Barrio de los Mil Dioses
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Rocavarancolia Rol
30 participantes
- Rocavarancolia Rol
Barrio de los Mil Dioses
02/08/11, 06:28 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Zona cercana al anfiteatro donde una buena parte de los escombros y edificios a medio derruir corresponden a viejos templos, tipo de edificación prolífica en aquel barrio a la que debe su nombre. Varios edificios mantienen milagrosamente medio en pie algunas habitaciones donde hay pertenencias de antiguos rocavarancoleses, de todo tipo. Las hienas han hecho de este lugar su territorio.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Barrio de los Mil Dioses
28/06/17, 05:46 pm
Pasó de la hiena con el escudazo pero todas se esforzaron en interponerse, iba a avanzar más cuando oyó a su espalda como se lanzaba a por él la misma a la que le había propinado el golpe. Forzó un salto ladeado hacia el edificio pero ya había dos hienas cubriendo el hueco y la del golpe había conseguido herirle de nuevo. Aparte otra más lo rodeaba.
Aquella sensación de rabia e impotencia lo ahogaba pero por unos segundos no tuvo más opción que mantener a raya a las cuatro girando sobre sí mismo y haciendo aspavientos con la espada y el escudo pero por suerte el resto actuó. Cuando Sakrilt mató a la primera y Tay elevó a la segunda Barael no dudó, se abalanzó sobre la de su izquierda dispuesto a ensartarla por alguno de sus puntos blandos y tomar ventaja de su escudo frente a la de su derecha. Si mataba a esta se tiraría directamente contra la siguiente.
En cuanto vio a su hermano flotando por encima le gritó. -¡Aléjate del edificio! ¡Podría saltarte encima por la ventana! -Algo de alivio se instauraba en el al verlo bien.
Aquella sensación de rabia e impotencia lo ahogaba pero por unos segundos no tuvo más opción que mantener a raya a las cuatro girando sobre sí mismo y haciendo aspavientos con la espada y el escudo pero por suerte el resto actuó. Cuando Sakrilt mató a la primera y Tay elevó a la segunda Barael no dudó, se abalanzó sobre la de su izquierda dispuesto a ensartarla por alguno de sus puntos blandos y tomar ventaja de su escudo frente a la de su derecha. Si mataba a esta se tiraría directamente contra la siguiente.
En cuanto vio a su hermano flotando por encima le gritó. -¡Aléjate del edificio! ¡Podría saltarte encima por la ventana! -Algo de alivio se instauraba en el al verlo bien.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Barrio de los Mil Dioses
28/06/17, 06:19 pm
Barael logra herir de gravedad a la primera hiena que ataca, pero la segunda se lanza contra su tobillo al mismo tiempo.
Sea como sea, se escucha un insulto, luego un gruñido y todos ven saltar a Sakrilt sobre la última de las hienas en torno a Barael. La clinger hunde su lanza en el cuello del animal y, una vez cae, coloca su pie triunfante sobre su cadáver.
El edificio a la derecha tiembla un par de veces, cada vez con mayor intensidad. La hiena gigante continúa derribando paredes enrabietada. Cree que Eriel sigue dentro y no cesará hasta dar con él.
Las tres hienas que los observaban echan a correr hacia Rad. Huelen la sangre, reconocen la herida y marcan al carabés como el objetivo más fácil de tumbar.
- Tirada 1:
- Del 1 al 10: mordisco moderado sobre el tobillo.
Del 11 al 50: mordisco severo en el tobillo.
Del 61 al 100: mordisco severo en el tobillo, los dientes tocan hueso y nervio.
Sea como sea, se escucha un insulto, luego un gruñido y todos ven saltar a Sakrilt sobre la última de las hienas en torno a Barael. La clinger hunde su lanza en el cuello del animal y, una vez cae, coloca su pie triunfante sobre su cadáver.
El edificio a la derecha tiembla un par de veces, cada vez con mayor intensidad. La hiena gigante continúa derribando paredes enrabietada. Cree que Eriel sigue dentro y no cesará hasta dar con él.
Las tres hienas que los observaban echan a correr hacia Rad. Huelen la sangre, reconocen la herida y marcan al carabés como el objetivo más fácil de tumbar.
- Rocavarancolia Rol
Re: Barrio de los Mil Dioses
28/06/17, 06:19 pm
El miembro 'Yber' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 16
'Dado de 100 caras' : 16
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Barrio de los Mil Dioses
28/06/17, 06:51 pm
El carabés acabó cayendo. Un mal tropiezo dio con él en el suelo, de espaldas. El golpe impactó con fuerza contra su muslo herido y le hizó soltar un alarido de dolor, sensación que nubló su mente durante unos momentos. Fue cuando se recuperaba algo, siendo ya capaz de ver a través de un velo de lágrimas, cuando comprobó que las tres hienas corrían hacia él.
Rádar gruñó, enrabietado, con la mandíbula apretada y los ojos fulgurando de pura rabia. No había espacio para el miedo ni la preocupación. Solo podía sentir ira abrasadora contra Rocavarancolia, las hienas o cualquiera a quien pudiera culpar de su herida y su dolor. Incluso Charlie, si era preciso.
Intentaba levantarse cuando alguien más lo levantó por el aire mediante magia. Fue un alzado brusco que lo separó escasos segundos de ser devorados por las hienas, pero el alivio no fue inmediato. Y no solo porque aquel tirón ingrávido había provocado una nueva oleada de espasmos dolorosos procedentes de su muslo, sino porque en aquel momento el tipo E no estaba en sus plenas facultades de racionalidad. Enseñó los dientes a las bestias que saltaban, inútilmente, a por él, prometiéndoles en su mente una muerte lenta y agónica.
