Biblioteca Mágica
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Rocavarancolia Rol
49 participantes
- Rocavarancolia Rol
Biblioteca Mágica
02/08/11, 04:22 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de mármol gris de tamaño medio visto desde el exterior, pero que en realidad cuenta con una gran cantidad de espacio en el interior debido a un hechizo. Dos grandes portones de madera permiten el acceso al interior.
El suelo es de madera, y lo único que se ve nada más entrar son hileras e hileras de estanterías con algunas mesas y sillas repartidas por los pasillos. La cantidad de estanterías es incomensurable y todavía más los libros y manuscritos de todo tipo que contienen. Se puede acceder a un segundo piso desde escaleras a ambos lados repartidas en varios puntos de la gigantesca sala principal, donde se repite el mismo entramado de estanterías y mesas.
Entre los estantes de apariencia normal y corriente destacan algunos ejemplares peculiares como libros voladores o libros enjaulados que parecen tener vida propia que se encuentran repartidos de forma aleatoria por el edificio.
La Biblioteca cuenta con una gran cantidad de hechizos anclados sobre ella que la hacen un lugar bien protegido, tanto de ataques desde el exterior como desde el interior. Aunque no solo cuenta con hechizos de seguridad. Uno de los artificios mágicos más destacables son los hechizos ilusorios y barreras que impiden el paso a los cosechados más allá de los primeros pasillos. Los cosechados tienen la sensación de que avanzar por toda la biblioteca, pero en realidad solo pueden moverse por una sección muy limitada de esta. Casi todos los grimorios sobre hechizos y runas, así como ejemplares sobre alquimia y bestiarios de transformaciones han sido movidos a la nueva biblioteca especializada: la Torre Doce. Quedan algunos grimorios básicos a los que tienen acceso los cosechados y la mayoría se encuentran en idiomas incomprensibles, aunque algunos cuentan con notas de traducción y hay algunos diccionarios.
El bibliotecario es Biblios, un espíritu ligado al edificio que conoce bien todas las secciones de la biblioteca y buena parte de los contenidos de los libros de las mismas. Suele aparecer para ayudar a los cosechados brevemente, y a los transformados si le llaman... Aunque no siempre.
NOTA: A disposición de los transformados hay amuletos logománticos variados que se pueden tomar prestados para leer dentro de la biblioteca. Nunca se pueden sacar de esta, pero se pueden traer materiales del exterior para leer aquí usándolos.
El suelo es de madera, y lo único que se ve nada más entrar son hileras e hileras de estanterías con algunas mesas y sillas repartidas por los pasillos. La cantidad de estanterías es incomensurable y todavía más los libros y manuscritos de todo tipo que contienen. Se puede acceder a un segundo piso desde escaleras a ambos lados repartidas en varios puntos de la gigantesca sala principal, donde se repite el mismo entramado de estanterías y mesas.
Entre los estantes de apariencia normal y corriente destacan algunos ejemplares peculiares como libros voladores o libros enjaulados que parecen tener vida propia que se encuentran repartidos de forma aleatoria por el edificio.
La Biblioteca cuenta con una gran cantidad de hechizos anclados sobre ella que la hacen un lugar bien protegido, tanto de ataques desde el exterior como desde el interior. Aunque no solo cuenta con hechizos de seguridad. Uno de los artificios mágicos más destacables son los hechizos ilusorios y barreras que impiden el paso a los cosechados más allá de los primeros pasillos. Los cosechados tienen la sensación de que avanzar por toda la biblioteca, pero en realidad solo pueden moverse por una sección muy limitada de esta. Casi todos los grimorios sobre hechizos y runas, así como ejemplares sobre alquimia y bestiarios de transformaciones han sido movidos a la nueva biblioteca especializada: la Torre Doce. Quedan algunos grimorios básicos a los que tienen acceso los cosechados y la mayoría se encuentran en idiomas incomprensibles, aunque algunos cuentan con notas de traducción y hay algunos diccionarios.
El bibliotecario es Biblios, un espíritu ligado al edificio que conoce bien todas las secciones de la biblioteca y buena parte de los contenidos de los libros de las mismas. Suele aparecer para ayudar a los cosechados brevemente, y a los transformados si le llaman... Aunque no siempre.
- Cómo se creó la Biblioteca Mágica:
- El proyecto inicial de construcción de la Biblioteca Mágica fue llevado a cabo por el Consejo tras la finalización del conflicto del regreso de Hárex y Hurza. Se recopilaron una enorme cantidad de libros y manuscritos a lo largo de los años con la colaboración de una buena parte de los ciudadanos y decenas de magos ayudaron en la elaboración del entramado de hechizos anclados que contiene el edificio. Uno de estos magos, Littero Ara, que se involucró tanto en el proceso como para perder la vida tras invocar a Bilbios y anclarlo a la biblioteca, culminó el proyecto con lo que es hoy en día. El catálogo de la Biblioteca siguió y sigue aumentando año tras año.
NOTA: A disposición de los transformados hay amuletos logománticos variados que se pueden tomar prestados para leer dentro de la biblioteca. Nunca se pueden sacar de esta, pero se pueden traer materiales del exterior para leer aquí usándolos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Biblioteca Mágica
01/05/17, 12:29 am
El varmano sonrió con toda la amabilidad que pudo. Había algo reconfortante en deslumbrar así a los nuevos, aunque apenas hiciera tanto desde que él fue uno de ellos. Era una forma de compensar la mala suerte que había tenido con su cambio.
Virai acarició la bufanda de la misma manera que habría acariciado la cabeza de una serpiente. La creación del demiurgo era adorablemente extraña.
—Son un coñazo, ¿verdad? Los primeros días, digo —subió las piernas a la mesa y las cruzó. La comodidad no iba reñida con dar una buena primera impresión—. La mitad de los míos los pasé a ciegas y la otra mitad cegando a otros —se rió y volvió al tema—. Los veteranos tenemos siempre las agendas a tope, no hay huecos para echar un cable a los nuevos. Pero no nos lo tengas en cuenta, hacemos lo que podemos —acabó diciendo con franqueza.
>>Yo he estado de visita en un par de mundos, ¿quieres saber algo sobre alguno? Las fotografías de ese libro son muy bonitas, pero parte de la belleza se pierde por el camino. O eso creo yo, al menos.
En el caso de Virai Nura, un par de mundos significaba todos. Había pisado Carabás, Ulterania y La Tierra, que eran de los más complicados. Había caminado por mundos que ya no estaban, como F.O.N.E.R.A, e incluso había sido de los primeros en traspasar el portal del mundo de la niebla y el mundo del cielo raro; para el reconocimiento. Ser miembro del ejército tenía sus cosas buenas (los viajes) y sus cosas malas (el trabajo de biblioteca).
Virai se creía a sí mismo un gurú de la estética y gozaba como un niño describiendo a todo quisqui las maravillas que había contemplado, pero la realidad en aquel momento era más simple: tenía que meter la nariz dentro de demasiados libros y prefería una charla agradable.
Virai acarició la bufanda de la misma manera que habría acariciado la cabeza de una serpiente. La creación del demiurgo era adorablemente extraña.
—Son un coñazo, ¿verdad? Los primeros días, digo —subió las piernas a la mesa y las cruzó. La comodidad no iba reñida con dar una buena primera impresión—. La mitad de los míos los pasé a ciegas y la otra mitad cegando a otros —se rió y volvió al tema—. Los veteranos tenemos siempre las agendas a tope, no hay huecos para echar un cable a los nuevos. Pero no nos lo tengas en cuenta, hacemos lo que podemos —acabó diciendo con franqueza.
>>Yo he estado de visita en un par de mundos, ¿quieres saber algo sobre alguno? Las fotografías de ese libro son muy bonitas, pero parte de la belleza se pierde por el camino. O eso creo yo, al menos.
