Biblioteca Mágica
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Rocavarancolia Rol
49 participantes
- Rocavarancolia Rol
Biblioteca Mágica
02/08/11, 04:22 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de mármol gris de tamaño medio visto desde el exterior, pero que en realidad cuenta con una gran cantidad de espacio en el interior debido a un hechizo. Dos grandes portones de madera permiten el acceso al interior.
El suelo es de madera, y lo único que se ve nada más entrar son hileras e hileras de estanterías con algunas mesas y sillas repartidas por los pasillos. La cantidad de estanterías es incomensurable y todavía más los libros y manuscritos de todo tipo que contienen. Se puede acceder a un segundo piso desde escaleras a ambos lados repartidas en varios puntos de la gigantesca sala principal, donde se repite el mismo entramado de estanterías y mesas.
Entre los estantes de apariencia normal y corriente destacan algunos ejemplares peculiares como libros voladores o libros enjaulados que parecen tener vida propia que se encuentran repartidos de forma aleatoria por el edificio.
La Biblioteca cuenta con una gran cantidad de hechizos anclados sobre ella que la hacen un lugar bien protegido, tanto de ataques desde el exterior como desde el interior. Aunque no solo cuenta con hechizos de seguridad. Uno de los artificios mágicos más destacables son los hechizos ilusorios y barreras que impiden el paso a los cosechados más allá de los primeros pasillos. Los cosechados tienen la sensación de que avanzar por toda la biblioteca, pero en realidad solo pueden moverse por una sección muy limitada de esta. Casi todos los grimorios sobre hechizos y runas, así como ejemplares sobre alquimia y bestiarios de transformaciones han sido movidos a la nueva biblioteca especializada: la Torre Doce. Quedan algunos grimorios básicos a los que tienen acceso los cosechados y la mayoría se encuentran en idiomas incomprensibles, aunque algunos cuentan con notas de traducción y hay algunos diccionarios.
El bibliotecario es Biblios, un espíritu ligado al edificio que conoce bien todas las secciones de la biblioteca y buena parte de los contenidos de los libros de las mismas. Suele aparecer para ayudar a los cosechados brevemente, y a los transformados si le llaman... Aunque no siempre.
NOTA: A disposición de los transformados hay amuletos logománticos variados que se pueden tomar prestados para leer dentro de la biblioteca. Nunca se pueden sacar de esta, pero se pueden traer materiales del exterior para leer aquí usándolos.
El suelo es de madera, y lo único que se ve nada más entrar son hileras e hileras de estanterías con algunas mesas y sillas repartidas por los pasillos. La cantidad de estanterías es incomensurable y todavía más los libros y manuscritos de todo tipo que contienen. Se puede acceder a un segundo piso desde escaleras a ambos lados repartidas en varios puntos de la gigantesca sala principal, donde se repite el mismo entramado de estanterías y mesas.
Entre los estantes de apariencia normal y corriente destacan algunos ejemplares peculiares como libros voladores o libros enjaulados que parecen tener vida propia que se encuentran repartidos de forma aleatoria por el edificio.
La Biblioteca cuenta con una gran cantidad de hechizos anclados sobre ella que la hacen un lugar bien protegido, tanto de ataques desde el exterior como desde el interior. Aunque no solo cuenta con hechizos de seguridad. Uno de los artificios mágicos más destacables son los hechizos ilusorios y barreras que impiden el paso a los cosechados más allá de los primeros pasillos. Los cosechados tienen la sensación de que avanzar por toda la biblioteca, pero en realidad solo pueden moverse por una sección muy limitada de esta. Casi todos los grimorios sobre hechizos y runas, así como ejemplares sobre alquimia y bestiarios de transformaciones han sido movidos a la nueva biblioteca especializada: la Torre Doce. Quedan algunos grimorios básicos a los que tienen acceso los cosechados y la mayoría se encuentran en idiomas incomprensibles, aunque algunos cuentan con notas de traducción y hay algunos diccionarios.
El bibliotecario es Biblios, un espíritu ligado al edificio que conoce bien todas las secciones de la biblioteca y buena parte de los contenidos de los libros de las mismas. Suele aparecer para ayudar a los cosechados brevemente, y a los transformados si le llaman... Aunque no siempre.
- Cómo se creó la Biblioteca Mágica:
- El proyecto inicial de construcción de la Biblioteca Mágica fue llevado a cabo por el Consejo tras la finalización del conflicto del regreso de Hárex y Hurza. Se recopilaron una enorme cantidad de libros y manuscritos a lo largo de los años con la colaboración de una buena parte de los ciudadanos y decenas de magos ayudaron en la elaboración del entramado de hechizos anclados que contiene el edificio. Uno de estos magos, Littero Ara, que se involucró tanto en el proceso como para perder la vida tras invocar a Bilbios y anclarlo a la biblioteca, culminó el proyecto con lo que es hoy en día. El catálogo de la Biblioteca siguió y sigue aumentando año tras año.
NOTA: A disposición de los transformados hay amuletos logománticos variados que se pueden tomar prestados para leer dentro de la biblioteca. Nunca se pueden sacar de esta, pero se pueden traer materiales del exterior para leer aquí usándolos.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Biblioteca Mágica
03/05/20, 11:08 pm
Cuando Biblios apareció de forma fantasmal, Adam se quedó blanco y estático. Hasta su dedo señalaba al mismo círculo rojo en su pétreo estado de impresión. Aunque cuando comenzó a hablar sin hostilidad, Adam estaba ya harto de encontrarse con seres extravagantes, deseaba estar tranquilo por muy de ayuda que fuese ese bibliotecario translúcido. Soltó el libro y levantó su escudo cuando Biblios lo miró fijamente sin parpadear un ápice, dando gala de un tono horriblemente sarcástico.
Apreciaba a Chromsa por su bondad, pero que se presentase de forma tan respetuosa y cálida a ese ser le pareció algo imprudente de parte del ochrorio. Con muchas miradas de alerta intentó avisarlo de que no se fiase de quien tenían enfrente. Sudó a mares cuando Alec se unió y pidió el favor que les ofrecía Bibilos <<¡¡No hagais caso de lo que diga, no os fieis!!>>.
Temía que lo mismo se repitiera: con Ataulfo terminó herido Chromsa y paralizado Kolja, con el lagarto asesino se la jugaron mucho y esa sombra… les ofreció un espectáculo sangriento. Aun con la oportunidad de sacar información de Bibilos poco o nada se fiaba.
Ya se rindió cuando los demás, incluido su maestro de armas, se unieron en confiar un poco en Biblios, mirándolos con incredulidad.
Se giró hacia Biblios con cara de pocos amigos.
—Si no le importa quiero preguntar. ¿Qué diablos es la Luna roja? —preguntó en una guardia permanente, poco se fiaba del biblotecario —. ¿Y si hay libros sobre ellos podemos tomarlos prestados o algo? —se unió ya que estaba a las propuestas de llevarse material útil de la biblioteca.
Apreciaba a Chromsa por su bondad, pero que se presentase de forma tan respetuosa y cálida a ese ser le pareció algo imprudente de parte del ochrorio. Con muchas miradas de alerta intentó avisarlo de que no se fiase de quien tenían enfrente. Sudó a mares cuando Alec se unió y pidió el favor que les ofrecía Bibilos <<¡¡No hagais caso de lo que diga, no os fieis!!>>.
Temía que lo mismo se repitiera: con Ataulfo terminó herido Chromsa y paralizado Kolja, con el lagarto asesino se la jugaron mucho y esa sombra… les ofreció un espectáculo sangriento. Aun con la oportunidad de sacar información de Bibilos poco o nada se fiaba.
Ya se rindió cuando los demás, incluido su maestro de armas, se unieron en confiar un poco en Biblios, mirándolos con incredulidad.
Se giró hacia Biblios con cara de pocos amigos.
—Si no le importa quiero preguntar. ¿Qué diablos es la Luna roja? —preguntó en una guardia permanente, poco se fiaba del biblotecario —. ¿Y si hay libros sobre ellos podemos tomarlos prestados o algo? —se unió ya que estaba a las propuestas de llevarse material útil de la biblioteca.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Biblioteca Mágica
04/05/20, 12:23 pm
Biblios suspira efusivamente. Termina de emerger de la estantería y flota frente a ellos, a la vez que recupera su opacidad.
—Qué remedio…—responde al ochrorio. Luego se gira a Alec—. Si fuese un fantasma no estaría aquí ahora mismo —se queja, visiblemente indignado—. En fin, volviendo a los libros, seguidme por favor.
El bibliotecario les hace un gesto con las manos y luego los guía por los pasillos sin seguir ningún rumbo aparente. A veces parece que se olvida de avanzar por los caminos transitables y atraviesa alguna estantería, obligándoles a acelerar el ritmo y correr para encontrarle. Mientras tanto, responde a las dudas de Amira y Lethe.