Todavía tardó unos segundos en darse cuenta de que sus tripas estarían siendo devoradas por alimañas si no lo hubieran levantado. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, junto con el doloroso palpitar de su muslo. Se pasó la mano por aquella zona, asustado, solo para despegarla pegajosa y oscura. En el suelo el cadáver medio decapitado de la primera hiena a la que había matado quedaba enseñaba su brutal herida directamente hacia el carabés. Y él no pudo sino tener miedo.
Cuando Sox lo dejó en el suelo de la habitación donde estaba tuvo que agarrarse a la ventana, más para mantener el equilibrio y evitar posar su pierna herida que por otra cosa. Rádar jadeaba de miedo, preocupación y dolor, y en su cara ya era difícil de distinguir las lágrimas del sudor.
—Gracias —susurró a su congénere, con la genuina gratitud tiñendo su voz tanto como el dolor. Contempló las tres hienas que casi lo habían matado, preguntándose cuándo la agresividad y la impulsividad fueron sustituidas por estupidez.
Rádar gruñó, enrabietado, con la mandíbula apretada y los ojos fulgurando de pura rabia. No había espacio para el miedo ni la preocupación. Solo podía sentir ira abrasadora contra Rocavarancolia, las hienas o cualquiera a quien pudiera culpar de su herida y su dolor. Incluso Charlie, si era preciso.
Intentaba levantarse cuando alguien más lo levantó por el aire mediante magia. Fue un alzado brusco que lo separó escasos segundos de ser devorados por las hienas, pero el alivio no fue inmediato. Y no solo porque aquel tirón ingrávido había provocado una nueva oleada de espasmos dolorosos procedentes de su muslo, sino porque en aquel momento el tipo E no estaba en sus plenas facultades de racionalidad. Enseñó los dientes a las bestias que saltaban, inútilmente, a por él, prometiéndoles en su mente una muerte lenta y agónica.
Todavía tardó unos segundos en darse cuenta de que sus tripas estarían siendo devoradas por alimañas si no lo hubieran levantado. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, junto con el doloroso palpitar de su muslo. Se pasó la mano por aquella zona, asustado, solo para despegarla pegajosa y oscura. En el suelo el cadáver medio decapitado de la primera hiena a la que había matado quedaba enseñaba su brutal herida directamente hacia el carabés. Y él no pudo sino tener miedo.
Cuando Sox lo dejó en el suelo de la habitación donde estaba tuvo que agarrarse a la ventana, más para mantener el equilibrio y evitar posar su pierna herida que por otra cosa. Rádar jadeaba de miedo, preocupación y dolor, y en su cara ya era difícil de distinguir las lágrimas del sudor.
—Gracias —susurró a su congénere, con la genuina gratitud tiñendo su voz tanto como el dolor. Contempló las tres hienas que casi lo habían matado, preguntándose cuándo la agresividad y la impulsividad fueron sustituidas por estupidez.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Barrio de los Mil Dioses
28/06/17, 07:34 pm
Su estoque abrió una herida en la garganta de la primera pero la segunda ataco a la par que él, apartó su pierna derecha pero no le dio tiempo a mover la izquierda que recibió una dentellada del animal restante. No hubo quejido de dolor, ni siquiera una mueca, su arma ya iba camino hacia su cuello cuando la clinger salto encima del animal abatiéndolo.
Miró su herida, no la podía curar el mismo, miró el panorama, tres más viniendo. No había tiempo que perder. Apoyó la rodilla izquierda en el suelo y recitó el hechizo de levitación lo más veloz que podía y su daga salió volando al encuentro de las hienas, en busca de ojos y cuellos que perforar y mutilar. El nublino empezó a alejarse hacia el grueso del grupo apoyándose en su espada y cojeando. -Necesitamos un muro de lanzas para la grande. -Le dijo a Sakrilt mientras se concentraba en la daga y en caminar.
Miró su herida, no la podía curar el mismo, miró el panorama, tres más viniendo. No había tiempo que perder. Apoyó la rodilla izquierda en el suelo y recitó el hechizo de levitación lo más veloz que podía y su daga salió volando al encuentro de las hienas, en busca de ojos y cuellos que perforar y mutilar. El nublino empezó a alejarse hacia el grueso del grupo apoyándose en su espada y cojeando. -Necesitamos un muro de lanzas para la grande. -Le dijo a Sakrilt mientras se concentraba en la daga y en caminar.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Barrio de los Mil Dioses
28/06/17, 11:59 pm
Oyó que le llamaban desde dos puntos de la refriega a la vez, dos segundos de indecisión hasta elegir dónde se le necesitaba más. Trazó metódicamente los pasos del hechizo que había dividido en cuatro y gesticuló despacio para ayudar el recorrido de Eriel en el aire. De forma distante pudo oír cómo presumiblemente los demás acudían en ayuda de Tay. Se estaba concentrando de forma tan intensa que no se atrevía a otear en busca de la hiena gigante por miedo a distraerse y romper el hechizo.
El nublino aterrizó a salvo junto a él y Sox boqueó, por fin libre para buscar aire: no se había dado cuenta de que había estado conteniendo el aliento todo aquel tiempo. Los sonidos de abajo volvieron a atronarle los tímpanos en tropel. Parpadeó mientras asentía a las palabras de Eriel incluso antes de comprenderlas. La mente le iba a toda velocidad, la adrenalina le palpitaba en las venas gritándole que estaba dejándose alguna cosa sin hacer. Rad, había visto a Rad sangrando en alguna parte. Dónde...