En el caso de Virai Nura, un par de mundos significaba todos. Había pisado Carabás, Ulterania y La Tierra, que eran de los más complicados. Había caminado por mundos que ya no estaban, como F.O.N.E.R.A, e incluso había sido de los primeros en traspasar el portal del mundo de la niebla y el mundo del cielo raro; para el reconocimiento. Ser miembro del ejército tenía sus cosas buenas (los viajes) y sus cosas malas (el trabajo de biblioteca).
Virai se creía a sí mismo un gurú de la estética y gozaba como un niño describiendo a todo quisqui las maravillas que había contemplado, pero la realidad en aquel momento era más simple: tenía que meter la nariz dentro de demasiados libros y prefería una charla agradable.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Biblioteca Mágica
01/05/17, 12:54 pm
Miró de reojo a su interlocutor, limitándose a asentir, sin saber bien qué decir. Su expresión se mantenía, tras el arrebato inicial, más calmada, casi neutral, aunque el demiurgo no podía contener del todo la fascinación por otro veterano más, que tampoco parecía tan terriblemente mortal. Comenzaba a albergar la esperanza de que, al final, los rocavarancoleses como el trasgo púrpura no fueran más que una pequeñísima minoría, y que la mayoría fuera de una forma ciertamente distinta. Quizás extravagantes, pero no espantos nacidos de pesadillas en cuerpo y alma.
—Pues... ni siquiera sé bien cuáles o cuántos hay hay, la verdad —se sentía un poco más avergonzado de lo que su expresión, levemente nerviosa, dejaba ver—. Además de los de mis compañeros, claro. Ni siquiera sé muy bien cómo aparecen los vórtices... ¿Es por la Luna Roja, no?
La vergüenza ante su desconocimiento volvió a salir a flote, lo que le hizo evitar la mirada de su interlocutor. Optó por pasar la página, dando a otro escenario de maravilla: una cascada que se precipitaba desde un acantilado de diamante y cristal. El demiurgo de quedó tan obnubilado por aquel portentoso (y, a juzgar por el dibujo, gigantesco) salto de agua que se olvidó por un instante de Virai.
El título del grabado decía La catarata diamantina, una de las maravillas de siguiendo a continuación un nombre de un mundo que no le sonaba de nada a Hal. Poco podía saber él que aquel mundo llevaba desvinculado desde la guerra contra la Alianza de Mundos, y que de momento ni un solo portal se había abierto a este.
[NdA] por si alguien no lo recuerda, la catarata diamantina es una maravilla del mundo de dama Fiera.
—Pues... ni siquiera sé bien cuáles o cuántos hay hay, la verdad —se sentía un poco más avergonzado de lo que su expresión, levemente nerviosa, dejaba ver—. Además de los de mis compañeros, claro. Ni siquiera sé muy bien cómo aparecen los vórtices... ¿Es por la Luna Roja, no?
La vergüenza ante su desconocimiento volvió a salir a flote, lo que le hizo evitar la mirada de su interlocutor. Optó por pasar la página, dando a otro escenario de maravilla: una cascada que se precipitaba desde un acantilado de diamante y cristal. El demiurgo de quedó tan obnubilado por aquel portentoso (y, a juzgar por el dibujo, gigantesco) salto de agua que se olvidó por un instante de Virai.
El título del grabado decía La catarata diamantina, una de las maravillas de siguiendo a continuación un nombre de un mundo que no le sonaba de nada a Hal. Poco podía saber él que aquel mundo llevaba desvinculado desde la guerra contra la Alianza de Mundos, y que de momento ni un solo portal se había abierto a este.
[NdA] por si alguien no lo recuerda, la catarata diamantina es una maravilla del mundo de dama Fiera.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Biblioteca Mágica
01/05/17, 03:13 pm
Virai estuvo a punto de responderle, pero por una vez él se obnubiló tanto como el novato. Aquella catarata era un tesoro al que no tenían acceso y cada vez que la veía u oía hablar de ella gracias a los viejos, se sentía profundamente triste. Si tras alguna Luna podía contemplar en directo aquel espectáculo, todos los años anteriores teniendo que hojear compendios en la biblioteca habrían valido la pena.
—Siento decirte que en ese caso —dio un toque con el dedo índice sobre la imagen—. Esa foto es lo más parecido a ver las cataratas de verdad —le dijo con cierta pena—. Los portales dependen de nosotros, Hal. No nos secuestran solo para sacar al monstruo que llevamos dentro y soltarnos aquí, nos necesitan. Cada niño que se salva y crece con la Luna alimenta la ciudad y favorece la apertura de los vórtices. Hace un puñado de años no había nada, salvo La Tierra. Y mira ahora —describió un arco con los brazos con gesto teatral.
>>Este año han aparecido otros dos, ¿sabes? Y tú y todos tus compañeros tenéis que ver con la apertura de esos dos vórtices, sentíos orgullosos —bromeó a medias—. Uno de ellos está cubierto de niebla allá donde alcanza la vista y el otro... Ese es el mundo más extraño que haya visto jamás. Tiene dos soles, pero no gira alrededor de ninguno, sino en torno a un planeta gigante. Su cielo es fascinante, está lleno de colores. No creo que ninguna foto pudiera captar lo bello que es.
Suspiró entonces y decidió probar suerte.
—Oye, ¿no habrás visto nada similar en algún álbum, por casualidad?
—Siento decirte que en ese caso —dio un toque con el dedo índice sobre la imagen—. Esa foto es lo más parecido a ver las cataratas de verdad —le dijo con cierta pena—. Los portales dependen de nosotros, Hal. No nos secuestran solo para sacar al monstruo que llevamos dentro y soltarnos aquí, nos necesitan. Cada niño que se salva y crece con la Luna alimenta la ciudad y favorece la apertura de los vórtices. Hace un puñado de años no había nada, salvo La Tierra. Y mira ahora —describió un arco con los brazos con gesto teatral.
>>Este año han aparecido otros dos, ¿sabes? Y tú y todos tus compañeros tenéis que ver con la apertura de esos dos vórtices, sentíos orgullosos —bromeó a medias—. Uno de ellos está cubierto de niebla allá donde alcanza la vista y el otro... Ese es el mundo más extraño que haya visto jamás. Tiene dos soles, pero no gira alrededor de ninguno, sino en torno a un planeta gigante. Su cielo es fascinante, está lleno de colores. No creo que ninguna foto pudiera captar lo bello que es.
Suspiró entonces y decidió probar suerte.
—Oye, ¿no habrás visto nada similar en algún álbum, por casualidad?
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Biblioteca Mágica
01/05/17, 03:48 pm
La explicación del brujo emocionó tanto al demiurgo que a punto estuvieron de saltárseles las lágrimas. Aquella maravilla, al parecer, se había perdido, pero otras... Otras las sustituían. Cada año nuevos portales aparecían, y según Virai era por ellos. Por los cosechados. Oír que su existencia había posibilitado la conexión con aquellos mundos (¡y uno de ellos era nada menos que un satélite!) era conmovedor.
—Suena maravilloso y totalmente digno de ver —Una sonrisa liviana apareció en su cara justo antes de que tuviera que hacer un gesto de negación—No he escuchado nada sobre eso... Y un mundo-satélite tiene que ser raro, ¿no? Si hay información debería estar accesible, es una cosa que uno pensaría en destacar.
El estado emocional del demiurgo había pasado a ser el de moderado entusiasmo, y era evidente: sus movimientos estaban menos contenidos, su voz se había vuelto algo más exaltada. Una de las cosas que habían atraído al carabés a la ciudad era la posibilidad que ofrecía otro mundo, que ahora se habían convertido, de golpe y porrazo, en más de una decena. Aquello le entusiasmaba, y no poco.
