Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

Cuando me queda poca carne en el plato, Erika se pone a hablar y la escucho con atención hasta que acaba, entonces digo:
-No te disculpes, es normal. Al menos para vosotros...Yo solo hecho de menos a alguien y murió hace mucho, así que no me siento mal aquí...Estoy más acostumbrado a vivir en la naturaleza, pero esto es como una cueva, solo salgo para cazar y traer comida, así que estoy como en casa...Aunque fuese todo parte del entrenamiento de padre...¿Sabes? Me preparaba para la Tercera Guerra Mundial y mira dónde he acabado.-digo sonriendo, aunque no sé qué es peor, si enfrentarme a humanos o a monstruos desconocidos por completo.-Estaría bien reunirnos un día y hablar, hay gente que necesita desahogarse...Además, nos daría más confianza para convivir en grupo y viviríamos mucho mejor, no sé.-se me ocurre de pronto <<Esto al viejo Jack no se le habría ocurrido nunca...La piedra está floreciendo, je...>> y sonrío debido a este pensamiento.

-Vaya la tercera guerra mundial, hubieras ido muy preparado...- El también había perdido a alguien especial. Era extraño hablar con Jack de esto, nunca había escuchado nada de su pasado y sin embargo con lo de hoy ya sabía algo más.- Tal vez no sea de mi incumbencia, pero, ¿De que son todas esas cicatrices que tienes en los brazos y las piernas?, ayer me llamaron mucho la atención.- Me parece buena idea lo de reunirnos, tal vez sincerarnos un poco nos venga bien a todos.

-Preparado para sobrevivir lejos de la civilización en guerra...-digo entre raro y cabreado, pero cambio el tono y sigo.-¿Las cicatrices? El entrenamiento diario de padre. O bien me abandonaba en el bosque en pleno invierno, o bien en las montañas, o bien en una cueva semienterrada en la nieve. Tenía que sobrevivir y conseguir comida. Las cicatrices son de caerme, trepar y caerme, luchar contra animales, cazar, y lo peor, los castigosde padre cuando tardaba más de lo acordado en volver a casa o si adelgazaba demasiado tras una jornada de supervivencia...-digo sin alterarme mucho, pero una sombra me cruza la cara y bajo la cabeza un poco, empezando a sentirme mal.-Pero esas cicatrices no son las peores...-me llevo un dedo a la sien derecha.-Las peores viven aquí y se están abriendo...El Jack de hace unas semanas era una piedra emocionalmente hablando...Y ahora tengo ganas de ...de llorar...y no lo hago desde que murió mamá...Y...y dirás que...que por qué no lloro desde entonces...Pues bien...Padre hizo de mí una piedra en aque...aquellos años...-consigo decir entrecortadamente, con los ojos empañados-Pero...pero aquí soy feliz, de nuevo...Tengo...tengo amigos y amigas, algo que nunca he tenido y...y...-pero no puedo más y me desmorono cayendo hacia atrás, al suelo, llorando a lágrima viva pero sin gritar, en silencio.

Escucho atentamente la historia de Jack. Abandonado por su padre en cualquier lugar, solo y a diario. Y sin contar con los castigos...Y yo me quejaba de mi madre, lo mio no es nada comparado con lo suyo.
Yo tenia una vida casi perfecta, con una madre que en el fondo, muy muy en el fondo me quería, aunque cuestionase cada paso que diese. Pero también lo había pasado mal, en algunos momentos había llorado como un bebé, si aquel día, lo recuerdo como si hubiera pasado ayer mismo, aquella llamada asegurándonos que el coche había quedado totalmente destrozado...y el otro conductor había destrozado algo más que un coche, una familia.
Los ojos se me empañan, lo único que falta es que me ponga a llorar. Vuelvo al tema de Jack, retener tanto sentimientos no podría ser bueno. En un momento dado tal y como me imaginaba echa a llorar. Me levanto de la silla y le doy un abrazo:
-Jack, no quiero que nunca más vuelvas a retener todos esos sentimientos, si quieres llorar, hazlo, si quieres reír, ríe...pero nunca te lo guardes para ti porque es peor. Y si quieres hablar de algo yo te escuchare encantada, ¿Vale?- Intento sonreír mientras le acaricio el pelo para tranquilizarle.