Apenas podía creerse que levitar a Eriel hubiera salido bien, y ahora tenía que hacerlo de nuevo. La visión de su compañero a punto de ser asaltado por tres hienas engulló su inseguridad a la fuerza: repitió otra vez los pasos del hechizo con la mirada fija en la escena. Primera parte, segundaterceracuarta.
Arriba, arriba, arriba. Por favor, que no lo dejara caer. Sox hacía una mueca mientras el recorrido del tipo E, más inestable del que había sido el de Eriel, lo aproximaba cada vez más a la ventana. Cuando soltó el agarre intangible sobre él su pisada perdió firmeza y tuvo que llevarse la mano a la frente. Sudaba frío. Demasiada magia en muy poco tiempo; se le llenó momentáneamente la mirada de puntos negros. Parpadeó rápidamente con la mirada perdida para quitárselos.
—De nada —murmuró sin darse cuenta en ese momento de que su compatriota acababa de darle las gracias en otro tono que no fuera seco. Le pitaban los oídos y tuvo que pasar un momento largo hasta que se sintió capaz de hacerse cargo de la situación de nuevo. Olvidó especificar a qué se refería, hienas o compañeros, cuando añadió:—. ¿Y el resto?
El nublino aterrizó a salvo junto a él y Sox boqueó, por fin libre para buscar aire: no se había dado cuenta de que había estado conteniendo el aliento todo aquel tiempo. Los sonidos de abajo volvieron a atronarle los tímpanos en tropel. Parpadeó mientras asentía a las palabras de Eriel incluso antes de comprenderlas. La mente le iba a toda velocidad, la adrenalina le palpitaba en las venas gritándole que estaba dejándose alguna cosa sin hacer. Rad, había visto a Rad sangrando en alguna parte. Dónde...
Apenas podía creerse que levitar a Eriel hubiera salido bien, y ahora tenía que hacerlo de nuevo. La visión de su compañero a punto de ser asaltado por tres hienas engulló su inseguridad a la fuerza: repitió otra vez los pasos del hechizo con la mirada fija en la escena. Primera parte, segundaterceracuarta.
Arriba, arriba, arriba. Por favor, que no lo dejara caer. Sox hacía una mueca mientras el recorrido del tipo E, más inestable del que había sido el de Eriel, lo aproximaba cada vez más a la ventana. Cuando soltó el agarre intangible sobre él su pisada perdió firmeza y tuvo que llevarse la mano a la frente. Sudaba frío. Demasiada magia en muy poco tiempo; se le llenó momentáneamente la mirada de puntos negros. Parpadeó rápidamente con la mirada perdida para quitárselos.
—De nada —murmuró sin darse cuenta en ese momento de que su compatriota acababa de darle las gracias en otro tono que no fuera seco. Le pitaban los oídos y tuvo que pasar un momento largo hasta que se sintió capaz de hacerse cargo de la situación de nuevo. Olvidó especificar a qué se refería, hienas o compañeros, cuando añadió:—. ¿Y el resto?
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Barrio de los Mil Dioses
30/06/17, 12:22 am
Eriel observó el esfuerzo de Sox por traer a Rad desde el suelo. Al nublino le preocupó que su amigo sufriera por un uso tan rápido de magia tan potente. No sabía lo que costaba levitar a una persona, aún no había sido capaz, pero sí que sabía que la levitación era de lejos el hechizo que más cansaba de los que poseían.
-No te fuerces Sox - le dijo preocupado cuando el otro carabés se posó en tierra.- No hagas más magia por ahora.
Vio el mordisco que sufrió su hermano y se alegró mucho de que Sak hubiera matado a la hiena o el propio Eriel habría bajado para destrozarla con sus manos desnudas.
-Barael, retrocede antes de que salga la grande de ahí - le gritó desde su posición.
Eriel se asomó a la ventana y vio a las tres hienas juntas. Sacó una flecha de su carcaj y la encordó rápidamente, apuntó y disparó.
Menos de 50 acierta.
Más de 50 falla.
-No te fuerces Sox - le dijo preocupado cuando el otro carabés se posó en tierra.- No hagas más magia por ahora.
Vio el mordisco que sufrió su hermano y se alegró mucho de que Sak hubiera matado a la hiena o el propio Eriel habría bajado para destrozarla con sus manos desnudas.
-Barael, retrocede antes de que salga la grande de ahí - le gritó desde su posición.
Eriel se asomó a la ventana y vio a las tres hienas juntas. Sacó una flecha de su carcaj y la encordó rápidamente, apuntó y disparó.
Menos de 50 acierta.
Más de 50 falla.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Rocavarancolia Rol
Re: Barrio de los Mil Dioses
30/06/17, 12:22 am
El miembro 'Dal' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 31
'Dado de 100 caras' : 31
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Barrio de los Mil Dioses
01/07/17, 04:37 pm
Sakrilt se niega a seguir las órdenes de Barael, busca la hiena con su cuchillo clavado y lo recoge tan rápido como le permiten las piernas. El flechazo de Eriel se lleva por delante a una de las tres hienas menores, pero aun quedan dos: dos bicharracos a la espalda del grupo que intenta bloquear la salida de la hiena mayor. Su cuchillo vuela de nuevo y ya son dos las hienas muertas.