—Suena maravilloso y totalmente digno de ver —Una sonrisa liviana apareció en su cara justo antes de que tuviera que hacer un gesto de negación—No he escuchado nada sobre eso... Y un mundo-satélite tiene que ser raro, ¿no? Si hay información debería estar accesible, es una cosa que uno pensaría en destacar.
El estado emocional del demiurgo había pasado a ser el de moderado entusiasmo, y era evidente: sus movimientos estaban menos contenidos, su voz se había vuelto algo más exaltada. Una de las cosas que habían atraído al carabés a la ciudad era la posibilidad que ofrecía otro mundo, que ahora se habían convertido, de golpe y porrazo, en más de una decena. Aquello le entusiasmaba, y no poco.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Biblioteca Mágica
01/05/17, 05:54 pm
—Totalmente digno de ver, sí —repitió las palabras del demiurgo mientas jugueteaba con los cristales de su oreja—. Pensaba igual y me da que las sospechas se van a cumplir. No aparece nada similar en ninguno de los libros que he tenido el dudoso placer de leer.
Resopló y decidió ignorar que eso significaba más trabajo. El entusiasmo del novatillo le era agradable y le quedaba más cerca que su próxima jornada laboral.
—Oye, ¿te gustaría verlo?
Virai fue al grano. No podría ser pronto, porque antes tenía que trabajar allí el cuerpo de espías. Pero dentro de unos días o un par de semanas, tal vez fuera un buen plan. Volver al mundo en calidad de turista seguro que lo hacía más divertido de visitar, porque bonito iba a ser siempre.
Resopló y decidió ignorar que eso significaba más trabajo. El entusiasmo del novatillo le era agradable y le quedaba más cerca que su próxima jornada laboral.
—Oye, ¿te gustaría verlo?
Virai fue al grano. No podría ser pronto, porque antes tenía que trabajar allí el cuerpo de espías. Pero dentro de unos días o un par de semanas, tal vez fuera un buen plan. Volver al mundo en calidad de turista seguro que lo hacía más divertido de visitar, porque bonito iba a ser siempre.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Biblioteca Mágica
01/05/17, 06:12 pm
La oferta cogió por completo de sorpresa al demiurgo, que se quedó mudo por un instante. Al momento se le iluminó la cara con una felicidad y una sorpresa que parecían imposibles de contener. Ni por un segundo se había esperado que fuera a tener tantísima suerte en tan poco tiempo. Que un veterano le ofreciera ir a un mundo que además estaba recién descubierto y que suponía, sospechaba, una rareza. Estaba segurísimo de que los satélites habitables eran pocos.
—¡M-me encantaría!
Por desgracia sus movimientos eran tan enérgicos que tiró sin querer el libro al suelo. El ruido de la caída le hizo dar un brinco, tras lo que su cara se puso casi negra de la vergüenza. Se agachó a recogerlo. Se había abierto por la última página, y lo que vio le sorprendió.
Mostraba a Rocavarancolia con la Luna Roja en el cielo. La ciudad estaba entera, sin ruinas. La expresión del demiurgo era extraña, indescifrable. Aquel caos era tan... ¿contraproducente? ¿Antiguo? Parecía que estuviera viendo una ciudad carabesa de siglos atrás, y aun así... Ejercía una atracción imposible de describir.
El carabés sacudió la cabeza, con una sonrisa liviana en los labios. A continuación miró a su interlocutor, con una mirada avergonzada algo más comedida.
—Ejem, perdón por eso. Me gustaría muchísimo ir, la verdad.
Esperaba sinceramente que la opinión que tenía aquel varmano sobre él no hubiera sufrido un duro revés.
—¡M-me encantaría!
Por desgracia sus movimientos eran tan enérgicos que tiró sin querer el libro al suelo. El ruido de la caída le hizo dar un brinco, tras lo que su cara se puso casi negra de la vergüenza. Se agachó a recogerlo. Se había abierto por la última página, y lo que vio le sorprendió.
Mostraba a Rocavarancolia con la Luna Roja en el cielo. La ciudad estaba entera, sin ruinas. La expresión del demiurgo era extraña, indescifrable. Aquel caos era tan... ¿contraproducente? ¿Antiguo? Parecía que estuviera viendo una ciudad carabesa de siglos atrás, y aun así... Ejercía una atracción imposible de describir.
El carabés sacudió la cabeza, con una sonrisa liviana en los labios. A continuación miró a su interlocutor, con una mirada avergonzada algo más comedida.
—Ejem, perdón por eso. Me gustaría muchísimo ir, la verdad.
Esperaba sinceramente que la opinión que tenía aquel varmano sobre él no hubiera sufrido un duro revés.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Biblioteca Mágica
01/05/17, 06:44 pm
Virai no pudo evitar reirse, cubriéndose la boca en un gesto de buena fe. El nuevo era mono, además de monocromático, y no era plan de espantarlo.
—Ya veo que no me mientes —dijo—. Pues si me dices dónde vives, mejor; porque lo de la telepatía no va entre mis dones lunares —<<aunque es obvio que resides en Serpentaria>>—. Todavía queda mucho trabajo antes de que los ciudadanos podáis cruzar el portal. Pero en cuanto esté libre, me paso a avisarte ¿Te parece bien?
—Ya veo que no me mientes —dijo—. Pues si me dices dónde vives, mejor; porque lo de la telepatía no va entre mis dones lunares —<<aunque es obvio que resides en Serpentaria>>—. Todavía queda mucho trabajo antes de que los ciudadanos podáis cruzar el portal. Pero en cuanto esté libre, me paso a avisarte ¿Te parece bien?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Biblioteca Mágica
01/05/17, 08:19 pm
Se sintió un poco avergonzaod por la risa, pero no pareció que Virai Nura estuviera demasiado descontento con su "numerito".
—Sí, claro. Vivo en la torre Serpentaria —explicó, un poco más comedido.
No tardaron mucho en irse cada uno por su lado. Hal volvió a las estanterias y dejó allí el libro, saliendo con rapidez de la biblioteca. Tenía alguien aq uien pedir un favor.
Sigue en la torre Serpentaria.
—Sí, claro. Vivo en la torre Serpentaria —explicó, un poco más comedido.
No tardaron mucho en irse cada uno por su lado. Hal volvió a las estanterias y dejó allí el libro, saliendo con rapidez de la biblioteca. Tenía alguien aq uien pedir un favor.
Sigue en la torre Serpentaria.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Biblioteca Mágica
01/08/17, 08:11 pm
Rozó el grabado con los dedos, algo distraído. Rocavarancolia era una ciudad brutal, bestial y primitiva. Aquella urbe antigua que se veía en aquella vista era hermosa, sí, pero también terrible. Era el mundo que había aniquilado planetas enteros y esclavizado centenares de tierras a lo largo de su historia, el que había medrado en cimientos construidos sobre niños muertos.
Y, sin embargo, el demiurgo no podía dejar de pensar que era una pena que se hubiera reducido a unas ruinas decadentes. Rocavarancolia era horrenda y siempre lo había sido. Y aun así...
—Hermosa, ¿verdad?
Dio un brinco, con el corazón a mil. El miedo se adueñó de su cuerpo antes de darse cuenta de que quien le había hablado era un fantasma. Hal lo miró, todavía con el susto en su rostro.
—¿Quién eres tú?
El chiquillo (pues el fantasma parecía ser el de alguien no mucho mayor a él mismo) soltó una risotada y fingió que se sentaba en la mesa con las piernas cruzadas. Hal no pudo evitar arquear las cejas.
—¿Qué? Que esté muerto no significa que tenga menos chulería o desparpajo que cuando estaba vivo —le contestó, con una media sonrisa ladeada—. Soy Angra Gala, piromante. Bueno, fantasma de piromante, ya sabes —el fantasma hablaba de su condición como si fuera una molestia comparable a la picadura de un insecto. Una vez más, la cara del nuevo transformado reveló su confusión. Nunca había pensado que un espíritu pudiera tomarse tan bien la prisión existencial en la que se encontraba—. ¿Quién eres tú?
