lo bastante alto como para que renunciase a festejar la salida de la luna por el bien de cuidarla. Ella había sido su niñera durante casi una década, le debía la vida, no se merecía menos.
-Nihil, cariño, he traído chocolate -dijo casi en un susurro, asomándose a la puerta del dormitorio.
Jamás reconocería que había algo de miedo en su voz. Su aprendiz había sido una chica inestable y violenta cuando la tomó bajo su protección, de una forma bastante similar a la de el joven piromante, y los últimos acontecimientos parecían estar llevándola de vuelta al pasado. Su primer acercamiento tras enterarse de la noticia de la muerte de Lil' había terminado en gritos, insultos y piezas de porcelana rompiéndose contra las paredes y el nigromante había tenido que hacer acopio de toda su escasa empatía y habilidad social para calmarla. Al final, como siempre, ella había acabado recurriendo a sus propias estrategias.
La luz carmesí que lograba colarse a través de las cortinas le daba a la habitación un aire aún más lúgubre del que tenía habitualmente. La súcubo yacía en su cama, sin vestir, con el cabello negro desparramado por el colchón y el cuerpo encogido en posición fetal. Arropaba entre sus brazos el cadáver incorrupto de un niño.
-El hechizo no ha funcionado -murmuró cuando sintió a Siloco sentándose en el borde de la cama.
-Sabías que no lo haría -respondió el nigromante. Hablaba con toda la dulzura de la que era capaz pero no podía mentirle. Ambos lo habían sabido desde un principio, no había ninguna solución.
-¿De qué mierda me sirve saber nigromancia si no puedo traerlo de vuelta? -la voz de Nihil se rompió en la última frase.
Siloco suspiró. De alguna forma se sentía privilegiado por tener permiso para ver esa parte de la sacerdotisa, y a eso lo acompañaba algo que creía haber perdido para siempre: sentido de la responsabilidad. Dejó los tazones sobre la mesilla de noche y gateó por el colchón hasta colocerse a la espalda de Nihil. Le arregló el pelo y la abrazó, teniendo cuidado de no tocar el cuerpo de Lil' e ningún momento.
-La nigromancia nos sirve para causar terror y desesperación. Nos sirve para remover las entrañas del miedo primigenio. Nos alzamos victoriosos sobre la muerte, jugamos con las leyes naturales, nos aprovechamos de recursos que otros no son capaces de utilizar. Pero cualquier nigromante con dos dedos de frente sabe que todo es drama, es teatro. La ilusión de control e invencibilidad es lo que nos da ventaja sobre nuestros enemigos, sin embargo tarde o temprano la muerte nos alcanzará, como a todos. -Mientras hablaba le acariciaba el pelo con suavidad. No hubo humor negro, ni bromas ni dobles sentidos, solo sinceridad -Todos morimos. Ya sea mañana o dentro de mil años, todo terminará. No voy a decirte que te deshagas de él, sería hipócrita -rió por lo bajo. -,pero él se ha ido, y aferrarte al dolor por su pérdida demasiado tiempo te impedirá dedicarte a otra cosa mucho más satisfactoria
Nihil giró la cabeza y le miró con sus ojos vacíos. La bilis salada le caía por las mejillas formando surcos de lágrimas.
-¿La venganza? -preguntó.
-La venganza -confirmó Siloco con una sonrisa. -Llora todo lo que quieras esta noche, yo me quedaré a tu lado. Mañana haremos planes, hay que aprovechar la luna.
Nihil se permitió una pequeña sonrisa. Se desperezó, no sin antes besar la frente de Lil', y alargó la mano hacia su taza de chocolate.
Cuando llegó toda la casa estaba hecha un asco, con polvo y desperdicios acumulados . Solo tuvo que usar un par de hechizos sencillos de limpieza para dejarla como nueva, pero eso era lo mismo que le habría costado a su dueña. Su preocupación por Nihil había alcanzado un nivel lo bastante alto como para que renunciase a festejar la salida de la luna por el bien de cuidarla. Ella había sido su niñera durante casi una década, le debía la vida, no se merecía menos.
-Nihil, cariño, he traído chocolate -dijo casi en un susurro, asomándose a la puerta del dormitorio.
Jamás reconocería que había algo de miedo en su voz. Su aprendiz había sido una chica inestable y violenta cuando la tomó bajo su protección, de una forma bastante similar a la de el joven piromante, y los últimos acontecimientos parecían estar llevándola de vuelta al pasado. Su primer acercamiento tras enterarse de la noticia de la muerte de Lil' había terminado en gritos, insultos y piezas de porcelana rompiéndose contra las paredes y el nigromante había tenido que hacer acopio de toda su escasa empatía y habilidad social para calmarla. Al final, como siempre, ella había acabado recurriendo a sus propias estrategias.
La luz carmesí que lograba colarse a través de las cortinas le daba a la habitación un aire aún más lúgubre del que tenía habitualmente. La súcubo yacía en su cama, sin vestir, con el cabello negro desparramado por el colchón y el cuerpo encogido en posición fetal. Arropaba entre sus brazos el cadáver incorrupto de un niño.
-El hechizo no ha funcionado -murmuró cuando sintió a Siloco sentándose en el borde de la cama.
-Sabías que no lo haría -respondió el nigromante. Hablaba con toda la dulzura de la que era capaz pero no podía mentirle. Ambos lo habían sabido desde un principio, no había ninguna solución.
-¿De qué mierda me sirve saber nigromancia si no puedo traerlo de vuelta? -la voz de Nihil se rompió en la última frase.
Siloco suspiró. De alguna forma se sentía privilegiado por tener permiso para ver esa parte de la sacerdotisa, y a eso lo acompañaba algo que creía haber perdido para siempre: sentido de la responsabilidad. Dejó los tazones sobre la mesilla de noche y gateó por el colchón hasta colocerse a la espalda de Nihil. Le arregló el pelo y la abrazó, teniendo cuidado de no tocar el cuerpo de Lil' e ningún momento.
-La nigromancia nos sirve para causar terror y desesperación. Nos sirve para remover las entrañas del miedo primigenio. Nos alzamos victoriosos sobre la muerte, jugamos con las leyes naturales, nos aprovechamos de recursos que otros no son capaces de utilizar. Pero cualquier nigromante con dos dedos de frente sabe que todo es drama, es teatro. La ilusión de control e invencibilidad es lo que nos da ventaja sobre nuestros enemigos, sin embargo tarde o temprano la muerte nos alcanzará, como a todos. -Mientras hablaba le acariciaba el pelo con suavidad. No hubo humor negro, ni bromas ni dobles sentidos, solo sinceridad -Todos morimos. Ya sea mañana o dentro de mil años, todo terminará. No voy a decirte que te deshagas de él, sería hipócrita -rió por lo bajo. -,pero él se ha ido, y aferrarte al dolor por su pérdida demasiado tiempo te impedirá dedicarte a otra cosa mucho más satisfactoria
Nihil giró la cabeza y le miró con sus ojos vacíos. La bilis salada le caía por las mejillas formando surcos de lágrimas.
-¿La venganza? -preguntó.
-La venganza -confirmó Siloco con una sonrisa. -Llora todo lo que quieras esta noche, yo me quedaré a tu lado. Mañana haremos planes, hay que aprovechar la luna.
Nihil se permitió una pequeña sonrisa. Se desperezó, no sin antes besar la frente de Lil', y alargó la mano hacia su taza de chocolate.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/01/19, 02:09 am
(Tiempo antes de la Luna, luego de las dragoneras)
No sabia que ocurría, hacia tiempo que no tenia contacto con Zmey y no había logrado localizarlo por mas que lo intentara y estaba preocupándose por ello. Al principio no le había dado mucha importancia porque podían pasarse días sin verse perfectamente y porque había estado bastante ocupado con sus avances en la investigación de circuitos rúnicos para las anillas de sus estirges, la búsqueda de mundos donde abastecerme de comida y la reconstrucción de las dragoneras que apenas había tenido mucho tiempo para nada mas. Sin contar que tampoco dormía demasiado bien en las noches así que muy descansado tampoco estaba.
Pero ya el hecho de no verlo en la reconstrucción de las dragoneras en ningún momento ya le había llamado la atención, por el simple hecho de hablar con el, sabía un poco sobre cuanto le gustaba a Zmey cosas relacionadas con el fuego y los dragones no era una excepción. Así que el no verlo asomando su nariz por allí en ningún momento le extraño, pero lo atribuyo a que tal vez no le dejaron participar o no pudo por algún otro motivo.
Desde ese momento había pasado tres días y para ese momento Evelhan estaba ya con los nervios de punta, especialmente tras haber descubierto el día anterior, cortesía de su maldito olfato un nuevo cadáver en la ciudad, cuando paseaba por la calle y dicho aroma le llego desde una de las casas. No entró ante la posibilidad de encontrarse alguna magia protectora o maldición, pero el simple hecho le puso muy nervioso. No sabia nada de Zmey desde hacia mas tiempo de lo normal y aunque sabia no vivía solo, le preocupaba.
Por eso estaba allí, tras lograr averiguar sin mucho esfuerzo donde se encontraba la casa del brujo o mas cocnretamente la casa de su maestra. Dhelian se encontraba frente al edificio, restregarse las manos nerviosamente entre si. Nunca había conocido a la súcubo de las pesadillas pero si había oído hablar un poco de ella a Zmey. ¿Sería ella quien le abriera? Suponía que si, no sabia si Zmey y su maestra vivían con alguien mas o no. Fuese como fuese había llegado hasta allí y necesitaba saber si algo había ocurrido con el piromante que no daba señales de vida...ni de muerte.
Evelhan no estaba solo en ese momento, Munin iba sobre su hombro tanto como compañero mágico como apoyo, y alguna que otra estirge se encontraba por aquí y allá en los tejados manteniéndose cerca pero a su bola, como siempre que el brujo salia.
El niño, se restregó las manos contra sus pantalones, justo antes de llamar ala puerta de la casa, esperando nerviosamente, arrugando entre sus manos el borde de su jersey rosado medio descolorido y roto por la zona de hombros y cuello.
No sabia que ocurría, hacia tiempo que no tenia contacto con Zmey y no había logrado localizarlo por mas que lo intentara y estaba preocupándose por ello. Al principio no le había dado mucha importancia porque podían pasarse días sin verse perfectamente y porque había estado bastante ocupado con sus avances en la investigación de circuitos rúnicos para las anillas de sus estirges, la búsqueda de mundos donde abastecerme de comida y la reconstrucción de las dragoneras que apenas había tenido mucho tiempo para nada mas. Sin contar que tampoco dormía demasiado bien en las noches así que muy descansado tampoco estaba.
Pero ya el hecho de no verlo en la reconstrucción de las dragoneras en ningún momento ya le había llamado la atención, por el simple hecho de hablar con el, sabía un poco sobre cuanto le gustaba a Zmey cosas relacionadas con el fuego y los dragones no era una excepción. Así que el no verlo asomando su nariz por allí en ningún momento le extraño, pero lo atribuyo a que tal vez no le dejaron participar o no pudo por algún otro motivo.
Desde ese momento había pasado tres días y para ese momento Evelhan estaba ya con los nervios de punta, especialmente tras haber descubierto el día anterior, cortesía de su maldito olfato un nuevo cadáver en la ciudad, cuando paseaba por la calle y dicho aroma le llego desde una de las casas. No entró ante la posibilidad de encontrarse alguna magia protectora o maldición, pero el simple hecho le puso muy nervioso. No sabia nada de Zmey desde hacia mas tiempo de lo normal y aunque sabia no vivía solo, le preocupaba.