La tercera mira primero hacia arriba y luego hacia Sakrilt y se cuela en el edificio ruinoso donde se apostan Rad y los tiradores. Al contrario que la hiena gigante, esta no tiene problemas en encontrar las escaleras.
Por su parte, la mayor continúa su destrozo en el edificio de la derecha. En una de sus embestidas se ha llevado por delante parte del esqueleto que sustenta el edificio y se produce un pequeño derrumbe. Por suerte para los de abajo, este ocurre en la calle perpendicular y no en la de la biblioteca. Sin embargo, el edificio amenaza con romperse un poco más.
La tercera mira primero hacia arriba y luego hacia Sakrilt y se cuela en el edificio ruinoso donde se apostan Rad y los tiradores. Al contrario que la hiena gigante, esta no tiene problemas en encontrar las escaleras.
Por su parte, la mayor continúa su destrozo en el edificio de la derecha. En una de sus embestidas se ha llevado por delante parte del esqueleto que sustenta el edificio y se produce un pequeño derrumbe. Por suerte para los de abajo, este ocurre en la calle perpendicular y no en la de la biblioteca. Sin embargo, el edificio amenaza con romperse un poco más.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Barrio de los Mil Dioses
01/07/17, 09:44 pm
Ahora que la adrenalina y la mayoría de estímulos se habían ido Rádar no podía ignorar el sordo palpitar del muslo. Aquella herida dolía a rabiar, y le daba la sensación de que no paraba de sangrar. El tipo E se preguntó fugazmente si acabaría muerto desangrado en aquella habitación. El miedo le atenazaba las entrañas, pero intentó sobreponerse. Entrar en pánico no ayudaría.
—Buen disparo —murmuró al comprobar que había una hiena menos. Apoyó la cabeza contra la pared, respirando con algo de dificultad. Intentaba luchar contra aquella aflicción, arrinconarla y seguir, pero ya habían tenido experiencia suficiente como para saber que aquello no era posible—. Además de ti, ¿alguien más podría levitar las hienas?
Miraba con preocupación a Sox, preguntándose si podría hacer otra vez aquel hechizo.
Su pierna temblaba por el esfuerzo continuo de no posarla en el suelo, lo cual no ayudaba a que los calambrazos dolorosos se detuvieran. Lo mismo sucedía con su brazo, que mantenía intentando tapar, en lo posible, aquellas perforaciones brutales.
—Buen disparo —murmuró al comprobar que había una hiena menos. Apoyó la cabeza contra la pared, respirando con algo de dificultad. Intentaba luchar contra aquella aflicción, arrinconarla y seguir, pero ya habían tenido experiencia suficiente como para saber que aquello no era posible—. Además de ti, ¿alguien más podría levitar las hienas?
Miraba con preocupación a Sox, preguntándose si podría hacer otra vez aquel hechizo.
Su pierna temblaba por el esfuerzo continuo de no posarla en el suelo, lo cual no ayudaba a que los calambrazos dolorosos se detuvieran. Lo mismo sucedía con su brazo, que mantenía intentando tapar, en lo posible, aquellas perforaciones brutales.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Barrio de los Mil Dioses
02/07/17, 02:43 am
Sox asintió con pesadez a las palabras de Eriel. Ya se sentía mejor, pero sospechaba que la sensación era engañosa. No más magia por ahora.
—Tay —contestó a su compatriota—. Tay seguro— Barael se cansaba mucho más despacio que ellos, pero Sox no le había visto hacer aquel hechizo con personas.
Responder a Rad había hecho que se fijase más detenidamente en la sangre que le cubría el muslo y el brazo. Era mucha menos que tras el desastroso incidente en los subterráneos, y aún así Sox no pudo evitar un desagradable escalofrío de aprensión recorriéndole la columna.
—Siéntate, tío. No te estás haciendo ningún favor —observó.
Odiaba pedir ayuda para algo que podía hacer él mismo, pero era cierto que prefería no abusar más de su magia.
—Eriel, ¿crees que puedes hacer algo? —le preguntó al nublino, con un gesto de cabeza hacia Rad. Dana había llamado al hechizo en sus apuntes "sanación superficial", pero tenía que ser mejor que nada, ¿verdad? El anillo lo tenía uno de los que combatían abajo.
Se asomó a la ventana para comprobar cómo les iba. Para su sorpresa no vio más hienas, y si la refriega no había atraído a ninguna más parecía seguro asumir que habían cumplido su objetivo de espantar a las de la zona. La única que perduraba abajo era la más grande, y parecía que seguía ocupada embistiendo al edificio vacío.
Sox podría haber intentado encontrar un ángulo desde donde dispararle en ese tiempo, pero se descubrió pensando otra cosa en su lugar. Si las flechas no funcionaban, como parecía que había sucedido con el disparo de Eriel, no iban a poder hacer gran cosa contra ella desde allí. Los de abajo sí podrían hacerle daño, pero se exponían a acabar hechos mierda.
Pero si dejaban que siguiera embistiendo en balde y tenían suerte el edificio podría caérsele encima. Si por el contrario les perseguía... Bueno, tendrían que lidiar con ello. Como mínimo tendrían de vuelta a los que tenían más magia y al anillo. Sox se alegró de no tener tiempo para pensar sobre cómo apañárselas de forma más concreta cuando aquella bestia estaba probando que podía vérselas perfectamente contra un edificio más entero que aquél.