—Ah, yo... soy Hal, demiurgo.
Aquel piromante fantasmal silbó, impresionado por aquella transformación. Cuando su corazón latía y la sangre corría por sus venas, de no haber sido por su amor a las llamas, hubiera querido ser uno de esos hechiceros dadores de vida.
—¡Un demiurgo, qué guay! ¿Pero eres muy novato, no? Tu nombre ni siquiera suena rocavarancolés. ¿No has pensado en ningún otro?
Por enésima vez en aquel encuentro la confusión era reflejada a la perfección en la cara del antiguo carabés. Se combinaba con cierta molestia: ya se había dado cuenta de que Angra Gala era de esas personas que hablaban todo el rato, como si el silencio les espantara. Hal no solía estar del todo a gusto en torno a gente así.
—No... No sé —su voz sonaba insegura, dubitativa, como si no hubiera caído antes en esa idea—. Es solo un nombre —había acabado con un encogimiento de hombros algo incómodo, como si no tuviera claro la razón de ser de aquella charla.
Su interlocutor, por su parte, había visto su expresión sustituida por una sonrisa de condescendiente tristeza. Fingió que palmeaba el hombro del demiurgo, intentando parecer repentinamente confidente. A Hal aquella pose no terminaba de gustarle.
—¿Te das cuenta de que no volverás al lugar donde naciste, verdad? Te recomiendo que cortes todo lazo con tu antiguo mundo y te enfoques en el presente y futuro. Ahora eres parte de Rocavarancolia, al fin y al cabo.
Aquello se clavó como un puñal en las entrañas del demiurgo. Sabía que no volvería a Carabás, por supuesto, pero había evitado pensar en ello. Y, en un instante de vértigo, se dio cuenta de que ni siquiera sabía si quería regresar al lugar donde nació. Quizás era por eso por lo que había querido evitar mentalmente aquel tema.
—Si hubiera sobrevivido... Bueno, no me habría gustado luchar en la batalla final —Hal tardó un instante en comprender que aquello significaba que el fantasma era anterior a la caída de Rocavarancolia. Este volvía a encontrar su mirada perdida entre las líneas del antiguo grabado—, pero... No habría dejado que aquello me amedrentara. Creo. Habría reconstruido Rocavarancolia en cuanto pudiera.
El demiurgo se le quedó mirando, con una duda prendida en su cabeza. Le daba vergüenza hablar, como siempre, pero se forzó a aquello. La posibilidad de que tuviera razón le corroía las entrañas.
—¿Eras... arquitecto mágico?
La sonrisa en la cara del piromante se volvió amarga, y aquello no gustó al chiquillo. Volvió a verse ante el abismo de autodesprecio y aislamiento al que tanto se había aficionado al crecer, pero en un solo segundo dio un paso atrás. «Basta, no has dicho nada malo. La conversación la ha comenzado él. Basta. Basta. Basta». Repitió aquel mantra, apenas funcional, pero lo más cercano a lo que podía necesitar en aquel momento.
—Ojalá... quería serlo. Quería llenar Rocavarancolia de maravillas. Soñaba con hacer edificios de llamas, incendios castrados y moldeados que permitieran a la gente entrar en su interior y contemplar la magnificencia que Rocavarancolia y la Luna Roja nos regalan... Pero me mataron antes —su conclusión estaba teñida de amargura por aquel destino que pudo tocar y que le arrebataron. Una amargura de la que él mismo se dio cuenta, porque la escondió tras su falsa jovialidad y echó la pelota sobre el tejado del nuevo transformado—. ¿Por? ¿Es que piensas dedicarte a la arquitectura mágica?
El bote que dio el demiurgo fue tan violento que casi tiró aquel libro de la mesa. Nunca lo había pensado, y aquella posibilidad de repente se le enquistó en su mente como una espina. ¿Construir edificios? ¿Podía dedicarse a aquello? Era una posibilidad, sin duda, y además sus habilidades se lo facilitarían, pero... ¿Quería hacer aquello? ¿Quería ayudar a Rocavarancolia? Aquello supondría admitir que aquel era su lugar. Supondría ayudar a aquella tierra parásita y brutal que tanto daño le había hecho...
«Y que tanto te ha dado. No es tampoco el mundo que más te ha herido». Aquel pensamiento se coló sin que se diera cuenta, y por más que quiso no pudo eliminarlo. ¿Era justo culpar a Carabás de sus problemas de autoestima y relaciones? ¿Acaso aquello podía justificar la monstruosidad de Rocavarancolia?
Se dio cuenta de que aquel fantasma le miraba expectante. Y el repentino ardor de su rostro le sirvió como recordatorio de que no había sido Rocavarancolia la que le había dado esa timidez.
—No... No sé... Yo...
El fantasma suspiró, casi decepcionado. A Hal no se le pasaron por alto todas las posibilidades de su decepción. Y aquel recordatorio del origen de su tendencia al sobreanálisis no hizo más que aumentar sus dudas.
—Deberías hacerlo, siendo un demiurgo tienes ventajas en cuanto a eso. Y alguien tiene que reconstruir la ciudad. Si te importa su estado... Puedes ser tú.
El fantasma se encogió de hombros. Era el encogimiento de quien veía con facilidad tomar cosas y pensar en qué puede ser uno mismo. De quien no se perdía en recovecos de dudas e indecisión. Y, aunque fuera por completo irracional, Hal lo odió por ello.
—Creo que tengo que pensar —anunció, con un tono más seco de lo habitual en él. Cerró el libro y se levantó—. Adiós.
Angra Gala lo miró casi ofendido por un momento, pero su expresión se vio prontamente sustituida por la resignación. Aun así añadió una última cosa.
—Ey, vale. Si quieres volverme a ver visita el alma de Rocavarancolia. Me gusta pasear por allí.
Sigue en la torre Serpentaria.
Y, sin embargo, el demiurgo no podía dejar de pensar que era una pena que se hubiera reducido a unas ruinas decadentes. Rocavarancolia era horrenda y siempre lo había sido. Y aun así...
—Hermosa, ¿verdad?
Dio un brinco, con el corazón a mil. El miedo se adueñó de su cuerpo antes de darse cuenta de que quien le había hablado era un fantasma. Hal lo miró, todavía con el susto en su rostro.
—¿Quién eres tú?
El chiquillo (pues el fantasma parecía ser el de alguien no mucho mayor a él mismo) soltó una risotada y fingió que se sentaba en la mesa con las piernas cruzadas. Hal no pudo evitar arquear las cejas.
—¿Qué? Que esté muerto no significa que tenga menos chulería o desparpajo que cuando estaba vivo —le contestó, con una media sonrisa ladeada—. Soy Angra Gala, piromante. Bueno, fantasma de piromante, ya sabes —el fantasma hablaba de su condición como si fuera una molestia comparable a la picadura de un insecto. Una vez más, la cara del nuevo transformado reveló su confusión. Nunca había pensado que un espíritu pudiera tomarse tan bien la prisión existencial en la que se encontraba—. ¿Quién eres tú?
—Ah, yo... soy Hal, demiurgo.
Aquel piromante fantasmal silbó, impresionado por aquella transformación. Cuando su corazón latía y la sangre corría por sus venas, de no haber sido por su amor a las llamas, hubiera querido ser uno de esos hechiceros dadores de vida.
—¡Un demiurgo, qué guay! ¿Pero eres muy novato, no? Tu nombre ni siquiera suena rocavarancolés. ¿No has pensado en ningún otro?
Por enésima vez en aquel encuentro la confusión era reflejada a la perfección en la cara del antiguo carabés. Se combinaba con cierta molestia: ya se había dado cuenta de que Angra Gala era de esas personas que hablaban todo el rato, como si el silencio les espantara. Hal no solía estar del todo a gusto en torno a gente así.