Me río con ganas ...
-Debía ser una suerte de chica, guapa y loca ... una combinación explosiva - digo riendo - ... pues a mi no se me han echado encima - digo con una sonrisa - ... no llamo la atención - digo sonriendo - , y tampoco la busco ... bueno, eso ya no lo se - digo al oír lo último con una sonrisa en la car - ... es cuestión de cada uno ...
Unos toques suenan en la puerta y me acerco a abrir, de camino pongo a Cain bien tumbado, estaba empezando a coger un color rojo intenso ... abro la puerta y resulta ser Dirke, que trae una bandeja con comida, le ofrezco pasar, pero parece ser ... o creo entender que tiene cena abajo, así que me despido cuando se aleja hacia las escaleras, me acerco a la cama y me siento, ofreciéndole un plato a Cain ... no tengo mucha hambre, así que cojo un vaso de agua y una pieza de fruta, como tranquilo, tarareando suavemente Singing in the rain, mientras me chispean los ojos, recordando momentos divertidos en Atenas ...

Sigo llorando en el suelo, con la voz de padre taladrándome la cabeza <<¡La gente ignora a las piedras! ¡Las piedras se camuflan en la naturaleza! ¡Las piedras golpean y matan! ¡Y LAS PIEDRAS NO LLORAN!>> pero le respondo <<¡Hasta las piedras pueden florecer, ¿por qué no llorar?!>> Cerré los ojos en un acto reflejo cuando escuché el recuerdo de padre pero los abro tembloroso cuando noto unos brazos en torno a mi maltratado cuerpo. Una voz se hace paso entre los gritos mentales y logro escuchar a Erika, que me va calmando en un principio, pero hacía mucho que no me abrazaban, demasiado, y la abrazo con fuerza, enterrando mi rostro en su cabello, volviendo las lágrimas a brotar de mis ojos. Quiero decirle que sí, que lo haré, que lloraré y reiré, que hablaré con ella, pero hay una lucha de recuerdos en mi interior, por un lado los ratos y paseos con mamá cuando era pequeño, de los que solo guardo sensaciones; y por otro la voz imperiosa de padre y sus golpes, demasiado vívidos todavía, así que no puedo hablar, pues si abro la boca seguramente gritaré. Pero tengo que luchar contra los recuerdos y vencerlos, padre ya no está aquí y si todo sale bien no volveré a verle, aquí soy feliz, lo he dicho solo hace un momento. Intento acallar los gritos pero siguen, así que empiezo a susurrar, repitiendo sin parar, para darle más fuerza a mi lucha contra padre:
-Basta. Calla. Silencio. Déjame. Padre. Por favor. Silencio.

Me abraza con fuerza y siento como llora. Nunca había visto a nadie llorar de semejante manera, era como si años y años de silencio, sin lagrimas, aguantando el dolor, quisieran estallar a la vez en un solo minuto. Era duro, para él mucho, pero a mi también me entristecía verle de ese modo.
Intento susurrarle al oído palabras para que se tranquilice:
-Tranquilo, aqui no esta tu padre. Jack tienes que escucharme.- Sostengo su rostro entre mis dos manos.- No volverás a quedarte solo y abandonado, ni nadie te castigara, nosotros te queremos, no te vamos a hacer daño, estamos aquí, contigo. Nos protegeremos los unos a los otros, como una gran familia.
<<Una gran familia...Eso es lo que ahora somos>>.

Cain no tiene demasiada hambre, pero se obliga a comer algo. Dirke parece estar mejor, abajo con los demás, así que ya no tiene nada más de qué preocuparse. Cuando el griego se sienta en la cama, a su alcance, se acerca a él gateando y le da un toque con la cabeza en el hombro, como reclamando su atención. Le roza la oreja con los labios de forma casi imperceptible, ocultando el roce en el calor de su respiración. Va buscando su boca a tientas por su piel hasta que la encuentra, y le roba el último bocado de fruta en un beso.