—Meteos aquí dentro —llamó por la ventana como añadidura a Eriel. No conseguía pensar en otra idea que no arriesgara la integridad de nadie.
—Tay —contestó a su compatriota—. Tay seguro— Barael se cansaba mucho más despacio que ellos, pero Sox no le había visto hacer aquel hechizo con personas.
Responder a Rad había hecho que se fijase más detenidamente en la sangre que le cubría el muslo y el brazo. Era mucha menos que tras el desastroso incidente en los subterráneos, y aún así Sox no pudo evitar un desagradable escalofrío de aprensión recorriéndole la columna.
—Siéntate, tío. No te estás haciendo ningún favor —observó.
Odiaba pedir ayuda para algo que podía hacer él mismo, pero era cierto que prefería no abusar más de su magia.
—Eriel, ¿crees que puedes hacer algo? —le preguntó al nublino, con un gesto de cabeza hacia Rad. Dana había llamado al hechizo en sus apuntes "sanación superficial", pero tenía que ser mejor que nada, ¿verdad? El anillo lo tenía uno de los que combatían abajo.
Se asomó a la ventana para comprobar cómo les iba. Para su sorpresa no vio más hienas, y si la refriega no había atraído a ninguna más parecía seguro asumir que habían cumplido su objetivo de espantar a las de la zona. La única que perduraba abajo era la más grande, y parecía que seguía ocupada embistiendo al edificio vacío.
Sox podría haber intentado encontrar un ángulo desde donde dispararle en ese tiempo, pero se descubrió pensando otra cosa en su lugar. Si las flechas no funcionaban, como parecía que había sucedido con el disparo de Eriel, no iban a poder hacer gran cosa contra ella desde allí. Los de abajo sí podrían hacerle daño, pero se exponían a acabar hechos mierda.
Pero si dejaban que siguiera embistiendo en balde y tenían suerte el edificio podría caérsele encima. Si por el contrario les perseguía... Bueno, tendrían que lidiar con ello. Como mínimo tendrían de vuelta a los que tenían más magia y al anillo. Sox se alegró de no tener tiempo para pensar sobre cómo apañárselas de forma más concreta cuando aquella bestia estaba probando que podía vérselas perfectamente contra un edificio más entero que aquél.
—Meteos aquí dentro —llamó por la ventana como añadidura a Eriel. No conseguía pensar en otra idea que no arriesgara la integridad de nadie.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
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- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Barrio de los Mil Dioses
02/07/17, 08:30 pm
Y una vez más fue Sakrilt quien acabó con la hiena flotante. Resultó ser un movimiento desafortunado levitar a la bestia por encima de su cabeza pues todas las tripas y la sangre cayeron sobre él. Tay contuvo las arcadas a duras penas y dejó caer el cadáver al suelo enseguida, más por la pérdida de concentración que voluntariamente.
Había funcionado. Tayron estaba seguro que si estuvieran en un videojuego unas letras enormes al estilo cómic se habrían materializado en la pantalla en forma de “¡¡COMBO!!”. Esgrimió una sonrisa. Ojalá lo hubiera visto Dafne y sus amigos.
-¡Así se hace! ¡coño!- ahora sí, vitoreó con ganas al tiempo que ignoraba el olor que él mismo desprendía. ¿Cómo no podía celebrarlo? Estaba funcionando. Diablos estaban ganando. Barael mató a una antes de ser herido y una segunda hiena cayó fulminada a manos de la clinger para después eliminar a la tercera con su cuchillo. Eriel no fue menos desde las alturas.
Todo ese tiempo el humano no se había movido de su posición, permaneció quieto con la adrenalina a tope y los músculos en tensión. ¿Se había acabado?. A excepción de ese bicharraco se había acabado. De modo que retroceder era lo mejor dadas las circunstancias puesto que Eriel y Rad estaban a salvo. Tay supuso que gracias a Sox. Si aquello era cierto conocía las limitaciones del carabés tanto como las suyas y el tirador estaba seco.
-Barael- el nublino notaría una mano sudada en su espalda- ¿Estás bien?- preguntó a sabiendas de que no, la herida no era moco de pavo. Admiraba su ímpetu y las ganas de acabar con aquello, incluso se veía más tentado que nunca de seguirle porque se creía capaz de cualquier cosa sin ningún rastro de sangre que fuera suya en la ropa. Pero, no era estúpido. ¿Un muro de lanzas sin ayuda de Rad?. Charlie y el nublino mostraban heridas en el tobillo y la pantorrila. ¿Cómo podía contar con ellos si la última hiena resultaba ser igual de peligrosa que gigantesca?. No.- no, tu hermano y Sox llevan razón- sospesó, con la lengua pastosa y sin dejar de mirar a aquel titán derrumbar el edificio cercano- tenemos que pensar esto con los demás- alzó la voz, también para los otros dos- esperemos dentro, por lo menos para que no nos pille de sopetón si le da por darse la vuelta- le daba igual que Barael quisiera pelear, no era un suicida y su tono de voz dejaba clara su opinión al respecto. Habían venido a matar hienas y no contaban con aquella. No podían actuar igual ¿No?.
Había funcionado. Tayron estaba seguro que si estuvieran en un videojuego unas letras enormes al estilo cómic se habrían materializado en la pantalla en forma de “¡¡COMBO!!”. Esgrimió una sonrisa. Ojalá lo hubiera visto Dafne y sus amigos.