—Por supuesto que prestamos libros, creía que eso estaba claro. En vuestro caso tenéis de límite uno por persona por tiempo indefinido. Si os lo acabáis podéis volver y cambiarlo por otro, aunque no siento que ninguno de vosotros seáis lectores muy ávidos… —se encoge de hombros—. ¡En fin! Como iba diciendo, uno por persona. El prestatario, además, osea vosotros cuando os los llevéis, se compromete de buena voluntad a traerlos de vuelta… ¡Un segundo! Torced por aquí y aseguraos de no pisar las juntas de esa baldosa —se las señala. No tiene nada de especial, aparentemente—, que está un poco suelta y el peso de alguno de vosotros podría partirla… ¿Por dónde iba? —Guarda silencio durante unos segundos—. Ah sí, el compromiso de devolución no caduca ni aún si muriérais; es más, ni aun si muriera vuestro fantasma. Huelga decir que quiero los libros de vuelta en perfecto estado. Aunque dudo que ninguno de vosotros sea capaz de dañarlos, en caso de ser así os las veríais seriamente conmigo —se rie.
El camino llega a su fin. Los para frente a una estantería.
—A ver, ¿qué me habíais pedido? —es una pregunta retórica, el espíritu vinculado a la biblioteca se mesa la barbilla y revisa uno por uno los tomos de las estanterías. Comienza a sacar libros y se los ofrece todos a Kolja—. Aquí tienes el Bestiario de las criaturas muertas de Lopicua, de Dama Bartolomea; la Guía de las tundras y desiertos de Nueva Bazoa, escrito por el gran Picoplano; Cruces de perros y perros en cruces, del genemago Atis Valerna y un índice de plantas asesinas de jardín, por dama Injerto. Es posible que en alguno de esos salgáis vosotros —suelta una risilla.
Le tiende otros cinco libros más antes de pasar al siguiente encargo.
—¿Que más? ¡Ah, sí! ¡Diccionarios! —mira a Alec con picardía, como si hubiese recordado de repente algo que dijo el humano y le hubiese hecho gracia—. Todos los libros de esta biblioteca son entendibles, claro, aunque no para vosotros. Mientras tanto, esta balda contiene todos los diccionarios a vuestra disposición. Os recomiendo que evitéis los que vibran cuando acaricias su lomo y los que gritan; esos son los peores, créeme.
>>Ahora, libros sobre magia… Aquí tenemos un problema. De nuevo, todos los libros que tenemos son sobre magia de una manera u otra, pero intuyo que los Estudios Alquímicos de
Aguaclara o Las guías de la arquitecta dama Viga para construír lagunas flotantes os vienen un poco grandes… Dejadme pensar un momento —rebusca en uno de sus bolsillos y saca un libro pequeño de lomo negro y sin nada escrito—. Creo que esto os puede venir bien, sale a pasear casi todos los años; ha visto de todo. Que vuestro amigo Alec os busque el diccionario que va a juego.
>>Y finalmente, ¡cómo no! La luna roja. Veréis, la Luna Roja es un astro que se caracteriza por ser rojo —habla como si hubiese perdido todas las ganas de vivir—. Todos los años me preguntan lo mismo, ni que se llamara Marta o Jébëre’há. Luna Roja. Luna. Roja. ¡Por los hijos del Tártaro! ¿Dónde está la confusión? —niega con la cabeza antes de continuar con su cháchara—. Saldrá un día de estos, más tarde que pronto, y la veréis todos los que tengáis que verla. En el cielo, ¿eh? —Desaparece y vuelve a aparecer tras ellos, junto a otra estantería. Esta vez le tenderá los libros a Ádam—. Aquí tienes el Libro ilustrado del Historiador Incordio, los Breves cuentos largos de Magdalena, Los recuerdos inconexos de Sueñoverde, La tesis de dama Aguda sobre el concepto de patria y… —coloca esos y otros tantos tomos más uno encima del otro, sobre las manos del ruso.
Entre todos los libros que ha repartido hay mucha morralla, pero también les ha colado otros de utilidad: un libro con mapas antiguos de Rocavarancolia, otro sobre la creación de la ciudad (el único escrito en el idioma de la fuente), un compendio de hechizos básicos para espantar bestias menores, otro grimorio de hechicería de andar por casa, un bestiario ilustrado donde se observan varias criaturas extraordinarias bendecidas por la Luna Roja, un libro de fotografía con imágenes sobrecogedoras tomadas durante diversas conquistas y un par de novelas que cree que les podrían gustar, si descubren cómo leerlas.
Los mira a todos uno por uno sin pestañear.
—¿Alguna duda?
—Qué remedio…—responde al ochrorio. Luego se gira a Alec—. Si fuese un fantasma no estaría aquí ahora mismo —se queja, visiblemente indignado—. En fin, volviendo a los libros, seguidme por favor.
El bibliotecario les hace un gesto con las manos y luego los guía por los pasillos sin seguir ningún rumbo aparente. A veces parece que se olvida de avanzar por los caminos transitables y atraviesa alguna estantería, obligándoles a acelerar el ritmo y correr para encontrarle. Mientras tanto, responde a las dudas de Amira y Lethe.
—Por supuesto que prestamos libros, creía que eso estaba claro. En vuestro caso tenéis de límite uno por persona por tiempo indefinido. Si os lo acabáis podéis volver y cambiarlo por otro, aunque no siento que ninguno de vosotros seáis lectores muy ávidos… —se encoge de hombros—. ¡En fin! Como iba diciendo, uno por persona. El prestatario, además, osea vosotros cuando os los llevéis, se compromete de buena voluntad a traerlos de vuelta… ¡Un segundo! Torced por aquí y aseguraos de no pisar las juntas de esa baldosa —se las señala. No tiene nada de especial, aparentemente—, que está un poco suelta y el peso de alguno de vosotros podría partirla… ¿Por dónde iba? —Guarda silencio durante unos segundos—. Ah sí, el compromiso de devolución no caduca ni aún si muriérais; es más, ni aun si muriera vuestro fantasma. Huelga decir que quiero los libros de vuelta en perfecto estado. Aunque dudo que ninguno de vosotros sea capaz de dañarlos, en caso de ser así os las veríais seriamente conmigo —se rie.
El camino llega a su fin. Los para frente a una estantería.
—A ver, ¿qué me habíais pedido? —es una pregunta retórica, el espíritu vinculado a la biblioteca se mesa la barbilla y revisa uno por uno los tomos de las estanterías. Comienza a sacar libros y se los ofrece todos a Kolja—. Aquí tienes el Bestiario de las criaturas muertas de Lopicua, de Dama Bartolomea; la Guía de las tundras y desiertos de Nueva Bazoa, escrito por el gran Picoplano; Cruces de perros y perros en cruces, del genemago Atis Valerna y un índice de plantas asesinas de jardín, por dama Injerto. Es posible que en alguno de esos salgáis vosotros —suelta una risilla.
Le tiende otros cinco libros más antes de pasar al siguiente encargo.
—¿Que más? ¡Ah, sí! ¡Diccionarios! —mira a Alec con picardía, como si hubiese recordado de repente algo que dijo el humano y le hubiese hecho gracia—. Todos los libros de esta biblioteca son entendibles, claro, aunque no para vosotros. Mientras tanto, esta balda contiene todos los diccionarios a vuestra disposición. Os recomiendo que evitéis los que vibran cuando acaricias su lomo y los que gritan; esos son los peores, créeme.
>>Ahora, libros sobre magia… Aquí tenemos un problema. De nuevo, todos los libros que tenemos son sobre magia de una manera u otra, pero intuyo que los Estudios Alquímicos de
Aguaclara o Las guías de la arquitecta dama Viga para construír lagunas flotantes os vienen un poco grandes… Dejadme pensar un momento —rebusca en uno de sus bolsillos y saca un libro pequeño de lomo negro y sin nada escrito—. Creo que esto os puede venir bien, sale a pasear casi todos los años; ha visto de todo. Que vuestro amigo Alec os busque el diccionario que va a juego.
>>Y finalmente, ¡cómo no! La luna roja. Veréis, la Luna Roja es un astro que se caracteriza por ser rojo —habla como si hubiese perdido todas las ganas de vivir—. Todos los años me preguntan lo mismo, ni que se llamara Marta o Jébëre’há. Luna Roja. Luna. Roja. ¡Por los hijos del Tártaro! ¿Dónde está la confusión? —niega con la cabeza antes de continuar con su cháchara—. Saldrá un día de estos, más tarde que pronto, y la veréis todos los que tengáis que verla. En el cielo, ¿eh? —Desaparece y vuelve a aparecer tras ellos, junto a otra estantería. Esta vez le tenderá los libros a Ádam—. Aquí tienes el Libro ilustrado del Historiador Incordio, los Breves cuentos largos de Magdalena, Los recuerdos inconexos de Sueñoverde, La tesis de dama Aguda sobre el concepto de patria y… —coloca esos y otros tantos tomos más uno encima del otro, sobre las manos del ruso.
Entre todos los libros que ha repartido hay mucha morralla, pero también les ha colado otros de utilidad: un libro con mapas antiguos de Rocavarancolia, otro sobre la creación de la ciudad (el único escrito en el idioma de la fuente), un compendio de hechizos básicos para espantar bestias menores, otro grimorio de hechicería de andar por casa, un bestiario ilustrado donde se observan varias criaturas extraordinarias bendecidas por la Luna Roja, un libro de fotografía con imágenes sobrecogedoras tomadas durante diversas conquistas y un par de novelas que cree que les podrían gustar, si descubren cómo leerlas.
Los mira a todos uno por uno sin pestañear.
—¿Alguna duda?