Por eso estaba allí, tras lograr averiguar sin mucho esfuerzo donde se encontraba la casa del brujo o mas cocnretamente la casa de su maestra. Dhelian se encontraba frente al edificio, restregarse las manos nerviosamente entre si. Nunca había conocido a la súcubo de las pesadillas pero si había oído hablar un poco de ella a Zmey. ¿Sería ella quien le abriera? Suponía que si, no sabia si Zmey y su maestra vivían con alguien mas o no. Fuese como fuese había llegado hasta allí y necesitaba saber si algo había ocurrido con el piromante que no daba señales de vida...ni de muerte.
Evelhan no estaba solo en ese momento, Munin iba sobre su hombro tanto como compañero mágico como apoyo, y alguna que otra estirge se encontraba por aquí y allá en los tejados manteniéndose cerca pero a su bola, como siempre que el brujo salia.
El niño, se restregó las manos contra sus pantalones, justo antes de llamar ala puerta de la casa, esperando nerviosamente, arrugando entre sus manos el borde de su jersey rosado medio descolorido y roto por la zona de hombros y cuello.
- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/01/19, 04:07 am
El ojo que sustituía la mirilla de la puerta enfocó al daeliciano. Su pupila se dilató y contrajo un par de veces, luego se puso en blanco.
Fue Siloco quien abrió la puerta. Llevaba una túnica larga hasta los pies con mangas amplias ceñida con un cinturón ancho de cuero con correas moradas. En cuando vio a Evelhan su rostro se iluminó.
-¡Pero si eres la cosita más mona del mundo! -exclamó, y sus manos salieron disparadas hacia las mejillas del brugho. Si la estirge le picaba o trataba de atacarle le daría igual, tenía protecciones hasta en el cielo de la boca (nunca se sabía) -¿Has venido a ver a Nihil? Está un poco indispuesta pero te puedo llevar con ella.
Fue Siloco quien abrió la puerta. Llevaba una túnica larga hasta los pies con mangas amplias ceñida con un cinturón ancho de cuero con correas moradas. En cuando vio a Evelhan su rostro se iluminó.
-¡Pero si eres la cosita más mona del mundo! -exclamó, y sus manos salieron disparadas hacia las mejillas del brugho. Si la estirge le picaba o trataba de atacarle le daría igual, tenía protecciones hasta en el cielo de la boca (nunca se sabía) -¿Has venido a ver a Nihil? Está un poco indispuesta pero te puedo llevar con ella.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/01/19, 05:00 am
Evelhan se quedo muy quieto cuando vio el ojo de la puerta moverse y abrirse mirando fijamente en su dirección, algo tenso en el fondo. Había escuchado de Zmey cosas sobre su maestra, mas ademas el hecho de que la súcubo de la pesadilla era de por si bastante conocida así que era inevitable que estaría algo tenso. Ya no sentía tanto miedo como antes por los nigromantes pero aun de alguna forma le provocaba una suerte de respeto, tanto eso como el hecho de tratar con alguien de renombre en la ciudad le intimidaba un poco.
Por ello Evelhan de alguna forma estaba medio preparado y mentalizado para encontrarse frente a Nihil, pero no, nunca jamas lo estuvo para que en vez de ella le abriese un hombre al que, aunque nunca lo había visto en persona, era lo suficientemente conocido como para que incluso Evelhan supiera quien era. La expresión del brugho se descompuso en un instante muestra de la sorpresa de verlo allí por un lado y de los nervios.
Ver al al altísimo hombre con ojos grises de loco lanzarse sobre el casi el instante mismo que la puerta se abrió, para agarrar sus mejillas como si fuese esponjas blanditas, no ayudo demasiado a recuperarse del susto, temiendo que en cualquier momento fuese a morirse de nuevo.
Munin sobre su hombro, grazno sorprendida ante el repentino ataque del Señor de los Asesinos y de inmediato se lanzo sobre este, agarrando sus cabellos con sus garras y tironeando de el buscando picarle con saña en la cabeza. Evelhan se asusto incluso mas ante las acciones de Munin y le hizo parar con una orden muda, mirando con sus ojos muy abiertos al brujo. Munin obedeció y se quedó posada cerca vigilandolos.
Se había quedado momentáneamente sin palabras del susto. Trago saliva, devolviendo su mirada lima hacia los ojos grises de Síloco que parecía extrañamente animado de verlo allí, para su total incomprensión. Se sentía sumamente nerviosos e incomodo, pequeñito, cosa no muy difícil con lo alto que era. <<Voy a darte una buena patada en el culo cuando sepa donde estas, Zmey>> se quejo Dhelian poniendo un ligero puchero antes de por fin lograr hablar.
-Lo siento...por el ataque de mi estirge- medio tartamudeo inicialmente algo nerviosos pero hizo un esfuerzo para no sonar tan estúpido. Especialmente cuando el señor de los asesinos no estaba haciéndole nada malo, incluso estaba siendo cordial de alguna forma un tanto intensa. Intento echar a un lado su timidez para continuar y no hacerle caso a esta o terminaría saliendo corriendo de ahí como un inútil. No, de ahí no se movía hasta saber algo de Zmey- Mi nombre es Evelhan Kaw, soy un amigo de Zmey...vine a preguntar por el, por que hace mucho que no lo veo y estoy preocupado, no quería molestar...pero...no sabia donde mas ir- añadió Evelhan con una voz suave pero audible y preocupada, devolviendole la mirada al brujo notando aun el pellizqueo en sus pobres mejillas que hacia que de por si su voz saliera un poco rara, mas no dijo ni mu sobre que lo soltara.
Por ello Evelhan de alguna forma estaba medio preparado y mentalizado para encontrarse frente a Nihil, pero no, nunca jamas lo estuvo para que en vez de ella le abriese un hombre al que, aunque nunca lo había visto en persona, era lo suficientemente conocido como para que incluso Evelhan supiera quien era. La expresión del brugho se descompuso en un instante muestra de la sorpresa de verlo allí por un lado y de los nervios.
Ver al al altísimo hombre con ojos grises de loco lanzarse sobre el casi el instante mismo que la puerta se abrió, para agarrar sus mejillas como si fuese esponjas blanditas, no ayudo demasiado a recuperarse del susto, temiendo que en cualquier momento fuese a morirse de nuevo.
Munin sobre su hombro, grazno sorprendida ante el repentino ataque del Señor de los Asesinos y de inmediato se lanzo sobre este, agarrando sus cabellos con sus garras y tironeando de el buscando picarle con saña en la cabeza. Evelhan se asusto incluso mas ante las acciones de Munin y le hizo parar con una orden muda, mirando con sus ojos muy abiertos al brujo. Munin obedeció y se quedó posada cerca vigilandolos.
Se había quedado momentáneamente sin palabras del susto. Trago saliva, devolviendo su mirada lima hacia los ojos grises de Síloco que parecía extrañamente animado de verlo allí, para su total incomprensión. Se sentía sumamente nerviosos e incomodo, pequeñito, cosa no muy difícil con lo alto que era. <<Voy a darte una buena patada en el culo cuando sepa donde estas, Zmey>> se quejo Dhelian poniendo un ligero puchero antes de por fin lograr hablar.
-Lo siento...por el ataque de mi estirge- medio tartamudeo inicialmente algo nerviosos pero hizo un esfuerzo para no sonar tan estúpido. Especialmente cuando el señor de los asesinos no estaba haciéndole nada malo, incluso estaba siendo cordial de alguna forma un tanto intensa. Intento echar a un lado su timidez para continuar y no hacerle caso a esta o terminaría saliendo corriendo de ahí como un inútil. No, de ahí no se movía hasta saber algo de Zmey- Mi nombre es Evelhan Kaw, soy un amigo de Zmey...vine a preguntar por el, por que hace mucho que no lo veo y estoy preocupado, no quería molestar...pero...no sabia donde mas ir- añadió Evelhan con una voz suave pero audible y preocupada, devolviendole la mirada al brujo notando aun el pellizqueo en sus pobres mejillas que hacia que de por si su voz saliera un poco rara, mas no dijo ni mu sobre que lo soltara.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/01/19, 02:51 pm
La estirge cejó su corto ataque contra su pelo y se alejó, quedándose a una distancia prudencial pero sin quitarle el ojo de encima. Reparó en la otra estirge que estaba posada en uno de los balcones.
-Qué interesante -dijo, tamborileando con sus largos dedos cadavéricos sobre su labio inferior -Un brujo de las estirges. Bien, bien, hacía falta alguien que metiese a esos bichos en cintura. Y con transformación doble, nada menos.
Detectaba a los ghouls a kilómetros, deformación profesional, por eso había dado por hecho que esa era la transformación del chiquillo y que el pájaro era solo una mascota con la que compartia gustos culinarios.
-Oh, ¿eres un amiguito de Zmey? Vaya, pensé que había perdido a todos sus amigos -Puso cara de disgusto -Esta Nihil, mira que mandar al chico lejos y no dejarle avisar a nadie. Si no hubiese estado dentro de ella habría jurado que no tiene corazón -se paró un momento y pensó en lo que acababa de decir -Tal vez no me he expresado de la manera más correcta...
Entonces se oyó una voz desde algún punto de la casa.
-¿Quién coño es?
-Un bollito preguntando por Zmey -respondió Siloco.
-Qué interesante -dijo, tamborileando con sus largos dedos cadavéricos sobre su labio inferior -Un brujo de las estirges. Bien, bien, hacía falta alguien que metiese a esos bichos en cintura. Y con transformación doble, nada menos.
Detectaba a los ghouls a kilómetros, deformación profesional, por eso había dado por hecho que esa era la transformación del chiquillo y que el pájaro era solo una mascota con la que compartia gustos culinarios.
-Oh, ¿eres un amiguito de Zmey? Vaya, pensé que había perdido a todos sus amigos -Puso cara de disgusto -Esta Nihil, mira que mandar al chico lejos y no dejarle avisar a nadie. Si no hubiese estado dentro de ella habría jurado que no tiene corazón -se paró un momento y pensó en lo que acababa de decir -Tal vez no me he expresado de la manera más correcta...
Entonces se oyó una voz desde algún punto de la casa.
-¿Quién coño es?
-Un bollito preguntando por Zmey -respondió Siloco.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/01/19, 05:07 pm
El brugho pudo ver casi la curiosos en los ojos grises del señor de los asesinos cuando se percato de como Munin obedeció, Evelhan supuso desde el inicio que sabía lo que era, es decir la estirge estaba sobre su hombre desde el inicio, por ello le sorprendió un poco escucharle decir sobre que su trasformación real. ¿Tan evidente era que aparte de brujo, también era ghoul? Su sorpresa fue genuina, al igual que sus palabras que salieron sin mas antes de poder controlarlas.
-¿Como supo lo que era?- su pregunta fue dicha baja en un tono de confusión momentáneo, pero al darse cuenta de su propio repentino descaro al preguntar sin mas, se sintió profundamente incomodo y volvió agarrar con fuerza el bajo de su jersey. Su timidez era un verdadero problema, maldita sea, le hacia ver como un cobardica ante todo. Que molesto.
Intento calmarse mentalmente, ya había llegado hasta ahí y había dicho en principio lo que quería, así que había dado un gran paso, tenia que empezar a dejar atrás la cohibición de poco de una vez que ya era hora. No siempre podría contar con tener a Onyx, Surasara o Heraldo para respaldarle en todo. <<No soy un bebe>> pensó con cierto reproche contra si mismo, viendo de nuevo hacia la alta figura del brujo que dijo algo que si no comprendido.