—No... No sé —su voz sonaba insegura, dubitativa, como si no hubiera caído antes en esa idea—. Es solo un nombre —había acabado con un encogimiento de hombros algo incómodo, como si no tuviera claro la razón de ser de aquella charla.
Su interlocutor, por su parte, había visto su expresión sustituida por una sonrisa de condescendiente tristeza. Fingió que palmeaba el hombro del demiurgo, intentando parecer repentinamente confidente. A Hal aquella pose no terminaba de gustarle.
—¿Te das cuenta de que no volverás al lugar donde naciste, verdad? Te recomiendo que cortes todo lazo con tu antiguo mundo y te enfoques en el presente y futuro. Ahora eres parte de Rocavarancolia, al fin y al cabo.
Aquello se clavó como un puñal en las entrañas del demiurgo. Sabía que no volvería a Carabás, por supuesto, pero había evitado pensar en ello. Y, en un instante de vértigo, se dio cuenta de que ni siquiera sabía si quería regresar al lugar donde nació. Quizás era por eso por lo que había querido evitar mentalmente aquel tema.
—Si hubiera sobrevivido... Bueno, no me habría gustado luchar en la batalla final —Hal tardó un instante en comprender que aquello significaba que el fantasma era anterior a la caída de Rocavarancolia. Este volvía a encontrar su mirada perdida entre las líneas del antiguo grabado—, pero... No habría dejado que aquello me amedrentara. Creo. Habría reconstruido Rocavarancolia en cuanto pudiera.
El demiurgo se le quedó mirando, con una duda prendida en su cabeza. Le daba vergüenza hablar, como siempre, pero se forzó a aquello. La posibilidad de que tuviera razón le corroía las entrañas.
—¿Eras... arquitecto mágico?
La sonrisa en la cara del piromante se volvió amarga, y aquello no gustó al chiquillo. Volvió a verse ante el abismo de autodesprecio y aislamiento al que tanto se había aficionado al crecer, pero en un solo segundo dio un paso atrás. «Basta, no has dicho nada malo. La conversación la ha comenzado él. Basta. Basta. Basta». Repitió aquel mantra, apenas funcional, pero lo más cercano a lo que podía necesitar en aquel momento.
—Ojalá... quería serlo. Quería llenar Rocavarancolia de maravillas. Soñaba con hacer edificios de llamas, incendios castrados y moldeados que permitieran a la gente entrar en su interior y contemplar la magnificencia que Rocavarancolia y la Luna Roja nos regalan... Pero me mataron antes —su conclusión estaba teñida de amargura por aquel destino que pudo tocar y que le arrebataron. Una amargura de la que él mismo se dio cuenta, porque la escondió tras su falsa jovialidad y echó la pelota sobre el tejado del nuevo transformado—. ¿Por? ¿Es que piensas dedicarte a la arquitectura mágica?
El bote que dio el demiurgo fue tan violento que casi tiró aquel libro de la mesa. Nunca lo había pensado, y aquella posibilidad de repente se le enquistó en su mente como una espina. ¿Construir edificios? ¿Podía dedicarse a aquello? Era una posibilidad, sin duda, y además sus habilidades se lo facilitarían, pero... ¿Quería hacer aquello? ¿Quería ayudar a Rocavarancolia? Aquello supondría admitir que aquel era su lugar. Supondría ayudar a aquella tierra parásita y brutal que tanto daño le había hecho...
«Y que tanto te ha dado. No es tampoco el mundo que más te ha herido». Aquel pensamiento se coló sin que se diera cuenta, y por más que quiso no pudo eliminarlo. ¿Era justo culpar a Carabás de sus problemas de autoestima y relaciones? ¿Acaso aquello podía justificar la monstruosidad de Rocavarancolia?
Se dio cuenta de que aquel fantasma le miraba expectante. Y el repentino ardor de su rostro le sirvió como recordatorio de que no había sido Rocavarancolia la que le había dado esa timidez.
—No... No sé... Yo...
El fantasma suspiró, casi decepcionado. A Hal no se le pasaron por alto todas las posibilidades de su decepción. Y aquel recordatorio del origen de su tendencia al sobreanálisis no hizo más que aumentar sus dudas.
—Deberías hacerlo, siendo un demiurgo tienes ventajas en cuanto a eso. Y alguien tiene que reconstruir la ciudad. Si te importa su estado... Puedes ser tú.
El fantasma se encogió de hombros. Era el encogimiento de quien veía con facilidad tomar cosas y pensar en qué puede ser uno mismo. De quien no se perdía en recovecos de dudas e indecisión. Y, aunque fuera por completo irracional, Hal lo odió por ello.
—Creo que tengo que pensar —anunció, con un tono más seco de lo habitual en él. Cerró el libro y se levantó—. Adiós.
Angra Gala lo miró casi ofendido por un momento, pero su expresión se vio prontamente sustituida por la resignación. Aun así añadió una última cosa.
—Ey, vale. Si quieres volverme a ver visita el alma de Rocavarancolia. Me gusta pasear por allí.
Sigue en la torre Serpentaria.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Biblioteca Mágica
18/08/17, 07:34 pm
Una semana después de Samhein Lanor seguía preguntándose qué hacer ahora. Seguía estudiando arquitectura y demiurgia, por descontado, además de dedicar pequeños huecos al estudio de magia, pero desconocía cómo seguir con su vida más allá del estudio. Cómo conseguir clientes y contratos, qué cantidad de dinero pedir en cada trabajo... Y cómo construir, en el futuro, su casa. Una casa viva era lo que deseaba, una vivienda que armorizarse sus habilidades y su profesión.
Ya meses antes había buscado información sobre arquitectura demiúrgica y la había dejado para el futuro por ser demasiado compleja, pero al volver a mirar aquellos libros se dio cuenta de que el problema no era su nivel. El problema es que toda la información sobre las aplicaciones arquitectónicas de la demiurgia era información avanzada. La torre de hechicería carecía por completo de obras que hablaran de las bases de la arquitectura demiúrgica.
Eso le había llevado a la biblioteca, o al menos a sus puertas. Samika le había pedido ir con él, y el demiurgo había aceptado con una punzada de culpabilidad. Veía poco a sus amigos, absorbido por sus numerosos estudios, y no podía decir que no lo lamentara.
Ya meses antes había buscado información sobre arquitectura demiúrgica y la había dejado para el futuro por ser demasiado compleja, pero al volver a mirar aquellos libros se dio cuenta de que el problema no era su nivel. El problema es que toda la información sobre las aplicaciones arquitectónicas de la demiurgia era información avanzada. La torre de hechicería carecía por completo de obras que hablaran de las bases de la arquitectura demiúrgica.
Eso le había llevado a la biblioteca, o al menos a sus puertas. Samika le había pedido ir con él, y el demiurgo había aceptado con una punzada de culpabilidad. Veía poco a sus amigos, absorbido por sus numerosos estudios, y no podía decir que no lo lamentara.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Biblioteca Mágica
21/08/17, 03:48 pm
Había usado aquellos días que le faltaba hasta el siguiente Samhein para ir acomodándose en la Sede, realizando el traslado de un torreón a otro con la promesa de pasar a menudo a visitar a sus compañeros, ya que casi todos ellos vivían en Serpentaria. La noche de Sanheim, la noche donde un montón de críos serían traídos ala ciudad llego y Samika no pudo mas que verse sumida en la nostalgia. Tras uno d ellos portales de la explanada se encontraba su antiguo hogar, tan cerca y tan lejos. Tras ese portal estaba su familia, una que ya no le reconocería nunca mas, tan o mas ciegos que ella.
Pese a su deseo de ir a verlos, visitarles y tal vez despedirse de un mundo al que solo vería una vez al año y que ya nunca mas sería el suyo, Samika acepto que ese año no podría ir a encontrarse con su familia. La nostalgia supero a la evaki aquella noche de brujas, provocando que en su nueva habitación de la sede, sus lagrimas no dejaran de salir. Los recuerdos de sus padres y sus hermanos estuvieron presentes todo el día, como un recordatorio.