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Biblioteca Mágica
05/05/20, 12:19 am
El resto lanzó también más preguntas al bibliotecario, desde saber si había libros de un tema concreto hasta cuales eran las reglas de funcionamiento del lugar y los préstamos. Biblios se limitó a decirles que le siguieran, cosa que el ochrorio no tardó en hacer.
El ochrorio pensó que sería un tranquilo paseo entre los pasillos de la biblioteca, pero la realidad fue bastante diferente. Al bibliotecario, como cabía esperar, le resultaba bastante sencillo pasar al siguiente pasillo con lo solo traspasar las estanterías. El ochrorio se vio aumentando la velocidad para poder alcanzarlo en algunos momentos, mientras él iba explicando las reglas de los préstamos como si nada. Además, estuvo a punto de pisar las juntas por ello, aunque por suerte las esquivó justo a tiempo. Las normas le parecían bastante coherentes, aunque lo desconcertó el hecho de que debían devolverse los libros "aun si muriera su fantasma". Se debía primero a que no tenía claro qué era un fantasma y segundo a que, por lo que había entendido, debía de ser algo ocurrido una vez hubiera muerto. Aquello era cuanto menos imposible, pues si había hilado bien esas palabras, tendría que devolver el libro aun si moría la Acromía. -(Me tengo que estar equivocando, tiene que ser otra cosa)- pensó para dejar de darle vueltas.
Llegaron hasta una de las tantas estanterías. Biblios empezó entonces a pasarles una enorme cantidad de libros con títulos más y más extravagantes. Chromsa estaba haciendo un gran esfuerzo por retener toda la información que les estaba dando, pero había mucho que no entendía. Le extrañaba que pudieran aparecer en alguno de esos libros a no ser que alguien les hubiera estado vigilando desde que hubieran nacido o algo así (lo cual le daba escalofríos con solo planteárselo), aunque habiendo visto las criaturas que había en aquella ciudad podía llegar a creerse que algunos libros tuvieran vida. También estaba su explicación sobre la Luna Roja, que el ochrorio notó que estaba harto de decir aquello. Conociendo ahora un poco mejor a Biblios, no sabía si todo lo que estaba diciendo iba en un tono de broma o si se había pasado más tiempo del que debía trabajando en aquel edificio.
Chromsa no iba a negar que, en realidad, tenía demasiadas dudas sobre todo lo que había estado diciendo, pero respondió sin estar del todo seguro: -Por mi parte creo que no... Muchas gracias por todo.- No es que le molestase que estuviera allí, pero el hecho de que les hubieran dado un grimorio había conseguido llevar el interés del ochrorio a querer ojearlo cuanto antes para poder encontrar su correspondiente diccionario junto a Alec.
El ochrorio pensó que sería un tranquilo paseo entre los pasillos de la biblioteca, pero la realidad fue bastante diferente. Al bibliotecario, como cabía esperar, le resultaba bastante sencillo pasar al siguiente pasillo con lo solo traspasar las estanterías. El ochrorio se vio aumentando la velocidad para poder alcanzarlo en algunos momentos, mientras él iba explicando las reglas de los préstamos como si nada. Además, estuvo a punto de pisar las juntas por ello, aunque por suerte las esquivó justo a tiempo. Las normas le parecían bastante coherentes, aunque lo desconcertó el hecho de que debían devolverse los libros "aun si muriera su fantasma". Se debía primero a que no tenía claro qué era un fantasma y segundo a que, por lo que había entendido, debía de ser algo ocurrido una vez hubiera muerto. Aquello era cuanto menos imposible, pues si había hilado bien esas palabras, tendría que devolver el libro aun si moría la Acromía. -(Me tengo que estar equivocando, tiene que ser otra cosa)- pensó para dejar de darle vueltas.
Llegaron hasta una de las tantas estanterías. Biblios empezó entonces a pasarles una enorme cantidad de libros con títulos más y más extravagantes. Chromsa estaba haciendo un gran esfuerzo por retener toda la información que les estaba dando, pero había mucho que no entendía. Le extrañaba que pudieran aparecer en alguno de esos libros a no ser que alguien les hubiera estado vigilando desde que hubieran nacido o algo así (lo cual le daba escalofríos con solo planteárselo), aunque habiendo visto las criaturas que había en aquella ciudad podía llegar a creerse que algunos libros tuvieran vida. También estaba su explicación sobre la Luna Roja, que el ochrorio notó que estaba harto de decir aquello. Conociendo ahora un poco mejor a Biblios, no sabía si todo lo que estaba diciendo iba en un tono de broma o si se había pasado más tiempo del que debía trabajando en aquel edificio.
Chromsa no iba a negar que, en realidad, tenía demasiadas dudas sobre todo lo que había estado diciendo, pero respondió sin estar del todo seguro: -Por mi parte creo que no... Muchas gracias por todo.- No es que le molestase que estuviera allí, pero el hecho de que les hubieran dado un grimorio había conseguido llevar el interés del ochrorio a querer ojearlo cuanto antes para poder encontrar su correspondiente diccionario junto a Alec.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Biblioteca Mágica
06/05/20, 09:50 pm
Alec siguió al bibliotecario por el lugar. Al parecer no era un fantasma pero el escocés dudaba realmente aquello: atravesaba paredes, levitaba y a ratos era translúcido. Si camina como un pato...
Tuvo cuidado de no pisar la baldosa que indicaba el espectro pero cuando oyó la razón le dieron ganas de patearla con saña. Ellos sobrevivían en la ciudad a duras penas y el fantasma no quería que le rompieran una baldosa de mierda.
Muchos de los nombres de los libros a Alec no le decían nada, y si aquello eran los nombre de los escritores claramente tenían peor gusto que su madrea la hora de elegir nombres, que ya era decir.
-¿Cómo coño sabes mi nombre? - preguntó sin poder contenerse. No conocía a aquel tipo de absolutamente nada y estaba bastante seguro de que ninguno de sus compañeros lo habían mencionado desde que habían entrado en la biblioteca.- Diccionarios para libros de magia, tócate los huevos. Con lo fácil que lo hacen en Harry Potter - masculló por lo bajo y que, dado el silencio de la biblioteca, podrían escuchar todos con claridad.- Cuando acabes con el tour miro lo del diccionario de marras.
>>Claro, el nombre no da ninguna pista de que es una luna de color rojo - respondió al sarcasmo con sarcasmo.- Lo que nos interesa es cuándo sale y por qué es tan especial como para ser la fecha límite. ¿Qué pasa que cuando sale hay una fiesta o qué? O ya puestos por qué no hay ni una sola estrella en el cielo, que de noche esto se pone más oscuro que los cojones de un burro.
-Pues oye ya que estás - comentó cuando el bibliotecario preguntó por dudas,- no tendrás algo de cuentos para niños ¿no? Estoy seguro de que Luci se puede entretener con ello. Y que no necesite un diccionario para leerse, gracias - acompañó la petición con una sonrisa tensa.
Tuvo cuidado de no pisar la baldosa que indicaba el espectro pero cuando oyó la razón le dieron ganas de patearla con saña. Ellos sobrevivían en la ciudad a duras penas y el fantasma no quería que le rompieran una baldosa de mierda.
Muchos de los nombres de los libros a Alec no le decían nada, y si aquello eran los nombre de los escritores claramente tenían peor gusto que su madrea la hora de elegir nombres, que ya era decir.
-¿Cómo coño sabes mi nombre? - preguntó sin poder contenerse. No conocía a aquel tipo de absolutamente nada y estaba bastante seguro de que ninguno de sus compañeros lo habían mencionado desde que habían entrado en la biblioteca.- Diccionarios para libros de magia, tócate los huevos. Con lo fácil que lo hacen en Harry Potter - masculló por lo bajo y que, dado el silencio de la biblioteca, podrían escuchar todos con claridad.- Cuando acabes con el tour miro lo del diccionario de marras.
>>Claro, el nombre no da ninguna pista de que es una luna de color rojo - respondió al sarcasmo con sarcasmo.- Lo que nos interesa es cuándo sale y por qué es tan especial como para ser la fecha límite. ¿Qué pasa que cuando sale hay una fiesta o qué? O ya puestos por qué no hay ni una sola estrella en el cielo, que de noche esto se pone más oscuro que los cojones de un burro.
-Pues oye ya que estás - comentó cuando el bibliotecario preguntó por dudas,- no tendrás algo de cuentos para niños ¿no? Estoy seguro de que Luci se puede entretener con ello. Y que no necesite un diccionario para leerse, gracias - acompañó la petición con una sonrisa tensa.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Re: Biblioteca Mágica
06/05/20, 10:50 pm
Cuando el fantasma empieza a alejarse Kolja se pone a seguirle. Mientras el bibliotecario empieza a explicar las normas de la biblioteca se va alejando, atravesando estanterias como si no existiesen y obligando al grupo a acelerar el paso. Y como si no fuese poco, la biblioteca se vuelve una pista de obstáculos, forzándoles a esquivar baldosas apenas un segundo después de ser avisado, ya que prácticamente tenía un pie encima.