-Somos amigos, a mi no me perdió- dijo Evelhan hablando con mas seguridad por primera vez en todo el corto intercambio de palabras. Intercambio de palabras que se volvió confuso con las siguientes palabras de del brujo frente a el << ¿'Sino hubiese estado dentro suyo'? No se si quiero saber que significa eso realmente >> pensó Evelhan claramente no entendiendo el significado de eso o si era literal o retorico o como demonios tan siquiera era posible y prefirió no preguntar tampoco. Su prioridad era saber que había ocurrido con Zmey y donde estaba, por eso no pudo evitar el impulso repentino de alivio y preocupación por igual cuando lo escucho decir que había sido enviado lejos.
Evelhan estiro su mano, agarrando el bajo de la túnica como buscando atraer de nuevo la atención del brujo hacia si y no hacia lo que sea que andaba pasando por su cabeza. Y abrió la boca para preguntar, pero no llego a tiempo de decir nada antes de escuchar una segunda voz que le hizo sobresaltarse en el sitio. Estaba mas tenso de lo que imaginaba y estaba seguro que de tener un corazón aun palpitando, podría escuchar el sonido ensordecedor de sus latidos en sus oídos. Se mordió el labio inferior intentando liberar cierta tensión, no soltando aun la túnica de Siloco cuando habló, medio mirando tras el hacia el interior abierto de la casa con duda.
-Lo...lo siento por venir a su casa a molestar...pero estaba preocupado por que le hubiese ocurrido algo a Zmey – dijo Evelhan intentando subir el tono de voz un poco y no andar susurrando para poder se escuchado desde el interior de la casa, medio dirigiéndose tanto a la súcubo de las pesadillas, que imaginaba era la que había preguntado, como para el brujo junto a el- ¿Podrían decirme donde se encuentra ahora...por favor? -pregunto con toda la soltura que pudo pero dudando al principio de hablar, claramente nervioso mirando tanto hacia el interior de la casa como al Señor de los Asesinos al cual aun andaba aferrándose como si su mano ya hubiese dejado de obedecerle por los nervios. Daba agracia de estar ya muerto o estaba seguro que ya haría rato que le habría dado un ataque.
-¿Como supo lo que era?- su pregunta fue dicha baja en un tono de confusión momentáneo, pero al darse cuenta de su propio repentino descaro al preguntar sin mas, se sintió profundamente incomodo y volvió agarrar con fuerza el bajo de su jersey. Su timidez era un verdadero problema, maldita sea, le hacia ver como un cobardica ante todo. Que molesto.
Intento calmarse mentalmente, ya había llegado hasta ahí y había dicho en principio lo que quería, así que había dado un gran paso, tenia que empezar a dejar atrás la cohibición de poco de una vez que ya era hora. No siempre podría contar con tener a Onyx, Surasara o Heraldo para respaldarle en todo. <<No soy un bebe>> pensó con cierto reproche contra si mismo, viendo de nuevo hacia la alta figura del brujo que dijo algo que si no comprendido.
-Somos amigos, a mi no me perdió- dijo Evelhan hablando con mas seguridad por primera vez en todo el corto intercambio de palabras. Intercambio de palabras que se volvió confuso con las siguientes palabras de del brujo frente a el << ¿'Sino hubiese estado dentro suyo'? No se si quiero saber que significa eso realmente >> pensó Evelhan claramente no entendiendo el significado de eso o si era literal o retorico o como demonios tan siquiera era posible y prefirió no preguntar tampoco. Su prioridad era saber que había ocurrido con Zmey y donde estaba, por eso no pudo evitar el impulso repentino de alivio y preocupación por igual cuando lo escucho decir que había sido enviado lejos.
Evelhan estiro su mano, agarrando el bajo de la túnica como buscando atraer de nuevo la atención del brujo hacia si y no hacia lo que sea que andaba pasando por su cabeza. Y abrió la boca para preguntar, pero no llego a tiempo de decir nada antes de escuchar una segunda voz que le hizo sobresaltarse en el sitio. Estaba mas tenso de lo que imaginaba y estaba seguro que de tener un corazón aun palpitando, podría escuchar el sonido ensordecedor de sus latidos en sus oídos. Se mordió el labio inferior intentando liberar cierta tensión, no soltando aun la túnica de Siloco cuando habló, medio mirando tras el hacia el interior abierto de la casa con duda.
-Lo...lo siento por venir a su casa a molestar...pero estaba preocupado por que le hubiese ocurrido algo a Zmey – dijo Evelhan intentando subir el tono de voz un poco y no andar susurrando para poder se escuchado desde el interior de la casa, medio dirigiéndose tanto a la súcubo de las pesadillas, que imaginaba era la que había preguntado, como para el brujo junto a el- ¿Podrían decirme donde se encuentra ahora...por favor? -pregunto con toda la soltura que pudo pero dudando al principio de hablar, claramente nervioso mirando tanto hacia el interior de la casa como al Señor de los Asesinos al cual aun andaba aferrándose como si su mano ya hubiese dejado de obedecerle por los nervios. Daba agracia de estar ya muerto o estaba seguro que ya haría rato que le habría dado un ataque.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Mil Dioses
17/01/19, 02:27 am
-Deja que entre -dijo Nihil.
Siloco se apartó e invitó al brujo a entrar con un gesto. El recibidor era sombrío, pero había velas encendidas aquí y allá que arojaban destellos sobre los cráneos y espejos que decoraban las paredes.
-Cariño, trabajo con la muerte, es natural que pueda reconocer a un ghoul cuando lo tengo delante.
El nigromante condujo a Evelhan hasta una pequeña cocina, iluminada por una única lámpara que colgaba sobre la mesa de comedor. Había envoltorios de magdalenas y migas repartidas por el mantel, tazas y una cafetera terrestre modificada con runas.
Nihil estaba sentada a la mesa. Cuando vio a Evelhan se puso en pie de un salto y tiró la silla, clavando sus ojos vacíos en el chico como si fuera a saltar sobre él. Siloco se apresuró a calmarla. Recogió la silla y obligó con suavidad a la súcubo a sentarse de nuevo.
-Nihil, cielo, este es el amigo de Zmey. Dice que se llama Evelhan Kaw, seguro que lo conoces -le dijo con voz dulce.
Lo que sea que se había apoderado de la súcubo se esfumó y fue sustituído por su frialdad habitual.
-Lo conozco. Estudias nigromancia con Zmey, ¿verdad? -dijo.
Era imposible que Nihil no tuviera bajo vigilancia a todas las amistades y conocidos de su pupilo, especialmente en la situación en la que se encontraba. Si había pasado por la puerta es que no tenía ningún hechizo encima que le supusiera una amenaza y confiaba en las medidas de seguridad de los locales del invocador. Tal vez se había propasado al obligarle a irse sin despedirse de nadie.
-Lo envié a Libo, está en el burdel que tiene Cain allí. No estaba durmiendo bien y temí que causase problemas así que le dí vacaciones. Siento que no se haya despedido de nadie, ha sido todo culpa mía -A pesar de su seriedad y la fiereza de su mirada no había nada que indicara que su disculpa no era sincera - Pero por favor evita hablar de su paradero, es importante para su salud que esté tranquilo.
Siloco se apartó e invitó al brujo a entrar con un gesto. El recibidor era sombrío, pero había velas encendidas aquí y allá que arojaban destellos sobre los cráneos y espejos que decoraban las paredes.
-Cariño, trabajo con la muerte, es natural que pueda reconocer a un ghoul cuando lo tengo delante.
El nigromante condujo a Evelhan hasta una pequeña cocina, iluminada por una única lámpara que colgaba sobre la mesa de comedor. Había envoltorios de magdalenas y migas repartidas por el mantel, tazas y una cafetera terrestre modificada con runas.
Nihil estaba sentada a la mesa. Cuando vio a Evelhan se puso en pie de un salto y tiró la silla, clavando sus ojos vacíos en el chico como si fuera a saltar sobre él. Siloco se apresuró a calmarla. Recogió la silla y obligó con suavidad a la súcubo a sentarse de nuevo.
-Nihil, cielo, este es el amigo de Zmey. Dice que se llama Evelhan Kaw, seguro que lo conoces -le dijo con voz dulce.
Lo que sea que se había apoderado de la súcubo se esfumó y fue sustituído por su frialdad habitual.
-Lo conozco. Estudias nigromancia con Zmey, ¿verdad? -dijo.
Era imposible que Nihil no tuviera bajo vigilancia a todas las amistades y conocidos de su pupilo, especialmente en la situación en la que se encontraba. Si había pasado por la puerta es que no tenía ningún hechizo encima que le supusiera una amenaza y confiaba en las medidas de seguridad de los locales del invocador. Tal vez se había propasado al obligarle a irse sin despedirse de nadie.
-Lo envié a Libo, está en el burdel que tiene Cain allí. No estaba durmiendo bien y temí que causase problemas así que le dí vacaciones. Siento que no se haya despedido de nadie, ha sido todo culpa mía -A pesar de su seriedad y la fiereza de su mirada no había nada que indicara que su disculpa no era sincera - Pero por favor evita hablar de su paradero, es importante para su salud que esté tranquilo.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Barrio de los Mil Dioses
23/01/19, 02:10 am
Escuchar la voz de quien seguía suponiendo debía ser Nihil invitándolo a pasar le puso algo nerviosos. Un pocos mas si aquello era posible siquiera. Pero bueno, estaba consiguiendo lo que quería, sabia ya al menos que Zmey estaba bien y debería bastarle con eso, pero seguía queriendo saber donde estaba. Quería verlo ¿Estaba siendo muy caprichoso deseando eso?
Soltó a Siloco despacio, sentía sus dedos aun algo agarrotados y Munin notando su incomodidad, volvió a volar hacia el, posándose sobre su hombro sin que su mirada negra se despegase de la alta figura de Siloco. La presencia de la estirge le tranquilizo bastante, aunque fuese mas por mero apoyo que porque hiciera alguna diferencia sustancial <<Que fastidio con los nervios, ¡no me han hecho nada !>> pensó un poco molesto consigo mismo, mientras sus ojos vagaban por el recibidor de la casa. Ver lo espejos, las velas, las calaveras...le daba un aspecto bastante inquietante ala entrada, pero no le sobresalto tanto como esperaba. Ciertamente se había acostumbrado a la presencia de la muerte a su alrededor en cierta forma << Es cierto, es un nigromante también, tanto el como Nihil...>> pensó recordando eso. Había estudiado un poco de nigromancia con Zmey cuando se reunían, entre otras cosas, así que conociendo un poco mas sobre como funcionaba esa magia ya no le daba tantos nervios como antes en si. El hecho de sentirse incomodo era mas bien algo que venia de su propia timidez...y de estar metiéndose en la casa de personas de renombre en la ciudad sin demasiado cuidado.
Acompaño silenciosamente a Sillico hasta lo que parecía la cocina y la presencia visible de envoltorio de magdalenas y de un servicio de té le resulto tan normal de algún modo que no pudo evitar una leve sonrisa. Imaginarse a Zmey ahí sentado bebiendo té con magdalenas tranquilamente, cuando siempre tan cándido, se le hacia una imagen bastante curiosa. Mas su pensamientos no tardaron en tomar otro rumbo ante la reacciona de la súcubo al verlo. Evelhan retrocedió ligeramente un paso mas por el susto que otra cosa, parpadeando en confusión, manteniéndose bastante quieto cerca de la mesa de la cocina, restregando sus mano sin saber que hacer con ellas.
<<¿Pasa algo?>> no pudo evitar preocuparse, y sin poder dejar las manos quietas y notando el nerviosismo de su estirge sobre su hombro, llevo su mano hacia la cabeza de Munin que ante la presencia de restos de comida sobre la mesa no dejaba de removerse queriendo curiosear. Uso aquello también para calmarse a si mismo. De haber tenido un corazón aun latiendo seguramente el gesto de la súcubo al verlo le habría provocado un microinfarto.