Sigo repitiendo en susurros sin parar, acallando poco a poco las voces, que ya se oyen más lejanas, pero la voz de Erika vuelve a abrirse paso y las aplaca del todo. Me toma la cara con las dos manos e intento mirarle mientras me habla, con los ojos inundados pero calmándome lentamente. Termina de hablar y me doy cuenta de que ya no repito sin parar las súplicas de antes, ya no oigo a padre gritándome ni le veo, solo veo a Erika y la escucho a ella. Me paso el brazo por los ojos para secármelos y por la cara para borrar todo rastro de lágrimas y sonrío como nunca lo he hecho o al menos no lo recuerdo, luego logro musitar:
-Gra...gracias...-y respirando entrecortadamente, repito.-Una...una gran...familia...eso...somos...-y lo repito.-Una familia...Familia...-ya solo me queda de recuerdo las cicatrices, pero esas están cerradas para siempre.-Una familia...-me gusta esa palabra, me da buenas sensaciones y sigo sonriendo.-No...Norou y yo seremos los...los guardianes. No permitiremos que nos ocurra nada...Somos una familia...-digo en un tono de voz más animado y alegre.-Gracias por escucharme...Necesitaba...necesitaba hablar, desahogarme...-digo respirando con normalidad, mucho más relajado que antes.-Me va a costar acostumbrarme a ser menos frío, menos piedra...Pero lo conseguiré, por el bien de la familia.
Justo llega Dirke y nos ve, dice algo que no entiendo y se nos queda mirando. <<Diablo de chico>> Empiezo a reir por su expresión y me separo con cuidado de Erika, me levanto y le señalo el plato de carne, nos sigue mirando confundido y le hago entender que se le va a enfriar del todo, así que se sienta a cenar, sin dejar de mirar de vez en cuando.
-A ver quién le explica esto...-murmuro buscando palabras adecuadas, pero le voy a confundir mucho más.

Me levanto del suelo y miro a Dirke:
-Él triste, pero ya no.- Intento hacer señas también, no se si me entenderá pero es muy dificil para mi comunicarme de esa forma.
Me giro hacia Jack, ya parecía un poco más animado y eso me hacia feliz:
-Tal vez deberías descansar, mañana seguro que Norou quiere entrenar contigo y acabareis hechos polvo...además hoy ha sido un día fuerte.

Erika habla con Dirke y este parece que medianamente lo entiende. Sonrío y asiento ante lo que me dice, pues lleva toda la razón, el día de hoy, el de ayer y la pesadilla de ayer ya son demasiadas cosas y necesito un buen descanso.
-Tienes razón. Subiré al dormitorio y-bostezo de broma.-a dormir. Y el peque...Que no se acueste muy tarde.-digo sonriendo.-Que el pobre también estaba triste. Bueno,-ahora bostezo en serio y me tapo la boca.-buenas noches.-digo sonriente a Erika y me doy la vuelta.
Echo a andar escaleras arriba y me meto en mi dormitorio, dejo la puerta entornada y me asomo al balcón. Allí me quedaré un rato, al frescor de la noche, hasta que me acueste definitivamente. . .

Distraído como estoy ni me entero de que Cain se me acerca a gatas, hasta que su cabeza roza mi hombro, como si fuera un gato reclamando atención, y su respiración acaricia suavemente mi oreja, desde donde recorre mi cara, hasta que su boca me roba el último bocado de fruta con un beso ...
Me limpio los últimos restos de azúcar de los labios con la lengua y le observo con una mirada color esmeralda que destellea levemente en la penumbra que hay en la habitación, que esta iluminada únicamente con unas velas ...
-¿Estas ya bien para jugar? - le pregunto socarrón - ... pues juguemos ...
Me subo a la cama y le empujo hacia atrás con una mano, tumbandole sobre las sabanas, gateo hacia el ...
-Ese era mi último bocado - digo con un tono serio fingido - ... ¿que voy a morder yo ahora? - pregunto mientras acerco mi boca a su cuello y empiezo a darle mordisquitos, alternándolos con leves besos que solo llegan a roces con los labios levemente separados - ...
Comienzo a ascender con la boca por su cuello ...

Me despido de Jack, y Dirke, al no entender muy bien lo que pasa, tarda más en despedirse.
Me fijo en él, ya es muy tarde y parece cansado, le ofrezco irse a dormir, cuando me entiende asiente y me sigue hasta las habitaciones.
En la segunda planta, veo como Nia entra en su habitación <<Que tarde se va a dormir>> me quedo en la puerta de la habitación de Cain, oia ruidos, risitas...conocía ese tipo de risitas.
Me invento alguna excusa para Dirke y para que no se quede en el salón durmiendo le ofrezco que mi habitación. Al principio se niega, no quiere molestar, pero finalmente cede. Al entrar en mi habitación se mete directamente en la cama y se queda dormido, <<Estaba bastante cansado>>. Me meto yo también en el otro lado e intento conciliar el sueño.

Cain cae en la cama riendo y en cuanto siente la boca del griego en su cuello esa risa se convierte en una especie de ronroneo. Mete las manos bajo su camisa y le acaricia el pecho, recorriendo las cicatrices, trazando líneas sin orden aparente; empieza a juguetear con sus pezones pelizcándolos suavemente. Logra darle un beso en la frente al griego mientras este sigue mordiendo su cuello.
-Eh! ¿Por qué subes? Baja- pide en tono burlón