Cuando finalmente se para, empieza a poner libros enormes en las manos del vikingo. Va enumerandolos uno a uno, cada uno más grande que el anterior, hasta que tras ponerle nueve de ellos se gira y empieza con otro tema. Kolja, con su metro noventa y siete, apenas puede ver por encima de los libros que tiene en sus manos y algo angustiado se gira para ver quien hay a su alrededor que pueda librarle del peso de por lo menos dos de ellos.
Después de verse aligerado de un par de tomos, se gira otra vez hacía el fantasma.
-Si, ¿Donde están las salas de lectura? y ¿A que hora cierra la biblioteca?
Cuando finalmente se para, empieza a poner libros enormes en las manos del vikingo. Va enumerandolos uno a uno, cada uno más grande que el anterior, hasta que tras ponerle nueve de ellos se gira y empieza con otro tema. Kolja, con su metro noventa y siete, apenas puede ver por encima de los libros que tiene en sus manos y algo angustiado se gira para ver quien hay a su alrededor que pueda librarle del peso de por lo menos dos de ellos.
Después de verse aligerado de un par de tomos, se gira otra vez hacía el fantasma.
-Si, ¿Donde están las salas de lectura? y ¿A que hora cierra la biblioteca?
Re: Biblioteca Mágica
07/05/20, 12:44 am
El autoproclamado bibliotecario los hizo seguirle por los pasillos de la biblioteca, a menudo desapareciendo de la vista o atravesando estanterías y flotando a zonas inalcanzables que obligaban al grupo a buscar otro camino para alcanzarlo. Alyssa no tenía claro si lo estaba haciendo a propósito o por accidente, pero en cualquiera de los dos casos la obvia falta de “hospitalidad” que estaba dando alquien que, según él mismo, estaba allí para ayudarles resultaba exasperante. Pero claro, se suponía que había que ignorarlo y simplemente dar las gracias de que no nos quiera matar como el resto de esta maldita ciudad ¿no?
Ya llevaba bastantes días en aquella ciudad. Cuando llegaron sus circunstancias personales y la situación horrible en la que se había metido habían destrozado a la griega. Una mezcla entre remordimientos por firmar aquel contrato, haber cambiado lo que en su día había juzgado como una vida de mierda por algo que la hacía parecer una jodida utopía, y el terror de tener que estar jugándose la vida contra horrores que claramente la superaban. Pero sobre todo lo que le había golpeado más duro había sido su impotencia, el saber que no podía hacer nada útil ni para sí misma ni para el grupo y no ser capaz de pedir ayuda por miedo a lo que los otros pudieran pensar. El pensar que sus padres tenían razón...
Ahora sin embargo había pasado tanto tiempo sin que sentirse así le sirviera de nada que parecía que su mente se había cansado de sentirse mal y en su lugar sus emociones se estaban sustituyendo lentamente por ira.
¿Y lo peor? No tener forma de soltarla por ningún lado. La triste realidad, no solo para ella sino para todos los del grupo, era que no estaban en condiciones de hacer otra cosa que agachar la cabeza y ceder ante la situación en la que vivían.
Se había distraído con su propio enfado, y cuando volvió a la realidad se encontró con que ya habían llegado a donde quiera que fuera su destino y el bibliotecario, que ahora afirmaba no ser un fantasma, había empezado a enterrar a Adam y a Kolja en dos montañas de libros, una para cada uno. También volvió a prestar atención a tiempo para no poder evitar poner los ojos en blanco, algo que sospechaba se iba a convertir en una costumbre, cuando Chromsa le dio las gracias a Biblios tan tranquilamente. El Ochrorio simplemente era demasiado buena persona para su propio bien.
Sin embargo lo que dijo Alec después hizo que volviera a ponerse en alerta. No se había dado cuenta de lo del nombre cuando el espíritu lo había mencionado. ¿Deberían preocuparse? Como mínimo no esperaba hostilidades.
Decidió que lo mejor era empezar a hacer cosas para acabar cuanto antes e irse y dado que ella no tenía ni idea ni idea de por dónde empezar con todo aquello su decisión fue ir a ayudar con los libros a uno de los que estaban siendo sepultados por ellos. Puesto que tenía que elegir entre ayudar a Kolja o Adam, bueno… el ruso ganó por goleada. Que hubiera hecho las paces con el otro no significaba que no siguiera incómoda.
Se acercó al humano y le llamó dándole un toque en el hombro.
–¿Te echo una mano?
De forma prácticamente instantánea se sintió mejor con la decisión que había tomado.
Ya llevaba bastantes días en aquella ciudad. Cuando llegaron sus circunstancias personales y la situación horrible en la que se había metido habían destrozado a la griega. Una mezcla entre remordimientos por firmar aquel contrato, haber cambiado lo que en su día había juzgado como una vida de mierda por algo que la hacía parecer una jodida utopía, y el terror de tener que estar jugándose la vida contra horrores que claramente la superaban. Pero sobre todo lo que le había golpeado más duro había sido su impotencia, el saber que no podía hacer nada útil ni para sí misma ni para el grupo y no ser capaz de pedir ayuda por miedo a lo que los otros pudieran pensar. El pensar que sus padres tenían razón...
Ahora sin embargo había pasado tanto tiempo sin que sentirse así le sirviera de nada que parecía que su mente se había cansado de sentirse mal y en su lugar sus emociones se estaban sustituyendo lentamente por ira.
¿Y lo peor? No tener forma de soltarla por ningún lado. La triste realidad, no solo para ella sino para todos los del grupo, era que no estaban en condiciones de hacer otra cosa que agachar la cabeza y ceder ante la situación en la que vivían.
Se había distraído con su propio enfado, y cuando volvió a la realidad se encontró con que ya habían llegado a donde quiera que fuera su destino y el bibliotecario, que ahora afirmaba no ser un fantasma, había empezado a enterrar a Adam y a Kolja en dos montañas de libros, una para cada uno. También volvió a prestar atención a tiempo para no poder evitar poner los ojos en blanco, algo que sospechaba se iba a convertir en una costumbre, cuando Chromsa le dio las gracias a Biblios tan tranquilamente. El Ochrorio simplemente era demasiado buena persona para su propio bien.
Sin embargo lo que dijo Alec después hizo que volviera a ponerse en alerta. No se había dado cuenta de lo del nombre cuando el espíritu lo había mencionado. ¿Deberían preocuparse? Como mínimo no esperaba hostilidades.
Decidió que lo mejor era empezar a hacer cosas para acabar cuanto antes e irse y dado que ella no tenía ni idea ni idea de por dónde empezar con todo aquello su decisión fue ir a ayudar con los libros a uno de los que estaban siendo sepultados por ellos. Puesto que tenía que elegir entre ayudar a Kolja o Adam, bueno… el ruso ganó por goleada. Que hubiera hecho las paces con el otro no significaba que no siguiera incómoda.
Se acercó al humano y le llamó dándole un toque en el hombro.
–¿Te echo una mano?
De forma prácticamente instantánea se sintió mejor con la decisión que había tomado.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Biblioteca Mágica
07/05/20, 06:52 pm
Siguió al desenfrenado bibliotecario tratando de mantener la atención en dos cosas: su camino sin sentido para los que no podían atravesar muebles y sus respuestas. Rodó los ojos cuando los prejuzgó calificándolos como “lectores no ávidos” preguntándose qué percas le hacía pensar eso, pero no considerando eficiente iniciar ningún tipo de discusión al respecto. Lo que pensase un estúpido fantasma, fuera lo que fuera eso, no podía importarle menos. Le hubiese gustado que se ahorrase todas aquellas apreciaciones ridículas y se centrase únicamente en las respuestas claras, no obstante, porque entre toda aquella disertación había mogollón de paja que tenían que ignorar. Creyó haber entendido correctamente las normas, no obstante, pensaba mientras casi se choca de pleno contra una mesa debido a la “ruta escénica” por la biblioteca que les estaba obligando a tomar aquel merluzo.
Cuando por fin se detuvieron y el tipo empezó a dejar caer libros y libros sobre Kolja y Adam, Lethe estaba convencida que el dolor de cabeza resultante iba a ser peor que el del día anterior con su extraño sueño mañanero. Entre la Luna Roja, no sé qué de un agua clara y las guías de huevas en escabeche se estaba perdiendo a velocidad de varios nudos. Se frotó la cara y dejó escapar un suspiro antes de acercarse a la pila de libros.
—A ver, si he podido comprender algo de todo ese sinsentido, entre todo este desastre hay libros sobre magia —se dirigió a sus compañeros, porque estaba claro que hacerle más preguntas al bibliotecario no le iba a aclarar nada—. Deberíamos primero buscar esos y sus correspondientes diccionarios. Somos… siete —contó de un vistazo—. Hay que asegurarse de que nos llevamos libros verdaderamente útiles porque solo podemos uno por persona. Deja los cuentos para cuando estemos seguros de que no nos hace falta otra cosa más importante —añadió para Alec.
No es que ella misma no echase de menos lectura del tipo que fuera, entre la que no se contaba indescifrables libros sobre magia que iban a resultar un dolor de coxis, pero no estaban en posición de priorizar el ocio.
Cuando por fin se detuvieron y el tipo empezó a dejar caer libros y libros sobre Kolja y Adam, Lethe estaba convencida que el dolor de cabeza resultante iba a ser peor que el del día anterior con su extraño sueño mañanero. Entre la Luna Roja, no sé qué de un agua clara y las guías de huevas en escabeche se estaba perdiendo a velocidad de varios nudos. Se frotó la cara y dejó escapar un suspiro antes de acercarse a la pila de libros.