Evelhan no le permitió moverse de su hombro o causaría un pequeño desastre y miro a Nihil con atención. Su mirada sin globos ocularesle resultaba un tanto inquietantes sin duda y no pudo evitar tragar saliva con dificultad antes de hablar porfin.
-Si...si, desde hace un tiempo- asintió Evelhan ante la pregunta de Nihil, conteniendo con toda su fuerza de voluntad el tartamudear. Mas todos sus nervios se disiparon como la espuma, en cuanto escucho de labios de la sucubo de las pesadillas donde se encontraba Zmey, bien, vivito y coleando. Su expresión antes sombría y nerviosa se ilumino de real alivio. Imaginarlo en un burdel de Cain en libo, le hizo pensar en Ariven, quien sabía el piromante frecuentaba incluso si parecía no querer decirle mucho al respecto, cosa que al inicio cuando lo vio la primera vez saliendo del burdel le sorprendió, pero que terminó causándole algo de gracia por como se avergonzó al respecto. Habia pasado bastante tiempo desde aquello sin duda, pero teniendo en cuenta que Evelhan frecuentaba a veces a Sobras, no era un misterio para el que las visitas de Zmey a Ariven no habían sido cosa de una vez.Lo que nunca llego a entender es porque se hacia el loco al respecto. Era un idiota. Pensando en ello sonrió levemente al penar en el brujo e intento centrarse nuevamente en la conversación- Es cierto...que en lo últimos días en lo que lo vi, lucia realmente cansado – admitió Evelhan recordándolo perfectamente pues el mismo tampoco es que durmiera mucho ni muy bien que se dijera, así que fue un ultimo encuentro donde mas que estudiar en si hablaron un poco porque tenían sus cabezas mas idas que otra cosa.
-No, entiendo...que quiera cuidarle, es su pupilo. Conmigo siempre estaba tranquilo, pero imagino que no quería que pasasen algo con su fuego, se bueno, que es un poco...intenso, en ese sentido...- Dijo el brugho apurado ante la disculpa de la súcubo por no haber dejado que Zmey avisase a nadie, ruborizándose un poco por ello, viendo el tono serio con el que Nihil hablaba pero que tenia un extraña dulzura en el. Nihil lucia poderosa y frágil de algún modo a partes iguales, en esos momentos y no sabría explicar el porqué-No...no tengo pensado decir donde se esta quedando, solo...quería saber donde estaba, como se encontraba- dijo Evelhan mirando a Nihil, con una suerte de real alivio- Mi olfato...últimamente, bueno ha captado muchas cosas en la ciudad...y al ver que no aparecía por ningún lado incluso con eso de las dragoneras, con lo que parecen gustarle los dragones, pues...- dejo la frase inconclusa, prefiriendo no decir lo que se había imaginado que podría haberle ocurrido y que lo había tenido tan preocupado y simplemente añadió algo ligeramente diferente-. No quiero perderle también- admitió Evelhan suavemente mas para si que para la súcubo, ruborizando ligeramente antes de volver su mirada de nuevo hacia ella, pues sin darse cuenta había terminado posando esta sobre la mesa por unos momentos conforme hablaba. Se centro de nuevo en la figura de Nihil buscando rastros de confianza dentro de el para hablar de nuevo, esta vez con un pedido que no estaba seguro de si sería aceptado, especialmente sino sabia si podría poner en riesgos su salud. No quería hacerle eso a Zmey.
- Sería posible, si me lo permite ¿el poderlo visitar en libo? -pregunto Evelhan mirándole con algo de ansiedad por lo que le andaba pidiendo de cierta manera. ¿Su presencia podría incomodarlo en Libo? Tal vez si lo veía parecer la tranquilidad de la que hablaba Nihil se vería rota, pero no podía dejarlo sin mas sin al menos hacer el intento- Iría solo, sin nadie mas, para que no se sepa donde está...n-no molestaría -añadió intentando no prestarle atención a como Munin, molesta por que no le dejaban acercarse a la mesa, había empezado a meterle leves jalones de pelo, tenia otras prioridades de atención en ese momento.
Soltó a Siloco despacio, sentía sus dedos aun algo agarrotados y Munin notando su incomodidad, volvió a volar hacia el, posándose sobre su hombro sin que su mirada negra se despegase de la alta figura de Siloco. La presencia de la estirge le tranquilizo bastante, aunque fuese mas por mero apoyo que porque hiciera alguna diferencia sustancial <<Que fastidio con los nervios, ¡no me han hecho nada !>> pensó un poco molesto consigo mismo, mientras sus ojos vagaban por el recibidor de la casa. Ver lo espejos, las velas, las calaveras...le daba un aspecto bastante inquietante ala entrada, pero no le sobresalto tanto como esperaba. Ciertamente se había acostumbrado a la presencia de la muerte a su alrededor en cierta forma << Es cierto, es un nigromante también, tanto el como Nihil...>> pensó recordando eso. Había estudiado un poco de nigromancia con Zmey cuando se reunían, entre otras cosas, así que conociendo un poco mas sobre como funcionaba esa magia ya no le daba tantos nervios como antes en si. El hecho de sentirse incomodo era mas bien algo que venia de su propia timidez...y de estar metiéndose en la casa de personas de renombre en la ciudad sin demasiado cuidado.
Acompaño silenciosamente a Sillico hasta lo que parecía la cocina y la presencia visible de envoltorio de magdalenas y de un servicio de té le resulto tan normal de algún modo que no pudo evitar una leve sonrisa. Imaginarse a Zmey ahí sentado bebiendo té con magdalenas tranquilamente, cuando siempre tan cándido, se le hacia una imagen bastante curiosa. Mas su pensamientos no tardaron en tomar otro rumbo ante la reacciona de la súcubo al verlo. Evelhan retrocedió ligeramente un paso mas por el susto que otra cosa, parpadeando en confusión, manteniéndose bastante quieto cerca de la mesa de la cocina, restregando sus mano sin saber que hacer con ellas.
<<¿Pasa algo?>> no pudo evitar preocuparse, y sin poder dejar las manos quietas y notando el nerviosismo de su estirge sobre su hombro, llevo su mano hacia la cabeza de Munin que ante la presencia de restos de comida sobre la mesa no dejaba de removerse queriendo curiosear. Uso aquello también para calmarse a si mismo. De haber tenido un corazón aun latiendo seguramente el gesto de la súcubo al verlo le habría provocado un microinfarto.
Evelhan no le permitió moverse de su hombro o causaría un pequeño desastre y miro a Nihil con atención. Su mirada sin globos ocularesle resultaba un tanto inquietantes sin duda y no pudo evitar tragar saliva con dificultad antes de hablar porfin.
-Si...si, desde hace un tiempo- asintió Evelhan ante la pregunta de Nihil, conteniendo con toda su fuerza de voluntad el tartamudear. Mas todos sus nervios se disiparon como la espuma, en cuanto escucho de labios de la sucubo de las pesadillas donde se encontraba Zmey, bien, vivito y coleando. Su expresión antes sombría y nerviosa se ilumino de real alivio. Imaginarlo en un burdel de Cain en libo, le hizo pensar en Ariven, quien sabía el piromante frecuentaba incluso si parecía no querer decirle mucho al respecto, cosa que al inicio cuando lo vio la primera vez saliendo del burdel le sorprendió, pero que terminó causándole algo de gracia por como se avergonzó al respecto. Habia pasado bastante tiempo desde aquello sin duda, pero teniendo en cuenta que Evelhan frecuentaba a veces a Sobras, no era un misterio para el que las visitas de Zmey a Ariven no habían sido cosa de una vez.Lo que nunca llego a entender es porque se hacia el loco al respecto. Era un idiota. Pensando en ello sonrió levemente al penar en el brujo e intento centrarse nuevamente en la conversación- Es cierto...que en lo últimos días en lo que lo vi, lucia realmente cansado – admitió Evelhan recordándolo perfectamente pues el mismo tampoco es que durmiera mucho ni muy bien que se dijera, así que fue un ultimo encuentro donde mas que estudiar en si hablaron un poco porque tenían sus cabezas mas idas que otra cosa.
-No, entiendo...que quiera cuidarle, es su pupilo. Conmigo siempre estaba tranquilo, pero imagino que no quería que pasasen algo con su fuego, se bueno, que es un poco...intenso, en ese sentido...- Dijo el brugho apurado ante la disculpa de la súcubo por no haber dejado que Zmey avisase a nadie, ruborizándose un poco por ello, viendo el tono serio con el que Nihil hablaba pero que tenia un extraña dulzura en el. Nihil lucia poderosa y frágil de algún modo a partes iguales, en esos momentos y no sabría explicar el porqué-No...no tengo pensado decir donde se esta quedando, solo...quería saber donde estaba, como se encontraba- dijo Evelhan mirando a Nihil, con una suerte de real alivio- Mi olfato...últimamente, bueno ha captado muchas cosas en la ciudad...y al ver que no aparecía por ningún lado incluso con eso de las dragoneras, con lo que parecen gustarle los dragones, pues...- dejo la frase inconclusa, prefiriendo no decir lo que se había imaginado que podría haberle ocurrido y que lo había tenido tan preocupado y simplemente añadió algo ligeramente diferente-. No quiero perderle también- admitió Evelhan suavemente mas para si que para la súcubo, ruborizando ligeramente antes de volver su mirada de nuevo hacia ella, pues sin darse cuenta había terminado posando esta sobre la mesa por unos momentos conforme hablaba. Se centro de nuevo en la figura de Nihil buscando rastros de confianza dentro de el para hablar de nuevo, esta vez con un pedido que no estaba seguro de si sería aceptado, especialmente sino sabia si podría poner en riesgos su salud. No quería hacerle eso a Zmey.
- Sería posible, si me lo permite ¿el poderlo visitar en libo? -pregunto Evelhan mirándole con algo de ansiedad por lo que le andaba pidiendo de cierta manera. ¿Su presencia podría incomodarlo en Libo? Tal vez si lo veía parecer la tranquilidad de la que hablaba Nihil se vería rota, pero no podía dejarlo sin mas sin al menos hacer el intento- Iría solo, sin nadie mas, para que no se sepa donde está...n-no molestaría -añadió intentando no prestarle atención a como Munin, molesta por que no le dejaban acercarse a la mesa, había empezado a meterle leves jalones de pelo, tenia otras prioridades de atención en ese momento.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
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Re: Barrio de los Mil Dioses
30/01/19, 07:13 pm
Siloco le dedicó una mirada compasiva al brugho y luego una de reproche a Nihil. Puso los brazos en jarras y no le hizo falta decir una sola palabra para que la súcubo comprendiese que la estaba regañando. Nihil bufó, no tenía tiempo para las sensiblerías de su maestro pero tampoco estaba siendo justa ni con su aprendiz ni con el joven ghoul.
-Muy bien, espera aquí -dijo.
Subió al piso de arriba en busca de algo, Entretando Siloco sacó de la alacena un bote de ojos en gelatina de lima para ofrecerle a Evelhan.
-Coge rápido antes de que vuelva -dijo en tono confidencial, con una sonrisa.
Si Nihil se dio cuenta o no de que el nigromante había atacado su estante de las golosinas no lo demostró. Le tendió a Evelhan un saquito de seda roja. Dentro había una tarjeta con un pentáculo en relieve en una de sus caras.
-Si entregas esto en el burdel sabrán que vas de mi parte y te dejarán ver a Zmey -explicó. Cualquier precaución era poca -Supongo que ya te habrás dado cuenta pero las cosas no están bien en la ciudad. Ten cuidado.
-Muy bien, espera aquí -dijo.
Subió al piso de arriba en busca de algo, Entretando Siloco sacó de la alacena un bote de ojos en gelatina de lima para ofrecerle a Evelhan.
-Coge rápido antes de que vuelva -dijo en tono confidencial, con una sonrisa.