La evaki no respiro tranquila hasta que el día de Samhein termino y el portal ala tierra se cerro. Un año, volvería a visitarles en un año aunque ellos no le recordaban.¿Cuanto cambiaría ella en un año?¿Seria aun la misma? ¿Recordaría aun sus sus borrosos rostros, su cercanía,...sus voces? Deseaba saber cuanto cambiaría, pero también temía olvidar aquello que había estado con ella durante toda su vida.
La siguiente semana la gasto en acostumbrarse a su nuevo trabajo, a los nuevos entrenamientos que le devolvieron la energía y el animo perdido. La tristeza paso a un segundo plano y con su mente mas clara volvieron a ella antiguos planes que tuvo meses atrás de enfrascarse en su entrenamiento para las pruebas y que ahora por fin, podía estar a su alcance. A finales de aquella semana, sin dilatar mas el tiempo y siendo algo que consideraba útil para su estancia en la ciudad, la evaki fue a darse encuentro con su esquivo compañero de cosecha.
Samika llegó un poco mas tarde a la biblioteca volando, un rápido barrido de sus ultrasonidos localizo a su compañero junto ala puerta y con la habilidad que llevaba haber estado ya practicando su vuelo desde hacia algún tiempo aterrizo sin dificultad, replegando las alas y viendo hacia el borrón que era el carabes. Lanor; ya no Hal, debería recordarlo, podría solucionar uno de sus problemas. O al menos eso esperaba.
-Siento la tardanza, estaba en el entrenamiento – añadió siendo evidente esto por sus ropajes. Sus manos estaban cubiertas de vendajes para proteger sus dedos, un top de un azul oscuro con tirantas que se sujetaba a una gargantilla lisa en su cuello, dejando toda la parte alta de la espalda descubierta, así como sus brazos, no dificultándole el movimiento de sus ala. Llevaba a su vez pantalones de entrenamiento negros y sus inseparables botas planas con los adhesivos rúnicos en las plantas. Vestirse podía ser una autentica odisea para ella cada mañana, por lo que pronto iba a tener que hablar con gente para ver si alguien sabía como demonios vestirse, sin tener que estar escogiendo su ropa con tanto cuidado y de paso, perdiendo tiempo.
Pese a su deseo de ir a verlos, visitarles y tal vez despedirse de un mundo al que solo vería una vez al año y que ya nunca mas sería el suyo, Samika acepto que ese año no podría ir a encontrarse con su familia. La nostalgia supero a la evaki aquella noche de brujas, provocando que en su nueva habitación de la sede, sus lagrimas no dejaran de salir. Los recuerdos de sus padres y sus hermanos estuvieron presentes todo el día, como un recordatorio.
La evaki no respiro tranquila hasta que el día de Samhein termino y el portal ala tierra se cerro. Un año, volvería a visitarles en un año aunque ellos no le recordaban.¿Cuanto cambiaría ella en un año?¿Seria aun la misma? ¿Recordaría aun sus sus borrosos rostros, su cercanía,...sus voces? Deseaba saber cuanto cambiaría, pero también temía olvidar aquello que había estado con ella durante toda su vida.
La siguiente semana la gasto en acostumbrarse a su nuevo trabajo, a los nuevos entrenamientos que le devolvieron la energía y el animo perdido. La tristeza paso a un segundo plano y con su mente mas clara volvieron a ella antiguos planes que tuvo meses atrás de enfrascarse en su entrenamiento para las pruebas y que ahora por fin, podía estar a su alcance. A finales de aquella semana, sin dilatar mas el tiempo y siendo algo que consideraba útil para su estancia en la ciudad, la evaki fue a darse encuentro con su esquivo compañero de cosecha.
Samika llegó un poco mas tarde a la biblioteca volando, un rápido barrido de sus ultrasonidos localizo a su compañero junto ala puerta y con la habilidad que llevaba haber estado ya practicando su vuelo desde hacia algún tiempo aterrizo sin dificultad, replegando las alas y viendo hacia el borrón que era el carabes. Lanor; ya no Hal, debería recordarlo, podría solucionar uno de sus problemas. O al menos eso esperaba.
-Siento la tardanza, estaba en el entrenamiento – añadió siendo evidente esto por sus ropajes. Sus manos estaban cubiertas de vendajes para proteger sus dedos, un top de un azul oscuro con tirantas que se sujetaba a una gargantilla lisa en su cuello, dejando toda la parte alta de la espalda descubierta, así como sus brazos, no dificultándole el movimiento de sus ala. Llevaba a su vez pantalones de entrenamiento negros y sus inseparables botas planas con los adhesivos rúnicos en las plantas. Vestirse podía ser una autentica odisea para ella cada mañana, por lo que pronto iba a tener que hablar con gente para ver si alguien sabía como demonios vestirse, sin tener que estar escogiendo su ropa con tanto cuidado y de paso, perdiendo tiempo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Biblioteca Mágica
21/08/17, 04:38 pm
No tardó mucho en ver a la evaki, traída por sus alas. Lanor la contmepló mientras descendía, maravillado tanto con las habilidades como con la estética de su amiga. Muchos en Carabás, estaba seguro, pagaría una cantidad casi ofensiva de dinero por modificar su aspecto para asemejarse a ella.
—No pasa nada. No ha sido una gran tardanza —su tono era sincero y amable. El demiurgo se daba ahora en cuenta de lo mucho que echaba de menos a sus amistades—. ¿Pasamos dentro? Hay unos libros que necesito.
—No pasa nada. No ha sido una gran tardanza —su tono era sincero y amable. El demiurgo se daba ahora en cuenta de lo mucho que echaba de menos a sus amistades—. ¿Pasamos dentro? Hay unos libros que necesito.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Biblioteca Mágica
21/08/17, 05:26 pm
-Claro, aunque siento no serte de ayuda en la búsqueda- bromeo la evaki sobre su ceguera, como siempre hacía, mientras entraba a la biblioteca finalmente. Ya adentro supo que estaba rodeada de estanterías y cientos de libros cuyo contenido eran un misterio para ella- El no poder leer es una cosas de las que lamento de estar aquí ¿sabes?- dijo deslizando su mano por una estantería, podía verlos tomos todos mezclados, sus colores pero nada mas que eso- En mi mundo si había una forma de que pudiera leer incluso con mi ceguera, como olvide el idioma y el rocavarancoles no es igual, ya no me sirve. Lo hecho un poco de menos-recordaba que en la cosecha, hacia no mucho, cuando sus compañeros aprendían magia ella les pedía que lo dijeran en voz alta para poder aprenderse el hechizo, incluso si ella no podía realizarla, siempre creyó que conocer los hechizos le daría una ventaja al saber que efectos tenían y su funcionamiento. Y aun lo creía.
Solo que ahora no podía estar molestando constantemente a sus amigos o cualquiera que se le cruzara para que le leyera algo, necesitaba otro método que le permitiera ser mas independiente en ese campo.
-¿Crees que habría alguna forma de...no se...volver a leer?-pregunto Samika, viendo hacia donde sabia estaba la figura del demiurgo- Sin tener que curarme los ojos, quiero decir- añadió pues no quería eso. No tenía problemas con su visión, sentía que le seria mas difícil acostumbrarse a ver de nuevo.
Solo que ahora no podía estar molestando constantemente a sus amigos o cualquiera que se le cruzara para que le leyera algo, necesitaba otro método que le permitiera ser mas independiente en ese campo.