—A ver, si he podido comprender algo de todo ese sinsentido, entre todo este desastre hay libros sobre magia —se dirigió a sus compañeros, porque estaba claro que hacerle más preguntas al bibliotecario no le iba a aclarar nada—. Deberíamos primero buscar esos y sus correspondientes diccionarios. Somos… siete —contó de un vistazo—. Hay que asegurarse de que nos llevamos libros verdaderamente útiles porque solo podemos uno por persona. Deja los cuentos para cuando estemos seguros de que no nos hace falta otra cosa más importante —añadió para Alec.
No es que ella misma no echase de menos lectura del tipo que fuera, entre la que no se contaba indescifrables libros sobre magia que iban a resultar un dolor de coxis, pero no estaban en posición de priorizar el ocio.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Biblioteca Mágica
07/05/20, 10:36 pm
Al igual que sus compañeros, Amira siguió al fantasma (o lo que quiera que fuera, cosa que no la interesaba y que no iba a preguntar) por la biblioteca como pudo, evitando las baldosas que indicaba y buscando la manera de llegar a donde iba al atravesar estanterías. Desde luego,, Biblios no le estaba pareciendo un buen anfitrión, pero no estaba por la labor de decirle que ya podía dejar de ir por sitios por los que no podían pasar por ser tangibles porque no se fiaba de que no fuera a atacarla de alguna manera. Al fin y al cabo, nadie parecía ser inofensivo en esa ciudad.
Las condiciones le parecieron extrañas, especialmente sobre la devolución aunque te murieras o se muriera tu fantasma, pero tampoco dijo nada al respecto y se limitó a mirar como el bibliotecario ponía cientos y cientos de páginas sobre las manos de sus compañeros. Solo reacciono cuando Alec preguntó cómo sabía su nombre. Al principio pensaba que se lo habría oído a alguno, pero si el escocés preguntaba eso era que obviamente no lo habían mencionado. Agarró la empuñadura de la espada, más nerviosa y asustada que otra cosa, pero sin intenciones de hacer nada estúpido o violento.
La mayoría de libros que les había dado le parecieron inútiles, al menos sabiendo lo que buscaban y que ninguno de los títulos parecía fácil, sencillo o relativo a la ciudad de una manera que les fuera útil a ellos. No descartaba volver en algún momento (cuando pudiera y no hubiera más que hacer, tampoco iba a pedir a sus compañeros ir a la biblioteca a leer cuando podían matarles por el camino) y leerse alguno de ellos (aquella tesis del concepto de patria de la tal dama Aguda había llamado su atención, pero no iba a llevársela al torreón cuando no era útil para su supervivencia y menos aún cuando posiblemente necesitaba un diccionario para leerla).
Se acercó a Lethe y asintió ante todo lo que dijo. Aquella pájaro siempre era tan racional y lógica que no podía sino agradecer tenerla como compañera de torreón. No sabía que sería de ellos si dependieran del inconsciente de Kolja o de Alec, que quería llevarse historias cuando tenía otras prioridades. Ella también quería leer cosas más interesantes, pero no era el momento.
—El libro negro ese parece de magia, podemos buscar el diccionario. Con eso tenemos dos —añadió. Rebuscó entre el resto de libros, sin saber muy bien cómo se reconocía un libro de magia y menos cuando no sabías entender el idioma en el que estaba escrito. Miraba las portadas como esperando que la solución a los libros que debían llevársele se le apareciera delante de sus ojos. Comenzó a ojear los libros, sin saber que buscar, hasta que uno le llamó la atención. —Eh, este está en el idioma que hablamos. Podemos llevárnoslo, no hace falta diccionario.
Eran siete. O se llevaban un libro que no podrían traducir (a no ser que hubiera más de uno en el mismo idioma, cosa que no parecía probable) o era la mejor opción.
Las condiciones le parecieron extrañas, especialmente sobre la devolución aunque te murieras o se muriera tu fantasma, pero tampoco dijo nada al respecto y se limitó a mirar como el bibliotecario ponía cientos y cientos de páginas sobre las manos de sus compañeros. Solo reacciono cuando Alec preguntó cómo sabía su nombre. Al principio pensaba que se lo habría oído a alguno, pero si el escocés preguntaba eso era que obviamente no lo habían mencionado. Agarró la empuñadura de la espada, más nerviosa y asustada que otra cosa, pero sin intenciones de hacer nada estúpido o violento.
La mayoría de libros que les había dado le parecieron inútiles, al menos sabiendo lo que buscaban y que ninguno de los títulos parecía fácil, sencillo o relativo a la ciudad de una manera que les fuera útil a ellos. No descartaba volver en algún momento (cuando pudiera y no hubiera más que hacer, tampoco iba a pedir a sus compañeros ir a la biblioteca a leer cuando podían matarles por el camino) y leerse alguno de ellos (aquella tesis del concepto de patria de la tal dama Aguda había llamado su atención, pero no iba a llevársela al torreón cuando no era útil para su supervivencia y menos aún cuando posiblemente necesitaba un diccionario para leerla).
Se acercó a Lethe y asintió ante todo lo que dijo. Aquella pájaro siempre era tan racional y lógica que no podía sino agradecer tenerla como compañera de torreón. No sabía que sería de ellos si dependieran del inconsciente de Kolja o de Alec, que quería llevarse historias cuando tenía otras prioridades. Ella también quería leer cosas más interesantes, pero no era el momento.
—El libro negro ese parece de magia, podemos buscar el diccionario. Con eso tenemos dos —añadió. Rebuscó entre el resto de libros, sin saber muy bien cómo se reconocía un libro de magia y menos cuando no sabías entender el idioma en el que estaba escrito. Miraba las portadas como esperando que la solución a los libros que debían llevársele se le apareciera delante de sus ojos. Comenzó a ojear los libros, sin saber que buscar, hasta que uno le llamó la atención. —Eh, este está en el idioma que hablamos. Podemos llevárnoslo, no hace falta diccionario.
Eran siete. O se llevaban un libro que no podrían traducir (a no ser que hubiera más de uno en el mismo idioma, cosa que no parecía probable) o era la mejor opción.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Biblioteca Mágica
07/05/20, 11:18 pm
A estas alturas poco o nada le sorprendió al ruso que el bibliotecario pasase de ser algo translúcido a tener una opacidad total. Haciendo caso a regañadientes siguió a Biblios con su escudo en alto, en guardia mientras miraba con asombro los cientos y cientos de libros que habitaban las infinitas estanterías. El no-fantasma aceleró el paso cosa que incordió a Adam y aun más cuando comenzó a atravesar estanterías, teniendo que segur la pista de ese extraño individuo.
Solo por si acaso aprobó las condiciones de devolución, ya que era todo posible por qué eso no podría serlo.
Se compadeció de Kolja cuando Biblios lo enterró en libros sobre lo que el alemán pidió. Se giró de golpe al bibliotecario cuando pronunció el nombre del escocés, pillandolo de sorpresa.
—Uhhh… ¿cómo sabes…?
Biblios no le dejó terminar, comenzando a otorgarle al ruso libro, tras libro, tras libro… Maldijo un millón de veces al sarcástico bibliotecario cuando sintió en sus brazos un peso exagerado. Justo cuando estaba por pedir ayuda, notó un toque en su hombro. Alyssa se ofreció a ayudarlo.
—Si… por favor —respondió agradecido con la voz oprimida por la pesadez de los libros.
Aliviado de mucho peso comenzó a ojear junto a la griega todo el material, siguiendo las órdenes de la mujer pájaro por si encontraban algo de utilidad. Adam estaba un poco cortado enfrente de Alyssa por ese momento incómodo que todavía rondaba su cabeza, pero no le caía mal ni mucho menos. Notó en ella que quizás era un poco reservada o muy poco abierta, rara vez hablaba y, a veces, directamente no participaba en conversaciones. El ruso también aceptó su ayuda por hacerle un poco de compañía.
Siguió ojeando y encontró un libro con muchísimos dibujos de esa Luna Roja, escrito en ese extraño idioma ilegible pero, con la ayuda de un diccionario, podrían sacar algo de él.
—Si se van a llevar un diccionario, podríamos llevarnos ésto —dijo a Alyssa señalando la elaborada portada gris del libro, adornada con minilunas rojas en relieve—. ¿Has pensado en alguno para llevarte? —pregunto a su compañera con media sonrisa.
Solo por si acaso aprobó las condiciones de devolución, ya que era todo posible por qué eso no podría serlo.
Se compadeció de Kolja cuando Biblios lo enterró en libros sobre lo que el alemán pidió. Se giró de golpe al bibliotecario cuando pronunció el nombre del escocés, pillandolo de sorpresa.
—Uhhh… ¿cómo sabes…?
Biblios no le dejó terminar, comenzando a otorgarle al ruso libro, tras libro, tras libro… Maldijo un millón de veces al sarcástico bibliotecario cuando sintió en sus brazos un peso exagerado. Justo cuando estaba por pedir ayuda, notó un toque en su hombro. Alyssa se ofreció a ayudarlo.
—Si… por favor —respondió agradecido con la voz oprimida por la pesadez de los libros.