Si Nihil se dio cuenta o no de que el nigromante había atacado su estante de las golosinas no lo demostró. Le tendió a Evelhan un saquito de seda roja. Dentro había una tarjeta con un pentáculo en relieve en una de sus caras.
-Si entregas esto en el burdel sabrán que vas de mi parte y te dejarán ver a Zmey -explicó. Cualquier precaución era poca -Supongo que ya te habrás dado cuenta pero las cosas no están bien en la ciudad. Ten cuidado.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
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Re: Barrio de los Mil Dioses
03/02/19, 05:25 pm
El brugho observo en silencio la interacción de Nihil y Siloco, una que aprecia decir de todo con simples gestos y miradas, sin necesidad de palabras. Evelhan decidió esperar, fuese cual fuese a ser la respuesta de la súcubo, por lo que cuando ella se levanto para salir de la cocina la siguió con la mirada por uno instante, hasta que la voz de Siloco volvió a atraer su atención hacia el y hacia lo que tenia en las manos.
Los ojos de Evelhan brillaron levemente ante el ofrecimiento, aunque el saber que era al parecer dulces de la súcubo le hizo dudar por un instante. Miró tras el por el lugar donde esta se había ido, indeciso por un momento antes de rápidamente meter la mano en el bote y coger uno veloz como el rayo, como si no quisiera ser pillado infranganti, uno de los ojos.
-¡Dulces, gracias! - dijo el brugho con cierta ilusión por lo bajo antes de llevárselo a la boca para saborearlo, para si evitar que Munin intentase robarsela, atraída por la novedad. Sabia bien que existían ese tipo de dulces hechos a partir de partes de cadáveres, aunque nunca había tenido oportunidad de probar algo similar mas que un par de veces, cuando ha tenido dinero. Como no podía comer la mayoría de cosas que otros si, pues lo dulces eran en especial un lujo que no tocaba a menudo. <<Debería empezar a plantearme el buscar trabajo de algo pronto >> pensó con un leve mohin mientras saboreaba el ojos en su bocas no queriendo masticarlo inmediatamente.
Aun así cuando Nihil ya volvió ya se lo había tragado sin mas remedio pues tampoco quería dar tanto el cante sobre el ofrecimiento de Siloco, volviéndola a ver algo ansiosos por saber cual seria finalmente su respuesta a su pregunta anterior. Tomo el saco de seda con confusión inicial dudosos la abrió un poco para ver el contenido, mas no lo saco de esta. La explicación de Nihil no tardo en llegar aclarándose no solo su reciente duda sino también dándole el visto bueno para ir al ver al piromante.
Evelhan sonrió ampliamente ante eso al darse cuenta y agarro firmemente el saquito guardándolo a buen recaudo en la bolsa que usaba en un cinturón bajo su amplio jersey, casi invisible a la vista.
-Gracias por permitirme ir- añadió Evelhan un poco mas tranquilo y mirándolo atentamente ante su sugerencia de tener cuidado asintió despacio- Lo se, no se que ocurre pero...se respira algo raro en el aire, el aroma a muerte parece circular en cada esquina. - no sabia como expresarlo simplemente, aunque en la ciudad siempre moría gente, el olfato de Evelhan se llevaba volviendo un poco loco al respecto en el ultimo tiempo, sin duda- Tendré cuidado...también cuando vaya a verle- aceptó Evelhan dirigiéndole una mirada de reojo a Siloco antes de añadir- Mmm...no molestare mas....le diré a Zmey cuando lo vea que estáis bien, solo eso- dijo sin mas ya despidiéndose y no queriendo importunar mas. Había conseguido lo que venia a buscar de forma sorpresiva incluso para el y no quería quedarse mas tiempo no fuese a ser que dijera o hiciera algo que hiciera que Nihil cambiase de opinión.
No tenia intenciones de contarle demasiado de lo que ocurría a la ciudad a Zmey, profiriendo mantenerlo al margen si era lo que aparentemente su maestra había decidido para tenerlo tranquilo, pero suponía que saber que aquella con la que vivía estaba a salvo le tranquilizarla también.
Sigue en Libo
Los ojos de Evelhan brillaron levemente ante el ofrecimiento, aunque el saber que era al parecer dulces de la súcubo le hizo dudar por un instante. Miró tras el por el lugar donde esta se había ido, indeciso por un momento antes de rápidamente meter la mano en el bote y coger uno veloz como el rayo, como si no quisiera ser pillado infranganti, uno de los ojos.
-¡Dulces, gracias! - dijo el brugho con cierta ilusión por lo bajo antes de llevárselo a la boca para saborearlo, para si evitar que Munin intentase robarsela, atraída por la novedad. Sabia bien que existían ese tipo de dulces hechos a partir de partes de cadáveres, aunque nunca había tenido oportunidad de probar algo similar mas que un par de veces, cuando ha tenido dinero. Como no podía comer la mayoría de cosas que otros si, pues lo dulces eran en especial un lujo que no tocaba a menudo. <<Debería empezar a plantearme el buscar trabajo de algo pronto >> pensó con un leve mohin mientras saboreaba el ojos en su bocas no queriendo masticarlo inmediatamente.
Aun así cuando Nihil ya volvió ya se lo había tragado sin mas remedio pues tampoco quería dar tanto el cante sobre el ofrecimiento de Siloco, volviéndola a ver algo ansiosos por saber cual seria finalmente su respuesta a su pregunta anterior. Tomo el saco de seda con confusión inicial dudosos la abrió un poco para ver el contenido, mas no lo saco de esta. La explicación de Nihil no tardo en llegar aclarándose no solo su reciente duda sino también dándole el visto bueno para ir al ver al piromante.
Evelhan sonrió ampliamente ante eso al darse cuenta y agarro firmemente el saquito guardándolo a buen recaudo en la bolsa que usaba en un cinturón bajo su amplio jersey, casi invisible a la vista.
-Gracias por permitirme ir- añadió Evelhan un poco mas tranquilo y mirándolo atentamente ante su sugerencia de tener cuidado asintió despacio- Lo se, no se que ocurre pero...se respira algo raro en el aire, el aroma a muerte parece circular en cada esquina. - no sabia como expresarlo simplemente, aunque en la ciudad siempre moría gente, el olfato de Evelhan se llevaba volviendo un poco loco al respecto en el ultimo tiempo, sin duda- Tendré cuidado...también cuando vaya a verle- aceptó Evelhan dirigiéndole una mirada de reojo a Siloco antes de añadir- Mmm...no molestare mas....le diré a Zmey cuando lo vea que estáis bien, solo eso- dijo sin mas ya despidiéndose y no queriendo importunar mas. Había conseguido lo que venia a buscar de forma sorpresiva incluso para el y no quería quedarse mas tiempo no fuese a ser que dijera o hiciera algo que hiciera que Nihil cambiase de opinión.
No tenia intenciones de contarle demasiado de lo que ocurría a la ciudad a Zmey, profiriendo mantenerlo al margen si era lo que aparentemente su maestra había decidido para tenerlo tranquilo, pero suponía que saber que aquella con la que vivía estaba a salvo le tranquilizarla también.
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Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Barrio de los Mil Dioses
02/03/19, 05:29 pm
Trama de los Sueños
Devoss abrió los ojos con esfuerzo, iba a salir a cazar cuando se ha había desmayado en la puerta de la sede . No era algo que le ocurriera a menudo así que estaba algo alarmado. Pero lo explicó de manera muy rápida y dejó de darle importancia. <<Será el cansancio, llevo unos cuantos días que no duermo bien>>. Se encaminó hacia el Barrio de los Mil Dioses, deseoso de poder echarle el guante a unas cuantas hienas. Hacía tiempo que no las visitaba y creía que ya era hora de tener un reencuentro “divertido”.
Lo que encontró allí fue de todo menos divertido. Múltiples cuerpos yacían a sus pies, todos ellos destrozados, descuartizados y parcial o completamente devorados. A uno le faltaba la cabeza y el más alejado de todos carecía de extremidades, no era más que un torso sanguinoliento. Por el estado de los cuerpos el holandés pudo deducir que hacía poco que habían fallecido. No vio ningún rostro conocido, era gente que jamás había visto en la ciudad.
El licántropo se acercó a uno de los cadáveres, con los sentidos aumentados por si acaso. <<Una mordedura... Pero los dientes son humanos...>> Meditó mientras pasaba los dedos por las hendiduras. No era extraño ver escenas así en la ciudad. Al fin y al cabo no era el único que cazaba por allí, y muchos cazaban a otros ciudadanos. Lo raro era que las marcas fueran humanas. Lo normal era ver mordiscos y arañazos de vampiros, trasgos, ghouls, licántropos... Y un largo etcétera, pero aquello no era normal .Era como si un mago o un brujo se hubiera vuelto caníbal. La respuesta no tardó en venir en forma de un débil susurro, casi inaudible.
Devoss se giró rápidamente, con los ojos entrecerrados, a la vez que veía una pequeña figura ocultarse en los escombros. Su corazón latía sin ritmo alguno, veloz e incansable. Lo que fuera tenía miedo o estaba excitado. La criatura asomó la cabeza y Devoss dio un paso atrás del asombro. Era un niño, su piel era muy blanca, aunque era difícil de distinguir entre tanta mugre y suciedad. Su pelo largo y sucio caía en densas greñas sobre sus hombros. <<¿Un niño ha hecho todo esto? Imposible... A no ser...>> No le dio tiempo a pensar en nada más, algo lo empujó con gran fuerza por la espalda y el licántropo cayó al suelo. Se incorporó rápidamente, pero no vio nada, ni siquiera estaba el niño en su escondite.
El chico decidió que ese era el momento de picar billetes. Había ido a cazar, no a ser vapuleado por fuerzas invisibles. Muy a su pesar Devoss dio otro paso hacía atrás alarmado, el niño estaba ahí de nuevo. Justo por donde había llegado a esa zona, mirándolo fijamente y a cuatro patas como un animal. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. <<Hombres Bestia. ¿Cómo no se me ha ocurrido antes?>>. El niño no estaba solo, a su lado había aparecido otra figura, mucho más grande y corpulenta. Probablemente quien le había golpeado. Las venas de sus brazos se marcaban profundamente en la piel velluda del hombre, cuya cara era grotesca.
<<Ellos dos no han podido matar a todas esas personas. Tiene que haber más...>> Devoss se puso rápidamente a buscar más formas escondidas, y cada vez que posaba la vista en el hombre y el niño había más hombres bestia con ellos. Eran doce, todos ellos sosteniendose con sus brazos y piernas. No todos eran hombres, el chico pudo ver a unos cúantos niños y a cuatro mujeres, una de ellas con una gran barriga, de la que solo se puede tener estando embarazada.
-No quiero problemas, ¿vale? Iba a cazar hienas y me he encontrado con esto. No cazo a otras personas. No voy a pelearme por comida que no es mía y que no quiero-. Dijo, aunque dudaba que le entendieran. Lentamente empezó a transformar sus colmillos.
<<¿Por qué tengo miedo de esta gente? Me he peleado con cosas peores, joder... Quizás porque son humanos que cazan como yo...>> El hombre corpulento se acercó, arrastrando una larga barba canosa y habló de forma clara y concisa, para sorpresa del licántropo.
- Esa comida es nuestra, y todo lo que toque nuestra comida pasa a ser nuestra comida . Y tú has tocado nuestra comida-. Explicó con voz grave. Para recalcar lo que el líder quería decir el niño repitió susurrando:-Comida-.
-¿Cómo es que habláis? Pensaba que no podíais-. Preguntó Devoss retrocediendo y convirtiendo sus brazos en garras. Algo le impedía salir huyendo de ahí y le obligaba a seguir preguntando.