-¿Crees que habría alguna forma de...no se...volver a leer?-pregunto Samika, viendo hacia donde sabia estaba la figura del demiurgo- Sin tener que curarme los ojos, quiero decir- añadió pues no quería eso. No tenía problemas con su visión, sentía que le seria mas difícil acostumbrarse a ver de nuevo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Biblioteca Mágica
22/08/17, 12:45 pm
Pasaron a la biblioteca mientras Samika hablaba de sus problemas. A Lanor siempre le había apenado profundamente aquella discapacidad de su amiga, no imaginaba lo difícil que debía ser vivir sin ver. Su transformación le había facilitado aquello, cierto, pero seguía teniendo limitaciones como la de leer. Al demiurgo no poder leer se le antojaba una de las peores cosas que podría pasarle.
«Al menos exceptuando las variadas y desagradables situaciones que puede provocar Rocavarancolia» pensó, con cierto disgusto.
—Hmm, quizás... pueda hacerte alguna criatura —su tono no era precisamente optimista: más bien se le podría definir con palabras como indeciso y titubeante. El joven sabía que entraba dentro de las capacidades otorgadas por la Luna Roja hacer algo así, pero seguía sin estar seguro del todo acerca de sus propias capacidades innatas—. Me llevará tiempo, pero... Oiga —Biblios había aparecido de repente ante él, y el demiurgo aprovechó para preguntarle acerca de lo que necesitabay, de paso, meter algo de distancia con sus palabras anteriores—. ¿Sabe dónde hay algún libro de arquitectura demiúrgica básica?
—Sección undécima, estantería pi, quinta fila, décima columna, cara estenordeste. Procurad evitar las diagonales octava y duodécima, varios entes mágicos malignamente traviesos se han escapado de un libro.
El espíritu dejó a demiurgo y evaki tan de repente como había aparecido. El joven de Serpentaria se volvió hacia la humana, todavía con un dedo que alzado para pedir al bibliotecario que fuera más lento.
—Has... ¿Has escuchado lo mismo que yo?
No eran los espíritus lo que le preocupaban, sino más bien que la ristra de instrucciones carecía por completo de sentido para él.
«Al menos exceptuando las variadas y desagradables situaciones que puede provocar Rocavarancolia» pensó, con cierto disgusto.
—Hmm, quizás... pueda hacerte alguna criatura —su tono no era precisamente optimista: más bien se le podría definir con palabras como indeciso y titubeante. El joven sabía que entraba dentro de las capacidades otorgadas por la Luna Roja hacer algo así, pero seguía sin estar seguro del todo acerca de sus propias capacidades innatas—. Me llevará tiempo, pero... Oiga —Biblios había aparecido de repente ante él, y el demiurgo aprovechó para preguntarle acerca de lo que necesitabay, de paso, meter algo de distancia con sus palabras anteriores—. ¿Sabe dónde hay algún libro de arquitectura demiúrgica básica?
—Sección undécima, estantería pi, quinta fila, décima columna, cara estenordeste. Procurad evitar las diagonales octava y duodécima, varios entes mágicos malignamente traviesos se han escapado de un libro.
El espíritu dejó a demiurgo y evaki tan de repente como había aparecido. El joven de Serpentaria se volvió hacia la humana, todavía con un dedo que alzado para pedir al bibliotecario que fuera más lento.
—Has... ¿Has escuchado lo mismo que yo?
No eran los espíritus lo que le preocupaban, sino más bien que la ristra de instrucciones carecía por completo de sentido para él.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Biblioteca Mágica
22/08/17, 04:02 pm
Los ojos de la evaki brillaron con ilusión y altas expectativas cuando Lanor menciono sobre la criatura. ¿Podría llegar a hacer eso? No conocía mucho de los tejemanejes de la transformación de Lanor ni del alcance de esta, recordaba claramente como en la luna le dio vida a su bufanda...algo que no tenía muy claro como consiguió hacerlo.
-¡Eso seria genial!...digo me vendría realmente muy bien, algo que me lea, que pueda llevar a cualquier parte como un pequeño peluche llavero o algo así- añadió Samika rápidamente con una sonrisa de oreja a oreja, emocionada, recordando esos pequeños llaveros de peluches de la tierra que se les pulsaba y cantaba una canciocita o algo así. ¿Podría hacer algo tan tecnológico? Aunque bueno no seria cantar sería leer. Para eso necesitaría una inteligencia algo mas avanzada. ¿Se le podía poner inteligencia a un objeto? ¿Y como le daba vida exactamente?
Samika no tuvo tiempo de hacer sus preguntas en voz altas pues escucho a Lanor dirigirse al fantasma y la repentina verborrea llegada de algún punto delante de ella hizo saltar la memoria de su cerebro por unos instantes. El rostro de Samika se transformo de la emoción al mas puro desconcierto. Se rascaba una mejilla confundida cuando las palabras de Lanor mostraron su mismo grado de confusión.
-Eh...creo...me he quedado en quinta fila, todo lo demás ha sido como una centella y me lo he perdido por completo.- aseguro la evaki con una sonrisa nerviosa- Tanta magia, tanta magia...pero no existe un bendito Accio cuando uno lo necesita. Aunque vamos, capaz con lo rebeldes que son estos libres ni viniera – negó la evaki, mirando hacia el borrón de Lanor y sintiendo un poco de curiosidad por el libro que deseaba buscar y por el cual había preguntado- Podemos empezar desde lo que si me entere...siento no poder serte de ayuda en la búsqueda, pero puedo hacerte compañía. -dijo la evaki sonriendole- ¿Quieres ser arquitecto? Trabajo de sobras vas a tener, hay mas casas en mal estado en esta ciudad que en condiciones- añadió pues que ya había estado en mas de una mientras volaba y sus ultrasonidos daban una muy buena imagen general del entorno-¿Cómo harías eso?, sino es problema preguntarte...si es arquitectura demiurgica supongo es algo de darle vida a objetos inanimados, ¿no? ¿Como haces eso? digo, lo de dar vida...nunca llegue a entenderlo. ¿Duele?- pregunto interesada, pues al fin de cuentas ella le había pedido de favor algo que le ayudara a leer, mínimo saber cuanto iba a costarle todo ese esfuerzo.
-¡Eso seria genial!...digo me vendría realmente muy bien, algo que me lea, que pueda llevar a cualquier parte como un pequeño peluche llavero o algo así- añadió Samika rápidamente con una sonrisa de oreja a oreja, emocionada, recordando esos pequeños llaveros de peluches de la tierra que se les pulsaba y cantaba una canciocita o algo así. ¿Podría hacer algo tan tecnológico? Aunque bueno no seria cantar sería leer. Para eso necesitaría una inteligencia algo mas avanzada. ¿Se le podía poner inteligencia a un objeto? ¿Y como le daba vida exactamente?
Samika no tuvo tiempo de hacer sus preguntas en voz altas pues escucho a Lanor dirigirse al fantasma y la repentina verborrea llegada de algún punto delante de ella hizo saltar la memoria de su cerebro por unos instantes. El rostro de Samika se transformo de la emoción al mas puro desconcierto. Se rascaba una mejilla confundida cuando las palabras de Lanor mostraron su mismo grado de confusión.
-Eh...creo...me he quedado en quinta fila, todo lo demás ha sido como una centella y me lo he perdido por completo.- aseguro la evaki con una sonrisa nerviosa- Tanta magia, tanta magia...pero no existe un bendito Accio cuando uno lo necesita. Aunque vamos, capaz con lo rebeldes que son estos libres ni viniera – negó la evaki, mirando hacia el borrón de Lanor y sintiendo un poco de curiosidad por el libro que deseaba buscar y por el cual había preguntado- Podemos empezar desde lo que si me entere...siento no poder serte de ayuda en la búsqueda, pero puedo hacerte compañía. -dijo la evaki sonriendole- ¿Quieres ser arquitecto? Trabajo de sobras vas a tener, hay mas casas en mal estado en esta ciudad que en condiciones- añadió pues que ya había estado en mas de una mientras volaba y sus ultrasonidos daban una muy buena imagen general del entorno-¿Cómo harías eso?, sino es problema preguntarte...si es arquitectura demiurgica supongo es algo de darle vida a objetos inanimados, ¿no? ¿Como haces eso? digo, lo de dar vida...nunca llegue a entenderlo. ¿Duele?- pregunto interesada, pues al fin de cuentas ella le había pedido de favor algo que le ayudara a leer, mínimo saber cuanto iba a costarle todo ese esfuerzo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Biblioteca Mágica
22/08/17, 05:11 pm
Al demiurgo le apabullaba tanto entusiasmo de Samika. Le quedaba tiempo para alcanzar el nivel en el que podría hacer una criatura así, y aquello le preocupaba. «No» intentó convencerse. Podría volverse un gran demiurgo, claro que podría.