-¡Así se hace! ¡coño!- ahora sí, vitoreó con ganas al tiempo que ignoraba el olor que él mismo desprendía. ¿Cómo no podía celebrarlo? Estaba funcionando. Diablos estaban ganando. Barael mató a una antes de ser herido y una segunda hiena cayó fulminada a manos de la clinger para después eliminar a la tercera con su cuchillo. Eriel no fue menos desde las alturas.
Todo ese tiempo el humano no se había movido de su posición, permaneció quieto con la adrenalina a tope y los músculos en tensión. ¿Se había acabado?. A excepción de ese bicharraco se había acabado. De modo que retroceder era lo mejor dadas las circunstancias puesto que Eriel y Rad estaban a salvo. Tay supuso que gracias a Sox. Si aquello era cierto conocía las limitaciones del carabés tanto como las suyas y el tirador estaba seco.
-Barael- el nublino notaría una mano sudada en su espalda- ¿Estás bien?- preguntó a sabiendas de que no, la herida no era moco de pavo. Admiraba su ímpetu y las ganas de acabar con aquello, incluso se veía más tentado que nunca de seguirle porque se creía capaz de cualquier cosa sin ningún rastro de sangre que fuera suya en la ropa. Pero, no era estúpido. ¿Un muro de lanzas sin ayuda de Rad?. Charlie y el nublino mostraban heridas en el tobillo y la pantorrila. ¿Cómo podía contar con ellos si la última hiena resultaba ser igual de peligrosa que gigantesca?. No.- no, tu hermano y Sox llevan razón- sospesó, con la lengua pastosa y sin dejar de mirar a aquel titán derrumbar el edificio cercano- tenemos que pensar esto con los demás- alzó la voz, también para los otros dos- esperemos dentro, por lo menos para que no nos pille de sopetón si le da por darse la vuelta- le daba igual que Barael quisiera pelear, no era un suicida y su tono de voz dejaba clara su opinión al respecto. Habían venido a matar hienas y no contaban con aquella. No podían actuar igual ¿No?.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Barrio de los Mil Dioses
03/07/17, 09:09 pm
La hiena gigante derriba otro muro esencial y esta vez todo cae: el temblor dura varios segundos y el edificio acaba sucumbiendo ante su propio peso. Dentro se oye un gruñido lastimero a cuatro voces, que queda sepultado por escombros y polvo. Fuera, los cascotes vuelan.
Sakrilt ya se había retirado y sale ilesa. Charlie iba por detrás y uno de los cascotes le golpea con fuerza en la cabeza. Durante unos segundos, todo desaparece para el humano. Un fuerte dolor le inunda el cráneo y el muchacho se queda quieto en el sitio. Conmocionado, se lleva las manos sobre la oreja y nota la sangre que nace de la herida. Los nervios le invaden y trata de llamar a sus compañeros, pero no le salen las palabras. Está pálido y le falta muy poco para perder el equilibrio.
Al mismo tiempo que se produce el derrumbe, la última superviviente sube las escaleras. El ruido enmascara sus pasos y le permite vislumbrar a una de sus presas. Impulsada por sus cuartos traseros, la última hiena menor salta sobre Sox.
Una nube de polvo envuelve la calle.
- Tirada 1 - 2 dados:
Orden: Barael, Tayron.
Menos de 50: Salen ilesos.
Entre 51 y 90: varios de los restos que más lejos vuelan les provocan arañazos en los pies. Si tienen ropa, también la romperán.
Entre 91 y 100: arañazos + esquirlas clavadas.
Sakrilt ya se había retirado y sale ilesa. Charlie iba por detrás y uno de los cascotes le golpea con fuerza en la cabeza. Durante unos segundos, todo desaparece para el humano. Un fuerte dolor le inunda el cráneo y el muchacho se queda quieto en el sitio. Conmocionado, se lleva las manos sobre la oreja y nota la sangre que nace de la herida. Los nervios le invaden y trata de llamar a sus compañeros, pero no le salen las palabras. Está pálido y le falta muy poco para perder el equilibrio.
Al mismo tiempo que se produce el derrumbe, la última superviviente sube las escaleras. El ruido enmascara sus pasos y le permite vislumbrar a una de sus presas. Impulsada por sus cuartos traseros, la última hiena menor salta sobre Sox.
- Tirada 2 - 1 dado:
- Del 1 al 10: mordisco leve en el brazo.
Del 11 al 50: mordisco profundo en el brazo.
Del 51 al 100: mordisco profundo en el brazo; la hiena se abalanza con tanta fuerza que tira a Sox al suelo.
Una nube de polvo envuelve la calle.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Rocavarancolia Rol
Re: Barrio de los Mil Dioses
03/07/17, 09:09 pm
El miembro 'Yber' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
#1 'Dado de 100 caras' : 84, 98
--------------------------------
#2 'Dado de 100 caras' : 34
#1 'Dado de 100 caras' : 84, 98
--------------------------------
#2 'Dado de 100 caras' : 34
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Barrio de los Mil Dioses
04/07/17, 03:42 pm
Sox había anticipado el derrumbe, pero eso no evitó que se le pusieran los pelos de punta ante el imponente sonido de un edificio entero cayendo. Oír el rugido a cuatro voces le recordó al coro de gritos al caer a los subterráneos semanas atrás. Le produjo un cosquilleo en el estómago (puede que triunfo, puede que aprensión): aquella vez no habían sido ellos las víctimas.
Contuvo el aliento mientras esperaba a que la espesa nube de polvo se disipara. Parecía que tardaría, y había visto cascotes volando por el aire: fue a asomarse a la escalera a ver cómo estaban los que ahora subían a su encuentro.