-Y nosotros pensábamos que tú eras como los demás. Pero eres como nosotros, te gusta la sangre, la carne. El sentir a tu presa agonizando, ¿verdad?-. El hombre estaba a pocos metros de él.
-No me tomes por gilipollas, capullo. Soy un licántropo, y sé que mientras parloteas tres de los tuyos están detrás mía. En algún lugar entre la casa de mi izquierda y los escombros de mi derecha. Y no soy como vosotros-. Concluyó transformando sus brazos en garras, su piel siendo sustituida por pelaje atigrado.- Y como des un paso más te rebano la garganta, jamás me comería a otra persona. Es inhumano y aberrante, pero no tengo ningún problema en matarlas si amenazan mi vida-.
El líder sonrió, mostrando unos dientes rotos y negros. Su mirada era dura y fría. Por alguna razón Devoss reconocía esa mirada, pese a las arrugas, a la mugre y a la sangre le resultaba familiar. Pero no lograba descubrir de quién era.
-Claro que eres como nosotros, solo que estás reprimido. Tienes más en común con nosotros que con esos amigos que crees tener. En realidad no son más que... presas. Si de verdad fueras distinto a nosotros ya nos habrías atacado, o al menos habrías huido. Pero aquí estás, haciendo preguntas y amenazas estúpidas. ¿Sabes lo que veo en tu mirada? Reconocimiento, nos ves como iguales-.
-¡Cállate de una puta vez!-. Gritó mientras su cara pasaba de humana a tigre simultáneamente. Devoss hizo un esfuerzo por controlarse y su cara volvió a ser humana.
-El día de la Luna fuiste como nosotros, y por mucho que te mientas a ti mismo eso no lo podrás cambiar.- El hombre bestia dio otro paso, ante la mirada temblorosa de Devoss. -Tranquilo, cachorro. Estoy aquí para que aceptes lo que eres o para devorarte si lo niegas. Traedla-. Los tres hombres bestia de su espalda pasaron por su lado, arrastrando un cuerpo inconsciente. Al principio no lo reconoció, hacía tiempo que no la veía con ese color de piel. Pero era ella. Ruth.Tal y como vino a la ciudad.
-¡DEJADLA EN PAZ!- Aulló con toda la rabia de la que fue capaz, corriendo hacia ellos pero el líder cogió a la israelita del cuello, amenazando con partírselo. Muy a su pesar Devoss se quedó inmóvil.
-Tienes dos opciones, cachorro. Tu vida o la de ella. Fácil, ¿no crees? Queremos que te la comas, aquí y delante de nosotros. Sabemos que tienes ganas, y no hay nada de malo en dejarse llevar-. Su expresión, hasta entonces altanera cambió a una siniestra y llena de odio.- Lo aberrante, como tú dices, es negar lo que eres y tratarnos como algo peor. Somos hermanos de cacería, ¿no lo ves?-
Para horror de Devoss, su boca empezaba a salivar y la piel de su amiga se le antojaba suculenta. Su estómago rugía de impaciencia, y una entidad que creía haber exiliado volvía de entre las sombras. La Bestia, la misma que había atacado a esa dullahan el día de la Luna, la misma que quiso matar a sus amigos estaba ahí de nuevo.
-Está bien-. Asumió Devoss, con temblores en todo su cuerpo, sudores fríos por la espalda y lágrimas en su rostro.-Haré lo que me pides-. El licántropo empezó a andar, y con cada paso su cuerpo cambiaba. No de manera lenta y torpe como lo hacía cuando se transformaba en tigre. Sino de manera rápida y fluida. Su ropa empezó a ensancharse y romperse, y todo su cuerpo estaba cubierto del pelaje atigrado tan familiar.
En cuestión de segundos había llegado hacia Ruth, en cuestión de segundos había terminado la transición a tigre, en cuestión de segundos Devoss estaba perdiendo el control. La cara de la chica era la expresión de la inocencia, completamente dormida y ajena a lo que estaba pasando a su alrededor. Mientras miraba el cuello latente de la israelita con placer una voz acudió a su cabeza, una desagradable y horrorosa, pero también acogedora.
-Me alegra estar de vuelta, humano... ¿Me echabas de menos?- Preguntó con sorna La Bestia.
Devoss abrió los ojos con esfuerzo, iba a salir a cazar cuando se ha había desmayado en la puerta de la sede . No era algo que le ocurriera a menudo así que estaba algo alarmado. Pero lo explicó de manera muy rápida y dejó de darle importancia. <<Será el cansancio, llevo unos cuantos días que no duermo bien>>. Se encaminó hacia el Barrio de los Mil Dioses, deseoso de poder echarle el guante a unas cuantas hienas. Hacía tiempo que no las visitaba y creía que ya era hora de tener un reencuentro “divertido”.
Lo que encontró allí fue de todo menos divertido. Múltiples cuerpos yacían a sus pies, todos ellos destrozados, descuartizados y parcial o completamente devorados. A uno le faltaba la cabeza y el más alejado de todos carecía de extremidades, no era más que un torso sanguinoliento. Por el estado de los cuerpos el holandés pudo deducir que hacía poco que habían fallecido. No vio ningún rostro conocido, era gente que jamás había visto en la ciudad.
El licántropo se acercó a uno de los cadáveres, con los sentidos aumentados por si acaso. <<Una mordedura... Pero los dientes son humanos...>> Meditó mientras pasaba los dedos por las hendiduras. No era extraño ver escenas así en la ciudad. Al fin y al cabo no era el único que cazaba por allí, y muchos cazaban a otros ciudadanos. Lo raro era que las marcas fueran humanas. Lo normal era ver mordiscos y arañazos de vampiros, trasgos, ghouls, licántropos... Y un largo etcétera, pero aquello no era normal .Era como si un mago o un brujo se hubiera vuelto caníbal. La respuesta no tardó en venir en forma de un débil susurro, casi inaudible.
Devoss se giró rápidamente, con los ojos entrecerrados, a la vez que veía una pequeña figura ocultarse en los escombros. Su corazón latía sin ritmo alguno, veloz e incansable. Lo que fuera tenía miedo o estaba excitado. La criatura asomó la cabeza y Devoss dio un paso atrás del asombro. Era un niño, su piel era muy blanca, aunque era difícil de distinguir entre tanta mugre y suciedad. Su pelo largo y sucio caía en densas greñas sobre sus hombros. <<¿Un niño ha hecho todo esto? Imposible... A no ser...>> No le dio tiempo a pensar en nada más, algo lo empujó con gran fuerza por la espalda y el licántropo cayó al suelo. Se incorporó rápidamente, pero no vio nada, ni siquiera estaba el niño en su escondite.
El chico decidió que ese era el momento de picar billetes. Había ido a cazar, no a ser vapuleado por fuerzas invisibles. Muy a su pesar Devoss dio otro paso hacía atrás alarmado, el niño estaba ahí de nuevo. Justo por donde había llegado a esa zona, mirándolo fijamente y a cuatro patas como un animal. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. <<Hombres Bestia. ¿Cómo no se me ha ocurrido antes?>>. El niño no estaba solo, a su lado había aparecido otra figura, mucho más grande y corpulenta. Probablemente quien le había golpeado. Las venas de sus brazos se marcaban profundamente en la piel velluda del hombre, cuya cara era grotesca.
<<Ellos dos no han podido matar a todas esas personas. Tiene que haber más...>> Devoss se puso rápidamente a buscar más formas escondidas, y cada vez que posaba la vista en el hombre y el niño había más hombres bestia con ellos. Eran doce, todos ellos sosteniendose con sus brazos y piernas. No todos eran hombres, el chico pudo ver a unos cúantos niños y a cuatro mujeres, una de ellas con una gran barriga, de la que solo se puede tener estando embarazada.
-No quiero problemas, ¿vale? Iba a cazar hienas y me he encontrado con esto. No cazo a otras personas. No voy a pelearme por comida que no es mía y que no quiero-. Dijo, aunque dudaba que le entendieran. Lentamente empezó a transformar sus colmillos.
<<¿Por qué tengo miedo de esta gente? Me he peleado con cosas peores, joder... Quizás porque son humanos que cazan como yo...>> El hombre corpulento se acercó, arrastrando una larga barba canosa y habló de forma clara y concisa, para sorpresa del licántropo.
- Esa comida es nuestra, y todo lo que toque nuestra comida pasa a ser nuestra comida . Y tú has tocado nuestra comida-. Explicó con voz grave. Para recalcar lo que el líder quería decir el niño repitió susurrando:-Comida-.
-¿Cómo es que habláis? Pensaba que no podíais-. Preguntó Devoss retrocediendo y convirtiendo sus brazos en garras. Algo le impedía salir huyendo de ahí y le obligaba a seguir preguntando.
-Y nosotros pensábamos que tú eras como los demás. Pero eres como nosotros, te gusta la sangre, la carne. El sentir a tu presa agonizando, ¿verdad?-. El hombre estaba a pocos metros de él.
-No me tomes por gilipollas, capullo. Soy un licántropo, y sé que mientras parloteas tres de los tuyos están detrás mía. En algún lugar entre la casa de mi izquierda y los escombros de mi derecha. Y no soy como vosotros-. Concluyó transformando sus brazos en garras, su piel siendo sustituida por pelaje atigrado.- Y como des un paso más te rebano la garganta, jamás me comería a otra persona. Es inhumano y aberrante, pero no tengo ningún problema en matarlas si amenazan mi vida-.
El líder sonrió, mostrando unos dientes rotos y negros. Su mirada era dura y fría. Por alguna razón Devoss reconocía esa mirada, pese a las arrugas, a la mugre y a la sangre le resultaba familiar. Pero no lograba descubrir de quién era.
-Claro que eres como nosotros, solo que estás reprimido. Tienes más en común con nosotros que con esos amigos que crees tener. En realidad no son más que... presas. Si de verdad fueras distinto a nosotros ya nos habrías atacado, o al menos habrías huido. Pero aquí estás, haciendo preguntas y amenazas estúpidas. ¿Sabes lo que veo en tu mirada? Reconocimiento, nos ves como iguales-.
-¡Cállate de una puta vez!-. Gritó mientras su cara pasaba de humana a tigre simultáneamente. Devoss hizo un esfuerzo por controlarse y su cara volvió a ser humana.
-El día de la Luna fuiste como nosotros, y por mucho que te mientas a ti mismo eso no lo podrás cambiar.- El hombre bestia dio otro paso, ante la mirada temblorosa de Devoss. -Tranquilo, cachorro. Estoy aquí para que aceptes lo que eres o para devorarte si lo niegas. Traedla-. Los tres hombres bestia de su espalda pasaron por su lado, arrastrando un cuerpo inconsciente. Al principio no lo reconoció, hacía tiempo que no la veía con ese color de piel. Pero era ella. Ruth.Tal y como vino a la ciudad.
-¡DEJADLA EN PAZ!- Aulló con toda la rabia de la que fue capaz, corriendo hacia ellos pero el líder cogió a la israelita del cuello, amenazando con partírselo. Muy a su pesar Devoss se quedó inmóvil.
-Tienes dos opciones, cachorro. Tu vida o la de ella. Fácil, ¿no crees? Queremos que te la comas, aquí y delante de nosotros. Sabemos que tienes ganas, y no hay nada de malo en dejarse llevar-. Su expresión, hasta entonces altanera cambió a una siniestra y llena de odio.- Lo aberrante, como tú dices, es negar lo que eres y tratarnos como algo peor. Somos hermanos de cacería, ¿no lo ves?-
Para horror de Devoss, su boca empezaba a salivar y la piel de su amiga se le antojaba suculenta. Su estómago rugía de impaciencia, y una entidad que creía haber exiliado volvía de entre las sombras. La Bestia, la misma que había atacado a esa dullahan el día de la Luna, la misma que quiso matar a sus amigos estaba ahí de nuevo.
