Biblioteca Mágica

Era un día normal en la Biblioteca Mágica. Hasta que una de las gruesas puertas que daban a ella se abrió y alguien entró corriendo, al heroico grito de:

-¡¡¡Gyaaaaaaaah, yaaaaaaaaaaa, aaaaaaaaaaagh, moridmoridmoriiiiiiiiiiiiiiid, uaaaa...!!!

El propietario de la voz se detuvo repentinamente al impacatar una estantería contra su cara. O al revés. No tardo más que unos segundos en incorporarse, lo cual le hizo pensar al bibliotecario si sería algún nuevo tipo de zombie. Desde luego no lo conocía.

Biblios miró con recelo al recién llegado, aunque este lo interpreto como un gesto de franca curiosidad, ya que en ese momento, el hombre del traje blanco flotaba boca abajo, con varios libros al rededor. Hacía cinco minutos, este había estado bailando al ritmo de la Sinfonía de la Marchándula* por el aire, rodeado de seis libros de magia aérea. Una vez que Drew se hubo asegurado de que no, no era él quien andaba por el techo, procedió a abrir la boca y hacer eso que tan bien saben los humanos en general.

-Ruego, me disculpe, oh, noble señor. Extraviado hallome, pido ansí pues una... eh... muestra de cortesía de vuesa merced. ¿Podríais indicarme dónde aquesta...?
-¿¿Perdón??
-Esto es una biblioteca, ¿no? Tenéis algo así como, bueno, ya sabe, si no es molestia...

Definitivamente, pensaba su interlocutor, que en esos momentos se arrepentía de no haber ido a dar un paseo, no estaba dispuesto a permitir que "aquello" se llevase uno de sus libros.

-¿...una guía turística? Lo cierto es que no sé donde estoy -finalizó. Le sonrió de oreja a oreja, esperando quizás que aliviase la tensión.
Biblios trató de recordar cuál era la reacción habitual de los terráqueos en situaciones como aquella. Después, se llevo lentamente la mano abierta a la cara.

-Te haré una copia de un mapa...


*En realidad, Biblios siempre se había preguntado por que la llamaban "Sinfonía de la Marchándula" cuando había sido un Miriápodo Abisal de mil patas quien la había compuesto y no una Marchándula. Una posterior investigación reveló que la letra tampoco guardaba relación con estas, sino que trataba sobre la correcta disolución y extracción de las vesículas gástricas de las Picajas Verdes (picciaca herborea).


P.D.: Me he releido casi toda la saga Mundodisco, ¿se nota mucho? XD

Aquella era la última esperanza de Sepalian. No quería tratar con aquel espíritu arruinacribas pero necesitaba la receta. Él trataba de convencerse de que no era por añoranza pero era imposible. Porque al fin y al cabo, ¿qué iba a querer hacer un brujo de las plantas con hielo que no se derrite?
O tal vez fuera alguna supersticiosa idea relacionada con el árbol de manzanas de Arfes que pretendía cultivar.
Fuera como fuese, tomó aire y abrió la puerta.

Llegamos a la puerta del edificio. Por las ventanas de al lado de la puerta se podian ver muchas estanterias repletas de algo similar a libros.

-Es... ¿Una Biblioteca? -dije acercandome a las puertas.

Llegamos al gran edificio y desde el interior parece una biblioteca.
-Ummm... Interesante... -Dije en voz alta.
-Estaría bien echar un buen vistazo a esto... Puede ser muy útil. -Le digo a Alec.

[las ventanas estan muuuuy sucias]

Alguien respondió a su pregunta desde loa lto de una estantería.

-Pues sí, casualmente lo es.

Ahí, sentado y con cara de aburrimiento, Biblios leía lo que parecía un comic salvo por el hecho de que solo se apreciaban unas curiosas runas en lugar de letras.

-La narrativa gráfica de Stocatolia deja mucho que desear -explicó-. ¿Buscáis algo en concreto?

Antes de entrar, escuché una voz. Miré de donde venia. Era el ser que nos visitó en la Sede de los Taumaturgos y nos dio el agua. No recordaba su nombre.
-Eh... Hola... Solo veníamos a investigar. ¿Aquí hay libros? ¿Qué tipo de libros? -dije a la vez que di un paso y miraba por encima los libros de la estantería mas cercana. Sin llegar a leer los títulos.

Observo y atiendo a las explicaciones del Bibliotecario... Es la persona que nos ofreció agua.
De repente tengo ganas de coger todos los libros... No se cual nos sería más útil.
Aquí podemos encontrar respuestas a muchas preguntas...
Me quedo observando y pensando.

Mientras explicaba, ignoré un poco. Simplemente presté atencion a lo último que dijo.
Me metí en una sección por el centro de la biblioteca y me paseé por el pasillo. Habia todo tipo de libros: grandes, pequeños, anchos, algunos que temblaban, otros que cambiaban de color...
Me llamó la atención un libro con una cubierta de un color azul oscuro, con algo de polvo por encima.Acerqué la mano con algo de miedo y saqué el libro.
La portada estaba adornada, con el título plateado y varios símbolos dorados. Debajo de lo que parecía el título había una especie de "I" que, supuse, indicaba que era el primer libro de varios.
Abrí el libro, habian varios dibujos, como explicando pasos para realizar algo, con sus explicaciones al lado y algunas anotaciones a mano.

Salí de la sección y me acerqué al "bibliotecario".
-¿Se pueden sacar libros de aquí? ¿Puedo sacar este? -dije levantandolo para que lo viera.

me planto delante de la biblioteca
<< se oyen voces dentro >>
- hey venga que no tenemos todo el día - les digo a los últimos de mi grupo, me doy la vuelta y aprieto fuerte la caja