Aliviado de mucho peso comenzó a ojear junto a la griega todo el material, siguiendo las órdenes de la mujer pájaro por si encontraban algo de utilidad. Adam estaba un poco cortado enfrente de Alyssa por ese momento incómodo que todavía rondaba su cabeza, pero no le caía mal ni mucho menos. Notó en ella que quizás era un poco reservada o muy poco abierta, rara vez hablaba y, a veces, directamente no participaba en conversaciones. El ruso también aceptó su ayuda por hacerle un poco de compañía.
Siguió ojeando y encontró un libro con muchísimos dibujos de esa Luna Roja, escrito en ese extraño idioma ilegible pero, con la ayuda de un diccionario, podrían sacar algo de él.
—Si se van a llevar un diccionario, podríamos llevarnos ésto —dijo a Alyssa señalando la elaborada portada gris del libro, adornada con minilunas rojas en relieve—. ¿Has pensado en alguno para llevarte? —pregunto a su compañera con media sonrisa.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Biblioteca Mágica
08/05/20, 10:17 pm
Biblios hizo un amago de reverencia flotante frente al ochrorio.
—Encantado de no tener que ayudarte, un placer. —Por desgracia, no todos eran como Chromsa. El espíritu ligado hizo rodar sus ojos y se señaló el pecho—. Lo he leído en la plaquita —le dijo a Alec, en un tono tan serio y neutral que no parecía que mintiera en absoluto, aunque no hubiera placa alguna en el pecho de nadie.
>>A ver, por partes: la biblioteca entera es una sala de lectura, hay mesas y sillas repartidas aquí y allá para que os sentéis a leer —le dijo a Kolja—. La biblioteca cierra para vosotros exactamente al anochecer, ni un minuto más, ni uno menos.
>>Tomo nota de tu sarcasmo para mejorar el mío —le dijo, de nuevo, a Alec y, acto seguido, hizo garabatos en el aire, dejando una breve estela luminosa con la punta de sus dedos—. Todo lo que dices es verdad, hay fiestas, muchas fiestas. También se muere gente, o resucita, o abre la boca y de repente se descubre que había sido pilotado por arañas invisibles desde hace meses. A la gente también le da por cocinar, o por hacer infusiones caras, y algunos incluso se suicidan por error, lo cual tiene cierta comicidad involuntaria que me parece maravillosa. La Luna es un festejo variopinto, os va a encantar, ya veréis —habló con el mismo hastío de antes—. Dale tiempo a las estrellas, algunas vienen desde muy lejos.
Hubo un detalle que llamó la atención del bibliotecario, aunque pudiese parecer que lo había pasado por alto.
—Ahora que me preguntas por los cuentos para tu amiguito —continuaba con Alec, pero alzó la voz para asegurarse de que le escucharan—, os aclaro que sé más por diablo que por viejo: si vuestro amigo quiere un libro tendrá que venir él a por el suyo. Si quieres llevarte los cuentos tú, puedes hacerlo, claro, pero eso y nada más. En la pila os he dejado unos pocos libros con historias agradables, pero si quieres uno en tu idioma, este es mi preferido de hoy: La fantasmagórica muerte del inmortal Mortuorio —saca un libro de la estantería de lomo blanco y letras doradas, escritas en perfecto rocavarancolés—. Ten.
Dejó caer el libro en la pila de Alec y portada y contraportada chocaron como si estuviese vacío. Lo que ocurría, sin embargo, era que las páginas estaban encantadas, se veían vacías, translúcidas y, si probaban a tocarlas, descubrirían que también eran intangibles.
—¿Algo más o me puedo ir hasta que decidáis? —su voz no dejaba lugar a dudas: estaba harto. Hartísimo.
—Encantado de no tener que ayudarte, un placer. —Por desgracia, no todos eran como Chromsa. El espíritu ligado hizo rodar sus ojos y se señaló el pecho—. Lo he leído en la plaquita —le dijo a Alec, en un tono tan serio y neutral que no parecía que mintiera en absoluto, aunque no hubiera placa alguna en el pecho de nadie.
>>A ver, por partes: la biblioteca entera es una sala de lectura, hay mesas y sillas repartidas aquí y allá para que os sentéis a leer —le dijo a Kolja—. La biblioteca cierra para vosotros exactamente al anochecer, ni un minuto más, ni uno menos.
>>Tomo nota de tu sarcasmo para mejorar el mío —le dijo, de nuevo, a Alec y, acto seguido, hizo garabatos en el aire, dejando una breve estela luminosa con la punta de sus dedos—. Todo lo que dices es verdad, hay fiestas, muchas fiestas. También se muere gente, o resucita, o abre la boca y de repente se descubre que había sido pilotado por arañas invisibles desde hace meses. A la gente también le da por cocinar, o por hacer infusiones caras, y algunos incluso se suicidan por error, lo cual tiene cierta comicidad involuntaria que me parece maravillosa. La Luna es un festejo variopinto, os va a encantar, ya veréis —habló con el mismo hastío de antes—. Dale tiempo a las estrellas, algunas vienen desde muy lejos.
Hubo un detalle que llamó la atención del bibliotecario, aunque pudiese parecer que lo había pasado por alto.
—Ahora que me preguntas por los cuentos para tu amiguito —continuaba con Alec, pero alzó la voz para asegurarse de que le escucharan—, os aclaro que sé más por diablo que por viejo: si vuestro amigo quiere un libro tendrá que venir él a por el suyo. Si quieres llevarte los cuentos tú, puedes hacerlo, claro, pero eso y nada más. En la pila os he dejado unos pocos libros con historias agradables, pero si quieres uno en tu idioma, este es mi preferido de hoy: La fantasmagórica muerte del inmortal Mortuorio —saca un libro de la estantería de lomo blanco y letras doradas, escritas en perfecto rocavarancolés—. Ten.
Dejó caer el libro en la pila de Alec y portada y contraportada chocaron como si estuviese vacío. Lo que ocurría, sin embargo, era que las páginas estaban encantadas, se veían vacías, translúcidas y, si probaban a tocarlas, descubrirían que también eran intangibles.
—¿Algo más o me puedo ir hasta que decidáis? —su voz no dejaba lugar a dudas: estaba harto. Hartísimo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Biblioteca Mágica
10/05/20, 12:25 am
A Chromsa le alegró ver que el resto del grupo seguía con fuerzas suficientes para preguntar muchas de las dudas que habían quedado sin resolver tras la explicación de Biblios. El shock de información era tan grande para el ochrorio que se dio cuenta más tarde que podría haber ayudado a Kolja y a Adam con todos los libros que tenían encima, cosa que sí hizo Alyssa. También estaba el "agradecimiento" de aquel ente. Entendería que, si hubiera mucha gente en la biblioteca, dijera algo así pero en un caso como ese casi le daba la sensación que no habría aparecido siquiera si no fuera su trabajo.
Escuchó después la respuesta a la pregunta de Alec sobre la Luna Roja y, la verdad, no ayudaba mucho a todo el lío que tenía ya en la cabeza. Estaba claro de que era un momento muy importante en Rocavarancolia, pero la forma de festejarlo parecía diferir por cada persona. Además, ¿alguien pilotado por arañas o suicidios sin querer? -(Creo que mejor dejo de pensar por un rato)- se dijo mentalmente.
Biblios le entregó un cuento para Luci al terrestre. Era bastante bonito por fuera, aunque había algo que no le cuadraba. Sin embargo, para conseguir mantener la tranquilidad y dado que se veía que el bibliotecario se estaba cansando, decidió no acercarse a comprobar qué tenía de raro. En su lugar se acercó al montón de libros que les habían dado para coger el de color negro que trataba de magia mientras decía: -Voy a ir buscando el diccionario de este, si no os molesta. Si hay suerte incluso puedo ahorrarte trabajo, Alec.-
Se dirigió a la estanterías que tenía los diccionarios. Recorrió con la vista los diferentes tomos que había con decisión y entonces abrió el grimorio. Una escritura ininteligible por el momento se encontraba en aquellas páginas. -Bueno, manos a la obra.- se dijo para sí mismo en voz baja mientras cogía el primer diccionario para comparar las letras en ambos libros.
Escuchó después la respuesta a la pregunta de Alec sobre la Luna Roja y, la verdad, no ayudaba mucho a todo el lío que tenía ya en la cabeza. Estaba claro de que era un momento muy importante en Rocavarancolia, pero la forma de festejarlo parecía diferir por cada persona. Además, ¿alguien pilotado por arañas o suicidios sin querer? -(Creo que mejor dejo de pensar por un rato)- se dijo mentalmente.
Biblios le entregó un cuento para Luci al terrestre. Era bastante bonito por fuera, aunque había algo que no le cuadraba. Sin embargo, para conseguir mantener la tranquilidad y dado que se veía que el bibliotecario se estaba cansando, decidió no acercarse a comprobar qué tenía de raro. En su lugar se acercó al montón de libros que les habían dado para coger el de color negro que trataba de magia mientras decía: -Voy a ir buscando el diccionario de este, si no os molesta. Si hay suerte incluso puedo ahorrarte trabajo, Alec.-
Se dirigió a la estanterías que tenía los diccionarios. Recorrió con la vista los diferentes tomos que había con decisión y entonces abrió el grimorio. Una escritura ininteligible por el momento se encontraba en aquellas páginas. -Bueno, manos a la obra.- se dijo para sí mismo en voz baja mientras cogía el primer diccionario para comparar las letras en ambos libros.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Biblioteca Mágica
11/05/20, 04:28 pm
La respuesta de Biblios fue tan seria que Alec estuvo a punto de mirarse el pecho para ver si de verdad tenía una placa con su nombre en el pecho. Igual la Biblioteca hacía magia. Un rápido vistazo al resto le dejó claro que no tenían chapas.