-Está bien-. Asumió Devoss, con temblores en todo su cuerpo, sudores fríos por la espalda y lágrimas en su rostro.-Haré lo que me pides-. El licántropo empezó a andar, y con cada paso su cuerpo cambiaba. No de manera lenta y torpe como lo hacía cuando se transformaba en tigre. Sino de manera rápida y fluida. Su ropa empezó a ensancharse y romperse, y todo su cuerpo estaba cubierto del pelaje atigrado tan familiar.
En cuestión de segundos había llegado hacia Ruth, en cuestión de segundos había terminado la transición a tigre, en cuestión de segundos Devoss estaba perdiendo el control. La cara de la chica era la expresión de la inocencia, completamente dormida y ajena a lo que estaba pasando a su alrededor. Mientras miraba el cuello latente de la israelita con placer una voz acudió a su cabeza, una desagradable y horrorosa, pero también acogedora.
-Me alegra estar de vuelta, humano... ¿Me echabas de menos?- Preguntó con sorna La Bestia.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Barrio de los Mil Dioses
09/04/19, 11:35 pm
A medida que avanzaban los edificios y las calles de la ciudad se sucedían en un patrón borroso y cambiante que invitaba a la contemplación, pero Qwara no se detuvo en ningún momento para admirar el paisaje. El pulso rítmico en sus oídos la ayudaba a no pensar en nada, sumiéndola en una especie de trance en el que lo único que importaba era el siguiente paso de aquella carrera demencial, y el calor del esfuerzo físico mantenía a raya el frío y el miedo.
Mucho más tarde la sudafricana no sabría decir cuanto había durado aquella huida, pero en un momento dado empezó a bajar el ritmo y acabó deteniéndose en una calle cualquiera del Barrio de los Mil Dioses. Estaba sola, pero sabía que la seguían de cerca, y mientras los demás le daban alcance se dedicó a observar los alrededores con la cautela propia de quien se sabe perdido. A su alrededor se levantaban mucho templos en diversos estados de deterioro, pero lo que más llamó su atención fue la cantidad de restos animales (excrementos, huesecillos, etc... ) que había por la zona. «¿A dónde he ido a parar?» se preguntó inquieta, cambiando el peso de una pierna a otra en un gesto de nerviosismo.
Cuando el maniquí andante al que había adelantado llegó a su altura, la morena le dedicó un gesto de saludo.
—Hmm... ¿estás bien? —inquirió con tono dubitativo, extendiendo la pregunta a todo el que iba llegando en mayor o menor estado de agotamiento—. Me llamo Qwara, por cierto... —se presentó, no muy segura de si era el momento apropiado para aquel tipo de ceremonias. Aunque había perdido la noción del tiempo durante la carrera la sudafricana sabía que habían recorrido una distancia considerable gracias a la tensión de sus piernas, pero lo cierto es que aún no se sentía segura, y el aire que se respiraba en aquel barrio no le inspiraba confianza.
Mucho más tarde la sudafricana no sabría decir cuanto había durado aquella huida, pero en un momento dado empezó a bajar el ritmo y acabó deteniéndose en una calle cualquiera del Barrio de los Mil Dioses. Estaba sola, pero sabía que la seguían de cerca, y mientras los demás le daban alcance se dedicó a observar los alrededores con la cautela propia de quien se sabe perdido. A su alrededor se levantaban mucho templos en diversos estados de deterioro, pero lo que más llamó su atención fue la cantidad de restos animales (excrementos, huesecillos, etc... ) que había por la zona. «¿A dónde he ido a parar?» se preguntó inquieta, cambiando el peso de una pierna a otra en un gesto de nerviosismo.
Cuando el maniquí andante al que había adelantado llegó a su altura, la morena le dedicó un gesto de saludo.
—Hmm... ¿estás bien? —inquirió con tono dubitativo, extendiendo la pregunta a todo el que iba llegando en mayor o menor estado de agotamiento—. Me llamo Qwara, por cierto... —se presentó, no muy segura de si era el momento apropiado para aquel tipo de ceremonias. Aunque había perdido la noción del tiempo durante la carrera la sudafricana sabía que habían recorrido una distancia considerable gracias a la tensión de sus piernas, pero lo cierto es que aún no se sentía segura, y el aire que se respiraba en aquel barrio no le inspiraba confianza.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/04/19, 12:21 am
Cuando Iemai se dio cuenta de que eran un grupo más o menos nutrido que no tenía trazas de ir a separarse, soltó la mano de Ulmara. Aunque no supieran a dónde iban, corrían todos cerca unos de otros y era mejor que cada uno pudiese ir a su ritmo. Ella, además, quería sujetarse la mano derecha para que dejase de moverse tanto.
—No. Pero me llegó con lo que pude oír —le respondió a su compatriota, sin detenerse y sin poder evitar jadear. Iemai estuvo en mejor forma de la que estaba, pero creía que podía correr todo lo que hiciese falta. En aquel grupo había bastante gente que no tenía pinta de necesitar detenerse pronto, pero no se podía decir lo mismo de todos. Incluso escuchó a uno que se había caído a su espalda, aunque no se giró para mirar quién.
Recorrieron muchas calles en diferentes grados de ruina. Tantas, que era imposible que aquella criatura todavía les siguiese. La velocidad media empezaba a disminuir, y lo que marcó finalmente la pausa fue encontrar detenida a la persona que los había dejado atrás hacía rato. Probablemente tampoco quería alejarse sola.
Al detenerse, Iemai necesitó tomar aire profundamente varias veces. Tenía las piernas tensas y doloridas, y sabía que en cuanto se enfriasen le dolerían mucho, mucho más. Cuando recuperó algo la respiración buscó a Ulmara con la mirada. Prefería permanecer cerca de ella por el momento.
—No podemos volver —dijo a nadie en particular—. Pero aunque no podamos buscar al resto, nosotros no deberíamos separarnos a partir de ahora. Ni siquiera sabemos si hay más monstruos como los de antes.
Aquello le parecía incluso más importante que las presentaciones.
—No. Pero me llegó con lo que pude oír —le respondió a su compatriota, sin detenerse y sin poder evitar jadear. Iemai estuvo en mejor forma de la que estaba, pero creía que podía correr todo lo que hiciese falta. En aquel grupo había bastante gente que no tenía pinta de necesitar detenerse pronto, pero no se podía decir lo mismo de todos. Incluso escuchó a uno que se había caído a su espalda, aunque no se giró para mirar quién.
Recorrieron muchas calles en diferentes grados de ruina. Tantas, que era imposible que aquella criatura todavía les siguiese. La velocidad media empezaba a disminuir, y lo que marcó finalmente la pausa fue encontrar detenida a la persona que los había dejado atrás hacía rato. Probablemente tampoco quería alejarse sola.
Al detenerse, Iemai necesitó tomar aire profundamente varias veces. Tenía las piernas tensas y doloridas, y sabía que en cuanto se enfriasen le dolerían mucho, mucho más. Cuando recuperó algo la respiración buscó a Ulmara con la mirada. Prefería permanecer cerca de ella por el momento.
—No podemos volver —dijo a nadie en particular—. Pero aunque no podamos buscar al resto, nosotros no deberíamos separarnos a partir de ahora. Ni siquiera sabemos si hay más monstruos como los de antes.
Aquello le parecía incluso más importante que las presentaciones.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/04/19, 12:30 am
La carrera le hizo lamentar todas sus decisiones desde que aceptara la tarea de ir a por ingredientes y hierbas varios días antes de la fiesta. Tuvo que bajar la velocidad y centrarse en mantenerse en movimiento, corriendo pero sin desgastarse, como cuando corría junto a Karane. Es más, aprovechó unos segundos de pausa para terminar de vestirse antes de seguir a la que iba en cabeza. Un nutrido grupo les seguía, pero ni rastro del kievek.
No sabría decir cuánto habían cubierto cuando le llegó un olor familiar: habían entrado en territorio de bestias. Alcanzó a la otra criatura, que se había detenido, pero antes de presentarse se deshizo de varias capas. A este paso de tanto quitárselas las acabaría perdiendo, pero estaba muy acalorado y le sobraba ropa. Resollaba. Podía continuar, pero necesitaba una pausa larga. E hidratarse, pero no parecía que fuera a ser posible de momento.
Le devolvió el saludo poco antes de calmar su respiración.
—Pef... Pefka. Estoy, estoy bien, aunque se nota que anoche...
Se interrumpió, principalmente por la confusión <<¿... Estuve de fiesta en mi... ¿En mi mundo? Esto es muy raro todavía...>> Pero tampoco tenía tiempo para ponerse a divagar o curiosear. Ese olor a excrementos, pelo, restos de criaturas... estaba por todas partes, y mirase donde mirase vería pruebas de esto en las ruinas. No tenía ni que acercarse y agacharse para confirmarlo. Definitivamente estaban en el territorio de alguna manada de depredadores. Se tensó cuando vio que el grupo llegaba. Eran demasiado llamativos, más aún ahora que una criatura había vomitado. Se dirigió a todos, preocupado.
—Debemos seguir, pero bajad la voz y sed discretos, por favor. Huele a bestia por todas partes.
No sabría decir cuánto habían cubierto cuando le llegó un olor familiar: habían entrado en territorio de bestias. Alcanzó a la otra criatura, que se había detenido, pero antes de presentarse se deshizo de varias capas. A este paso de tanto quitárselas las acabaría perdiendo, pero estaba muy acalorado y le sobraba ropa. Resollaba. Podía continuar, pero necesitaba una pausa larga. E hidratarse, pero no parecía que fuera a ser posible de momento.
Le devolvió el saludo poco antes de calmar su respiración.
—Pef... Pefka. Estoy, estoy bien, aunque se nota que anoche...
Se interrumpió, principalmente por la confusión <<¿... Estuve de fiesta en mi... ¿En mi mundo? Esto es muy raro todavía...>> Pero tampoco tenía tiempo para ponerse a divagar o curiosear. Ese olor a excrementos, pelo, restos de criaturas... estaba por todas partes, y mirase donde mirase vería pruebas de esto en las ruinas. No tenía ni que acercarse y agacharse para confirmarlo. Definitivamente estaban en el territorio de alguna manada de depredadores. Se tensó cuando vio que el grupo llegaba. Eran demasiado llamativos, más aún ahora que una criatura había vomitado. Se dirigió a todos, preocupado.
—Debemos seguir, pero bajad la voz y sed discretos, por favor. Huele a bestia por todas partes.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Barrio de los Mil Dioses
10/04/19, 01:21 am
Sentía que se le saldrían los pulmones por la boca por la carrera. Y que para hacerle compañía por si se sentían muy sólitos fuera de su cuerpo, le seguiría todo el contenido de su estomago. Las piernas le pesaba y dolían pero Rua estaba a acostumbrada a correr incluso con tacones de aguja y lo que llevaba era plataformas mucho mas firmes que eso.
No era débil, estaba acostumbrada a mantenerse en cierta forma pero aquella loca carrera tras una resacaba estaba volviendo su estomago del revés. El aliento salio de sus pulmones en profundas bocanadas cuando se dieron un pequeño respiro y apenas paró, la sueca no pudo resistirlo mas apartándose apenas un poco del grupo, para darle la bienvenida al exterior a todo el contenido de su estomago. Casi sintió que se ahogaba cuando su faringe se vio obstruida por escasos segundos, impidiendo que sus pulmones volviera a tomar el ansiado oxigeno, irritando toda su garganta <<¡Que puto asco joder! ¡Me cago en la ostia con este sitio de mierda!>> pensó furiosa, sin mirar el contenido de su estomago sobre el suelo, sintiendo la cabeza un poco menos adolorida tras sacar de sus sistema buena parte del alcohol ingerido. Se limpio los labios con el dorso de la mano asqueada procurando no ensuciarse el abrigo, cosa que logro milagrosamente al igual que sus botas. La maestría de no ser la primera vez que vomitaba en la calle hacia el maestro para no ensuciarse.