Registró tarde que la figura que se aproximaba no tenía forma humana.
El corazón tuvo el tiempo justo de darle un vuelco en el pecho antes de recibir la embestida, un instante apenas mayor que el de un relámpago del que hicieron presa el miedo y la imagen de mandíbulas abiertas. Sox consiguió dar un paso lateral para esquivarla, pero no fue suficiente: la hiena atrapó su brazo entre los dientes y sus mandíbulas se cerraron como un cepo. La saliva pegajosa de la hiena quedó eclipsada pronto por la sensación de varios cuchillos clavándosele en la carne, repentina y explosiva como un golpe de látigo.
El carabés aulló de dolor. La ballesta cayó al suelo, inocua sin la fuerza de su mano para sujetarla. Podía sentir los colmillos atravesándole la carne y abriendo hueco; y el dolor era endemoniadamente intenso, como si el brazo le hubiera estallado en llamas. Su primer impulso fue revolverse, intentar quitársela de encima: la presa obstinada de los dientes de la hiena se negó a soltarle tan fácilmente y las heridas punzantes se convirtieron en desgarros casi hasta el codo. La sangre resbalaba hacia abajo, empapándole el antebrazo: cálida y ennegrecida manchándole los dedos y goteando al suelo.
El puñal. Tenía... el cuchillo al cinto. Intentó apartarse a la hiena de la cara, pero no podía mover el brazo mordido: colgaba muerto de su hombro, chillando en protesta a cualquier intento de soportar peso. Intentó patear al animal como pudo mientras la otra mano, temblorosa por la adrenalina y el dolor, buscaba su arma de repuesto. Había olvidado al resto: sólo era capaz de pensar en que quería a aquella alimaña tan muerta como todas las demás.
Contuvo el aliento mientras esperaba a que la espesa nube de polvo se disipara. Parecía que tardaría, y había visto cascotes volando por el aire: fue a asomarse a la escalera a ver cómo estaban los que ahora subían a su encuentro.
Registró tarde que la figura que se aproximaba no tenía forma humana.
El corazón tuvo el tiempo justo de darle un vuelco en el pecho antes de recibir la embestida, un instante apenas mayor que el de un relámpago del que hicieron presa el miedo y la imagen de mandíbulas abiertas. Sox consiguió dar un paso lateral para esquivarla, pero no fue suficiente: la hiena atrapó su brazo entre los dientes y sus mandíbulas se cerraron como un cepo. La saliva pegajosa de la hiena quedó eclipsada pronto por la sensación de varios cuchillos clavándosele en la carne, repentina y explosiva como un golpe de látigo.
El carabés aulló de dolor. La ballesta cayó al suelo, inocua sin la fuerza de su mano para sujetarla. Podía sentir los colmillos atravesándole la carne y abriendo hueco; y el dolor era endemoniadamente intenso, como si el brazo le hubiera estallado en llamas. Su primer impulso fue revolverse, intentar quitársela de encima: la presa obstinada de los dientes de la hiena se negó a soltarle tan fácilmente y las heridas punzantes se convirtieron en desgarros casi hasta el codo. La sangre resbalaba hacia abajo, empapándole el antebrazo: cálida y ennegrecida manchándole los dedos y goteando al suelo.
El puñal. Tenía... el cuchillo al cinto. Intentó apartarse a la hiena de la cara, pero no podía mover el brazo mordido: colgaba muerto de su hombro, chillando en protesta a cualquier intento de soportar peso. Intentó patear al animal como pudo mientras la otra mano, temblorosa por la adrenalina y el dolor, buscaba su arma de repuesto. Había olvidado al resto: sólo era capaz de pensar en que quería a aquella alimaña tan muerta como todas las demás.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Barrio de los Mil Dioses
04/07/17, 04:45 pm
Eriel contempló con satisfacción cómo otra hiena caía por una de sus flechas. Desvió la mirada a la pierna de Rad cuando Sox le dijo si podía hacer algo.
-Espero que sí, pero no sé hasta qué punto servirá de algo - dijo poco convencido.- Rad no te muevas.
Soltó el arco y realizó el hechizo poniendo especial cuidado en los gestos y palabras. Notó la magia surgiendo de su cuerpo, una sensación a la que se había acostumbrado en aquel tiempo, también al olor. Era un olor que le gustaba especialmente aunque no sabía por qué. Vio las heridas de la pierna de Rad curarse, las más leves, otras ni siquiera dejaron de sangrar y mucho menos hicieron ademán de cerrarse. El ruido del edificio cayendo no le sorprendió tanto, se esperaba que aquella bestia terminara tirando la casa abajo.
-Lo siento, no puedo hacer más - se disculpó con el carabés.- Al menos ya no debe doler tan...
Un grito de dolor lo sorprendió y sobresaltó por su cercanía. Se giró a tiempo para ver a Sox intentado soltarse de una hiena que estaba aferrando su brazo entre los dientes. El corazón del nublino se saltó un latido al ver la sangre, por un momento temió que el carabés perdiese el brazo al igual que su hermano. Sin pensarlo echó mano a la alabarda de su espalda para darse cuenta que ya no la tenía.
En un segundo valoró todas las opciones, podía disparar una flecha pero el peligro de darle a Sox lo frenaba. Miró hacia Rad y su espada.
-Rad, déjame tu espada - le pidió. El chico le tendió el arma y Eriel la blandió ante sí. No había usado nunca ese arma, pero había visto los entrenamientos del resto y la premisa era parecida a la de la alabarda: clavar el arma por la punta.