Poco después le quedó clara una cosa; Biblios estaba como una cabra. No parecía un tipo de locura mala, pero loco al fin y al cabo. Lo que decía no tenía ningún sentido, incluso con el factor magia le parecía del todo inverosímil. Por si fuera poco le dio para Luci un libro que no pesaba y que al abrirlo no podía pasar las páginas, como si estas no existieran. Decidió ignorar al bibliotecario, estaba claro que o bien necesitaba un manicomio, unas largas vacaciones o un buen polvo. Aunque de lo último no estaba seguro de que pudiera.
Recogió el libro que parecía hablar sobre la ciudad y estar en su idioma y uno de mapas.
-Estos pueden ser útiles - dijo echándole un ojo al de mapas.- Parece bastante detallado aunque algo antiguo. Quizá de antes de que la ciudad estuviese para el arrastre.
Poco después le quedó clara una cosa; Biblios estaba como una cabra. No parecía un tipo de locura mala, pero loco al fin y al cabo. Lo que decía no tenía ningún sentido, incluso con el factor magia le parecía del todo inverosímil. Por si fuera poco le dio para Luci un libro que no pesaba y que al abrirlo no podía pasar las páginas, como si estas no existieran. Decidió ignorar al bibliotecario, estaba claro que o bien necesitaba un manicomio, unas largas vacaciones o un buen polvo. Aunque de lo último no estaba seguro de que pudiera.
Recogió el libro que parecía hablar sobre la ciudad y estar en su idioma y uno de mapas.
-Estos pueden ser útiles - dijo echándole un ojo al de mapas.- Parece bastante detallado aunque algo antiguo. Quizá de antes de que la ciudad estuviese para el arrastre.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Biblioteca Mágica
12/05/20, 01:28 pm
Miró al bibliotecario con cara de pocos amigos una vez más cuando respondió a la pregunta de por qué conocía el nombre de Alec, estaba claro que había esquivado la respuesta diciendo lo primero que se le pasaba por la cabeza, como parecía estar haciendo con muchas otras cosas. Lethe quería saber más y le surgían varias nuevas preguntas potenciales qué hacer, como “¿acaso nos espías?” o “¿nuestros nombres son de dominio público?” pero, francamente, lo catalogó de antemano como una pérdida de tiempo. Aquel tipo tan solo era un dolor de cabez y la enderth quería centrarse en seleccionar los libros e irse cuanto antes. Algunos de sus compañeros habían preguntado por el horario de la biblioteca, pero ella, desde luego, no pensaba pasar allí más tiempo del estrictamente necesario. No con un bibliotecario chiflado rondando,
Se acercó a la pila de libros y se mostró de acuerdo con las apreciaciones de Amira, aunque primero echó una ojeada al libro que sí podían comprender. No quería detenerse mucho a leer allí mismo, pero parecía contener información sobre la propia ciudad, por lo que probablemente era valioso. Alec dijo haber encontrado un libro con mapas, por lo que para la enderth estaba claro que hasta ese momento ya tenían cuatro libros asegurados.
Continuó mirando, dando con libros extrañísimos, algunos con ilustraciones sin sentido alguno para ella, hasta que se topó con otro cuyo contenido captó su atención por parecerse al del primer libro de hechizos que había mencionado Amira. Lo apartó del batiburrillo y llamó la atención al resto sobre él.
—Necesitamos otro diccionario para este: los idiomas no parecen coincidir —dijo mientras pasaba las páginas para asegurarse de que su primera impresión no había sido incorrecta.
Eso hacían seis libros. Para Lethe la elección estaba clara hasta ese momento, por lo que pasó a prestar toda su atención a la sección de diccionarios en busca de los ejemplares exactos que necesitaban. Suspiró: les iba a llevar un rato.
Se acercó a la pila de libros y se mostró de acuerdo con las apreciaciones de Amira, aunque primero echó una ojeada al libro que sí podían comprender. No quería detenerse mucho a leer allí mismo, pero parecía contener información sobre la propia ciudad, por lo que probablemente era valioso. Alec dijo haber encontrado un libro con mapas, por lo que para la enderth estaba claro que hasta ese momento ya tenían cuatro libros asegurados.
Continuó mirando, dando con libros extrañísimos, algunos con ilustraciones sin sentido alguno para ella, hasta que se topó con otro cuyo contenido captó su atención por parecerse al del primer libro de hechizos que había mencionado Amira. Lo apartó del batiburrillo y llamó la atención al resto sobre él.
—Necesitamos otro diccionario para este: los idiomas no parecen coincidir —dijo mientras pasaba las páginas para asegurarse de que su primera impresión no había sido incorrecta.
Eso hacían seis libros. Para Lethe la elección estaba clara hasta ese momento, por lo que pasó a prestar toda su atención a la sección de diccionarios en busca de los ejemplares exactos que necesitaban. Suspiró: les iba a llevar un rato.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Biblioteca Mágica
13/05/20, 05:29 pm
Kolja desvió la atención de la conversación una vez le confirmo lo de los horarios de lectura y se puso a ojear los libros. La verdad es que todos parecían interesantes, aunque seguramente ni una cuarta parte eran realmente útiles.
Estaba distraído, pasando las paginas de un libro con imágenes de monstruos, sin prestar mucha atención a lo que estaba haciendo, cuando vio algo familiar. Había estado a punto de pasar la página, pero se paró en medio, con la hoja levantada. Se trataba de aquel maldito esqueleto, Ataulfo o como se llamase. Bueno, era probable que no fuese él, pero desde luego era la misma cosa, huesos blancos unidos por un moco verde.
Levantó la cabeza y miró a su alrededor, a ver que estaban haciendo el resto y los encontró o buscando diccionarios o, al igual que él, entretenidos con algún libro.
-Yo me voy a llevar este-avisó.
Y nada más decirlo volvió a enterrar la nariz en el libro, posición que pretendía mantener hasta que se fuesen.
Estaba distraído, pasando las paginas de un libro con imágenes de monstruos, sin prestar mucha atención a lo que estaba haciendo, cuando vio algo familiar. Había estado a punto de pasar la página, pero se paró en medio, con la hoja levantada. Se trataba de aquel maldito esqueleto, Ataulfo o como se llamase. Bueno, era probable que no fuese él, pero desde luego era la misma cosa, huesos blancos unidos por un moco verde.
Levantó la cabeza y miró a su alrededor, a ver que estaban haciendo el resto y los encontró o buscando diccionarios o, al igual que él, entretenidos con algún libro.
-Yo me voy a llevar este-avisó.
Y nada más decirlo volvió a enterrar la nariz en el libro, posición que pretendía mantener hasta que se fuesen.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Biblioteca Mágica
13/05/20, 10:01 pm
No sabía si Biblios les estaba vacilando por aburrimiento (no es que se viera a nadie más en la biblioteca, así que a saber desde cuando llevaba sin hablar con nadie) o por ser malicioso y retorcido, pero le daba igual. Le había etiquetado ya como un troll bastante idiota y pasaba de hacer más preguntas que se quedarían sin respuesta, o al menos sin una útil. Dejó el libro d en rocavarancolés a un lado, apartado de la pila, y dejó que Adam lo examinara tranquilamente. El resto fueron eligiendo libros que llevarse, y no tardaron en llegar a tener el máximo que podrían llevarse, ya que necesitaban diccionarios para algunos. Se le antojaban pocos. Normalmente en la Tierra hubieran podido llevarse más de uno por persona, y además no tendrían que perder la mitad de los posibles en diccionarios para poder leer lo que les interesaba. Iban a necesitar que los que quedaban en el torreón salieran a la biblioteca si querían más libros, o devolver alguno de los que se llevaban cuando no les fueran más útiles.
No tardó en levantarse a ayudar a Lethe a buscar en diccionario. Juntas tardarían menos, ya que la tarea era complicada y había muchos donde elegir, y mientras estaban a ello Kolja no tardó en decidir en el séptimo libro que llevarse. —Pues en cuanto encontremos los diccionarios nos vamos. No es que me apetezca pasar mucho más tiempo aquí —. Se calló que no quería hacerlo por tener que aguantar más al bibliotecario, porque sabía que la oiría y no le apetecía enfadarle por error. Aunque parecía inofensivo, no era buena idea cabrear a nadie en aquella ciudad.