Apretó seguidamente los puños recuperando el aliento, medio cuidándose de no clavarse la uñas de stiletto en las manos. Si antes sentía la boca pastosa ahora la sentía como si acabase de beber de una cañería sucia, se sentía profundamente asqueada. Escupió al suelo intentando librarse de aquel nauseabundo sabor todo lo que pudiera. <<¡Mataba por un chicle o pasta dental ! >> si la resaca se le había medio ido antes del susto con el lagarto, ahora definitivamente estaba ya prácticamente desaparecida de sus sistema.
Solo entonces se dio el lujo de mirar donde estaba, medio apoyando sus manos aun sobre sus muslos para recobrar el aire. Todos se veían mas o menos humanos como ella a excepción de el maniquí viviente al que había seguido y al que le faltaba un ojo, otro ser que se parecía mucho a la gata que había visto en la fuente, así como un par de extrañas criaturas con nariz con forma de pico y cabeza con plumas en vez de pelo << A a unas malas sino encontramos esas estúpidas bañeras o lo que sea, tendremos pollo para cenar >> pensó con cinismo y fastidio. Porque no, no era capaz de pensar en ese momento que podrían tratarse de seres inteligentes y pensantes. Estaba sin aliento, sintiendo asquerosa su boca y de una mala ostia impresionante. Y si tenía aun el miedo en el cuerpo aunque lo ocultase perfectamente.
Solo cuando logró recuperar el aire lo suficiente para que su corazón y pulmones dejaran de querer estallar en su pecho fue que recupero su postura altiva y segura de si misma, no importándole el haber acabado de vomitar, viendo desconfiada alrededor. No sabía si el lagarto les seguía pero no se sentía nada segura quedándose allí parados mucho tiempo y ver el suelo lleno de huesos y excrementos de algún tipo de animal no la tranquilizaba demasiado.
Sus ojos rojizos se posaron tras la gafas, sobre la chica morena que acababa de presentarse y preguntar como estaban y que prácticamente parecía estar como una rosa. <<¿Pero esta tía de que tiene hecho los pulmones?>> pensó Rua, antes de chasquear la lengua acercándose a ellos.
-Acabo de vomitar, si eso responde a tu pregunta – dijo Rua intentando sonar lo menos borde que podía pero no consiguiéndolo de todo. <<Seamos sociables a inteligentes Rua, tienes bastante con un lagarto homicida queriéndoos matar, no necesitas incentivar el asesinato de los no lagartos tan pronto>> pensó Rua buscando calmar su mal humor un poco para sonar un poco mas diplomática- Perdona por lo borde, sigo descompuesta por todo lo sucedido...Mi nombre es Rua- se presento mirando aun alrededor desconfiada. Fue ahí que escucho las palabras de unos de los pájaros diciendo que no era seguro separarse y del maniquí advirtiendo de que podría haber depredadores. Escucharle hablar le era tan extraño como todo lo que andaba sucediendo en general. Bajó la voz antes de hablar aunque igual no es que tuviera muchas energías para gritar, la garganta aun le ardía tras haber vomitado y las palabras del tal Pefka no salaban muy tranquilizadoras tampoco. <<Está claro que estos huesos no están aquí de adorno, no hace falta ni decirlo>> pensó viendolos con aprehensión, cuidando de no pisar ningún hueso ni excremento con sus preciosas botas o ningún dolor de garganta le libraría del grito que metería ante semejante sacrilegio.
Alguno de los huesos se veían incluso antiguos. no le gustaba un pelo que mucho de esos huesos no fuesen de pequeño tamaño. Quería irse de ahí pero era un hecho que no sabían donde estaban ni a donde dirigirse, salvo claro esta a cualquier sitio contrario por el que hubieran venido. Rua hecho un vistazo alrededor, viendo los edificios que rodeaban aquel lugar y que estaban en un estado de mierda, medio derruidos y con escombros por doquier. No muchos quedaban en pie e igual no se fiaba demasiado de como andarían sus cimientos. No eran lugares adecuados donde meterse para guarecerse. <<Y yo mínimo necesito un puto baño o agua potable, que ahora mismo mato con mi aliento >> pensó Rua con exasperación y frustración, maldiciendo de nuevo el momento en el que firmó ese condenado papel.
-Sigamos avanzando mientra vemos que podemos hacer...esa cosa sigue ahí atrás y lo que dice ¿Pefka? No suena bien tampoco. Necesitamos encontrar mínimo un techo que no se derrumbe, paredes intactas, agua potable...y si ya hay camas, ya es un lujo- enumeró Rua apenas hablando en un tono suave y bajo, pero siendo clara, pensando rápido lo que necesitaban por puro sentido común. No llegarían a ninguna lado sin agua que pudieran beber, menos cuando no podían volver a la fuente con ese lagarto por allí rondando. La cama era otro requisito indispensable, pero dudaba dieran fácilmente con algo así en un estado decente ¿Se suponía que había refugios esperándolos en alguna parte? <<¿¡Y y como damos con ellos panda de cerebros de mosquito!? ¿Que no somos un GPS, coño!? >> mantenerse tranquila y sin alzar la voz estaba siendo una prueba enorme de autocontrol. Empezó a contar hasta mil mentalmente.
No era débil, estaba acostumbrada a mantenerse en cierta forma pero aquella loca carrera tras una resacaba estaba volviendo su estomago del revés. El aliento salio de sus pulmones en profundas bocanadas cuando se dieron un pequeño respiro y apenas paró, la sueca no pudo resistirlo mas apartándose apenas un poco del grupo, para darle la bienvenida al exterior a todo el contenido de su estomago. Casi sintió que se ahogaba cuando su faringe se vio obstruida por escasos segundos, impidiendo que sus pulmones volviera a tomar el ansiado oxigeno, irritando toda su garganta <<¡Que puto asco joder! ¡Me cago en la ostia con este sitio de mierda!>> pensó furiosa, sin mirar el contenido de su estomago sobre el suelo, sintiendo la cabeza un poco menos adolorida tras sacar de sus sistema buena parte del alcohol ingerido. Se limpio los labios con el dorso de la mano asqueada procurando no ensuciarse el abrigo, cosa que logro milagrosamente al igual que sus botas. La maestría de no ser la primera vez que vomitaba en la calle hacia el maestro para no ensuciarse.
Apretó seguidamente los puños recuperando el aliento, medio cuidándose de no clavarse la uñas de stiletto en las manos. Si antes sentía la boca pastosa ahora la sentía como si acabase de beber de una cañería sucia, se sentía profundamente asqueada. Escupió al suelo intentando librarse de aquel nauseabundo sabor todo lo que pudiera. <<¡Mataba por un chicle o pasta dental ! >> si la resaca se le había medio ido antes del susto con el lagarto, ahora definitivamente estaba ya prácticamente desaparecida de sus sistema.
Solo entonces se dio el lujo de mirar donde estaba, medio apoyando sus manos aun sobre sus muslos para recobrar el aire. Todos se veían mas o menos humanos como ella a excepción de el maniquí viviente al que había seguido y al que le faltaba un ojo, otro ser que se parecía mucho a la gata que había visto en la fuente, así como un par de extrañas criaturas con nariz con forma de pico y cabeza con plumas en vez de pelo << A a unas malas sino encontramos esas estúpidas bañeras o lo que sea, tendremos pollo para cenar >> pensó con cinismo y fastidio. Porque no, no era capaz de pensar en ese momento que podrían tratarse de seres inteligentes y pensantes. Estaba sin aliento, sintiendo asquerosa su boca y de una mala ostia impresionante. Y si tenía aun el miedo en el cuerpo aunque lo ocultase perfectamente.
Solo cuando logró recuperar el aire lo suficiente para que su corazón y pulmones dejaran de querer estallar en su pecho fue que recupero su postura altiva y segura de si misma, no importándole el haber acabado de vomitar, viendo desconfiada alrededor. No sabía si el lagarto les seguía pero no se sentía nada segura quedándose allí parados mucho tiempo y ver el suelo lleno de huesos y excrementos de algún tipo de animal no la tranquilizaba demasiado.
Sus ojos rojizos se posaron tras la gafas, sobre la chica morena que acababa de presentarse y preguntar como estaban y que prácticamente parecía estar como una rosa. <<¿Pero esta tía de que tiene hecho los pulmones?>> pensó Rua, antes de chasquear la lengua acercándose a ellos.
-Acabo de vomitar, si eso responde a tu pregunta – dijo Rua intentando sonar lo menos borde que podía pero no consiguiéndolo de todo. <<Seamos sociables a inteligentes Rua, tienes bastante con un lagarto homicida queriéndoos matar, no necesitas incentivar el asesinato de los no lagartos tan pronto>> pensó Rua buscando calmar su mal humor un poco para sonar un poco mas diplomática- Perdona por lo borde, sigo descompuesta por todo lo sucedido...Mi nombre es Rua- se presento mirando aun alrededor desconfiada. Fue ahí que escucho las palabras de unos de los pájaros diciendo que no era seguro separarse y del maniquí advirtiendo de que podría haber depredadores. Escucharle hablar le era tan extraño como todo lo que andaba sucediendo en general. Bajó la voz antes de hablar aunque igual no es que tuviera muchas energías para gritar, la garganta aun le ardía tras haber vomitado y las palabras del tal Pefka no salaban muy tranquilizadoras tampoco. <<Está claro que estos huesos no están aquí de adorno, no hace falta ni decirlo>> pensó viendolos con aprehensión, cuidando de no pisar ningún hueso ni excremento con sus preciosas botas o ningún dolor de garganta le libraría del grito que metería ante semejante sacrilegio.
Alguno de los huesos se veían incluso antiguos. no le gustaba un pelo que mucho de esos huesos no fuesen de pequeño tamaño. Quería irse de ahí pero era un hecho que no sabían donde estaban ni a donde dirigirse, salvo claro esta a cualquier sitio contrario por el que hubieran venido. Rua hecho un vistazo alrededor, viendo los edificios que rodeaban aquel lugar y que estaban en un estado de mierda, medio derruidos y con escombros por doquier. No muchos quedaban en pie e igual no se fiaba demasiado de como andarían sus cimientos. No eran lugares adecuados donde meterse para guarecerse. <<Y yo mínimo necesito un puto baño o agua potable, que ahora mismo mato con mi aliento >> pensó Rua con exasperación y frustración, maldiciendo de nuevo el momento en el que firmó ese condenado papel.
-Sigamos avanzando mientra vemos que podemos hacer...esa cosa sigue ahí atrás y lo que dice ¿Pefka? No suena bien tampoco. Necesitamos encontrar mínimo un techo que no se derrumbe, paredes intactas, agua potable...y si ya hay camas, ya es un lujo- enumeró Rua apenas hablando en un tono suave y bajo, pero siendo clara, pensando rápido lo que necesitaban por puro sentido común. No llegarían a ninguna lado sin agua que pudieran beber, menos cuando no podían volver a la fuente con ese lagarto por allí rondando. La cama era otro requisito indispensable, pero dudaba dieran fácilmente con algo así en un estado decente ¿Se suponía que había refugios esperándolos en alguna parte? <<¿¡Y y como damos con ellos panda de cerebros de mosquito!? ¿Que no somos un GPS, coño!? >> mantenerse tranquila y sin alzar la voz estaba siendo una prueba enorme de autocontrol. Empezó a contar hasta mil mentalmente.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
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- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
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