—Sí... Estaría bien reconstruir algo de la ciudad —confirmó a su amiga, dando un cabeceo. Comenzó a andar hacia una zona más profunda de la biblioteca: por su tamaño su grupo nunca había estado en la parte más alejada de la puerta—. Quizás sea aquella zona la sección undécima... No sé.
»Arquitectura demiúrgica es darle vida a edificios —su aclaración estaba llena de orgullo, pensando en sus propios deseos de hacer algo así con su propia futura vivienda—. Dar vida... duele, sí —su confirmación vino acompañada de una caricia en su bufanda. Su expresión era distraída, perdida en los recuerdos de sus primeros días—. El proceso es imposible de explicar. Les dejo un pedazo de mi esencia vital, simplemente. Es... no sé, para mí es algo tan intuitivo y fácil como caminar, como mover los dedos.
—Sí... Estaría bien reconstruir algo de la ciudad —confirmó a su amiga, dando un cabeceo. Comenzó a andar hacia una zona más profunda de la biblioteca: por su tamaño su grupo nunca había estado en la parte más alejada de la puerta—. Quizás sea aquella zona la sección undécima... No sé.
»Arquitectura demiúrgica es darle vida a edificios —su aclaración estaba llena de orgullo, pensando en sus propios deseos de hacer algo así con su propia futura vivienda—. Dar vida... duele, sí —su confirmación vino acompañada de una caricia en su bufanda. Su expresión era distraída, perdida en los recuerdos de sus primeros días—. El proceso es imposible de explicar. Les dejo un pedazo de mi esencia vital, simplemente. Es... no sé, para mí es algo tan intuitivo y fácil como caminar, como mover los dedos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Biblioteca Mágica
02/09/17, 05:44 pm
Samika sonrió, pues aunque el demiurgo no resultaba tan efusivo como ella, realmente Lanor nunca había sido muy efusivo antes tampoco, se notaba por su voz que se sentía orgullosos por la labor que pensaba hacer.
-Vas a tener mucho donde escoger para hacer tu magia, incluso quien sabe, puede que en un futuro hasta nos ayudes con nuestras propias casa -rió la evaki que aunque no tenia problemas alguno viviendo en la sede desde hacia relativamente pocos tiempo, se conocía. Y tal vez no fuese en un día, una semana o en meses, pero en un futuro escogería vivir por su cuenta. La independencia era algo que siempre había buscado. Pero para eso quedaba aun mucho tiempo y no sabia que le deparaba el futuro y no pensaba ponerse a intentar averiguarlo. Lo que tuviese que pasara, que pasara, que ya se encargaría ella de lidiar con lo que fuera, como siempre había hecho.
La figura borrosa de Lanor se movía frente a ella, mientras recorrían la biblioteca hasta el supuesto lugar donde estaba el libro que el demiurgo buscaba, con toda su atención puesta en las respuesta a su pregunta. La evaki no pudo evitar arrugar la nariz al escucharle decir que dar vida le dolía y el ceño se acentuó aun mas cuando añadió que le daba una parte de si mismo a sus creaciones. Samika recordó su petición egoísta de hacerle un muñeco parlante.
-Lo siento, no lo sabia- dijo la evaki mordiéndose el labio inferior- Incluso si dices es intuitivo, me parece feo que yo te pida hacer algo por mi y tu tengas que dar una parte tuya...que supongo sera tiempo de vida, esencia, un trozo de tu alma o algo así ¿no? No se, me parece injusto que tu tengas que romperte...para que yo tenga lo que quiero- añadió la Samika dudosa, no es que quisiera desmerecer el trabajo de Lanor, ese era su don, su poder, como el suyo era el de eliminar magia. No es como sino pretendiera pagarle, pero dudaba que el dinero tuviese el mismo valor que alguna de las cosas que había mencionado.
-No se si te resultar insultante lo que digo pero, ¿seria posible trasmitir mi...lo que sea que tu trasmitas cuando das vida, a lo que creases para mi? - pregunto Samika, clavando su ojos amarillos en el demiurgo muy a pesar de no verlo con exactitud- Pienso que seria lo justo- añadió la evaki que aunque no sabía aun del todo como era el proceso y dudaba Lanor supiera explicarlo exactamente si decía que era algo medio intuitivo- Porque dudo que eso sea inagotable ¿cierto? Solo conozco a otro demiurgo aparte de ti, aunque claro eso lo averigüe hace poco cuando intentaba encontrarle para darle un buen puñetazo -añadió Samika sonriendo levemente como si nada al hablar de Doce.
-Vas a tener mucho donde escoger para hacer tu magia, incluso quien sabe, puede que en un futuro hasta nos ayudes con nuestras propias casa -rió la evaki que aunque no tenia problemas alguno viviendo en la sede desde hacia relativamente pocos tiempo, se conocía. Y tal vez no fuese en un día, una semana o en meses, pero en un futuro escogería vivir por su cuenta. La independencia era algo que siempre había buscado. Pero para eso quedaba aun mucho tiempo y no sabia que le deparaba el futuro y no pensaba ponerse a intentar averiguarlo. Lo que tuviese que pasara, que pasara, que ya se encargaría ella de lidiar con lo que fuera, como siempre había hecho.
La figura borrosa de Lanor se movía frente a ella, mientras recorrían la biblioteca hasta el supuesto lugar donde estaba el libro que el demiurgo buscaba, con toda su atención puesta en las respuesta a su pregunta. La evaki no pudo evitar arrugar la nariz al escucharle decir que dar vida le dolía y el ceño se acentuó aun mas cuando añadió que le daba una parte de si mismo a sus creaciones. Samika recordó su petición egoísta de hacerle un muñeco parlante.
-Lo siento, no lo sabia- dijo la evaki mordiéndose el labio inferior- Incluso si dices es intuitivo, me parece feo que yo te pida hacer algo por mi y tu tengas que dar una parte tuya...que supongo sera tiempo de vida, esencia, un trozo de tu alma o algo así ¿no? No se, me parece injusto que tu tengas que romperte...para que yo tenga lo que quiero- añadió la Samika dudosa, no es que quisiera desmerecer el trabajo de Lanor, ese era su don, su poder, como el suyo era el de eliminar magia. No es como sino pretendiera pagarle, pero dudaba que el dinero tuviese el mismo valor que alguna de las cosas que había mencionado.
-No se si te resultar insultante lo que digo pero, ¿seria posible trasmitir mi...lo que sea que tu trasmitas cuando das vida, a lo que creases para mi? - pregunto Samika, clavando su ojos amarillos en el demiurgo muy a pesar de no verlo con exactitud- Pienso que seria lo justo- añadió la evaki que aunque no sabía aun del todo como era el proceso y dudaba Lanor supiera explicarlo exactamente si decía que era algo medio intuitivo- Porque dudo que eso sea inagotable ¿cierto? Solo conozco a otro demiurgo aparte de ti, aunque claro eso lo averigüe hace poco cuando intentaba encontrarle para darle un buen puñetazo -añadió Samika sonriendo levemente como si nada al hablar de Doce.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
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