No tardó en levantarse a ayudar a Lethe a buscar en diccionario. Juntas tardarían menos, ya que la tarea era complicada y había muchos donde elegir, y mientras estaban a ello Kolja no tardó en decidir en el séptimo libro que llevarse. —Pues en cuanto encontremos los diccionarios nos vamos. No es que me apetezca pasar mucho más tiempo aquí —. Se calló que no quería hacerlo por tener que aguantar más al bibliotecario, porque sabía que la oiría y no le apetecía enfadarle por error. Aunque parecía inofensivo, no era buena idea cabrear a nadie en aquella ciudad.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
Re: Biblioteca Mágica
14/05/20, 04:28 pm
Alyssa comenzó su búsqueda de información ojeando el “peso de encima” que literalmente acababa de quitarle a Adam. Aquella “investigación” era algo que le estaba sentando bien, no tanto por que le gustara el trabajo sino porque no se había dado cuenta de lo mucho que necesitaba distraerse con algo, lo que fuera para no pensar en negativo durante todo el día. Concentrada como estaba no le prestó atención al ruso hasta que se dio cuenta de que estaba hablando con ella.
–¿Eh? Oh… –Recogió el libro y le echó un vistazo rápido. La famosa “Luna roja” a la que supuestamente estaban esperando se mostraba por todas partes, pero estaba en un idioma completamente incomprensible para ellos y solo con los dibujos no había forma de sacar nada en claro.
–Supongo que podría servir, siempre que el diccionario coincida con estos garabatos. –Por supuesto aquel no fue el caso. Tendrían que buscar más diccionarios o encontrar un libro parecido que si entendieran.
En cuanto a la pregunta que le hizo después… se paró a mirar el techo unos segundos mientras pensaba en la respuesta. En realidad no tenía ni idea de qué podría sacar de allí que pudiera servirle a ella. Por su cuenta ni siquiera habría sabido por dónde empezar y se estaba limitando a seguir las direcciones que le daba el resto, pero tampoco quería responder solo con un “no”
–En realidad… planeaba ceder mi espacio para cualquier libro que necesiten los otros. Creo que será más fácil así.
Alec encontró un libro como el que tenían pero en su idioma, por lo que la griega interrumpió su búsqueda de diccionarios, o eso iba a hacer cuando Lethe por su parte localizó otro libro de magia que necesitaba traducción asi que se unió a la enderth y a Amira en la búsqueda.
Encontrar el diccionario que necesitaban fue… muy facil pero aterrador. No habían pasado más que unos minutos y acababa de acercarse a una estantería donde todavía no habían mirado. Apenas puso su mano en el lomo de un libro todos echaron a volar de golpe, como cuando espantas a una bandada de pájaros. Ocurrió de forma tan repentina que pegó un grito y se cayó de culo de susto.
Se levantó de mal humor y deseando que entre esos libros de magia pudieran encontrar algo que les permitiera hallar el modo de colgar a un fantasma... ¿espíritu?, lo que fuera aquel bibliotecario, cuando se percató de algo: en la estantería, que todavía se tambaleaba un poco por el repentino despegue de libros salvajes, quedaba un único libro que no parecía de los que se movieran solos y si, era un diccionario. Uno que parecía ser justo del idioma que buscaban.
–C-reo… que lo he encontrado.
Pasaría el resto de la estancia en la biblioteca sin fiarse de ninguna estantería.
–¿Eh? Oh… –Recogió el libro y le echó un vistazo rápido. La famosa “Luna roja” a la que supuestamente estaban esperando se mostraba por todas partes, pero estaba en un idioma completamente incomprensible para ellos y solo con los dibujos no había forma de sacar nada en claro.
–Supongo que podría servir, siempre que el diccionario coincida con estos garabatos. –Por supuesto aquel no fue el caso. Tendrían que buscar más diccionarios o encontrar un libro parecido que si entendieran.
En cuanto a la pregunta que le hizo después… se paró a mirar el techo unos segundos mientras pensaba en la respuesta. En realidad no tenía ni idea de qué podría sacar de allí que pudiera servirle a ella. Por su cuenta ni siquiera habría sabido por dónde empezar y se estaba limitando a seguir las direcciones que le daba el resto, pero tampoco quería responder solo con un “no”
–En realidad… planeaba ceder mi espacio para cualquier libro que necesiten los otros. Creo que será más fácil así.
Alec encontró un libro como el que tenían pero en su idioma, por lo que la griega interrumpió su búsqueda de diccionarios, o eso iba a hacer cuando Lethe por su parte localizó otro libro de magia que necesitaba traducción asi que se unió a la enderth y a Amira en la búsqueda.
Encontrar el diccionario que necesitaban fue… muy facil pero aterrador. No habían pasado más que unos minutos y acababa de acercarse a una estantería donde todavía no habían mirado. Apenas puso su mano en el lomo de un libro todos echaron a volar de golpe, como cuando espantas a una bandada de pájaros. Ocurrió de forma tan repentina que pegó un grito y se cayó de culo de susto.
Se levantó de mal humor y deseando que entre esos libros de magia pudieran encontrar algo que les permitiera hallar el modo de colgar a un fantasma... ¿espíritu?, lo que fuera aquel bibliotecario, cuando se percató de algo: en la estantería, que todavía se tambaleaba un poco por el repentino despegue de libros salvajes, quedaba un único libro que no parecía de los que se movieran solos y si, era un diccionario. Uno que parecía ser justo del idioma que buscaban.
–C-reo… que lo he encontrado.
Pasaría el resto de la estancia en la biblioteca sin fiarse de ninguna estantería.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Biblioteca Mágica
14/05/20, 06:29 pm
Adam dejó escapar un sonido de decepción cuando no encontraron diccionario alguna para descifrar el raro idioma del libro que sugirió, le gustó mucho aquella portada tan elaborada y dejarla atrás le apenó.
Asintió aprobando el ofrecimiento de Alyssa sobre ofrecer su opción de libro, si estaba indecisa lo consideró una buena idea.
—Vale, si no te decides será lo mejor —respondió con el tono más agradable posible.
En cuanto Alyssa se fue a ayudar a los demás en la búsqueda de más material de utilidad, Adam se embarcó en busca de otro libro que fuese medianamente entendible. Biblios le dejo muchísimo contenido para ponerse a buscar y con solo ver esos gruesos apilados la pereza lo abrumó, pero de un largo suspiro comenzó a ojear uno por uno a ver si había suerte y encontraba uno que entendiese. Casi tiró el libro que sostenía en sus manos cuando la bandada de libros voladores que Alyssa despertó intencionalmente pasó por encima de él, apoyando su mano en su pecho y exhalando aliviado por no tratarse de algo peligroso aparentemente. Siguió buscando por no perder el ritmo y nada, no entendía ni media palabra de ninguno de esos libros. Se estaba comenzando a frustrar, frunciendo el ceño y haciendo un ligero mohín imperceptible para los demás por su enorme bufanda. Le pilló un poco de sorpresa que Amira le pasase otro libro, no tan llamativo como el primero: su tapa era de color café, rugosa y con el único detalle de un borde color amarillo claro. Su felicidad fue máxima cuando entendió la primera frase del libro “Guía ilustrada: le damos una grata bienvenida a Rocavaranciolia”.
—¡Oh dios, gracias Amira! —agradeció fervientemente a su compañera por darle material muy útil.
Cuando terminó de examinar muy por encima el libro cerró la tapa, satisfecho de que su idioma era perfectamente legible.
—A mí tampoco —coincidió con Amira, la biblioteca le daba escalofríos y quería apartarse ya de aquel bibliotecario extraño—, yo ya tengo el mío —dijo enseñando el libro, algo soso por fuera pero precioso por dentro. Sonrió en dirección a Amira, agradeciendole de nuevo.
Asintió aprobando el ofrecimiento de Alyssa sobre ofrecer su opción de libro, si estaba indecisa lo consideró una buena idea.
—Vale, si no te decides será lo mejor —respondió con el tono más agradable posible.
En cuanto Alyssa se fue a ayudar a los demás en la búsqueda de más material de utilidad, Adam se embarcó en busca de otro libro que fuese medianamente entendible. Biblios le dejo muchísimo contenido para ponerse a buscar y con solo ver esos gruesos apilados la pereza lo abrumó, pero de un largo suspiro comenzó a ojear uno por uno a ver si había suerte y encontraba uno que entendiese. Casi tiró el libro que sostenía en sus manos cuando la bandada de libros voladores que Alyssa despertó intencionalmente pasó por encima de él, apoyando su mano en su pecho y exhalando aliviado por no tratarse de algo peligroso aparentemente. Siguió buscando por no perder el ritmo y nada, no entendía ni media palabra de ninguno de esos libros. Se estaba comenzando a frustrar, frunciendo el ceño y haciendo un ligero mohín imperceptible para los demás por su enorme bufanda. Le pilló un poco de sorpresa que Amira le pasase otro libro, no tan llamativo como el primero: su tapa era de color café, rugosa y con el único detalle de un borde color amarillo claro. Su felicidad fue máxima cuando entendió la primera frase del libro “Guía ilustrada: le damos una grata bienvenida a Rocavaranciolia”.
—¡Oh dios, gracias Amira! —agradeció fervientemente a su compañera por darle material muy útil.
Cuando terminó de examinar muy por encima el libro cerró la tapa, satisfecho de que su idioma era perfectamente legible.
—A mí tampoco —coincidió con Amira, la biblioteca le daba escalofríos y quería apartarse ya de aquel bibliotecario extraño—, yo ya tengo el mío —dijo enseñando el libro, algo soso por fuera pero precioso por dentro. Sonrió en dirección a Amira, agradeciendole de nuevo.
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