Con rabia Eriel avanzó raudo hasta donde estaban Sox y la hiena.
-Suéltalo cabrona - gritó al animal antes de atravesar el cuello de la hiena de parte a parte con la espada. La sangre salpicó a Sox y al sacar la espada también salpicó al nublino. La hiena no tardó en morir con un gorgoteo desagradable en la garganta.
-Sox, Sox - le llamó ayudándolo a librarse las fauces del animal.- Joder, necesitamos al anillo, esto es grave - miró hacia las escaleras y alzó la voz.- ¡Chicos subid rápido, Sox necesita el anillo! - esperaba que la urgencia en su voz les hiciese darse prisa.- No te preocupes, te pondrás bien - le dijo bajando la voz.
-Espero que sí, pero no sé hasta qué punto servirá de algo - dijo poco convencido.- Rad no te muevas.
Soltó el arco y realizó el hechizo poniendo especial cuidado en los gestos y palabras. Notó la magia surgiendo de su cuerpo, una sensación a la que se había acostumbrado en aquel tiempo, también al olor. Era un olor que le gustaba especialmente aunque no sabía por qué. Vio las heridas de la pierna de Rad curarse, las más leves, otras ni siquiera dejaron de sangrar y mucho menos hicieron ademán de cerrarse. El ruido del edificio cayendo no le sorprendió tanto, se esperaba que aquella bestia terminara tirando la casa abajo.
-Lo siento, no puedo hacer más - se disculpó con el carabés.- Al menos ya no debe doler tan...
Un grito de dolor lo sorprendió y sobresaltó por su cercanía. Se giró a tiempo para ver a Sox intentado soltarse de una hiena que estaba aferrando su brazo entre los dientes. El corazón del nublino se saltó un latido al ver la sangre, por un momento temió que el carabés perdiese el brazo al igual que su hermano. Sin pensarlo echó mano a la alabarda de su espalda para darse cuenta que ya no la tenía.
En un segundo valoró todas las opciones, podía disparar una flecha pero el peligro de darle a Sox lo frenaba. Miró hacia Rad y su espada.
-Rad, déjame tu espada - le pidió. El chico le tendió el arma y Eriel la blandió ante sí. No había usado nunca ese arma, pero había visto los entrenamientos del resto y la premisa era parecida a la de la alabarda: clavar el arma por la punta.
Con rabia Eriel avanzó raudo hasta donde estaban Sox y la hiena.
-Suéltalo cabrona - gritó al animal antes de atravesar el cuello de la hiena de parte a parte con la espada. La sangre salpicó a Sox y al sacar la espada también salpicó al nublino. La hiena no tardó en morir con un gorgoteo desagradable en la garganta.
-Sox, Sox - le llamó ayudándolo a librarse las fauces del animal.- Joder, necesitamos al anillo, esto es grave - miró hacia las escaleras y alzó la voz.- ¡Chicos subid rápido, Sox necesita el anillo! - esperaba que la urgencia en su voz les hiciese darse prisa.- No te preocupes, te pondrás bien - le dijo bajando la voz.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Barrio de los Mil Dioses
05/07/17, 03:12 pm
Rádar resopló, pero hizo caso al consejo de su congénere. Se dejó arrastrar por la gravedad, apoyado a la pared, intentando mantener la pierna alta. El dolor era brutal, mareante, pero el carabés apenas se permitía externalizarlo. Una respiración con una agitación extraña, una mandíbula apretada, un rictus contenido. Y unos gemidos apenas ahogados.
El ruido del derrumbe le puso los pelos de punta. Por instante una sombra del más puro pavor surcó su rostro, pero pronto quedó claro que no habían tenido pérdidas. O, al menos, eso interpretó de la falta de excesiva alarma por parte de sus dos compañeros.
No tuvo ni tiempo de pensar. Una hiena más apareció de súbito y se lanzó contra Sox. El corazón le dio un vuelco en el pecho ante el grito y el repentino frenesí que se adueñó de la habitación, hasta el punto de que apenas se percató de darle a Eriel la espada. Por suerte todo acabó pronto, y sin que hubiera que lamentar otra pérdida más.
—¿De dónde ha salido esa? —preguntó, echando una mirada horrorizada hacia la sangre que manaba de su compatriota—. ¿Y dónde están los otros? Necesitamos el anillo.
Su voz apenas contenía el dolor del muslo, teñida de resignación. No había querido que lo usaran allí, pero ahora comprendía que sería imprescindible.
El ruido del derrumbe le puso los pelos de punta. Por instante una sombra del más puro pavor surcó su rostro, pero pronto quedó claro que no habían tenido pérdidas. O, al menos, eso interpretó de la falta de excesiva alarma por parte de sus dos compañeros.
No tuvo ni tiempo de pensar. Una hiena más apareció de súbito y se lanzó contra Sox. El corazón le dio un vuelco en el pecho ante el grito y el repentino frenesí que se adueñó de la habitación, hasta el punto de que apenas se percató de darle a Eriel la espada. Por suerte todo acabó pronto, y sin que hubiera que lamentar otra pérdida más.
—¿De dónde ha salido esa? —preguntó, echando una mirada horrorizada hacia la sangre que manaba de su compatriota—. ¿Y dónde están los otros? Necesitamos el anillo.
Su voz apenas contenía el dolor del muslo, teñida de resignación. No había querido que lo usaran allí, pero ahora comprendía que sería imprescindible.
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